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Introduccion

Suelo, puede definirse desde dos puntos de pista el geólogo y el ingenieril. El suelo
está clasificado de acuerdo a sus propiedades físicas, como ser: la consistencia y el tamaño de
sus partículas.

Para el geólogo, el suelo describe capas de material suelto sin consolidar que se
extienden desde la superficie hasta la roca sólida y que se ha formado por meteorización y la
desintegración de las propias rocas. El punto de vista geólogo del suelo, permite conocer el
origen del suelo ya que mediante la geología se puede clasificar las rocas y comprender las
transformaciones que tienen en su ciclo hasta convertirse en suelo.

Desde el punto de vista ingenieríl, suelo es definido como un agregado natural no


cementado de granos minerales y materia orgánica en descomposición, con líquido y gas en
los espacios vacíos entre las partículas que lo constituyen. El ingeniero, compara al suelo como
un material de construcción que tienen una importante influencia en el diseño y construcción
de una obra de ingeniería.

El suelo al igual que otros materiales posee propiedades ingenieriles, que están
gobernadas por el tamaño de sus partículas y la forma en que estas interaccionan entre sí. Los
suelos por lo general, son materiales heterogéneos y anisotrópicos, por lo que no están
compuestos de un mismo material en toda su masa, además son materiales no conservativos,
es decir que la masa de suelo al deformarse no recupera su forma original.
Clasificación de los suelos

Es necesario clasificar los suelos para poder indicar sus propiedades índices y
así, que estas se usen para meter en los grupos de suelos a cada muestra.

La clasificación le da el ‘’nombre’’ a un suelo. Define lo que ‘’es’’.

 Grava (G: gravel)


 Arena (S: Sand)
 Limo (M: Silt)
 Arcilla (C: Clay)

La clasificación de suelos agrupa materiales con propiedades físicas, mecánicas


e hidráulicas similares.

• Suelos gruesos (Arenas y Gravas):

– Las partículas se tocan entre sí (fuerzas de masa).

– Controla: granulometría, forma y dureza de partículas.

• Suelos finos (Limos y Arcillas):

– Las partículas no se tocan entre sí.

– Las partículas tienen cargas eléctricas (fuerzas superficiales).

– Controla: capacidad de absorber agua.

Análisis granulométrico

Por granulometría o análisis granulométrico de un agregado se entenderá todo


procedimiento manual o mecánico por medio del cual se pueda separar las partículas
constitutivas del agregado según tamaños, de tal manera que se puedan conocer las
cantidades en peso de cada tamaño que aporta el peso total. Para separar por tamaños se
utilizan las mallas de diferentes aberturas, las cuales proporcionan el tamaño máximo de
agregado en cada una de ellas. En la práctica los pesos de cada tamaño se expresan
como porcentajes retenidos en cada malla con respecto al total de la muestra. Estos
porcentajes retenidos se calculan tanto parciales como acumulados, en cada malla, ya
que con estos últimos se procede a trazar la gráfica de valores de material
(granulometría).

El análisis granulométrico de los suelos o granulometría de suelos es uno de los


ensayos más básicos y sencillos para caracterizar un suelo pero no por ello menos
importante. De hecho, únicamente con este ensayo ya podemos aproximarnos a las
características geotécnicas principales del suelo como por ejemplo la capacidad
portante, deformabilidad o permeabilidad. Permite, junto con los límites de Atterberg y
los ensayos de estado, identificar claramente un suelo. No obstante, estos ensayos nunca
deben sustituir la testificación in situ por un geólogo experimentado.

Granulometría por tamizado

La granulometría por tamizado consiste en confeccionar la curva


granulométrica de una muestra, la cual es representativa de la distribución de los
tamaños de las partículas. Para ello se hace pasar una muestra ya sea inalterada o
alterada por tamices o mallas por vía seca con diferentes aberturas, desde aberturas de
125 mm hasta aberturas de 0,075 mm (tamiz nº200). Para tamaños de partículas
inferiores se emplea la granulometría por sedimentación mediante el hidrómetro. Este
ensayo es menos común que el anterior y normalmente se emplea en casos muy
específicos donde es necesario determinar el porcentaje de partículas finas.

