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EN LA FAMILIA
Un Enfoque Desde Seis Dimensiones
Diferentes
Eliezer D. González
LA GLORIA DE DIOS
EN LA FAMILIA
Un Enfoque Desde Seis Dimensiones
Diferentes
DEDICATORIA
A la Gloria de Dios,
A las familias que Él creó dondequiera se encuentren, y a nuestra
familia que amamos con todo el corazón: nuestros hijos, nuestros
yernos y a nuestros nietos.
PREFACIO
El libro que usted tiene en sus manos no es un libro más sobre el
tema de la familia.
Es un libro que está escrito en una docena de años en los cuales
hemos ido destilando experiencias, algunas dolorosas y algunas
felices, en medio de nuestra constante búsqueda acerca de lo que
Dios dice acerca de la familia que Él creó para Su Gloria.
Porque de eso se trata, no de lo que nosotros creamos o hayamos
sido enseñados, pero acerca de lo que Dios creó y acerca de lo que
Él dice en Su Palabra: Hemos sido creados para reflejar la Gloria de
Dios en todo, especialmente en nuestras relaciones familiares.
Entonces este no es un libro de enunciados teológicos, o de
sicología familiar; ¡este es un libro que sale de nuestra sumisión a
la Voluntad de Dios y de escucharle a Él en un camino de más de
cuarenta años!
En este libro nos hacemos bastante vulnerables, y le contamos
cómo hemos sufrido y cómo hemos vencido agarrados a la Palabra
de Vida.
Perdone si aquí o allá nos repetimos a nosotros mismos, o
retomamos algún versículo para tratar de sacarle una nueva
enseñanza desde un ángulo diferente. Esperamos que el libro sea
fácil de leer y fácil de comprender, pero si no entiende algo, pídale
a Dios que se lo revele y Él lo hará.
Este libro ha debido ver la luz hace diez o más años, pero sólo Dios
sabe porque sale ahora. Dios se ha tomado tiempo con nosotros
para que entendamos lo que ahora entendemos y para que
sometamos nuestros corazones a Su Palabra.
Si en alguna forma este libro le ayuda a ver lo que Dios quiere y
espera de su familia, eso será suficiente recompensa para nosotros.
Cuando padece la enfermedad del ser amado y sufre con ella o con
él la gran prueba de la pérdida de la salud física o mental, muestra
ese amor.
El amor que demuestra la gloria de Dios, ama “a pesar de”.
La Biblia dice que el amor de Dios permanece fiel aun si nosotros
somos infieles.
Si fuéremos infieles, él permanece fiel; él no puede
negarse a sí mismo. 2 Timoteo 2.13
Ese es el amor que se nos ordena vivir a fin de que Dios y su gloria
sean vistos sobre nosotros.
El problema del corazón humano es que es muy voluble.
Antes de casarme con mi esposa, yo estuve enamorado varias
veces. Pero, cada vez que pensaba que “el nudo” comenzaba a
apretar, huía.
Yo estaba enamorado, pero no listo para hacer un compromiso por
toda la vida.
El verdadero amor requiere y necesita un compromiso de vida.
Tal vez en el pasado usted creyó estar envuelto en un “amor
eterno” que el tiempo se encargó de borrar.
Dios no es así. Dios nos amó ayer, nos ama hoy, y nos amará
mañana.
Dios nos amará exactamente igual por la eternidad; exactamente
igual.
F. EL M ODELO PERFECTO DE A M OR ,
J ESUCRISTO
Nuestro modelo de amor es Jesucristo. Él es el modelo perfecto. Él
es nuestro ideal. Se nos ordena imitarlo.
Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.
Efesios 5.1
Jesucristo es el original. La obra maestra. Él espera que lo
imitemos. ¿Imposible?
En nuestra fuerza es absolutamente imposible.
¡Con Dios todo es posible!
Pero, queramos o no, los hijos siempre imitan a sus padres, por lo
menos, en algunas cosas. Imitan la forma de hablar, de comer, de
caminar, de reír, etc.
Morelia piensa que yo soy muy parecido a mi madre en muchas
cosas (¡hasta el grado de asustarse!)
Mi madre fue una mujer muy especial. Su sentido del humor, su
vena poética, su facilidad para hacer amigos, su manera tan franca
de hablar, etc.
Yo, conscientemente nunca busco imitar a quien fue mi madre…eso
me sale espontáneamente… ¡y me asusta a mí también! En alguna
forma, yo soy una prolongación de mi madre.
