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CIUDADANO

JUEZ DEL MUNICIPIO --DE LA CIRCUNSCRIPCION JUDICIAL DEL ESTADO


MIRANDA
Su Despacho.

Nosotros, -- y --, venezolanos, mayores de edad, abogados en ejercicio,


domiciliados en la ciudad de Caracas, y titulares de las Cédulas de Identidad
Nos. V--- y V---, respectivamente, e inscritos en el Instituto de Previsión
Social del Abogado bajo los Nos. -- y --, también respectivamente, actuando
con el carácter de apoderados judiciales de la ciudadana --, venezolana,
mayor de edad, de este domicilio, titular de la Cédula de Identidad numero
V---, carácter este que se evidencia de instrumento Poder Especial que nos
fuera otorgado por ante la Notaría pública sexta del Municipio Libertador del
Distrito Capital, en fecha 12 de mayo de 2006, bajo el Nº 18, Tomo 82, de los
Libros de Autenticaciones llevados por esa Notaría y el cual consignamos
con la presente demanda marcado con la letra “A”, a los fines de que surta
los efectos legales correspondientes, concurrimos antes u
competente autoridad:

I
PUNTO PREVIO

• PRIMERO

DE LA SOLICITUD QUE SE DECLARE EN EL PRESENTO CASO, LA


PERENCIÓN BREVE POR EL DESISTIMIETO TÁCITO DE LA PARTE
ACCIONANTE, PREVISTO EN EL ARTÍCULO 267, ORDINAL 1º DEL CÓDIGO
DE PROCEDIMIENTO CIVIL
Solicito muy respetuosamente a este Tribunal, que como punto previo pase
a conocer y a declarar la perención breve según lo previsto en el artículo
267, Ordinal 1º del Código de Procedimiento Civil, en virtud en de que
transcurrieron holgadamente más de treinta (30) días para el retiro y
publicación del Cartel de Citación, como consta en el expediente: En fecha
veinte (20) de marzo de dos mil seis (2006), el Tribunal acuerda se expidan
los Carteles de Citación; en fecha treinta (30) de marzo de dos mil seis
(2006), la parte demandante en la presente causa, retira los mencionados
Carteles; en fecha nueve (09) de mayo y trece (13) de mayo, son publicados
los Carteles de Citación en sus respectivos periódicos; en fecha veintitrés
(23) de mayo de dos mil seis (2006), la parte demandante en la presente
causa, consigna los Carteles, y en el mismo acto diligencia solicitando lo
conducente a la secretaría del Tribunal, para que pegue Cartel en el domicilio
de la parte demandada.

BASAMENTO LEGAL PARA TRATAR COMO PUNTO PREVIO LA PERENCIÓN


DE LA INSTANCIA

determinante en el dispositivo de la sentencia, cuya permanencia impide la


eventual procedencia de cualesquiera otros alegatos de diverso orden que
se esgriman contra la demanda Existe en el caso una cuestión jurídica previa
de alcance e influencia.

Nuestro Máximo Tribunal, define la Juridicidad en punto previo (Se ratifica


doctrina), al esgrimir:

"Ha sido doctrina de la Sala según sentencia de fecha 26 de abril de 1990,


que puede el Juez, dentro del poder discrecional que le asiste, limitar su
decisión en primer término a resolver la existencia de una cuestión de
derecho con influencia decisiva en los demás planteamientos y con base en
tal decisión es posible que se haga innecesario el análisis y decisión de
otros alegatos de la litis y alguna o todas las pruebas. En estos casos, ha
dicho también la Sala, no incumple el juez con su deber de decidir conforme
a todo lo alegado y probado en autos y corresponde, en tal caso al
recurrente, atacar en primer término, esa decisión con influencia decisiva
sobre el mérito del proceso." Sala de Casación Civil, Sentencia Nro. 193 del
14/06/2000. Resaltado nuestro.

EL PUNTO PREVIO DEBE SER DECIDIDO POR EL JUEZ QUE CONOCE LA


CAUSA, MÁXIME CUANDO SE CONTROVIERTE SOBRE MATERIA DE
ORDEN PÚBLICO

El punto previo que aquí se decide, es materia de orden público, la cual no


se puede derogar por las partes en el proceso. El Tribunal Supremo de
justicia, establece los principios relativos a la defensa del orden
constitucional y debido proceso, dándole imposición de obligaciones al juez,
cuando de materia de orden público se trate.

