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ISSN 2545-8280

Número 4 / Año 4 / 2016

PUBLICACIÓN DE LA MAESTRÍA EN BIOSEGURIDAD


CARRERA DE POSGRADO
DE LA FACULTAD DE CIENCIAS VETERINARIAS
DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE ROSARIO, ARGENTINA
Ruta 33 y Ovidio Lagos
2170 - Casilda - Santa Fe - Argentina
Telefax 0054-364-422050
revistaargdebioseguridad@hotmail.com
jucafabi@arnet.com.ar
ISSN 2545-8280
Revista Argentina de Bioseguridad
Nº 4 Año 4

Una publicación de la Maestría en Bioseguridad


Carrera de Posgrado de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad
Nacional de Rosario - Argentina
Ruta 33 y Av. O. Lagos. CP 2170 - CASILDA (Pcia. de Santa Fe) -
ARGENTINA
Telefax: 0054 - 03464 - 422050
Correo Electrónico:
revistaargdebioseguridad@hotmail.com
jucafabi@arnet.com.ar

Director: Dr. Juan Carlos Fain Binda

Secretarios de Redacción: Bioq. Silvina María Gherardi


Dra. Flavia María Rondelli

Consultores (Comisión de Referato)


Alfieri, Arsenio
Álvarez, Emiliano Timoteo
Ambrosio, Ana
Argote Pellegrino, Esther
Bover, Julián
de Torres, Ramón
Di Masso, Ricardo
Fain Binda, Juan Carlos
Fink, Susana
Hermida Lucena, Perla
Jarne, Rubén
Micucci, Horacio
Pampaluna, Judith
Pérez, Andrés
Ramos Lima, Mayra
Rodríguez Dueñas, José
Rondelli, Flavia María
Signorini, Marcelo
Schammas, Juan Manuel
Sutich, Emma
Tarrés, María Cristina
Torres Valle, Antonio

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ISSN 2545-8280
Índice

Editorial.................................................................................................................... 5

Presentación de la Maestría en Bioseguridad de la FCV de la UNR ...................... 6

Egresados y sus temas de tesis .............................................................................. 10

Trabajos originales

Bioseguridad para el virus de la Coriomeningitis Linfocitaria .................................. 13


Ambrosio, A.; Gamboa, G.; Maiza, A.; Saavedra, M.

Bioseguridad analítica: evaluación del riesgo biológico en áreas biomédicas


utilizando el registro de accidentes ......................................................................... 25
Jarne A.R.; Ferrarotti N.F.

Pequeños generadores de residuos biopatogénicos: criterios para su


categorización en la normativa nacional y latinoamericana .................................... 37
Munitis, M.C.

Plan de acción para el manejo de los desechos biológicos peligrosos en


una instalación primaria de salud 2016 ................................................................... 54
Ramos, M.; Infante, B.

Estimación de la percepción de riesgo en el manejo de citostáticos en el


Instituto de Oncología y Radiobiología de Cuba ..................................................... 68
Rodríguez Montero, H.M.; Argote Pelegrino, E.; Moya Álvarez, M.;
Álvarez Pérez, L.; Torres Valle, A.; Cuétara Lugo E.B.

Experiencia en la elaboración de un programa para la gestión de los


desechos biológicos peligrosos en entidades veterinarias ..................................... 82
Sarduy Faulin, M.C.

Polifenoles vegetales en la dieta de gallinas ponedoras usados como medida


de bioseguridad para el control de moscas en los galpones .................................. 91
Viola, M.N.; Alvarez, C.H.; Craveri, A.M.; Perrotta, C. H.; Savoy, J.P.;
Savoy, J.C.; Antruejo, A.E.

Trabajos encargados especialmente por la revista a personalidades científicas

Cultura de la Bioseguridad y educación en Bioseguridad ....................................... 101


Fink, S.

Trabajos de instituciones nacionales e internacionales referentes en Bioseguridad

Actualización del marco normativo para la gestión de residuos de


establecimientos de atención de la salud ................................................................ 114
de Titto, E.H.; Brunstein, L.V.; Montecchia, M.F.; Benítez, R.; Chesini, F.

3
El desafío de normalizar la gestión del riesgo biológico.
Desarrollo de la norma ISO 35001 para la gestión del riesgo biológico ................. 125
Purita, A. S.

Resúmenes presentados en reuniones científicas, jornadas y congresos

Compostado de aves muertas................................................................................. 134


Fain Binda, V.; Albornoz, J.; Canet, Z.; Rondelli, F.

Características del huevo con el agregado de polifenoles de quebracho


colorado (Schinopsis lorentzii) en la dieta de gallinas ponedoras ........................... 136
Rodríguez Jáuregui, M.G.; Advínculo, S.; Álvarez, C.H.; Perrotta, C.H.;
Savoy, J.P.; Savoy, J.C.; Viola, M.N.; Craveri, A.M.; Antruejo, A.E.

Instrucciones a los autores ...................................................................................... 139

4
Editorial

Esta ha sido una publicación escrita originada en la Facultad de Cien-


cias Veterinarias de la Universidad Nacional de Rosario, Argentina. Lleva
el nombre de Revista Argentina de Bioseguridad (RAB). Ahora la revista
modifica su formato, de papel anual, pasa a electrónico anual.
En sus orígenes, nuestra intención no fue plasmar un liderazgo en esta
ciencia, sino aportar un humilde granito de arena, aprovechando la culminación
de la primera edición de la Maestría en Bioseguridad (Universidad Nacional de
Rosario 2011-2013).
Por consiguiente, el propósito original al editar esa revista, fue propor-
cionar una tribuna para especialistas argentinos y extranjeros en temas in-
herentes a la Bioseguridad, en cualquiera de sus menciones y servir de tram-
polín para trabajos de nuestros alumnos, como una manera exitosa de iniciar-
los en la bioseguridad.

Desde este nº 4 la Revista Argentina de Bioseguridad adopta un for-


mato electrónico, distintas fueron las razones que nos llevaron a ello.
La RAB contó inicialmente con consultores reconocidos en Referato,
pertenecientes a la Bioseguridad o en ámbitos importantes de la cultura, la in-
vestigación o la docencia de posgrado, del país y el extranjero. A ellos se les
fueron agregando otros destacados evaluadores en los números sucesivos,
según las necesidades específicas del temario.
La RAB estima que 2017 será un año propicio para el inicio de una
nueva cohorte de la Maestría en Bioseguridad. El éxito de la primera edición
está demostrado por ser la Maestría con mayor número de egresados a la fina-
lización de su dictado. Si a ello le sumamos las exigencias poco comunes que
trae –tal como la obligación del maestrando en presentar trabajos en congresos
y publicación de trabajos en revistas con referato– convierten a esta maestría
en una fuente de valor pedagógico e intelectual, que enorgullece a esta facul-
tad y seguramente a la propia Universidad Nacional de Rosario.
Para esta edición, se agregan las siguientes secciones: Trabajos de
instituciones nacionales e internacionales referentes en Bioseguridad, así como
Resúmenes presentados en reuniones científicas, jornadas y congresos. Para
el próximo volumen, se creará la sección Novedades en bioseguridad.
Nuestra inquietud es representar un instrumento para favorecer el pro-
greso de la ciencia en general y la bioseguridad en particular.

5
MAESTRÍA EN BIOSEGURIDAD
Carrera de Posgrado de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la
Universidad Nacional de Rosario

MENCIONES EN SALUD HUMANA, SALUD ANIMAL Y SANIDAD VEGETAL

El objeto de esta Maestría es la gestión de sistemas para la prevención y el


control de riesgo biológico, que afecte a la producción y los servicios en los campos
de tres menciones: Salud Humana, Salud Animal y Sanidad Vegetal.
Nuestro plan de estudios está estructurado en módulos obligatorios de
asignaturas generales y específicas de bioseguridad, módulos de asignaturas
específicas correspondientes a las menciones y materias optativas.

Perfil del título

El graduado estará capacitado para:


• Elaborar y conducir proyectos de investigación en los diferentes campos de
la Bioseguridad.
• Diseñar y aplicar un sistema de gestión en relación con la Bioseguridad en
el campo de la Mención específica.
• Desarrollar e implementar la Bioseguridad en las instalaciones y en el
control de la liberación de organismos al medio ambiente.
• Efectuar evaluación y el control de riesgos biológicos sobre la base de
conocimientos científicos.
• Generar, adaptar y mejorar procedimientos y tecnologías que optimicen los
logros en la aplicación de la Bioseguridad a la producción y los servicios en
relación con la salud humana y animal y la sanidad vegetal a través de la
investigación.
• Participar en la elaboración de las normas y regulaciones en el campo de la
Bioseguridad.
• Manejar y aprovechar la información especializada mediante la consulta
ordenada y sistemática de las diferentes fuentes de información sobre
bioseguridad.
• Asumir una actitud crítica y reflexiva en la búsqueda y difusión del
conocimiento actualizado dentro del campo de la bioseguridad.
• Colaborar en equipos interdisciplinarios desde una actitud flexible que
atienda la pluralidad y diversidad de ideas.

Requisitos de Ingreso

• Graduado universitario con título de Médico, Médico Veterinario, Veterinario,


Ingeniero Agrónomo, Biólogo, Bioquímico, Farmacéutico, Químico, Ingeniero
Químico, Licenciado en Microbiología y de otras carreras afines –que acredite
un recorrido curricular y/o académico en el campo de la Bioseguridad–,
egresado de universidades argentinas (nacionales, provinciales o privadas)
legalmente reconocidas, con título de grado equivalente a los otorgados por
las universidades responsables del dictado de la Maestría.
• Graduado en universidades extranjeras reconocidas por autoridades
competentes de su país, con título equivalente a los indicados en el inciso
anterior.

6
Características de la Carrera

a. Satisface el fortalecimiento de la identidad cultural, así como contribuye al


desarrollo socioeconómico del país, al garantizar la seguridad de los traba-
jadores de las instalaciones con riesgo biológico, y la seguridad de la biotec-
nología y del medio ambiente.
b. Contribuye al desarrollo de la cultura de bioseguridad mediante la capa-
citación de todos los que intervienen en el progreso e implementación de la
actividad, entre los cuales están los directivos, los tomadores de decisiones,
los especialistas territoriales, los especialistas del órgano regulador y los
que cumplen acciones de bioseguridad.
c. Da respuesta a los tratados internacionales en los cuales Argentina es
Estado Parte, constituyendo una disciplina que da solidez a los criterios de
Seguridad Nacional, porque garantiza el cumplimiento adecuado de la Con-
vención de Armas Biológicas y Toxínicas, la transparencia a las actividades
biotecnológicas que ejecuta el país y permite participar en el intercambio de
información con el Departamento de Desarme de las Naciones Unidas y
cumpliendo con lo establecido en la Resolución 1540 de dicho organismo.
d. Posee profesores de gran experiencia y prestigio profesional procedentes
de centros docentes de educación superior y de varias instituciones de
investigación del país y de Cuba, los cuales desarrollan una gran actividad
científica.
e. La colaboración interinstitucional y la internacional, facilita multiplicar las
capacidades existentes, permitiendo ampliar la base material del programa
y la capacidad académica del mismo.
f. Estimula la actividad investigativa y docente de los maestrantes y del
claustro docente.
g. Los trabajos de tesis dan respuesta a las necesidades sociales actuales del
país a nivel local, nacional e internacional.
h. La producción científica y docente fortalece el trabajo en Bioseguridad.
i. Logra impulsar desde el punto de vista cognoscitivo e investigativo una
disciplina cuya introducción en las instalaciones con riesgo biológico cons-
tituye requisito y necesidad para el desarrollo científico a que aspira la
sociedad actual.

Modalidad presencial y de tipo estable de 90 créditos: comprende 700


horas obligatorias (540 horas teóricas, 160 horas de trabajos prácticos) y de
investigación, culminando en una Tesis de Maestría ante tribunales espe-
cializados, donde por lo menos un integrante es externo a la carrera.
Proporciona el título académico de Magíster en Bioseguridad, espe-
cificando la Mención seleccionada. Posee tres menciones: Salud Humana,
Salud Animal y Sanidad Vegetal, siendo por lo tanto útil para ser cursada por
una amplia gama de tenedores de títulos de grado.

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Programa de Cursos de la Maestría de Bioseguridad (FCV - UNR)

Asignaturas

Módulo 1 (obligatorio)
- Microbiología
- Biología Molecular
- Metodología de la Investigación
- Gestión de Calidad en Laboratorios de Análisis
- Análisis de Seguridad

Módulo 2 (obligatorio)
- Bioseguridad de las Instalaciones. Taller de Diseño de las Instalaciones
- Bioseguridad en la liberación de Organismos al medio ambiente. Taller de
OVMs
- Primer Seminario de Tesis
- Gestión de la Prevención de Riesgos Laborales
- Aspectos Legales de la Bioseguridad
- Desechos Biológicos Peligrosos
- Segundo Seminario de Tesis

Módulo 3 (obligatorio)
El alumno debe cursar cuatro asignaturas de una de las tres menciones
siguientes

Menciones

Salud Humana
- Epidemiología
- Enfermedades emergentes y reemergentes bacterianas de importancia
clínica humana
- Enfermedades emergentes y reemergentes virales de importancia clínica
humana
- Bioseguridad en instalaciones biomédicas

Salud Animal
- Epizootiología
- Enfermedades emergentes y reemergentes bacterianas de importancia
médica animal
- Enfermedades emergentes y reemergentes virales de importancia médica
animal
- Bioseguridad en instalaciones veterinarias

Sanidad Vegetal
- Plagas agrícolas y medidas seguras para su manejo
- Ecología, biodiversidad y bioseguridad
- Bioseguridad y cultivos transgénicos
- Bioseguridad en instalaciones de sanidad vegetal

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Módulo 4
El alumno debe elegir, cursar y aprobar cuatro asignaturas optativas, asistir a
un Congreso o Jornada con Comisión de Referato para la evaluación de
trabajos científicos y presentar allí una comunicación sobre temas de Bio-
seguridad; debe enviar y ser aceptado a revista argentina o extranjera, un
trabajo sobre temas de bioseguridad; y por último, presentar y defender ante un
Tribunal su Tesis de Maestría.

Asignaturas optativas
- Análisis de confiabilidad y riesgo
- Evaluación de impacto ambiental y niveles de aplicación
- Ergonomía y condiciones de trabajo
- Habilidades para la presentación de resultados científicos
- Manejo de desastres
- Métodos de identificación de impacto ambiental: magnitud y valoración
- Vacunas
- Transporte de muestras infecciosas y sustancias infecciosas
- Bioseguridad e intercambio de información
- Riesgos de contaminaciones potenciales en los productos biológicos
- Seguridad Alimentaria
- Animales de Experimentación
- Bioquímica
- Genética poblacional
- Toxicología fundamental
- Inmunoquímica
- Ingeniería de Proteínas
- Bioseguridad en la industria avícola
- Enfermedades emergentes y reemergentes micóticas y parasitarias
- Contaminación ambiental

9
Egresados con el título de Magister en Bioseguridad y sus temas de
Tesis. Cohorte 2011-2013

De sus treinta alumnos, diecisiete de ellos ya completaron la defensa de sus Tesis.

- Menciones en Salud Humana

Mg. Méd. Judith PAMPALUNA. “Accidentes con cortopunzantes y percepción


de riesgo en un hospital público (Rosario-Argentina)”. Directora: Dra. María
Cristina TARRÉS. Codirectora: Lic. Enf. Adriana WAGNER.

Mg. Bioq. Marcelino Pablo PIGNOLO. “Contribución al desarrollo de gestión del


riesgo ambiental (aerobioseguridad) en la Facultad de Odontología de Rosario”.
Directora: Dra. Perla HERMIDA LUCENA.

Mg. Od. Dolores Julia ROMERA. “Percepción del riesgo biológico en una clí-
nica odontológica”. Director: Dr. Antonio TORRES VALLE.

- Menciones en Salud Animal

Mg. MV Lázaro ALBARRACIN. “Bioseguridad en las inspecciones broma-


tológicas en barreras sanitarias de la provincia de Mendoza”. Directora: Dra.
Diana ROCCA.

Mg. Lic. Olga Patricia ARUANI. “Programa de bioseguridad para la Unidad de


Prácticas Veterinarias de la Universidad Juan Agustín Maza”. Director: Dr. Juan
C. FAIN BINDA.

Mg. Esp. MV Liliana Noemí BELÁ. “Bioseguridad e inocuidad alimentaría en la


elaboración de alimentos en un comedor escolar”. Directora: Msc. Ada
SEGHESSO.

Mg. MSC. MV Julián BOVER. “Instrumentos para el relevamiento de infor-


mación destinada a la construcción de un mapa de riesgo en la Facultad de
Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de la Plata”. Director: Dr.
Ricardo José DI MASSO.

Mg. MV Valeria BUEY. “Combinación de alcohol 70 y luz ultra violeta como


medida de bioseguridad en el laboratorio de micobacterias ambientales”. Direc-
tora: Dra. Delia Susana ORIANI.

Mg. MV Gladys Isabel FUNEZ. “Estudio de la Bioseguridad en un matadero de


bovinos. Riesgos Objetivos y Subjetivos”. Director: Dr. Antonio TORRES
VALLE.

Mg. MV Manuel Enrique GODOY. “Riesgos biológicos en las operaciones de


control de plagas urbanas en Godoy Cruz. Mendoza”. Director: Dr. Virgilio
ROIG.

10
Mg. Vet. Valentina HYNES. “Protección personal y ambiental en las prácticas
de la bioseguridad por aplicación de plaguicidas en fincas frutícolas de
Mendoza, Argentina”. Directora: Dra. Nora GORLA.

Mg. MV Analía PEDROSA. “Percepción pública ante el vector de la enfermedad


de Chagas y riesgos de su manipulación en el laboratorio”. Director: Msc.
Roberto MERA y SIERRA.

Mg. Vet. Fátima SILVA. “Análisis de riesgos ocupacionales en el quirófano


veterinario de la Universidad Juan Agustín Maza”. Director: Dr. Aramís
FERNÁNDEZ LUCIANO. Codirector: Dr. Antonio TORRES VALLE.

Mg. MV Erica Marilina VALENTINI. “Análisis de riesgo biológico en sistemas de


enfriado por inmersión en una planta faenadora de aves”. Director: Dr. Juan C.
FAIN BINDA.

Mg. MV María Nair VIOLA. “Evaluación del uso de polifenoles vegetales como
medida de bioseguridad para el control de moscas en galpones de gallinas
ponedoras". Directora: Dra. Alejandra ANTRUEJO.

Mg. MV Corina ZERPA. “Monitoreo de zoonosis para determinar acciones de


bioseguridad en el zoológico de Mendoza”. Directora: Dra. Silvina FRANҪOIS.

- Menciones en Sanidad Vegetal

Mg. Ing. Agr. Rubén Alfredo BRODA. “Percepción pública sobre seguridad de
la soja transgénica en la comunidad de San Carlos Centro-Santa Fe”.
Directora: Dra. Mayra RAMOS LIMA.

11
Segunda Edición 2017-2018

Sus autoridades fueron designadas por cuatro años por el Consejo


Directivo de la Facultad de Ciencias Veterinarias, UNR según resolución
215/15. En la actualidad los alumnos de la primera cohorte realizan la defensa
de sus Tesis de Maestría.

Comisión Académica

Miembros titulares
Dra. Bióloga Ana María AMBROSIO (Instituto Nacional de enfermedades
Virales Humanas “Dr. Julio I. Maiztegui” - INEVH)

Mg. M.V. Julián BOVER (Facultad de Ciencias Veterinarias - UNLP - SENASA)

Dr. Ing. Agr. Ricardo José DI MASSO (Facultad de Ciencias Veterinarias -


UNR)

Dra. Méd. Perla Sonia Hermida LUCENA (Facultad de Odontología - UNR)

Mg. Ing. Agr. Guillermo MONTERO (Facultad de Ciencias Agrarias - UNR)

Dra. Bioq. Flavia María RONDELLI (Presidente y Directora de la Carrera -


Facultad de Ciencias Veterinarias - UNR)

Dra. Bioq. Emma Guillermina SUTICH (Facultad de Ciencias Bioquímicas y


Farmacéuticas - UNR)

Miembros suplentes
Dra. Lic. Sandra Fabiana BERNARDI (Facultad de Ciencias Veterinarias -
UNR)

Dra. M. V. Dora Gabriela DAPINO (Facultad de Ciencias Veterinarias - UNR)

Dr. Méd. Juan Carlos Arturo FAIN BINDA (ex Director de la Carrera)

Coordinadora Académica
Mg. M. V. Liliana Noemí BELÁ (Facultad de Ciencias Veterinarias - UNR)

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TRABAJOS ORIGINALES

Bioseguridad para el virus de la Coriomeningitis Linfocitaria

Ambrosio, A.; Gamboa, G.; Maiza, A.; Saavedra, M.


Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas Dr. J.I. Maiztegui- ANLIS
amambrosio@anlis.gov.ar
Monteagudo 2510, (2700) Pergamino, Argentina. 0054-2477- 433044.

Resumen
La actividad del virus de la Coriomeningitis Linfocítica (LCMV) en Argentina ha
sido reportada a comienzos de los ´70 y continuamente documentada hasta la
actualidad. LCMV es un arenavirus, prototipo del Género Mammarenavirus, y
tiene como reservorio la especie de ratón Mus domesticus, frecuentemente
encontrado en hábitats urbanos y rurales de Argentina. La distribución geográfica
de infección por LCMV en el reservorio natural y en humanos ha permitido
delimitar el área endémica estimada de este agente, que se superpone
parcialmente con la de otro arenavirus, el virus Junín, causante de la fiebre
hemorrágica argentina. Las dobles infecciones de humanos por estos virus han
sido reiteradamente demostradas.
Las clasificaciones nacionales e internacionales de riesgo biológico catalogan al
LCMV en el nivel de riesgo biológico 2, siempre que infecte a individuos
inmunocompetentes, pero este nivel se incrementa a 3 cuando están
involucradas las cepas más virulentas de este agente. También el nivel de riesgo
de LCMV se incrementa a 3 cuando cualquier cepa infecta a una embarazada o a
individuos inmunodeprimidos ó inmunosuprimidos.
En este trabajo se revisan en general los factores que inciden en el riesgo
biológico de LCMV y en el diseño de la correspondiente biocontención en el
campo, el bioterio de cría de ratones y el laboratorio.

Palabras clave: Coriomeningitis Linfocítica, arenavirus, riesgo biológico,


bioseguridad, LCMV y embarazo.

Abstract
The activity of Lymphocytic Choriomeningitis virus in Argentina has been
reported from the earlier ´70s and continuously documented up to the present.
LCMV is an arenavirus, prototype of the Mammarenavirus genus, and has the
mice Mus domesticus as a natural reservoir. This rodent is found in many urban
and rural habitats in Argentina. The geographical distribution of LCMV infected
rodents and humans allowed the delimitation of a putative endemic area for this
agent, which is partially overlapping with that of another arenavirus, Junin, the
etiological agent of Argentine hemorrhagic fever. Sequential double infections
due to these two viruses have been repeatedly demonstrated. National and
international classifications on biorisk point to LCMV as belonging to the biorisk
level 2 when exposed people are immunocompetent individuals, except for work
with most virulent LCMV strains, which increases risk to level 3. When exposed
people are pregnant women and immune-depressed or immune-suppressed

13
individuals, LCMV infected materials pose a high (level 3) biological risk. This
paper is a general revision on factors that determine the LCMV biological risk
level, as well as the design of biocontainment for work involving this virus in the
field, the mice breeding colony and the laboratory.

Key words: Lymphocytic


ytic Choriomeningitis
Choriomeningitis, arenavirus, biohazard, biosafety,
LCMV and pregnancy.

Introducción
El virus de la Coriomeningitis Linfocitaria ((nomenclatura
nomenclatura internacional del
virus: LCMV) pertenece a la Familia Arenaviridae, integrada por dos Géneros12:
Mammarenavirus con 31 especies virales reconocidas, cuyo prototipo es LCMV
Reptarenavirus con 3 especies reconocidas, cuyo prototipo es Alethinophid 1.
Todos los Mammarenavirus comparten las siguientes características:

a microscopía electrónica de secciones ultrafinas de células infectadas


a) La
por estos virus muestra partículas ovales o pleomórficas, de 50 a 300 nm
de diámetro, que son liberadas en el medio extracelular mediante un
proceso de brotación
ón desde la membrana plasmática
plasmática.

b) La partícula viral (Figura 1) se constituye morfológicamente por:


• una envoltura con proyecciones superficiales, derivada de la membrana
plasmática de la célula infectada.
• granulaciones electro
electrodensas en el interior del virión que son dos tipos de
RNA: dosos moléculas de RNA de cadena simple, de peso molecular
marcadamente diferente (S y L),, que constituyen el genoma viral, y otro
tipo de RNA que proviene de los ribosomas de la célula huesped. Estos
RNA se observan al microscopio electrónico como estructura
estructurass granulares
que ocupan el interior de los viriones dando a éstos una apariencia
"arenosa", característica de la que deriva el nombre Arenaviridae con que
se designa a la Familia.

Proyecciones de la superficie del


virión, dominante en la neutralización
de arenavirus

Embebida en la membrana,
parcialmente expresada en la
superficie del virus.
GP más conservada entre los
arenavirus determinado por
reacción con AcMo.

Fuente: Dr. Ray Baumann, Escuela de Medicina, Universidad de Mississipi, EUA.

Figura 1. Representación esquemática de un Arenavirus

14
c) La historia natural de los Mammarenavirus está caracterizada porque
generalmente infectan a un número limitado de especies de pequeños roedores,
quienes actúan como sus reservorios y habitan áreas geográficas bien definidas.
Así, su epidemiología está gobernada por los factores que afectan a la difusión de
los virus en las poblaciones de roedores y aquéllos que ponen al hombre en la
proximidad de roedores infectados.

El ratón peridoméstico Mus domesticus es el principal reservorio del LCMV


y la fuente más importante de infección humana, aunque también se han
reportado brotes epidémicos de LCM transmitido por hamsters chinos. El origen
de Mus domesticus en Europa y su posterior diseminación en América, Asia,
África y Australia tiene directa correlación con las características cosmopolitas de
la infección por LCMV. Aunque la infección puede ser transmitida fácilmente de
ratón a hámster y desde éste al hombre, no se han hallado evidencias de
hamsters infectados con LCMV en la naturaleza.

El género Mus en Argentina


La especie Mus domesticus ha sido introducida en América a comienzos
del siglo XVI. Es una especie oportunista que puede habitar en campos
cultivados y en edificios ocupados por el hombre. Importantes números de Mus
domesticus han sido colectados en estudios de captura de roedores realizados
en Argentina desde 1972 hasta la actualidad17,21. Si bien los estudios
poblacionales muestran un incremento estacional de esta especie en otoño, en
las zonas urbanas la actividad del hombre ha creado hábitats adecuados para
mantener la población de estos roedores estable durante todo el año. Esta
especie no compite con los roedores del nuevo mundo.

Infección en el ratón
LCMV es mantenido por transmisión vertical dentro de la población
reservorio. El ratón, infectado en el útero materno o a las pocas horas de su
nacimiento, desarrolla una infección persistente con presencia de viremia y sin
anticuerpos. Permanece en buen estado de salud mientras disemina el virus a
través de la orina, heces y secreciones de la nariz y la boca. Cuando la
infección ocurre en un ratón adulto se desencadena una reacción inmu-
nopatológica con desenlace fatal. Los ratones y hamsters mantenidos como
mascotas pueden también ser fuentes de infección con LCMV.
La actividad del LCMV en Argentina fue reportada a comienzos de la
década del '70, al demostrarse la infección de humanos y de roedores silvestres
por este virus. El descubrimiento fue casual ya que los anticuerpos anti-LCMV
fueron detectados en un Mus domesticus capturado durante estudios para
determinar la fuente de virus Junin en un brote urbano de Fiebre Hemorrágica
Argentina3,16. Casi simultáneamente, la cepa 13065 de LCMV (prototipo
argentino de este agente) fue aislada de otro roedor de la misma especie21.
Desde ese momento y aunque con alguna interrupciones, se han detectado
indicadores de la actividad de LCMV en estudios realizados a poblaciones de
roedores en ambientes rurales y urbanos. Aunque no fue investigada de manera
sostenida en los roedores Mus capturados históricamente, se dispone de datos

15
sobre prevalencia de anticuerpos anti LCMV en humanos residentes en
ciudades (6,9 a 20,1% positivos) y en áreas rurales (0 a 9,5% positivos). Estos
datos han sido obtenidos en estudios longitudinales, lo que demuestra el
carácter endémico de LCMV en las áreas estudiadas17, 2,19, 20.

¿Cómo llega el LCMV al humano?


En la Figura 2 se esquematiza el ciclo de transmisión del LCMV en la
naturaleza. El virus mantenido en las poblaciones de Mus por transmisión
vertical y horizontal (peleas entre adultos) es diseminado y contamina el
entorno urbano o rural al que accede el hombre 7, 2,19. Al entrar éste en contacto
directo o indirecto con roedores infectados adquiere la enfermedad descripta
más abajo que, generalmente, tiene una evolución benigna. Los anticuerpos
específicos generados por la infección humana persisten de por vida.

Infección congénita, contacto, alimentos contaminados

Alimentos
contaminados,
contacto,
Hámster y otros mordedura
animales

Figura 2. Ciclo de transmisión del virus de la Coriomeningitis Linfocítica

La infeccion por LCMV en el humano


La asociación etiológica entre LCMV y enfermedad humana fue
establecida en 1936 mediante el aislamiento del virus y la demostración del
desarrollo de anticuerpos específicos1. La infección humana, según ocurra
antes o después del nacimiento, varía en sus manifestaciones y secuelas. La
infección prenatal está asociada a un impacto negativo en la salud del feto y,
dependiendo del trimestre de la gestación en que ocurra, se incrementa el

16
riesgo de muerte fetal, mientras que severas alteraciones neurológicas,
principalmente hidrocéfalo y coriorretinitis, son esperables en los infectados
nacidos vivos4, 6.
En la infección post natal por LCMV existe un periodo de incubación que
se estima entre 8 y 13 días. La presentación de síntomas clínicos es
infrecuente aunque la severidad de los mismos depende de la integridad del
sistema immune del huésped. En individuos inmunosuprimidos la infección con
LCMV desencadena una enfermedad grave con alta tasa de letalidad15,
mientras que en individuos inmunocompetentes transcurre asintomática en
alrededor del 30% de los casos. Cuando la infección desencadena
sintomatología clínica (aproximadamente 50% de los casos) se presenta una
enfermedad febril sin compromiso del sistema nervioso, pero en el 20%
restante la infección desencadena una clínica bifásica que consiste en un
comienzo febril, con malestar general, lumbalgia, mialgia, faringitis, nauseas,
vómitos, dolores de cabeza y retro ocular, fotofobia y anorexia, entre otros
síntomas. En alrededor del 15% de los pacientes, a los pocos días de la
desaparición de los síntomas descriptos, deviene una segunda presentación
como meningitis y encefalitis. La evolución de esta segunda fase puede
complicarse por hidrocefalia como consecuencia de la inflamación ependimal.
La letalidad se estima en 1% o menos y es causada por complicaciones de la
encefalitis y/o la ocurrencia de hemorragias masivas13.
Desde que la actividad del LCMV en Argentina fue demostrada, no más de
treinta casos de enfermedad han sido diagnosticados etiológicamente como
infecciones por LCMV en individuos estudiados en el Instituto Nacional de
Enfermedades Virales Humanas (INEVH). Estos fueron presuntivamente
informados como casos de Fiebre Hemorrágica Argentina, lo cual confirma lo
reportado en 1973 por Ackermann1 sobre la baja incidencia de enfermedad
clínica atribuible al LCMV. Sin embargo, mediante diferentes pruebas serológicas
se han detectado regularmente anticuerpos para el LCMV en un número de los
pacientes que, cada año, son asistidos por padecer una FHA etiológicamente
confirmada. Esto se debe a que, como se presenta en la Figura 3, las áreas
endémicas de estos dos arenavirus (LCMV y Junin) se superponen parcialmente
y las infecciones consecutivas son conocidas y han sido reportadas desde 1970.
Globalmente considerados, estos datos sugieren que la prevalencia de infección
por el LCMV en Argentina es un fenómeno de importancia epidemiológica, cuya
magnitud no ha sido aún evaluada. En base a la frecuencia de casos clínicos y a
la prevalencia de anticuerpos encontrada en estudios poblacionales, en la Figura
3 se presenta el área endémica estimada para LCMV en Argentina.

17
Área endémica de fiebre hemorrágica argentina
Área endémica estimada de LCM (el color más intenso
indica mayor concentración histórica de casos clínicos)

Figura 3. Área endémica estimada del virus de la Coriomeningitis Linfocítica en


Argentina

LCMV y Bioseguridad
Estimación del riesgo biológico de LCMV
En las Tablas 1, 2 y 3 se resumen los factores inherentes al virus LCM,
al huésped y a la actividad que se realiza con este agente para estimar
inicialmente el nivel de riesgo biológico que corresponde al LCMV5,18. Desde el
análisis de estos datos se concluye que el riesgo biológico es de nivel 2 ó 3
dependiendo de las cepas del virus involucradas y de las actividades que se
realicen con ellas.

18
Tabla 1. Características propias del LCMV que inciden en su nivel de riesgo
biológico

CARACTERÍSTICAS FUNDAMENTOS NIVEL DE RIESGO


DEL AGENTE BIOLÓGICO

Virulencia Moderada frente a sistema


inmune normal
Alta en inmunodeprimidos
Alta para el feto humano

Nivel 2 para actividades que


Patogenicidad Moderada no multipliquen ni diseminen
Alta en algunas cepas el virus y que sean
Estabilidad biológica Muy termolábil. Mantiene su realizadas por operadores
infectividad fuera del huésped con sistema inmune intacto.
a -80ºC. Se mantiene ≥ 206 Embarazadas deben ser
días a 4- 10ºC suspendido en apartadas de cualquier
glicerina al 50% en solución posible contacto con cepas
salina al 0,85%. atenuadas o virulentas de
Vías de transmisión Contacto directo o indirecto LCMV.
de mucosas y/o heridas con
elementos contaminados con
el virus.
Inhalación del virus por
aerosoles.
Modos de Calor
inactivación Hipoclorito de sodio 2%
Glutaraldehído 2%
Etanol 70%
Formaldehído

19
Tabla 2. Características del huésped que inciden el nivel de riesgo biológico de
LCMV

CARACTERÍSTICAS FUNDAMENTOS NIVEL DE RIESGO


DEL HUÉSPED BIOLÓGICO

Susceptibilidad- No existen medidas preventivas


Existencia de vacunas
Integridad del sistema La infección pasa usualmente
inmune inadvertida cuando el sistema
inmune está intacto
En inmunodeprimidos y
transplantados la infección es
fatal Nivel 2 para personas
Frecuencia de infección Difícil de establecer ya que la sanas e
en el laboratorio infección es asintomática. Se inmunocompetentes
requiere encuesta serológica
Grado de exposición Es alto en quienes manipulan Nivel 3 para
roedores silvestres y/o colonias embarazadas e
no controladas, asi como inmunodeprimidos
productos derivados de estos
animales
Gravedad de la Generalmente la enfermedad
enfermedad por LCMV es asintomática o
muy leve.
En inmunodeprimidos la
enfermedad es muy grave y en
el embarazo genera secuelas
y/o muerte fetal
Medidas terapéuticas No hay. Sólo se pueden mitigar
disponibles los síntomas clínicos que se
presenten

Tabla 3. Características de la actividad desarrollada que inciden el nivel de


riesgo biológico de LCMV

ACTIVIDAD FUNDAMENTOS NIVEL DE RIESGO


DESARROLLADA BIOLÓGICO

Diagnóstico Muestras de pequeño volumen Nivel 2


Investigación Multiplicación y/o gran volumen. Nivel 3
Necropsias de animales infectados
Producción Gran volumen Nivel 3
Manejo de roedores Manipulación de reservorios Nivel 2+
silvestres (capturas,
control de plagas)
Operadores en colonias SPF Nivel 2
de cría Convencionales Nivel 2+

20
Implementación de la bioseguridad para LCMV
El diseño de las medidas de bioseguridad para contrarrestar el riesgo
biológico inherente a LCMV, en niveles 2 y 3, se realizará atendiendo a los
riesgos a minimizar en cada entorno y en cada actividad. Temas de importancia
central en esta evaluación son las vías de diseminación del LCMV (incluyen la
vía inhalatoria), la estabilidad biológica de este agente y los factores que lo
inactivan (centrales en el diseño de programas de limpieza y descon-
taminación). De estas estimaciones surgirán diferentes combinaciones de
barreras primarias y secundarias como se resumen a continuación y cuya
implementación se describe en Biosafety in microbiological and biomedical
laboratory 5.

Barreras primarias
1. Buenas prácticas de laboratorio
Pipeteo usando equipos
Calificado manejo y disposición de elementos punzo- cortantes
Confinamiento de aerosoles
Prácticas validadas de limpieza y descontaminación de materiales e
instalaciones
2. Indumentaria de protección personal
Ambo
Calzado exclusivo para utilizar en el laboratorio
Guantes
En instalaciones de bioterios y laboratorios se agrega a lo anterior
Cofias
Camisolines
Cubrebotas
Barbijos
Anteojos de seguridad
Técnica de colocación de vestuario estéril
3. Equipamiento de bioseguridad
Elementos de pipeteo
Corto- punzantes
Recipientes y rotores de seguridad para centrífugas
Confinamiento de procedimientos generadores de aerosoles
(Gabinetes de seguridad biológica adecuadamente seleccionados y
controlados)

Barreras secundarias
Segregación de actividades, especialmente de aquellas que involucren
el uso de animales y/o cultivos celulares infectados con LCMV. Es importante
recordar que para quienes residen en o visitan el área endémica de LCMV el
riesgo de tomar contacto con el virus es permanente, ya que Mus domesticus
pueden encontrarse en el hogar y sus alrededores, así como en las áreas
rurales. Resulta fundamental la exclusión de la entrada de roedores silvestres
en el bioterio, el laboratorio y el hogar atendiendo a:
a) Eliminación de puertas de entrada, mediante el sellado alrededor ca-
ñerías, ventilaciones y otras acometidas.

21
b) Colocación de marcos metálicos para puerta y ventanas, a fin de pre-
venir el ingreso de roedores mediante el uso de sus dientes. No es
conveniente el uso de tela metálica liviana para el sellado de espacios
o posibles vías de entrada de roedores.
c) Programa de Control de roedores en el entorno externo al laboratorio
mediante la colocación de trampas (cuando la población de roedores
silvestres es baja) y la aplicación de rodenticidas, bajo un estricto plan
de control, cuando la población de roedores es alta.

