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JURISPRUDENCIA

Roj: STSJ MU 140/2020 - ECLI: ES:TSJMU:2020:140


Id Cendoj: 30030330022020100047
Órgano: Tribunal Superior de Justicia. Sala de lo Contencioso
Sede: Murcia
Sección: 2
Fecha: 16/01/2020
Nº de Recurso: 203/2016
Nº de Resolución: 13/2020
Procedimiento: Procedimiento ordinario
Ponente: LEONOR ALONSO DIAZ-MARTA
Tipo de Resolución: Sentencia

T.S.J.MURCIA SALA 2 CON/AD


MURCIA
SENTENCIA: 00013/2020
UNIDAD PROCESAL DE APOYO DIRECTO
Equipo/usuario: UP3
Modelo: N11600
PALACIO DE JUSTICIA, RONDA DE GARAY, 5 -DIR3:J00008051
Correo electrónico:
N.I.G: 30030 33 3 2016 0000316
Procedimiento: PO PROCEDIMIENTO ORDINARIO 0000203 /2016
Sobre: ADMINISTRACION TRIBUTARIA Y FINANCIERA
De D./ña. Maximino
ABOGADO CARLOS GONZALEZ CANDELA
PROCURADOR D./Dª. PAZ MIRAS RODRIGUEZ-VELLANDO
Contra D./Dª. TRIBUNAL ECONOMICO ADMINISTRATIVO REGIONAL DE MURCIA, COMUNIDAD AUTONOMA
DE LA REGIÓN DE MURCIA DIRECCION SERVICIOS JURIDICOS
ABOGADO ABOGADO DEL ESTADO, LETRADO DE LA COMUNIDAD
PROCURADOR D./Dª. ,
RECURSO núm. 203/2016
SENTENCIA núm. 13/2020
LA SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO
DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DE MURCIA
SECCIÓN SEGUNDA
compuesta por
D.ª Leonor Alonso Díaz-Marta
Presidente
D.ª Ascensión Martín Sánchez

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JURISPRUDENCIA

D. José María Pérez-Crespo Payá


Magistrados
ha pronunciado
EN NOMBRE DEL REY
la siguiente
S E N T E N C I A N.º 13/20
En Murcia, a dieciséis de enero de dos mil veinte.
En el recurso contencioso administrativo n.º 203/16 tramitado por las normas del procedimiento ordinario,
en cuantía de 15.268,97 €, y referido a: Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos
Documentados.
Parte demandante :
Don Maximino , representado por la Procuradora Sra. Miras Rodríguez-Vellando y defendido por el Letrado Sr.
González Candela.
Parte demandada :
La Administración del Estado (TEAR de Murcia), representada y defendida por el Sr. Abogado del Estado.
Parte codemandada :
La Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, representada y asistida por el Letrado de sus Servicios
Jurídicos.
Acto administrativo impugnado :
Resolución del Tribunal Económico-Administrativo Regional de Murcia de 29 de enero de 2016, que desestima
la reclamación económico administrativa NUM000 , formulada contra la resolución desestimatoria del recurso
de reposición interpuesto contra la liquidación nº NUM001 , practicada por el Servicio de Gestión Tributaria
de la Consejería de Economía y Hacienda de la C.A.R.M. en concepto de Impuesto sobre Transmisiones
Patrimoniales y AAJJDD, modalidad de transmisiones patrimoniales onerosas (exceso de adjudicación), de la
que resulta una deuda a ingresar por importe de 15.268,97 €.
Pretensión deducida en la demanda :
Se dicte en su día sentencia estimatoria de la presente demanda, por la que se anule la resolución recurrida
y deje sin efecto el actos administrativo sobre el que la misma se pronuncia, y en merito a los motivos
y argumentos jurídicos aducidos en el cuerpo de su demanda, se declare no haber lugar a la liquidación
complementaria núm. de expediente NUM001 realizada al recurrente por la ATRM al ser de aplicación el art.
1.062 del Código Civil y además estar prescrita la acción sancionadora, ya que la defunción del causante tuvo
lugar en el año 1993, siendo ese el momento del devengo.
Siendo Ponente la Magistrada Ilma. Sra. D.ª Leonor Alonso Díaz-Marta, quien expresa el parecer de la Sala.

