Sei sulla pagina 1di 53
HISTORIA DE LA UDI GENERACIONES Y CULTURA POLITICA (1973-2013) Victor MuUNoz TAMAYO MT OIE Co O77] rare s ° 8 i | | HISTORIA DE LA UDI Genenatienesy cultura politien (1973-2083) @ Viewr Munos Lane Hdiciones Universickid Alberto Hurtado Alameda 1869» Sant mgarciam@wahurrade vo de Chile | 56 228897726 yeww uathurtaco.cl Limpreso en Santiagy de Chile Primera edicisn de 500 ejemplares: abril de 2010 Este texto fue sometido al sistema de referato ciego ISBN libro impreso: 978-956-357-067-0 ISBN libro digital: 978-956-357-068-7 Regissto de propiedad intelectual N° 263.487 Impreso por Maval Direecién editorial Alejandra Stevenson Valdés Edivora gjecutiva Beatriz. Garcla-Huidobro M Diseiio de la colecctén y portada Francisca Toral R. Diagramaci6n intecior Gloria Bartios A. Imagen de portada Hlecciones parlamentarias diciembre 1989 Diario El Mercurio Rep pe Eprroriates Usiversitanias| bs AUSJAL ose } ‘Can las debian cencias- Todos lon ders ees vatoy hn hi sues svablecshv en las eyes: iol oy) antenna ne wo parcial Ab eon juypeatl y ob eacannent 1 Jos uulares del copy la ven ni ym een io proesditern. vane vediaute alpen 4 sai come ta datetieln ce efemplon Hemos resuelto volver a Chacarillas, porque en este lugar nacié hace rres afios, en un acto dé memorable emocién, nuestro Frente Juvenil de Unidad Nacional, porque acd fue consagrado Luis Cruz Martinez. como hérce de la juventud chilena, y sobre todo, porque desde el marco imponente de esta altura y en un acto juvenil, su ‘excelencia el presidente de la reptiblica trazé aqui el contenido busico y el itinerario fundamental de la nueva democracia que estamos construyendo'. Juan AnTosto Coloma Cuarto acto del “Dia de la juventudl” convocade por la dictadura de Pinochet en el cerro Chacarillas, julio de 1978. La pasién homicida contra lis ideologfas aculta un acrp idcol6gico, {qc es suponer que los fines provienen de afuera de la politica y estén colocados alli por las leyes inderogables de la historia”. ‘TomAs Mounian “Juan Antonio Coloma: “Querernos seguir afianzando una sociedad libre part Chile, Mer curio, 9 de julio 1978. = Moulian Tomés, Chile actual, Anatomia de un mito. LOM, Santiago 2002, p. 63- INTRODUCCION Entre 1975 y 1979, un referente denominado Frente Juvenil de Unidad Nacional organizé afio a aito las celebraciones del “Dia de lu Juventud” en el cerro Chacarillas, sitio que forma parte del Par- que Metropolitano de Santiago de Chile, La efemeéride habia sido instaurada oficialmente por Augusto Pinochet y buscaba represen- tar simbélicamente las virtudes que el régimen declaraba poseer desde el golpe de Estado de 1973: espiritu patridtico, voluntad refundacional y fuerza revitalizadora; todos ellos atributos que se verian sintetizados en la homenajeada “juventud de la patria’. Los actos de Chacarillas consistian en una puesta en escena nocturna en la que una multitud de jévenes portaba antorchas y 77 de ellos recibian medallas del dictador. Pinochet pronunciaba un discurso en que relevaba a la juventud como reserva moral para la construc- cién de una patria grande y unida, y los presentes lanzaban gritos de apoyo y cantaban himnos cargados de un “culto a lo joven” (efebolatria) que se proyectaba como metdfora de cambio y reno- vacién: “Tenemos algo nuestro y muy grande por hacer, hoy somos responsables de la patria y su sentir, alegremente serios y sirviendo un ideal, la juventud avanza, no se puede detener”. En una de esas jornadas, la del afio 1977, quizds “el Chacarillas” mds recordado de todos, Pinochet dio a conocer su primer itinerario institucional hacia una democracia que se calificé como “protegida’. Entonces, la dirigencia del Frente Juvenil vislambré que sus proyecciones se estaban cumpliendo y que ya se materializaban las dos principales tareas que habfan reivindicado como imprescindibles para el pai una nueva institucionalidad y un nuevo modelo de desarrollo. ' Himno del Frente Juvenil de Unidad Nacional, Bn “La antorcha iluminé el corazin de todo chileno”. Boletin Secretaria Nacional de la Juventud. 26 de julio 1977. 2 INTRODUCCION Lo que se conforma en 1975 vomo Frente Juvenil de Uni- dad Nacional tiene anrecedentes directos en el “movimiento gre- mialista” surgido nueve afios antes como organizacién estudiantil en la Universidad Catélica de Chile, UC. En aquel contexte de la década de 1960, mientras los estudiantes identificados con la izquierda y el centro politico promoyian reformas universitarias que estimaban necesarias para impulsar una transformacion es- rructural de la sociedad chilena, los gremialistas de la UC, por el conrrario, rechazaban tal discurso reformista calificdndolo de “politizacién” que “desvirtuaba” los profundos sentidos de “lo universitario”. A la base de tal juicio habja dos definiciones doc- trinarias fundamentales: a) el gremio se entendia como un cuerpo social intermedio entre la persona y el Estado, cuya finalidad en sociedad seria acotada a la vivencia y contexto que lo unia como particularidad social, raz6n por la que la finalidad gremial de “lo universitario” se conectaria exclusivamente con la experiencia de formacién académica tras la busqueda de la verdad y el conoci- miento. b) La politica, en cambio, seria el Ambito espectfico en donde se definia y disputaba la conduccién del Estado, un espa- cio reservado a una elite de sujetos cuya actividad se encontraba restringida a instituciones igualmente especificas y delimitadas: los partidos y las instancias de gobierno y legislacién. En virtud de lo anterior, la participacién del gremio era vista como buena y deseable siempre que expresara su “naturaleza propia” y su “pen- samiento genuino’, lo que solo podia ocurrir si se manten‘a al margen de la politica, La presencia de expresiones de la politica nacional en los cuerpos intermedios se consideraba nociva, no solamente porque a la politica del momento se la juzgaba en dec: dencia, desvinculada del bien puiblico y al servicio de mezquinos intereses, sino también porque se creia que tal politica, por su naturaleza, debia realizarse en los espacios que le serian propios y no en los gremios, ya que de lo contrario se desvirtuaria su propia finalidad y la de los gremios, daiindose a todo el cuerpo social, En definitiva, se estimaba que la politica, siendo necesaria, se ha- bfa degradado y convertido en “politiqueria” al intervenir en los 24 Teer See remios y alterar, con ello, sentidos esenciales de la organizacién social. Por todo lo anterior, los gremialistas sostenian que la tinica participacién social legitima serfa aquella despolitizada que pro- ponfa su propio movimiento, lo que convertia al gremialismo en sindnimo de “verdadera participacion” Hacia 1975, los mismos cuadros formados en el movimiento gremial, entre los que se encuentran los que dirigieron la oposicién estudiantil a la Unidad Popular, derivan al Frente Juyenil de Uni- dad Nacional de la mano del lider fundador del gremialismo Jaime Guzmén. Hacia 1983, esos mismos cuadros dirigidos por Guamén son los que fundan el movimiento y mas tarde partido: Union Demécrata Independiente, UDI. De tal modo hay aquit red, iden- tidad, doctrina y cultura militante que se nutren en este proceso, primero para dar lugar a un bloque organizado fundamental para la consolidacién de las reformas politicas y econdmicas del régi- men dictatorial, y luego, para construir un partido politico que asume la defensa de tales reformas durante los afios de la transi- cién. En todo esto, es importante hacer notar que aunque se trata de una cultura militante que nace en instancias de participacién gremial (es decir, como gremialismo universitario y disputando la conduccidn de federaciones estudiantiles) y se fundamenta en una doctrina que separa radicalmente la politica de lo social-sectorial, en los hechos fue una militancia plenamente politica que desbordé la identidad y experiencia gremial de sus miembros, consolidan- dose como un referente que al tiempo que transformaba el pais de “[...] En Ja medida en que las organizaciones intermedias o gremiales, en ol sentida amplio de la expresidn, sean capaces de expresar ol pensemiento genuino de sus miembros, podrin servir de vehiculo adecuadlo para canalizar una auténtica participacién social [...]. Pero si cen cambio, las organizaciones gremiales son convertidas en simples aleavoces del Estado 0 de tun partido politico cualquiera la participacién no pasa de ser una busla, porque en lugar de recoger el pensamiento y sentir de la base social, la palabra de dichas encidades constituye un simple eco de lo que ordena y decide un burécrata o un dirigente politico. Solo el gremialismo cs pues garancia de verdadera participacién’. En Bienvenido Novato 1973. Documento del Movirniento Gremial de la Universidad Carélica. 1973. 25 InrRopuccién la mano de la dictadura, transformaba también el estilo’, el proyec- to y la conexidn social de la derecha chilena. Estudiar generaciones y cultura militante El presente texto busca ahondar en la conformacién hisrérica de una milicancia: la gremialista-UDI, Por ello, mas que una historia de un partido, es el estudio de una culuuta y una prictica politica que inyolucra a un partido, pero que también lo trasciende, pues compromete a otras instancias como el gremialismo universitario, las redes de un activismo comunal-poblacional, y todas aquellas vinculaciones sociales e institucionales que acompafian a la UDI hasta el dia de hoy. También es la historia de una cultura politica gremialista que alimenta a la UDI y la antecede. Con este objetivo, se recurre a dos ejes conceptuales que per- miten analizar la produccién histérica de la militancia. Por un lado la “generacién”, concepto que nos permite captar la vinculacién de lo etario con lo procesual, o el modo en que la socializacion juvenil determina la configuracién de la conciencia histérica del sujeto milicance, lo que el socidlogo Karl Mannheim‘ denominéd En coincidencia con lo seialado por Versnica Valdivia, por estilo politico se entenders aque- lle que define la prictica coridiana y las iniclativas del activistmo milicante en virud de un proyecto: el lengua, ls formas de la accibn, las relaciones politcas, 1os-vinculos sociales, Ver Valdivia Verénica. Nacionales y Gremialista. El parta de la nev derecha politica chilewa 41964, 1973. Santiago, LOM, 2008. Valdivia Verénica. “Lecciones de una revolucié E Guzman y los gremialistas, 1973-1980". En Valdivia, Verdnica y otros, Sw revolucidn contra rnnestrarevulucién. Torno 1. LOM. Santiago de Chile. 2006. ‘Karl Mannheim, sociélogo alemén-hiingaro (1893-1947). Diferenciindose de lo sosceni- do por tradiciones del positivismo francés y el pensamiento histérico romintico aleman, Mannheim propone un concepro “generacién” que ororga centtalidad al contexto sociohis. rbrico de In socializacién det sujeto durante su juyentud. Generacién serfa una "posiciin" sociohistdrica, pero también implicaria una “conexién generacional” entre los sujetos (vinculo con la produccién tensionada de la historia), lo que a su vex produce “unidlades generacio- rales” relacionadas con los posicionamientos especificos ante cada problernitica histSrica, Mannheim, Karl “EI problema de las generaciones®. Revista Expaciala de Investigaciones Socio- légicas. Nitmero 62. Madrid. 1993. 26 Vietor Mutioz: Tamaya cién de la vivencia””, Generacién entendida tanto como “estratihe in socio-histérica” de la que se derivan subjetividades, “pos: como construccién identitatia que desde la subjetividad crea un “nosotros” y un “otros” en la historia. El segundo concepto clave es el de “cultura politica” en su especificidad de “cultura militante”, abordado como categoria amplia que da cuenta de la produccién subjetiva de sentidos, légicas, pricticas, autopercepciones y deslin- des identitarios en el proceso de conformacién de una militancia. es entre cultura y politica al Es decir, nos abocaremos a los cru interior de organizaciones militantes de identidad gremialista que tuvieron continuidad en el proyecto politico materializado como “partido UDI”. Al cratar una cultura militante determinada desde un enfoque generacional, se intentard dar cuenta de dos procesos paralelos ¢ interrelacionados, Por un lado la construccién identita- ria de las generaciones, el cémo los sujetos representan un “noso- tros” y un “otros” generacional, lo que involucra una determinada autocomprensién del sujeto en su contexto y trayecto histdrico, asi como una dialéctica interrelacién de las generaciones que incide en las transformaciones de la cultura militante. Por otro lado, la produccién de la identidad partidaria en las siguientes dimensio- nes: a) los universos discursivos, los valores, las formas y ldgicas de organizacién y toma de decisiones; b) los relatos sobre la historia > Mediante el concepto de “estratficacién de la por los jdvenes constituye primeras impresiones que se configuran como imagen natural det mundo, tazén por la que todas las experiencias posteriores se verian oxientadas de acuerdo 4 aquella primera impresién, ya fuera como afirmacin de ese estrato 0 como negacién de aquel. En el suceder de las generaciones, al cambiar él mundo, yan eambiando los contextos de las experiencias primarias y sus referencias orientadoras, de modo que mientras los viejos se enfrentan continuamente a algo que permanece en ellos (plasmado en su conciencia como exterioridad vivida), los jévenes tienen como seferencia bisica un amundos diferente al de los vigjos. © Cultura politica es un concepto polisémico que alude a un ciimuilo muy diverso de fendme- nos, pues han sido diversos los temas y los énfasis que han desarrollad las diferentes discipli- nas y escuelas en el momento en que han selevado una conexién entre politica y cultura. Un detallado anilisis sobre el concepto en América Latina en Lopez de la Roche Fabio. “Aproxi- taciones al concepto de cultura politica”, Convergencia. Néimero 22. Universidad Autonoma Uel Estado de México. Facultad de Ciencias Politicas. Toluca, México. 2000 ivencia”, Mannheim sostiene que lo vivido 27 Intropuecion milicante, las imagenes de “nosotros” y “otros” tanto dentro del partido propio como respecto a ottos sectores y partidos politicos: yc) el modo particular en que se entiende y proyecta la relacién entre lo social y la politica’. Considerando estos ejes conceptuales, el presente libro analiza la constitucién y los cambios de la cultura politica de la militan= cia gremialista y UDI a partir de los diversos relatos, discursos y percepciones identitarias construidas por sujetos militantes que no solo tienen edades diferentes, sino que fundamentalmente cargan con trayectos histéricos distintos al haber sido socializados como j6venes militantes en diferentes contextos de las ultimas cuatro dé- cadas. En definitiva, la idea es desarrollar una perspectiva generacio- nal para conocer cémo los sujetos han procesado histéricamente, y desde la experiencia militante, la cultura politica UD1-gremialista. Los estudios politico generacionales y de cultura militante en Chile En Chile, los estudios politico generacionales y de cultura mi- litante han mostrado un desarrollo significativo en los tiltimos afios, Sobre los primeros, creo haber entregado elementos en un libro reciente donde se desarrolla un concepto “generacién” que enfatiza su dimensién identitaria’, retomando para ello la nocién de “estratificacién de la vivencia” que propone Mannheim en su tratamiento problemiatico de las generaciones. También ha sido un aporte una linea de estudios de participacién politica y elec- toral en Chile que ha planteado un enfoque generacional, mirada "Tal problemicica Notbert Lechner la pone al centro de su comprensién del concepto “cultura politica’, al entenderlo como expresi6n de “la produccidn y reproduccidn de las concepciones que elabora una sociedad acerca del campo dle la politica y, especificamente, de la *tepresentacién” de la politica respecto a la sociedad”, En Lechner Norbert. “Cultura politica y democratizacién’. En Lechner Norbert. Obras escogidas tomo 2. LOM. Santiago 2007, p. 244. * Munoz Tamayo Victor. Generaciones, Juventud universitaria ¢ izquierdas politicas en Chile y ‘Mexico (Universidad de Chile-UNAM 1984-2006), Editorial LOM, Santiago 2011. 28 Victor Munoz Tamayo que tuvo su inicio cuando cn 1992 Rodrigo Bano y Enzo Faletto propusicron compara comportamientos de apoliticismo por me- dio de estudios estadisticos realizados entre mediados de la década de 1960 y el inicio de 1990, formulando, para el andlisis, tramos etarios con cortes generacionales segtin contexros de socializacién politica vivenciados durante la juvencud’, Tal mirada fue seguida posteriormente por otros autores que fueron sumando el material estadistico a comparar", En lo referido a culturas milicantes, hay que de historiografia que ha tevalorizado a la historia politica en el sentido de desbordar el relato de las instituciones (los gobiernos, las coa- liciones, las definiciones partidistas, las personalidades politicas), relevando el estudio de las culturas politicas, las subjetividades y las practicas que conectan a las identidades militantes con los mo- vimientos sociales, tarea en la que se ha confluido con la historia social y su foco en los sujetos. En ello, Sergio Grea ha produci- do una serie de textos orientados a conectar la historia social con los procesos de politizacién'’, labor similar a la realizada por Julio Pinto y Verdnica Valdivia”, cuyas obras han abierto el camino a emergentes historiadores de las culturas politicas militantes como tacar aquella * Bano Rodrigo y Falesto Enzo (1992) “El apoliticismo: cl factor generacional”, Documentos de trabajo, Flacso. Serie Estudios Politicos, mimera 25. Ver Madrid Sebastién (2005) “Politicos de ayer, apiticos de hoy? Generaciones, juven~ tud y politica en Chik. En Claudia Fuences, Andrés Villar (compiladores). Voto ciudadana. Debate sobre ta inscripetin electoral. Flacso Chile, ‘Toro Maureira, Sergio. “De lo politico a lo cotidiano: Jovenes y genetaciones politicas en Chile”. Revista de Ciencia Politica, volumen 28, niimero 3, Santiago 2008. "Grex Sergio. “Escribir la historia de los sectores populares. ;Con o sim la politica incluida A propbsito de dos miradas a ta historia social (Chile, siglo XIX)". Politica. Volumen 44. Santiago, 2005. Hiseoria del Comunismo en Chile. La ent de Recabarren (1912-1924), Santiago, LOM Ediciones, 2011. '2-Un cexto clave en este sentido es: Pinto Julio y Valdivia Verdnica. “;Revolucién proletaria 0 querida chusma?”. Soctalismo y Alesandrismo en la pugna por la politizacién pampina: (1911 1932) LOM, Santiago, 2001. 29 INTRODUCCION Rolando Alvarez'’, Cristina Moyano!’, Marcelo Casals!” y Seb: tidn Leiva", entre otros. Por otro lado, en las ciencias sociales es amplio el tratamiento conceptual de las culturas y subjetividades politi ciones estruc- turales que sitan un cambio cultural respecto a la politica (Mi nuel Antonio Garretén!”, Norbert Lechner y Tomas Moulian™), como en relacién a dindmicas militantes especific s, ya sea en torno al andlisis de las transforma . sus universos discursivos, procesos identitarios, organizacién y logicas de accién (Luna y Rosenblace”, Barozet y Aubry”, Avendano”, Alenda”s Espinoza y Madrid’, entre otros). "Alvarez Rolando. Desde las sombras, Una historia de la clandestinidad comunista (1973-1980). LOM, Santiago, 2003, Alvarez Rolando. Arriba los pobres del mundo, Cultura e identidad poll a del Partida Comunista de Chile entre democracia y dictadure. 1965-1990). LOM. Santiago. O11 \ Moyano Cristina. MAPU 0 la seduccién del poder y la juventud. Ediciones Universidad Alberto Hurtado. Santiago, 2009, Moyanio Cristina, ELMAPU durante la dictadura, Ediciones Universidad Alberto Hustado. Santiago 2010. Casals Maroelo, El alba de una revolucién. La izyuieria y la conseruecién estraségica de le “via chilena al socialismo", 1936-1970, LOM, Santiago, 2010. Leva, Sebastiin, Revoluciéim socialisea y poder popular. Lor cases del MIR PRT-ERP. Escapa- rate, Santiago 2010. ® Gacretén Manuel Antonio. La faz: simergide del iceberg. Estudios sobre la transformacién ‘cultural, LOM SESOC. Santiago de Chile, 1994. Gartetén Manuel Antonio y otros, Araérica Latina en el siglo XXI. Hacia una nueva matriz sociopllsica. Santiago, LOM, 2004 "Lechner Norbert. Obras escogidas tomas 1.9 2. LOM. Santiago 2007. Op. cit. Moulian 1998, Moulian Tomés. Coneradicciones de desarrollo politico chilena: 1920- 1990, LOM, Santiago, 2011 * Luna Juan Pablo y Rosenblatt Fernando. "zNotas para una autopsia? Los partidos politi ‘ oy Rosea 2 3 .os partidos politicos en el Chile actual”. En CEP-Ceplan. Demacnacie eon partidos. Informe para la veforma de los partidos politicos en Chile, Francisco Javier Diar y Lucas Sierra, edivores, 2012. 21 Barozer Emmanuelle y Aubry Marcel. “De las reformas internas a [a candidacura presi- dencial auténoma: los nuevos caminos institucionales de renavacién nacional”. Politica 45. Universidad de Chile. Santiago, 2005. » Avendafto Octavio. “Organizacién, identidad y fuerea electoral; Los partidos de derecha en el periodo 1989-2010". En Mauro Salazar y Alejandro Osorio Editores. Demoenacia y arttago- nisinos en el Chile contemparineo. Akileus. Santiago, 2010, ® Alenda Stéphanie, Cambio ¢ insvirucionalizacidn de la “nueva derecha 2010). Revista de sociologia e politica, riimnero 52. Parana, 2014. na (1967- 2 Bypinoza Vicente y Madrid Sebastidn. Trayectoria y eficacta politica ae os militantes en juten- tudes politcas, Istivsto de estudios avatvzados Usach. Santiago 2010. 30 Jacién entre lo Por (ilhimo, entre las obras que presentan una 1 generacional y la conformacién de-culturas militantes, cabe men- Fionar los estudios de aquellos conglomerados de militancia que ticnet on particular sello, generacional, como el gremialismo y la UDI en la obra de Verénica Valdivia y Stéphanie Alenda, y el MAPU en los excritos de Cristina Moyano. En la obra de Valdi- via lo generacional aparece como marco socio histérico que se- Hla las motivaciones e identidades de aquel movimiento que logré revitalizar a la derecha, materializar un proyecto constitucional y conducir la revolucién neo liberal en Chile. Los testimonios anali- vados del propio lider gremialista-UDI, Jaime Guzmén, sobre sus motivaciones histéricas, son clave en esta obra para presentar la tesis de un movimiento que se pensd y construyé como respuesta a la profunda derrota de la derecha en lo social y la inyersamente proporcional fortaleza de la izquierda y el centro politico en ese mismo campo durante los afos sesenta, La UDI aparece enton- ces como fruto del aprendizaje de una generacién que articulé un imaginario de si misma, imaginario mediante el cual interpreté su historia y formulé su proyecto: una derecha que aun cuando entendiera la politica como prictica de elite, concibiera una co- nexién social que la dotara de apoyo popular y rompiera con el correlato de clase de la cultura de los tres tercios**. Sobre el mismo sector politico, Stéphanie Alenda recurre a Mannheim para situar el nacimiento de la UDI como obra de una “unidad generacional”, En su interpretacion, este proyecto militante se articularfa primero como “comunidad moral” (creacién de la generacion fundadora) y luego como “cultura institucional” (en donde se integran nuevas generaciones), manteniendo elementos de la comunidad original (valoraciones, Iégicas de funcionamiento, formas de socializaci6n - Valdivia 2006, Valdivia Verdnica, Los guerreros de La poli- Op. cit, Valdivia 2008. Op. revolucidn conera nuestra revolt= ica. La Union Demécrata Independiente, 1983-1988. En clén, Tomo 2. LOM, Santiago de Chile. 2008. 