La vigilancia y custodia de las colonias de cría de roedores


Desde que Traub reportó en 1936 la capacidad de LCMV para infectar
crónicamente ratones en bioterios, el riesgo aportado por este agente es
conocido pero nunca ha sido adecuadamente estimado, según demuestran
diversas publicaciones10, 22, algunas de las cuales son muy recientes8, 14. El
virus infecta sin síntomas a los ratones y puede circular no detectado en las
colonias de cría, infectando al personal que trabaja en ellas. La diseminación
del virus contaminante puede ser origen de focos epidémicos fuera de las
facilidades del bioterio, aunque el contagio interpersonal no ha sido demostrado
aun. La manera más efectiva de prevenir brotes de LCM en los bioterios es la
implementación y constante verificación de barreras primarias y secundarias
tendientes a asegurar el aislamiento de los animales en cría9. Esta condición
no está garantizada en muchos bioterios de Argentina, aunque algunos de ellos
se encuentren localizados en el área endémica de LCMV. El Consejo Nacional
de Investigaciones Científicas y Técnicas ha liderado en los últimos años un
programa de trabajo tendiente a mejorar la calidad de las prácticas en bioterios
así como de los animales de laboratorio utilizados en la investigación.
Finalmente, un tema de gran importancia es la utilización de productos
derivados de ratones (embriones, líneas celulares, sueros, antígenos con-
tenidos en tejidos de ratones no controlados, etc.) ya que éstos pueden estar
contaminados con LCMV11. Un episodio documentado en Argentina que sirve
de ejemplo ha sido el caso de una línea tumoral cuya contaminación con LCMV
fue detectada luego de su distribución a diversos laboratorios, en la seguridad
de que la línea se venía manteniendo en animales SPF (datos no mostrados).
Se demostró la contaminación en el material original y se realizó una búsqueda
de anticuerpos anti LCMV en el personal involucrado en todas las
manipulaciones de esta línea sin resultados positivos.

Conclusiones
El LCMV es un arenavirus enzoótico en una vasta región estimada
(compartida por las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe y
Córdoba) que podría resultar más amplia a partir de futuros estudios
epidemiológicos. En ella, el virus circula inadvertido en la población del ratón
Mus domesticus, especie que ocupa hábitats urbanos y rurales, por lo que
todos pobladores del área endémica pueden infectarse con LCMV. Si bien en la
mayoría de los casos la infección transcurre sin síntomas, las consecuencias
se agravan cuando el susceptible es una embarazada y/o un inmunodeprimido
o inmunosuprimido.

22
LCMV puede también circular inadvertido en las colonias de cría de
ratones donde, además de interferir con los resultados experimentales
obtenidos con estos animales, genera un considerable riesgo para la salud del
personal. El virus puede ser introducido de muchas maneras, ya sea por per-
sonal que ingrese en las instalaciones incumpliendo las prácticas establecidas
por las reglas de higiene y bioseguridad, como por la caída en la efectividad de
las barreras secundarias, entre las cuales el monitoreo microbiológico (que
debe incluir la búsqueda serológica de LCMV) ocupa un rol fundamental.
Siempre que se desconozca el estado sanitario de los animales, debe evitarse
que las embarazadas y aquellos con un sistema inmune no intacto desarrollen
actividades en el bioterio.

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24
Bioseguridad analítica: evaluación del riesgo biológico en áreas
biomédicas utilizando el registro de accidentes

Jarne A.R., Ferrarotti N.F.


Laboratorio Central Municipalidad de Tres de Febrero. Universidad Nacional de
Tres de Febrero
rubenjarne@yahoo.com.ar
Avenida Marquez 2521, Manzana 28, Casa 11 Altos de Podesta. CP 1657. Ar-
gentina. 0054-11-4841-2729.

Resumen
El accidente biológico es un suceso frecuente en el ámbito biomédico y de es-
casa incidencia en la comunidad que puede usarse como un estimador cuanti-
tativo del riesgo biológico. Se han utilizado los registros originales de denuncias
de accidentes de una institución biomédica con una planta total de 471 trabaja-
dores. Se registraron 82 accidentes de los cuales 41 (50%) correspondieron a
salpicaduras con material biológico en los ojos e injurias con objetos punzo-
cortantes. Se ha utilizado el riesgo relativo (RR) por actividad dividiendo la tasa
de incidencia de accidentes biológicos por actividad por la tasa de incidencia
total de accidentes biológicos que presenta la institución. Se ha realizado un
mapa de riesgo por actividad encontrándose tres grupos con riesgos estadísti-
camente significativos, uno de riesgo mayor que el promedio institucional: las
instrumentadoras y las ayudantes de enfermería (RR > 2,5). Un segundo grupo
de riesgo moderado: las enfermeras y las mucamas las cuales no presentan
diferencias con el promedio de la institución (RR: 1,0). Un tercer grupo de ries-
go menor al promedio institucional: el resto de la institución (RR < 0,50) Por
último un grupo de riesgo incierto: Camilleros, técnicos varios, los cuales pre-
sentan valores de RR entre 1,5 y 2,5 pero debido al tamaño muestral no pre-
sentan diferencias significativas con el promedio de la institución. Se concluye
que los registros de accidentes biológicos son un indicador de daño inespecí-
fico que además integran otros daños derivados como los psicológicos o far-
macológicos (tratamientos de profilaxis), cuya utilidad radica en el replanteo de
normas de bioseguridad.

Palabras clave: bioseguridad analítica, riesgo biológico, accidentes biológicos.

Abstract
Biological accidents are frequent occurrences in the biomedical field that have a
low impact on the community and can be used as a quantitative estimate of the
biohazard. The original records of reported accidents inside a biomedical institu-
tion were used, the institution in question is composed by 471 plant workers. 82
accidents occurred from which 41 (50%) of them were biological material mak-
ing contact with one or both eyes via splash and injuries from sharp equipment.
We estimated the relative risk (RR) per activity by dividing the incidence rate of
biological accidents per activity by the total incidence rate of biological acci-
dents that happened in the institution. We performed a risk map per different
activity, dividing them in three main groups with statistically significant risks. The
first group, composed by instrumentators and nursing assistants, is the group

25
with a relative risk higher than the institutional average (RR> 2.5). The second
group composed by nurses and maids has a moderate relative risk (RR: 1.0).
And the third group, composed by all the personal that possess a low relative
risk, mainly personal with tasks unrelated to care and treatment (RR <0.50)
There was also a fourth group found, stretcher bearers and several technicians,
which had values of RR between 1.5 and 2.5 but due to sample size it did not
bear significant differences with the institutional average. It is concluded that
biological accident records are an indicator of non-specific damage that is also
integrated by other derived damages such as psychological or pharmacological
(prophylactic treatment), whose usefulness lies in rethinking the biosafety stan-
dards.

Keywords: analitical biosafety, biohazard, biological accident.

Introducción
Los conceptos de Bioseguridad se introdujeron en el área biomédica
hace aproximadamente 30 años a partir del impacto del VIH/SIDA fundamen-
talmente como una presión social más que como una demanda de los profe-
sionales biomédicos. El riesgo de Hepatitis B, idéntico en la práctica al de SI-
DA, sólo que con mucha mayor tasa de ataque y prevalencia, no había sido
suficiente para generar un cambio de conductas en la aplicación práctica de las
medidas de seguridad. De hecho entonces el cambio generado por HIV, no fue
causa de una respuesta del sector biomédico (que conocía perfectamente el
riesgo de Hepatitis B) si no de una demanda popular, generada por las carac-
terísticas de la enfermedad.
Comenzó a instalarse una etapa fuertemente normativa, desde el sector
público se dictaron normas de bioseguridad a nivel nacional1, así como para la
atención de pacientes odontológicos con HIV2, las distintas provincias también
dictaron sus propias normas3 e inclusive también se redactaron a nivel hospi-
talario4. Todas ellas tienen en común la inspiración del Manual de Bioseguri-
dad5 para laboratorios de microbiología y la introducción paulatina del concepto
de precauciones universales.
Esta etapa normativa y prescriptiva comienza a ser superada a partir de
la introducción del enfoque sobre procesos señalizada en las normas OHSAS
18000:1999 sobre Salud y Seguridad en el Trabajo6, en forma operativa en el
año 2002, Bollman aplicó esta metodología en un laboratorio microbiológico de
alimentos7.
La redefinición de la bioseguridad como “la disciplina que analiza aque-
llos procesos en los cuales la exposición a los agentes biológicos puede oca-
sionar daño e interviene sobre dichos procesos disminuyendo a un valor míni-
mo la probabilidad de ocurrencia de la interacción y del daño”8, permitió inte-
grar y superar definiciones anteriores, introduciendo la unidad de análisis9
“proceso” y las variables “exposición” y “daño”, susceptibles de ser evalua-
das cualitativa y cuantitativamente.
Uno de los métodos de cuantificación del riesgo biológico desarrollado a
partir de estos conceptos, se basa en el registro de accidentes y su posterior aná-
lisis; cabe destacar que este método presenta una gran limitación, solo es posible
realizarlo si se cuenta con los registros originales de denuncias de accidentes.

26
Dado el formato oficial de codificación de accidentes y la posterior elevación de
esa información por parte de las instituciones biomédicas a las Aseguradoras
de Riesgo de Trabajo (ART) se genera un agregado de información imposible
de ser analizada.
El accidente biológico es un suceso casi inexistente a nivel poblacional,
los accidentes ocurridos a nivel laboral tienen una entidad manifiesta y clara, lo
que los convierte en una variable de estudio significativa cuya frecuencia de
aparición es significativamente mayor que el suceso enfermedad profesional.
La denuncia obligatoria de los Accidentes Laborales (Ley Nº 24.557) ha
posibilitado construir mapas de riesgo laboral en todas las áreas ya que exis-
tiría una función casi lineal entre la gravedad del accidente y las consecuencias
del mismo (lesiones o muerte)10. En el caso de los accidentes laborales del
área biomédica en que estén involucrados agentes biológico patógenos (ABPs)
no existe una clara linealidad entre la magnitud del accidente y las consecuen-
cias del mismo. Una de las causas de esta situación radica en las diferentes
tasas de seroconversión que hallamos con los distintos ABPs en el caso de
accidentes punzo cortante con material biológico infectado, puede oscilar des-
de 0.5% en el caso del HIV hasta 30% en el caso del HVB en individuos no va-
cunados. Es decir no todos los accidentes biológicos producen una conse-
cuencia física definida (enfermedad causada por ABP). Por otro lado, varias de
las enfermedades que pueden ser adquiridas en el ámbito laboral biomédico no
pueden ser asignados a un accidente definido sino a una exposición continua a
ABP (ej. Tuberculosis)11.
Como la mayoría de los accidentes biológicos no producen enfermedad
profesional, el registro de accidentes por ABP es un marcador que sobredi-
mensiona la medición absoluta del Riesgo Biológico. Sin embargo presenta una
gran utilidad adicional, es un buen marcador de la eficiencia de los programas
de seguridad.
El objetivo de este trabajo es desarrollar un mapa del Riesgo Biológico
institucional a través de la evaluación cuantitativa del riesgo biológico institu-
cional basado en el tradicional modelo del registro de accidentes.

Materiales y Métodos
Se utilizaron los registros originales de notificación obligatoria de acci-
dentes laborales de un importante sanatorio de alta complejidad de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires con más de 200 camas de internación y con una
planta total de 471 trabajadores, del año 2007. La planilla de recolección de
datos es común para todas las Aseguradoras de Riesgos de Trabajo (ART) y
se utilizó como eje del procesamiento de información el segmento “Descrip-
ción del Accidente y sus consecuencias”, en este segmento los aspectos
cualitativos de los accidentes no están codificados como el resto de los ítems
debido a lo cual no es procesado estadísticamente por las ARTs ni por la Su-
perintendencia de Riesgos de Trabajo (SRT). La institución médica por razones
de tipo impositivo presenta tres sociedades distintas de las cuales dependen
los trabajadores en relación de dependencia, ellas son DS, CC y FD las cuales
aseguran a sus empleados en dos ARTs distintas, para la construcción de ma-
pas de riesgos se unificaron los tres registros en un único registro y se reagru-
paron por tipo de accidentes y por actividad.

27
Se utilizaron como variables de medición:
• la tasa de incidencia de accidentes institucional (número total de acci-
dentes por 1.000 trabajadores por año),
• la tasa de incidencia de accidentes biológicos institucional (número
de accidentes biológicos por 1.000 trabajadores por año),
• la tasa de incidencia de accidentes biológicos por actividad (número
de accidentes biológicos por actividad por 1.000 trabajadores por año).
Se calculó el riesgo relativo (tasa de incidencia por actividad / tasa de
incidencia institucional) para cada una de las actividades, a partir de esto se
construyó un mapa de riesgo por actividad. Se utilizaron las pruebas de bondad
del ajuste para saber si la distribución y diferencias halladas en las muestras
reales corresponden al azar o no a través del estadístico χ2 , con dos niveles de
significación P=0,05 y P=0,01.

Resultados
Dada la extensión de los registros de accidentes, solo se señala en la
Tabla 1 un fragmento donde se muestra el formato utilizado para la recolección
de las denuncias.

Tabla 1. Registro de accidentes del personal. 1° trimestre 2007 (razón social DS)
FECHA INICIAL ACTIVIDAD TIPO OBSERVACIONES
05-01-07 L.N. Enfermera Tirón movilizando un paciente sintió tirón en rodilla
derecha
13-01-07 P.R Camillero Tirón trasladando paciente tirón zona inguinal iz-
quierda
18-01-07 R.A. Peón Maes- Caída Trasladando carro de residuos caída en
tranza rampa
04-02-07 H.V. Técnica Golpe bajando cortina americana la varilla golpeó
Hemoterapia ojo izquierdo
08-02-07 L.O. Ayudante Corto realizando Hemoglucotest el paciente se
Enfermería Punzante descompensa y se cae encima provocando
que se pinchara el dedo anular
21-02-07 S.V. Enfermera Agresión un paciente excitado la agrede
22-02-07 S.N. Enfermera Corto la Dra. D. al entregarle jeringa le pincha ma-
Punzante no derecha
12-03-07 C.Z.I. Enfermera Corto limpiando mesada de guardia se pinchó con
Punzante aguja de sutura

Tal como se señala en la Tabla 2 se ha podido medir la tasa de inciden-


cia de los accidentes totales (174,1 accidentes por cada 1000 trabajadores/
año) el cual supera la tasa de incidencia de 55,1 aceptado por la SRT como la
medía de servicios de asistencia médica lo cual indica que es una institución
con alta tasa de siniestralidad.

28
Tabla 2. Tasas de incidencia de accidentes y accidentes biológicos. Total año
2007

Empresa Dotación Total Incidencia N° Acc. Incidencia % Acc.


total Accid. Acc. Instit. Biológic Acc. Biol. Biol
DS 193 23 119,17 10 51,81 43,5%
CC 255 50 196,08 23 98,04 46,0%
FD 23 9 391,30 8 347,83 88,9%
TOTAL 471 82 174,10 41 87.05 50,0%

Se encuentra una tasa de incidencia de 87,05 accidentes biológicos por


cada 1000 trabajadores/ año, la cual no puede compararse con otras institucio-
nes debido a que la SRT no discrimina la tasa de incidencia de accidentes bio-
lógicos en sus registros.
Lo que es si posible señalar es el significativo impacto cuantitativo de los
accidentes biológicos en la totalidad de los accidentes laborales ya que, en es-
ta institución alcanza al 50% del total de los mismos.
En la Tabla 3 se resume la distribución de la totalidad de los accidentes
laborales registrados durante el año 2007 (sumando las tres empresas), dicha
información se grafica en la figura 1, a los efectos del registro se consideraron
accidentes biológicos solo las salpicaduras con material biológico en los ojos y
los accidentes punzocortantes donde está involucrado material biológico. Se
observa el significativo impacto de los accidentes punzo cortantes (32% del
total) y de las salpicaduras (18%) ambos sumados tienen la misma incidencia
que todo el resto de los accidentes registrados.

Tabla 3. Distribución de los tipos de accidentes. Total año 2007

Tipo accidente total porcentaje


Corto Punzante 26 31,7%
Salpicadura 15 18,3%
Tirón 10 12,2%
Caída 9 11,0%
Golpe 6 7,3%
Cuerpo extraño 5 6,1%
Aprisionamiento 3 3,7%
Corte 3 3,7%
Agresión 2 2,4%
Dolor 1 1,2%
Estrés 1 1,2%
Otros 1 1,2%
Totales 82 100,0%

29
Corte Agresión Dolor Estrés Corto Punzante
Aprisionamiento otros
4% 3% 1% 1%
4% 1% 32%
Cuerpo extraño
6%
Golpe
7%

Caída
11%
Salpicadura
18%
Tirón
12%

Figura 1. Distribución de los tipos de accidentes. Total año 2007.

Se ha analizado la distribución de accidentes biológicos por actividad, se


han sumado accidentes punzocortantes y salpicaduras para cada actividad y se
ha calculado la tasa de incidencia de accidentes biológicos considerando el
total de trabajadores por actividad (Tabla 4). El riesgo relativo intrainstitucional
(RR) se ha calculado dividiendo la tasa de incidencia de accidentes biológicos
por actividad por la tasa de incidencia total de accidentes biológicos que pre-
senta la institución.
Es importante señalar dos grupos de actividades que no han denunciado
accidentes biológicos, el segmento administrativo y los profesionales biomédi-
cos por lo cual estos últimos han quedado incluidos en la actividad Resto insti-
tución.

Tabla 4. Distribución de accidentes biológicos por actividad

ACTIVIDAD N° N° Acc. Bio- Incidencia Riesgo


Trab. lóg. Acc. Biol.1 Relativo2
Ayudante Enfermería 59 13 220,34 2,53
Técnica laboratorio 12 2 166,67 1,91
Camillero 7 1 142,86 1,64
Enfermera 84 9 107,14 1,23
Instrumentadora 24 6 250,00 2,87
Mucama 63 6 95,24 1,09
Técnica Hemodina- 7 1 142,86 1,64
mia
Técnica Hemoterapia 10 2 200,00 2,30
Resto institución 205 1 4,88 0,06
1
Incidencia Acc. Biológicos: N° Acc./N° Trabajadores del sector x 1000
2
Riesgo Relativo: Incidencia por actividad/Incidencia total accidentes biológicos

La distribución de los accidentes por actividades que da lugar a diversos


valores de riesgo relativo, podría deberse simplemente a causa del azar y no a
factores propios de cada actividad. Por lo tanto corresponde realizar una prueba

30
2
estadística, el test de Chi-cuadrado χ para saber si dicha distribución se debe
al azar, o no. La hipótesis cero (H0) postulada es que no hay diferencia signifi-
cativa entre las distintas actividades. Operativamente se reordenan los datos
de la Tabla 4 en una nueva tabla en la cual se establecen las frecuencias abso-
lutas de aparición de cada categoría en Accidentados y No accidentados,
donde la columna “Obs.” corresponde a las frecuencias encontradas en la rea-
lidad, la columna “Calc.” corresponde a las frecuencias teóricas esperadas
calculadas según la fórmula:

Calc.= total actividad x (total accidentes/ población total)

El estimador χ2 es calculado según la fórmula: (Obs. – Calc.)2 /Calc.

Considerando que el ensayo presenta 8 grados de libertad y que prácti-


camente cumple con la condición de que el 80% de las celdas tenga valores
superiores a 5 podemos utilizar directamente el test de chi cuadrado.

Tabla 5. Cálculo del χ2 por actividad

ACTIVIDAD Accidentados No Accidentados


Obs. Calc. χ2 Obs. Calc. χ2 Total
Ayudante Enfermería 13 5,14 12,04 46 53,86 1,15 59
Técnica laboratorio 2 1,04 0,87 10 10,96 0,08 12
Camillero 1 0,61 0,25 6 6,39 0,02 7
Enfermera 9 7,31 0,39 75 76,69 0,04 84
Instrumentador 6 2,09 7,32 18 21,91 0,7 24
Mucama 6 5,48 0,05 57 57,52 0 63
Técnica Hemodinamia 1 0,61 0,25 6 6,39 0,02 7
Técnica Hemoterapia 2 0,87 1,47 8 9,13 0,14 10
Resto institución 1 17,85 15,9 204 187,15 1,52 205
41 21,18 430 2,02 471
χ2 Total: 23,19

2
El valor de χ Total calculado (23,19) es mayor aun que el valor tabulado
de paraχ2un α: 0,01 (20,09) por lo tanto tenemos que rechazar la H0 y podemos
decir entonces que existe una diferencia significativa entre las actividades con
una p < 0,01 o sea un error en la afirmación menor al 1%.
Corresponde ahora saber cuál de los valores hallados de cada categoría
se deben al azar y cuáles no, para ello se evaluará cada actividad y se con-
trastaran en cuadros de contingencia de 2x2 contra una nueva categoría de-
nominada Resto de las actividades integradas en cada caso por la suma del
resto de las categorías. La hipótesis cero (H0) postulada es que no hay diferen-
cia significativa entre las frecuencias de accidentes de la categoría seleccio-
nada y del resto de la institución. Cuando correspondió se utilizó el test exacto
de Fisher, el cual permite analizar si dos variables dicotómicas están asociadas
cuando la muestra a estudiar es demasiado pequeña y no se cumplen las con-
diciones necesarias para que la aplicación del test χ2 .

31
En la Tabla 6 se compilan los resultados de las distintas actividades te-
niendo en cuenta la existencia de diferencias significativas o no.

Tabla 6. Significación del riesgo relativo por actividad

ACTIVIDAD Riesgo Rela- χ2 Diferencia significa- Valor p


tivo tiva
Instrumentadora 2,87 8,45 SI < 0,01
Ayudante Enfermería 2,53 15,08 SI < 0,01
Técnica Hemoterapia 2,30 1,64 NO >0,05
Técnica laboratorio 1,91 0,98 NO >0,05
Camillero 1,64 0.48 NO >0,05
Técnica Hemodinamia 1,64 0,28 NO >0,05
Enfermera 1,23 0,52 NO >0,05
Mucama 1,09 0,06 NO >0,05
Resto institución 0,06 26,25 SI < 0,01

Las categorías analizadas pueden agruparse en cuatro grupos, teniendo


en cuenta el tamaño de las muestras y si existe diferencia significativa entre las
frecuencias de aparición de accidentes:
a) Un grupo de riesgo elevado estadísticamente significativo mayor que
el promedio institucional: las instrumentadoras y las ayudantes de enfermería
(RR > 2,5).
b) Un segundo grupo de riesgo moderado: las enfermeras y las muca-
mas las cuales no presentan diferencias significativas con el promedio de acci-
dentes de la institución (RR aproxim. 1,0).
c) Un tercer grupo de bajo riesgo estadísticamente significativamente
menor al promedio institucional: el resto de la institución (RRi< 0,50)
d) Por último un grupo de riesgo incierto: Camilleros, técnicos de hemo-
terapia, técnicos de laboratorio los cuales presentan valores de RRi compren-
didos entre 1,5 y 2,5 pero debido al tamaño muestral, desde el punto de vista
estadístico no presentan diferencias significativas con el promedio de acciden-
tes de la institución.
Estos grupos que se muestran ordenados en la Tabla 7 permiten diseñar
un mapa de riesgo biológico por actividad tal como se observa en la figura 2.

Tabla 7. Clasificación de categorías por grupos de riesgo

Riesgo Grupo Tamaño Diferencias


Biológico
Elevado Instrumentadora, Ayudante Enfermería Significativa Significativa
Moderado Enfermería, Mucamas Significativa No signif.
Bajo Nulo Resto institución Significativa Significativa
Incierto Camillero, técnicos de hemoterapia técnicos No signif. No signif.
de laboratorio, Técnica Hemodinamia

32
3,5
Instrumentadoras
3
Ayudante enfermeria
2,5
Tec Hemoterapia
Riesgo Relativo
2
Tec.
Enfermeria
1,5 Camillero
Aumento del
1
Resto de la institucion
Mucamas Disminución del riesgo
0,5

0
0 50 100 150 200 250
-0,5
Numero de trabajadores por actividad

Figura 2. Mapa de Riesgo biológico por actividad basado en el registro de ac


ac-
cidentes con ABPs

Discusión
Hasta el momento existe muy poca (casi nula) información sobre el im- im
pacto de los accidentes biológicos relacionados con el total de siniestralidad
dentro del área biomédica, en el presente trabajo se ha hallado que los mismos
representan el 50% del total de accidentes denunciados en un año en una ins- ins
titución de alta siniestralidad.
stralidad.
La institución biomédica es considerada una empresa medianamediana-grande
ya que cuenta con más de 400 trabajadores. Sobre un total de 82 accidentes,
los accidentes biológicos registrados fueron 41, si consideramos que el resto
de los accidentes denunciados iados incluía lesiones físicas por esfuerzos, caídas,
cuerpos extraños en los ojos, golpes, o aprisionamiento, podemos establecer la
significativa importancia del riesgo biológico en áreas biomédicas, estimado a
través del registro de accidente. Este significativo impacto no puede ser comp
compa-
rado a nivel de otras instituciones por la falta de publicaciones de traba
trabajos simi-
lares.
Entre los pocos trabajos realizados sobre registros de accidentes en
nuestro país, podemos señalar el de Ortega E y colaboradores 12, donde dise- dise
ñaron una ficha técnica en la cual se registraron las denuncias de distintos tipos
de exposición con sangre y/o fluidos corporales en un Hospital Escuela Guber-Guber
namental en el período Fe Febrero 1987-Mayo
Mayo de 2000, y se consignaron datos
referidoss al área de trabajo, tipo de accidentes y tarea que desempeñaba el
operador.
La investigación, si bien fue significativamente detallada, estuvo orien-
orien
tada hacia el estudio de la incidencia total y no se calcularon los riesgos relati-
relati
vos por actividad. En dicho estudio se constataron 86 (100%) accidentes en
los tres años de estudio es decir aproximadamente 28 accidentes por año, de

33
los cuales 65 (76%) fueron punzantes; 15 (17%) cortantes; 4 (5%) exposiciones
cutáneas con sangre y/o fluidos corporales; 2 (2%) mucosas.
Del total de personal accidentado, 33 (38%) fueron médicos, de los cua-
les 28 (85%) médicos residentes, 5 (15%) médicos de planta; 22 (26%) enfer-
meros; 6 (7%) técnicos de laboratorio; 6 (7%) personal de limpieza; 4 (5%) bio-
químicos; 2 (2%) odontólogos; 1 (1%) kinesiólogos; 10 (12%) estudiantes, de
los cuales 5 (6%) de medicina y 5 (6%) de bioquímica.
Dado que dicho estudio no informa la totalidad de integrantes expuestos
por actividad, no es posible calcular el riesgo relativo por actividad para compa-
rar con los resultados del presente trabajo tampoco informó sobre si dicha dis-
tribución era debida al azar o no. Por otro lado señala cuales fueron los proce-
sos que dieron lugar a lo accidentes con lo cual se transforma en una impor-
tante herramienta para ajustar los programas de bioseguridad internos.
Las maniobras a través de las cuales ocurrieron los accidentes fueron:
encapuchado de agujas 34 (40%); colocada o retirada de vías 20 (23%); lavado
de instrumental 17 (20%); manipulado de bolsas de residuos patológicos 5
(6%); extracción de sangre 3 (3%); administración de medicamentos 3 (3%);
técnicas quirúrgicas 2 (2%); técnicas odontológicas 2 (2%).
En el presente trabajo ha sido posible no solo estimar por primera vez el
impacto global de los accidentes biológicos dentro del total de los accidentes
laborales (50% de los mismos), sino que también se ha podido calcular el ries-
go relativo intrainstitucional ya que se han tomado en cuenta la segmentación
de trabajadores por actividad.
El cálculo de la tasa de incidencia de accidentes con poblaciones muy
pequeñas (menores de 20) trae un error significativo debido a su impacto
numérico en el denominador de la definición. De esta manera sería válido com-
parar los riesgos relativos por ejemplo entre ayudantes de enfermería (n=59,
RRi=2,53), enfermería (n=84, RRi=1,23), instrumentadoras (n=24, RRi=2,87) o
mucamas (n=63, RRi= 1,09).
Por otro lado es importante señalar que solo las actividades ayudantes
de enfermería e instrumentadoras presentan un riesgo aumentado estadísti-
camente significativo respecto de la media institucional, las actividades de en-
fermería y mucamas no presentan diferencias significativas con la media,
mientras que la categoría resto de la institución presenta un riesgo dismi-
nuido estadísticamente significativo menor que la media institucional.
La comparación entre las actividades de técnicos de hemoterapia (n=10,
RRi=2,30), camilleros (n=7, RRi=1,64) o técnicos de laboratorio (n=12,
RRi=1,91), tendrían un mayor desvío con la realidad debido al tamaño muestral
por lo tanto deben ser catalogadas como de riesgo incierto.
Es llamativo el riesgo aumentado de la actividad ayudante de enfer-
mería por sobre el de enfermería, cuando desde el punto de vista teórico las
primeras no deberían realizar actividades de riesgo sino atender fundamental-
mente al confort del paciente. Esta contradicción puede ser explicada funda-
mentalmente, por los errores de diseños de algunos procesos supuestamente
de bajo riesgo como el de punción capilar, que al ser realizados con agujas los
transforma en uno de alto riesgo. Esta falla del diseño del proceso provocó 6
accidentes punzocortantes, los cuales luego de haberse introducido el uso de
lancetas, no volvieron a producirse.

34
Es importante señalar dos grupos de actividades que no han denunciado
accidentes biológicos el segmento administrativo y los profesionales biomédi-
cos.
En el primer caso sería compatible la realidad con la no denuncia de ac-
cidentes, debido a que de forma natural las tareas administrativas no implican
contacto intenso con pacientes o material biológico. Por otro lado esta ausencia
también marca otra limitación del método: no tiene en cuenta aerosoles que
presentarían un riesgo que no puede ser estimado por el registro de acciden-
tes, en una sala de espera encontraríamos reservorios de agentes biológicos
cuya concentración es mayor que la medio ambiental.
En el caso de los profesionales biomédicos, esta ausencia de notifica-
ción es llamativa debido a que segmentos importantes de la actividad está en
intenso contacto con material biológico y/o pacientes (cirujanos, terapistas,
traumatólogos, emergentólogos, etc.). Existirían dos opciones, o no tienen
ningún tipo de accidente o son escasos los accidentes y no denuncian los mis-
mos por razones “culturales”. En apariencia la segunda hipótesis es la correcta,
ya se ha encontrado evidencia indirecta de accidentes en profesionales bio-
médicos, ya que el servicio de laboratorio informa que varias veces al año ha
tenido que realizar de urgencia serología de marcadores virales a pacientes
internados y la explicación era que había ocurrido un accidente con un profe-
sional biomédico y necesitaban saber si el paciente era de riesgo o no.
Por otro lado el estudio de Ortega E., y colaboradores (op cit.) realizado
en un hospital público señala que el segmento profesional fue, precisamente, el
grupo de mayor reporte de accidente (45% de los casos). La notable discre-
pancia de reporte de las tasas de incidencia de accidentes entre profesionales
del sector público y del privado, no es fácilmente explicable.
Más allá de las diferencias culturales-institucionales, como otra causa
probable tendríamos que las diferencias en la relación Enfermeras/ Médicos
entre los sectores públicos y privados podría explicar parte de esta discrepan-
cia.
Según la OPS en 2009 existía una enfermera por cada cuatro médicos
en nuestro país13, sin embargo existe una asimetría entre el sector público y el
privado ya que la relación en esta institución privada evaluada era de 1,5 en-
fermeras por cada médico (143 enfermeras + 59 auxiliares / 95 médicos).
Debido a esto el profesional médico del sector público estaría “obligado
por las circunstancias” a realizar frecuentemente tareas propias del ejercicio de
la enfermería con lo cual se traslada el riesgo de una actividad a otra.
En el caso del presente trabajo el método del registro de accidentes ge-
nera una señal que es la tasa de accidentes biológicos por actividad que permi-
te clasificar a las actividades en tres grupos de riesgo distintos (poblaciones
estadísticamente diferentes con un error <5%). Se observa que las actividades
de enfermería, ayudantes de enfermería, instrumentadores quirúrgicos, muca-
mas y resto de la institución (435 operadores) serían correctamente clasi-
ficados dentro de cada una de las categorías de riesgo establecidas sobre un
total de 471 operadores clasificados.
Existen 4 actividades con un total de 36 operadores (técnicos de hemo-
terapia, camilleros, técnicos de laboratorio, técnica hemodinamia) que no pu-
dieron ser clasificadas adecuadamente en los grupos de riesgo, ya que si bien
los valores de Riesgo Relativo de cada actividad los incluían en el grupo de
riesgo alto, el estadístico chi cuadrado no señalaba que existieran diferencias
significativas con la media poblacional.

35
Resumiendo podemos señalar que sobre un total de 471 operadores,
435 pudieron ser clasificados correctamente (92% especificidad) mientras que
36 operadores fueron clasificación de forma incierta (8% inespecificidad).

Conclusiones
El análisis realizado a partir de los resultados obtenidos por los registros
de accidentes ha permitido realizar un mapa de riesgo biológico por primera
vez clasificando las actividades biomédicas en 3 niveles de riesgo basados en
el riesgo relativo hallado.
Del análisis y de la discusión previa se concluye que los accidentes bio-
lógicos son un indicador directo de daño inespecífico ocurrido, que además in-
tegra otros daños derivados como los sicológicos o farmacológicos (tratamien-
tos de profilaxis). Su utilidad fundamental radica en el replanteo de normas de
seguridad y eficiencia del cumplimiento de las mismas ya que indica la tenden-
cia a la siniestralidad.

Bibliografía
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Enfermedades de Trasmisión y SIDA, “HIV: Normas de bioseguridad”. Buenos Ai-
res 1988.
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odontológica de enfermos de SIDA”. 1987.
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y Control de Infecciones por HIV. “Normas de bioseguridad para la prevención de
la infección por HIV”. La Plata. 1989.
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mas y pautas en relación al SIDA”. La Plata.1987.
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laboratorio”. Primera Edición en Español
6. Normas OHSAS 18000:1999. Disponible en http://www.conectapyme.com/ fi-
les/publica/OHSAS_tema _5.pdf
7. Bollman L.,C. (2002) “Identificación de peligros, análisis y evaluación de riesgos
en el laboratorio”. Acta Bioquim Clin Latinoam; 34 (4): 47-61.
8. Jarne, A.R. Ferrarotti, N.F. (2014), “La evolución conceptual de la bioseguridad y
su influencia sobre el desarrollo de cuantificadores del riesgo biológico en áreas
biomédicas”, Revista Argentina de Bioseguridad Vol. 2(2), 99-124.
9. Samaja J. “Dialéctica de la investigación científica” (1987). Helguero Editores.
Buenos Aires.
10. Argentina. Ley Nacional Nº24.557 (sobre Riesgos del Trabajo). Buenos Aires.
1995. (Reglamentada por Decreto Nro. 334/1996).
11. Pike,R.M. (1976) “Laboratory-associated infections: summary and analysis of 3921
cases”. Healt Lab. Sci.13; 105-114.
12. Ortega E., Corrales J.L. y Capará L.A. “Accidentes laborales por exposición y pun-
ción con sangre y fluidos corporales” (2001). Revista de la Facultad de Medicina
de la Universidad Nacional del Nordeste, Vol. XIX (1-2) ISSN 0326 7083.
13. Organización Panamericana de Salud, “Advierten sobre un déficit en la cantidad
de enfermeras”, 2009 (disponible en la web http://new.paho.org/arg).

36
Pequeños generadores de residuos biopatogénicos: criterios para su
categorización en la normativa nacional y latinoamericana

Munitis, M.C.
Responsable del Área de Gestión Ambiental. Programa de Bioseguridad,
Seguridad en Instituciones de Salud y Gestión Ambiental. Fundación
Bioquímica Argentina.
biosega@fba.org.ar
Viamonte 1167. 3º Piso. (1053) Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina.
0054-11-43736295, 0054-11-43735674.

Resumen
Se realiza una revisión en la que se recopila y analiza la legislación nacional y
latinoamericana en lo que respecta a los residuos de establecimientos de
salud, en particular los residuos biopatogénicos producidos por los pequeños
generadores que, en general, son agentes de Atención Primaria cuya función
es protagónica en la atención que requiere la población tanto en los aspectos
relacionados con la promoción de la salud, como en la prevención, curación y
rehabilitación de la enfermedad. Las fuentes de datos son documentales. Las
unidades de análisis fueron instrumentos documentales (libros, artículos,
publicaciones, leyes, decretos, resoluciones, ordenanzas y normas en distintos
soportes) que guardan relación con el objetivo planteado. En las mismas se
realiza una revisión y comparación de los diversos criterios de categorización
para los generadores de residuos biopatogénicos. Se detallan exigencias y
excepciones establecidas para los pequeños generadores de residuos en las
distintas etapas de manejo. Se concluye que no hay un criterio uniforme, al
respecto, en todo el territorio de la República Argentina.

Palabras clave: pequeños generadores, residuos biopatogénicos, residuos de


establecimientos de salud, residuos peligrosos.

Abstract
National and Latin American legislations with regard to health-care wastes are
gathered and analyzed, specially those produced by minor sources of health-
care waste that, in general, are primary health care actors which have a
leading role in the prevention of health that the population requires and related
with the health promotion as well as with the illness prevention, recovery and
rehabilitation. The data are documentary sources. The units of analysis were
documentary evidence (books, articles, publications, laws, decrees, legal
resolutions, decisions, and other legal requirements in different bases) that are
related with the purpose of this paper. Different standards of categorization for
generators of health-care waste are reviewed and compared. A precise
indication of the legal obligations and exceptions of the health-care waste
producer regarding health-care waste-management are described. It
concludes that, there are no established single criteria for the whole country of
Argentina.

37
Key words: Minor sources of health-care waste, health-care waste, hazard
waste.

Introducción
Las actividades de un establecimiento de salud comprenden actividades
propiamente sanitarias (hospitalaria, asistencial); actividades de hotelería;
actividades administrativas y actividades auxiliares de diagnóstico y
tratamiento, que consecuentemente generan residuos. El conocimiento del tipo
y cantidades de residuos producidos es el primer paso importante para el
adecuado tratamiento y disposición final a fin de minimizar los impactos en la
salud humana y el medio ambiente30.
Se pueden establecer diferentes clasificaciones de residuos según los
criterios que se quieran seguir: según su origen, según su peligrosidad; y según
su composición.
En esta oportunidad son de interés los residuos de establecimientos de
atención de salud y en particular los residuos biopatogénicos producidos por
los pequeños generadores.
Se consideran residuos biopatogénicos a aquellos con presencia de
agentes biológicos que pueden ocasionar una enfermedad en humanos, en
animales, en plantas o una alteración del ambiente en determinadas
condiciones. Conforme la normativa internacional, nacional, provincial o local
este término puede utilizarse como equivalente a residuo patológico,
patogénico, infeccioso, hospitalario, infecto-contagioso, peligroso, etc.5.
Según la OMS, en función de la cantidad de residuos generados son
considerados como pequeños generadores de establecimientos de salud29:
• En general profesionales que ejercen su profesión individualmente o
en grupos pequeños sin internación y con pequeño volumen de pa-
cientes: consultorios y policonsultorios médicos, bioquímicos, odontó-
logos, farmacéuticos, veterinarios de pequeños animales, etc.
• Enfermeros, acupunturistas, servicios de ambulancia, etc.
• Institutos de atención de discapacitados, Institutos siquiátricos.
• Lugares donde se efectúan tatuajes.
• Residuos producto de tratamiento domiciliario.

Un aspecto a destacar es que, entre los pequeños generadores de


residuos de establecimientos de salud, se encuentran unidades sanitarias
periféricas del sector público y sus equipos de salud así como distintos
profesionales ubicados en zonas periféricas, públicos o privados. Todos estos
cumplen una importante función en la atención sanitaria, en especial si se los
enmarca en la Estrategia de Atención Primaria de la OMS y en referencia a los
estamentos más pobres de la población. Esta circunstancia obliga a considerar
una legislación específica para ellos que no obstruya o dificulte sus funciones y
que, a la vez, permita una gestión adecuada de sus residuos que no perjudique
a su entorno así como a los habitantes del mismo. En una publicación anterior
se analizó la necesidad de establecer una legislación específica para los
pequeños generadores de residuos patogénicos y se aportaron datos técnicos

38
para establecer las cantidades máximas de residuos producidos por este grupo
de pequeños generadores8.

