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recién nacido, a los niños, jóvenes y a los ancianos” (Discurso del Papa Francisco a la Federación
Internacional de las Asociaciones Médicas Católicas Septiembre 20 de 2013).
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http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cevang/p_missionary_works/infantia/documents/rc_ic_infantia_doc_20090324_boletin7p14_en.ht
ml
ORACIÓN POR LA VIDA ORACIÓN POR LA VIDA
María, Aurora del mundo nuevo, Madre María, Aurora del mundo nuevo, Madre de
de los vivientes, a Ti confiamos la los vivientes, a Ti confiamos la causa de la
causa de la vida: mira, Madre, el vida: mira, Madre, el número inmenso de
número inmenso de niños a quienes se niños a quienes se impide nacer, de pobres a
impide nacer, de pobres a quienes se quienes se hace difícil vivir, de hombres y
hace difícil vivir, de hombres y mujeres mujeres víctimas de violencia inhumana, de
víctimas de violencia inhumana, de ancianos y enfermos muertos a causa de la
ancianos y enfermos muertos a causa de indiferencia o de una presunta piedad.
la indiferencia o de una presunta piedad.
Haz que quienes creemos en tu Hijo sepamos
Haz que quienes creemos en tu Hijo anunciar con firmeza y amor a los hombres de
sepamos anunciar con firmeza y amor a nuestro tiempo el Evangelio de la vida.
los hombres de nuestro tiempo el Alcánzanos la gracia de acogerlo como don
Evangelio de la vida. Alcánzanos la siempre nuevo, la alegría de celebrarlo con
gracia de acogerlo como don siempre gratitud durante toda nuestra existencia y la
nuevo, la alegría de celebrarlo con valentía de testimoniarlo con solícita
gratitud durante toda nuestra existencia constancia, para construir, junto con todos los
y la valentía de testimoniarlo con hombres de buena voluntad, la civilización de
solícita constancia, para construir, junto la verdad y del amor, para alabanza y gloria
con todos los hombres de buena de Dios Creador y amante de la vida. Amén.
voluntad, la civilización de la verdad y
del amor, para alabanza y gloria de Dios San Juan Pablo II. 25 de marzo de 1995
Creador y amante de la vida. Amén.
se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser madre; 7 y María dio a luz a su Hijo primogénito, lo
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envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el albergue.
Palabra del Señor
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Encíclica Evangelium Vitae de san Juan Pablo II sobre el valor y el carácter inviolable de la vida humana ( 25 de marzo de 1995).
Interiorización del texto
Reflexión
María y José se convierten en ejemplo del cuidado y la defensa de la vida. Ellos de modo particular,
vivieron circunstancias difíciles durante la vida terrena. En primer lugar, el embarazo de la Virgen
María era un reto para san José, pues no solo debía aceptar un hijo que no había engendrado
biológicamente, sino que debía asumir la responsabilidad de cuidar y proteger la vida del Niño Jesús,
asumiéndolo como hijo suyo. Así, San José se convierte en el padre adoptivo de Jesús y aunque tuvo
dudas sobre la aceptación de esta responsabilidad se dejó orientar por la voz de Dios que le habló en
sueños y le invitó a vencer el temor para acoger a Jesús como criatura venida por obra del Espíritu
Santo (Cf. Mt 1, 18, 21). José se convierte en modelo de paternidad ejemplar para todos los varones
que engendran o asumen la educación de un hijo aunque no lo hayan engendrado biológicamente.
El Papa Benedicto XVI nos recordaba la importancia del amor esponsal y el ejercicio responsable de la
paternidad: “Cuando María recibió la visita del Ángel en la Anunciación, ella ya estaba prometida con
José. Puesto que se dirige personalmente a María, el Señor asocia ya íntimamente a José al misterio de
la Encarnación. Él aceptó unirse a esta historia que Dios había comenzado a escribir en el seno de su
esposa. Por tanto, tomó consigo a María. Acogió el misterio que había en ella y el misterio que era ella
misma. La amó con ese gran respeto que es el sello del amor auténtico. San José nos enseña que se
puede amar sin poseer. Al contemplarle, cualquier hombre o mujer, con la gracia de Dios, puede ser
llevado a la superación de sus dificultades afectivas, a condición de que entre en el proyecto que Dios
ha comenzado a realizar ya en los que están cerca de Él, como José entró en la obra de la redención a
través de la figura de María y gracias a lo que Dios ya había hecho en ella”3.
José y María ante las dificultades de la pobreza o las circunstancias sociales de la cultura judía nunca
pensaron en abortar o eliminar a su hijo, todo lo contrario, lo acogieron con amor y especial cuidado
defendiéndolo de todo lo que pudiera poner en peligro su estabilidad o integridad. Los santos esposos
de Nazaret al ver amenazada la vida del pequeño Jesús ante la crueldad del tirano Herodes deben
emprender un largo viaje hasta Egipto para salvar la vida de su hijo (Cf. Mt 2, 13-15).
De modo especial todo niño tiene derecho a recibir el amor de sus padres. Así nos lo recuerda el Papa
Francisco: “Los niños, apenas nacidos, comienzan a recibir como don, junto a la comida y los cuidados,
la confirmación de las cualidades espirituales del amor. Los actos de amor pasan a través del don del
nombre personal, el lenguaje compartido, las intenciones de las miradas, las iluminaciones de las
sonrisas.
Aprenden así que la belleza del vínculo entre los seres humanos apunta a nuestra alma, busca nuestra
libertad, acepta la diversidad del otro, lo reconoce y lo respeta como interlocutor [...] y esto es amor,
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que trae una chispa del amor de Dios. Todo niño tiene derecho a recibir el amor de una madre y de un
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Benedicto XVI- Vísperas en la Basílica María Reina de los Apóstoles, barrio de Mvolyé – Yaundé, 18 de marzo de 2009
Como dijeron los Obispos de Australia, ambos «contribuyen, cada uno de una manera distinta, a la
crianza de un niño. Respetar la dignidad de un niño significa afirmar su necesidad y derecho natural a
una madre y a un padre». No se trata sólo del amor del padre y de la madre por separado, sino también
del amor entre ellos, percibido como fuente de la propia existencia, como nido que acoge y como
fundamento de la familia. De otro modo, el hijo parece reducirse a una posesión caprichosa.