26*Por tratarse de-una nueva generaciGn, restigo del ocaso de su antecesora, el gremialismo contenia ls fuctuas para dar la lucha politi y articular un proyecto, coustinuyéndose en el referente del futuro”. Op. cit. Valdivia 2008, op. cit., 14 u Inrropuccién y de carrera ditigencial) dentro de su proceso de conversién en partido campétirivo, Para Alenda, en dicha evolucién han aflorado posicionamientos intrapartidarios relacionados con lo generacio- nal (articulacién de grupos en torno a la generacién fundadora y aquellas de socializ cién posterior) y con otros aspectos rclevantes de la militancia (por ejemplo, grupos vinculados al trabajo par- lamentario, por un lado, y al municipal, por otro), y desde alli se han producido reinterpretaciones de ta identidad y la culrura partidista’”, Por su parte, Cristina Moyano en su obra sobre el Mo- vimiento de Accién Popular Unitaria MAPU, define a tal partido como “generacional”’’, de vida corta € intensa, pero de prolon- gada sobrevida como cultura politica” anclada en las redes, pric- ticas e influencias de sus cuadros. En este caso, una metodologia a base de testimonios le permite a la historiadora desarrollar una notable cercania con la subjetividad militante y el modo en que la construccién de identidad generacional determina los contenidos de la cultura politica mapucista. En tal sentido, la generacién, 0 mis bien el partido de impronta generacional que seria el MAPU, apareceria como comunidad politica que, trascendiendo al partido mismo, construyé un imaginario interpretativo de la historia co- min, articulando y justificando con ello prcticas, logicas y senti- dos politicos culturales. ” Alenda Stéphanie. Cambio instirucionalizacién de la “nueva derecha” chilena (196 2010). Revista de saciologéa e politica, rnimera 52. Parand, 2014. ae * Hay homogeneidad gener: nal pues teas el quiebre con lx Democracia Cristiana DC que de oper al AVL! Ya Gaxltocjujonfec plrmatecia'y sisal easdueSGrrddl puso pur rido, mientras los ex DC de mas edad, derivan en 1971 a la Iyquierda Cristiana IC. > Moyano deseribe la cultura politica de un partido como un concepto que eomprende: *, la manera de construir discursos politicos, la formacidn de auto y heteroimagenes, las priticas politica, as Formas de organizacidn y de lucha, las redes sociales y los modos de expresar discursivamente la experiencia de vida”. Moyano Cristina. FE? MAPU durante la diceadura. Ediciones Universidad Alberto Hurtado. Santiago, 2010 pp. 37-38. De calaliealicladiile Jel Los estudios sobre el gremialismo y la UDI El surgimiento de la militancia gremialista en la década de 1960, su participacién en el movimiento anti reformista de a Universi- dad Catdlica UC y su activismo anti Unidad Popular entre 1970 y 1973, son temas que Verdnica Valdivia profundiza en su libro Navionales y Gremialistas, Para la autora, la irrupcién gremi junto con la formacién del Partido Nacional PN en los aftos 1 scventa”, representa el parto de una derecha moderna en Chile, pues antes de ello este sector habria tenido un cardcter residual de lo que fue su pasado oligdrquico en el siglo XIX; es decir, se biabrit focalizado en defender pragmaticamente el statu quo al in- terior de la democracia liberal que emerge en los afios 30, pero sin uuu proyecto propio de caracter modernizador™. Por el contrario, sostiene Valdivia, la derecha que se articula desde el gremialismo y los nacionales (PN) s{ comenz6 a configurar un proyecto propio y aactuar politicamente en funcién de imponerlo, lo que implicé abandonar el carécter puramente defensivo (limitado a la coop- tacién y neutralizacin de los cambios propuestos por el centro y la izquierda) y modernizarse por via de un nuevo estilo politico, ya no negociador, sino confrontacional, de movilizacién de ba- ses sociales, de lenguaje virulento y tono grave. Para Valdivia, esta .® £1 Partido Nacional se funda en 1966, mientras que a fines de 1965 los gremialistas obtienen la conduccidn del Centro de Alumnos de Derecho de la Universidad Cardlica. *' Hay ac una coincidencia con las cess de Moulian respecto a que la derecha, entre 1938 y 1964, cenia un earacter aristocritico y conservador, lo que se expresaba politicamente en el afi. por defender el orden tradicional, limitando en lo posible « impulso transformador y modernizador del centro y la izquierda. En este mismo sentido, se polemiza con la tesis de Sofia Cortea Sutil, para la cual la derecha del siglo XX sf habria tenido cardcrer moderna, tanto pot la existencia de un proyecto orientado a li liberalizacién de los mercados y restric ‘Gdn dal rol estatal (fundamentalmente la derecha econémica y su incipiente neoliberalisma a partir de la década de 1950) como por un marcado compromiso con la democracia (desde la década de 1930), esco tilkimo, aspecto que Valdivia cuestiona dada las importantes cuotas de exclusién y déficie democritico (cohecho, clientelismo, conttol del voto campesino) que mantuvo el sistema politico. Ver Moulian Tomés y Torres Isabel, Discusiones enrre honorable Triunfos,fracasos y alianzas electorates de Ja Derecha en Chile, 1938-2010. Akhileus, ARCIS. Santiago 2011, Cortea Sutil Sofia. Con las riewdas del poder. La ddevecha chilena en el igle XX. Editorial Sudamericana, Santiago, 2004. 33 modernizacién de la derecha, mas que una reaccién ante la fadicar lizacién en la iequierda, derivaria de procesos internos vinculados a cambios estructurales en el pats, como la expropiacion de latifun- dios por parte del gobierno demécrata cristiano (que golpea a la tradicién oligirquica residual del siglo XIX), y antes que eso (me- diados de los anos 50), la emergencia de un empresariado que en medio de la crisis del modelo desarrollista y sustitutivo, comienza & ptoponer la reformulacién de su relacién con el Estado desde perspectiyas neoliberales. En definitiva, la tesis central de Valdivia es que el “parto de la nueva derecha” implicé que se fueran estable- ciendo consensos en las fuerzas emergentes sobre cuestiones fun- damentales como el régimen politico (biisqueda de una aurotidad presidencial fuerte), la relacién entre sociedad y politica (opcién por el debilitamiento de los partidos en su relacién con la sociedad y los sindicatos), y la defensa del capitalismo y la propiedad priva- da (disminucién de atribuciones estatales y predominio del libre mercado), de modo que hacia la segunda mitad de los afios setenta, los gremialistas, que venfan de abrazar corrientes corporativistas anti estatistas, confluiran con el antiestatismo neoliberal de los Chicago Boys. La etapa que se abre con la insercién en la dictadura por par- te de los gremialistas conducidos por Guzman, es ampliamen- te abordada en la obra de Carlos Huneeus* y Verénica Valdivia, quienes derallan el modo en que estos copan presencia en ins- tancias politicas (Secretarfa General de Gobierno, Jaime Guzman en la Comisién de Estudios de la Nueva Constitucién, Sergio Fernandez en el Ministerio del Interior) y econémicas (Chicago Boys-gremialistas en la Oficina de Planificacién Nacional), asi * La autora aclara que el corporativismo puede ser estatista 0 antiestatista, y que a su juicto los gremialistas se inclinaban por esta segunda altemasiva, pues declaraban como objetiva la construccién de cuerpos intermedios autonomos de la influencia estacal * Huneeus Carlos, £1 réginien de Pinochet. Editorial Sudamericana, Santiago 2000. Huneeus Carlos, “Tecnéctaras y politicos en un régimnen aucoritario. Los “Odeplan Boys” y los "Gre- mialistas" en el Chile de Pinochet”. Revista Ciencia Politica. Volumen XIX, 1998, 34 Ce oe ee ae snismos gubernamentales funcionales a su conexién como en org social (Secretaria Nacional de la Juventud y alealdias municipa- les), organizaciones seciales intervenidas (particularmente juveni les y esturdiantiles) y organismos de activismo militante (Frente Juvenil de Unidad Nacional). Hunecus argumenta que esta in- cidencia en el gobierno y sus proyectos refundacionales (nuevo modelo de desarrollo y nueva institucionalidad), el grado de or- gani nivel nacional, y la capactdad para movilizar apoyos sociales desde instituciones de gobierno y organismos sociales intervenidos, otor- gaba al nexo Chicago-gremialista las caractertsticas de direccién y coordinacién propias de un partido, aun cuando no estuviera formalizado como tal. Del mismo modo, sostiene que el grado de influencia politica y hegemonia en un gobierno que reprimia y silenciaba a la oposicién, le daba a esta coordinacién las caracteris- ticas propias de un partido tinico, por lo menos hasta 1980*, Por su parte, y siguiendo con su focalizacién en la dualidad proyecto/ estilo, Verénica Valdivia enfatiza en la biisqueda gremialista tras un accionar que enfrentara lo que se consideré el verdadero poder que habia tenido la izquierda histérica: el poder de su insercién en las bases sociales*®. La autora ahonda en cémo opera tal btisqueda: el esfuerzo por construir instancias organizacionales de base (a nivel estudiantil y poblacional), y ¢] apoyo obtenido de las instituciones de gobierno y sus légicas de intervencién autotitaria de organiza- ciones sociales. Todo lo anterior, en concordancia con un consenso cién ¥ coordinacién de cuadros liderados por Guzman a “En los estudios de la militancia gremialsta en universidades, destacan los vets de Pablo ‘Toro. Por ejemplo: Tora Pablo. “La vida de los otros: La Fecech y su conflictiva relacién con el movimiento estudiantil en la Universidad de Chile’. En Renate Marsiske, coordinadora. Movimientos estudianuiles en la historia de America Latina IV. UNAM-IISUE, México 2015. °5*[...] existié un grupo de poder que cumpli algunas de las funciones de un partido ti “el gremialismo"~ especialmente en cuanto a reclutamiento dela elite y en ka movilizacién de la poblacién en las elecciones rio compettivas. En consecuenca, no huho un partida oficial pero sj existi6 un equivalente funcional de este (el gremialismo’)”, Ver op. cit. Huneeus 2000, p. 328. Op. cit. Valdivia 2006, 35 de tintes corporativisias en que coincidian militares y gremialistas: construir una sociedad despolitizada pero organizada’ Sobre la historia de la milirancia UDI, autores como Carlos Huneeus, Verdnica Valdivia’ y Pablo Rubio” concuerdan en que este partido es una proyeecién del movimiento gremial surgido en la UC, y de para influir en la dictadura. Para estos autores, hacia 1983, aio de a red gremialista-~Chicago que mantuvo Guzman fundacién de la UDI, la Constitucién ya habia sido dictada y se habian implementado las principales reformas econdmicas de sello neoliberal, de modo que el objetivo de los Chicago-gremialistas pasaba a ser la puesta en marcha gradual del nuevo orden politico segtin el itinerario institucional, la mantencién de los valores anti comunistas (Doctrina de Seguridad Nacional) que fundamenca- ban la nocién de democracia protegida, y la defensa de las transfor- maciones estructurales. Vale decir, la UDI se habria fundado para proyectar el accionar politico de los gremialistas hacia la transicién y desactivar cualquier posible amenaza al proyecto institucional y econdmico, cuestién que se juzgaba urgente dado el contexto: cri- sis econémica, emergencia de protestas sociales, mayor visibilidad de la oposicién y emergencia de otras fuerzas de detecha que ad- quirian protagonismo y desplazaban a los gremialistas del dominio indiscutido que tuvieron en el gobierno hasta 1980, En la misma linea, estas miradas coinciden en que la posterior consolidacién de la UDI como partido auténomo dentro de la derecha seria algo advertido desde su propia conformacién, dada la fuerte identidad de su militancia con el proyecto y el estilo propio. Para Verénica Valdivia, el nacimiento de la UDI coincide con el esfuerzo por concretar en una estructura partidista el tipo de conexién social que promovia su estilo militante, particularmente "Ver Valdivia Verdnica. “Leociones de una revolucién: Jaime Guzman y los gremialistas, 1973-1980". En Valdivia Verénica y ottos, Su rewolucién... “Op, cit, Valdivia 2008, * Rubio Apiolaza Pablo. Las civiler de Pinochet, La derecha en ef réghoren militar ehilenn, 1983 1990, Dibam, Santiago, 2013. 36 =) 6) (a Victor Mutioe Tamayo cl contacto con los sectores populares. Lo anterior se habria: ma- verializado en la es UDI", iniciativa que no solo buscaba enfrentar la histérica fortale- za de la izquierda y la debilidad de la derecha en las bases populares organizadas, sino que también trataba una urgencia: la emergencia periencia del Departamento Poblacional de la de la protesta social contra el gobierno. En esa tarea, la UDT ha- ria aprovechado las redes producidas por la labor municipal y la Secretaria Nacional de la Juventud, vinculando la ayuda social mu- nicipal con la labor proselitista (relaciones cliencelares), realizando un trabajo diario de convocatoria, apelando a un mensaje cristia- no respecto a la pobreza y promoviendo una mifstica combativa frente al comunismo*'. De acuerdo a Valdivia, el Departamento Poblacional se habria acercado fundamentalmente a sectores “me- dios” dentro de la heterogeneidad pobladora, grupos conectados al comercio y temerosos de petder bienes tras una rebelién social, cuya sensibilidad anticomunista se remontaba a los tiempos de la Unidad Popular. Una de las tesis fundamentales de la obra de Valdivia sobre la UDI es que si bien la apuesta de los gremialistas por un partido politico reforzaba una orientacién liberal, tal liberalismo estaba res- tringido de tal forma que no anulaba la orientacién autoritaria cor- porativista. En su andlisis, un aspecto explicativo de lo anterior es el rol otorgado a la cuestién municipal dentro de la nueva institu- cionalidad. Se plantea que las atribuciones municipales dentro del modelo neoliberal (municipalizacién de los servicios de educacién, Valdivia Veréinica “Cristianos por el gemialismo: La UDI en dl mundo poblacional, 1980- 1989”. En Valdivia, Alvarez, Pinto, Donoso y Leiva, Su revoluciin contra muestra revolucién. Tomo M1. La puna marsista-gremialisa en los oehenta. LOM, Santiago 2008, “\ Autores como Carolina Pinto y Angel Soro ponen énfasis en la descripcién del intenso tra- bajo de insereidn poblacional realizado por la UDI, las estrategias para multiplicar los nticleos rillitantes y los contenidos discursivos en tanto expresion de lo que se presenta como genuina preocupacidn de este partido por “conquistar corazones populares” y construir uta detecha de sensibilidad eristiana respecto a la pobreza. Pinto Carolina. UDI. La conguista de contzoues populares, (1983-1987), Santiago 2006. A&V editores. Soto Angel. “La itrupcién de la UDT en las poblaciones. 1983-1987". Paper prepared for delivery at the 2001 meeting of the Latin American Studies Asociation, Washington DC, septiembre 6-8, 2001, wwwjaimeguzman.cd! jaime-guzman/sobre-jaime-guzman/articulos/. 37 INTRODUCCION salud y ayuda social focalizada) y sus logicas de participacién lo- calista (Consejos de Desarrollo Comunal), habrian proyectado una nocién de democracia despolitizada y tecnificada en donde fa municipalidad, como rostro mis cetcano del ado, se limitaria a administrar aspectos centrales del modelo vigente sin posibilidad institucional de cuestionarlos y debatirlos, Para la historiadora, esto trajo como consecuencia que el municipio se convirtiera en reflejo de una politica “alcaldizada’, o sea, tan imposibilitada de ejercer cambios de fondo como la administracién municipal, Es decit, los gremialistas habrian impulsado una idea de democracia que man- tuvo en su base un objetivo corporativista-autoritario: que la so- ciedad organizada operara desde un claro deslindamiento entre lo social y la politica. Por dltimo, en relacién a los afios posteriores a 1990, la UDI ha sido estudiada como militancia caracterizada por su disciplina yco- hesién interna, explicandose ello como producto de la homogenei- dad de su dirigencia y o del valor otorgado al efercicio de autoridad en sus légicas de funcionamiento y cultura institucional, En estos anilisis han destacado los trabajos de Juan Pablo Luna, Fernan- do Rosenblatt, Stéphanie Alenda**, Alfredo Joignant y Patricio Navia®®. También ha sido motivo de interés el apoyo clectoral de este partido y su capacidad de producir identificacién electoral en sectores populares. Valdivia y Moulian, en textos especificos sobre el fendmeno electoral de Joaquin Layin® analizan cémo el “Valdivia Verénica, Alyarer Rolando, Donoso Karen. La alealdizacion de la politica. Los mux nicipios en la dictadura pinochetisis. Editorial LOM, Santiago 201.2. “Luna Juan Pablo y Rosenblatt Fernando. “:Notas para wna aucopsia? Los partidos politicos en el Chile actual”. En CEP-Ceplan. Democracia con partides. informe pane la reforma de los partidos poliricas en Chile, Prancisco Javier Diaz y Lucas Sietta Editores. 2012. “ Alenda, Stéphanie. Cambio ¢ institucionalizacién de la “nueva derecha” chilena (1967- 2010). Revista de socielogta ¢ politica, nismero 52, Parana, 2014. “Ver Joignant Alfredo, Navia Pacticio. “Dela politica de individuos a los hombres del partido. Socializacién y penetracién electoral de la UDI (1989-2001)”. Estudios publices 89. 2003 “Valdivia Verénica, La alealdia de Joaquin Lavin y el lavinismo politico en el Chile de los no- . www.histariapolitica.com, dossier Chile Contemporduco, 2012, Moulian Yomés, De la politica lerada a la politica analfubera. La criss de la politica en el Chile actualy el “lavinismna” LOM, Santiago 2004. 38 Victor Munoz Tamayo discurso de este candidate interpelaba a la sociedad desde mensa- jes que apuntaban a la despolitizacién social y tecnificacion de la vari Castillo" aborda el vinculo entre politica. Por su parte, May : \a wwansformacién de la estructura ocupacional durante el neoli- en las identificaciones politicas hetalismo en Chile y los cambio i le los sectores populares, sosteniendo que lo. primero habrria faci- litado la irrupcidn electoral de Ja UDI en los sectores populares y Uebilitado las tradicionales bases sociales de la izquierda, Aspectos metodolégicos y estructura del texto En términos metodolégicos, se recurre a material bibliografico, documental, y al testimonio de 27 entreyistados, 24 de los cua- les son actualmente militantes UDI, mientras que los otros tres eran solo activistas del gremialismo universitario al momento de las entrevistas. Cada entrevistado carga con una experiencia parti- cular relacionada con su socializacién como joven militante entre 1970 y 2012, ya sea militancia en la UDI, en las orginicas previas que articulé la red gremialista, 0 en el gremialismo universitario. Se buscé dar cuenta de una heterogeneidad de experiencias que permitieran iluminar tanto el proceso histérico como la diversidad de Ambitos relativos a la orgdnica, la cultura y la identidad politica UDI -gremialista‘, La socializacién en la que se focalizan los testi- monios y el periado de la mayor parte de la revision documental, es aquella posterior al golpe de Estado de 1973; no obstante, el pe- tiodo 1965-1973 se considera antecedente inmediato del proceso acd analizado. El Capftulo I se centra en el periodo previo a aquel en el que se focaliza la investigacién, es decir, trata la conformacién del gre- mialismo y su red sociopolitica entre 1965 y 1973. El Capitulo I] © Castillo Mayari, Identidades politicas. Truyectorias y canthios en el caso chileno. Flacso México, Coleceidn tesis premiadas. Maestria en Ciencias Sociales. México DF, 2009. "Yer listado adjunto. 39 INTRODUCCION cubre el periodo entre 1973 y 1980 y trata sobre la generacién que se vincula al gremialismo participando tanto en expresiones juveniles de movimientos u organizaciones sectoriales intervenidas por la dictadura (gremialismo universitario, Secretaria Nacional de la Juventud SNJ, Frente Juvenil de Unidad Nacional FJUN), como en aquella red politica de identidad gremialista articulada en es0s afios para infuir en el gobierno y generar las bases de una militancia dispuesta a defender sus wanstormaciones estructura- les. El Capitulo IIl cubre el contexto politico, social y econémico de la construccién de la UDI y su accionar hasta el fin del régi- men, ahondando en el modo en que la militancia gremialista-UDI redefine discursivamente su rol y se estructura orginicamente en funcién de la practica explicicamente politica que expresa la UDI (y sus redes territoriales y poblacionales), mientras debe asumir la crisis y la derrota del gremialismo universitario en los campus. El Capitulo IV se centra en la construccién de imaginarios ge- neracionales, abordando el modo en que los relatos militantes de la generacién fundadora sedimentan una “cultura politica UDI” durante la posdictadura. El Capitulo V aborda la militancia UDI y el activismo gremialista posdictatorial, poniendo énfasis en los espacios de socializacién y en el factor generacional que articula el procesamiento de la cultura y la memoria militante hasta el 2013, 40 CAPLTULO 1 LA CRISIS DE LA DERECHA Y EL NACIMIENTO. DEL GREMIALISMO CAPITULO V : La mititanciA UDI pospicraTorRIAL. _ CULTURA POLITICA ¥ GENERACIONES (1992-2013) La posdictadura en la UDI: el crecimiento electoral, la politica y.el estilo “lavinista” Durante la década de 1990, los lamados enclaves autoritarios institucionales, como eran la existencia de los “senadores designa- dos” y “senadores vitalicios” (que incluyeron al propio Pinochet en 1998 en tanto expresidente), la inamovilidad de las comandancias en jefe de las Fuerzas Armadas (que implicé tener al exdictador dirigiendo el Ejército hasta 1998) y las atribuciones y caracter del Consejo de Seguridad Nacional (y su influencia en la composicién del Tribunal Constitucional), evidenciaron los limites de lo realiza~ ble desde la arena politica posdictatorial. De hecho, tales enclaves, sumados a los efectos del sistema binominal en la representacién parlamenraria, fueron el escenario forzado de la llamada “politica de los consensos” y de aquel limite a las expectativas que Aylwin denomind: “la medida de lo posible”, Esta atmésfera conservadora se reforz6 con el hecho de que dentro de la propia Concertacién hubo sectores hegeménicos que valoraron aspectos de la obra dic- tatorial, particularmente el modelo econdémico, identificandose con la mantencién de las légicas neoliberales en tanto consenso de la nueva democracia. No obstante, en lo que se refiere a los aspec- tos politico-institucionales, cl gobierno y sus parlamentarios in- tentaron impulsar ciertas reformas que atacaran justamente el au- toritarismo heredado en los “enclaves”, recibiendo como respuesta el rechazo de la UDI y de un sector importante de RN’. Con lo “De hecho, hubo en RN una dispuca interna enere un grupo alineado con la UDI en sw defensa de la insticucionalidad dictatorial, “los duros”, y un sector conocido como “liberal” que manifesté disposicién a apoyar reformas politica. Un recordado ejemplo de ests lucha aur La Minreawers UDT pesspteryroriat anterior, la UDI encontraba aliados en su férrea defensa de La aba pinocherista cuando esta llegaba a ser cuestionada. Eso tiltimo y si cohesi6n interna, permitid que aunque fuera por afos el segundo partido de derecha, tuviera éxitos politicos notables al interior « si Sector, como el hecho de impotier a los candidaros presidetioin les independientes tanto en 1989 (Biichi) como en 1993 (Alessin dri Besa)’, postergando asi las opciones de algunos lideres de RD que se entrampaban eh enearnizadas pugias donde todo rectitw parecia valer, como ocurrié en el “Pineragare” de 1992°. Desde la segunda mitad de los 90, si bien Ia férrea defensa de la obra dictatorial caracteriz6 el desempetio parlamentario de la UDI, ello fue pragméticamente llevado a un segundo plano en el discurso puiblico del partido. De alguna forma, tal como lo des- cribe Octavio Avendafio, la UDI “encubrid” en su discurso su de fensa efectiva del legado autoritaria y se centr en comunicar un mensaje propio de sus valoraciones gremialistas: destacar la técnica por sobre la politica y promover una “nueva” accién de gobierno y legislacién que eluda las pugnas politicas (“las peleas de los po- liticos” 0 “solo de interés de los politicos”) para centrarse en las “soluciones concretas” de “los reales problemas de la gente”. De tal modo, al mismo tiempo que se defendfa en el parlamento la obra institucional del régimen de Pinochet, se decia publicamente que la sola discusién de esos temas era irrelevante frente a los “reales interna en RN fue la discusién relaciva a reformas consticucionales en 1995, momento en que sector “liberal” impuso al interior de! Consejo General la opcién de apoyar las propucscas del gobierno en celacidn a climinar a los senadares desigoados, modificar el Consejo de Sept ridad Nacional y el Tribunal Constitucional. Pese a lo anterior, en dicha ocasién los “duros’ de RN terminafon vorando en bloque con la UDI su rechazo a cambios, sumando para ello Jos senailores designados. Ver Avendaito Oceavio, "Organizacién, identidad y fuerza electoral los partidos de derecha en el periode 1989-2010". En Salazar Mauro y Osorio Alejandco, Democtacia y antagonismes en el Chile contempartnea, Akileus. Santiago 2010, *En un comienzo el precandidato UDI eta Jovino Navoa, pero este renuncid en favor de Alessandri. * Escindalo cuyo elemento desencadenante: fue la difiwsién de una grabacién de audio en la que el RN Sebastian Piera, que pretendia ser carta presidencial, hace gestiones para que en ‘una entrevista televisiva a una de sus adversarias internas, la entonces RN Evelyn Matthei, un periodista le hiciera preguntas que mermaran su ctedibilidad. an Vierar Muriox Tamayo problemas” de los chilenos, Dicha estrategia fue efeetiva al punto con el crecimiento electoral del partido, permitién- econdmica que se desen- que coincid el descontento de la crisi: dole capital cadena en 1997 y que se conocid como “crisis asidtica”. Para entender lo anterior, revisemos la evolucién del apoyo electoral de la UDI. Primero, las clecciones parlamentarias de 1993, enmarcadas en el triunfo presidencial del DC Eduardo Frei Ruiz-Tagle (57,98%) frente al candidato de la derecha Arturo Alessandri Besa (24,41%)'. Ahi se presenté un leve a UDI, aunque seguia ocupando el segundo lugar al interior de la derecha. La tienda de Guzman, a dos afios de la muerte de su lider, obtuyo un 12,11% frente a un 16,31% de RN, mientras la derecha en total, es decir, sumando otros referentes pequenos e independientes, alcanzé un 36,68%. Afios después, en la parla- mentaria de 1997, el pacto de derecha logré un 36,26%, produ- ciéndose otra leve alza de la UDI con un 14,45%, cifra que acorté la distancia con RN que obtuvo un 16,77%. Es a partir de ese afio que el ascenso de la UDI se consolida con vista a la presidencial de 1999, coyuntura en que también impuso al candidato, pero esta vez de sus filas, el alcalde de la comuna de Las Condes, Joaquin Lavin, quien desplegé todos los recursos disponibles para comuni- car el mencionado discurso despolitizador y tecnicista. La coyuntura de 1999 era diferente a las dos clecciones previas, y la crisis econémica, particularmente el aumento del desempleo generé un descontento que la candidatura de Lavin supo eapicali- zar apelando a un concepto eje: “el cambio”, entendido este como un horizonte positivo asociado a la alternancia en la conduccién del gobierno. En tal sentido, el cambio lavinista, moldeado segtin el discurso tecnicista y de distancia frente a la polftica y la ideo- logia, se fundamentaba en la idea de que los males a superar no tenian que ver con las estructuras sociales (modelo econdémico, censo de la Otca candidaruca afin a las miradas de derecha fue José Pifera, candidaro independiente que, al igual que lo hiciera Errsauria cuatro aftos antes, enfatizé en Ia valoracién de lo técnico y critieé las “disputas de los politicos’. Obruvo un 618%. 