Objetivos
El objetivo de este trabajo es realizar una revisión de la normativa
nacional y latinoamericana y de los fundamentos técnicos relacionados con los
pequeños generadores de residuos de establecimientos de salud.
La intención es aportar elementos normativos en lo que respecta a la
categorización de los pequeños generadores de residuos biopatogénicos, a fin
de tomarlos de base para su posterior regulación específica en las distintas
etapas de manejo de los residuos (gestión interna y externa).

Materiales y métodos
Las fuentes de datos son documentales. Las unidades de análisis fueron
instrumentos documentales (libros, artículos, publicaciones, leyes, decretos,
resoluciones, ordenanzas y normas en distintos soportes) que guardan relación
con el objetivo planteado.
El estudio comprendió búsquedas hasta el primer semestre de 2016:
1. Búsquedas bibliográficas en Google y Google Académico y en bases
de datos electrónicas con las siguientes palabras claves: pequeños
generadores, residuos biopatogénicos, residuos de establecimientos
de salud, residuos peligrosos.
2. Búsquedas en bases de datos de información legislativa y documen-
tal del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos (INFOLEG) y del
Ministerio de Salud de la Nación (LEGISALUD); bases de datos de la
Fundación Bioquímica Argentina; de informes técnicos de
OMS/OPS/PNUMA, de legislación internacional.
3. Contacto con organismos nacionales e internacionales que regulan la
gestión de residuos de establecimientos de salud.
A partir de la sistematización de la información y documentación anterior
se obtuvieron elementos para realizar un análisis y comparación de la
legislación vigente y la gestión en materia de pequeños generadores de
residuos biopatogénicos.

Resultados
1.- Antecedentes normativos nacionales
La normativa argentina tiene como marco referencial al Convenio de
Basilea suscripto en el año 1989 que trata el tema de desechos peligrosos,
pero se extiende también a “otros desechos”, entre otros, los domésticos y las
cenizas de la combustión de los mismos. El Convenio contiene obligaciones
generales y específicas relacionadas con el movimiento transfronterizo de
desechos peligrosos y otros desechos. La Argentina lo aprueba a partir de la
Ley Nº 23.922 sancionada en el año 19914.
Como consecuencia, se sanciona la Ley Nacional de Residuos
Peligrosos N° 24.051 en el año 1992, reglamentada por el Decreto Nº
831/1993, cuyo objetivo principal es dar una marco regulatorio a la gestión de
los residuos peligrosos incluidos los residuos de establecimientos de salud
(Artículos 19 y 20)27,18.

39
La ley nacional es el primer intento de regular de manera integral los
residuos peligrosos especificándose las categorías sometidas a control citadas
en el Anexo I, entre las que vale señalar, para los objetivos de este artículo, las
corrientes de desechos Y1 (Desechos clínicos resultantes de la atención
médica prestada en hospitales, centros médicos y clínicas para la salud
humana y animal); Y2 (Desechos resultantes de la producción y preparación de
los productos farmacéuticos); Y3 (Desechos de medicamentos y productos
farmacéuticos para la salud humana y animal). El Anexo II de la norma
contiene la lista de características peligrosas entre las que se incluye, según la
clasificación de las Naciones Unidas, el código 6.2 corresponde a las
sustancias infecciosas
En el capítulo 4º de la ley nacional se definen a los que denomina
“residuos patológicos” y se establecen los requisitos específicos para los
generadores. Sin embargo, se advierte la ausencia de una categorización entre
pequeños, medianos y grandes generadores para este tipo de residuos; es
decir las exigencias legales son para todos iguales. Cabe señalar que tampoco
existe dicha categorización en el decreto reglamentario de la ley.
Tanto la ley nacional como su decreto reglamentario le confieren al
Ministerio de Salud de la Nación la responsabilidad de contribuir a promover un
sistema adecuado de gestión de los residuos biopatogénicos producidos por
los establecimientos de atención de la salud, por entonces llamados
patológicos.
En virtud de ello, el Ministerio de Salud ha elaborado varios documentos
técnicos de referencia, proyectos y regulaciones entre los que podemos
destacar las Directrices Nacionales para la Gestión de los Residuos en
Establecimientos de Atención de Salud, aprobadas recientemente por la
Resolución Nº 134/2016 del mencionado Ministerio. Este último marco
normativo específico tiene una visión nacional y federal con objeto de abrir un
debate que favorezca el desarrollo de un adecuado sistema de gestión de los
residuos generados en los establecimientos de salud de todo el país, habida
cuenta la numerosa legislación existente en distintas jurisdicciones y
advirtiendo que la misma muchas veces se superpone, es contradictoria o no
existen las estructuras necesarias para su cumplimiento (empresas
transportadoras, tratadores, etc.)5.
Cabe señalar que en las Directrices de referencia, se categoriza a los
generadores de residuos biopatogénicos (RBP) en tres niveles en función del
volumen de los residuos generados:
• Pequeños generadores: son aquellos establecimientos de salud que ge-
neran una cantidad inferior a 10 kilogramos/día de RBP5,8.
• Medianos generadores: son aquellos los establecimientos de salud que
generan entre 10 y 50 kilogramos/día de RBP.
• Grandes generadores: son aquellos los establecimientos de salud que
generan más de 50 kilogramos/día de RBP.
En concordancia con esta categorización, esta norma recomienda, a los
pequeños generadores, para el almacenamiento final de RBP:
• Los contenedores pueden ser descartables de cartón corrugado enfunda-
dos en su interior con bolsas rojas de espesor no menor a 100 micrones.

40
• Tiempo máximo de almacenamiento: hasta 30 días y un máximo de 20
kilogramos simultáneamente. De no contar con sistema de frío, se de-
berá aplicar un pre-tratamiento o disminuir los tiempos de almacena-
miento, para evitar el desarrollo de microorganismos.
• Quedan exceptuados de la obligación de contar con un local de almace-
namiento final, pudiendo ser reemplazado por un espacio bajo mesada,
un mueble o armario de uso exclusivo, de material fácilmente lavable y
que debe permanecer cerrado con llave e identificado, en un área de ac-
ceso restringido.

2.- Antecedentes normativos provinciales


En Argentina el escenario legal es complejo ya que coexisten diferentes
marcos legales para la gestión de residuos patogénicos. Debido a la estructura
federal del país, cada jurisdicción puede contar con legislaciones propias sobre
la gestión de residuos. Es así que, dieciséis de las veinticuatro jurisdicciones
existentes adhieren a la Ley Nacional N° 24.051 de Residuos Peligrosos,
mientras que las ocho restantes poseen legislación propia, muchas veces con
conceptos y requerimientos diferentes5.
A partir del relevamiento realizado a nivel provincial se detalla la
legislación en la que se detectó una categorización de los generadores de
residuos biopatogénicos como así también los requisitos y/o eximiciones
establecidos para la gestión interna de los mismos.

2.1. Provincia de Buenos Aires


Ley N° 11.347 que regula la generación, manipuleo, transporte,
tratamiento y disposición final de los residuos patogénicos en el territorio de la
Provincia. En el Decreto Reglamentario N° 450/94 se clasifica a los inscriptos
en el Registro Provincial de Generadores de Residuos Patogénicos en dos
grupos24,14:
• Personas jurídicas: aquellas que constituyen sociedades de algún tipo.
• Personas Físicas: Aquellas que acreditan ejercer su profesión particular.
También en el Decreto, se mencionan determinados requisitos para
establecimientos asistenciales y otros, menos exigentes, para las personas
físicas que acrediten ejercer su profesión particular.
Además podemos mencionar un dictamen de la Asesoría General de
Gobierno en el que se manifiesta que los laboratorios de análisis clínicos u
otros pequeños generadores pueden reemplazar las exigencias del Artículo 19
del Decreto Nº 450/94 (local de almacenamiento final) por un mueble bajo
mesada o similar con capacidad suficiente para depositar los residuos
generados hasta su retiro, el que deberá estar emplazado en un lugar en el que
la eventual toxicidad de los residuos no afecte los sectores de atención o de
producción de alimentos.

2.2. Ciudad Autónoma de Buenos Aires


La Ley N° 154 de la ciudad de Buenos Aires, regula la generación,
manipulación, almacenamiento, recolección, transporte, tratamiento y dispo-
sición final de todos los residuos de establecimientos de salud provenientes de

41
aquellas actividades que propendan a la atención de la salud humana y
animal23.
El Decreto Reglamentario Nº 1886/01 reconoce la categoría de pequeño
generador de residuos patogénicos y el Decreto Nº 706/05 (que modifica el
Decreto Nº1886/01) considera pequeños generadores a aquellos que generen
menos de 10 Kg/día, y a todo aquel que, por las características del servicio que
brinda, la autoridad de aplicación por acto administrativo fundado lo determine
como tal13,7.
En cuanto al acopio de los residuos patogénicos establece lo siguiente:
• Se elimina la obligatoriedad del acopio de residuos patogénicos en
cámara fría.
• Se autoriza el acopio de hasta veinte (20) Kg de residuos patogénicos,
en forma simultánea.
• El tiempo máximo de acopio será de treinta (30) días.
• El lugar de acopio podrá ser un espacio bajo mesada, un mueble o un
local siempre que cumpla con condiciones de: exclusividad para el aco-
pio; permanecer cerrado con llave e identificado según la normativa; ser
de materiales resistentes a la abrasión y a los golpes, fácilmente lavable,
de superficies de color claro, lisas, impermeables y anticorrosivas.

2.3. Provincia de Formosa


La Ley Nº 1.210 tiene por objeto regular la generación, manipulación,
transporte, tratamiento y disposición final de residuos biopatogénicos en todo el
ámbito del territorio de la Provincia de Formosa, a fin de garantizar la
preservación de la salud de la población humana, animal y vegetal, tendiendo a
evitar progresivamente la contaminación del agua, suelo y atmósfera22.
El Decreto Nº 91/1999 reglamentario de la mencionada ley, establece las
siguientes categorías para los generadores de residuos biopatogénicos15.
• Categoría 1. Grandes generadores. Comprende a los hospitales, sanato-
rios, clínicas, policlínicas, centros médicos, maternidad, con más cien
(100) camas de internación.
• Categoría 2. Medianos generadores. Comprende a los hospitales, sana-
torios, clínicas, policlínicas, centros médicos, maternidad, con menos
cien (100) camas de internación.
• Categoría 3. Generadores Menores. Comprende a los establecimientos
sin internación: salas de primeros auxilios; servicios médicos de emer-
gencias; centros de salud; institutos de diagnósticos; centros oftal-
mológicos; centros odontológicos; laboratorios de análisis clínicos, de in-
vestigación física, biológica, biomédica, veterinaria, de productos medici-
nales; farmacias veterinarias.
• Categoría 4. Pequeños generadores. Comprende a los consultorios
médicos odontológicos, veterinarios y los domicilios particulares a que
alude el artículo 9º de la Ley Nº1.210.
En tanto, el artículo 22 de la Ley N° 1.210 establece que los residuos
biopatogénicos deben almacenarse en áreas de concentración, en locales
ubicados en exteriores del edificio y de fácil acceso con características
constructivas específicas. Sin embargo, quedan exceptuados de lo dispuesto,
los consultorios médicos, odontológicos y veterinarios particulares, que se

42
encuentren registrados y/o habilitados física y legalmente, como independientes
de otros de igual o diferente género, especialidad, o profesión. Varios de los
artículos de la ley no han sido reglamentados, entre los que se encuentra el
artículo 22.

2.4. Provincia de Entre Ríos


El Decreto Nº 6.009/2000 reglamenta la Ley Nº 8.880, norma que regula
las actividades de manejo, transporte, tratamiento y disposición final de
residuos potencialmente biopatogénicos desarrolladas por personas físicas y/o
jurídicas, públicas o privadas. El decreto establece 3 categorías de
generadores26.
• Generadores Menores de Residuos Biopatogénicos: son aquellos gene-
radores de residuos biopatogénicos que acumulen una cantidad de resi-
duos menor a treinta (30) Kg de dichos residuos por mes calendario re-
ferido al "Promedio Pesado" de los últimos seis (6) meses, con una tole-
rancia del dos por ciento (2%).
• Generadores Mayores de Residuos Biopatogénicos: son aquellos gene-
radores de residuos biopatogénicos que acumulen una cantidad de resi-
duos mayor a treinta (30) Kg de dichos residuos por mes calendario refe-
rido al "Promedio Pesado" de los últimos seis (6) meses.
• Generadores Eventuales: toda persona física o jurídica que, como resul-
tado de sus actos o de cualquier proceso, operación o actividad, produ-
jera residuos calificados como biopatogénicos, en forma eventual deberá
notificar esta situación a la Autoridad de Aplicación en un plazo no ma-
yor de veinticuatro (24) horas, la que definirá las medidas a adoptar.
Con respecto al área de almacenamiento temporal esta norma permite
que los generadores menores realicen el almacenamiento en recipientes de
uso exclusivo ubicados en zonas restringidas y de dimensiones acordes a la
cantidad generada, exceptuándolos de un local de uso exclusivo con
determinadas características constructivas. Además establece para los
generadores menores que el periodo de almacenamiento temporal pueda ser
mayor a 24 horas previa autorización de la Autoridad de Aplicación.

2.5. Provincia de Jujuy


El Decreto Nº 6.003/2006 reglamenta la Ley General de Medio Ambiente-
Residuos Patogénicos, como Régimen de la Ley Nº 5.063. En este decreto se
establece una clasificación de los residuos patogénicos, de acuerdo a la cantidad
de residuos que generan17:
• Grandes generadores: Son aquellos generadores de residuos patógenos
que produzcan una cantidad mayor a los mil (1000) Kg por mes calenda-
rio, con una tolerancia de 10% sobre lo generado.
• Medianos generadores: Son aquellos generadores de residuos patóge-
nos que produzcan una cantidad de entre cien (100) Kg y mil (1000) Kg
por mes calendario, con una tolerancia de 10% sobre lo generado.
• Pequeños generadores: Son aquellos generadores de residuos patóge-
nos que produzcan una cantidad menor a los cien (100) Kg por mes ca-
lendario, con una tolerancia de 10% sobre lo generado.

43
También establece que el almacenamiento temporal de residuos
patogénicos estará sujeto de acuerdo a la categoría del generador:
• Grandes generadores: hasta 48 horas.
• Medianos generadores: hasta 96 horas.
• Pequeños generadores: hasta 7 días.

2.6. Provincia de Salta


La Provincia de Salta no se encuentra adherida formalmente a la Ley Nº
24.051, sin embargo toma de ella algunos conceptos y definiciones. Mediante
el Decreto Nº 3.097/00, se reconoce que la generación, manipulación,
transporte, tratamiento y disposición final de residuos peligrosos queda a
disposición de la Ley Nacional Nº 24.051, cuando su generación se realice en
territorios sometidos a jurisdicción nacional o cuando, generados en una
jurisdicción provincial, se traten o dispongan en otra jurisdicción. Cuando los
residuos se generen en territorio provincial y su tratamiento y disposición final
se realice también en Salta, la competencia es exclusiva de la Provincia12.
A partir de la Resolución Nº 517/06 de la ex-Secretaría de Medio
Ambiente y Desarrollo Sustentable se incluye la categoría Y1 (Residuos
Sanitarios) como una categoría más de residuos peligrosos. Además, esta
resolución aprueba el Manual de Gestión de Residuos Sanitarios en el cual se
establecen las normas de buenas prácticas para la manipulación,
almacenamiento, transporte y operación de los residuos sanitarios2.
Para los generadores de residuos sanitarios se establece una
categorización:
• Pequeños generadores: se considerará como tales a aquellos que pro-
duzcan una cantidad de Residuos Sanitarios inferior a doscientos (200)
Kg anuales.
• Grandes Generadores: se considerará como tales a aquellos que pro-
duzcan una cantidad de Residuos Sanitarios superior a doscientos (200)
Kg por año.
Los grandes generadores de Residuos Sanitarios deberán inscribirse en
el “Registro de Generadores, Transportistas y Operadores de Residuos
Peligrosos” cumpliendo los requisitos y las especificaciones de la Resolución
Nº 224/06 de la ex -Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable.
Los pequeños generadores deberán inscribirse en el “Registro de
Generadores, Transportistas y Operadores de Residuos Peligrosos”
cumpliendo los requisitos y las especificaciones de la Resolución Nº 374/06 de
la ex-Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable. Además en el
Anexo I, se establece un circuito para los pequeños generadores, los que
podrán llevar por sus propios medios y sin la necesidad de intervención de
terceros los residuos por ellos generados, hasta las instalaciones de un
Operador inscripto en el Registro de Generadores, Transportistas y Operadores
de Residuos Peligrosos de la Provincia de Salta1.

2.7. Provincia de Santa Fe


La Ordenanza Municipal de Rosario Nº 6.560/1998 clasifica en tres
categorías a los generadores de residuos patológicos de acuerdo al volumen
generado10:

44
• Pequeños generadores: se considerarán como tales a aquellos que pro-
duzcan una cantidad de residuos patológicos inferior a cinco (5) Kg por
semana (promedio semanal anual).
• Medianos generadores: se considerarán como tales a aquellos que pro-
duzcan una cantidad de residuos patológicos entre cinco (5) Kg y se-
tenta (70) Kg por semana (promedio semanal anual).
• Grandes generadores: serán considerados como tales a todos aquellos
generadores que produzcan una cantidad superior a setenta (70) Kg por
semana (promedio semanal anual).
Se establece que los medianos y grandes generadores deberán contar
para el almacenamiento de los residuos con un depósito aislado y con
características constructivas específicas. Para los grandes generadores de
residuos patológicos se establece una frecuencia de recolección mínima de
seis (6) veces semanales; para los medianos generadores de residuos
patológicos se establece una frecuencia de recolección mínima de tres (3)
veces semanales. En el caso de residuos patológicos con alto contenido de
materia orgánica el tiempo de almacenamiento máximo de los mismos, sin
conservación en frío, será de veinticuatro (24) horas.
En tanto, los pequeños generadores quedan exceptuados de este
requisito; el almacenamiento se hará en contenedores que estarán
convenientemente aislados del resto de las dependencias. Dada la variedad de
profesiones, y la diversidad de prácticas específicas, que por el volumen de
residuos patológicos generados se hayan incluidas dentro de la clasificación
pequeños generadores, la Autoridad de Aplicación, previa consulta a los
colegios profesionales respectivos, determinará la forma de recolección y de
transporte hasta el sitio de disposición final para los distintos casos incluidos
dentro de esta clasificación.

2.8. Provincia de Chubut


El marco regulatorio está dado por todo el articulado que se expone en
el Código Ambiental de la Provincia del Chubut Ley XI Nº 353.
La Ley Nº 5439 aprueba dicho Código y, específicamente, en el Título
VII: De los Residuos Patogénicos-Biopatogénicos, se establecen, entre otros,
los requisitos para los generadores de residuos patogénicos-biopatogénicos.
Con respecto al área de almacenamiento intermedio, la ley exige un
local ubicado en áreas, preferentemente exteriores del establecimiento
generador, que sea de fácil acceso, aislado y que no afecte la bioseguridad e
higiene del establecimiento o ambientalmente a su entorno. Sin embargo, en
aquellos generadores que por su envergadura no se justifique que tengan un
local de acopio, éste podrá ser reemplazado por "recipiente de acopio".
Además de estas normas, a partir de la ley de obligaciones tributarias
vigente en la provincia de Chubut se establecen los montos a pagar y
categorizaciones de generadores:
• Generador menor: aquel que genere una cantidad de hasta trescientos
(300) Kg de residuos peligrosos sólidos o trescientos (300) litros de resi-
duos peligrosos líquidos, todo ello por mes calendario referido al prome-
dio de los últimos seis (6) meses, con una tolerancia del 10% sobre lo
calculado.

45
• Generador mediano: aquel que genere una cantidad de entre trescientos
(300) Kg de residuos peligrosos sólidos o trescientos (300) litros de resi-
duos peligrosos líquidos y mil (1000) Kg de residuos peligrosos sólidos o
mil (1.000) litros de residuos peligrosos líquidos, todo ello por mes calen-
dario referido al promedio de los últimos seis (6) meses, con una tole-
rancia del 10% sobre lo calculado.
• Generador grande: aquel que genere una cantidad mayor de mil (1.000)
Kg de residuos peligrosos sólidos o mil (1.000) litros de residuos peligro-
sos líquidos, todo ello por mes calendario referido al promedio de los
últimos seis (6) meses, con una tolerancia del 10% sobre lo calculado.

Cabe señalar que los residuos patológicos Y1, Y2 e Y3 están eximidos


del pago de la tasa.

2.9. Provincia de Mendoza


El Decreto N° 2.108/2005 establece el régimen aplicable a la generación,
recolección, tratamiento y disposición final de los residuos patogénicos y
farmacéuticos11.
En lo que respecta a los locales e instalaciones para el depósito o acopio
interno transitorio de residuos patogénicos y/o farmacéuticos se establece el
cumplimiento de determinadas características constructivas. A pesar de ello, la
norma establece que en aquellas unidades generadoras en que por la cantidad
de residuos patogénicos y/o farmacéuticos que se generan, no se justifique la
instalación de un local para depósito o acopio interno transitorio de residuos
podrán reemplazarlo por un recipiente de acopio, debiendo a tal fin contar con
la autorización expresa de la autoridad de aplicación.

3.- Antecedentes normativos latinoamericanos


A partir del relevamiento realizado a nivel latinoamericano se detalla la
legislación en la que se detectó una categorización de los generadores de
residuos biopatogénicos como así también los requisitos y/o eximiciones
establecidos para la gestión interna de los mismos.

3.1. Paraguay
En el año 2007 se sanciona en Paraguay la Ley Nº 3.361 que regula a
los residuos generados en los establecimientos de salud y afines, que
provengan de la atención de la salud humana y animal, con fines de
prevención, diagnóstico, tratamiento, rehabilitación, estudio, docencia,
investigación, o producción de elementos o medicamentos biológicos,
farmacéuticos y químicos21.
Esta ley está reglamentada por el Decreto Nº 6.538/2011 de la
República del Paraguay. Este es un instrumento para gestión integral de los
residuos hospitalarios y establece que el generador es el responsable del
manejo integral de los residuos generados en su establecimiento. En el caso
que el generador tercerice alguna etapa o la totalidad del manejo integral de los
residuos, la empresa prestadora del servicio tercerizado conlleva la
responsabilidad del mismo16.
Los establecimientos generadores se clasifican en tres niveles:

46
• Nivel I: consultorios médicos, odontológicos y similares, dispensarios,
farmacias y distribuidores, clínicas veterinarias, laboratorios clínicos que
realicen de uno hasta cincuenta análisis al día, y establecimientos de sa-
lud de una a cinco camas. Locales de acupuntura, tatuajes y similares.
• Nivel II: establecimientos de salud que tengan de seis a cincuenta ca-
mas, institutos radiológicos, laboratorios clínicos de cincuenta a cien
análisis al día y bancos de sangre. Representación de medicamentos
farmacéuticos y biológicos.
• Nivel III: hospitales que tengan más de cincuenta camas, laboratorios de
producción farmacéutica, laboratorios clínicos con más de cien análisis
al día, centros antirrábicos y centros de enseñanza e investigación.
Los generadores de los tres niveles deben elaborar un Plan de Manejo
de Residuos, sin embargo quedan exceptuados los generadores del Nivel I de
la conformación del equipo técnico y de la designación del funcionario. En
cuanto a los plazos del almacenamiento temporal se fijan, para el Nivel I, hasta
siete (7) días en un área específica con un contenedor con tapa, de fácil
acceso y señalización con el símbolo universal de riesgo biológico. Para el
Nivel II hasta cuatro (4) días y para el Nivel III hasta dos (2) días) en tanto las
características constructivas del área de almacenamiento temporal son mucho
más exigentes para estos dos últimos niveles.
Además de las obligaciones establecidas en la mencionada ley y en su
correspondiente reglamentación, el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social
ha elaborado como soporte técnico un Manual de Procedimientos para la Gestión
Interna de los Residuos generados en Establecimientos de Salud y Afines, en el
que también se plasman los lineamientos para cada categoría de generador6.

3.2. Colombia
Entre las primeras normas emitidas en Colombia en materia de gestión
de residuos hospitalarios y similares podemos mencionar a la Resolución
Nº1.164/2002 de los Ministerios de Medio Ambiente y Salud a partir de la cual
se adopta el Manual de Procedimientos para Gestión Integral de los residuos
hospitalarios y similares; documento mediante el cual se establecen los
procedimientos, procesos, actividades y/o estándares que deben adoptarse y
realizarse en la gestión integral de todos los residuos generados por el
desarrollo de las actividades28.
Además podemos mencionar el Decreto Nº 4.741/2005 en el que se
establece una clasificación para los generadores de residuos peligrosos según
las cantidades producidas (Kg/mes)19.
Tipo de generador Cantidad generada Plazo Máximo para el Re-
(Kg/mes) gistro de Generadores
Gran generador >1.000 12 meses
Mediano generador >100 y < 1.000 18 meses
Pequeño generador > 10 y < 100 24 meses

Tanto para grandes, medianos y pequeños generadores, la mayoría de


residuos pertenecen al mismo tipo según la clasificación definida como residuo
peligroso, pero la composición en peso es diferente, en especial cuando se
habla de pequeños generadores por lo que, el Gobierno Nacional estimó con-

47
veniente realizar por separado un manual que permita realizar de una manera
eficiente la gestión integral de los residuos hospitalarios y similares.
El Manual de Procedimientos para Gestión Integral de los residuos hos-
pitalarios y similares para pequeños generadores adopta la clasificación del De-
creto Nº 4741/2005 para el caso específico de los generadores de residuos hos-
pitalarios y similares, de tipo peligroso. A su vez los generadores de residuos
peligrosos con característica infecciosa que generen una cantidad inferior a diez
(10) Kg/mes quedan exentos de la inscripción en el Registro de Generadores.
Es decir se reconoce la figura de pequeño generador y se elaboran es-
pecificaciones técnicas para esta categoría de residuos.
En el transcurso de los años sucesivos se realizaron modificaciones par-
ciales y reglamentaciones en dicha materia. Actualmente rige el Decreto Nº 351
del año 2014 por el cual se reglamenta la gestión integral de los residuos gene-
rados en la atención en salud y otras actividades.

3.3. Costa Rica


En Costa Rica en materia de residuos se puede mencionar el
Reglamento sobre la gestión de los desechos infecto-contagiosos que se
generan en establecimientos que presten atención a la salud y afines Nº
30965-S (2003)20.
Este Reglamento establece los requisitos para la separación, envasado,
almacenamiento, recolección, transporte, tratamiento y disposición final de los de-
sechos infecto-contagiosos que se generen en establecimientos públicos y pri-
vados que presten atención a la salud, tales como clínicas y hospitales, con-
sultorios médicos y odontológicos, así como laboratorios clínicos, laboratorios
de producción de agentes biológicos, de enseñanza y de investigación, tanto
humanos como veterinarios, así como en cualquier establecimiento en que se
realicen procedimientos invasivos y es de observancia obligatoria.
La norma se clasifica a los establecimientos generadores en tres niveles.
Nivel I Nivel II Nivel III
* Equipos básicos de *Clínicas de la CCSS*, del *Hospitales.
Atención Integral en Salud INS** y otras clínicas. *Hospitales veterinarios.
(EBAIS). *Clínicas de cirugía *Maternidades.
*Consultorios médicos y ambulatoria con o sin
*Morgues y Laboratorios de
odontológicos. internamiento, incluyendo
patología.
*Laboratorios clínicos. cirugía estética.
*Laboratorios para la
* Centros de diagnóstico. * Clínicas de consulta
producción y proceso de
externa de medicina
* Centros de rayos X y biológicos, bancos de
general con especialidades
similares. sangre y bancos de tejidos.
médicas que realizan
* Centros de acupuntura. procedimientos invasivos. * Centros Enseñanza e
* Centros de tatuajes y Investigación
* Clínicas veterinarias.
perforaciones corporales. * Establecimientos con
* Establecimientos con
* Funerarias. servicios de diagnóstico y
servicios de diagnóstico por
tratamiento de medicina
* Unidades móviles que imágenes utilizando medios
nuclear y radioterapia.
presten servicios de salud de contraste endovenosos.
y afines a nivel Nacional.

48
Notas: CCSS* (Caja Costarricense de Seguro Social; INS** (Instituto Nacional de
Seguros).

A partir de dicha clasificación se fijan exigencias y se establecen


excepciones en cuanto al área y los periodos de almacenamiento temporal. Los
establecimientos que correspondan al nivel I quedan exentos del cumplimiento
de requisitos constructivos y estructurales en cuanto al área de
almacenamiento temporal, pudiendo ubicar los residuos en contenedores con
tapa y rotulados con el símbolo universal de riesgo biológico en el lugar más
apropiado dentro de sus instalaciones de manera tal que no obstruyan las vías
de acceso y sean movidos sólo durante las operaciones de recolección.

3.4. Perú
El País cuenta para el manejo de los residuos sólidos "hospitalarios" con
un marco legal nacional conformado por la Ley General de Residuos Sólidos N°
27.314 y su Reglamento D.S. 057-2004-PCM. La ley establece que el
Ministerio de Salud está obligado a regular, entre otros, el manejo de los
residuos sólidos de establecimientos de atención de salud, así como de los
generados en campañas sanitarias. La ley clasifica a los residuos sólidos
según su origen, entre los que se encuentran a los residuos de establecimiento
de atención de salud.
El Ministerio de Salud a través de una Resolución Ministerial Nº554-
2012/MINSA, aprobó la Norma Técnica N° 096/MINSA/DGSP/V.01 "Gestión y
Manejo de Residuos Sólidos de Establecimientos de Salud (EESS) y Servicios
Médicos de Apoyo (SMA)", para ser utilizada como instrumento normativo9.
Esta norma clasifica a los residuos sólidos generados en los
establecimientos de salud, según su naturaleza y sus riesgos asociados, así
como en los criterios establecidos por el Ministerio de Salud. Los residuos
sólidos hospitalarios se clasifican en tres categorías: Clase A: Residuo
Biocontaminado, Clase B: Residuo Especial y Clase C: Residuo Común.
En el caso de los EESS y SMA que generen menos de ciento cincuenta
(150) litros día de residuos sólidos se podrá realizar el almacenamiento final o
central en contenedores y en un área exclusiva para tal fin; si se generaran
más de ciento cincuenta (150) por día, se deberá contar obligatoriamente con
la infraestructura de almacenamiento final.

3.5. México
La Norma Oficial Mexicana NOM-087-SEMARNAT-SSA1-2002 se refiere
a los Residuos Peligrosos Biológico-Infecciosos (RPBI´S) fue elaborada en
forma conjunta por las Secretarías de Salud (SSA) y de Medio Ambiente y
Recursos Naturales (SEMARNAT) y sustituye a la NOM-087-ECOL-1995.
Entre las principales modificaciones efectuadas a la NOM-087-
SEMARNAT-SSA1-2002 y que son de interés para este articulo podemos
mencionar a la clasificación de los establecimientos generadores de RPBI´S y a
partir de ello los requisitos establecidos para las áreas y períodos de
almacenamiento temporal25.

49
NIVEL I NIVEL II NIVEL III
Unidades hospitalarias de Unidades hospitalarias Unidades hospitalarias de
1 a 5 camas e de 6 hasta 60 camas; más de 60 camas;
instituciones de
Laboratorios clínicos y Centros de producción e
investigación con
bancos de sangre que investigación
excepción de los
realicen análisis de 51 a experimental en
señalados en el Nivel III.
200 muestras al día; enfermedades
Laboratorios clínicos y infecciosas;
Bioterios que se
bancos de sangre que
dediquen a la Laboratorios clínicos y
realicen análisis de 1 a
investigación con bancos de sangre que
50 muestras al día.
agentes biológico- realicen análisis a más de
Unidades hospitalarias infecciosos, o 200 muestras al día, o
psiquiátricas.
Establecimientos que Establecimientos que
Centros de toma de generen de 25 a 100 generen más de 100
muestras para análisis kilogramos al mes de kilogramos al mes de
clínicos. RPBI. RPBI.

Además la norma establece que los establecimientos generadores


independientes del Nivel I que se encuentren ubicados en un mismo inmueble,
podrán contratar los servicios de un prestador de servicios común, quien será
el responsable del manejo de los residuos peligrosos biológico-infecciosos.
En cuanto al período de almacenamiento temporal de los RPBI's en los
establecimientos generadores las exigencias son las siguientes:

NIVEL I NIVEL II NIVEL III

Como máximo 30 días de Como máximo 15 días Como máximo siete días
almacenamiento de almacenamiento de almacenamiento
temporal. temporal. temporal.
NO requiere de área SI requiere de área SI requiere de área
específica para el específica para el específica para el
almacenamiento almacenamiento almacenamiento temporal.
temporal. temporal. Deberá cumplir con las
Se podrán ubicar los Deberá cumplir con las especificaciones
contenedores* especificaciones establecidas en la NOM-
específicos para los establecidas en la NOM- 087-SEMARNAT-SSA1-
RPBI's en el lugar más 087-SEMARNAT-SSA1- 2002, para el área de
apropiado dentro de sus 2002, para el área de almacenamiento temporal.
instalaciones, de manera almacenamiento
tal que no obstruyan las temporal.
vías de acceso.

Nota: *Los contenedores pueden ser plásticos o metálicos, con señalamiento


del símbolo universal de RPBI's y no mezclarlos con la basura municipal.

50
Discusión
Como resultado del análisis de la legislación mencionada anteriormente
se evidencia, en la legislación de algunos países de Latinoamérica y de
algunas provincias de la Argentina, el reconocimiento del pequeño generador
de residuos biopatogénicos y su categorización. Sin embargo esto no es
general ni los criterios son uniformes.
La tendencia en el caso de Paraguay, Costa Rica y México, muestra que
la categorización de los generadores es en función de la capacidad de
prestación de servicios del generador. En tanto, en la normativa nacional y
provincial de la Argentina la clasificación se realiza en función del volumen
generado. Con respecto a este punto, se advierte una diversidad de criterios a
la hora de fijar los volúmenes máximos generados por cada categoría. Además,
estos criterios no son explicitados o justificados, apareciendo con una cierta
arbitrariedad.
En las legislaciones analizadas, además de la categorización de los
generadores de residuos, se advierten especificaciones técnicas, se fijan
exigencias y se establecen excepciones para cada categoría de generador. Del
universo relevado surge que los pequeños generadores deben cumplir con
requisitos menos exigentes que los grandes generadores en lo que respecta al
local de acopio y al tiempo de almacenamiento final.
También se observan diferencias en el cumplimiento o no de otras
exigencias tales como la elaboración e implementación de Plan de Manejo
Interno de Residuos; la conformación de un equipo técnico para la
implementación y control del mencionado Plan; la designación de un
funcionario con responsabilidades en cuanto a las condiciones de entrega de
los residuos al transportista, etc.

Conclusiones
Como se ha expresado más arriba, el pequeño generador de residuos
de establecimientos de salud suele cumplir una función protagónica en la
atención que requiere la población tanto en los aspectos relacionados con la
promoción de la salud, como en la prevención, curación y rehabilitación de la
enfermedad, en el papel de agentes de Atención Primaria.
La legislación referida a la gestión de residuos biopatogénicos que
provienen de su actividad debería integrar dos aspectos: a) la correcta gestión
de los desechos de manera que no afecten a las personas que concurren en
busca de atención o trabajan en ellos y, tampoco, al medio ambiente que
comprende, también, a los habitantes que habitan en él y b) promover una
gestión de fácil ejecución y económicamente accesible de manera de no
obstruir la tarea de este sector de alta importancia en los sistemas de salud.
La legislación argentina y latinoamericana no ha logrado criterios
uniformes para resolver esta cuestión. Algunas veces este problema ni siquiera
es considerado y, cuando se lo hace, se observan distintas concepciones de
categorización.
Lo anterior hace necesario unificar el criterio de categorización de los
generadores de los residuos biopatogénicos en todo el territorio de la República
Argentina y, a partir de ello, fijar especificaciones técnicas para la regulación de

51
los pequeños generadores de residuos biopatogénicos de manera de
permitirles cumplir con sus responsabilidades.

Bibliografía
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Resolución Nº 374/06 de la ex -Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo
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10. Ordenanza Nº 6.560/1998 Municipalidad de Rosario. Honorable Concejo
Municipal (07-12-2005).
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de la Provincia de Mendoza (03-11-2011).
12. Reglamentación Ley de Protección del Medio Ambiente Ley Nº 7.070. Provincia
de Salta. Decreto Nº 3.097/2000 (07-12-2000).
13. Reglamentación Ley Nº 154 Manual de Residuos Patogénicos. Decreto Nº
1886/2001. Boletín Oficial de la Ciudad de Buenos Aires, Nº 1.328 (28-11-2001).
14. Reglamentación Ley Nº 11.347. Decreto Nº 450/1994. Boletín Oficial de la
Provincia de Buenos Aires, (10-03-1994).
15. Reglamentación Ley Nº 1.210. Decreto Nº 91/1991. Boletín Oficial de la Provincia
de Formosa (01-09-2000).
16. Reglamentación Ley Nº 3.361. Decreto Nº 6.538/2011. República del Paraguay
(04-05-2011).
17. Reglamentación Ley Nº 5.063 Ley General de Medio Ambiente - Residuos
Patogénicos. Provincia de Jujuy. Decreto Nº 6.003/2009 (27-07-2006).
18. Reglamentación Ley Nº 24.051. Decreto Nº 831/1993. Boletín Oficial de la
República Argentina, Nº 27.630, (03-05-1993).
19. Reglamentación parcial de la prevención y manejó de los residuos o desechos
peligrosos generados en el marco de la gestión integral. Decreto Nº 4.741/2005.
República de Colombia (30-12-2005).

52
20. Reglamento sobre la gestión de los desechos infecto-contagiosos que se generan
en establecimientos que presten atención a la salud y afines Nº 30.965-S.
República de Costa Rica (03-02-2003).
21. Regulación de los residuos generados en los establecimientos de salud y afines.
Ley Nº 3.361. República del Paraguay (17-10-2007).
22. Residuos Biopatogénicos. Ley Nº 1.210. Boletín Oficial de la Provincia de
Formosa (23-05-1997).
23. Residuos Patogénicos. Ley Nº 154. Boletín Oficial de la Ciudad de Buenos Aires,
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24. Residuos Patogénicos. Tratamiento, manipuleo transporte y disposición final de
residuos patogénicos. Ley Nº 11.347. Boletín Oficial de la Provincia de Buenos
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25. Residuos Peligrosos Biológico-Infecciosos (RPBI´S). Norma Oficial Mexicana
NOM-087-SEMARNAT-SSA1-2002. Secretaría de Salud (SSA) y Secretaría de
Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) (22-01-2003).
26. Residuos Peligrosos. Reglamentación Ley Nº 8.880. Decreto Nº 6.009/2000.
Boletín Oficial de la Provincia de Entre Ríos (27-04-2001).
27. Residuos Peligrosos Régimen General. Ley Nº 24.051. Boletín Oficial de la
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República de Colombia Diario Oficial 45.009 (25-11-2002). Adopta el Manual de
Procedimientos para Gestión Integral de los Residuos Hospitalarios y Similares.
29. Safe Management of Wastes from Health-Care Activities. 2014. World Health
Organization, Geneva, Switzerland. 2nd Ed, p 10.
30. Safe Management of Wastes from Health-Care Activities. (2014). World Health
Organization, Geneva, Switzerland. 2nd Ed, p 11.

