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Análisis de los lenguajes artísticos

actuales
1. Apreciación del arte y experiencia estética
La expresión artística nace con los primeros seres humanos en las cavernas. El hombre
tiene la necesidad intrínseca de transformar sus experiencias en símbolos visuales. Las
maneras de expresar estos símbolos son múltiples, así como las motivaciones para
crearlos.

El significado del arte no radica exclusivamente en su función histórica. Para algunos


sirve como fuente de satisfacción sensual e intelectual que no necesita referentes
externos (valor práctico, comercial, histórico, social). Son varias los motivos por los
cuales se hace arte:
1. Expresión personal.
2. Muestra de habilidad y destreza manual: la representación
3. Comentario sobre la sociedad y la moral a partir de su implicación personal.
4. Contenedor de una historia.
5. Necesidad de crear un icono significativo para una comunidad.

Sea cual sea la razón, la obra artística ha servido a su propósito cuando está
completada. Esa es la recompensa primaria del artista. La recompensa secundaría sería
entonces la aceptación por el público. El significado de la obra de arte empieza con la
obra misma; no obstante, el público es un factor importante, ya que supone el final de
la cadena artística. El artista con su obra lo que hace es una declaración visual. El
espectador reacciona ante ella. El espectador actuará ante la obra de arte
dependiendo su condición intelectual y emocional.

Es por ello que el arte es un lenguaje y, de este modo, al igual que con un texto escrito
se deben conocer los símbolos y para la compresión del mismo, deberán conocerse los
símbolos y signos del arte para su compresión. No obstante, la lectura de la obra no
implicará el goce ante la misma. La satisfacción estética será el resultado de una
compleja combinación de actitudes subjetivas y facultades perceptivas por parte el
espectador.

Es a esto a lo que llamamos experiencia estética, satisfacción en la contemplación de la


obra. Es fácil sentir una experiencia estética ante determinados fenómenos naturales,
sin embargo, en el arte es difícil que esa satisfacción emocional esté siempre presente.

La experiencia estética parte de la acción recíproca entre el objeto de arte y el


espectador. Para que esto ocurra el espectador tiene que tener una actitud receptiva
ante este, es decir tiene que dirigir su atención completa a él y estar predispuesto a su
contemplación como producto de una persona seria y racional.
Entre el observador y el objeto están las limitaciones impuestas por la facultad de
percibir, pues a pesar de nuestra “normalidad” somos limitados en nuestras
percepciones.

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Es conveniente diferenciar entre sensaciones y percepciones: Percibir requiere una
selección de las sensaciones recibidas en un momento dado (adiestramiento
perceptivo) y está condicionada por nuestra educación. Es por ello que la percepción
del significado en el arte no es automática y requiere esfuerzo y dedicación.

Esta percepción del objeto artístico puede acabar con la emisión de un juicio estético.
Nos encontramos entonces con dos posturas. Hay quienes afirman la existencia de una
serie de criterios universales (objetividad del juicio) y hay quienes niegan la existencia
de esos criterios, existiendo entonces solo respuestas personales (subjetividad del
juicio). Ambos factores deben intervenir en la elaboración de un juicio estético. Se
deben tener en cuenta una serie de criterios de autoridad, criterios técnicos, criterios
históricos... Pero siempre nos encontramos ante opiniones más o menos eruditas,
nunca juicios absolutos.

2. Cuestiones de estilo y belleza en el arte contemporáneo


La presencia de lo monstruoso, lo patético, lo tremendo, lo sentimental o lo horrendo,
no era algo extraño en la tradición de las Artes de Occidente. Sin embargo, con la
llegada de la modernidad (a partir del Romanticismo) esa presencia se ve avalada y
sancionada por la nueva disciplina de la Estética incluyendo, a partir de la categoría de
lo sublime, el resto de categorías estéticas como lo feo, lo humorístico, lo terrible...
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Con la modernidad también se introdujo el Gusto como criterio a la hora de valorar el
arte estableciéndose unos criterios académicos a priori sobre qué era el buen gusto,
obviándose aquellas obras que carecían de esas características y que debían tenerse
para ser consideradas arte. Así, obras y aspectos del arte antiguo que chocaban con
esos criterios de belleza eran seleccionadas y repudiadas mediante los nuevos
criterios.

