Sei sulla pagina 1di 38

Batalla de La

Laguna
Conflicto bélico de Islas Canarias

{{Ficha de conflicto

https://sites.google.com/view/beautwins/
p%C3%A1gina-principal

|nombre = Batalla de La Laguna |parte_de


= Conquista de las islas Canarias |fecha =
14 de noviembre de 1495 |lugar = San
Cristóbal de La Laguna, Tenerife |resultado
= Victoria castellana. La conquista
definitiva de las islas se consolida
|combatientes1 = Corona de Castilla
|combatientes2 = Guanches de Taoro,
Tacoronte y Tegueste |comandante1 =
Alonso Fernández de Lugo
Bartolomé de Estopiñán |comandante2 =
Bencomo  †
Chimenchia  † |soldados1 = 1 500 infantes
100 jinetes |soldados2 = ≈ 2 000 guerreros
|bajas1 = Sin datos |bajas2 = Sin datos }}
La batalla de La Laguna es el nombre que
recibe uno de los enfrentamientos bélicos
en el que se enfrentaron los
conquistadores castellanos contra los
aborígenes guanches durante la conquista
europea de la isla de Tenerife —Canarias,
España—.[1] [2] [3] [4] [5] [6]

La batalla, que tuvo lugar el 14 de


noviembre de 1495,[7] toma su nombre
por haberse desarrollado en el llano donde
luego se fundó la ciudad de San Cristóbal
de La Laguna y predeterminó la conquista
de la isla por la Corona de Castilla al
mando de Alonso Fernández de Lugo.

Antecedentes
Fundación de Santa Cruz de Tenerife, pintura de 1906
de Manuel González Méndez que se encuentra en la
sede del Parlamento de Canarias.

A finales de 1493 el capitán Alonso


Fernández de Lugo, futuro Adelantado de
las islas Canarias y bajo cuya iniciativa se
logró la incorporación de la isla de La
Palma a la Corona de Castilla, realiza las
capitulaciones para la conquista de
Tenerife con los Reyes Católicos.[8]

Organizada la expedición y alistadas las


tropas —unos 1 500 peones y 150 jinetes—
en las ciudades andaluzas y en Gran
Canaria, Lugo desembarca a finales de
abril o primeros de mayo de 1494 en la
costa tinerfeña de Añazo, nombre
aborigen de la zona donde más tarde se
levantará la ciudad de Santa Cruz de
Tenerife. Tras construir y fortalecer el real
de conquista, acude con su ejército hacia
el reino guanche de Taoro, el más
poderoso de la isla ubicado en el valle de
La Orotava. Sin embargo, los
conquistadores son totalmente derrotados
por los guanches liderados por el rey o
mencey Bencomo y su hermano
Chimenchia en la batalla denominada
matanza o desbarato de Acentejo.[9]

Habiendo perdido la mayor parte de sus


tropas, Alonso de Lugo decide retirarse a
Gran Canaria para organizar una nueva
expedición. Vuelve a asociarse con los
armadores genoveses que habían
financiado la desastrosa primera entrada
en Tenerife, recabando además la ayuda
militar de don Juan de Guzmán, III duque
de Medina Sidonia y amigo de Lugo, de
doña Inés Peraza, señora de Lanzarote y
Fuerteventura, y de doña Beatriz de
Bobadilla, señora de La Gomera y El
Hierro.[10]

Mientras organiza la nueva expedición,


Lugo envía un pequeño destacamento a
Tenerife para conservar el real de Santa
Cruz y mantener la amistad de los
menceyes de los denominados «bandos
de paces» —Abona, Adeje, Anaga y Güímar
—, ordenando al mismo tiempo la
construcción de una nueva torre en el
interior de la isla, en la zona del moderno
barrio lagunero de Gracia.[11] [12]
Después de meses de preparación, Lugo y
su nuevo ejército desembarcan finalmente
en la costa de Añazo el 2 de noviembre de
1495 con el objetivo de culminar la
conquista de la isla.[13] [3]