Ambos, varón y mujer, padre y madre, son «cooperadores del amor de Dios Creador y en cierta manera
sus intérpretes». Muestran a sus hijos el rostro materno y el rostro paterno del Señor. Además, ellos
juntos enseñan el valor de la reciprocidad, del encuentro entre diferentes, donde cada uno aporta su
propia identidad y sabe también recibir del otro. Si por alguna razón inevitable falta uno de los dos, es
importante buscar algún modo de compensarlo, para favorecer la adecuada maduración del hijo”
(Amoris Laetitia4, 172).
En José y María encontramos un vivo ejemplo de los cuidados hacia el hijo en todos los momentos de
su crecimiento y desarrollo.
Los padres de Jesús también tuvieron que pasar por momentos de angustia ante la pérdida de su hijo
durante las fiestas de la Pascua en Jerusalén (Cf. Lc 2, 42-51). Esto nos muestra especialmente, la
dedicación, el cuidado y la responsabilidad de estos padres de familia que no abandonan a su hijo ante
ninguna circunstancia, sino que como padres ejemplares y diligentes emprenden su búsqueda para
ponerlo a salvo de cualquier peligro que pudiera poner en riesgo su vida o su integridad personal.
Si el Niño Jesús vivía sujeto a sus padres y le obedecía, es porque José y María asumen con valentía y
responsabilidad la tarea del cuidado y la educación del Niño Jesús enseñándole el amor a Dios y al
prójimo según las tradiciones y costumbres del pueblo judío. Así, los santos esposos se convierten en
modelos y referentes para los padres de familia del mundo actual.
Hoy más que nunca necesitamos de padres y madres de familia conscientes del valor sagrado de la vida
de sus hijos, pues los padres con su entrega esponsal cooperan con Dios para hacer posible el milagro
de la vida.
Diálogo en grupos:
Los participantes se organizaran en cinco (5) grupos. Cada grupo trabajará las tres preguntas, pero la
respuesta a la tercera pregunta la expondrán en una cartelera.
1. ¿Cuáles son los rasgos de María y José, en su compromiso por el cuidado de la vida?
2. ¿Está usted comprometido a asumir los rasgos de María y José en favor de la vida, desde su
concepción, hasta la muerte?
3. ¿Cuál es su propuesta para el trabajo pastoral del cuidado de la vida?
Terminada la reflexión en grupo se procederá a un plenario, en el cual solo se compartirá las respuestas
a las preguntas uno y tres.
Estas respuestas deben ser tabuladas por los Comités Parroquiales de Pastoral Familiar (COPAFA) y
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Pastoral Infantil (COPPI) y junto con el EPAP se definirá un itinerario pastoral sobre el cuidado de la
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Este itinerario se pide sea compartido con las delegaciones de Pastoral Infantil y Laicos, Familia y Vida
a los e-mailes:
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Exhortación apostólica post-sinodal del Papa Francisco sobre el amor en la familia (19 de marzo de 2016)
pinfantil@arquibucaramanga.com
laicosfamiliayvida@arquibucaramanga.com
Oremos, en primer lugar, por la Iglesia extendida de oriente a occidente, para que, a ejemplo de
la Virgen María, acoja, celebre y anuncie el Evangelio de la vida. Roguemos al Señor.
Oremos por los gobiernos y los legisladores de las naciones, para que, iluminados por el
Espíritu Santo, protejan eficazmente el derecho de la vida desde su inicio hasta su fin natural.
Oremos, de un modo especial en esta Jornada por la Vida, por los niños no nacidos, para que
nadie cuestione ni atente contra su derecho a nacer
Oremos también por los padres con dificultades ante el próximo nacimiento de su hijo, para que
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descubran que no están solos y que en la Iglesia siempre encontrarán un hogar que les acoge.
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Oremos agradecidos por las instituciones eclesiales y civiles que ofrecen un apoyo integral a las
mujeres gestantes, para que no les falte nunca nuestra oración y apoyo.
Oremos, como hacemos siempre, por todos aquellos que sufren en su cuerpo o en su espíritu,
para que no les falte la ayuda fraternal de los cristianos.
Oremos por nosotros, para que, animados por esta Jornada, estemos siempre dispuestos a
defender el gran don de la vida humana.
Oh, Dios, Creador nuestro, escucha nuestras súplicas confiadas: que la Virgen María, Madre de tu Hijo,
acompañe los trabajos en defensa de la vida e ilumine a todas las madres para que reconozcan en sus
hijos que van a nacer el bien que puede llenar de alegría y plenitud sus vidas; y a nosotros, creados a tu
imagen y semejanza, concédenos anunciar con fidelidad el Evangelio de la vida. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
Cuidemos la vida en todas sus etapas, concepción, niño, joven, adulto, adulto mayor. ¡Es tarea de
todos!
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HORA SANTA EN LA JORNADA DEL NIÑO POR NACER
Monición Inicial: Sintámonos, pues, convocados a esta Hora Santa por la vida. Y como María acogió
en su seno a la Palabra hecha carne, acojamos a Cristo Jesús, pan vivo bajado del cielo, que se hace
presente en medio de nosotros por medio de su Palabra y del Sacramento de su Cuerpo.
Celebrante: Señor Jesús, cada vez que nos reunimos para celebrar la eucaristía, testamento de tu amor,
escuchamos tus palabras: «Esto es mi Cuerpo, que será entregado por vosotros». Tú las pronunciaste
para mostrarnos el significado de tu amor para con nosotros, un amor que te llevó a hacerte carne de
nuestra carne, para caminar por nuestro mismo camino y conducirnos hacia la vida de Dios, a entregar
tu vida para que nosotros tuviéramos vida.
