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FORMACIÓN DOCENTE Y PRÁCTICA PEDAGÓGICA

¿Cómo es la formación docente?, esta respuesta deberá orientarse en dos planos.


El primero referido a la formación académica recibida en las universidades e
instituciones de educación superior que concluye provisionalmente con el grado
académico.

El segundo plano está dado por la formación que se da en el ejercicio de la


profesión docente y en la decisión que tomamos de desarrollar un plan personal,
visto que, la universidad contribuye con un bajo porcentaje de los saben la
elaboración de saberes y dominios.

La formación del docente, licenciado o profesor, en la mayoría de los casos,


concluye en la escolaridad al no disponer de un plan de formación permanente.
Una vez concluidos los estudios universitarios, en parte, con carencias y vacíos el
docente ingresa al ejercicio profesional o continúa con su ejercicio docente con un
conjunto de saberes dispersos, difusos, superficiales que lo acompañan durante
su desempeño; a los cuales se suman la rutina, conformismo, condiciones
adversas del medio, ausencia de programas de formación y un abandono
intelectual que se apodera del docente ayudado por la fragilidad de un
compromiso que no ha podido desarrollar.

Se trata de hacer un balance, sobre como consideramos nuestra formación


docente en relación con los siguientes criterios: formación personal, formación
teórica, formación disciplinar y formación como investigador y lo que es más
importante la promoción de los valores como la libertad, el respeto a la dignidad de
la persona, la solidaridad, el pluralismo y la justicia social.
Es posible, entonces, que la formación docente esté influida de manera marcada
por uno de los modelos anunciados anteriormente; o que tenga elementos de uno
u otro, queda entonces para la reflexión personal determinar ¿cómo puedo
identificar mi modelo de formación?

Desde una perspectiva global las características de los modelos innovadores de


formación docente son las siguientes: Cultura innovadora, entendida como el
conjunto de actitudes, necesidades y expectativas conocidas y compartidas por
toda la comunidad escolar que hacen que el centro de formación tenga una actitud
positiva hacia los procesos de cambio y se encuentre comprometido con la mejora
del proceso formativo y sus resultados. Contextualizados o contextuados. La
propuesta innovadora está contextuada en tres elementos: la institución donde se
sitúa, su entorno social y geográfico y su marco histórico. Con un claro marco
teórico, detrás de cada propuesta hay un concepto de docente, de sistema
educativo y de sociedad surgidos de la reflexión colectiva y concretada en una
serie de propuestas prácticas, cualquier iniciativa innovadora debe orientarse en
unos principios rectores y ser coherente con ellos. Enfoque de abajo hacia arriba,
para que un proceso de transformación pase de las palabras a los hechos es
necesario que la iniciativa, el impulso y la coordinación de los esfuerzos de cambio
provengan del centro. El cambio será real si es la comunidad, en sentido amplio,
quien ha liderado ese cambio.

Estas características nos llevan a presentar las principales tendencias que pueden
contribuir a orientar los procesos orientados a elaborar un modelo de formación
docente: formación basa en competencias, interrelación teoría práctica, la
investigación como forma de reflexión, una visión transdisciplinar de la formación,
combinación de una formación generalista con la especializada, formación
semipresencial como estrategia para la formación de docentes en servicio.

Estas ideas deben tienen como propósito insistir en la formación de un docente-


investigador que trascienda la enseñanza y que investigue desde su práctica
pedagógica y sobre los hechos que afectan la vida educativa. La actuación del
docente no debe ser sólo para consumir conocimientos producidos por otros, sino
que, al reivindicar la condición de generador de teorías, está en la posibilidad de
producir nuevos conocimientos que deben ser socializados y sistematizados para
que sean útiles a la sociedad.

Por otra parte la práctica pedagógica e una actividad diaria que se desarrolla en
las aulas, laboratorios u otros espacios, orientada por un currículo y que tiene
como propósito la formación de los alumnos es. Esta entidad posee componentes:
los docentes, el currículo, los alumnos, y el proceso formativo.

