Cinco textos que enmarquen la misión

Genesis 1:26-28

Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y
señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en
todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios
lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad
la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las
bestias que se mueven sobre la tierra.
Desde el principio Dios tenía el propósito de que le hombre fuera un representante de su
imagen, el texto lo declara. Y aun después de la caída sigue siendo su propósito, solo que ahora
necesitamos de la obra redentora de Jesucristo.

Genesis 12:1-3

Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre,
a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu
nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren
maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra
Con este texto nos muestra que Dios separo a sus elegidos quienes serian su pueblo y quienes
deberían llenar la tierra de su palabra. Quienes debería de ser ejemplo. Y aun que esto al
principio fue solo para Israel, hoy es una promesa y misión para nosotros los gentiles.

Mateo 28:18-20

Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por
tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he
aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Aquí muestra claramente el propósito del Señor Jesucristo de ir y predicar, de ser ese
estandarte que llevaría las buenas nuevas a toda la tierra

Hechos 1:8

pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis
testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.

Aquí nos muestra el panorama de que serias testigos para las naciones de la obra redentora de
Cristo

Apocalipsis 5:9-10
y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque
tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo
y nación; y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra.
En este pasaje habla de quienes somos y quienes seremos en un futuro glorioso si llevamos a
cabo la misión de la Iglesia.