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LA PSICOLOGIA

DEL
COMPORTAMIENTO

(]oI,I,](](:I()N IINIVIiITSII'ARIA DE BOLSILLO


l,UN',t'() OMEGA

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PIERRE NAVILLE

LA PSICOLOGIA
l)l:1. COMPORTAMIENTO
l,I- BEHAVIORISMO DE §TATSON

IIDICIONES GUADARRAMA
Lope de Rueda, 1"3
MADRID
I
I\

Este libro fue publicado por


ÉDITIONS GALLIMARD, Paris, 196)
Nueva eclicirín ¿umcntacl¿r
(irn cl títr,rlo
LA I'SYClI()l.O(; I Ii DU CO¡tiPOR'tI:ltlIiN'I , ,.4 1

l,c llcl.u uittri yta d c'tV tl sott

L,o trirrlrrjo rl cr¡slcll¿rno


Nt,]\1 t,:st() M()t(t,: t'()N l.(»t>t:,/,
)

l)«rttittlir rlc
l,t,lt)l{o Rot)R I(;tnlz

@ Copyrigltt by
EDICIONES GUADARRAMA, S. A. - Maclrid, 1970

Depósito iegal: M. 10.586.-1970


Printed in Spain by
Antns GnÁrrcAs BTNzAL - Virtudes, 7 - M¡mr»
CONTENIDO
, ,.4 1

970
*L.

Prefaci

I,

IL

III.

IV.

V.
Prefacio 11

I, ¿QUE ES EL BEHAVIORISMO? 15
La psicología introspectiva.-«Conciencia>> y
comportamiento.-Origen del behaviorismo.-
La escuela de Pavlov y la psicología anímal.-
¿Qué es el comportamiento?-Introspección
y testimdñlo. -
IL pRoBLEMAs, METoDos, TECNICAS ...... 30
Estímulo y respuesta.-Behaviorismo, fisiolo-
gía y físico-química.-Clasificación de las res-
puestas.-La observación científica.-Ref lejos
y refleio condicionado.-El condicio4amie-nto
en el hombre.-La experimentación behavio-
rGiil*-
III. ¿QUE ES EL CUERPo HUMANO? 57
El organismo y el sistema nervioso.-Mecanis-
mo y organismo.-El sistema genético.-Cé-
lulas y tejidos fundamentales.-Organos senso-
tiales y órganos de respuesta.-Las glándulas
endocrinas.-¿Puede condicionatse la activi-
dad de las glándulas endocrinas?-Influjo net-
vloso y cfonaxla.

IV. ¿ExrsrEN Los rNSTrNTos? .... 8l


La tesis behaviorista.-Educación y heren-
cia.-Las diferencias individuales de esttuctu-
ra.-Diferencias en el ptimer aprendizaje.-El
caso de los gemelos univitelinos.-La vida in-
traute¡ina.-Bagaje no adquirido del niño de
pecho.-No hay instintos.-La cotriente de
actividad.

V. LAS EMocroNES.... t20


Importancia de la vida emocional.-Teoría de
\1. James.-Concepción introspeccionista de la
10
Contenidr-t

vida emocional.-Respuesta tipo y respuesta


alterada.-Comportamiento embcional je[ ni_
no:
,mledo, cólera, amor._El condicionamien-
to de Jas reacclones emocionales._Réacciones
viscerales
^y l
verbalizació"._f d..-náiüá"o
miento.-Sanciones 1,
celos- "mo.iun"i_p;¡;;.-y
Com
VI. LA ADeursrcroN Dli Los rrABrros MA- tleterm
NUÁLES
i48 he aqu
Rcpctición y hríbiro.-La adaptrrción al mie_ cfi un
do.-Gcrnesis rlc Ios h¿íbito.' tle los
-nnunl.r._i,
mani¡rrrlrrcirin.
-.-Cóuro sc tijrtn 1,,. h¡úiürl_ cfl ge
I litt)tto y l.cs[)ucstit conclicion¿cl¿. _Intetfcren-
tledica
eiirs y contlicioncs rlcl lr,íhitrr.
cología
VII. tr^nl^r{ y priNsnrr tos po
167
bajo e
Hoy
pleto
coil m
tos y behaa
es la <<memoria»?-La
palabra SU habían
mg4t41es»?-Paso .-EI cntre
pelsaüuento como
verbal.-¿Qué es la
creaci6ii tlieron
?-Relacio- boy pu
nes entfe los hábitos manuales, verbales y vis-
cerales.-Pen samiento y acción corporal inte- cipio f
gral.-La no vetbalización y el lnconsclente cilergí
sucedi
VIII. LA PERSoNALIDAD .. 218 úentíli
Perso.n¿lidad y acrividad._La cxpresión lad re
del
rndrvrduo en la vida real._Los iistemas
hábitos.-La atcnción._Cómo--."..'ár. U de cdusa
personalidad: biografia, estudios, ;;;;;;;"_- las rat
pos libres, cornporramiento .ro.íorá1._ñu.r- ilueua
tros detectos._Sentimientos de inferioridad
y residuos infantiles._perrorotia.¿ -"n"lr]"^ Ae
y enfermedad mental._¿Cómo .r-Uiu.lr'pe" Desca
sonalidad? ruétod
resulta
Apéndices (n más
241
Nota bibliográfica t los p
.
25t It'squie
ontenidr-t

a
_

PREFACIO
Comportarse es obrar o cofiducirse de una rnanera
- tleterminada. Estudiar la conducta, el cor¿portamiento,
i48 he aquí eI objeto de la psicología. Esta se conaierte así
cfi una auténtica ciencia del comportamiet?to no sólo
tle los seres bumanos, sino tambié?t de los anitruales y,
cfl gefieral, de todos los seres aiuos. Este libro está
tledicado a la exposición de los principios de una psi-
cología del conzportamieftto, tal con¿o han sido expues-
tos por el psicólogo americano !ohn Broadus'W'atsoft,
167
bajo el nombre de behaviorismo.
Hoy día, que la psicología se ha conuertido por com-
pleto en una ciencia del comportamiento, se aprecia
coil meltos claridad que hace cinurefita años lo que el
behaaiorismo aportaba de nueuo. Las ideas deWatson
habían madurado antes ¿e 1914; las elaboró y expaso
cntre 7972 y 1920, y a partir de esta época se exten-
tlieron amplidmente, hasta trianlar de tal modo, que
boy pueden parecer triaiales. Sin embargo, efl an pr¡n-
cipio faeron discutidas e irccluso combatidas con gran
cilergía, y todauía lo soru en a.lganos arpectos. Pero
sucedió lo que lrecuentemente se produce colt las ideas
218 úentílicas ltueuds) presentadas netdmente y cayd uer-
lad resplandece: progresan a despecho o incluso a
cdusa de los obstáculos ntismos que se interponen, de
las ratinas que remueuen, de las tradiciones que re-
ilueuan o de las que destruyen.
A este respecto lile atreuo a decir qae'Vatson es el
Descartes de la psicologia: dotó d esta ciencia de un
ruétodo y de unos principios que Ie bacían falta. Los
resultados alcanzados por \X/atson ban sido superados
241 (n más de un punto, pero el r¿étodo por éI preconizado
t los principios que expuso son sierrupre fecundos, cua-
25t It'squiera que sean los ntteuos caminos qz¿e se recolran.
ll*
12 prelacio
l't, lrrt
Watson nació en Greenuille (Estados lJnidos) en
1,878.. Fue de la-uniuersidad John Hopkios, i ' ,tt'
dtrector del,prof,esor
Laboratorio de psicología y proleroi de Iá r ,lr
New,York Sch.ool f.or Social Rcsea'rch.'Én i9z4 obar_ l',t¡¡¡|1
dotxo la,tnuestigación para dedicarse a los negocios, I'tt/t/b
de- ,'.,tt'ttl
ldndo de participar en las controuersias cienlíficas.
Casi caarenta años más tarde puede'comprobarse que
, ttt ¡7
la..«ciencia del comportamiento» ha disliordado tt/,t (lu
ptwmeltte
ái_ ,'.i,r y
a- la psicología propiamente dicba. Actual_
mente, en los Estados IJnidoi, se babla de behaviilal /rrrttlis
sciences, de «ciencias del c-omportamientirr, y /rr)ta p
esta ex- ()o
presión inunda el estudio de lis condartn, y
foiiir-i,
ser de todos los seres uiuos, inctuyenii íirnb¡éi tL't'tili
plantqs y los ruicroorganismos. Uo' r¡irlo'
li, ,'/ cog
«coftxpor¡a_
mentismo,>, que_ progresa en psicología, sociolágía l,or o
'ha y ,'iJo
buen-a pa-rte de la biología, se ido'poío , pori drí_
arrollarudo. Por último, t)emos que tá nor¡ii de r'xten
com_
portaniento alcanza hasta a la-física, l)ortdl
donde se habla cienci
Esta extensióru de la ,orión de comportamiento ba cscrib
sido fac.ilitada por la crisis det deterii,iillzá-'en la psic
tas cien- Est
cial fisiga; y n_aturales. En efecto, ,n iitii*¡oismo
tricto (el de la mecánica clásica'y de Neii,toru) no da
es_ No pr
lu gar a ruin gu1 a in t e r p re t a c ió o r,, í* pá ito ¡nenta
m-e-n t is t a » : I o s
caerpos actúan unos sobre, otros -sin un margen que d
de cualq
indeterminación, y la probabitidad i, ,iirirt,
e?t cer_ tendid
teza. Puede entonces bablarse de estado o de
moaimien- rninar
to de los no de su ,oápir-to*irnto, que
,cuerpqs,.pero surgid
t_! plas t ici d ad, ad aptación, probabilisrno
!:r,,
una sapcrior de determinación.
; r, ¿r'iir, No h
forma
Sería interesante recorda.r aquí otro l
s,i.9nad.qsque_entrañó la dilusián dd-las discusiones apa_ ponde
biiilior¡rrno, La he lim
f,if1 o Í í a, t r y d i / oy
i "; ;;;;";,
at, I a
ta pstcologia de Los «da.tos de conciencia»>
so i i ot o gí a l, ; *; ;;, de do
y, en algunaí hace
o,casi9yes., el psicoanálisis, han leuantado L'na montoña
ae obleczones conlro la cien-cia del comporÍamiento,
sin
por eso conseguir menoscabarla. Todas'estas
objeciánes
se resumen elt una sola: la ciencia del comportamiento

,t
prelacio
l't, lrrt:irt 13
dos) en
i ' ,tt' ld culpa de «baber deshuntanizado» a la psicología
opkios,
oi de Iá r ,lr nr¡ captar en el bombre más qua lo que no es del
l',t¡¡¡|1¡s. La raíz de toda rellexión hurnana sobre el
4 obar_ I'tt/t/bre sería el cogifo cartesiano: pienso, luego existo;
cios, de- ,'.,tt'ttlr(ts que el behauiorisnzo afirma: todo existe y por Nt'
cas.
, ttt ¡71i5¡'16 se comporta, actúa, cornprendiendo la for-
rse que
tt/,t (lue nosotros llamamos <<pensamiento»». La psicolo-
do ái_ ,'.i,r y la sociología del coruportanaiento serian asi <<na-
Actual_ /rrrttlistas>>, en lugar de ser <<bumanas>>, lo que consti-
haviilal /rr)ta pnro algunos el ruayor escárudalo.
esta ex- ()omo puede uerse, el debate está lejos de haber
iiir-i, tL't'tilinado. Descartes le sirae de exergo: por una parte,
b¡éi li, ,'/ cogito bloquea toda la ciencia del cornportantiento;
xpor¡a_
l,or otra, una Dez adrnitido este cogito, ana uez estable-
lágía y ,'iJo el dualismo esencial entre eI pensarruiento y la
ori drí_ r'xtensión, el método cartesiano y su estudio del com-
e com_
l)ortdlr¿iento son tipicos de los principios de caalquier
e habla ciencia digna de este nonzbre, lo que me ha permitido
cscribir que podía llarnarse a Watson el Descartes de
nto ba la psicología.
s cien- Este libro lue publicado por primera aez en 7942.
mo es_ No preterudía más que exponer los principios fanda-
no da ¡nentales de la psicología del comportamiento, y ueo
a » : Io s
que desde este aspecto cofiserüa aún todo su ualor. En
gen de cualquier caso, la idea del comportamiento se ha ex-
e?t cer_ tendid.o lo sulicienteruente conxo para que interese exa-
imien- rninar su fuente moderna en los trabajos de donde ha
o, que surgido, es decir, en la obra de \X/atson en priruer lugar.
¿r'iir, No he ruodilicado nada del texto prim¡tiuo, pues es
otro libro el que babría sido preciso esuibir para res-
s apa_ ponder a las necesidades de una exposición actual. Me
o, La he limitado a añadir, como altexos, algunos extlactos
*; ;;, de dos prefacios qae completafi ospectos de lo expuesto
gunaí hace años.
ntoña P, N.
to, sin
ciánes
iento

,t
L:r psico
()r'igen
Iogíá an

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rnás an
cluda, p
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psicólog
¿Cómo
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intuició
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la psico
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sión en
trabajos
rismo
tanto q
I

¿QUE ES EL BEHAVTORTSMO?
L:r psicología introspectiva.-<<Concíencia>> y comportamiento.-
()r'igen del behaviorismo.-La escuela de Pavlov y la psico-
Iogíá animal.-¿Qué es y
"1.::,H::if-,ento?-Intrósp...ión

