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Índice

3.2.3. Desordenes fisiológicos inducidos por la deficiencia o exceso nutricionales.

3.3.1. Potasio y principales aspectos de la fertilización potásica.

3.3.3. Principales abonos potásicos y sus características.

3.3.3. Interpretación de los contenidos K y sus características.

3.3.4. Índice solido de los abonos.

3.3.5. Aspectos de la fertilización potásica en siembra directa.

3.3.6. Desordenes fisiológicos inducido por la deficiencia o exceso nutricionales.


Introducción

Los grandes avances en la nutrición vegetal hacen posible que actualmente se


tenga a disposición gran cantidad de conocimiento y estudios sobre los
insumos aportados al suelo, en especial los fertilizantes, así como de las
necesidades o requerimientos nutricionales de los diferentes cultivos. A pesar
de todo lo anterior, es claro que el suelo sigue siendo un factor determinante en
la productividad de los cultivos, ya que no es del todo predecible, así como
también lo son factores meteorológicos. Sin duda, esto añade incertidumbre al
resultado de las diversas actividades agrícolas. Por lo que son necesarias
medidas que ayuden a racionalizar el manejo de los fertilizantes, maquinaria,
semillas, manejo del agua, aspectos fitosanitarios, entre otros.
Objetivos

General

Específico
 Potasio y principales aspectos de la fertilización potásica.

El papel del potasio en la fertilización, no puede redituar mayores ganancias


que en productos que buscan una calidad de exportación. La calidad de los
vegetales y frutas de estas latitudes puede considerarse como cualquier
característica inherente a ese producto con el propósito de calificarlo en base
a un estándar de excelencia. Estos estándares pueden ser el color, la forma,
las dimensiones, la textura, el peso, la composición química, la vida de
anaquel, etc..

evidencia científica que indica que una fertilización balanceada reduce los
problemas causados por la erosión y la contaminación. Cultivos de alto
potencial de rendimiento, bien fertilizados, producen sistemas radiculares
vigorosos que tienen la capacidad de “explorar” un mayor volumen de suelo
siendo mucho más eficientes en la absorción.

Así, el efecto del potasio en los factores de calidad de las frutas y vegetales
puede estar, por ejemplo, relacionado con el ahorro de agua, el mantenimiento
de la turgencia y el control del potencial osmótico de las células de la planta.
Este regalamiento osmótico por sí mismo, nos indica lo fundamental que es la
función del potasio en las relaciones hídricas de la planta y el medio ambiente.
El papel del potasio en la fertilización balanceada se ha discutido ampliamente
y se analiza frecuentemente a nivel experimental y de investigación buscando
siempre los niveles nutricionales óptimos. Sin embargo, los resultados
específicos de investigación, de ninguna manera implican que se puedan
aplicar en todos los cultivos, aún más, no significa siquiera que sean los más
apropiados para diferentes variedades o cultivares dentro de la misma especie
en regiones de clima y suelo diferentes. De ahí la importancia de seguir
apoyando la investigación científica, en su proceso dinámico y continuo.

 Principales abonos potásicos y sus características

a) Sulfato potásico. Producto obtenido químicamente a partir de las sales de


potasio y que contiene como componente esencial sulfato potásico. Su fórmula
química es: K2SO4 (peso molecular de 174,3). Normalmente se emplea como
fuente de potasio, cuando éste no se puede aportar como nitrato potásico, con
objeto de no sobrepasar los niveles de nitrógeno establecidos.

b) Cloruro potásico. Producto obtenido a partir de sales potásicas en bruto y


que contienen como componente esencial cloruro potásico.

c) Otros: sal potásica en bruto, sal potásica en bruto enriquecida, cloruro


potásico con sal de magnesio,  sulfato potásico con sal de magnesio, kieserita
con sulfato potásico.

 Interpretación de los contenidos K y sus características.


 Índice solido de los abonos.

Los abonos orgánicos sólidos están conformados por material natural


homogéneo procedente de residuos vegetales y animales procesados por
diferentes métodos.
 
Se utiliza para recuperar, mantener o incrementar la actividad biológica del
suelo lo que, a su vez, contribuye con la fertilidad y mejora de las
características físicas del mismo
Es, por lo tanto, el resultado de la descomposición de desechos orgánicos de
origen animal o vegetal (hojas, cáscaras, estiércol de ganado y otras especies
animales, desechos de cocina, trozos de madera, residuos agrícolas o
agroindustriales y otros) y por la acción conjunta de la macrofauna
como lombrices y escarabajos del suelo y una serie de microorganismos.
 