53
Plan de acción para el manejo de los desechos biológicos peligrosos en
una instalación primaria de salud 2016

Ramos, Mayra; Infante, Beatriz


mramos@instec.cu
Facultad de Medio Ambiente. Instituto Superior de Tecnologías y Ciencias
Aplicadas, Universidad de La Habana. Carlos III y Luaces, Plaza de la
Revolución 10600, La Habana, Cuba.

Resumen
El manejo inadecuado de desechos provoca contaminación ambiental y
proliferación de enfermedades infectocontagiosas, como VIH/SIDA, Hepatitis B
y C, entre otras. En una inspección al área de almacenamiento temporal de
desechos de una instalación de atención primeria de salud en Cuba, se
constataron una serie de deficiencias que necesitaban inminente solución.
Consecuentemente, se propuso como objetivo de este trabajo diseñar un plan
de acción para el manejo de desechos biológicos peligrosos en esta
instalación. Se realizó una evaluación de riesgos sobre la base del diagnóstico
del procesamiento de los desechos biológicos peligrosos. Para ello, se
realizaron inspecciones de Bioseguridad y la aplicación de técnicas cualitativas
como ¿Qué sucede si…? El diagnóstico mostró que el manejo de los desechos
biológicos peligrosos es deficiente. En el análisis se identificaron peligros y
riesgos biológicos potenciales asociados. Los principales riesgos se agruparon
en contaminación producto de pinchazos y cortaduras, manipulación de
cristalería rota con material infeccioso, generación de aerosoles, inadecuada
organización y gestión de la Bioseguridad. El área de fregado fue en la que
más riesgos se reconocieron. Sobre la base del método propuesto, se diseña
un plan de acción para el manejo de los desechos biológicos peligrosos, el que
permitirá minimizar los riesgos a los que están expuestos los trabajadores, la
comunidad y el medio ambiente.

Palabras clave: desechos biológicos peligrosos, bioseguridad, Cuba.

Abstract
Inadequate handling of biohazardous waste causes environmental pollution and
spread of infectious diseases such as HIV / AIDS, Hepatitis B and C, among
others. In an inspection of the area of temporary storage of biohazardous waste
in public primary health care institution a number of deficiencies were found
which need immediately a solution. Consequently, it was proposed, as the aim
of this work, to design an action plan for management of biohazardous waste. A
risk assessment based on the diagnosis processing of biohazardous waste was
carried out using Biosafety inspection and the application of qualitative
techniques such as What if..?. The diagnosis showed that the management of
hazardous biological waste was deficient. The analysis identified some potential
hazards associated to biological risks. The main risks were grouped into
punctures and cuts, handling broken with infectious material, aerosol
generation, inadequate organization and management of Biosafety. In the
scouring area was recognized the most quantity of biological risks. The design

54
of the action plan for the management of hazardous biological waste will reduce
the risks to which workers are exposed, the community associated and the
environment, in general.

Key words: biohazardous waste, biosafety, Cuba.

Introducción
La inquietud mundial sobre los desechos biológicos peligrosos, como uno
de los principales problemas ambientales y sociales surgió durante los años 70,
pero en las últimas décadas, se ha revelado una gran preocupación ambiental
y de salud por los problemas que originan estos residuos2. Esta preocupación,
que nació en los países de mayor desarrollo económico, obligó a encarar
problemas de contaminación del medio ambiente y sus consecuentes efectos
adversos en la salud pública.
Los desechos producidos en los laboratorios conllevan factores de riesgo
biológico, cuyo manejo inadecuado puede generar directa o indirectamente
efectos desfavorables en la población, involucrando en este proceso a todos
los trabajadores, lo que incluye al personal de servicios generales y
encargados del transporte y disposición final, efectos que se traducen en el
aumento de las infecciones, los accidentes de trabajo, las enfermedades
relacionadas con el puesto laboral, deterioro del Medio Ambiente e incremento
de los costos institucionales1.
Por tanto, es necesario que cada institución reglamente el manejo de los
residuos biológicos propios, con el fin de identificar y clasificar los productos
infecciosos por categorías y características específicas, además de establecer
políticas de clasificación, control, flujo de los desechos y analizar los métodos
utilizados para disminuir, controlar, guardar y separarlos residuos biomédicos,
con el propósito de minimizar el riesgo de propagación de infecciones y de
contaminación del medio ambiente.
En Cuba, las actividades de Seguridad Biológica se inician desde 1982,
pero no es hasta 1994 que se crea el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio
Ambiente (CITMA), el que a su vez instituye el Centro Nacional de Seguridad
Biológica (CSB) como órgano regulador. Con todas estas acciones, el Estado
da soporte legal y apoyo estatal a todas las actividades de Bioseguridad, dentro
de las que quedan incluidas la gestión de los desechos biológicos peligrosos.
Se entiende que una adecuada gestión es aquella que contempla los
procesos de generación, manipulación, acondicionamiento, almacenamiento,
transporte y destino o tratamiento final, todo ello sin causar impactos negativos
al medio ambiente, ni a la salud humana5.
El manejo inadecuado de desechos no solo provoca contaminación
ambiental, sino también la proliferación de enfermedades infectocontagiosas,
como VIH/SIDA, Hepatitis B (HBSAG), Hepatitis C (HCB), criptocococis,
toxoplasmosis, infecciones por estafilococos y estreptococos, entre otras.
Aunque existen programas de Bioseguridad en las instalaciones con riesgos
biológicos, a veces no hay una aplicación efectiva de los mismos6.
A pesar la vigencia del marco legal existente en materia de
Bioseguridad, en el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) de Cuba, de forma
general y en las instalaciones de atención primaria (policlínicos) aún existen

55
dificultades para su implementación, cada instalación tiene sus propias
características y precisa de sus propios programas de manejo de los desechos.
Como estudio de caso, se inspecciona el área de almacenamiento
temporal de desechos biológicos peligrosos en una instalación de atención
primaria de salud y se detectan algunas dificultades, por lo que se decide
diseñar un plan de acción para el manejo seguro de los desechos biológicos
peligrosos en la misma, lo que constituyó el objetivo del presente estudio.

Materiales y métodos
La investigación se desarrolló en la ciudad de Holguín, Cuba, en una
instalación de atención primaria de salud, como estudio de caso en los
siguientes departamentos: toma de muestras, laboratorio clínico, microbiológico
y área de fregado e involucró al 100% del personal expuesto a riesgo biológico
en esas áreas, en el período comprendido en enero de 2013 a enero de 2015.
Para iniciar la investigación, se confeccionó un diagrama de flujo de las
actividades que se desarrollan en los departamentos mencionados, para
valorar en cuales de ellas se producían desechos biopeligrosos y se
consideraron además los potenciales agentes biológicos de riesgo
involucrados. Para ello se utilizó la experiencia del personal mediante la
realización de un talle (tormenta de ideas), unido a la observación directa de los
procesos (inspección).Para la identificación de los peligros, se aplicó la lista de
chequeo LC.04-02-6 del Manual de Inspección de Bioseguridad4. Se aplicaron
técnicas como entrevistas verbales al personal y la verificación de evidencias
objetivas (inspección). Se calculó la proporción (%) de estos peligros por cada
área.
Con estos elementos, se realizó la evaluación del riesgo, para ello se
aplicó la técnica cualitativa de identificación de riesgo ¿Qué sucede si…?,
sobre la base de las deficiencias observadas en la verificación de evidencias
objetivas.
Para el diseño del plan de manejo de desechos biológicos peligrosos se
tomó como base lo requerido en la Resolución 136/20095 del Ministerio de
Ciencia Tecnología y Medio Ambiente (Cuba) ¨Resolución para el Manejo
Integral de los Desechos Peligrosos¨ y las medidas que se derivaron de la
aplicación de la técnica cualitativa de evaluación de riesgos, antes
mencionada.

Resultados y discusión
El diagrama de flujo identificado en el taller y sobre la base de la
experiencia del personal mostró que en al menos en los cuatro primeros pasos
del mismo se producen desechos biológicos peligrosos (Figura 1). La descripción
de los potenciales agentes biológicos involucrados se indica en la Tabla 1.

56
Toma de Muestra

Laboratorio Clínico y Microbiológico

Etapa de montaje de técnicas que requieren contacto con


agentes biológicos en su procesamiento y destino final

Área de fregado: lavado y tratamiento de toda la cristalería e


instrumentos que hayan estado en contacto con el material
de riesgo biológico

Supiadero (destino final)

Figura 1. Diagrama de flujo de actividades que se desarrollan en áreas con


riesgo biológico.

Tabla 1. Agentes biológicos potencialmente asociados a los desechos


generados en las diferentes áreas

Potenciales agentes
Área Procesos
biológicos asociados

Toma de 1. Extracción de sangre Leptospira, Trichomonas,


muestra 2. Recepción de muestra de Staphyloccocus, VIH
heces fecales y Orina
3. Realización de exudados vagi-
nales simples

Laboratorio 1. Montajes de diferentes técni- Virus de la Hepatitis B, C, D


clínico cas: Virus AH1N1
2. Hemoglobina Adenovirus
3. Hematocrito Escherichia coli
4. Serología VIH
5. Gota Gruesa Protozoos
6. VIH Treponema pallidum
7. Hepatitis C Virus respiratorios
8. Heces Fecales Entamoeba hystolitica
9. Mono suero de Dengue Oxiuro

57
10. Suero para diagnóstico de Ascaris lumbricoides
Leptospira Giardia lambia
11. Influenza
12. Orina

Laboratorio 1. Centrifugación y decantación Sthaphylococcus aureus


microbiológico para confirmación diagnóstica Streptococcus pneumoniae
2. Esputo VAAR Mycobacterium tuberculosis
3. Exudados vaginales simples Neisseria meningitidis
4. Exudados endocervicales di- Moniliasp.
rectos Trichomona vaginalis
5. IRA Gardenella vaginalis
6. Cólera Neisseria gonorrhoeae
Vibrio cholerae
Hongos
Levaduras

Fregado Recibo de muestras, cristalería, Mycobacterium tuberculosis


jeringuillas usadas en los diferentes Salmonella spp.
servicios: Escherichia coli
Tratamiento de cristalería e Leptospira sp.
instrumentos que han estado en Virus Hepatitis B, C, D
contacto con material biológico Virus AH1N1
Fregado Giardia lambia
Sthaphylococcus aureus
Sthaphylococcus Coagulasa
Positiva
Neisseria meningitidis
Neisseria gonorrhoeae
Hongos
Levaduras
Monilia sp
Trichomona vaginalis
Gardnerella vaginalis
Vibrio cholerae
Entamoeba hystolitica
virus respiratorios

Las técnicas para la identificación de los diferentes desechos biológicos


peligrosos permitieron reconocer los peligros potenciales que estos pueden
ocasionar al personal ocupacional y al medio ambiente (Tabla 2).

58
Tabla 2. Identificación de peligros asociados a los diferentes tipos de desechos
biológicos peligrosos en las áreas

Área Desechos que se Peligros identificados


generan

Toma de Tubos de cristal o - Cortaduras por roturas de tubos, de


muestra plástico, algodón, jeringuillas, de guantes
torundas, jeringuillas - Contaminación por contacto con
usadas, aplicadores con torundas que contienen sangre
algodón, espéculos, utilizadas para limpiar a los pacientes
paños verdes, láminas
portaobjetos y
cubreobjetos, lancetas,
guantes

Laboratorio Tubos de cristal o - Cortaduras por roturas de tubos, de


clínico plástico, tubos de jeringuillas, de guantes, de tubos
hematocrito, láminas, procedentes de la centrífuga, pipetas
pipetas y torundas con con fluidos, láminas.
fluidos o restos celulares, - Contaminación por desechos mal
tubos de segregados (por insuficiencia de bolsas
microhematocrito y recolectoras de color rojo para
lancetas colocarlas dentro de los recipientes
destinados).
- Salpicadura con fluidos
- Pinchazos por uso de frascos
inadecuados para disponer los objetos
punzantes

Laboratorio Muestras procesadas, - Cortaduras con cristalería rota


de aplicadores, tubos con - Pinchazos con agujas.
Microbiología solución salina, agujas y - Contaminación con aplicadores con
tubos de cristal o plástico restos de fluidos y de sangre, por
con fluidos o restos contacto accidental del material
celulares y aerosoles. contaminado desechable
- Salpicadura con fluidos

Fregado Tubos de cristal o - Contaminación con torundas y


plásticos, viales, tubos de aplicadores con fluidos, por roturas de
micro hematocritos, bolsas con desechos, fluidos y
láminas, pipetas y salpicaduras por no poseer ropa
torundas de algodón con protectora, delantal, botas apropiadas,
fluidos o restos celulares, máscara facial
jeringuillas, lancetas, - Cortaduras por cristalería rota o con
agujas y cristalería rota. objetos corto punzantes.
- Pinchazos con agujas

59
- Contacto con fluidos y material
contaminado por roturas de
contenedores inadecuados, roturas de
guantes
- Inhalación de aerosoles por emisión de
los mismos en las autoclaves
- Quemaduras y cortaduras por roturas de
guantes para el tratamiento de los
desechos

De forma general, se puede resumir


resumir que en el flujo de trabajo se
generan en menor o mayor volumen desechos biológicos peligrosos, peligro se
considera que hay un grupo importante de ag agentes
entes biológicos potencialmente
involucrados y se identificaron 36 peligros
eligros latentes. La proporción de estos
peligros por área muestra que “fregado”, seguido por el “laboratorio clínico” son
las que poseen la mayor probabilidad de riesgo, al ser superior la proporción de
los peligros, con
n respecto a las restantes (Figura 2).

Figura 2.. Proporción de peligros en las diferentes áreas

En un estudio similar, se determinó que el mayor riesgo biológico estaba


presente durante el proceso de desinfección y fregado,
fregado, lo cual está dado por la
presencia en esta área de todo el material sucio procedente de los diferentes
servicios, unido a la mayor probabilidad de cortadura o pinchazos. Esto
incrementa la posibilidad de adquirir VIH, hepatitis B o C, E. coli, Pseudomonas
sp., Salmonella sp., Vibrio cholerae, Staphyloccocus spp.,, coliformes, hongos,
levaduras, virus AH1N1, conjuntivitis, entre otras infecciones3, resultad
resultado que
coincide con lo observado en este estudio.
Estos mismos autores aseveraron que en el contexto de los laboratorios
microbiológicos
obiológicos y biomédicos, el análisis y la evaluación del riesgo se
concentra principalmente en la identificación del peligro y la prevención de
infecciones de laboratorio cuando se trata de actividades que involucren
material infeccioso o potencialmente infeccioso y señalan que el trabajo en los
laboratorios biomédicos implica para el personal cierto riesgo de adquirir, lo
que puede ocasionar una o varias enfermedades profesionales.

60
El resultado de la evaluación del riesgo biológico mediante ¿Qué pasa
si..?, se describe en la Tabla 3. Este permitió evaluar el riesgo potencial de
contaminación por la deficiente manipulación de los desechos biológicos
peligrosos en la instalación. Dado fundamentalmente porque los cuestio-
namientos plasmados en la técnica reflejan la realidad de la práctica cotidiana
en el manejo de los desechos en ese policlínico y permitió, a la vez, confec-
cionar el Plan de acción sobre la base de las medidas derivadas de la
aplicación de esta técnica.
Las entrevistas mostraron que el personal ocupacionalmente expuesto
considera que los motivos que generan peligros y consecuentes riesgos es la
falta de recursos seguido de la generación de aerosoles. Los peligros que citan
diferentes autores radican fundamentalmente en los pinchazos y cortes por
roturas de cristalerías con material infeccioso6 muy diferente a lo observado en
este análisis. Esta respuesta puede deberse a que quizás, las personas
encuestadas consideran que pincharse es reflejo de mala praxis y por tanto, no
reflejan estos peligros por temor a declarar insuficiencias en su trabajo,
simplemente no lo ven como parte de un hecho totalmente posible, cuando se
manipulan objetos punzo cortantes, como ha señalado la autora antes
mencionada.
Con todos estos elementos, se elabora el Plan de Acción para el manejo
de los desechos biológicos peligrosos, en que está compuesto por seis
acciones principales (Tabla 4) y las subtareas, que no se detallan, serán
diseñadas e implementadas por los responsables designados.

61
Tabla 3. Evaluación de riesgos biológicos sobre la base de la técnica ¿Qué pasa si…?

¿Qué pasa Riesgos Medidas


si…?
No están disponibles Contaminación ambiental Disponer de recipientes
los recipientes para cuando se mezclan los apropiados según tipos de
cada tipo de desechos. desechos biológicos con desechos.
los comunes, se
incrementa el volumen a
tratar, además de los
riesgos para la salud
humana y para el medio
ambiente.
Los recipientes no Contaminación ambiental Identificar los recipientes
están identificados. por confusiones cuando se con el símbolo de riesgo
segregan los desechos y biológico.
mezcla de desechos, con el
consecuente aumento del
volumen a tratar.
En el local de El personal puede Usar guantes y tomar las
extracciones los pincharse y contaminarse precauciones pertinentes
objetos corto- con enfermedades. cuando se utilizan
punzantes tales como: lancetas para evitar
lancetas, agujas, errores humanos, poseer
jeringuillas, tubos un contenedor rígido para
rotos, láminas no se su disposición.
disponen en un
contendor rígido.
En el local de toma de El personal puede Colocar contenedores
muestra, en laboratorio contaminarse con adecuados y señalizados
clínico, de enfermedades infecciosas y con el símbolo de riesgo
microbiología y en el enfermarse. biológico, con bolsas rojas
área de fregado las en su interior, en los
torundas de algodón distintos departamentos.
contaminadas con
fluidos no se disponen
correctamente.

En el laboratorio Cortaduras y Poseer descrito


clínico y en el contaminación del detalladamente en el Plan
laboratorio de personal que realice la de emergencias cómo
Microbiología hay limpieza de la centrífuga, proceder de forma segura
roturas de tubos por diseminación de en estos casos, cómo se
dentro de la centrífuga. aerosoles. va a descontaminar la
centrífuga, cómo se van a
recolectar y desechar los
pedazos de tubos y los
fluidos.
En el laboratorio clínico Contaminación ambiental Planificar adecuadamente
y en el de Microbiología cuando se mezclan los el suministro estable
no existen suficientes desechos biológicos bolsas colectoras (rojas y
bolsas recolectoras de peligrosos con los de otros colores).

62
¿Qué pasa Riesgos Medidas
si…?
color rojo para comunes, con el Capacitar adecuadamente
colocarlas dentro de los consecuente aumento del al personal que se dedica
recipientes destinados a volumen a tratar. a esa tarea.
la recogida de las
torundas o paños con
fluidos.
Las agujas se Pinchazos al personal y la Capacitar al personal
encapuchan con las dos consecuente contaminación convenientemente,
manos. con enfermedades. implementar el
reencapuchado con la
“técnica de una sola
mano”.
En el área de laboratorio Contaminación potencial Poseer descrito
clínico y de por derrame de fluidos. detalladamente en los
Microbiología hay procedimientos de
roturas de tubos de emergencia cómo
cristal durante su proceder de forma segura
manipulación. en estos casos, cómo se
van a descontaminar las
superficies, cómo se van
a recolectar y desechar
los pedazos de tubos y
los fluidos.
En el área de fregado se El personal puede sufrir Capacitar al personal en
manipula toda la heridas, laceraciones y el manejo de este tipo de
cristalería rota contaminarse. desechos. Apoyar con los
contaminada y objetos medios de protección y
corto-punzantes. los procedimientos
normalizados de
operación. Realizar
inspecciones. Imponer
premios y sanciones al
respecto, según suceda.
En el área de fregado se Contaminación por la Capacitar al personal en
manipulan sin guantes manipulación de fluidos el manejo de este tipo de
tubos plásticos, de biológicos potencialmente desechos. Apoyar con los
cristal, viales o láminas contaminados. medios de protección y
con fluidos biológicos los procedimientos
para desechar. normalizados de
operación.
En el área de fregado Contaminación con Poseer descrito
ocurren salpicaduras enfermedades detalladamente en el Plan
con los fluidos a transmisibles a causa de de emergencias cómo
desechar. las salpicaduras. proceder de forma segura
en estos casos Proveer al
personal de los medios de
protección adecuados
contra salpicaduras.
Capacitar.

63
¿Qué pasa Riesgos Medidas
si…?
En el área de fregado no Contaminación del personal Poseer descrito
existen bolsas y del medio ambiente. por detalladamente en el Plan
suficientes ni adecuadas la rotura de las bolsas para de emergencias cómo
para embalar los desecho por sobrecarga, lo proceder de forma segura
desechos biológicos que provoca derrame en el en estos casos Proveer al
peligrosos. piso de desechos personal con la cantidad y
biológicos peligrosos calidad de las bolsas
variados. necesarias para la
actividad.
Desde el área de Contaminación del Poseer descrito
fregado se traslada personal, pacientes , la detalladamente en el Plan
material desechable comunidad y el medio de emergencias cómo
contaminado hacia el ambiente por el derrame proceder de forma segura
supiadero y ocurren biológico. en estos casos Proveer al
roturas de bolsas en el personal con la cantidad y
mismo durante el calidad de las bolsas
proceso. necesarias para la
actividad. Capacitar.
En el departamento de Lesiones al personal Estandarizar este proceso
fregado se usan guantes encargado de la actividad. en un procedimiento
inadecuados para la normalizado de operación
manipulación y y apoyarlo con el
tratamiento de los suministro de guantes
desechos biopeligrosos. adecuados.
Capacitar.
Los equipos utilizados Contaminación del personal Estandarizar este proceso
para el tratamiento no y del medio ambiente por en un procedimiento
son comprobados para liberación al medio de normalizado de operación
verificar la efectividad desechos no y garantizar de forma
del proceso. eficientemente permanente y estable los
descontaminados por la bioindicadores y cintas
mezcla de desechos testigos para la
comunes con biológicos verificación. Exigir los
infecciosos. registros
correspondientes.
Los locales Se diseminan Estandarizar este proceso
designados para el enfermedades por en un procedimiento
almacenamiento potenciales robos y normalizado de
temporal no reúnen las liberación indiscriminada de operación, acondicionar el
condiciones de desechos biológicos supiadero, construir un
seguridad. peligrosos con los drenaje para el residual
consecuentes riesgos para líquido proveniente de la
la salud humana y para el limpieza, colocar llave de
medio ambiente. agua para facilitar la
limpieza y
descontaminación y
hermetizar el local.
En el área del supiadero Contaminación ambiental. Estandarizar este proceso
los desechos se acumulan. en un procedimiento

64
¿Qué pasa Riesgos Medidas
si…?
normalizado de operación
y planificar la recogida de
forma regular.
No existen los medios Contaminación ambiental. Adquirir equipos
para la transportación adecuados y ecológicos o
externa. contratar el servicio de
recogida de los desechos
de forma segura a
terceros.
Se contrata personal Riesgos para la salud Desestimar esta práctica
no apto para esta humana y para el medio o capacitar
actividad. ambiente (el manejo es adecuadamente a las
deficiente y no se personas como requisito
comprende la magnitud del para su empleo.
problema).
No existe en la Contaminación ambiental. Confeccionar plan para el
entidad un plan de manejo de los desechos
acción para el manejo biológicos peligrosos
de los desechos según lo establecido en la
biológicos peligrosos. Res 136/2009.

65
Tabla 4. Plan de acción (tareas principales) para el manejo de los desechos
biológicos peligrosos

Acciones Responsable Ejecutores Período

I. Implementar la política de Dirección del Comisión de Permanente.


la seguridad biológica en los policlínico. Seguridad
laboratorios. Biológica.
II. Garantizar la Dirección y Vice Vice dirección de Anual
disponibilidad de medios de dirección de economía y
protección personal y economía. planificación y
equipos de seguridad jefes de
biológica para el manejo de laboratorio.
los desechos bioinfecciosos.
III. Garantizar la calidad en Jefe de laboratorio. Personal técnico Permanente
el funcionamiento de y de Metrología
equipos. provincial.
IV. Implementar Comisión de Comisión de Permanente
procedimientos normativos Seguridad Seguridad
operacionales para el Biológica y Jefe de Biológica,
manejo de los desechos Laboratorio. Médicos,
biológicos peligrosos. enfermeras,
especialistas,
técnicos y
auxiliares de
laboratorio.
V. Implementar procesos de Dirección del Médicos, Permanente
capacitación en el tema. policlínico Comisión enfermeras,
de Seguridad técnicos y todo el
Biológica. personal
involucrado.
VI. Garantizar vigilancia Jefe de recursos Responsables de Permanente
médica del personal. humanos. Seguridad y
salud, Sindicato.

La implementación, validación y actualización periódica de este plan


deberá constituir una tarea a ejecutar en el futuro inmediato en la instalación en
estudio.
Se ha señalado que no importa qué estrategia se adopte para el
tratamiento y disposición final de los residuos biológicos peligrosos, lo primario
es que estos se clasifiquen (preferentemente en el lugar en el que se generan)
previamente a su tratamiento y disposición. Este se considera un paso
importante que debe ser dado para salvaguardar la salud laboral del personal
del establecimiento7.
Otro de los apoyos para el manejo eficiente de los desechos bio-
peligrosos es el hecho de garantizar la seguridad de los trabajadores a través
de la disponibilidad equipos apropiados para la protección del personal y la
capacitación. La educación y los programas de capacitación deben desa-
rrollarse con un lenguaje apropiado, según a quien sean dirigidos, de manera
que atienda las necesidades particulares y puedan ser comprendidos para
cambiar el comportamiento de esas personas, elementos que deberán ser
considerados en la implementación del plan de acción que se propone.
66
Conclusiones
Se diseña un plan de acción para el manejo de los desechos biológicos
peligrosos, que consta de las siguientes acciones básicas: implementar la
política de la seguridad biológica, garantizar la disponibilidad y calidad de los
medios de protección personal y equipos de seguridad, establecer los
procedimientos normativos operacionales y de capacitación y asegurar la
vigilancia médica del personal, con el objetivo de minimizar los riesgos de los
desechos biológicos peligrosos, a los que están expuestos los trabajadores de
un área de atención primaria de salud en Cuba.

Bibliografía
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3. Junco, R.A., Martínez, G., Luna, M.V. (2003) Seguridad ocupacional en el manejo
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sen.cu/wp-content/uploads/2015/03/Resolucion-CITMA-136-2009.pdf (Acceso:
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exposición ocupacional a patógenos de transmisión hemática. Red Mundial de
Salud Ocupacional. En: http: //www.who.int/ entity/ occupational_ health/
publications/ newsletter/gohnet8spa.pdf. (Acceso: diciembre 2, 2015).

67
Estimación de la percepción de riesgo en el manejo de citostáticos en el
Instituto de Oncología y Radiobiología de Cuba

Rodríguez-Montero HM1; Argote-Pelegrino E2; Moya-Álvarez M1; Álvarez Pérez


Ll1; Torres-Valle A3 y Cuétara-Lugo EB1*.
1
Instituto Oncología y Radiobiología, La Habana, Cuba. 29 y F, Vedado, CP
10400. Plaza de la Revolución, La Habana. Cuba. 537 838 86 49. 2Consejo
Científico Veterinario de Cuba Sociedad Cubana de Microbiología Veterinaria.
Paseo e/ 23 y 25, Vedado CP 10400. Habana. Cuba. 3Instituto Superior de
Tecnologías y Ciencias Aplicadas. Avenida Salvador Allende y Luaces. Quinta
de los Molinos. Plaza de la Revolución, La Habana, Cuba.
ecuetara@infomed.sld.cu

Resumen
La Unidad Central de Mezclas Citostáticas y el Servicio de Quimioterapia
Ambulatoria, son las áreas del Instituto de Oncología y Radiobiología que
manipulan el mayor volumen de citostáticos. El estudio que se presenta tuvo la
finalidad de estimar la percepción de riesgo de los trabajadores que laboran
dichas áreas. Para ello se empleó el software RISKPERCEPT. La percepción
del riesgo en los grupos muestreados es baja y está influenciada por el
desconocimiento de los riesgos implicados en los procederes que desarrollan,
el bajo clima organizacional, la alta demanda laboral, el sexo y la edad. Se
identificaron los grupos de trabajadores más vulnerables que necesitan una
instrucción especializada. Concluimos que es preciso perfeccionar el Programa
de Capacitación en Bioseguridad en el instituto.

Palabras clave: bioseguridad, percepción de riesgo, manejo de citostáticos.

Abstract
The Central Unit of Citostatic Mix Preparation and the Ambulatory
Chemotherapy Service are the areas where the highest amount of citostatic
drugs are handled in the Institute of Oncology and Radiobiology. The study
presented here was aimed at estimating the risk perception of workers of such
areas. The software RISKPERCEPT was used for that purpose. Risk perception
of those workers was considered low. It was influenced by ignorance of risks
involved in the procedures they perform, low occupational climate, high
demand, gender and age. Most vulnerable groups, in need of specialized
training, were identified. We conclude that is necessary to improve the Biosafety
Training Program in the institute.

Key words: biosafety, risk perception, citostatics.

Introducción
El riesgo se define como la probabilidad de ocurrencia de daños y
depende de varios factores, como es la exposición a una determinada
situación, la frecuencia con la que ocurre la exposición, así como la importancia
del daño que pudiera ocurrir1. Los riesgos se clasifican según su carácter u
origen en biológicos, físicos y químicos; existiendo también los riesgos los
ergonómicos y los psicosociales2,3. La existencia de uno de ellos o la
convergencia de varios, puede ocasionar accidentes de diversa magnitud. En el

68
presente trabajo se considera la bioseguridad como el conjunto de medidas
destinadas a proteger la salud y la seguridad del personal que labora frente a
riesgos provenientes de agentes biológicos, físicos y químicos4.
Los productos químicos son esenciales para la vida, y sus beneficios son
generalizados y altamente reconocidos (desde los pesticidas hasta los
fármacos). La exposición no controlada a agentes químicos puede producir
efectos a corto y largo plazo5,6,7. En el mundo, 2,3 millones de trabajadores
pierden la vida a causa de accidentes o enfermedades relacionados con el
trabajo cada año. La mayoría de las enfermedades laborales están
ocasionadas por agentes químicos (160 millones). Cerca de 1 millón de
muertes anuales están ocasionadas por la exposición a sustancias químicas
peligrosas, que suponen un riesgo para trabajadores de todos los sectores:
desde la extracción, pasando por las industrias de procesamiento, hasta los
usuarios finales8.
En tal sentido, en septiembre de 2012, la Organización Mundial de la
Salud (OMS) divulgó una nota acerca de la carga global de morbilidad
atribuible a los productos químicos, en la Conferencia Internacional sobre
Gestión de Productos Químicos9. El tipo de enfermedad causada por la
exposición ocupacional a sustancias químicas, tóxicas o peligrosas depende de
la sustancia química específica a la cual el trabajador está expuesto y de la
magnitud de la exposición. Un ejemplo de daño pudiera ser el provocado por el
contacto con las sustancias químicas, inflamables, corrosivas o reactivas en la
piel, los ojos y las mucosas del aparato respiratorio10,11.
En los servicios de Oncología se emplean tratamientos farmacológicos
con citostáticos. Estos son un grupo de medicamentos con diferentes
mecanismos de acción que inducen la apoptosis o muerte celular mediante la
interacción con el ácido desoxirribonucleico (ADN) o con el citoesqueleto12,13,14.
Tales medicamentos poseen un estrecho margen terapéutico ya que no actúan
de forma selectiva sobre las células tumorales sino que también interfieren en
los circuitos bioquímicos de las células sanas, en especial los tejidos con mayor
velocidad de división celular, como por ejemplo, la piel, la médula ósea, el
epitelio del tracto gastrointestinal, los folículos pilosos y otras estructuras
embrionarias15,16,17.
La preocupación sobre un posible riesgo laboral surgió tras una
publicación de Falck, Sorsa y Vainio, en 1981. Estos autores evidenciaron
mediante la aplicación del ensayo de Ames la presencia de mutágenos en
concentrados de orina de enfermeras que manipulaban citostáticos18. Nguyen,
Theiss y Matney en 1982, demostraron la capacidad mutagénica en la orina de
un grupo de manipuladores que preparaban citostáticos en cabinas de seguridad
biológica (CSB)19.
El análisis del personal expuesto al riesgo, comienza con los
encargados, en la farmacia, de la manipulación de los viales que pueden sufrir
roturas, aperturas accidentales, etc. Sigue con los que reconstituyen los
compuestos y continua con los que aplican dichos fármacos tanto por vía oral
como parenteral y con los que manipulan las excretas de los pacientes, que
presentan metabolitos activos hasta en ocasiones, semanas después de
haberse aplicado el tratamiento. También existe riesgo de exposición del
personal que atienden a estos pacientes una vez han recibido alta del centro
hospitalario, tanto a nivel de centros de atención primaria como a nivel
domiciliario.

69
El potencial teratogénico, carcinogénico y mutagénico de los citostáticos
está perfectamente establecido para los enfermos expuestos a dosis
terapéuticas de estos medicamentos y para los animales, sin embargo no se
conoce a ciencia cierta las consecuencias a largo plazo de la exposición
continua y a dosis bajas de los manipuladores de dichos medicamentos20,21.
Esto implica que la manipulación de dichas sustancias debe llevarse a cabo
siguiendo unas normas estrictas para evitar la contaminación del personal
manipulador22.
Además del riesgo genotóxico, se describen otros efectos tóxicos en los
enfermos bajo tratamiento con dosis terapéuticas y constituyen un indicador del
riesgo potencial para los trabajadores expuestos23. Efectos locales se asocian a
exposiciones accidentales cutáneas o mucosas tales como irritación de piel y
mucosas (nasal), ulceración, manifestaciones alérgicas (dermatitis por
contacto, urticaria, fotosensibilidad, hiperpigmentación de piel y/o mucosas,
alteraciones ungueales, etc). Así mismo, también existen efectos sistémicos
como: hepatotoxicidad, nefrotoxicidad, reacciones de hipersensibilidad
inmediata, alteraciones del sistema inmune, hematopoyético y reproductivo
(alteraciones de la menstruación, infertilidad), cardiotoxicidad, neurotoxicidad y
síntomas generales como por ejemplo náuseas, mareos, caída del cabello,
malestar general, cefaleas y aturdimiento24.
1. Cuando hablamos de la evaluación de un riesgo, se debe hacer una clara
diferenciación entre el riesgo objetivo y el riesgo subjetivo, ya que el primero
se caracteriza por una valoración técnica realizada por expertos en la mate-
ria, mientras que el segundo se considera de apreciación por personas no
especialistas25,26. Los estudios empíricos han constatado que en la percep-
ción del riesgo influyen factores cualitativos, personales y sociales27, por lo
que la interpretación del riesgo está sujeta a múltiples variables de percep-
ción difíciles de cuantificar28. Ya que el riesgo subjetivo es afectado por el
nivel de conocimiento del peligro, como el grado de control que el trabajador
puede ejercer sobre él, esta área es de especial interés para la psicosocio-
logía y de suma importancia en el área de la prevención. El estudio que se
presenta tiene como objetivo: Estimar la percepción de riesgo de los traba-
jadores que laboran en la Unidad Central de Mezclas Citostáticas y Quimio-
terapia Ambulatoria.

Materiales y métodos
La investigación se realizó en el INOR, institución de tercer nivel de
atención perteneciente al Ministerio de Salud Pública de Cuba. Específicamente
se evaluaron dos áreas relacionadas con el manejo de agentes citostáticos, la
Unidad Central de Mezclas Citostáticas (UCMC) perteneciente al servicio de
Farmacia y la de Quimioterapia Ambulatoria (QA) que forma parte del servicio de
Oncología Médica.

Descripción general de la muestra


La investigación se realizó en una muestra conformada por 15 sujetos de
estudio que laboran diariamente con citostáticos entre 6 y 9 horas. La
composición genérica es de 12 (80%) mujeres y 3 (20%) hombres. El nivel de
escolaridad está conformado por 13 (86,6%) universitarios y 2 (13,3%) obreros.

70
Determinación de la percepción de riesgo
Para el análisis de percepción de riesgo se empleó el software
RISKPERCEPT 29, el cual está basado en el algoritmo de Evaluación de
Percepción de Riesgo Ocupacional presentado en la Figura 1.

Figura 1. Algoritmo del Estudio de Percepción del Riesgo Ocupacional.

Diseño de variables de percepción


La opción de diseño establece las variables de percepción estudiadas y
el cuestionario a través de la cual dichas variables fueron estimadas. En la
selección de variables se analizó la relación de las mismas con la percepción
de riesgo asociada a cada una. Algunas variables se comportan de manera
directamente proporcional como el potencial catastrófico, mientras que otras lo
hacen de forma inversa como la familiaridad, la controlabilidad y la vinculación
laboral.
En el diseño de la encuesta, se estableció la relación de cada pregunta
del cuestionario con las variables de percepción de riesgo asociadas. Se tomó
como referencia para establecer la relación de variables con la percepción de
riesgo lo señalado por Torres30 en la Tabla 1, quien considera esto como una
síntesis de la investigación realizada sobre las variables de percepción que
influyen en el comportamiento humano ante los riesgos laborales.

Tabla 1. Operacionalización de las variables de percepción de riesgo

Variable Especificación Relación con la


Percepción de Riesgo
Variables relacionadas con el individuo
FAMI Grado de experiencia del sujeto Mayor familiaridad –
Familiaridad con la situación Menor percepción
del sujeto con
la situación de
riesgo
COMP Grado de conocimiento del Elevado y/o escaso
Comprensión individuo sobre el riesgo conocimiento– menor
del riesgo percepción

INCE Percepción del sujeto del grado Mayor incertidumbre –


Incertidumbre de conocimiento que posee la mayor percepción
ciencia al respecto

71
VOLU Grado de decisión del sujeto Mayor Voluntariedad –
Voluntariedad de si se expone o no al riesgo Menor percepción
INVO Grado en que la actividad les Mayor involucración –
Involucración afecta directamente a él o a su Mayor percepción
personal familia (blanco del riesgo)
CONT Grado en que el sujeto puede Mayor posibilidad de
Controlabilidad ejecutar una conducta efectiva control –Menor percepción
para modificar la situación de
riesgo
DEMS Sexo Variables sociales Hombre percibe menos
DEME Edad demográficas que mujer, Joven percibe
DEMN Nivel menos que adulto, mayor
Educacional nivel de educación y
DEMI Ingresos adquisitivo percibe menos
Variables relacionadas con la naturaleza de los riesgos (riesgo físico)
CATA Grado de la fatalidad de las Mayor potencial – mayor
Potencial consecuencias y de su percepción
catastrófico concurrencia en el espacio y en
el tiempo
NIÑO Efecto Influencia del conocimiento de Mayor conocimiento-
sobre los niños los riesgos reproductivos que mayor percepción
acarrea la labor que realiza
Variables relacionadas con la gestión del riesgo (riesgo gestionado)
CLIM Clima Influencia del comportamiento Mejor clima organizacional
Organizacional de la organización sobre el respecto a la seguridad –
individuo respecto a la Mayor percepción
seguridad laboral
DEMA Influencia del ritmo de trabajo, Mayor y/o menor demanda
Demanda horario y condiciones laborales psicológica – Menor
sobre la tensión percepción

Diseño del cuestionario


En el diseño del cuestionario, se adecuaron los criterios de Carbonell y
Torres28 a los objetivos del presente estudio. Se incorporaron preguntas
particulares de acuerdo al tipo de peligro y a los grupos de estudio. Se abarcó
de lo general a lo particular y de lo institucional a lo individual31, el cuestionario
fue avalado por expertos del Centro de Seguridad Biológica.

