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UNA CRONICA DE SUPERACIÓN DIARIA

Gustavo Salas Santillán, quizá no tengas idea de quien se trata, pero de seguro que su historia
te atrapará. Es un estudiante universitario de la Facultad de Ingeniería Civil de la prestigiosa
Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), ubicada en la histórica ciudad de Lima, capital del
Perú. A lo largo de su vida, siempre tuvo un especial aprecio por la carrera a pesar de que
ninguno de los miembros de su familia tuvo inclinación por dicha profesión y aunque en
ocasiones su decisión se vio afectada, no paró hasta llegar al lugar donde está.

Gustavo Salas Santillán nació el 31 de agosto de 2002, en Huacho, conocida como La capital de
la Hospitalidad. Hijo de Carlos Alberto Salas Portales y Ada Santillán Dominguez, siendo
trabajador de almacén en la empresa UNICON y moza de un restaurante, respectivamente.
Tiene un hermano, cuyo nombre es Sergio Salas Santillan, estudiante de secundaria en la
ciudad de Chancay.

A pesar de nacer en Huacho, casi toda su vida residió en el distrito de Chancay, provincia de
Huaral, departamento de Lima. Donde a la corta edad de 4 años empezó sus estudios iniciales
en el jardín infantil Happy Birthday, donde, a pesar de su corta edad se interesó fuertemente
por las matemáticas, materia que cursaba con altos méritos llegando incluso a representar a su
institución en concursos.

Desde chico debido a que sus padres no recurrían constantemente a su casa, se desarrolló en
él un innato sentido de responsabilidad y autonomía que también lo acompañaría en sus
estudios primarios, donde durante los 6 años, su centro de estudios seria la I.EP. N.º 20390
Hortensia Dulanto de De las Casas, colegio donde se daría su gran oportunidad de destacar
entre los estudiantes, no solo en el aspecto académico, sino que descubriría que el futbol se
convertiría en uno de los grandes hobbies de toda su vida. En el aspecto académico, siempre
destacó, logrando diplomas casi todos los años y obteniendo méritos en concursos tanto
provinciales como regionales de matemática y lectura. Por otro lado, en lado del deporte,
representó al colegio como miembro del equipo de futbol llegando a conseguir títulos
importantes para un estudiante de primaria.

Una vez culminado la etapa primaria, prosiguió con sus estudios en la etapa secundaria en la
I.E.P. “Cesar Vallejo”, donde solo estaría los dos primeros años de estudio, destacándose con
casi la misma magnitud que en los estudios primarios, obteniendo el diploma por el segundo
puesto durante dicho tiempo. Los tres años restantes, se cambiaría al centro educativo COAR
Huánuco, colegio con la modalidad de residentado, donde desarrollaría un gran sentimiento de
identidad y cultura, así como también establecer unos fuertes lazos de amistad que
perdurarían hasta la actualidad. Destacándose y centrándose a más profundidad en el aspecto
académico, dejando de lado lo deportivo debido a la fuerte exigencia que planteaba dicho
centro de estudios.

Culminado una parte importante de su vida, empezaría con una que sin duda tendría una
fuerte influencia por el resto de su vida. La elección de la carrera y universidad no fueron
difíciles, pues, desde muy pequeño tuvo claro donde quería continuar sus estudios, por lo que
tuvo que empezar con una dura preparación preuniversitaria para poder aprobar las exigencias
de la prueba de admisión de la universidad, se inscribió en Centro de estudios
preuniversitarios de la Universidad Nacional de Ingeniería para lograr ello, a pesar que sabía
que el camino no iba a ser fácil, pues era consciente de que provenía de un colegio público y
competiría con los mejores alumnos de todos los rincones del Perú.
A cabo de un tiempo, un 2 de febrero del año 2020 pudo ver su nombre en la lista de
ingresantes, sin duda uno de los momentos más felices de su vida por lo que significaba y el
duro esfuerzo que ello conllevaba, y no le quedo más que celebrar con compañeros que
también lograron obtener una vacante siguiendo con todas las costumbres a las que los
cachimbos deben someterse por tradición.

Actualmente, a causa del confinamiento surgido estos meses se encuentra en su hogar con su
familia gozando de buena salud y llevando con mucha disciplina las clases virtuales que la
universidad está impartiendo a sus estudiantes, teniendo claro sus objetivos tanto a corto
como a largo plazo para que de esa forma pueda ser el orgullo de su familia, un buen ejemplo
para su hermano menor y por qué no un ejemplo para los lectores de este relato.

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