Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Portada
Arq. Manuel Contreras
Impresión
Imprenta Rocafuerte
2
REFLEXIONES SOBRE EL AMOR
Pregunta el Padre Antonio Alonso si sabemos amar y con la
más exquisita sencillez, propia de un profundo conocedor del
hombre y sus problemas, responde a su propia demanda de
modo tan lúcido, que resulta incontenible la pasión de luz que
genera en el que escucha esa pregunta y espontáneamente
acepta el riesgo de autorizarle al maestro que sea él mismo
quien responda por lo demandado o inquirido.
Y responde, como hombre, como maestro y como conductor
comunitario, con el poder que confiere la naturalidad del
sentirse humano, del saber enseñar y del conocer el arte de
conducir personas hacia la integración comunitaria, en la que
el amor tiene presencia, cobra sentido y se revela auténtico.
Ningún ensayo humano suscita más atracción que aquellos
que tratan de revelar algo nuevo sobre el amor. Todos tientan
la curiosidad que aparece instantánea apenas se pronuncia tal
palabra. Casi todo ensayo se queda allí; en intento frustrado y
frustrante, en propósito inmaduro y acedo, en desafío
desalmado. ¿Quién no ha escrito de amor...?
Antonio, educador madurado en la profundización
interior calasancia, sabe conducir hasta lo más vivo de
la intimidad humana: allí en donde el amor es raíz, vena y
floración de vida. Por esa experiencia de interiorización sus
expresiones tienen tanta naturalidad como claridad, tanta
sencillez como expresividad. De esa manera, desde el “yo”
que ama, conduce hasta el “otro” amado, para descubrir el
“nosotros” de amor, que hace comunidad.
8
Cuando terminé de leer, tarde en la noche, “Algunas
reflexiones sobre el amor” del Padre Antonio Alonso
surgieron en mi, desde lo más profundo, las mismas
reflexiones-preguntas que el P. Alonso, de manera magistral,
traslada a nosotros sus lectores-escuchas. Y es que desde el
primer momento, Antonio nos agarra, nos despierta, nos
inquieta con la pregunta: ¿Sabemos amar? Antonio se
pregunta y Antonio nos pregunta: ¿Sabemos amar? es donde
también nosotros lectores le preguntamos a Antonio:
“Antonio, ¿Sabemos amar? y entonces Antonio, maestro de
maestros, de esos que hacen falta, no nos deja solos con
nuestras preguntas-reflexiones, no; nos acompaña y con
sencillez y profundidad al mismo tiempo, con la alegría del
que da y se da, nos va conduciendo desde la pregunta-
respuesta: ¿Quién es el otro para mí? hasta introducirnos en
esa maravillosa reflexión sobre “El proceso del amor”, es
decir, el amor como proceso, el amor como aprendizaje,
identificándolo así con la vida.
10
Educar es buscar que la otra persona aprenda
a amarse para que ame a los demás, pero
lo más importante es que quien está
educando, sepa amar.
San José de Calasanz lo decía de otra manera pero
en el fondo es lo mismo: “el educador ha de ser un
maestro en la escuela interior”
Esto supone que primero tiene el educador que
haber pasado por el propio conocimiento de sus
vivencias para que pueda despertar en el
estudiante la vivencia interior y el modo de
relacionarse con los demás.
11
INTRODUCCION
ACLARACION
En la introducción se ha hablado de la FEP (Fraternidad de las
Escuelas Pías) y al comienzo se hace referencia a San José de
Calasanz. En todo el trabajo no se vuelve a hacer mención de
este personaje, tan poco conocido en nuestro medio, pero todo
lo que se dice, de alguna manera, está fundamentado en su
15
pedagogía educativa. Por eso hago un resumen de su persona y
de su obra, pues aunque haya vivido hace 400 años, su
concepto de educación es muy actual.
José de Calasanz nace en un pueblito del Reino de Aragón
(España), Peralta de la Sal, en 1557. Realiza los estudios para el
sacerdocio en distintas universidades españolas y en 1592 va a
Roma con el deseo de conseguir un canonicato.
En sus actividades caritativas entra en contacto con la miseria
que abunda en Roma y dentro de ella descubre la situación de los
niños, que andan por las calles vagabundeando, ya que no tienen
otra cosa que hacer.
En la Parroquia de Santa Dorotea, en el Transtébere, el
suburbio de la gran ciudad, descubre una escuelita dominical en
la que se enseña catecismo a los niños. Y ahí comienza su
auténtica vocación: la educación. En 1597 funda la PRIMERA
ESCUELA POPULAR GRATUITA, y para que los niños nunca
se queden sin maestros -esta labor era vil y despreciable- en 1617
funda la Orden de las Escuelas Pías, primera en la Iglesia
dedicada a la educación de los niños pobres.
Como hombre del renacimiento, descubre el valor de la persona
y en sus escuelas se educaba bajo el lema: PIEDAD Y LETRAS,
hoy traduciríamos: FE Y CIENCIA. Toda su pedagogía está en
función de los alumnos, considerados en todas sus dimensiones:
individual, social y trascendente. Por eso su convicción era:“si
desde los más tiernos años se educa al niño en la Piedad y las
Letras se puede prever una vida auténtica como persona, un buen
cristiano y un ciudadano útil a la sociedad”.
