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la adolescencia
Historia y fuentes de la psiquiatría infantil
Los 1º precursores (pedagogos y educadores): La psiquiatría infantil considerada
como ciencia medica es muy reciente pero cuenta con un paso rico en experiencias
pedagógicas y educativas. En el siglo 16 se dieron los primeros pasos en la
educación de sordomudos.
Primeras colaboraciones medico-pedagógicas: los precursores son sobre todo
reeducadores de deficiencias sensoriales y del RM. En 1898 se introduce por 1ª vez
en la enseñanza publica clases especiales para la formación de niños retrasados. En
1905 Binet y Simon publican en Francia la 1ª escala de desarrollo intelectual, a
partir de entonces, la neuro-psiquiatría entra en un constante desarrollo.
El siglo 20: es el siglo del niño, se consideran así las primeras 4 décadas. En la
1ª se hizo hincapié en los problemas del niño, especialmente en los de su
instrucción. En la 2ª se crearon organismos de tipo comunitario (centros de
reeducación, hogares, escuelas especializadas). En la 3ª la acción se centra en el
marco familiar y escolar. Y en la 4ª se trabajo directamente con el niño.
La confrontación generacional
Es un punto nodal, se trata de un tema complejo en todas las etapas de la vida y
fundamentalmente en la adolescencia, para la adquisición y la plasmación de la
identidad individual y social.
Representa una de las vías principales para estudiar de que manera las relaciones
de poder fabrican sujetos, en 2 direcciones: desde los padres hacia el hijo y desde
este hacia los progenitores.
Hay padres que no facilitan la manifestación de los sentimientos hostiles de los
hijos al intentar ahorrarles los sinsabores de la vida. Son los padres hacedores
que se autoimponen la misión de proveer a sus hijos de un universo exento de
angustias y responsabilidades.
Freud señala la existencia de 2 tipos patógenos de educación: la severidad excesiva
y el consentimiento. Tanto la educación autoritaria como la permisiva ejercen un
fuerte influjo sobre la formación del superyó infantil.
Los padres excesivamente disponibles que intentan cubrir toda sensación de falta y
que además sofocan el odio necesario y la ambivalencia, cancelan los limites
espaciales entre el yo y el objeto amado y generan relaciones adictivas de objeto.
El desarrollo armonioso representa mas un ideal, una norma utópica, que una
realidad clínica. En la Psicologia infantil se utiliza la noción de inmadurez (se
relaciona con la organización psicomotriz, con la esfera afectiva o la emocional)
para hablar de conductas clínicas situadas en el limite de lo normal y lo
patológico.
- Contexto ambiental:
Winnicott dice que un niño pequeño sin madre no existe, ambos, constituyen un todo
sobre el cual debe volcarse la evaluación y el esfuerzo terapéutico. La evaluación
de lo normal y lo patológico no debe dejar de lado el contexto ambiental, paterno,
fraternal, escolar, amistoso, religioso ya que innumerables conductas juzgadas
patológicas aparecen en realidad como signos de una sana protesta, como testimonio
de la patología del medio. Una misma conducta puede tener un sentido muy diferente.
EN EL ESTUDIO DE LAS CONDUCTAS Y DEL EQUILIBRIO PSICOAFECTIVO DE UN NIÑO, LO NORMAL
Y LO PATOLÓGICO NO DEBEN SER CONSIDERADOS 2 ESTADOS DISTINTOS UNO DEL OTRO,
SEPARADOS. EL DESARROLLO Y LA MADURACIÓN DEL NIÑO, SON POR SI MISMOS FUENTES DE
CONFLICTOS QUE PUEDE SUSCITAR LA APARICIÓN DE SÍNTOMAS. UN NIÑO PUEDE SER
PATOLÓGICAMENTE NORMAL O NORMALMENTE PATOLÓGICO.
SE DEBERÁ TOMAR EN CONSIDERACIÓN DIVERSOS EJES, REFERIRSE A DIVERSOS MODELOS
CONCEPTUALES.
-de 1879 a 1940: la imagen del deficiente como una amenaza social, se acompaña de
temor y rechazo. Surgen descubrimientos e informaciones que apoyan las ideas
negativas hacia el deficiente, esto despierta el miedo y muestra a estos sujetos
como un peligro en potencia. Ello provoca su marginación, su aislamiento y el
abandono casi total tanto de su educación como de su formación humana.
-después de la 2ª guerra mundial: se producen planteamientos que conducen a una
aceptación plena del deficiente en la sociedad. Esta época marca un cambio en las
actitudes de la sociedad hacia sus miembros discapacitados, ya que en los años de
la post-guerra se observa un gran numero de minusválidos que como héroes de guerra
no podían ser marginados; sino que podían y debían vivir dentro de su comunidad con
sus deficiencias y sus diferencias. Estos sujetos pueden desarrollar sus
capacidades y obtener niveles aceptables de adaptación. Se produce un
replanteamiento, se deja de girar en torno al déficit de los sujetos para centrarse
en las capacidades y en sus aspectos positivos.
En 1992 la Asociación Americana de Retraso Mental publica una nueva definición que
supone una modificación sustancial respecto a las anteriores: la DM hace referencia
a limitaciones sustanciales en el funcionamiento actual. Se caracteriza por un
funcionamiento intelectual significativamente inferior a la media, que generalmente
coexiste junto a limitaciones en 2 o mas áreas de habilidades de adaptación
(comunicación, autocuidado, vida en el hogar, habilidades sociales, utilización de
la comunidad, autodirección, salud y seguridad, habilidades académicas funcionales,
tiempo libre y trabajo). La DM se ha de manifestar antes de los 18 años de edad.
Esta definición aporta un modelo mas actualizado y mas acorde con el principio de
normalización, revaloriza las dificultades adaptativas del individuo con la
finalidad de relacionar mejor las necesidades individuales y reales en la vida
cotidiana de cada sujeto con los niveles de apoyo apropiado.
La DM no se considera un rasgo absoluto del individuo, sino una expresión de la
interacción entre la persona y el entorno.
ENFOQUE MULTIDIMENSIONAL
Diagnostico:
Debe ser siempre precedido de un profundo examen medico clínico, en primer lugar
para descartar que se trate de un secundarismo vinculado con diversas patologías
serias.