I.- ANTECEDENTES DE HECHO


PRIMERO. - El escrito de interposición del recurso contencioso administrativo se presentó el día 17 de marzo
de 2016 y admitido a trámite, y previa reclamación y recepción del expediente, la parte demandante formalizó
su demanda deduciendo la pretensión a que antes se ha hecho referencia.
SEGUNDO. - Las partes demandada y codemandada se han opuesto pidiendo la desestimación de la demanda,
por ser ajustada al Ordenamiento Jurídico la resolución recurrida.
TERCERO. - No ha habido recibimiento del proceso a prueba, por lo que cuando por turno correspondió, señaló
para la votación y fallo el día 10 de enero de 2020.

II.- FUNDAMENTOS DE DERECHO


PRIMERO. - Dirige la parte actora el presente recurso contencioso-administrativo contra la resolución del
Tribunal Económico-Administrativo Regional de Murcia de 29 de enero de 2016, que desestima la reclamación
económico administrativa NUM000 , formulada contra la resolución desestimatoria del recurso de reposición
interpuesto contra la liquidación nº NUM001 , practicada por el Servicio de Gestión Tributaria de la Consejería

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de Economía y Hacienda de la C.A.R.M. en concepto de Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y


AAJJDD, modalidad de transmisiones patrimoniales onerosas (exceso de adjudicación), de la que resulta una
deuda a ingresar por importe de 15.268,97 €.
El TEAR de Murcia comienza refiriéndose al art. 7, apartado 1.A) del Texto Refundido de la Ley del Impuesto
sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, aprobado por Real Decreto Legislativo
1/1993, de 24 de septiembre, que establece que son transmisiones patrimoniales sujetas las transmisiones
onerosas por actos "intervivos" de toda clase de bienes y derechos que integren el patrimonio de las
personas físicas o jurídicas. Por su parte, sigue diciendo, el apartado 2.B) de dicho Texto refundido considera
transmisiones patrimoniales a efectos de liquidación y pago del impuesto los excesos de adjudicación
declarados, salvo los que surjan de dar cumplimiento a lo dispuesto en los arts. 821, 829, 1.056 (segundo)
y 1.062 (primero) del Código Civil y disposiciones de Derecho Foral basadas en el mismo fundamento. En el
mismo sentido, el art. 27.3 de la Ley 29/1987, de 18 de diciembre, del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones,
señala que se liquidarán excesos de adjudicación, según las normas establecidas en el Impuesto sobre
Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados cuando existan diferencias, según el valor
declarado, en las adjudicaciones efectuadas a los herederos o legatarios en relación con el título hereditario.
En cuanto a la prescripción alegada, tal como argumenta la Oficina gestora en la resolución del recurso
impugnado, el hecho imponible sometido a gravamen no es la herencia de su padre, que efectivamente estaría
prescrita, sino la adjudicación de los bienes descritos en la citada escritura, hecho imponible sujeto al concepto
de transmisiones patrimoniales onerosas de acuerdo con lo dispuesto en el art. 7.2.B) del texto refundido
aprobado por Real Decreto Legislativo 1/1993, de 24 de septiembre, devengado el 20 de junio de 2007, no
pudiendo así acogerse esta alegación efectuada ante la Oficina Gestora sobre la prescripción del derecho de