Su educación pretendía que el niño descubriera sus propios
dones -él lo llamaba interna inclinación o guía del Espíritu Santo-
y capacidades para ponerlas al servicio de los demás y también
16
sus tendencias torcidas, que ponen freno al desarrollo de los
dones.
Sólo partiendo de los dones reconocidos, la persona se puede
valorar y desde ahí sentirse bien con ella misma. Y sintiéndose
bien con ella podrá tener una buena relación con los demás. Y
esto es lo que pretende este trabajo.
CAPITULO I
¿QUIÉN SOY YO?
17
Una de las grandes dificultades que tiene actualmente el ser
humano, es la falta de capacidad para interiorizar, para entrar en lo
más íntimo de su ser. Lo más común es quedarnos en lo superficial,
repetir lo que todo el mundo dice, pero no pensamos las cosas por
nosotros mismos, no descubrimos el significado que tiene todo
aquello que nos rodea: personas, acontecimientos, la naturaleza y
quizá ni nos hemos detenido a pensar quiénes somos.
Cuando nos preguntan quiénes somos, casi siempre
respondemos con nuestro nombre, nuestra profesión o nuestros
títulos, a lo mejor agregamos de quienes somos hijos y el lugar
donde hemos nacido, pero no estamos respondiendo a lo que somos,
sino lo que hacemos o tenemos.
La intención en este capítulo es dar elementos que nos
permitan tomar conciencia de quienes somos, pues sólo desde esta
toma de conciencia y de su vivencia podremos vivir desde nuestro
ser auténtico y no quedarnos simplemente en lo superficial.
Si profundizamos un poco podemos descubrir que somos un
CUERPO, unos SENTIMIENTOS y una RAZÓN O MENTE. Con
frecuencia decimos que tenemos cuerpo, sentimientos y razón. Esta
manera de hablar no es correcta porque estaríamos diciendo que
somos un compuesto de elementos y el ser humano es una unidad.
No estamos compuestos de, no tenemos, sino SOMOS estos tres
elementos. También somos una familia, una cultura, una historia,
una religión, una fe. Todo esto somos y conforma nuestro ser y si
desapareciera alguno de éstos, no existiríamos.
Llegar a tomar conciencia profunda de lo que somos, nos
permitirá entrar en una auténtica relación con nosotros mismos, de
donde va a resultar una verdadera relación con los demás, con la
naturaleza y con Dios.
Para superar un problema de relación con el otro, no se debe
esperar el cambio de la otra persona, hay que comenzar cambiando
18
uno mismo. Por ejemplo, si en una pareja uno de ellos comienza por
relacionarse bien consigo mismo, ya se ha solucionado el cincuenta
por ciento de la relación y es casi seguro que también el otro
comience a cambiar. Esto nos lleva a comprender la importancia de
conocernos profundamente, para aceptarnos, “llevarnos bien con
nosotros” y crear una buena relación con los demás.
No es suficiente saber que somos un cuerpo, unos
sentimientos y una mente, es necesario tomar conciencia de que
también somos una familia, una historia, una cultura, una religión,
una fe.
Una pregunta, aunque nos parezca de momento sin mucho
sentido, nos puede introducir en la reflexión sobre quienes somos:
¿Son nuestros el cuerpo, los sentimientos, la mente? Es posible
que nuestra respuesta inmediata sea: naturalmente que son nuestros.
Pero si pensamos un poco quizá descubrimos que no es tan acertada
la respuesta. Vamos a ir más despacio y parte por parte para que no
nos quedemos en la globalidad perdiendo la riqueza que hay en
nosotros y que muchas veces pasa desapercibida.
a) Como corporalidad:
b) Como corporeidad
a) Egocéntricamente
b) Alocéntricamente
b) Imagen supervalorada
c) Imagen positiva
CAPITULO II
QUIEN ES EL OTRO PARA MI
a) Nos identificamos
b) Nos frustramos
42
Cuando nos encontramos por primera vez con una
persona, en nosotros aparece un temor. Temor que nace de que
no sabemos cómo esa persona puede influir en nosotros y
como consecuencia ponemos barreras que se irán quitando en la
medida que nos abramos y permitamos a esa persona entrar en
nuestras vidas para construirnos.
a) Nos cerramos
b) Nos abrimos
47
La vocación -no nos referimos sólo a la vocación religiosa
o sacerdotal- nace precisamente de esta característica, que
estamos intentando explicar. Cuando caminamos por la calle,
cuando escuchamos o vemos las noticias en la televisión, si es
que estamos atentos a nuestro interior, vamos descubriendo en lo
más profundo de nosotros mismos qué es aquello que más nos
afecta, más nos toca, más nos hace vibrar. Descubierto eso
podemos estar seguros de que por ahí va nuestra vocación, o
nuestra profesión si es que la queremos llamar así.
CAPITULO III
TIPOS DE RELACIÓN
1. Relación funcional
3. Relación interpersonal
a) La relación de “ganar-ganar”.
Resumen:
5. La vivencia de la relación
* Gratuito:
* Conquista progresiva
* Único
* Irrevocable
* Sexuado
79
CAPITULO IV
LA TOMA DE CONCIENCIA DE
LOS SENTIMIENTOS Y LA FORMA
ADECUADA DE VIVIRLOS
CAPITULO V
83
EL ENAMORAMIENTO Y EL AMOR
Características del enamoramiento.
