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Dr. Carrillo
Se da una multiplicación sin control de células hematopoyéticas en el tejido mieloide debido a que
hace caso omiso a la citocinas moduladoras, lo cual puede llevar a un reemplazo medular, ya que
el espacio medular queda lleno de todas las células que se producen.
Entonces en la leucemia se tendrá una disminución lenta pero marcada de leucocitos, plaquetas y
hemoglobina, y esto es lo que llevará a la sintomatología correspondiente.
Como la leucemia es una proliferación indistinta de cualquier célula hematopoyética puede haber
leucemia de cualquiera de estas. Sin embargo, se tiene predilección por el origen linfocitario,
seguida de la originada por granulocitos y muy raramente de origen eritrocitario o plaquetas.
La leucemia más común que se observa en el niño es entonces la leucemia linfocítica aguda. El
otro grupo de leucemias que se observará es el que proviene de elementos granulocitos, como la
leucemia mielocítica aguda.
Una diferencia importante es que el niño que se presente con leucemia linfocítica presenta
muchas probabilidades de salir adelante, mientras que la mielocítica es bastante más resistente a
la quimioterapia.
Leucemia linfoblástica aguda (LLA)
Un blasto es una célula inmadura. Si proviene de un linfocito se llama linfoblasto. También hay
mieloblastos, etc.
Cuando se hace el diagnóstico de leucemia se observa un frotis de médula ósea lleno de blastos o
células inmaduras, estas células no llegan a madurar. No hay ninguna otra entidad clínica en el
niño en la que se observen blastos, o sea el hecho de ver en un hemograma cierta cantidad de
blastos es casi que un sello de leucemia. Existen excepciones, como shock séptico o procesos
infecciosos muy severos usualmente ligados a gram negativos, en que se puede observar una
pequeña cantidad de blastos, pero no es frecuente. En general, ver blastos debe hacernos pensar
en que el niño probablemente lo que tenga es un cuadro maligno.
Etiología de la leucemia
Existen una serie de factores que pueden asociarse al padecimiento de leucemia en un niño:
Pero la mayoría de niños con leucemia no tienen ninguna de estas alteraciones, quizá lo que sí es
muy común son alteraciones en el cariotipo. No predomina significativamente un género, raza,
situación geográfica o estación del año.
Cuadro Clínico
Los síntomas más frecuentes de un niño con leucemia son fiebre y palidez, pero además de esto
puede presentar sangrado por mucosas o petequial, adinamia, dolor óseo (principalmente
extremidades, articulación y esternón, ocurre por expansión del espacio medular e infiltración del
periostio), pérdida de peso y presentación de infecciones a repetición. Sudoración nocturna no es
tan frecuente en leucemia, es más sugestivo de linfomas.
Cuando existe una leucocitosis muy marcada por lo general es a expensas de blastos.
Diagnóstico
El diagnóstico de leucemia nunca es por sangre periférica sino que se requiere frotis de Medula
ósea. Nunca se puede ni siquiera insinuar a un papá que el niño tiene leucemia sino se tiene un
frotis de MO.
El estudio de las células extraídas de medula ósea sirve para realizar varios estudios:
Estudio morfológico
Estudio citogenético
Inmunofenotipo
Estudio Morfológico
Aspecto citológico L1 L2 L3
Tamaño celular Pequeñas Grandes Grandes
Nucleolo Poco notable Importante Importante
Citoplasma Escaso Variable Abundante
Basofilia Mínima Variable Intensa
Vacuolización Mínima Mínima Notable
Esto es debido a que la leucemia entre mas inmadura sea mejor pronóstico tiene, y en la L3 son
linfocitos mucho más maduros que en L1 y L2.
Inmunofenotipo
Estudios citogenéticos
El otro estudio vital es la valoración de alteraciones genéticas, ya que hay un gran porcentaje de
leucemias que tienen traslocaciones específicas.
Traslocación (12; 21): es la más frecuente en el niño con LLA, se ve en el 25-30% de los
casos y se asocia a muy buen pronóstico.
Traslocación (9; 22): cromosoma filadelfia. Es parte característica integral de la leucemia
mieloide crónica y en esta se asocia a buen pronóstico. También en la leucemia aguda se
puede observar el cromosoma filadelfia pero no es muy frecuente (2-3% de los niños) y en
este caso es un pronóstico bastante malo.
Los aspectos citogenéticos son muy importantes a la hora de dirigir la terapia ya que según cada
traslocación se puede saber el pronóstico e inmunofenotipo.
Además de estos estudios se puede realizar tinciones para diferenciar LLA de LMA, pero esto ya
casi no se realiza.
Una vez que se tienen esos 3 estudios ya se puede dar el diagnóstico y el plan de tratamiento.
Tratamiento
De manera que de primera entrada se trata de darle toda la terapia posible evitando que haya
recaída
Con esta estratificación del tratamiento el 75% de niños con LLA se logran curar, el otro 25% tiene
citogenética más compleja, pero la gran mayoría de niños con leucemia se curan.
Ya no se utiliza radioterapia como profilaxis del SNC en niños con leucemia debido a que se
evidenció que producía más trastornos funcionales en el sistema nervioso central y nuevos
tumores a futuro. Entonces ya no se usa radioterapia como profilaxis pero si un niño hace
infiltración meníngea como recaída probablemente sí se vaya a utilizar.