En segundo lugar, debe ser evaluado el estado físico actual del paciente como
consecuencia de la restricción alimentaria. Lo mismo es necesario para la bulimia y
otros trastornos de alimentación.
Es necesario elucidar con claridad si la anorexia o la bulimia no están ligadas a
psicosis, depresiones, trastornos bipolares u otros.
Diagnostico diferencial:
-neurosis obsesiva: perfeccionismo, meticulosidad, buen rendimiento académico y
laboral, orden y autocontrol.
-neurosis histérica: interés en la apariencia y el lucimiento
-psicosis: no tienen una imagen realista de su cuerpo,
ven gordura y grasa donde no la hay, ven rollos que no
están, como alucinaciones o ilusiones negativas.
Hay en la anorexia un circulo vicioso que puede ser asociado con la compulsión a la
repetición. El ayuno provoca secreción de endorfina, esta causa excitación,
activación y sensación de plenitud, como consecuencia se potencia el ayuno y este
reconduce al aumento de la secreción de endorfinas, con lo que consiguen negar su
vacío e inconsistencia.
La ANORÉXICA se nos presenta derivada por otros: médicos, maestros, padres, amigos.
Por si misma no pide consulta, no tiene conciencia de su perturbación. Sus
problemas, según ella, están en sus relaciones con los demás, no consigo misma; son
los otros quienes la molestan. Generalmente llegan cargadas de ropa para esconder
su cuerpo y para que nadie las fastidie, además este exceso de ropa se debe al frio
que les produce la restricción de nutrientes.
La familia:
Tiende a negar y a proteger el problema, mantienen una complicidad inconsciente.
La madre, su sustituto o quien ejerza la función materna aparece como alguien
considera a su hija como un apéndice de si misma. Es una madre oracular que tiene
una respuesta para todo. Pero esta se torna imposible de soportar y así la hija cae
en rechazar al objeto primordial de amor, «no quiero nada de nada» es su expresión,
tienen deseo de nada. Se produce un fenómeno llamado AFÁNISIS que es la falta de
deseo sexual y de deseo en general.
En cuanto al padre, se trata de una figura ausente que delega en la madre lo que
tiene que ver con los hijos, por lo tanto, no interrumpe la diada madre-hija.
En este tipo de familia es frecuente encontrar una conjunción entre estética y
ética, ser gorda no solo es ser fea, sino también ser mala y ordinaria; y ser
delgada equivale a representar la bondad, la belleza, la elegancia. Pese a las
fallas que presentan estas familias, su inclusión en el proceso de cura es
indispensable.
Tratamiento:
Como integrantes del equipo interdisciplinario, ocupamos el lugar de la escucha. Si
los pacientes no hablan es valido apelar a medios que susciten su atención como el
juego, el modelado, el dibujo, letras de canciones o poesías preferidas.
El encuadre psicoanalítico debe flexibilizarse para favorecer la emergencia de la
palabra y la interpretación, el uso de recursos para que puedan decir algo.
Cuando la paciente comienza a hablar de ella, va teniendo lugar su advenimiento
como sujeto autónomo y singular, mas allá de los mandatos de los otros y de la
cultura.
BULIMIA:
Su punto en común con la anorexia es su ubicación en el registro oral y su carácter
de fenómeno psicosomático, alexitímico.
Son personas mas dadas a la comunicación verbal y con una capacidad de intromisión
mayor que la anoréxica, lo que las lleva a solicitar por si mismas la consulta,
salvo excepciones.
Etimológicamente bulimy es una palabra que significa hambre voraz.
Criterios diagnósticos para la bulimia nerviosa:
a) Preocupación por la comida, ansias irresistibles por alimento y repetidos
episodios de ingesta excesiva.
b) Recursos destinados a contrarrestar los efectos engordantes de la comida.
c) Un episodio previo o críptico (oculto) de anorexia nerviosa.
El DSM señala 2 tipos:
-purgativo: uso de métodos purgativos después de un
atracón , vómitos autoinducidos, uso de laxantes/diuréticos.
-no purgativo: mecanismos físicos compensatorios como ejercicios físicos
extenuantes.
Durante los ATRACONES se consume mucha comida en poco tiempo, los viven como algo
ajeno y repugnante, pero se sienten incapaces de controlarlos, no saborean ni
disfrutan. Es una ceremonia secreta ineludible, comen a escondidas y terminan con
un gran sentimiento de vergüenza y de culpa por haber traicionado su propósito de
delgadez. Buscan luego purificarse con el vomito, las purgas, la gimnasia y
nuevamente se retorna a la dieta y a la restricción alimentaria. Es importante no
confundir con episodios aislados de atracones por ejemplo ante exámenes o
situaciones difíciles, porque aquí la ingesta vuelve a ser normal posteriormente.
Niñez tardía y escolar: a los 4 años las áreas problemáticas que aparecieron desde
los primeros años se hacen cada vez mas evidentes y se nota mas la diferencia con
los niños de su edad. Muestra rarezas en su alimentación, no se viste solo, no se
relaciona con niños y prefiere jugar solo.
Se fascina con sus juegos estereotipados y repetitivos, en ocasiones desarrolla una
especial liga con algún objeto o juguete o cierta prenda de vestir.
A los 3 o 4 años pueden carecer por completo de comprensión y de lenguaje
expresivo. Pueden llegar a repetir de memoria largos monólogos, pero lo hacen en
forma automática y sin intención comunicativa. El tipo de comunicación que pretende
compartir con otros las propias experiencias/vivencias nunca se presentan en el
autista.
En niños mas grandes se presentan berrinches y ataques agresivos, a menudo
violentos y sin provocación alguna, hay mas oportunidad para herir seriamente
a otros y a si mismos.
Los niños con autismo no presentan anormalidades físicas evidentes, se pensó que se
trataba de un desorden emocional. Investigaciones recientes señalan que el autismo
deriva de un desorden del SNC y no de problemas emocionales. No se ha identificado
una causa única para el autismo.
Uno de los problemas al diagnosticar el autismo es que con frecuencia se presenta
conjuntamente con otras discapacidades, que suelen ocultar o dificultar la
detección del síndrome autista: el 80% tiene un coeficiente intelectual inferior a
70, por lo que cumple el criterio para diagnosticar deficiencia mental. Las
personas con autismo también pueden presentar parálisis cerebral o síndrome de
Down.
