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Lectura 1

Jorge H. González Fabiani

No. de cuenta 417058245

¿Existe una filosofía en nuestra América? – Augusto Salazar Bondy

Bondy describe a la filosofía como un producto que expresa la vida de una comunidad.
Una filosofía inauténtica o mixtificada puede encubrir o desvirtuar lo propio de un ser en
lugar de manifestarlo. Por otro lado, una filosofía auténtica es una manifestación de la
conciencia racional de un hombre de la comunidad en que éste vive, es decir, lo esencial
de él.

El problema de la filosofía en Latinoamérica es que parece más bien dirigirse a lo


inauténtico, o sea, a tomar ideas ajenas que no son compatibles con su vivenciar y, por lo
mismo, se alejan de su ser total, revelando más bien las fallas, defectos y carencias de una
cultura alienada, que no se conoce a sí misma y más bien emula el proceder de aquellos
poderes ajenos que lo dominan. Él ve la posibilidad de una filosofía latinoamericana
auténtica en reconocer nuestro status antropológico e histórico haciendo un autoanálisis,
usando como herramientas el marxismo y el psicoanálisis, triangularnos a nosotros
mismos desde donde estamos parados y donde querríamos estarlo y encontrar sustento
en valores y categorías que nos expresan positivamente en el mundo. Hacer una reflexión
de una coyuntura histórica.

La filosofía americana como filosofía sin más - Leopoldo Zea

Zea explica su proyecto de filosofía americana no como centrada en nuestras propias


particularidades, sino también en la posibilidad de que nuestro pensamiento pueda ser
considerado válido para todos los hombres, es decir, puramente filosofía. Lo americano
vendrá por añadidura. Sin embargo, él advierte sobre hacer demasiado universal la
filosofía y teme que, como la filosofía analítica, pueda esta subsumirse a la técnica (por su
enamoramiento con la lógica) y deje de ser un ejercicio reflexivo sobre la condición
humana y más bien una herramienta ideológica. En cambio, el piensa a la filosofía como
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filosofía engagée o comprometida. ¿Con qué? Con la realidad. Considera que los filósofos
del canon occidental en su tiempo se vieron impelidos a hacer filosofía por una necesidad
vital exigida por su tiempo espacio. Incluso los grandes sistemas metafísicos, a los que los
latinoamericanos (del tiempo de Zea) aspiraban, fueron urgidos por una realidad que se
los impuso. La filosofía es, por lo tanto, la expresión de una realidad que pueda ser
comprendida universalmente sin pretender ella ser ahistórica. Y esa práctica filosófica
solamente puede realizarse si, en primera instancia, nos conocemos a nosotros mismos.

Sobre el problema de la filosofía latinoamericana – Juan Villoro

Juan Villoro intenta hacer una síntesis del pensamiento de Zea y de Bondy. Él, junto con
ellos, cree que hay una falta de autenticidad que permea el pensamiento latinoamericano.
Y trata de reencontrar una universalidad desde nuestra circunstancia. Él piensa que la
peculiaridad, a pesar de que es distinta de la copia, no implica necesariamente
originalidad. Piensa que la filosofía es un conjunto de proposiciones creídas. Estas
creencias pueden ser o razones o motivos. Las razones son las justificaciones aducidas
para sostener la verdad o probabilidad de lo creído, y son válidas para cualquiera.
Asimismo, la filosofía también implica un análisis y examen racional de los supuestos de
cualquier creencia aceptada sin discusión; a esto lo llama la autonomía de la razón. Lo
auténtico es, para él, lo autónomo y lo inauténtico heterónomo. El motivo, por el
contrario, es una causa psicológica que induce a una acción. Su origen es subjetivo, a
diferencia de la objetividad de la razón. Sin embargo, el motivo es igualmente necesario
para realizar una filosofía auténtica. Igualmente, un motivo también puede ser
inauténtico. En este caso, alguien puede tomar prestado un motivo, es decir, que sea
motivado no personalmente, sino por poderes ajenos, ya sea intereses políticos,
económicos, académicos, etcétera. Por otra parte, la congruencia o incongruencia del
pensamiento de un filósofo con su vida es un signo de la autenticidad o inautenticidad de
su motivo. Villoro propone una filosofía de la liberación, en la cual, por medio de la
autonomía de la razón, se realiza una reflexión sobre uno mismo., sobre las condiciones
que nos esclavizan y sobre las vías para liberarnos de ellas. Ya no es instrumental, sino
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reflexiva. Manteniendo rigor y siguiendo los fines de la razón para establecer una
comunidad racional y libre.

Comentario personal

Me parecen esclarecedoras las lecturas para poner en tela de juicio si es posible una
filosofía en Latinoamérica y, específicamente, si es posible la filosofía en México. Es muy
acertado Bondy en hacer uso del análisis histórico para poder reconocer el lugar donde
estamos parados y desde donde hablamos. En Zea, me pareció que pensar a la filosofía
como comprometida con la realidad es también no hacer meramente historia de la
filosofía (como historia de los grandes pensadores europeos), sino que las temáticas
actuales, históricas y culturales de nuestro país son exigencias para dar lugar a una
filosofía auténtica. En Villoro, el trabajo mutuo de los principios universales de la razón,
pero también nuestra propia subjetividad como partícipe en la filosofía, me también justo.

Referencias.

Salazar Bondy, Augusto. ¿Existe una filosofía de nuestra América?. México, Siglo XXI, 1968.

Villoro, Luis. Sobre el problema de la filosofía latinoamericana. En Cuadernos Americanos.


No. 3, Mayo-junio, 1987.

Zea, Leopoldo. La filosofía americana como filosofía sin más. México, Siglo XXI, 1969.

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