Tú también las pronunciaste para que comprendamos el significado del amor que nos pides para con los
demás, un amor que nos lleva a entregarnos completamente para que otros puedan vivir. Señor Jesús,
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creemos y proclamamos que Tú, el Hijo de Dios que por nosotros te hiciste hombre en el seno de la
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Virgen María, y que por nosotros entregaste tu vida en la cruz, estás realmente presente en este
Santísimo Sacramento.
Momento de Silencio
Una pareja de esposos harán la siguiente oración
Oración por la vida naciente
Esposo(a): Señor Jesús, que fielmente visitas y colmas con tu presencia la Iglesia y la historia de los
hombres; que en el admirable Sacramento de tu Cuerpo y de tus Sangre nos haces partícipes de la Vida
divina y nos haces pregustar la alegría de la Vida eterna; te adoramos y te bendecimos.
Esposa(o): Postrados ante Ti, fuente y amante de la vida, realmente presente y vivo entre nosotros, te
suplicamos que despierta en nosotros el respeto por toda vida humana naciente, haciéndonos capaces
de apreciar en el fruto del vientre materno la admirable obra del Creador; dispón nuestros corazones a
la generosa acogida de todo niño ante la vida. Bendice a las familias, santifica la unión de los esposos,
has fecundo su amor. Amén.
Momento de Silencio
Celebrante: A la vida se la descubre sólo con "mirada contemplativa" (EV 83), es decir, intuyendo el
misterio de Dios escondido en ella. La vida humana es hermosa porque es capaz de libertad,
responsabilidad, gratuidad, donación.
Toda vida humana o todo rostro humano es "una llamada a la mutua consideración, al diálogo y a la
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solidaridad" (EV 83). Cada persona que se cruza en el camino de los hombres es un hermano confiado
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a la responsabilidad de todos.
El Bautismo nos hace portadores del mensaje de la Vida, unamos nuestras voces en esta oración
letánica
Letanías por la vida
Tú que castigaste aquellos que tomaron la vida de otros. (Núm 35, 31)
R. ¡Señor, Tú nos das vida!
Liturgia de la Palabra
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Monición: Ahora con atención escuchemos la Palabra de Dios que nos invita a la reconciliación con el
Padre que nos ha dado la vida
Génesis 1, 26 - 31
"Dijo Dios: «Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza. Que tenga autoridad sobre los peces
del mar y sobre las aves del cielo, sobre los animales del campo, las fieras salvajes y los reptiles que se
arrastran por el suelo.» Y creó Dios al hombre a su imagen.
A imagen de Dios lo creó. Macho y hembra los creó. Dios los bendijo, diciéndoles: «Sean fecundos y
multiplíquense. Llenen la tierra y sométanla. Tengan autoridad sobre los peces del mar, sobre las aves
del cielo y sobre todo ser viviente que se mueve sobre la tierra.»
Dijo Dios: «Hoy les entrego para que se alimenten toda clase de plantas con semillas que hay sobre la
tierra, y toda clase de árboles frutales. A los animales salvajes, a las aves del cielo y a todos los seres
vivientes que se mueven sobre la tierra, les doy pasto verde para que coman.» Y así fue. Dios vio que
todo cuanto había hecho era muy bueno. Y atardeció y amaneció: fue el día Sexto."
Palabra de Dios
Salmo 102, 1-2. 3-4. 9-10. 11-12
R/. El Señor es compasivo y misericordioso
Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios. R/.
Él perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades;
él rescata tu vida de la fosa,
y te colma de gracia y de ternura. R/.
No está siempre acusando
ni guarda rencor perpetuo,
no nos trata como merecen nuestros pecados
ni nos paga según nuestras culpas. R/.
Como se levanta el cielo sobre la tierra,
se levanta su bondad sobre los que lo temen;
como dista el oriente del ocaso,
así aleja de nosotros nuestros delitos. R/.
Canto: Se sugiere un canto de aclamación al Evangelio
Mateo 2, 13 – 18
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Después de la partida de los magos, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo:
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«Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y permanece allí hasta que yo te avise, porque
Herodes va a buscar al niño para matarlo».
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José se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto. 15 Allí permaneció hasta la
muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por medio del Profeta:
"Desde Egipto llamé a mi hijo".
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Al verse engañado por los magos, Herodes se enfureció y mandó matar, en Belén y sus alrededores, a
todos los niños menores de dos años, de acuerdo con la fecha que los mayor le habían indicado. 17 Así
se cumplió lo que había sido anunciado por el profeta Jeremías: 18 "En Ramá se oyó una voz, hubo
lágrimas y gemidos: es Raquel, que llora a sus hijos y no quiere que la consuelen, porque ya no
existen".
Palabra del señor
Reflexión
Al celebrar la Jornada por la Vida queremos reconocer el don precioso de la vida humana,
independientemente de cualquier circunstancia o condición. Toda vida humana es valiosa porque es
imagen de Dios. Esta es la gran revelación sobre la naturaleza humana: «Y creó Dios al hombre a su
imagen, a imagen de Dios lo creó, varón y mujer los creó» (Gén 1, 27). Para Dios, todos y cada uno de
los seres humanos poseen un valor excepcional, único e irrepetible.
Nuestra vida es un don que brota del amor de Dios que reserva a todo ser humano, desde su
concepción, un lugar especial en su corazón, llamándolo a la comunión gozosa con Él. En toda vida, en
la recién concebida, en la débil o sufriente, podemos reconocer el sí que Dios ha pronunciado sobre ella
de una vez para siempre. Aquí se fundamenta la razón de hacer de este sí la actitud justa y propia hacia
cada uno de nuestros prójimos sea cual sea la situación en que estos se encuentren. (Cf. Redemptor
hominis5, 13).