En este orden de ideas se pronunció la Sala de Casación Civil, Sentencia


Nro. 301 del 10/08/2000:

"...los principios relativos a la defensa de orden constitucional y el debido


proceso, imponen al juzgador dar aplicación a los principios procesales de
saneamiento, relevancia o trascendencia, de nulidad esencial y el de
Obligatoriedad de los Procedimientos Establecidos en la Ley. " Resaltado
nuestro.

Así mismo, Sala de Casación Civil, en Sentencia Nro. 135 del 22/05/2001,
refiriéndose al orden público:
"(...) representa una noción que cristaliza todas aquellas normas de interés
público que exijan observancia incondicional, y que no son derogables por
disposición privada. La indicación de estos signos característicos del
concepto de orden público, esto es, la necesidad de la observancia
incondicional de sus normas, y su consiguiente indisponibilidad por los
particulares, permite descubrir con razonable margen de acierto, cuando se
está o no en el caso de infracción de una norma de orden público".
Resaltado nuestro.

Entonces, basta con verificar si la perención entra en este criterio de


“ORDEN PÚBLICO”; y así lo declara el Tribunal Supremo de Justicia, en Sala
de Casación Civil, Sentencia Nro. 208 del 21/06/2000:

"La perención es un acontecimiento que se produce en el proceso por la


falta de impulso procesal por un año y la norma que la regula ha sido
considerada como cuestión de orden público, por tal motivo no es cualquier
acto el que puede producir su interrupción."

EL JUEZ DE LA CAUSA, EN CUMPLIMIENTO DE SUS DEBERES DE


ESTABLECER PARA LAS PARTES UNA TUTELA JURISDICCIONAL
EFECTIVA, DEBE HACER CUMPLIR EL DEBIDO PROCESO

Es así como, quien aquí debe decidir, estará obligado como Juez rector el
procedimiento, además de decidir materia de orden público como punto
previo, tutelar el debido proceso. Es así como el Juez se convierte en
garante de la normativa procesal, según lo estableció la Sala Constitucional,
en Sentencia Nro. 72 del 26/01/2001:

"Al respecto, reitera esta Sala que, ciertamente todas las personas llamadas
a un proceso, o que de alguna otra manera intervengan en el mismo en la
condición de partes, gozan del derecho y garantía constitucional a la tutela
jurisdiccional efectiva, en el sentido de tener igual acceso a la jurisdicción
para su defensa, a que se respete el debido proceso, a que la controversia
sea resuelta en un plazo razonable y a que, una vez dictada sentencia
motivada, la misma se ejecute a los fines que se verifique la efectividad de
sus pronunciamientos." Resaltado nuestro.

Es por todo esto, por ser el juez quien vele la tutela judicial efectiva y por ser
esta materia procedimental, una materia de orden público, solicitamos se
pronuncien como punto previo, basándonos en el artículo 267 Ordinal 1º del
Código de Procedimiento Civil, el cual establece:

“Artículo 267º
Toda instancia se extingue por el transcurso de un año sin haberse
ejecutado ningún acto de procedimiento por las partes. La inactividad del
Juez después de vista la causa, no producirá la perención.
También se extingue la instancia:
1°. Cuando transcurridos treinta días a contar desde la fecha de admisión de
la demanda, el demandante no hubiese cumplido con las obligaciones que le
impone la ley para que sea practicada la citación del demandado.”

Según lo antes planteado, nuestro Máximo Tribunal, conceptualizando la


perención de la instancia, dándole carácter de orden público y de
irrenunciabilidad, e indicando que el Juez que conozca de la causa pueda
declarar incluso de oficio sobre la misma, se pronunció en la Sala de
Casación Civil, en Sentencia Nro. 156 del 10/08/2000:

"La perención de la instancia es el efecto procesal extintivo del


procedimiento, causado por la inactividad de las partes durante el plazo
determinado en los ordinales del artículo 267 del Código de Procedimiento
Civil. Este instituto es, por tanto, de orden público, verificable de derecho y
no renunciable por convenio entre las partes, y puede declararse aun de
oficio por el tribunal, todo lo cual resalta su carácter imperativo." Resaltado
nuestro.

