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Taller de Cocina
Presenta:
Tutor:
2020
SERVICIO NACIONAL DE APRENDIZAJE, SENA
REGIONAL ANTIOQUIA
CENTRO DE SERVICIOS Y GESTION EMPRESARIAL
Instructor: Orlando Saito
Nombre Completo:
Ficha caracterización:
1- REFLEXIÓN INICIAL.
https://youtu.be/7uhicBad4VM
https://youtu.be/Gv_4qGrtyZc
La persona que esté a cargo de la cocción de alimentos debe ser una persona
formada en la política del ahorro y la buena manipulación encaminada al buen
aprovechamiento de los recursos, debe estar consiente lo que genera
desaprovechar los alimentos que posee o están a su disposición.
Siendo muy honesto en una sola persona solo queda aplicar buenas practicas que
le permitan utilizar de buena manera los alimentos con e animo de aprovechar al
máximo los que se tenga y de una manera eficiente y eficaz, sin permitir que la
medida sobrepase las necesidades y así conservar y dar un equilibro a los
mismos, aunado a ello replicar estas prácticas con el ánimo de contagiar en el
buen sentido de la palabra a otras personas que copien u adopten dichas
prácticas, pues la verdad el problemas es mucho más de fondo que de forma y
necesitaríamos políticas públicas que permitan educar y sensibilizar a la sociedad
en la conservación y buen aprovechamiento de los alimentos, como también a la
donación de los mismo, pues como vemos es una problema global que no solo se
solucionara si uno o dos personas toman consciencia de lo que sucede es por ello
que se requiere de una divulgación y sensibilización de gran envergadura.
2- INVESTIGA
Cuáles son los criterios generales de frescura y calidad para las siguientes
materias primas:
– Apariencia:
Es nuestra primera impresión y es una de las más importante a la hora de la
aceptación de frutas y hortalizas. La ausencia de defectos, conjuntamente con la
frescura y la uniformidad son los principales componentes de la apariencia.
– Aroma, sabor:
El término inglés «flavor» aplicado a la calidad, se refiere a la combinación de las
sensaciones percibidas por la lengua, sabor o gusto y por la nariz, aromas.
Puede ser un criterio determinante, pero no debe ser el único. De poco nos sirve
comprar muchas naranjas porque tienen mucha vitamina C si no están en perfecto
estado. O bien, decantarnos por una fruta de moda porque se considere el
superalimento del momento, sin fijarnos en su procedencia y en otros criterios.
– Seguridad:
Las hortalizas y frutas son alimentos que consumimos en fresco, es decir, nos
comemos las frutas crudas y algunas hortalizas también, eso determina que
cualquier microorganismo o sustancia tóxico que esté presente en las mismas,
pueda resultar perjudicial para nuestra salud.
Tenemos, por tanto, que buscar establecimientos que nos den confianza en el
último aspecto mencionado, pero no estamos exentos de responsabilidad, es
decir, nosotros somos los que determinamos si lavamos o no las frutas y las
hortalizas, si las ponemos en contacto con productos crudos de origen animal o
no, si las desinfectamos cuidadosamente antes de consumirlas crudas con piel,
etc.
Desde la compra hasta nuestro organismo hay una serie de pasos que dependen
de nuestros cuidados en la manipulación y también están incluidos en la
concepción de seguridad.
– Otros componentes:
Hay otros parámetros que están incluidos en nuestra aceptación de productos de
calidad y son los siguientes:
– Precio.
– Presencia o no de plaguicidas.
– Conveniencia de preparación.
– Tamaño.
– Estación.
– Si es orgánico o no.
– Si está envasado o empacado o no.
– Si tiene o no denominación de origen o procedencia.
– Marca comercial.
– Contenido calórico.
Como vemos, la calidad para cada persona puede ser algo diferente, dependiendo
de nuestro criterio de valores. No obstante, si nos regimos por criterios claros,
compraremos mejor.
Hongos y setas
Los champiñones están deliciosos para acompañar nuestras carnes, para hacer
deliciosas salsas o para mezclarlos con arroz; sin embargo, si los compras frescos
pueden ponerse malos a los pocos días de haberlos adquirido.