El autismo infantil puede confundirse con otros padecimientos, el objetivo del
diagnostico es elegir la terapéutica mas adecuada, para ello es importante
distinguir el autismo de los demás cuadros:
esquizofrenia infantil, sordera, retardo
mental, afasia, mutismo selectivo.
Enfoque psicopatológico:
Si bien existen grandes variantes psicopatológicas entre uno y otro psicótico, no
se puede negar una cierta similitud psicopatológica.
El núcleo psicopatológico se refiere a:
-existencia de una angustia primaria de aniquilación, mutilación o absorción que
implica la total disolución o la destrucción del individuo.
-no distinción entre yo y no yo, el no reconocimiento de sus limites y de los del
otro, la no percepción de los limites corporales desemboca en frecuentes caídas,
heridas o accidentes.
-ruptura con la realidad, mínimos cambios externos pueden suscitar la aparición de
reacciones catastróficas.
-prevalencia de procesos primarios, especialmente la descarga motriz externa, el
paso al acto, hetero y autoagresiones.
-ausencia de nexo entre las pulsiones libidinales
(pulsiones de vida) y las pulsiones agresivas
(pulsiones de muerte).
Tratamiento:
Constituye un problema especialmente complejo, dado que el clínico no conoce con
exactitud los factores etiológicos específicos. El enfoque terapéutico depende de
los modelos teóricos del clínico.
La mayoría de los clínicos coinciden en la necesidad de un enfoque terapéutico
multifocal que sea capaz de adaptarse a las situaciones individuales.
Los objetivos prioritarios deben ser: hacer emerger al individuo como persona y
proporcionarle la posibilidad de una comunicación autentica tanto consigo mismo
como con los demás.
Las intervenciones terapéuticas son numerosas y variadas, en todos los casos es
prolongado durante la mayor parte de la infancia o la adolescencia. Encontramos:
• las psicoterapias: en el niño pequeño la psicoterapia madre-hijo en ocasiones en
el domicilio, y a menudo se llevan a cabo en el marco de un hospital de día.
Permiten observar problemas en la interacción, se debe favorecer la intervención de
una 3ª persona en la diada. Conceden un importante papel a la utilización del
lenguaje como medio de comunicación.
La actividad bucal del niño parece haberse invertido: empuja el pezón con la lengua
en forma enérgica y sacándolo de la boca. Junto a esto, toda la musculatura entra
en tensión. El niño se echa hacia atrás y su cuerpo se arquea. Para que se
reoriente su reflejo de succión es preciso que cambie la actitud materna, se
aconseja que la madre tome al niño en sus brazos y lo aliente a mamar en forma
cariñosa.
•VÓMITOS y TRASTORNOS RESPIRATORIOS: aquí el niño es fuerte y reacciona con una
protesta activa.
En los vómitos, su curación depende de que se consiga cambiar la actitud de la
madre mediante explicaciones y consejos o psicoterapia.
Los trastornos respiratorios que aparecen en el 1º año de vida en forma repetida o
permanente son también una protesta activa contra la hostilidad materna. El
tratamiento es fundamentalmente indirecto: explicaciones y consejos destinados a
cambiar la actitud materna y psicoterapia de la madre para resolver su hostilidad.
EL ASMA
Es una dolencia broncopulmonar, se caracteriza por paroxismos recurrentes de
disnea, de tipo espiratorio, acompañados de sibilancias difusas.
Se discute acerca de su etiología, se toman en cuenta los aspectos psíquicos y
orgánicos.
Aparece habitualmente en el curso del 3º año y persiste durante toda la infancia.
Se afirma que el medio tiene un papel fundamental, ya que las crisis aparecen a
menudo después de un traumatismo afectivo y posteriormente el niño tiene sus crisis
en condiciones bien determinadas: en presencia o ausencia de una misma persona,
en determinado lugar o circunstancia, sin que esto
tenga que ver directamente con el alérgeno
(polen o polvo).
Es en la casa del niño donde debe buscarse el elemento provocador, puede ser un
alérgeno o factor emocional o una tensión familiar o una conjunción de ambos. A
pesar de todo esto no se debe desechar el elemento físico, no hay causa puramente
psicógena del asma en ausencia de otros factores. Tanto el estado psicógeno como
ambiental tienen influencia sobre la enfermedad.
El niño no lleva una vida normal, por ser objeto de cuidados exagerados que lo
privan de experiencias físicas adecuadas a su edad y necesarias como estímulos a la
maduración. A medida que se reduce su campo de acción, el niño asmático pierde la
confianza en sus propias fuerzas, reprime la agresión y acrecienta la angustia. Se
crea un circulo vicioso ya que estas medidas fomentan su inseguridad y dependencia.
Tratamiento:
Debe ser combinado medico- psicológico.
En los casos crónicos, la separación por internación puede resolver momentáneamente
el conflicto interno del niño, ya que su tensión disminuye cuando esta lejos de la
madre. Pero el síntoma se presenta nuevamente cuando el niño vuelve a enfrentarse
con la situación familiar.
Un abordaje psicoterapéutico profundo será aquel que tienda a la resolución de los
conflictos familiares, incluyendo si es preciso la psicoterapia de los padres,
especialmente la madre.
El tratamiento a base de corticoides puede transformarse en habito y se crea así
una nueva dependencia, ya que los niños no pueden vivir sin la hormona. Esta
dependencia medicamentosa es tan
peligrosa y terrible como la dependencia a
la madre.
Causas:
Las circunstancias que determinan su carácter patógeno debemos buscarlas en la
personalidad y en las condiciones de vida del niño, anteriores y contemporáneas al
hecho motivador.
Cuando la enuresis se prolonga durante años, no siempre tiene la misma causa a lo
largo de la vida del niño. En su origen parece existir una causa o una constelación
de causas. Existen factores inicialmente productores del síntoma y otros capaces de
mantenerlo una vez producido.
La masturbación y los celos ocasionales por el nacimiento de un hermano son
frecuentes causas inmediatas de enuresis en niños pequeños.