la Administración por haber transcurrido el plazo de cuatro años, dado que dicho plazo, que se había iniciado
el 25 de julio de 2007, una vez transcurrido el plazo de treinta días hábiles desde el devengo -20 de junio de
2007-, se ve interrumpido inicialmente el 30 de mayo de 2011 cuando se notifica el inicio del procedimiento y
la propuesta de liquidación provisional por el hecho imponible no autoliquidado, sin que entre las dos últimas
fechas reseñadas haya transcurrido el plazo de cuatro años.
Con respecto a la cuestión sustantiva, dice el TEAR, hay que tener en cuenta que en la extinción de condominio
donde existan bienes indivisibles -lotes- y se produzcan excesos de adjudicación, los mismos pueden quedar
sujetos a TPO cuando tales excesos hubieran podido evitarse o al menos minorarse con una adjudicación
distinta de tales bienes. La indivisibilidad no debe aplicarse a cada uno de los bienes individualmente
considerados, sino que debe entenderse referida al conjunto de los bienes que integran la comunidad, siempre
que no se haya producido la partición de la herencia. Si ésta ha tenido lugar, la indivisibilidad sí se aplicará
sobre cada uno de los bienes individualmente considerados que han sido adjudicados.
En este sentido, el TEAC expresa en su resolución de 29.09.2011, RG 591/2010, dictada en unificación de
criterio, y que es igualmente compartido por diferentes Tribunales Superiores de Justicia. Así, entre otras, cita
dos sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Asturias de fechas 21 de julio y 18 de noviembre de 2010.
En el supuesto que se examina, mantiene la Administración que " si bien ante una única referencia catastral,
la misma deriva de la agrupación de dos terrenos sobre los que el interesado ha construido una vivienda y un
negocio dentro de una parcela de 762 m2. Por lo tanto no estamos aquí ante un caso de un bien indivisible, ya
que dentro de la parcela existe más de un bien".
Continua diciendo que, aunque de la lectura de la escritura de aceptación y adjudicación de herencia autorizada
ante el notario de Murcia D. Agustín Navarro Núñez, en fecha 20 de junio de 2007, con el número 3.475 de
protocolo, podría aparentemente deducirse la existencia de exceso de adjudicación sobre la base de un bien
indivisible, lo cierto es que dicho carácter no es predicable de dicho bien per se, sino que es fruto de una
agrupación de fincas realizado en la escritura de aceptación. Por tanto, hay que determinar si la finca heredada
por el interesado era indivisible o no, y a ese respecto la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo, viene declarando,
que son tres las maneras que se pueden dar de indivisibilidad:
1. Indivisibilidad física, puede dimanar de circunstancia de hecho, físicas, por el uso unifamiliar, por el uso al
que se destinan, por razones económicas o por imponerlo el derecho, y ante este supuesto de indivisibilidad
jurídica por desmerecimiento de la cosa es un principio propio de la doctrina jurisprudencial aquél según el
cual no puede quedar a la decisión de alguno de los comuneros o coherederos el hecho de llevar a cabo una
división física cuando ello comporta una notable depreciación económica del bien considerado en su conjunto.
2. Inservibilidad, es decir que con la división del bien, el resultado sea la no utilidad del bien resultante para
lo que estaba destinado.