La noción de comportamiento, evidentemente, es


rnás antigua que el behaviorismo. rüTatson tuvo, sin
cluda, predecesores (Apéndice A). De hecho, todo es-
tudio científico de Ia vida humana, de la conducta, de
la actitud de los individuos y de los grupos, estuvo
siempre inspirado por una preocupación <(comporta-
mentista»>. Los métodos de las ciencias físicas y natu-
rales giraban alrededor del <<comportamiento»> de los
objetos. ¿Por qué no harían otro tanto las pretendidas
ciencias del <<espíritu>>?
Sin embargo, por este camino la psicología debía caer
en un callejón sin salida. Los métodos objetivos, uti-
lizados cada vez con mayor frecuencia, chocaban con
su mismo objeto. En efecto, paru 7a mayoría de los
psicólogos, el objeto de Ia ciencia era <<la conciencia».
¿Cómo aprehenderla según los métodos científicos, que
suponen la medida? ¿No era tentador utiTizar un mé-
todo adaptado a este objeto tan particular? A falta de
intuición mística, se limitaban a Ia <<inffospección».
De hecho, la psicología se dividió en dos corrientes:
la psicología introspectiva y el behaviorismo o psicolo-
gía objetiva. Este último no encontró su plena expre-
-1,912,
sión en América hasta con el desarrollo de los
trabajos de J. B. \latson. En tealidad. sólo al behavio-
rismo debe reservársele el nombre de psicología, en
tanto que quiera designatse con ello una ciencia natural.
16 La psicología del coruportatniento otté

«E. B. Titchener y \X/illiam James §Tatson- r lL' sus


fueron los líderes más eminentes de-dice Ia psicología in- vr¡clv
trospectiva en la primera década del siglo xx. La muerte ,lc án
Ce James, en_ 1910, y Ia de Titchenei, en 1927, deja- ,,|;stác
ron a la psicología intros¡rcctiva sin dirección espiritual. QL
Aunque la psicología cle Titchener ,Jifcúa en muchos ,'rr la
l)untos rlc la clc William James, sus actirudes funda- ,tltta
lnentales eran las mismas... Ambos pensaban que la nrrdas
conciencia es el canlpo de la psicología. El behavioris- sul d
m9, por el contrario, pretende que el campo de Ia psi- ,.¡d,o a
cología humana es el conuportamiento del-ser humino. intact
Cree que Ia conciencia no es un concepto ni definido rlos té
ni utilizable. Por eso es por 1o que el behaviorismo, que i:rmás
ensaya la experimentación, considera que la cre.niia Iocad
en la existencia de la conciencia nos conduce a los anti- ,licho
guos tiempos de la superstición y de la magia.>> poral.
,rlma,
_ La- apreciación es severa, pero no sólo vale para los rnuch
Estados Unidos. La filosofía bergsoniana se cónvierte
muy fácilmente en mística. La psiiología de la <<forma>> come
da ocasión a cÍíÍicas aná\ogas. Pero los psicólogos in- hubie
trospeccionistas, aunque pretenden ver <(en el interior ,luda
de sí mismo.s)>, no hacen frecuentemente más que res- De
ponder a los deseos del público. El público, 1á masa, la psi
está siempre ávida de superstición y de magia. ril/atson demás
no temió insistir en este punto en un pals situado a ia Desde
cabeza de \a civiTización industrial y capitalista. <<Todas la an
las épocas tienen su magia peculiár, nigra o blanca, y Ilegab
sus nuevos magos. Jesús era un mago: convertía el sus m
agua en vino y resucitaba a los muertos. Coué tenía l1o er
s.u palabra mágica. La señora Eddy posee algo pareci- Los
do.» La magia.siempre pervive. Corel tiemfo,-las le- que fu
yendas pasan a1 folklore popular. Muchas u.ieé deben tampo
su origen a una experiencia práctica, pero no se man- lista.
tienen vivas más.que como recuerdo de podercs so- tradic
brenaturales. El folklore es una de las bases de las dos d
religiones. Estas forman parte de Ia t¡ama política y ttaían
económica del país; sirven de instrumento. Et pribticó James
repite sus explicaciones a los hijos de sus hijos. Al salir ción e
)
atniento otté es el behauiorisrno? 17

Tatson- r laboratorios, muchos físicos y biólogos eminentes


lL' sus
ogía in- vr¡clven a caer en el folklore religioso. Esta disposición
muerte ,lc ánimo ha sido siempre uno de los más poderosos
27, deja- ,,|;stáculos para el desarrollo de la psicología cientlfica.
spiritual. QLriéralo o no, la psicología introspectiva se apoya
muchos ,'rr la metafísica <<dualista>>: cada individuo tiene un
s funda- ,tltta disúnta del urerpo, unida a él según determi-
n que la nrrdas condiciones. Este alma es una emanación de un
havioris- sul divino. Aunque la palabra función haya reempla-
e Ia psi- ,.¡d,o ala palabta facultad, el dualismo se ha conservado
humino. intacto desde la más remota antigüedad. Pero, de los
definido rlos términos, uno es observable: el cuerpo. Al otro
mo, que i:rmás lo ha observado nadie, ni lo ha visto, ni 1o ha
cre.niia Iocado, ni Io ha experimentado. Todo lo que se ha
los anti- ,licho o esuito se deduce solamente de la actividad cor-
.>> poral. Y, sin embargo, el escepticismo con respecto al
para los ,rlma, esa desconocida, fue tachado de herejía durante
ónvierte rnucho tiempo; podía romperse la cabeza con ello,
<<forma>> comenta §(/atson, pero nLlnca un hombre público se
ogos in- hubiera atrevido, ni aun en nuestros días, a poner en
interior ,luda su existencia.
que res- De esta forma, al ocuparse de objetos inmateriales,
1á masa, la psicología pisoteaba a una época en que todas las
ril/atson demás ciencias se constítuían sobre una base objetiva.
ado a ia Desde el Renacimiento (sin olvidar a l¡uchos sabios de
<<Todas la antigüedad, sobre todo presocrática), los hombres
lanca, y Ilegaban a separar el alma de los cuerpos celestes y de
vertía el sus movimientos; después, de los cuerpos terrestres;
l1o era una pequeña conquista...
ué tenía
o pareci- Los psicólogos de1 siglo xrx, como \üflundt o Ribot,
,-las le- que fueron los pioneros de la psicología experimental,
é deben tampoco se apartaron totalmente de la filosofía dua-
se man- lista. Sus trabajos fueron a \a vez el resultado de con-
ercs so- tradicciones y compromisos. La conciencia y 1os esta-
s de las dos de conciencia reemplazaron al alma, pero se sus-
olítica y ttaían a Ia observación tanto como ella. Bergson y
pribticó James aprovecharon al máximo este hecho. Introspec-
Al salir ción e intuición se disputaron, por medio de mil mati-
)
18 La psicología del coruportamiento ,,()ué

el derecho exclusivo de explotar Ios supuestos <<es_


ces., ,rlcrna
tados de conciencia»>. La defiuición de James es válida lri¡róte
para to_da Ia psicología introspectiva: -<,La psicologíá l;r con
es Ia descripción y explicación ie los Is- lx)dria
-escribió-
tados de conciencia comt talá.,, La mayoría de las l¡cron
r

obras clásicas francesas se expresan de iguai modo. rrna cie


El resultado de csta actirud es que hay rantas psico- rlíatam
logías como psicólogos. ¿Cómo describir tbjetivamente r. el m
lo que ,solo uno puede <<ver>>, y precisamente con los nos, de
ojos del espíritu? La definición-inrrospeccionis ta de la ,Jrdo:
psicología affuma ante todo una exisienciu qu" l. ., ttos de
preciso probar. Cae así en un círculo vicioso; escapa vales t
a.toda prueba experimental. Afirmar que se es <(cons- clos lo
ciente>>, dicen, es, por ejemplo, sentir, percibir, pensar, tniento
querer, proponer, desear. Pero las acc1on.s, ieieridaé El b
al sujeto (y Ia introspección.no puede referirse más que _
qulen
al,sujeto),.escapan a toda definición objetiva, comuni_ encu_en
cable,.válida para los d¡ryás. Los introspeccionistas ha_ de dive
blan de sensaciones y de las imágenes d'e sus fantasmas Ante
o de elementos alectivos, de voluntad, etc. Toda esta nahsrlo
literatura hizo surgir una escolástica nieva, donde los moJ, cu
conocimientos dan vueltas sobre sí mismos. c_orien
Pero la tentativa de \Wundr, de Titchener, de Ribot, de la b
de Binet (unida a la de los empiristas y asociacionistas ma¡a. d
ingleses) tuvo al menos el gran mérito'de crear labora_ práctic
torios. En estos laboratorios (que se organizaron sobre historia
todo en Alemania y en los Estados Uni"dos), I;;;;i.;- el medi
logos acosaron de cerca a esta <(concienciar>, impalpable. de aptr
Lucha que tuvo un resultado positivo: oii.rrió u ,rrro que de
generación joven de sabios hacia un camino nuevo.
el laboratorio verdaderamente quería servir para algo,
Si iTnó.
I vertt
r_,

e_ra preciso encontrarie un campo científico óo...rporr- derable


diente. <<En l9l2 .ü7'atson-, to, pri.átájá, em_peña
-escribe
objetivos o_behavioristas llegaron a lí .or.^l,:riOn-Je '¡ Las e
gye n9 pgdiqq contentarse por más tiempo con las
fórmulas de \)7undt. Pensaron que Ios treinia años es- fol"o.la
Denavr
tériles transcuruidos desde la fuirdación del laboratorio también
de §7undt habian probado claramente q.. tu pri.oiola?á EI ca

I
amiento ,,()ué es el behauiorismo? D
stos <<es_ ,rlcrnana, TTamada introspectiva, estaba fundada sobre
es válida lri¡rótesis falsas y que niriguna psicología que admitiera
sicologíá l;r concepción,.religiosa del problemá cuerpo_espíritu
e los Is- lx)dria Jamás llegar a conclusiones verificables. becí-
a de las l¡cron entonces renunciar a la psicología o hacer de
r
ella
do. rrna ciencia natural.»> por offa parte, io hicieron
inme-
as psico- rlíatamente tabla rusa de s.rs punto, d. uirt, uoteriores,
amente r. el mismo rü/atson modilicó uurio, urp".ir; á; dg"l
con los de sus conclusiones. pero el paso .ren.ial esta-ba
nos,
ta de la ,Jrdo: la psicología abandonaba .l'"rtr¿io á. Ios esá
u" l. ., ttos de conciencia, descartaba las concepciones medie-
; escapa vales todavÍa reinantes, atojaba de su vocabulario
to_
s <(cons- clos los tÉrminos subjetivos. Su campo,-il ,orrporro_
pensar, tniento objetiuamente obseruable de lás seres h"áiroi.
eieridaé El behaviorismo, guiado con energía por §7atson,
_
qulen antes que un teórico es_ un expefimentador, sé
más que
comuni_ encu_entra, a comienzos del siglo xx, én la
de diversas corrientes de invÉstiga.i¿n. - -
conflueácia
tas ha_
ntasmas Ante todo hay que señala¡ Ia influencia del «funcio_
da esta nahsrlo» americano (llamado también instrumentalis_
nde los moJ, cuyo
-representante más destacado es De,wey.iEsta
c_oriente, bien diferenciada del pragmatismo, dériuabu
Ribot, de la biología evolutiva.inglesa y a" tr-pri.éil;i; ;1":
onistas ma¡a. de la.función y del-acto.'O..tu..br.l árácter
labora_
práctico e instrumental de Ia función consciente,
Ia
n sobre historia genética del pensamiento ,u, ,"ü.ion", .oo
;;i.;- el medio. -Era "., a hacia las ideas
psicología orientad
. -una
lpable. de aptrtud y adaptación. Pero no se trataba todavía
más
u ,rrro que de una atmósfera, que se desprendía J"i-d.rrrroliá
evo. Si iTnó.j.9 y social americano dé _principio, d" .igio.
a algo, I verttgtnoso desarrollo industrial,
r_,
el aumento consi_
.rporr- derable del nivel medio c,lturd, ;i"¿;;;;; han de.-
átájá, em_peñado a,quí un papel muy importante.
On-Je Las escuelas neurológicas de pavlov y Bechtere.w,

asl
con las psicología comparada (oanímal,>), dieron aI
fol"o.la.
Denavrorlsmo el rmnulso más fu,erte, contribuyendo
ños es-
ratorio también la obra de Sherringto" y ln Jé ñánllaror.
oiola?á EI campo de la escuelu ,.,_,rálógi.a rusa fue esen-