La relación con los padres es un factor de primordial importancia. Si el niño es
excesivamente protegido y mimado, tal actitud puede
dificultar el proceso de maduración. Es indudable que la
educación esfinteriana prematura, por métodos coercitivos,
provoque resultados desfavorables.
Profilaxis:
-Tratar de asegurar una buena relación
-Respetar las fases de la maduración
neuromuscular
Como regla general comenzar con la educación uretral después de haber logrado el
control anal.
Comenzamos a pedir al niño que orine en intervalos regulares (mas o menos cada hora
y hora y media), progresivamente ampliando los intervalos.
Alrededor del año y medio se intentara que el niño avise si necesita orinar. Luego
ya pedirá automáticamente.
Conviene comenzar la educación en verano, cuando hay menos ropa que sacar y el niño
puede aprender a manejarla solo.
Si el niño falla no hay que retarlo o castigarlo. Debe elogiarse cada uno de sus
logros.
La prevención esta en manos del pediatra, consiste en: evitar la enseñanza temprana
y por medios inadecuados, procurar que no exista sobrecarga de ansiedad, orientar
la educación del niño , tratar de que la disposición de su cama y dormitorio no
sean fuentes de experiencia y estimulación sexuales y dar educación sexual
adecuada.
Tratamiento:
Se orientara según el tipo de enuresis hallada, considerando los motivos, por lo
general fuertemente reprimidos e inconscientes.
La terapia efectiva seria la psicoterapia profunda, pero puede ocurrir que el
síntoma sea reciente y provocado por un trauma conocido, en estos casos se puede
intentar corregir o modificar la situación, dar consejos a los padres, ampliar su
comprensión.
En casos mas graves, podría aliviarse la angustia y fortalecer la voluntad de
curación del niño con terapia medicamentosa. Naturalmente esta será solo un
auxiliar del
tratamiento especifico que es la psicoterapia
profunda individual o de grupo.
ENCOPRESIS
Incontinencia o emisión repetida de heces en niños mayores de 4 años, por lo menos
una vez durante 3 meses como mínimo. Puede ser involuntaria, pero en ocasiones es
intencionada.
Por lo general ocurre periódicamente tras intervalos prolongados de no evacuación;
los niños defecan en lugares inadecuados, inusuales y exóticos.
La constipación es una afección menor, pero puede convertirse en el centro de las
preocupaciones de los padres. Los padres frecuentemente se sienten inquietos si el
niño no tiene una deposición cotidiana. El niño puede jugar con esta inquietud y
retener sus necesidades.
Al igual que la enuresis, la encopresis es un síntoma
que únicamente cabe en el niño en desarrollo. El
estudio de su evolución señala un declive pasados los
8 años.
Clasificación:
-orgánica: puede ser originada por constipación orgánica, hipotiroidismo o
alimentación deficiente, tumores que obstaculizan el paso de la materia fecal, o
megacolon congénito (dilatación parcial o total del colon y de la capacidad del
intestino para evacuar espontáneamente).
-funcional: puede producirse por interferencias en la educación esfinteriana.
Generalmente a los 9 meses las madres comienzan con el entrenamiento, en este
proceso la voluntad del niño no tiene participación alguna, puede que el niño se
rebele y se empeñe en retener en vez de expulsar.
Prevención:
Propiciar una buena relación madre-hijo, factor básico e indispensable para un
desarrollo sano. Advertir los peligros que trae una educación esfinteriana
prematura. Despojar a la madre de algunos conceptos erróneos respecto de las heces.
El lactante toca sus heces y las admira como a un producto propio valioso.
No comenzar el entrenamiento para el control antes de los 18 meses de edad, solo en
este momento el niño esta neurológicamente maduro para comprender las palabras de
la madre y para asimilar sus deseos.
Cuando logremos que el niño defeque en la bacinilla, lo elogiaremos. Esta misma
conducta se repetirá en los días siguientes, en los que también intentaremos que
aprenda a pedir o a sentarse solo.
La madre debe ser paciente y no retar al niño. De este modo
el control se establecerá en poco tiempo y de forma
permanente.
Tratamiento:
Las formas de tratamiento dependen de la naturaleza de la
causa desencadenante, de la duración del trastorno y de sus
eventuales complicaciones.
Los casos mas graves exigen psicoterapia profunda, en lo posible de madre e hijo;
ya que el origen del problema en los casos mas severos es siempre el trato
inadecuado del niño por hostilidad materna inconsciente.
La acción terapéutica es bienhechora cuando los padres llegan a ser capaces de
relacionar el síntoma con el pensamiento de la familia, mas que con el niño
exclusivamente.
Puede ocurrir que a causa de la educación recibida, la madre, tenga repugnancia
extrema por los excrementos y por todo lo que es o parece sucio, pero que no
albergue sentimientos hostiles hacia su hijo.
No preocuparse por las deposiciones del niño. No aplicarle enemas o purgantes, ni
demostrar interés especial por su evacuación. Fomentar los juegos sucios del niño,
animándolo no solo con palabras sino con una participación activa utilizando
pintura con el dedo o plastilina.
Una terapéutica con medicamentos o simplemente física ha mostrado ser ineficaz.
UNIDAD 8: depresión
Es aceptada actualmente, pero con una
comprensión y semiología clínica muy variable
según los distintos autores. Las opiniones son muchas y los enfoques distintos
debido a la heterogeneidad del cuadro.
El termino depresión no posee el mismo sentido para el niño que para el adulto. La
depresión infantil no tiene el mismo contenido y representa una experiencia
diferente según la edad.
Es considerada por unos como una fase normal de la evolución y por otros como un
fenómeno patológico.
Algunos autores han intentado separar el efecto depresivo de la enfermedad
depresiva, el momento depresivo de la forma de ser depresiva, las fases depresivas
de los procesos depresivos.
Desde hace mas de veinte años se ha incrementado el interés por las depresiones
infantiles.
Bowlby hace también hincapié en las reacciones del niño ante la separación materna.
La edad mas sensible oscila entre los 5 meses y los 3 años, edad en la que puede
observarse la siguiente secuencia conductual:
-fase de protesta: en el momento de la separación el niño llora, se muestra
inconsolable. Después de 2 o 3 días las manifestaciones se atenúan.