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3. Desmerecimiento, el Tribunal Supremo establece que se debe examinar si a cosa es divisible o indivisible
entendiéndose que se da esta hipótesis no solo cuando no sea divisible desde la perspectiva material según
criterios económicos y sociales, sino también cuando desmerezca mucho por la división en cuyo supuesto se
prevé también al inservibilidad.
En este caso, de la naturaleza propia de los bienes, antes de su agrupación, no se puede predicar la
indivisibilidad del único bien integrante de la herencia resultante de dicha agrupación, ya que no se cumple,
claramente, ninguna de las tres características mencionadas para calificarlo de indivisible como alega el
reclamante.
Por ello, concluye el TEAR, desde el momento en que el heredero D. Maximino se adjudica bienes por un
valor superior a su cuota hereditaria, siendo ésta de un valor -declarado en escritura- de 230.000 €, resulta que
se adjudicó bienes por un valor de 177.483,33 €. Y no se encuentra dicho exceso amparado en la dicción del
art. 1.062.1 del Código Civil, pues no se trata de exceso producido como consecuencia de la indivisibilidad
de los bienes que se adjudican, puesto que había en el caudal hereditario varias fincas y un establecimiento
mercantil que permitían una división más acorde con la participación de cada uno de los herederos, por lo que
procede la liquidación por el exceso de adjudicación de bienes. Por otra parte, dicho exceso de adjudicación
sometido a gravamen ha sido resultado de los propios valores declarados, sin que se haya instruido expediente
de comprobación.
La parte actora basa su recurso al hilo del relato de hechos que considera pertinente. En este sentido, comienza
refiriéndose al fallecimiento, el 5 de agosto de 1993, de D. Pedro Antonio , padre del recurrente, dejando como
únicos bienes integrantes del caudal relicto una finca, parte de la cual había adquirido en el año 1969, y otra
parte en 1973, colindantes entre sí sin elemento físico alguno que las separase, por los que procedió a su
unión material, existiendo en dicho terreno una construcción cuya antigüedad viene datada por el Catastro
como construida en 1950, si bien con posterioridad a su adquisición fue objeto de ampliación, construyéndose
una cubierta exterior o porche al estilo de los que se levantaban en las viviendas de esa zona de la huerta de
Murcia en aquella época, constituyendo la vivienda familiar de los padres del recurrente, donde residió junto
con sus hermanos.
Tras la agrupación física de las dos parcelas, el Catastro se hizo eco de la misma, y agrupó en sus archivos
y planos las fincas como una sola, pasando a constituir una única finca catastral, con una única referencia
catastral: NUM002 . Así mismo, desde aquellas fechas, 1973, la parcela y la construcción existente que
constituía el domicilio familiar, tenía asignado un único número de policía, como puede comprobarse en la
certificación catastral unida a la escritura y que forma parte de la misma: DIRECCION000 , núm. NUM003 .
Puente Tocinos. Murcia.
En el año 1990, D. Pedro Antonio dejó de residir en la vivienda familiar, ubicada en el DIRECCION000 , núm.
NUM003 , de Puente Tocino, y ofreció a su hijo Maximino , hoy recurrente, que por entonces regentaba un
negocio de restaurante Pizzería en Murcia, que instalase allí su negocio, ahorrando costes y no viéndose
obligado al abono de un alquiler, lo que él hizo obteniendo alta en el impuesto de actividades económicas, con
fecha 1 de enero de 1992, momento en el que comenzó a regentar dicho negocio en la construcción que había
venido siendo la vivienda familiar, que se ubicaba sobre los trozos de tierra adquiridos por sus padres y que
tras las sucesivas reformas de ampliación contaba con una construcción que permitió instalar el negocio de
pizzería que dirige el interesado, que sigue ubicado en el mismo lugar y cuya explotación desde entonces ha
constituido su medio de vida.
Al fallecimiento del padre en 1993, el recurrente adquirió la propiedad de la que en su día fue la vivienda familiar
y ahora se destinaba al negocio de la pizzería, ya que todos los herederos estuvieron de acuerdo en que la finca
en la que encontraba la vivienda familiar, ahora reconvertida en restaurante pizzería, ya era indivisible, pues de
haberla dividido, hubiese desmerecido mucho y se tendría que haber cerrado el negocio de pizzería allí alojado
sobre toda la finca, estando el comedor principal, la cocinas, aseos y las demás dependencias (almacén,...)
dedicadas en su totalidad a la actividad del restaurante.
Dada la indivisibilidad, tanto del terreno como de la construcción que se ubica sobre el mismo, por cuanto se
ha expuesto, y en virtud de lo dispuesto en el art. 1062 del CC y demás de aplicación, D. Maximino , compensó
al resto de herederos.
En la resolución impugnada ha venido desestimando las alegaciones que frente a la misma ha ido realizado
el recurrente. En primer lugar se desestima la aplicación del art. 1062 del CC. Sin embargo, la Administración
carece de razón, pues parte de un presupuesto factico erróneo, pues realiza equivocadamente las siguientes
afirmaciones:

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"...se reitera la desestimación de la alegación que defiende la indivisibilidad del bien y, en consecuencia, la
aplicación del artículo 1062 del CC . Pues, aunque dicho inmueble cuenta con una referencia catastral, dicha
unidad constructiva, resuelta de una agrupación de fincas, en concreto dos terrenos, sobre los que el interesado
construyó una vivienda y un negocio dentro de una parcela...".
El recurrente no ha construido edificación alguna en la parcela (parcela única en la realidad y en el Catastro
mucho antes de que se procediese a su agrupación documentalmente para adecuar esta realidad al Registro),
en la que, además, no existe más de un bien, tratándose de un claro error. La edificación ya existía.
Así, lo único cierto es que, cuando el causante, D. Pedro Antonio , adquirió el segundo de los terrenos, hace
casi 40 años, procedió a su unión como una sola realidad física y material pues entre ambos predios no
existía obstáculo o elemento alguno que los separara, y al ser ambos de su propiedad los trató como uno solo,
procediendo a la ampliación de la vivienda existente que había sido construida en el año 1950 (20 años antes
de la compra por el padre del demandante y antes de que este naciese), tal y como consta en la certificación
catastral que se unió a la escritura que obra en el expediente administrativo.
Dicha ampliación consistió en realizar una terraza porchada al estilo de las existentes en la huerta de la
zona, quedando de esta forma, la vivienda unifamiliar con su terraza ubicada sobre ambos trozos de tierra,
tratándose de una única construcción que, insistimos, ya existía en el año 1950, hace 62 años, y que D. Pedro
Antonio amplió hace casi cuarenta años, cuando adquirió la segunda de las fincas que se agruparon física y
jurídicamente por un organismo oficial como es el Catastro.
Cuanto antecede consta en la escritura que sirve de base a la liquidación complementaria, donde se recogen
los títulos anteriores del causante y se adjunta una certificación catastral descriptiva y grafica de bienes
inmuebles de naturales urbana que aparece a nombre de Dª Tania , esposa del causante, tal como costa en
la escritura de adjudicación de herencia.
Del análisis de las escrituras de compraventa de los dos trozos de tierra se deduce que la clara teleología del
causante fue adquirir ambos terrenos colindantes entre sí para su agrupación y tratamiento como una única
parcela sobre la que ampliar la construcción existente y considerando ambas como una sola realidad física,
perdiendo desde el mismo momento de la adquisición del segundo de ellos el carácter de independientes,
desapareciendo el lindero existente entre ambos, siendo el propósito la confusión de ambos trozos de tierra
y su agrupación. Dicho propósito es claro analizando la proximidad y continuidad de las fechas de compra de
ambos terrenos y el destino y uso que el causante realizó sobre esa superficie agrupada.
Por tanto, queda total y absolutamente acreditado que la construcción existente en la finca no ha podido
ser construida por el recurrente, ya que tiene una antigüedad de 69 años (1950), y que se trata de una única
construcción indivisible.
A este respecto es claro el certificado del Impuesto de Actividades Económicas referido a la pizzería y su
ubicación a nombre del actor expedido por la Delegada Especial de la AEAT acreditativo de que la actividad
se inició con fecha 1 de enero de 1992, prueba y manifestación sobre la que no se hace mención alguna en
la resolución impugnada, siendo relevante a fin de acreditar la fecha de la existencia de la actividad del Sr.
Maximino y de la construcción.
Concluye que, con la agrupación formal contenida en la escritura, lo único que se hace es adecuar el Registro
de la Propiedad a la realidad, en que las fincas forman un unidad predial desde hace muchos años, y así se
constata en el Catastro, encontrándose ubicada sobre ambas la construcción existente en la que actualmente
y, mucho antes de que se procediese a su agrupación para adecuar a la realidad a la descripción registral,
es una única finca con una única referencia catastral, constando en la AEAT la existencia en la misma de un
único negocio de restaurante con sus licencias y permisos desde el año 1992. En definitiva, la parcela y la
casa que existe sobre la misma, en la que en la actualidad se encuentra ubicado el negocio de pizzería del
compareciente que inauguró en enero de 1992, son indivisibles al estar ubicadas sobre ambas, siendo de plena
e indiscutible aplicación lo dispuesto en el art. 1062 del CC. Se remite a la sentencia del TSJ de Castilla-León,
Valladolid, (Sala de los Contencioso-Administrativo Sec. 1ª), sentencia núm. 2387/2005 de 21 de octubre, de
la que transcribe el Fundamento de Derecho segundo.
Alega también que la acción ejercitada por la Administración está prescrita. Tratándose el hecho sujeto a
tributación de una adjudicación hereditaria, es clara la prescripción ya que el causante falleció en el año 1993.
El hecho impositivo por el que se inicia el expediente es una escritura pública otorgada con fecha 20 de junio
de 2007, pero en ella no se realiza una compraventa si no la aceptación de la herencia y adjudicación de bienes
del padre del recurrente, Don Pedro Antonio , fallecido con fecha 05.08.1993.
Por tanto, no nos encontramos ante una transmisión patrimonial, ya que aparte de tratarse de una sucesión
"mortis causa" el art. 1062 del CC es plenamente aplicable. Rechaza la pretensión de la Administración de

