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Carrera Medicina
Asignatura Neurología y Neurocirugía
Grupo F
Docente Dra.Carmen Judith Bucett
Periodo Académico 8º semestre
Subsede Santa Cruz – Bolivia
Copyright © (2019) por (Yohandra A, Seixas de B, Garuti da S, Talhia F, Yessica F, Candida Y, Jhonatan B, Roniery S,
Karem S, Ferreira da C.). Todos los derechos reservados.
Título: Traumatismo craneoencefálico leve.
Autor/es: Yohandra A, Seixas de B, Garuti da S, Talhia F, Yessica F, Candida Y, Jhonatan B, Roniery S,
Karem S, Ferreira da C.
RESUMEN:
El traumatismo craneoencefálico (TCE) o traumatismo encéfalo craneano (TEC) o embolia
encefalocraneal (EEC) es la alteración en la función neurológica u otra evidencia de patología cerebral a
causa de un Traumatismo que ocasione un daño físico en el encéfalo. El TCE representa un grave
problema de salud y es la causa más común de muerte y discapacidad en la gente joven, sin contar las
grandes repercusiones económicas relacionadas. También puede definirse como la lesión directa de las
estructuras craneales, encefálicas o meníngeas que se presentan como consecuencia de un agente
mecánico externo y puede originar un deterioro funcional del contenido craneal.
Una persona con un TCE leve puede tener los siguientes algunos de estos síntomas: Dolor de cabeza,
Confusión, Mareos Vértigo, Visión borrosa, Zumbido en los oídos, Cansancio o somnolencia, Mal sabor
en la boca, Cambio en los hábitos de sueño, Cambios en el comportamiento o el estado de ánimo
El manejo médico actual de un TCE se enfoca en minimizar el daño secundario optimizando la perfusión
y oxigenación cerebral y prevenir o tratar morbilidad no neurológica. Tiene un buen pronóstico si se usan
medidas terapéuticas basadas en evidencias
El traumatismo craneoencefálico se clasifica según Gennarelli en leve, moderado o severo dependiendo
del nivel de conciencia objetivado a través de la escala de coma de Glasgow valorada durante la
evaluación inicial de la víctima.
ABSTRACT:
Cranioencephalic trauma (CET) or brain cranial trauma (ECT) or encephalocranial embolism (CED) is
the alteration in neurological function or other evidence of brain pathology due to a Trauma that causes
physical damage to the brain. The TCE represents a serious health problem and is the most common cause
of death and disability in young people, not counting the large economic repercussions related. It can also
be defined as the direct lesion of cranial, encephalic or meningeal structures that occur as a consequence
of an external mechanical agent and can cause a functional deterioration of the cranial content.
A person with a mild TCE may have the following symptoms: Headache, Confusion, Dizziness
Dizziness, Blurred vision, Ringing in the ears, Tiredness or drowsiness, Bad taste in the mouth, Change
in sleeping habits, Changes in behavior or mood
The current medical management of a TCE focuses on minimizing secondary damage by optimizing
cerebral perfusion and oxygenation and preventing or treating non-neurological morbidity. It has a good
prognosis if therapeutic measures based on evidence are used
Cranioencephalic trauma is classified according to Gennarelli in mild, moderate or severe depending on
the level of consciousness objectified through the Glasgow coma scale assessed during the initial
evaluation of the victim.
Tabla De Contenidos
Introducción
En la década del 70 se introduce la escala de coma de Glasgow por Jennett y Teasdel, lo cual
permitió que años más tarde Rimel et al en la Universidad de Virginia plantearan la clasificación
de los traumatismos craneoencefálicos de acuerdo con su severidad en: menores, moderados y
severos; poco tiempo después fue sugerida la sustitución del término menor por el de leve para
aquellos pacientes con pérdida transitoria de algunas funciones encefálicas globales como la
conciencia, memoria o visión posterior al trauma. Esta clasificación se ha mantenido como
estándar para el manejo y pronóstico desde el punto de vista clínico de los pacientes con trauma
craneoencefálico.