Algunas reflexiones sobre el enamoramiento.
Tipos de enamoramientos
EL ENAMORAMIENTO Y EL AMOR
84
cambian y que la persona que en algún momento era rechazada,
al cabo de un tiempo puede convertirse en una persona que nos
agrada y hasta puede llegar a ser una gran amiga o amigo. Por lo
tanto, nunca podemos tomar un sentimiento como algo
definitivo.
Recordando nuestros
enamoramientos, o tomando
conciencia si es que lo estamos
viviendo, descubrimos que el
enamoramiento es un sentimiento que
descontrola. En todos los que están
enamorados se da una serie de
signos que manifiestan ese descontrol:
viven una realidad que no es tal, sino creada por ese
sentimiento y que hace construir castillos en el aire; las actividades
normales de la vida se comienzan a realizar superficialmente:
estudios, trabajo, responsabilidades; empiezan a mentir para
poder estar con la persona a la que dicen amar intensamente
-sobre todo en las jóvenes cuando sus padres no están de acuerdo
en que tengan enamorado-. En fin, la vida que hasta entonces
era normal, se descontrola y todo se ve, se vive, se realiza
desde ese sentimiento.
TIPOS DE ENAMORAMIENTO
Hemos hablado del enamoramiento en general, pero
diremos unas palabras sobre los tipos de enamoramiento que se
pueden dar y algunas características que les acompañan para
poder identificarlos.
90
que responde a esa idea se despierta el sentimiento del
enamoramiento.
91
todos los que tienen esas características despiertan ese
sentimiento.
92
Al encontrarnos con ciertas personas cuyas ideas son
originales o su mundo de conocimientos es muy amplio se puede
despertar en nosotros sentimientos que nos hacen pensar en ella
y desear estar siempre a su lado compartiendo todo su mundo.
Esto hace que nos estemos preguntando si esa persona está de
acuerdo con nuestra manera de pensar y esto nos inquieta, nos
turba y éstos son signos del enamoramiento.
93
relación es auténtica cuando participan las personas en su
totalidad: cuerpo, sentimientos y razón.
94
CAPITULO VI
EL PROCESO DEL AMOR
Generalidades
Etapas del proceso del Amor
• Primera etapa: BAJO
• Actitudes que impiden el amor
1.- El machismo
2.- Los celos
• Segunda etapa: CONTRA
• Tercera etapa: CON
• Vivencias que identifican al amor de pareja para el
matrimonio
GENERALIDADES:
Como hemos podido observar en lo dicho anteriormente, con
frecuencia confundimos el enamoramiento con el AMOR y
este error puede llevar a las personas a equivocaciones que
repercutan negativamente en toda su vida.
Mientras que el enamoramiento se puede dar en una sola
persona, sin que haya correspondencia, en el amor eso es
imposible, ambas personas deben entrar en un proceso, pues eso
es el amor, un proceso que tiene un inicio pero nunca un final.
Lo veremos al terminar estas reflexiones.
En el enamoramiento veíamos que lo que le da vida son
95
los sentimientos, por lo tanto sólo uno de los constituyentes de
la persona; en el AMOR o es toda la persona, sentimientos, cuerpo
y razón, o no es amor. Se ama con todo el ser o no se ama
y al hablar de todo el ser incluimos también toda la historia
personal y familiar, pues amar a una persona supone amar
todo lo que la persona es, incluida su familia; su historia es
parte de ella y no se puede dejar a un lado.
96
Por último, como el amor es un proceso, lo que necesitamos es
ir identificando ese proceso para saber si realmente estamos o no
en la dinámica del amor.
102
Hemos dicho que el amor es un proceso en el que no se puede
pasar a la etapa siguiente, si no se ha superado la anterior. Por
eso, si hemos superado la etapa bajo, cosa que no es fácil, se
pasa a la segunda etapa: CONTRA.
Hay algunos matrimonios que han vivido toda su vida en la
primera etapa “llevándose muy bien” y pareciendo un matrimonio
feliz. Pero lo que ha sucedido es simplemente, que cada uno ha
cumplido su rol, uno ordena y la otra obedece, o viceversa, y
cuando se vive por roles, mientras se cumplan, parece que todo
está bien.
En nuestra relación con Dios también casi nunca superamos la
primera etapa, y nuestra relación con él es de dependencia, mas
no de amor.
En la relación entre padres e hijos se suele producir un cambio,
sobre todo si los padres no han tenido estudios y los hijos han
hecho carrera. Los hijos pasan a ser superiores, mientras que los
padres se sienten inferiores por su falta de preparación. Por eso
tampoco superan la etapa anterior, sino que la viven desde otra
dinámica.
Pero, si se ha superado la etapa bajo, se entra necesariamente
en la segunda etapa contra. Es
la etapa de los enfrentamientos,
de los conflictos, de las peleas.
Con frecuencia esta etapa se
entiende como falta de cariño, que
se “han dejado de amar” las
parejas, de que no hay amor
entre padres e hijos, o que se ha
perdido la fe en Dios. Pero,
bien entendida y vivida, es el signo de que se está en el
103
verdadero camino para llegar a una auténtica relación de amor.
