Sei sulla pagina 1di 2

algo que no puede hacer ningún humano.

Otra empresa surcoreana llamada Hankook Mirae presentó en público en


2017 a un gigantesco soldado robot de cuatro metros de altura llamado
Method-2, parecido a los de las películas de ciencia ficción. Según la
empresa, el enorme soldado robot puede caminar en todo tipo de terrenos
donde los soldados humanos no pueden internarse sin protección, como en la
zona desmilitarizada en la frontera con Corea del Norte.
¿No hay peligro de que estos robots soldados sean hackeados o se
equivoquen y maten a inocentes?, les pregunté a varios ingenieros y
fabricantes de robots en Corea del Sur. La mayoría me respondió que existe el
mismo peligro que con las máquinas operadas por humanos. Y varios me
citaron el caso del desastre aéreo de la compañía alemana Germanwings en
2015, en que el copiloto Andreas Lubitz deliberadamente estrelló su avión en
los Alpes y causó la muerte de 150 pasajeros. ¿No se hubiera podido evitar
esa tragedia prohibiendo que los humanos puedan tomar decisiones por
encima de las computadoras?, me preguntaron.

“POR PRIMERA VEZ, LA TECNOLOGÍA CRECE MÁS RÁPIDO


QUE EL EMPLEO”
Los tecnoescépticos tienen serias dudas de que todos estos adelantos
tecnológicos nos conduzcan a un mundo feliz. Pronostican un enorme
aumento del desempleo, argumentando que el viejo axioma según el cual la
tecnología siempre ha creado más trabajos que los que ha destruido ya no es
válido. Aunque en el pasado eso era cierto, ya no lo es, porque los avances
tecnológicos están sucediendo cada vez más rápido, tal como lo estipula la ley
de Moore, y no están dando tiempo para crear suficientes nuevos empleos,
dicen.
El hombre primitivo tardó decenas de miles de años en propagar por el
mundo adelantos tecnológicos como el fuego y la rueda. Eso permitió que,
con el tiempo, se crearan nuevas aplicaciones y nuevos trabajos para estas
tecnologías. Pero, desde entonces, los tiempos se han venido acortando.
Mientras que en el siglo XVIII la Humanidad tardó 119 años en esparcir las
máquinas de tejer fuera de Europa, en el siglo XX tardó apenas siete años en
difundir internet desde Estados Unidos hacia todo el planeta y en el siglo XXI
WhatsApp —el programa de mensajes de teléfonos celulares inventado por
dos veinteañeros— logró en sus primeros seis años de vida 700 millones de
seguidores, lo mismo que logró el cristianismo durante sus primeros 19
siglos.22
Otro ejemplo de la aceleración tecnológica que estamos viviendo es la
cantidad descendiente de años que han requerido varias tecnologías para
llegar a 25% de la población de Estados Unidos. Cuando Estados Unidos
comenzó a utilizar la electricidad a principios del siglo XIX, tuvieron que pasar
46 años para que la electricidad llegara a 25% de la población. Cuando se
inventó el teléfono, pasaron 34 años para que fuera adoptado por el mismo
porcentaje de la población. Con la radio, pasaron 32 años; con la televisión,
26 años; con las computadoras personales, 15 años; con los teléfonos
celulares, 12 años; con internet, siete años, y con Facebook, apenas cuatro
años.23 Quienes encendían las lámparas de gas callejeras en el siglo XIX
tuvieron varias décadas para adaptarse y cambiar de profesión mientras se
expandía el uso de los faroles eléctricos. Hoy día, los trabajos de los
vendedores, guardias de seguridad, cajeros de supermercados y hasta
cirujanos están siendo amenazados por robots y algoritmos de un día para
otro, sin darles mucho tiempo para reinventarse.

AT&T EMPLEABA A 758 000 PERSONAS, GOOGLE EMPLEA


A 55 000
Una de las causas del creciente desempleo tecnológico es que gran parte de
los actuales avances se dan en el campo del software, que genera mucho
menos empleo que las industrias manufactureras de los siglos XIX y XX,
afirman los tecnopesimistas. Muchos de los progresos tecnológicos del siglo
XX, como la industria automotriz, la aeronáutica y la de las computadoras,
eran innovaciones cuyo resultado final era una máquina, que requería una
gran cantidad de mano de obra para ser fabricada y que tenía que
reemplazarse al cabo de un tiempo y repararse cada tanto. Los programas de
computación, en cambio, son hechos por mucho menos personas, requieren
mucho menos mantenimiento y pueden actualizarse sin necesidad de acabar
en la basura.
Mientras que en los años ochenta 8.2% de los nuevos empleos en Estados
Unidos los crearon nuevas empresas tecnológicas que surgieron durante esa

Potrebbero piacerti anche