Para la preparación de abonos orgánicos a partir del estiércol de animales
domésticos y residuos agrícolas, se utilizan sistemas como la cría intensiva de
lombrices de tierra o lumbricultura; el compostaje con aire (aeróbico) o sin
contacto con él (anaeróbico), a diversas escalas e intensidades tecnológicas,
desde muy elementales, hasta procedimientos biotecnológicos con
microorganismos producidos industrialmente y procesos biomecánicos
sofisticados.
Los abonos orgánicos sólidos algunas veces ayudan a reducir focos de
contaminación, riesgos de patógenos y vectores de enfermedades en
plantas y animales. También favorecen la disminución de la contaminación de
las aguas, debido a que los estiércoles son recolectados y aprovechados en
procesos de compostaje para aplicarlos en los pastos, sistemas agrícolas,
agroforestales y silvopastoriles, lo que permite integrar la producción pecuaria y
la agrícola.
 
El empleo masivo de abonos orgánicos en sustitución de fertilizantes sintéticos
contribuye a una menor emisión de gases con efecto de invernadero
involucrados en el cambio climático global lo que se considera una contribución
positiva de los ganaderos a un problema mundial.

 Aspectos de la fertilización potásica en siembra directa.


La solubilidad del potasio en los fertilizantes no supone un problema. El más
más económico es el cloruro potásico, y es altamente soluble. De modo que el
potasio aportado con fertilizantes minerales será inmediatamente asimilable.
Aunque el potasio no se evapora, y el riesgo de pérdida por lavado es reducido,
la facilidad de asimilación del potasio puede perderse, en este caso, por fijación
a las arcillas del suelo. La fijación de este potasio puede durar mucho tiempo
hasta el momento en que surja una alteración en los minerales. Los aportes
orgánicos tienen un contenido importante en potasio, una parte en forma
soluble y otra parte ligada a las estructuras orgánicas (no inmediatamente
asimilable). La liberación de la parte ligada a formas orgánicas será al ritmo con
que se mineralicen estos materiales. El potasio queda contenido en gran parte
de las estructuras vegetativas de las plantas, de modo que si se retornan al
suelo los restos de cosechas se repone la parte más importante del potasio
extraído. En el suelo el potasio presenta antagonismos con otros nutrientes, en
particular el magnesio, por lo cual altos contenidos de potasio afectan la
absorción de magnesio. Para el potasio es particularmente importante el
fenómeno conocido como "consumo de lujo", que se produce cuando plantas
que se desarrollan en suelos con abundante potasio extraen e incorporan a sus
tejidos mucho más del que necesitan. Al igual que el resto de los nutrientes,
para tener una orientación robusta a cerca de la fertilización potásica es
necesario saber el contenido de este nutriente en el suelo. En base a los
resultados del análisis de suelo se puede decidir entre aumentar, mantener o
reducir la dosis de fertilización. En suelos de textura media, puede servir el
siguiente criterio: a) en suelos con contenidos bajos o muy bajos de potasio se
puede incrementar en un 25 o 50 % respectivamente; b) en suelos con
contenidos medios se puede únicamente incorporar las demandas del cultivo
en cuestión; y c) en suelos con contenidos altos o muy altos se puede optar por
suspender temporalmente la aplicación de este nutriente.

 Desordenes fisiológicos inducido por la deficiencia o

exceso nutricionales

Los desórdenes fisiológicos o abióticos se distinguen de otro tipo de trastornos


por el hecho de que no son causados por organismos vivos (tales como virus,
bacterias, hongos, insectos, etc.), sino que son el resultado de la influencia de
factores medioambientales, de las prácticas culturales llevadas a cabo durante
el desarrollo del cultivo y de mutaciones genéticas. Estos desajustes suelen ser
causados por falta o exceso de algún elemento esencial para la vida, y las
manifestaciones de sus efectos van desde síntomas leves, no apreciables a
simple vista, a severas malformaciones y desarrollos raquíticos.
Desafortunadamente, este tipo de trastornos son difíciles de identificar e
irreversibles en la mayoría de los casos.

 Exceso o carencia de nutrientes


Todas las plantas reaccionan al exceso o carencia de nutrientes.
Algunas reacciones son fácilmente reconocibles, pero otras no. Las
plantas pueden atrofiarse, deformarse o mostrar daños en las hojas.
Diferentes desequilibrios de nutrientes provocarán diferentes reacciones;
un desajuste en los niveles de un nutriente determinado puede dar lugar
a la disponibilidad de otro, deseado o no.

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