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EXISTENCIA

Libro: Rollo May y otros, Existencia


Capítulos: 3 (escrito por Ellenberger H)

FENOMENOLOGIA PSIQUIATRICA Y ANALISIS EXISTENCIAL


 
La fenomenología psiquiátrica y el análisis existencial constituyen dos concepciones clínicas diferentes
dentro de la psiquiatría de nuestro siglo, que han utilizado ideas de otras tantas corrientes filosóficas:
la fenomenología husserliana y el existencialismo, respectivamente.
 

La historia de la psicología nos muestra que toda corriente, escuela o teoría psicológica se funda, implícita
o explícitamente en alguna concepción filosófica. Así, la fenomenología psiquiátrica utiliza ciertos conceptos de la
fenomenología de Husserl como instrumentos de investigación, mientras que el análisis existencial hace otro tanto
con respecto a la corriente filosófica existencialista, y en particular la de inspiración heideggeriana.

Pero, ¿cuál es el sentido y la finalidad de estas concepciones psiquiátricas? La fenomenología psiquiátrica


es la primera que surge, y lo hace ante la insuficiencia de los cuadros referenciales clásicos de los siglos XVIII y
XIX, insuficiencia consistente en que se mostraban incapaces de captar las experiencias subjetivas de los
pacientes. Esta misma finalidad persiguió el análisis existencial, que a su vez surgió a partir de considerar la
posibilidad de poder ampliar (aunque no reemplazar) los esquemas en que se movía la fenomenología psiquiátrica.
Examinemos con algún detalle estas dos corrientes de la psiquiatría, que, por otra parte, lejos de oponerse al
psicoanálisis, se complementan con él.
 
Fenomenología psiquiátrica
 
La fenomenología psiquiátrica es un modo de investigación psiquiátrica desarrollada especialmente por
Eugéne Minkovski sobre la base de la filosofía de Husserl, designada habitualmente como 'fenomenología'. Más
concretamente, Minkowski tomó como referencia el principio metodológico fundamental sobre el cual Husserl
intentó fundar una nueva psicología y filosofía universal. Tal principio establecía que debe observarse un fenómeno
con absoluta imparcialidad, tal como él se manifiesta y sin hacer consideraciones teóricas ni emitir juicios de valor
acerca de él.

Tal principio husserliano presenta una semejanza con la regla básica de Freud para el análisis, regla según
la cual el paciente debe verbalizar espontánea y libremente todo lo que se le ocurra, sin vergüenza, culpa o
ansiedad, lo que, según Ellenberger, tiene una similitud con la propuesta de Husserl de una contemplación
imparcial de los fenómenos.

El mismo autor traza aún otras analogías: así como el paciente que asocia se ve inhibido por las
resistencias (que el analista traducirá como transferencia, defensas, etc), quien aplica el método husserliano
tampoco llega nunca a una completa observación o reducción del fenómeno, de manera que el ideal de total
objetividad es sólo una tendencia que no alcanza a cumplirse nunca.

Otras analogías entre ambos métodos residen en que, en ambos casos lo observado puede ser utilizado
luego para hacer un análisis o estudio, que en la teoría freudiana consiste en hacer interpretaciones, y en la
fenomenología psiquiátrica consistirá en hacer un análisis estructural o categorial, como enseguida veremos.

También, tanto el fenomenólogo como el analista prestan especial atención a sus propios estados de
conciencia, el último a través del análisis de la contratransferencia, análisis que no es más que la aplicación de los
métodos fenomenológicos. Y finalmente, tanto unos como otros centran también su atención en los estados de
conciencia subjetivos del paciente. Para esta última investigación, dentro de la fenomenología psiquiátrica se han
propuesto tres métodos distintos: la fenomenología descriptiva, la genético-estructural y la categorial.

a) Fenomenología descriptiva.- Esta línea de investigación se basa enteramente en la descripción que hace el
paciente mismo sobre sus experiencias subjetivas. La fenomenología descriptiva la lleva a cabo el psiquiatra,
desde luego, basándose en los datos que el paciente le suministra. Jaspers la definió mostrándola como una
descripción cuidadosa y exacta de las experiencias subjetivas de los enfermos mentales, en un esfuerzo por
empatizar los más íntimamente con ellas. Este método se reveló como insuficiente, sobre todo porque los
pacientes no recordaban todas sus experiencias subjetivas, por lo que se buscó complementarlo con otros
métodos, que son los que siguen.

b) Fenomenología genético-estructural.- Este planteo presupone una unidad fundamental en los estados de
conciencia de un individuo, intentando encontrar un denominador común, un 'factor genético' con cuya ayuda
puede entenderse y reconstruírse el resto. Mientras la fenomenología descriptiva proporciona un arsenal de datos
inconexos, la fenomenología genético-estructural busca reconocer sus mutuas conexiones e interrelaciones,
muchas veces imposibles de identificar por el paciente mismo.