A lo largo del siglo XX se añadieron estas obras otras nuevas categorías estético-
artísticas, relacionadas con la sociedad de consumo, lo hortera, el mal gusto...
1) Lo kitsch: Su finalidad no es el arte sino la fabricación de mercancía a bajo coste y
al por mayor, utilizando los medios de reproducción mecánica o en serio
2) Lo camp: Supone una estatización pretenciosa del mal gusto basada en una
insuficiente formación cultural.
3) Lo Naif: Supone una incorporación (ingenua) a la práctica artística de sujetos sin
una formación artística académica.

Las vanguardias se enfrentaron a esta deriva Kitsch, escribiéndose textos al respecto


(Greenberg, Dorfles...). Sin embargo, poco a poco se plantearon nuevas categorías
artísticas de lo feo, lo extraño, lo bizarro, lo desagradable como admisibles en el arte
moderno. Algunos movimientos reivindicaron la utilización del mal gusto, lo extraño, lo
humorístico o lo ingenioso en el arte.

El siguiente gran aporte después del surrealismo en este sentido será el Pop-Art. Se
trata de un arte popular diseñado para un público masivo. Se caracteriza por el empleo
de imágenes y temas relacionados con la sociedad de consumo y los medios de
comunicación de masas, aplicándolos arte. Los temas y formas debían ser sencillos y
divertidos: ilustraciones de revista, comics, latas de conserva... Los objetos se
fabricaban en serie, a bajo coste. Finalmente sería admitido como una vanguardia en el
postmodernismo.

3. El sistema del arte


El hombre como hacedor de imágenes tiene unos comportamientos creativos. Estos
comportamientos pueden ser aficionados o profesionales. El artista no surge de la
nada y suele tener un sustrato de formación, que puede ser autodidacta o académica.

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Para que alguien sea considerado artista debe producir o estar produciendo. La obra
debe poseer una serie de elementos técnicos que tengan una corrección formal, un
respeto a los materiales, un saber que eso no se va destruir... Del mismo nodo se
necesita de un respaldo conceptual.

Podemos definir una obra de arte como un producto humano que posea una forma un
orden, una disposición determinado y que, con esa forma, es orden comunique una
experiencia humana. Debe estar hecho con unas reglas, con un conocimiento de la
ejecución de los materiales. Debe haber un mensaje, algo que comunicar, aunque solo
sea la elección de esos materiales. No obstante, esta definición no distingue el arte
bueno, del arte mediocre (cuadros empresa de muebles).

En el sistema del mundo del arte intervienen una serie de agentes:

1. El galerista es el gestor artístico, es decir, gestiona las obras de arte para


ponerlas en sociedad. También pone precio a las mismas. Son varios los
factores que condicionan el precio de la obra: trayectoria del artista, premios,
apoyos institucionales... así como el material de la obra, pues no vale lo mismo
un oleo, que un bronce o un mármol. Podemos poner como ejemplo a Leo
Castelli, relacionado con el mundo del Pop Art.

2. Lasa ferias y subastas son los mecanismos que organizan los galeristas para
vender y dar a conocer a los diferentes artistas y sus obras. Podemos poner
como ejemplo la feria de Arco en Madrid.

3. El crítico de arte es un especialista en arte. Provienen del mundo universitario.


filósofos, historiadores del arte, de la literatura o la poesía. Es un amante del
arte y de los artistas, es decir, en muchas ocasiones existe una relación
personal estrecha entre los críticos y los artísticas. Estos funcionan como filtro
en el mundo del arte y ayudan a dar a conocer y dotar de prestigio la
trayectoria profesional de los artistas.