Un niño es un ser frágil, no ejerce ningún poder, su vida está siempre en riesgo (enfermedades y todo
tipo de peligros). Un niño no tiene como defenderse y afirmarse ante las fuerzas del mundo adulto.
Muchos niños, desde el vientre de su madre, son víctimas.
Jesús niño participó también de toda esta realidad de amenaza y de necesidad de ayuda. El Evangelio
que hoy hemos proclamado nos invita a reflexionar seriamente sobre esta realidad. Para ello el texto
nos presenta las dos caras de la moneda:
(1) Jesús es amenazado. La vida del divino niño es amenazada por el poder del rey Herodes y, con
ella, también toda su obra mesiánica.
(2) Jesús es protegido. El relato nos cuenta cómo interviene Dios para salvar la vida de su Hijo.
1. La amenaza de la vida: “Herodes va a buscar al niño para matarle” (Mt 2, 13).
El comportamiento de Herodes está en contraposición con el de los papás de un niño: los progenitores
protegen y cuidan la vida del niño, mientras Herodes, por su parte, quiere eliminarlo.
Por asegurar su propio bienestar, Herodes se vale de la vida inocente de los pequeños de Belén que no
tienen como defenderse. Como tanta gente que escala el poder, él sólo piensa en su interés personal, no
importa que otros tengan que sufrir.
2. El compromiso con la vida: “Levántate, toma contigo a la madre y al niño” (Mt 2,13)
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En el pasaje vemos cómo José se encarga de proteger al niño de los peligros externos, mientras que
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María es encargada de los cuidados maternos. María y José tienen tareas distintas, pero en el centro de
sus vidas está el servicio a Jesús.
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Carta encíclica del Papa san Juan Pablo II al principio de su ministerio pontifical
La voluntad homicida de Herodes es anulada por la protección de Dios, para ello se vale de los brazos
fuertes y amorosos de los padres de familia y de toda la comunidad de bautizados.
Todos estamos llamados a implicarnos en la defensa de la vida, especialmente de la más vulnerable,
débil e indefensa. Debemos construir una verdadera comunidad humana en la que todos nos
percibamos como un inmenso don de Dios llamados a cuidarnos los unos de los otros, a socorrer
nuestra indigencia con la grandeza de la vida del prójimo y viceversa, en una sinfonía de la caridad, en
la que al dar la propia vida y recibir la del prójimo crecemos como personas y edificamos un mundo
verdaderamente humano.
Oración de los fieles
Celebrante: El Señor, nuestro Dios, protege a los inocentes y levanta a los que han sido sepultados en
la muerte. Hagamos oración por los médicos y legisladores que promueven el aborto, por los niños que
aún no nacen y por sus mamás, por nuestros ancianos y los que se encuentran en agonía, y por los
pequeños que han nacido con limitaciones. Que el Dios de la vida, el único que tiene poder sobre la
vida y la muerte, escuche nuestras súplicas y atienda nuestra oración.
A cada intención nos unimos: Señor, salva a tu pueblo.
Por los obispos, sacerdotes y demás pastores y ministros de la Iglesia para que promuevan en
sus comunidades los conocimientos y valores en favor de la vida. Roguemos al Señor.
Por los dirigentes y militantes de Pro vida para que trabajen en armonía guiados por la verdad,
la justicia, la sabiduría y el amor. Roguemos al Señor.
Por los médicos que, contrariamente a su promesa de defender la vida, apoyan y promueven la
anticoncepción y el aborto. Roguemos al Señor.
Por los legisladores que, engañados por intereses económicos o bajo la presión de organismos
internacionales, apoyan y promueven la anticoncepción y el aborto. Roguemos al Señor.
Por todos aquellos niños que aún se encuentran en el vientre materno, que su dignidad de seres
humanos, creados a imagen y semejanza de Dios sea valorada y apreciada. Roguemos al Señor.
Por las madres embarazadas, especialmente las que no son felices, las que han sido mal
orientadas o perseguidas; a las que se les ha negado el amor, el cuidado a la compasión que
necesitan, para que haya alguien que las oriente y ayude a salir de la crisis en la que se
encuentran. Roguemos al Señor.
Que los que han muerto antes de nacer vivan eternamente en el Reino de Dios. Roguemos al
Señor.
Celebrante: Jesús, aun siendo de naturaleza divina como Hijo de Dios, no retuviste para Ti el ser igual
y uno con el Padre, sino que bajaste hasta encarnarte como hijo de hombre y asumir la condición de
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los médicos y legisladores, que bendigas a todas las madres y que intercedas ante el Espíritu Santo y
ante tu Padre para que todos los niños concebidos disfruten del precioso don de la vida. Pedimos que la
amorosa protección de María cubra a todos los pequeños en el vientre de sus madres y los proteja en su
nacimiento. Te lo pedimos, Jesús, en tu nombre, a ti que con el Padre y el Espíritu Santo vives y reinas
por los siglos de los siglos. Amén.
Padrenuestro
El celebrante dice: Oremos juntos como Cristo nos enseñó, Padre nuestro…
Después del Padrenuestro, el celebrante dice:
Oremos.
Después de una pausa, el celebrante prosigue diciendo:
Oh, María, aurora del mundo nuevo, Madre de los vivientes, a ti confiamos la causa de la vida: mira,
Madre, el número inmenso de niños a quienes se impide nacer, de pobres a quienes se hace difícil vivir,
de hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana, de ancianos y enfermos muertos a causa de la
indiferencia o de una presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu Hijo sepan anunciar con firmeza y amor a los hombres de nuestro tiempo
el Evangelio de la vida. Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo, la alegría de
celebrarlo con gratitud durante toda su existencia y la valentía de testimoniarlo con solícita constancia,
para construir, junto con todos los hombres de buena voluntad, la civilización de la verdad y del amor,
para alabanza y gloria de Dios Creador y amante de la vida. Amén. (San Juan Pablo II, Evangelium
vitae)
Bendición y reserva Del Santísimo
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NUEVE DÍAS DE ORACIÓN POR LA VIDA
1. DÍA: 16 DE MARZO
Intención: Que la trágica práctica del aborto llegue a su fin.
