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SIN QUEBRANTAMIENTO, NO HAY

ARREPENTIMIENTO
Publicado el

6-7 minutos

Mario  E.  Fumero

Uno de los grandes problemas que confrontamos en el

cristianismo moderno es el hecho de que estamos
predicando un evangelio en donde no llevamos a las
personas a reconocer su pasado, para reconocer que es
pecador, y poder arrepentirse, aceptando el hecho de
 culpabilidad por haber desobedecido la ley de Dios. La
falta de convicción de pecado, y la estimulación de las
emociones religiosas, sin pasar por un proceso de
quebrantamiento, genera una falsa conversión, porque
es imposible una genuina transformación si primero   no
nos humillarnos y quebrantarnos. No puede existir
alegría y gozo, sin lágrimas y sufrimiento.

El apóstol Pablo habrá de una tristeza que produce

arrepentimiento para salvación (2 Corintios 7:10). Jesús
habló de una tristeza que produce gozo, y en el texto se
refiere a la tristeza fruto del arrepentimiento, y a las
consecuencias originada cuando somos rechazados
por el mundo, porque al vivir conforme a los valores del
reino de Dios en un mundo perversos, dominado por los
hijos de la tiniebla, lógicamente se desencadenara el
rechazo, persecución, angustia y desprecio hacia todos
aquellos que vivan en integridad y santidad, ya que es
imposible vivir y predicar la verdad en medio de la
mentira, sin sufrir consecuencias.

Cuando vivimos la Palabra de Dios en medio de un

mundo corrupto, lo más lógico es que por decir la
verdad, el mundo nos que aborrezca, esto fue lo afirmó
Jesús en Juan 17:14 “Yo le he dado la Palabra; y por eso
el mundo los ha aborrecido, porque no son del mundo
como tampoco yo soy del mundo”.

¿Cómo podemos saber que somos verdaderamente

cristianos si primero no hemos sido quebrantados y
sometidos al Señorío de Cristo? Como consecuencia de
nuestra fe, principios y valores tendremos que
confrontar dificultades, desprecio, burlas y rechazo, por
lo cual debemos de estar dispuesto a padecemos
aflicción (Juan 16:33).

El grave error de la iglesia evangélica moderna es el

haber echado a un lado el quebrantamiento y la tristeza,
para dar paso a la proclamación de un falso evangelio,
que enfatiza la riqueza, bienestar, felicidad y victorias
permanentes. Nadie quiere oír hablar del sufrimiento,
todos quieren felicidad constante, acompañada de la
riqueza como meta. La gente busca ser anestesiada en
sus conciencias pecaminosas, fundamentando su fe  en
falsas esperanzas que son mercantilizadas, y no están
dispuestos a padecer como buenos soldados de
Jesucristo, como enseña Pablo cuando dice; “Tú pues,
sufre trabajos como fiel soldado de Jesucristo”.

Quizás muchos no entienden que significa la palabra

“quebrantarse”. Esta expresión tiene varias
connotaciones, como por ejemplo; “Romper una cosa
con fuerza”, “Debilitar una cosa, “dejar a la persona que
corra riesgo de romperse” “sentirme frágil o vulnerable” 
“estado de aflicción”, Causar pesar o molestias a una
persona”  “estado de ánimo por sentirme culpable por
algo” “Sentir un malestar físico  por   causa  de  una 
enfermedad,  accidente o fatiga”. En el sentido bíblico de
la palabra, “quebrantar” indica doblegar su ego. La Biblia
se refiere a ello como doblegar la cerviz mediante un
yugo que indica servidumbre, lo que equivale a deponer
tus caprichos, y sentirte triste por el pecado cometido,
considerándote que no eres nada, y expresando con
lágrimas el pesar por tus acciones negativas. Una de la
forma en que se manifiesta el quebrantamiento es
mediante lágrimas, tristeza y pesar. Es entonces cuando
entramos en el proceso de arrepentimiento, siendo allí
cuando el Espíritu Santo comienza a obrar en nuestras
vidas, porque si quebrantamiento no hay vida eterna.

Cuando la palabra de Dios nos convence de pecado, el

Espíritu Santo nos hace sentir mal, nos redargüye de
pecado, lo que indica “reconocimiento de mis malas
acciones” naciendo una culpa que nos lleva a un
arrepentimiento, el cual a su vez produce una confesión
para salud (Romano 10:10). Esto lo expone  2 Corintios
7:9 “Ahora me gozo, no porque hayáis sido  contristados,
sino porque fuisteis contristados para arrepentimiento;
porque habéis sido contristados según Dios, para que
ninguna pérdida padecieseis por nuestra parte”. 
La iglesia moderna adolece del espíritu de
quebrantamiento. Tristemente en los cultos no se ven
lágrima, pesar y humillación. Muchos andan mal, pero
saltan levanta las manos, y se muestran jubiloso
cargados de pecado, son los hipócrita to religiosos de
nuestros tiempos. Todo se discípula con una apariencia
de religiosidad sin contenido profundo de una verdadera
espiritualidad, fundamentada en el temor a Dios.
Cuando el espíritu de quebrantamiento no reina, y el
pecado se vuelve liviano y normal, hemos caído en una
religión falsa, y no en una experiencia profunda y
personal con Jesucristo.

Ya no vemos lágrimas, sino risas. Ya no vemos tristeza

por las malas acciones cometidas, sino la compra de
bendiciones para disimular nuestros errores. Si
queremos un verdadero avivamiento, debemos
promover un verdadero quebrantamiento. Mientras el
pueblo de Dios no se humille (2 Crónicas 7:14), no
podremos ver la gloria de Dios manifestaba en la iglesia
y muchas iglesias irán lentamente hacia el ocaso del
cristianismo. El Seños tenga misericordia de nosotros.

Acerca de unidoscontralaapostasia
Este es un espacio para compartir temas relacionados
con la apostasia en la cual la Iglesia del Señor esta
cayendo estrepitosamente y queremos que los
interesados en unirse a este esfuerzo lo manifiesten y
asi poder intercambiar por medio de esa pagina temas
relación con las tendencias apostatas existentes en
nuestro mundo cristiano.