Y no solo yo, sino también algunos de mis hermanos, ¡y de nuestros
hijos!
Capítulo 4: LA GLORIA DE LA
MISERICORDIA
Una de las virtudes más necesitadas, pero menos practicadas es, sin
duda alguna, la misericordia.
La misericordia es la acción por medio de la cual nos movemos a
compasión, a identificarnos con el dolor o la necesidad del otro, a
estar listos a ponernos “en los zapatos” de aquel que sabe que es
culpable y gime, esperando ser tratado mejor de lo que merece.
Pero, Dios que es rico en misericordia por su gran amor con que
nos amó, aun estando nosotros muertos en delitos y pecados nos
dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos). Efesios 2.4.
Dios no solo es misericordioso, ¡Él es rico en misericordia! En otras
palabras, ¡tiene misericordia de sobra!
Misericordia que usted y yo necesitamos desesperadamente.
Como ya he dicho antes, Dios no espera que nosotros seamos algo
que Él no es.
Nosotros conocemos la misericordia porque Dios ha sido y es
misericordioso con nosotros, más de lo que algunos se imaginan.
Hay cosas en su pasado que nadie conoce (fuera de Dios), cosas que
usted ha querido olvidar conscientemente, pero que de tanto en
tanto el Acusador (su enemigo) trae a su conciencia.
Si usted ya trajo esas cosas a Dios, Él en su misericordia ya le ha
perdonado y ha echado todas sus culpas “en lo más profundo de la
mar”, Él ya no se acuerda más de ellas (Miqueas 7.19). ¡Alabado sea
Dios!
Cuando el ciego Bartimeo buscó a Jesús en su necesidad le pidió
que tuviera misericordia de él) (Marcos 10.46-52). Es como si él
hubiese dicho: “Jesús, yo merezco todo lo que ha venido a
mi vida, pero, por favor, ten misericordia de mí”.
Algunos no pueden ver la misericordia de Dios en el Antiguo
Testamento. Otros han llegado a decir que el Dios del Antiguo
Testamento no es el mismo del Nuevo Testamento, porque aquel
estaba lleno de juicio y de castigo.
Detengámonos por un momento a examinar algunas instancias
bíblicas del Antiguo Testamento. En Éxodo 20.6 y en Deuteronomio
5.10; 7.9, Dios dice que Él hace misericordia a millares.
Cuando Moisés pidió ver el rostro del Señor, y el Señor pasó
delante de él, lo que Dios afirmó fue Su misericordia: “… y tendré
misericordia del que tendré misericordia” Éxodo 33.19.
Mire usted estas otras referencias por usted mismo y compruebe
que todas ellas afirman que “Dios es tardo para la ira y grande en
misericordia”; una y otra vez se dice que “Jehová tuvo misericordia
de ellos, y se compadeció de ellos… y no quiso destruirlos…”
B. EL AM OR DE D IOS ES M ISERICORDIOSO
Un cuadro lindo y también impactante se ve en la forma como
David, el Salmista rey de Israel, buscó y trató a Mefiboset, el hijo
lisiado de su amigo del alma Jonatán.
David y Jonatán se conocieron, y Dios unió sus corazones de una
manera especial, y un buen día hicieron un pacto el uno para con el
otro, de amarse y protegerse hasta el fin. Y el fin de David parecía
más y más cercano debido a inquina del rey Saúl, el padre de
Jonatán, en contra de él. Sin embargo, Jonatán murió primero junto
a su padre, y David buscó con afán a algún descendiente suyo para
mostrarle misericordia (2 Samuel 9.1).
En aquellos tiempos, la política era que el rey de turno buscaba a
todos los descendientes del rey muerto o depuesto para matarlos y
evitarse cualquier problema político futuro.
David, sin embargo, mandó buscar al hijo de Jonatan, no para
matarlo, sino para mostrarle su misericordia.
Mefiboset no estaba completamente seguro de las intenciones del
rey David, y seguramente llegó ante su presencia con temor y
temblor, pero David calmó sus ansiedades y sus temores
asegurándole que sus motivos eran para su bendición. Él lo trajo a
su palacio para hacerle sentar en su mesa ¡junto con los otros
príncipes!, y para rodearle de cuidados y proveer para su futuro.
En la misma forma, Dios nos busca afanosamente a fin de
perdonarnos y mostrar Su misericordia en nosotros que no lo
merecemos. ¡Bendita sea la misericordia de nuestro Rey y Señor!