33 La micrraneta LID posmierarortat institucionalidad politica), sino con [a ineficieneia en la admini cracién de un modelo que no se cuestionaba. Gobernar de formu eficiente suponia, por tanto, alejarse de los temas recurrentes «i la politica y acercarse a los remas “conctetos” que afecrarian'a “ly gente”. Es decir, lo que habia sido un elemento constante del «lis curso UDI-gremialista: “mas técnica, menos politica” (o el ideal ck una politica cecnificada y desideologizada) se extremé al punto qui el propio candidato a presidente de la reptiblica se definia conve hace cosas”*, y que no le interesaban los temas de “los politicos”, sino los intereses de todas aquellos “cansados de que la autoridad se preo- cupe solo por las peleas politicas y no se concentre en solucionar los problemas de verdad”®. Por otro lado, la detencién de Pinochet en Londres ocurrida entre octubre de 1998 y marzo del 2000, si bien concité en principio una férrea defensa del dictador por parte un servidor “no politico”, un gestor, un administrador que de la UDI y la derecha, con el paso de los meses y en el contexto de campafia electoral presidencial, facilité a la candidatura de Lavin desmarcarse de dicha figura ausente en funcién del perfil “apoli- tico” del candidato’. De tal modo, Lavin sostenfa que su cercanfa con la gente era proporcional a su alejamiento de la polftica. Dichos conceptos se comunicaban mediaticamente con un Lavin que desayunaba jun- to a una familia pobladora, que hablaba mirando a las cémaras apelando a su transparencia (este soy yo, usted me conoce), que mandaba cartas a los electores con destinatario personalizado, En sus mensajes, los problemas del pafs eran expuestos de modo sim- ple, sin referencia a las complejas estructuras, sino que acotados a Fue tal la referencia discursiva de Lavin a la importancia de “hacer cosas”, que en su momen- 10 se hablo del “cosismo” del candidato. Ver Valdivia Verdnica. “La alealdia de Joaquin Lavin yd lavinismo politico ea el Chile de los novensa”. wwnwhiscoriapolitica.com, dossier Chile ‘Contemporineo, 2012. ‘Programa de Gobierno de Joaquin Lavin. Santiago 1999. Ver Navia Patricio, Joignant Alfredo, “Las elecciones presidenciales de 1999: La patticipa- in electoral y el nuevo vorante chileno’, En Francisco Rojas (ed.). Chile 1999-2000, Nucv gobierno: desaios dela reconciliacién. Santiago: Flacso, Santiago, 2000. 3r4 Vietor Munoz Tamayo Jos resultados de una administracién mis eficiente. Asimismo, un elemento fundamental era comunicar empatia con las emociones cotidianas de un vorante agobiado porque le dolia la pobreza ¥ eran, de hecho, sus remas centrales, las dimensiones porque se sentia impotente ante un robo con violencia. Pobrez delincuenci priorirarias que podian ser abordadas con éxito desde la eficiente administracién de un modelo que no se cuestionaba. Peto lo cierto es que el modelo tampoco se defendia, no al me- sos como lo habia hecho aiios antes el propio Lavin en su apolo- gia del régimen militar: Chile: revolucién silenciosa®. En el discurso electoral del lavinismo, el modelo ni siquiera se mencionaba, lo es- tructural no era lo relevante frente al talento y la voluntad de aquel sujeto “distinto”, “nuevo”, que pedia “una oportunidad” para hacer ‘un buen trabajo gobernando. De hecho, en el discurso de Lavin se planteaba que las diferencias importantes con la candidatura de su contendor, Ricardo Lagos, no tenfan que yer con lo programatico, sino con la eficiencia de las personas que asumirian la conduccién del pais: Para mi la gran diferencia entre mi programa y el de ellos es que ellos han tenido diez aftos para hacerlo y no lo han hecho, yo si lo voy a hacer, o sea, mas que debilidades en las propuestas (de la Concerta- cidn): zereen ustedes que un tercer gobierno de las mismas personas, de los mismos partidos, de los mismos politicos, ahora si que se van a poner fitmes contra la delincuencia, ahora sf después de diez afios, 6 ahora si que van a atreglar el problema de la salud? Es dificil, en- tonces a Jo mejor concordamos en las mismas propuestas, peto de verdad, yo lo voy a hacer’. Las soluciones propuestas eran, al mismo tiempo, simples, de fa- cil entendimiento y poco detalle estructural: “crear empleo”, “cerrar *Lavin Joaquin. Chile: reokucién silenciosa, Zig-Zag, Santiago 1987. » Frase de Joaquin Lavin en foro presidencial rlevisado. 1999. Disponible en www.youtube. oat 315 La mirancta UD! posprerarori at la puerta giraroria de las carceles” para “terminar con la fiesta dk los delincuentes”, es decir, ponerse a hacer “las cosas” que “hay que hacee”, 6s0'quie él ciudadana comin padia concebir sin mayuies consideraciones relativas a los complejos entramados sistémien Se hablaba de “hacer cosas” utiles y no distraerse en inconduceri| “peleas” de “la politica” que “no le interesan a la gente”. Hn deli nitiya, atender a “lo concreto” (“60 soluciones concretas” se Wit laba uno de sus folletos propagandisticos), lo vivenciado a ese particular, hacer del pais un “gran municipio” (“cumpli cuandu fui alcalde y voy a cumplir cuando sea presidente”), y gestio- nar la politica nacional cual eficiente jefe comunal. De ahi que el candidato repitiera constantemente dos ideas que podian parecer contradictorias pero que comunicaban en un mismo sentido: ha- blar de una “nueva forma de hacer politica”, e insistir en que ¢I “no era politico” ni le entusiasmaba la politica (‘en el Congreso uno se la pasa discutiendo, como alcalde me la paso haciendo co- sas concretas” dijo en una entrevista de 1992"'), En realidad, aparente paradoja se relacionaba con el proyecto ideoldgico de los gremialistas: cambiar la propia politica, hacerla transitar desde una dimension “vieja”, “tradicional” y “lejana”, a una “nueva”, “cer- cana”, “concreta” y “gestora”, una politica que, de tan nueva, no pateceria politica, pues tendria la vireud de negar lo que en el siglo XX se mostré como su esencia, aquello que Norbert Lechner llamo “la conflictiva y nunca acabada construccién del orden deseado”'* y que el candidato de derecha tacharia como “las inutiles peleas’ de “los politicos”. En definitiva, el lavinistno no inventaba una légica politica, ni una docttina, ni un discurso, sino que expresaba de modo Frase de Joaquin Lavin en foro presidencial elevisado. 1999, Disponible en wwww-youtube " Bnerevista a Joaquin Lavin fechaca en 1992. citada en Valdivia Verdnica “La alcaldfa de Joaquin Lavin y el lavinismo politico en ef Chile de los noventa". wwwhistoriapolitica.con), dossier Chile Contemponineo, 2012. "Lechner Norbert. “La conflictiva y aunca acabada construccién del orden deseado”. En Lechner Norbert. Obras ercogidat, vomo 1. LOM, Santiago 2006, 316 Vietar Mirfioz Tamaya categérico, las nociones de lo social y la politica que el gremia- lismo venia proyectando como modelo de sociedad desde 1973. La estraregia fue, entonces, extremar en el discurso esa légica de “alcaldizacién de la politica” que materializé la dictadura, aque- lla formula que, como lo analizara Verénica Valdivia, potencié las facultades administrativas de los gobiernos locales en funcién de despotenciar las discusiones de horizonte estructural presentes en la politica. Desconcentré atribuciones estarales medianre una mu- nicipalizacién que hizo al alcalde la cara mds visible de un Estado y de un orden que ya no se podrian cuestionar profundamente desde lo social'’. De hecho, al presentatse como “no politico”, 0 como “mis alcalde que parlamentario”, Lavin y el lavinismo de la UDI no harian sino aportar un grano de arena mas al proyecto de despolitizar la propia politica, de modo que el “estilo Lavin” era absolutamente funcional a aquella concepcidn de una sociedad despolitizada y concentrada en su dimensién particular, ya fuese el gremio, el territorio local, o simplemente “lo concreto” del “dia a dia”. Una tendencia que, como plantea Tomés Moulian, no nacié en 1999 sino que estaba en la base del modelo transicional chileno"”. Pero el esfuerzo de la campajia no fue suficiente para la UDI, aunque estuvo muy cerca de conseguir la presidencia. En la pri- mera vuelta de 1999 Lavin obtuvo el 47,51% de los votos, practi- camente un empate con el 47,9% de Ricardo Lagos. En segunda vuelta intensificé su mensaje de campana llamando a movilizar nuevos votos, sobre todo de aquellos que se habian abstenido. Pero la Concertacién contaba con la posibilidad de recibir un nuevo ‘Op. cit. Valdivia, Alvarez y Donoso 2012, 8 Ese estilo buscaba consolidar el modelo neoliberal y despolitizar a la poblacién, concen- trindola en cuiestiones concretas, locales y territoriales, distantes de los debates nacionales, lo cual habfa sido uno de los ejes del proyecto politico de la dictadura”. Op, cit. Valdivia 2012. '5*Bn el contexto de crisis de lo puiblico que atraviesa Chile, Lavin es una pieza que calza con tuna perfeccidn casi barroea en el escenario de !a politica despolicizada”. Moulian Tomds. De la politica lerada a la politica ancilfubeta. La criss de la politica en el Chile actual y el “lavinismo" LOM, Santiago 2004. 317 La miirranets UDT posmteraronia apoyo votante particularmente anti derechista: la voracién del Par tido Comunista PC y de su candidata Gladys Marin, que habia obtenido un 3,19%. Si bien ni los comunistas ni Marin Hamaron abiettamente a votar por Lagos, los datos dan a entender que su electorado sf Io hizo. El resultado final fue un $1,31% para Lagos y un 48,69% para Lavin, Ya entrado el siglo XXI la UDI, pese a la detrora, continud cosechando triunfos electorales, Para la eleccién parlamentaria del 2001 salto de un 14,4 obtenido en 1997 a un 25,2%, Sin embargo ese triunfo no se reflejd luego en un fortalecimiento de su candi- dato Joaquin Lavin, quien tras seis afios en permanente campajia, debié enfrentar en la etapa final a la candidatura RN de Sebastian Pifiera, quien se terminé imponiendo como el candidato del sec- tor que paso a segunda vuelta, siendo finalmente derrotado por la candidata de la Concertacién Michelle Bachelet. El incremento parlamentario constante de la UDI parecia darse a costa de sus socios de RN, que el 2001 pasaban por primera vez a ocupar el se- gundo lugar entre los partidos de derecha (13,8%). Algunos inter- pretan que también la DC habria estado perdiendo votos a favor de este partido". En la parlamentaria del 2005 la UDI obtuvo el 22,3% y en la del 2009 el 23%. Durante todo ese ciclo, la cultura politica de este partido debié resolver las implicaciones que dicho incremento estaba teniendo en su dindmica interna, mantenién- dose en la militancia un debate sobre cémo ponderar, por un lado, la necesidad de crecer, y por otro, aquellos aspectos centrales de la cultura politica que parecfan mds faciles de mantener en un par- tido pequeio; la cohesién, la disciplina y el consenso basico sobre un cuerpo de ideas a defender de modo intransable, entiéndase por esto ultimo el modelo politico, el modelo econdmico y la matriz valdrica conservadora, Dicho debate se intensificé en el contexto en que la derecha llega al gobierno de la mano de un candidato RN, Sebastian Pifiera, en las elecciones del 2009 (Sebastian Piftera "Op. cit, Avendaiio 2010 318 Victor Munoz Tirmaya 51,6%, Eduardo Frei 48,39%), momento que si bien implicaba ceder la figura presidencial a RN, se desarrollaba con un absoluto predominio parlamentario de la UDI sobre el partido del presiden- re, ya que de los 58 dipucadas de la derecha, 40 fueron de la UDI (considerando independientes apoyados por la UDI) y 18 de RN, Hacia el 2013 Ja UDI y la derecha pierden el gobierno tr candidacuras frustradas'”, siendo la ultima la de Evelyn Marthei, quien suffié una contundenve derrota frente a Michelle Bachelet en segunda vuelta (62,16% frente a 37,83%). En lo parlamenta- rio, si bien se mantuvo como principal fuerza de la derecha y con- servé el estatus de partido con mayor representacién de diputados a nivel nacional, la UDI resintié que los 29 escanos obtenidos en la cdmara™ representaran una baja mds que significativa respecto al periodo anterior'’. Sin duda, este resultado y el escenario que se abrié con el nuevo gobierno de Michelle Bachelet sera un tema ineludible que marcara los futuros debates en la tienda. Para este capitulo, y en consideracién a que el trabajo de campo con entre- vistas se realizé entre 2011 y 2012, nos concentraremos en c6mo el mencionado ciclo de crecimiento electoral ha condicionado la cultura politica gremialista-UDI hasta el gobierno de Pifiera. varias En un principio las pre candidacuras presidenciales en la derécha fueron, por parte de la UDI, la del exministro independiente que gané popularidad tras el rescate de 33 mineros atrapados bajo tierra en el norte, Laurence Golbarne (ministro de Mineria y Energla, y Ine go de Obras Pablicas), y por RN, la del exministro de Defensa y anriguo lider de la tienda, Andrés Allamand, Tras ver dafiada su imagen por un fallo judicial condenarorio a la empresa de la que Fuera gerente (acusacién de cobros indebidos en tarjetas de crédito por parte de la cadena comercial Cencosud) y el descubrimiento de una sociedad en parafsos fscales de las Islas Virgenes, Golborne renuneié a fa eandidatura, asumiendo en su lugar Pablo Longucira. Exe tiltima veneié en ka primaria a Andsés Allamand, pevo dias después anuncis, mediante an comunicado-leldo por su hijo, su retiro de la carrera presidencial, aludiendo a un diagnéstico de depresidn. Finalmente la UDI impuso la candidatura de su militante Evelyn Matched, la ‘que perdis en segunda vuelta frence a Michelle Bachelet. "En wwwuservel.el. " Nueva Mayoria obtiene diez doblajes y amplia mayoria en la Cémara de Diputades. www. emol.cl, 18 de noviembre del 2013. 319) La murrancta UDI rosmieraroniar Espacios de socializacién militante para las nue; generaciones UDI Hay dos espacios claves de socializacién juvenil para la UIT eu posdictadura: la Juventud UDI y el gremialismo universitario, I el caso de “la Juventud”, hablamos de una rama del propio parti que aunque no exige firmar los registros de inscripcidn, si supa una practica militante con eje identitario en la historia, la doctrinia y-el estilo de la orginica UDI. En el caso de los movimientos gre miales universitarios, estos mantiene el cardcter asignado desde sus origenes como entidades que promueven una participacién social acotada a las “finalidades propias” de los cuerpos intermedios, fi- nalidades que seguin dicta la doctrina, serfan ajenas al campo de |a politica y a las militancias partidistas, incluyendo la UDI. No obs: tante esto tiltimo, hay una conexidn real entre UDI y Movimien. tos Gremiales que se puede sintetizar en dos aspectos: a) que existe un constante flujo de cuadros y liderazgos desde los movimientos gremiales hacia la UDI, de modo que dicha socializacién en los movimientos gremialistas queda como huella que marca la cultura politica UDI; y b) que tal conexién no solo es espontanea sino que cuenta con una institucionalidad que la promueve y proyecta, la que tienen su centro en las labores de la Fundacién Jaime Guzman, FJG, organismo que opera como bisagra que vincula sus iniciativas de formacién y apoyo de los movimientos gremiales con la preocu- pacién por facilitar y promover el trdnsito de cuadros desde el gre- mialismo estudiantil hacia el partido UDI. “Juventud del partido” y “Movimientos gremiales” se proyectan, de tal modo, como los primeros espacios de socializacién militante UDI, espacios clave para entender la produccién de una cultura militante mediada por el factor generacional. 320 Victor Mutioz. Titmaya El gremialismo estudiantil y la Fundacién Jaime Guzman La historia del gremialismo universitario ha estado marcada por un constante deslindamiento discursive de sus propias dreas de accién con respecto a aquellos Ambitos que, segiin su doctrina, iran mis alla de su incumbencia en canto expresién de un cuerpo interme- dio: el estudiantil. En este sentido, si bien se insistié siempre en que dl extremo de lo ajeno para la represemtaci6n de dicho cuerpo intermedio eran los debates relativos a la conduccién general de la sociedad, es decir, la politica y sus militancias, solfa ocurrir (como yvimos en los capitulos previos) que este deslindamiento se recon- figura en cada contexto alterandose ciertos matices. En definitiva, si bien existen definiciones doctrinarias permanentes, es en torno a la prdctica coyuntural que los gremialistas definen su incumbencia en determinadas areas. Fue esa continua redefinicién de deslindes lo que permitié momentos de evidente pronunciamiento politico por parte de or- ganizaciones sociales con conduccién gremialista, como en 1973 cuando consideraron legitimo que FEUC pidiera la renuncia al presidente Allende; o aquel contexto de la primera mitad de la dictadura cuando la conduccién gremialista de érganos de direc- tiva designada promovia abiertamente la movilizacién en apoyo al régimen. Sin embargo, esa misma orientacién a redefinir y precisar coyunturalmente los deslindes de “lo propio”, habfa llevado tam- bién a momentos de repliegue frente a lo politico, como durante la década de 1980, momento en que los gremialistas prefirieron eludir el clima de creciente politizacién en los campus evitando al maximo referirse a la politica contingente, ello al extremo de ni si- quiera mencionar al gobierno que hasta hace poco habfan descrito como “patriético” y “de unidad nacional”. En la posdictadura, el gremialismo continud y acentué la acti- tud tomada en el segundo lustro de los afios ochenta, en el sentido de evitar toda muestra de posicionamiento en torno a los dile- mas politicos del momento (existencia de los enclaves autoritatios, permanencia del modelo neoliberal), toda referencia identitaria jan La Mmaraners UDI pospretaror) Ar relativa al pasado dictatorial, asi como cualquier meneidn a las nti litancias y la gestién del gobierno. De tal modo, se establecia ol deslinde de la incumbencia gremial en lo que consideraron “estric tamente tniversitario”: la experiencia de las clases, las actividades extraprogramaticas, las necesidades econémicas y culturales de los estudiantes, toda aquella cotidianidad que se deseribia coma com pletamente ajena a la politica. ‘Teniamos que preocuparnios de los estudiantes de la Universidad Catélica en primer lugar, y a continuacién de los estudiantes de las universidades, pero no meternos en temas que no les fueran propios a la federacién de estudiantes. Porque nosotros siempre nos hemos manifestado contrarios a que una federacién se empiece a meter en: que la ley reservada del cobre, que no sé qué alli, que los ping nos (estudiantes secundarios) no sé dénde. Sino que solamente en las cuestiones que eran propias del cuerpo que nosotros representiba- mos (Jaime Bellolio). Para los gremialistas de la posdictadura “lo universitario” su- ponfa, ademés, tener opinién sobre los dos principales asuntos que durante las presidencias de la Concertacién movilizaron a los estudiantes: la institucionalidad universitaria y las politicas de fi- nanciamiento. Respecto a ello, cuestionaron a las ditigencias de izquierda presentes en Confech (Confederacién de Federaciones de Estudiantes de Chile), acusdndolas de solo querer generar pro- blemas al oficialismo con “movilizaciones inconducentes”, temas “politicos” e “ideologfas”". En general, sus pronunciamientos no cuestionaban la herencia dictatorial en el sistema universitario y 2” Una editorial firmada por el vicepresidente de FEUC 2003 dice: “|...] es importante perc arse que no vamos a solucionar codos nuestros conflictos con movilizaciones, pues a través de ellas solo se rensan los dnimos de aquellos que trabajan en busca de soluciones. Encances, :pur qué se movilizan algunos estudiantes en esca fecha? La respuesta es simple: por conveniencin de un partido politico [..). A la luz peblica salen enconces las caras de miles de ahumnos engaiiados por aquellos que lideran estas movilizaciones promulgando suerios de una utopia comunista’. En Herman Fernando, “El ritual de mayo, el turno de las movilizaciones”. Ein Propuesta FEUC, niimero 2. mayo 2003, 322 Victor Mutioz Tamayo proponian variaciones dentro de las légicas del autofinanciamien- to, como fue, hacia el 2003, una propuesta de “Crédito universi- tario con aval del Estado” similar a la que finalmente materializé el Ministerio de Educacién en el aio 2005". De algun modo, el que los gobiernos demoeraticos no alteraran las bases y lgicas del modelo universitario heredado de la dictadura, facilité que los gremialistas se mantuvieran ajenos a opinar sobre las gestiones gubernamentales e interpretaran sus propias propuestas como po- sicionamientos técnicos, distantes de la politica. Al visualizarse un consenso neoliberal sistémico que la Concertacién y su gobierno parecfan avalar, se percibfa que los temas de la politica no estaban siendo determinantes como si lo serfan las nociones técnicas (no ideolégicas) funcionales al modelo vigente. Por lo mismo, los dar- dos de los gremialistas fueron principalmente contra la izquierda extraparlamentaria que acusaron de politizada, pero menos contra el gobierno, pues si bien acusaban en él cierta ineficiencia en asu- mir los problemas de los estudiantes, lo consideraban un interlo- cutor dispuesto a escuchar propuestas de valor técnico”. Evidentemente habfa tematicas netamente educacionales que nos afectaban por el hecho de ser estudiantes que estaban en Ja universi- dad, y que tenfan connoracién nacional también, porque afectaba a todo lo que eta la educacién superior [...]