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Historia Contemporánea de 1914 a nuestros días

Fernando de los Ángeles


EL INICIO DEL SIGLO XX
“LA PERIODIZACIÓN DEL SIGLO XX”

Todo profesor de Historia, comienza sus cursos, sin importar el nivel, con la clásica división de la
Historia (Antigüedad, Edad Media, Moderna y Contemporánea), ya que nos permite situarnos, pero si
tomamos esencialmente la época contemporánea, aquí los historiadores se han encargado de reducir el
análisis a una historia del siglo XX.

Al igual que el problema del análisis de las categorías históricas, el estudio del tiempo histórico o la
periodización histórica, se torna difícil realizar los quiebres temporales para el tratamiento de los temas en
un curso, ya que muchas veces no sabemos que tan atrás debemos ir, para introducirnos.

Nosotros los profesores, que tomamos cursos que abarcan esencialmente el siglo XX (3ro de Ciclo
Básico o 6to de Derecho), nos preguntamos, podemos arrancar directamente el siglo o necesariamente hay
que realizar una visión panorámica del siglo XIX, para entender y dar continuidad los procesos históricos.

El tiempo es un factor importante para el análisis de la Historia, para lo cual Hobsbawm contribuyo
ya que tenia una visión particular sobre la periodización histórica, la cual “[…] depende del significado que
atribuyamos al periodo, de sus contenidos y de su interpretación”1

Si nos remitimos esencialmente a la Historia contemporánea, debe quedar en claro, que esta no
puede excederse más de un siglo, pasado este periodo de tiempo, deberá mutar o adaptarse a los tiempos
que corre, es por esta razón que “[…] a la altura de nuestros tiempos de la historia contemporánea,
‘reducida’ a una historia del siglo XX, debe a su vez ‘ampliarse’ a la incipiente historia del siglo XXI”2

El análisis del siglo XX que realiza esencialmente el historiador Eric Hobsbawm, es considerado por el
mismo como “[…] ‘el siglo corto’ [que] habría empezado con la Gran Guerra, en 1914, para terminar
anticipadamente en 1991, al derrumbe de la Unión Soviética y finalizar así la llamada guerra fría”3. Frente
a esta cita y planteo del historiador, me surge la siguiente interrogante, ¿qué llevo al historiador a realizar
ese corte? ¿Por qué la Primera Guerra Mundial da inicio al siglo XX y no otro acontecimiento?

Ahora si la Primera Guerra Mundial es considerada, de alguna manera, el resultado de las rivalidades
imperialistas desarrolladas hacia finales del siglo XIX, “[…] parecería lógico incluir [a la Gran Guerra], […],
dentro del mismo periodo”4, lo cual hace pensar que el siglo XIX, terminaría más adelante en el tiempo y

1
RIVERA, R., “El siglo XX: su delimitación y su significado”. San Salvador, departamento de Filosofía. p., 261
2
RIVERA, R. 254
3
RIVERA, R. ob. Cit., p. 257
4
Ob. Cit., p. 257
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no con ese acontecimiento bélico. Pero extender de alguna manera, extender la periodización
historiográfica planteada por la academia, sería aún más acortar el siglo XX.

A los ojos del historiador británico Eric Hobsbawm5 no puede compararse el mundo de finales del
siglo XX con el que existía a comienzos del periodo. A la hora de hacer un balance histórico el mundo es
cualitativamente distinto en tres aspectos.

En primer lugar, no es ya eurocéntrico. A lo largo del siglo se ha producido la decadencia y la caída


de Europa, que al comenzar el siglo era todavía el centro incuestionado del poder, la riqueza, la inteligencia
y la “civilización occidental”. Las industrias que Europa inició emigran a otros continentes y los países que
en otro tiempo buscaban en Europa, al otro lado de los océanos, el punto de referencia, dirigen ahora su
mirada hacia otras partes.

Las “grandes potencias” de 1914, todas ellas europeas, han desaparecido, como la URSS, heredera
de la Rusia zarista, o han quedado reducidas a una magnitud regional o provincial, tal vez con la excepción
de Alemania. El mismo intento de crear una “Comunidad Europea” supranacional y de inventar un
sentimiento de identidad europeo correspondiente a ese concepto en sustitución de las viejas lealtades a
las naciones y estados históricos, demuestra la profundidad del declive.

Ya en 1914 los Estados Unidos eran la principal economía industrial y el principal pionero, modelo,
fuerza impulsora de la producción y la cultura de masas que conquistaría el mundo durante el siglo XX.
Sean cuales fueran sus perspectivas de futuro, lo que ven los Estados Unidos al dirigir la vista atrás en la
década de 1990 es el “siglo americano”, una época que ha contemplado su eclosión y su victoria.

