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Curso: 4° 3° C. S.
Escuela de Educación Técnica.
Procesos Productivos: Trabajo Práctico
Proceso agrícola
Los elementos que se tiene que tomar en cuenta para la transformación en realidad
productiva, es necesario que el empresario como el administrador tengan un profundo
conocimiento de todo lo que es el proceso agrícola, es decir, las etapas que surgen en un
ciclo de producción.
Comienza con la preparación del terreno que forma parte del capital agrario y termina con
lo cosecha de los productos obtenidos.
En este proceso se cumplen varias etapas, que se pueden agrupar en los siguientes pasos:
1. Preparación de tierras
La preparación del terreno, se inicia con la roturación, cuyo objetivo es desbloquear los
nutrientes para hacerlos asimilables a las plantas, cumpliendo de esta manera una etapa de
la producción.
2. Siembra
Concluido los trabajos de preparación de tierras, viene el proceso de la siembra.
El primer aspecto a considerar en ésta etapa es el momento oportuno, el tiempo de la
siembra, que debe estar unido a la disponibilidad de maquinaria y capacidad de trabajo, el
no tomar en cuenta éstos elementos, se puede trabar el cumplimiento de los objetivos
trazados.
3. Trabajos de postsiembra (cuidados y mantenimiento)
En esta etapa podemos señalar dos tareas, la primera labor de postsiembra propiamente
dicha, que son trabajos que se realizan en los sembradíos con el objeto de mejorar su
evolución productiva.
4. Cosecha
Se considera la última etapa del proceso de producción, que es la maduración de los bienes
que se producen, y de acuerdo a cada tipo se tiene que decidir el momento oportuno de su
recolección. Es muy importante cosechar en momento preciso. Si se lo hace antes se
pierden sustanciales porcentajes por mermas, al estar verdes no terminan su ciclo
provocando disminuciones en el pesó y afectando a su calidad, que al momento de la venta
ocasionan pérdidas por los descuentos que se tienen que efectuar en las liquidaciones. Si la
cosecha se realiza después del punto óptimo, los productos recolectados pueden
perjudicarse, pues corren el riesgo de que duren poco tiempo a la realización en el mercado.
Producción Tabacalera.
La producción de tabaco se concentra en los departamentos de Rosario de Lerma, la
Caldera, Gral. Güemes, Capital, Cerrillos Básicamente orientada hacia la variedad
"Virginia", también se produce el tipo "criollo salteño" y en menores cantidades del tipo
"Burley". La superficie sembrada oscila entre las 18 y 20. mil has.
Para la campaña 2010/11 se estima una producción de 1 millón de kgrs. de tabaco criollo
salteño y 23,261 millones de kgrs. de tabaco Virginia, siendo Salta la segunda productora
detrás de Jujuy. La producción obtenida fue de 24,26 millones de kilos, lo que también
implica una fuerte caída en la producción del orden del 22%.
En la actualidad Salta aporta un tercio a la producción nacional y resulta ser la primera en
la región del NOA, destacándose la dinámica de crecimiento de la producción en los
últimos años.
La producción de tabaco pasa por un primer proceso industrial (de secado, despalillado y
limpieza) que se realiza en la Provincia. Este proceso absorbe, además, parte del tabaco
jujeño, tucumano y de otras provincias. Consecuentemente, Salta concentra cerca del 60%
de la preparación de hojas de tabaco del país.
Preparación de suelos:
La preparación óptima de suelo comienza al finalizar la cosecha de la campaña anterior,
con la destrucción temprana de rastrojos. Luego de que los suelos permanecen inactivos
durante todo el otoño, al comenzar el invierno comienza también el inicio de la preparación
de los suelos, con la finalidad de ventilar los mismos, exponer las plagas alojadas en los
suelos a la acción de las bajas temperaturas, para ir acumulando humedad en el perfil, y
para lograr una cama mullida que facilite el desarrollo de las raíces a partir del transplante.
Para ello se utilizan equipos de labranza tales como arados de discos, rastras de discos,
cinceles, subsoladores en casos que exista un piso de arado que impida la fácil penetración
del agua durante el riego.
Otra técnica tendiente a mejorar la estructura de suelo y evitar la erosión hídrica es lo que
se conoce como plantación directa de tabaco.