. A la izquierda extrapar- lamentaria, le interesaba generar conflictos sociales para que pudiera de alguna manera afectar al ministro de turno o al gobierno. Y fijace que nosotros, yo personalmente, no me llevaba con el gobierno de turno, pero no vefamos que esa fuera la via mas razonable de poder llegar a mejorar efectivamente lo que se encontraba que estaba mal (Claudio Osorio). ‘Ver *Crédivo Univers 2003. *81 circa anual can movilizaciones, vielenciay arrestos y un gobierno que da remedios parche nno ayudan en nada a miles de escudiantes que necesiran de crédito para continuar su educa- cién [...] el gobierno y todos los sectores involucrados deben sentarse a discutir propuestas formales” diria en sa momento el presidente de FEUC Jaime Bellolio. En “Bellolio de cara al ministto Bitar”, Masaico, 13 al 20 de mayo 2008. Una propuesta efectiva’, en Propuesta FEUC, niimero 2, mayo 323 La mitrmancta UDI posmieraroni at Obviamente estaba el tema aranceles, el tema fran janmicn ia ih la educacién superior, De hecho, nosotros hicimos una propuesi.s formal. En esa época se estaba discuciendo el crédito universiarie versus e] nuevo crédito con aval del Estado, que el 2005 se aprols pero cl 2003 empezé la discusién. Y nosotros presemtamos la tesiy ci un gallo de ingenieria, que era hacer este crédito con aval del Estat y hosorros fuimoy a presentirla a la Camara de Diputados, Al ane siguiente a otro presidente de la FEUC, que también era gremialista le tocd ir a presentarla al Senado. No estoy diciendo que nosouvs hayamos hecho la ley, estoy diciendo que nosotros contribuimos con la discusién. Obviamente habfa temas ahi que nos interesaban, ol»- viamente que eran (temas) propios de la federacién de estudiantes (aime Bellolio). En todo este periodo de més de 20 afios de posdictadura, el Movimiento Gremial Universitario fue fundamentalmente el de la UC, pues aunque hubo organizaciones de identidad gremialista en otras universidades privadas y tradicionales a lo largo del pais, solo en la UC lograron constancia durante todos los afios de la pos dictadura, accedieron a conducir la federacién por varios aiios y tuvieron resonancia a nivel nacional”*. Dicha resonancia no solo se relacioné con cuestiones acotadas a la universidad, pues si bien se mantuvo la distancia frente al grueso de los temas de politi- ca contingente, el Movimiento Gremial de la UC (MGUC) si se manifesté frente a cuestiones de tipo valérico, En torno a esto, nuevamente debié operar un ejercicio discursivo de deslindamien- to, en este caso, fue sostener que las organizaciones de la UC, por el hecho de proyectar una especificidad universitaria y catdlica, si tenfan legitima incumbencia frente a temas como “el inicio de la + Actualmente el movimiento gremialista de la Universidad de Chile tiene por nombre “La Chile Para Todos”. Esta organizacién nace el 2007 como teferenie amplio de derecha en la universidad, para luego convertirse en una orginica exclusiva de las identidades gremialistas. “La Chile Para ‘Todos” tiene vinculacién con Ja Fundacién Jaime Guzman y participa de las jornadas de formacién que esta organiza pata el gremialismo universitario a nivel nacional, sin embargo, este vinculo no es tan estrecho como el del MGUC, referente que incluso funciona formalmente al interior dela propia sede de la fundacién, 34 Vietor Munoz Tamaya vida", cuestién que tocaria politicas concretas del gobierno, como aquella decisién de repartir pastillas de anticoncepcién de emer- gencia en los consultorios del pais. Desde tal argumentacién, se sostenia que las organizaciones estudiantiles de la UC si podian, y debian, emitir pronune do en una cuestién que afectarfa la “nacuralera humana’ y su “dig- nidad espiritual”, de igual modo que serfa perfectamente legitimo que lo hicieran desde concepciones y valores propios de la Iglesia catolica. E| mismo razonamiento se ocupaba para justificar que cuando el gremialismo conducfa FEUC hubiera especial énfasis en actividades que relevaran “lo catélico”, aun cuando se negaba el caracter confesional del gremialismo y de la federacién. mientos frente a la incumbencia del Esta- Habja temas que eran nacionales, no necesariamente vinculados, 0 definitivamente nada vinculados alo que era el proceso de educacién Temas en Jos que la Universidad tenia que pronunciarse y ademds en la universidad, sino que tenian que ver con temas valéricos [. la sociedad exigia que las universidades se pronunciasen, porque es fuente de conocimiento por excelencia, y en esa fuente de cono- cimiento no solamente estaban en los profesores sino también en los alumnos. Peto ahi lo que diferenciabamos (es que) pese a tener consecuencias politicas, nosotros separébamos lo que era la politica contingente, O sea, nosotros no fbamos a tener pronunciamiento respecto a lo que estaba pasando en el partido tal 0 cual, pero si nos fbamos a pronunciar respecto a una discusién sobre el momento en que se inicia la vida, por ejemplo, y para eso nosotros decfamos: mira, convoquemos a gente que sepa de esto, ya eso le lamamos se- minarios, o le llamabamos, no s¢, instancia de reflexién, y de eso sale un documento y sies que lo susctibe 0 no el Consejo de Presidentes pones un tema, y sino, lo suscribe la directiva (FEUC) (Claudio Osorio). Hay ciertas cosas que son ms sutiles, por ejemplo, el tema de la vida, o el tema de la pildora [...]. El Movimiento Gremial de la Universi- dad Catélica esti inmiscuido dentro de un proyecto de Universidad 325 La Miuitancia UDI pospieraroriat de Ia Iglesia, Se puede encrar a discutir que una federacidn vaya a defender la vida en tanto su movimiento gremial, en su cuerpo inter medio, responde a un proyecto educativo superior que esta adscrita a la Iglesia catélica y que es pro vida (Eduardo Pastenes) Por supuesto que haclamos cosas creativas (en FEUC), hicimos vn concurso de cuentos. Me acuerdo que se cumplian los 20 anus de fa visita del Papa a Ja Catélica, entonces como existia el concnrsy “Santiago en cien palabras’, hicimos un “Juan Pablo Segundo en 100 palabras” (Max Paver). El MGUC siguié siendo una organizacién que apostaba a diri- gir FEUC pero que nunca fusioné su propia estructura con dich federacién, manteniendo de modo auténomo su propia directiva y comisiones. De tal modo, los gremialistas de la UC conservaron una especificidad milicante, aunque siguieron la tadicién de no entender dicha especificidad como un activismo de corriente que disputaba contra otras corrientes la conduccién de un movimiento estudiantil, sino que la vieron como expresién de la “genuina” y “verdadera” participacién gremial, proyectando en si mismos atri- butos de legitimidad que negaban en “los otros”, Es decir, hubo continuidad con Ia cultura politica gremialista que emerge en los sesenta y se desarrolla durante la dictadura, pues se siguid soste- niendo una definicién identitaria de raiz esencialista a partir de la siguiente relacién: a) “los adversarios” (“los otros”) eran todos aquellos que desde practicas politizadas buscaran instrumentalizar a la federacién, y b) “los gremialistas” (“nosotros”) serian aquellos identificados con las légicas, pricticas y sentidos que caracterizaban “lo correcto”, “lo esencial” y lo “sano” en la participacién gremial. Cada vez que hay clubes deportivos que se dedican al club deportivo, hay una doctrina gremialista, distineo que una persona lo entienda y lo aprenda como doctrina y Jo entienda como una idea, una iden- tidad intelectual asociada a eso. Peto cada ver que hay un cuerpo intermedio, ahi estd el gremialismo (Max Pavez). 326 Vietor Munox Tamayo Otro elemento de continuidad del gremialismo universitario de la UC con respecto a sus origenes y el petiodo dictatorial, es su estructura orgdnica. En ese sentido, se sigue la tradicién que esta- blece que las directivas del MGUC se renuevan por via de desig- naciones que emanan de la directiva saliente. Tal lépica de desig- nacién también se replica en las candidaturas a FEUC, puesto que la directiva del MGUC sejjala los nombres de quienes representan a este movimiento en las elecciones de federacién. Todo esto, los gremialistas lo interpretan como parte de su tradicién, aceprando- lo como componente de su historia e identidad, pero no registran- dolo en un cuerpo estatutario, pues se piensa que dicha formalidad desvirtuaria la esencia del movimiento al acercarlo a légicas “de los politicos”. Algo que también esta en la tradicién es que en el proceso de designaciones las directivas del MGUC consultan per- sonalmente a los activistas en torno a los probables sucesores en la conduccién, de igual modo que lo hacen para designar a los candidatos que disputaran FEUC. El consultar 0 el escuchar un posible consenso sobre los nombres a escoger, se interpreta como deber de una autoridad responsable, sin embargo, ello no relativiza ni altera el hecho de que tal autoridad sea, en tiltima instancia, la que decide. Se es consciente en que la modalidad no es la de una democracia electoral, pero ello no se petcibe como un menoscabo en la legitimidad. El eje legitimador derivaria del modo en que se interpreta la autoridad estudiantil, la que se sintetiza en la siguien- te relacion: a) hay personas, estudiantes, a las que por sus atributos se les cede autoridad, b) esa autoridad supone una gran respon- sabilidad y debe ser asumida poniendo el proyecto colectivo por sobre los personalismos, y c) la pertenencia al MGUC supone la disciplinada aceptacién de dicha autoridad. En definitiva, hay una confianza depositada en la autoridad (“creemos en la autoridad”), y esa confianza, procesada como tradicién, es la que cohesiona al grupo y lo proyecta en el tiempo. Es una misién que toma la Directiva (del MGUC) terminando el ciclo, de no hacer una reunién gigante, sino que ir a preguntarle a 307 La sarraneia UDI pospicraroriat 328 cada miembro respecto de su vision del aito, pregumearle qué vpins que se deberia hacer pata el proximo ano. Entonces. junto con esi se le pide: quign crees et que debe Hlevar el movimiento dunanie vl prdximo aha, quién crees ai que debe estar dentro de la Directiva (Eduardo Pastenes). Ti tienes una directiva, siete personas con tn presidente, y despues 11 tienes Jos encargados de area [...]. No hay elecciones, EL presidlen propone a un suceson y gene’ siempre ha confiado en el presidente para eso [...], Estas personas funcionan siempre en una légica muy parecida a un grupo de amigos mente, por tadicién, el greniialisns que hace cosas, mas que una estructura partidaria, entonces qué es lo que les importa, que el presidente elija a un buen presidente suce sor y clija buenas listas de la FEUC, y esa es la institucionalidad del gremialismo, en base a la pura tradicién [..-]. Esto nos ha llevado a muchas criticas: que somos antidemocriticos, cosa que es verdad, no porque no creamos en la democracia, obviamente que uno participa en las elecciones y toda la gente vora, y no hay nadie que no crea que la democracia es ¢l mejor modo de gobierno. Pero al interior del gre- mialismo no es democratico, porque confiamos en la autoridad, des: de el punto de vista de Ja confianza puesta en una persona para que dirija en un equipo. De hecho, el presidente nombra a su equipo, en una cuestidn stipes, siper humana. Siempre hemos sido poquititos, hemos ganado y hemos perdido, peto esta estructura se ha mantenido siempre, siempre, siempre [,..]. El gremialismo sigue igual, y esto no ha cambiado, y los trabajos van y las comisiones funcionan y al pre- sidente no le discuten, la gente podri discrepar 0 no de su liderazgo pero nadie atenta contra esto. No hay estatutos, eso es de los politicos, y la gente no se identifica con los politicos (Max Paver). No hay una votacién pero si hay un proceso informal te diria yo, de consulta. O sea, todos los gremialistas los que més parti sultados [...] tanto para el presidente del Movimiento Gremial como para el presidente de la FEUC [...]. Y se llegaba como por consenso, s cetcanos, por decirlo asi, ipan en todas las actividades, todos ellos son con- Vierar Mune Tiemayo pero finalmente la decision la tomaba la directive del Movimiento Gremial y en particular el presidente del Movimiento Gremial (Jaime Bellolio) A miel presidente (del MGUC) de esa época, que era Guillermo In- fante, me planted que yo era uno de los nombres que mas sonaba, y 1 general dentro del gremialismo, El Presidente Ic también, que en ese momento era ‘Tomas Leicevic, encontraban que (yo) era la persona que encarnaba, quizés, mayor sintonfa, y me pre- guntaron, en definitiva, si estaba disponible para asumir evencual- mente un liderazgo en la Federaci6n. Y le dije que estaba interesado, y asi se dio (Rodrigo Arellano). que era de acepta del Movimiento Gremial, en conjunto con el presidente de la FE Si bien los activistas posdictatoriales del MGUC suclen no mi- litar en partidos politicos mientras pertenecen a la organizacién universitaria, hay algunos que lo hacen, siendo la UDI el parti- do mas presente en dichas opciones”. De todos modos, siempre manifiestan el deber de no mezclar los planos, optando por ser militantes “fuera de la universidad”, en caso de serlo, 0 por pos- tergar cualquier militancia partidista hasta el término de los es- tudios. Sin embargo, lo claro en las trayectorias es que existe un camino recurrente que es el paso desde roles dirigenciales en el MGUC a roles dirigenciales al interior de la UDI, pasando por labores funcionarias en la Fundacién Jaime Guzman. Para ilustrar lo anterior se adjunta el siguiente cuadro con las trayectorias y perfiles militantes postuniversitarios de los nueve presidentes gre- mialistas de FEUC entre 1990 y el 2014: + Es muy extraio que el simpatizante de un partido que no sea Ja UDI ingrese al MGUC, -menos que un militante lo haga, sin cmbargo, sicllo llega a suceder, esta exeepcién se presenta y recuerda como comprobacién de la prescindencia de la politica a nivel del Movimienco Gremial. Por ejemplo, Marfa Paz Oyarain cuenta: “Yo me acuerdo que en mi épeca habia un tipo, ‘Pececille’, que era como nuestro ‘negrite de Harvard’ como le deciamos, porque eta del PPD y siempre aos decian: ‘ustedes que son todos iguales’. “No, deciamos nosotros, tenemos a “Pececillo””. Mas allé de la milicancia o simpatia seal de “Pececillo” hacia el PPD, esta cita iluscra claramente el énfasis mencionado. 329 La srerrancra LID] rosmictatortat Nombre Afio de ‘Trayectoria posterior Adscripcién politica de presidencia conocimiento piblico* FEUC* Alejandro San 1994 Avademieo- Historiador. Perfil independiente Francisco Asesor de Lavin an al Ministerio ce Educacién durante gobierno de Pinera Avaro Cruzat 1995 Funcionario Fundacién Jaime Guzman. Militante UD} Gandidato a diputado el 2005 por fa UDI. Subsecretario de Agricultura en ‘gobiema de Piera Francisca Correa 1996 Encargada de fa JUNJI durante Militante UDI hasta et gobierno de Pifiera mientras militaba 2013. £1 2014 asuma ena UD! ‘como presidenta de un nuevo movimiento, politico; “Evépol” ‘Thomas Leisewitz 1997 —_-Funcionario Fundacicn Jaime Guzman. Perfil independiente ‘Asesor en la Direccion de presupuesto el Ministerio de Hacienda durante et gobiemo de Pifiera Alejandro Arrau 2001 —_Funcionario Fundacién Jaime Guzman. Candidato a diputado por la UDI e! 2005 aire: Belitio 2003 Funcionario Fundacién Jaime Guzman. Militante UDI Diputado UD! Julio Pertuzé 2004 —_Investigador asociado a Fundacién Militante UDI Jaime Guzman Femando Zavala 2007 —_Asesor en la Presidencia de la Perfil Independiente Republica Felipe Betancourt 2008 ‘Funcionario Fundacién Jaime Guzman Perfil independiente * lagi afnes ato anterior el seraiado . "Este sta fue cenfacioneco en base ao que aparece en la prensa sobre ca ncduo Poo atari, setalamos “riltanca UO" suand eo na sido mencionado en tales fuentes, y hablaremes de cuadras"ndepenaentes" cuando eto oor Nature es paste que algunos de es caraceeados coro “ndependiros” iepgan agi tipo ‘fe miltanetaparista que no fue aver madiate el mdtod deseo, Tarbes precisa mencionar que Francisca Corea fu erred para la presente mest gacin antes ce su reruncia ala UD, senda est ultimo el motivo por «qe 52 decid no iru su estinorio en los ands ya que se romola cena cteroestatieida de “means actos" def UOly 0 gramalisma unverstaio, Como vemos, el ejemplo de los expresidentes de FEUC nos permite caprar lo reiterado que es el trinsito desde el MGUC a la Fundacién Jaime Guzmén, y desde ambas instancias a una 330 Victor Munoz Tamayo :Cual es el fun- damento de esta continuidad? A primera vista, es claro el aspecto militancia UDI activa y con visibilidad publi identitario e histrico que une al gremialismo y a la UDI, partien- do por el hecho evidente de que Jaime Guamin es el fundador y mentor doctrinario de ambos referentes. Sin embargo, esto no basta para entender como quienes en sus aiios universitarios rechazaron los cemas de la politica, aparecen luego militando en la UDI 0 con roles protagénicos en adminis iraciones de la derecha. Me parece que un elemento explicativo de lo anterior es el modo en que la cultura gremialista representa “lo ptiblico” y lo conecta con el activismo universitario. En este sentido, para los gremialistas de la posdictadura la participacién en los movimientos gremiales constituye una “escuela de servicio”, un semillero para vocaciones de ayuda social que cuando se proyectan hacia una dimensién pablica general y vinculada a la administra- cién del Estado, presentan trayectorias asociadas a la politica y a la militancia partidista. Esta idea de “escuela para futuros servidores publicos” es lo que, segtin los gremialistas, estaria en actividades como los trabajos voluntarios y las “operaciones” (operativos de ayuda social), en el sentido de que ese tipo de vivencias moldearian intereses, valores y sensibilidades que tras la experiencia universita- ria tendrian en la politica un espacio para su despliegue, Lo anterior, al suponer un traslado de los valores gremialistas hacia la politica, constituye para los herederos de Guzman la cer- teza de que sus trayectorias en lo ptiblico no conducen hacia esa politica que se critics, aquella que “intervenfa en los cuerpos in- termedios” y “pretendia politizar” lo social, sino que hacia la “otra politica”, esa que desde los tiempos de Guzman han descrito como buena, deseable, sana, que enfatizarfa los sabetes técnico profesio- nales mds que las luchas ideoldgicas, que se entenderia como tarea de pocos expertos y no buscarfa llevar sus contenidos hacia una pugna amplificada socialmente. Dentro de este marco de defini- ciones y valoraciones, marco instalado y transmitido como cultura comtin entre el Movimiento Gremial y la UDI, aparecen una serie de argumentos y definiciones mediante los que los gremialistas y 334 La miuirancta UDI pospierarortar, los milirantes UDI de la posdictadura expresan nociones de “deber ser” sobre las relaciones gremialismo-politica, en general, y soln las relaciones gremialismo-UDI en particular. Sobre ello y a mod de 332 sincesis, destacamos los siguientes puntos: a) Un avcionar que: se proponga transformar la sociedad a gran escala, desde lo publico, es aquel que se desarrolla des de la politica y se situarfa, necesariamente, en la disputa pol idn del Estado. Por lo mismo, segun la doctrina del gremialismo, un accionar de este tipo desbordaria la naturaleza de “lo universitario”. b) En virtud de lo anterior, el movimiento gremial no reco- noce motivaciones politicas ni considera que sus acciones deban tener por objetivo cambiar la sociedad a gran es- cala. Por lo mismo, se sostiene que la labor gremial y el voluntariado social que practica el Movimiento Gremial Universitario carece de sentido politico, no solo porque dicho accionar efectivamente no va “cambiar la sociedad”, sino porque se sittia dentro de los Ifmites de un cuerpo in- termedio que no tiene en su finalidad especifica y esencial “cambiar la sociedad”. c) Asumidos los limites esenciales del cuerpo intermedio uni- versitario frente a la politica, se plantea que los estudiantes pueden legitimamente vincularse con acciones, instancias y objetivos asociados a esta tiltima, siempre y cuando ello no involucte a espacios de accién gremial como centros de alumnos y federaciones, En otras palabras, el universitario interesado en politica tiene dos opciones enmatcadas en lo correcto: 0 llevar a cabo su activismo fuera de la Universi- dad, o esperar el momento del egteso y vincularse politica- mente una vez terminados los estudios. d) No obstante lo anterior, el activismo gremialista y parti- cularmente su solidaridad y “caridad cristiana” expresada en su voluntariado social, sf tiene un rol formativo con otientacidn de servicio ptiblico, el que tiene efectos en el la condu Virtor Muetioz Titmaya individuo activista y su mayectoria postuniversitaria, Lo anterior estarfa en concordancia con la propia esencia de in definitiva, asi como la Universidad seria un espacio para formar profe- sionales, el gremialismo universitario serfa un espacio para desarrollar vocaciones de “servicio publico” que pueden la universidad: un lugar para aprender. devenir en carrera politica. Como podemos apreciar, todos estos argumentos y definiciones yan en la direccién de sostener discursivamente el deslindamiento entre “la politica” y “el gremialismo universitario”, entregando, a la vez, elementos que explican, justifican y valoran el evidente trin- sito de trayectorias gremialistas postuniversitarias hacia la UDI y la politica como carrera profesionalizada. Tales deslindamientos y vinculaciones a partir de los procesos experienciales y formativos asociados a la figura de “servidor puiblico”, se exponen con claridad en los siguientes testimonios: Lo que hace el Movimiento Gremial a través de su historia, es buscar herramientas para poder cumplit los fines del Movimiento Gremial, zeudles son los fines del Movimiento Gremial? Transmitir ciertas ideas, y buscar personas que se dediquen, buscar vocaciones de servi- cio piblico con esas ideas en la universidad y después idealmente pro- yectatlas hacia el pais. Entonces, algo que fue muy interesante, que partié en los afios 80, fue la légica de los Trabajos de Invierno, que es ira colaborar en un momento determinado, 0 en verano, a alguna comunidad mas desfavorecida de Chile y poder aportar con lo que un universitario de 20 anos, durante 15 dias puede aportar |... Eso es una hetramienta que te permite cumplir dos fines: ayudar, acom- pafiar a una localidad, y ademds convocar a personas que después de contemplar esa realidad, los puedas sumar a una reflexién profunda respecto de los cambios que el pais necesita ;te das cuenta? Lo més interesante, es que los gremialistas en general se dan cuenta de que no es el Movimiento Gremial el llamado a hacer esos cambios. Ti ves la declaracién de principios de la FECh, en cualquiera generacién de la 333 La mitirancta UDI posprerarorrat FECH, porque generalmente esta en manos de fas mismas person esa definicion es distinta, los mo tris de la FECh sienten que la FE imientos de izquierda que hay de Sh como institucién es ki Hamouly a realizar los cambios sociales. El gremialismo no. Entonees estas lu framientas sociales lo que hacen es despertar vacaciones, que ki pote pueda mirar una realidad distinta con objeto de poder realizar wns Pak boracién en la comunidad y caridad cristiana, y otra cosa es el fin ui reflexién interna il fin iamediaco siempre es logear una colt inmediato que es aportar en la formacién personal de un universitarw que no va a conocer una realidad distinta, sobretodo en la Catdlica que es un ambiente socioeconémico distinto de otras universidades. Que conozea una realidad, que se permee de ella y que descubra una vocacién para lo piiblico (Max Paver). El movimiento gremial es en si un espacio de formacién, y nosotros Jo lamamos una especie de “escuela de servicio”, donde se da una tonica muy linda de “jévenes formando jévenes”, en donde hay gen te que vivi6 un proceso, fue formado por otros jévenes, y cuando gané la experiencia trara de ayudar a otros, a nuevas personas que integran el movimiento, como a transmitir la visién publica, la vi sign de servicio [...]