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PROBLEMATIZADORAS
En los siguientes versos presentaré mi opinión sincera, analizada desde mi sentido critico
que he ido adquiriendo a lo largo de mi formación académica, no pretendo menospreciar ni
insultar el trabajo de personas que han trabajado muy duro en este nuevo modelo; de lo
contrario me gustaría poder aportar de alguna manera para el bien de toda la educación
boliviana.
El sentido político en su extensión en el modelo se limita solo a “transformar la realidad
colonial, opresión, dominio que en su totalidad nuestro país ha sufrido” dejando a un lado
el desarrollo autosuficiente del país. El limitarse a un sentimiento de resentimiento social,
político, cultural no permite ver más allá de lo común; ¿por qué un resentimiento? Porque
en todos los acápites escritos en las bases y fundamentos del modelo solo repiten lo mismo
“opresión que se vivió ya sea de los españoles o sus sucesores”; por cierto, fueron siempre
el linaje o descendencia de criollos, es verdad que a cada uno nos molesta que la historia
haya sido así, pero no podemos detenernos en lo mismo por algo que se puede cambiar y
mejorar como una unidad de País.
No se puede negar que Bolivia es un territorio plurinacional, con mucha diversidad
sociocultural, y puede que tengamos diferencias entre nosotros; pero al final de todo,
nuestra esencia cultural nos une y hace parte de que todos somos boliviano y pertenecemos
a una sola Bolivia.
Algo que se repite y se repite siempre tiende a ser llegar a lo mismo, enfocarnos siempre
en lo mismo nunca cambiara lo que se desea, de lo contrario tiene a ser lo mismo. Me
gustaría explicar o desenvolverme sobre muchas cosas, pero lo dejare para posteriores
reflexiones. Me gustaría que el sentido político de la educación tuviese un propósito
progresivo, es decir, plantearse algo en concreto por un determinado tiempo, después otro
idea, y así sucesivamente; “hacer las cosas de a poco, pero hacerlas bien” y todo esto con
una visión del Bien para todos los Bolivianos.