-fase de desespero: el niño rehúsa comer, no se deja vestir, queda callado,
inactivo, sin solicitar nada de su entorno. Parece sumido en un estado de gran
dolor.
-fase de desvinculación: acepta cuidados, comida, juguetes, si su madre vuelve
puede que no la reconozca o se aparte de ella, lo mas frecuente es que grite o
llore.
No debe confundirse separación con depresión, no deben ser consideradas
estrictamente equivalentes.
Al principio, los autores buscaron en el niño la semiología
depresiva cercana a la del adulto; al no haberla hallado,
optaron por negar la existencia de la depresión.
Contexto:
Determinadas circunstancias se hallan a menudo en los antecedentes de niños que
presentan depresión infantil. Encontramos:
-existencia de perdida o separación: la perdida puede ser real y prolongada
(fallecimiento de uno o ambos padres, de un hermanito, de un adulto próximo) o
temporal (enfermedad, hospitalización, ausencia momentánea de uno de los padres).
-medio familiar: frecuencia de antecedentes de depresión en los padres,
concretamente la madre.
Prevención:
Es un enfoque esencial, prevención de la relación madre-hijo, evitando las
rupturas. Prevención social mediante los equipos adecuados, con personal
correctamente formados y sensibilizados en las guarderías, servicios de pediatría,
instituciones.
El enfoque terapéutico puede dirigirse al niño o a su medio.
Tratamiento:
El tratamiento farmacológico, su función no debe ser menospreciada cuando el
abordaje relacional parece ser transitoriamente imposible. Mejoran temporalmente
las conductas, su efecto suele ser transitorio.
Terapias relacionales, iniciar una psicoterapia es fundamental en la medida en que
el niño y sobre todo su medio familiar la acepten; cuanto mas pequeño sea el niño,
tanto mas importante es la ayuda que se debe suministrar a la familia. La terapia
conjunta madre-hijo es especialmente dinámica para ambos.
Las intervenciones sobre el medio son de naturaleza diversa, en cada caso depende
de los factores ambientales y de los factores internos. Tienen como fin la
instauración del vinculo
madre-hijo de forma satisfactoria
UNIDAD 9: adicciones
Hay una amplia gama de factores que delimitan el problema de las adicciones.
Existen diferentes enfoques, diferentes maneras de entender, de explicar y de
tratar el tema.
Se hace imprescindible para el psicólogo, la búsqueda de sentido, historizar el
malestar, darle un lugar en la historia que permita significar lo que hoy se
presenta como padecer; esto nos remite al malestar en la cultura propio de la
posmodernidad.
Hablar del consumo y adicciones a diferentes sustancias implica tener presente
siempre la connotación social-cultural y el protagonismo del tema en la salud
publica, los medios de comunicación y la sociedad en general, en su determinación
en la subjetividad y los aspectos neurológicos implicados.
Sera necesaria una doble consideración: por un lado debemos tener presente la
particularidad del sujeto y por otro lado tener en cuenta que es una enfermedad de
la sociedad llamada adicciones. Tenemos un síntoma social por un lado y la
expresión de una modalidad personal por el otro; se entrecruzan y determinan
mutuamente constituyendo una sola problemática.
En los últimos años han aparecido enfoques diagnósticos que empiezan a hablar de
adicciones o conductas adictivas en un sentido amplio, el concepto de dependencia
abarcaría un amplio abanico de posibilidades incluyendo: alcoholismo, tabaquismo y
otras adicciones comportamentales como la adicción al juego, a internet, al sexo, a
las compras.
El consumo de drogas se erige como una solución por parte del sujeto, a un
conflicto que tiene que ver con su subjetividad. Pero lejos de ser la solución
apropiada termina siendo motivo de nuevos problemas que pueden acabar con la vida
del sujeto incluso.
Es importante determinar la relación que cada sujeto tiene con la sustancia que
consume, mientras la sustancia no sostenga su ser y el sujeto pueda ser libre de
hacerlo y dejar de hacerlo. No debemos perder de vista lo
particular de cada sujeto y los elementos de su
psicodinámica.
Factores de riesgo:
Por las características del periodo de la adolescencia, este se presenta en si
mismo como un factor de riesgo puesto que implica la asunción de una verdadera
conflictiva en relación a la dependencia-independencia de los padres. El malestar,
la angustia e inestabilidad son frecuentes y necesarios, así como también cierta
rebeldía en el adolescente es esperable.
Sumado a lo anterior, las características de nuestra actual sociedad hacen que los
adolescentes deban enfrentarse con nuevas complicaciones, existe una perdida
marcada de los valores y certidumbres sociales, donde todo esta relativizado y es
posible. Hay una tendencia hacia la exaltación y el individualismo, los roles
familiares no son claros, los padres delegan mas sus funciones socializadoras en
sustitutos y pasan menos tiempo con sus hijos. Existe una especie de identificación
con los adolescentes. Una sociedad donde vale mas tener que ser. El uso de drogas
puede presentarse como garantía de un alivio posible o intento adaptativo ante lo
que les puede resultar intolerable, especialmente si su estructura y familia no
pueden hacer de soporte de dicha angustia y malestar.
Desde una perspectiva multicausal, los posibles causales son:
-familia: desarmonía conyugal, falta de disciplina, inestabilidad familiar,
historia de enfermedades psiquiátricas, historia o presencia de uso,
abuso o adicción en familiares.
Suele darse perdida de interés por actividades que antes realizaba y desmotivación
por las responsabilidades, empezando a interesarse especialmente por actividades y
conductas asociadas al consumo.
Conflictos con la familia, especialmente con las figuras de autoridad. Cambios
significativos en el grado y calidad de la comunicación familiar y evitación de
actividades conjuntas, el sujeto adicto tiende a aislarse del resto.
El adolescente suele aumentar la cantidad de dinero que gasta, suele recurrir al
empleo repetido de la mentira. La asunción de riesgos innecesarios se ve
incrementada. La transgresión de normas familiares, sociales e institucionales
suele ser grave. Suele aumentar el riesgo de aparición de diferentes enfermedades
medicas.
En términos generales se habla de una IMPOSIBILIDAD DE ELABORACIÓN A TRAVÉS DE LO
SIMBÓLICO, donde la angustia se tramita vía acción (actuación) y no vía síntoma.