Fuerzas en combate

El ejército conquistador …

El nuevo ejército conquistador estaba


formado por las tropas enviadas por el
duque de Medina Sidonia, compuestas por
mil peones y cincuenta jinetes bajo el
mando de Bartolomé de Estopiñán, así
como por los supervivientes de la
matanza de Acentejo y los nuevos
reclutados en las restantes islas, que
Antonio Rumeu de Armas cifra en unos
quinientos peones y cincuenta
caballeros.[14] [13]

En la foto se aprecia la reproducción de una lanza o


banot utilizada como arma por los guanches.
Tinguaro, del escultor Miguel Ángel Padilla, 2007.
El total de hombres del nuevo ejército
ascendía a unos mil quinientos peones y
cien jinetes aproximadamente, estando
mejor preparados y adiestrados al estar
compuesta en su mayor parte por
soldados veteranos que habían
participado en las campañas de la guerra
de Granada.[15]

Armamento

El armamento castellano era el típico de


finales del siglo . La infantería portaba
picas, alabardas, espadas, dagas y
cuchillos, siendo especialmente
destacados en los combates contra los
aborígenes las ballestas. No se utilizaron
armas de fuego, idea introducida en la
historiografía canaria por el poema épico
de Antonio de Viana.[16]

Los guerreros guanches …

Los primeros historiadores no dan cifras


en cuanto a los guerreros guanches que
participaron en la batalla de La Laguna.
Para la primera de Acentejo tanto fray
Alonso de Espinosa como Leonardo
Torriani indican que el rey Bencomo «tenía
seis mil hombres de pelea» en total,[17] [18]
cifra que sin embargo es la indicada por el
cronista portugués Gomes Eanes de
Zurara para el contingente guerrero de
toda la isla a mediados del siglo .[19]

Según los modernos estudios


demográficos sobre los guanches, la
población total de la isla alcanzaba de
entre quince mil a treinta mil habitantes.
Sobre la hipótesis de que para esa
población total existía un número de
guerreros de seis mil hombres, se puede
calcular en unos dos mil el contingente
guerrero conjunto de los reinos de Taoro,
Tacoronte y Tegueste que participaron en
la batalla de La Laguna.[20] [21] [22] [23] [24]
Antonio Rumeu de Armas alude
simplemente a que los guerreros
guanches combatientes en esta batalla no
debieron superar los cinco mil
hombres.[25]

Armamento

Los guerreros guanches usaban lanzas y


venablos de madera aguzados y
endurecidos al fuego, mazas o garrotes y
piedras arrojadizas,[26] utilizando en esta
batalla además las armas castellanas que
habían recogido de los despojos en
Acentejo.[17]
Como defensa utilizaban sus propios
vestidos de piel de cabra —tamarco—
enrollados en el brazo, o unos pequeños
escudos de madera de drago.[26] [27]

La batalla

Escenario …

La Laguna, en cuyas llanuras se dio la batalla


homónima.
Del lugar de la batalla los primeros
historiadores sólo refieren que fue «en el
campo de La Laguna»[12] o «junto a la
Laguna»[3] deduciéndose de sus textos
que debió darse en la zona donde se
levantan los modernos barrio del Rosario
o Barrio Nuevo, urbanización Cercado
Mesa y el campus universitario de Guajara,
frente a la montaña de San Roque y en el
entorno de la Cruz de Piedra.[28] [29] [nota 1]

Desarrollo …

Después de haber desembarcado


nuevamente en la isla, el capitán Alonso
de Lugo asciende por La Cuesta con su
ejército hasta asentar su campamento en
las cercanías de la torre de Gracia,
dejando en el real de Santa Cruz una
guarnición entre los que se encontraban
don Fernando Guanarteme y su compañía
de treinta canarios.