De acuerdo con la anterior clasificación, los pacientes con trauma craneoencefálico leve serían
todos aquellos con una puntuación en la escala de coma de Glasgow superior a 12 puntos a la
llegada al centro hospitalario o después de seis horas de la reanimación cardioventilatoria cuando
es necesaria, sin degradación neurológica en las primeras 48 h y una vez descartadas las causas
que ocasionan un falso puntaje en dicha escala.
Si bien en las últimas décadas se han introducido nuevas técnicas de tratamiento, imagenológicas
y de neuromonitorización que han permitido una reducción en la mortalidad de los pacientes con
trauma craneoencefálico severo y moderado, se presta menor atención al estudio de los pacientes
con el llamado trauma craneoencefálico leve lo cual se ha notado en los últimos años en la
literatura médica mundial. Dentro de este grupo se encuentra aproximadamente el 75 % de los
pacientes que se atienden con trauma craneal en un centro hospitalario con una incidencia
reportada de 120.8 x 100 000 habitantes por año.
Por la palabra que define a este grupo de pacientes debería tratarse de enfermos en los que el
traumatismo no produce lesión relevante sobre el encéfalo o sus envolturas capaces de
comprometer la vida, ni acarrear trastornos conductuales o cognitivos en el individuo con riesgo
de comprometer su desempeño social, pero la realidad es bien distinta, aproximadamente el 3 %
sufre la muerte y un número mucho mayor disfunciones en la esfera psíquica superior conocida
como síndrome post-concusión. Aunque el valor numérico no es elevado este hecho es
incomprendido por la sociedad en muchos casos e inclusive por el personal médico no
familiarizado.
Los pacientes portadores del llamado trauma craneoencefálico leve constituyen en realidad un
grupo heterogéneo, el hecho de tener una puntuación de la escala de coma de Glasgow a la
llegada al centro hospitalario o post reanimación no excluye totalmente la posibilidad de una
lesión intracraneal significativa (trauma craneoencefálico leve complicado), debido a esto un
gran número de pacientes debe ser admitido para observación hospitalaria, si no se cuentan con
herramientas efectivas de predicción, lo que trae consigo dificultades organizativas y aumento de
los costos hospitalarios; por otra parte la detección temprana y el tratamiento oportuno de las
lesiones intracraneales significativas trae consigo mejores resultados en cuanto a
morbimortalidad.
Motivados por las anteriores reflexiones realizamos esta investigación con el objetivo de
caracterizar a los pacientes con trauma craneoencefálico leve, se precisó la frecuencia con que
ocurren degradaciones del Glasgow con relación al tiempo transcurrido después del ingreso y al
Glasgow inicial, se reconocieron las anormalidades en la TC de cráneo con respecto al Glasgow
inicial, se identificó la frecuencia y tipos de procederes neuroquirúrgicos requeridos y
determinamos la mortalidad de acuerdo al Glasgow inicial.
¿Cuáles serían los factores que prevalecen o son las causas principales para que se dé el
Traumatismo craneoencefálico leve?
1.2. Objetivos
1.3. Justificación
El traumatismo craneoencefálico leve es una de las lesiones más frecuentes en niños y adultos.
La mayoría de los traumatismos craneoencefálicos son leves y habitualmente no se asocia a
lesiones intracraneales, ni requieren de tratamiento quirúrgico. Aunque la incidencia de lesiones
intracraneales en baja esta se puede estar presente aun en los pacientes que se encuentran bien en
la evaluación inicial y que se tornan graves en horas siguientes.
Leve
En el TCE leve (ECG 14-15) los pacientes han experimentado una pérdida de la conciencia
menor a treinta minutos y las quejas que se presentan incluyen dolor de cabeza, confusión y
amnesia. Existe una recuperación neurológica completa a pesar de que algunos de estos pacientes
tienen dificultades de concentración o memoria pasajeras.