Las conductas de los adictos aparecen casi automáticamente, casi sin mediación
racional, posibilitadas por un deseo llamada craving
(deseo irrefrenable o ansias de la droga).
Tratamiento:
La mayoría de los casos llegan a tratamiento llevados por algún familiar o alguien
de su entorno que si reconoce el malestar.
Algunos tratamientos frecuentes son centros de día, comunidades terapéuticas,
tratamiento farmacológico y de reducción de daños, internaciones, grupos de
autoayuda y diversas psicoterapias cognitivas, conductuales sistémicas y de
orientación analítica; tanto con el adicto como con su familia, a nivel individual,
familiar, grupal (grupos de adictos).
Los diferentes tipos se realizan apoyados en diferentes marcos teóricos que ponen
el acento en los elementos que cada uno reconozca relevantes en la etiología o
consecuencias.
Se considera indispensable el tratamiento psicológico o psicoanalítico del sujeto
adicto, pero hay casos en lo que el consumo hace imposible que el sujeto se
implique en este tipo de tratamientos.
Los objetivos generales suelen consistir en: desintoxicación como 1ª medida,
seguido de intentos de reconstrucción del entorno y reinserción social y laboral
pero esto no es posible sin un cambio profundo, sin un reposicionamiento subjetivo.
En este proceso la familia tiene un papel fundamental de contención y propiciatoria
de curación.
Desde diferentes discursos es frecuente escuchar que no se puede hablar de cura
definitiva, existiendo un riesgo de por vida de reincidencia.
Debemos partir desde un problema cuyo eje no son las sustancias, hay que promover
el desciframiento de «para que sirve la droga», que sostiene el consumo, su
significación y por que no puede encontrar otra manera de resolver sus obstáculos.
La posibilidad de un abordaje psicoanalítico implica instalar estos interrogantes
en el propio sujeto y lograr que pueda opinar sobre sus conductas, sistematizarlas,
para encontrarles un sentido. No es un trabajo fácil, ni hay recetas.
Lo que se busca es el sufrimiento del paciente en abstinencia y esto no es otra
cosa que sintomatizar, lograr que algo de ese sufrimiento implique al sujeto y
pueda generar un interrogante.
Necesidad de un tratamiento multidisciplinar o interdisciplinario de acuerdo a la
gravedad, ya que la adicción es un
problema que afecta todos los aspectos de la
vida de una persona.
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•HURTO:
Es la conducta mas frecuente en el niño, su incidencia aumenta con la edad. No
puede hablarse de hurto antes de que el niño haya adquirido una clara noción de la
propiedad. Los conceptos de «mío» y «no mío» se desarrollan de forma progresiva. El
niño pasa por un periodo en el que todo le pertenece.
Únicamente en la edad en que la socialización comienza a tener un sentido para el
niño (6-7 años), es cuando la conducta de robar puede ser denominada así por el
propio niño.
También hay una evolución progresiva de la naturaleza de los hurtos, que va desde
chucherías robadas en el hogar hasta los hurtos del adolescente organizado en una
pandilla.
El lugar del hurto es en un principio doméstico, luego se extiende al vecindario, a
la calle y a las tiendas.
Los objetos hurtados son al principio muestras significativas de las peticiones del
niño, pasan a ser rápidamente mas utilitarios.
TRASTORNO DISOCIAL:
Agresiones a personas o animales: tener un
comportamiento fanfarrón, amenazantes o intimidatorio,
iniciar peleas, utilizar armas que pueden causar daño físico
grave, ser físicamente cruel con personas o animales, robar, asaltar, forzar a otro
a una actividad sexual.
Destrucción de la propiedad: provocar deliberadamente incendios con la intención de
causar daños graves, destruir deliberadamente la propiedad ajena, romper vidrios de
automóviles, actos de vandalismo en la escuela o el vecindario.
Fraudulencia o robo: violentar la casa o el automóvil de otra persona, robos sin
allanamiento, sin enfrentamiento y sin provocar destrozos, falsificaciones, mentir
para obtener beneficios o favores o para evitar obligaciones, estafas.
Violaciones graves de normas: permanecer fuera de la casa en horas de la noche
repetidamente. La fuga no es considerada como síntoma de trastorno disocial si
ocurre como consecuencia directa de abuso físico, sexual, emocional. Escapar de la
escuela.
-posible defensor: le disgusta la situación y cree que debería ayudar pero por
temor no lo hace
-defensor activo de la victima: trata de ayudar interviniendo directamente en la
situación o indirectamente avisando a las autoridades.
Características de personalidad de:
•Victimas: por lo general los estudiantes que sufren acoso tienden a ser
reservados, tímidos e introvertidos, sensibles, prudentes y tranquilos. Suelen
relacionarse mejor con los adultos, lo que los hace solitarios o con pocos amigos.
Son ansiosos, inseguros y temerosos, depresivos, con baja autoestima y tendencia a
la ideación suicida. En los varones suele haber sobreprotección materna y en las
mujeres rechazo materno.
•Agresores: se caracterizan por su necesidad de dominar y someter a los demás, son
impulsivos y coléricos, rencorosos y vengativos, tienen dificultad para comprender
los sentimientos de los demás, se muestran desafiantes y agresivos con los adultos,
pueden presentar conductas antisociales. Tienden a identificarse con creencias e
ideologías que justifican la violencia y la intolerancia.
Los menos inteligentes actúan movidos por la envidia y los mas inteligentes son
manipuladores.
El acoso escolar directo, violencia física o amenazas, es mas común entre los
varones. Mientras que el acoso escolar indirecto, aislamiento o calumnias, afecta a
ambos sexos por igual.
Indicadores:
Permiten detectar situaciones de violencia y acoso escolar, permite diagnosticar el
problema y evitar que se agudice, posibilita brindar la atención a la victima y a
los agresores y convertir a los involucrados en parte de la solución.
Es un fenómeno que tiene mayor incidencia al comienzo de la adolescencia, en grupos
de 13-14 años.
•En la VICTIMA: se presentan cambios de humor y temperamento, se muestra triste y
pasa mucho tiempo en soledad, abandonando compañías y actividades que eran
habituales. No entabla relación con sus compañeros de colegio, evita encontrarse
con ellos. Habla poco o nada de sus actividades en el centro educativo, disminuye
su rendimiento escolar.
