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Aristóteles, (1982) Ética Nicomáquea, Madrid, España, Ed. Gredos, Pag.165.
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Aristóteles, (1982) Ética Nicomáquea, Madrid, España, Ed. Gredos, Pag.165.
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Aristóteles, (1982) Ética Nicomáquea, Madrid, España, Ed. Gredos, Pag.166.
poder hablar de la fragilidad en la amistad, tenemos que hablar primeramente de lo que
implica en el hombre la amistad, porque la amistad es procurar el bien del amigo por el
amigo mismo, esto de cierta manera tiene que ser reciproco, ya que la reciprocidad de la
amistad consiste en una buena disposición y que cada uno desee el bien del otro sin ignorar
esto, por justicia.
Esto pone en duda el modo de ser de lo que es la amistad, porque quien busca la amistad es
porque tiene cosas en común con el otro, y porque sabe que su amistad le ayudará a
trascender como persona, y sobre todo son conscientes de relativizar las diferencias, porque
como seres sociales, somos frágiles a la necesidad, esto es, que debemos procurar ser
amado por lo que somos y no por lo que no somos. En la actualidad, muchas personas
procuran ser amados por sus amigos por lo que tienen no por lo que son, y esto, convierte la
amistad en una potencia a la fragilidad. La fragilidad de la amistad es algo orgánico al igual
que la prosperidad de la misma, porque bien dice Aristóteles que solo pocas amistades son
raras en virtud de que siguen creciendo, madurando, pero con perseverancia ya que implica
tiempo y trato, pero de la misma manera, hay amistades que rápidamente muestran entre sí
sentimientos mutuos y que buscan ser amigos, pero no lo son, porque Aristóteles hace un
análisis sobre el deseo de la amistad y la amistad en sí, pondré la cita en donde hace este
análisis: “El deseo de amistad surge rápidamente, pero la amistad no” 5, esto es uno de los
grandes problemas de la fragilidad de la amistad, vivir sin querer vivir la amistad, porque el
deseo de amistad es tan semejante a la esencia de la amistad, pero debemos de tener claro la
diferencia entre deseo y realidad.
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Aristóteles, (1982) Ética Nicomáquea, Madrid, España, Ed. Gredos, Pag.168.
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Aristóteles, (1982) Ética Nicomáquea, Madrid, España, Ed. Gredos, Pag.169.
Debemos dejar claro que la amistad buena o perfecta, es la de los hombres buenos e
iguales en tanto que comparten el valor de la virtud o intentan vivirlo. Por tanto, cuando los
amigos viven en virtud, en la medida de que son buenos, de la misma manera quieren el
bien el uno del otro, y Aristóteles nos dice que quien quiere el bien de sus amigos y lo
procura por causa de ellos, se les llama mejores amigos. Para ir finalizando este ensayo, me
permito dar mi conclusión que consiste en que todos somos buenos, ojo, buenos en sentido
ontológico, más no bondadosos, todos tenemos el fundamento potencial para poder ser
buenos amigos, a pesar de las diferencias, pero debemos de ser conscientes de que el don de
amistad es fundado en la perseverancia y en la verdad, así que no hay necesidad de
deshacerse de amistades, mejor esforcémonos en conseguir vivir el don de la amistad en lo
personal y en comunidad, buscando y procurando siempre el bien.