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Ficha de Cátedra Psicopatología II. Carrera de Psicología.

Instituto Universitario Fundación Barceló


Sedes Bs. As. y La Rioja.
(marzo de 2018)

Roberto PALLIA

ESQUIZOFRENIA
El término esquizofrenia, se refiere etimológicamente a “mente escindida”.
Fue Bleuler quien instaló tal denominación dentro de las Demencias Precoces (Morel,
Kraeppelin) y hacia 1911 propuso reemplazar el término basado en el distinto impacto
sobre los déficits cognitivos.

Bleuler (1), consideró como esquizofrenia una perturbación en el pensamiento


asociativo, los sentimientos y la conducta, con manifestaciones secundarias constituidas por
ideas delirantes, alucinaciones y perturbaciones de la conducta.

Clínica:

Siguiendo el CIE 10 (Clasificación Internacional de Enfermedades 10° Ed. de la


OMS) (2) se establecen las siguientes condiciones clínicas:

Se considera esquizofrenia un trastorno caracterizado por alteraciones y distorsiones


en las percepciones, los pensamientos y las emociones. Si bien pueden mantenerse
conservadas la claridad de la conciencia y la capacidad cognitiva (a diferencia de la
demencias que comprometen el plano cognoscitivo), con el paso del tiempo pueden
presentarse déficits.

La esquizofrenia compromete a lo largo de la vida las características individuales y


sociales del sujeto.

a) Los trastornos del Pensamiento: Suele perderse la barrera entre el pensamiento interno y
los demás, la persona afectada suele creer sus pensamientos, sentimientos y actos más
íntimos son conocidos o compartidos por otros, tanto por personas como por medios de
comunicación (radio y TV que envían mensajes o transmiten sus ideas y sentimientos).
Suelen presentarse ideas delirantes generalmente bizarras de dominio sobrenatural del
mundo, ser mensajeros de Dios, ser instrumentos elegidos para determinados objetivos
sobre la humanidad, condicionando la vida activa del sujeto. El pensamiento suele estar
interceptado (se pierde abruptamente el hilo del discurso), puede ser confuso mezclándose
distintas ideas sin sentido. Se interpretan como significativos detalles irrelevantes que son
sobrevalorados. El pensamiento suele perder la finalidad lógica intrínseca.

b) Los trastornos de las percepciones: alucinaciones. Habitualmente se presentan


alucinaciones, en particular auditivas, en forma de órdenes, voces que comentan la vida o
los actos, voces que critican o amenazan, voces de enviados o de espíritus invasivos, etc.
En ocasiones pude haber alucinaciones visuales (apoyadas sobre interpretaciones
delirantes) y somáticas o sómato-estésicas: sensaciones de desarticulación del cuerpo,
voces instaladas en el abdomen o en los miembros. Más raras son las olfatorias que suelen
corresponder a procesos neurológicos. Suele haber distorsiones en la vivencia y
categorización de otras vivencias sensoriales.

c) Trastornos de conducta: lo anterior lleva al individuo a tener conductas regidas por su


torbellino interno sin tener en cuenta las barreras interpersonales y sociales. La persona se
muestra perpleja, no puede comprender que pasa entre él y el mundo, los elementos
confusionales, la alteración del pensamiento y de las percepciones, le dan una sensación de
extrañeza e inermidad. Sus actos peculiares, con un sentido incomprensible para los otros,
estarán relacionados tanto con una presencia peculiar, como por gestos o movimientos, que
ponen a la persona en un plano de bizarría.

d) Las emociones: serán incongruentes, llamativas y caprichosas en cuanto a la


manifestación ligada a situaciones internas y externas. Suele presentarse ambivalencia.
El plano volitivo se encuentra característicamente afectado con abulia, anhedonia,
negativismo, estupor y conductas catatónicas. Los trastornos del pensamiento, de las
percepciones y las conductas extrañas, son llamados síntomas positivos.
Los síntomas deficitarios, abulia, anhedonia, apatía, repliegue, son llamados síntomas
negativos.