De forma simplificada la granulometría se ejecuta de la siguiente forma.


Primero se toma una cantidad representativa de muestra, se seca, se disgrega y se pesa
el conjunto.

Posteriormente se hace pasar por los diferentes tamices para granulometría de


suelos dispuestos de mayor a menor abertura mediante agitación. Por último se pesa el
material retenido en cada tamiz, con lo que conocido el peso inicial de la muestra, puede
determinarse el porcentaje de material que queda retenido en cada tamiz. A partir de
estos datos se confecciona la curva granulométrica.
Es habitual representar la curva mediante porcentajes acumulados y mediante
una distribución log-normal.

Interpretación de una curva granulométrica

En primer lugar, el análisis granulométrico proporciona los porcentajes en peso


de los diversos tamaños de las partículas por lo que podemos conocer el porcentaje de
finos (arcillas y limos) que es el porcentaje que pasar por el tamiz número 200 de la
serie ASTM o el tamiz 0,008 de la serie UNE. De igual forma podemos determinar el
porcentaje de la fracción gruesa (gravas) mediante el tamiz nº10 ASTM o 2mm UNE.
El porcentaje de arena es el comprendido entre los dos tamices para suelos anteriores y
de forma análoga podemos determinar el porcentaje de cada tamaño de partícula.

Seguidamente se analiza en conjunto la proporción de cada uno de tamaños de


partículas. Curvas muy verticales indican reducida variabilidad en los tamaños mientras
que curvas inclinadas muestras una gradación importante del tamaño de las partículas.
Para una mayor de definición de la granulometría se utiliza el coeficiente de
uniformidad y el coeficiente de curvatura.
Coeficiente de uniformidad cu : Se define como la relación entre el diámetro
correspondiente al 60% del peso del material y el diámetro por el que pasa el 10% del
material: cu=d60/d10. Si el coeficiente de uniformidad es menor de 5 la granulometría es
uniforme, si está comprendido entre 5 y 20 el suelo es poco uniforme y si es mayor de
20 se trata de un suelo bien gradado.

Coeficiente de curvatura cc: Se define como cc= ((D30)2 / (D10·D60) y mide el


grado de curvatura de la granulometría. Un suelo bien gradado tendrá un porcentaje en
huecos menor y por tanto tendrá una densidad mayor, serán suelos menos compresibles,
más impermeables y más fáciles de trabajar en obra.

Contenido en finos: Como se ha comentado anteriormente, se define como el


porcentaje que pasa el tamiz nº200 ASTM o 0,008 UNE y mide el contenido en finos,
proporción de arcillas y limos. Nos indica el grado de retención de agua, cuanto mayor
sea el valor, mayor será la dificultad de expulsar el agua bajo esfuerzos
(comportamiento no drenado de los materiales).

Granulometría por hidrómetro

Cuando los suelos no son grueso granulares, sino que los suelos tienen tamaños
de grano pequeños no se podrá hacer análisis granulométrico por mallas, para
determinar el porcentaje de peso de los diferentes tamaños de los granos de suelo. Lo
apropiado es aplicar el método del hidrómetro (densímetro), hoy en día para suelos finos
quizá es el ensayo de mayor uso, el hecho se basa en que las partículas tienen una
velocidad de sedimentación que se relaciona con el tamaño de las partículas. 
La ley fundamental para realizar análisis granulométrico por hidrómetro es formulada
por Stokes, en esta ley se enuncia que si una partícula esférica cae dentro del agua
adquiere pronto una velocidad uniforme que depende del diámetro de la partícula, de su
densidad y de la viscosidad del agua. 
Para la realización del ensayo no se usa una suspensión compuesta de agua y suelo,
porque se precipitaría, en muy poco tiempo casi todo el suelo, debido a la formación de
flóculos originados por la presencia de diferentes cargas eléctricas en las partículas del
suelo. Se utiliza un agente de floculante que neutralice las cargas eléctricas, permitiendo
que las partículas se precipiten de forma individual.
Tipos de dispersantes usados comúnmente:

- Silicato de Sodio (vidrio líquido). Es una solución de silicato de sodio, para


lograr la concentración necesaria se usa un hidrómetro 151 H. Una vez preparada la
solución se toman 20 cm3.

