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Milagro asiático

¿Qué es?

Se denominó milagro asiático, a la evolución económica ocurrida en Asia por el


esfuerzo colectivo de algunos países de esta región.
Entre esos países están Japón, los cuatro dragones o tigres: Hong Kong,
Singapur, Taiwán y República de Corea, denominados así por su rápido desarrollo
económico, y tres países de reciente industrialización: Malasia, Tailandia e
Indonesia.

Inicios

Los Tigres del sudeste asiático surgieron entre 1945 y 1990, en el contexto de la
Guerra Fría. Se los comenzó a ver como potencias. Los principales países que se
han desarrollado tan vertiginosamente fueron: Singapur, Hong Kong, Taiwán y
Corea del Sur, demostrando un crecimiento en calidad, cantidad y bajo precio en
sus productos alcanzando mercados internacionales.

A mediados de 1950 apuntaron a los avances tecnológicos y a políticas


sustitutivas de importación, orientándose luego a las exportaciones. Estos países
han cambiado paradigmas mundiales.

En poco tiempo, los países del sudeste asiático pasaron a ser países de escaso
crecimiento como contrapartida de bajos salarios de los trabajadores, lo cual
resulto atractivo para empresas extranjeras que se instalaron en la región. La
inversión favoreció el resurgimiento de la economía, pero siempre y cuando éstas
tendieran a los intereses nacionales, a la competitividad y a las expectativas del
empresariado local.
Este avance tuvo efectos en cada uno de los países, como es el caso de Hong
Kong, (antigua colonia británica, ahora perteneciente a China) las inversiones
extranjeras dentro del proceso de modernización tuvieron un marcado control por
parte del Estado. En Taiwán, las industrias mecánicas y petroquimicas
consideradas estratégicas pertenecen a empresas públicas, controlando que las
importaciones no sean mayores que las exportaciones. En Corea existe un fuerte
proteccionismo al sector industrial respecto de la competencia extranjera e incluso
al ingreso de capitales. En cambio, en Singapur, las multinacionales ocupan un
lugar fundamental que en el resto de la región. Debido a la limitación de tierras y
recursos naturales.

Más adelante, comienzan a desarrollarse otros países del sudeste asiático, los
llamados “tigres de segunda generación” o “pequeños dragones’. Iniciaron más
tardíamente su camino a la industrialización pero tomaron a los nuevos países
industrializados como modelo. Ellos son Malasia, Indonesia, y Tailandia. Malasia
fue el país que tuvo un crecimiento más rápido. El nivel de pobreza se redujo
considerablemente, al igual que las diferencias de ingreso por pertenencia étnica.
Indonesia y Tailandia mejoraron la producción industrial, la agrícola, así como los
ingresos provenientes del turismo.

En algunos de los “pequeños dragones’ hay importantes conflictos sociales


asociados al tinte autoritario de sus gobiernos y a las malas condiciones laborales,
como también a conflictos étnicos. Estos aspectos son la otra cara de la moneda
del éxito económico.

Malasia transformó su economía en treinta años. Cambió las riquezas naturales


por la fabricación de chips y por modernos y fabulosos edificios de Kuala Lumpur,
su capital. A pesar de contar con interesante reservas de petróleo, gas y
abundantes recursos forestales (madera dura) más de dos tercios de sus
exportaciones son productos terminados, como automóviles, electrónicos, telas y
alimentos.

En Indonesia, la agricultura sigue siendo el primer sector en términos de


ocupación: arroz, coco, copra, aceite de palma, cacao, café y caucho natural. Es
además el mayor exportador de madera y productos de madera del Sudeste
Asiático. Es rica en recursos minerales y energéticos ya que dispone de grandes
reservas de hidrocarburos y carbón, lo que le sitúa como el mayor productor
mundial de gas natural. También es uno de los mayores productores mundiales de
estaño, cobre, bauxita, hierro, oro y plata. El sector manufacturero, en continua
expansión y diversificación, se ha convertido en el más dinámico de la economía,
ayudado por el turismo, que también ha crecido de forma notable en la primera
década del siglo XXI.

La economía de Tailandia basada tradicionalmente en exportaciones de productos


agrícolas, se fue transformando en una de las más diversificadas del sudeste
asiático. En la década de los 70 la activa promoción para atraer inversiones
extranjeras creó un sector industrial basado en sustitución de importaciones,
mientras que las exportaciones se orientaron hacia el sector manufacturero,
basado en mano de obra intensiva tales como textiles y vestimenta. Tras la crisis
de los noventa y en la actualidad Tailandia experimenta un rápido crecimiento en
bienes de alta tecnología tales como accesorios para informática y automóviles,
apoyado todo ello por un importante crecimiento el turismo.

Factores de crecimiento

- Basaron su desarrollo industrial en las inversiones de capital extranjero.


- Sobreexplotación de la mano de obra barata, abundante y organizada en
sindicatos. (Ejemplo: Japón).
- La localización geográfica (por el fácil acceso a las vías marítimas para la
exportación de sus productos y la relativa cercanía entre ellos que favoreció
las corrientes de capital).
- El modelo económico del crecimiento liderado por las exportaciones
- La estabilidad económica, que atrajo la llegada de capitales extranjeros;
- El otorgamiento de créditos  para industrias estratégicas.
- Aprovechamiento de las tecnologías provenientes del exterior.
- El aumento de la capacidad de la fuerza laboral, estableciéndose niveles
educativos de calidad priorizándose las carreras de ciencia y tecnología
- La eficiente sincronización entre el sector público y privado, donde el
Estado jugó un papel fundamental.