Curso:

Evolución natural:

En los casos con diagnóstico de esquizofrenia se menciona un período premórbido


en general prepuberal, prodrómico coincidiendo con la post pubertad (durante el cual los
síntomas se van tornando evidentemente psicóticos hasta definirse un período activo), de
inicio con períodos más activos de enfermedad en los primeros diez a quince años del
primer episodio psicótico y residual o crónico con cada vez menos períodos activos
(sintomáticos), las secuelas a largo plazo son los síntomas negativos, los fallos cognitivos y
sociales.(3)
El inicio de la esquizofrenia pude ser agudo y llamativo con graves anomalías del
comportamiento.

También puede ser lento, insidioso, en el cual se van presentando solapadamente


ideas y luego conductas extrañas.

El curso si bien tiende a ser crónico y deteriorante, un grupo de casos evoluciona


hacia una recuperación.

Formas de evolución:

La forma de evolución de los trastornos esquizofrénicos según clasificación del CIE


10:

-Contínua.
-Episódica con defecto progresivo.
-Episódica con defecto estable.
-Episódica con remisiones completas.
-Remisión incompleta.
-Remisión completa.
-Otra forma de evolución.
-Forma de evolución indeterminada, período de observación demasiado breve.

Síntomas compatibles con proceso esquizofrénico:

a) Robo, inserción, duplicación del pensamiento o difusión del mismo.


b) Ideas delirantes de ser controlado, de influencia o de pasividad, referidas al cuerpo,
a los movimientos de los miembros o a pensamientos o acciones o sensaciones
concretos y percepción delirante.
c) Ideas delirantes persistentes de otro tipo que no son adecuadas a la cultura del
individuo o que son completamente imposibles, como las de identidad religiosa o
política, capacidad y poderes sobrehumanos (por ejemplo, de ser capaz de controlar
el clima, de estar en comunicación con seres de otros mundos).
d) Voces alucinatorias que comentan la propia actividad, que discuten entre ellas sobre
el enfermo, dan órdenes, amenazan. Pueden proceder de otra parte del cuerpo.
e) Alucinaciones persistentes de cualquier modalidad, que se acompañan de ideas
delirantes no estructuradas y fugaces sin contenido afectivo claro, o ideas
sobrevaloradas persistentes, o cuando se presentan a diario durante semanas, meses
o permanentemente.
f) Interceptación del curso del pensamiento, que da lugar a un lenguaje extraño,
divagante, disgregado, incoherente o con neologismos.
g) Manifestaciones catatónicas, tales como excitación, movimientos parásitos,
flexibilidad cérea, negativismo, mutismo, estupor.
h) Síntomas "negativos" tales como apatía marcada, empobrecimiento del lenguaje,
bloqueo o incongruencia de la respuesta emocional (estas últimas habitualmente
conducen a retraimiento social y disminución de la competencia social). No debe
tratarse de un Trastorno Depresivo o ser debido a medicación neuroléptica
(Haloperidol, Trifluperazina).
i) Un cambio consistente y significativo en algunos aspectos de la conducta personal,
que se manifiestan como pérdida de interés, falta objetivos, ociosidad, estar absorto
y aislamiento social.

Criterios CIE 10 para el diagnóstico:

Requiere la presencia como mínimo de un síntoma muy evidente o dos o más si son
menos evidentes, claramente presentes la mayor parte del tiempo durante un período de un
mes o más.

Previene no diagnosticar esquizofrenia ante la presencia de síntomas depresivos o


maníacos relevantes, a no ser que los síntomas esquizofrénicos antecedieran claramente al
trastorno del humor (afectivo). Si los síntomas de trastorno del humor y los esquizofrénicos
se presentan juntos y con la misma intensidad, debe recurrirse al diagnóstico de trastorno
esquizoafectivo.