I
20 La psicología del cotapertdruiento ¿.Qu

cirrlnrcrrtc ln del reflejo condicionado o aso-


n-lcc¿ínica .senc
cirrtivo y su rclrrción con Ia actividad cortical. Lo que libro
jntclcsal¡a sobrc toclo a los granclcs sabios era el meca-
l'cpre
nisrno fisiológico de las reacciones: ponían en primer No lo
plano el estudio del proceso lrervioso, que comprende tami
la excitación y 7a reacción, el proceso sensorial y el rrso
motol Wun
En cuanto al cstuclio de la psicología animal, §íatson §T
l)irrte l)crsonalmcr.rtc de clla y cle ella ha surgido direc- «Al p
txlrlcutc el behaviorisnro. cn la
C. Lloyd Morgan, psicólogo inglés, puede virtual- hábi
mente ser considerado como el fundador de la escuela los r
ameticana de Ia psicología antmaT. En sus Tibros Intro- para
duction to Comparatiae Psycbology (7894) y Animal pio m
Behaaiour (1900) rompió con las interpretaciones an- nes.
tropomórficas tradicionales de la actividad animal. Se- ¡rrinc
ñaló como primer paso Ia necesidad de describir todas res,
las etapas de un acto llevado a cabo por un animal en e
antes de intentar interpretarlo. No hizo mucha experi. lefle
mentación directa, peró sacó de ella conclusiones muy de s
fecundas; señaló la importancia del aprendizaje animál lrent
por <(ensayos y errores)>. Los ffabajos de Morgan ins- bajos
piraron a E. L. Thorndike, primero en los Estados el ho
Unidos que realizó experiencias sistemáticas con ga- las r
llinas, perros, gatos y monos, El aprendizaje de los (mie
mamíferos fue estudiado a continuación con detalle dicio
por una serie de experimentadores (Small, Yerkes, clad
Kinnaman, Davis, Allen, Porter, Cass, Franz, Johnson, todo
Ulrich, Richardson, Yookum, Haggerty y Iü/atson). Los cione
importantes resultados obtenidos en estos estudios con el be
mamíferos condujeron a estudios análogos en el horn- méto
bre. En este mismo período {ue cuando, por primera que
vez, se comenzó a estudiar al hombre como miembro
esta
del reino animal. (Trabajos de E. J. Swift, §7. Book,
H, A. Ruger y K. S. Lashley.) Los estudios sobre la A
adquisición de la habilidad manual en actos como la
tico
prestidigitación, mecanografia, rompecabezas mecáni-
mov
cos, tiro con afco, etc., convencieron de 7a sernejonza
ni e
ruiento ¿.Qué es el behaoiorisrno? 21

o o aso- .sencial del aprendizaje humano y del subhumano. El


Lo que libro de la señorita §Tashburn Tbe Animal Mind (1907)
el meca- l'cpresenta muy bien Ia tendencia media de la época.
primer No logró interpretar, empero, Ia totalidad del compor-
mprende tamiento animal en términos de conciencia, según el
rial y el rrso que de ella hacía la psicología introspectiva de
Wundt y de Titchener.
§íatson §Tatson resume así los progresos del behaviorismo:
o direc- «Al principio, el behaviorismo se fundaba esencialmente
cn la concepción, bastante vaga, de la formación de
virtual- hábitos. Los trabajos de Pavlov y sus discípulos sobre
escuela los reflejos condicionados, aunque fueran conocidos
sIntro- para los behavioristas, no desempeñaron en un princi-
Animal pio más que un papel muy modesto en sus explicacio-
nes an- nes. La razón se debía a que estos trabajos concernlan
mal. Se- ¡rrincipalmente a los reflejos condicionados glandula-
ir todas res, campo en el que los psicólogos apenas penetraron
n animal en esta época. Los trabajos de Bechterew sobte los
experi. leflejos condicionados mototes, para los que se sirvió
es muy de sujetos humanos, tuvieron en estos primeros mo-
e animál lrentos mayor influjo sobre el behaviorismo. Los tra-
gan ins- bajos de Lashley sobre el condicionamiento salivar en
Estados el hombre y los de \Vatson y R. Rayner §Tatson sobre
con ga- las reacciones emotivas condicionadas en el hombre
de los (miedo) mostraron que los métodos de los reflejos con-
detalle dicionados pueden aplicarse en gran pafie a la activi
Yerkes, clad humana. Estos trabajos llevaron a intentar formular
ohnson,
on). Los
todos los hábitos (organizaitón) en términos de reac-
ciones condicionadas glandulares y motrices. Aunque
dios con el behaviorismo no haya utilizado inmediatamente los
el horn- métodos del reflejo condicionado, debe reconocerse
primera que Pavlov y Bechterew han proporcionado Ia clave de
miembro esta construcción.»
. Book,
sobre la Ante todo, e1 behaviorismo considera que el autén-
como la tico campo de la psicología no consiste más que en
mecáni- movimientos obseroables. No pueden formularse leyes
nejonza ni efectuarse medidas sino en las cosas observables,
T"

22 La psicologia del comportamiento ¡Qué


directao indirectamente. Ahora bien: es imposible ritero),
observar el comportamiento, es decit, lo qrc il orga- vocará
nismo hace y dice. Nótese que para §7atson, lapalaÜra rlías. P
es una acción como las demás: <<Decir es hacer, es com- coloca
portatse. Hablar en voz alta o para sí mismo (pensar) rurcnos
es un- tipo de comportamiento tan objetivo .omb ¡rgar t¿l o u
al baloncesto" (Áp. B). Si e
[-H .o-portamiento de los seres humanos, cuando se do, no
'observa monos
un fragmento, un segmento determinado, pue-
de describirse siempre en términos de «estímulós y él ning
respuestas>>. ¿Qué debe entenderse aquí por <<estímu- objetiv
lo» y «respuesta»? En terminología watsóniana, equi- es dec
vale poco más o menos a 1o que ie llama excitación y conten
reacción, aunque con un sentido más amplio. Se en- po, la
tiende por <(estímulo» cualquier obieto del medio am- un rui
biente o cualquier modificación de-los tejidos debída (según
a_la condición fisiológica del animal, como, por ejem- rifican
plo, el cambio producido al privársele de la-actividad El b
sexual o del alimento o al impedírsele hacer su nido. vacion
Por <<tespuesta»> entendemos todo lo que el animal hace: to lógi
acercarse o alejarse de una luz, asustárse por un ruido; la inve
o actividades más altamente organizadas, iomo la cons- probad
trucción de un rascacielos, la planificación, procrear de mie
hijos, escribir libros, etcl da cue
De hecho, §Tatson se preocupó sobre todo de recoger de nza
-hechos de comportamienro puesta
delprimer género, priñri
tivos. Razón por la que se fijó especialmente én los nes. E
recién nacidos. Toda la psicología le es deudora del provoc
impulso dado en este terreno. El behaviorismo debe produc
observar al recién nacido en afla sala de maternidad tión ci
especial y hacerse al respecto las mismas pfeguntas que otra m
se plantea a propósito de cualquier otro animal: ¿qué cualqu
movimientos e¡ecuta el niño?, ¿cuál es el estímulo que poder
Ios ptovoca? Observará entonces que Ia succión, ios y lleva
estremecimientos, la tensión del tronco o el cerrar la observ
mano se deben a estímulos concretos y a condiciones condic
precisas de maduración: el niño podrá mamar nada Volv
más nacer (y esbozaú movimientos de súcción en el de <<m
miento ¡Qué es el behauiorisruo? 23

posible ritero), pero e1 paso de una sombra por su ojo no pro-


il orga- vocará ninguna respuesta antes de los sesenta y cinco
palaÜra rlías. Podrá cerrar muy pronto la mano cuando se le
es com- coloca un objeto en la palma; pero necesita pot 1o
pensar) rurcnos ciento veinte días para buscar y coger una galle-
b ¡rgar t¿l o una matzafla colocadas a su lado,
Si estimulamos a un niño convenientemente educa-
ando se do, no importa a qué edad, con peces, gatos, perros,
o, pue- monos, pájarcs, oscuridad o fuego, no provocaremos en
mulós y él ninguna reacción de <<miedo»> (reacción que, para ser
<estímu- objetivos, podríamos llamar simplemente reacciín X);
a, equi- es decir, ese tipo de respuesta que se caructeiza pot la
ación y contención de la respiración, la 'tigidez de todo el cuer-
Se en- po, la huida de la fuente del estímulo. Por el conuatio,
dio am- un ruido fuerte o la f.alta de apoyo son excitaciones
debída (según §(/atson, las únicas; y sus comprobaciones se ve-
r ejem- rifican constantemente) que provocan esta reacción X.
tividad El behaviorismo recoge así gran cantidad de obser-
u nido. y somete al tratamien-
vaciones, que controla, clasifica
al hace: to lógico y matemático; no se limita a Ia hipótesis, a
ruido; la invención. De esta manera, después de haber com-
a cons- probado que el recién nacido no manifiesta reacción
rocrear de miedo más que a estos dos tipos de estímulos, se
da cuenta de que los niños educados luera de la sala
recoger de nzaternidal, es decir, en la familia, ptesentan res-
priñri puestas de miedo a centenares de estímulos y situacio-
én los nes. Entonces se pregunta: si solamente dos estímulos
ora del provocan el miedo en el recién nacido, ¿por qué se lo
o debe producen también otros obietos? Se trata de una cues-
ernidad tión científica, no de una hipótesis literaria. Dicho de
as que otra manera: es susceptible de experimentación como
l: ¿qué cualquier problema científico. Los experimentos deben
ulo que poder repetirse muchas veces en distintos laboratorios,
ón, ios y llevar siempre a la misma conclusión, si la primera
errar la observación es válida y se mantienen constantes las
iciones condiciones.
ar nada Volvamos a fijarnos en el ejemplo cle las reacciones
n en el de <<miedo»>. El niño que nunca ha visto un perro, un
rrr

24 La psicologla del coruportamiento , (.)ué

gato, un ratón o un conejo no se espantatá de ellos al rtndim


prtiTg, momento; los tocará e intentárá jugar con ellos.
;i|cso?
Podéis repetir la experiencia ocho o diez áías consecu_
«A
tlvos.para estar seguros. El niño tendrá siempre una l,lcma
re-acción positiva ante estos animales. pero toriad una
vivenc
tgbla y rompedla enérgicamente detrás del niño: ínme-
tlida s
diatamente aparecetá ,ru r.rpr.rta de miedo. Ahora
ensayad esto: al mismo tiempo que Ie presentáis el l,odre
rlecir,
3niqn], y en el instante en q". ,á a tocádo, romped v con
7a tabla a sus espaldas. Repeiid tr., o .rráiro veces el conoc
experimento.. Se. producirá un cambio importante. El los há
anlmal susclta ahoru la misma rcacción que la tabla, no po
es decir, una reacción. de miedo. para la pri.otogi, b"l cionad
haviorista, se rata de una respaesta ,kiciooít ,oo_ testin
dicionada, una forma de reltejo condiclio-uado, .o*o forma
veremos más adelante. tante§
.
Así, pues, no tenemos necesidad ni de conciencia, He
ni.de imágenes, ni de estados mentales prr, ."pil.ár.i objeto
miedo ínfantil. much
camb
- Las respuestas emocionales condicionadas llamadas
de amor (o, si se quiere, reacción y) tienen el mismo las de
origen. El beso, el agradecimiento, Ia sonrisa, se pro- go-, c
ducen cuando se le acuna o cuando se le estimula iige_ \ EI
t1T9"t9 Ia piel, los órganos sexuales, erc. La s;mfrle cias n
oisión de Ia madre o dJIa nodriza prónto sustituirá al tacion
contacto- corporal directo. El mismó proceso se repite- métod
en la cólera, también aquí con .rnu g-.un npidez.' blecen
El behaviorismo plantea cuestiones del mismo género no es
en sujetos adultos. He aquí el prototipo: cia de
adapt
«¿Qué métodos utilizaremos sistemáticamente para implic
condicionar al adulto? Por ejempio, puru ha..rl" á,1- medio
quirir hábitos profesionales o'científiás. Es necesario seyen
Srgar y unir hábitos man,rales (técnicos y prácticos) y lógico
hábitos de la laringe (palabra y p.rru.ilnto) anie, El
gue el-aprendizaje se complete. pero cuando estos há- de ad
brtos de ta-bajo ya se han adquirido,
¿qué conjunro de cretos
estímulos debemos aplicat a fin de qr. ,, nivel de no al
amiento , (.)ué es el bebauioristno? 25