Comer champiñones en mal estado puede producir dolores gastrointestinales y, en
casos más graves, intoxicaciones, por eso es imprescindible aprender a saber si
los champiñones están malos.
2. Observa su consistencia
3. Analiza su color
Una herramienta muy eficaz para comprobar si la leche está en buen o mal estado
antes de consumirla es el microondas. Para asegurarte de que la leche está
siempre en buen estado antes de tomártela, un buen truco es calentarla un vaso al
microondas durante unos minutos a máxima potencia. Si observas que al sacarla
del microondas tu vaso de leche tiene grumos, un color amarillento o está algo
pastosa, lo mejor es que la tires y que abras un envase de leche nuevo.
Quesos
Pastas
Vacuno y bovino
Olor
Otro factor indicador de calidad es el olor. El producto debe tener un olor normal,
que diferirá según la especie (por ejemplo, vacuno, cerdo, pollo…), pero que
variará sólo ligeramente de una especie a otra. Deberá evitarse la carne que
desprenda cualquier tipo de olor rancio o extraño.
La carne cruda presenta poco aroma y sabor. Cuando se calienta o se cuece,
ambos atributos se desarrollan. La carne de animales más viejos tiene un olor más
fuerte que la de los jóvenes.
Firmeza
La carne debe aparecer más firme que blanda. Cuando se maneja el envase para
uso y distribución al por menor, debe tener una consistencia firme pero no dura.
Debe ceder a la presión, pero no estar blanda.
Jugosidad
La jugosidad es la percepción de la humedad en el momento del consumo y
depende de la cantidad de agua retenida por un producto cárnico. La jugosidad
incrementa el sabor, contribuye a la terneza de la carne, haciendo que sea más
fácil de masticar, y estimula la producción de saliva. La jugosidad depende,
básicamente, de la retención de agua y el contenido de lípidos en el músculo.
En ella se distinguen dos componentes: la impresión de humedad durante las
primeras masticaciones producida por la liberación rápida de jugo (Harries y
Macfie,1976), es decir, jugosidad inicial; y la jugosidad que se mantiene después
durante un tiempo debido al efecto estimulante de la grasa sobre la salivación
(Lawrie, 1966), es decir, jugosidad sostenida.
Terneza
La terneza de la carne se define como la dificultad o la facilidad con la que una
carne se puede cortar o masticar, y está relacionada con diversos factores de
ambiente (como la edad, el sexo y la alimentación del animal), factores de manejo
(temperatura y tiempo de almacenamiento de la carne, forma de congelado, tipo
de despiece…) y factores genéticos (mediante la selección dentro de razas y los
cruzamientos).
Un factor que incide positivamente en la ternura de la carne es el envejecimiento
post-mortem: las canales se envejecen almacenándolas a temperaturas de
refrigeración durante un cierto período de tiempo después de la matanza y el
enfriamiento inicial.
Sabor
El sabor y el aroma se conjugan para producir la sensación que el consumidor
experimenta al comer. Esta sensación proviene del olor que penetra a través de la
nariz y del gusto salado, dulce, agrio y amargo que se percibe en la boca. En el
sabor de la carne incide el tipo de especie animal, dieta, método de cocción y
método de preservación (por ejemplo, ahumado o curado).
Porcino
Cualquier carne que se tome del cerdo para el consumo humano que tenga menos
de un año de antigüedad se considera como carne porcina. La carne del cerdo se
corta y se envasa de varias maneras, incluyendo chuletas de cerdo, salchichas,
costillas, solomillos y jamones. A diferencia de otros tipos de carne, el cerdo
contiene bacterias que surgen naturalmente y que son inofensivas cuando la carne
se limpia y se prepara de modo apropiado. El cerdo debe también guardarse a
temperaturas apropiadas. Si esto no sucede, puede echarse a perder. Determinar
si el cerdo se ha echado a perder es importante para la salud y la seguridad de las
personas que lo coman.