Así, Minkowski se propone utilizar su 'análisis estructural' para descubrir el 'trastorno generador' del cual
se puede deducir todo el contenido de la conciencia y los síntomas del paciente. Para el caso de la esquizofrenia,
por ejemplo, menciona como perturbación básica específica la "pérdida del contacto vital con la realidad".

c) Fenomenología categorial.- El análisis categorial implica organizar la investigación del mundo interno del
paciente a partir de ciertas coordenadas 'fenomenológicas', de las cuales las principales son cuatro: la
temporalidad, la espacialidad, la causalidad y la materialidad. El investigador debe analizar cómo el paciente
experimenta cada una de ellas, con el fin de trazar sobre esa base una reconstrucción perfecta y detallada de su
mundo experiencial. Con respecto a la primera categoría, se trata de examinar si el paciente padece o no
desorientación con respecto al tiempo, y si sus operaciones mentales siguen un ritmo acelerado o retardado. Claro
está que el tiempo que se analiza es el tiempo experimentado por el paciente y no el tiempo objetivo,
cronológico. Así, el pasado objetivamente considerado ya no existe, pero puede seguir teniendo realidad en el
sujeto.

Con respecto al espacio, la investigación clínica empezaría por registrar la actitud del individuo en relación
al espacio. En la agorafobia y en la claustrofobia se evidencia una experiencia espacial perturbada, aunque hay
otras formas de experimentar el espacio: unos tratan de explorarlo y conquistarlo, otros de conservarlo y
defenderlo, otros de organizarlo y utilizarlo, y otros buscan delinearlo y medirlo. Hay otras personas que tienden a
estrecharse y se contentan con reducidos espacios vitales. Patológicamente, la estructura espacial vital está en
relación con las alucinaciones y las manías. Merleau-Ponty llega a señalar al respecto que "lo que garantiza a un
hombre sano contra las manías y alucinaciones no es su comprobación de la realidad sino la estructura de su
espacio".

Respecto de la causalidad, por ejemplo los melancólicos la vivencian como determinismo, mientras que los
maníacos como azar, es decir, como completa irresponsabilidad.
LOS PRESOS EN LA CARCEL Y LA CULPA
En la materialidad o sustancialidad debemos considerar, a los efectos del análisis fenomenológico, las cualidades
'materiales' que el paciente experimenta respecto de sus estados de conciencia, como por ejemplo la consistencia
(hay pensamientos 'fluidos', opiniones 'blandas'), la luz y el color (el depresivo ve todo 'negro', el maníaco todo
'rosa', etc), así como otras cualidades como frío y calor, tensión, resistencia, pesadez, etc.

En suma: cualquiera que fuese el método utilizado en el análisis fenomenológico (descriptivo, genético-
estructural o categorial) su finalidad es siempre la misma: la reconstrucción del mundo interior experiencial del
sujeto. Los estudios fenomenológicos y los psicoanalíticos se complementan mutuamente, y la diferencia entre
ambos radicaría más que nada en que el psicoanálisis enfatizará la investigación de los aspectos causales e
históricos.

 
Análisis existencial
 
Si para la fenomenología psiquiátrica la reconstrucción del mundo interior del paciente puede constituír un
fin en sí mísmo, para un analista existencial esto es solamente una parte de un plan más amplio. Pero resumamos
previamente la filosofía en la cual se basa esta modalidad clínica: la filosofía existencialista, o simplemente
existencialismo. Esta corriente de pensamiento toma como principal centro de interés y consideración la
experiencia más inmediata del hombre: su propia existencia.