Oración para todos los días
Oh, María, aurora del mundo nuevo, Madre de los vivientes, a ti confiamos la causa de la vida: mira,
Madre, el número inmenso de niños a quienes se impide nacer, de pobres a quienes se hace difícil vivir,
de hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana, de ancianos y enfermos muertos a causa de la
indiferencia o de una presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu Hijo sepan anunciar con firmeza y amor a los hombres de nuestro tiempo
el Evangelio de la vida. Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo, la alegría de
celebrarlo con gratitud durante toda su existencia y la valentía de testimoniarlo con solícita constancia,
para construir, junto con todos los hombres de buena voluntad, la civilización de la verdad y del amor,
para alabanza y gloria de Dios Creador y amante de la vida. Amén. (San Juan Pablo II, Evangelium
vitae)
Reflexión
En cada etapa y en cada circunstancia, somos sostenidos en la existencia por el amor de Dios. La
presencia de una enfermedad, discapacidad u otra circunstancia desafiante nunca disminuye el valor de
una vida humana. Porque Dios no nos llama a la perfección de las apariencias o habilidades, sino a la
perfección en el amor. Cristo nos invita a abrazar nuestras propias vidas y las vidas de los demás como
verdaderos dones.
El aborto rechaza trágicamente la verdad de que cada vida es un don bueno y perfecto, que merece
protección. Esta práctica violenta pone fin a la vida de un ser humano en su mismo principio y hiere
horriblemente a todos los que toman parte. Pero Cristo vino para que “tengan vida y la tengan en
abundancia” (Juan 10,10), asumiendo la carne humana por nuestra redención. Que nuestra cultura
conozca el poder del amor transformador de Dios, para que todos los ojos se abran a la increíble belleza
de cada vida humana.
Compromiso
Tómate hoy un descanso. Considera pasar algo de ese tiempo orando con la reflexión de hoy. Reza la
breve oración “Cada vida merece vivir”, reflexionando sobre el don de la vida humana.
Intención: Que todos los niños en el vientre materno sean protegidos por la ley y acogidos con amor.
Oh, María, aurora del mundo nuevo, Madre de los vivientes, a ti confiamos la causa de la vida: mira,
Madre, el número inmenso de niños a quienes se impide nacer, de pobres a quienes se hace difícil vivir,
de hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana, de ancianos y enfermos muertos a causa de la
indiferencia o de una presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu Hijo sepan anunciar con firmeza y amor a los hombres de nuestro tiempo
el Evangelio de la vida. Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo, la alegría de
celebrarlo con gratitud durante toda su existencia y la valentía de testimoniarlo con solícita constancia,
para construir, junto con todos los hombres de buena voluntad, la civilización de la verdad y del amor,
para alabanza y gloria de Dios Creador y amante de la vida. Amén. (San Juan Pablo II, Evangelium
vitae)
Reflexión
Hoy lloramos las muchas vidas de niños terminadas por el aborto y recordamos en oración a los que
sufren las consecuencias. La Iglesia se reúne hoy para orar por la protección de todos los niños en el
vientre materno y realizar actos en reparación por el aborto, confiando en que el Señor escuche nuestras
oraciones.
San Juan Pablo II escribió: “Es urgente una gran oración por la vida, que abarque al mundo entero. Que
desde cada comunidad cristiana, desde cada grupo o asociación, desde cada familia y desde el corazón
de cada creyente, con iniciativas extraordinarias y con la oración habitual, se eleve una súplica
apasionada a Dios, Creador y amante de la vida” (Evangelium vitae, 100). Que se eleve esa oración en
nuestros corazones hoy y cada día en adelante hasta que cada ser humano sea protegido por la ley y
acogido con amor.
Compromiso
Ofrece esta breve “Oración por la vida” por todos los niños en el vientre materno cuyas vidas están en
riesgo.
Intención: Que toda futura madre reciba atención y apoyo compasivos mientras nutre la vida en su
vientre.
Oh, María, aurora del mundo nuevo, Madre de los vivientes, a ti confiamos la causa de la vida: mira,
Madre, el número inmenso de niños a quienes se impide nacer, de pobres a quienes se hace difícil vivir,
de hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana, de ancianos y enfermos muertos a causa de la
indiferencia o de una presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu Hijo sepan anunciar con firmeza y amor a los hombres de nuestro tiempo
el Evangelio de la vida. Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo, la alegría de
celebrarlo con gratitud durante toda su existencia y la valentía de testimoniarlo con solícita constancia,
para construir, junto con todos los hombres de buena voluntad, la civilización de la verdad y del amor,
para alabanza y gloria de Dios Creador y amante de la vida. Amén. (San Juan Pablo II, Evangelium
vitae)
Reflexión
Cuando el ángel Gabriel se le presentó a María, ella abrió su corazón para recibir su mensaje de que
concebiría al Hijo de Dios en su vientre. Como mujer joven prometida pero no casada, María sabía que
su embarazo presentaría muchos desafíos. A pesar de esto, respondió fielmente: “Yo soy la esclava del
Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho” (Lucas 1,38).
Al igual que la Santísima Madre, las mujeres que se quedan embarazadas inesperadamente suelen
enfrentar desafíos considerables. También ellas están llamadas a depositar su confianza en Dios y
responder fielmente a su don de una nueva vida. Y nosotros estamos llamados a caminar con ellas en su
tiempo de necesidad. Como Jesús nos enseñó, cuando amamos y servimos a los demás, lo amamos y lo
servimos a él.
Que todas las futuras madres sean alentadas por el ejemplo de María y reciban apoyo y gracia para
acoger a sus hijos en el mundo con amor.
Compromiso
Reza hoy el Ángelus. También podrías considerar decirlo todos los días durante la próxima semana: al
despertar, al mediodía o a las 06:00 pm (o las tres veces).
