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Tomado de:

Fattorelli, S., & Fernandez, P. C. (2011). Diseño Hidrológico, segunda edición en español, edición digital.
pp. 27-32.

Principios Básicos Hidrológicos

En este capítulo, se estudiaran las características, procesos y componentes que intervienen en el


balance hidrológico.
En general todos los procesos hidrológicos se pueden caracterizar como estocásticos
deterministicos o una combinación de ambos.

2.1. PRECIPITACIÓN

Las nubes son arrastradas por los vientos, algunas permanecen sobre los océanos y, otras, son
trasladadas hacia los continentes. En estos movimientos pueden enfriarse, por medio de los
cuales las gotitas que forman las nubes se pueden agrandar, ya sea porque se juntan entre ellas o
porque se aglomeran alrededor de partículas que flotan en la atmósfera. Al agrandarse, las gotas
de agua caen por su propio peso hacia la superfice de la Tierra, provocando las precipitaciones.
Las precipitaciones que se producen con temperaturas sobre 0ºC, caen en forma de lluvia. Las
gotas de lluvia se congelan si la temperatura es bajo 0ºC y la precipitación es en forma de nieve
o de granizo, estado sólido del agua. En relación al diseño hidrológico, la lluvia y la nieve
tienen mayor importancia. Esta última se explica con detalle en el capítulo 12.

Formación de las precipitaciones

Para que la humedad, presente en la atmósfera, se transforme en precipitación, se requieren tres


condiciones: producirse un estado de saturación (generalmente por enfriamiento), un cambio de
fase del vapor de agua a líquido o sólido, y un crecimiento de las pequeñas gotas o cristales de
hielo que permitan su caída.
Como resultado de las dos primeras condiciones se forman las nubes, pero no necesariamente la
precipitación, para que se formen gotas, de suficiente tamaño y peso deben existir núcleos de
condensación, constituidos por polvo atmosférico o cristales de sales. En los procesos que
inducen lluvias artificialmente, se siembran nubes (mediante cohetes ó aviones) con cristales
microscópicos de sales como el ioduro de plata.
El enfriamiento se produce por efecto de ascenso de una masa de aire, el cual define los tipos de
precipitaciones. Existen tres tipos de precipitaciones: ciclónica, orográfica y convectiva. A
continuación se describen con mayor detalle.

Ciclónica

Resulta del ascenso de la masa de aire cálido como consecuencia de la colisión de aire cálido y
liviano con aire frío y más pesado. Este proceso está asociado a zonas de baja presión
atmosférica, las cuales se convierten en centros de atracción de vientos. La precipitación
ciclónica puede ser no frontal y frontal.
• La precipitación ciclónica no frontal resulta de una convergencia y ascenso de la masa de
aire, asociada a un área de baja presión atmosférica que produce lluvia (o nieve) de
moderada intensidad, pero de considerable duración. En regiones extratropicales estas
precipitaciones pueden tener una duración de 24 a 72 horas con una lluvia total de hasta 150
mm. En el caso de regiones tropicales su duración puede ser entre 12 y 24 horas con una
lluvia total de hasta 350 mm.
• La precipitación ciclónica frontal está relacionada con el avance, hacia una región, de masas
de aire frío (frente frío) o cálido (frente cálido).
Existe también, el encuentro de dos frentes fríos que producen el ascenso del aire cálido (frente
ocluido).
Un frente se define como la superficie de separación entre masas de aire de diferente
temperatura y densidad. La Figura 2.1 explica esquemáticamente los diferentes tipos de frentes
y sus características en relación con la precipitación.

Figura 2.1 Tipos de precipitaciones frontales


Orográfica

Resulta del avance de aire húmedo (generalmente desde el mar) que es obligado a ascender por
efecto de una cadena montañosa. La mayor parte de la precipitación se produce a barlovento de
la cadena.
Este efecto es muy notable en la zona central de Chile y Argentina. Los vientos húmedos del
Pacífico al ascender, por efecto de la Cordillera de los Andes, se enfrían y condensan su
humedad, siguiendo el gradiente adiabático húmedo, producen lluvia y nieve en valores que
superan los 800 a 1000 mm anuales. El mismo viento desprovisto de buena parte de su
humedad desciende por el lado argentino de sotavento siguiendo el gradiente adiabático seco,
adquiriendo entonces mayor temperatura e induciendo en los valles argentinos de La Rioja, San
Juan y Mendoza (principalmente) condiciones de viento seco y cálido, tipo Föhen que recibe el
nombre local de “Viento Zonda”. Estos valles de sotavento tienen precipitaciones entre 150 y
250 mm anuales. Este efecto es muy frecuente en numerosas regiones del mundo, como la parte
frontal de Los Alpes de Italia, la parte occidental de las Montañas Rocallosas en Canadá y en
Estados Unidos.
En general, y salvo condiciones afectadas por fenómenos locales, las vertientes de barlovento
de zonas montañosas tienen mayor nubosidad y lluvia y rangos de temperaturas menores. Las
regiones de sotavento por el contrario, tienen climas más áridos y mayores rangos de
temperaturas.

