SITUACION ACTUAL MAXI

Consultante preadolescente llega a terapia por consideración de sus padres. Sabe que su
tiempo en ese lugar es necesario aunque no de su total agrado, las preguntas hechas por
el terapeuta reciben respuestas cortantes, se observa hostil, inquieto y evasivo. Es solo
hasta que se encuentra un elemento motivacional que llama la atención del consultante
que se encuentra un momento de reacción positiva hacia la terapia y el terapeuta inicia
un ejercicio de acercamiento a través del juego, los retos que hacen parte de la dinámica
desembocan una conducta de desinterés por parte del paciente, la razón es que está
acostumbrado a jugar de una manera más arriesgada con respecto a las movidas de la
carta, el define esta modalidad de juego como aquella que tiene “instinto asesino”.

El profesional aborda esta noción del paciente para continuar un proceso de

acercamiento donde descubre que el paciente prefiere ir por el todo o nada. Eje que se
toma para iniciar una indagación del rol desempeñado por el padre; donde se descubre
que él le inculca mucho la disciplina por una vida saludable y de desarrollo físico,
además de una perspectiva desafiante hacia la vida.

En el proceso conversacional hacia la condición del paciente con respecto a su madre y

el rol que esta desempeña, se descubre en ella un comportamiento permisivo,
desinteresado por su estado nutricional, Adicionalmente el consultante muestra un
completo desacuerdo en que la madre afirme que el tiene miedo y que no tiene patrones
de sueño adecuados, muestra tristeza y desasosiego al referirse a ella puesto que la
supone como causante de la separación de sus padres situación que ha podido digerir
bien y que le resulta muy doloroso de afrontar. Manifestaciones como “Fue ella quien
engañó a Papá” y “no fue esa la primera vez” le generan un claro sentimiento de tristeza
y dolor.

Al enmarcarse la situación con los padres en escena, se realza el hecho de que la madre
muestra un alto interés en su propio tiempo libre y en la posibilidad de desempeñar
actividades que no impliquen la presencia del muchacho en ellas; mientras que el padre
se muestra interesado en pasar tiempo con su hijo pero con la intención de implantar en
él conductas machistas y de alto contenido disciplinario y de independencia.

Es claro que existe una fricción entre las formas de crianza adoptadas tanto por el padre
hacia aquellas que desempeña la madre viceversa, motivo que afecta directamente al
muchacho puesto que estas nociones de crianza lo dejan en un paradigma dicotómico de
su desenvolvimiento como individuo y dependiente tanto del uno como del otro
pariente.