•En el AGRESOR: se mofa de sus compañeros y los humilla, infringe normas escolares,
se muestra rebelde y desafiante ante las llamadas de atención. Tiene una actitud
prepotente y agresiva, nunca pide disculpas y a menudo responsabiliza a otros por
las situaciones conflictivas en que se ve envuelto. En la clase desvía la atención
continuamente hacia el, busca que los demás celebren sus ocurrencias, impone su
punto de vista y exige que se le de la razón. En su casa hostiga a algún hermano y
habla de forma
despectiva de algunos compañeros. A menudo
integra una pandilla conflictiva.
Factores de riesgo:
Conocerlos nos sirve para concebir estrategias adecuadas
de prevención de la violencia y el acoso escolar.
Sufrir acoso puede ser el primer paso para que un niño se convierta a su vez en
agresor, especialmente si reina un clima de ignorancia, pasividad, indiferencia y
silencio en la institución escolar.
La escuela no esta aislada de su comunidad y puede reflejar problemas de violencia
que existen en el exterior de la institución, debe incluir en su política de
prevención de la violencia a vecinos, padres y contar con la colaboración de otras
instituciones y organismos que se ocupan del problema a nivel mas amplio.
El clima humano al interior de la escuela es de suma importancia. Los docentes y
directivos son los responsables de que las agresiones no se produzcan, la falta de
interés de estos por el alumno contribuyen a la emergencia de desorden y violencia.
El fracaso y el retraso escolar suelen estar presentes en los alumnos transgresores
y agresivos. Implementar técnicas pedagógicas que los ayuden, fomenta su
participación y permite valorar sus habilidades.
Tratamiento:
Del acoso escolar, hay que obrar serenamente y
con paciencia, pues la agresividad y la violencia
no se resuelven de un día para otro.
Epidemiología:
No se ha encontrado relación causal con el nivel socioeconómico al que pertenece el
niño. Tampoco hay predominancia racial ni tiene que ver con la cultura o el idioma.
En cuanto al sexo existe una significativa diferencia, mas frecuente en el varón
que en la mujer.
Síntomas nucleares:
•Déficit de atención:
Los padres y los maestros notan que el niño se distrae fácilmente ante cualquier
estímulo, tiene dificultad creciente para mantener la atención en clase, se cansa
fácil y los periodos de atención son cada vez mas cortos. No presta atención a los
detalles, cambia frecuentemente de actividad, sin terminar la 1ª. Muchas veces dan
la impresión de no escuchar cuando se les habla y
hay que repetirle varias veces las cosas (es como
si estuviera en la luna). Son olvidadizos,
frecuentemente pierden cosas. Olvidan actividades
de la vida cotidiana (por ej. Lavarse los dientes),
tienen dificultad para organizar tareas o actividades.
•Hiperactividad :
Inquietud permanente, le cuesta permanecer sentado cuando la situación lo requiere,
se mueve contantemente, se balancea (es como si tuviera hormigas). Se lo considera
el turista del aula, esta en acción permanente, no se cansa nunca, como si
estuviera impulsado por un motor (es como si tuviera pilas Duracell). Corre, salta
y trepa excesivamente, se expone a situaciones de riesgo sin medir las
consecuencias. Tiene dificultad para estar tranquilo, relajado, no disfruta de los
momentos de ocio, es ansioso. Habla demasiado, es como si se tratara de una
hiperactividad verbal.
•Impulsividad :
Hace que estos niños tengan respuestas precipitadas, responden apresuradamente
antes de que la pregunta haya sido formulada totalmente. Frecuentemente interrumpe
o interfiere en las conversaciones o actividades de otros niños o adultos
como si quisiera ser siempre el centro de atención.
Tiene dificultad para respetar turnos, es el promotor
del tumulto, quiere todo ya, es impaciente.
Exigencias diagnosticas:
Es imprescindible que los síntomas nucleares se hayan iniciado antes de los 7 años.
Deben estar presentes como mínimo en los últimos 6 meses y en forma ininterrumpida.
Deben manifestarse por lo menos en 2 o mas ámbitos (casa, escuela, juegos, etc.).
No debe existir ninguna patología medica general que pueda explicar los síntomas.
Etiología:
No hay una sola causa, hay múltiples factores adquiridos y genéticos involucrados.
Dentro de los adquiridos están principalmente: desnutrición e hipoxia.
Dentro de los genético-familiares se consideran que hay una incidencia de casos
similares en familiares varones del niño afectado y padres diagnosticados con el
mismo problema.
Perfil evolutivo:
-lactante: desde las 1ª semanas se muestra irritable y
llorón, tiene dificultades alimentarias y falta de relajación
al pecho, también trastornos del sueño, se despiertan
frecuentemente llorando, duermen menos horas de las usuales.
-primeros 3 años: suelen tener una evolución psicomotriz acelerada, caminan rápido,
va de un lado a otro, toca todo, no para nunca, corre, los padres no pueden
controlarlo, tarda en conciliar el sueño. Dificultades en los hábitos alimenticios,
se levanta repetidamente de la mesa. Presentan una conducta desafiante, son
oposicionistas, no hacen caso, hace lo que quiere; además un comportamiento
temerario, saltan de la silla, tocan enchufes. Esta conducta impulsiva es la causa
de los frecuentes accidentes domésticos.
-primeros años: hay actividad precipitada, lo que hace que se lleve todo por
delante, hay falta en el control de los impulsos, baja tolerancia a la frustración
y falta de aprendizaje de las experiencias. Destroza juguetes, golpea animales, los
demás lo catalogan como niño malo.
Diagnostico:
No existe un test, análisis o estudio especifico para hacer el diagnostico de TDAH.
Se basa en las conclusiones obtenidas de un grupo o equipo de trabajo conformado
por: padres, maestros, profesionales.
Es importante una buena anamnesis. Entre los estudios complementarios es necesario
tener en cuenta: EEG, mapeo cerebral, neuroimágenes (TC o RM).
La participación de los docentes en el diagnostico es muy importante, ayudan a
evaluar el comportamiento del niño en relación a sus pares.
La evaluación psicológica es de fundamental importancia, pueden aplicarse escalas
de inteligencia, Bender (ya que el TDAH tiene una base biológica y no psicológica,
sin embargo problemas emocionales están muchas veces asociados al trastorno).