¡Cuánta falta de misericordia hay en nuestros hogares hoy!
Algunos han sido marcados en sus vidas íntimas a causa de la falta
de esa misericordia. Algunos otros se han criado en ambientes
hostiles, duros, inmisericordes, en los cuales es solo lo que
produces lo que cuenta.
C. ¿C ÓM O SE VE HOY LA M ISERICORDIA EN TU
CASA ?
Todos necesitamos de la misericordia de los otros, porque vamos a
fallar tarde o temprano.
No importa cuánto tratemos de ser perfectos, no lo somos ni lo
seremos.
Hace muchos años estuve bajo la influencia de un maestro bíblico
que enseñaba que se puede llegar a ser perfecto –sin pecado- en
esta vida.
Como yo siempre había anhelado esa perfección, me aboqué
resueltamente a estudiar y a concentrarme en todos los pasajes que
me pudiesen dar ánimo en esa búsqueda incesante.
Creo que fui sincero en la búsqueda, pero hoy debo reconocer y
afirmar que no tuve éxito.
Ansiamos ser perfectos, pero nunca lo seremos de este lado de la
eternidad.
Fracasé en esa búsqueda. Por más que me esforcé terminé cansado
y derrotado.
Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; no hay quien
entienda. No hay quien busque a Dios. Romanos 3.10, 11
Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la
gloria de Dios.
Romanos 3.23
Lo que yo necesito hoy no es perfección, lo que yo necesito es
misericordia, tanto como usted. Porque fallo muchas veces, me
quedo corto en las metas, peco involuntariamente y a veces
(¡perdóname, Dios mío!) voluntariamente.
Necesito la misericordia y compasión de los que me rodean, de mi
esposa, de mis hijos, de mis hermanos, y por encima de todo, de
Dios.
No soy perfecto, ¡solo perdonado!
Por supuesto, la misericordia no anula la exhortación, la corrección,
la disciplina, la reprensión, etc. Todas esas cosas continúan siendo
necesarias, pero con la misericordia hay esperanza: no seremos
totalmente rechazados, heridos, puestos a un lado y derrotados.
Cuando tu hijo o tu cónyuge fallan, y vienen arrepentidos, muestra
tu misericordia. Mañana tú puedes necesitar la de ellos.
ELIEZER Y MORELIA GONZÁLEZ
LA GLORIA DE DIOS EN LA FAMILIA PÁGINA 84
El que necesita la misericordia se siente miserable. Como un
pordiosero que necesita ayuda y estira la mano sin saber si va a
recibir algo o no. Él está a la merced del otro.
Uno de los profetas que más habló de la misericordia fue Jeremías.
Y tal vez, este es el profeta que más sufrió, en toda la Biblia.
Jeremías fue humillado muchas veces, ridiculizado, maltratado,
encadenado, metido en un pozo, mantenido a pan y agua. Este
hombre sufrió como casi nadie más, por la causa de Dios, en el
Antiguo Testamento. Reyes, sacerdotes y aun el hombre común
conspiraron contra él y despreciaron el llamado de Dios sobre su
vida.
Jeremías había sido claramente llamado y escogido por Dios para
proclamar Su Palabra. Dios le habló de manera personal.
Vino, pues, palabra de Jehová a mí diciendo: Antes que te formase
en el vientre te conocí, y antes que naciese te santifiqué, te di por
profeta a las naciones. Jeremías 1.4, 5
Pero a causa de su sufrimiento y de su dolor, Jeremías trató de
escapar del llamamiento de Dios, aunque la Mano de Dios estaba
fuertemente sobre su vida y su ministerio.
En medio de todo aquel gran sufrimiento, él pudo exclamar:
Por la misericordia de Jehová no hemos sido
consumidos, porque nunca decayeron sus
misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu
fidelidad. Lamentaciones 3.23.
Imagínese, completamente abatido, abandonado y traicionado y
todavía cree en la misericordia de su Dios.
E. C ÓM O M OSTRAR M ISERICORDIA EN
N UESTROS H OGARES
Como antes dije, tarde o temprano todos fallamos en nuestras
relaciones familiares.
La relación familiar es tan estrecha que, queramos o no, vamos a
causarnos heridas los unos a los otros, vamos a decir algunas cosas
indebidas que se escaparán antes de que podamos retenerlas,
vamos a quedar mal en alguna promesa que hemos hecho, vamos a
quedarnos cortos ante la expectativa de algún miembro de la
familia, vamos a olvidarnos de alguna fecha importante
(especialmente los hombres), vamos a quedarnos cortos en nuestra
entrega, vamos a prometer más de lo que podemos cumplir, vamos
a comprometernos con menos de lo que debemos, etc.
