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Witz Rodríguez ultrajó a la bandera, resolvió

Podría ser condenado hasta cuatro años de prisión


México, D F, 5 de octubre. La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN)
negó el amparo al poeta Sergio Hernán Witz Rodríguez, al considerar que su
composición Invitación, la patria entre mierda, constituye el delito de ultraje
a la bandera, previsto en el artículo 191 del Código Penal Federal (CPF)
Por tres votos a dos, la primera sala de la SCJN resolvió el conflicto que el
juicio de amparo planteaba entre los alcances de la libertad de expresión en
México y la imposición de sanciones penales por ofensas a los símbolos
patrios.

Witz Rodríguez, a quien a partir del caso se le conoce como “el poeta
maldito”, pretendió el amparo del máximo tribunal del país, al considerar que
el artículo 191 del CPF es inconstitucional por vulnerar los derechos a la
libertad de expresión y a la libertad de prensa, previstos en los artículos
sexto y séptimo de la Constitución
La mayoría de ministros de la sala estuvo en contra del proyecto presentado
por el ministro José Ramón Cossío Díaz para concederle el amparo al
quejoso, el cual podría ser sujeto a una pena de prisión de hasta cuatro años

Cossío propuso otorgar el amparo no porque el artículo impugnado fuera


inconstitucional, sino por la violación a la libertad de expresión del escritor
Lo que está en juego, señaló Cossío, es “la preservación del contenido
esencial de la libertad de expresión” Advirtió que dejar la puerta abierta a un
juez para que pueda calificar penalmente la conducta del poeta, implica
afectar “las libertades básicas” del mismo
Su proyecto fue apoyado sólo por el ministro Juan Silva Meza
El artículo 191 del CPF establece que, a quien ultraje el escudo nacional o la
bandera, ya sea de palabra o de obra, se le aplicará de seis meses a cuatro
años de prisión o multa de 50 a tres mil pesos o ambas sanciones, a juicio
del juez

Recluir al autor hasta por ese tiempo, dijo Cossío, “demuestra que el
legislador no ponderó adecuadamente los elementos constitucionales
relevantes, y en concreto, la necesidad de equilibrar los límites
constitucionales a la libertad de expresión, con el ejercicio verdaderamente
libre de la misma”
En sentido contrario, el ministro José de Jesús Gudiño Pelayo consideró
que este caso debe verse como “uno de los límites constitucionales a la
libertad de expresión”
Agregó: “La Constitución no autoriza a nadie a ultrajar, ni símbolos patrios,
ni tampoco a ultrajar a personas”

Lo secundó el ministro Sergio Valls Hernández, al asegurar que el poema


puede ser “una invitación a los ciudadanos a no respetar ese símbolo
nacional”
El proyecto también fue rechazado por la presidenta de la sala, Olga Sánchez
Cordero
En defensa de su proyecto, el ministro ponente consideró “incompatible con
la Constitución que el Estado utilice el derecho penal para defender un
objeto simbólico, mediante el sacrificio de los derechos fundamentales de
los individuos, coartando necesariamente las posibilidades de que en
México emerja una práctica democrática adulta y madura”
Utilizar el derecho penal para defender a la bandera mediante un delito como
el tipificado por el artículo 191, contradice la idea misma, de libertad que la
bandera representa, agregó
“Un ataque a la moral que justifique una restricción a la liberta de expresión
es tanto como abogar por la imposición de una homogeneidad social,
moralizante y una particular visión nacionalista, lo cual es incompatible con
la sociedad abierta y democrática que nuestra Constitución postula”,
argumentó Cossío

El poema controvertido es el siguiente:


“Invitación, la patria entre mierda: Yo me seco el orín de la bandera de mi
país, este trapo sobre el que se acuestan los perros y que nada representa,
salvo tres colores y un águila que me producen un vómito nacionalista, o tal
vez un verso Lópezvelardiano, de cuya influencia estoy lejos yo, natural de
esta tierra, me limpio el culo con la bandera y los invito a hacer lo mismo,
verán a la patria entre la mierda de un poeta”
El texto fue publicado en la revista Criterios, de Campeche, en abril de 2001
La asociación civil Pablo García Montilla denunció ante la Secretaría de
Gobernación la publicación del texto como un ultraje a la bandera

El caso lo tomó la Dirección de Coordinación Interinstitucional y Fomento


Cívico de la Secretaría de Gobernación, la que lo trasladó a la Procuraduría
General de la República (PGR)
El Ministerio Público federal inició una averiguación previa y consignó el
caso ante un juez de distrito de Campeche, el cual, en octubre de 2002, dictó
un auto de “sujeción a proceso”, no de formal prisión, lo que implicó que al
acusado no se le impusiera pena privativa de libertad
Witz Rodríguez apeló la decisión, pero un Tribunal Unitario confirmó el fallo
del juez Ante la inconformidad del autor, el caso pasó a revisión de un
Tribunal Colegiado, el cual reservó la jurisdicción a la SCJN
Por decisión de la Corte, la jurisdicción del caso pasó al Tribunal Colegiado
del 27 circuito, con residencia en Cancún, Quintana Roo, el cual deberá
establecer la pena al poeta.

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