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DEPENDENCIA EMOCIONAL
1o RECONOCER EL PROBLEMA
2o HACER DE LA RECUPERACION LA PRIORIDAD No 1
3o ROMPER LA RELACION TÓ XICA
4o APRENDER A ESTAR BIEN SOLO
5o APRENDER A ELEGIR
INTRODUCCION
Tienes en tus manos lo que pretendo que sea una guía
concisa y clara un pequeño manual de autoayuda para
definir los pasos fundamentales que todo dependiente
emocional puede y debe seguir si de verdad quiere
superar este problema.
Quiero dejar claro, sin embargo, que sólo son eso: pasos.
Cada uno de ellos conlleva un trabajo intenso que no es
ni fácil, ni rápido.
No hay curas milagrosas para la dependencia emocional.
El camino para superarla es largo y lleno de obstáculos,
pero te aseguro que el destino vale la pena.
Es el camino a la independencia.Y como todos los
caminos, empieza dando el primer paso.
- ¿POR QUÉ ESTA GUÍA?
La mayoría sufren serios problemas emocionales,
producto de unas relaciones desequilibradas e insanas
que se dan principalmente en el ámbito de la pareja,
pero tienen su origen en otras relaciones igualmente
desequilibradas e insanas que se remontan a la infancia,
y que tienen su origen en el entorno familiar.
El principal de estos problemas emocionales es la
dependencia.
Y el problema no está tanto en la otra persona, en la
pareja, en si sufre o no un trastorno mental, o es víctima
de una adicción, o tiene un tipo de personalidad
narcisista, que puede ser, y es en muchas ocasiones, sino
en el mismo dependiente, en sus conflictos emocionales
no resueltos, en sus carencias afectivas y en su bajísima
autoestima.
LOS PASOS
El dependiente emocional no cree tener ninguno, de
problema. A menudo cree que es su pareja quien
necesita ayuda, y asume frecuentemente el papel de
salvador, de ayudador, incluso sin que nadie se lo haya
pedido.
Muchas mujeres sobre todo, asumen rápidamente el rol
de madres, amigas del alma, o terapeutas de sus parejas
problemáticas.
Estas personas experimentan una necesidad afectiva que
va mas allá de lo racional, y, al mismo tiempo, un terrible
miedo a estar solas, a que nadie que las quiera ni las
necesite.
Su validación depende del exterior, de lo que valen para
otros.
Su autoconcepto es tan pobre que no creen valer lo
suficiente por sí mismas, por lo que son como seres
humanos, como para que nadie las pueda querer
simplemente por ello. Y como no se quieren a sí mismas,
necesitan que las quieran desde fuera. Si no es así, no
valen nada.
Por ello buscan desesperadamente tener siempre a
alguien en su vida, y tienen especial predilección por
parejas “difíciles”, distantes, egoístas, arrogantes y
narcisistas, personas a quienes ven de un modo especial,
idealizado, como nadie más las ve.
Es frecuente que, a pesar de la evidente desafección, de
la indiferencia, los desaires, e incluso el maltrato
psicológico, hablen de sus parejas en términos
compasivos, justificándolas :“tú no le conoces como yo”,
“tú no sabes cómo es en realidad”, “en el fondo me
necesita”.
Son incapaces de ver que esa supuesta realidad que ven
en el otro, ese “fondo” que no ve nadie más, no existe:
es únicamente producto de sus deseos, es lo que
querrían que fuera, pero que no es, ni será nunca,
porque no hay más que lo que se ve.
Reconocer estos patrones es fundamental.
Si uno no es consciente de que está enfermo, no hará
nada por sanar, no?
A menudo la concienciación viene cuando el dolor ya es
insoportable, cuando los fracasos amorosos reiterados
han terminado de minar la autoestima, cuando se ha
llegado al punto de perder hasta la dignidad yendo detrás
del objeto de esa pasión enfermiza, cuando se ha perdido
el control de la propia vida...
Viene cuando se toca fondo. Como dijo alguien:
5o APRENDE A ELEGIR
Llegamos al último y definitivo paso.
Pero antes, recapitulemos:
– Has reconocido tu problema de dependencia
emocional.
– Haspuesto todos los medios para resolverlo,
porque has hecho de tu recuperación tu prioridad nº
1.
– Has roto la relación tóxica que te estaba
destruyendo, y has conseguido superar el síndrome
de abstinencia.
– Has aprendido a estar bien, tranquila y feliz sin
necesidad de tener a nadie a tu lado. Ahora estás en
disposición de elegir si quieres estar con alguien, y
con quien quieres estar. Pero el enorme esfuerzo que
has hecho no habrá servido para nada, si vuelves a
elegir mal. Ahora sabes qué quieres, qué esperas de
una relación, pues ahora entiendes que tú también
tienes derecho a poner tus condiciones y tus límites.
No eres únicamente un instrumento que el otro
puede tocar a su antojo. No eres la suma sacerdotisa
de ningún dios.No eres su madre.No eres su
terapeuta.No eres plastilina a la que puede dar
forma cómo y cuando se le antoje. Y,
evidentemente, la persona a la que quieres como
pareja tampoco lo es, por lo que tú, por tu parte,
también has aprendido:
– A respetar al otro, su manera de ser, de
pensar, sus espacios, y su vida en general.
– Aaceptarle como en realidad es, y a no tratar
de cambiarle para convertirle en el que tú querrías
que fuera.
– A confiar.
– A compartir. Porque se trata de compartir y
enriquecer la propia vida, con la del otro, no de
fusionarlas.