- Hexametafosfato de sodio (NaPO3). Comercialmente se conoce como


Calgon. Se usará agua destilada a razón de 40 g de hexametafosfato sódico por cada
litro de solución.
Ya que la solución es ácida se puede considerar mayor eficacia como agente
defloculante en suelos alcalinos.

Para el ensayo de hidrómetro existe corrección dependiendo del tipo de


hidrómetro empleado, la corrección se hará con la diferencia de la lectura del
hidrómetro y un coeficiente que depende del tipo de hidrómetro, para 151 H es la
unidad y para 152 H es cero.
Los hidrómetros están calibrados para hacer la lectura al nivel libre del líquido. Al
formarse el menisco alrededor del vástago, la lectura correcta no puede hacerse, ya que
las suspensiones de suelo son transparentes, por lo que se necesita leer donde termina el
menisco y corregir la lectura sumando la altura del menisco. Esta corrección se hace
sumergiendo el hidrómetro en agua destilada y haciendo dos lecturas en la escala; una
en la parte superior del menisco (para que el menisco se forme completo, el cuello debe
limpiarse con alcohol para eliminar la grasa) y otra siguiendo la superficie horizontal
del agua. La diferencia de las dos lecturas nos da la corrección que debe sumarse a las
lecturas hechas al estar operando.

Procedimiento

Se selecciona una muestra de más o menos 50 gr que pase el tamiz número


200, a lo que quede retenido en el tamiz número 200 se le hace un lavado, a lo que
queda después del lavado se le lleva a un recipiente que irá al horno para determinar el
porcentaje de gruesos de la muestra, ya que está ha sido debidamente pesada antes de
pasar por el tamiz número 200.
La muestra que pasa el tamiz número 200 se deposita en un frasco; posteriormente se
añaden 200 cm3 de agua y aproximadamente 20 cm3 de agente defloculante, se debe
dejar la suspensión como mínimo una hora (la A. S. T. M sugiere que para suelos
arcillosos se deje 16 horas), después de haber sometido la muestra al defloculante se
transfiere la mezcla al vaso de la agitadora eléctrica se añade agua hasta llenar dos
terceras partes del vaso, se realiza a dispersión de la muestra de 5 a 10 minutos. La
muestra dispersada se lleva a un cilindro graduado y se le agrega agua hasta los 1000
cm3; se agita el cilindro durante un minuto tapando con la palma de la mano e
invirtiéndolo repetidas veces, se hace esto para obtener una suspensión homogénea. Se
coloca el cilindro sobre una mesa se pone andar el cronómetro. Para los tiempos
indicados se introduce el hidrómetro dentro del cilindro y se registran los datos,
encargándose también de medir la corrección por menisco y la temperatura para cada
medida.

Peso específico

El “peso específico de un suelo“, como relación entre el peso y su volumen, es


un valor dependiente de la humedad, de los huecos de aire y del peso específico de las
partículas sólidas. Para evitar confusiones, las determinaciones de los ensayos de
laboratorio facilitan por un lado el “peso específico seco” y por otro la humedad. Fíjese
en que este término es diferente de la “densidad del suelo“, que establece una relación
entre la masa y el volumen. También suele utilizarse un valor adimensional
denominado, “peso específico relativo”, definido como el cociente entre el peso
específico del suelo y el peso específico del agua a una temperatura determinada. Los
valores típicos de gravedades específicas para los sólidos del suelo son entre 2.65 y
2.72. Es un factor auxiliar para determinar las características índices de los suelos, tales
como la porosidad, la relación de vacíos, la saturación. Se utiliza también en estudios de
consolidación, gradiente hidráulico crítico, hidrometría o densimetría.