. La idea que tenemos nosotros es que durante los aos universitatios, los estudiantes entiendan que mis alld de su profesién, mas alld de recibir un titulo, una gratificacién econémica una ver egresado, entiendan que su vocacién se pueda enfocar en un aporte a la sociedad desde donde se desempefien [...]. Nosotros tenemos un amplio espectro de trabajos sociales, en donde tratamos de transmitir justamente eso (Eduardo Pastenes). Un eslabdn clave para unir trayectorias desde los movimientos gremiales hacia la militancia UDI, es la Fundacién Jaime Guzman. En lo que se tefiere al vinculo con este partido, la FJG produce informacién, andlisis y asesorias, a la ver. que facilita profesionales que acompanan labores parlamentarias, de gobierno nacional, re- gional y local. En esa misma linea, genera iniciatiyas que buscan formar cuadros técnico-politicos en el marco de experiencias de 334 Victor Munoz Tamayo gobierno y gestién pubica, como es el caso del actual programa “Jovenes al servicio de Chile”, consistente en derivar profesionales deidentidad gremialista-UDI a municipios de provincia con admi- nistracién affn. En lo que se refiere a lo universitario, fa Funda ién se entiende como un espacio que busca cumplir las mismas labores que desarrallé en vida Jaime Guzman respecto a los movimientos gremialistas, entendiéndose por ello: a) orientar: se presta asesoria constante en cuestiones como la conduccién de los movimientos las federaciones estudiantiles y la gremiales, la disputa por lidere administracién de tales federaciones en caso de obtener triunfos en las elecciones universitarias, todo esto mediante un acompa- fiamiento continuo, cursos de liderazgo y gestién, y encuentros entre gremialistas actuales y antiguos activistas del movimiento; b) formacién doctrinaria: la fundacién monta cursos sobre doctrina y practica gremialista para todos los moyimientos gremiales existen- tes a nivel uniyersitario (tanto de universidades tradicionales como de privadas), editando material en funcién de ello y produciendo encuentros nacionales de formacién; ¢) facilitar desarrollo y gestién de la organizacién: si bien los gremialistas niegan un financiamien- to directo de los movimientos gremiales por parte de la FJG, si se reconoce que esta presta infraestructura (el MGUC dispone de un espacio en la sede de la Fundacién) y brinda apoyo para la gestién de recursos econdmicos. En lo relativo a la conexidn entre militan- cia gremialista y militancia UDI, la fundacién promueve que lide- razgos gremialistas transiten hacia la politica, fundamentalmente hacia la UDI o perfiles independientes afines, posicionando a tales cuadros como voz destacada en diversos temas de interés politico, es decir, formando perfiles técnico-politicos que el partido pron- tamente incorpora para asumir cargos de relevancia nacional. Por Jo anterior, es recurrente que lideres del gremialismo universitario deriven a roles protagénicos en la UDI, pasando previamente por a experiencia de trabajar en la FJG. ‘A nosotros se nos entrega un espacio en un subterrineo (de la sede de la FJG), y nosotros disponemos de ese espacio para tener nuestras 335 Nt LA sitrtancra UDT posmerarorial 336 reuniones [..,], El ato pasado a mi me toc participar del Encuen tro de Lideres Jévenes, que lo convoca la FIG en donde se invitun todos los movimientos gremiales a nivel nacional, se nos dan wie charlas, se hace formacién (Eduardo Pastenes, al momenta de hi vn trevista presidente de MGUC). Nosotros (el Movimiento Gremial de la U de Chile), le Pagano 9 la FIG por talleres de Formacién en gremitalismoy la Fundacin ava liza un encuentro de jévenes universitarios (donde) uno conoce a la gente de otros movimientos gremialistas [...]. Se cobra algo asf como $5,000 por persona, es como casi al costo porque tienen una (empa- adla)de ping. am calteaia [ss Chala de latplicaddnyretntaliorm hacia la universidad, qué implica el gremialismo, qué implica set gremialista activamente en la universidad |...], asesorias en céma armar una campafa, cofisejos (Ambrosio Yobanolo, al momento de la entrevista dirigente del Movimiento Gremial de la Universidad cle Chile “La Chie Para Todas’). Nosotros como Fundacién acé hacemos una vez al aio un even to de movimientos gremiales universitatios, O sea, nosotros hace- mos de vinculo entre ellos [...]- Yo trabajé aqui (en la FJG) en el “rea jévenes”, en este programa “Jévenes al Servicio de Chile”, Era el coordinador del programa y me dedicaba a buscar profesionales para mandar a trabajar en las municipalidades (Jaime Bellolio, al momento de la entrevista militante UDI y funcionario de la FG, luego dipurado). Participaba en el movimiento gremial [...] la Fundacién (Jaime Guzmén) era nuestro “paraguas”, nos ayudé a financiarnos, ponte tii, nosotros le repartiamos la correspondencia a la Fundacién y nos pagaban por eso. Fisicamente el movimiento gremial siempre ha es- tado donde esta la Fundacidn, cuando estabamos en (calle) Coronel estibamos atris, y ahora, en (calle) “Capullo”, esté en el subterrinco [...]. Salf de la universidad y me fui a la FJG [...] legué al drea de asesoria municipal y al Arca de Jévenes de Servi io Chile, que VECEOY AUHOL LGINATE es como un Servicio Pais, ese estilo de programas, en que nosotros pesctbamos profesionales que salian de la universidad y los mandi- bamos a alguna municipalidad, de Arica a Punta Arenas, para que estuvieran un ano o dos afios trabajando |...]. Yo entré a la UDI, empecé a militar, yo milité un par de anos y después me Ilamaron para ser vicepresidenta de la juventud de la UDI, y eso era porque necesitaban una conexién entre ky Fundacion y la UDI (Maria Paz Oyarviin. Exdirigente gremialista, luego militante UDI y exfuncio- naria de la FJG. Al momento de la entre nacional UDI). sta tesorera de la directiva La Fundacién se encarga de formar jévenes en los principios de Jaime Guzmén [...]. Mucha coordinacién, mucha preparacién [...] nos preparaban para los debates. Como Jzime se preocupaba del movi- iento gremial cuando estaba en la universidad, la Fundacién hace lo mismo [...]. Dejé de estudiar y mis vinculos con la Fundacién siguieron permanentes, entonces una ver egresado de Derecho, fui a conversar con Marco Antonio Gonzalez (exdirector de FJG) y le dije que estaba dispuesto a trabajar en algiin area de la Fundacién y me dijo que trabajara en el area legislativa, como asesor de la bancada de Diputados de la UDI, en donde nuestra pega era basicamente tratar de influir en Jos grandes proyectos de ley, de. manera que el legado de Jaime Guzman se mantenga (Rodrigo Arellano, expresidente del MGUC, candidato derrotado a FEUC en 1997, posteriormente mi- litante UDI y funcionatio de la FJG. Al momento de la entrevista era coneejal por La Pintana). Jaime Guzmin, una de sus faceras, era contribuir mucho con la par- ticipacién de la juventud en materias tanto politicas, que era la UDI, como en materia gremial a través del Movimiento Gremial [...] eap- tar voluntades para el servicio piblico [...]. Y esa labor un poco la ha tratado de seguir haciendo kx Fundacién [...]. Yo trabajaba en la asesoréa legislativa a senadores y diputados desde la Fundacién [...]. Me dediqué también a colaborar en las épocas de campaia (uni- versitaria) y contribuia con los programas de gobierno, la campafa 337 La mitirancts UDI pospreraroriat FEUC, apoyo en la estructuracion de los discursos (Claudio suri Secrerario General de FEUC 1995, al momento de fa entrevista i litante UDI y funcionario de la FIG), Despues de trabajar en la PEUC, inmediatamente después, di 11 examen de grado y me fui a trabajar a la FIG y fui encargado univer sitatio, Bueno, vi me dirs por qué hay un encargado universitaris simplemente para ofrecer un soporte de liderazgo. para sectowes er rios universicarios, entonees hacemos talleres, formaciones, almucr zos, yo me encargaba también de colaborar, cuando los gremialistas, alguien tenia alguna duda con respecto a una cosa, acudian a uno y uno le va dando consejos, nunca plata ni esas cosas (Max Paver, secretario general FEUC 2007, luego militante UDI y funcionacio de la FJG. Al momento de la entrevista jefe de gabinete del diputado José Antonio Kast). En conclusién, un factor que ha favorecido la mantencidn de la estructura orgdnica del gremialismo universitario, particularmenwe en la UC, su notable cohesién y solidez identitaria, ha sido el apo- yo permanente de la FJG. Efectivamente, si bien los militantes del MGUG, por la propia transitoriedad de la condicién estudiantil, son siempre “de paso”, tienen en la FJG un referente trascenden- te hacia las trayectorias postuniversitarias. En tal sentido, la FJG cumple dos funciones fundamentales en relacién a la proyeccién de cultura militante: a) permite a los gremialistas sostener un vin- culo identitario con la tradicién histérica del gremialismo, promo- viendo la nocién de pertenencia frente a una I{nea temporal que vincula pasado, presente y futuro de la militancia (fuimos, somos y seremos gremialistas); y b) promueve espacios y roles concretos de activismo tras el egreso estudiantil, conectando a las trayectorias gremialistas con la UDI, partido que si bien continua representan- dose como ajeno al ejercicio gremial universitario, sf es incorpo- rado como probable destino para profesionales interesados en un servicio puiblico que asuma la politica segin las valoraciones de Guzman. Hay, por tanto, una convergencia de todos estos espacios 338 Vietar Munoz Tamayo en una sola cultura politica que potencia y reproduce légicas de accién, discursos, identidad y horizontes compartidos. Todo aque- Hlo ha permitido que el gremialismo universitario, en particular el MGUC, se mantenga como organizacién importante durante tan- (0 tiempo, pues aunque ha suftide derroras ¢ incluso un episodio de divisién, que por un momento parecié amenazar su hegemonia entre las fuerzas de matriz conservadora (la aparicién de un gru- po liderado por exgremialistas denominado “Solidaridad” )*, ha sabido reponerse de dichas crisis y permanecer como espacio estu- diantil protagénico en la UC, y como espacio clave para la sociali- zacién militante UDI. La juventud UDI Losestatutos dela UDI definen ala Juventud del partido como “orga- nizacién funcional”, es decir, compuesta por “afiliados que compar- ten un vinculo o actividad comin y tienen intereses o preocupaciones Solidaridad es una cortiente estudiantil de la UC, nacié el afo 2010 cuando algunos lideres del MGUC rompieron con cl gremialismo al considerar que debian pronunciasse por cuestio: nes de repercusin nacional y establecer articulaciones de tipo socio politico con otros actores +y movimientos. Jaime Bellolio lo explica del siguiente modo: “{...] el aio pasado, antepasado, hhubo un grupo que era gremialisea, y que participaba y que habfan cenido cargos internos del movimiento gremial y en FEUC gremialistas, que decidieron hacer otro movimiento politico que se llama Solidaridad. Ellos consideran dos cosas, primero que el gremialismo renfa que ser ‘mis floséfico, o sea que habia que dedicarle mas tiempo a lo filoséfico y metafisica; y segun- do, que los cuerpos inrermedins tenian que ser solidarios entre si y por ende si habia un grupo pro vida que comparte los mismos principios que el gremialismo, entonces el gremialismo tiene que sumarse soltdariamente a lo que el grupo pro vida hace, lo que en mi opinién es completamente no gremialista". Solidaridad irrumpié fuertemente desde su nacimiento, y en el aiio 2012 dejé atris al MGUC en las elecciones de federacién, pasando a ta segunda vuelta electoral con el reference de izquierda Nueva Accién Universicaria, disputa que finalmente los dejé en el segundo lugar. No obstante ello, al aio siguiente el gremialismo se pudo recuperar al menos para pasar a una segunda vuelta que perderia frente al NAU, Solidaridad ha conti- nuado con presencia importante y significarivos resultados electorales en Ja UC, manteniendo un perfil tan conservador como el MGUC pero explicitamente mds politico, como se puede leer en su pagina web: “En esta seccién encontsards lo que hemos opinado a lo largo del tiem- po respecto a los temas de la contingencia politica, tanto en temas pais como Universitarios” Ver “Elecciones FEUC: Histéricos del gremialismo lamentan resultados... NAU y ‘Solidari- dad’ esperan nuevos apoyos®, La Segunda, 25 de octubre 2012. La miuitancta UDI pospieraroriaL andlogas que hacen necesario © conyeniente que tengan una oryy nizacin propia y una expresién politica especifica’™”. ‘Tal estatus es comiin a secciones del partido como “de profesionales y tenicos’ y “laboral-poblacional”, entre otras, y en el caso de “la juventiul refiere al aspecto etaria, fjditdose en 29 afios la edad mvdnima ae pertenencia. Como espacio celosamente diferenciado del gremialis mo universitario, la Juventud no desarrolla un activismo relevanie en los campus de educacién superior, aunque cuenta con universi varios entre sus filas, En general, convoca principalmente a jévenes que se acercan por via de la orgdnica territorial de la UDI, a estu- diantes de la ensefianza media y a profesionales recién egresados, en su mayorfa exgremialistas. Para la cultura politica UDI que se sedimenta durante los afos noventa, la Juventud del partido ten- dra un caracter de espacio para la experimentacién, reconocimien- to y formacién militante, cuestiones que se consideran propias del periodo juvenil en tanto momento vital de preparacién para una furura adultez con sus roles y responsabilidades asociadas (o la ju- ventud como “tiempo de moratoria” dirfan algunas tradiciones de las ciencias sociales)*’. En este caso, la “Juventud UDI” formaria al militante, entregandole aprendizajes necesarios para asumir, en el futuro como adulto, un rol protagénico y con responsabilida- des al interior de la dindmica partidista. Tal labor se realiza des- de espacios generados por la propia Juventud més el apoyo de la FJG, iniciativas a las que se suman instancias derivadas de relacio- nes internacionales del partido como el vinculo con Leadership Foundation, organismo asociado al Partido Conservador Nortea- mericano"’. El caracter eminentemente formativo de la Juventud ~Bstarutos Unidin Deméecrata Independiente. Documento oficial entregado al autor por fun- clonarios dela UDI tras su solicicud en la sede partidaria de Suecia 286, afo 2014. ” Ver Margulis Mario, Marcelo Urresti. “La juventud es mds que una palabra”. Ey Marcelo Urresti, compilador. La juveniud ex més que wna palabra. Ensayos sobre cultura y juventud. Editorial Biblos, Buenos Aires. 1996, » Este vinculo ha significado que afo a afo Ja organizaciéa norveamericana da capacitaciones a jovenes lideres, tanto en Chile como en EEUU. Ver Espinoza Vicente, Madrid Sebastiin Trayectoria y efcacha politica de los militantes en juventuder politicas. Estudio de la elite 340 Victor Munoz tamayo. se expresa ademiis en que no hay una exigencia de inscripeion en el partido para militar en ella, pues se asume que en este periodo el joven esta recién conociendo la estructura partidista, sus practicas, objetivos y doctrina: “[...] para tener algtin cargo dentro de la Ju- vencud, no es necesario ser militante (se refiere a firmar militancia UDI), de hecho, uno puede ser presidente dela Juventud Nacional y no ser militante, porque la juventud es una instancia para for- marse” (Andrés Echazarreta). Con el mencionado énfasis en lo formativo, el activismo juve- nil de la UDI de posdictadura gestiona experiencias de tinte pe- dagégico muy parecidas a las del gremialismo universitario. En el fondo, se apunta a similares objetivos, relacionados con la “for- macién de vocaciones de servicio piblico”, las que en este caso, el discurso militante asocia al concepto de “partido popular”. En definitiva, se habla, al igual que en el gremialismo universitario, de formar vocaciones que se comprometan con la superacién de la pobreza, y por tanto, que conozcan de cerca tal pobreza, sen- sibilizandose con su realidad. En esta linea se encuentra una serie de iniciativas de trabajos voluntarios en sectores de vulnerabilidad social, operativos de ayuda a comunidades pobres y actividades de sensibilizacién social que replican modelos implementados por algunos colegios catélicos, particularmente el.jesuita San Ignacio, alma mater de varios influyentes lideres de la UDI. En este con- texto, destaca el programa “Vivelo”, que funciona desde la década del 2000 y que en la UDI atribuyen a una inspiracién de Pablo Longueira (exalumno del San Ignacio), Este programa conyoca a “vivir la experiencia de la pobreza”, “habitando en el hogar de un pobre”, “trabajando en lo que trabaja un pobre”, por un tiempo determinado, contactindose viyencialmente con dicha realidad, conmoviéndose con ella, y compartiendo en el espacio poblacional con la militancia popular que allf habita. emergente. Instituto de Estudios Avanzados. USAH. 2010. Entre los entrevistados para <€] presente estudio, Arturo Squella mencioné haber realizado una estancia en Leadership Foundation invitado por el representante en Chile de la organizacion: Dario Paya, 341 i La siterancta UDI posoreraroriat 342 Hice el Programa “Vivelo” en la Comuna de La Pinta, 9) me hia durante tna semana a vivir a la casa de una dirigenta poblacional, una sefiora que se llama Paola, en la Poblacién Santo Tomas de La Pini nna, y vivé una semana en esa casa, 0 sea, dormia alld y me levantala a las cinco de la mafiana y me iba a kx Universidad (Elvira ‘Tagle). En la Juyentud h emios varios operatives, por decirlo ast, hay wa bajos de invierno, en donde se va a localidades. pequenisimas, en donde no hay mas de diez casas y hay una escuslita |...J. Lea arreglat la escuelita, hacer juegos para los nifios, pintarla y formar lazos entre las personas, Mas que el trabajo mismo, es el poder relacionarse con la gente, comprender por qué viven asi, conocer su historia, porque cada gente tiene una historia distinta, y eso a uno lo va formando, va aprendiendo |...]. En el *Vivelo”, especificamente, uno vive como vive esa gente, por ejemplo, el levantarse, lavarse con agua fila, y ni siquiera en una ducha, sino que tienes que buscarte un tatrito y echarte el agua en la cabeza (Andrés Echazarteta).. Personas que tenian una realidad social acomodada [...] a ellos se les hacia un trabajo de profundizacion de su conciencia social, de trabajar en las poblaciones, de tener contacto directamente con otras tealidades que quizés desde la perspectiva de sus colegios no habian tenido la oportunidad (Arturo Squella). EI “Vivelo” es, sin duda, la actividad més importante de la Juventud de Ja UDI, en donde, durante una semana, los jévenes del partido comparten en la casa de un dirigente social en un sector popular, Cada afio los jévenes de nuestro partido viven la experiencia del “Vivelo”, demostrando el compromiso que la Juventud UDI tiene con los sectores populares del pais, el trabajo en terreno que nos identifica y el sello que marca la diferencia con los demas partidos. El Vivelo” nacié hace més de diez aftos bajo el alero de Pablo Lon- gueira, y cada vez son més los jovenes que se suman a este proyecto. Desde ya, invitamos a todos quienes quicran sumarse a vivir esta experiencia, que Ilena el espiritu y es una gran escuela de servicio Victor Munoz Tamayo piblico, remareando que para poder compromererse con los que mas sufren hay: que saber ponerse en el lugar de ellos. Que no te lo cuente.,. VIVELO™, Este canacter formativo o de “semillero de liderazgos” con que se asumié ala Juventud UDI tras 1990, influyé en que, en la prictica, no se le otorgara la misma categoria, atribuciones y auronomia de ‘organizaciones funcionales” conformadas por adultos. Es de- ir, se interpreté lo formative como preparacién que debe vivir un joven antes de (y como requisito para) asumir, en el futuro cercano, responsabilidades y capacidad de mando en la estructura partidista adulta, En concordancia con lo anterior, el espacio juyenil se en- cuentra sujeto a la jerarquia de los mayores, lo que se expresa en que el presidente de la juventud es designado por el presidente de la estructura nacional y se le considera un representante de la directiva del partido adulto en la estructura juvenil, mas que un representan- te de los jévenes militantes ante el partido. Por lo anterior, aunque la Juventud UDI coincide con la cultura gremialista universitaria en el sentido de producir autoridades por via de designaciones mds o menos sondeadas en la militancia, opera acé una diferencia fun- damental, y ella es que la Juyentud UDI, al contrario del Movi- miento Gremial, no goza de la autonom{a en la operatividad de tal sistema de designaciones, pues aunque su presidente es la persona que define los mas altos cargos internos (vicepresidencias naciona- les, presidentes distritales, etc.), su autoridad deriva de ser ungido por el presidente del partido para actuar en su representacion. Todo lo anterior no estd establecido en estatutos ni reglamento interno, pues dichos documentos, hasta el aho 2014, no existen en la Juventud UDP”. La norma de que el presidente juvenil es nombrado por el presidente adulto tampoco se encuentra en los oO © En wow.juvenrududi.el. © Esta informacién fue chequeada hasta el ao 2014 cuando el entonces presidente de la juventud UDI Felipe Cuevas reiter6 y confirmé lo que este estudio ya habia indagado: no cexisten, ni estatutos ni reglamenco intemo de la Juventud UDI hasta la fecha sefialada. 343 La MaurmNera UDI posnrerarorral estatutos del partido, de modo que todo esto opera en un mars consuetudinario que se sostiene en una cultura politica que asin determinada concepcién de juventud (momenta de formacisn) \ de adultez (mamenta de autoridad respecto a lo joven). Esta ta ancia como una virtud de la orgayi zacidn partidista, asociindola al caracter cohesionado del partidu lidad es valorada por la mil y a la ausencia de ciertos vicios que se consideran propios de los sistemas que llevan Ja competencia electoral a tada nominacidn dk autoridades. En relacién a esto ultimo, los jévenes adseritos a la Juventud UDI asumen que son distintos a los jéyenes de los otros partidos porque no disputan elecciones, porque no se enfrentan por la conduccién ni generan corrientes para ello, porque aceptan autoridades que emanan verticalmente y que consideran legitimas, y porque valoran su juventud como momento de preparacién en que atin no estarfan capacitados para ejercer autoridad y autono- mia politica desde si mismos. En definitiva, asumen que para su condicién de jévenes que se forman en politica, lo que cabe es aceptar las jerarquias y aprovechar su paso por el “semillero de liderazgos” de “La Juventud”, Me pidieron, entre Tomas Hoffman y los que estaban en la directiva anterior (de la Juventud UDI), si querfa ser vicepresidenta de la Ju- ventud en periodo desde el 2012 |... yyo no estaba tan convencida, yo decia, pero cémo, tan chica, y me terminé convenciendo [,..]