Los docentes son una circunstancia que se forma a partir de una persona. Si la
formación personal es fuerte, sólida, así lo será el docente. Por ello es necesario
preguntarse ¿Cuáles son los valores y convicciones que orientan mi actuación?
¿Acaso vivo desde el personaje que aparento ser o desde la persona que soy?,
¿Qué es lo que orienta mi vida? ¿Tener más o ser más? Se trata de darle sentido
a nuestra vida, y así evitar quedarnos llenos de nada y vacíos de todo.

Otro componente importante es el currículo y en nuestras instituciones educativas


coexisten tres versiones: un currículo oficial prescrito por las autoridades
educativas, un currículo oculto, derivado de la rutinas, prácticas y costumbres que
se dan en la institución y un currículo real como expresión del balance de los dos
anteriores. En esta realidad los docentes deben mediar con los alumnos y procurar
su formación en un proceso que tiende a ser normalizador, regulado, progresivo,
público y controlado.

En relación con los alumnos, es importante destacar que el propósito de formar


necesita una teoría pedagógica, pues, la pedagogía se fundamenta en la
formación y este proceso debe tener como orientación al hombre, entonces, se
necesita de una antropología y una cosmovisión; es decir, una concepción del
hombre que se quiere formar y un proyecto de la sociedad.

Como proceso formativo, es importante destacar que en toda acción educativa


está en juego un conjunto de valores que sustentan fines, que a su vez
corresponden a una imagen de hombre en una sociedad determinada y que se
difunden, de manera sistemática y metódica. No existe sociedad que no tenga un
perfil humano acorde con los intereses predominantes, a la cosmovisión que se
acepta como representativa del colectivo que es la que se entrega mediante la
acción pedagógica a las generaciones de relevo. Nuestra sociedad tiene un
conjunto de valores que son dignos de promoverse en tanto se convierten en
fines; es decir, asumen una condición teleológica.

Una mirada a la historia de la educación muestra cuales fueron los valores


predominantes: Los griegos educaron para el logos. Los romanos para el orden.
La edad media para la santidad. “Logos”, “orden”, “santidad”, “individualidad”,
“productividad” son todos valores y a la vez fines, que, en determinadas
coyunturas históricas, se aceptaron como dignos de ser alcanzados.

Todos estos elementos pueden ser útiles para: desarrollar un proceso reflexivo en
la reconstrucción de una práctica pedagógica, y definir un criterio teórico-
metodológico que permita establecer la diferencia entre el docente que se aspira a
ser y el que realmente somos, y así procurar la correspondencia entre la prédica y
el testimonio en nuestra vida docente.
ELEMENTOS PARA EVALUAR PLANES DE ESTUDIO EN LA
EDUCACIÓN SUPERIOR

Un plan de estudios se entiende una estructura que orienta a la comunidad


educativa y manifiesta la planificación del proceso de aprendizaje. De acuerdo con
Carvajal (1984) “Es una síntesis instrumental mediante la cual se organizan y
ordenan una serie de factores tales como propósitos, metas, disciplinas, recursos
y perfiles, para fines de enseñanza y aprendizaje de una profesión que se
considere
social y culturalmente importante.”

El establecimiento de un plan de estudios para el desarrollo de una carrera a nivel


universitario o la actualización de uno ya vigente, obliga a pensar en su
evaluación,
lo cual favorece la confiabilidad y validez del plan y de la carrera que respalda. El
evaluar un plan de estudios permite descubrir qué aspecto es necesario actualizar,
los aciertos, las fallas, las debilidades y las actualizaciones necesarias que se
requieren para ponerlo acorde con el desarrollo científico y tecnológico y con las
demandas de la sociedad a la que servirá el profesional que se forme con ese plan
de estudios.

La propuesta de un modelo de evaluación para un plan de estudios en la


educación superior, obliga a definir cuáles son los objetos del plan de estudios que
se desean evaluar. La evaluación de la congruencia interna de los planes de
estudio, contempla aspectos como:

Los objetivos generales del plan, confrontados con los fundamentos. Esto permite
descubrir si el plan tiene faltante de cursos u omisiones de otros, si se dan
repeticiones o si la organización del plan debe modificarse.
La viabilidad del plan en relación con los recursos, tanto materiales como
humanos, y si son suficientes para cumplir los objetivos propuestos. Es necesario
verificar si los recursos son accesibles a los profesores y a los estudiantes. Aquí,
se entiende por recursos humanos, los profesores y el personal administrativo; y
por recursos materiales, se consideran las aulas, libros, laboratorios, medios
audiovisuales y material didáctico en general.