Semejante es la sentencia de la Sala de Casación Civil, Sentencia Nro. 211


del 21/06/2000:

"La regla general en materia de perención, expresa que el sólo transcurso


del tiempo, sin que las partes hubiesen realizado actuaciones que
demuestren su propósito de mantener el necesario impulso procesal, origina
la perención y se verifica de derecho y puede declararse de oficio, como lo
prevé el artículo 269 del Código de Procedimiento Civil". Resaltado nuestro.

En el presente caso, la situación evidenciada según las actuaciones


constantes en autos, manifestado radicalmente inobservancias procesales
obligatorias y fundamentales de pleno derecho, dando lugar así al
quebrantamiento de los derechos consagrados a favor de la demandada
imputado como lo son el Derecho al Debido Proceso y el Derecho a la
Defensa, pues la parte demandada no retiró y publicó el referido cartel en el
lapso procesal de treinta (30) días siguientes después de ser expedidos los
mismos por el Tribunal de la causa.

Sobre este particular, la Sala Político-Administrativa del Tribunal Supremo


de Justicia mediante una ponencia conjunta publicada en fecha 11 de agosto
de 2005, bajo el N° 5.481, fijó el lapso para retirar, publicar y consignar el
cartel de emplazamiento, en los siguientes términos:

“Ahora bien, de la lectura de la norma contenida en el referido artículo 21


aparte undécimo -parte infine- de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de
Justicia de la República Bolivariana de Venezuela, constató la Sala que el
legislador se limitó a establecer el lapso correspondiente para “consignar” la
publicación en prensa del cartel de emplazamiento, esto es tres (3) días (de
despacho), sin precisar el lapso para que la parte actora cumpla con las
otras obligaciones inherentes a dicha formalidad, cuales son, su retiro y
efectiva publicación, determinación que resulta de particular importancia,
pues al no especificarse la oportunidad para que se verifiquen tales
exigencias, el proceso queda en suspenso a espera del cumplimiento por
parte del recurrente del retiro y publicación del cartel de emplazamiento, lo
que podría perjudicar ostensiblemente los derechos de los terceros que se
vean afectados por el acto cuya nulidad se solicite en el recurso contencioso
administrativo de anulación, además de contravenir el principio de celeridad
procesal y seguridad jurídica, cuya estricta observancia contribuye a
ejecutar la obligación de este Máximo Tribunal de ser garante de la justicia y
la tutela judicial efectiva. 

Por tal razón, esta Sala, actuando como ente rector de la jurisdicción
contencioso-administrativa, a fin de garantizar que el proceso contencioso
administrativo se lleve a cabo de una forma expedita, clara y sin obstáculos
innecesarios, en el cual se asegure el derecho a la defensa y debido proceso
(artículo 49 del texto fundamental) de todos los administrados, así como el
acceso a la justicia, y siendo que el Juez como director del proceso debe
procurar la estabilidad de los juicios, considera la Sala en esta oportunidad,
que se debe aplicar supletoriamente, por mandato del primer aparte del
artículo 19 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia de la
República Bolivariana de Venezuela, el lapso de treinta (30) días continuos
previstos en el artículo 267 ordinal 1° del Código de Procedimiento Civil que
establece la figura de la perención breve, para que en los recursos
contencioso administrativos de anulación, se cumpla con la obligación de
retirar y publicar el cartel de emplazamiento al que se refiere el aparte
undécimo del artículo 21 de la Ley que rige las funciones de este Máximo
Tribunal. 

En efecto, dicho lapso de treinta (30) días comenzará a contarse a partir de la


fecha en que sea expedido el cartel de emplazamiento, y será dentro del
mismo que el recurrente deberá retirar y publicar el ejemplar del periódico
donde fue publicado el referido cartel, contando luego con tres (3) días de
despacho siguientes a dicha publicación para su consignación en autos; de
manera que cuando el recurrente no cumpla con la carga procesal aquí
descrita procederá la declaratoria de desistimiento, la cual se verifica como
una sanción para la parte actora en virtud de su inactividad en el
procedimiento. Así se declara. (…)”. Subrayado nuestro.