La segunda transformación, planteada, es más significativa. Entre 1914 y el comienzo del decenio de
1990, el mundo ha avanzado notablemente en el camino que ha de convertirlo en una única entidad
operativa, lo que era imposible en 1914. De hecho, en muchos aspectos, particularmente en las cuestiones
económicas, el mundo es ahora la principal unidad operativa y las antiguas unidades, como las “economías
nacionales”, definidas por la política de los estados territoriales, han quedado reducidas a la condición de
complicaciones e las actividades transnacionales.

La tercera transformación que es también perturbadora en algunos aspectos, es la desintegración de


las antiguas pautas por las que se regían las relaciones sociales entre los seres humanos y, con ella, la
ruptura de los vínculos entre generaciones, es decir, entre pasado y presente. Esto es sobre todo evidente
en los países más desarrollados del capitalismo occidental, en los que ha alcanzado una posición
preponderante los valores de un individualismo asocial absoluto, tanto en la ideología oficial como privada,
aunque quienes los sustentan deploran con frecuencia sus consecuencias sociales. Una sociedad de esas

5
HOBSBAWM, E. (2014): “Historia del siglo XX”. Buenos Aires, Critica.
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características, constituidas por un conjunto de individuos egocéntricos completamente desconectados
entre sí y que persiguen tan sólo su propia gratificación, estuvo siempre implícita en la teoría de la economía
capitalista.

Entre muchos estudios del siglo XX, Hobsbawm fue el único historiador en decir que este siglo corto,
culmino con la caída del “socialismo real”, ya que es el acontecimiento que el consideró característico y
representativo que dio fin a la guerra ideológica, cuyos orígenes se dan tras la finalización de la Segunda
Guerra Mundial. Ahora si ese acontecimiento marcó el fin de siglo, se debería rever el comienzo del siglo
XX, y de alguna sustituir 1914 por 1917, pero esto nuevamente nos propone pensar y preguntarnos, si
podríamos entender el proceso revolucionario surgido en Rusia en 1917, por ejemplo, sin saber como era
Rusia previó a 1917.

El propio Hobsbawm, plantea en Historia del siglo XX que, “algunos historiadores han sostenido
posteriormente que, de no haber sido por los ‘accidentes’ de la Primera Guerra Mundial y la revolución
bolchevique, la Rusia zarista hubiese evolucionado hasta convertirse en una floreciente sociedad
industrial liberal-capitalista, y que de hecho ya había iniciado ese proceso, pero sería muy difícil encontrar
antes de 1914 […]6.

Es evidente que tanto Hobsbawm, al igual que la academia en general tomo como punto de partida
“para construir esta periodización histórica, nos basta con un momento o acontecimiento que resulte
simbólico del proceso […]”7, lo cual muestra que el historiador no solo tiene la libertad de elegir el
acontecimiento a analizar, sino realizar los cortes temporales que el considere pertinente.

Si buscamos la comprensión histórica por medio de las interpretaciones historiográficas, es necesario


presentar las diferentes visiones que den explicación de los acontecimientos, basados en la libertad de
elegir los coretes temporales de cada historiador. El Historiador Marc Nouschi, surge como respuesta
alternativa a los postulados de Hobsbawm.

Para Nouschi, “para el historiador, es grande la tentación de analizar un periodo determinado a


través de los acontecimientos posteriores. Les resulta fácil encontrar en los hechos y las evoluciones […]
los orígenes y las manifestaciones de los disturbios anunciadores de tiempos nuevos”8. Todo estudio del
pasado, tienes sus orígenes en el presente, ya que “el pasado es siempre narrado y analizado desde el
presente, desde la ‘presencia’ de aquel pasado que se conserva desde el presente”9. Por lo tanto para todo

6
HOBSBAWM, E. (2014). Ob. Cit., p. 57
7
RIBERA, R., Ob. Cit., p. 266
8
NOUSCHI, M. (1999): “Historia del siglo XX, todos los mundos, el mundo”. Barcelona. Cátedra, p. 128
9
RIVERA, R., Ob. Cit., p., 253
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historiador el punto de partida es el presente, presente que permite formular las preguntas e hipótesis que
ayuda a la resolución de problemas y en definitiva debates historiográficos.

Estos temas son de crucial importancia a la hora de trabajar con nuestros grupos, ya que no solo nos
permite ubicarnos temporal y espacialmente, sino que nos abre las puertas a entender las diferentes
interpretaciones historiográficas que existen sobre un mismo acontecimiento.

Este debate sobre el siglo XX, lo utilice por primera vez en el año 2019, cuando tome mi grupo de
práctica, luego de verlo por primera vez en un curso de Historia contemporánea en un 6to de derecho. Al
comenzar el siglo XX, lleve resumidamente la visión panorámica al grupo y vimos como la historia intenta
ser objetiva a la hora de ver los acontecimientos, tiene un grado de subjetividad cuando hacemos los cortes
temporales para el análisis de los mismos.

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