. La decisién de cémo se arma la directiva es como que en el fondo varios querian ser presidentes, se postularon y el presidente del Partido, Juan Antonio Coloma, decidié cudl era el mejor (Elvira Tagle). El presidente de la (Juventud) UDI Nacional, él dice: ti vas.a ser el presidente de la UDI distrital, y que él (cl presidente distrital) orga- nice internamente los catgos. Pero siempre pidiendo autorizacién al presidente de la (Juventud) Nacional (Andrés Echazarreta). En el caso de la directiva nacional de la Juventud de la UDI, la de- signa el presidente nacional del partido, en este caso, Juan Antonio 344 Vietor Muro. Tamayo Coloma, Obviamente esta cuestién tampoco puede ser una desig- nacién que no tenga coherencia con lo que piden las bases [...]. En otros partidos las juventudes son como los politicos chicos, como que se entrenan para ser politicos pero de salén, y estén y hacen elecciones, y se juntan y pelean y arman bandos y es como tina re- produceién del partido a nivel adulto, pero en miniatura. Nosotros entendemos la Juventud UDI como el semillero donde tenemos que formar a los fururos servidores ptiblicos que ya a ofrecer la UDI al pais, y formarlos significa no solo en temas intelectuales, no solo en temas econémicos, en temas politicos, sino que también formarlos con un compromiso social [...]. Esta designacién que se hace, en ge- neral nunca ha generado dificultad porque todos los que entramos a la UDI sabfamos desde el primer momento que funcionaba asi [...]. FI presidente del partido se clige a través de voracidn, el presidente adulto, y él designa (al presidente de la juventud), porque estatu- tariamente est establecido como un representante de la directiva nacional del partido para la Juventud y ese es el concepto que tene- mos nosotros internamente’'. Yo creo que ha sido un mecanismo bastante eficiente que nos ha permitido mantener la unidad de la que te hablo [...]. Yo veo otros partidos donde tienen que vorar los jévenes, no hay ningdin cuidado en quién es militante, y la mayoria anda con la ficha de militancia en la mochili porque mientras mds inscribe, més votos tiene, y da lo mismo a quien ti inscribes porque tienes més votos y ganas en las elecciones. Afortunadamente noso- tros no tenemos que Hegar a eso porque tenemos otra formula, ya mi me parece que es una férmula muy positiva para lograr lo que queremos: formar servidores ptiblicos, buenas personas, honestas, capaces, no solo formar gallos que te sepan hacer una maquina para ganar una eleccién (Alvaro Pillado). +! Como mencionamos, en realidad no existen estanuros de la Juventud, y los estarutos del partido no se refieren a este punto. Sin embargo, es efectivo que en términos consuewudinatios se acepta como norma lo que menciona Pillado. 345 La Mirtanera UDI posnierarortay No es que haya un representante de los jévenes en la comision politi ca, sino que el presidente de la Juventud es ef represeneante de (Juan Antonio) Coloma (presidente del partido al momento de la entrevis ta) en la juventad, no es que la juventud ponge a su representanic sino que Coloma le dice a la juventud: este es mi representante. liso se conversa con el presidente anterior, se sondea por supuesto con los mismos jdvenes (Maria Paz Oyaratin). Resulta evidente que el mencionado caracter de “semillero entendido como tiempo juvenil de experimentacién y formacién para un futuro protagonismo adulto, no se condice con un origen de la identidad UDI que tuvo en menores de 29 afios a sus princi- pales forjadores. Es decir, no calza la valoracién “sujetos en forma- cidn” con el protagonismo que la red politica de Guzman otorgé a la generacién socializada entre mediados de los afios setenta y principios de los ochenta, cuando tanto la efebolatria transmitida por la dictadura como la propia red de Guzmén hablaban de una generacién joven que lideraria cambios trascendentes a nivel na- cional’?, Sin embargo, la actual situacién se explica en que no es sino hasta después de 1990 que las mencionadas valoraciones de juventud como actoria en “espera” y “formacién” se instalan en la cultura politica UDI, estableciendo un corte mucho més nitido entre un partido adulto que dirige la estructura nacional y accede a cargos de relevancia, y uno juyenil que opera como “escuela del servicio ptiblico” o “semillero de liderazgos”. A partir de entonces, los sefalados como “jévenes” seran sujetos con experiencias dis- tintas a las de la generacién fundadora, serin los que socializan en posdictadura y cargan con una historia en donde Guzman ya no estd presente y el partido lo dirigen los que, hasta hace poco, eran sus discfpulos veinteaferos. Basta recordar que en la fundacién de la UDI aquellos que en principio fueron los encarge- dos del Comité Juvenil, Chadwick y Longueira, eran también lidcres méximos del propio par- tido (recordemos también que Longucira deriva prontamente al Departamento Poblacional). 346 Victor Munoz Tamaya Lo popular y la militancia poblacional Lo quela UDI inauguré en 1983 con su Departamento Poblacio- nal, aquella insereidn en los territorias pobres urbanos con base en militancias activas, fue algo que, como légica y practica politica, dejé de existir en posdictadura’’, Para algunos que se involuctaron con aquel proyecto en los aitos ochenta, ello significé una pérdida que afecté la propuesta de UDI Popular en su formato original. Por ejemplo, el exlider poblacional Alfredo Galdames y el dirigen- te fundador de la UDI Miguel Flores, coinciden en que el fin del Departamento Poblacional se habria acompafiado, por un lado, de la “parlamentarizacién” y “alcaldizacidn” de la actividad militante territorial (acotada a apoyar candidatos y gestidn de los electos); y por otro, de la pérdida de heterogencidad social entre los altos di- rigentes de la UDI nacional, en el sentido de que no hubo una real promocién que diera roles destacados a dirigentes que se constru- yeron al calor del activismo poblador™. Lo claro es que después de 1990, lo que emergié en las poblaciones como reemplazo del viejo activismo UDI, fue un vinculo con los pobres urbanos a partir del despliegue territorial, primero de campafia y luego de gestién, que realizaban aquellos que disputaban y eventualmente accedian a cargos de eleccién popular, fundamentalmente alcaldes, conce- jales y diputados. Se fue dejando de lado ese trabajo de vinculacién con la gente, hasta que prdcticamente habja ido desapareciendo, porque ya no babjan medios, nada, no habia preocupaci6n, se preocupaban solamente de “Para Alfredo Galdames el fin formal del Departamento Poblacional se da en el 2004, pero suabandono es previo. “Para Galdames esto se expresa en su propia experiencia personal: su candidarura parlamen- taria por Conchali se fruscré cuando en su lugar fue designado un hombre proveniente de circulos de elite socioeconémica: “De repente empiezan con consuleas internas y cuestiones, a reunir a la gente, a preguntarles, y yo dijes pero cSmo es esta cuestidn si nunca lo han hecho y por qué lo estén haciendo conmigo, ¥ bueno, empezaron a manoseat y al final la cucstién no result6, al final crajeron a Crazar Ochagavia para acd. ;A Conchalil.. seguramente pasé cenando iba al aeropuerta”. 347 La itttancia UDI pospicraroriat 348 los dipurados, de los alcaldes y de mantener wna estractura que k sirviera paral camparias, ya no habia un trabajo de preocupars del tema social como Jo habiamos hecho anteriormente, solamente habia un cuento de tener algo para cuando venga la campana, «le rener una buena estructura y poder conseguir voros |.-.]. Yo veo que hoy dia cada ver mas la genre que empieza a acceder a cargos) funciones dentro del partido, es gente que viene de los sectores mui acomodados de este pals, por lo tanto, en alguna medida, vuelve a reproducir un partido mas de derecha tradicional [...|. la UL! tenia un sentido distinto, fbamos a tener una mayor vinculacién con lo social, con la gente pobre, de estar ahi, de estar trabajando con a gente y era pricticamente un apostolado que se hacia, pero hoy dia no (Alfredo Galdames). Hasta el 90, hasta antes que se elijan los parlamentarios [...] habia cierta equivalencia en los roles de un dirigente universitario con el otro dirigente poblacional [...]. El universitario fue elegido dipura- do y el poblacional siguié siendo dirigente poblacionak; y se produ- ce de a poco, una creciente parlamentarizacién [...]. Se empieza a producir que el poder, que la toma de decisiones, ya no esté en estas asambleas grandes de toda la zona sun de toda la zona norte, sino que esta en los parlamentarios. Hay otro niicleo de poder de un dia para otro. Estaban estos 13 compadres de la directiva y pasa que este grupo de dirigentes poblacionales muy activo, muy aguerridos, muy combativos, gente bien peleadora, gente que pelea con el Par- tido Comunista en las poblaciones, terminan siendo —y por eso es que es duro-, terminan siendo empleados de estos nuevos grupos de poder. :A dénde deriva? Que finalmente pasan a ser parte de la oficina parlamencaria. Y por lo tanto, al cabo de poco tiempo, hay un traspaso de poder, de una cosa muy transversal, muy homogénea, muy democrética en esa instancia, hacia un grupo [...]. O sea, el poder politico, el poder dentro del partido, sc traslada hacia los par- lamentarios [...]. Y donde hay buenos parlamentarios, hay un muy buen partido; un partido sélido con mucha discusién, con debare Vicior Munoz tamayo interno, con patticipacién [...]. Hoy dia est rodo centrado desde la légica del parlamencatio, desde el trabajo de le oficina parlamentaria [ocek: Pero ya no existe este trabajo que se hacia, porque quizd ya no és prdctico hacerlo, este trabajo que se hacfa aqui en Santiago, que ti penettabas poblaciones, sectores trbanos (Miguel Flores). Dentro de esta nueva légica de conexién con cierta militancia Jores, popular, los que acceden a un activismo diario, siendo pob! son los que trabajan para algiin alcalde, concejal o dipurado, ges- tionando sus candidaturas en terreno y estableciendo vinculos con vecinos y dirigentes sociales. La militancia popular UDI (aquella que firma registros y se inserta orgénicamente) queda constituida por dos tipos de militantes: una capa de funcionarios asociados a la actividad municipal o parlamencaria, que son los que cum- plen labores militantes a diario, y un segundo circulo de militantes esporddicos que son conyocados a las instancias territoriales mas masivas y que en determinadas coyunturas, fundamentalmente campaiias, asumen roles remunerados de cierta responsabilidad. EI grueso de los que se movilizan y trabajan en las campafias no firman militancia ni ingresan orgénicamente a ella, pero son parte de las redes de apoyo UDI, ya sea porque establecen nexos de na- turaleza clientelar con el partido (por ejemplo, personas a las que se les consiguiéd empleo por via de redes politico-empresariales, oficinas parlamencarias, alcaldias © concejalias), porque son con- tactados patra los servicios remunerados de campafia, o porque son lideres vecinales afines o simpatizantes en general. La concejala UDI por La Pintana, Abigail Acosta (electa en el afto 2012), tiene un perfil que ilustra aquel militante popular que es empleado en labores asociadas al partido y que desde ese lugar coordina a los militantes esporddicos y redes de apoyo. En su testimonio, del que a continuacién transcribiremos un extenso extracto, se observa también cierta continuidad de las valoracio- nes que el Departamento Poblacional difundié e interpreté en las poblaciones: el rechazo a la lucha de clases, una apuesta por la superacién de la pobreza pero no contra la desigualdad; el ideal 349 La sitrranera UDI rosnietarortat de la armonia entre ricos y pobres; la valoracién de la labor qui “los de arriba” (ciertos "politicos honestas”, “se! idores priblicos’ de clase alea y empresarios) realizarian por “los de abajo” (“nose tros”, los mds pobres, pero que “queremos dejar de ser pobres”) y por dltimo, el rechazo a la imagen de un pobre que espera \ solicita constantemente la ayuda estatal o municipal, valorindow su opuesto: el esfuerzo individual, el trabajo y el emprendimientyy como caminos para vencer la pabreza: Yo estaba en la universidad y necesitaba trabajar, y yo fui donde Joaquin Lavin, estaba en la campafa de alcalde de Santiago [...]. Enconces me pregunta de dénde era y yo le dije de La Pintana y me dice él: “Alvaro Cruzat va candidato a alealde por La Pintana, es muy amigo mio” y como yo era de La Pintana me vine a trabajar con Alvaro. Yo queria que alguien me respondiera todas mis dudas y Alvaro se senté un dia conmigo y me dice “mira Abi nosotros te- nemos esto y esto y estas visiones”, yo le digo, eran las mismas que yo tenia para Chile. Pero por qué si ustedes piensan lo mismo que yo, por qué la gente no les cree a ustedes, por qué dicen que uste- des los ricos nunca van a bajar y los pobres nunca van a ser ticos por qué. Y él me explicaba [...]. Llegué a ser UDI, pero UDI de verdad. {...J- Yo estaba en una piecita haciendo como volantes y un dia equis Alvaro me dice: “no Abi, ti anda a hacer una reunidn equis”, y yo con la gente empecé a explicarle lo que era Alvaro Cruzat, porque para mi era muy importante llegar al candidato, quién era el candidato para poder convencer, entonces como yo tenia una cercania con Alvaro, empecé a juntar gente [...], Se fue como agrandando, y ya pasé a las reuniones masivas, con espectaculos [...]. Yo todavia no era militante, yo empecé a trabajar con la gente, iba de un lado para otro, iba dando las ideas de Alvaro hacia Ia alcaldfa que era en ese momento, pero yo fui como enamorindome de su forma de hablar, enamorindome de Ja UDI, empecé a conocer gente, a Chadwick, conoef a Pablo Lon- gueira, mi gran idolo [...]. Alvaro no salié, quedé Rodrigo (Arellano) como concejal, y Rodrigo me metié a trabajar a mf como secretaria. Rodrigo me dice “zy te llega la UDI, te sientes?”, yo le dije: “yo me 350 Victor Munoz Tiamityo siento parte de ki UDI, es lo que yo quiero, es lo que yo creo y lo que piensa” [...]. De Rodrigo Arellano fui jefe de campaia en el segundo periodo, yo veo la contratacién de terreno, veo la gente que pinta en las noches, veo, no sé, las ferias, los casa a casa, veo las reuniones ma- sivas [...|. Tengo un grupo de trabajo de sefioras, yo formé mi grupo go ung de sefioras jefas de hogar, por sectores [.-.]. Aqui tenemos E Castillo que tengo una presidenta de la junta de vecinos [...]. Entonces, yo hago reuniones en lugares que son socialistas, concertacionistas, PPD yella habla con la presidenta y me juntan la gente y yo voy. Ella es como mi punta de lanza, ella trabaja en las campafias mias, 0 sea, yo le pago sus lucas mensuales (...]. Supongamos, voy a hacer un casa a ‘casa, junto siete personas que son con las que trabajo yo: “Chiquillas vamos a hacer un casa a casa y vamos a barrer El Castillo” [...]. Se les paga por todo ocho lucas, lo que pagamos nosotros hace cuatro afios atrds, feria, volanteo, todo eso a $8,000 [...]. Trabajo con la gente madura porque sabe hablar del rema, sabe Megara la duchia de casa, sabe llegar a la junta de vecinos, porque habla de su misma experien- cia [...]. Dos que estén llegando ya se hicieron militantes, pero por un tema de ellas con el partido, viendo como trabajébamos nosotros, Hegaron con las mismas dudas que yo llegué una vez. Pero yo no estoy para convencerlas a ellas que sean de mi partido, porque yo no convenzo a la gente que sea de mi partido, la gente, yo quiero, que cuando vayan a ser militantes sean de corazén, O sea, yo le explico lo que somos, pero que decidan ellos [...]. Yo me fui dando cuenta que la gente que pide ayuda, que la gente que pide que le abran las puertas, del 100%, un 60% son unos abusivos de porqueria, gme entiende, me sigue? Significa que la gente de abajo que siempre estin que nadie los ayuda, que nadie los apoya, que siempre son pobres y todo, es mentira, son unos flojos y unos conformistas de porqueria, porque lo tinico que hacen es pedir que les den, que les den, que les den y no tienen la capacidad de salir adelante y eso me hizo decidir dénde estoy yo ahora [...]. Abusa la gente pobre, abusa de la gente rica [...]. Sf, por qué, porque les piden ayuda, que les falta una cama, que les piden que no tienen para comer, que no tienen esto, que no tienen lo otro. Y los de arriba, lo que hacen es dar eso, pensando que ann La mitrrancis UDT posmicraroriat eso soluciona, y no pues, porque primero te piden ina cama, despues te piden una cocina, después te piden plata y esa asi, entonees ye soy como el filtro, qué hago yo: los de arriba bajan las ayudas ys canalizan para dénde yan, se da trabajo, yo no doy el pescado, doy bi cana de pescar, zme explice? [...] Entonces qué hago yo, los de arriba me llevan a empresas privadas, que son empresas de trabajo, coma empresas de guardias, empresas de aseo, empresas de na sé, empress de unos tipos de consorcios y puro trabajo |. ..J. Mejor le doy la cana de pescar y usted ve cudino pescado va a recogiendo en el dia, o sea preficro dale el trabajo y usted ve cuanto tiempo mantiene a su fami- lia, Aqui me he ganado una de garabatos por dar trabajo, como hay gente que me lo ha agradecido, hay otras que se han dado el lujo de dejar botados los trabajos, y asi vamos cambiando el sistema, vamos cambiando la forma de pensar [...]. Y estoy acd, y ahora candidata a conegjal por La Pinrana, UDI. Rodrigo fue dos periodos y ahora yo soy la candidata de Rodrigo (Abigail Acosta). Como apreciamos en el testimonio, se trata de una militance que escala en su labor funcionaria como secretaria de concejal y operadora de campafias, siendo hoy una de las dirigentes UDI que accedié a ser concejal en la comuna popular en la que habita®, cuestién que no es tan recurrente, puesto que muchas conceja- lias UDI de comunas pobres son copadas por un perfil externo al territorio, muchos de ellos jévenes que inician su carrera politica y que provienen de “la Juventud”, el gremialismo universitario y conexiones con la Fundacién Jaime Guzman, El caso de Abigail re- presenta el perfil més tfpico de dirigente poblacional de la UDI en posdictadura, el de un activista que no busca producir masividad militante en el territorio a fin de dar una lucha “palmo a palmo” contra la militancia de izquierda (0 sea, lo que fue el Departamen- to Poblacional), sino que lleva todos sus esfuerzos a incrementar sus contactos con redes pobladoras en funcién de movilizar apoyo Como se observa en el restimonio citado, esto iilkimo no queda registrado en la entrevista, que fue realizada con anterioridad, 352 Vietor Mufioz: litmayo electoral y fuerza de trabajo remunerada para campanas, areas n0 separadas del todo entre si, pues se asume que el que trabaja para campaiias es también, potencialmente, un elector que puede esta- blecer lealrad y vinculo identitario con la candidatura y su partido, De este modo, ni la militancia UDI, ni la militancia de izquier- da mantuvieron la forma que tuvieron en dictadura, y mientras esta segunda perdié masividad y se debilité junto a las redes orga- nizadas del movimiento poblador, la militancia UDI se adapté a estas nuevas circunstancias en que ya no se percibia una “amenaza comunista” que enfrentar. De algtin modo, podriamos interpre- tar que el tipo de politizacién pobladora de la UDI de los afos ochenta, con bases territoriales y una cultura activista cercana al pinochetismo, nunca estuvo en sintonia con el ideal UDI de una sociedad despolitizada. De esta manera, no estando ya presente el movimiento poblador politizado de izquierda, se volvi6 a lo que se consideraba dptimo: la despolitizacién de lo social, en donde no se juzgaba necesario ni recomendable un activismo militante organico extendido y cotidiano en las poblaciones, sino el des- pliegue acotado y eficiente de “operadores” que movilicen apoyos estableciendo nexos clientelares y vinculos con organizaciones, li- derazgos locales, militantes de activismo esporddico y simpatizan- tes. Entonces, la UDI concibié lo popular como un lugar a copar en el sentido de buscar la conexién que impulsara el éxito electoral del partido, conexién focalizada en la movilizacién de votantes y el apoyo a alcaldes, concejales y parlamentarios. Esta vez, la prin- cipal lucha serfa por votos, y en ese marco, perfiles militantes de una nueva generacion activista, como los de Abigail Acosta, seran la expresién de lo que se comenzé a entender por militancia UDI poblacional en el contexto de la posdictadura. Generaciones, poder y sensibilidades internas Iniciado el siglo XXI, los dirigentes que estan al mando del parti- do desde la muerte de Guzman son atin muy jévenes para pensar 353) La miuiraneta UDI pospicraroriat en el retiro, y ocurre que lideres de una generacién posterior, (ii no fueron fundadores de la UDI ni discipulos direetos su lider asesinado, comienzan a explicitar sus intenciones de conduccion Paralelamente, pero con mayor intensidad tras la conquista del gobierno por la derecha el 2010, aparecen piiblicamente cierivs matices de diferencias al interior de los principales cuadros, ya se. por cuestiones valdricas (la discusién por el estatus legal de las con vivencias homasexuales) o socioecundmicas (debate tribucario) lo que Ja prensa comienza a presentar como incipiente censidn entre grupos mas “doctrinarios”, que apelan a la defensa de Jos principios fundacionales en las mencionadas materias, y otros abiertos a revisionismos. En lo valdrico, la tensién se expresé publicamente cuando en junio del 2011, 35 de los 39 diputa- dos UDI dieron una conferencia de prensa criticando la inten- cin gubernamental de promover un proyecto que legalizara las uniones de hecho, incluyendo las uniones homosexuales, y que recibirfa por nombre: Acuerdo de Vida en Pareja, AVP. La con- ferencia llamé la atencién medidtica dado un gesto en particular; la exhibicién de los diputados de una sefal de transito, un “disco pare”, como mensaje al gobierno. A parte del enfrentamiento con el ejecutivo, esta polémica implicaba también una censién inter- na, pues el AVP tuvo como antecedente un proyecto gestionado por el dirigente de la UDI Andrés Chadwick junto al RN Andrés Allamand denominado Acuerdo de Vida en Comin AVC, dato sensible si se considera que Chadwick era el ministro UDI con mayor peso politico al interior del gabinete. En lo socioecond- mico surgieron diferencias cuando ciertas lecturas, ancladas en la idea de “partido popular”, promovieron potenciar las politicas es- tatales para la superacién de la pobreza y aumentar la regulacion del mercado, articulando incluso un discurso “contra los abusos” “Ver “UDI oficializa reclamos por conduccién y Hinzperer alista ronda de contactos”. Le Segunda, 2 de junio 2011, * Ver Rivas, Claudia: “El mapa de las diferencias internas que tensionan a la UDI". E? Mos. snedor. 20 de agosto 2012. 