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diferenciar el exceso de adjudicación, pues no existe tal exceso, siendo de aplicación el art. 1062 del CC, pues
en todo caso se habría producido en el mismo momento del fallecimiento del causante, ya que este es el
momento en que se produce la transmisión ( art. 657, 661 y 989 del Código Civil).
Añade que en supuestos como el que nos ocupa que al resolver el problema de la fecha de la transmisión
inmediata anterior de la propiedad de un bien adjudicado por consecuencia de una partición hereditaria, la
lleva con toda lógica al momento en que la adquirió el causante y no al de la partición.
Al proceder a la adjudicación, momento culminante de la adquisición mortis causa, lo que hizo fue compensar
al resto de los herederos, puesto que el bien es indivisible. Se remite al pronunciamiento de la Sala de lo
Contencioso- Administrativo del Tribunal Supremo, Sección 2ª, en Sentencia de 19 de diciembre de 1998 de
Recurso de Casación en Interés de Ley, cuyo Fundamento de Derecho Tercero reproduce. De tal sentencia
extrae las siguientes conclusiones:
1°.- Que la acción de la administración estaría prescrita, toda vez que el causante falleció en el año 1993, y la
partición operada por los coherederos no puede entenderse como transmisión «inter vivos», pues no es sino
el hito final en el conjunto de las operaciones particionales;
2°.- Que no sería de aplicación el art. 27.3 de la Ley 29/1987, sino el art. 11.1.B del Real Decreto 828/1995
mediante el que se aprueba el Reglamento del Impuesto Sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos
Documentados, que establece que estarán exentos del tributo los excesos de adjudicación cuando se
produzcan para dar cumplimiento a lo dispuesto en el art. 1062 del Código Civil, que establece la posibilidad de
disolver el condominio, abonando a los otros el exceso en dinero, cuando la cosa sea indivisible o desmerezca
mucho por su división
3°.- Que no existe tal exceso de adjudicación, puesto que el recurrente, al ser indivisible la finca y el inmueble
existente en la misma, como lo prueba que tenga un único número de policía y una única referencia catastral,
careciendo de división horizontal o régimen de comunidad, pues es una vivienda unifamiliar con una terraza
que se viene destinando, desde hace más de 20 años al negocio de pizzería por parte del compareciente,
compensó al resto de herederos, por lo que todos ellos percibieron su parte proporcional en la herencia de
su padre.
Por último, se refiere la resolución recurrida a la cuantificación del valor declarado, ya que se pretende liquidar
el impuesto sobre una Base Liquidable de 177.483,33 €. Hasta esta resolución, no se había razonado esta
cuantificación, y es en este por primera vez donde se indica que el valor comprobado (y tras haber indicado
hasta este momento que se realizaba de acuerdo con los elementos proporcionados por el interesado) que
es el resultado de restar a los 230.000 € del valor del inmueble los 52.516,67 que corresponderían al heredero
D. Maximino según el título sucesorio, por lo que la diferencia serían 177.483,31 € que es la cantidad que,
según la resolución recurrida "lleva de más", dando lugar al exceso de adjudicación. Entiende que se trata de un
elemento nuevo, e impugna expresamente la valoración de 230.000 €, superior a las cantidades consignadas
en la escritura.
Por tanto, si se trata de una comprobación de valores, carece de todo razonamiento, motivación o base, lo
que la vicia de nulidad radical, ya que la comprobación de valores debe realizarse preferentemente por medio
de dictamen de peritos. Dichos técnicos deben de tener la titulación suficiente según los bienes a valorar y la
valoración que practiquen habrá de estar Io suficientemente motivada.
Dicha motivación, por criterios imperativos reiterados por la Jurisprudencia de nuestros Tribunales, ha de ser
clara, fundada y suficientemente probada. Es más, dicha motivación debe permitir al contribuyente decidir si
aquietarse solicitar la tasación pericial contradictoria.
En cualquier caso, y resultando de plena aplicación el art. 1062 Código Civil, la liquidación practicada por la
Administración es nula y así debe ser declarada.
El Abogado del Estrado y el Letrado de la Comunidad Autónoma se oponen remitiéndose a la resolución
administrativa impugnada, reiterando literalmente los argumentos del TEAR, y concluyendo que debe ser
rechazada la pretensión del recurrente y confirmados los actos administrativos impugnados por ser conformes
a derecho.
SEGUNDO. - En primer lugar alega la recurrente que la acción ejercitada por la Administración está prescrita
al entender que el hecho sujeto a tributación es la adjudicación hereditaria, y puesto que el causante falleció
en el año 1993, habían trascurrido más de cuatro años. Tal alegación no puede prosperar porque, como dice
la Administración demandada, el hecho imponible no es la adjudicación de la herencia, sino la adjudicación
de los bienes al recurrente, sujeta a ITP de acuerdo con lo dispuesto en el art. 7.2.B) del RDLeg. 1/93 que se
devengó el día del otorgamiento de la escritura de partición y adjudicación de herencia otorgada el 20 de junio