Gravedad específica: La gravedad específica de un suelo se toma como el


valor promedio para granos del suelo. Si en desarrollo de una discusión no se aclara
adecuadamente a que gravedad específica se refieren algunos valores numéricos dados,
la magnitud de dichos valores puede indicar el uso correcto, pues la gravedad específica
de los suelos es siempre bastante mayor a la gravedad específica volumétrica
determinada incluyendo los vacíos de los suelos en los cálculos.
El valor de la gravedad específica es necesario para calcular la relación de
vacíos de un suelo, se utiliza también en el análisis del hidrómetra y es útil para predecir
el peso unitario del suelo. Ocasionalmente el valor de la gravedad específica puede
utilizarse en la clasificación de los minerales del suelo, algunos minerales de hierro
tienen un valor de gravedad específica mayor que los provenientes de sílica.

Densidad: En el caso de los suelos, la densidad se da en relación al agua


destilada a una temperatura de 4 grados centígrado. Tratándose de gravas o piedras, la
densidad se da en relación al agua limpia  a la temperatura ambiente, con el material en
el estado de saturación. El valor de la densidad, (el cuál expresado en un número),
además de servir para fines de clasificación, juega un papel muy importante en la mayor
parte de las pruebas y cálculos de la mecánica de suelos.

La densidad aparente se mide en g/cm3. Los tipos de suelo y su densidad


aparente correspondiente son los siguientes: arcilla 1,25 g/cm³, arcilla limosa 1.21g/cm³,
franco arcillo limoso 1,27 g/cm ³, franco arcilloso 1,30 g/cm³, arcilla arenosa 1,34
g/cm³, franco limoso 1,38 g/cm³; marga 1,43 g/cm³; arcilla arenosa 1,40 g/cm³; marga
arenosa 1,51 g/cm³; arena arcillosa 1,63 g/cm³; arena 1,69 g/cm³. La densidades
aparentes varían entre 1,25 y 1,69 g/cm³ para suelos minerales puros. Los suelos con
alto contenido de materia orgánica y arcilla friable pueden tener densidades aparentes
muy por debajo de 1,0 g/cm³.

Límites de Atterberg o consistencia

Pueden definirse como los límites de los contenidos de humedad que


caracterizan los cuatro estados de consistencia de un suelo de grano fino: estado sólido,
estado semisólido, estado plástico y estado semilíquido o viscoso. El límite entre los
estados sólido y semisólido se denomina límite de retracción, el límite entre los estados
semisólido y plástico se llama límite plástico y el límite entre los estados plástico y
semilíquido, límite líquido. Así de este modo, un suelo de grano fino puede pasar de un
estado de consistencia a otro en función del contenido en humedad. 
El nombre de los límites de Atterberg proviene de su difusor, el sueco Albert
Mauritz Atterberg y hoy en día resulta de los ensayos más habituales, junto con
las granulometrías de suelos, para la caracterización de los suelos finos.

Permiten una rápida caracterización del suelo puesto que son ensayos muy
rápidos de realizar en laboratorio y no es necesaria la toma de muestras inalteradas para
su determinación. Se rigen por la norma UNE 103103 para el límite líquido, por la
norma UNE 103104 para el límite plástico y por la norma UNE 103108 para el límite de
retracción.

Determinación del límite líquido

El límite líquido es un ensayo que se determina de forma estandarizada


mediante la cuchara de Casagrande. Para ello se mide la humedad de un suelo en un
surco que se cierra una distancia aproximada de 13 mm tras dejar caer la cuchara de
Casagrande 25 veces desde una altura de 1 cm. El surco se realiza con un acanalador
estandarizado. Cabe comentar que el ensayo se realiza aproximadamente con 100 g de
muestra que previamente han pasado por el tamiz nº40 de la serie ASTM o 0,40 UNE y
se mezcla con agua destilada. El límite líquido se suele representar con las letras LL.