Heidegger fue, de los filósofos existencialistas, quien más influencia ejerció sobre la psiquiatría, y al
respecto su pensamiento se basa en tres puntos: a) hay una diferencia entre la existencia de las cosas y la
existencia de los seres humanos; esta última se llama Dasein y designa un modo peculiar de existir. b) Esta
existencia es diferente porque el hombre no es un objeto prefabricado sino que se construye a sí mísmo mediante
sus propias decisiones, pudiendo elegir entre existencias auténticas y existencias inauténticas. La primera, es
aquella donde el hombre asume la responsabilidad de su propia existencia, mientras que la segunda caracteriza la
modalidad del hombre que vive bajo la tiranía de la colectividad anónima. c) Heidegger tomó conceptos de la
fenomenología de Husserl, siendo su filosofía fundamentalmente una fenomenología del Dasein, de la existencia
humana.

Este sistema filosófico ejerció su influencia decisiva sobre la psiquiatría, generando en esta dos líneas: la
psicoterapia existencialista, y el análisis existencial de Binswanger (ver esquema).

a) Psicoterapia existencialista.- Consiste en la mera aplicación de ciertos conceptos existencialistas a la


psicoterapia, sin tomar en cuenta la fenomenología o el psicoanálisis.
De esta línea surgieron tres conceptos importantes: 1) el de 'neurosis existencial', vinculado con una
incapacidad por asignar un significado a la propia vida, o de asumir una existencia auténtica; 2) la idea de
'encuentro', que no debe ser confundida con la transferencia o la identificación, y que consiste en una experiencia
bipersonal novedosa y creadora capaz de abrir nuevos horizontes y encontrar nuevas respuestas; y 3) la idea de
'Kairos', que es el punto o momento crítico en el curso de una enfermedad, donde la oportuna aplicación
terapéutica logra su cometido de manera óptima.

b) Análisis existencial de Binswanger.- Lo que L. Binswanger denominó 'análisis existencial' representa una síntesis
de psicoanálisis, fenomenología y conceptos existencialistas modificados por nuevas intuiciones originales. Se trata
de una reconstrucción del mundo interior del paciente psiquiátrico, con el auxilio de un armazón conceptual
inspirado en los estudios de Heidegger sobre la estructura de la existencia humana.

Este modelo presenta algunas diferencias con la fenomenología psiquiátrica: 1) El análisis existencial no se
limita, como la fenomenología, a estudiar los estados de conciencia, sino que toma en cuenta toda la estructura de
la existencia del individuo. 2) Mientras que la fenomenología psiquiátrica insistía sobre la unidad del mundo
experiencial del paciente, el análisis existencial acentúa la idea de que un individuo puede vivir en dos o más
mundos, a veces opuestos. 3) La fenomenología psiquiátrica sólo tenía en cuenta los mundos subjetivos asequibles
a la experiencia inmediata. El análisis existencial intenta trascender este 'aquí y ahora' y se esfuerza por
reconstruír el desarrollo y la transformación del mundo (o de los mundos) del paciente, lo cual implica un estudio
biográfico auxiliado por el psicoanálisis.

Originalmente, Binswanger organizó sus descripciones en torno a la distinción entre Umwelt, Mitwelt y
Eigenwelt, pero después utilizó un cuadro referencial más amplio: los denominados modos existenciales. Un modo
existencial es la dimensión del ser humano (Dasein) en relación a sus semejantes (Mitwelt). Los modos
existenciales son el 'dual' (yo-tú, intimidad, amor), el 'plural' (yo-él o yo-ellos, lucha, competencia, relaciones
formales), el 'singular' (relación del sujeto consigo mismo, e incluso con su propio cuerpo), y el modo 'anónimo'
(que es el modo de vivir y relacionarse individualmente dentro de una colectividad anónima).

A los efectos de evaluar la influencia que ejerció el análisis existencial sobre la psicoterapia, debemos tener
en cuenta las siguientes consideraciones: 1) La conducta del analista existencial no se diferencia, aparentemente,
de la de cualquier otro psicoterapeuta: simplemente ordena sus observaciones dentro del cuadro de conceptos
analíticos existenciales. 2) No descarta otras alternativas: la fenomenología puede ayudar mucho aún, en el
terreno de la psicoterapia, a pacientes aún muy incultos o muy enfermos. 3) La labor de reconstrucción del mundo
subjetivo de un paciente es algo más que un ejercicio académico, ya que los pacientes no son material inerte,
reaccionando en uno u otro sentido ante todo intento de abordaje. Más concretamente, reaccionan con una actitud
más dispuesta ante el análisis existencial porque este enfoque procura comprenderlos y entrar en su intimidad, sin
que su examen sea puramente científico y deshumanizado. PC
 
 
 

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