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PARTE 1
Las partículas sólidas del suelo se unen entre sí de diversas formas, generando
unidades de mayor tamaño llamadas agregados, unidades estructurales o peds. El
arreglo que se produce con estos sólidos se denomina estructura del suelo.
FLOCULACIÓN
Es el proceso mediante el cual se unen las partículas sólidas del suelo entre sí,
obedeciendo a diferentes mecanismos físico-químicos. Ésta es realizada,
generalmente, por fuerzas electrostáticas entre aquellas partículas y otros
elementos del suelo como el agua o los cationes; esta unión no es permanente en
el tiempo y puede desaparecer fácilmente, al cambiar las condiciones que la
producen. También se puede producir mecánicamente, mediante la acción de
raicillas de plantas o de hifas de hongos (Baver et al, 1973); este último tipo se ha
llamado, algunas veces, bioestructura.
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FIGURA 1.1. Mecanismos de unión entre partículas del suelo para formar
agregados estructurales. (Elaborada con base en discusión de Hillel, 1998). En el
esquema de la Figura 1.1, las partículas de arena y de limo, mediante la
acumulación de complejos húmicos entre las superficies de los granos, pueden
unirse entre sí (2) o entre ellas y conjuntos de láminas de arcilla, bien sea por sus
bordes (1) o por sus caras (3). A su vez, los conjuntos de láminas de arcilla pueden
unirse entre sí, ayudados por los complejos húmicos colocados entre las caras de
las láminas (4) o entre las caras de un conjunto y los bordes de otro (5). Finalmente,
las arcillas pueden unirse entre sí, sin intervención de los complejos húmicos,
obedeciendo a fuerzas de atracción electrostáticas entre los bordes positivos y las
caras negativas de los conjuntos de laminillas (6), mecanismo, este último,
determinante en la agregación de suelos ácidos, según Emerson y Dettman, citados
por Baver et al (1973).
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III. La compresión, los iones, las sales y los coloides ejercen efectos mecánicos
y químicos sobre las partículas del suelo, uniéndolas y cementándolas.
IV. El manejo del suelo. Es un factor de especial importancia, sobre todo en lo
relacionado con la conservación de la estructura del suelo; sus efectos se
tratarán más ampliamente en apartes posteriores.
La estructura del suelo es una de sus principales propiedades, ya que el arreglo que
presente la fase sólida está determinando el espacio que queda disponible para las
otras dos fases de éste: la líquida y la gaseosa; puede decirse que esta propiedad
es la que controla las interrelaciones entre las diferentes fases físicas del suelo y la
dinámica de líquidos y gases en él, ya que tiene una influencia directa en
propiedades como porosidad, densidad aparente, régimen hídrico, régimen térmico,
permeabilidad, aireación, distribución de la materia orgánica, entre otras; por lo
anterior, no es casual que se estime la degradación de un suelo de acuerdo con el
grado de deterioro de su estructura.
La estructura puede mitigar los efectos nocivos que puede tener la textura en el
medio físico del suelo; así, por ejemplo, un suelo bien estructurado puede reducir, y
hasta eliminar, los problemas de mal drenaje, baja permeabilidad y poca aireación
inducidos por el empaquetamiento fuertemente ajustado de los separados que se
presenta en un suelo de textura fina.
Otro aspecto que hace importante esta propiedad es la estrecha relación que hay
entre su desarrollo y la génesis del suelo, como se puede ver en la Figura 3.3; la
presencia de estructura en el suelo y su grado de desarrollo son evidencia de su
evolución. Éste es un aspecto que no puede olvidarse, cuando se va a someter un
suelo a prácticas intensivas de manejo, pues la destrucción o deterioro grave de ella
es relativamente fácil de ocasionar, pero su recuperación es mucho más difícil y
lenta.
BLOQUES BLOQUES
LAMINAR PRISMÁTICA COLUMNAR ANGULARES SUBANGULARES GRANULAR MIGAJOSA
MUY FINA <1 <10 <10 <5 <5 <1 <1
FINA 1A2 10 A 20 10 A 20 5 A 10 5 A 10 1A2 1A2
MEDIA 2A5 20 A 50 20 A 50 10 A 20 10 A 20 2A5 2A5
GRUESA 5 A 10 50 A 100 50 A 100 20 A 50 20 A 50 5 A 10
MUY GRUESA > 10 >100 >100 50 50 > 10
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1. INTERPRETACIÓN
La estructura del suelo, en lo relacionado con el tipo y la clase, tiene un gran valor
en los aspectos genéticos del suelo; es así como se observan los siguientes
patrones estructurales, con cierta frecuencia, en relación con algunos grupos de
suelos:
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un espacio de macroporos lo suficientemente grande como para asegurar un buen
drenaje y una adecuada aireación en el suelo; este tipo de agregados también
puede estar mostrando un deterioro estructural en el suelo; una dominancia de
tamaños grandes puede estar reflejando un poco desarrollo estructural del suelo y
por tanto una susceptibilidad relativamente alta a la erosión.