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de 2007; y el plazo de prescripción de cuatro años, que se inició el 25 de julio de 2007 (30 días hábiles desde
el devengo), se vio interrumpido con la notificación del inicio del procedimiento y la propuesta de liquidación
provisional el 30 de mayo de 2011, por lo que no había transcurrido el plazo de cuatro años.
TERCERO. - El artículo 7.1.A) del Texto Refundido del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos
Jurídicos Documentados (en adelante ITPAJD), aprobado por Real Decreto 1/1993, de 24 de septiembre, señala
que son transmisiones patrimoniales sujetas "las transmisiones onerosas por actos «ínter vivos» de toda clase
de bienes y derechos que integren el patrimonio de las personas físicas o jurídicas". Por su parte, el apartado
2.B) del mismo artículo considera transmisiones patrimoniales a afectos de liquidación y pago del impuesto
"los excesos de adjudicación declarados, salvo los que surjan de dar cumplimiento a lo dispuesto en los artículos
821 , 829 , 1056 (segundo) y 1062 (primero) del Código Civil y disposiciones de Derecho Foral, basadas en el
mismo fundamento.
En las sucesiones por causa de muerte se liquidarán como transmisiones patrimoniales onerosas los excesos
de adjudicación cuando el valor comprobado de lo adjudicado a uno de los herederos o legatarios exceda del 50
por 100 del valor que les correspondería en virtud de su título, salvo en el supuesto de que los valores declarados
sean iguales o superiores a los que resultarían de la aplicación de las reglas del Impuesto sobre el Patrimonio".
También la Ley 29/1987, de 18 de diciembre, Reguladora del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones,
dispone en el apartado 3, del artículo 27, relativo a la Partición y Excesos de Adjudicación, que "se liquidarán
excesos de adjudicación, según las normas establecidas en el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales
y Actos Jurídicos Documentados cuando existan diferencias, según el valor declarado, en las adjudicaciones
efectuadas a los herederos o legatarios, en relación con el título hereditario; también se liquidarán los excesos de
adjudicación cuando el valor comprobado de lo adjudicado a uno de los herederos o legatarios exceda del 50 por
100 del valor que le correspondería en virtud de su título, salvo en el supuesto de que los valores declarados sean
iguales o superiores a los que resultarían de la aplicación de las reglas del Impuesto sobre el Patrimonio Neto".
En consecuencia, habida cuenta de la manifiesta existencia de un exceso de adjudicación en la escritura de 20
de junio de 2007, de aceptación de herencia y adjudicación de bienes, puesto que se adjudica a don Maximino
el pleno dominio de las fincas de carácter ganancial del causante, que es el único patrimonio sucesorio, y la
edificación construida en las mismas, la cuestión jurídica debatida se centra en determinar si dicho exceso
puede verse exceptuado de tributar en aplicación de lo previsto en el citado artículo 7.2.B) del Texto Refundido
del Impuesto, en relación con el artículo 1062 del Código Civil, esto es, porque se trate de un exceso producido
como consecuencia de la indivisibilidad de los bienes que se adjudican, pues el art. 1062 párrafo 1º del Código
Civil dispone que "Cuando una cosa sea indivisible o desmerezca mucho por su división, podrá adjudicarse a
uno, a calidad de abonar a los otros el exceso en dinero".
Pues bien, la Administración sostiene que el recurrente, que tiene la carga de la prueba, no ha demostrado
que los bienes adjudicados sean indivisibles o desmerezcan notablemente por su división y, por tanto, que el
exceso de adjudicación, pese a haber sido compensado en metálico al resto de los herederos, debe tributar
por el concepto de Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales Onerosas al existir contraprestación y no ser
aplicable el art. 1062 CC.
A otra conclusión, sin embargo, llega la Sala, pues si examinamos las escrituras públicas aportadas y la
documentación acompañada por la parte actora, observamos que el causante don Pedro Antonio , padre del
recurrente, había adquirido con carácter de ganancial dos fincas, una en el año 1969 y otra en septiembre de
1973; fincas que eran colindantes, y dentro del perímetro de dichas fincas, cuando se procede a la adjudicación
de la herencia, ya existía una construcción cuya antigüedad, según el Catastro, data de 1950, y que según la
escritura de adjudicación está construida desde hace más de 50 años. Dicha construcción está compuesta de
planta baja y planta alta, correspondiéndole el n.º NUM003 del DIRECCION000 , de Puente Tocinos, destinada
la parte alta a vivienda y la parte baja, a vivienda y local comercial; y ambas plantas, como dice la escritura, se
comunican entre sí por una escalera interior. De hecho, y así consta, la vivienda existente en esa edificación
constituía la vivienda familiar de los padres del recurrente, y las dos fincas agrupadas constituyen una única
finca catastral, con una única referencia ( NUM002 ). Consta igualmente que el recurrente se dio de alta en el
IAE en enero de 1992, al regentar en ese edificio un negocio de restaurante, y destinó la construcción existente
a dicho negocio. La Administración demandada entiende que la agrupación de fincas fue realizada en la misma
escritura de aceptación de herencia, pero que en el caudal hereditario había varias fincas y un establecimiento
mercantil que habría permitido una división con participación de cada uno de los herederos. Sin embargo, lo
que se produce en la escritura de adjudicación de herencia no es la agrupación física, pues esta es evidente que
ya existía, como consta en el exponendo segundo de la escritura en el que se hace referencia a que dentro del
perímetro de la finca agrupada existe una construcción desde hace más de 50 años; y en esa edificación había
una parte destinada a local, comunicándose las plantas por una escalera. Por lo que, de dicha descripción, se
ha de concluir que la agrupación física existía con anterioridad al fallecimiento del causante, y que el bien así