Tratamiento:
Deberá ser multifacético, multimodal, multipersonal.
Comprende:
Pronóstico:
Se deben considerar factores individuales (nivel intelectual del niño, si hay
presencia de alguna patología, trastornos del aprendizaje, de la conducta, etc.) y
factores del entorno familiar y socio-económico-cultural. Son factores
importantísimos, el funcionamiento de la célula familiar es decisivo para estos
pacientes; porque el medico, el psicólogo, el pedagogo, la maestra ponen la buena
voluntad para mejorar el problema pero este queda en casa, y los padres y
familiares deberán afrontarlo.
Se observa una gran mejoría al llegar a la adolescencia, la hiperquinesia es
reemplazada por una sensación de inquietud. Hay una mayor propensión a accidentes,
suelen tener una forma imprudente de conducir, hay tendencia suicida,
impulsivamente se matan y nadie sabe por que. Hiperactividad laboral, dificultad
para mantener un trabajo, menor rendimiento por dispersión atencional,
impulsivamente renuncian o cambian de trabajo.
Quien ejerce violencia sobre otro lo hace por medio de un doble movimiento en el
cual reconoce al otro como significativo para el, al tiempo que lo violenta con
pretensión de deshumanizarlo, de no reconocerlo como semejante.
La violencia familiar tiene lugar entre los miembros de la familia, donde la
conducta de una de las partes ocasiona daños físicos y psicológicos a otro miembro
de la relación.
Familia:
Es un concepto que debe ser revisado constantemente, ya que va cambiando a lo largo
del tiempo en su estructura y funcionamiento.
Desde el imaginario social, aparece actualmente como posible lugar de malos
tratos; manifestado en la
perdida de continencia hacia sus miembros
mas frágiles.
Las familias en situación de violencia suelen
aislarse, por lo tanto la violencia se torna
natural.
MALTRATO INFANTIL
El maltrato infanto-juvenil es toda conducta de un
adulto hacia un niño dentro de un vinculo de confianza y poder, por lo tanto de
responsabilidad, que resulta o puede resultar en un daño real o potencial en la
esfera física, emocional, sexual o cognitiva.
Factores de riesgo: todas aquellas características, hechos, situaciones propias del
niño/adolescente o de su entorno que aumentan la posibilidad de producir desajustes
bio-psico-sociales de graves consecuencias. La intervención tiene como objetivo
reducir la posibilidad de que el niño sufra un daño severo tratando de elevar el
valor de los factores de compensación o protectores. Cuando menor es la edad del
niño menor es la capacidad de defenderse.
Factores de protección: son aquellos que pueden modificar y mejorar las condiciones
familiares y psicosociales, que evitan la posibilidad de dañar a los niños. Algunos
son: habilidades interpersonales adecuadas, capacidad para predecir situaciones
peligrosas y evitar el daño o protegerse, intensidad del vinculo de apego con al
menos uno de sus padres, etc.
Negligencia:
Es la omisión por parte de los padres o cuidadores de
proveer al niño de aquello que necesita para su desarrollo, implica una posibilidad
de producir daños en la salud o en el desarrollo psicofísico, mental, espiritual,
moral o social del niño.
Es el tipo de maltrato que reúne los porcentajes mas altos en todo el mundo,
comienza desde fases muy tempranas.
Los cuidadores tienen la obligación de proveer al niño de todo aquello que estos no
pueden proveerse por si mismos para promover su crecimiento saludable y su
desarrollo.
También constituye negligencia la falta de contención afectiva, que aporta al niño
seguridad emocional, favoreciendo el desarrollo individual de sus potencialidades y
la interacción social.
También constituye negligencia la falta de supervisión, estos necesitan ser
supervisados por su limitada capacidad.
Cuando se esta frente a una sospecha fundada de que se produjo una situación
abusiva de lo que se trata es de valorar si la salud y la seguridad básicas del
niño se encuentran en peligro. Dicha valoración debe hacerse de modo urgente e
inmediato para que cese el abuso y sus consecuencias.
Prevención:
Desde el estado se intenta dar respuesta a esta problemática
desde distintos organismos: municipalidad, dirección de familia y minoridad,
defensoría de menores y fiscalías de turno, comisaria de la mujer, 102 (ayuda el
niño). Estos organismos no trabajan en forma preventiva sino sobre la demanda.
Desde el sector salud se brinda atención a los niños que llegan a consulta, donde
frente a la sospecha de maltrato los profesionales tienen la obligación de
realizar la denuncia. En los CAPS no se realizan por lo general tareas de
prevención y promoción de la salud que permitan trabajar sobre los factores de
riesgo para evitar que esta problemática continúe en ascenso.
El sector judicial no siempre interviene rápida y efectivamente sobre las
situaciones de maltrato infantil, se demora en su intervención. Las comisarias
presentan serias dificultades en la recepción de las denuncias, produciéndose lo
que se llama victimización 2ª, donde el sujeto es maltratado nuevamente porque no
se le cree lo que dice, se lo culpabiliza o es sometido a interrogatorios como si
fuera sospechoso.
Respuestas posibles:
Es fundamental la constitución de redes entre los distintos actores involucrados en
el tema que permitan proteger y dar contención al niño y hacer respetar sus
derechos.
La capacitación de todo personal que se encuentre en contacto con niños, es
fundamental en el tema de la violencia familiar que les permita detectar a tiempo a
los que se encuentran en esta situación, como así también cuales son sus
obligaciones según la ley y cuales son los derechos del niño.
El tema de la violencia familiar y específicamente el maltrato infantil, implica la
participación activa de toda la comunidad para proteger a los niños y garantizarle
el cumplimiento de sus derechos y libertades y no tomar actitudes de
indiferencia o temor que nos paralizan y que
perpetúan la reproducción social de la violencia.
Derecho de visitas: el progenitor que no vive con su hijo tiene derecho a una
adecuada comunicación y supervisar su educación.
Facultad de corrección: los padres tienen facultad de corregir moderadamente a sus
hijos sin malos tratos o castigos que los menoscaben psíquica o físicamente. Los
jueces podrán pedir su cesación y sancionar a los padres si corresponde.