Por su parte, el rey Bencomo, quien había


recabado la ayuda de los menceyes de
Tacoronte y Tegueste, había dispuesto
espías para que le avisasen sobre los
movimientos de los castellanos, para así
atacarles en La Cuesta durante la
ascensión de las tropas aprovechándose
del pendiente terreno. Sin embargo,
cuando los guanches consiguen reunirse
ya el ejército conquistador había
alcanzado el altozano de La Laguna y se
encontraba en posición para el combate.
Deciden entonces presentar batalla, y
enviar durante la refriega por un barranco
hacia Santa Cruz a trescientos o
cuatrocientos guerreros que acabasen con
los castellanos que huyeran.[31]

Trabado ya el combate, duró varias horas


—casi seis dice Torriani—[32] sin que se
decidiese la victoria por ningún bando. Sin
embargo, la ventaja de la caballería, que
en los campos de La Laguna podía
desplegarse sin contrariedad, terminó
dando ventaja a los
conquistadores.[33] [34] [nota 2]

Además, las fuerzas castellanas recibieron


en los últimos compases de la batalla el
refuerzo de unos doscientos cincuenta
soldados que acudieron desde el real de
Santa Cruz y el campamento de Gracia
siguiendo a don Fernando Guanarteme.
Este había acudido con sus canarios al ver
que no llegaban noticias del capitán Lugo.
Al ser detenido en Gracia por Fernando del
Hoyo y Juan Benítez, a quienes Lugo había
dejado de guardia para evitar que nadie
subiera a La Laguna y dejara
desprotegidos los campamentos, increpa
a los hidalgos que él «no había de parar
hasta que viese la cara del Adelantado e
Capitán general muerto o vivo como quíer
que estuviese». Finalmente el antiguo rey
de Gran Canaria pasa el cerco de los
hidalgos y acude junto a numerosos
soldados que se le suman, rompiendo las
filas de los guanches y decantando la
victoria para el lado castellano.[36] [37] [38]

Fray Alonso de Espinosa describe los


acontecimientos de la batalla de la
siguiente manera:[7]

...fué tan brava, tan


reñida y peligrosa, que
duró muchas horas con
dudosa fortuna, porque
cada parte peleaba con
mucho coraje y ánimo
denodado: a los unos les
iba honra e interés, y a
los otros defensión de
patria y libertad, Al fin,
la victoria que hasta
entonces había estado
neutral, mirando quién
mejor lo hacía, se hizo
de nuestra parte y se
declaró por nuestra, y,
aunque no sin mucho
daño y muertes de los
nuestros, los guanches
fueron desbaratados,
vencidos y echados del
y
campo, con mucha
pérdida de su gente.
Peleóse este día
valerosamente y con
mucho trabajo, porque
era tanta la resistencia
que los guanches
hacían, y tanta la
ligereza y desasosiego
con que peleaban, que
no daban a los nuestros
sosiego alguno ni lugar
de resollar.

Resultado …
Bencomo, líder guanche que muere en la batalla de La
Laguna. Estatua en bronce de José Abad ubicada en
la plaza de la Patrona de Canarias, de 1993.

Los guanches fueron totalmente


derrotados, muriendo gran parte de ellos,
mientras el resto huye o son cautivados. El
propio rey Bencomo cayó muerto durante
la batalla, tal y como describe
Espinosa:[24]

Entre otros peleó ese día


valentísimamente el rey
de Taoro, porque con
una alabarda, dicen se
defendió de siete
hombres de a caballo, y
al cabo se escapó dentre
ellos y se subió por la
cuesta de San Roque.
Mas aunque destos se
escapó, no pudo
escaparse de un fulano
de Buendía, que sin
conocerlo ni saber que
era rey (aunque él en su
lengua se lo decía ser el
Mencey, que es rey),
como no lo entendiese,
no le valió su reinado,
que le pasó con la lanza
q p
en un barranquillo
estrecho, do quedó...