Tampoco deberá diagnosticarse una esquizofrenia en presencia de una enfermedad


cerebral manifiesta o durante una intoxicación por sustancias de abuso y adictivas o durante
un síndrome de abstinencia clínico por las mismas.

Formas Clínicas del CIE 10:

A) Esquizofrenia paranoide (incluye la Esquizofrenia parafrénica)


B) Esquizofrenia hebefrénica (también Esquizofrenia desorganizada [DSM IV TR] (4))
C) Esquizofrenia catatónica
D) Esquizofrenia indiferenciada (incluye Esquizofrenia atípica)
E) Depresión post-esquizofrénica
F) Esquizofrenia residual (también Esquizofrenia crónica no diferenciada)
G) Esquizofrenia simple
H) Otra esquizofrenia (incluye el Trastorno esquizofreniforme [DSM IV TR])
I) Esquizofrenia sin clasificación

Esquizofrenia a distintas edades:

Los trastornos esquizofrénicos pueden presentarse en distintas edades si bien


predominan los inicios en la adolescencia (hebefrenia) y adultez joven, pueden encontrarse
cuadros en niños, esquizofrenias de inicio muy temprano (antes de los 13 años) y de inicio
post puberal, esquizofrenias de inicio temprano (entre los 13 y 18 años) (5).

El período premórbido y prodrómico:


Cuando realizamos anamnesis de pacientes esquizofrénicos, ellos mismos o sus
familiares nos relatan situaciones particulares durante el desarrollo, dificultades en el
contacto con pares, crisis temperamentales fuera de contexto, dificultades en la adecuación
a la vida escolar, ideas y/o actos llamativos.

No es posible anticipar las dificultades con el rótulo de esquizofrenia ya que muchos


potenciales pacientes padecerán otras dificultades no esquizofrénicas como trastorno de
personalidad esquizoide, trastorno limite de la personalidad, trastorno bipolar, o trastornos
delirantes o psicóticos no esquizofrénicos.

La primer crisis psicótica:

La primer crisis psicótica no hace diagnóstico de esquizofrenia, si bien ciertas


características clínicas pueden ser de sospecha, el proceso esquizofrénico se caracteriza por
la repetición de crisis y deterioro funcional en la vida del sujeto. En ocasiones esta primer
crisis puede pasar inadvertida porque se consideró como crisis adolescente o un momento
de rebeldía en un joven particular.

Segunda crisis esquizofrénica:

Un segundo episodio psicótico con características de esquizofrenia y un cierto


deterioro funcional (no se recupera el 100% de las habilidades sociales, relacionales o
cognitivas previa a las crisis), nos hace pensar en el diagnóstico de esquizofrenia. El déficit
puede consistir en un periodo de síntomas negativos, a dificultades en reasumir actividades
previas, dificultades cognitivas, persistencia de ideas peculiares, actitudes negativistas,
descuido personal, apatía, anhedonia. En muchos pacientes, a pesar de recibir tratamientos
psicoterapéuticos y farmacoterapia, suelen persistir ideas delirantes o alucinaciones.

Posibilidades y dificultades. Edades de inicio.

Como ya fue mencionado, si bien la esquizofrenia suele ser de curso crónico, las
secuelas de deterioro pueden ser relativas y la persona continuar un estilo de vida
autónomo, manteniendo un trabajo y en ocasiones formando familia. Un factor de riesgo en
la evolución es la edad de inicio, a menor edad peor evolución funcional para el sujeto,
posiblemente porque el inicio de la enfermedad en un psiquismo en desarrollo afecte su
constitución.