ellos al rtndimiento se mantenga elevado y en constante pro-


on ellos. ;i|cso?
consecu_ «A estos hábitos profesionales se sumarán los pto-
mpre una l,lcmas de su vida emocional. ¿Hasta qué punto estas
iad una vivencias tienen su origen en la infancia? ¿En qué me-
o: ínme- tlida se mezclan con las adaptaciones directas? ¿Cómo
. Ahora l,odremos hacede abandonar una parte de ellas, es
entáis el rlecir, inhibir el condicionamiento donde sea necesario
romped v condicionarTe paru lo que convenga? Realmente, no
veces el conocemos mucho sobre la diversidad y el género de
ante. El los hábitos emocionales, mejor dicho, viscerales (térmi-
a tabla, no por el que queremos indicar las telaciones condi-
ogi, b"l cionadas que se establecen ente el estómago, los in-
oít ,oo_ testinos, la respiración y 7a circulación), que pueden
o, .o*o formarse. Pero sabemos que son numerosos e impot-
tante§. »
ciencia, Hemos llegado así a definir el behaviorismo por su
pil.ár.i objeto a 7a vez que por su método. Después de todo,
muchas ciencias se han desarrollado brillantemente
cambiando varias veces de definición, ap^rte de que
amadas
las definiciones resultan demasiado rígidas. Sin embar-
mismo
go-, conviene conocer en qué terreno se mueve uno.
se pro-
ula iige_ \ EI behaviorismo, por tanto, es un sector de las cien-
cias naturales que abarca todo el conjunto de las adap-
s;mfrle
tuirá al taciones bumanas. No quiere recumir más que a los
e repite-
métodos de las ciencias objetivas, aquellos que esta-
dez.' blecen la medida y la observación externa. Como se ve,
no es sólo una psicología dela reacción, sino una cien-
género cia del comportamiento. Y(el comportamiento supone
adaptaciones y aiustes con'stantes. Adaptaciones que
te para implican una serie cle aspectos; se refieren tanto al
.rl" á,1- medio interno (el cuerpo) como al medio externo, po-
cesario seyendo éste, a su vez, un carácter fisiológico, tecno-
icos) y lógico y sociaI..tr
) anie, El behaviorismo piensa que estas formas diferentes
tos há- de adaptación (es decir, de respuestas a estímulos con-
unro de cretos) son todas solidarias; integran todo el hombre,
vel de no algunas de sus partes. Tengamos en cuenta este
26 La psicología del comportamiento
¿Qné e
primer punto- .Pero
,existe también un segundo, rnuy ,lcl obj
importante: el behaviorism_o no quiere de nlngún modá
ser un mero espectador de la actividad humana. Se rlcscrib
estuerza por controlarla y orientada, como lo intentan \I sigue
las demás ciencias nutr.áI.r. fu, ,.^..¡r., n"Á^rrr, No e
lo mismo.qu-e las naturales, deben pod.. ,., manejadas. l,r hace
Agrupando los hechos, e*perimeniando, .i b.huíio.ii_ .latos s
mo quiere aprender a controlar y u pr.u"r; lo hará me- Ia física
diante una fórmula que será ,nu ionrtuÁte en todos que en
los trabajos de §7atsón, postulado .o.1" u .rrlqU"i ln obse
ciencia, Ia expresión miima del causalismo: prever, Ll2ttos s
dado un estímulo, Ia reacción que se seguirá, á Ui.n, rla (en
antc una reacción, conocer qué situació-n o estímulo extendi
Ia ha suscitado. cientes
clona el
. Ilsr,r conccpción Je Ia psicología ha sufrido demasia-
tlos ataqucs pare quc hagamos caso omiso de ellos.
bilidad
campo
, §il.
de
Kóhlcr, uno de los m¿ís importanrcs psicólogos
la «forma)>) en su libro Gestiltpsycbotigy afi;ma
cipalme
continge
que Ia psicología no puede situarr" ,rií sobrell mismo en el m
plano qrrl las ciencias {ísicas, el de la observación pregunt
ex-
terna indirecla. ¿Por qué? porque todavía es dema- de la <
srado ,oven. Uonviene inspirarse en 1as ciencias físicas, clásica?
pero no partir de su_ etapa actuaT, desarrollada, sino
l_
en sus balbuceos históricos. Sin embárgo, es difíciicorru A es
prender por qué cada nueva ciencia"tiene que pasar clido en
determin
nece.sariamente_por las mismas etapas que reiorrl.ron
tas demás.. Kóhler.piensa que el behavioiismo, al adop-
otra par
y oros)
tar los métodos obietivos, se ve obligado a prescindir
vulgariz
clel <(yo)>,, de la experiencia personal; ahora bien:
esta mos ad
experiencia personal debe sei útil, como 1o f"" puru-ia
tisrca en sus comienzos. En suma, Ios métodos^deter_ de la m
mina.rían la perspectiva, encuadrándola dentro de lími_ objetiva
tes demasiado estrechos. Pero esta crítica no toca el cuenta
objetivo principal, pues, según §7-atson, .i oU;"rá .i misma
metodo de una ciencia están perfectamente áefinídos , práctica
trospecc
.v vienen dados eI uno por el otro. La misÁa fisica ád-
mite, al menos en cierios aspectos, que Ia áescripción de las
propio
tamiento
¿Qné es el bebauiorismo? 27
ndo, rnuy ,lcl objeto es inseparable del método que sirve para
ún modá
rlcscribirle. Así sucede también en fisiología y biología.
mana. Se
intentan
\I sigue siendo válido para el behaviorismo.
n"Á^rrr, No es razonable criticar el método behaviorista, como
anejadas. l,r hace Kóhler, señalando el carácter engañoso de los
huíio.ii_ .latos sensoriales. Kóhler opina que Ia observación en
hará me- Ia física no es en último término más objetiva y cierta
en todos que en psicología, ya que, por muy indirecta que sea,
rrlqU"i ln observación física se apoya a fin de cuentas sobre
: prever, Ll2ttos sensoliales; pot ejemplo, leer una escala gtadua-
, á Ui.n, rla (en 1o que interviene la vista). Este argumento se
estímulo extendió mucho en los últimos años, a ruiz de los re-
cientes progresos del atomismo. Cuando 7a física aban-
clona el causalismo esüicto para refugiarse en la proba-
demasia- bilidad estadística, cuando reconoce que en su mismo
ellos. campo los resultados de la observación dependen prin-
icólogos cipalmente de la acción del observador, en quien la
y afi;ma contingencia, si no la libertad, parece volver a meterse
l mismo en el mundo de las cosas, ¿es en este momento, se
ción ex- preguntan muchos, cuando conviene aplicar al mundo
s dema- de la <<conciencia»> los métodos heredados de Ia física
s físicas, clásica?
da, sino A esto respondemos: 1." Cteemos que se ha exten-
ciicorru clido enre la gente una auténtica falsificación del «in-
ue pasar determinismo>> de la moderna mecánica atomista (por
orrl.ron otra parte, denunciada por Planck, Langevin, Meyerson
al adop- y oros), casi tan ridícula como la concepción que se ha
escindir vulgarizado de la relatividad (relativismo...); pense-
en: esta mos además que estas falsificaciones van en beneficio
puru-ia de la magia y de la superstición. 2." La metodologla
^deter_ objetiva demuesta su valor en la física sin tener en
de lími_ cuenta a los detractores de los datos sensoriales; de la
toca el misma manera lo demuestra en psicología, es decir,
"rá , .i prácticamente. Centenares de miles de volúmenes <<in-
efinídos trospeccionistas» apenas han apartado a los hombres
sica ád- de las creencias fetichistas en 1o que concierne a su
cripción propio ser; sólo algunas décadas de estudios objetivos
2B La psicologia del conuportarniento ¿Qué e

to total,
les han enseñado más sobre su comportamiento que lo u .orrr"
que habían aprendido en millares de años. '(
Ap. C
Como señaló Guillaume, la objetividad en las cien- ,-,rr'"qrí
cias físicas consiste principalmente en el acuerdo entre complr
dos observaciones (por tanto, entre dos observadores). ;;;i.
Lo mismo ocurrirá en psicología, aun cuando se trate ción co
de una psicología del comportamiento: la identidad del una sit
comportamiento (manual o verbal) se comprueba por oaoel p
la correspondencia de percepciones idénticas en vados ioÁo t
observadores. <<Se pretende siempre establecer, para *i.n,o
cada uno, una correlación regular entre los hechos (tal vale lo
como se le aparecen) y las respuestas de los observa- conirnt
dores (tal como las ven) y de comprobar la solidez y reaáció
coherencia de este sistema de correspondencias>> '. Pero co;junt
Ia percepción no garantiza de ninguna manera la iden- ranáial
tidad de un hecho físico; el testimonio de Ia experien- no ,r..
cia senso¡ial conviene, pues, que sea lo más indirecto rranten
posible (por medio de los instrumentos empleados, de ticismo
la vaúació¡ de experiencias, etc.). De donde la con- prestad
cepción behavio¡ista: se trata de estudiar, por métodos ior"o t
objetivos, el comportamiento físico en su relación con mil m
una situación física;7a correspondencia constante enüe
la reacción y la situación, la respuesta y el estímulo;
éste es el ve¡dadero objeto de nuestra ciencia.
En todos los meclios científicos, y especialmente en
Francia, se procuró, sin embargo, completar esta con-
cepción, juzgada demasiado estrecha, concediendo a la
<<introspección)> un nuevo cometido. Esta tendencia
está representada en Ftancia por tü7allon, Piéron y
Paul Guillaume. ¿No se considera la expresión verbal
como una forma de comportamiento? Los supuestos
datos de Ia introspección, ¿no se manifiestan esencial-
mente en forma verbal? ¿No es posibtre entonces en-
globar la introspección-testimonío en el comportamien-
t Véase el importante artículo de P. Guillaume sobte
L'Objectiuité en Psycbologie, aparecido en el núme¡o de no-
viembre-diciembre de l9)2 de Ia revista <<Journal de Psycho-
Iogie».
¿Qué es el bebauiorismo? 29
tarniento
to total, despojándo1a de cualquier carácter privilegiado
o que lo u .orrr"tiéndolá a ,n conffof en extremo cuidadoso?
'(
Ap. C ) . Esta es la proposición. Pero patece introducir
las cien- ,-,rr'"qríuo.o. Que Ia exlresiólr-verbal sea una forma de
do entre \ü/at so n in sis tió particular-
complr t^mi"ttto
adores). ;;;i. en ello-,-tun-,tién
como veremos. Como {orma de reac-
se trate ción condicionada, pura y diferenciada, lapalabra ocupa
tidad del una situación de privilegio, es decir, desempeña un
eba por oaoel predominanté en la actividad humana. Pero no
en vados ioÁo tr¡trr¡o de obietiuidad.: el testimonio del movi-
cer, para *i.n,o de un brazo'o de una secreción de la hipófisis
chos (tal vale lo que una expresión verbal (que también es un
observa- conirnto^ de movimientos); como cualquier ofta, 7a
solidez y reaáción verbal depende de determinadas situaciones o
> '. Pero co;juntos de estíáulos- No expresa una.realidad sus-
la iden- ranáialnente distinta (la <<conciencia»)' En este caso,
experien- no ,r.."ritu una etiqueta especial (<<introspección»)' El
ndirecto rrantenimiento del términó introspección y el agnos-
ados, de ticismo hacia el sujeto de la <<conciencia>> son ayudas
e la con- prestadas a la antigua psicología de las facultades, que,
métodos ior"o t^t superstictnei más arraigadas, se disfrazan de
ción con mil manerai para Perdurar.
nte enüe
estímulo;

mente en
esta con-
endo a la
endencia
Piéron y
n verbal
upuestos
esencial-
onces en-
ortamien-

ume sobte
e¡o de no-
de Psycho-
Problena

te la pre
o.ouo."
'p.i a. i..
II 3rnu.ro,
,i8"."i."
PROBLEMAS, METODOS, TECN ICAS
tr;;r;; ;;
punto de
Estímulo y
respuesta.-Behaviorismo, fisiología y físico-qul- ttros órg
mica.-Clasificación de las respuestas.-La observación científi- constaoñ
ca.-Reflejos y reflejo condicionado.-Elcondicionamiento en por ejem
el hombre-La experimentación behavio¡ista irti-íto
f"-r á
Consideremos ahora los términos esenciales que van ;i";",;rl
a intervenir en nuestra exposición: estímulo y res- .it, ti
puesta.
De es
"
El término estímulo, adoptado por la psicología beha- -"tido
viorista, tiene un sentido más amplio que Ia palabra Éi;; o
excitación. El estímulo no es forzosamente ni instru- Tanto u
mental ni simple. Servirá como tal cualquier movimien- ..r. I-"t
to capaz de provocar una respuesta del oÍganismo. humano
Actúa a través de los órganos sensoriales. Una luz ,án^. .l
viva dirigida de repente a nuestro ojo provocará la .ánr"
contracción rápida de la pupila; en la oscuridad. ésta ü pt"1 "y
se agranáará. Disparad de improviso un tiro detrás lisos). E
de otra persona; se sobresaltará y probablemente vol- mrcha,
verá 7a cabeza. Corred durante un rato a pleno sol; ;;rr";i"
no tardaréis en sudar. Quedaos una hora en invierno las vísce
al aire libre y sin abtigo; pronto comenzaréis a tiritar Añad
y ahacer movimientos bruscos para calentaros. Esto son individu
diversos estímulos externos. Los más fácilmente obser- Sobre t
vables. can rea
Los estímulos internos también poseen gran efica- á.nt. t
cia. Así, pot ejemplo, en determinados momentos los ;;;i;r";
músculos del estómago empiezan a contraerse y rela- prin.ip
jarse como consecuencia de la falta de alimento. Con.
tracciones que cesan una vez que el sr.rjeto ingiere comi- t Nues
-Crrá
da. La plenitud de ciertos órganos determina en el les.
macho la actividad sexual (en la hembra, probablemen- ;;;;;;;"
iiiiiii¿J

