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Revolución empresarial-emprendedora

o
autoempleo. Alvin Toffer en su libro El shock del futuro (1950) identificó el nacimiento de un
I nuevo espíritu emprendedor y en su libro La tercera ola (1981) aborda el asunto de las empresas
caseras en el campo de la electrónica, con cambios en la producción masiva de productos en una
economía de consumo masivo.
En su artículo "El proceso de generación de empleos" (1979), David Birch, profesor del Mas-
sachusetts Institute of Technology (MIT), comentó que gran parte de los empleos surgidos en
Estados Unidos, como los de economista o politólogo, no son creados por las grandes empresas
sino por las pequeñas. Birch hace alusión a dos clases de pequeñas empresas: las emprendedoras
y aquellas con sustitución de ingresos, donde en lugar de trabajar para las grandes compañías,
laboran para ellos mismos generando ingresos con el f,n de sostener a la familia.
El gurú estadounidense Peter Drucker afirma que los estadounidenses ya están aprendiendo
a manejar la actividad empresarial y que los estudiantes de prestigiadas escuelas de negocios
consideran cadavez más dedicarse a ella, estableciendo la diferencia en el papel que deben de-
sarrollar y, por ejemplo, el del gobierno, que debe ser eliminar los obstáculos del crecimiento
empresarial.
La revolución empresarial ya está ocurriendo, creando micros y pequeñas empresas y forzando
a las medianas y grandes a buscar nuevos caminos. Como respuesta a estos movimientos empre-
sariales, los empleados de las grandes compañías han cambiado su mentalidad hacia sus propios
caminos; unos como emprendedores que crean sus propias empresas; otros, trabajando en la bús-
queda de innovación en las grandes organizaciones ---que seleccionan a la gente más capaz y le
dan libertad de acción, pero de manera limitada a causa de las mismas restricciones y controles
que tiene-, donde los individuos compiten entre sí por los mejores puestos.
Los obstáculos que las pequeñas empresas tienen que enfrentar, por mencionar algunos son:

a) en el área de la innovación, ya que tienen poco desarrollo en este ámbito,


á) el acceso a fuentes de crédito, pues la gran mayoría sólo depende de los ingresos personales
tanto para iniciar como para crecer y atender sus necesidades de efectivo.

La palabra "revolución emprendedora-empresarial" alude al papel trascendente que asume el


empresario o emprendedor que decide aventurarse a crear su propia compañía y al gran trabajo que
implica hacerla crecer, puesto que deberá afrontar tanto el medio ambiente interno como externo
en el cual se desenvolverá (este tema se analizará a profundidad en la unidad 3, aquí sólo se hará
una breve exposición).
El ambiente interno abarca las funciones o actividades básicas y propias de la empresa:
mercado, finanzas, recursos humanos, producción, aspecto familiar, etc. El externo, que presenta
mayor incertidumbre, se relaciona con situaciones vinculadas a factores económicos, sociales,
políticos, gubernamentales, religiosos, competitivos, técnicos, ecológicos, tecnológicos, más com-
plejos.
Antes de fijar políticas y programas en favor de este sector, cabe plantearse dos reflexiones: una
tiene que ver con la identidad política nacional que se otorga a la pequeña empresa como un sector
especial y dinámico de la economía de cualquier nación, en la que se consideren los beneficios
económicos que da al país; y la otra es dejar de considerar a la pequeña empresa en un grupo de
intereses especiales de los gobiernos y como una fuente de riqueza ilimitada, que sólo logrará fa-
vorecer a un grupo muy bajo de pequeñas empresas. Por cada pequeña empresa que tenga la suerte
de ser auxiliada en términos técnicos o financieros reales, habrá miles que pasarán inadvertidas y
con muy poca suerte.
Como ya se mencionó, las políticas deben promover la creación y el crecimiento de las
pequeñas empresas, e impulsar y promover los cambios industriales, respondiendo a transfor-
maciones estructurales a mediano y largo plazos, con el fin de que estas empresas redistribuyan
sus recursos dentro del medio en que se desenvuelven y mediante los mecanismos existentes
en sus mercados.
Para concluir con este tema, vale la pena comentar que en las pequeñas empresas la generación
de empleos e ingresos que mueve la economía de los países es fundamental. A ello se agrega la
participación cada vez más amplia de la mujer y la producción de más innovaciones, que tienen
menos posibilidades de materializarse en comparación con las medianas y grandes empresas.

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