Proceso

La presencia del Estado fue muy importante en este proceso, sobre todo para
dirigir la economía en la transición a la globalización; para el aumento de las
exportaciones y la orientación estratégica para la inserción en la economía
mundial.

Japón fue el primero que comenzó este crecimiento económico, después de su


derrota en la Segunda Guerra Mundial. Transformó su industria liviana con gran
utilización de mano de obra, en una industria pesada de gran complejidad con alta
inversión de capital. Se convirtió en una de las primeras potencias económicas del
mundo mediante la importante participación en el mercado mundial, compitiendo
con las firmas europeas y estadounidenses. Entre sus principales rubros
industriales se encuentran las industrias automotriz, de microelectrónica, de
comunicaciones, biotecnológica y de robots.

Con respecto al resto de los países (los dragones o tigres), numerosas empresas
multinacionales, especialmente de Japón y Estados Unidos han instalado plantas
en ellos para el armado de aparatos electrónicos. Por lo que los derivados de
estas industrias ocupan los primeros lugares en sus exportaciones.

Beneficios

El Sudeste asiático ha dejado atrás la crisis de 1998 y se está posicionando como


una de las regiones económicas más dinámicas del mundo gracias a factores
estructurales favorable y, más importante, a un marco económico e institucional
que ha conseguido sacar de la pobreza a millones de personas.

El aumento del ingreso per cápita poco común, se vio reflejado en la disminución
de la pobreza. Algunos ejemplos: Tailandia, en la década de 1960 tenía un 59%
de su población por debajo del umbral de pobreza y en la década de 1980 este
índice había disminuido al 26%.

Indonesia, en la década de 1970 tenía el 58% de su población debajo del umbral


de pobreza y diez años más tarde este índice había descendido al 17%. Además,
mejoraron otros indicadores sociales como el porcentaje de analfabetismo.

Actualidad

El auge de la orilla asiática del Pacífico ha conllevado, a lo largo del último medio
siglo, inconvenientes importantes, que son hoy cada vez más patentes: entre
otros, autocracia, corrupción, infraestructuras inadecuadas, deterioro
medioambiental, alto coste social, y, en algunos casos como el de Corea del Sur o
Indonesia concentración de la riqueza industrial en pocos conglomerados
empresariales con todo, el balance es globalmente positivo.

El impresionante progreso alcanzado en cuanto a crecimiento económico


sostenido, transformación estructural intensa y mejoras sin precedentes en el nivel
y la calidad de vida de la población no oscurecen esos inconvenientes pero sí los
relegan a un segundo plano, al menos si se adopta una perspectiva histórica
adecuada. Baste señalar que a mediados de los años cincuenta Corea del Sur
tenía una renta per cápita inferior a la de Mozambique y que en 1996 ingresó, con
un ingreso por habitante de 12.000 dólares, en el selecto club de los países ricos
de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE). Tampoco
conviene olvidar que Taiwan, una pequeña isla del tamaño de Cataluña y con 22
millones de habitantes, tiene hoy una renta per cápita que, en paridad de poder
adquisitivo, supera a la de España. Incluso la inmensa China ha conseguido,
gracias a la reforma iniciada a finales de los años setenta, cuadruplicar su PIB per
cápita y convertirse en la segunda mayor economía del mundo.
El crecimiento de la orilla asiática del Pacífico seguirá duplicando, por lo menos, al
de los países occidentales desarrollados durante quizá una generación.

Conclusiones

 Actualmente nos encontramos en medio de un mundo globalizado,


(economías y comunicaciones) en un post capitalismo, época de potencias
emergentes que luchan por la supremacía económica mundial.

 Los tigres asiáticos se han destacado en los últimos años, con una
economía basada en productividad y en la reingeniería alcanzando el
libre mercado internacional.

 El Milagro Asiático ha llevado a algunos economistas a pensar que la


próxima década puede significar el nacimiento del Siglo de Asia. Pero el
optimismo que ofrecen las tasas de crecimiento cercanas al 10% no implica
que en estos países existan libertad económica y, mucho menos,
regímenes políticos a la europea.
 Las libertades públicas en los Tigres Asiáticos brillan por su ausencia: no se
permite la iniciativa individual, y la actividad económica de las empresas
depende de sus contactos con los funcionarios de los distintos gobiernos.

 El principal desafío que enfrenta la región es el de reducir las distancias y


desequilibrios entre el mundo financiero y el mundo político y social.

 El éxito de estas economías es el resultado de políticas macroeconómicas


orientadas a lograr la estabilidad y promover el ahorro y la inversión
combinados con incentivos microeconómicos específicos (con diversos
niveles de selectividad) basados en políticas comerciales, industriales y
tecnológicas.

 La influencia externa ha provocado este crecimiento asiático en el nuevo


orden económico internacional, y la propia incidencia interna que ha tenido
este “milagro económico”.

 Influencia geopolítica que no puede separarse del crecimiento económico. 

 Hay una importante difusión de la tecnología mundial que se genera, y las


naciones occidentales están perdiendo su ventaja tradicional.

 El centro de gravedad mundial se desplazará inevitablemente  hacía las


naciones asiáticas del oeste del Pacífico.

 Los éxitos asiáticos demuestran la superioridad de las economías con


menos libertades civiles y más planificación de lo que nosotros hemos
estado dispuesto a aceptar en el oeste.
 Con la formación de su capital humano lograron orientar su crecimiento. Al
concentrar interés en el capital humano, esta capacitación provoco una
movilización laboral destinada al desarrollo. Al disminuir la desigualdad
social se logra un equilibrio interno, que bajo la guía de una buena voluntad
política puede llevar hacía el desarrollo.

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