Moderado
En el TCE moderado (ECG 9-13) el paciente se encuentra letárgico o estuporoso. Clínicamente,
los pacientes con TCE moderado requieren hospitalización y pueden necesitar una intervención
neuroquirúrgica además están asociados con una mayor probabilidad de hallazgos anormales en
las técnicas de neuroimagen. Estos pacientes también pueden desarrollar un síndrome pos
conmoción. El síndrome pos conmoción se refiere a un estado de inestabilidad nerviosa después
de un TCE leve o moderado. Las características principales son fatiga, mareo, cefalea y
dificultad para la concentración.
Grave
Pupila anisocórica, un signo de un daño cerebral grave
En el TCE grave o severo (ECG 3-8) el paciente tiene un estado comatoso, no puede abrir sus
ojos, seguir órdenes y sufre de lesiones neurológicas significativas. Por lo general tiene una
neuroimagen anormal, es decir, a la tomografía computarizada (TAC/TC) se observa fractura del
cráneo o hemorragia intracraneal.
Estos pacientes requieren ingreso a la unidad de cuidados intensivos (UCI) y la toma de medidas
urgentes para el control de la vía aérea, ventilación mecánica, evaluación o intervención
neuroquirúrgica y monitorización de la presión intracraneal (PIC). La recuperación es
prolongada y generalmente incompleta. Un porcentaje significativo de pacientes con TCE grave
no sobrevive más de un año.
Una lesión en la cabeza durante el período de recuperación puede resultar en síndrome del
segundo impacto que se observa sobre todo en niños y adolescentes. Se ha asociado
significativamente con resultados clínicos peores.
Epidemiología
Los accidentes de tránsito son una causa reconocida de TCE.
A nivel mundial, el TCE es la causa principal del amplio número de años de vida potencialmente
perdidos. En países tanto desarrollados como en vías de desarrollo los vehículos a motor son la
primera causa de TCE en personas jóvenes particularmente. Las caídas son la principal causa de
TCE en personas mayores a 65 años. En Estados Unidos, cada año se estima que 1.6 millones de
personas sufren un TCE de los que aproximadamente 800,000 reciben tratamiento ambulatorio y
270,000 requieren hospitalización. Cada año se registran 52,000 muertes y 80,000 personas con
discapacidad neurológica secundaria a esta causa. En España, la incidencia anual de TCE es de
aproximadamente 200/100,000 habs. de los que el 70% presenta una buena recuperación, el 9%
fallece antes de llegar al hospital, el 6% lo hace durante su estancia hospitalaria y el 15% restante
queda discapacitado de alguna forma (moderada, grave o vegetativa). En México, es la tercera
causa de muerte correspondiente a muertes violentas y accidentes, con 35,567 defunciones
anuales, con mortalidad de 38.8 por cada 100,000 habitantes, las muertes son mayores en
varones en una proporción de 3 a 1 y afecta principalmente a la población de 15 a 45 años.
Patogenia
El rebote del cerebro dentro del cráneo puede explicar el fenómeno de golpe-contragolpe.
El TCE es causado por fuerzas externas a la cabeza que pueden clasificarse como fuerzas de
contacto y de inercia. Las fuerzas de contacto suelen causar lesiones focales como fracturas de
cráneo, contusiones y hematomas como el epidurales o subdurales. Cuando la inercia actúa sobre
la cabeza causa aceleración por traslación o rotación con o sin una fuerza de contacto. Este es el
caso de los «latigazos» que se producen cuando se frena bruscamente un vehículo. Dado que el
cerebro no está rígidamente unido al cráneo, el movimiento de traslación por inercia del cerebro
en la cavidad craneal puede causar contusiones, hematomas intracerebrales y hematomas
subdurales, por impacto de la masa encefálica con las estructuras craneales. La inercia por
rotación o angular suele tener un efecto más importante y puede causar daño axonal difuso. Un
TCE grave puede ser resultado solamente de fuerzas de aceleración/desaceleración sin daño
alguno en el cuero cabelludo.