Aplicación del cuestionario y evaluación de percepción


La aplicación del cuestionario se realizó de manera anónima solo
señalando a qué área de trabajo pertenecía el sujeto. Se realizaron 49
preguntas y las respuestas (Tabla 2).

72
Tabla 2. Instrumento de evaluación de la percepción de los riesgos derivados
de la exposición a agentes biológicos y químicos. Cuestionario, variable
asociada a las preguntas y procedimiento de interpretación de las respuestas.

Variable # Preguntas del Cuestionario Valor Respuesta


relacionada asignado seleccionada
FAMI Años de experiencia
1. 1 o menos 1
2. 1 a 5 2
3. más de 5 3
DEMS Sexo
hombre 1
mujer 3
DEME Edad
j. 18 - 25 1
k. 26 - 35 2
l. 36 a 65 3
DEMN Nivel educacional
a. Bajo 1
b. Medio 2
c. Adecuado 3
COMP 1 Bioseguridad se define como 2 a
1 otra opción
COMP 2 Los principios de la Bioseguridad son 2 b
1 otra opción
COMP 3 La Bioseguridad está relacionada 2 Todas
con 1 Respuesta
incompleta
COMP 4 Los agentes biológicos se clasifican 2 a
en 4 grupos de riesgo 1 otra opción
COMP 5 Las principales vías de entrada de 2 a
los microorganismos son 1 otra opción
CLIM 6 Señale Ud. cuales considera barreras 2 Todas
primarias 1 Respuesta
incompleta
COMP 7 Factores que contribuyen en la 2 Todas
adquisición de infecciones 1 Respuesta
incompleta
CLIM 8 Las agujas una vez utilizadas deberán 2 a
ser depositadas en recipientes rígidos 1 otra opción
y deberá tratarse como material
infectado
VOLU 9 Está sometido a algún riesgo en su 2 a
puesto laboral 1 otra opción
COMP 10 Señale los procedimientos que Ud. 2 Todas
consideran generan aerosoles 1 Respuesta
incompleta
COMP 11 Con respecto al uso de guantes 2 c
1 otra opción
COMP 12 Con respecto al lavado de manos 2 a
clínico 1 otra opción
CLIM 13 Respecto al uso de mascarilla 2 b
1 otra opción
CLIM 14 Al colocarse la mascarilla 2 a
1 otra opción
CLIM 15 El Sobre el uso de la bata 2 c
1 otra opción

73
CLIM 16 Sobre el uso del gorro cree Ud. 2 b
1 otra opción
CLIM 17 Con respecto al uso de protectores 2 a
oculares. 1 otra opción
CLIM 18 Los protectores oculares se usan 2 c
1 otra opción
COMP 19 Señale el enunciado que considere 2 b
correcto. 1 otra opción
COMP 20 Los desechos son las sustancias, 2 a
materiales o subproductos sólidos, 1 otra opción
líquidos o gaseosos generados por
una tarea productiva.
COMP 21 La manipulación de los desechos 2 a
biológicos peligrosos incrementa el 1 otra opción
riesgo para los trabajadores, que
pueden contaminarse la piel, las
conjuntivas oculares, herirse con
objetos corto punzantes, inhalar
aerosoles infectados o irritantes o
ingerir en forma directa o indirecta el
materia contaminado.
COMP 22 ¿Por qué es importante la 2 Todas
bioseguridad? 1 Respuesta
incompleta
COMP 23 Los aspectos más importantes para 2 a
garantizar la bioseguridad son la 1 otra opción
observación estricta de las normas y
el entrenamiento adecuado de todos
los trabadores.
CLIM 24 ¿Ha recibido Ud. capacitación sobre 2 a
medidas de bioseguridad? 1 b
FAMI 25 ¿Conoce el marco normativo de la 2 a
bioseguridad en el INOR? 1 b
INST 26 ¿Quién es el responsable de la 1 a
bioseguridad en el INOR? 2 b
3 c
INST 27 ¿Tiene algún deber con la 1 a
bioseguridad según el trabajo que 2 b
Ud. realiza? 3 c
INST 28 ¿Se consulta con Ud. temas 1 a
relacionados con la bioseguridad? 2 b
3 c
VOLU 29 ¿Conoce si existen alternativas 1 a
menos riesgosas en el trabajo con 2 b
agentes citostáticos? 3 c
INST 30 ¿Hay preocupación por parte de sus 1 a
superiores respecto a su seguridad 2 b
en el trabajo con citostáticos? 3 c
DEMA 31 ¿Considera que los ritmos de trabajo 1 a
y condiciones del puesto conllevan a 2 b
una elevación de la tensión 3 c
sicológica?
CATA 32 ¿Conoce sobre las medidas para 1 a
enfrentar accidentes en su trabajo 2 b
con los agentes citostáticos? 3 c
CONT 33 ¿Ha recibido alguna instrucción o 1 a
formación que lo capacite para el 2 b
trabajo que Ud. realiza? 3 c

74
CATA 34 ¿Existe un inventario de riesgos o 1 a
vulnerabilidades en el trabajo que 2 b
Ud. realiza con los agentes 3 c
citostáticos?
CONT 35 ¿Tiene Ud. medios de protección 1 a
individual adecuado para su puesto 2 b
de trabajo? 3 c
BENE 36 ¿Si pudiera escoger entre un puesto 1 a
de trabajo en condiciones anormales 2 b
y otro sin, cuál escogería? 3 c
BENE 37 ¿Está en correspondencia su salario 1 a
con los riesgos asociados al trabajo 2 b
con citostáticos? 3 c
CONT 38 ¿Considera que puede mantener los 1 a
riesgos en su puesto laboral bajo 2 b
control? 3 c
INST 39 ¿Considera confortable y adecuado 1 a
su puesto de trabajo? 2 b
3 c
CATA 40 ¿Conoce los daños a los que se 1 a
expone en caso de accidentes? 2 b
3 c
INVO 41 ¿Conoce las enfermedades profe- 1 a
sionales relacionadas con su puesto 2 b
de trabajo, tiempo de latencia de las 3 c
mismas y tratamiento?
INME 42 ¿Han ocurrido accidentes a otros 1 a
trabajadores en su puesto de trabajo, 2 b
conoce sus consecuencias? 3 c
INCE 43 ¿Conoce si la ciencia ha estudiado 1 a
suficientemente los riesgos a los se 2 b
expone en su puesto de trabajo? 3 c
COMP 44 ¿Posee otros conocimientos sobre 1 a
temas de riesgos adicionales los 2 b
requeridos en su puesto de trabajo? 3 c
VOLU 45 ¿Ha conocido víctimas de 1 a
enfermedades profesionales o 2 b
accidentes laborales en el INOR? 3 c
INVO 46 ¿Conoce algún efecto nocivo no 1 a
controlado de su labor que afecte a 2 b
su familia? 3 c
NIÑO 47 ¿Conoce algún efecto nocivo no 1 a
controlado de su labor que afecte a 2 b
los niños? 3 c
COMP 48 ¿Considera reversibles las secuelas 1 a
de los posibles accidentes del trabajo 2 b
con citostáticos? 3 c
PANI 49 ¿Tiene evidencia del nivel de temor 1 a
generado ante accidentes conoce las 2 b
situaciones a las que se expone y 3 c
sus consecuencias?

La compilación de los resultados fue realizada con el apoyo de los


medios informáticos diseñados por Torres29. El sistema de evaluación utilizado
en el método de Evaluación de Percepción de Riesgo Ocupacional (EPRO)
resume y clasifica las variables de percepción preestablecidas y a través de las
respuestas a la encuesta, valora la percepción de riesgo en forma promediada
(a nivel de encuestado, por variable y para todo el grupo humano estudiado).

75
Para la escala de medición se siguió el criterio de Carbonell y Torres28, con una
distribución de tres niveles donde 1 significa subestimación del riesgo, 2
estimación adecuada y 3 sobrestimación. Las salidas de la evaluación de
percepción de riesgo se ofrecen en forma analítica y gráfica.

Resultados y Discusión
El cuestionario final se adaptó al tipo de peligro y a los grupos de estudio
abarcando de lo general a lo particular y de lo institucional a lo individual. Se
concibieron preguntas cerradas y ordenadas de manera unipolar en tres
gradaciones (siempre que fue posible).
El análisis de la percepción de riesgo por parte de los trabajadores del
servicio de QA, según el criterio de Carbonell y Torres28, reveló una
sobrestimación del riesgo en las variables demográficas. El promedio de edad
en QA y UCMC es de 39.4 y 42.88 respectivamente. En caso de los sujetos
que laboran en la UCMC tienen elevada carga laboral, aproximadamente 100
preparaciones diarias correspondientes a 70 pacientes. Es por ello que los
trabajadores sobreestiman el riesgo teniendo en cuenta la inmediatez de las
entregas de las mezclas. En QA existe sobrestimación relacionada con la
variable pánico ya que tienen un tiempo de trabajo en dicha área de 10 años y
conocen acerca de accidentes ocurridos y las consecuencias de los mismos
(Figura 2).

Figura 2. Perfil comparativo de percepción de riesgo entre la UCMC y QA

Los gráficos fueron obtenidos mediante el programa RISKPERCEPT. En


gris los datos que corresponden a la UCMC y en negro los que corresponden a
QA. 1 significa subestimación del riesgo, 2 estimación adecuada y 3
sobrestimación.
Por el contrario, en ambas áreas se evidenció una sobrestimación del
riesgo asociada al sexo (predominante femenino) y por edad (vasta experiencia
laboral), la inmediatez de las consecuencias, asociada al pánico y bajos
beneficios percibidos por la exposición a los peligros. En el área de QA la
tendencia es a la subestimación. Ello se debe, preferentemente a una baja
sensación de efectos sobre los niños y la alta demanda laboral.
De manera general existe subestimación del riesgo por parte de los
trabajadores de ambas áreas. Esto se debe al poco conocimiento acerca de los

76
riesgos implicados en los procederes que desarrollan, al bajo clima
organizacional, a la baja confianza en la gestión de la institución, a la alta
demanda laboral y al desconocimiento sobre efectos teratogénicos de las
mezclas que preparan. En su mayoría se trata de mujeres, que de forma
general son más precavidas que los hombres, pero el tiempo que llevan
laborando les hace ser más confiadas.

Figura 3. Perfil global de percepción de riesgo. El gráfico fue obtenido


mediante el programa RISKPERCEPT. 1 significa subestimación del riesgo, 2
estimación adecuada y 3 sobrestimación.

Un estudio de percepción de riesgo similar al desarrollado en el INOR,


se realizó en el 2003 para describir el grado de identificación del riesgo laboral
(se consideró el reconocimiento de exposición a riesgos ambientales, físicos,
químicos, biológicos y psicosociales), que tienen los profesionales médicos de
distintos hospitales dependientes del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires
(GCBA)32. En el mismo se efectuó una encuesta a 92 médicos tomados al azar
en distintos hospitales dependientes del GCBA, durante el mes de junio. Cada
entrevista fue de tipo cerrada, con tres alternativas como respuesta: si, no y no
sé. La población fue uniforme respecto al sexo, 49 mujeres y 43 hombres
(53,2% y 46,8% respectivamente) y la media de edad fue de 38 años (rango
25-68 años); respecto a la antigüedad, el 66,3% tenía más de 5 años. Todos
los encuestados aceptaron estar expuestos a riesgos biológicos y contar con
los medios necesarios para su protección. Hubo coincidencia absoluta en que
las jornadas laborales prolongadas aumentan el riesgo laboral.
Aproximadamente, la mitad del personal encuestado dijo conocer las
enfermedades laborales relacionadas con su profesión y aceptó la
responsabilidad del empleador en las mismas y en los accidentes laborales.
Nuestro estudio no solo abarcó preguntas cerradas sino también de
opción múltiple y predominaron las féminas dentro de los sujetos expuestos y el
nivel de percepción de riesgo puede calificarse bajo mientras que en el
argentino los autores lo evalúan de adecuado.
El Instituto de Ciencias de la Salud de Nepal se evaluó el conocimiento
de 125 enfermeras respecto al riesgo para su salud que implica la exposición a
citostáticos. Adicionalmente, se evaluaron los patrones de uso de los medios
de protección personal. En dicho estudio se emplearon cuestionarios. Los
datos recolectados se analizaron usando estadística descriptiva y de inferencia,

77
resultó que más del 92% de las participantes reconocieron emplear guantes
para manipular citostáticos; el 6% reportó el uso de batas de laboratorio y
menos del 5% empleaban mascarillas o protecciones para el rostro. El personal
no contaba con cabinas de seguridad, ni monitoreo de salud. El 86,3% de las
enfermeras declararon haber recibido información a través de libros de texto en
formato electrónico y por búsquedas realizadas en internet, el 5,2% por la
administración, el 2,5 % por las asociaciones de enfermeras y un 1,5 % por los
medios de difusión masiva. La media de del nivel de conocimiento fue 61,3 ±
17.1 (mínimo 0, máximo 100). El nivel de conocimiento de acuerdo a la
temática: agentes antineoplásicos 26 ± 13, prevención 35 ± 9 y vías de
exposición 33 ± 26; calificado por los autores como insatisfactorio recalcando la
necesidad de programas de entrenamientos y guías de manejo. Igualmente, en
nuestro estudio de manera general la percepción de riesgo es baja y permitió
identificar categorías subestimadas o sobrestimadas que constituyen temáticas
a tratar en los programas de capacitación33.
En la actualidad, la percepción del riesgo laboral ha ido ganando cada
vez más terreno como mecanismo regulador de la seguridad laboral. En este
sentido, la legislación laboral cubana, enmarcada en la Resolución 31/2002 del
MTSS13 establece que un análisis preliminar de percepción de riesgos a través
de una modalidad participativa de los trabajadores34. Esto es un punto de
partida adecuado para conocer los puestos de trabajo más peligrosos y justifica
el desarrollo de sistemas informatizados que faciliten los estudios de
percepción de riesgo como el RISKPERCEPT28. Los perfiles de percepción de
riesgo obtenidos aportan una información valiosa por que permiten identificar
sobre qué variables debe centrarse la capacitación y desarrollar estrategias
más adecuadas para la prevención de riesgos laborales y el incremento de la
cultura de la seguridad.
Los conocimientos actuales demuestran que el riesgo potencial para la
salud de los trabajadores expuestos puede ser controlado eficazmente
mediante combinación de acciones y controles característicos de la higiene,
formación de los trabajadores, procedimientos de trabajo, técnicas y equipos de
protección personal y vigilancia médica específica. Los riesgos en los
laboratorios no pueden eliminarse de forma absoluta pero sí prevenirse o
mitigarse, por lo que resulta necesario la instauración de programas de
capacitación selectiva, dirigidos al personal que labora en estas áreas, donde la
autodisciplina y la que establezca la instalación, que garanticen las Buenas
Prácticas de Laboratorio. Esta actividad debe ser liderada por el farmacéutico,
que por formación académica posee conocimientos tecnológicos, que entre
otros factores le permite ofrecer un producto final con calidad y confiable35.
A pesar de la obligatoriedad del cumplimiento de la acciones descritas
en las guías de manipulación de citostáticos y el uso extendido de los mismos
en los hospitales, existen cantidades detectables de estas sustancias en la
ropa, las superficies de trabajo y las muestras biológicas del personal de
farmacia y las enfermeras que aplican la quimioterapia. El monitoreo regular del
cumplimiento de las medidas de protección y la medición de biomarcadores
permite, al tomar medidas que permitan reducir las exposiciones. Es preciso
que exista información disponible sobre manejo seguro de sustancias
peligrosas y un constante asesoramiento sobre el tema, ya que trabajar con
tales medicamentos es una necesidad imprescindible36.

78
Para mitigar los riesgos en material de salud ambiental y seguridad, la
empresa Strategic Management (la primera consultora al cuidado de la salud
en la industria) recomienda a las oficinas de control de la Calidad y
Bioseguridad de los hospitales incluir en su asesoramiento de riesgo anual los
siguientes puntos: plan de control de exposiciones peligrosas, controles
ingenieriles, equipamiento de protección individual, evaluación de contenido de
desechos regulados, evaluación y seguimiento de exposiciones accidentales,
plan y mobiliario contra incendios, diseño de salidas, simulacros y alarmas37.
Los resultados obtenidos en el estudio presentado demuestran la
necesidad de aumentar la capacitación de los trabajadores en materia de
bioseguridad de acuerdo a su nivel educacional, la importancia de incorporar
nuevas técnicas (biomarcadores de genotoxicidad) para evaluar la salud
ocupacional de los mismos y la relevancia de establecer rotaciones en los
puestos de trabajo para reducir las exposiciones nocivas y evaluar la
percepción del riesgo al que están sometidos en su desempeño diario.

Conclusiones
La percepción de riesgo de los trabajadores que laboran en la Unidad
Central de Mezclas Citostáticas y Quimioterapia Ambulatoria, estimada
mediante RISKPERCEPT, es baja y está influenciada por el desconocimiento
de los riesgos implicados en los procederes que desarrollan, el bajo clima
organizacional, la alta demanda laboral, el sexo y la edad. A partir esta
información se tomarán, por parte de la Comisión de Bioseguridad, el Dpto. de
Higiene y Epidemiología y la Dirección del Instituto, las medidas pertinentes
para lograr una adecuada percepción de riesgo en las áreas que manejan
citostáticos. Se propone un curso de capacitación en bioseguridad, para
explicar los riesgos a los que están sometidos, teniendo en cuenta el nivel
educacional de los trabajadores.

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81
Experiencia en la elaboración de un programa para la gestión de los
desechos biológicos peligrosos en entidades veterinarias

Sarduy Faulin Ma del Carmen


carmen@delegcha.cu
Salvador No 58 Bajos e/ San Anselmo y Calle Buenos Aires, Municipio Cerro
La Habana, Cuba, Teléfono: 7202 93 44.

Resumen
Las entidades veterinarias realizan prácticas asociadas a riesgos para la salud
de los trabajadores ocupacionalmente expuestos, dentro de éstas, los
laboratorios constituyen la piedra angular en los servicios de salud animal,
gracias a ellos se ejecutan y desarrollan investigaciones en el aislamiento de
microorganismos, en la detención temprana del diagnóstico de epizootias, en
la producción de vacunas, entre otras, generando a su vez gran número de
desechos biológicos peligrosos que puede afectar la salud humana y
contaminar al medio ambiente. Esta investigación fue realizada con el objetivo
de presentar la experiencia en la elaboración de un programa para la gestión
de los desechos biológicos peligrosos en un Laboratorio de Investigación y
Diagnostico Aviar. Para esto se ejecutó la caracterización de la entidad y de los
procesos que generan desechos, apoyándonos en el Informe de Inspección de
Seguridad Biológica y en la clasificación en origen de los sitios generadores de
desechos. Además de combinar otras herramientas como la observación, el
empleo de entrevista y listas de chequeo (LC No. 2.6, LC No. 4.4), a los
trabajadores ocupacionalmente expuestos para la recopilación de información
relacionada con el conocimiento de los mismos sobre el tema. A la par se
realizó la estimación promedio de la generación de desechos biológicos
peligrosos y la situación del sistema de disposición final de la entidad. Como
resultado de la investigación, se alcanzó el diseño de un programa para la
gestión de los desechos biológicos peligrosos ajustado a las condiciones de la
entidad.

Palabras clave: desechos biológicos, residuos patogénicos, residuos biopato-


génicos, residuos de establecimientos de salud, gestión de riesgo, estimación
de riesgo, riesgo biológico.

Abstract
Veterinary entities perform practices associated health risks of occupationally
exposed workers, within these, the laboratories are the cornerstone in animal
health services, because they are run and develop research in the isolation of
microorganisms in the arrest early diagnosis of animal diseases in vaccine
production, among others, in turn generating large number of biohazardous
waste that can affect human health and pollute the environment. This research
was conducted with the aim of presenting the experience in developing a
program for the management of hazardous biological waste in an Avian
Research Laboratory and diagnostics. For this characterization of the entity and
he processes that generate waste, relying on the Inspection Report Biosafety
and classification at source generators ran waste sites. In addition to combining
other tools such as observation, interviewing and employment checklists (LC
No. 2.6, No. 4.4 LC), the occupationally exposed for gathering information

82
related to the knowledge of the workers themselves on the subject. Along the
average of the generation of hazardous biological waste and the situation
disposal system of the entity estimate was made. As a result of research,
design a program for the management of hazardous biological waste adjusted
to the conditions of the entity was reached.

Keywords: biological waste, medical waste, waste health facilities, risk


management, risk assessment, biohazardous waste.

Introducción
La situación imperante mundialmente, caracterizada por el derroche de
los recursos naturales y el crecimiento incontrolable de los desperdicios y
residuos de la sociedad, hace que estos desechos constituyan un riesgo para
el medio ambiente7.
Actualmente la mayor parte de las actividades realizadas por el ser
humano, deja tras de sí, productos que no son totalmente aprovechados por
éste, los cuales se han denominado comúnmente como: basura, desechos o
residuos. Dentro de estos algunos son inocuos, pero otros connotan ciertos
peligros para la salud, la comunidad y el medio ambiente2. Esta realidad ha
inducido a una preocupación a nivel mundial sobre los desechos, espe-
cialmente los peligrosos, los cuales provocan un riesgo, cuando son tratados,
almacenados, trasportados, eliminados y manejados en forma indebida13.
Según la Convención de Basilea (1989), se considera un residuo
peligroso a todos aquellos residuos en cualquier estado físico que por sus
características corrosivas, reactivas, explosivas, toxicas inflamable, venenosas
y/o biológicas infecciosas que representan peligro un para el equilibrio ecoló-
gico o el ambiente.
Para Cuba esta problemática es un tema que preocupa y ocupa, pues
debido a la atención que se brinda en las entidades de salud, veterinaria,
fitosanitaria y acuícola, estas generan por sus características, desechos
biológicos peligrosos, los cuales por su heterogeneidad en cuanto a la
composición y concentración de agentes patógenos con carácter infeccioso,
son capaces de producir y transmitir enfermedades víricas, bacterianas,
parasitarias y micóticas para el personal que interviene en su manipulación; así
como el incremento de los riesgos de contaminación ambiental de origen
sanitario4.
El Manual para animales terrestres de la OIE (2008) señala que el
trabajo de los laboratorios debe realizarse en condiciones de un mínimo riesgo
para la salud de las personas (bioseguridad) y para el medio ambiente (bio-
contención).
Dentro de la actividad agropecuaria en la capital de Cuba, las entidades
veterinarias debido a la esencia de su función, generan desechos y gran parte
de estos son peligrosos, particularmente los procedentes de las áreas de riesgo
biológico; por el contacto de estos con agentes infecciosos que causan enfer-
medades producto de la manipulación y el manejo de estos desechos dentro de
las entidades4.
La legislación ambiental cubana, tiene contemplado que el manejo de
los desechos biológicos peligrosos en las instalaciones de salud animal, se
realice según lo establecido por las normas jurídicas vigentes. No obstante, se
ha podido apreciar en las últimas décadas el incremento de las vulnerabili-

83
dades funcionales y estructurales en las instalaciones de salud animal de La
Habana, especialmente en los centros de Investigación y Diagnóstico los
cuales se encuentran ubicado en lugares de interés (Cuencas Hidrográficas;
comunidades entre otras), potenciándose los riesgos de contaminación de las
aguas subterráneas, con las consecuentes afectaciones para salud humana y
la economía de la provincia.
El actual trabajo resume la investigación efectuada en el año 2015, al
Laboratorio de Investigación y Diagnostico Aviar, perteneciente al Instituto de
Investigaciones Avícolas, el cual tiene un rol importante en la detención
temprana en el diagnóstico de epizootias a escala nacional, además de ser una
entidad centinela para el control de patologías específicas de la rama avícola
dentro de las entidades agrarias. Los objetivos instaurados fueron:
1. Caracterizar el laboratorio y los procesos que generan desechos bio-
lógicos peligrosos.
2. Estimar la generación de desechos biológicos y situación del sistema de
disposición vigente.
3. Diseñar los elementos que puedan sustentar el programa de disposición
de desechos ajustado a las condiciones del laboratorio.
4. Elaborar un programa de manejo para la gestión de los desechos bio-
lógicos peligrosos en el Laboratorio de Investigación y Diagnóstico Aviar,
ajustado a las particularidades del centro.

Materiales y métodos
El presente estudio se efectuó incluyendo las muestras recibidas y
analizadas en el año 2014, y al 100% de las instalaciones con riesgo biológico
de la entidad, se realizó la caracterización de la entidad, se efectuó la cla-
sificación en origen en los sitios generadores de desechos, teniéndose en
cuenta el flujo de las muestras, los servicios científicos técnicos que se prestan
por cada instalación, además del Informe de Inspección de Seguridad Biológica
efectuado a la entidad; conjuntamente se combinaron otras herramientas como
la observación, el empleo de una entrevista (Cuestionario sobre el cono-
cimiento y cumplimiento del manejo de los desechos biológico peligrosos,
Anexo 3) y las listas de chequeo (LC No. 2.6 , LC No. 4.4), a los trabajadores
ocupacionalmente expuestos para la recopilación de información relacionada
con el conocimiento de los mismos sobre el tema.
• LC No. 2.6 Desechos Biológicos Peligrosos del Manual de Inspección de
Seguridad Biológica9.
• LC No. 4.4 Sistemas para la descontaminación y tratamiento de los desechos,
del Manual de Inspección de Seguridad Biológica9.
La entrevista se aplicó a cada trabajador con el objetivo de medir el
conocimiento sobre el tema y la percepción de riesgo de los mismos con
relación al manejo de los desechos biológicos peligrosos, la misma contiene
seis (6) preguntas cerradas con sus incisos (Anexo 3).
La investigación se ejecutó en tres (3) etapas esenciales:
1. Caracterización del laboratorio y de los procesos que generan desechos
biológicos peligrosos.
2. Estimación de la generación de desechos biológicos y situación del
sistema de disposición vigente.
3. Diseño de un programa de disposición de desechos ajustado a las
condiciones del laboratorio.

84
Resultados
En la caracterización desarrollada a la entidad se obtuvo de acuerdo al
diagnóstico efectuado a partir de las muestras que se analizan, la identificación
en cada instalación del nivel de riesgo, el tipo de desecho biológico peligroso
generado y el tratamiento aplicado a los mismos, demostrando un inadecuado
manejo, falta de equipamiento para la segregación y traslado de los desechos
biológicos peligrosos, al sitio de disposición final de la entidad, asimismo las
herramientas empleadas expusieron la pobre o nula percepción del riesgo en el
manejo de los desechos biológicos peligrosos que tienen los trabajadores
ocupacionalmente expuestos.

Tabla 1. Identificación de los desechos biológicos peligrosos por instalación

ESTADO
INSTALACIÓN TIPO DE DESECHO EMBALADO DESTINO FINAL
FISICO
Anatomía Sangre Líquido Fregadero Fosa Séptica
Patológica
Desechos Anatomo - Sólido Carretilla Fosa de
Patológicos Enterramiento
Cadáveres Sólido Carretilla Fosa de
Enterramiento
Virología Sangre y Productos Líquido Fregadero Fosa Séptica
derivados
Bacteriología Desechos Anatomo - Sólido Carretilla Fosa de
Patológicos Enterramiento
Pienso Sólido Carretilla Fosa de
Enterramiento
Camada Sólido Carretilla Fosa de
Enterramiento
Agua Líquido Fregadero Fosa Séptica
Plumas Sólido Carretilla Fosa de
Enterramiento
Muestras de Hisopaje de Sólido Carretilla Fosa de
paredes, equipos de la Enterramiento
planta de incubación
Parasitología Desechos Anatomo - Sólido Carretilla Fosa de
Patológicos Enterramiento
Plumas Sólido Carretilla Fosa de
Enterramiento
Heces fecales Semisólido Fregadero Fosa Séptica

Los resultados obtenidos coinciden con Krauss10 y Martínez8, estos


autores refieren que en las entidades veterinarias se pueden encontrar
diferentes tipos de desechos generados en cuanto a la cantidad de categorías
o agrupaciones, los cuales deben de clasificarse de acuerdo por los efectos
potenciales derivados del manejo. Ferrari6, da a conocer que después de una
correcta segregación y clasificación se logra disminuir la generación de los
desechos, lo cual lleva a un descenso en el promedio de producción diaria de
los desechos.
Por todo lo analizado anteriormente, se concluye que de acuerdo a las
características que presentan los desechos biológicos peligrosos generados en
el Laboratorio, estos se clasifican según el Anexo I CATEGORÍAS DE DESE-
CHOS PELIGROSOS, LISTA Y (Lista de desechos, que presentan concen-
traciones de determinado componente, en una cantidad comprobada tal, que le

85
confiere al menos una de las características del ANEXO III), de la Resolución
136/2009 Reglamento para el Manejo Integral de los Desechos Peligrosos, en:
Y 1: Desechos clínicos resul resultantes
tantes de la atención médica prestada en
hospitales y otros centros e instalaciones del sistema nacional de salud. De
otras actividades (veterinaria, fitosanitaria, acuicultura y otros).
Conjuntamente se determinó que en las cuatro (4) instalaciones identi identi-
ficadas con riesgo biológico de la entidad, se generaban desechos con mayor o
menor volumen, sólidos o líquidos particularmente de cada una una. En la figura, se
detallan una distribución porcentual de los resultados emitidos por el personal
ocupacionalmente expuesto del laboratorio, acerca del tipo de desecho que se
genera en cada laboratorio.

Figura 1. Tipos de desechos que se generan por instalación y porcentaje.

Se determinó la cantidad total (164.997) de muestras recibidas y la


clasificación por tipos tales como: animales, pienso, camada, embriones,
órganos, agua, sangre, lo que se muestra en las
la Tablas 3 y 4.

Tabla 3. Cantidad, tipo y peso de muestras recibidas

86
Tabla 4.. Cantidad, tipo y volumen de muestras recibidas

Los valores estimados en el año 2014, de la generación de desechos


biológicos peligrosos en el laboratorio, fueron de 4471,55 Kg para los sólidos y
657,39 L para los líquidos. Siendo el laboratorio de Anatomía Patológica el mayor
generador de desechos biológicos peligrosos debido en gran medida al volumen
v
de animales que recibe, analiza y distribuye al resto de los laboratorios de la
entidad.

Figura 2.. Cantidad de muestras sólidas.

Figura 3.. Cantidad de muestras líquidas.

El sistema de disposición final (incinerador y fosa de enterramiento), con


que cuenta la entidad no reúne los requisitos constructivos, ni el
funcionamiento requerido para el tratamiento de los desechos biológicos
peligrosos generados en la entidad, además de no cumplir con las condiciones
higiénico-sanitarios.
Como resultado final de esta investigación se diseñó un programa para
el manejo de los desechos biológicos peligrosos de la entidad, asumiendo
requisitos a cumplir en la legislación vigente en el país, de conjunto con los

87
procedimientos para cada etapa de manejo de los desechos, así como las
medidas para el control y la minimización de los riesgos relacionados.
En el diseño del programa para el manejo de los desechos biológicos
peligrosos se tuvo en cuenta la Resolución 136/2009 “Reglamento para el
Manejo Integral de los Desechos Peligrosos”, NC 133, 134, 135 de Residuos
Sólidos y la NC 530/2009 Desechos sólidos –manejo de desechos sólidos de
instituciones de salud requisitos sanitarios y ambientales, vigentes en el país,
además los elementos propuestos de López11, los expuestos por Alcober1 y
Subero12. Dicha proposición se concibió ajustada a las condiciones donde se
sitúa la entidad, teniendo como principio básico la minimización de estos, la
segregación y el tratamiento de los desechos generados.
La propuesta de programa cuenta con objetivos, alcance, responsa-
bilidades condiciones, registros y procedimiento para cada una de las etapas
de manejo.

Programa de Manejo de los Desechos Biológicos Peligrosos


El presente diseño de programa tiene el objetivo de indicar al personal
ocupacionalmente expuesto, como realizar la actividad de forma correcta en las
etapas del manejo de los desechos con el propósito de reducir o eliminar los
riesgos asociados a su manejo. Además de mantener un manejo adecuado de
los desechos peligrosos de acuerdo a la legislación vigente en el país, disponer
de un material para la gestión de desechos, que favorezca a reducir los
volúmenes, definir las alternativas apropiadas para su tratamiento y/o
eliminación y finalmente lograr una adecuada disposición de los residuales
líquidos.
Su alcance seria de factible conocimiento y aplicación para todas las
entidades Veterinarias del país que generen desechos biológicos peligrosos.
La responsabilidad recae en los titulares de la entidad y en quien
delegue para el cumplimiento de lo formulado en el programa.
1. Aprobación e Implementación del documento por parte del consejo de
dirección de cada entidad.
2. Compromiso de los titulares en mejorar la gestión de los desechos
biológicos peligrosos en su entidad.
3. Capacitación a todo el personal de la entidad sobre el programa y sus
procedimientos.
4. Inspección para comprobar el cumplimiento de los procedimientos en
cada etapa del programa.
5. Establecer las condiciones mínimas para el cumplimiento del programa.
Registros: corresponden a cada entidad crear y mantener los registros
actualizados de acuerdo al desecho (común y/o peligroso) que se genere en
cada instalación. Estos se pueden llenar (diario, semanal o mensual), de
acuerdo al criterio de la entidad. Dicho registro debe tener la siguiente
información:
a) Nombre de la entidad e instalación.
b) Fecha.
c) Tipo y descripción del desecho generado.
d) Cantidad de desechos generados, según la unidad de medida.
e) Tratamiento aplicado al desecho generado.
f) Disposición final del desecho generado.
g) Otros.
Se establecieron los procedimientos para cada una de las etapas de
manejo (Segregación en origen, Identificación y Envasado, Tratamiento, Trans-
88
portación, Almacenamiento temporal, Disposición Final). Se confeccionó un
plan de emergencia biológica para cualquier contingencia.

Conclusión
Las dificultades detectadas en la caracterización del Laboratorio de
Investigación y Diagnostico Aviar (LIDA) “Jesús Menéndez”, están debidas a:
− Inadecuado manejo y la falta de equipamiento para la segregación y
traslado de los desechos biológicos peligrosos, al sitio de disposición final
de la entidad.
− Pobre o nula capacitación sobre el tema de desechos biológicos peli-
grosos.
− La entidad no cuenta con la Licencia Ambiental para el manejo integral de
los desechos biológicos peligrosos.
Los valores estimados en el año 2014, de la generación de desechos
biológicos peligrosos en el laboratorio, fueron de 4.471,55 Kg para los sólidos y
657,39 L para los líquidos. Siendo el laboratorio de Anatomía Patológica el
mayor generador de desechos biológicos peligrosos dado en gran medida al
volumen de animales que recibe, analiza y distribuye al resto de los
laboratorios de la entidad.
El sistema de disposición final (incinerador y fosa de enterramiento) no
reúne los requisitos constructivos, ni el funcionamiento requerido e para el
tratamiento de los desechos biológicos peligrosos generados en la entidad,
además de no cumplir con las condiciones higiénico-sanitarios.
Se diseñó una propuesta de programa para el manejo de los desechos
biológicos peligrosos de la entidad, asumiendo requisitos a cumplir en la
legislación vigente en el país, de conjunto con los procedimientos para cada
etapa de manejo de los desechos, así como las medidas para el control y la
minimización de los riesgos relacionados.

Agradecimientos
A los tutores y asesores por brindándome parte de su valioso tiempo y to-
do su conocimiento. Al colectivo de profesores de la Maestría en Bioseguridad,
por su gran trabajo pedagógico, con el objetivo de desarrollar nuevos conoci-
mientos y formas de pensar. A todos aquellos compañeros que me alentaron y
ayudaron ya sea con palabras de aliento como por gestos de índole material pa-
ra poder llegar hasta el final. Y a todas las personas que no he mencionado, pero
que de una u otra forma me han apoyado a lo largo de mi vida, han creído en mí
y han estado a mi lado en los momentos felices, pero más importante en los
momentos más difíciles.

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90
Polifenoles vegetales en la dieta de gallinas ponedoras usados como
medida de bioseguridad para el control de moscas en los galpones

Viola, M.N.; Alvarez, C.H.; Craveri, A.M.; Perrotta, C. H.; Savoy, J.P.; Savoy,
J.C.; Antruejo, A.E.
Facultad de Ciencias Veterinarias, Universidad Nacional de Rosario.
nair82v@hotmail.com
Ruta 33 y Ovidio Lagos (2170) Casilda, Santa Fe. Argentina. Teléfono 03464-
422050 interno: 204.

Resumen
La presencia de moscas y la contaminación por el inadecuado manejo del
guano son factores desfavorables, que incidirán en la salud de las aves. El
Manejo Integrado de Plagas (MIP) complementa prácticas culturales, químicas
y biológicas para lograr niveles de moscas por debajo del “umbral de
molestias”. Además algunos compuestos químicos como los polifenoles
(taninos), mejoran la calidad de las deposiciones logrando guanos más secos y
favoreciendo la disminución de olores, lo que a su vez limita las condiciones
ambientales para el desarrollo de moscas. El objetivo del presente trabajo fue
evaluar la efectividad de un programa de control de moscas y manejo del
guano en un establecimiento de aves ponedoras comerciales, utilizando
polifenoles de quebracho colorado (Schinopsis lorentzii) en su alimentación. Se
trabajó con dos galpones (A y B) con 5.000 aves cada uno, e idénticas
condiciones de manejo y alimentación, excepto por el agregado de polifenoles
vegetales a razón de 1.000 g por tonelada en la dieta de las aves del galpón
“A” (Grupo Tratado). Las aves del galpón “B” constituyeron el Grupo Control.
En ambos casos se estudiaron diferentes variables en el guano para
caracterizar la población de moscas en el galpón, como número de larvas, pH y
temperatura.La adición de polifenoles en la alimentación de las aves,
incorporada como una medida más en un Programa de Bioseguridad, logró
disminuir significativamente el número de larvas y consecuentemente de
moscas, constituyéndose en una alternativa válida y efectiva para el control de
moscas en establecimientos de gallinas ponedoras.

Palabras clave: moscas, alimentación, producción avícola, polifenoles vege-


tales, bioseguridad.

Abstract
Presence of flies or other insects and contamination by inadequate
management of guano are unfavourable factors that will influence on poultry
health. There is an Integrated Pest Management (IPM) consisting of biological,
chemical and cultural practices that are complimentary to achieve fly population
levels under the “discomfort threshold”. Some chemical compounds such as
polyphenols (tannins) promote the beneficial flora development (Lactobacilli) in
the digestive system of birds and improve the deposition quality getting dryer
guano and promoting odour decrease, and thus environmental conditions for fly
development are limited. Polyphenol addition to laying hen feeding added as
another measure in a Biosecurity program could be an invaluable tool in fly
control and guano management. The aim of this work was to evaluate the
effectiveness of a fly control program and guano management in a laying hen

91
commercial establishment using polyphenols from Schinopsis lorentzii in their
feeding. Two hen-houses (“A” and “B”) with 5,000 hens each, owned by a
poultry establishment, were used. Both having identical management and
feeding conditions, excepting one (“A”, treated group) where polyphenols were
added at 1,000 grams per tonne. Hens from “B” constitute Control Group. In
both (“A” and “B”), variables to characterize fly population such as larva quantity
in guano, pH and guano temperature were studied. Significant decrease in larva
number and consequently of flies emphasizes the use of polyphenols as a valid
and effective tool for fly control in commercial laying hen houses, incorporating
it in a Biosecurity Program.