Convectiva

El ascenso es causado por la elevación de aire cálido y húmedo, como resultado de una
inestabilidad vertical en un centro de baja presión. Es decir, es un movimiento ascendente de
una masa de aire sobrecalentado.
Estas precipitaciones son muy localizadas y erráticas; se producen por nubes convectivas
(cúmulo y cúmulonimbo) de gran desarrollo vertical. Estas nubes a menudo, se extienden a lo
largo de la tropósfera y a veces penetran en la estratósfera. Dado que la altura de la tropósfera
es menor a latitudes mayores (al acercarse a los polos), la altura de estas celdas o nubes
convectivas varía con la latitud.
En latitudes de 30º a 35º pueden variar de 15 a 23 km de altura sobre el nivel del mar mientras
que en latitudes de 40º ó 45º presentan elevaciones menores. Las corrientes ascendentes en el
interior de la nube pueden llegar a velocidades de 30 a 100 km/hora.
Por ascenso convectivo se producen lluvias localizadas (chaparrones) de alta intensidad (40-120
mm/hora) y corta duración (30 minutos a 2 horas) con una típica distribución espacial de fuerte
gradiente; son las típicas lluvias que producen granizo.
La Figura 2.2 muestra el corte de una nube convectiva típica en Mendoza (Argentina) a 33º de
latitud sur, con alta intensidad de lluvia y/o granizo.
En realidad no siempre estos tipos de lluvias se presentan solas, frecuentemente vienen
interrelacionadas, siendo díficil la identificación del tipo de lluvia que se presenta.

Figura 2.2 Corte transversal de una típica nube convectiva de latitudes medias 33° sur.
Elevaciones expresadas en metros sobre el nivel del mar (la Figura no está a escala)
Interpretación de datos de lluvia

Para realizar una adecuada interpretación de los registros de precipitación se deben tener en
cuenta la lámina, la intensidad y la duración de la lluvia, con las cuales se construyen diagramas
como el hietograma que considera la distribución en el tiempo de la lluvia, o gráficos como la
curva de masa de lluvia, útiles en el diseño hidrológico.
Se entiende por lámina (L) el total de la lluvia caída en determinado tiempo (1 hora-24 horas-1
mes-1 año, etc.) en un punto (lluvia puntual) o sobre un área (lámina media). Se expresa en
milímetros (mm), así 1 mm de lámina sobre un área de 1 hectárea equivale a un volumen de
agua de 10 m3.
Se define duración (D) como el período de tiempo durante el cual llueve; ésta tiene importantes
implicaciones en el diseño.
Se entiende por intensidad la tasa de la precipitación caída en un intervalo de tiempo (L/D)
expresada generalmente en milímetros por hora (mm/hora). Es un valor importante en el diseño
hidrológico, por ejemplo una lluvia de intensidad de 60 mm/día tiene efectos y consecuencias
muy diferentes a una de 60 mm/hora. La lluvia en función de su intensidad, puede ser
identificada como: suave (valores hasta 3 mm/h), moderada (mayor de 3 y hasta 10 mm/h) y
fuerte (mayor de 10 mm/h).
La precipitación media es la lámina media caída sobre un área dada. Es común en mediciones
puntuales asignar a cada punto un área de influencia donde se asume que llueve un valor igual
al medido.
El hietograma es un gráfico de lámina o intensidad de lluvia en función del tiempo que
generalmente se aplica, en diseño hidrológico, a tormentas individuales. La Figura 2.3, muestra
el hietograma de una tormenta histórica del 12 de febrero de 1990 registrada en la red
telemétrica del INA-CRA, en Mendoza (Argentina). En las ordenadas la lámina de lluvia para
cada intervalo de 5 minutos y en las abscisas el tiempo en intervalos de 5 minutos.
La curva de masa de la lluvia es un gráfico de lámina de lluvia acumulada durante determinado
tiempo.
Figura 2.3 Hietograma y curva de masa

Estimación de la distribución espacial de las precipitaciones

La precipitación media en una zona o en una cuenca es motivo de considerable interés en el


diseño hidrológico y su correcta evaluación es muy importante en la modelación de los
procesos de lluvia y escorrentía, tanto en modelos de pronóstico como en diseño.
Según sean las necesidades del estudio, puede usarse el valor de la precipitación media anual,
mensual, diaria o de una tormenta distribuida sobre un área. La Figura 2.4 presenta un resumen
de los tres métodos más usados. En el caso de tormentas individuales y con el uso, hoy
generalizado, de modelos matemáticos de lluvia-caudal, es frecuente usar el método de asignar
un peso a cada estación. Este peso se puede obtener, en principio, tomando el porcentaje del
área de influencia de los polígonos de Thiessen.
Figura 2.4 Métodos para calcular lluvias medias sobre una cuenca

En los poliginos de Thiessen la precipitación balanceada (columna 4) se obtiene multiplicando


la columna 1 (precipitación observada) por la columna 3 (% de Área) y dividiendo por 100. La
precipitación promedio en el área es la sumatoria de la columna 4.
En el método de las isoyetas el volumen (Columna 5) se obtiene multiplicando la columna 3
(Área neta) por la 4 (Pp promedio). La precipitación promedio es la sumatoria del volumen
dividido por el área total incluida en los límites de la cuenca.
Luego del análisis antes descrito, con la precipitación de las diferentes estaciones, se obtiene la
precipitación media de una tormenta o el régimen de lluvias (promedios mensuales y anuales)
según corresponda.

2.2. AGUA EN EL SUELO

Desde el punto de vista de la hidrología de superficie y del diseño hidrológico, el agua en el


suelo es importante tanto por su almacenamiento en perfiles que inciden en la formación del
flujo base (flujo subsuperficial y profundo), como por el campo de velocidades generadas por
su movimiento en medio poroso (el suelo) en condiciones saturadas o no saturadas.
Los modelos hidrológicos de simulación continua son fundamentalmente modelos de balance
del agua en el perfil del suelo: su almacenamiento como humedad en suelo no saturado y como

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