La continuidad e integración del plan, la cual confronta los objetivos de los cursos
con los objetivos del plan. Es necesario, verificar si los cursos ofrecen las
necesidades de formación, y si por medio de los objetivos de los cursos es posible
lograr los objetivos de la carrera. Por medio de la continuidad, se analiza si la
ubicación de los cursos es la apropiada, si la relación entre cursos requisitos y
correquisitos presenta la secuencia adecuada.

El análisis de la interrelación entre los cursos del plan es lo que permite identificar
las relaciones congruentes, al comprobar la relación de apoyo entre cursos, y las
incongruentes al estar ausente esta relación.

La vigencia del plan permite identificar su actualidad respecto del perfil profesional,
y de los avances en el campo científico, social, disciplinario, psicológico y
pedagógico.

La evaluación de la congruencia externa debe contemplar, principalmente, el


impacto social que tiene el egresado de ese plan de estudios. Este impacto se
puede analizar a partir de elementos como:

El análisis de las funciones que debe cumplir la persona que se egresa de este
plan de estudios, si realmente está capacitada para hacer frente a las funciones
que le demanda el puesto que desempeña, o si es necesario incluir en ese plan la
capacitación para otras funciones. La revisión de los mercados de trabajo donde
se identifican las demandas, las necesidades del campo laboral y los índices de
desempleo en este campo. El papel del egresado en la solución de los problemas
reales de la comunidad a la cual dedica sus capacidades. Aquí, se identifica si
existe o no el vínculo entre la institución educativa y el entorno social.

Para llevar a cabo la evaluación del plan de estudios, de acuerdo con el modelo
propuesto, se deben considerar diferentes actores, según el campo que involucre.
En cada una de las áreas deben participar todos los actores que forman parte de
la
acción educativa, como son:

Director o directora de la carrera, persona que conoce el plan, los usuarios, los
departamentos de personal para cubrir en lo que respecta a los docentes, así
como los órganos que dictaminen las debilidades y expongan los razonamientos
respecto de las necesidades reales. Consejo asesor de la unidad académica que
administra el plan, quien debe estar al tanto de la demanda que presenta cada
curso, el perfil profesional del graduado de dicha carrera y de la demanda que
tiene el plan en cuestión. Los docentes que imparten los cursos porque son
quienes mejor conocen el tipo de estudiante que sigue la carrera, y las
necesidades de los cursos que corresponden a ese plan de estudios. Los
estudiantes que siguen la carrera que corresponde al plan, quienes están al tanto
de las necesidades y satisfacciones que brinda, y saben qué aspecto es necesario
contemplar en el momento de una actualización. El personal administrativo, que
tiene conocimiento del plan y colabora con su eficaz aplicación; y porque además
conocen las necesidades reales de demanda de los diferentes cursos, tanto de los
específicos como de los de servicio.

Un plan de estudios debe evaluarse en tres etapas, establecidas de acuerdo con


la ejecución del plan, contemplando los intereses de la institución que lo tiene en
vigencia:
Cuando es un plan nuevo, debe evaluarse al finalizar cada ciclo lectivo, para
determinar la pertinencia del programa en su orden de cursos por ciclos. Durante
la implementación del plan, para analizar la coherencia y la secuencia de los
cursos en su orden. Cuando se egresa la primera promoción de la carrera que
sigue el plan que se desea evaluar, para establecer si ese plan llenó las
expectativas de los profesionales que se graduaron de acuerdo con los
contenidos.

Para la evaluación del plan de estudios se pueden aplicar metodologías


participativas en las que el grupo de actores considerados para cada área aporte
la información necesaria por medio de diferentes técnicas. Los cuestionarios con
preguntas cerradas, permiten una cuantificación más rápida de la información, y
dan la oportunidad de generar tablas de datos, que luego se presentan en gráficos
que facilitan su interpretación; pero se hace necesario considerar las entrevistas y
las observaciones que aportan información más interactiva y de carácter
cualitativo. Las entrevistas abiertas y las entrevistas a profundidad se pueden
aplicar a las autoridades, ya que constituyen un número reducido de personas, y
pueden aportar información muy valiosa sobre el plan que se evalúa, y confrontar
esta con la que aporten otras personas involucra das en el plan de estudios.