Y el que esté sin pecado ¡que arroje la primera piedra!
Yo recuerdo a mi padre como un hombre especial. Yo viví junto a él
una pequeña porción de mi vida, pero esa porción me pareció
perfecta. Yo sospecho que mi memoria no recuerda todo, y que el
tiempo ha podido borrar algún mal recuerdo de él.
Más tarde en la vida, mi madre me dijo que mi padre no había sido
totalmente perfecto, y que ella había luchado con algunas cosas en
su vida. Mi madre tampoco fue perfecta, pero para mi ella era una
madre y mujer especial. Tal vez yo recuerdo más cosas imperfectas
de mi madre porque con ella viví muchos más años, y años en los
cuales yo tenía una conciencia más crítica. Digo esto para aclarar
que yo no creo que haya ninguna familia perfecta, aunque también
creo que no tenemos que celebrar toda familia disfuncional
(aunque la nuestra, por la misericordia de Dios nunca lo fue).
Yo creo que por la gracia y la misericordia de Dios podemos,
PODEMOS, tener familia para la Gloria de Dios.
El Señor tuvo que increpar a Pedro antes de que este estuviese listo
a recibir el servicio del Señor.
Jesús le respondió: Si no te lavare no tendrás parte
conmigo, Juan 13.8b
A lo que Pedro respondió: “Señor, lo que quería decir, es ¡que me
des un baño de pie a cabeza!” (Paráfrasis mía).
Las salidas de Pedro son proverbiales. Pero, creo que él entiende y
nosotros con él que esta lección nos queda ¡demasiado grande!
Yo estaría dispuesto a lavar los pies de Juan, de Andrés, del mismo
Pedro, pero, no me pidas, Señor, lavar los pies de Judas, el traidor,
¡nunca!
Jesucristo, sin embargo, no obvió a nadie. Sirvió a los muy dignos y
a los indignos. Los sirvió a todos.
Lo que el Señor hizo no fue algo ligero, fue un modelo de humildad
y servicio. Él lo modeló ante nosotros para que nosotros lo
podamos realizar.
Vosotros me llamáis Maestro y Señor; y decís bien, porque lo soy.
Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros
también debéis lavaros los pies los unos a los otros. Porque
ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros
también hagáis. Juan 13.13-15
El Señor quiere y espera que nosotros entendamos y sigamos su
profundo ejemplo de humildad; que sigamos Sus pisadas.
Jesucristo pudo ser y fue humilde porque Él estaba completamente
seguro de Su identidad y de Sus propósitos.
Él conocía exactamente Su filiación: Él era el Hijo de Dios. En Su
bautismo en las aguas del Río Jordán, Él escuchó la voz del Padre
diciendo:
Este es mi hijo amado en el cual tengo complacencia.
Mateo 3.17
Esa misma voz y esa misma declaración se escucharon en el Monte
de la Transfiguración (Mateo 17.5).
Él sabía de donde había venido y adónde iba, Juan 13.3ª. Su futuro
estaba completamente asegurado y Su presente estaba en el
perfecto Plan del Padre.
boca de los que te acusan falsamente o a los que dicen todo mal
contra ti, mintiendo.
Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y
condenarás toda lengua que se levante contra ti en
juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y
su salvación de mí vendrá, dijo Jehová. Isaías 54.17
Dios se airó contra María y Aarón, y su juicio cayó sobre ellos.
Moisés tuvo que interceder ante Dios por sus hermanos. ¡Qué
espíritu humilde él demostró!
Toda mujer, especialmente, debe comprender que el poder no está
en las palabras, sino en su espíritu. Una esposa puede hablar y
hablar y no conseguir nada de su esposo. Aún puede llorar y llorar
y no conseguir nada. Y puede quejarse y quejarse y no conseguir
nada (toda queja es primariamente contra Dios). Y puede gritar y
gritar y no conseguir nada.
Pero, al Espíritu de Dios nadie lo puede resistir. Y nosotros hemos
recibido ese Espíritu, que es Espíritu de poder.
