14 de mayo de 2020 Participante: Ana Daysi Vásquez 2008-498 ENSAYO En el mundo de los negocios conforme pasan los días aparecen nuevos desafíos que los gerentes deben de enfrentar para poder llevar la empresa por un camino estable hacia el logro de los objetivos, y no solo de la empresa, sino también los objetivos individuales de cada uno de los que conforman el equipo humano de la organización. Uno de esos desafíos es poder conjugar esos objetivos donde se establezca una estrategia de ganar-ganar. Este desafío a los que se enfrentan los gerentes guarda una estrecha relación con poder desarrollar e incorporar un sistema de gestión de calidad que sea eficiente y eficaz, que proporcione respuestas a las necesidades de los clientes, satisfactoriamente. El término calidad es un tanto complejo y profundo, que ha venido evolucionando a través del tiempo de manera cronológica por varias etapas, así como su conceptualización; sin embargo es ineludible conocer el término para poder comprenderlo y aplicarlo en las empresas, de igual forma es imprescindible para los gerentes e interesados en el tema conocer sobre cómo inciden los costos de la calidad y no calidad en las empresas como herramienta de gestión para la competitividad, debido a que por igual, es un tópico de vital interés dominar para poder garantizar un sistema de gestión de calidad propicio de manera que se maximicen los ingresos de las organizaciones y por tanto reducir sus costos, así como también cumplir y hasta superar las expectativas de los clientes. Y por supuesto la gran relevancia que tiene la gestión de la calidad total y como influye en los clientes, partiendo de que son múltiples los beneficios que se pueden lograr con una correcta gestión de la orientación al cliente. En el presente ensayo abordaremos estas interesantes temáticas con el propósito de poder analizarlas e identificar los puntos claves que han dado renombre a la calidad a través de los años y extraer el mejor provecho, para ser aplicadas en las organizaciones en el momento oportuno. Partiendo de este postulado, se podría decir que la calidad se ha venido implementando de manera indirecta, desde los inicios de la civilización, en cada una de esas etapas o fases se han llevado a cabo procesos con algún tipo de observación de rigor. Sin embargo, cabe destacar que tal como establecen Cubillos, M. y Rozo, D. (2014), existen cuatro etapas que fueron fundamentales para la evolución y conceptualización del término calidad, las cuales fundamentan como se conoce el concepto hoy en día, las cuales son: control de calidad por inspección, aseguramiento de calidad, calidad total y mejora continua. Y por igual donde hicieron su mayor contribución los gurús, para su expansión en el mundo; entre ellos se destacan: William Edwards Deming, Joseph M. Juran, Kaoru Ishikawa, Philip Crosby, William Ouchi y Armand V. FFeigenbaum. Dentro de estas cuatro etapas, una de las fundamentales donde se muestra el concepto de calidad propiamente dicho, es en la etapa de la administración científica, con el control de calidad por inspección es que surge formalmente el concepto, ya que empiezan a definirse los criterios para identificar y catalogar si un producto es bueno o malo de acuerdo con las especificaciones que previamente se establecen, es decir en términos llanos si el producto posee o no, calidad. Otra de las etapas fundamentales que contribuyó con el mayor aporte de la fundamentación teórica y conceptual de la calidad que conocemos actualmente, y que posterior surgió es, “El Proceso de Calidad Total”, el cual se estableció en la terminación de la Segunda Guerra Mundial y el fin de la década del Setenta. En lo particular considero que cada época fue fundamental para el desarrollo de la calidad en todos los ámbitos, siendo éstas donde se forjan los cimientos de tan importante concepto como es el de calidad y que debe permear todas las áreas de las empresas desde la filosofía institucional hasta los planes estratégicos, tomada en cuenta desde la adquisición de la materia prima hasta la obtención del producto por parte de los clientes, así mismo como cada proceso, incluyendo la medición de la satisfacción de los mismos. Si bien es cierto que, se necesita conocer a profundidad el concepto de calidad, para poder implementar estrategias eficaces en las organizaciones donde laboramos, no es menos cierto que, no conocer y manejar uno de los objetivos fundamentales de la calidad, que