'r ) |
Problenas, nzétodos, técnicas 31

te la presencia de ciertos cuerpos- químicos es la- 9ue


o.ouo." el comportamiento sexual manifiesto)' El pu-
'p.i a. i.. músculos es más complejo,.pero capital: son
3rnu.ro, de reacción, sometidos a múftiples estímuIos,
,i8"."i."r.t sobre iodo de la sangre ' Pero tarubién
S
tr;;r;; ;; ;;rimulos: sus mismas reácciones sirven de
punto de partida para nuevos estímulos' Son, por tanto'
ísico-qul-
ttros órganos seÁsoriales. El músculo se encuentra en
científi- constaoñ tensión; cualquier aumento de esta tensión,
miento en por ejemplo, en el cu.o d. un movimiento, origina un
irti-íto q"á enuaña otra respuesta en el mismo múscu-
f"-r á oi., músculo pertenéciente a un miembro <lis-
que van ;i";",;rlq"ier debiliiamiento de esta tensión (es-de-r'
o y res- .it, ti rrirtsculo se rclaia) da lugar a un estímulo
"i
De esta forma, el organismo está constantemente so-
ía beha- del medio am-
-"tido a estimulaciotit prou.nientes
palabra Éi;; o d" lrt modificaci'ones internas de los tejidos'
instru- Tanto unos como otros son movimientos físico-quími-
vimien- ..r. I-"t órganos de los se¡rtidos, aparecidos en el ser
anismo. humano poi ,n proceso de adaptaiión, delimitan las
Una luz ,án^. .lond. cierias clases de eitímulos son. especial'
ocará la .ánr" como el ojo, el oído, la naúz,la lengua,
ad. ésta ü pt"1 "fi.u..r,
y, n.abá-o, de verlo, los músculos (esuiados y
o detrás lisos). Este último punto es muy lmportante, ya que
^personales
nte vol- mrcha, reaccíones e íntimas se deben a
eno sol; ;;rr";i"t pro..d.ntát de los músculos estriados y de
nvierno las vísceras.
a tiritar Añadamos quef é1 número de estímulos a que un
Esto son individuo puedt re'accionar se modifica constantemente'
e obser- Sobre todo, crece. Las clases de estímulos que provo'
can reacciones se multiplican, siendo Io que frecuente'
an efica- á.nt. t u." dudar cle L posibilidad de prever las re-
ntos los ;;;i;r"; humanaslEl recién nacido sólo reacciona al
y rela- prin.ipi. a muy fotos estímulos. Después, el círculo se
o. Con.
e comi- t-Crrándo músculos tienen terminaciones
Nuesffos nerviosas sensotia-
les. hacemos un movimiento muscular, estas termina-
a en el
blemen- ;;;;;;;";;t t. i'ti."i"n' Por ello, el e-stlmu.lo del sentido
iiiiiii¿Ji..'" ^"t."iri ". iin movimiento del mismo músculo'
32 La psicología del comportaruieruto
Proble
agranda. Por otra parte, un mismo estímulo pfovoca-
rá respuestas diferentes según la edad. Tocad i; p:ul;u insffu
de un niño de rres m.r.J con un lápiz:-la;Á;;; modif
cetará.en seguida, simplemente purá upt"tutlo. Dos sangu
años.más ta,rde., el niño cogerá el lapicero'para intentar ceptib
olouJar cualquter cosa, no importa dónde. Ciertos es_ mien
tímulos.no,llegan a ser efica&s más que gracias a Ja ffonc
tormación de hábitos. Estelp>roceso, poi..áio del cuai que s
algunos estímulos son dirigido, u proro.r, respuestas
que no producirían al priñcipio, ,e llama ,ooáirioni_
ila
dúce
rniento.l dicho
_ [-El
condicionamiento desempeña un papel capital en estímu
la adquisición de hábito¡Co.rri"nr, ., il;il"ñ;;;;;: simple
rina y crece a una velocidad considerabl. ; l* difica
ros meses del
;;;;-
.después n-acimiento, aunque, .lr.á otá, tímu1
sin control experimental. A eso !, a"Éi¿á .i
a; ü
previsión precisa de las respuestas sea difícil. Siii
recer
.m- ayuda
bargo, observad ,r, .o-poriumiento .ru1qri.ru, ., lr, las co
grupo de úeinta o cualenta personas Éabtá una al nuarx
menos que procur.ará evitat el encuentro con un caba_
árbol,
IIo, aun cuando los c-aballos no producen ordinaria_ saciad
mente miedo; con toda seguridad ha intervenido un
ces, a
condicionamiento,especial. ps d;ficit pr"u", im respues-
t3: co: todo detalle, pero siempre conocemos sr, áirec- no ej
.,rgl: mane
general renemos 7a idea de que podemos pre_
f"
oeclr _Io que hará nuestro vecino si tenemos un mínlmo gio. P
de información al respecto. Sin esro Ia vida en sociedad Pero
sería imposible. nada
xual,
J-as clases de estímulos a los cuales reaccionamos
pueden también disminui¡j Es lo que * pr.¿"* una h
iá sexua
""
vejez. fntervienen en ella un proóero dá descondicio_
nami,ento,.el el que la anofia-orgánica desempeña apare
un
papet capltal. Se
e: u?ta respuest.a? T,a respuesta, o reacción, es el ha
e[kar(
movtmrento desencadcnado por un estímulo. El or_ mand
ganismo excitado bace algo: résponde. Se Áueve. estím
La
respuesta puede ser manifiesta o mry oculta, pero más q
siem_
pre existente¡ Con frecuencia, sólo puedeá'resolveda de rea
mir s
3
aruieruto
Problerno.s, métodos, técnicas 33
pfovoca-
i; p:ul;u insffumentos especiales. Quizá no sea más que una
a;Á;;; modificación, un aumento o disminución de la presión
utlo. Dos sanguínea, un movimiento del ojo o algo más imper-
intentar ceptible. Pero también puede traducirse en un movi-
ertos es_ miento del. btazo, de las manos, de las piernas, del
acias a Ja ffonco o del cuerpo entero. Estas son las respuestas
del cuai que se observan más comúnmente.
spuestas ila rerpu.rta del organismo tiene una dirección: con-
oáirioni_ dúce por 1o general a un ajuste, a una adaptación. Si
dicho ajuste no se produce, entrarán en juego nuevos
apital en estímulos.i <<Por ajuste §fl¿¿ss¡- queremos
;;;;: -escribe
simplemeii-te decir que el organismo, al moverse, mo-
;;;;- difica su estado fisiológico, de tal manera que el es-
r.á otá, tímu1o no provoca ninguna reacciór$Esto puede pa-
i a; ü recer un poco complicado, pero algunos eienqplos nos
Siii .m- ayudaún a comprender Io que ocurre.§ tengo hambre,
u, ., lr, las contracciones del estómago me molestarán conti-
á una al nuarxente, Si en ese momento veo manzanas en un
un caba_ árbol, trepo a é1, las cojo y me las como. Cuando esté
dinaria_ saciado, cesarán las contracciones estomacales. Enton-
nido un ces, aun cuando el árbol siga repleto de manzanas, ya
respues- no ejercerá sobre mí ninguna atracción¡De la misma
sr, áirec- manera, el aire frío me estimula. Corro hacia un refu-
mos pre_ gio. Puedo incluso cavar un agujero para guarecerme.
mínlmo Pero cuando me haya defendido de la intemperie, ya
sociedad nada me moverá a la acción. Bajo una excitación se-
xual, el macho recorrerá cualquier distancia buscando
onamos una hembra propicia. Pero después de realizar el acto
"* iá sexual, sus movimientos incesantes de búsqueda des-
""
ondicio_
aparecen. La hembra ya no Ie excita sexualmente.>>
peña un
Se ha reprochado con frecuencia a los behavioristas
ción, es
el hacer demasiado hincapié en Ia res'puesf4 subesti-
. El mando el proceso de conexión y determinación por el
or_
eve. La estímulo. §Tatson ha sido acusado a veces de no ser
o siem_ más que un fisiologista del músculo, un coleccionista
olveda de reacciones musculates (incluso se ha intentado resu-
mir sus ideas en esta fórmula: <<Dadme un nervio y un
3
34 La psicología del comportanziento Problem

músculo y os devolveré un espíritu.>> Pero \üTatson no fatigars


es tan ingenuo). Nada más ínexacto. oficio?
'El comportamiento es esencialmente la ligazón entre <<El
una respuesta y a?x estimulo_.lVínculo que podrá ser, corresp
y de hecho lo es, tan complicádo como se quiera. Muy Por es
a menudo sólo será posible conocerlo mediante técnicas ficiente
científicas especiales. Nuesua fórmula, según la cual normal
todas las observaciones behavioristas pueden aparente- cle los
mente presentarse en términos de estímulos y respues- que es
tas, permite, pues, comprender con facilidad las rela- inffospe
ciones existentes entte el behaviorismo y esas ciencias estímu
de donde toma las técnicas especiaies: fisiología, medi- efectos
cina y neurología. En efecto, para el behaviorismo, el despué
problema está resuelto cuando conocemos el estímulo <<mitoló
y la respuesta, y la experiencia repetida confirma la mente,
relación que se observa. He aquí un reflejo simple: tener u
el pestañeo debido al contacto de un objeto con la cesar.
nismo
córnea. La conexión comprobada de dos acciones es
tement
suficiente para el behaviorismo. Pero el mismo fenó-
meno se presenta de diferente manera paru 7as demás
laada
como v
ciencias. El neurólogo, por ejemplo, se ocupará con pensar.
todo detalle de las relaciones nerviosas que ello implica
(recorrido, número, velocidad y ritmo del influjo, et-
Pau
cétera). La química biológica se interesará por deter- rara u
minar la nafitraleza fisica y química del influjo nervio- con lo
so en su principio sensitivo, el trabajo desarrollado en compo
la reacción, etc. con cla
Cualquier reacción humana implica, pues, un pro- reemp
blema fisicoquímico, un problema neurológico y un que in
problema behaviorista. La respuesta que interesa al se ase
behaviorismo es la que puede dar el sentido común; En
«¿Qué hace tal organismo y por qué lo hace?»> EI re- nifiesta
flejo del párpado era muy sencillo. He aquí otro más Las ex
complicado, pero de la misma natu.raTeza: un hombre hombr
colocando ladrillos. ¿Cómo se ha provocado esta res- trumen
puesta? ¿Cuántos ladrillos puede colocar en diferentes escrib
condiciones? ¿Cuánto tiempo es capaz de trabajar sin serrar
anziento Problemas, nzétodos, técnicas 35

atson no fatigarse? ¿Cuánto tiempo precisa para aprender su


oficio? ¿Puede mejorar su rendimiento?, etc.
n entre <<El behaviorismo cree que a todo estímulo eficazle
drá ser, corresponde una respuesta, y que ésta es inmediata.
ra. Muy Por estímulo eficaz entendemos una excitación Io su-
técnicas ficientemente fuerte como pafa romper la resistencia
la cual normal al paso del impulso sensorial desde los órganos
parente- cle los sentidos hasta los músculos.>> §(/atson advierte
espues- que esta afirmación ha sido refutada por muchas tesis
as rela- inffospeccionistas y psicoanalíticas, según las cuales <<el
ciencias estímulo puede haber actuado hoy y no producir sus
a, medi- efectos hasta mañana, al cabo de varios meses o incluso
smo, el después de algunos años>>. Pero éstas son concepciones
stímulo <<mitológicas>>. En el capltulo VII veremos, efectiva-
irma la mente, que para el behaviorismo un estímulo sólo puede
simple:
tener un efecto lejano (en el tiempo) si se renueva sin
cesar. (<<Existe en nuestros hábitos verbales un meca-
con la
nismo gracias al cual el estímulo se reproduce constan-
ones es
temente hasta que surja la reacción final»; es decir,
o fenó-
la adaptación. Esta concepción tiene gran importancia,
s demás
como veremos, en el análisis behaviorista del acto de
ará con pensar.)
implica
ujo, et- Paul Valéry sugirió (en Ltldée fixe) que se prepa-
r deter- rara una relación completa de los reflejos conocidos,
nervio- con lo que se prestaría una gran ayuda al estudio del
lado en comportamiento. Alcarecer de ella, nos contentaremos
con clasificaciones muy generales de las respuestas, que
un pro- reemplazarán provechosamente las listas de facultades
o y un que inundan nuesffos manuales. Estas clasificaciones
resa al se asemejan a las del sentido común.
común; En primer lugar, las respuestas se dividen en <(ma-
> EI re- nifiestas>> (explícitas; ouert, en inglés) e <<implícitas>>.
ro más Las externas y manifiestas son todas las acciones del
hombre hombre fácilmente observables, sin necesidad de ins-
sta res- trumentos. Con frecuencia son gestos: Tanzar una bola,
erentes escribir, montat en bicicleta, bailar con una mujer,
ajar sin serrar un tronco, etc. Las respuestas implícitas se pro-
Proble
36 La psicologia del comportarniento
ducen en el interior del cuerpo en los sistemas muscula-
a la a
produ
res y glandulares. Un hombre que tiene hambre puede
apatecer inmóvil, pero sus glándulas salivares segregan,
iida.
adqui
su estómago se contrae y distiende rítmicamente, in-
to ie
tervienen variaciones de la presión sanguínea, etc. En
principio, estas reacciones no se distinguen de las res-
puestas manifiestas. Simplemente son más difíciles de El
en tod
observar por hallarse ocultas.
a la re
Otra clasificación general: respuestas adquiridas y vía es
no adquiridas. Hemos indicado que Ia variedad de ei- todas
tímulos a los que reaccionamos va en constante aumen- viduo
to. Las investigaciones han demostado al behavioris- 1o ha
mo que casi todo lo que vemos hacet a un adulto es comp
en realidad adquirido. Teníamos Ia creencia de que gran algun
parte de la actividad era instintiva, es decir, no adqui- psicol
rida ( unlearrue d ) . P eto hay todavía bastantes cosas que ia de
el hombre hace sin haberlas aprendido: transpirar, ies- tífico.
pirar, latir el cotazón, digerir, dirigir la vista hacia un
Ha
foco luminoso, contraer las pupilas, manifestar una reac-
cada
ción de miedo ante Lrn ruido violento, etc. En esta se-
üos
gunda clasificación, las respuestas <<adquiridas»> abar-
es fo
carán, pot tanto, todos nuestros hábitos complejos y
objet
nuestras respuestas condicionadas; y las <<no adquiri-
Ej
das>>, todo 1o que haclamos en la primera infancia, ántes
que el proceso de condicionamiento y formación de mi v
laha
hábitos comenzara.
salta
Offa forma, puramente lógica, de clasificar las res- O
puestas consiste en designadas por el órgano sensorial go ,r
qtre las origina. Asf, podemos tener urra rispuesta uisual
no adquirida; por ejemplo, Ia orientación de Ia vista
bio .
resp
en el recién nacido hacia 7a luz. Lo contrario sería una y ha
respuesta aisual adquirida, como la respuesta a una
Si m
partitura de música o a una palabra. De igual mafleta,
dispu
existe una respuesta cinestésica ruo adquirida cuando casós
el niño reacciona llorando a una tensión del brazo que cerca
le molesta. Manípular un objeto delicado en la osiu- dete
tidad o recorrer un laberinto serla una respuesta cines- obse
tésica adquirida. Asimismo, Ias contracciones debidas
Probleraas, nzétodos, técnicas 37
arniento
a la ausencia de alimento en los niños de tres días
muscula- producen llanto; es una respuestt ttisceral no adqui-
e puede iida. Pot el conüario, existe una respuesta visceral,
egregan, adquirida o condicionada, cuando a un niño hambrien-
nte, in- to ie Ie hace la boca agua ante una pastelería.
etc. En
las res- El behaviorismo analiza el comportamiento humano
ciles de en todos los niveles, desde el reflejo orgánico parcial
a la respuesta profesional y social. Su objetivo todg'
iridas y -y
vía estámos muy lejos de é1- es práctico, como el de
d de ei- todas las demás ciencias: ¿cómo lograr que los indi-
aumen- viduos se comporten hoy de distinta manera a como
havioris- 1o hacían ayer? ¿En qué medida puede modificarse el
dulto es comportamiento por medio de la educación? He aquí
que gran algunos de los principales problemas planteados por la
o adqui- psicologla behaviorista. Para resolverlos, el behaviotis-
sas que ia debe ante todo observar, como cualquier otro cien-
rar, ies- tífico.
hacia un Hay un primer nivel de observación: Ia que hacemos
na reac- cada dia, sin instrumentos, sobre la conducta de nues-
esta se- üos vecinos. No siempre es vaga, pero casi siempre
»> abar- es fottuita; no existe un control. No es verdaderamente
plejos y objetiva.
adquiri- Ejemplo: una maclte dormita en una silla. Le hablo;
a, ántes mi voz no provoca ninguna respuesta. Voy entonces a
ción de lahabitaciór del niño y le hago ilorar; pronto Ia madre
salta de la silla y corre a la habitación de su hijo'
las res- Oro ejemplo: mi pemo duerme a mis pies. Si amu-
ensorial go ,r, p"iiódi.o ..r.á de é1, se produce un ligero- cam-
a uisual bio .tt su respiración. Si tiro un objeto al suelo, su
Ia vista respiración se acentúa, su pulso se hace más, rápido
ería una y hac. un ligero movimiento de Ia cola y de la pata.
a a una Si me levanto y me dispongo a tocarle, se incorpora
mafleta, dispuesto a jugár o a haier cualquier cosa' En ambos
cuando casós hemos manejado estímulos, objetos que estaban
azo que cerca cle los sujetós, para obligades a comportatse de
la osiu- determinada foima. Casi toda la vida social se basa en
ta cines- observaciones de esta natutaleza. Pero, al no disponer
debidas
)¿J La psicología del contportarniento l' t,,ltlat?t