4. Los museos son instituciones culturales modernas. Estos son también los
causantes de la institucionalización del arte. En un principio, eran concebidos
como almacenes de obras de arte, solo para eruditos y entendidos del mundo
del arte, pero desde finales del siglo XX los museos proliferarían de manera
considerable. Se comenzaría a tener una concepción del museo como
dinamizador de la sociedad y estos comenzarían a llevar a cabo importantes
labores en relación a la educación de la ciudadanía en el ámbito artístico.

5. El curator o comisario es una nueva figura artística de gran peso en el mundo


del arte. Son personas que configuran discursos, realizan exposiciones con las
obras de otros artistas.
6. Las instituciones culturales como fundaciones, empresas y otros organismos
públicos y privados, que suponen apoyos para la proyección del artista.

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7. Los medios de comunicación como la prensa, las revistas, editoriales, medios
digitales...

8. El turismo cultural con las guías artísticas, los tours operators...

9. Los diferentes tipos de espectadores: El público general, el aficionado, los


especialistas, los coleccionistas...

4. Hablar de arte
4.1. La historia del arte
La historia del arte es una disciplina que habla del arte desde una perspectiva del
discurrir del tiempo histórico. Inicialmente, los escritos sobre temas diversos incluían
historias sobre artistas y obras y solía haber muchas falsedades y leyendas. Leon
Battista Alberti en el Renacimiento fue el primero en dotar de una base teórica al arte,

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equiparable a los saberes liberales. Sin embargo, la configuración de la historia del arte
como una disciplina parte de Winckelmann con su libro Historia del arte en la
antigüedad (1764).

Existen diferentes métodos para el estudio de esta disciplina:

1. El método filológico surge en el s. XVIII y triunfa en el s. XIX, a raíz de la


necesidad de crear colecciones y museos con datos concretos de atribución,
fecha de ejecución... Su idea es que el conocimiento de las obras de arte no es
completo sin el estudio crítico de los documentos escritos. Sus instrumentos
básicos son las fuentes literarias y las fuentes documentales.

2. El método biográfico parte de la premisa de que la historia del arte es la


historia de los artistas. La obra se entiende y explica a través de la biografía del
artista, por ello, ordena y clasifica las imágenes a lo largo de su trayectoria vital.
Vasari inaugura este método con su Vidas de artistas ilustres (1550).
Posteriormente, en el s. XIX Auguste Compte plantea el “método histórico de
las generaciones”, ampliando su interés del artista individual al grupo
generacional.

4.2. La teoría del arte y la estética


Es una disciplina proveniente de la Filosofía que articula su discurso alrededor de los
problemas filosóficos que plantean las obras de arte. El primer teórico va a ser
Baumgarten con su obra Estética (1750), al que seguirá Kant con su Crítica del Juicio y
Hegel con Lecciones sobre la estética. Parte de la búsqueda de una teoría de la belleza
para pasar por los conceptos de los sublime, lo pintoresco, las teorías del gusto...

4.3. La crítica de arte


Se concibe como la consolidación del gusto como elemento enriquecedor del juicio
crítico que hasta entonces solo se podían permitir los artistas y los grandes teóricos del
arte. Surge en un contexto en el que el artista tiene una nueva situación pública, la
existencia de un público anónimo (burgués) y la creación de los Salones, museos y
colecciones. Su base no pretende objetividad alguna, sino que su anclaje está en la
subjetividad y lo único que pretende es transmitir las emociones y pensamientos que
la obra de arte le produjo al público interesado. Es un género literario y periodístico.