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4. DÍA: 19 DE MARZO
Intención: Que los futuros padres apoyen amorosamente a las madres de sus hijos al acoger una nueva
vida.
Oh, María, aurora del mundo nuevo, Madre de los vivientes, a ti confiamos la causa de la vida: mira,
Madre, el número inmenso de niños a quienes se impide nacer, de pobres a quienes se hace difícil vivir,
de hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana, de ancianos y enfermos muertos a causa de la
indiferencia o de una presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu Hijo sepan anunciar con firmeza y amor a los hombres de nuestro tiempo
el Evangelio de la vida. Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo, la alegría de
celebrarlo con gratitud durante toda su existencia y la valentía de testimoniarlo con solícita constancia,
para construir, junto con todos los hombres de buena voluntad, la civilización de la verdad y del amor,
para alabanza y gloria de Dios Creador y amante de la vida. Amén. (San Juan Pablo II, Evangelium
vitae)
Reflexión
La paternidad tiene su origen en Dios, quien eligió revelarse a nosotros como nuestro Padre, enviando a
su único Hijo por nuestra salvación. Por lo tanto, los padres tienen un papel especial “revelando y
reviviendo en la tierra la misma paternidad de Dios” (Familiaris consortio6 25). San Juan Pablo II dijo
que los padres están llamados a exhibir una “generosa responsabilidad por la vida concebida junto al
corazón de la madre” (Familiaris consortio 25). A ellos se les confía de manera singular la protección y
defensa de la madre y del niño y, de esta manera, salvaguardar la santidad de la vida humana.
Como se evidencia en nuestro mundo de hoy, el papel del padre tiene “una importancia única e
insustituible” (Familiaris consortio 25). A menudo, una mujer elige el aborto porque no tiene el apoyo
del padre del niño o, lo que es peor, el padre del niño la presiona para que decida abortar. Al mismo
tiempo, es importante reconocer con compasión que los hombres pueden también sentirse abrumados
por un embarazo inesperado y que la sociedad cada vez más les dice que no deben tener voz en la vida
de sus hijos. Ante estos falsos mensajes, oramos para que los futuros padres encuentren valor en el
ejemplo de san José, quien adoptó el papel de padre en medio de circunstancias difíciles, y ofrezcan un
apoyo amoroso y afirmador de la vida a las madres de sus hijos.
Compromiso
Reza una decena del rosario por todos los futuros padres, para que, por su intercesión, Nuestra Señora
inspire en ellos las virtudes de san José.
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Exhortación apostólica de san Juan Pablo II sobre la misión de la familia cristiana en el mundo actual (22 de noviembre de 1981)
5. DÍA: 20 DE MARZO
Intención: Que cada persona que sufra la pérdida de un hijo por un aborto encuentre esperanza y
sanación en Cristo.
Oh, María, aurora del mundo nuevo, Madre de los vivientes, a ti confiamos la causa de la vida: mira,
Madre, el número inmenso de niños a quienes se impide nacer, de pobres a quienes se hace difícil vivir,
de hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana, de ancianos y enfermos muertos a causa de la
indiferencia o de una presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu Hijo sepan anunciar con firmeza y amor a los hombres de nuestro tiempo
el Evangelio de la vida. Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo, la alegría de
celebrarlo con gratitud durante toda su existencia y la valentía de testimoniarlo con solícita constancia,
para construir, junto con todos los hombres de buena voluntad, la civilización de la verdad y del amor,
para alabanza y gloria de Dios Creador y amante de la vida. Amén. (San Juan Pablo II, Evangelium
vitae)
Reflexión
El aborto “legalizado”, ha puesto fin a la vida de muchos niños, y muchos padres y familiares sufren
esa pérdida, a menudo en silencio. Sin embargo, el mayor deseo de Dios es perdonar. No importa cuán
lejos nos hayamos apartado de su lado, él nos dice: “No tengas miedo. Acércate a mi corazón”. Ten la
seguridad de que nunca es demasiado tarde para buscar el perdón de Dios en el Sacramento de la
Reconciliación.
Consideremos la parábola del hijo pródigo. Después de arrepentirse de pecar contra su padre, regresa
de lejos para buscar perdón y trabajar como sirviente. Pero el padre lo ve aproximarse, corre a
abrazarlo cálidamente y organiza un banquete para celebrar su regreso. Así también Dios acoge a todos
sus hijos arrepentidos, sin importar cuán serio sea el pecado. Volvámonos con confianza a Nuestro
Señor, que es amor y misericordia.
Compromiso
Reza la Coronilla de la Divina Misericordia por las personas que están sufriendo la pérdida de un hijo
por un aborto, pidiendo que encuentren sanación y paz.
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Página
6. DÍA: 21 DE MARZO
Intención: Que las futuras madres que eligen la adopción reciban gracia y apoyo al asumir esta opción
de amor.
Oh, María, aurora del mundo nuevo, Madre de los vivientes, a ti confiamos la causa de la vida: mira,
Madre, el número inmenso de niños a quienes se impide nacer, de pobres a quienes se hace difícil vivir,
de hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana, de ancianos y enfermos muertos a causa de la
indiferencia o de una presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu Hijo sepan anunciar con firmeza y amor a los hombres de nuestro tiempo
el Evangelio de la vida. Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo, la alegría de
celebrarlo con gratitud durante toda su existencia y la valentía de testimoniarlo con solícita constancia,
para construir, junto con todos los hombres de buena voluntad, la civilización de la verdad y del amor,
para alabanza y gloria de Dios Creador y amante de la vida. Amén. (San Juan Pablo II, Evangelium
vitae)
Reflexión
Las madres que dan a sus hijos en adopción enfrentan a menudo muchos desafíos en el camino. Uno de
los mayores obstáculos puede ser percibir incorrectamente la adopción como abandono. Pero las
madres que dan a sus hijos en adopción no están abandonando a sus hijos. Por el contrario, están
ejemplificando el amor sacrificado de Cristo en la Cruz al elegir hacer lo mejor para sus hijos, incluso a
un gran costo para ellas mismas. Como Cristo, derraman sus cuerpos y sus almas por el bien de otro.
