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Inventar o Innovar?...

Mejor INVENOVAR

Es preocupante y notorio que como país no tengamos un número elevado de


patentes, de hecho, simplemente que tengamos; situación que podríamos
modificar si apuntáramos a “crear deseos, en lugar de satisfacer necesidades”.
Como primera visión, esto parece ilógico, sin embargo es más común de lo que
pensamos; como ejemplo, cito la idea de que las mujeres no compran
cosméticos, sino belleza y los hombres no compran zapatos de futbol sino
pagan por ser los mejores jugadores de futbol, ya que hay una gran diferencia
entre lo que el producto hace y lo que el consumidor realmente necesita.
Abraham Maslow en su artículo “Teoría sobre la motivación humana”
menciona: que los seres humanos contamos con una jerarquía de
requerimientos que debemos cubrir en orden específico, creando así la
“pirámide de Maslow” en donde las demandas de sobrevivencia son la base y
aspectos adicionales son superiores.
Pero ¿Cómo lograr convertir una necesidad en deseo? La respuesta es en
conseguir que el producto que se ofrece sea algo que el consumidor deba
aspirar (o desear).
Por ello al trabajar con los alumnos en el aula, se debe alentar a que formen
parte de los proyectos emprendedores creando nuevas necesidades y
analizando algunos proyectos que ya han sido logrados para verificar en que
basaron su construcción, lo anterior nos obliga a cambiar paradigmas para no
poder utilizar la imaginación.
Los países dueños de la tecnología son expertos en generar necesidades, lo
mismo hacen las grandes empresas que hoy todos recordamos, por ejemplo,
se escucha el pronto fin del foco, pues pronto habrá paredes cuyos materiales
sean capaces de emitir luz, por ello, no existe un inventor, tampoco un
innovador, pues la luz ya existía solamente se está reorientando su uso, así
que debemos ser sujetos dispuestos a modificar lo que tenemos
“invenovadores” quien será capaz de aplicar los conocimientos que nos dio
una simple luciérnaga.
¿Lo haz pensado?...

Profesor: Carlos Francisco Ruíz Mendoza


¿Eres revolucionario o independiente?

Hoy día, hay muchos factores que parecieran ser los justificantes para
conformarnos y no hacer nada, pero en nuestras propias manos está nuestro
país. Un México cuyas generaciones hemos heredado, a pesar de las
dificultades que hay se han convertido en problemas sin solución.
Este año se cumplen ciclos, centenarios y bicentenarios, pero también se
cumplen años de historia anónima, pues día con día escribimos nuestra propia
historia, vivimos, pensamos, la cuestión es si ¿dejamos de ser revolucionarios
para ser independientes?...
México no necesita guerrillas, manifestaciones o luchas armadas, sino gente
que ame a su patria y que esté dispuesta a ser la diferencia; necesita
individuos capaces de tomar decisiones sin miedo a equivocarse, sin retroceder
y sin rendirse; éste cambio no será instantáneo ni menos complicado,
simplemente debemos observar nuestras raíces de esa cultura que ignoramos.
Existen muchas ideologías y a veces objetivos vanos, pero los jóvenes deben
tener confianza en que pueden mejorar su entorno, sabiendo que es difícil pero
no imposible cambiar lo que ya sucedió modificando la visión que se tiene de
ese futuro cercano, dejando de ser pesimistas y conformistas.
Por ello, lanzo el reto a todo que lo quiera tomar a que confrontes tus metas,
veas de donde vienes y pienses si lo que haces hoy te acerca a lo que quieres;
deja ya de quejarte y mejor plantea soluciones, recuerda que nuestro país no
es solo un territorio, sino somos todos.
Somos parte de una cultura que quizá desconocemos y discriminamos, si aquí
vivimos, entonces ¿Qué esperas para ser revolucionario?; simplemente
recuerda que no son necesarias las armas, pero si el darnos cuenta de que hoy
se puede cambiar el mañana…
Bien decía Salvador Allende “La historia misma, nos juzgará”.

Profesor: Carlos Francisco Ruíz Mendoza

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