De conformidad con el fallo citado, se denota cómo el Tribunal Supremo de


Justicia, en análisis del articulado mencionado, fija el lapso para retirar el
referido cartel de emplazamiento, en treinta (30) días continuos a partir de la
fecha de su expedición, lapso previsto en el ordinal 1º del artículo 267 del
Código de Procedimiento Civil, aplicable supletoriamente a los
procedimientos contenciosos administrativos por remisión expresa del
primer aparte del artículo 19 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de
Justicia de la República Bolivariana de Venezuela, y mucho más por ende, al
los lapsos establecidos en los procesos civiles regidos exclusivamente por
el Código de Procedimiento Civil, dentro de los que cabe, los procedimientos
de desalojo.

Asimismo estableció esta Sala en la referida sentencia, que la consecuencia


jurídica del incumplimiento del recurrente de la carga procesal de retirar el
cartel librado por el Juzgado de Sustanciación en el tiempo señalado, es la
declaratoria de desistimiento del recurso interpuesto.

En el caso de marras, se observa que luego de ser practicadas las citaciones


ordenadas en el auto de admisión de la Demanda de Desalojo, se libró el
cartel de emplazamiento en fecha veinte (20) de marzo de dos mil seis (2006),
retirado por la parte accionante en fecha treinta (30) de marzo de dos mil seis
(2006) y publicado el primero de ellos en fecha nueve (09) de mayo de dos
mil seis (2006) en el periódico, trascurriendo con creces el espacio de tiempo
previsto de treinta (30) días continuos, contados a partir de la expedición,
lapso previsto en el ordinal 1º del artículo 267 del Código de Procedimiento
Civil.

• SEGUNDO

DE LA IMPUGNACIÓN DEL DOCUMENTO PODER PRESENTADO Y


CONSIGNADO POR LA PARTE DEMANDATE EN EL PRESENTE PROCESO

Solicitamos a este digno Tribunal, como SEGUNDO PUNTO PREVIO, si


decide seguir conociendo de la presente causa, en caso que desestime los
argumentos antes esgrimidos en el punto PRIMERO del presente escrito,
conozca y decida sobre la invalidez del supuesto poder consignado en el
presente expediente por la parte demandante. Es por lo que en el presente
acto, impugnamos en todas y cada una de sus partes la copia simple del
instrumento poder con el cual se hace representar la parte demandante a los
fines de no subsanar ni convalidar la presencia de la representación judicial
de la parte demandante en este acto, todo de conformidad con lo previsto en
el artículo 213 y 429 del Código de Procedimiento Civil. Esta impugnación la
hacemos en base a que el supuesto poder está consignado por la parte
demandante, en copia fotostática simple.

Bajo estas premisas, se ha pronunciado el Tribunal Supremo de Justicia,


definiendo la oportunidad para la impugnación del poder (ratificando
doctrina), cuando en la Sala de Casación Civil, Sentencia Nro. 258 del
03/08/2000 (en donde entre otras cosas repone la causa y de consiguiente,
se declaran nulas todas las actuaciones realizadas por la abogado Carmen
Teresa Curiel), dispone:

"...Al respecto, la Sala ha expresado en innumerables fallos, que la


impugnación de los mandatos ha de verificarse en la primera oportunidad
inmediatamente después de su consignación en que la parte, interesada en
su desistimiento, actúe en el proceso, de lo contrario, hay que presumir que
tácitamente se ha admitido como buena y legítima la representación que ha
invocado el apoderado judicial..."." Resaltado nuestro.

Este criterio ha sido reiterado y pacífico, pues en sentencia posterior, la Sala


Político Administrativa, (Sentencia Nro. 01280 del 27/06/2001) establece:

"la impugnación de los poderes que acrediten la representación judicial de


un profesional del derecho, ha de verificarse en la primera oportunidad,
inmediatamente después de su consignación autos, en la cual la parte
interesada en impugnar actúe en el procedimiento; conforme a lo dispuesto
en la regla general contenida en el artículo 213 del Código de Procedimiento
Civil, cuyo texto expresa: (...)De no verificarse la impugnación en la primera
oportunidad después de consignado el poder en autos, en la cual la parte
interesada actúe en el procedimiento, debe presumirse que se ha admitido
como buena la representación que ha invocado quien se dice apoderado
judicial."

PIERDE la facultad para el ejercicio del recurso impugnatorio de las copias o


reproducciones fotostáticas, fotográficas u obtenidas por cualquier otro
medio mecánico de los instrumentos PÚBLICOS o privados RECONOCIDOS
o tenidos legalmente por RECONOCIDOS, consignados con el libelo de la
demanda” (Art. la 429 del Código de Procedimiento Civil).

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