La personalidad

Es un factor que puede asociar morbilidad al trastorno esquizofrénico


particularmente cuando se trata de personalidades de acción, disociales, paranoides,
limítrofes, que agregan el riesgo de conductas violentas y de acting out.
Antecedentes familiares

En general se encuentran datos positivos de esquizofrenia o de otra psicopatología


mayor en pacientes con esquizofrenia, la herencia es significativa, aumentando el riesgo de
padecer la enfermedad. En gemelos univitelinos, 100% genéticamente idénticos, tienen un
riesgo del 46% de padecer esquizofrenia, igual riesgo que un hijo de ambos padres que
padecen esquizofrenia. Un solo padre con esquizofrenia (50% de carga genética) implica
un riesgo del 13% de padecerla, un hermano esquizofrénico el 10%, una persona de la
población general presenta un riesgo del 1%.(6)

Actualmente, para del desarrollo de un cuadro psicopatológico seguimos el modelo


de Natura (disposición genética) / Nurtura (Ambiente, emocional, familiar y social), que en
continua interacción llevan al sujeto hacia la salud y la enfermedad.(7)

Componente biológico

Hay varias teorías neurobiológicas relacionadas con la esquizofrenia y


principalmente con la desmodulación del neurotrasmisor Dopamina. Se plantean distintas
teorías desde desregulación de las vías mesolímbicas, anomalías derivadas de
hipofrontalidad, déficit en el neurotransmisor Glutamato y fallo neuroevolutivo primario
(por causa genética o por noxas en los períodos sensibles del desarrollo el encéfalo).
Propone Kapur un déficit relacionado con una desregulación Dopaminérgica subcortical
que disfunciona la actividad del filtro talámico que hace que contenidos internos pasen a
áreas corticales como contenidos “falsamente” sensoriales. (8)

Sobre esta base de disposición, se superponen los estímulos emocionales provistos


por los vínculos primarios y tempranos, las experiencias personales y las vivencias que
impriman las condiciones de la vida de cada sujeto. Este cúmulo de disposiciones y
experiencias llevarían el sujeto a padecer o no la enfermedad.

Planes de tratamiento

Los planes de tratamiento son diversos y dependen de la gravedad de los síntomas y


de la posibilidad de la familia en contener a quien los padece.

La psicoterapia individual es necesaria aunque algunos autores no la sugieren en el


período de crisis o brote. Sin embargo puede aportar elementos de organización yoica en el
momento desorganizado. Claro que cuanto más intenso sea el período de crisis no alcanzará
con psicoterapia individual, habrá que incluir a la familia del sujeto para el manejo de la
crisis y luego para trabajar sobre los gatillos de la misma y tratar de modificar esquemas
psicopatológicos intrafamiliares.
La medicación es aceptada como parte del esquema terapéutico en la esquizofrenia.
Tiene como objetivo disminuir los síntomas positivos y aliviar los síntomas negativos.

Si bien se ha dicho que la medicación “cambia” o “tapa” los conflictos del sujeto,
los psicofármacos disminuyen delirios y alucinaciones, moderan la agresividad y la
angustia, y los más modernos mejoran los síntomas negativos, pero no cambiarán los
conflictos internalizados a partir de vínculos y vivencias. Éstos serán objeto del trabajo
psicoterapéutico, en la medida que el paciente pueda interactuar con el terapeuta.
La utilización de medicación ha mejorado el pronóstico a largo plazo, disminuyendo la
profundidad de los períodos de crisis, espaciándolos en el tiempo, evitando internaciones
crónicas (junto al resto del andamiaje terapéutico).

Cuando la familia por imposibilidad, o por la gravedad de los síntomas, no pueda


contener al paciente queda el recurso del Hospital de Día. Si no es posible el tratamiento
ambulatorio o si hay riesgo para sí mismo y/o para terceros se debe recurrir a una
internación especializada.

Es importante recordar que a mayor persistencia de las crisis peor es el pronóstico.

Caso clínico: Esteban

Es el mayor de 5 hijos, sus padres se separaron alrededor de sus 5 años de vida.