es el de reducir los costos en las organizaciones, y la gran importancia que contiene la medición sistemática de los costos de inversión en calidad y aquellos injustificados por fallas en los procesos de la empresa, podría inferir de manera negativa en las mismas; incluyendo a cualquier área a que se dediquen, el sector salud, por ejemplo, no escapa de esto. La no calidad es detectada rápidamente por los clientes y ocasiona su retirada y malestar, situación alarmante para cualquier organización que quiere permanecer en el mercado, por la dificultad para atraer nuevamente a aquellos que se alejan ante el reconocimiento de problemas de calidad en los productos o servicios de determinada organización. (Arango, L., 2009). De acuerdo con Arango el hecho de que un producto o servicio que no denote calidad, posteriormente incurrirá de manera negativa en la percepción del cliente o usuario, por lo que conlleva a que los gerentes realicen una inversión en calidad, la misma está determinada por todos los recursos dedicados a una serie de actividades que buscan prevenir que ocurran errores o fallas en el proceso, de esta forma se incurre a una reducción de los costos en la compañía. Cabe destacar que guarda igual relevancia el poder cuantificar en forma confiable, oportuna y sistemática, los gastos en que incurre la empresa por las fallas, repeticiones y errores en los procesos, a los que se denomina: Costos de No Calidad. Además otros son; costos de prevención, evaluación o control y fallas internas y externas. Y los costos de prevención de la calidad, que son aquellos gastos realizados para evitar que se cometan errores, es decir, es el dinero que se destina para que los colaboradores hagan bien lo que tienen que hacer desde la primera vez, tal y como establece Crosby, así como uno de sus absolutos el cual establece que, la única norma de desempeño es que haya cero defectos y otro indica que, la única medición del desempeño es el costo de calidad, que es el gasto del incumplimiento. Una vez analizados tanto el concepto de calidad y los diferentes costos en que incurre la misma, de nada serviría sino se toma en cuenta cómo influye la gestión de la calidad total en los clientes. Puntualizando de acuerdo con Vidal Vázquez, E., Martínez Carballo, M. y Guillén Solórzano, E. (2012) que la filosofía de la Orientación al Cliente se basa en que todos los procesos y actividades relacionados con la calidad desempeñados en la organización se desarrollan con el propósito de impulsar la creación de valor añadido para los clientes. Al mismo tiempo se considera que la gestión de las organizaciones basada en la orientación a los clientes, el mercado y los competidores enfatiza el logro de ventajas competitivas sostenibles basadas en la capacidad de identificar las necesidades de los clientes y su satisfacción mediante el desarrollo de productos nuevos o innovadores con respecto a los de la competencia, de forma que, se traduce en la obtención de mejores resultados. En definitiva cada uno de estos periodos fueron esenciales para el avance de la calidad y con ella el progreso de las empresas, de igual forma cada uno de los precursores que realizaron majestuosos aportes, como principios, modelos y sus diferentes enfoques, donde pusieron todo su empeño y sacrificio en beneficio de las compañías con un propósito en común, que de manera quizás intrínseca era la de reducir costos, por medio ya fuera de la inspección, aseguramiento de la calidad, la calidad total y finalmente la mejora continua de cada producto, proceso, o capital humano. Como resultado de esta evolución surgen los modelos de gestión de la calidad de los procesos los cuales se utilizan en la actualidad. Se destacan por igual los beneficios que se pueden lograr con una correcta gestión de la orientación al cliente como: la satisfacción plena, fidelidad y retención de los clientes. Siempre considerando que la calidad genera productos y servicios mejorados, disminuye costes y permite aumentar la rentabilidad financiera de las empresas. Bibliografía Arango, L.. “Importancia de los costos de la calidad y No calidad en las empresas de salud como herramienta de gestión para la competitividad”. (2009). Cubillos, M. y Rozo, D. “El Concepto de Calidad: historia, evolución e importancia para la competitividad”. (2014). Vidal Vázquez, E., Martínez Carballo M., y Guillén Solórzano E. “La Gestión de la Calidad Total y su Influencia en los Clientes” (2012).