FORO DEL LIBRO: DIEZ CLAVES DE LA EDUCACIÓN DE JOSÉ MARÍA AYLLÓN

Teniendo como base el argumento de la obra de José Ramón Ayllón, se proponen los
siguientes planteamientos, los cuales formulan una serie de ideas relacionadas con la
educación y esta a su vez, nos hace reconocer de una manera formativa el papel que
desempeñamos padres y maestros en la labor ardua de EDUCAR:
1. Condición humana:
Esta primera clave debe ser entendida como el principal de recurso que tiene el ser
humano para entregar todo de sí mismo, hacía el bienestar de los demás. Entendiéndolo
desde su concepción, el ser humano debe comprender, en primera instancia, que en la
tarea de educar, debe iniciar por conocerse a sí mismo para empezar a trabajar en el otro.
Por naturaleza, el ser humano es racional, sentimental, moral y social; unido a esto es que
podrá comprender su esencia para abordar los temas más complejos de la existencia.

2. Sentimientos:
A partir de lo anterior, Ayllón evidencia a través de su discurso que el arte de educar no
se concibe si no florecen los sentimientos. En su análisis, concibe que los padres y
maestros debemos apelar a nuestros sentimientos en el momento de educar con amor.
Sin embargo, caemos en el error de la severidad y el autoritarismo, generando el miedo y
el terror dentro de las familias o en el aula de clase. Podemos ser exigentes, pero
debemos ser conscientes que debe hallarse un equilibrio por medio de la exigencia con
afecto.

3. La familia:
La familia como primera comunidad que acerca al individuo con la sociedad. Es el punto
de partida, pues brinda los primeros vínculos afectivos, sociales y de enseñanza,
generando el soporte hacía la concepción de la formación del ser humano. Todo hombre
o mujer, necesita de su familia para que esta lo apoye en cada una de las etapas de su
desarrollo, sin esta no sería posible la integración del ser humano con su prójimo.

4. Autoridad
La autoridad se origina desde un principio básico de orden y disciplina en la sociedad. No
se trata de hacer valer las reglas y normas a toda costa en la familia o en la escuela, sino
de a través del ejemplo brindar la información moral como padres o maestros enseñando
lo que está bien o está mal, así el niño o el joven tendrá la elección de obrar según sus
pensamientos y no esperar para levantarse de los fracasos o derrotas permanentes.
 5. El arte de escuchar:
Esta quinta clave pone en juego el “Arte de escuchar”. No es fácil saber escuchar a los
niños o jóvenes cuando se dirigen a nosotros. Al presentar una inquietud de parte de un
hijo o un alumno hay que cargarse de muy buena actitud y voluntad, ya que a través del
diálogo hay que tratar de buscar la verdad y no imponer la decisión de uno solo o de su
parte. Por otra parte, hay situaciones que no se pueden pactar a través de la escucha,
pues implica un desequilibrio entre el bien y la verdad.

6. La conciencia moral
La educación en esencia nos puede ayudar a enfrentar situaciones reales que nos
enfrenten con el bien o el mal. Distinguir el bien del mal, nos conlleva a juzgar nuestras
propias acciones y ponerles un límite. La conciencia moral, es el dominio propio que nos
exige comportarnos de una manera u otra. Ciertos actos implican consecuencias que solo
la ley juzga en la conciencia de cada quien y cada quien impone su ley.