Esta es la etapa en que se da la identificación personal. Y
ésta se logra por el enfrentamiento entre las personas. Si no se dan
esos enfrentamientos, se puede decir con toda seguridad que no
se ha superado la etapa anterior.
104
infante que sigue necesitando su protección. Y al mismo tiempo
tanto padres como hijos llegarán a tratarse de tú a tú, haciendo
posible una auténtica relación personal y no de dependencia.
Quizá el problema que se da y que lleva a una ruptura entre
padres e hijos, es que los padres no se han identificado, no han
madurado y entran en discusión con los hijos, no desde la
madurez que debieran tener, sino que se comportan como
adolescentes. Y dos inseguridades enfrentadas a lo que lleva es
a la dependencia o a la ruptura en la relación.
El enfrentamiento, como hemos dicho antes, es la única
posibilidad de identificación personal, de saber quién soy yo y
de saber quién es el otro, descubriendo que somos distintos y
que como tales nos tenemos que aceptar y poder llegar, desde
esas diferencias, a una relación personal.
.
• Enfrentamiento con Dios.
109
Superada la etapa anterior, nos introducimos en la última
etapa, que llamamos CON y en la que se da lo que realmente es
el AMOR, que ya de alguna manera hemos podido
vislumbrarlo, si es que hemos ido entendiendo el proceso de
las etapas anteriores.
Si hemos superado la dependencia o la protección hacia la
otra persona, si nos hemos identificado con nosotros mismos
e identificado a la otra persona, si nos hemos aceptado tal como
somos, comenzamos a vivir lo que realmente es el amor. Amor
que nunca podrá desaparecer, sino constantemente estará en
crecimiento, porque cada día nos iremos conociendo más a
nosotros mismos y al otro y como consecuencia aumentará el
amor.
Hacemos una afirmación de la que estamos completamente
convencidos: si dos personas dicen que han dejado de amarse
es que nunca se han amado, aunque piensen que sí. Habrán
confundido los sentimientos, no los habrán identificado con
claridad -y no estamos juzgando a nadie, pues por desgracia este
proceso es muy poco conocido- pero si realmente se han
amado no podrán dejar de amarse, pase lo que pase.
El amor, una vez vivido, no deja de ser un proceso; y, la
razón es muy sencilla: el ser humano es un ser dinámico y,
por lo tanto, todo lo que viva también lo tiene que ser y
cuánto más el amor, que es lo que identifica al ser humano
como tal, pues no hay otro ser en la naturaleza capaz de
amar. Y podemos decir que quien no ama, no está viviendo
una vida humana.
Llamamos esta etapa CON porque en ella, nos ponemos al
lado de la otra persona, ni arriba ni abajo, sino
que nos damos la mano para caminar juntos,
110
cada uno con lo que es; para ayudarla a que ella sea cada día
más ella misma y la otra persona, que está viviendo la misma
dinámica, me dará la mano para ayudarme a que yo sea cada
día más yo mismo.
Y aunque no se pueda definir el amor, como dijimos al
comienzo, lo que más se acerca a una definición es: amar a
una persona es ayudarla a que cada día sea más ella misma;
ayudarla a crecer como persona y esto vivido existencialmente.
Dicho de otra manera: cuando descubro que mi vida es
totalmente necesaria para que la otra persona sea lo que debe
ser; cuando descubro que yo dejaría de ser lo que soy sin esa
otra persona; cuando esa otra persona da significado a mi
vida, entonces estoy amando. Y si la otra persona vive lo
mismo con relación a mí, entonces es que nos amamos. La
Biblia, tan mal entendida muchas veces, nos lo dice de otra
manera: “Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y
se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne”. Por eso el
amor es eterno y la Iglesia dice que el matrimonio es
indisoluble. El problema real que se presenta a la Iglesia hoy,
es saber si la pareja que va a casarse, se ama realmente.
Partiendo de todo lo dicho, vamos a reflexionar sobre el amor,
como hemos hecho en las etapas anteriores.
Vamos a hacer la reflexión en forma de preguntas porque nadie
puede saber más que nosotros mismos si amamos o no amamos a
las personas que nos rodean y con las que hemos entrado en
relación.
114
VIVENCIAS QUE IDENTIFICAN AL AMOR DE
PAREJA PARA EL MATRIMONIO.
119
CAPITULO VII
ELEMENTOS PARA IDENTIFICAR LA
MADUREZ HUMANA
a) Libertad
b) Independencia ideológica
2 c) Independencia afectiva
3 d) Independencia económica
a) INDEPENCIA IDEOLÓGICA
c) INDEPENDENCIA ECONÓMICA
ACLARACIÓN
El matrimonio es sagrado, y por lo tanto nadie puede
meterse en él. Pero también la pareja no debe meter a nadie
en su relación pues, con mucha frecuencia, se lleva al
matrimonio los problemas de trabajo o de relación con los
familiares, con las/os amigas/os y lo que es peor, las opiniones
de personas ajenas a ellos. Nada ni nadie tiene derecho a
intervenir en la relación de pareja, a no ser que ésta lo pida.