de experimentación e instrumentos, Ias observaciones


\ ...
y conclusiones carecen de exactitud científica. I t.rl,,
La observación debe, pues, llegar a ser científica. En
este caso, el observador intenta determinar experimen- s
talmente cuál es la situación precisa que provoca una l't,L dete
reacción particular. Su aplicación individual o social
será entonces más eficaz. I11 pr
Ejemplo: un grupo de personas que bostezan y lu-
chan contra e1 sueño en una sala de conferencias aba-
rrotada. ¿Por qué les entra sueño? ¿Es aburrida la
conferencia? ¿Ventilación insuficiente? La teoria tta- II,r sido
dicional daría una explicación de este tipo: <<En una El re
sala llena, el oxígeno se agota rápidamente; esto trae ,I"-los
como consecuencia una dosis excesiva de anhldrido lran crit
carbónico en el aire que respiramos; el anhídrido car-
bónico es perjudicial: os hace bostezar, os amodotta y, ';,iJu in
.oniunto
si Ia mezcla es demasiado elevada, puede incluso ma- : :;iüJ
taros.»> Pero suponed que no me convence esta expli- ooclría
cación y que quiero experimentarlo. Coloco a mis su- i;;:i;r"
jetos en un cuarto ce¡rado hasta que la saturación
de COz sea considerablemente más fuerte que en un
ffiü;
teatro repleto de gente: mis sujetos comienzan a tener ';;;:;;;
i;;;oii"
sueño. Después inyecto oxígeno en la habitación; peto ciones
continúan adormecidos. Pero si abto una ventana pára .iá"-io
que corfa y se reftesque el aire, la somnolencia des- ;;;t;;'
aparece. Concluimos entonces: los bostezos y el ador- [tr*t"t
mecimiento son producto del calor creciente que baña individ
el cuerpo, especialmente en el volumen de aire inmovi- ;fl;i;;
lizado entre la piel y \a rcpa, sin que la dosis de CO¿ dil¿;
existente tenga nada que ver con la reacción provocada. ióosh
El método científico nos ha permitido no sólo descu- ;i".3',
6rir el estímulo causante de la reacción, sino también diieren
saber cómo conffolar eficazmente esta reacción modi- Tod
ficando el estlmulo. a ,r¿
En suma: todos los problemas psicológicos pueden
exponerse en términos de estímulos y respuestas: ,S, '? Sk
pala estímulo (y para situación, más compleja), y R, cstímu
para respuesfa. El esquema sería el siguiente: i^'r"gt
métoclos, técnicas 39
niento l' t,,ltlat?tlrs,

ciones
\ ... ... ... ... R

I t.rl,, ¿I)<rr tlclct lninar?


ca. En
erimen- s ... ... R

ca una l)ato
l't,L determinar?
o social
I11 problema obtendrá siempre una solución cunntlo
n y lu-
as aba- s ... ... .
R
rida la Ha sido determina<lo
ria tta- II,r sido determinado
En una El refleio aporta al behaviorismo e1 esquema tipo
to trae ,I"-los unálitit' del comportamiento' Diversos autores
hldrido lran criticado esta conce;ción' ¿No conduce con dema-
do car- a considerar la conducta como un
dotta y, ';,iJu insenuidad ante una
.oniunto"de refleios elementales? ¿No estamos
: :;iüJ# ;;;ú;;i;;; Ei .o'p-o'tu*iento'
so ma- a ra. cuar
que establece
a expli- ooclría oponerse unu .oncepción imolar»'
mis su- i;;:i;r""" d...-pt.;. a cómplejo(teoría de la forma)?
uración
en un
ffiü;;"';i." a;;i., i"'pu.''ádedepende del estímulo'
aquéllas; los órgonos
a tener i;;;oii",l* ,.i,lr" como'ui"
';;;:;;;;-d.o"ná"n oibas; sólo dejan pasar excita-
y
n; peto ciones que convenga-n a la respucsta: estímulo -reac-
na pára .iá"-ioi*rn un ii.lo funcional (V' Uexküll)' Unos
hay síntesis
ia des- ;;;t;;'o,., .., 1o, reflejos gcnerales, no
sino análisis e
el ador- [tr*t"tr#i.-Á".onit-ns e]émentales' son los
e baña individualización en *á.r"i,*ot limitados como
nmovi- ;fl;i;;lñnr.¡a .rti,n,,lo-respuesta, consjderada aisla-
'de la reacción completa
de CO¿ dil¿;;;,;-"tlu
j.
ái.".i.ción
una correlación
ocada. ióoshil Otros parecen no ver más que
-correctamente
descu- ;i".3',,#;, ;i;ii,";; q"e describe lo,s
(F' Sklnner) -'
ambién diierentes niveles del comportamíento
modi-
Todas estas críticas tienen un fondo c-omún'
Ven en
del
a ,r¿firit ¡ehaviorista un nuevo impulso asocia'
pueden
enme un
stas: ,S, Skinner definió asl el reflejo:,«Una correlación
'? por
marcado
), y R, cstímulo v una respuest"-' t"-"1"4 de restricción
jos cambios en la correlación'>>
i^'r"gtirii¿á¿ de
40 La psicología del conzportaruiento Proble

cionismo, conmario ala prioúdad de las lormas (Gest- En


alten) y de los conjuntos (Trendelenbuig). Pero esta no pro
psicología gestaltista parece sobre todo una resrrrrec- senta
ción de la metafísica de la <<corriente de conciencia»> despué
ptopug_nada por James y Bergson. Todo lo que l-rasta coriie
ahora hemos comentado sobré Ia metodologia 'watso- por sí
niana basta para descartar 7as crítícas citadai. El aná- irn es
Iisis Ie es tan indispensable al behaviorista como a cual- llama
quier otro sabio. No <lispensa de considerat 7a rcacción una c
total en su valor propio, al contrario. La disociación no todo
descubre todos los secretos de una respuesta, por lo Los
que rüTatson no lo ha mantenido nunca. En reálidad, desde
parece que la crítica le reprocha, sobte todo, haber ejemp
apatSdo- del estu_dio del comportamiento, complejo o
simple, los <<estados de conciéncia>> (cuya trama cons-
tituye el núcleo tanto clel asociacioniimo como del
bergsonismo). Esta repulsa, el behaviorismo se Ia rei- L:uz
vindica totalmente. Pero es necesario añaáir que las Golpe
la ro
investigaciones psicológicas sólo fue¡on verdadeiamen- Acido
te científicas cuando Ias observaciones se realizaton sin .. Pincha
preocüparse por <<la conciencia>>, partiendo de reaccio- ¡

nes de tipo reflejo (tropismos, r.fle;os condicionados, I


psicología animal); hecho que está por encima de 1oá I La
demás. sobre
i
Hasta ahora hemos hablado de los reflejos conside- I
rista,
i critas,
rados únicamente como reacciones esquemáticas, es
decir, como si los estímulos y las reacciónes se corres-
nar d
pondieran en virtud de cierta preformación. En reali-
un eje
del óo
dacl, las cosas son mucho más complicadas, ya que
teotia
tanto los estímulos como ]as rerpr.itas prr"d.n i.t peculi
sustituidos o condicionados, presentando, poi lo mismo,
características variables.
Tam
sidad
He aquí un reflejo_(innato), ya formado, en el que 1o pue
se conocenel estlmulo y la respuesta: l¡ilidad
S ... ... R 3 Ch
reflejos
Descarga eléctrica Retirada de Ia mano refleÍo
aruiento Problemas, ruétodos, técnicas 41

s (Gest- En principio ,la apaición de una hn toja (estímulo)