Autores posteriores como Juan Núñez de


la Peña o José de Viera y Clavijo,
siguiendo al poeta Viana, dicen que quien
murió en la batalla fue Chimenchia o
Tinguaro, hermano de Bencomo.[36] [39]
Torriani por su parte indica que muerto
Bencomo fue elegido rey de Taoro el
propio Chimenchia,[32] si bien
documentos contemporáneos confirman
tanto la muerte de Bencomo en la batalla
como que quien asumió la jefatura de
Taoro fue su hijo Bentor.[37]
Saliendo victoriosos los conquistadores,
dan gracias a Dios en el campamento de
Gracia, donde más tarde levantarán una
ermita en honor a la virgen de Gracia por
este motivo. Lugo decide entonces
retirarse al real de Santa Cruz para curar a
sus heridos, enviar a los guanches
cautivos a la Península para ser vendidos
como esclavos y organizar las siguientes
campañas.[40]

Consecuencias
La batalla de La Laguna logró consolidar
las posiciones de los conquistadores en la
isla al ser derrotados los principales
caudillos guanches. Asimismo, estos
pierden gran parte de su contingente
guerrero, debilitándose por tanto la
resistencia guanche.

Véase también
Primera batalla de Acentejo
Segunda batalla de Acentejo
Conquista de las islas Canarias
San Cristóbal de La Laguna

Notas
1. Aunque tradicionalmente se ha
aludido a que la Cruz de Piedra fue
erigida en memoria de la victoria
castellana en la batalla de La Laguna,
lo cierto es que fue levantada en 1560
por orden del cabildo insular como
humilladero a la entrada de la
ciudad.[30]
2. Miguel de Unamuno, en una poco
conocida aportación literaria a la
historia de la batalla, escribe en
referencia a la carga de la caballería
de Lugo, comparándola con las que
efectuó luego Hernán Cortés en su
aventura americana: «Y luego entraba
en acción el caballo, ese monstruo
que tanto pavor siempre puso en los
pobres indios.../... El resultado de tales
batallas era casi siempre infalible.../...
Bencomo y sus huestes tuvieron que
abandonar el campo de La
Laguna».[35]

Referencias
1. Espinosa, 1952, pp. 107-110.
2. Torriani, 1959, p. 185-186.
3. Abréu Galindo, 1848, p. 211.
4. Rumeu de Armas, 1975, pp. 246-252.
5. Álvarez Delgado, 1961, pp. 127-131.
. Bonnet Reverón, 1948, pp. 267-273.
7. Espinosa, 1952, p. 108.
. Rumeu de Armas, 1975, pp. 131-133.
9. Rumeu de Armas, 1975, pp. 180-189.
10. Rumeu de Armas, 1975, pp. 205-215.
11. Rumeu de Armas, 1975, p. 228.
12. Torriani, 1959, p. 185.
13. Espinosa, 1952, p. 106.
14. Rumeu de Armas, 1975, pp. 235-243.
15. Rumeu de Armas, 1975, pp. 239-240.
1 . León Álvarez, 2008, pp. 109-117.
17. Espinosa, 1952, p. 97.
1 . Torriani, 1959, p. 183.
19. Quartapelle, 2015, p. 93.
20. Rodríguez Martín, 2000, p. 29.
21. Mederos Martín, 2018, p. 19.
22. Macías Hernández, 1992, p. 12.
23. Martín Oval y Rodríguez Martín, 2009,
pp. 109-124.
24. Espinosa, 1952, p. 109.
25. Rumeu de Armas, 1975, p. 247.
2 . Diego Cuscoy, 1961, pp. 506-507.
27. Espinosa, 1952, p. 43.
2 . Espinosa, 1952, pp. 107-109.
29. Rumeu de Armas, 1975, pp. 246-247.
30. Cioranescu, Alejandro (1965). La
Laguna: guía histórica y monumental .
Santa Cruz de Tenerife: Litografía A.
Romero. p. 215.
31. Espinosa, 1952, pp. 107-108.
32. Torriani, 1959, p. 186.
33. Rumeu de Armas, 1975, p. 248.
34. Álvarez Delgado, 1961, pp. 128-129.
35. Miguel de Unamuno, La Laguna de
Tenerife, (Las Palmas, agosto de
1909).
3 . Rumeu de Armas, 1975, p. 251.
37. Chil y Naranjo, 1891, p. 215.
3 . Álvarez Delgado, 1961, p. 129.
39. Bonnet Reverón, 1948, pp. 267-268.
40. Espinosa, 1952, p. 110.