Quien quiera aconsejar, habrá de tener buen cuidado de
solamente orientar, iluminar, pero no tomar decisiones por los
dos, ya que sólo ellos tienen derecho a hacerlo.
Tan sagrado es el matrimonio, que ni los hijos deben entrar en
la relación de pareja. Es frecuente que el padre o la madre o
ambos, cuando tienen problemas de relación, intenten que los
hijos se pongan a favor del uno o del otro. Esta actitud, además
de no ayudar a la solución de los problemas del matrimonio,
hace un gran daño a los hijos.
CAPITULO VIII
LA COMUNICACIÓN DE LOS SENTIMIENTOS
1.- Terminología:
Sexualidad
Genitalidad
Afectividad
1.- TERMINOLOGIA
132
En todo conocimiento es necesario saber el significado
auténtico de cada una de las palabras para podernos entender. De
otro modo nunca llegaremos a ponernos de acuerdo en el tema
que tratamos. Esta es una de las dificultades en la comunicación:
empleamos una palabra que para nosotros tiene un significado,
pero para la otra persona tiene otro distinto y, como consecuencia,
nunca nos podremos poner de acuerdo.
Al tratar este tema suele haber bastante confusión, pues cada
uno da un significado distinto al término sexualidad. Para la
mayoría sexualidad se confunde con genitalidad. Este término
para algunos suena fuerte y por eso usan la terminología de
sexuado para hablar de lo relacional y sexual para hablar de la
relación genital. Por gustarme llamar a cada cosa por su nombre
emplearé la terminología más directa: sexualidad y genitalidad
Sexualidad:
Cuando doy alguna charla sobre este tema, acostumbro a hacer
a los participantes esta pregunta, y te la hago también a ti. ¿Estás
teniendo en este momento relaciones sexuales? No sé qué habrás
respondido. Las personas, normalmente, sonrojándose en el caso
de las mujeres y molestándose en el caso de los varones,
responden NO. Se comprende la respuesta. Están pensando en
genitalidad en vez de en sexualidad. Que yo sepa, en todo
momento estamos teniendo relaciones sexuales, porque nunca
dejamos de ser varones o mujeres y el ser humano es,
esencialmente, un individuo relacional. Por lo tanto, en todo
momento vivimos una relación sexual.
La sexualidad, entonces, la defino así: Capacidad de todo ser
humano para relacionarse desde su sexo. Y esta relación se
tiene que vivir conscientemente con uno mismo, con los demás,
con la naturaleza y con Dios. La sexualidad abarca todo tipo de
relación y lo específico de ella es dado por el sexo.
133
Esto es lo que hace la diferencia entre el varón y la mujer. No
son los órganos genitales los que, esencialmente, diferencian al
varón y la mujer -aunque tienen íntima relación-, sino la vivencia
de la relación con el entorno. Por poner la fuerza en lo anatómico
y no en lo vivencial discriminamos, con frecuencia, a cierto tipo
de personas: los homosexuales. No me refiero a ese mundo que
por diversas razones han llegado al homosexualismo, sino a los
que realmente son homosexuales en su ser: hombres
(anatómicamente) envueltos en un cuerpo de mujer y mujeres
(anatómicamente) envueltas en un cuerpo de varón. Esto es una
realidad que no podemos dejar a un lado y mucho menos llegar a
la discriminación. Estas personas merecen todo respecto y
aceptación. Otro caso es lo que está sucediendo en nuestra
sociedad. La falta de identidad sexual, por diversos motivos y el
deseo de emociones y novedades por el abuso de las relaciones
genitales, sin fundamento en vivencias profundas, dan como
consecuencia una serie de manifestaciones, que se convierten en
aberraciones sexuales. A estos casos no me refiero al hablar de
homosexualidad como identidad personal.
Ser mujer es la toma de conciencia de la vivencia con el entorno
que le rodea y que esencialmente la diferencia del varón, que tiene
otra de vivencia frente a la misma realidad. Podemos decir que ser
mujer es una forma existencial de vivir y el varón es también otra
forma existencial de captar la realidad. Dicho en pocas palabras,
ser varón o mujer son dos formas distintas de vivir, de captar la
realidad que nos rodea. La riqueza de la relación varón-mujer está
justamente en compartir las distintas vivencias. En este sentido es
cuando podemos decir que el varón y la mujer son
complementarios. Si los varones y las mujeres fueran capaces de
expresar la vivencia profunda que experimentan frente a una
situación concreta de la vida, un paisaje, un cuadro, una flor
veríamos que es totalmente distinta. Esa vivencia es lo que hace al
134
varón, varón y a la mujer, mujer. Quien no descubra esa vivencia
no podrá vivir su masculinidad o su feminidad a plenitud.
Para poder entender esto, que no es nada fácil, porque no hemos
aprendido a descubrir nuestras vivencias profundas, suelo poner
un ejemplo de la experiencia que la mayoría ha vivido. Si han ido
a ver una película con su pareja y han conversado de la misma al
salir, se habrán dado cuenta de que han visto, en el fondo, dos
películas. Sólo se habrá visto la totalidad de la película si han
compartido sus vivencias, enriqueciéndose mutuamente. La razón
está en que la sexualidad masculina ha tendido una vivencia
distintas a la femenina y por eso la diferencia en lo que se ha
captado
Uno de los problemas de nuestra sociedad justamente radica en
no tener claro esto que he intentado explicar. Las realidades de
nuestro entorno sólo se ven bien desde la visión del varón o de la
mujer y por lo tanto, al no tener la visión completa no se pueden
vivir a plenitud. La familia, la educación de los hijos, por
ejemplo, normalmente sólo funciona desde la visión de la mujer.