ero esta no provocahingunu acción especial, pero si.se la pre-
esrrrrec- senta estimulando, al mismo tiempo o inmediatamente
ciencia»> después y repetidas veces, la mano del sujeto con una
ue l-rasta coriients eIéitrica, Ia luz roia terminará provocando
a 'watso- por sí misma 7a rc¡bada de la mano: se convierte en
El aná- irn estímulo sustituido. El cambio que se produce se
o a cual- llama condicionamiento 3. Aun no habiendo más que
rcacción una consecuencia local, el condicionamiento afecta a
ación no todo el organismo.
, por lo Los estímulos incondicionados son los que provocan
eálidad, desde el nacimiento respuestas específicas. Así, por
o, haber ejemplo:
mplejo o
ma cons- s ..... R
omo del
e Ia rei- L:uz Contracción de la PuPila
Golpe en el tendón, debajo de Extensión de la Pierna
que las la rodilla
eiamen- Acido en la boca Secreción saliva¡
aton sin .. Pinchar, quemar o cortar la piel Retiracl¿ clel cuerPo,
reaccio- ¡ llanto y gritos
I
onados,
a de 1oá
I La inmensa mayoría de los estímulos qLle actúan
sobre el organismo son condicionados. Para el bchavio-
i
I
rista, cada una de las 15.000 palabras, impresas o es-
conside- i critas, a las que un individuo instruido puede reaccio-
icas, es
nar de una fórma sustituida, debe considerarse como
e corres- un ejemplo de estímulo condicionado. La importancia
En reali- del óondicionamiento paru la vida social es capital. En
ya que teotia, cualquier estímulo que provoque una reacción
d.n i.t peculiar se presta a ser sustituido.
mismo,
También la respuesta puede condicionarse. La diver-
sidad de respuestas provocadas por un mismo estímu-
el que 1o puede t"i-rry amplia. De aqul la riqueza,la «flexi-
l¡ilidad», la finura de las respuestas de adaptación, tan-
3 Charles Richet propuso llamar a los teflejos condicionados
reflejos adquirilos, poioposición a los reflejos instintivos. Los
Ia mano refleÍos adáuiridos sétlan jndividuales y újados por Ia memoria'
1) La psicología del cornportamiento
Problem
to en los animales como en ]os seres
humanos. Veamos
un ejemplo: un oerrillo suscira adelant
dos años
caricias, risas, jrlegos: ";;;ffi;; se unirá
diendo
s" ' .... R
los háb
puestas
Apatición del pemo &Ianipulación, risas cial, qu
Al día siguiente, el mismo perro provoca: dio fam
Este
.t ... . .
R
zaje de
Aparición del perro
qué me
Llantos, l-ruida difusas,
hábitos
. En el intervalo, mientras jugaban, el perro mordió rante t
al.niño y lehabía h.cho un pJco'il;;;.:ihora bien: caja exp
sabemos que
de mad
s .... R
tuación
meras r
C,ortar, quemar la picl Huida, llanto no sea v
muerde
. . Es decir, que el estímulo visual perro no había canr- por ello
biado, pero entraba en escena l, ,"á..i¿n'p".rteneciente
a un nuevo esrímulo incondicionado (le-ridn la caja.
delür.li pataTa
.. Desde el punro de vista experimentai, lo
diferencia eiencial entrerun ártirnrrlo y'r:riu""irt. ,rnu veces. R
respuesta reperto
condicionada. Los dos forman
flejo. ñ;'d.ilistema re- Así: 1.
fat \a c
. A-pesar del constante aumento del número de es- sitio); 3
y:l:: y .respuesras .fi.u.ár,-.r"ñ;;üÉ construir La ruta
cu el rnotvrduo resouestas totalmente nuevas.
Después respues
de Ia primera infancia ya no se encuentran
en el cerebro si se Ie
nuevas vía_s estructuraies; Ias .oo;;ion;;
i.ruioru,
tán formadas en su conjunto d;-"d"-;l;;.irii.nro. po, te la so
"._
otra parte, existen centenares d" ,.rpu.rirr" cacia, e
uo i¿qii
:: l:
:i! gnan d""d. ;i ;;r,"
^t":n !p€ro que no se tiene Ia
cruso antes),
til;
"
( irg, n u,, i n-
zarse e
la integ
observarlas correctamente en el
costimbré de se ha lo
ni¡o. Ci.ondiciona_ sea Ia
miento de estas respuestas .f qr. LrirbL'cerá, más
", respues
ortamiento
Problemas, métodos, técnicas 43
s. Veamos
adelante, las reacciones adquiridas, organizatlls. Jistas
dos años
se unirán en complejos también conücionados, rcsl)on-
diendo a actividades más detalladas: surgirán clrlorlccs
R
los hábitos, verdaderas integraciones de múltiplcs rcs-
puestas, seleccionadas por un condicionamiento cslrc-
ación, risas cial, que las presiones sociales (al principio, las clcl rrr..'
dio familiar) orientan desde el rracimiento.
Este es e1 caso, ya frivial en América, del aprcntli-
zaje dela tata blanca. Se aprecia muy bien en ella por
R
qué mecanismo tespuestas incondicionadas, amplias,
ntos, l-ruida difusas, primitivas, se transforman en condicionadas o
hábitos, más precisas. Se deja a la ruta en ayunas du-
o mordió rante trece horas, después se pone alimento en una
ra bien: caja experimental, que se abre levantando un picaporte
de madera. <<Nunca la rata ha estado en semejante si-
tuación. Por hipótesis, admitiremos que todas sus pti-
R
meras reacciones son naturales y no adquiridas (aunque
da, llanto no sea verdad). ¿Qué hará? Corre en todas direcciones,
muerde los barrotes, mete enre ellos el hocico, escala
bía canr- por ellos, aruña 7a puerta, levanta 7a cabcza y husmea
eciente la caja. Obsérvese que cada reacción ¡rarcial necesaria
elür.li pataTa solución del problema ha sido ejecutada tnuchas
,rnu veces. Reacciones parciales que están presentes en su
irt.
espuesta repertorio de actos incondicionados o no adquiridos.
ma re- Así: 1.o, correr o lanzarse contta Ia puerta; 2.",levan-
fat \a cabeza (que elevatá el picaporte si está en buen
o de es- sitio); 3.", araiat la puerta, y 4.", acercarse al alimento.
onstruir La ruta no tiene, pues, necesidad más que de cuatro
Después respuestas incondicionadas de su vasto repertotio, y,
cerebro si se Ie da tiempo, acabará por encontrar accidentalmen-
oru, te la solución. Pero para resolver el ptoblema con efi-
o. po,
"._
cacia, estas cuatro reacciones parciales deben organi-
i¿qii zarse e integrarse en el espacio y en el tiempo. Cuando
n u,, i n- la integración o condicionamiento-
mbré de se ha logrado, -estructuración
desaparecerá cualquier tespuesta que no
ciona_ sea Ia L, 2, 3 y 4. Puede decirse entonces que esta
rá, más respuesta 1-2-3-4 se ha convertido en una respucstít
44 La psicología del contportamiento l'rrtblemas

nueva y condicionada. A este proceso le llamamos l.s trabaj


ordinariamente la {ormación de un hábito.>> l,icn hacia
Aunque se han hecho millares de experiencias sobre ,.;;ü;;;'.
el aprendizaje (sobre toclo en los Estados Unidos), el ltrtasta qu
vínculo enre la formación de un hábito y el conü- Lo, pli
cionamiento de los estímulos y las respuestas está toda- ,1,.,ü';r'l
via mal establecido. Casi todos los experimentadores ;;1.1;l;;
se han preocupado principalmente de saber qué factores ,,,'lt*ot
intervienen en el ritmo y rupidez de la formación de ,;,;;i;;;;
los hábitos, su gtado de ptecisión, duración, transfe- ;ll:"d,ü¿
rencia, simultaneidad, etc. La explicación teórica ha :,,1;;e;t
quedado anticuada a. En cualquier caso, el estudio de Ii var:
1os reflejos condicionados es el que ha hecho progresar
más el tema, como han reconocido los behavioristas s
americanos. Por eso nos detendremos un poco, con
§7atson, en las experiencias de Pavlov y sus discípulos. ,\limento,

Se tra
"""'iti
EL REFLEJO CONDICIONADO .r"
,r.r. r"i.
El fenómeno de los reflejos condicionados es bien ,il.:ñ;"
conocido del público, y puede afirmarse qlle se trata iol .Lnr
casi de la única adquisición positiva hecha por Ia psi- * li"".
cología en los últimos siglos. Por ora parte, se ha i"t l"Íá
experimentado más con animales que con seres huma- A fin
nos. Por último, conviene señalar que la palabra reflelo nrincioio
engloba aquí el estímulo y la respuesta; en realidad, l,;;;;i'd
t En su última obra (Behaoiorism), §fatson declara
'i::d.U
que, ;T.*1
según su parecer, en la formación de un hábito <<no hay mucho
más»> que un condicionamiento de estímulos y respuestas; pero,
í;;;;i1
añade, <<es posible que simplifique demasiador>. Cuando ense- ;ii,'ü;
ñamos a un animal o a un hombte a dirigirse hacia una luz Ai;;;i
roja y no haita otra verde, a seguir el verdadero camino sin
caer en un callejón sin salida, a abrir una puerta, <(creo que
,; ü';t
no hacemos más que establecer una respuesta condicionada, per-
i^".iriñ
maneciendo constante el estímulo. Intentamos obtener unx reac- 1os con
ción 'nueva'o condicionada. Sin embargo, cuando hay una nec€-
sidad social o experimental de mantener constante Ia reacción s Se
modificando el estímulo, se ptoduce una sustitución de éstc .1".;;
(o una 'transfetencia', según la terminologla psicoanalítica)'..». v en cl
técnicas 45
miento l'rrtblemas, métodos,

l.s trabajos de condicionamiento se han dirigidolas de


más
mamos
l,icn hacia sustituciones-Jt "'tí*'los. que hacia res-
s sobre ,.;;ü;;;'. Y sería más exacto hablát aquí de
os), el ltrtasta que de refleio'
la glán'
conü- Lo, plirn.tas experiencias se hicieron sobre
extet'
á toda- ,1,.,ü';r'liu;;;"i p..ro (las glánclulas de secreción
adores ;;1.1;l;;*¡ráuto, esrriidos v lisos' forman pa.rte dc
stmptes
actores ,,,'lt*ot órganos de reacción; son órganos.más
ión de ,;,;;i;;;;"Álos, siendo su' actuacién más fácilmente
ransfe- ;ll:"d,ü¿;I.'i;"á;"¿;'*)'-Ún po'o de.iacarne o ácido'
rica ha :,,1;;e;t=t;br" lu lengua, próuocnn secreción sa-
udio de Ii var:
ogresar
oristas s ... ... R
co, con Flujo saüvar
ípulos. ,\limento, ácido
pot medio
Se trata de obtener una reacción salivar
"""'itiirnltá-
.r" q * o
n l a,p r o ».o q t
1e
o.r d.i n ari am ext e'

,r.r.r"i.iár*io,io, t'tít'lbs vitrialcs (discos colotea-


sonidos ptlros'
es bien ,il.:ñ;"il';!oÁZitit"l, los ruidos' los esta,rcspuesta'
e trata iol .Lnru.,oí corporales, no producen. a los estímu-
Ia psi- * li"".l o". lu prouoq'en isociándolcs
, se ha i"t l"Íár¿lltr^áát fsl un nú*ero suficiente rlc veces'
huma- A fin de controlar el exp-erimento' se práctica al
el canal
reflelo nrincioio en el petro ,rná-fittülu permanente en
que
alidad, l,;;;;i'dj;";, es decir, una pequeña abertura Ia
-va
mejilla'
'i::d.U^;j;"árl^ , iá ,,',p".'fitü externa de
ara que, ;T.*1:;;;1i,; ,n-t"ui'o' Las gotasqu.ederegistrasaliva resba-
auto-
y mucho
as; pero,
í;;;;i1"fo, unido a ungotas. aparato
do ense- ;ii,'ü;;;;;li'",i'ntto de habitación de saliva segregadas'
una luz Ai;;;i-* le mete "o "ñu (co-n un peris-copio) <<silenciosa>>;
mino sin ,; ü';t;;.;; derde .1 exterior v'
tanto
creo que
da, per-
i^".iriñ"á.tá.-?r"tu, se le aplican los estímulos'
unx reac- 1os condicionados como los tncondtclonaoos'
na nec€-
reacción s Se encontrarán datos detallados,-que .no podemos repto-
de éstc .1".;;;ü";; á. i' i*t""'r'i
úfte.x?s conditionnets
(tomo II)'
tica)'..». "iiiu."
v en cl de G. Dumas Náiio) ti¡t¿ de psichologie
46 La psicología del comportatruiento l)roblem

._La experiencia demuestra que puede sustituirse el rninada


alimento.o el ácido por cualquier eitímulo, con tal qu.
se. le aplique al misruo tietrupo
lcuros
_qle los estímulos fri_ ,rnda su
mitivos (incondicionados, l). Si el estímulo I se le
presenta antes que el estímulo condicionado C, aun lrrruano
rrnment
muy
^poco _tiempo
antes, la sustitución no se produ_
ce 6.. Si se le presenta en primer Jugar C, .1 .onai.io_
lrr luz-e
namiento tendrá lurgar clcspués de JO ó 40 presenta- lcacción
ciones coml¡inaclas (tcnicnclo cuiclado de que'el inter- lrilidad
valo,no,sea rnuy Iargr,, cn gcncral .,nos ,eglrndor, rcs. A
puctle lle¡¡,rl Il:rst,r cint.o lnintrtos). l..o ,,uda ha
sc así e
,Así, p,rr cjcrnplo, t¡rrir.Le provocarse una respuesta ,rLrditivo
salivar c()n ur)¿r cxcitacjirin t¿íótil. Se estimula al ánimal
táctiln'rcntc rlur.rrntc cu¿rtro scgundos, en un punto de Tamb
la pata izclrricr.rla; lL'cgo,.lci1rr,és áe una iu"ru J. t'iales, e
cllatro o cinco scgundos, se Ie presenta el eitímulo f ,lc inten
(carne). Así, clurante dos meses, Á razón de 4-10 estimu- lcaccion
laciones diarias, separadas por un descanso de siete a strnido
cuarenta y cinco minutos. Al final de la prueba, la sus_ rrrisma
titución del estímulo será completa; el^estímúlo tác- lcspues
til (C) provocará el mismo núÁero á. gotm de saliva tonces i
que Ia carne (I). nido -4
, Es posible, por tanto, modificar el esquema prece_
dente:
,lel anim
ilunos a
ciones m
S ... ... R
Es p
Carne Así, por ejemplo, 60 sotas todos lo
() de saliva en treinta sásun-
Estímulo táctil en Ia pata dos, equivalente cada "una resa est
izquierda a 0,001 c. c. se comi
chament
Este procedimiento ha permitido interesantes inves- to siem
tigaciones sobre las categorías de estímulos a que pue- ,4 prod
den responder los animales. Pongamos un perro o una tras B p
rata, condicionados de tal manera q,r. una ]uz de deter- Los
multipli
6 K,restovnikov
,
trabajó durante un año presentando primero no sólo
eI estimuto 1,. Iuego,. algunos segundos después, el C, sin obte_ en los
ne¡ nunca una teacción,
renciad
ortatruiento l)roblemas, tnétodos, técnicas 47
stituirse el rninada longitud de onda provoquc la salivación. Que-
on tal qu. lcuros saber si es también sensible a longittrcles de
mulos fri_ ,rnda superiores o inferiores a las que excitan al ojo
lo I se le lrrruano. Se comienza con la luz verde dcl cs¡recfto,
do C, aun rrnmentando progresivamente la longitud dc oLlcla dc
se produ_ lrr luz-estímulo hasta que ya no se obtenga ningtrnir
.onai.io_ lcacción. Se conoce de esta forma el límite dc sensi-
presenta-
lrilidad del animal a las longitudes de onda supcrio-
e'el inter- rcs. A continuación disminuimos dichas longitudes de
dor, l..o ,,uda hasta que ya no se emitan respuestas, obteniéndo-
sc así el lírnite inferior a que es sensible. En el terreno
respuesta ,rLrditivo se han hecho experimentos análogos.
al ánimal
punto de También es posible determinar respuestas diferen-
t'iales, es decir, conocer las más pequeñas diferencias
iu"ru J. ,lc intensidad por encima de las cuales el animal ya no
itímulo f
0 estimu- lcacciona. Un ejemplo: se condiciona un perro a un
de siete a strnido A; este sonido provocarrí la salivación como la
a, la sus_ rrrisma carne. Offo soniclo, B, t'¡mlrión irrovocrrrír la
múlo tác- lcspuesta saliva¡ (fenómeno de irratliaciórz). Prrcclc cn-
de saliva tonces intentatse condicionar al perro solalncntc al so-
nido -4 y no al B, dentro de los límitcs clc h cnlraciclad
ma prece_ ,lel animal para responder a diferentcs flcctrcncias; al-
ilunos autores (Anrep) hablan de rcs¡rucstrrs cn varia-
ciones mínirnas. Esto depende de las tócnicns a1;licadas.
Es posible hacer investigaciones clc cstc gónero en
, 60 sotas todos los campos sensoriales. Así, lror cjcmplo, si inte-
nta sásun-
"una resa estudiar diferentes respuestas a cstímulos sonoros,
cada
se comienza lijando o circunscribicnclo Io más estre-
chamente posible el estímulo .4, prcsentando el alimen-
to siempre que suena A, peto nunca cuando suena B;
es inves- ,4 producirá rápidamente una gran secreción, mien-
que pue- tras B perm^necerá inactivo.
ro o una
de deter- Los trabajos sobre reflejos condicionados se han
multiplicado en los últimos años, demostrándose que
o primero no sólo actitan en los animales superiores, sino también
sin obte_ en los seres que carecen de un sistema nervioso dife-
renciado. Estamos, pues, ante un fenómeno de muy
48 La psicología del cornportaruiento
amplia apl,fación. Las leyes que lo rigen nci están clara-
mente establecidas. Sin embargo, Anlep las resume asf
(después de haber estudiado los reflejos ,rliu^r",
á.i La e
perro): ,,,,,y le
,,¡,,írut
,,1:u Las respuestas
,hábtto, condicionadas son, como todo
ti. S.
más o menos temporales e inestables. Después
de un período de desentienamiento deian de f*.iá- li var.
nar. Sin embargo, pueden recuperarse'con facilidad. Este
En el caso del reflejo salivar de un peno se hizo 'cgrega
otra prueba al cabo de dos años; eI refleio condiciona_ S
d.o seguía presente, aunque alterado. Lo íecuperó com-
pletamente después de un solo refuerzo. Aliment