Fisiopatología
Se divide en dos fases. En la primera fase, el daño inicial ocurre como resultado directo del
evento traumático. La segunda fase se da por múltiples procesos neuropatológicos que pueden
seguir de días a semanas después del traumatismo inicial. Uno de los objetivos del tratamiento
neurocrítico es intervenir de manera oportuna para evitar el daño secundario
Anatomía patológica
Las lesiones más comunes secundarias a un TCE, incluyen lesiones intracraneales, craneales y
extra craneales. Por parte de las lesiones intracraneales son constantes los hematomas,
contusiones y lesiones cerebrales difusas. Las lesiones craneales incluyen fracturas,
comunicaciones anormales y desplazamientos del cráneo. Por parte de las extra craneales se
encuentran las lesiones al cuero cabelludo. Una lesión de varios centímetros cúbicos de
parénquima cerebral puede ser clínicamente silente (p. ej. en el lóbulo frontal), gravemente
discapacitante (como en la médula espinal) o mortal (por ejemplo, en el tronco encefálico).
El cuero cabelludo es un tejido delgado, compresible, altamente vascularizado y, al ser la
estructura más externa de la cabeza, es susceptible a dañarse. Si se pierde la continuidad del
mismo, sería capaz de originar infecciones intracerebrales
Resonancia magnética (RM). Una RM usa poderosas ondas de radio e imanes para crear
una vista detallada del cerebro. Esta prueba se puede usar una vez que el trastorno de la
persona se haya estabilizado o si los síntomas no mejoran poco después de la lesión.
Usos de la Neuroimagen
La evaluación radiológica inicial es la misma que para cualquier paciente con trauma: radiografía
(Rx) de tórax, de pelvis y de columna cervical. El estudio de neuroimagen de elección en el TCE
es TAC de cabeza sin contraste. A pesar de que el 15% de los pacientes con TBI tendrá una
lesión aguda detectada por TAC sin contraste, sólo el 1% de estas anomalías requieren
intervención neuroquirúrgica. Aunque la resonancia magnética (MRI) es un 30% más sensible
que la TAC para la detección de anomalías traumáticas después de un TCE, no hay evidencia
que identifica mejor a los pacientes que requieren intervención neuroquirúrgica.
El TCE con manifestaciones o condiciones asociadas con un mal pronóstico por riesgo de
complicaciones intracraneales se conoce como TCE de alto riesgo, es de vital importancia
identificar los factores asociados con esta condición (véase la tabla).La baja tasa de lesiones
Resonancia magnética nuclear (RMN): Suele ser un poco más sensible que la TAC en
detectar alteraciones, pero tiene un costo demasiado elevado.
Capítulo 3. Método
Fecha de inicio día 31, jueves Fecha de inicio día 03, domingo
Fecha terminada día 02, de noviembre sábado Fecha terminada día 04, lunes
Haciendo una revisión de distintas bibliografías de cada punto, se dará a conocer que el tema
tiene varias maneras de definir sus conceptos, siendo que su patología.
Cada punto tiene distinta definición
Las patologías varían entre edades, sexos y tiempo de su desarrollo de la enfermedad,
que se relaciona con el tema de Traumatismo craneoencefálico leve
Las enfermedades mencionadas Traumatismo craneoencefálico de algunas tienen
un tratamiento positivo, curable y otras con medicación o cirugías.
las enfermedades de Traumatismo craneoencefálico leve de que en ocasiones afectan
más a varones que a mujeres.
Capítulo 5. Conclusiones
Apéndice
Referencias
https://www.medicinatv.com/enfermedades/traumatismo-craneoencefalico/tratamiento
http://www.medynet.com/usuarios/jraguilar/Manual%20de%20urgencias%20y%20Emerg
http://www.medynet.com/usuarios/jraguilar/TCE%20revision.pdf
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5799943/
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S01