Pescados
La comprobación organoléptica de la frescura supone determinar el grado de
desarrollo alcanzado por los cambios post-mortem en el pescado y crustáceos
haciendo uso de los sentidos del olfato, vista y tacto, y aplicando un código que
contiene los requerimientos mínimos y frecuentemente los criterios característicos
de cada categoría de calidad. Los grados de calidad utilizados para llevar a cabo
la inspección del pescado fresco se basa en el método de “Evaluación de la
calidad del Servicio de Inspección en lonja y en la industria pesquera”. Es un
modelo europeo introducido en la Decisión del Consejo nº 103/76, que clasifica el
pesacdo en tres niveles de calidad: categoría extra, A y B. El esquema de la EU es
comúnmente aceptado en los países de la Unión Europea para la evaluación
sensorial, aunque existen algunas discrepancias en el sistema, ya que no toma en
consideración las diferencias por especies sino que utiliza la clasificación de
pescado blanco (< 5% de grasa en el músculo) y pescado azul (> 5% de grasa en
músculo).
Los límites de categorías no coinciden exactamente con etapas de frescura. La
primera categoría incluye por lo general al pescado muy fresco y aquellos
pescados de frescura reducida, pero sin ningún signo de deterioro. La categoría
del pescado apto para la venta comprende los alimentos marinos que exhiben los
primeros signos de alteración. Tampoco están definidos con claridad los límites
para el decomiso, por lo que existe cierta dificultad en lo que respecta a la
diferenciación sensorial entre pescado fresco y pescado menos fresco. Un análisis
sensorial correcto es tan difícil como cualquier otra prueba de laboratorio. Exige de
disponer de un equipo de varias personas entrenadas durante varias semanas.
Factores mínimos de calidad
Los pescados deben ser sanos y reunir las condiciones mínimas de calidad, que
serán apreciadas por las siguientes características organolépticas.
a) Su pigmentación cutánea y el aspecto del "mucus" superficial.
b) La apariencia de los ojos y su coloración.
c) El color y el olor de las branquias.
d) El estado de rigidez muscular, apreciada a nivel de los músculos dorsales y
abdominales.
e) Aspecto del peritoneo y adherencia con los tejidos subyacentes.
El pescado fresco o refrigerado debe mantenerse a temperatura óptima de
almacenamiento, desde su captura hasta su distribución, que será ligeramente
superior a su punto de congelación, manteniéndose en las condiciones de
temperatura y humedad relativa necesarias para que no pierda peso ni se altere
dentro del período normal de comercialización.
Mariscos
La frescura del marisco
Los crustáceos
Los crustáceos que se venden vivos suelen ser especies con capacidad para
andar fuera del agua, como el cangrejo o la langosta. Son frescos si cuando se
sumergen en agua salada se reaniman o si se mueven instintivamente cuando se
agarran. Además, deben desprender un olor agradable y estar intactos.
Los moluscos
Los moluscos bivalvos se comercializan vivos y para ello las valvas deben estar
firmemente cerradas. En caso de que estén semiabiertas, deberán cerrarse tan
sólo al tocarlas. Otro indicativo de frescura se refiere al líquido entre las valvas,
que ha de ser abundante, claro y con olor a mar. Los cefalópodos frescos tienen
un color entre blanco nacarado y rosa pálido. Deben tener consistencia firme al
tacto, han de estar húmedos, suaves y resbaladizos.
Arroz
Categoría del arroz, todos los arroces están divididos por categorías las cuales
podrían ser
– Granos partidos
– Granos verdosos o de textura similar al yeso
– Granos picados
– Excesivos granos negros
– Granos rojizos.
Papas
Harinas
La harina en el momento de su descomposición parece ligeramente apelmazada,
tiene pequeños surcos de aire, o micro manchitas negras, ya hay que tener
cuidado. Atentos también al olor. ¡La harina no huele mal, estas son algunas de
las señales que presenta este tipo de productos, razón por la cual se debe se
cerciorar al momento de adquirirlas!
Aceites y grasas.
Dentro de este contexto es importante tener en cuenta al momento saber si un
aceite esta en óptimas condiciones lo siguiente:
Color. Cuando un aceite de oliva está en mal estado, su color es raro y poco
natural. ...
Olor. El olor de un aceite de oliva en mal estado, recuerda a barniz, disolvente,
pintura, etc.
Sabor. En cuanto al sabor, con el paso del tiempo, se forman en el aceite de oliva
partículas de ácido oleico libres