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de
amor, de poder y de dominio propio. 2 Timoteo 1.7
Escuché de los labios de un hombre que Dios está usando en
muchas partes del mundo, la historia de cómo su esposa lo llevó a
Cristo. Él había crecido como un joven existencialista, y atado a los
vicios y a los juegos de azar. En la universidad escribió un drama en
el cual planeaba suicidarse en el acto final. Su vida estaba vacía y su
alma en tormento. En medio de esa confusión conoció a una mujer
que se casó con él y comenzaron a vivir juntos una vida de
tormento. En la angustia de esa relación su esposa llegó a conocer
al Señor Jesucristo y su vida cambió, pero su esposo seguía siendo
el mismo.
Noche tras noche ella lo esperaba acurrucada en un sofá, lista y
dispuesta a servirle sin reproche. Él la insultaba y la vejaba. Hasta
aquella madrugada cuando él cayó rendido a los pies de su esposa y
le pidió que, por favor, orará por él, diciéndole: “Yo necesito eso
que tú tienes en tu corazón”. Aquella noche, Dios lo cambió, pero él
atribuye ese milagro al espíritu sumiso y confiado de su esposa.
Él hoy es presidente y fundador de un ministerio que sirve
alrededor del mundo a aquellos que están tratando de romper los
lazos de dependencia de las drogas. Y todo a causa de una mujer
que se humilló y sirvió a su esposo hasta verlo cambiado por el
poder de Dios.
ELIEZER Y MORELIA GONZÁLEZ
LA GLORIA DE DIOS EN LA FAMILIA PÁGINA 117
perros). Ella me dijo que su mamá solía hacer un rollo con papel
periódico y le daba al perro por la cola.
El que hizo la pregunta casi se desmaya al oír la respuesta, y casi
me manda a arrestar por contestar en forma tan contraria a los
derechos de los animales. Finalmente, después de dar muchas
seguridades de que tendríamos todo el cuidado del mundo para
educar y levantar al cachorro, salimos de aquella oficina con él y
sintiéndonos súper malos y abusivos.
¡Gracias a Dios que nunca vinieron a nuestra casa a corroborar el
trato que le dimos al animal que vivió con nosotros por muchos
años!
Les cuento eso para que se den cuenta hasta que punto se han
llevado los derechos de todos los seres vivos.
Lo cierto es que si alguien se aferra a algún derecho encontrará a
alguien más que quiera negárselo.
Jesucristo, el Eterno Hijo de Dios, no descendió del cielo para
mostrar Sus derechos o pare hacerlos respetar. Él cedió cada
derecho ante Su Padre y confió en Él Su cuidado y bienestar.
Si un cónyuge insiste en cuidar celosamente sus derechos, o en
pedir una y otra vez que sus derechos sean reconocidos y
respetados, pronto se dará cuenta que vivirá en frustración.
Aún un derecho tan sencillo como el derecho a ser feliz, puede
convertirse en una pesadilla. Algunos, que se han casado con ese
derecho en mente, pronto encontrarán que su cónyuge pensaba
que tenía ese mismo derecho primero que el otro o que la otra.
En Los Estados Unidos de América, donde la misma Constitución
declara que la búsqueda de la felicidad es un derecho adquirido,
hay mucha gente frustrada. Algunos piensan: “alguien no me está
haciendo lo feliz que yo merezco”.
Hace algunos años oí “la historia de las piñas” que ilustra bien este
punto. La historia relata acerca de un misionero real que fue
enviado a una de las islas del Pacífico y allí, en sus ratos libres, se
dedicó a plantar un campo de piñas. Aquellas frutas eran su delicia
por lo grande y dulce que allí se daban. El problema era que los
nativos de aquel poblado donde ministraba eran ladrones por
naturaleza y cultura y se robaban las piñas del misionero.
El misionero iba creciendo en enojo y desasosiego con cada día que
pasaba. Sus piñas desaparecían día por día en la época de cosecha.
Al cumplirse la fecha de su salida para visitar a los individuos y las
ELIEZER Y MORELIA GONZÁLEZ
LA GLORIA DE DIOS EN LA FAMILIA PÁGINA 120
D. EL SERVICIO EN LA F AM ILIA
La familia es un organismo complicado. Está constituida por
diferentes tipos de miembros y cada uno de los cuales tiene
diferentes roles y diferentes necesidades, pero si queremos que
ELIEZER Y MORELIA GONZÁLEZ
LA GLORIA DE DIOS EN LA FAMILIA PÁGINA 141
1 NECESIDADES FÍSICAS
Éstas van desde la necesidad de alimento, descanso, abrigo, hasta
necesidades sexuales.