A continuación, se presenta una imagen de la cuchara de Casagrande con el


acanalador y el surco para un mejor entendimiento del ensayo:
Determinación del límite plástico

El límite plástico se determina mediante la formación de pequeños cilindros en


la palma de la mano sobre una superficie lisa de unos 3 mm de diámetro y 25-30 mm de
longitud. En el momento en el que los pequeños elipsoides se cuartean en trozos de
aproximadamente 6 mm se ha alcanzado la humedad del límite plástico. Al igual que en
el ensayo del límite líquido, la muestra debe haber pasado por el tamiz nº40 ASTM o
0,4 UNE. Se suele representar con las siglas LP.

A continuación, se presenta, de forma gráfica, los cilindros formados mediante


el ensayo:

Determinación del límite de retracción

Este límite se presenta cuando la pérdida de humedad de un suelo no lleva


consigo aparejada la pérdida de volumen. Se calcula mediante el secado en estufa a 105-
110ºC de una muestra de suelo. Normalmente se representa con las siglas Lc. Este
ensayo es menos frecuente y salvo en circunstancias especiales no suele realizarse.

Determinación del índice de plasticidad

Una vez definidos el límite líquido y límite plástico puede determinarse


el índice de plasticidad puesto que es la diferencia entre ambos. Se representa con las
siglas IP y la fórmula del índice de plasticidad se muestra a continuación:
IP = LL-LP

Representa el intervalo de humedades desde el estado semisólido a semilíquido


y al igual que los límites, es frecuentemente utilizado para la caracterización de suelos
cohesivos.

Carta de plasticidad de Casagrande

A partir de diversos estudios, Casagrande definió que los suelos con un límite
líquido superior a 50 (LL>50) son de alta plasticidad, mientras que los suelos que tienen
un límite líquido inferior a 50 se definen como de baja plasticidad.

Igualmente propuso la carta de plasticidad la cual relaciona en una gráfica el


límite líquido frente al índice de plasticidad. Dentro de la gráfica, además de la línea
que separa los suelos de alta plasticidad de los de baja plasticidad, definió las líneas A y
U. La primera línea separa las arcillas inorgánicas de los limos inorgánicos mediante la
expresión IP = 0,73 (LL – 20) y la línea U es el límite superior de la relación del índice
de plasticidad con el límite líquido. Se define como IP = 0,9 (LL – 8).

De este modo, según la carta de plasticidad pueden distinguirse 7 tipos de


suelos tal como se muestra a continuación:
Interpretación límites de Atterberg

En los suelos finos o cohesivos, la humedad es un parámetro muy importante


ya que determina numerosas propiedades geotécnicas. Por ello a partir de la humedad
natural de los suelos y los límites de Atterberg es posible determinar el índice de
consistencia y el índice de fluidez, los cuales nos dan idea de la resistencia de un
terreno:

Determinación del índice de fluidez, pegajosidad o liquidez

Se denomina a la consistencia relativa de un suelo cohesivo en estado natural.


Se denomina con las siglas IL y se calcula con la siguiente fórmula:

IL = (w – LP) / (LL – LP) Donde w es el contenido de humedad natural del


suelo.

A partir del índice de fluidez, la consistencia puede clasificarse como:

Valor del IL Estado del suelo


1,0-0,8 Muy blando
0,8-0,65 Blando
0,65-0,4 Consistencia media
0,4-0,25 Duro
<0,25 Muy duro

Determinación del índice de consistencia

De forma análoga al índice de liquidez, el índice de consistencia Ic se define a


partir de la siguiente expresión:

Ic = (LL – w) / (LL – LP)

El índice de consistencia permite definir el estado del suelo tal y como puede
verse en la siguiente tabla:
Valor del Ic Estado del suelo
<0 Estado líquido
Entre 0 y 0,25 Semilíquido
Entre 0,25 y 0,50 Plástico muy blando
Entre 0,50 y 0,75 Plástico blando
Entre 0,75 y 1 Plástico duro
>1 Estado sólido

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