Bibliografía utilizada
Abréu Galindo, la conquista de
Juan de (1848) las siete islas de
[1632]. Historia de Gran Canaria .
Santa Cruz de Universidad de La
Tenerife: Laguna) (133-
Imprenta, 134): 105-164.
Litografía y ISSN 0213-9472 .
Librería Isleña. Consultado el 18
Álvarez Delgado, de agosto de
Juan (1961). «La 2019.
conquista de Bonnet Reverón,
Tenerife: un Buenaventura
reajuste de datos (1948). «La
hasta 1496 batalla de La
(conclusión)» . Laguna» . Revista
Revista de de Historia (San
Historia Canaria Cristóbal de La
(San Cristóbal de Laguna:
La Laguna: Universidad de La
Laguna) (82-83): Gran Canaria:
267-273. Isidro Miranda.
ISSN 0213-9464 . Diego Cuscoy,
Consultado el 18 Luis (1961).
de agosto de «Armas de
2019. madera y
Chil y Naranjo, vestidos del
Gregorio (1891). aborigen de las
Gaspar y Roig, ed. Islas Canarias» .
Estudios Anuario de
históricos, Estudios
climatológicos y Atlánticos (Las
patológicos de las Palmas de Gran
Islas Canarias III. Canaria:
Las Palmas de Patronato de la
Casa de Colón)
(7): 499-536. leyenda. Santa
ISSN 0570-4065 . Úrsula: La
Espinosa, Alonso Gárgola
de (1952) [1594]. Despierta.
Historia de ISBN 978-84-612-
Nuestra Señora de 6510-7.
Candelaria . Macías
Santa Cruz de Hernández,
Tenerife: Goya Antonio Manuel
Ediciones. (1992).
León Álvarez, «Expansión
Francisco Javier europea y
(2008). La batalla demografía
de Acentejo, entre aborigen. El
la historia y la ejemplo de
Canarias, 1400-
1505» . Revista Santa Cruz de
de Demografía Tenerife: Museo
Histórica Arqueológico de
(España: Tenerife.
Asociación de ISBN 978-84-
Demografía 88594-66-2.
Histórica) 10 (2): Mederos Martín,
9-46. ISSN 1696- Alfredo (2018).
702X . «Un
Martín Oval, enfrentamiento
Mercedes; desigual: Baja
Rodríguez Martín, demografía y
Conrado (2009). difícil resistencia
Guanches. Una en la conquista
historia de las Islas
bioantropológica . Canarias» .
Anuario de ISBN 978-84-
Estudios 943753-6-1.
Atlánticos (Las Rodríguez Martín,
Palmas de Gran Conrado (2000).
Canaria: «Estudio
Patronato de la demográfico de la
Casa de Colón) población
(65): 1-32. guanche de
ISSN 0570-4065 . Tenerife» .
Quartapelle, Chungara, Revista
Alberto (2015). de Antropología
400 años de Chilena (Arica:
Crónicas de las Universidad de
Islas Canarias . Tarapacá) 32 (1).
La Orotava: ISSN 0717-7356 .
VeredaLibros.
Rumeu de Armas, Afortunadas, con
Antonio (1975). el parecer de sus
La Conquista de fortificaciones .
Tenerife (1494- Santa Cruz de
1496) . Santa Tenerife: Goya
Cruz de Tenerife: Ediciones.
Cabildo Insular de Viera y Clavijo,
Tenerife. ISBN 84- José de (1950-
500-7108-9. 1952) [1772].
Torriani, Elías Serra Ràfols,
Leonardo (1959) ed. Noticias de la
[1590]. historia general de
Descripción e las Islas Canarias
historia del reino II. Santa Cruz de
de las Islas Tenerife: Goya
Canarias: antes Ediciones.
Datos: Q1273257

Obtenido de
«https://es.wikipedia.org/w/index.php?
title=Batalla_de_La_Laguna&oldid=126792629»

Última edición hace 6 minutos por 85.137.9.140

El contenido está disponible bajo la licencia CC BY-


SA 3.0 , salvo que se indique lo contrario.

Potrebbero piacerti anche