Sei sulla pagina 1di 2

Por Una temporada en el infierno

Llueve en ciudad de México

Llueve en ciudad de México,


caen lamentos del cielo
en la tarde de un 5 de mayo
y ríos ajacarandados
se enredan en las calles.

Y vuelve a llover en ciudad de México,


ahora gimen gotas de plomo,
gritos de pólvora,
y deseos de albergar cunas,
en septiembres de hojas secas.

Los caminantes no toleran


olvidan la historia,
abandonan las guerras viejas
y devoran pobladores inexistentes
con odios que amanecen.

Los amantes se derrochan,


no perdonan esperas,
no posponen alientos,
y atrasan los relojes
de algarabías inaplazables.

La mujer de ojos entreverados


pone a danzar sus furias
con el acecho de treintitrés víboras.
La mujer cegada me percibe
y ofrece a mis silencios,
sus basiliscos como dádivas.
Yo me dejo entrelazar del viento,
evado la insaciable mirada
de un hombre que no importa,
respiro el sur, olvido el infierno,
y me pierdo sosegada
en tu ojos que, sin pausas,
muerden mis pechos.

Adriana Villamizar Ceballos

Potrebbero piacerti anche