Los varones apenas si intervienen en la organización del hogar,
por lo tanto la visión es incompleta y no se puede encontrar
solución a los problemas que se presentan. Lo mismo pasa con el
Estado, todo funciona desde la óptica del varón; de igual modo la
Iglesia sólo funciona desde la visión de los clérigos, varones, sin
participación de la mujer. Las consecuencias las tenemos a la
vista, aunque la jerarquía no quiera verlas.
Podemos concluir diciendo, que la sexualidad es una forma de
vivir la realidad que nos rodea, una forma de relacionarnos con
los demás desde nuestro ser masculino o femenino, que, si bien es
cierto, tiene relación con los órganos genitales, éstos no son lo
determinante, porque también hay que vivirlos desde la
sexualidad y esto es lo que nos diferencia de los animales, en los
135
que se identifican sexualidad y genitalidad.
Genitalidad:
Afectividad
142
Nos pueden engañar con las palabras, y de hecho se hace,
aunque no sea con mala intención. Pero cuando vivimos nuestro
propio cuerpo y el del otro, nunca nos engañaremos, ni nos
dejaremos engañar en lo que respecta a la expresión de lo que
vivimos o viven los otros. Es imposible mentir con el cuerpo.
Lo que hace falta es conocerlo, interpretarlo y esto requiere una
autoformación, pues supone ir tomando conciencia de todo
aquello que vivimos o hacemos y descubrir el por qué
profundo.
5. ACLARACIONES
146
En nuestro medio los jóvenes no son educados, peor aún
formados para una vivencia auténtica de su sexualidad.
Generalmente lo que reciben de los adultos es una información,
que en muchos casos es errada al centrarse en la genitalidad
y en la vivencia de una relación biológica desprovista de todo
afecto y de contenido humano profundo. Esto ha llevado a que se
haga una práctica común la concurrencia de los jóvenes a
prostíbulos para “hacerse hombres” y, en otros casos a que se
vea como “normal” la relación genital entre parejas de jóvenes
entre los que no existe ningún compromiso, sin preocuparse del
daño que se hacen y que hacen a la otra persona.
¿Qué sucede en la mente de un joven que es llevado a un
prostíbulo?. Todo el castillo idealizado, lleno de aventura y
sorpresa, que sobre el tema de la genitalidad se habían creado,
como algo extraordinario, bonito, maravilloso, se le ha caído. Ha
tenido una experiencia frustrante porque en nada se ha
parecido a lo que él podía haberlo imaginado.
Pero aún hay algo más profundo que va a quedar gravado en
la mente de los jóvenes para toda su vida. El día que lleguen a
amar a una mujer, ¿qué signo se van a inventar o van a
encontrar para manifestarla su amor?, ¿El mismo que emplearon
con la prostituta?
Los jóvenes que se han iniciado de esa manera, lo que han
hecho es dañarse o por lo menos poner en peligro su capacidad de
expresar el amor. Han usado el signo más grande de amor entre
pareja en una circunstancia donde no hay ni por lo más
remoto un sentimiento valedero. Y la consecuencia es lógica:
se ha dañado el signo y se ha dañado el amor.
• La virginidad
147
En la actualidad, incluso en la mujer, la virginidad es una
virtud que ha perdido valor.
La virginidad biológica no tiene mayor importancia, pues una
jovencita puede haber sido violada y seguir siendo virgen. Nos
referimos a esa actitud interior de respeto, de cariño, de cuidado
del propio cuerpo.
Muchas chicas sienten un gran temor al iniciar una relación con
un joven porque no son vírgenes biológicamente, porque los
jóvenes dicen que quieren una mujer que sea virgen. La
pregunta que hacemos a los varones que piensan así es: ¿En
qué fundamentan esa exigencia? ¿Qué principio o criterio válido,
lógicamente, pueden esgrimir? Si es el machismo, la verdad es
que ése no es un criterio válido.
Si se exige la virginidad a la mujer es porque el varón lo es
y si no lo es, no tiene derecho a ninguna exigencia. El día
que las mujeres entiendan esto, serán vírgenes y se lo exigirán
también a sus novios. Un joven dijo a este respecto: “Cuando me
case, exijo que mi esposa sea virgen, porque yo lo soy”. Este
criterio sí es válido, pero no el que normalmente se emplea.
• Las relaciones prematrimoniales
149
Investigaciones científicas han demostrado que tanto los genes
como los factores del entorno pueden ser determinantes en la
orientación sexual. Pero, en este trabajo no pretendemos aclarar
las causas de la homosexualidad sino hacer una reflexión sobre
este tema.
Sabemos que en el amor se comparte todo, menos lo que
no se puede compartir. Y al hablar de compartir el signo más
grande de ese compartir, es justamente la relación genital, que es
la entrega mutua de las vidas de dos personas, haciendo una sola.