Key words: fly, feed, production farm, polyphenols, biosafety.

Introducción
La producción avícola intensiva se expandió notablemente en los últimos
años, aumentando el nivel productivo, ya sea con la aparición de nuevas
granjas como también con la expansión de las existentes tanto en ponedoras
como parrilleros. Pero este crecimiento de la capacidad productiva no fue
acompañado de una expansión geográfica, sino de una concentración en áreas
con factores favorables a la producción, las denominadas regiones avícolas.
Por lo que esta gran concentración de aves en una zona o región, es la
situación ideal para la multiplicación, transmisión y perpetuación de agentes
patógenos11.
Esto conlleva a un gran riesgo sanitario por la congregación de aves,
acúmulo de desechos y deyecciones; así como también, por la generación de
núcleos de agentes patógenos persistentes y transmisibles; viéndose
potencialmente favorecida por la presencia de las moscas (Musca domestica)
que encuentran en las instalaciones avícolas las condiciones adecuadas para
sobrevivir y multiplicarse4.
Su control es difícil por su elevado poder reproductivo, ciclo biológico
corto y resistencia a los insecticidas. Uno de sus estadios es el de larva, la cual
encuentra en el guano húmedo las condiciones necesarias para desarrollarse
hasta mosca adulta. Las tasas de desarrollo de cada estadio dependen
diversos factores como la temperatura ambiente y del medio larvario, y
condiciones de humedad del sustrato. El aumento de la población de larvas
origina la futura aparición de moscas en el galpón8.
En las deyecciones de las aves se encuentran los patógenos presentes
del tubo digestivo, los agentes excretados por vía respiratoria y los propios del
ambiente, como también parásitos. Por lo que las heces son suficientes para
recircular las enfermedades en las explotaciones avícolas; representando un
riesgo biológico no solo en el galpón sino también en los sitios de
almacenamiento como ser, depósitos de alimento, insumos, herramientas,
donde por acción de roedores, aves, y vectores, como la mosca, pueden
contaminar el entorno2.
En los últimos años se ha incrementado la búsqueda de productos
naturales como alternativa al uso prolongado de insecticidas para el control de
plagas, como también para el control de agentes patógenos, estimulantes del
desarrollo por la aparición de resistencias en seres humanos como
consecuencia de la acumulación de residuos en carne y huevos9-10.

92
Los polifenoles son compuestos presentes en las plantas, esenciales
para su fisiología, morfología, crecimiento, y reproducción. Además, están
involucrados en los mecanismos de defensa de las plantas frente a agentes y
la agresión de patógenos y predadores1. También poseen la característica de
formar complejos con proteínas, minerales y otras macromoléculas y actuar
como antioxidantes. En las aves, los extractos vegetales de quebracho
colorado (Schinopsis lorentzii) poseen acción antibacteriana sobre microor-
ganismos intestinales, promoción de la absorción intestinal de nutrientes y vita-
minas, secreción de enzimas digestivas, aumento de la palatabilidad del
alimento y estimulación del sistema inmune. Estos compuestos favorecen el
desarrollo de la flora benéfica (Lactobacilos) en el aparato digestivo y mejoran
la calidad de las heces7.
Teniendo como premisa que en beneficio de la producción avícola resulta
necesario brindar un ambiente saludable, de bienestar y medidas de bioseguridad
acordes en las explotaciones, es que en este estudio se propone evaluar el uso de
polifenoles de quebracho colorado (Schinopsis lorentzii) en la alimentación de
gallinas ponedoras para controlar la presencia de moscas y la contaminación del
guano.

Materiales y métodos
En un establecimiento avícola dedicado a la producción de gallinas
ponedoras de la ciudad de Pujato, Santa Fe, se realizó un estudio experimental
en dos galpones (A y B) de 4 x 100 metros con 5.000 aves de la línea Hy-line
(color) de 24 semanas de vida. Ambos con idénticas condiciones de manejo y
alimentación, excepto por el agregado de extracto natural de polifenoles
extraído de la corteza del quebracho colorado (Schinopsis lorentzii) que
contiene un 70,9% de taninos solubles cuya presentación en polvo se colocó a
razón de 1.000 g por tonelada en la dieta de las aves del galpón ‘A’ (Grupo
Tratado).
Se utilizaron galpones convencionales con jaulas escalonadas que no
poseen cintas transportadoras para extraer las deyecciones, por lo que éstas
caen a un foso y se secan por la acción de las evaporaciones naturales y el
manejo de la ventilación natural y forzada.
Para el estudio se realizaron tomas de muestra de guano en las distintas
estaciones del año durante 14 meses consecutivos.
A partir de las muestras obtenidas mensualmente se evaluaron distintas
características del mismo: número de larvas, el pH y la temperatura en las
diferentes estaciones del año.
El recuento se realizó tirando en zigzag un grid (rejilla) de 0,20 m2,
dentro de cada galpón cada 20 metros aproximadamente, debajo de cada
hilera de jaulas con una profundidad de 5 cm hasta llegar a 10 muestras para
recuento de larvas, pH y temperatura.
Esto permitió caracterizar la proliferación de las moscas según las
condiciones del sustrato obtenido (guano) en cada muestra, y con ello
especificar cuál es la presentación física que minimiza los riesgos sanitarios.

Número de larvas
Las estimaciones de la densidad de las moscas se hicieron tomando
como unidad de medida estandarizada el grid. Como variable respuesta se
midió el número de larvas por grid en cada galpón. Para ello se colocó cada
muestra de guano en bolsas individuales, se homogeneizó su contenido y se

93
fraccionó una porción de 100 gramos colocando cada muestra del mismo en
recipientes blancos, y con pinzas y elementos de protección personal se
examinaron visualmente identificando las larvas de moscas para su posterior
recuento.

pH y Temperatura
En cada una de las 10 muestras de guano, se contó el número de larvas
se determinaron su pH y temperatura en ºC mediante un peachímetro portátil
(Hanna HI 99121).
Además se registró mensualmente la temperatura ambiente (°C), a partir
del termómetro ubicado en la cabecera de cada galpón, y se la correlacionó
con la temperatura del guano
Para la evaluación del tratamiento, se realizó un análisis comparativo de
algunas de las variables relevantes en un Diseño de Experimento en Bloques
Completamente Aleatorizados6.

Resultados
Variable: número de larvas por grid
Los resultados obtenidos del análisis comparativo de los datos de la variable
número de larvas por grid, son los que se muestran en el Gráfico N° 1.
En esta instancia, esta variable definida originalmente como cuantitativa, se
analiza categorizada según la cantidad máxima de larvas por grid observada
mensualmente.
El tratamiento cualitativo de esta variable considera las siguientes categorías:
1- Alta densidad de larvas si el máximo registro del mes supera las 200 larvas
por grid,
2- Densidad moderada si el máximo registro del mes está entre 50 y 200
larvas por grid,
3- Baja o nula densidad de larvas si el máximo registro del mes está por
debajo de 50 larvas por grid.

Con polifenoles Sin polifenoles

Gráfico N° 1. Densidad de larvas por grid según tratamiento

Los correspondientes sectogramas permiten visualizar cómo se incre-


mentó la proporción de muestras con baja o nula densidad de larvas en el
grupo tratado con Polifenoles, con respecto a los controles de un 77 a un 84%,

94
y al mismo tiempo se redujo la proporción de muestras con alta densidad de
larvas de un 10 a un 5 %, respectivamente

Variable: valores de pH del guano


Los resultados obtenidos del análisis comparativo de los datos de la
variable pH del guano, se muestran en el Gráfico N° 2.

9
8,8
8,6
8,4
8,2
8
7,8
7,6
7,4
7,2
7
6,8

Con Polifenoles Sin Polifenoles

Gráfico N° 2. Valores de pH del guano según tratamiento para los distintos


meses del año

En el grupo tratado con polifenoles el valor promedio del pH del guano


fue de 8,26 con un desvío estándar de 0,32. En el grupo control el promedio fue
de 8,30 con un desvío estándar de 0,33.
Las pruebas de comparación de medias a un nivel de significación del
5%, indican que no hay evidencia en las muestras que hagan suponer que
existen diferencias significativas en los valores medios de pH del guano entre el
Grupo Tratado con polifenoles (Grupo Tratado) y el no tratado (Grupo Control)
a través de los distintos meses. En el mes de diciembre, tanto en el grupo
tratado con polifenoles como en el grupo control, se observó un registro
anómalo moderado.

Variable: Temperatura del guano


Los resultados del análisis comparativo de los datos de la variable Temperatura
del guano, se muestran en el Gráfico N° 3.

95
Y MES (°C)
35

30

25

20

Con
15 Polifenoles

Sin Polifenoles
10

Gráfico N° 3. Temperatura del guano según tratamiento

La temperatura promedio del guano en el grupo tratado con polifenoles


fue de 21,87ºC con un desvío estándar de 4,22; en el grupo control el promedio
fue de 22,06ºC y la desviación estándar 4,44.
Las pruebas de comparación de medias a un nivel de significación del 5%,
indican que no hay evidencia en las muestras que hagan suponer que existen
diferencias significativas en los valores medios de Temperatura del guano entre
el Grupo Tratado con polifenoles y el Grupo Control a través de los distintos
meses.

Análisis conjunto de las variables Temperatura del guano y Temperatura


ambiente
Se llevó a cabo un análisis correlacional entre las variables Temperatura
del guano y Temperatura ambiente en ambos grupos.
En el Grupo Tratado, el grado de asociación lineal entre las variables fue de
0,84. Los resultados se observan en el Gráfico N° 4.

96
30

25

Temp guano GT 20

15 Temp guano GT

10
Pronóstico Temp guano GT

5
Lineal (Pronóstico Temp
guano GT)
0
0 5 10 15 20 25 30
Temp ambiente

Temp: temperatura en °C; GT: grupo tratado

Gráfico N° 4: Curva de regresión ajustada temperatura del guano del grupo


tratado con polifenoles.

Se puede afirmar con un 95% de confianza que por cada grado


centígrado que se incrementó la temperatura ambiente del galpón A, la
temperatura media del guano aumentó entre 0,56 y 1,32 ºC.
En el Grupo Control, el grado de asociación lineal entre las variables fue
0,75. Los resultados se observan en el Gráfico N° 5.

35
30
Temp Guano GC

25
Temp Guano GC
20
15 Pronóstico Temp Guano
10 GC
5 Lineal (Pronóstico Temp
Guano GC)
0
0 10 20 30 40
Temp ambiente

Temp: Temperatura en °C. GC: grupo control

Gráfico N° 5. Curva de regresión ajustada temperatura del guano del grupo


control

Se puede afirmar con un 95% de confianza que por cada grado


centígrado que se incrementó la temperatura ambiente del galpón B, la
temperatura media del guano aumentó entre 0,38 y 1,34 ºC.

97
Discusión
Los resultados obtenidos en este trabajo, en cuanto a la disminución del
número de larvas de moscas en el guano de gallinas, concuerdan con lo
observado en otras investigaciones3,9,7 en donde refieren que los extractos de
polifenoles con catequinas poseen una propiedad antibacteriana mediante la
interacción de la cola anfipática de la catequina con la porción lipídica de la
membrana citoplasmática de los microorganismos patógenos, provocando una
disminución del consumo de oxígeno y la alteración de la cadena respiratoria.
Tienen la capacidad de unirse a las glicoproteínas de membrana de la célula
bacteriana inhibiendo la actividad trófica de la misma impidiendo el ingreso de
nutrientes al citoplasma y la eliminación de detritos. Los extractos vegetales
que contienen taninos mejoran la calidad de las excretas, disminuyendo la
peristalsis al aumentar la absorción de agua y nutrientes; y reducen los casos
de diarreas por su efecto astringente en el tracto gastrointestinal, lo que trae
como consecuencia una disminución en la velocidad de pasaje.
Los estudios realizados indican que la incorporación de polifenoles de
extractos vegetales obtenidos a partir de quebracho colorado (Schinopsis
Lorentzzi) reduce la población de larvas de moscas en el guano de gallinas
ponedoras disminuyendo así la población de adultos en el ambiente.
En este estudio las muestras examinadas mensualmente permitieron
analizar la densidad de larvas en distintas situaciones encontrando variaciones
entre los meses del año.
Con esto se infiere que la población de larvas en el guano, variaría
durante el ciclo productivo por factores diversos como temperatura y humedad
del ambiente, presentando menor número de larvas en el grupo tratado con
respecto al no tratado.
En cuanto a la temperatura del guano, si bien no existieron diferencias
significativas entre los tratamientos, la misma varía conjuntamente con la
temperatura ambiental del galpón, de esta manera se coincide con
investigaciones en donde se expresa que la temperatura es un factor de alta
incidencia en el desarrollo de moscas, debido a que el ciclo de la mosca se
completa en períodos más cortos en ambientes con temperaturas mayores a
30ºC8.
Otro parámetro estudiado como el pH del guano no presentó diferencias
significativas entre los grupos, por lo que se estima que no representa un factor
que modifique en mayor medida la población de moscas, ni altere los valores
del pH intestinal.
Durante décadas, los polifenoles han resultado de gran interés en el
campo de la investigación por sus múltiples aplicaciones en la industria. Estos
compuestos se han empleado para la producción de tintes, papel, cosméticos,
aditivos alimenticios, entre otros. Además, constituyen una parte importante de
la dieta humana por su ubicuidad en los alimentos de origen vegetal, por lo que
también han despertado un gran interés desde el punto de vista nutricional.
Asimismo, parecen poseer otras muchas actividades biológicas de gran interés
en el ámbito de la salud; así, se ha descrito que pueden actuar como agentes
anti-inflamatorios, anti-virales, anti-bacterianos, anti-trombogénicos y anti-
cancerígenos1,5.
Se les han atribuido efectos beneficiosos frente al desarrollo de diversas
enfermedades asociadas al estrés oxidativo, cáncer, enfermedades cardiovas-
culares y enfermedades neurodegenerativas10.

98
Los resultados obtenidos en este trabajo concuerdan con las
investigaciones anteriores y también se ajustan a las propiedades que atribuye
en sus estudios7, resaltando que los microorganismos del género de
Lactobacilos tienen la capacidad de evitar esa actividad antibacteriana de los
taninos por lo que resultan refractarios a la acción de los mismos enriqueciendo
la flora benéfica (acción prebiótica) en detrimento de la flora patógena como
Clostridios, Estreptococos, Salmonelas. Asimismo, la ingestión de quebracho
colorado (Schinopsis lorentzii) favorece el desarrollo de la flora benéfica
(Lactobacilos) en el aparato digestivo de las aves y mejora la calidad de las
deposiciones logrando guanos más secos y disminución de olores y a la vez se
convierte en un medio desfavorable para el desarrollo de moscas.
De los resultados expuestos en el presente trabajo, se pueden extraer
las siguientes conclusiones:
La disminución del número de larvas y por ende de moscas adultas
colabora con el mantenimiento de un ambiente saludable, reduciendo la
transmisión de enfermedades por este vector, al mismo tiempo que genera un
lugar de trabajo de mayor nivel sanitario y agradable a todo el personal de la
granja.
La disminución del porcentaje de humedad, desecación del guano por
acción del extracto vegetal resulta un medio con características positivas por
dificultar la supervivencia de larvas de moscas en el mismo, llevando a un
menor número de insectos adultos. De esta manera, se colabora con el
productor avícola quien se enfrenta a diversos desafíos para cubrir los
requerimientos exigidos por el consumidor y los mercados globalizados,
debiendo considerar los impactos ambientales que los sistemas de esta
producción intensiva producen.
Asimismo, la mayor desecación del guano mejora las condiciones para
su transporte y permite obtener un valor agregado, utilizándolo como abono. Se
puede concluir que si se considera como un factor de riesgo a toda
circunstancia o situación que aumenta la probabilidad en una persona o animal
de contraer una enfermedad; en este sentido es importante el adecuado
manejo del guano, como residuo orgánico que generan las explotaciones
avícolas, no sólo para evitar el impacto ambiental negativo que puede
ocasionar sino también para darle un valor agregado a este producto. Así el
estiércol dejaría de ser un desecho para convertirse en un recurso amigable
con el medioambiente.

Agradecimientos
Establecimiento “Avícola Fiori”, Pujato, Santa Fe - Argentina.

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100
TRABAJOS ENCARGADOS ESPECIALMENTE POR LA REVISTA A
PERSONALIDADES CIENTÍFICAS

Cultura de la Bioseguridad y educación en Bioseguridad

Fink S.
Academia Nacional de Medicina. Pacheco de Melo 3081 C1425AUM Buenos
Aires. Argentina. 5411 4805 5695, Ext. 282.
sfink@hematologia.anm.edu.ar o finksusana@gmail.com

Resumen
La Cultura de la Seguridad consiste en las actitudes, valores, normas y
creencias que comparte un grupo de personas respecto a riesgo y seguridad20.
Para tener una Cultura de Seguridad es imprescindible un compromiso genuino
y una conducta de todos los niveles de la organización, pero en particular de
las autoridades, coherente con la cultura, para que sea la manera natural de
trabajar en ese ámbito. Debe permitirse y estimularse la participación de los
trabajadores así como de las autoridades para resolver problemas asociados a
la seguridad. Cuando se manipulan agentes de riesgo es imprescindible una
buena comunicación dentro de la organización y con la comunidad. La
competencia entre seguridad y productividad existe siempre. Cuando una
organización considera siempre prioritaria la seguridad, ella tiene una Cultura
de la Seguridad/ Bioseguridad. En ese ámbito se deben estimular las buenas
prácticas, respetando las normas de Bioseguridad, y aplicando el criterio
permanente de mejora continua. En la mayoría de los laboratorios de
diagnóstico e investigación a nivel mundial, la seguridad es vista como un
inconveniente que perturba la tarea. Para modificar esa percepción es
imprescindible incorporar la educación en seguridad a todo nivel, y en particular
en bioseguridad como parte del programa de pre- y postgrado de carreras
universitarias biomédicas. En conclusión para el desarrollo de una Cultura de
Bioseguridad se requiere liderazgo, recursos y esencialmente un fuerte
compromiso, una conducta responsable. La capacitación y la educación
específica sobre bioseguridad y biocustodia incorporada en la formación de los
profesionales de áreas biomédicas o con posible exposición a riesgo biológico,
contribuirá grandemente para generar esta cultura.

Palabras clave: cultura de la Bioseguridad, educación en bioseguridad, gestión


de riesgo biológico, mejora continua.

Abstract
Safety Culture consists of attitudes, values, norms and beliefs shared by a
group of people about risk and safety20. In order to have a Safety Culture,
genuine commitment and behavior at all levels of the organization, but
particularly by the authorities, consistent with the culture, are essential, so that it
becomes the natural way to work in that area. The participation of workers and
authorities to solve problems associated with safety should be allowed and
encouraged. When risk agents are handled, good communication within the
organization and with the community is required. Competition between safety
and productivity always exists. When safety is always given priority, that

101
organization has a Culture of Safety / Biosafety. In this area, good practices,
respect of biosafety standards, and permanent criteria of continuous
improvement should be encouraged. Worldwide safety is seen as a drawback
disturbing the task in most diagnostic and research laboratories. Safety
education at all levels, and in particular biosafety incorporated into the
undergraduate and graduate university curriculum of biomedical studies is
essential to change that perception. In conclusion for the development of a
Biosafety Culture, leadership, resources and essentially a strong commitment,
with responsible behavior, are required. Specific training and education on
biosafety and biosecurity incorporated as part of the training for professionals of
biomedical areas or with potential exposure to biological risk, will greatly
contribute to generate this culture.

Key words: biosafety culture; biosafety education; biorisk management;


continual improvement.

Desarrollo
El concepto de Cultura de la Seguridad fue introducido en la literatura en
1986, luego de la explosión en el reactor nuclear de Chernóbil y se fue
generalizando con el tiempo. La Cultura de la Seguridad enfatiza que los
potenciales accidentes laborales, las enfermedades profesionales o las
situaciones de catástrofe no son causados exclusivamente por fallas técnicas o
individuales, sino que dependen también de las percepciones, actitudes y
conductas de los jefes y empleados24.
En los temas relacionados a la Seguridad, es bien sabido que la gestión
de la misma no puede realizarse sólo en base a responder cuando algo sale
mal. El Ejecutivo de Salud y Seguridad laboral (HSE) de Gran Bretaña plantea
que cuando la Seguridad y la Salud son parte del modo de vida de una
organización, todos salen ganando. Esto es perfectamente aplicable a la
Bioseguridad en todos los ámbitos en que corresponde, tanto de salud humana
como animal. Con criterio muy lógico, el HSE asocia la seguridad al sentido
común, el que no siempre se pone en práctica. La mayoría de los llamados
accidentes se deben a errores o falta de cumplimiento de las normas por parte
de los trabajadores, algunos a defectos en los equipamientos o condiciones del
trabajo13. Siendo todos estos prevenibles, no aplicaría la definición de
accidente, que, según la OMS, es “Todo suceso inesperado que, en forma
veloz y repentina, ocasiona interrupción o interferencia en la tarea”. Una
correcta evaluación de riesgo y la aplicación de las medidas de mitigación y
control adecuadas podrían haber evitado la ocurrencia de ese hecho
indeseado.
De acuerdo a la Agencia de Seguridad y Salud Laboral de los EEUU
(OSHA) el desarrollo de culturas sólidas de seguridad es aquello que tiene el
mayor impacto individual para la reducción de accidentes de cualquier proceso
o actividad. Se puede llegar a tenerlas a través de un proceso en etapas de
mejora, con el compromiso tanto del empleador como de los empleados. La
capacitación es uno de los elementos que contribuyen a esto, y la seguridad se
considera responsabilidad de todos, no sólo del jefe de seguridad22.
Ya en 1890 James planteaba que la costumbre disminuye la atención
consciente con que se realizan nuestros actos15. Se entiende entonces la
causa de muchos incidentes y la frecuente dificultad para el cambio de hábitos

102
que resulta en conductas más seguras. Por otra parte la mejor forma de
encararlo es a través de una conducta proactiva, estando preparado para
enfrentar un posible problema. Implica detectar ese posible problema, preparar
las respuestas adecuadas, darle recursos y desarrollar planes de contingencia.
Es más fácil aplicar esto en gran escala que en acontecimientos de menor
envergadura, que forman parte de la rutina diaria de trabajo. Es muy importante
en este sentido observar qué es lo que funciona bien, no sólo lo que funciona
mal. En general este hábito se debe a que las personas hacen ajustes de
acuerdo a la demanda de la situación12.
Entre los aspectos que hacen a una Cultura de la Seguridad debe existir
un compromiso genuino y visible de las autoridades respecto a la Seguridad.
Debe permitirse y estimularse tanto la participación de los trabajadores así
como de las autoridades en la resolución de problemas asociados a la
seguridad. Se debe ofrecer y mantener al día una capacitación que garantice
un desempeño seguro. Por otra parte es fundamental el aspecto de las
comunicaciones, a todos los niveles y en ambos sentidos tanto a los
trabajadores, con información mediante guías y reuniones periódicas, como las
devoluciones de los mismos, dándoles lugar a una activa participación. Cuando
se manipulan agentes de riesgo es imprescindible también tener una buena
comunicación hacia afuera, es decir con la comunidad.
Para Mearns20, la Cultura de la Seguridad consiste en las actitudes,
valores, normas y creencias que comparte un grupo de personas en particular
respecto a riesgo y seguridad. Es habitual que se plantee un conflicto entre
seguridad y productividad. Cuando no está establecida una Cultura de
Seguridad/Bioseguridad genuina, se tiende a considerar que las prácticas de
seguridad no son necesarias o deben ser relegadas para mejorar la
productividad. Esto no toma en cuenta que la calidad del producto, sea un
producto comercial, un resultado de laboratorio o el cuidado de un paciente,
está completamente asociada a que ese producto se haya generado en
condiciones de seguridad/ bioseguridad. Del mismo modo que la consideración
de cuestiones éticas es hoy en día imprescindible para llevar adelante tareas
relacionadas al ámbito de la salud tanto humana como animal, y esto es
aceptado y requerido por todos, la consideración de las cuestiones de
seguridad/bioseguridad debe serlo también. Cuando la seguridad se considera
prioritaria siempre, y se invierte en salud y seguridad, esa organización tiene
una Cultura de la Seguridad19, y en particular de Bioseguridad si ese es el
riesgo presente.
En un ámbito de esas características se buscan siempre las
posibilidades de progreso, que serán detectadas y resueltas antes de que
ocurra un problema. Este es un criterio de mejora continua como el que se
plantea en Gestión de Calidad con el ciclo de Deming. Para lograrlo debe haber
auditorías internas y externas periódicas así como información sincera de los
inconvenientes de los trabajadores a sus supervisores, que debe ser
respondida, permitiendo así los cambios positivos. Es importante que se
informen tanto los daños como las enfermedades. En cuanto a las infecciones
adquiridas en los laboratorios o asociadas al cuidado de la salud, existe un
marcado sub-registro. Esto se debe en algunos casos a que no fue detectado
el origen del problema y en otros a temor al desprestigio, por lo que evita
denunciarlo, aunque puede deberse también a no reconocer la necesidad y
utilidad de reportarlo. Si no se informa de manera integral y con transparencia

103
todo lo que ocurre difícilmente pueda ser resuelto, mientras que estos asuntos
deben ser remediados rápida y eficientemente.
El reconocimiento de la importancia de factores culturales se basa en la
investigación en industrias altamente confiables como la de la energía nuclear.
En la atención de salud humana, un aspecto muy importante es el de la
Seguridad y Bioseguridad del paciente. La cultura de la seguridad afecta la
seguridad del paciente motivando en los profesionales de la salud la selección
de conductas que aumentan la seguridad del paciente11.
Como parte de un Plan de Gestión de Riesgo Biológico es importante
que se establezcan medidas preventivas haciendo una correcta identificación
de los peligros y una evaluación de las tareas que se realizan para determinar
los riesgos presentes. Esto permite entonces implementar las medidas de
control y protección adecuadas al resultado de la evaluación de riesgo. Entre
otros aspectos a considerar, se deben adoptar formas seguras de manipulación
y transporte. Es importante que el trabajo se organice de manera que el
número de trabajadores expuestos sea el mínimo que garantice la correcta y
segura ejecución de la tarea. Esta organización puede ser tanto espacial, en la
distribución de las áreas, como temporal, trabajando secuencialmente de modo
que en los momentos de mayor riesgo sólo estén presentes aquellos que
deban hacerlo por su tarea específica. Otro aspecto fundamental es la Gestión
de Residuos, debiendo ser realizada de forma segura en todas sus etapas,
descarte clasificado, recogida, almacenamiento y transporte.
Como en toda área laboral, se deben cumplir las pautas de la Ley de
Higiene y Seguridad en el Trabajo18, tales como la prohibición de almacenar e
ingerir comidas y bebidas en zonas con riesgo de contaminación y la correcta
utilización de los elementos de protección, tanto personales como colectivos,
adecuados a los riesgos presentes y a la tarea que se desarrolla. Además
deben cumplirse las Medidas estándar de Precaución, antes llamadas
Precauciones Universales, por las que se considera potencialmente infeccioso
todo material biológico y se definen pautas tales como el correcto lavado de
manos21.
En el laboratorio, el tener un sistema o un programa de Gestión de
Riesgo Biológico sirve tanto para proteger a los trabajadores de adquirir
enfermedades asociadas al laboratorio, incluyendo también a sus familias en el
caso de enfermedades infecciosas, previniendo asimismo la contaminación
ambiental, como para asegurar el cumplimiento de las normas y regulaciones
a nivel internacional, nacional y local. Todo esto trabajando de acuerdo a
prácticas prudentes de Bioseguridad y buenas prácticas de laboratorio. Se
debe informar a los trabajadores sobre las medidas preventivas adoptadas, con
instrucciones precisas y por escrito; y capacitarlos mediante ejercitaciones.
Debe incluirse también el diseño de planes de emergencia, en función
de los riesgos presentes, desarrollando protocolos específicos para distintas
contingencias, y según la característica del/los agente/s. Es necesario
establecer un seguimiento para cada una de las actividades de este plan, así
como indicadores que sirvan para valorar su eficacia preventiva (o en su caso,
alertar de su ineficacia), permitiendo la mejora continua, planteada como en un
Sistema de Gestión de Calidad. Von Thaden y Gibbons definen la Cultura de la
Seguridad como un valor permanente y priorización de la seguridad del
trabajador y del público por cada miembro de cada grupo y a todo nivel de la
organización28.

104
La Cultura de la Seguridad es un concepto que en general no está
incorporado ni presente en nuestra sociedad. V. Barnes la define como los
valores, actitudes, motivaciones y conocimiento que afectan la magnitud en la
cual se enfatiza la seguridad por encima de las metas competitivas en las
decisiones y comportamiento de la organización. Plantea también que no es
independiente de la cultura general de la organización. En áreas de atención de
salud, este tipo de cultura afecta el desempeño y la cantidad de eventos no
deseados tanto para los trabajadores de la salud como para los pacientes3.
Esta cultura se incorpora de manera natural en actividades e industrias
de alto riesgo, como la aeroespacial o la nuclear, e incluso en actividades
deportivas de riesgo como escalar montañas. Un ambiente laboral con
conciencia de la seguridad forma parte de esta cultura. La percepción y las
actitudes de los trabajadores hacia la seguridad son fundamentales para el
resultado en ese sentido. Es habitual encontrarse en ámbitos que no
responden a este tipo de cultura con individuos que se resisten a corregir o
modificar las malas prácticas dado que siempre lo hicieron de determinada
manera, aunque fuera incorrecta, y nunca les generó ningún problema, sin
reconocer que el azar les fue favorable hasta el momento pero no les garantiza
resultar igual en el futuro.
Como ya se mencionó, es imprescindible que exista un compromiso
genuino y una conducta coherente con la cultura de todos los niveles de la
organización, pero en particular de las autoridades, para que sea aceptada e
implementada, que sea la manera natural de hacer las cosas en ese ámbito, o
aún trascendiendo ese ámbito2. En la presentación titulada “Creando una
Cultura de Bioseguridad”, se hace referencia a cómo generar ese tipo de
cultura. Se proponen como objetivos: discutir los hechos de seguridad
ocurridos y las lecciones aprendidas; describir los elementos y características
clave de una cultura positiva de bioseguridad, así como comparar lo que se ha
aprendido de seguridad en general y en bioseguridad. Plantea comparar con el
abordaje de entrenar y culpar, frecuentemente utilizado y poco útil, además de
relacionar los conceptos de una Cultura de Bioseguridad con los conceptos de
áreas de responsabilidad de gestión: conformidad y gestión de riesgo; dinámica
de la organización que permite garantizar la calidad, trazabilidad y
gerenciamiento adecuado, y adecuada identificación y control de riesgos.
Frecuentemente se introducen modificaciones luego de un siniestro, las
que podrían haber sido previstas y así evitar la ocurrencia de tal hecho. Así
sucedió tanto en Cromañón como en la Universidad de Río Cuarto, donde
explotaron tanques de hexano que estaban almacenados en áreas de trabajo
de escritorio y laboratorio, provocando la muerte de seis personas y condenas
judiciales a distintos responsables7. Luego de lo ocurrido en Cromañón se
generaron normas legales para planes de evacuación, ejercicios de simulacro,
y extintores. Aun a nivel público, la gente comenzó a observar la presencia y
ubicación de los matafuegos y las rutas de evacuación en los lugares a los que
concurría. Son claras conductas reactivas después de un desastre. En 2009,
por el temor provocado por la gripe A H1N1 se modificaron conductas en la
población en general, como la generalización de la higiene de manos y ciertos
cambios de hábitos sociales con menor contacto entre personas. La adherencia
generalizada al lavado de manos, tanto por el personal de salud como por el
público en general, en ámbitos hospitalarios tuvo un efecto positivo reflejado en
la disminución de todas las infecciones hospitalarias, no sólo las respiratorias.

105
La ocurrencia de hechos indeseados se atribuye frecuentemente a error
humano, pero éste es una consecuencia, no una causa. Si la persona en
cuestión hubiera estado capacitada adecuadamente, se hubiese hecho una
correcta evaluación de riesgo y se hubiese actuado en consecuencia, es
altamente probable que ese hecho no se hubiera producido. Pequeños errores
pueden ser causa de hechos graves. Es importante también destacar que la
gestión de riesgo va más allá del control de peligros y la conformidad con las
normas y regulaciones, aunque hacer caso omiso de estas últimas puede tener
graves consecuencias, más allá de los punitorios. Esto quedó demostrado con
la explosión de los tanques de hexano alojados irregularmente dentro de un
edificio de investigación en la Universidad de Río Cuarto, que ya se mencionó.
Un aspecto clave en una Cultura de Seguridad/Bioseguridad es el de la
comunicación, o con frecuencia la falta de la misma. En instalaciones de alta
seguridad si no se hace un buen trabajo de comunicación con los vecinos,
habrá problemas para el funcionamiento de la instalación en ese ámbito. Esto
ocurrió con algunos laboratorios de nivel de bioseguridad 4 que fueron
terminados de construir, con lo que esto implica de costo y preparación, y no
pudieron ser habilitados por presión de la comunidad. El de la Universidad de
Boston, EEUU, por ejemplo, comenzó a funcionar recién en 2012 sólo como
laboratorio de nivel de bioseguridad 2 y hoy en día destaca que tiene una
Cultura de Seguridad, diciendo que están establecidas salvaguardas y
supervisión para proteger a los investigadores y a la comunidad, y promociona
en su página 5 un simposio de acceso gratuito para toda la comunidad
“Emerging Challenges and Opportunities”.
A nivel internacional, en 2005 se generaron dos declaraciones
vinculadas a la Bioseguridad. La Asamblea de la Organización mundial de la
Salud emitió en su resolución WHA 58.29, “Enhancement of laboratory
biosafety”, que planteó la necesidad de mejorar y aumentar la Bioseguridad en
los laboratorios. Por otro lado, la actualización del reglamento Sanitario
Internacional, emitido por la Organización Mundial de la Salud ese mismo año,
obliga a los países a reforzar sus medios actuales de vigilancia y respuesta
sanitarias para poder detectar, notificar y controlar los eventos de salud pública.
Su objetivo es prevenir, proteger contra, controlar y proveer una respuesta de
salud pública a la propagación internacional de enfermedades, de modos
acordes a y restringidos a riesgos de salud pública, y que evitan la interferencia
innecesaria con el comercio y el transporte internacional30,31.
En efecto, la importancia de la preparación para todos los peligros de
pandemias se hizo palpable con la aparición de las últimas enfermedades
emergentes y reemergentes. En particular con la aparición y propagación del
virus de la influenza A H1N1 en 2009, del Ébola en 2014 y actualmente del
virus zika, con su rápida difusión en nuestro continente.
Al mismo tiempo hay una creciente preocupación a nivel internacional
por la proliferación de laboratorios de alta contención, luego del atentado a las
Torres Gemelas de Nueva York en 2001. Esto fue el motivo de una reunión
organizada por el Consejo Nacional de Investigaciones de los EEUU (NRC) en
2011, para evaluar temas de Bioseguridad y Biocustodia relacionados al
diseño, construcción, mantenimiento y operación de laboratorios de alta
contención biológica de nivel de Bioseguridad 3 y 4. Estos son necesarios para
caracterizar patógenos humanos y animales altamente peligrosos, asistir en la
vigilancia de enfermedades y producir vacunas, pero son sistemas complejos

106
que conllevan riesgos8. En nuestro país el principal centro de contención se
encuentra en la Unidad Operativa Centro de Contención Biológica (UOCCB) de
la Administración Nacional de Institutos de Salud (ANLIS) Dr C.Malbrán.
Históricamente, en la década de 1970 comienzan las prácticas
estandarizadas de laboratorio, siendo de 1979 la primera Clasificación de
Agentes etiológicos en base al peligro que presentan, hecha por el Centro de
Control de Enfermedades (CDC) de los EEUU. Luego, en 1974 se publicaron
los estándares de los Institutos de Salud de los EEUU (NIH) involucrando virus
oncogénicos. En 1976 y luego de la Conferencia de Asilomar, se publica la
primera versión de las Normas para el trabajo con DNA recombinante (NIH), las
que desde 2013 incluyen a las moléculas de ácidos nucleicos sintéticas, es
decir a la Biología Sintética.
Si bien las infecciones adquiridas en el laboratorio eran conocidas desde
mucho tiempo antes, en la década de 1980, la aparición del Virus de la
Inmunodeficiencia Humana (HIV) y de los casos fatales de la enfermedad que
provocaba, impulsó la definición y organización de la Bioseguridad. Tanto la
Organización Mundial de la Salud (OMS) como el Centro de Control de
Enfermedades (CDC) de los EEUU comenzaron a editar sus Manuales de
Bioseguridad, a impulsar esta área reconociendo que una parte clave para su
aplicación era la educación continua en el tema. El Manual de Bioseguridad en
el Laboratorio de la Organización Mundial de la Salud salió en 1983,
estimulando a los países a aceptar e implementar conceptos básicos de
seguridad biológica. Fue actualizado en 1993 y luego en 2004. Si bien los
criterios básicos siguen siendo válidos, aún se espera la nueva versión que
responda a enfoques más actuales. En 1984, se publicó el “Biosafety in
Microbiological and Biomedical Laboratories” (CDC/NIH), conocido como
BMBL, que lleva ya 5 ediciones, siendo la última de 20072, pero del que una
nueva se encuentra en proceso de preparación4.
Hoy en día la tendencia universal es referirse a la Gestión de Riesgo
Biológico, en vez de hablar de Bioseguridad y Biocustodia. En base a esto, la
Comunidad Europea desarrolló un acuerdo de un taller sobre Bioseguridad y
Biocustodia en el Laboratorio, llevado a cabo en 2008 y luego actualizado en
2011, la CWA 15793: Gestión del riesgo biológico en el laboratorio9. Este
plantea los requerimientos para un sistema de Gestión de Riesgo Biológico y la
definición de roles y responsabilidades.
El criterio es que si bien los agentes de riesgo biológico pueden producir
un amplio espectro de problemas que van desde epidemias naturales hasta
actos de bioterrorismo, en todos los casos estamos frente a un riesgo biológico,
y una vez liberado ese agente habrá que proceder de igual modo. La
Federación Internacional de Asociaciones de Bioseguridad (IFBA por su
nombre en inglés)14, cuyo miembro argentino es la Asociación Argentina de
Microbiología, a través de su Subcomisión de Bioseguridad y Biocustodia,
representa esta situación de la siguiente manera:

107
En este gráfico se observa que, desde los brotes de enfermedades que
ocurren naturalmente, hasta los efectos de falta de conciencia, negligencia o
uso deliberado con mala intención o bioterrorismo, deben enfrentarse con
iguales recursos tales como las buenas prácticas y pautas de bioseguridad,
capacidad de biocontención, capacitación en Bioseguridad a nivel regional,
generación de vínculos para mejorar los recursos y la biocontención de los
laboratorios y destaca el rol de las Asociaciones afines a nivel nacional y
regional. Se destaca también la implementación de estrategias para reducir los
peligros derivados de la falla en el establecimiento de prácticas sensatas de
bioseguridad y biocustodia.
La educación en relación al Riesgo Biológico en todos sus aspectos, es
en general muy deficiente a nivel internacional. Sture y cols. plantean la
necesidad de que los científicos de áreas biológicas o biomédicas incorporen
conocimientos que les permitan estar más alertas respecto de preocupaciones
de biocustodia, resguardando su trabajo de un uso inadecuado en el futuro25.
En nuestro país la educación y capacitación en temas relacionados al
riesgo biológico, son aspectos pendientes en la mayoría de los ámbitos
educativos y de investigación. En algunas carreras universitarias se ha
incorporado esta temática como una materia per se. En otras, se dicta como
parte del programa de materias afines tales como Microbiología o
Epidemiología/ Salud Pública, sin darle entidad propia. Así ocurre en varias de
las carreras de Biotecnología, de Odontología y Veterinaria de distintas
Universidades del país.
Entre los primeros cursos de Bioseguridad en el país, se encuentra el
dictado por el Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas “Doctor
Julio Maiztegui” (INEVH) de Pergamino, actualmente organizado con la
Universidad Nacional de Noroeste de la Provincia de Buenos Aires (INNOBA).
En 2003, el Comité de Bioseguridad del Instituto de Investigaciones
Hematológicas (IIHema) de la Academia Nacional de Medicina inició el dictado
de un curso de Bioseguridad en el laboratorio que fue creciendo en número de
alumnos y en contenidos, incorporando actividades de taller. Fue considerado
como curso de postgrado o como parte de los requeridos para postgrados de

108
varias Universidades. Por otro lado, muchos profesionales de área de Higiene y
Seguridad (H y S) se desempeñan en lugares de atención de salud humana y
animal, manejo de residuos, transporte de material biológico, investigación
biomédica, etc donde hay exposición al riesgo biológico. Nuestra ley de H y S
en el Trabajo no describe explícitamente este riesgo por lo que la formación
suele ser deficiente en el tema. El CONICET requirió a dicho Comité el dictado
de un curso de Bioseguridad para los profesionales de H y S que se
desempeñan en sus centros, en 2010 y 2014. Como varios de estos
profesionales se desempeñan en ámbitos universitarios, esto tiene un efecto
multiplicador. Con el mismo criterio, la Carrera de Especialización en H y S en
el Trabajo de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de
Buenos Aires, organizó un curso de Actualización en Bioseguridad que se dictó
en 2006 y 2008. También se ha incorporado este tema en la formación de los
médicos laborales (Cátedra Libre de Medicina Laboral, Facultad de Medicina,
UBA). En la Universidad Nacional de Rosario (UNR) se dicta ya hace varios
años la materia Bioseguridad, como requisito obligatorio para todos los
postgrados en Ciencias Biomédicas. La Facultad de Veterinaria también de la
UNR organizó una Maestría en Bioseguridad, cuya primera versión se dictó en
2011-2013, en conjunto con la Universidad Juan A. Maza de Mendoza
(UMAZA), con el fin de formar profesionales universitarios en esta área de la
ciencia. La Universidad de la Plata organizó también un Curso de postgrado de
Especialización en Bioseguridad que se dictó, como programa piloto para
personal del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria
(SENASA) en 2012. En la Universidad de La Pampa el Dr. T. Álvarez ha
promovido la enseñanza y prácticas de bioseguridad en la Facultad de
Veterinaria, si bien también allí se dicta dentro de una de las materias de la
Carrera y no como una materia en sí misma. La tarea del veterinario, sobre
todo en el campo, es una de las de mayor exposición a los agentes biológicos
1
. La Subcomisión de Bioseguridad y Biocustodia de la Asociación Argentina de
Microbiología (AAM) ha dictado a lo largo del tiempo diversos cursos sobre
Bioseguridad y Biocustodia, y más recientemente sobre Gestión del Riesgo
Biológico, con el objeto de promover y difundir estos temas.
A pesar de que en algunos ámbitos universitarios la enseñanza de la
Bioseguridad es relegada a escuetas capacitaciones o no es considerada, el
crecimiento de la Bioseguridad y la Biocustodia a nivel mundial muestra la
necesidad de educar en el tema frente a los actuales desafíos de los
desarrollos biomédicos y las nuevas tecnologías.
En realidad se podría tener una mejor conciencia y adherencia a normas
en el área biológica, si la Cultura de la Seguridad estuviera incorporada
naturalmente a nuestra cultura general en la vida diaria. Esto debería partir de
los primeros niveles de la enseñanza, acompañado por supuesto por apoyo a
nivel familiar. Como aporte positivo, en los últimos años se ha incorporado la
educación vial, que implica la seguridad vial. Además, en ciertos lugares como
por ejemplo en las zonas sísmicas, los niños incorporan desde pequeños
conceptos relacionados a la seguridad. Todas estas contribuciones facilitan
luego la aceptación de forma natural y las conductas naturales que incorporan
pautas de seguridad en general y de seguridad biológica en particular.
De acuerdo a los datos de la Organización Internacional del Trabajo
(OIT), ocurren anualmente 110 millones de accidentes laborales o enfer-
medades relacionadas al trabajo con 180 mil muertes. Para evitarlas resulta

109
fundamental internalizar el tema de la seguridad como un valor en las
organizaciones y reflejar este valor en actitudes y conductas de los empleados,
lo que demuestra que la Cultura de la Seguridad es un valor primordial de la
organización.
Seymen y Bolat24 han analizado cómo la cultura nacional de cada país
afecta el establecimiento de una Cultura de Seguridad en las organizaciones.
Los pasos a seguir a todo nivel en la gestión de seguridad, la que forma la base
de la Cultura de Seguridad, deben desarrollarse de acuerdo a las pautas
culturales de cada país. Así para establecer una Cultura de Seguridad eficiente
para empleados de diferentes culturas hay que tener en cuenta que la
percepción de riesgos varía para cada una de ellas. Entonces, la capacitación y
comunicación deberán ser hechas considerando esta situación. Al analizar la
relación de la Cultura de Seguridad con la cultura nacional, se deben
considerar el compromiso de las autoridades con la seguridad, la participación
de los empleados y la percepción de riesgo como aspectos esenciales.
En 2010 se estableció en los EEUU el Panel Asesor Federal de expertos
en biocustodia (FESAP), para proveer recomendaciones sobre la custodia de
los llamados agentes biológicos y de las toxinas selectos (“select agents”), es
decir con potencial de ser utilizados para provocar daño. El FESAP recomendó
varias acciones para fortalecer la Cultura de Bioseguridad, Biocustodia y
Conducta responsable de la ciencia, tal como promocionar la capacitación en
bioética que se refiere a las responsabilidades que se esperan de todos los
investigadores de las ciencias de la vida; el desarrollo e incorporación de
módulos referidos a bioética en las capacitaciones y/o diseño de investigación
referidos a bioseguridad y biocustodia y el desarrollo de métodos semi-
cuantitativos para evaluar la eficacia de las capacitaciones, cursos, códigos de
conducta e intervenciones similares para reducir el riesgo y mejorar la
seguridad en laboratorios de investigación que albergan agentes infecciosos y
toxinas. Me he referido anteriormente a la responsabilidad de los
investigadores en relación al riesgo biológico10.
La capacitación debería incluir discusiones sobre aspectos éticos y
legales, así como la relevancia de la investigación en ciencias de la vida y los
conflictos acerca de uso dual que puedan surgir. Este concepto deriva de
aquellos productos generados para uso militar que luego se utilizaron con fines
civiles, y se refiere a la posibilidad de que un producto de la investigación, o la
información generada en la misma puedan ser utilizados tanto para el bien a
través del avance de la ciencia, como para generar un daño.
Varios hechos de gravedad ocurridos en los últimos años llevaron
además de a la creación del FESAP, a reuniones internacionales para debatir
cómo enfrentar ciertas situaciones de riesgo. En 2014 diversas fallas en
prácticas de bioseguridad en laboratorios del Gobierno de EEUU generaron
gran preocupación acerca de la implementación y prácticas de bioseguridad y
biocustodia en centros considerados referentes en ese respecto. El CDC
informó acerca de varios incidentes en sus propios laboratorios, en los
Institutos Nacionales de Salud (NIH) y en la Administración de Alimentos y
Medicamentos (FDA). Estos hechos implicaron la manipulación de Bacillus
anthracis no inactivado, provocando la posible exposición de más de 80
personas; una falla en el registro de inventario por la que aparecieron seis
viales de virus de viruela, almacenados durante años y aún viables, en un
laboratorio de la FDA en terrenos de los NIH, y el envío de virus de influenza

110
de baja patogenicidad, por lo tanto sin precauciones especiales, sin notar la
contaminación cruzada con una cepa altamente patogénica6,29,23.
Por otro lado la aparición de metodologías tales como la edición genética
por CRISPR-Cas916,17, en especial aplicada a células humanas, planteó un
dilema similar al generado en 2010 por la publicación de dos trabajos en
revistas de primera línea, sobre ganancia de función en el virus de influenza
H5N1, con la capacidad de transmitirse entre mamíferos, que llevaron a la
suspensión de su publicación y una serie de discusiones y acuerdos a nivel
internacional, que se consideraron similares a la reunión de Asilomar en los
comienzos de la ingeniería genética, hasta que finalmente se publicaron27.
Trevan26 plantea que las nuevas tecnologías, de bajo costo relativo y
elementos listos para usar, incluyendo la compra de equipos y materiales por
internet, así como el avance de las computadoras y el fácil acceso a ellas,
facilitan la posibilidad de manipulaciones genéticas tanto con fines científicos
como malintencionadas. Plantea que las fallas producidas en centros con
tantas normas y niveles de control como el CDC o el Departamento de Defensa
de los EEUU se deben a una falta de Cultura de la Seguridad. Esta es la forma
en que sectores como la energía nuclear, la aeronáutica y la explotación de
petróleo “offshore” han encarado eficazmente la seguridad. Cabe destacar que
en el área biológica hay marcadas diferencias que hacen que ciertas medidas
beneficiosas en esas otras áreas no sean aplicables o útiles. Hay muchos más
laboratorios que manipulan agentes de riesgo biológico que centrales
nucleares, los agentes de riesgo biológico se reproducen y pueden generar
problemas en cantidades muy pequeñas. Además los centros de salud deben
recibir rápidamente a las personas enfermas, no impedir su ingreso.
En un sistema con Cultura de Seguridad, la seguridad se considera una
inversión y no un gasto y es tanto para todos como conjunto como en forma
individual26. En ese sistema el avance no se detiene porque se alcanzaron
objetivos, sino que sigue un proceso de mejora continua que provee respuestas
de los trabajadores, reevaluaciones, y oportunidades permanentes de
capacitación y aprendizaje, como ya se describió más arriba.
En la mayoría de los laboratorios de diagnóstico e investigación a nivel
mundial, la seguridad es vista como un inconveniente que genera desvíos de la
tarea a realizar. Inclusive el seguimiento al pie de la letra de protocolos
generados por referentes internacionales no siempre protege. Un dramático
ejemplo de esto último ocurrió en un hospital de Dallas, EEUU, donde
enfermeras a cargo de un paciente con Ébola, consultaron las pautas del CDC
para protegerse frente a él, sin tener en cuenta que éstas eran para manipular
muestras en laboratorio y no para el contacto con un paciente infectado, y se
contagiaron. La seguridad se consigue con la adaptación a la realidad y
circunstancias locales y del momento, estimulando la participación de los
trabajadores involucrados y tratando de tener sistemas redundantes.
Este enfoque de la denominada Organización de Alta Confiabilidad es
particularmente útil cuando no se puede tener certeza del resultado de lo que
se hace, caso frecuente en investigación científica. La inclusión de aspectos de
bioseguridad y biocustodia en los programas de estudio va a resultar de
plantear las preguntas: ¿Qué puede fallar? ¿Cómo podría ese conocimiento
científico ser utilizado para dañar? Y ¿Cómo podemos prevenir que ocurra? Es
necesario el seguimiento de los resultados cotejando con las expectativas de
modo de realizar los ajustes necesarios en base a la evidencia que va

111
surgiendo. Así los planes y procedimientos se van modificando a medida que
avanza el conocimiento. En áreas biomédicas las fallas en la realización de
actividades de manera segura generan desconfianza en la comunidad, con la
consecuente pérdida del apoyo para los avances tecnológicos, lo que puede
demorar o incluso bloquear investigaciones prometedoras26.
En conclusión, para el desarrollo de una Cultura de Bioseguridad se
requiere liderazgo, recursos y esencialmente un fuerte compromiso. Si bien no
es posible pretender un cambio con resultados inmediatos, sino que se
requiere tiempo, la experiencia demuestra que da resultado. Una adecuada
capacitación, con educación específica sobre bioseguridad y biocustodia
incorporada en la formación de los profesionales que se desempeñan en áreas
biomédicas o en relación a la posible exposición a riesgo biológico, será un
elemento fundamental para generar esta cultura.

Agradecimientos
A las Dras. María Marta Bracco y Patricia Baré y a la THel Natalia Aloisi por la
lectura crítica de este manuscrito.

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113
TRABAJOS DE INSTITUCIONES NACIONALES/ INTERNACIONALES
REFERENTES EN BIOSEGURIDAD

Actualización del marco normativo para la gestión de residuos de


establecimientos de atención de la salud

de Titto, E.H., Brunstein, L.V., Montecchia, M.F., Benítez, R. y Chesini, F.


Departamento de Salud Ambiental. Dirección Nacional de Determinantes de la
Salud. Subsecretaría de Relaciones Sanitarias. Secretaría de Relaciones
Nacionales e Internacionales. Ministerio de Salud de la Nación.
edetitto@msal.gov.ar
Av. 9 de Julio 1925. Piso 12. (C1073ABA) Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
(54-11) 4379-9133.

Resumen
Parte de los residuos generados por los establecimientos de atención de la
salud son considerados peligrosos al estar contaminados por agentes
biológicos o químicos debiendo en consecuencia ser adecuadamente
gestionados para evitar impactos negativos sobre la salud y el ambiente. Estos
residuos representan entre un 10 y un 25% del total generado, mientras que el
resto puede ser considerado asimilable a residuos domiciliarios. El Decreto Nº
831/93 reglamentario de la Ley N° 24.051 faculta a la autoridad sanitaria
nacional como referente técnica en la temática de los residuos generados en
estos establecimientos. El Ministerio de Salud, a través del Departamento de
Salud Ambiental, dependiente de la Dirección Nacional de Determinantes de la
Salud, consideró oportuno actualizar la normativa vigente que databa del año
1994. El producto de ese trabajo fue la elaboración de Directrices Nacionales
para la Gestión de Residuos en Establecimientos de Atención de la Salud, para
las cuales se tuvieron en cuenta situaciones problemáticas planteadas por las
jurisdicciones, análisis normativo a nivel jurisdiccional, buenas prácticas de
gestión interna y los resultados de un proceso continuo de consulta y revisión
por parte de las jurisdicciones y referentes. La nueva normativa propuesta
aborda el tema con un enfoque de gestión y análisis de riesgo en cada etapa
del ciclo de vida de los residuos generados, peligrosos o no, considerando la
vulnerabilidad del entorno de disposición y la población potencialmente
expuesta incorporando además la problemática ambiental y laboral.

Palabras clave: residuos de establecimientos de atención de la salud, residuos


hospitalarios, residuos patológicos, residuos patogénicos, residuos biopato-
génicos, residuos sanitarios, residuos peligrosos, gestión de residuos.

Abstract
Health-care activities generate waste contaminated by biological and/or
chemical agents, and thus must be considered as hazardous. This waste
represent between 10 and 25% of the total and must be properly managed to
avoid negative impact on health and environment, while the rest can be
considered and managed as regular urban waste. Nowadays hazardous waste
management must follow the Regulatory Decree N° 831/93 of the Law N°
24.051 which establishes that the Ministry of Health is the technical reference

114
for health-care waste. After more than 20 years of activity we considered it
necessary to update the current regulation, dating from 1994. That work was
materialized in the development of National Guidelines for Waste Management
in Health-Care Facilities. Their development considered regional problematical
issues, regulatory analysis at jurisdictional level, best internal management
practices as well as the results of a continuous consultation and review process
by the jurisdictional referents. The new regulation proposal addresses the issue
with a managemental approach and risk analysis for each stage of the life cycle
of the waste generated -hazardous or not- considering the vulnerability of the
environment of disposal and the population potentially exposed.

Key words: health-care waste, medical waste, hazardous waste, waste


management.

Introducción
Los establecimientos de atención de la salud (EAS), como toda actividad
humana, generan residuos que deben ser adecuadamente gestionados para
evitar impactos sobre el ambiente y la salud de las personas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que entre el 75 y el
90% de los residuos generados en los EAS pueden ser considerados
asimilables a los residuos domiciliarios (también llamados residuos sólidos
urbanos -RSU-), mientras, el resto presenta distintas características de peligro-
sidad entre las que se destacan la infecciosidad, la toxicidad y la radia-
ctividad7,21,24.
Entre los factores de riesgo para la salud asociados a estos residuos
podemos identificar los agentes biológicos, las sustancias químicas y las
sustancias radiactivas, que pueden actuar sobre diferentes potenciales
expuestos tales como trabajadores de la salud, pacientes, otros concurrentes a
los establecimientos, trabajadores de los servicios de recolección y tratamiento
de residuos (tanto de residuos comunes como peligrosos) y personas que
realizan tareas informales de recuperación de materiales en los sitios de
disposición final (basurales a cielo abierto)14.
El sistema de salud argentino está compuesto por tres subsistemas, el
público, con una cobertura a nivel nacional del 37,9% de la población, el de
obras sociales con el 15,7% y el privado, con el 46,4%11. Dada la organización
federal de nuestro país, las provincias tienen autonomía para administrar sus
servicios de salud, de modo tal que el subsistema público cuenta con
establecimientos de dependencia municipal, provincial y nacional1,3. El sistema
en su conjunto registra un total de 24.099 EAS, generadores de residuos, de
los cuales el 79% (18.957) son establecimientos sin internación y cuentan con
requerimientos particulares para la gestión de los mismos17.
La situación nacional referida a la gestión de residuos generados en
EAS se ve atravesada además por las diferentes realidades regionales que
alcanzan a los marcos normativos, las áreas de intervención y las
competencias en cada una de las etapas de la gestión, desde la generación
hasta la disposición final18.
En la Argentina los residuos peligrosos son regulados por la Ley
Nacional Nº 24.051 sancionada en 1992 y su Decreto Reglamentario Nº
831/93. Esta ley incluye los residuos peligrosos generados en EAS con
características de infecciosidad (Característica H6.2 del Anexo II de la Ley)4,23.

115
Debido a que la Ley Nº 24.051 es una norma de adhesión, muchos estados
provinciales han generado sus propios marcos jurídicos de modo tal que
existen en el país al menos 18 marcos jurídicos diferentes para residuos peli-
grosos, sin incluir en este escenario numerosas normas municipales que
regulan el tema a nivel local6,18.
Desde el dictado de la Ley Nº 24.051, el Ministerio de Salud de la
Nación, a través del Departamento de Salud Ambiental hoy dependiente de la
Dirección Nacional de Determinantes de la Salud, asumió el rol de referente
técnico para la temática de residuos de la atención de la salud dictando normas
y brindando asistencia técnica y capacitación a las jurisdicciones.
El artículo 41 de la Constitución Nacional, incorporado con la reforma de
1994, establece que corresponde a la Nación dictar las normas de
presupuestos mínimos de protección ambiental, mientras que las provincias
pueden complementarlas5. A partir de esta modificación se han sancionado
numerosas leyes de presupuesto mínimos, pero ninguna de ellas regula los
residuos de EAS.
Del trabajo conjunto del Departamento de Salud Ambiental con las
jurisdicciones se estableció que la normativa existente no alcanzaba a satis-
facer los requerimientos técnicos, tecnológicos y conceptuales, a la luz de los
veinte años transcurridos desde su sanción.
Partiendo de los problemas comunes planteados en talleres regionales,
se elaboró un documento destinado a actualizar los criterios nacionales para la
gestión de residuos en EAS, que fue puesto a consideración de los referentes
jurisdiccionales de salud ambiental y la autoridad de aplicación nacional. De
este proceso surgió la Resolución Nº 134/16 del Ministerio de Salud de la
Nación que aprobó las Directrices Nacionales para la Gestión de Residuos en
EAS14.
El objetivo del presente trabajo es describir el proceso de construcción
del nuevo marco técnico-jurídico vigente en Gestión de Residuos de EAS a
nivel nacional y poner de relevancia sus principales aportes.

Desarrollo del proceso


Desde la década de 1980 la autoridad sanitaria nacional, a través de la
entonces Dirección Nacional de Calidad Ambiental, ha sido referente técnica en
la temática de los residuos generados en los EAS, autora de las “Normas de
recolección, transporte y disposición de residuos sólidos hospitalarios” apro-
badas por Resolución Nº 229/88, las primeras de su tipo en el país y pionera en
América Latina. Posteriormente, la Ley Nº 24.051 y su Decreto Reglamentario
Nº 831/93 facultaron al Ministerio de Salud a reglamentar el manejo de los resi-
duos de EAS, por lo que desde el Departamento de Salud Ambiental surgieron
las Resoluciones N° 349/94 de la ex-Secretaria de Salud y N° 134/98 de la ex-
Secretaría de Programas Sanitarios, ambas de alcance nacional4,9,10,23.
Por propia iniciativa del Departamento de Salud Ambiental y
requerimientos de distintos sectores se tomó la decisión de actualizar la
normativa vigente, incluyendo las contribuciones llevadas a cabo desde los
Programas de Salud del Trabajador y de Riesgos Químicos, que resaltaron las
limitaciones de la normativa y los problemas puntuales a los que se enfrentan
los trabajadores de salud en su quehacer cotidiano.
Así, se inició el proceso de adecuación normativa convocando a los
referentes de salud ambiental de las jurisdicciones a dos talleres, uno en la

116
Ciudad de Buenos Aires para la zona centro y uno en Tucumán para el
noroeste argentino, en 2008 y 2009 respectivamente, para abordar la gestión
de residuos de EAS con criterio nacional e integral, con un enfoque inter-
disciplinario y que incluyera las particularidades regionales. En estos talleres se
pusieron de manifiesto problemas comunes a todo el país, agrupados en los
siguientes ejes: gestión externa de residuos, población expuesta a los mismos,
falta de registros de accidentes relacionados, diversidad de normas aplicables y
las características y requerimientos del residuo en sí, que dieron origen a los
lineamientos y componentes del documento inicial de las Directrices para la
Gestión de Residuos en EAS.
En respuesta a las situaciones planteadas en dichos talleres, se iniciaron
dos líneas de trabajo donde se analizaron las normativas jurisdiccionales y de
la gestión externa de los residuos.
En simultáneo, entre los años 2010 y 2014, el Ministerio de Salud de la
Nación ejecutó el Proyecto PNUD 09/002: “Demostración y promoción de las
mejores técnicas y prácticas para la reducción de desechos generados por la
atención de la salud a fin de prevenir emisiones de Dioxinas y Mercurio al
ambiente”, financiado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF por
sus siglas en inglés) e implementado por el Programa de Naciones Unidas para
el Desarrollo (PNUD). Este proyecto se desarrolló simultáneamente en Argen-
tina, India, Letonia, Líbano, Filipinas, Senegal y Vietnam16. En el mismo, como
una tercera línea de trabajo, se desarrollaron programas modelo de gestión de
residuos en EAS de diferente tamaño, complejidad y dependencia jurisdiccional
para generar modelos regionales basados en buenas prácticas, participando de
los mismos el Hospital de Pediatría “Prof. Juan P. Garrahan” de la Ciudad de
Buenos Aires; el Hospital Central de Reconquista “Olga Stucky de Rizzi” de la
provincia de Santa Fe; y el Hospital “Francisco López Lima” de General Roca,
provincia de Río Negro13.
Respecto a los principales hallazgos surgidos de la revisión de la
normativa relacionada con la gestión interna de los residuos de EAS se destaca
que la regulación de los residuos biopatogénicos no siempre está incluida
dentro de la legislación de residuos peligrosos. Otro aspecto es que en muchas
jurisdicciones la autoridad de aplicación está en la esfera ambiental, siendo
necesario un trabajo articulado entre los sectores de ambiente y salud, raras
veces observado. Por otra parte el concepto de “gestión” aplicado a los
residuos está presente sólo en algunas normativas.
La gran diversidad de criterios de abordaje y de denominaciones para un
mismo concepto, es otro de los aspectos relevantes. Valga como ejemplo la
heterogénea caracterización de los residuos incluidos como biopatogénicos y la
disparidad de nomenclatura utilizada para cada instancia del almacenamiento y
en las características de las bolsas, como también la recolección y transporte
interno, los tiempos de permanencia en sitios generadores, las condiciones
generales para el acarreo y registro de datos de generación. Es destacable la
escasa inclusión de la situación y la modalidad a utilizar por los pequeños
generadores en las normativas analizadas6,18.
La segunda línea de trabajo desarrolló el análisis de la gestión externa
de residuos en la Argentina. La disposición final de los RSU presenta una gran
disparidad de escenarios, que va desde una adecuada utilización de rellenos
sanitarios a basurales a cielo abierto sin ningún control, donde se realizan
prácticas de recuperación informal de residuos (cirujeo) pasando por una gama

117
de situaciones intermedias12. Este escenario se da en un contexto donde la
oferta de operadores de residuos biopatogénicos es disímil en el territorio
argentino y está fuertemente condicionada por la demanda del mercado,
generando muchas zonas sin accesibilidad al tratamiento y a la adecuada
disposición final de residuos.
La tercera línea, el Proyecto PNUD ARG 09/002, aportó las bases para
la sustentabilidad, replicabilidad y logro de las buenas técnicas y prácticas en la
gestión de residuos en EAS. En su marco se desarrollaron guías para el
diseño, implementación y evaluación de la gestión y acciones de divulgación2,
lo que permitió sistematizar el trabajo que se venía realizando desde el
Departamento de Salud Ambiental en esta temática.
Todas estas experiencias permitieron sumar al documento preliminar de
las Directrices Nacionales para la Gestión de Residuos de EAS, otros
componentes surgidos de las diversas realidades de la actividad hospitalaria,
como también evaluar la pertinencia del documento y suplir vacíos normativos
a la luz de los conocimientos y experiencias recabadas por el Ministerio. La
experiencia en terreno generó también la elaboración de “Directrices Sanitarias
para la Señalización de la Gestión Interna de Residuos en Establecimientos de
Atención de la Salud”, aprobadas por Resolución MSN Nº 1792/1415.
El documento preliminar de las Directrices Nacionales para la Gestión de
Residuos en EAS fue sometido a revisión, por un lado de referentes claves en
la temática y, por otro, continuando con el proceso participativo federal,
mediante la convocatoria a los referentes jurisdiccionales de salud ambiental a
dos talleres en 2012 y 2013 sobre Lineamientos de Políticas Nacionales con
participación de dieciocho jurisdicciones y representantes de los EAS modelo.
De esta manera el documento fue construido en un proceso iterativo de
revisión y consulta.
Cumplimentados los pasos precitados, el proyecto de Directrices fue
girado para su consideración a la ex-Secretaría de Ambiente y Desarrollo
Sustentable como autoridad de aplicación de la Ley Nacional Nº 24.051, lo que
permitió incorporar los aportes y observaciones planteadas por la misma.

Nuevo marco técnico-jurídico


Las Directrices Nacionales fueron finalmente aprobadas por Resolución
Nº 134/16 del Ministerio de Salud de la Nación, estableciendo así los nuevos
criterios nacionales de referencia en la temática, dado que en su artículo 2º se
derogan las Resoluciones N° 349/94 y N° 134/98 vigentes hasta ese momento.
Como novedoso debe resaltarse que en esta norma se incorporó el
abordaje del manejo de residuos en EAS con un enfoque de gestión,
destacando la adopción de la caracterización de los residuos basada en un
análisis de riesgo en el ciclo de vida de los mismos, superando los criterios
empleados anteriormente en los que la caracterización se hacía en base a una
supuesta peligrosidad intrínseca del residuo, incorporándose ahora al análisis
el entorno donde será dispuesto el mismo y la población potencialmente
expuesta.
Para evaluar la peligrosidad del residuo se consideran no sólo las
características del agente infeccioso y su concentración, sino también la
infectividad, la invasividad, la patogenicidad, la virulencia, la toxicidad y la
resistencia a fármacos14.

118
El análisis de riesgo considera y jerarquiza la vulnerabilidad del entorno
definida por condicionantes locales. Si se consideran los datos globales del
país, el 61% de los habitantes cuenta con disposición de residuos en relleno
sanitario, pero esta proporción nacional esconde grandes desigualdades en su
interior. Si se estratifican los municipios por población se observa una relación
directamente proporcional entre el número de habitantes y la disposición en
rellenos sanitarios. Los municipios muy grandes (más de un millón de
habitantes) cuentan con un 100% de cobertura, los medianos (entre 200.000 y
500.000 habitantes) bajan a un 50%, y los pequeños (menos de 50.000
habitantes) sólo cuentan con un 5% de cobertura8.
La ausencia de rellenos sanitarios se traduce en una disposición de RSU
en basurales a cielo abierto sin ningún control, donde además de generarse
impactos ambientales se realizan prácticas de recuperación informal de resi-
duos12. Además, la población potencialmente expuesta a los residuos en
basurales a cielo abierto presenta altos niveles de vulnerabilidad social que
maximizan el riesgo22.
Por lo antedicho, la aplicación del análisis de riesgo en determinadas
condiciones puede llevar a que algunos residuos se gestionen como
biopatogénicos, no por sus características, sino por la vulnerabilidad del
entorno donde se disponen los residuos domiciliarios de la localidad. En este
sentido, las Directrices dan un listado no taxativo de residuos a ser consi-
derados biopatogénicos para las situaciones en las que esté garantizada la
disposición final de residuos domiciliarios en relleno sanitario, y se habilita
ampliar este listado a partir de la aplicación del análisis de riesgo, en
conformidad con la autoridad de aplicación jurisdiccional14.
Valga como ejemplo el caso de la caracterización de los pañales. Las
Directrices establecen que siempre son residuos biopatogénicos los pañales
contaminados con sangre visible, y/o con parásitos visibles, como así también
los provenientes de áreas de aislamiento y los provenientes de pacientes
sospechosos de futuro aislamiento. El resto de los pañales podrían ser
descartados como residuos biopatogénicos o como asimilables a domiciliario,
tomando esta decisión en base a aplicar un análisis de riesgo local y con
autorización de la autoridad de aplicación jurisdiccional sobre todo para el
descarte como asimilable a domiciliarios. En las Directrices se unificaron las
nomenclaturas utilizadas para las diferentes clases de residuos, adoptando la
clasificación de los residuos como biopatogénicos, químicos, radiactivos y
comunes; y para las etapas operativas de la gestión interna se denominan:
generación, segregación, almacenamientos primario, intermedio y final, y
recolección y transporte14.
El enfoque de gestión es transversal a las Directrices Nacionales,
entendiendo a ésta como un conjunto de actividades mutuamente relacionadas
las cuales convierten a los elementos de entrada en resultados20. Por ello se
parte de la necesidad de que los EAS establezcan una política en relación a los
residuos y consecuentemente planifiquen y programen las acciones a seguir,
debiendo definir compromisos y responsabilidades en la gestión para cada uno
de los niveles, y adaptándolo al tipo y tamaño del EAS.
Las Directrices también definen en forma pormenorizada los requisitos
de insumos, espacios físicos y tiempos para cada una de las etapas operativas.
La diversidad de establecimientos generadores (pequeños, medianos y
grandes) es tenida en cuenta en las etapas operativas, señalándose condi-

119
ciones especiales para aquellos que generan una cantidad inferior a 10
kilogramos/día de residuos biopatogénicos, considerados pequeños
generadores14,19.
Como procesos relacionados con la gestión de residuos, se abordan la
salud del trabajador, la capacitación del personal, los planes de actuación ante
contingencias y algunos considerandos mínimos sobre infraestructura. Particu-
larmente en relación con la salud del trabajador se analizan los peligros y
riesgos relacionados con la tarea, los potenciales daños a la salud derivados
del manejo de residuos y las medidas de prevención14.
Finalmente, las Directrices dan herramientas para la evaluación de la
gestión a través de guías e indicadores que cubren el espectro de situación
inicial y el seguimiento de la gestión. Además se propone una estructura
mínima de manual de gestión interna de residuos14.

Conclusiones
La gestión de residuos de EAS está en un escenario de por sí complejo:
puertas adentro involucra a EAS públicos de dependencia nacional, provincial y
municipal, y EAS no públicos (privados, obras sociales, de colectividades, etc.)
y puertas afuera la normativa para residuos peligrosos difiere de provincia en
provincia; con las realidades que marcan que los municipios son responsables
de la gestión de los RSU y, en algunos casos, hasta han regulado localmente la
gestión de residuos biopatogénicos, conviviendo con la persistencia de
basurales a cielo abierto, la práctica del cirujeo y escasos rellenos sanitarios.
La inclusión del análisis de riesgo en la caracterización de los residuos permite
considerar más de un escenario, que no se limita únicamente al manejo interno
ya que incorpora al ambiente y a los probables expuestos a los residuos en
todo su ciclo de vida.
Las Directrices dan respuesta a la problemática de pequeños
generadores que encuentran dificultades para la aplicación de normas que no
tienen en cuenta sus peculiaridades.
El trabajo conjunto del equipo nacional con los representantes
provinciales logró un consenso técnico de criterios para la gestión de los
residuos generados por la atención de la salud que incluyen la nomenclatura a
aplicar a la clasificación de residuos así como la necesidad de incorporar la
salud del trabajador y temas ambientales y la necesidad de efectuar la revisión
de las normas de forma periódica para incorporar los avances científico-
tecnológicos sin perder de vista las dinámicas regionales.
Surge del trabajo realizado la necesidad de contar con presupuestos
mínimos nacionales para la gestión de residuos en EAS. Hasta tanto no se
sancione una Ley a tal efecto, las Directrices Nacionales para la Gestión de
Residuos en Establecimientos de Atención de la Salud se constituyen en guía
para aquellas jurisdicciones que quieran adecuar sus normativas. Se destaca
que éstas reemplazan a las Resoluciones Nº 349/94 y Nº 134/98 que fueran de
aplicación en aquellas jurisdicciones que adhieren a la Ley Nº 24.051 y al
Decreto Nº 831/93.

Agradecimientos
A todos los referentes provinciales y a los equipos técnicos de los
Hospitales Piloto del proyecto PNUD 09/002 que participaron activamente de
este proceso.

120
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Mercurio al Medio Ambiente. Disponible en: http:// www. msal. gob.ar/ determinan-
tes/images/stories/descargas/residuos/resolucion_553-2009_ participacion_ en_
proyecto_ pnud_sobre_residuos_peligrosos.pdf [consultado: 08 de ago de 2016].
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24. Prüss, A.; Giroult, E.; Rushbrook, P. (1999). Safe management of waste from
health-care activities. Geneve, Switzerland: World Health Organization.

122
¿Qué es el IRAM?
El IRAM, Instituto Argentino de Normalización y Certificación, es una
asociación civil sin fines de lucro, constituida como tal en 1935.
El IRAM se constituyó como el primer organismo de normalización que
se fundó en toda Latinoamérica, el tercero de América.
En el marco del Decreto 1474/94 del Poder Ejecutivo Nacional, por el
cual se crea el Sistema Nacional de Normas, Calidad y Certificación, y, a través
de un Convenio, firmado a principios de 1995, con la Secretaría de Industria,
Comercio y Minería, órgano de aplicación del Sistema Nacional de Normas
Calidad y Certificación, el IRAM es designado como el Organismo Argentino de
Normalización.
IRAM, en su rol de Organismo Nacional de Normalización, desarrolla de
manera participativa, transparente y por consenso, normas técnicas que
contribuyen a mejorar la calidad de vida, el bienestar y la seguridad de
personas y bienes, que promueven el uso racional de los recursos y la
innovación, y que facilitan la producción, el comercio y la transferencia de
conocimiento.
Cada país tiene su Organismo Nacional de Normalización, en Argentina
es IRAM, Instituto Argentino de Normalización y Certificación.
A nivel regional, IRAM forma parte de la COPANT, Comisión
Panamericana de Normas Técnicas, y de la AMN, Asociación MERCOSUR de
Normalización. La participación de IRAM en estos organismos se concreta
canalizando las propuestas y coordinando los grupos de trabajo de los sectores
argentinos que toman parte de las reuniones regionales de normalización.
A nivel internacional, IRAM representa a la ISO, Organización
Internacional de Normalización.
En IRAM, el proceso de elaboración de normas, se hace a través de los
Organismos de Estudio de Normas, con la participación de representantes de
distintas organizaciones que pertenecen a los tres sectores involucrados en la
creación de una norma, los productores, los consumidores y los responsables
del velar por el interés general y el bien común. Todo el proceso se realiza,
siempre, bajo los siguientes principios: participación balanceada, coherencia
técnica, consenso y transparencia.

MISIÓN
Nuestra razón de ser
Contribuir a mejorar la calidad de vida, el bienestar y la seguridad de
personas y bienes, promover el uso racional de los recursos y la innovación,
facilitar la producción, el comercio y la transferencia de conocimiento.
Para ello, brindamos servicios de normalización, certificación, formación
de recursos humanos y de acceso a la información, en el ámbito nacional,
regional e internacional, interactuando con todos los sectores productivos y de
servicios, los consumidores, los gobiernos y la comunidad en general.

VALORES
o Trayectoria
o Compromiso
o Confiabilidad
o Independencia
o Profesionalismo

123
VISIÓN
¿Cómo queremos ser?
Ser una Institución referente en el ámbito Nacional, Regional e
Internacional para la mejora de la competitividad, el desarrollo sostenible y la
calidad de vida del ciudadano.

Subcomité Bioseguridad
Este organismo de estudio de normas IRAM funciona desde hace más
de 16 años.
Se dedica al estudio de normas relacionadas con la bioseguridad. Entre sus
normas se destacan las relacionadas con:
• el transporte terrestre de especímenes para diagnóstico y el plan de con-
tingencia asociado,
• la clasificación de los agentes infecciosos por grupo de riesgo para
humanos y animales, y su relación con los niveles de bioseguridad
según la actividad desarrollada,
• los requisitos que deben cumplir los contenedores descartadores de cor-
topunzantes no reutilizables,
• las áreas limpias y zonas asociadas controladas.

Subcomité Gestión del Riesgo Biológico y Biotecnología


Este organismo de estudio de normas se formó en diciembre de 2014,
como respuesta a la creación del ISO/TC 212/WG 5 - Laboratory biorisk
management, en ese mismo año.
Este subcomité participa de los siguientes comités técnicos de estudio de
normas ISO:
• ISO/TC 276 – Biotechnology (Biotecnología),
• ISO/TC212/WG 5 - Laboratory biorisk management (Gestión del riesgo
biológico): Este comité técnico estudia la ISO 35001 sobre gestión del
riesgo biológico.

124
El desafío de normalizar la gestión del riesgo biológico.
Desarrollo de la norma ISO 35001 para la gestión del riesgo biológico

Purita, A. S.
Instituto Argentino de Normalización y Certificación.
apurita@iram.org.ar
Perú 556 (C1068AAB).Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina, (54-11)
4346-0691.

Resumen
El objetivo de la norma ISO 35001-Biorisk management for laboratories and
other related organizations es establecer un sistema de gestión del riesgo
biológico que permita identificar, evaluar, controlar y hacer un seguimiento de
los riesgos asociados a los materiales biológicos y toxinas. Esta norma
internacional será aplicable a laboratorios de todo tipo u otra organización
relacionada que trabaja, almacena, transporta y/o realiza la disposición final de
los materiales biológicos o toxinas. Su objetivo es complementar las normas
internacionales vigentes para los laboratorios. Como antecedente se tomó al
documento CEN Workshop Agreement, CWA 15793 -Laboratory Biorisk Mana-
gement. La ISO 35001 podrá integrarse con otros sistemas de gestión que se
encuentren implementados en el laboratorio. El IRAM (Instituto Argentino de
Normalización y Certificación) participa activamente del estudio internacional de
la ISO 35001, desde la especificación de diseño de la norma y además tiene un
representante en el comité de redacción conformado para tal fin.