354 Vieror Munoz Tiemayo de cierto empresariado. Un hito de esta tensién se dio cuando en el 2012 una eventual reforma tributaria enfrenté la disposi Gén favorable de Pablo Longueira, con el total rechazo de Jovino Novoa. Ese mismo aio, Novoa publicé Con la fuerza de la li- bertad, libro en donde hace un llamado explicito a retomar los principios doctrinarios senalados por Guzman y no gobernar con ideas ajenas como serian la biisqueda de la igualdad y la mayor intervencién del Estado". Ya entonces la prensa hablaba de un enfrentamiento entre “doctrinarios” y “pragmaticos”, aunque los mismos medios advertfan en el sentido de que la correlacién de fuerzas no unfan en un mismo bando a quienes eran mds flexibles en lo yaldrico y en lo econdémico, siendo Novoa un ejemplo de ello, al ser descrito como liberal en ciertas materias valdricas® pero muy dogmatico en temas tributarios”’. La irrupcién de nuevas gencraciones UDI socializadas poste- riormente al contexto fundacional, se conecta con esta dindmica interna referida a diferentes sensibilidades en las disputas por la conduccién del partido. Se trata de una relacién dificil de abor- dar pues la UDI valora fuertemente la cohesién partidaria y no ha desarrollado facciones o tendencias con alta visibilidad, capa- ces de estructurarse orgdnicamente y dotadas de cierta tradicién. Pero si bien no ha habido un faccionalismo abierto, permanen- te y organizado, sf se han producido cambios significativos en el modo en que se han expresado diferentes sensibilidades. Un aspecto central en ese sentido es que, iniciado el siglo XXI, la UDI vivid dos coyuncuras de disputa electoral para la renovacién de directiva, cosa que hasta los afios noventa siempre sc evité pues se priorizaba el consenso de una lista tinica a refrendar. Fue en el 2008 que hubo una primera eleccién de directiva donde los Ver Nowoa Jovinu. Com ln fuerza ue la libertad La batalla por las ideas de cenera-derecla en el Chile de by. Planeta, La Tercera. Santiago, 2012. ™ Por ejemplo, Novoa nicga corundamente la posibilidad de un mattimonio homosexual, pero seinala coma posibilidad la regulacién de ese tipo de uniones mediante un Acuerdo de Vida en Comin. Ver Novos Jovino, Con la fitersat de la libertad. © Ver Rivas, Claudia: “El mapa de las diferencias internas. 355 La siitaNcra UDI posnieraroriat 800 consejeros generales del partido debieton decidir entre una lista eneaberada por Juan Antoni Coloma y Victor Pérez: y otra por José Antonio Kast y Rodrigo Alvarez, obteniendo el triwnli) la primera de ellas. E] afio 2010 el cuadro electoral de disputa abierta se repitié, nuevamente el diputado Kast versus el senador Coloma, y nuevamente se impuso Coloma. ;Qué marcaba las di ferencias entte uno y otro grupo? Siendo la UDL un partida «an cohesionado, zqué era lo que motivaba en la militancia el apoyo a uno u otro? Se especulé mucho en Ja prensa en torno a que habria tres puntos que concentraban las distinciones: a) se dijo que Kast representaria una sensibilidad mucho més conservadora y dogmé- ticamente catdlica en lo valérico; b) que en lo socioecondmico el diputado defenderfa enfaticamente los fundamentos neoliberales de la doctrina fundacional, mientras que Coloma representarfa un pragmatismo dispuesto a flexibilizar posturas en el debate politico; y ©) que Kast representarfa a un militante mas joven que los “co- roneles”, y que su candidatura significaba, basicamente, acelerar la sucesién generacional en la conduccién del partido. Es la tercera de estas menciones la que més se repiti6 entre los entrevistados del presente estudio. ¢Por qué Kast representarfa juventud y renovacién generacio- nal? El diputado, tanto en la primera confrontacién interna como en la segunda, fue presentado medidticamente como parte de una generacién joven, no obstante, en la primera eleccién tenia 42 afios y en la segunda 44, cosa que objetivamente no significaba “irrupcién juvenil” si consideramos que Pablo Longueira tenia 39 afios cuando asumié la presidencia de la UDI en 1998. ;Qué hacia que Kast representara juventud y renovacién generacional frente a Coloma en el 2008? ;Dénde estaba el deslinde generacional entre ellos? La gran diferencia es que mientras Coloma fue discipulo de Guzman desde mediados de los afios setenta, miembro del FJUN desde 1975, presidente de FEUC en 1977 y fundador de la UDI el 1983; Kast habja socializado en el gremialismo universitario en el contexto en que los gremialistas pierden el control de FEUC en 1985, siendo electo representante estudiantil al Consejo Superior 356 Vietor Munoz Titnayo dela UC en 1986 cuando la oposicidn lideraba la organizacién es- tudiantil, y si bien conocié a Guzman y se le considera su discipulo (estudid derecho en la UC y fue lider gremialista, lo que implicaba ser formado por Guamdn), su trayectoria, atin remprana en 1991, no lo faculté para conducira la UDI desde los anos 90. Es decir, las marcas historicas que definen la socializacién politica de Kast son muy diferentes a las de Coloma y mientras este tiltimo asumio con otros pares generacionales la conduceién del partido tras la muerte de Guzman, conformando aquel circulo de poder que la prensa ha llamado “Los coroneles” (junto a Chadwick y Longueira, més el coetaneo de Guzman: Novoa), Kast entré a la vida partidaria sin esa experiencia y estatus. Por ello, la militancia UDI asume que un elemento que definié el apoyo a Kast en estas dos elecciones es el promover una sucesién encabezada por aquella generacién que socializa a fines de la dictadura y que no es fundadora del parti- do UDI, experiencia comtin que compartirfan lideres como Darfo Paya (candidato derrotado a FEUC en 1986)*" y Rodrigo Alvarez (presidente del Centro de Alumnos de Derecho UC en 1987)”. En otras palabras, se sostiene que Kast representarfa a un grupo mds joven que los “coroneles”, el que presionaria por incidir en la direccién de la UDL Gran parte de los testimonios que destacan este factor generacional en las disputas internas del 2008 y 2010, tienden a negar o matizar la importancia de los otros factores plan- teados por la prensa; fundamentalmente rechazan que la contienda se librara entre posiciones valoricas: Muchos lo Hamaron la rebelidn de los jévenes [...]. La UDI has- ta el ao 2004, 2005 tenia una estructura stiper cerrada, en que si bien existe la Comisién Politica, al final la toma de decisiones re- cala en cinco, seis personas [...]. Se fue formando una generacién "Luego diputado entre 1994 y 2010. Se le considerd por mucho tiempo el lider de la “nueva generaci6n’, pero desde et 2010 se alejé de la primera linea politics. © Ouro liderargo que compartia estas caracteristicas pero que luego se alejé de la UDI, es el de la exdiputada Marcela Cubillos, 337 La mustancra UDI pos 358 OTATORIAL stiper buena, que ya venta desde la universidad y que tenian enrges relevantes, en su gran mayorfa eran Dipucidos, que sentfan que si opinién osu forma de hacer ciestas cosas no era escuchada dentro de este yrupo que tomaba las decisiones. Fue sobre todo, tuna expeci de llamado de arencién de que ciertas cosas, después de un tiempo hasta ahora, tenian que hacerse de otra forma (...). Yo te dirfa que el tema valérico no eta el ¢ema de fondo [...]. Yo say un gallo bastante liberal, y encontraba que lo que estaba hacienda José Antonio valiy la pena. Yo las dos veces apoyé a José Antonio. No se peleaba por temas valéricos, ni politicos, porque todos en la UDI, salvo algunos matices, creemos basicamente en lo mismo (Rodrigo Arellano). ‘A mf me parece que lo que ha sucedido aca, es que estamos en esa etapa en que las empresas familiares Ilegan a un momento -y no porque la UDI sea una empresa, sino que organizacionaliente— en que los fundadores tienen que empezar a pensar cémo este proyecto avanza sin cllos [...]. Yo apoyé a Kast en esa eleccidn [...]. Yo creo que no era un tema valérico, porque Juan Antonio y José Antonio opinan lo mismo, sin perjuicio que aquello puede haber sido utiliza- do como una estrategia de diferenciacién entre ellos. Ah{ habfa una tensién de fondo, era por espacios de poder para nuevas personas (Ernesto Silva). En eso no podia competir Juan Antonio con Kast (se refiere a los temas yaléricos) porque son lo mismo [...]. Juan Antonio es igual que José Antonio Kast en esos temas (Pablo Longueira). EI 90% de los que tenfan mas de 40 afios votaba por Coloma, y el 90% de los que tenian menos de 40 aos votaba por Kast, En mf caso voté por Kast sin estar 100% de acuerdo con él en todos los temas. Es que en la UDI las diferencias no estan marcadas por temas de posi jonamiento ideoldgico, entre Kast y Coloma la dife- rencia ideolégica pricticamente es nula, tiene que ver basicamente con cémo entender el desarrollo del partido, cémo va a ser el posi- cionamiento estratégico de mediano y corto plazo, no principios, no Victor Munoz lamayo hay principios que los diferencien |...]. Lo que separa las aguas entre el partido hacia adelante, con uno y otro tiene que ver con proye renovacidn de dirigencia, de pasar el restimonio a la generacién que sigue (Gonzalo Miiller). En el fondo hay un grupo de personas que dice: “nos toca ahora tros estar en este puesto” y hay otto grupo de personas que no todavia", Si ni ves fa generacién de Juan Antonio Coloma ano dic soi personas que bordean los 55 aitos, 0 sea, ellos partieron muy temprano en la actividad politica [...] pero ellos entienden que el traspaso 0 que su partida del partido debe ser un poco mds adelante, que todavia tienen mucho que aportar y es sumamente legitimo. Yes legitimo también, por el otro lado de las nuevas generaciones, que- ret, el tener como las ansias de poder influir cada vez més [...]- Los que encabezaron estos bloques por llamarlos asi, son personas muy similares desde el punto de vista valérico. Entonces no hay una gran diferencia (Arturo Squella). Sin embargo, hay quienes, a propésito de los enfrentamientos electorales para renovar directiva UDI, si enfatizan algtin tipo de diferencia en los contenidos doctrinarios, ideas programaticas y concepcién del rol del partido en la sociedad. Estas lecturas, si bien reconocen la importancia del factor generacional en el en- frentamiento de Coloma con Kast, suman consideraciones que relacionan dicho elemento generacional con reflexiones y posicio- nes asumidas por los grupos de apoyo en cada candidatura. En lo concreto, tales opiniones tienden a atribuir posiciones mas conser- vadoras a los cuadros més jévenes, los que habrian sido al mismo tiempo seguidores de Kast. Esto lo relacionan tanto con el hecho de que el propio candidato representaria dichas ideas, como con un juicio en torno al perfil de las nuevas generaciones que apoyarian a Kast: serfan trayectorias influenciadas por la formacién doctrina- tia de sello conservador que otorgaria la FJG en los movimientos gremialistas y en la juventud UDL. En general, sucede que aquellos que més resaltan cierta diferencia doctrinaria entre las fuerzas que 359 La mitttancia UDI pospicraroriaL representarfan Kast y Coloma son, o aquellos mds liberales (ju rechaz aban el discurso de énfasis moral-religioso del primero de ellos, 0 aquellos cuadros que se involucraron intensamente con el proyecto del dipurado viendo en su candidatura la posibitidad dle “retornar” a Ja macriz doctrinaria fundacional, lo que implicaba un rechazo a cierto “pragmatismo” de “partido grande”, es decit, a aquella orientacién que, en pos de perseguir populatidad, des cuidaria cuestiones que serlan fundamentales para la historia de fa UDI: los valores intransables que Jaime Guzman plasmé en la Declaracién de Principios de 1983 y que sus seguidores habrian refrendado en Punta de Tralca el afio 1991: Mas que un tema de ideas, de reivindicacién de ciertos valotes per- didos ~que hay algo de eso- el grucso, lo que explica el fenémeno de José Antonio, al menos en su candidatura inicial, es un clamor de que generaciones mis jévenes participen de verdad en la conduccién [...]- Yo en esos aiios, en esa experiencia, me sentia obviamente més cercano a Kast que a Juan Antonio [. . Son mis amigos, son mi compafteros de ruta con los cuales hemos crecidos juntos en politica [-..J. Yo creo que ahi, lo que habia ahi, era un teclamo de decir: nosotros rambién queremos estar en esto, necesitamos aprender a conducir este partido [...]. Hay un debate val6tico y lo da un grupo de gente joven, y ese grupo tiene su origen en la fundacién Jaime Guzman [,..]. Son més conservadores, probablemente, porque la Fundacién, durante muchos afios, fue un lugar que destacé mucho ese aspecto de la politica, del mensaje de Jaime, del ideario de Jaime (Miguel Flores). Yo estaba con Kast. © sea, obviamente hay un tema generacional [...]. Hay otra tensién que en algtin minuto se ha planteado, que es que: ta tienes un partido chico pero influyente, versus un partido grande, que es més inclusivo obviamente, pero que es menos influ- yente porque no puede tomar posiciones tan dererminadas en un t6~ pico. En la medida que un partido es més chico, obviamente es més facil ponerse de acuerdo, en la medida que un partido es més grande 360 Victor Muvinz: Titmayo es mas dificil porque obviamente son mucho mas heterogéneas las personas que estan ahi, Entonces de alguna manera lo que plantea- ban estas personas, las que apoyaban a Kast, era que conceprualmen- te le UDI tenia que pasar a ser un partido chico. Conceptualmente, no en términos de voros, obviamente cualquier partido quiere tener la mayoria. Eso implicaba que volviera a poder tomar posiciones sélidias que a veces podian ser impopulares, Por ejemplo los temas de familia, como el tema de la pildora del dia después (Jaime Bellolio) En términos politicos yo te dirfa que en el grupo de Kast son me- nos pragmiticos politicamente, creo que en el grupo de Coloma son més pragmaticos, y creo que el grupo de Kast mezcla la religion y la politica de una forma que no es sostenible en el tiempo [...]. Yo creo profundamente en que uno de los mejores servidores piblicos que tiene la UDI es José Antonio Kast, y no voy a cambiar nunca esa opinién, porque es un tipo que hace la pega, trabajador, dedi- cado, pero a mi las sentencias morales me agoraron en la vida, yo si cteo en la diversidad [...]. Efectivamente los jvenes estaban con Kast, ;qué j6venes? Los jévenes de la juventud de la UDI porque Kast es metédico, es alemén, y ha hecho mucha formacién ahi, no solamente él, sino que Gonzalo Rojas, quien ¢s fundamental en la formacién de los cuadros juveniles que apoyan a José Antonio (Maria Paz Oyarain). Muchos sentimos que habfa una renuncia a ser coherentes con los principios doctrinarios de la UDI, de defender ciettas cosas y callar respecto de ciertas cosas que hay que defender -como qué— por ejemplo los temas morales culturales. Que José Antonio haya sido cl Ginico parlamentatio y por lo tanto criticado injustamente como taliban por el tema de la pildora del dia después. Ese es un manda- to que le corresponde a la UDI por doctrina asumir, el tema de la familia, el tema de divorcio, el tema de los impuestos, Hace mucho tiempo algunos vemos que la UDI ha dejado de tener esa cohe- rencia, esa unidad en torno a ciertos conceptos morales, valéricos, que la hicieron nacer: nosotros defendemos esto y se defiende esto 361 La mittrancta UDI pospietavortar aunque perdamos todas las elecciones, eso ta UDI to fue perdicn do secundé, de la cual yo soy solo un secretario, un acompanante, ei Lo que quiere hacer José Antonio y toda la gente que by devolverle a la UDI ese espiritu y coherencia de su proyecto origi nario [...]. En la UDI no hay facciones, la militancia en general ve Ahora, yo tengo la opinién personal de que esta encrucijada es rns que es un tema de énfa sy no un tema de encrucijadas finales real que aparente, entonces yo creo que efectivamente si la UDI no da un gito, vamos a terminar como el Partido Popular Espaiol, acomodado, conciliando todas las cuestiones morales, y al final la UDI no nacié para eso. Ti lees la Declaracién de Principios de la UDI y es muy dura, muy dura desde el punto de vista del contenido doctrinario que hay ahi, o sea, postular que hay un orden moral objetivo, que la familia es el niicleo fundamental para la so- ciedad, son cuestiones que hoy dia en politica no se dicen y la UDI lo tiene en su Declaracién de Principios, Kast no inventa nada més que volver a eso. No hay corrientes cn la UDI, o sea, la gente que estuvo con Kast, un diputado que estuvo con Kast, mafana puede estar con cualquiera [...]. Obviamente que José Antonio se junta a analizar politica con los diputados mas jévenes, que son mas cerca- nos a él, ellos ven en José Antonio un referente, si yo fuera diputado joven yo me juntaria con Kast, no me juntarfa con Juan Antonio, probablemente, pero es un tema que no dice relacién con facciones (Max Pave7} Independiente de las diferentes apreciaciones sobre los deslin- des concretos que separaban a las sensibilidades que apoyaron a Kast y a Coloma, es claro que hubo una correlacién que no solo expres6 el apoyo de las generaciones mas nuevas a Kast, sino que también cierto agravio de la generacién fundadora alineada con Coloma, quienes sinticron que los mas jévenes no estaban siendo suficientemente prudentes y justos. En este sentido, los coet4neos de los “coroneles” tendfan a considerar que lo éptimo era consen- suar una lista como siempre se habia hecho, y no vieron con bue- nos ojos que “los jévenes” levantaran una candidatura a competir, 362 Vietor Munoz Tamaya no solo porque consideraran que todavia no era el momento de la sucesién generacional, sino porque estimaban que en el partido se habian dado amplias garantias y posibilidades para la irrupcién de nuevos lideres. En esa linea, Pablo Longueira relara: Yo fui presidente de la UDI de 39, 38 aftos. En la primera eleceién nosotros tenfamos mayores de cuarenta, dos, tres personas, y todos ndole mucho e Hemos ido siempre abri rentamos 29, 30, 31 |. pacio a la juventud. ;Por qué? Porque hubo un tronco, Jaime cons- truyé generacionalmente a mucha gente. Jaime venia acumulando, no sé, a los Novoa, a los Larrain, a los Chadwick, a los Coloma, los Longueira, no sé, los Paya. Y a este tronco, nosotros siempre los fuimos incorporando [...]. ¥ nosotros el primer problema que tuvimos en ese punto de la renovacién, es cuando nos desafian con la candidatura de Kast, habiendo tenido nosotros siempre... (ace una pausd). Imaginate que yo me trasladé (de distrito) para qué, para que él (Kast) fuera diputado. Imaginate, de qué “tapén” me podian acusar a mi, de qué “tapén” podian acusar a Juan Antonio (Coloma) que habfa saltado al Senado y habia dejado a Uriarte, de qué “tapén” podian acusar a Andrés Chadwick que salté a senador, a Cristian Leay que salté de candidato a senador en la segunda (regién) y no gané y dejé a la Claudia Nogueira. © sea, si ti miras ademas, no hay ningiin lider histérico en la UDI, ninguno, ademés con su trabajo en su distrito, que no haya dejado relevo [...]. Pero nos enfrentan sorpresivamente, levantando una lista, tanto, que yo me entero por la prensa [...]. Y la reaccién al tiro fue llamarme: “Oye, huevon, Kast presenté una lista al final. Tienes que hablar con él...”. “;Cémo?”. “Si, dice que va hasta el final”. “;Y por qué?”. “No, que la renova- cidn, los jévenes,..” [...]. Estaba Hernan Larrain de presidente y nosotros le habiamos entregado la Secretaria General a la generacién joven y ellos eligieron a Paya. Y entre ellos se empezaron a agarrar porque la queria también Rodrigo Alvarez, y entre ellos se agarraron pero al final, ya, gan Paya. :Para qué? Para que ellos empezaran en el aprendizaje, toma de decisiones, ya en el partido. Pero agrégate que eran diputados todos estos tipos, porque nosotros tenfamos cuarenta 363 La Mitrrancia UDI pospietaroriat y tantos aos y elloy eran la bancada mas joven de Chile y los sena dores mas jtivenes de Chile, Entonces, levantaron esta de na as dela nueva generacién, “los espacios a nosotros”. Lo tinico que habiamos hecho siempre era generar los espacios, habiendo creado los distritos en la UDI y se los enttegibamos a ellos. Y adicionalmente en la di rectiva, habiamos tomado la decisién cuando Hernsin era presidente que la secretaria general la ocupaba, no Juan Antonio, ni yo, ni nadie sino una generacién joven, :Para qué? Para ir construyendo el tras paso. Y nos levantan (una lista), Hernin dice que no ala reeleccién y Juan Antonio levanta la candidatura y tiene que enfrentar a Kast, Y ahi digo yo, perfecto, esto se gana demoriticamente y enfrenta- mos a estos jévenes y los derrotamos. Asi que yo asum/ la jefatura de Juan Antonio, recorré Chile y les sacamos la cesta [...]. Por primera vez se resolvia el liderazgo en una cleccién competitiva, entonces se dio en un marco sin descalificaciones, con mucho respeto [...]} no se generan fracciones porque al final fue con mucho respeto (Pablo Longueira). Hay un aspecto que explica, en parte, la relativa corresponden- cia entre nuevas generaciones UDI y los sectores que reivindican cierto retorno a los origenes en la defensa de principios doctri- narios, particularmente de naturaleza valérica-cristiana. Dicho aspecto es la intensa labor formativa que realiza la FJG en los mo- vimientos gremialistas universitarios y en la juventud UDI desde los aftos 90". Tal como lo menciona Marfa Paz Oyarain en el testimonio recientemente citado, un hombre clave en esas iniciati- vas de formacién es Gonzalo Rojas Sanchez, quien continuamen- te ha hecho una defensa explicita tanto de una impronta valérica * En relacién al particular énfasis catdlico conservadar de los cuadros més jOvenes, Stéphanie Alenda suma otro dato relevanie: sepiin wna encuesta realizada el 2007 a 111 delegados al Consejo General de la UDI, ef 58% de los delegados menores de 40 afios participaba acciva- mente en agrupaciones catdlicas de tinte conservador come Opus Dci, Legionarios de Cristo Y Schoenstaet, proporcién mayor que la de los delegados de més edad. Ver Alenda, Stéphanie. ‘Cambio e institucionalizacién de la “nueva devecha" chilena (1967-2010)”. Revista de socio dogia politica, nimero 52. Parand 2014, 364 Victor Mujioz Timaya conservadora de la UDI, como de las transformaciones econdmi- cas ¢ institucionales de la dictadura, incluso de la figura de Pi- nochet y el pinochetismo, al punto de haber sido director de la fundacidn que lleva el nombre del exdictador. Gonzalo Rojas plan- tea que habria algo que se ha perdido en la UDI, particularmente en la conduccin, y eso seria la fuerza para seftalar y defender los principios de inspiracién cristiana refrendados en la declaracion de Punta de Tralea en 1991. Sostiene que dicha pérdida se debe a un giro secular-liberal impulsado fundamentalmente por Chadwick y Novoa, el que encontraria terreno fértil en la masificacién del par- tido. No obstante, Rojas considera que existe un nucleo cultural fundamental de la orientacién original del proyecto de partido y sociedad propuesto por Jaime Guzman, lo que llama la raiz de “lo nuestro”, y ese nticleo se reproducirfa constantemente desde los es- pacios que vieron nacer a la cultura politica propia: la Universidad Catélica y su movimiento gremial. El académico de la UC estima que la continua irradiacién del proyecto original, desde tal nticleo identitario hacia la UDI, estaria enfrentando las dificultades en- marcadas en la masificacién y el giro secular del partido, pues este se habria ampliado hacia espacios, perfiles ¢ ideas heterogéneas, lo que afectaria su cohesin y coherencia. Por lo mismo, Rojas con- sidera que, advirtiendo y enfrentando las sefialadas amenazas, los referentes que buscan conservar el legado de Jaime Guzman han intensificado la labor de promocién y formacién de jévenes. Como consecuencia de esta labor, la tendencia liberal secular estaria siendo contrastada por nuevas generaciones que comienzan a irrumpir en el parlamento desde el afio 2001, pero que desde 1998 estarian siendo formadas por la Fundacién Jaime Guzman, y desde el 2001, por dicha fundacién mas la revista Realidad en su nueva época*. Esa linea de continuidad formativa, con acento conservador de defensa del “proyecto de Jaime” y su impronta cris- tiana (no confesional, aclara Rojas, pero “si firmemente cristiana”), “Ver Realidad, absil 2001. El primer nimezo de la nueva época tiene como directora a Mar- cela Cubillos, peto a partir del segundo niimero la direccién la ocupa Gonzalo Rojas Sinchev. 