Su madre presenta una depresión melancólica (como antecedente, la madre tenia tres
hermanos de los cuales dos eran alcoholistas crónicos, uno falleció de cirrosis antes de los
50 años y los otros dos se suicidaron. El hijo de estos tíos era esquizofrénico y falleció en el
Hospital Borda en 2006).

Durante la infancia, y periodo escolar, la madre dormía durante el día y permanecía


despierta de noche. Del desayuno, alimentación, vestimenta para el colegio, llevar a los
hermanos al colegio, se ocupaba la segunda hermana.

Actualmente la madre mantiene mismo patrón de sueño vigilia. No realizó


tratamiento. No ha formado nueva pareja. No trabajó, ni trabaja.

El padre presentó, siendo adulto, dos episodios delirantes con restitución ad


integrum. La hermana del padre presenta una personalidad borderline. La abuela paterna
siempre presentó conductas “particulares”.

En los hermanos de Esteban, encontramos que la hermana que le sigue es la única


que pudo formar una familia en un entorno fervientemente religioso (su hijo mayor
presentó síntomas psicóticos a los 14 años, “es igual a Esteban…”) , el tercer hermano
presenta un estilo fóbico severo, vive solo con varios perros y depende afectivamente de la
madre, la cuarta, una hermana también con estilo fóbico recién formó pareja a los 45 años,
el quinto hermano luego de varios episodios disociales relacionados con consumo de
sustancias fue desarrollando una personalidad paranoide que estalló en un brote psicótico
con intento de suicidio para liberarse de alucinaciones y delirios a sus 36 años.
Esteban, relata sensaciones de desajuste desde la infancia, excesivo pánico a las ratas,
aislamiento social y pocos amigos; en su adolescencia se sentía distinto, no podía ligarse a
la gente, relata que se acercaba pero luego esperaba que el otro accione por él colocándose
en una posición de espectador y teorizando con perfil críptico (“yo envié un mensaje y no
lo tomaron….”) o sobrevalorado sobre la situación (“ no es por mandarme la parte pero es
gente muy baja, sin cultura…”), pero cuando el intercambio social se torna insatisfactorio
se vuelve paranoide (“saben que me afecta y me buscan, pero para qué….”).

Su primer episodio psicotico aparece hacia los 17 años, se mimetiza con un tenista
ideando jugar al tenis, lo hacia para subir en el ranking hasta jugar con él en un contexto
megalómano, idealizando ser reconocido, ser querido y buscado como objeto deseado por
otros. Estas ideas fueron intensificándose acompañadas por un estado afectivo desbordante.
Comenzó a interpretar que una compañía telefónica había diseñado un plan de expansión
telefónica para encubrir la escucha de sus conversaciones. Interpretó que el humo de los
incineradores eran debidos a un ataque aéreo sobre Buenos Aires, hecho que lo
descompensó y genero su primer internación psiquiátrica.

Luego, durante el servicio militar obligatorio, sufrió varias sanciones por no cumplir
órdenes a tiempo, estar desalineado, siendo finalmente dado de baja.

Lo conozco a sus 30 años, llevaba 18 meses de encierro en un departamento vecino


al del padre con su segunda esposa. El departamento, un monoambiente, estaba teñido por
la nicotina del cigarrillo, su única compañía, fumaba compulsivamente. Su mirada era
perpleja, los ojos bien abiertos, por momentos miraba lateralmente. Su cabello llegaba casi
a media espalda y su barba, con restos de café y alimentos, a mitad del tórax. Tenía la ropa
muy sucia con el olor correspondiente a meses de no higienizarse, mas el olor del encierro
y el cigarrillo. La uñas de las manos y pies habían tomado forma de garra, al curvarse,
porque tenían mas de 7 cm de largo no podía calzarse. La casa era un total desorden, de
cosas sucias y apiladas en distintas partes, utilizaba tazas para tomar café también
compulsivamente acompañando al cigarrillo, y las iba desparramando por el departamento.