2. EL COLOR DE SUELO
El color es una de las características morfológicas más notorias del suelo. Guarda
una estrecha relación con sus principales componentes sólidos.
2.1. IMPORTANCIA
Como se ha mencionado anteriormente, el color del suelo se relaciona fuertemente
con los componentes sólidos del mismo. Entre las principales relaciones que se han
encontrado entre el color y sus componentes, pueden destacarse las siguientes:
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v. Los colores rojos indican buen drenaje y buena aireación, así como intensas
meteorización y evolución, la mayoría de las veces (ver numeral 5 del
Capítulo 1).
vi. Los colores grises a blancos pueden mostrar contenidos importantes de
cuarzo, caolinita u otras arcillas silicatadas, carbonatos de Ca y/o Mg, yeso,
sales y/o óxido ferroso y pueden indicar condiciones de mal drenaje; también
pueden indicar muy bajos contenidos de coloides en el suelo (materia
orgánica, arcillas y/o sesquióxidos de Fe y Al), característicos de horizontes
sometidos a procesos intensos de eluviación.
vii. Los moteos, generalmente, se presentan en suelos con problemas de mal
drenaje.
Aparte de lo anterior, algunas veces el suelo presenta el color del material parental,
es decir, presenta colores litocrómicos. Este fenómeno puede estar relacionado con
un bajo grado de alteración del material original del suelo o con la presencia de
materiales parentales muy oscuros, como en el caso de lutitas negras, que le
trasmiten al suelo este color o con una baja
incorporación de materia orgánica. Los climas secos favorecen la expresión de
colores litocrómicos en el suelo.
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2.2. DETERMINACIÓN
El color del suelo puede caracterizarse en forma precisa mediante el uso de los
espectrofotómetros. Estos equipos registran la cantidad de luz que refleja el suelo
en todas las
longitudes de onda del espectro visible (entre 400 y 700 nm), produciendo unas
curvas de pendiente positiva llamadas curvas de reflectancia espectral. La
transformación de los valores de reflectancia del suelo a color se puede hacer
mediante procesos matemáticos y/o computacionales (Torrent y Barrón, 1993).
Para fines prácticos, el color del suelo se determina por comparación del color del
suelo (un fragmento de éste) con un catálogo de colores ordenados en unas
secuencias específicas, contenidas en una libreta conocida comúnmente como “La
tabla de colores Munsell” (Munsell Color, 1990) de amplio uso a escala mundial y
de fácil manejo en el campo.
Las letras resaltadas en el párrafo anterior corresponden a la primera letra del color
que las precede, en inglés, por ejemplo, Y de Yellow (amarillo). Cada uno de los
matices tiene diferentes tonalidades que se especifican mediante números entre
cero (0) y diez (10) colocados antes de la letra correspondiente. Así, un suelo rojo
puede tener diferentes cantidades de rojo: 2.5R, 5R, 7.5R o 10R, por ejemplo; de 0
a 10 aumenta la intensidad del color respectivo, es decir, 7.5R es “más rojo” que
2.5R.
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2.2.1.2. LA CLARIDAD (VALUE)
La claridad define el grado de oscuridad del color, en términos de la cantidad de
blanco o de negro que él tenga; es una medida de la cantidad de luz que llega al
ojo, bajo condiciones estándar de iluminación. La cantidad de negro o de blanco se
especifica mediante una escala que va de cero (0) a diez (10), en la cual el cero
corresponde al negro puro y el 10 al blanco puro; los colores oscuros tienen value
entre 0 y 5 y los claros entre 5 y 10 (SSDS, 1993).
En cada carta de hue, en la intersección de los values con los chromas, se encuentra
una plaquita rectangular de papel, con el color correspondiente a cada combinación
value – chroma del hue correspondiente; entre cada dos placas consecutivas,
verticalmente, se encuentra una perforación circular que funciona, a manera de
ventana, para asomar por ella la muestra del suelo al cual se le quiere determinar
el color. En la Figura 4.1 se presenta la distribución de los colores correspondientes
al matiz 10R, tal como aparece en la tabla Munsell de color (Munsell Color, 1990).
