¿Y si invitaras a un grupo de gente a dejar sus vidas de lado durante
cuatro o cinco días con el fin de alejarlos de los estímulos externos, que les recuerdan constantemente la personalidad con la que se identifican? Si los separases el tiempo suficiente de las personas que conocen, de los lugares que frecuentan, de las rutinas que siguen cada día a la misma hora exacta, recordarían quiénes son en realidad: seres humanos ilimitados. Y si pasases un par de días enseñándoles a generar más coherencia en sus corazones y en sus cerebros —y siguieran cultivando ese estado cada día— cabe pensar que, antes o después, aprenderían a abrir sus corazones y conseguirían que sus cerebros rindieran al máximo. De hecho, libres de distracciones, estarían más centrados en la visión del nuevo futuro y, al mismo tiempo, serían más capaces de experimentar las emociones que el porvenir les depara. Y según aportaran más coherencia a sus cerebros y corazones, sus campos energéticos se tornarían más coherentes, y eso generaría una impronta electromagnética más clara. Y a medida que trabajaran en trascenderse a sí mismos, sus cuerpos, su entorno y el tiempo — ralentizando y transformando sus ondas cerebrales, entrando en el campo unificado y dejando atrás este ámbito tridimensional—, les resultaría cada vez más fácil y estarían más acostumbrados a activar el centro del corazón y a crear. Y después de haber aprendido a trascender el cuerpo, las emociones, los hábitos, el dolor, la enfermedad, la identidad, las convicciones que los limitan, la mente analítica y los programas inconscientes, para cuando les mostrases la técnica de la película mental estarían listos para asimilar una cantidad y un tipo de información acorde con la persona en la que se estuvieran convirtiendo, lo que a su vez incrementaría su capacidad de conectar con el mañana. Exactamente así empleamos la película mental en nuestros talleres. Imagina la película mental como un tablero de visión (una herramienta que se utiliza para definir, sostener y concentrarse en unos objetivos vitales concretos) en versión del siglo XXI, dinámico en lugar de estático. Cuando se usa en combinación con el calidoscopio, la tecnología Mind Movie ofrece una magnífica herramienta para atraer el futuro deseado, por cuanto ya se ha experimentado repetidamente. También es fantástico para definir con claridad lo que deseas vivir y para recordarte a ti mismo a diario lo que te depara el porvenir. Ese gesto se llama «intención». Como la tecnología de la película mental es tan versátil, se puede usar para muchos propósitos distintos en múltiples escenarios. No sólo sirve para crear relaciones, riqueza, salud, éxito profesional y otras cuestiones de tipo material, sino también para ayudar a los niños y a los adolescentes a concebir una visión de futuro y permitirles experimentar que tienen algún tipo de control sobre sus vidas. Los jóvenes de hoy están abrumados por el ritmo frenético, la presión y las exigencias de las redes sociales y de la sociedad contemporánea. El suicidio es la causa principal de muerte entre los adolescentes estadounidenses, así que los creadores de Mind Movies están llevando la técnica a los colegios para ayudar a los más jóvenes a visualizar un futuro más luminoso y mejor. Las películas mentales se usan también en las grandes corporaciones para la creación de equipos y la visión de empresa. Los emprendedores emplean el software para abrir negocios, definir objetivos y estrategias o redactar planes de empresa. Imagina a un grupo de gente motivada que no sólo lee e intelectualiza los objetivos de empresa, sino que también ve el plan desplegarse ante sus ojos en un formato dinámico y visual… antes de que se manifieste.