Por eso estas relaciones son el signo exclusivo del proyecto
común de vida.
Esta posibilidad de compartir viene dada por la misma
naturaleza y no podemos forzarla. La pregunta es entonces:
¿Pueden dos varones o dos mujeres compartir su genitalidad?
Podrán compartir todo absolutamente, pero eso nunca lo podrán,
porque la misma naturaleza está opuesta a ello.
Por esta razón no podemos aceptar que entre homosexuales
haya genitalidad. Puede haber todo tipo de lenguaje sexual, como
lo puede haber con cualquier persona, pero la genitalidad es
imposible. Por eso no podemos aceptar la homosexualidad
tomada en este sentido. Lo que vivan las personas que tienen
esta tendencia, es otro tema y hay que respetarlas. Pero
tampoco podemos aceptar sin más la genitalidad entre
homosexuales.
150
CAPITULO IX
CONCEPCION Y ANTICONCEPCION
a) Principios éticos
b) La Concepción
c) La Anticoncepción
d) Métodos anticonceptivo
a) PRINCIPIOS ETICOS
b) LA CONCEPCION
c) LA ANTICONCEPCIÓN
162
En la sociedad actual sólo se tienen en cuenta las personas que
pueden producir bienes y consumirlos. Y todo lo que no es eficaz
para el bien de la sociedad materialista se elimina. Y es lógico que
una vez aprobado el aborto, también se apruebe la eutanasia,
como ya se ha hecho en algunos países. Con esto, legalmente se
aprueba que a los ancianos o a las personas que por enfermedad
no pueden producir, se les elimine, pues sólo consumen.
Vamos a hacer algunas reflexiones sobre los métodos
anticonceptivos, sin entrar en muchos detalles, pues se puede
encontrar literatura abundante y buena sobre el tema. Y para
centrar el problema, recordemos los principios éticos que
fundamentan toda la reflexión sobre la procreación: el derecho
a la vida y el respeto a la persona. Estos dos principios son los
que nos pueden orientar sobre el tema, de manera que quien
tenga otros, lógicamente, no compartirá estas ideas.
d) MÉTODOS ANTICONCEPTIVOS:
a) Anticonceptivos mecánicos
b) Anticonceptivos químicos
c) Anticonceptivos mecánicos
165
Ciertamente estas sustancias no son abortivas, pues o bien
impiden la ovulación o destruyen los espermatozoides antes de
que éstos puedan ingresar en la vagina y llegar a las trompas para
fecundar el óvulo.
Pero hay algo mucho más importante en el ser humano que la
salud física y es la salud afectiva y psicológica. Y al emplear estos
medios para evitar un embarazo, ¿no estamos destruyendo a la
persona? !!!Cuántas mujeres se han sentido toda su vida usadas
y no amadas en las relaciones genitales!!! Y muchos de estos
procedimientos para evitar embarazos llegan a esto: falta de
respeto a la persona; y habíamos dicho que es uno de los
principios fundamentales del comportamiento humano.
Como podemos ver, todos los anticonceptivos artificiales van
en contra de uno o de los dos principios éticos fundamentales: el
derecho a la vida y el respeto a la persona. Estos tipos de
anticonceptivos van en contra del amor; hacen de las relaciones
genitales un acto donde el amor puede ser que no tenga el
significado auténtico: la entrega mutua, la expresión del proyecto
común de vida, sino la satisfacción puramente fisiológica del
uno, del otro o de los dos.
El uso de anticonceptivos con mucha frecuencia puede matar el
amor, si es que lo hubiera, pues normalmente, las parejas que
realmente se aman no recurren a estos métodos. Aparece la
desconfianza entre la pareja y la relación, como consecuencia, se
daña y lo que se pensaba conseguir al no tener un hijo, se
estropea por otro lado.
En estos principios éticos se fundamenta la Iglesia para prohibir
este tipo de métodos anticonceptivos, además de que nosotros
tenemos un Dios de la Vida y no de la muerte. No obstante
también la Iglesia, en el documento más controvertido sobre este
166
tema, la encíclica Humanae Vitae, dice al final, que la pareja,
con la conciencia rectamente formada, tome la decisión. Y aquí
está el problema y la solución del mismo: ¿tenemos
conocimientos reales?, ¿Nos informan correctamente no sólo
desde la medicina, sino también desde la ética cuando vamos a
hacer una consulta sobre este tema? Creo que no. Y si la
conciencia no está bien formada, no tenemos libertad, no tenemos
madurez y haremos lo que hemos oído opinar a otros, aunque
sean doctores en medicina, pero que quizá no tienen los
principios éticos bien fundamentados.
Normalmente la mayoría de las personas no tienen criterios
propios a la hora de determinar el uso o no de los métodos
anticonceptivos. Simplemente hacen lo que otros dicen, sin
pensar si su uso en vez de solucionar el matrimonio lo estropea,
como suele suceder en muchos casos.
Esterilización quirúrgica: la ligadura y la vasectomía. (Mejor
sería llamarlas castración, aunque suene un poco fuerte)
No hemos querido tocar este punto dentro de los métodos
anticonceptivos, aunque lo sea, porque es una manera definitiva
de impedir que nazcan más hijos. Y por ello, no sería
anticonceptivo propiamente dicho, sino eliminación de la
libertad de la mujer o del varón de procrear un nuevo ser.