365 , La Mirrancia UDI pospicrarorial. se habria expresado, a juicio del abogado e historiador, en las dos candidaturas de Kasey en el apoyo que este habria recibido de los mas jovenes. Es decir, si bien tal candidatura no constituiria un faccionalismo organico, si supuso la movilizacién de una sensibili dad que se organizé para apoyarla, y que més alld de la coyuncura electoral, continuamente articula y fortalece un proyecto que se propone defender los principios fundacionales ante el riesgo. de su relativizacion. De este modo, el relato y los argumentos de Ro= jas otorgan cierta explicacién al hecho de que tendencias particu- larmente conservadoras en lo valérico se concentren en cuadros socializados en la UDI y en los movimientos gremiales desde la década del 90 hasta hoy. Tal realidad la relaciona con un proyecto politico que, si bien rechaza el faccionalismo, reconoce un “no- sotras” més especifico que el de la actual identidad UDI: el de quienes sf se identificarian en los principios fundantes del partido. A continuacién presentamos en extenso el testimonio de Gonzalo Rojas en que expone las mencionadas consideraciones. Andrés Chadwick, comienza a girar hacia una secularizaci6n liberal, y se va distanciando cada vez mas de la impronta de inspiracién cris- tiana. Entonces llega un momento en que tui tienes a Chadwick di- ciendo que él tiene mas dudas que certezas, que a él le llama mucho la atencién que en la UDI haya gente que tenga certezas, que él y Guzman querian evitar a toda costa que hubiera un partido cleri- cal fundamentalista, y nos achaca indircctamente al grupo de Kast, que yo integro, ese cardcter, Lo que pasa es que nosotros nos hemos mantenido donde mismo y él y Jovino se han movido muchisimo en direccidn a la secularizacién liberal [...] se han ido a colocar a una posicién en que la inspiracion cristiana no significa nada mas, en este minuto, que el rechazo al aborto [...], pero estén a favor de las uniones de hecho, estin a favor del divorcio, Entonces la impronta de inspiracién cristiana del partido se consolida el 91 y se va diluyendo en estos 20 afios, pero diluyendo no por completo ni por igual, por- que en las parlamentarias de! 2001 Megan al parlamento, a la camara, un grupo de seis diputados que nosotros consideramos la generacién 366 Victor Munoz Tamayo bisagea, © sea, la generacién que pudo haber sido la generacién de recambio para que Chadwick, Novoa, Longucira y Coloma dejaran de conducir el partide y que recuperaran el talante profundamente cristiano del parrido. Esa generacién esel integrada por Darfo Paya José Antonio Kast, Marcelt Cubillos, Gonzalo Uriarte, Marcelo For ni, y Rodrigo Alvaree (...J. Es fandamentalmente la gente egresada de Derecho de la Carélica. En un segundo circulo, la genre de la C rolica en general, 0 sea, la gente que entré a la UDI via gremialisma [Je Es una genetacién en gran parte antilavinista, que fue lavinisea e199 pero que profundamente es antilavinista el 2005, 0 sea que para la segunda candidatura de Lavin, no quiere nada con Lavin, 2004- 2005. Una generacién que mira a Lavin como el hombre que, como imdn, ha atraido cualquier tipo que quiere gobernar al partido [...]. Ahi estd la nueva generacién de Derecho de la Catélica, que es lo mds nuestro de lo nuestro [...]. Hoy, diez aos después, porque si ti sacas la cuenta de esa generacién queda en el parlamento uno, solo José Antonio Kast [...]. Entonces, la esperanza que nosotros tenia- mos solo persevera en la segunda mitad de esta década, en la figura de José Antonio Kast [...]- Pero aqui viene lo interesante. En el afio 98 nosotros iniciamos un plan de formacién entre varios de este nticleo. Dijimos, tres aftos antes de que estos cabros ganaran sus respectivas diputaciones, las ganaron e! 2001, ya el 98, en reuniones con la Fun- dacién Jaime Guzman dijimos, oye: la Fundacién |...) tiene que dar un paso de formacién, Porque ya el 98 era evidente que los miles y miles de nuevos militantes de la UDI no tenian nada que ver con el estilo fundacional de la UDI, entonces, del 98 a la fecha, un grupo de estos “nuestros duros”, por asi decirlo, venimos desarrollando un plan de formacién que se ha extendido en su mejor momento de Copiaps hasta Puerto Varas y que hoy dia esti extendido de La Serena a Puerto Varas con 25, 26, 27 grupos de gente joven, entonces ahi hay una nueva nostreidad. Esa gente joven esta agrupada de dos maneras, esta agrupada en movimientos gremiales y en Juventudes de la UDI. Esa gente joven es sistematicamente trabajada hoy para el proyecto origi- nal de Jaime Guzmén. No es trabajada sectariamente para el proyecto de José Antonio Kast. En eso hemos sido muy respetuosos porque 367 i EIS hay un porcentaje de esos javenes que son colomistas, y respetamis. absoluamente su decisién de apoyar a Kast oa Colotna cuando ya ha Hegado el momento de las dos iltimas elecciones, pero todo nuestro ++}. Van en la linea de reforzar la nostreidad original de la que te hablaba, no confrontacionalmente |. Enfasis Formativo esta en el proyecto de Jaime Guemin |. En eso cracamos de ser muy ¢ petuosos de personas que estén ausentes obyiamente, no vamos a k rar a estos eabros contra Novoa, contra Matthei, contra Chadwick, contra los dipurados Moreira, Salaberry, el recientemente fallecido Juan Lobos, gue son los diputados que voraron a favor dela pildora, pero nosotros damos las respuestas de una nostreidad muy profunda. En enero tuvi- mos un encuentro de jévenes, el 8°, todos los enero nosotros hacemos lin encuentro juntando a estos veintitantos grupos, en el memorial. Tavimos un encuentro de jévenes cl 22 de eneto con 32 grados de temperatura, con 261 jévenes venidos de 19 ciudades del pais, de la juventud de la UDI y de los movimientos gremiales, que aplaudieron a rabiar las cosas més insélitas que les dijimos los duros, y son ma- Yoritariamente los tipos que conducen la juventud de la UDI en cas todas sus regiones [...]. Es el Plan de Formacidn de la revista Realidad y de la Fundacion Jaime Guzman, La revista Realidad la fundé Jaime como te comenté el otro dia. Yo fui designado director de la revista 1 2001, la revista no esté saliendo hace dos aiios, pero ahi le colgué el Plan de Formacién {...]. Ese “nosotros” que quiere empalmar con el nosotros fundacional, se articulé un poquito para la primera can- didavura de Kast, y un mucho para la segunda candidatura de Kast [...], Nos reunimos sistematicamente todos los lunes a trabajar por ssa candidatura, y ahi habja petsonalidadcs fundacionales, clisicas, Javier Levuria, Anibal Vial, Vicente Cordero, gallos de mi yeneracisn © un poco mayores (Gonzalo Rojas). Finalmente, pasadas las dos confrontaciones electorales, la UDI ha retornado a dos dindmicas que la han caracterizado his- tricamente en lo que respecta a la renovacién de su directiva: 0 emerge una autoridad que ordena al partido, zanja controyersias y distribuye poderes; o se llega de modo més 0 menos espontaneo a 368 Vietor Manos: Titemayo cierto acuerdo expuesto en una lista de consenso. En lo pines ‘unio del seio Di. se debe recordar cuando en junio del 2011, en un Consejo rectivo Ampliado celebrado en las Termas de Cauquenes, un duro caba al gobierno y a la directiva i Longueira que c an Ton sinremtneha de be Riess VHleRiea bor Colona. En vonces se acat6 la propuesta de Longueira de generar un “comité ascsor resolutivo” que en la practica constituyd una nueva direc viva compuesta por Coloma, los expresidenres del partido Jovino Novoa, Julio Dittborn, Pablo Longueira y Hemdn ae (en reemplazo de los renunciados lyin Moreira, ae Z tae Rodrigo Delgado y Paz Oyarztin); Andrés Chadwick, y e ee la bancada de diputados José Antonio Kast (que poco antes bia mostrado su poder en el evento del “disco pare”). Fste episo ic que la UDI describié como “un gran acuerdo” para mejorar la politica desarrollada por el partido y “cnriquecer las prepohs que nosotros hagamos al Gobierno en términos ‘de mejorar la conduccién”™®, fue nombrado por la prensa como golpe ee o “cauguenazo”, pues quedaba en evidencia que un ejercicio de autoridad se habia impuesto al interior del partido como expt sién del poder de los “coroneles”, mas el poder emiergente de José Antonio Kast“®. Es decir, ante los evidentes problemas internos y de relacidén con el Ejecutivo, se opté por un ejercicio de autoridad que fuese acatado por toda la militancia, algo no solo posible sino que recurrente en una cultura militante que valora dicho recur- so como modo de enfrentar eventuales crisis y divergencias. ee lo segundo, el 2012 Patricio Melero fue clegido presidente de “ UDI por aclamacién, sin pasar por elecciones anand of ma situacién que ocurrié en el 2014 cuando Ernesto Silva, de 39 aftos, encabezé una lista tinica para renovar directiva luego de “Ver “Consejo UDI resolvié incorporar a divectiva a Novoa, Ditthorn, Longueira y Larrafa wwwadnradio.c), 11 de junio 2011 F *. La Tercera, 18 de junio 2011. Y: “Ver “El mapa de poder en la UDI tras el golpe blanco”. r i “Coneja zg LDL neal iacorpore operat icva al par El er ria. 11 de junio 2011. 369, La Minitancia UDI pospicraror iat que Victor Pérez decliné su postulacién, En aquella oportunidad, por prime la directiva nacional, a lo que se sumaba que uno de ellos, Pablo Longueira, habfa anunciado un retiro de la primera linea de la politica luego de que una depresién lo. levara a renunciar a ka candidatura presidencial en el 2013. Sin embargo, nada podemos vex los Ilamados coroncles quedaban sin cargos en dar por seguro en el panorama futuro de la UDI Generaciones, memoria y cultura politica: la UDI, Pinochet y la dictadura Sobre la memoria relativa al régimen de Pinochet, las generaciones socializadas en posdictadura no presentan evoluciones diferentes a las que tuvo la generacién fundadora y que fueron descritas en el Capitulo IV. De tal modo, predomina un relativo distanciamiento de la figura de Pinochet, el que opera en el sentido de negar su cen- tralidad en la identidad contemporanea de la UDI, pero desde el reconocimiento a la obra de su gobierno, en donde las violaciones a los Derechos Humanos se entienden como “excesos” de “grupos” determinados (no como politica sistematica de cardcter guberna- mental), 0 costos enmarcados en una historia donde las culpas de la violencia (0 situacién de guerra) serian compartidas. Se aceptan, por tanto, las premisas del documento “La paz ahora’, y su idea central de que “todos” pudieron hacer mas ante los excesos de la violencia, asi como la necesidad de superar las heridas del pasado y encauzar los juicios pendientes hacia un “sanador” punto final. Por otro lado, los mayores distanciamientos con el pinachetismo, como algunos pronunciamientos ya citados de Chadwick y Lavin, han venido principalmente de la generacién fundadora y no de las nue- vas generaciones socializadas en la posdictadura’’, las que si bien * Una exeepeién Ja constituye el alcalde de La Florida Rodolfo Carter, quien hacia el 2014 llegé incluso a manifestar intenciones de renunciar al pa icando canto posiciones sociopoliticas de la UDI como sus discursos condescendientes con la dictadura. 370 Victor Munoz Tamaya no vivieron intensamente el periodo diccacorial como militantes, si participaron de una historia en la que no se dejé de defender y reivindicar la figura de Pinochet, sobre todo en momentos como su detencién en Londres (octubre de 1998 a marzo del 2000) y su muerte el 2006, Asi recuerda Ernesto Silva la primera de estas coyunturas: Encontraba que el que lo detuvieran en Londres cra una injusticia tremenda, honestamente, encontraba que era ademas una viola a nuestro estado de derecho, nuestra soberania. Queria que volviera, esa era mi sensacién. En esa época no habia construido todavia un juicio compartido, colectivo con otras personas sobre lo que habia sido ese gobierno en sus dimensiones mas amplias. O sea, yo vela, yo tenia una admiracién salvaje por la transformacién que se habia hecho en términos econdmicos, de desarrollo, etc., no tenia tanta informacién en temas de derechos humanos y si ti me preguntas asi de la sensacién que cenfa, me acuerdo perfecto, como para ponerte un ejemplo grifico, en unas elecciones de FEUC, en que yo estaba coordinando apoderados de mesa y varios apoderados me decian, si el avidn llega, dejo botada la mesa. Esa era la sensacién como concre- ta (pregunta: qué significaba eso?) Que si llegaba el avién de yuelra (con Pinochet a bordo), dejamos botada la mesa y lo vamos a recibir, esa era la sensacién que me transmitian (Ernesto Silva). Es decir, hasta avanzada la década del 2000 la cultura militante gremialista UDI manifestaba una notable cercanfa con la figura de Pinochet y su obra, lo que se expresaba en las generaciones juveniles socializadas en dichos contextos. Hoy en dia, los discursos sobre la dictadura emitidos por aquellos igual o mds “jévenes” que Silva, siguen los mismos lineamientos que los que presenta la generacién fundadora: a) Pinochet y el pasado que representa no serfa un tema central de la identidad UDI, por lo que la disposicién se orienta a no “entramparse” en aquel pasado y focalizarse en los desafios futu- ros; b) se dice que el régimen de Pinochet tuvo excesos cometidos por “algunos” militares, pero que ello se enmarca en una situacién 371 La miuirancts UDI rospicraroriaL de des omposicidn y de violencia generalizada; y ¢) se concluye que independientemente de los excesos, ¢l gobierno militar habria rea- lizado una cransformacién ejemplar y trascendente en la economia y las instituciones, cambios en los que la UDI y los gremialistas habrfan tenido un rol relevante que seria motivo de orgullo. Alvare Pillado y Claudio Osorio lo manifiestan en los siguientes términos: Se apoyd al gobierno militar y obviamente se hace la distincién con todo lo de los derechos humanos, con todos los excesos ocurridos. Acuérdate que hubo un tiempo en que fa UDI hizo toda una labor de escuchar a la gente que tuvo familiares de personas que muticron © que suftieron tortura y entonces hubo todo un trabajo que duré harto tiempo, y fue un trabajo serio [...]. Yo creo que como pais vivimos una pesadilla que partié en los 60, partié con la fileracién de la violencia politica [...] un contexto en que habia una lucha de clases, y esa lucha, no solamente era una lucha de confrontacién de ideas, sino que era una lucha real, material, y con armas, entonces se partié generando un ambiente de violencia que derivé en la violencia mas atroz, en la muerte de gente (Claudio Osorio), Muchos de nuestros militantes participaron en ese gobierno, pero creo que fue la parte buena que tuvo ese gobierno. Cuando yo hablo con alcaldes que fueron designados en el gobierno militar, con 30 afos, con 25 afos, designados alcaldes, nadie puede decir que esas Personas tuvieron una razén distinta a querer servir a su pais, y les tocé ademas asumir a muchos en momentos en que Chile estaba quebrado [...]. Yo creo que esas personas hicieron una gran contri- bucidn a Chile. Yo creo que no hay que quedarse entrampado en el pasado. Lo que ocurrié en el pasado no debe ser para mi un motivo por el que un joven entre a la UDI, porque nosotros no estamos funcionando a partir de eso (Alvaro Pillado). Hacia el 2014, cuando muchos pensaban que una renovacién generacional en la direccién del partido pudiese ir acompanada de sefiales de un mayor deslindamiento critico con la dictadura y 372 Vietor Murine Tamayo el pinochetismo, ello no vcurrié. Es nvas, coyuncuras especificas como la detencién del exalealde, militante UDI y exfuncionario de la DINA Cristian Silva a dar un cerrado apoyo a quien estaba siendo procesado por abbé, llevaron al entonces presidente Ernesto asociacidn ilicita para la ejecucién de secuestros, desapariciones y corturas"’, Poco antes de ello, el presidente de la Juventud de la UDI, Felipe Cuevas, hacia noticia por justificar el golpe de Estado de 1973 sefalando que su abuclo habrfa estado en “la lista de] plan Z”, aquella recordada falsificacion que la dictadura construyé para validar la brutal represién de esos dias”, En definitiva, las gene- raciones UDI siguen siendo parte de una construccién continua de su cultura politica, y si bien en ella ha habido cambios en refe- rencia a la memoria sobre la dictadura, esta no ha experimentado un deslindamiento nitido con aquel pinochetismo que caracterizo al movimiento durante la dictadura y gran parte de la transicién. Por Jo anterior, si bien no han faltado consideraciones que apelen a cierto revisionismo, en general las nuevas generaciones vuelven a interpretar la historia desde los contenidos sostenidos durante la dictadura, hablando de una guerra que se libr6, de ctimenes que se califican como excesos puntuales y de responsabilidad criminal aco- tada a “grupos”; de muertes que se consideran costos de una paz y que no empafiarian una prosperidad conquistada que enorgullece. Ver “Emnesto Silva tras visita a Labbé: Me pregunto si la ley funciona igual para todos”. La Tercera, 20 de octubre 2014. Ver ademnis: “Ernesto Silva hipotecs renovaci6n UDI con defensa de Labbé pero logra fuerte respaldo interno”. En www.elmostradorcl, 23 de octubre 2014. Bn “Presidente de la juventud UDI dice que su farnilia ‘estaba en la lista negra del Plan 2’. swvew.publimetro.cl, 11 de agosto del 2014, “FL plan Zeta fue un instrumento de guerca psicoldgica creado por la dictadura a fin de justficar el golpe de Estado. Consistia en un supuesto operative de autogolpe por parve del gobiemo de la UP, el que consideraba acciones como el asesinato de los comandantes en jefe de las Fuersas Armadas y de un niimero indeterminado de enemigos politicos, la que llevé a muchos 3 atribuitse estar mencionados en “listas del plan Z”. Hoy en dia es ampliamente aceptado que el Plan Z nunca existi6, lo que ha sido reconocido por antiguos funcionarios de la dicradura e incluso de la junta militar como Guscavo Leigh. Ver Valdivia Verénica, " ramos en guerta, seftores! El régimen militar de Pinochet y el ‘Pueblo’, 1973-1980". Revisea Historia UC, mimero 43. Pontificia Universidad Catélica de Chile, Instituto de Historia, 2010. Y: Gaona, Maria José, “El plan Z: el realismo migico de la detecha revival”. www. eldesconcierva.ct 373 CONCLUSIONES: LA CULTURA MILITANTE UDI-GREMIALISTA Y EL FUEGO GENERACIONAL DE CHACARILLAS Si hay algo que define la historia aca expuesta es la construccion de un “nosotros” politico, nocién que junto con producir auto- imagenes relativas a valores, estilos y légicas de accién; estable- ce deslindes y heteroimdgenes respecto a adversarios y aliados competidores. Es por tanto, la historia de una construccién de identidad o de la produccién de un imaginario que se comparte y transmite como epopeya, misidn y sentido de comunidad polf- tica, sedimentando ldgicas de accién y codigos que conforman el universo complejo que hemos abordado desde los conceptos “cul- tura politica”, “cultura militante” y “cultura militante gremialista- UDI”. En torno a ello, se sintetizan las siguientes conclusiones: > El nacimiento de la UDI se debe enmarcar en el transito de una generacion fundadora que es formada politicamente por el lider, Jaime Guzmén, y que es socializada y promovida en el poder die- tatorial a partir de una escenografia simbélica de “efebolatria’. Elorigen dela UDE tiene una impronta generacional que la propia cultura militante-asume e interpreta, pues tanto los documentos como los testimonios son explicitos en afirmar que en la fundacién de la UDI hubo un proyecto de una generacién que desde su expe- riencia juvenil leyé su rol y sentido histérico a partir de las huellas que en su socializacién politica dejaron la Unidad Popular, el golpe de Estado, y el rol formador de quien fuera el lider que armé orga- nica y doctrinariamente al gremialismo universitario desde media- dos de los afios sesenta: Jaime Guzmén. La centralidad de la figura de Guzman en tanto maestro y lider conductor de esta generacién fundadora de la UDI es ral, que muchos identificaron el proyecto 377 Conctustones. La cucrura minitanre UDI politico gremialista como el “proyecto de Jaime”. Efectivament: Guamin articuld y potencié su proyecto politico organizanda, formando y orientando a una red de hombres, mayoritariamente jdvenes, que socializaron durante los primeros aiios de la dictadu ra, ocupando una serie de roles asignados por el propio Guamin cn espacios de gobierno o representacién intervenida de frentes sociales (con conduccién designada), todo ello, en un contexto de intensa propaganda que asimilaba cerbados arriburos de la ju ventud (renovacién, viealidad, fuerza, pureza) a un pais y un régi- men con sentido y misién refundacional. Esta propaganda con eje simbélico en el valor histérico de una juventud “renovadora”, “no contaminada con la politiqueria del pasado”, tuvo en los actos de Chacarillas su maxima expresién, y fue producida por Guzman y su red, en tanto escenografia ideoldgica funcional al ascenso de jé- venes gremialistas y Chicago Boys, al interior del poder dictatorial. > El nosotros de la cultura militante tiene un cardcter doctrinario y generacional. Tempranamente la red politica gremialista identifica un “noso- tros” que proyecta y promueve un camino hacia dos transforma- ciones refundacionales: nueva institucionalidad politica y nuevo modelo de desarrollo. Tal “nosotros” politico opera con un des- linde doctrinario y uno generacional que incluye la dimension histérica-expetiencial. Es decir, los gremialistas articulados desde la red promovida por Guzmédn, que desde 1983 deriva en le UDI, continuamente definen “lo nuestro” desde elementos de doctrina que Ilaman “las bases de la sociedad libre” (principio de subsidia- riedad, despolitizacién de la sociedad, pluralismo limitado, auto- ridad fuerte, estratificacién de las libertades © la preponderancia de la libertad econémica y social por sobre la libertad politica), y desde la propia identidad articulada desde la experiencia gene- racional: haber vivido como jévenes la crisis de la vieja democra- cia y el promover desde los atributos renoyadores de la juventud 378 Victor Munoz Tamayo una “nueva democracia”, “proregida” y con auroridad fuerte. Los gremialistas-UDI describen sus posiciones al interior del debate dictatorial como las que siguen las nociones fundacionales est blecidas por el tégimen en la Declaracién de Principios de 1974 (redactada por el propio Guamin) y el texto constitucional de 1980, Pese a esta referencia a principios y no personas, coyun- n como “pinocheristas” atendiendo a que turalmente se defini i seria la figura de Pinochet la que mejor representaria la de de tales ideas. > Lo gremialista y lo UDI supone distinciones, pero también la convergencia en una cultura politica que se reproduce desde lazos institucionales, Dichas distinciones derivan de conceptos dactri- narios que separan esencialmente politica y sociedad. La cultura politica gremialista-UDI ha construido discursos que apelan a deslindes doctrinarios y operativos entre el gremialismo de los “movimientos gremiales” (fundamentalmente de las univer- sidades) y “la politica” de las organizaciones 0 partidos insertos en la lucha por la conduccién del Estado. Dicha distincion, al tiempo que s¢ inscribe en una doctrina considerada base incuestionable de toda sociedad libre (incuestionable porque se basa en “la realidad”, con origen en la naturaleza humana y la dignidad otorgada por Dios), se orienta hacia un ideal: la sociedad despolitizada y la polf- tica desideologizada en tanto técnica operada por especialistas. No obstante, en los hechos de la historia acd relatada, movimientos gre- miales y practica politica UDI o pre UDI, debieron someterse.a una serie de ajustes discursivos que disimularan las contradicciones que una y otra vez fueron apareciendo en una fuerza ‘que, promovien- do la despolitizacién, devino en el principal partido de la derecha chilena. Tales ajustes buscaron mantener a Alote los lineamientos mas gruesos de los principios doctrinarios, pero con la flexibilidad suficiente para justificar una evidence practica sociopolitica ejercida por la red articulada por Guzman en espacios tan diversos como 379

Potrebbero piacerti anche