NELSON GARRIDO
El país se
desnuda
Artista plástico
“Al venezolano
lo veo en
la imagen
del mendigo”
Ha sobrado quien en Venezuela lo considere un
insolente de la imagen. Quien cree que sus fotos
son escupitajos a la estética. Quien lo asuma co-
mo una basurita para la retina. Y de sólo pensar
que esto ocurre en la mente de algunos, Nelson
Garrido lo celebra con una risotada. Devuelve así
la condición de bufón a aquel que no se haya atre-
vido a homenajear, como él, la belleza de las
vísceras. “Cada cuerpo es tan individual y tan be-
llamente personal que somos diferentes. Lo que
pasa es que la sociedad se ha encargado de borrar
los cuerpos, entonces la verdadera identidad nos
la da una cédula. Le dices a una muchacha qué
bonito clítoris tiene, y te llama sádico, porque
creemos tener solamente la identificación externa
que dan la sonrisa y los ojos”.
- ¿Cómo interpretar la armonía corporal?
- Yo cada vez más asumo mi estatus de gordito.
Creo que el cuerpo es bello como es, gordo o con
espinillas, y no a nivel comparativo. El desnudarse
es un problema de autocensura y del miedo a
mostrarse. Nos han enseñado a rechazar el cuer-
po como si fuera pecado. No hace falta un Miss
Venezuela ni los santos de una iglesia para deter-
minar lo bello como bueno, y lo contrario a esto
como feo y malo. Los gorditos somos hermosos.
- Pareces tu propio devoto.
- Fomento mi barriga y mis rollitos. Me encanta ser
barrigón y es una de las cosas más hermosas que
tengo.
- ¿Es proporcional a tu calidad espiritual?
- La consistencia de cada persona es no dejar que el
silencio nos invada y me refiero al silencio como
aprobación de cosas con las cuales no estamos de
acuerdo. En una sociedad como la que vivimos,
quien calla otorga. Yo he demostrado la coherencia
de mi espíritu con mi vida pública, siempre he hecho
una oda a la parte sexual y hasta a lo escatológico.
Locación:
ORGANIZACIÓN
NELSON GARRIDO
- ¿Se ha desvestido el país a través de tu oficio?
- Lo he intentado. Para mí el arte está hecho para
desnudar a la sociedad. El arte está hecho para ser
un grito de oposición al poder, más allá de quien
lo ejerza en un momento.
- ¿Para ti, como fotógrafo, cuán importante
es el cuerpo?
- Fundamental. El cuerpo nos posibilita el orgas-
mo, que es el momento en que estamos más cer-
ca de Dios. Creo en esa pequeña muerte, y en el
acercamiento a Dios a través del goce del cuerpo.
- Más allá de lo físico, ¿cuántas veces has
quedado desprovisto?
- Con mi obra ha quedado al descubierto mi fragi-
lidad, a pesar de las corazas. Creo en la fortaleza
que se tiene a raíz de la fragilidad y en que la vida
hay que llevarla con la fuerza de la suavidad.
- ¿Un hecho que haya desnudado a Venezuela?
- Cuando se calcinaron los presos en la cárcel de Sa-
baneta. En una sociedad que permite que pase eso,
puede pasar cualquier cosa. Voy a hacer una obra
sobre la tragedia de Sabaneta para ayudar a cica- “No sería
trizar lo que no hemos cicatrizado. Eso sí fue un he-
cho pornográfico, más que la pornografía misma. Nelson Garrido si no
- ¿Qué veríamos en un país transparente?
- Un país totalmente fracturado, que ha perdido
esperanza, que hace todo por inercia, con mu-
me censuraran...”
“
chísimas cicatrices del alma.
Un arte que se limite
a ser algo decorativo
cae en el juego
”
de Miss Venezuela
- ¿Cuál imagen permite encontrarte con el
venezolano?
- Recuerdo a mi gran maestro César Rengifo cuan-
do decía que el problema del venezolano es que
tiene una gran memoria para olvidar. Somos un
país que no retiene hechos históricos. Lamentable-
mente, al venezolano lo veo en la imagen del
mendigo que le pide al que esté de paso en el
poder.
NLLL