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terapia narrativa. Tres textos fueron revisados con el objetivo de extraer de su contenido y
narrativas familiares en diversidad de contextos”. Un documento que forma parte del plan
crítica, reflexiva pero especialmente pragmática, con algunas ideas iniciales sobre el concepto
último texto utilizado para el cumplimiento de un objetivo colaborativo a través del cual se
reflexivos y los conceptos metodológicos para el análisis del proceso del acto narrativo y
psicológicas sociales, también hacen parte de esta categoría, dentro de dicha línea
las narrativas de las familias y de diversos contextos sociales, pero además buscando explorar
bienestar.
acciones que construyen las narrativas familiares en torno a sus experiencias y preguntas que
una vez establecida y resueltas logren dar cuenta de la manera en cómo participan las familias
manera en cómo estos conducen sus vidas. “las narrativas dominantes obturan y pueden
maneras diferentes”.
Es así como algunos conceptos deben ser retomados para avanzar en procesos
comprensivos que faciliten (en el buen sentido de la palabra) las acciones a las que nos
denominado como problema, poder diferenciar claramente aspectos constitutivos del relato,
los que se desarrolla una trama y sus desenlaces”. Experiencia, tiene que ver con “la vivencia,
el significado, y el sentido como sin vividas (interpretados) los acontecimientos y que definen
la propia postura vivencial existencial de los actores y de la voz narrativa que aparece en el
relato”. Memoria, es otro de aquellos aspectos de la narración con el que más familiarizados
ser claramente reconocidas, por ejemplo diferenciar que la memoria son “posibles versiones
propio”.
a la clarificación como posible camino para encarnar y vivir (practicar) lo que significa la
terapia narrativa, no basta con mencionar únicamente algunos aspectos básicos pues en la
práctica de nuestro quehacer terapéutico, que poco es diferente a nuestro vivir; aparece un
proceso psicológico, permeado (por supuesto) por la complejidad y la ecología en la que
narraciones del yo dentro de la vida social” pues estas narraciones “ no son posesiones
fundamentalmente del individuo sino de las relaciones. Son producto del intercambio social”.
Hablar de identidad, es hablar de “auto narración” una propuesta y apuesta teórica con
la que es cada vez más sólida la importancia y pertinencia de esta construcción teórica. El
pues desde allí surge la teoría relacional como “un intento de dar cuenta de la acción humana
Hardy (1968), lo ha descrito mejor, expresando que: “ soñamos narrando, nos ensoñamos
de la narración”.
narrarnos nos permiten reconocer los caminos que hemos recorrido, las espinas que nos han
herido y los triunfos que hemos conseguido. Narrar en un medio, es una forma, es una
la interacción progresa”.
Las ciencias sociales son el campo del conocimiento sobre el cual se ha trabajado
“Los especialistas que se interesan por las narraciones se dividen netamente sobre la cuestión
del valor de la verdad: muchos son los que sostienen que las narraciones tienen el potencial
de trasmitir la verdad, mientras que hay otros que sostienen que las narraciones no reflejan
sino que construyen la realidad”. En este orden de ideas, se mencionan formas de narrar,
forma o estructura narrativa propone que “un relato aceptable tienen en primer lugar que
establecer una meta” , posteriormente se habla de una narración “que selecciona los
acontecimientos relevantes para el punto final”. Estos acontecimientos deben por supuesto
ordenados. Al respecto Ong, (1982), asegura que la base para este tipo de orden puede
cambiar la historia”.
sobre todo cuando reconocemos las muchas formas de interpretar, significar y vivir una
Preguntemos entonces la manera en como acontecimientos como la muerte , las rupturas, los
nacimientos y los logros académicos, son narrados por nosotros y por los nuestros,
refiriéndonos a nuestros no solo a personas significativas sino también otros que hace parte
concepto de vida cabe por supuesto esto de investigar e intervenir que se traduce como una
elección vital que da cuenta de nuestra manera de ser y de estar en el mundo. Estupiñan y
Mojica dan cuenta de ello muy bien al plantear que: “la narrativa conversacional garantiza
una alternativa ética y pragmática para generar las competencias como interventores e
investigadores comprometidos con los dilemas y vicisitudes humanas que se construyen y
un campo narrativo particular”, para así “diseñar un proceso en el que se asegure que todos
demandas”.
Referencias
Lax. W. (1996). El pensamiento Posmoderno en una práctica clínica En Sh. McNamme y K Gergen