La Carta a los hebreos nos recuerda que, ante los temores y pruebas, “tenemos un consuelo poderoso
los que buscamos un refugio en la esperanza de lo prometido. Esta esperanza nos mantiene firmes y
seguros” (Hebreos 6,18-19). Oremos para que todas las madres que están considerando dar en adopción
estén llenas de “la paz de Dios, que sobrepasa toda inteligencia” (Filipenses 4,7) y vean la belleza de su
sacrificio. Aferrémonos todos a esta esperanza, pues hemos recibido “un espíritu de hijos, en virtud del
cual podemos llamar Padre a Dios” (Romanos 8,15).
Compromiso
Haz un acto de fe, esperanza o caridad, ofrece algún otro sacrificio, oración o acto de penitencia que te
sientas llamado a hacer para la intención de hoy.
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7. DÍA: 22 DE MARZO
Intención: Que todos los que apoyan o participen en un aborto experimenten una conversión de
corazón para buscar y recibir la infinita misericordia del Señor.
Oh, María, aurora del mundo nuevo, Madre de los vivientes, a ti confiamos la causa de la vida: mira,
Madre, el número inmenso de niños a quienes se impide nacer, de pobres a quienes se hace difícil vivir,
de hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana, de ancianos y enfermos muertos a causa de la
indiferencia o de una presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu Hijo sepan anunciar con firmeza y amor a los hombres de nuestro tiempo
el Evangelio de la vida. Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo, la alegría de
celebrarlo con gratitud durante toda su existencia y la valentía de testimoniarlo con solícita constancia,
para construir, junto con todos los hombres de buena voluntad, la civilización de la verdad y del amor,
para alabanza y gloria de Dios Creador y amante de la vida. Amén. (San Juan Pablo II, Evangelium
vitae)
Reflexión
Cuando Dios formó a la persona humana a su propia imagen y semejanza, nos destinó para la vida
eterna con él. Sin embargo, debido al pecado de nuestros primeros padres, la muerte entró en el mundo.
El libro del Génesis relata la primera ocasión en que una persona le quita la vida a otra, cuando Caín
mata violentamente a su hermano Abel. Este caso de hermano alzándose contra hermano “al comienzo
de la historia es el triste testimonio de cómo el mal avanza con rapidez impresionante” (Evangelium
vitae 8).
Compromiso
Sonríe. Pídele a Dios hoy la gracia de estar más alegre y compartir la luz de Cristo con los que
más necesitan de su amor y misericordia.
Busca la intercesión de Nuestra Señora rezando un rosario, meditando en los misterios
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dolorosos.
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8. DÍA: 23 DE MARZO
Intención: Que los líderes cívicos trabajen por la protección de toda vida humana, en cada etapa y
circunstancia.
Oh, María, aurora del mundo nuevo, Madre de los vivientes, a ti confiamos la causa de la vida: mira,
Madre, el número inmenso de niños a quienes se impide nacer, de pobres a quienes se hace difícil vivir,
de hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana, de ancianos y enfermos muertos a causa de la
indiferencia o de una presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu Hijo sepan anunciar con firmeza y amor a los hombres de nuestro tiempo
el Evangelio de la vida. Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo, la alegría de
celebrarlo con gratitud durante toda su existencia y la valentía de testimoniarlo con solícita constancia,
para construir, junto con todos los hombres de buena voluntad, la civilización de la verdad y del amor,
para alabanza y gloria de Dios Creador y amante de la vida. Amén. (San Juan Pablo II, Evangelium
vitae)
Reflexión
La visión moral de nuestra nación se basa enteramente en el respeto por la dignidad y la santidad de la
persona humana. La Declaración de la Independencia afirma audazmente que el primero de nuestros
derechos inalienables es el derecho a la vida, que nos lo dio el Creador. Sin embargo, a pesar de estar
tan solemnemente proclamado, el derecho a la vida está hoy amenazado y a menudo es negado,
especialmente en los momentos en que la vida es más frágil. Lo primero que nuestras leyes deben hacer
es proteger la vida; pero actualmente nuestras leyes abandonan a los más vulnerables y violan los
principios esenciales de nuestra nación. Pues “no puede haber justicia auténtica en nuestra sociedad
hasta que las verdades sobre las que se fundamentó nuestra nación se hayan concretizado más
perfectamente en nuestra cultura y ley” (Vivir el Evangelio de la Vida, 14).
Las leyes y políticas que legalizan o promueven un mal intrínseco como el aborto violan la virtud de la
justicia. Los que trabajan como funcionarios públicos y líderes cívicos tienen el deber de servir al bien
común y, por lo tanto, tienen la profunda obligación de salvaguardar este derecho fundamental. Como
cristianos, estamos llamados a ser levadura en el mundo, transformando nuestra cultura desde adentro.
A través de nuestra propia oración, testimonio y participación cívica, podemos alentar a nuestros
líderes a responder de verdad a su llamado a proteger los derechos de todas las personas. Pues “no
puede haber verdadera democracia, si no se reconoce la dignidad de cada persona y no se respetan sus
derechos” (Evangelium vitae 101).
Compromiso
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Sacrifica parte de tu tiempo libre para hacer un pequeño acto de servicio, como preparar el
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desayuno para un familiar, escribir una nota de aliento para un compañero de trabajo o rezar por
las intenciones de un amigo.