En un mundo convulsionado, que nos presiona a vivir vidas
aceleradas, cuán fácil es colocar a un lado la necesidad de una
buena alimentación. Aun cuando podría resultar más costoso, es
mucho más fácil recurrir a servicios de “comidas rápidas” o salir a
comer en un restaurante.
Esta semana, una persona que forma parte de mi círculo de
amigos, tuvo que ir a la sala de emergencias debido a un fuerte
2 NECESIDADES EMOCIONALES
Acabamos de decir que lo sexual, normalmente, en el varón es
más fuerte. Pues de esa misma manera, la necesidad emocional en
las mujeres es apremiante.
La parte emocional es importante para cualquier ser humano,
pero en el sexo femenino, cobra mayor intensidad. Pero, no solo
entre las mujeres sino también en la niñez.
Nuestros hijos, especialmente aquellos que pertenecen al grupo
de infantes y adolescentes necesitan demostraciones de ternura,
de simpatía, de atención.
Es necesario reafirmarnos unos a otros dentro de nuestro círculo
familiar. Expresiones y acciones de amor, de afirmación, de
solidaridad, de misericordia, son algo básico dentro de la
atmósfera de una familia sana.
Un toque, una caricia, un “te amo”, son necesarias para alimentar
nuestra auto-aceptación y nuestra valía personal. Y, aun cuando
he mencionado que la parte emocional es más exigente en el
género femenino, no olvides que también, aun el hombre “más
fuerte” necesita sentirse amado, consentido y mimado.
Otra parte importante de nuestro servicio dentro de la familia, se
llama tiempo. Tenemos debemos hacer la determinación (si, se
requiere determinación) de invertir tiempo en nuestra familia y
con nuestra familia.
Hace años escuché la queja de una esposa hacia el esposo. Él era
un hombre responsable, cumplido, trabajador y con un genuino
amor por su familia. Sin embargo, su responsabilidad para con su
trabajo le consumía tanto tiempo que apenas si podía compartir
CONSIDERACIONES FINALES
Es nuestro deseo y nuestra oración que después de leer estos
capítulos usted tenga una mejor idea de lo que dentro del contexto
bíblico entendemos por La Gloria de Dios en la Familia.
Creemos firmemente que ¡Dios creó la familia para mostrar Su
Gloria! Es decir, para comunicar al mundo todo lo que Él es: amor,
misericordia, perdón, compasión, provisión y cuidado.
Creemos que cuando vivimos para la Gloria de Dios vivimos para
que Dios se muestre a través de nuestras acciones en nuestros
hogares y dondequiera que el Señor nos ponga.
Creemos que cuando no vivimos para mostrar la Gloria de Dios
vivimos para mostrar lo peor de nuestra humanidad: nuestro
egoísmo, nuestra falta de perdón, de cuidado y de servicio mutuo.
Creemos que Dios ha modelado delante de nosotros todo lo que
necesitamos para que nuestras familias sean una poderosa arma
evangelizadora, donde el inigualable Amor de Dios atraiga a todos
hacia Sí.
Creemos que en la medida en que nos sometemos a la Voluntad de
Dios, nuestras familias se irán perfeccionando en Su Amor, hasta
que vivamos para que Dios sea visto sobre nosotros y sobre
nuestros hijos.
Creemos que independientemente de lo que nuestros hijos escojan,
y nosotros oramos y queremos que escojan lo mejor, debemos vivir
ante ellos en tal forma que Dios use nuestro testimonio para que no
tengan excusa de buscar y honrar a Dios en sus vidas.
Creemos que debemos vivir para Dios a pesar de las circunstancias
en que nos toque vivir, sabiendo que Dios es poderoso para hacer
que todas las cosas ayuden para nuestro bien.
Creemos que en medio de las más terribles circunstancias, Dios
siempre mostrará Su Misericordia para con nosotros en la medida
en que nos mantengamos fieles a Su Palabra y sometidos a Su
Voluntad y a Sus Propósitos.
Creemos que Dios actuará, aun en medio de nuestros fracasos y
debilidades si nos rendimos incondicionalmente a Él, confesamos
nuestros pecados y reconocemos que Él es nuestra única
Esperanza. Si nos acercamos al Señor, Él se acercará a nosotros.
Creemos que el mundo en que vivimos se seguirá deteriorando
irremediablemente a nuestro alrededor, pero que los que aman y
ELIEZER Y MORELIA GONZÁLEZ
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