167
El mismo nombre de ligadura está mal empleado y por
eso nos atrevemos a llamarlo castración. Cuando se inició la
utilización de este procedimiento sí era ligadura, pues se ataban las
trompas de Falopio, o se las ligaba. Pero esto con el tiempo no daba
seguridad, ya que la naturaleza intenta recuperar su estado normal, a
veces los óvulos fecundados atravesaban la ligadura y se producía
un embarazo. Hoy el procedimiento es distinto, es cortar dichas
trompas y anudarlas, de tal forma que la seguridad de que no
se produzca un embarazo es total.
172
CAPITULO X I
REFLEXION FINAL
Como decíamos antes, es difícil llegar a vivir la relación de
178
amor desde la perspectiva propuesta. Es cierto y lo sabemos. Por
eso vamos a decir algo sobre la manera de poder llegar a vivirlo,
no sin dificultad, pero sí con posibilidades de hacerlo.
Como hemos dicho con frecuencia, la sociedad que nos
envuelve es un ambiente que crea individualismos, destructores
de una de las dimensiones que hacen a las personas: la dimensión
social, que preferimos llamarla dimensión comunitaria, ya que lo
de social tiene unas connotaciones equívocas.
La única manera de que una persona se desarrolle en plenitud es
viviendo la dimensión comunitaria, pues como hemos dicho, el
“otro” es absolutamente necesario para que “yo” sea “yo”. Y por
eso una relación de amor tiene que tener en cuenta, de manera
especial, esta dimensión.
Por todo lo anterior tenemos que concluir que, mientras no se
recupere la dimensión comunitaria en nuestra sociedad, no
podremos llegar a cambiarla, y mucho menos a poder vivir la
dinámica del amor en su profundidad.
Hoy estamos viendo la proliferación de grupos de todo tipo, y
que son efecto de la soledad que viven las personas. Se forman
grupos para todo, desde grupos para tomar el té hasta grupos de
reflexión transcendental. Y es que no podemos vivir aislados,
como se nos propone.
No vamos a hacer un análisis de estos grupos, unos muy
positivos, que ayudan a las personas y otros que las destruyen
porque pierden la dimensión humana. Lo que sí volvemos a
afirmar, y con toda nuestra fuerza, es que si no participamos
en grupos de reflexión seria, no lograremos entrar en la
dinámica de la vivencia auténtica del amor propuesta, pues
vivirlo es luchar contra corriente, es ir en contra de todas las
ideas que mueven la sociedad, y si nos decidimos por esa
179
vivencia podemos estar seguros que tendremos cantidad de
gente que nos llamará locos o cosas por el estilo. Y para superar
estos ataques o tenemos un grupo que nos fortalezca y alimente
o el ambiente nos absorbe.
Esto no es algo nuevo. Cuando Jesús propone un nuevo estilo
de vida, lo primero que hace es, justamente, formar un grupo, una
pequeña comunidad, donde sus seguidores puedan apoyarse
mutuamente y luchar para llegar a vivir la vida que él
propone: EL REINADO DE DIOS.
Aunque rara vez, en este documento, se ha hecho referencia a la
fe o a la vida cristiana, todo lo dicho está reflexionado desde la
óptica de Jesús, que es quien mejor nos puede enseñar a amar.
Por eso lo más acertado que podemos decir de Dios es que es
AMOR.
Estas reflexiones nos llevan a decir a las jóvenes y a los
jóvenes que si quieren llegar a amar auténticamente deben
aprender la dinámica de la relación de amor. Este aprendizaje
no se puede lograr sino relacionándose en un ambiente
apropiado, y éste lo proporcionan los grupos juveniles: lugar
de aprendizaje de la relación de amor, que envuelve todos los
demás tipos de relación que se dan en la sociedad: la relación
funcional, la relación social y la interpersonal, que debe estar
en la base de los otros tipos de relación.
Invitamos a las jóvenes y a los jóvenes a conformar grupos en
los que se dé un proceso de formación humana que les permita
superar el ambiente y entrar en una dinámica de crecimiento. Son
los padres de familia los que deben propiciar que los hijos
participen en estos grupos, ya que esto será beneficioso para la
misma familia, informándose previamente del tipo de grupo que
es y por quien está organizado y dirigido para que sus hijos no
180
vayan a encontrarse en ambientes que más que ayudarlos pueden
destruirlos.
Aunque nos hemos referido, casi exclusivamente, en este
documento a las jóvenes y a los jóvenes, también los adultos
necesitamos aprender la relación del amor, cosa que nunca
nos han enseñado y por ello no lo hemos enseñado a los hijos.
Lo mismo que hemos dicho para los jóvenes, lo decimos
para los adultos. Por eso si los adultos quieren aprender una
auténtica relación de amor, necesitan participar de espacios
donde se tenga un verdadero aprendizaje y también una práctica
de la relación. Y esto sólo se puede conseguir participando de
grupos de formación.
Esperamos que las reflexiones de este documento les haya
servido para despertar el deseo de encontrar nuevos caminos, que
les permita salir del ambiente que tanto daño está haciendo a la
juventud y les abra horizontes nuevos para una vida auténtica.
181