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583/15 (AFIP)
Introducción
La Resolución General Nº 3.583/15 (AFIP), y a su vez Mediante la Comunicación “A” 5526 del
Banco Central de la República Argentina, dictaminó un régimen que se refiere a la “compra
para tenencia de billetes extranjeros en el país”. El régimen es aplicable para la adquisición de
cualquiera de las monedas extranjeras, no exclusivamente para la compra de dólares. En ese
sentido, por las compras de monedas extranjeras distintas al dólar estadounidense, se
computaran los pesos liquidados por cada operación al tipo de cambio de referencia del día
hábil bancario.
Principio de legalidad
Este principio implica que todo tributo sea sancionado por una ley, entendida esta como
disposición que emana del órgano constitucional que tiene la potestad legislativa conforme a
los procedimientos establecidos por la Constitución para la sanción de leyes y encuentra su
fundamento en la necesidad de proteger a los contribuyentes en su derecho de propiedad (art
17 CN). Lo tributos importan restricciones a ese derecho, ya que en virtud de ellos se sustrae, a
favor del Estado de derecho, algo del patrimonio de los particulares.
La Corte Suprema de la Nación estableció que la facultad atribuida a los representantes del
pueblo para crear los tributos necesarios para la existencia del Estado es la más esencial en el
régimen representativo republicano del gobierno (CSJN, Fallos 182:411), y que el cobro de un
impuesto sin ley que lo autorice es un despojo que viola el derecho de propiedad.
Conforme a nuestra realidad constitucional, en Argentina la ley debe contener por lo menos
los elementos básicos del tributo que son: a) Configuración del hecho imponible; b) Atribución
del crédito tributario a un sujeto activo determinado; c) La indicación del sujeto pasivo; d) Los
elementos necesarios para la fijación del quantum, es decir, base imponible y alícuota e) Las
exenciones neutralizadoras de los efectos del hecho imponible.
En referencia al caso concreto, los decretos reglamentarios dictados por el Poder Ejecutivo no
pueden crear tributos ni alterar sus aspectos estructuración, ya que ello sería ir más allá del
espíritu de la ley y violar el principio de legalidad. En ese sentido, no puede hacerlo el órgano
fiscal (AFIP) mediante resoluciones generales o interpretativas, las que una vez publicadas,
toman la fuerza legal de verdaderos reglamentos que muchas veces deforman (obviamente a
favor del fisco) el contenido sustancial de la ley. Ello porque la Constitución Nacional establece
de forma expresa el principio de legalidad y no contempla excepciones a él por vía de
delegación. Si la Constitución no lo autoriza, la atribución legislativa es – en teoría –
indelegable.