Se alimentaba con sándwiches que el padre, sin poder entrar al departamento, dejaba
en la puerta. Desde esa puerta entornada miraba pasar a mujeres empleadas de una oficina
lindante, a veces las seguía en silencio hasta la puerta de calle. Hecho que generó por temor
alguna denuncia policial.

En la primer entrevista solicitada por el padre en su domicilio, manipulaba una


raqueta de tenis haciendo movimientos giratorios frente a mi cara mientras me agradecía
que fuera a conocerlo.

Luego de varias entrevistas y ante la inflexibilidad del cuadro decidimos la


internación en una clínica psiquiátrica. La misma fue por un periodo de 30 dias, luego salió
de alta con plan de acompañamiento terapéutico domiciliario viviendo un par de meses con
la abuela paterna y luego en una pensión en un cuarto individual para pasar a vivir solo en
un departamento.
A los seis meses por una recaída coincidente con mis vacaciones y con toma
irregular de la medicación, se autointernó por dos semanas.

Si bien hubo periodos críticos en los siguientes 16 años no requirió nuevas


internaciones. En ese periodo, mantuvo ATD hasta que consiguió un trabajo “protegido”
dependiente del padre. Luego el padre le compró un departamento propio y consiguió
emplearse en una dependencia publica.

El plan de tratamiento incluyó psicoterapia individual, entrevistas familiares y


psicofarmacoterapia.

Durante toda la evolución, incluso en los períodos aparentemente “libres de


síntomas”, Esteban, relataba momentos de “sumergirse en pensamientos” de los que debía
desembarazarse pensándolos repetidas veces ya que contenerlos le hacia mal (lo angustiaba
o interfería el dormir), estos pensamientos eran los mismos delirios que habían sido
sintomáticos en otro momento y que en este momento mas “normal” reconocía como
inadecuados y carentes de lógica, pero presentes más allá de su voluntad (interferir sus
llamadas vía telefónica- ya en la época del mail varió a la interferencia de sus mails-, jugar
con un tenista famoso y ser admirado, atraer mujeres siendo un dandy, el riesgo del ataque
aéreo sobre Buenos Aires, etc.).

Algunos periodos críticos al inicio del tratamiento fueron por dejar la medicación.
Otros fueron por situaciones emotivas intensas con mujeres, en general inaccesibles. En
otros períodos pienso que fueron relacionados con lo que llamamos la evolución natural de
la enfermedad.

Vale la pena mencionar, porque pienso que tiene influencia en la evolución, que
Esteban, es muy buena persona, amable, correcto, solidario con el prójimo (aunque a veces
no encuentre el timing social), interesado por lo que le pasa a la gente, buen compañero en
el trabajo. En los mejores momentos Esteban, pudo sostener su trabajo, pudo tener una
prolija administración de su dinero, incluso asistiendo a alguno de sus hermanos. Asistió y
acompañó por dos o tres años a su abuela paterna, hasta su fallecimiento. Viajó de
vacaciones, solo, a varios lugares, intentó estudiar comunicación social, y lo fue haciendo
con gran esfuerzo (si bien Esteban es un gran lector, rayando con lo compulsivo, y posee
una amplísima cultura general, no puede estudiar estructuradamente como requiere una
carrera).

¿Por qué Esteban desarrolló esquizofrenia?

Se han postulado variables psicogenéticas y neurobiológicas (de base genética


poligénica). Está claro que es muy difícil aislar las variables psicógenas y biológicas,
pensemos que ambas también están presentes en la familia del paciente y ambas inciden.

En el caso de Esteban, los padres tenían un modelo vincular conflictivo entre ellos,
y nunca pudieron resolverlo. La madre no pudo hacerse cargo de las necesidades de los
hijos y el padre se mostró afectivamente distante y teórico en cuanto al deber ser, si bien
asistió a los hijos en distintas situaciones de necesidad.
Ambas familias, tienen entre sus antecedentes psicopatología mayor sintomática, de
perfil depresivo y psicótico la madre, de perfil psicótico el padre.