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En la descripción del color del suelo se utilizan dos parámetros: La notación Munsell
y el color Munsell. La notación define los valores para los parámetros hue, value y
chroma del color del suelo. El color Munsell asigna un nombre de color a una
determinada notación, con el fin de uniformizar la nomenclatura que se dé a los
colores y ellos se encuentran en la página opuesta a la página donde se presentan
las plaquitas de color correspondientes a cada hue.
La descripción del color del suelo está compuesta, entonces, de una notación de la
forma hue value/chroma, seguida de un nombre; por ejemplo, si el suelo presentó
un hue 10R (ver Figura 4.1), el value fue de 3 y el chroma de 2, la notación Munsell
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de su color es: 10R3/2; el nombre Munsell de esta notación es rojo oscuro; la
descripción completa y correcta de este color, según el SSDS (1993) es: 10R3/2
(rojo oscuro).
Debe tenerse en cuenta que las escalas utilizadas para cuantificar los parámetros
del color en la tabla Munsell, admiten divisiones con decimales. Lo anterior quiere
decir que, aunque en la tabla no se encuentre especificada la claridad
correspondiente a 3.5, ella existe y es posible encontrar un suelo que se ubique, en
la tabla, exactamente en un color cuyo value sea intermedio entre 3 y 4, teniendo
que definirlo como 3.5; igual puede ocurrir para el matiz y para la pureza (Munsell
Color, 1990).
i Cantidad y tipo de luz que cae sobre la muestra, ya que de ella depende la
que se va a reflejar hacia el ojo; el color determinado en campo abierto con
luz natural es diferente al que se obtiene bajo la luz de una lámpara
fluorescente.
ii La superficie del suelo que se mira: superficies muy rugosas dispersan
ampliamente la luz que reflejan, reduciendo la cantidad de ella que llega al
ojo; este efecto es más intenso en la medida en que el ángulo de incidencia
de la luz sea más agudo.
iii La humedad de la muestra: a mayor contenido de humedad en la muestra,
más oscuro se torna el color.
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Las consideraciones anteriores han llevado a recomendar que el color del suelo se
debe tomar en condiciones de luz natural directa sobre la muestra y en estado
húmedo; cuando se toma el color en muestras secas, se debe hacer constar esta
situación en la descripción del mismo.
Para tener una adecuada fertilidad física en el suelo, no sólo se requiere estar cerca
de la composición ideal mencionada, sino que, además, los diferentes componentes
deben estar distribuidos equilibradamente en el espacio; de acuerdo con esta
observación, el medio físico del suelo puede idealizarse como se muestra en la
Figura 6.2.
En los capítulos siguientes se hará una breve descripción de casi todas las
propiedades físicas del suelo representadas en la Figura 6.3. Se trata de abarcar en
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ella la definición, los métodos estandarizados para evaluarla y algunas
interpretaciones útiles para su manejo.
4. RELACIONES BÁSICAS
Si se separan las diferentes fases del suelo, entre ellas se pueden establecer
algunas relaciones básicas, tanto gravimétricas como volumétricas, las cuales se
convierten en la manera más sencilla y común de establecer los valores de algunas
propiedades físicas del mismo; para entender dichas relaciones, se recurre al apoyo
de la Figura 6.4.
En la Figura 6.4, las magnitudes peso de sólidos, peso del agua y peso del aire, se
representan con los símbolos Ps, Pw y Pa, respectivamente. Las magnitudes
volumen de sólidos, volumen de agua y volumen de aire, tienen los símbolos Vs,
Vw y Va, respectivamente.
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El espacio poroso del suelo (porosidad), en volumen, es:
AUTOEVALUACIÓN
1. ¿Cuáles son las fases del suelo?
2. ¿Cuáles son las proporciones ideales en que deben estar las fases del suelo?
3. ¿El hombre puede modificar la relación en que se encuentren las fases del suelo?
¿Cómo?
4. Enumerar 4 propiedades del suelo que sean controladas por la textura y por la
estructura del mismo.
5. ¿Qué se entiende por determinación gravimétrica? ¿Y volumétrica?
EVALUACIÓN
1. Una muestra de 1 ft3 de suelo presentó la siguiente composición gravimétrica:
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Material mineral: 70 lb
Material orgánico: 5 lb
Agua: 13 lb
Aire: 10 g
Representar gráficamente la anterior composición en forma volumétrica y
compararla con la de un suelo ideal. (R: Minerales: 42.43%, Materia Orgánica:
5.86%, Agua: 20.88%, Aire: 30.83%).
2. Calcular la saturación con agua que presenta el suelo del punto anterior (R:
40.86%).
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