Trasplante manual
Previamente al trasplante se realiza un riego de asiento, sobre el potrero ya rayado. Por la
mañana una cuadrilla de operarios procede a sacar los plantines de los almácigos
convencionales. Después del medio día comienzan a plantar, a razón de 1 ha por jornada,
aproximadamente.
Entre los 7 y 10 días posteriores al trasplante se comienza con la fertilización con dosis
promedios de 600 Kg./ha. de abono base.
Las unidades óptimas para un rendimiento promedio de 2.000 Kg./ha son 80 Kg. de
nitrógeno, 40 de fósforo y 140 de potasio.
También se aplican principios activos específicos para gusanos minadores, cortadores,
cogolleros y pulgones.
Trasplante mecánico
Se utilizan trasplantadoras de 1, 2 o 3 cuerpos, con un rendimiento de 1,25 Ha diario por
cada cuerpo. La ventaja del trasplante mecánico es el ahorro de mano de obra y el aumento
de la eficiencia, ya que en una misma operación se trasplanta, se aplica insecticida y el
fertilizante.
Cosecha
Entre los 90 y 100 días se inicia la cosecha de hojas bajeras, cuando las mismas están ya
fisiológicamente maduras. Normalmente se hacen 6 cortes por hectárea y en cada corte no
se sacan más de 2 o 3 hojas. Debe evitarse la cosecha de hojas inmaduras o pasadas, porque
va en desmedro de la calidad del tabaco curado. La cosecha se realiza utilizando bolsas de
arpillera pasar hacer los atados con que se retiran las hojas del cerco cargándolos al final
del surco en un acoplado, o directamente usando carros cosecheros. No se deben usar ni
para hacer atados ni para delantales del personal, las bolsas de polipropileno, las que deben
desterrarse de las fincas tabacaleras por ser una de las principales causas de aparición de
materia extraña en los fardos de tabaco.
Del potrero se llevan las hojas hacia las estufas para proceder a su curado.
Etapa de curado
Se utilizan estufas convencionales o las de tipo sino bulk - curing y la etapa de curado dura
7 días aproximadamente, de acuerdo a la madurez y humedad de las hojas cosechadas. Se
divide en 4 etapas: amarillamiento o maduración, fijación de color, secado de lámina, y
secado de venas. Las estufas convencionales pueden ser a leña o gas natural y las bulk -
curing normalmente son a gas natural. Las primeras, luego de finalizado el curado,
requieren llevar las cañas con tabaco a un tendal para que tomen humedad y luego se
acomodan en unas pilas denominadas calchas o en cajas de cajas de cartón, para su
conservación hasta el clasificado. En las no hace falta llevar el tabaco al tendal, ya que el
proceso incluye la humidificación. Una estufa convencional en tabaco rinde 500 Kg. de
hojas bajeras, 700 Kg. de medianas y 900 Kg. de superiores. Los rendimientos de las bulk –
curing son 700 Kg., 900 y 1200, para cada corte mencionado. Durante la campaña
2002/2003 se reconvirtieron todas las estufas a gas natural, eliminando la combustión
directa dentro de las cámara de secado con intercambiadores de calor. Se dio así un
importante paso para la eliminación de las nitrosaminas, cumpliendo con las exigencias de
los mercados internacionales.
Clasificación
El tabaco que se descarga de estufa, va con cierto grado de humedad al galpón de
clasificación. Esta humedad permite al operario manipular las hojas sin que estas sufran
rupturas de láminas. Se utilizan mesas para la operación manual y cintas transportadoras
para la manual mecánica. Ambas formas de clasificar van acompañadas por una
iluminación artificial, constante y apropiada para tal fin. Se clasifica por clase, color y
posición; luego se colocan las hojas en cajas de cartón para mantener la humedad adecuada.
Enfardado:
Una vez clasificado el tabaco, por clase, color y posición; se procede al enfardado. El
tabaco es colocado en cajones, haciendo fardos que no deben superar los 50 Kg., con las
siguientes medidas, 0,35 m. de ancho, 0,45 m. de alto y 0,90 m. de largo. Se pone buen
cuidado en no excederse en el prensado y en no superar un 16 % de humedad para evitar su
rechazo durante la comercialización.
Acondicionado
El tabaco enfardado debe ser colocado sobre algún tipo de aislante. Normalmente se utiliza
cartón para evitar el contacto directo con la humedad del piso hasta ser comercializado.