4.4. Psicología del arte


Desde el siglo XIX, los progresos alcanzados en el campo de la psicología han intentado
explicar la obra de arte desde el conocimiento profundo del artista. Freud en su
artículo sobre Leonardo intenta explicar el proceso artístico como un producto de las
vivencias del artista, regido por un proceso de simbolización que reina en el
inconsciente del individuo.
A esta corriente se unión la psicología de la forma o la Gestalt.

4.5. Semiología y Semiótica


Pretende hacer una lectura de los signos como fenómenos estéticos analizables a nivel
de lenguaje. Se basa en los estudios de lingüística de Saussure, Pierce y Morris. No

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estudia solo los sistemas primarios (el lenguaje), sino también los secundarios (la
literatura). Estudia los signos como sistemas codificados, analizando su sintaxis, su
semántica y su pragmática.

4.6. Iconografía
Disciplina centrada en identificar, describir y estudiar las imágenes acudiendo a las
fuentes para reorganizarlas en tipos. Estudian las variaciones de estos tipos figurativos
a lo largo de la historia, pero sin intentar valorar su significado más profundo. Surgen
así los repertorios iconográficos de tipo religioso, mitológico o alegórico, donde los
símbolos y los atributos se unen con los emblemas, la heráldica, los jeroglíficos que
dotan de significado a las obras.

4.7. Iconología
Frente a la iconografía, la iconología supone un paso más ya que intentará buscar el
significado intrínseco o sentido profundo de la obra de arte y su interpretación. No ven
la obra no como algo aislado fuera del contexto social donde nació, sino que intentan
explicarla desde fuera: desde la filosofía, la historia, la religión, la cultura o la sociedad
del momento.

4.8. Sociología del arte


Consideran que ni la obra de arte ni el artista pueden estudiarse aisladamente, dado
que el arte es el resultado de una serie de factores individuales y colectivos muy
complejos. El arte tiene funciones pragmáticas (culturales, de propaganda, de
expresión de poder...) siendo la función estética un acontecimiento esporádico.

4.9. Filosofía de la cultura


Método iniciado por J. Burckhardt para quien la obra de arte, como hecho histórico y
cultural que es, no puede considerarse como un simple documento histórico, sino
como algo vivo que tendrá explicación solo cuando se confronte con otros hechos
históricos y culturales en un determinado contexto más que material, espiritual.

5. Elementos y lectura de la imagen


1. El punto
2. La línea
3. El plano
4. La textura
5. El color

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6. La composición (all over)
7. Los ritmos
8. La tensión
9. El equilibrio

Grados de iconicidad:
o Grado 11: La imagen natural real: Icónicamente perfecto, ya que no es una
simple representación, sino que es el objeto propiamente.
o Grado 10: Modelo 3D a escala: Objetos en tres dimensiones que logran cierta
similitud al tipo real.
o Grado 9: Hologramas: También son modelos en 3D pero que carecen de una
mayor definición.
o Grado 8: Imagen a color: En el campo de la reproducción 2D, es el que más se
acerca al sujeto en cuestión.
o Grado 7: Imagen en blanco y negro: Es el sujeto en 2D, solo que sus colores son
reemplazados por una gama de grises.
o Grado 6: Pintura realista: No tiene la definición y perfección de una fotografía,
pero aún así se asimila bastante. Reestablece las relaciones espaciales en un
plano bidimensional.
o Grado 5: Pintura no realista: Se reconoce el objeto en cuestión, solo que la
representación no es idéntica a la real.
o Grado 4: Pictogramas: De forma muy abstracta y simplificada, conserva la idea
original.
o Grado 3: Esquemas motivados: Un buen ejemplo de estos son los mapas,
planos. Lo representado se ve alterado en su forma para darle nítido
entendimiento a la información. Todas las características sensibles están
abstraídas.
o Grado 2: Esquemas arbitrarios: Representan una acción a través de un objeto
relacionado con ella. No representan características sensibles (señales de
tráfico).
o Grado 1: Representación no figurativa: Ocupando la abstracción máxima,
intenta expresar la realidad en su propia representación.

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