En Esteban los episodios críticos pudieron estar relacionados a conflictiva


intrapsiquica y relacional. Pero en otros episodios “innominados”, Esteban relataba
claramente que le pasaban cosas sin sentido ni explicación, “como ajenas”, que no podía
contenerlas.

La hipótesis de las “saliencias aberrantes” de Kapur, de base neurobiológica, plantea


una disfunción en la neurotransmisión dopaminérgica que trae como resultado la liberación
del filtro talámico y el pasaje a la conciencia de elementos primarios con atributos
sensoriales. Vale la pena marcar que en la esquizofrenia, a lo largo de la vida, hay hallazgos
involutivos principalmente en cortezas del lóbulo temporal.

El diagnóstico que podemos pensar en Esteban es de una esquizofrenia


hebefrénica, con un curso crónico que si bien tuvo déficits serios en algunos de los
períodos críticos, la limitación social por sensaciones de inadecuación y dificultades de
formar pareja son situaciones significativas, y las dificultades en llevar adelante un estudio
terciario formalmente estructurado podemos también considerarlos déficits crónicos ya que
se han mantenido y profundizado en el tiempo. Sin embargo, Esteban puede mantener una
cierta autonomía, puede mantener su casa y su trabajo (aunque pase algún período de
licencia), no ha requerido nuevas internaciones. Requiere tratamiento psicofarmacológico y
psicoterapéutico continuado, y periódicamente se realizan reuniones familiares para tratar
ciertos desajustes.

Este caso clínico real (con nombre de fantasía) está presentado para mostrar una de
las evoluciones posibles de los Trastornos Esquizofrénicos, las variables que intervienen
son múltiples, tanto individuales como familiares y sociales. Uno de los objetivos a largo
plazo es lograr la autonomía del paciente, aunque requiera supervisión, evitando las
internaciones crónicas innecesarias que generan limitaciones en la evolución, alto costo
emocional para el paciente, su familia y la sociedad. Desde ya, para no requerir
internaciones de largo plazo, es necesario desarrollar dispositivos terapéuticos como
Hospitales de Día, acompañamientos terapéuticos, casas de medio camino, dispositivos
laborales protegidos, asistencia a las familias, que permitan el desarrollo del paciente en el
marco social.

Bibliografía:
(1) Evolución histórica del concepto de esquizofrenia, Master en Neurociencias -Universidad de
Barcelona Virtual en www.iaeu.es.-
(2) CIE 10, Organización Mundial de la Salud,1992.
(3) Definig Shizophrenia, Gur R & col, en Treating and Preventing Adolescent Mental Health Disorders,
Evans D, Foa E, Gur R, Hendin C, O Biren C, Seligman M and Walsh T, Oxford Univ Press, 2005.
(4) DSM IV TR, American Psychiatry Association, 2000.
(5) Psychotic Disorders, Hochman K; Walker E, en Child & Adolescent Psychiatry, Sexon S, 2° Ed,
Balckwell, USA, 2005.
(6) Genes y Conducta, Greepan R, Kandel E & Jessell T, en Neurociencia y Conducta, Jessel T, Kandel
E & Schwartz J, Prentice Hall, reimp 2003, Madrid.
(7) De la neurona a la mente: niveles de acción de los psicofármacos. La integración del sistema
nervioso-cuerpo-mente, Zieher L en Psiconeurofarmacología y sus bases neurocientíficas, Zieher L
& col, 3° Ed, Ursino, Bs As, 2003.
(8) Kapur S, A Framework Linking Biology, Phenomenology and Pharmacology in Schizophrenia, Am
J Psychiatry 160:1, January 2003.

Este capítulo formó parte del libro: “Temas básicos de Psicopatología (de psicosis a
patologías del acto)”. Bs. As.: Gabas editorial. 2008. José Barrionuevo (Comp.), libro
agotado.

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