Los planteamientos anteriormente expuestos permiten conocer los aspectos


generales que se deben considerar para una evaluación. Al presentar los
elementos para la evaluación de un plan de estudios de educación superior, tiene
como objetivo evidenciar todos aquellos aspectos que deben ser tomados en
cuenta en el diseño, en la puesta en práctica y en la evaluación del plan, que
conduzca a sus usuarios por el camino de una preparación acorde con las
necesidades de la sociedad a la cual va a servir. La evaluación de los planes de
estudio constituye una actividad cuya importancia requiere poner mayor énfasis en
los procesos orientados para tal propósito, lo cual supone, sustentar estos
procesos tanto desde el punto de vista teórico como desde el metodológico y
técnico-Instrumental.
UNIVERSIDAD DEL GÓLFO DE MÉXICO
CAMPUS ACAYUCAN

LICENCIATURA EN PEDAGOGÍA

PRÁCTICA PROFESIONAL II

ESQUEMAS

P R E S E N T A :

JESÚS GILBERTO LÓPEZ TRINIDAD

DOCENTE :
LIC. DOMINGO MENDEZ REYES

ACAYUCAN, VER A 17 DE MAYO DE 2020.


- Formación - Instituciones - Cultura innovadora
académica - universidades - Contextualizados
FORMACIÓN DOCENTE Modelos innovadores - Claro marco teórico
- Ejercicio de Formación en la de formación - Enfoque de abajo hacia arriba
la profesión práctica

FORMACIÓN DOCENTE
Y PRACTICA PEDAGÓGICA Individuo que le da vida a
- Los docentes la práctica pedagógica

- Currículo oficial
Actividad desarrollada - El currículo - Currículo oculto
PRACTICA PEDAGÓGICA en las aulas y orientada - Currículo real
por un currículo
Formación y orientación
- Los alumnos al individuo

- El proceso valores que sustentan fines


formativo y que se difunden de manera
sistemática y metódica
- Objetivos generales
- Viabilidad - Permite identificar los logros
ELEMENTOS INTERNOS - Continuidad e integración obtenidos a lo largo del
DEL PLAN DE ESTUDIOS - Análisis desarrollo del plan de estudios
- Vigencia

- Conlleva a la toma de decisiones

- Análisis de las funciones del egresado - llena expectativas de usuarios


ELEMENTOS PARA EVALUAR ELEMENTOS EXTERNOS - Mercados de trabajo y emprendedores
PLANES DE ESTUDIO EN LA DEL PLAN DE ESTUDIOS - Papel del egresado en la solución
EDUCACION SUPERIOR de problemas

- Director Principales actores involucrados


ACTORES SOCIALES DE - Consejo asesor en la acción educativa
LA EVALUACIÓN - Docentes
- Estudiantes

- Cuando es un plan nuevo Determinar la pertinencia


MOMENTOS DE LA del programa
EVALUACIÓN
- Durante la implementación Analizar la coherencia
Y la secuencia

- Cuando se egresa la generación cumplir con las expectativas

- Cuestionarios de - Cuantificación rápida de


METODOLOGIA DE LA preguntas abiertas la información
EVALUACIÓN

- Entrevistas abiertas y - Aportan información valiosa


CONCLUSIÓN

A través de la lectura y análisis de los artículos podemos concluir que la formación


docente y la práctica educativa es importante y necesaria para establecer vínculos de
crecimiento y desarrollo profesional, debido a que se adquieren experiencias e ideas
innovadoras y al mismo tiempo permite replantear la dinámica de la práctica educativa,
considerando que esta debería de renovarse constantemente.

Por otra parte, los programas de estudio constituyen un elemento fundamental dentro
del proceso educativo, la estructura que a este se le dé al mismo puede ser la
diferencia en el tipo de formación y nivel de calidad educativa que se pueda generar en
una institución educativa. Es por ello que es importante evaluar un pan de estudios,
debido a que permite descubrir que cambios son necesarios para un rediseño de estos,
el establecimiento de los lineamientos para su actualización y el tiempo en que se debe
cumplir con esta para que el plan no pierda vigencia.

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