Palabras clave: ISO 35001, gestión del riesgo biológico, bioseguridad, bio-
custodia, riesgo.

Abstract
The aim of the ISO 35001-Biorisk management for laboratories and other
related organizations is to establish a biorisk management system to identify,
assess, control and monitor the risks associated with hazardous biological
materials and toxins. This International Standard is applicable to any laboratory
or other organization that works with, stores, transports and/or disposes of
hazardous biological materials or toxins. This international standard is intended
to complement existing international standards for laboratories. As background
was taken to document CEN Workshop Agreement CWA 15793-Laboratory
Biorisk Management. ISO 35001 can be integrated with other management
systems that are implemented in the laboratory. The IRAM (Instituto Argentino
de Normalización y Certificación) actively participates in international study of
ISO 35001, from the design specification of the standard and also has a
representative on the drafting committee formed for this purpose.

Key words: ISO 35001, biorisk management system, biosafety, biosecurity, risk

Introducción
Si bien se disponen de normas internacionales y nacionales que
establecen lineamientos para gestionar el riesgo en las organizaciones, surgió
la necesidad de disponer de una norma específica para la gestión del riesgo
biológico.

125
En consecuencia, se comenzó con el estudio de una norma internacional
específica para tal fin, denominada ISO 35001–Biorisk management for
laboratories and other related organizations (Gestión del riesgo biológico en
laboratorios y en otras organizaciones relacionadas). Esta norma aún se
encuentra dentro del período de redacción y estudio, por lo cual su título es
provisorio ya que aún puede ser modificado (Agosto de 2016).
Los factores claves en el establecimiento y la implementación de un
sistema de gestión del riesgo biológico incluye: el compromiso de la alta direc-
ción para proporcionar los recursos adecuados; priorizar y comunicar la
decisiones con respecto de la biocustodia, la biocontención y la política de bio-
seguridad; establecer las expectativas de desempeño e integrar la gestión del
riesgo biológico en toda la organización; y además identificar oportunidades de
mejora y prevención, determinando la causa raíz de las no conformidades y
prevenir la recurrencia.
Otro factor clave en el establecimiento y la implementación de un
sistema de gestión del riesgo biológico es el enfoque en la mejora continua pa-
ra hacer que ésta sea un objetivo para cada proceso de la organización; para
contrastar la evaluación periódica con respecto a los criterios de riesgo esta-
blecidos con la finalidad de identificar áreas de mejora potencial; para mejorar
la eficacia y eficiencia de los procesos; para promover las actividades de pre-
vención; para proporcionar al personal de la organización la capacitación ade-
cuada para apoyar la gestión del riesgo biológico, que incluyan los métodos y
las herramientas para la mejora continua; para establecer medidas y objetivos
de mejora; y también para para reconocer dicha mejora.

Antecedentes para el estudio de la ISO 35001: CWA 15793


Como resultado de un taller a nivel del Comité Europeo de
Normalización (CEN Workshop Agreement, de cuyas siglas en inglés surge la
denominación CWA), en el 2008 se publicó la primera edición del documento
CWA 15793-Laboratory Biorisk Management1 (Gestión del riesgo biológico
en el laboratorio).
El CWA 15793 es un documento que se aplica a los laboratorios que
gestionan, almacenan y/o disponen de los materiales biológicos y toxinas, y
además brinda lineamientos para gestionar el riesgo biológico.
En el desarrollo de la primera edición del CWA 15793 participaron 76
delegados representantes de los países siguientes: Argentina, Australia,
Bélgica, Canadá, China, Dinamarca, Alemania, Ghana, Hong Kong, Hungría,
Irlanda, Japón, Kazajstán, Kirguistán, Letonia, Países Bajos, Noruega, Rusia,
Singapur, España, Suecia, Suiza, el Reino Unido y los Estados Unidos. La
OMS también participó en el taller.
Posteriormente hubo una etapa de discusión pública, en la cual se
sumaron los comentarios de un adicional de 33 partes interesadas
provenientes de: Argentina, Canadá, Europa, Rusia, Taiwán y los Estados
Unidos.
El CWA 15793:2008 fue renovado en el 2011, la cual fue su segunda
edición (CWA 17493:2011). La versión del 2011 del CWA 15793 expiraría en el
2014.
El Consejo Técnico del CEN decidió no prorrogar el CWA 15793:20011 o
su documento de orientación compañero, el CWA 16393:2008-Laboratory
biorisk management-Guidelines for the implementation of CWA 15793:20082

126
(Gestión del riesgo biológico en el laboratorio-Guía para la implementación del
CWA 15793:2008), por lo tanto decidió retirarlo del CEN y alentó su conversión en
normas internacionalmente reconocidas.
En abril de 2013, la International Federation of Biosafety Associations
(IFBA) emitió una declaración de posición instando a la comunidad de
bioseguridad a "actuar con rapidez con el fin de iniciar un camino a seguir para
que el CWA 15793 se transforme en un documento internacional para gestionar
el riesgo biológico”.
El 20 de junio de 2013, la European Biosafety Association (EBSA)
organizó en Suiza una reunión especial para debatir sobre el futuro de CWA
15793: 2011. El objetivo fue identificar un camino para preservar y fortalecer el
documento a posteriori del 2014, con la finalidad de que se mantenga como el
principal documento internacional sobre la gestión del riesgo biológico.
En la mencionada reunión estuvieron presentes 54 delegados, que
representaban a 20 países, al Comité Europeo de Normalización (CEN), a la
ISO, a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y a varias asociaciones
nacionales y regionales de bioseguridad.
Entre las opciones consideradas se incluyó la conversión del CWA
15793: 2011 a una norma Europea o a una norma ISO.

Materiales y métodos
Conversión del CWA 15793 a norma ISO 35001
Preliminary Work Item Proposal
En octubre de 2013 los integrantes del ISO/TC 212 recibieron una
consulta para desarrollar un nuevo estudio de norma internacional, que en
términos de ISO se denomina Preliminary Work Item Proposal3. De aprobarse
el nuevo estudio, a esta norma se le otorgaría el número: ISO 35001 y el título
provisorio sería “Laboratory Biorisk Management” (Gestión del riesgo
biológico). Cabe aclarar que a medida que avanzó el estudio del documento el
título fue modificándose.
La Secretaría Central de ISO consultó al ISO/TC 212 (ISO Tecnical
Committee Clinical laboratory testing and in vitro diagnostic test system) si
estaba de acuerdo con la conversión del CWA 15793:2011 a norma
internacional ISO 35001 bajo su ámbito de aplicación actual. La ISO 35001 se
estudiaría bajo el formato de una norma de sistema de gestión3,8.

Integración de sistemas de gestión


La ISO 35001 sería compatible con las normas siguientes12:
• ISO 9001:2015 - Environmental management systems - Requirements with
guidance for use.
• ISO 14001:2015 - Environmental management systems - Requirements with
guidance for use.
• ISO/DIS 45001 - Occupational health and safety management systems -
Requirements with guidance for use (norma en estudio, a la fecha: agosto
de 2016)7.
Las normas anteriormente citadas tienen como base un sistema de gestión.
El objetivo común es facilitar la integración de todos los sistemas de gestión
implementados en una organización, es decir, los sistemas de gestión de la
calidad, ambiental, de salud y seguridad ocupacional. Esto es posible debido a

127
que la estructura de las nuevas ediciones de estas normas se basa en la
denominada “High Level Stucture” (estructura de alto nivel) de ISO.
Este proyecto se aprobó y ello dio origen a la formación de un grupo de
trabajo específico para que lo estudie, denominado ISO/TC 212/WG 5,
Laboratory Biorisk Management, el cual es parte del comité técnico ISO/TC
212.
Ambos organismos de estudio de normas a nivel internacional, el
ISO/TC 212/WG 5 y el ISO/TC 212, tienen su grupo de trabajo o subcomité
espejo en IRAM. Los mencionados organismos nacionales se denominan
respectivamente Comisión Gestión del Riesgo Biológico y Subcomité Análisis
Clínicos. Además, en IRAM funciona el Subcomité Bioseguridad que también
está íntimamente relacionado con esta temática. Los mencionados organismos
de estudio de normas nacionales están conformados por reconocidos
especialistas en los temas que se encuentran incluidos en los respectivos
planes de estudio de normas. La coordinadora de dichos organismos es la
Bioq. Analía Purita.
Desde la recepción de la propuesta de estudio de la futura ISO 35001,
Argentina, representada por IRAM ante ISO, el organismo nacional de
normalización, participa activamente en el estudio de la norma.
IRAM participa desde la etapa inicial, es decir, desde la “especificación de
diseño de la norma”, y actualmente además mediante el envío de comentarios,
la participación en votaciones y la asistencia a las reuniones del
ISO/TC 212/WG 5.
El estudio de la ISO 35001 se efectúa en forma conjunta con expertos en
biotecnología, bioseguridad y gestión del riesgo biológico.

Discusión
Reuniones del ISO/TC 212/JWG 5 - Laboratory Biorisk Management
La reunión inaugural5 se realizó los días 13 y 14 de enero de 2015 en la
sede la British Standards Institute (BSI, es el Instituto de Normas Británico), en
Londres, Inglaterra. La finalidad fue el estudio de la ISO 35001-Laboratory
Biorisk Management-Requirements with guidance for use. Título inicial del
documento, que luego fue modificándose.
Asistieron a la mencionada reunión 33 delegados y 4 coordinadores.
Como representante de IRAM-Argentina, asistió a la reunión la Bioq. Analía
Purita.
Integrantes representantes de los siguientes países:
• Alemania
• Argentina, representado por IRAM, Instituto Argentino de Normalización
y Certificación
• Bélgica
• Canadá
• Estados Unidos
• Japón
• Nigeria
• Reino Unido
• Suecia, representado por el SIS, Swedish Standards Institute; Instituto
Sueco de Normalización

128
Integrantes representantes de las siguientes organizaciones:
• ABSA, American Biological Safety Association
• CLSI, Clinical and Laboratories Standards Institute
• IRMM, Institute for Reference Materials
• OIE, World Organization for Animal Health
• WHO, World Health Organization
• Asia-Pacific Biosafety Association
• Bayer Cropscience/ EBSA, European Biosafety Association
• IFBA, International Federation of Biosafety Associations
• Deutsche Industrievereinigung Biotechnologie (DIB) im VCI
• University of Toronto
• Robert Koch Institute, National Public Health Institute of Germany
• Toho University School of Medicine
• Animal Research Service
• Leibniz-Institut DSMZ – Deutsche
• Sammlung von Mikroorganismen und Zellkulturen GmbH
• Defence Science & Technology Laboratory, Porton Down
• Tokai University School of Medicine
• International Biosafety Workgroup
• Emory University
• National Institute of Infectious Diseases
• Sandia National Laboratories
• Public Health Agency of Canada
• ISO/TC 34/US Department of Agriculture
• US Army Medical Research Institute of Infectious Diseases
• JISC/METI
• Federal Ministery of Nigeria Agricultural Quarantine
• Service try of Agriculture and Rural Development

Se analizaron los comentarios que diferentes expertos enviaron sobre el


CWA 15793:2011, con la finalidad de conocer las necesidades de los
“stakeholders” (partes interesadas) de la futura norma ISO 35001.
En la reunión del ISO/TC 212/WG 5 se discutió la “especificación de
diseño”4 de la norma ISO 35001. La finalidad de la especificación de diseño es
comunicar a los miembros del ISO/TC 212/WG 5 y a otras partes interesadas:
• El propósito y el alcance de la ISO 35001.
• Las necesidades de los “stakeholders”.
• Qué “stakeholders” se verían involucrados en la norma.
• Las normas relacionadas.
• Los requisitos para el diseño de la ISO 35001.

Se realizó una segunda reunión del ISO/TC212/WG 5 durante los días 11 y


12 de noviembre de 2015, en Geel, Bélgica, en las Instalaciones del Join
Research Centre, de la European Commision.
Se formó un “Drafting team ISO 35001” (Grupo redactor de la ISO 35001). Este
grupo está integrado principalmente por especialistas de organizaciones de
bioseguridad provenientes de los siguientes países: Argentina, Bélgica, Canadá,

129
Estados Unidos, Japón y Suecia. Desde noviembre de 2015, la Bioq. Analía
Purita, integra el “Drafting team ISO 35001”.
Los miembros del “Drafting team ISO 35001” serán los encargados de
redactar los lineamientos de la futura norma ISO 35001. La norma en estudio
se basará en los documentos siguientes: CWA 15793, CWA 16393, ISO/DIS
450017, las Directivas de ISO y los lineamientos establecidos en la primera
reunión del ISO/TC 212/WG 5 hecha en Londres en enero de 2015).
Este grupo ha realizado varias teleconferencias para avanzar con el
desarrollo de los capítulos de la ISO 35001, con la finalidad de integrar la CWA
15793 en la estructura de alto nivel establecida por ISO para estudiar las
normas de sistemas de gestión.
Se estima que a principio de septiembre de 2016 el grupo de redacción
enviará un documento de trabajo para que los miembros del ISO/TC 212/WG 5
puedan analizarlo y enviar sus comentarios, los cuales se analizarán en la
reunión que se realizará en noviembre de 2016, en Kobe, Japón.
Se prevé publicar la norma ISO 35001 en octubre de 2017.

Resultados
Contenido tentativo de la ISO 35001
Uno de los principales cambios de la ISO 35001 con respecto de la
CWA 15793:2001 es que en la norma ISO 35001 se cambiarán, en el alcance,
los términos “agentes biológicos” por “materiales biológicos”.
Además se propone como título de la ISO 35001: “Biorisk management
for laboratories and other related organizations” en lugar de “Laboratory biorisk
management” como el de la CWA 15793.

Título:
ISO 35001 - Gestión del riesgo biológico en laboratorios y en otras organiza-
ciones relacionadas

Alcance:
La norma internacional ISO 35001 define un proceso para identificar,
evaluar, controlar y vigilar los riesgos asociados con los materiales biológicos
peligrosos y toxinas. Esta norma internacional es aplicable a cualquier
laboratorio u otra organización que trabaja, almacena, transporta y/o dispone
de los materiales biológicos o toxinas. Esta norma internacional tiene por objeto
complementar las normas internacionales vigentes para los laboratorios.

Exclusiones:
Esta norma internacional no está prevista para realizar análisis de
laboratorio con la finalidad de detectar la presencia de microorganismos y/o
toxinas en alimentos o piensos.
Esta norma internacional no está prevista para la gestión de riesgos
del uso de cultivos genéticamente modificados.

Índice:
Prólogo
0 Introducción
1 Objeto y campo de aplicación
2 Referencias normativas

130
3 Términos y definiciones
4 Contexto de la organización
4.1 Comprensión de la organización y de su contexto
4.2 Comprensión de las necesidades y expectativas de las partes
interesadas
4.3 Determinación del alcance del sistema de gestión del riesgo biológico
4.4 Sistema de gestión del riesgo biológico
5. Liderazgo
5.1 Liderazgo y compromiso
5.2 Política
5.3 Roles, responsabilidades y autoridades en la organización
5.3.1 Alta dirección
5.3.2 Dirección
5.3.3 Comité de gestión del riesgo biológico
5.3.4 Asesor en gestión del riesgo biológico
5.3.5 Dirección científica
6 Planificación
6.1 Acciones para abordar riesgos y oportunidades
6.1.1 Identificación de peligros o amenazas
6.1.2 Evaluación del riesgo
6.1.3 Mitigación del riesgo
6.1.4 Evaluación del desempeño
6.2 Objetivos y planificación de la gestión del riesgo biológico
7 Apoyo
7.1 Recursos
7.1.1 Programa de salud para el personal
7.1.1.1 Inmunización del personal
7.2 Competencia
7.2.1 Factores de comportamiento y gerenciamiento del trabajador
7.2.2 Fiabilidad del personal
7.3 Toma de conciencia
7.3.1 Entrenamiento
7.4 Comunicación y consulta
7.5 Información documentada
7.5.1 Generalidades
7.5.2 Creación y actualización
7.5.3 Control de la información documentada
7.5.4 Seguridad de la información
7.6 Personal externo
7.7 Personal de seguridad
7.8 Evaluación de proveedores
8. Operación
8.1 Planificación, diseño y verificación
8.1.1 Recursos humanos
8.1.2 Seguridad física
8.2 Puesta en servicio y desmantelamiento
8.3 Mantenimiento, control, calibración, certificación y validación
8.4 Salud y seguridad ocupacional
8.5 Inventario e información sobre agentes biológicos y toxinas
8.6 Buenas prácticas en microbiología

131
8.7 Vestimenta y equipos de protección personal
8.8 Inactivación de agentes biológicos y toxinas
8.9 Inactivación de muestras
8.10 Gestión de los residuos y control de la contaminación
8.11 Respuesta ante emergencias y planes de contingencia
8.11.1 Escenarios de emergencias
8.11.2 Planes de emergencias
8.11.3 Ejercicios de emergencias y simulacros
8.11.4 Planes de contingencia
8.12 Transporte de materiales biológicos y toxinas
8.12.1 Seguridad en el transporte
9 Evaluación del desempeño
9.1 Seguimiento, medición, análisis y evaluación
9.1.1 Investigación de accidentes e incidentes
9.2 Auditoría interna e inspecciones
9.2.1 Objetivos de la auditoría interna e inspecciones
9.2.2 Procesos de la auditoría interna e inspecciones
9.3 Revisión por la dirección
10 Mejora
10.1 No conformidad y acción correctiva
10.1.1 Generalidades
10.1.1.1 Evaluación de las no conformidades
10.1.1.2 Establecimiento de acciones correctivas
10.2 Mejora continua
10.2.1 Objetivos para la mejora continua
10.2.2 Proceso de mejora continua
Anexo A (informativo)

Conclusiones
Disponer a la brevedad de una norma internacionalmente reconocida y
específica para la gestión del riesgo biológico, la cual sea aplicable a los
laboratorios y a las organizaciones relacionadas, permitirá brindar lineamientos
orientados a las áreas anteriormente mencionadas para así facilitar la
identificación de los riesgos asociados con las actividades que se llevan a
cabo.
El hecho de que la norma ISO 35001 sea redactada por expertos en
bioseguridad, en biotecnología y en las actividades propias del laboratorio
clínico, permitirá que el lenguaje empleado en el documento sea el apropiado a
las actividades que se realizan y además contemplará sugerencias y
recomendaciones que agregarán valor para gestionar el riesgo biológico
adecuadamente.
La activa participación de los expertos de Argentina en el estudio
internacional de la norma ISO 35001 permitirá colaborar en la redacción de los
requisitos que se incluirán en dicha norma ISO.
Es muy importante destacar la labor y el compromiso de los expertos
nacionales que integran los siguientes organismos de estudio de normas del
IRAM siguientes: Comisión Gestión del Riesgo Biológico, Subcomité Análisis
Clínicos y Subcomité Bioseguridad.
Se prevé que cuando la ISO 35001 se publique como norma ISO, se
realizará la adopción idéntica a nivel nacional y se convertirá en la IRAM-ISO

132
35001. Dicha norma se publicará en español, por lo tanto será de fácil acceso y
comprensión para quienes deseen consultarla e implementarla en sus
organizaciones.

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1)
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133
Resúmenes presentados en reuniones científicas,
jornadas y congresos

Compostado de aves muertas


1,2
Fain Binda, Virginia; 1Albornoz, Juan; 1,3Canet, Z. 2Rondelli, F.
1
EEA Pergamino (INTA). 2Cátedra de Inmunología. 3Cátedra de Genética.
Facultad de Ciencias Veterinarias. Universidad Nacional de Rosario (U.N.R).
fainbinda.virginia@inta.gob.ar

El compostaje o compostado es un proceso físico, químico y microbiológico de


transformación de la materia orgánica (MO), producido en condiciones
aeróbicas, que origina dióxido de carbono, agua y calor. Como resultado de
dicha transformación se obtiene el compost, un producto estable, maduro, de
color marrón oscuro o negro ceniza y sin olores desagradables1 y ofrece una
alternativa económica para la eliminación de animales muertos, incluyendo las
aves. El material compostado es seguro al medio ambiente y una enmienda
valiosa para ciertos cultivos. Además como ventajas podemos citar: asegura la
eliminación de la mayoría de los patógenos debido a las altas temperaturas
alcanzadas ayudando al control de brotes de enfermedades; se realiza en
cualquier época del año; no se necesita equipamiento especial y demanda
pocos requisitos de gestión2. El proceso depende de los microorganismos
presentes para digerir los componentes orgánicos. Los materiales con carbono
suministran energía para los microbios, mientras que los cadáveres aportan
material nitrogenado para la síntesis de proteína microbiana. Para que un
compostaje presente condiciones ideales para el desarrollo de los organismos
que llevan el proceso adelante son necesarias: una relación de carbono/
nitrógeno (C/N) de 25:1 a 30:1, una humedad de 50-60% y una temperatura de
un rango entre 43 a 65ºC (55ºC durante 3 días consecutivos son suficientes
para eliminar la mayoría de las bacterias patógenas, parásitos y virus)2.Se
puede realizar en casetas con piso de cemento (que evita que los lixiviados
penetren en la tierra), techo, y cajones de madera dura separadas entre sí por
2 cm para facilitar la aireación estática. El proceso de compostado de las aves
muertas consiste en colocar una capa de material de cama usada de 30 cm y
sobre ésta, una capa de paja seca de 10 cm. Luego, se acomodan los
cadáveres dispuestos lado a lado, sin encimarlos y alejados de las maderas
laterales (10 cm). A continuación, se rocía agua para proporcionar humedad y
se tapa con cama usada sin dejar al descubierto ninguno de los cuerpos. Se
llena el cajón siguiendo este procedimiento hasta alcanzar una altura de 1,20
m. A los 21 días de haber puesto la última capa, todo el cajón debe ser
removido a otro, favoreciendo así la aireación. Los tiempos de compostado
varían en función del tamaño de los cadáveres, temperatura y factores
fisiológicos, entre otros. En el caso de pollos parrilleros (2,8 kg de promedio) el
proceso estaría terminado 21 días posteriores a esta aireación. El producto
obtenido puede permanecer en el cajón hasta 6 meses4. Para minimizar la
manipulación y por lo tanto, prevenir la generación de aerosoles, las aves no
deben ser aplastadas, cortadas o desmenuzadas antes de ser añadidas a la
pila2. El objetivo de este trabajo fue probar diferentes tiempos de compostado
de aves muertas distintas a pollos parrilleros. Se utilizaron aves Reproductoras

134
Camperos: machos (4 kg) y hembras (3,2 kg); Reproductoras Ponedoras:
machos (3,2kg) y hembras (2,8 kg); y Pavos (hasta 12 kg). Para esto se
llenaron 2 cajones de la manera antes descripta en diferente época del año
(Cuadro 1).

Cuadro 1. Llenado de cajones. Fecha y peso (kg) por categoría de animales

CAJÓN 1 CAJÓN 2
FECHA INICIO 27/04/2015 27/05/2015
FECHA LLENADO 26/05/2015 27/07/2015
MACHOS PESADOS 144 156
HEMBRAS PESADAS 118 201
MACHOS LIVIANOS 61 42
HEMBRAS LIVIANAS 224 182
PAVOS 144 156

Las temperaturas promedio de cada cajón se obtuvieron registrando este


parámetro una vez al día en 3 puntos (alto, medio y bajo) con termómetro
digital. Se encontraron temperaturas ≥ 55ºC durante 25 días consecutivos en el
cajón 1 y por 36 días en el cajón 2. El volteo para aireación de ambos cajones
se realizó cuando el cajón 2 alcanzó temperaturas semejantes a las iniciales
(30ºC, a 75 días de llenado). El compost se encontró terminado a los 35 días
del volteo en ambos cajones con presencia de huesos limpios, algunas plumas,
aspecto de tierra y sin olores desagradables. El análisis químico del material
final arrojó los siguientes resultados: pH: 7,9; conductividad eléctrica (CE) 9,6
dS/m; MO: 61%; C/N: 17,7. Se puede concluir que para estas categorías
animales son necesarios al menos 75 días de compostado previo a la
aireación, para obtener un producto terminado que si bien sería de buena
calidad según los estándares conocidos, podrían corregirse los valores de pH y
CE con sustratos, pudiendo así utilizarlo puro. Las temperaturas alcanzadas
serían suficientes para sanear el material, incluso, en caso de presencia de
enfermedad. En trabajos posteriores se evaluarán otras combinaciones de
sustratos intentando modificar estos valores de modo de obtener un compost
con mejores características.

Bibliografía
1. Norma Chilena Oficial. Nch2880. Año 2008.
2. Bonhotal, J., Schwarz, M., Brown, N. (2008). Natural Rendering: Composting
Poultry Mortality. The Emergency Response to Disease Control. Cornell Waste
Management Institute.
3. Methods and microbial risks associated with composting of animal carcasses in the
United States. JAVNA, Vol 234, Nº 1, January 1, 2009.
4. Arbiza, H. (2005). Manejo de aves muertas. Compost. Amevea, Entre Ríos.

Presentado en las XVII Jornadas de Divulgación Técnico-Científicas 2016 Facultad de


Ciencias Veterinarias. IV Jornada Latinoamericana- II Jornadas de Ciencia y Tecnología
2016 Facultad de Ciencias Agrarias- I Reunión Transdisciplinaria en Ciencias Agrope-
cuarias 2016 Universidad Nacional de Rosario. 22 y 23 de septiembre de 2016 Casilda /
Zavalla - Santa Fe - Argentina.

135
Características del huevo con el agregado de polifenoles de quebracho
colorado (Schinopsis lorentzii) en la dieta de gallinas ponedoras
1
Rodríguez Jáuregui, María Gabriela; 4Advínculo, Sabina; 2Álvarez, Carina
Haydee; 2Perrotta, Cristian Hernán; 2Savoy, Juan Pablo; 2Savoy, Julio César;
2
Viola, María Nair; 3Craveri, Ana María; 2Antruejo, Alejandra Edit
1
Becaria del Programa de Becas de Promoción de las Actividades Científicas y
Tecnológicas. 2Cátedra de Producción Avícola y Pilíferos. 3Cátedra de
Bioestadística. 4Cátedra de Genética. Facultad de Ciencias Veterinarias,
Universidad Nacional de Rosario (UNR) rodriguezjauregui.mg@gmail.com

Dentro de las medidas de bioseguridad implementadas en la mayoría de las


granjas avícolas, se realiza alguna de las propuestas físicas, químicas y/o
biológicas que componen el Manejo Integrado de Plagas (MIP) o la
combinación de dos o más de ellas; ya que la presencia descontrolada de
moscas llega a ser un verdadero flagelo donde las condiciones sanitarias, de
bioseguridad, bienestar animal y humano, ecológicas y económicas, hacen
peligrar la eficiencia productiva de la explotación avícola. Entre las alternativas
a este MIP, está el uso de polifenoles de quebracho colorado (Schinopsis
lorentzii) en la dieta de gallinas ponedoras para controlar la población de
moscas en establecimientos avícolas (Antruejo et al, 2014)1. El objetivo de este
trabajo fue evaluar el efecto del uso de estos polifenoles en la dieta de gallinas
ponedoras sobre el peso, la calidad interna, y el espesor de la cáscara del
huevo, siendo estas variables significativas para la valoración de una
producción sustentable. El estudio se desarrolló, durante un año, en el galpón
de gallinas ponedoras ubicado en el Parque Avícola de la Facultad de Ciencias
Veterinarias de la UNR, en la ciudad de Casilda, Santa Fe. El mismo tiene una
dimensión de 4 x 16 metros, con 500 aves Hy Line Brown de 50 semanas de
edad. Las aves se asignaron aleatoriamente a dos tratamientos, constituyendo
dos grupos con idénticas condiciones de manejo y alimentación, excepto por el
agregado de polifenoles (Schinopsis lorentzii), a razón de 1000 g por tonelada
de dieta (Antruejo et al, 2014)1 en uno de los grupos (Grupo Tratado), el otro
recibió la misma dieta sin el agregado de polifenoles (Grupo Control).
Mensualmente, y durante 12 meses consecutivos, se extrajeron al azar 30
huevos de cada grupo y se efectuaron las mediciones de las variables
consideradas. Las variables analizadas fueron: 1) Peso del huevo, se pesaron
los huevos de cada grupo individualmente, para ello se utilizó una balanza
digital de precisión (200 g ± 0,01 g) Posteriormente se procedió al cascado
individual de los huevos, volcando su contenido sobre un vidrio de 30 cm x 30
cm, y se midieron los diámetros y alturas de la yemas por el método de Funk,
con un calibre digital Mahr, a partir de lo cual se obtuvo el 2) Índice de la yema
(cociente de la división de la altura de la yema por la semisuma de los dos
diámetros de la misma en presencia de la albúmina), el cual varía en forma
directamente proporcional a la frescura del huevo. Ambas mediciones, 1 y 2,
fueron comparadas con los estándares del Servicio Nacional de Sanidad y
Calidad Agroalimentaria (SENASA, 2013)4; el 3) Espesor de la cáscara, se
midió en su espesor (mm) a la altura del ecuador del huevo, para ello se usó un
micrómetro mecánico Digimess y se lo comparó con los espesores de Menher
(1969)3. El espesor de la cáscara es una variable para medir calidad de huevo
integralmente, ya que los huevos con cáscaras más delgadas están sujetos a

136
una evaporación más intensa, perdiendo el peso con mayor rapidez. Una
cáscara más resistente es aquella que puede absorber y tolerar mayor impacto
y otras fuerzas físicas sin agrietarse. La integridad de la cáscara está
relacionada con su estructura y el patrón con el cual los minerales de calcio se
deben depositar (es decir, organización y tamaño del cristal) para formar las
diferentes capas de la cáscara (Hy-line, 2013)2, y finalmente, el 4) Color de la
yema, se midió usando un estándar universal como es el colorímetro de
Roche. Para evaluar el efecto del uso de polifenoles en la dieta de gallinas
ponedoras sobre las variables consideradas se realizó un análisis comparativo
de muestras independientes. Además, los valores obtenidos para estas
variables fueron cotejados con los estándares de la línea genética utilizada (Hy-
line, 2013)2. El resultado del análisis descriptivo se consigna en la Tabla 1. Del
análisis comparativo (Tabla 2) resulta que para las variable “peso del huevo”,
“índice de Funk” y “color yema” no hay evidencia en la muestra como para
concluir que existan diferencias significativas en los valores promedios de estas
variables entre el grupo tratado y el grupo control. Mientras que en la variable
“espesor de cáscara” (mm) se observa diferencia significativa (p<0.05)
resultando en el grupo tratado una estimación del espesor de la cáscara entre
0,445 y 0,467 mm y en el grupo control entre 0,481 y 0,521 mm. Ambos
intervalos, de 95% de confianza, cubren valores paramétricos por encima del
estándar (Menher 1969)3.

Tabla 1. Medidas descriptivas para las variables bajo estudio según tratamiento

Características Desvío Primer Tercer


Tratamiento Mínimo Máximo Media Mediana
del huevo Estándar Cuartil Cuartil

Con Peso 54 86 68,5 6,5 68 64 72


Polifenoles Espesor 0,28 0,57 0,456 0,051 0,47 0,42 0,49
(Grupo cáscara
Tratado) Índice yema 0,3817 0,7123 0,573 0,116 0,6036 0,5349 0,6257
Color yema 8 12 10,1 1,0 10 9 11

Sin Peso 56 80 68,6 5,7 68 64 72


Polifenoles Espesor 0,33 0,86 0,501 0,097 0,47 0,44 0,53
(Grupo cáscara
Control) Índice yema 0,4096 0,7087 0,572 0,072 0,5898 0,5095 0,6248
Color yema 8 12 9,9 0,95 10 9 10

Tabla 2. Efecto del uso de polifenoles en la dieta sobre las características del
huevo

Características del huevo


Tratamiento
Peso (g) Espesor cáscara (mm) Índice yema Color yema

Con Polifenoles
68,5 ± 6,5 0,456 ± 0,051 0,573 ± 0,116 10,1 ± 1,0
(Grupo Tratado)

Sin Polifenoles
68,6 ± 5,7 0,501± 0,097 0,572 ± 0,072 9,9 ± 0,95
(Grupo Control)

Valor de p 0,92 <0,05 0,97 0,17

137
Debido a las características favorables ya demostradas de los polifenoles sobre
el control de moscas, y al no tener incidencia significativa en la calidad del
huevo, se podría recomendar su uso en la dieta de las gallinas como una
alternativa que contribuye al objetivo de lograr una mayor eficiencia en el MIP,
impactando positivamente en la sustentabilidad económica, social y
medioambiental.

Bibliografía
1. Antruejo, A., Advínculo, S., Alvarez, C., Cappelletti, G., Craveri, A., Drab, S.,
Fernández, R., Galvagni, A., Pagni, C., Savoy, J., Viola, N. (2014). Application
costs of polyphenols to control flies in laying hen houses [Resumen], Biocell, 38
(5), 37.
2. HY-LINE BROWN (2013). Manual de manejo de ponedoras. Hy Line International.
México. Recuperado de: www.hy-line.com.
3. Menher, A. (1969). La gallina. Fundamentos de la Fisiozootecnia. En Fundamentos
de la producción (pp 140-145). Zaragoza: Acribia.
4. SENASA (2013). Resol. N° 154/2013 Capítulo XXII: Huevos y Ovoproductos.
Recuperado de: www.senasa.gob.ar.

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Ciencias Veterinarias. IV Jornada Latinoamericana- II Jornadas de Ciencia y Tecnología
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Revista Argentina de Bioseguridad

Instrucciones a los autores

Se editará un número de la Revista por año, cuyos trabajos serán evaluados por
la Comisión de Referato de la Revista y sus decisiones serán inapelables.
El contenido comprenderá trabajos originales de bioseguridad en temas de salud
humana, salud animal y sanidad vegetal; podrá incluir contribuciones de alumnos
de la carrera de Posgrado de la Maestría en Bioseguridad. También se incluirán
artículos encargados por el Comité Editorial a personalidades cien-tíficas, así
como provenientes de Instituciones Nacionales e Internacionales referentes en
Bioseguridad en los que se podrá incluir una breve presentación de la institución
–en estos dos últimos casos, no es obligatorio que los autores sigan el detalle
completo de los ítems establecidos para los trabajos originales–.
Además, se aceptarán resúmenes de trabajos que se hayan presentado en
Reuniones Científicas Nacionales o Internacionales con evaluación en el
corriente año, debiendo figurar el nombre, lugar y fecha de realización de la
Reunión al pie del resumen. La Editorial se reservará el derecho de decidir
acerca de la pertinencia para su publicación en la RAB. Por último, en la
próxima edición se incluirá la sección Novedades con noticias relevantes en el
campo de la Bioseguridad.
Los artículos inéditos serán enviados por correo electrónico a:
revistaargdebioseguridad@hotmail.com
jucafabi@arnet.com.ar
El idioma utilizado en el manuscrito será el español y su extensión no podrá
superar las catorce páginas A4.
Los trabajos originales deberán cumplir con las siguientes especificaciones:
− El texto se distribuirá dentro de un espacio rectangular configurado en una
hoja A4 (210 x 297 mm), dejando un margen superior e inferior de 2,5 cm e
izquierdo y derecho de 3 cm.
− Primera línea: Título (centrado, mayúscula/minúscula, letra arial, negrita,
tamaño 12).
− Segunda línea: en blanco.
− Tercera línea: Apellido del autor o autores, seguido de las iniciales del
nombre del autor o autores (letra arial, cursiva, tamaño 12).
− Cuarta línea: Institución a la que pertenecen los autores (letra arial, regular,
tamaño 12).
− Quinta línea: en blanco.
− Sexta línea: correo electrónico del primer autor (letra arial, regular, tamaño
12).
− Séptima línea: dirección postal y teléfono del primer autor (letra arial, regular,
tamaño 12).
− Luego de la octava línea (en blanco), irá el cuerpo del trabajo (márgenes
justificados, interlineado sencillo, letra arial, regular, tamaño 12). Constará de
las siguientes secciones: resumen (250 palabras en español), palabras
clave, abstract (250 palabras en inglés o portugués) y key words,
introducción, materiales y métodos, resultados, discusión y conclusiones,
agradecimientos y bibliografía. Podrá incluir gráficos y tablas sin demar-
cación en blanco y negro. No se aceptarán fotografías.

139
− Los nombres científicos correspondientes a los géneros y taxones
infragenéricos se indicarán en cursiva, especificando género con mayúscula
y especie con minúscula. El nombre del género aparecerá completo la
primera vez que se lo mencione pudiendo luego abreviarse por su primera
inicial siempre que ello no lleve a confusión con otros nombres científicos
que se designen. De utilizarse el nombre común, éste deberá escribirse
como sustantivo propio y en la primera mención deberá aclararse entre
paréntesis el nombre científico que le corresponde.
− En la bibliografía solo se colocarán las citas que aparezcan en el texto y
serán numeradas alfabéticamente. Las citas bibliográficas tendrán su
numeración en superíndice.
Los artículos de revistas, libros y capítulos de libros serán presentados según
los ejemplos que se detallan a continuación.
Artículo científico: Apellido, A. A., Apellido, B. B., y Apellido, C. C. (Año).
Título del artículo. Nombre de la revista, volumen(número), página inicial-
página final. Ejemplo: Kimman, T. G., Smit, E., y Klein, M. R. (2008). Evidence-
Based Biosafety: a Review of the Principles and Effectiveness of
Microbiological Containment Measures. Clinical Microbiology Reviews, 21(3),
403-425. doi:10.1128/CMR.00014-08.
Libro con autor: Apellido autor, Iniciales nombre autor, (Año), Título en
cursiva, Ciudad y país, Editorial. Ejemplo: Rashid, N, y Sood, R, (2013), Manual
of Laboratory Safety: Chemical, Radioactive, and Biosafety with Biocides, New
Dehli, India: Jaypee Brothers Medical Publishers.
Libro de múltiples autores con editor: Apellido, A. A. (Ed.). (Año). Título.
Ciudad, País: Editorial. Ejemplo: Falkner, R. (Ed.). (2007). The international
politics of genetically modified food: diplomacy, trade and law. Basingstoke,
United Kingdom: Palgrave Macmillan.
Capítulo de un libro: Apellido, A. A., y Apellido, B. B. (Año). Título del capítulo
o la entrada. En A. A. Apellido. (Ed.), Título del libro (pp. xx-xx). Ciudad, País:
Editorial. Ejemplo: Carlberg, D., y Yeaman, M. (2006). Biosafety in the Teaching
Laboratory. En: D. Fleming, y D. Hunt. (Ed.), Biological Safety (pp. 531-
549). Washington DC, EEUU: ASM Press. doi: 10.1128/9781555815899.ch29

El incumplimiento de las condiciones mencionadas dará lugar a un


dictamen requiriendo la introducción de modificaciones.

140
REVISTA ARGENTINA DE BIOSEGURIDAD
(En línea)
Número 4 Año 4
Procesado
UNR EDITORA
EDITORIAL DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE ROSARIO
Secretaría de Extensión Universitaria
Urquiza 2050 - S2000AOB - Rosario - República Argentina
www.unreditora.unr.edu.ar / editora@sede.unr.edu.ar
2016

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