7
JURISPRUDENCIA

formado era indivisible o, cuanto menos, desmerecería mucho con la división. La agrupación formal contenida
en la escritura, lo único que hace, como afirma el demandante, es adecuar el Registro de la Propiedad a la
realidad, en que las fincas forman una unidad predial desde hace muchos años, y así se constata en el Catastro.
CUARTO. - En razón de todo ello procede estimar el recurso contencioso-administrativo formulado, por no
ser los actos recurridos, en lo aquí discutido, conformes a derecho; con expresa imposición de costas a las
Administraciones demandadas, que serán abonadas por mitad entre ellas, de acuerdo con el art. 139 de la Ley
Jurisdiccional, reformado por la Ley de Agilización Procesal 37/2011, de 10 de octubre.
En atención a todo lo expuesto, Y POR LA AUTORIDAD QUE NO S CONFIERE LA CONSTITUCIÓN DE LA NACIÓN
ESPAÑOLA,

FALLAMOS
Estimar el recurso contencioso administrativo n.º 203/16 interpuesto por don Maximino contra la resolución
del TEAR de Murcia de 29 de enero de 2016, que desestima la reclamación económico administrativa NUM000
, formulada contra la resolución desestimatoria del recurso de reposición interpuesto contra la liquidación
nº NUM001 , practicada por el Servicio de Gestión Tributaria de la Consejería de Economía y Hacienda de la
C.A.R.M. en concepto de Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y AAJJDD, modalidad de transmisiones
patrimoniales onerosas (exceso de adjudicación), de la que resulta una deuda a ingresar por importe de
15.268,97 €, por no ser dichos actos, en lo aquí discutido, conformes a derecho, con imposición de costas a
las Administraciones demandadas que deberán ser abonadas por mitad e iguales partes entre ambas.
La presente sentencia es susceptible de recurso de casación ante la Sala de lo Contencioso-Administrativo
del Tribunal Supremo, de conformidad con lo previsto en el art. 86.1 de la Ley reguladora de la Jurisdicción
Contencioso- Administrativa, siempre y cuando el asunto presente interés casacional según lo dispuesto en el
art. 88 de la citada ley. El mencionado recurso de casación se preparará ante esta Sala en el plazo de los 30
días siguientes a la notificación de esta sentencia y en la forma señalada en el art. 89.2 de la LJCA.
En el caso previsto en el art. 86.3 podrá interponerse recurso de casación ante la Sección correspondiente
de esta Sala.
Así por esta nuestra sentencia, de la que se llevará certificación a los autos principales, lo pronunciamos,
mandamos y firmamos.

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