Primaria 6.
o grado
Semana 9
DÍA 4
La siembra y la cosecha del agua,
una técnica ancestral que aún funciona
Los pobladores de la comunidad ancashina Cordillera
Blanca comenzaron a echar de menos el agua
proveniente de las lagunas y humedales que
alimentaban su microcuenca y sus campos verdes.
Esta, al igual que muchas zonas altoandinas, comenzó
a sufrir de estrés hídrico, uno de los efectos del cambio
climático.
Los animales morían porque el agua
estaba envenenada y no tenían pastos
ni nada que comer. Las personas se
enfermaron sin saber la causa.
Los pobladores comprendieron
que con agua contaminada la vida
era insostenible tanto para sus
animales como para ellos mismos.
Sin embargo, pensaron que los
humedales que se forman por la
correntía y la filtración del agua
podrían ser la solución.
ETAPA 1
Identifican la causa de la contaminación y sus
características con ayuda de geólogos e
instrumentos tecnológicos.
¿Cómo siembran y cosechan el agua?
Esta actividad está basada en una práctica
ancestral de gestión del agua, según la cual se
concentra la mayor cantidad de agua en
vasos naturales desde donde estaba el
foco de la contaminación.
Las actividades más importantes para la ejecución de la siembra
y la cosecha del agua, según notas de “Rumbo a un Programa Nacional
de Siembra y Cosecha de Agua”, del Ministerio de Agricultura y Riego, son las siguientes:
La planificación mediante calendarios hidrológicos con
datos meteorológicos (precipitación, temperatura y
otros).
El monitoreo con participación comunal, basado en la
observación y en la medición periódica de cuánta lluvia
cae en promedio, cuánta agua corre por los cauces
diseñados y cuál es su calidad.
La infiltración: construcción de canales, zanjas, pequeñas
lagunas, con diques de retención o “atajaditos” (diques
rústicos).
El almacenamiento de agua: estanques con arcilla
compactada para el control de la erosión y la reducción
de escorrentías.
Recuperación de praderas naturales mediante clausuras
temporales o cercos rotativos.
Recuperación de semillas de pastos naturales
resiembra de pastos.
Distribución y eficiencia en el uso del agua: medidas de
protección, mejoras en el riego.
Años atrás existía abundante nevada, había
mucha agua; pero, con el paso del tiempo, el
nevado empezó a desaparecer, el agua
disminuyó, los puquiales comenzaron a
secarse y las rocas y minerales quedaron al
descubierto y empezaron a oxidarse.
En esta altura, las tierras son muy
productivas. La agricultura y la ganadería
son las actividades económicas de las
familias. Pero ni la agricultura ni la
ganadería son sostenibles si el agua que
llega a sus tierras es ácida.
Comprendieron también que, de
manera desorganizada y cada
uno trabajando en lo suyo, era
muy poco lo que podían hacer.
Y que, más bien, unidos y organizados
era posible no solo resistir los efectos
del cambio climático, sino también no
tener aguas contaminadas.
ETAPA 2
RECUPERACIÓN: Una apropiada gestión del agua de lluvia.
Los dirigentes de la comunidad se convierten en motores de
este proyecto y, mano a mano con los demás comuneros,
trabajan juntos para dejar a sus hijas e hijos un patrimonio
natural y enseñarles a proteger el ambiente.
La estrategia consiste en la construcción de diques de piedra con núcleos
de arcilla, que permiten el almacenamiento del agua de la lluvia en
lagunas. Además, hace que el agua se infiltre al suelo y al subsuelo,
alimentando así a los acuíferos que dan origen a los ojos de agua o
puquios. Esto contribuye al
mejoramiento de los
humedales, tan importantes
para la conservación de los
ecosistemas.
Protección de fuentes de agua.
Todo esto fue perfectamente comprendido por culturas
como chavín, nasca, mochica, chimú, entre otras, que
lograron la mayor eficiencia posible con obras de
ingeniería hidráulica, las cuales hoy en día siguen
sorprendiendo por la vigencia de su funcionamiento.
Estas técnicas fueron perfeccionadas y expandidas por
los incas en gran parte del territorio que controlaban,
con lo cual garantizaron la provisión de agua y
alimentos para toda su
población.
Con ello, la comunidad
pudo enfrentar el cambio
climático, que afecta a los
glaciares en los Andes y que hace
peligrar las fuentes de agua, de las que se abastecen
la agricultura y el consumo humano en general.
y