A veces, las restricciones a la libertad religiosa limitan nuestros esfuerzos para vivir el
Evangelio de la vida. Debemos ser libres de vivir nuestra fe católica en la esfera pública. Ofrece
una oración por la libertad religiosa, para que los cristianos siempre sean libres para respetar,
proteger y defender la vida humana
9. DÍA: 24 DE MARZO
Intención: Que todos los que defienden la vida encuentren fortaleza y renovación en el Espíritu Santo
Oh, María, aurora del mundo nuevo, Madre de los vivientes, a ti confiamos la causa de la vida: mira,
Madre, el número inmenso de niños a quienes se impide nacer, de pobres a quienes se hace difícil vivir,
de hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana, de ancianos y enfermos muertos a causa de la
indiferencia o de una presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu Hijo sepan anunciar con firmeza y amor a los hombres de nuestro tiempo
el Evangelio de la vida. Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo, la alegría de
celebrarlo con gratitud durante toda su existencia y la valentía de testimoniarlo con solícita constancia,
para construir, junto con todos los hombres de buena voluntad, la civilización de la verdad y del amor,
para alabanza y gloria de Dios Creador y amante de la vida. Amén. (San Juan Pablo II, Evangelium
vitae)
Reflexión
Dios ha creado cuidadosa y tiernamente a cada persona, a su propia imagen y semejanza, para que
tenga una relación de amor con él. Desde cada minúsculo niño tejido en el vientre de una madre, hasta
cada persona que se aproxima a la muerte, todos son amados por Dios de manera perfecta y completa.
“Por tanto, lo que todos debemos asegurar a nuestro prójimo”, explica san Juan Pablo II, “es un
servicio de amor, para que siempre se defienda y promueva su vida, especialmente cuando es más débil
o está amenazada” (Evangelium vitae 77).
En un mundo en el que los más vulnerables a menudo son pasados por alto e ignorados, Cristo nos
llama a abrazar y defender la dignidad incondicional de cada vida humana. Al responder a este
llamado, ayudamos a construir “una cultura nueva de la vida, fruto de la cultura de la verdad y del
amor” (EV 77). Que el Espíritu Santo nos renueve continuamente en nuestros esfuerzos por defender
fielmente el don de la vida dado por Dios.
Compromiso
“Desconéctate” por algún tiempo, y reflexiona sobre cómo Dios puede estar pidiéndote que ayudes a
construir una cultura de vida en tu hogar, lugar de trabajo o comunidad de la Iglesia.
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SANTA MISA EN LA SOLEMNIDAD DE LA ANUNCIACIÓN
DEL SEÑOR
Las oraciones y lecturas de la misa se toman del Misal Romano y el leccionario de los santos en la
solemnidad de la Anunciación del Señor.
COMENTARIO INICIAL
Reunidos para celebrar con gozo esta solemnidad de la encarnación del Hijo de Dios, miramos a la
Bienaventurada Virgen María como madre y modelo para todas las personas que trabajan por el
cuidado y defensa de la vida. En esta Eucaristía de modo especial serán bendecidas todas las madres
gestantes y sus familias. Como Iglesia peregrina nos unimos con alegría para celebrar el don de la vida
que hemos recibido de Dios.
ORACIÓN UNIVERSAL7
Por nuestro Santo Padre, el Papa Francisco, por nuestro arzobispo, Monseñor Ismael Rueda
Sierra, y por todos aquellos que han dedicado su vida al servicio del pueblo de Dios, para que
puedan perseverar fielmente en la vocación que han recibido, roguemos al Señor: R/.
Por nuestros gobernantes, para que puedan ejercer sus responsabilidades con justicia y
compasión, respetando el don de la vida humana, roguemos al Señor: R/.
Por todas las madres que están esperando un hijo, para que tengan un parto feliz y sus hijos
nazcan saludables, roguemos al Señor: R/.
Por todas las familias, para que continúen creciendo en la fe, fortaleciéndose en el amor mutuo
y en su compromiso con Cristo, roguemos al Señor: R/.
Por los niños que no son deseados ni amados, por los que son abandonados o víctimas de
abusos, para que el Señor inspire a su pueblo la forma de protegerlos, roguemos al Señor: R/.
Por quienes se encomiendan a nuestras oraciones, para que puedan recibir la gracia que
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Por nuestros hermanos difuntos, para que gocen en el cielo de la visión de Dios, prometida a
todos sus hijos, roguemos al Señor: R/.
7
Tomado del Rito de bendición de una criatura en el vientre materno, Conferencia Episcopal de Estados Unidos (Washington, DC -2012) Pags, 25-28.
Si parece oportuno, se invita a las madres a pasar adelante, junto con sus esposos y otros miembros de
la familia. Con las manos extendidas sobre las madres, el sacerdote concluye las intercesiones con la
bendición de la criatura en el vientre materno y de todos los presentes, con las siguientes palabras:
Dios, autor de toda vida, te pedimos que bendigas a estos niños aún por nacer; dales una constante
protección y un saludable nacimiento y ya que has concedido a estas mujeres el gran gozo de la
maternidad, concédeles serenidad en sus preocupaciones y dale decisión para guiar a sus hijos por los
caminos de la salvación.
Señor de todos los tiempos, que has escogido a este hombre para experimentar el don y el honor de la
paternidad, dale fortaleza en esta nueva responsabilidad para que sea ejemplo de justicia y verdad para
su hijo. Bendición de la familia:
Bendición de la familia:
Señor, derrama sobre estas familias un amor sincero y constante, para que se preparen a recibir a estos
niños entre ellos. Señor, que has puesto en el corazón de todos los hombres y mujeres de buena
voluntad un gran respeto y admiración por el regalo de una nueva vida, haz que esta comunidad
(parroquia), fiel a las enseñanzas del Evangelio, participe en la educación espiritual de estos niños, en
Cristo, nuestro Salvador. Qué vive y reina por los siglos de los siglos. R/. Amén.
COMENTARIO FINAL
Agradecidos con el Señor por el regalo maravilloso de la vida, vayamos a dar testimonio de que somos
cristianos comprometidos con la defensa, protección y cuidado de la vida, a ejemplo de María y José
que cuidaron la vida de su Hijo Jesús.
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