_-2.." Es posible fíjar y hacer específico un estímulo. La v


-ntngún otro de Ia l¡isma clase provocará entonces el
Y
reflejo. Si se condicio¡a al p..io u un metrónomo, ninsun
ningún otro ruido hará surgiila respuesta. nipáta
i,r.nte
3." La amplirud de la respuesta depende de la in- (lue se
tensidad del estímulo. Hacedló más fueite: se produci_
rá un aumento de la respuesta. De Ia misma manera,
Ia interrupción de un est?mulo continuo, *i¿o ,ánlj
Alimen
" es
do, tiene idéntico efecto-que ,rn r.fr:.rzo del mismo,
decir, un incremento de lá amplitud de la respuesta. \¡isión
. 4." Se produce un efecto de acumulación caracterís_ G. H
tico. En un pemo condicionado al sonido y ,l .olor ,._
paradamente habrá un aumento notable'del númÁ ietos (
de. gotas. segregadas si los estímulos se pr.r.ntu., ,l i,litud.
mlsmo ttempo. ..í com
rle div
. 5." Pueden <<apagarse>> las respuestas condiciona-
(Pavlov
,le me
das piensa que es imposible conseguirlo de una ron e
manera definitiva). Esto puede ocurrir
lor falta de
ejercicio o por una repetición demasiadd intensa del
resulta
nómen
estímuIo. Las resp.uestas.no se extinguen por <<fatiga»>; Pav
en el perro condrcronad.o. separadamente al sonido y :¡ clicion
al color el estímulo auditivo-provocará plenamente lá rlulas
{.:q}r:ttg, aun cuando el visual haya desaparecido. Hay sibles,
,naxotcton. go, ,ú
4
aruiento

án clara- EL CONDICIONAMIENTO EN EL HOMBRE


ume asf
^r", á.i La experimentación sobre el hombre no ha ido aún
,,,,,y leiós. Sin embargo, se han dispuesto diferentes
,,¡,,írutor; uno de los-piimeros fue el sialómetro de
mo todo
Después
ti. S. Lashley, destinado a controlar la secreción sa'
var.
f*.iá- li

Este instrumento permite recoger y medir la saliva


acilidad. En el hombre como en el perro:
se hizo 'cgregada.
diciona_ S ... ... R
ró com-
Alimento, ácido Secreción salivar

stímulo. La visión de un cuentagotas no produce al principio


onces el ninsuna emisión de salivá' Pero si se ve sumergit Ia
ónomo, nipáta en una solución ácida que se aplica inmediata-
i,r.nte sobre la lengua, pronto baslatá ver la pipeta pata
e la in- (lue se produzca una secreción salivar:
roduci_
manera, S ...... R
,ánlj Alimento, ácido Seoeción salivar
"
smo, es o
sta. \¡isión de la pipeta
acterís_
G. H. Razran hizo experimentos análogos con 37 su-
olor ,._
númÁ ietos (16.000 pruebas) para precisar la velocidad, am-
i,litud. resularidad v extinción del condicionamiento,
ntu., ,l ..í como É1 pnpel dL los cenffos superiores. Se servía
rle diversos árt?mrlot (sonido del mttrónomo, pastilla
diciona- ,le menta en la lengua). Campbell e Hillgaard estudia-
de una ron el condicionaÑento del reflejo del pátpado' Los
alta de resultados obtenidos fueron muy variables, pero el fe-
nsa del nómeno quedó indudablemente establecido.
atiga»>; Pavlov y sus discípulos consiguieron también el con-
onido y :¡ clicionamiénto de las glándulas estomacales y otras glán-
ente lá rlulas salivares. Las lacrimales, aunque fácilmente acce-
o. Hay sibles, han sido muy poco experimentadas; sin embar-
go, ,ú impottante papel en la vida ordinaria hablatla
4
50 La psicología del comportamiento l'roblem

en favor de su condicionamíento. rüTatson piensa que t) Irrita


la micción y _el orgasmo pueden condicionarie de igual (refle
manera en el macho. En cuanto a las secreciones en-
.i ) He¡i
(cort
docrinas (véase pág. 72), comienzan a tenerse pruebas
de su condicionamiento. En cualquier caso, desempeñan
un papel muy importante en las emociones; ahoribien: Estos
Ias reacciones emocionales pueden ser condicionadas; r uido d
por tanto, aquéllas deben quedar englobadas dentro del De la
condicionamiento. rcflejo
. Bechterew y sus disclpulos demost¡aron que los es-
tímulos que provocan respuestas de los músculos estria-
dos del brazo, piernas, tronco y dedos también pueden
sustituirse. Así, por ejemplo: Increme
lumino
s ...... R
I)isminuc
lumino
Corte, herida, quemadura, Retirada del brazo,
descarga eléctrica pierna o dedo Estim
minará
El pie, colocado sobre una red eléctrica, saltará siem-
pre que pase la corríente. EI salto de la pierna o del sidad lu
pie se registrará en un tambor de Marey, como la apa- Se h
rición de la. descarga eléctrica. Un sonido no provoca rlamien
7a rcthada del pie. Pero estimulad al sujeto con el dia- .lel estó
pasón y, a la vez, elecüotáctilmente de 24 a 30 veces engend
o más: el sonido solo acabará por provocar Ia retirada toáos c
del pie. Se tendrá que: clificars
Pero
.t ... ... R reaccio
Descarga eléctrica Reti¡ada del pie do»>, <<
o clejarem
Sonido
cn este
H. Cason estudió los reflejos del párpado de la pu- El fe
pila. He aqui la fórmula incondicionada del reflejo del al del
párpado: pital en
ios órg
S(I) R(I)
narse;-
1) Luz brillante. Parpadeo rápido. trauter
2) Aproximación repentina de objetos del na
miento l'roblemas, métodos, técnicas 51

sa que t) Irritación de la córnea o conjuntiva


(refleio de los más bruscos).
e igual
es en-
.i ) He¡ida en el mismo PárPado
(corte, descarga eléctrica).
ruebas
mpeñan
Estos estímulos .l(I) pueden ser sustituidos por el
ibien: r uido de un accionador telegráfico.
nadas;
tro del De la misma manera, la fórmula incondicionada del
rcflejo de la pupila esr
los es-
S(I ) R(1)
estria-
ueden Estrechamiento de la PuPila
Incremento de la intensidad
luminosa
I)isminución de la intensidad Dilatación de Ia puPila
luminosa
l brazo,
dedo Estimulando al sujeto con un timbre, la pupila ter-
minará por obedecer al sonido tanto como a la inten-
á siem-
sidad luminosa.
o del
a apa- Se han hecho numerosos ffabajos sobre el conclicio-
ovoca rlamiento de tejidos musculáres lisos, como la túnica
el dia- .lel estómago, q-ue regula las conttacciones de hambre,
veces engendrando ráacciones de exploración. Como es de
tirada toáos conocido, el ritmo de estas reacciones puede mo-
clificarse fácilmente.
Pero ¿es posible sustituir estímulos que provocan
reacciones emotivas más complejas, tales como <<mie-
do»>, <<cólera)> o <(amor)>?
Iü/atson lo cree, y nosotros
del pie
clejaremos para el capítulo V las experiencias que hizo
cn este campo.
la pu- El fenómeno de1 condicionamiento, complementario
ejo del al del refleio, desempeña evidentemente un papel ca-
pital en el desarrollo del ser humano. En realidad, rldos
ios órganos de respuesta del cuerpo pueden condicio-
narse;-el condicionamiento comienza desde la vida in-
rápido. trauterina, para desarrollarse más rápidamente después
del nacimiento y proseguir a lo largo de toda la vida
52 l'roblem
La psicología del comportamiento
adulta,T. Señalemos que la- ryy_or parte de esta orga_ son se
nización se rcaliza antes de haber'alcanzuao plazán
nií"l
"l
de verbalización. Los reflejos condicionadás cimentan rlicionad
toda nuestra actividad corpóral, desde Ia cuna a la tum-
ha, Nada conocemos por oint.árpección»; ái .ontrurio, La n
srn lugar a dudas, es esta <<introspección»> Ia que puede rrutores
explicarse por ellos, como en geieral to¿, ú lli*rJ, l
rrícter
vrda I condici
,consciente,
de vigilia o de sueño; en este caso,
drce watson, Ia introspección sóio sería un vocablo cir, que
para designar nuestras reacciones corporales oscuras artificia
(volveremos a hablar de ello en el .apítrlo VII). rrizacio
La y son m
observación objetiva e insrrumental ha' ido revelándo_
nos los fenómenos de condicionamiento. Hasta ahora (estudia
se han hecho millares de estudios tanto con hombies cstán a
como con animales. Los resultados obtenidos son des- .los; po
iguales, pero ftaducen Ia importancia de los <<prime- cstímul
ros» condicionamientos en Ia ionsffucción de act-itudes :r un co
corporales, especialmente en lo emocional e incluso en hacia e
lo rnstintivo. Es una de las razones por las cuales rü7at- cn un
cionado
7 tay ne
_ En sus Lecciones sobre -la actiuiilad d.e la corteza cerebral, l
rio (M
Pavlov^d.estacó Ia.importancia del condiciánamiéáil,--¡i Á..ñí
del refleJo condicionado es un hecho cotidiano, extendido. Es i una res
I
evidentemente lo que. conocemos en nosotros mirmo. .l io, Í
tímulos
v
altjma-le.q bajo_el nombre de amaestramiento, disciplina,
educa_ : idéntica
qión, t-rábjto. Todo esto presenra relaciones q;";; i;; f"rrr¡;
durante.Ia.vtda, lazos entre determinados agentes externos v ¡J cornpo
una actividad de respuesta igualmente deteíminrdr. -Oá- Átá 1 animal
manera, a ravés del refleio condicionado, el fisióloso ouJ; I perime
dominar gran- parte de Ia actividaa n.rui ir, ,upá;i;r";'q;; I
incluso toda la actividad.» respues
Un testimonio reciente completa esta declaración: no exis
_ «En los últimos años de_su_ vida, pavlov llegó a7a conclusión puesta
de. que la región frontal de la coiteza cerebrál .i.* prr, ,"ti_
una <(r
vidades nerviosas superiores en la formaci8n d" i";;.füj;;
-
condicionados. Así, por ejemplo, si se considera a ,rn estímúlo laciona
condlctonado como un p_ueden también formarse .signos portam
-signo,
de signos', es_ decir, palabras. El ,centro, para Ia formacióñ de de un
estos signos de signos setía Ia región frontál. pavlov no aborJJ
nunca el problema de la conciencia.>>
ción da
_(Carta..del pro_fesor Boris..Babkin, disclpulo de pavlov, a Esta
\[. Penfield, ei L'éco,rce cérébrale cliez l,bánie, óor I7. ptn_ mos a
field, «Année Psychologique», 1938, p. 29.)
miento
l'roblem'as, rnétodos, técnicas 53

son se inclina a abandonar la noción de instinto, reem-


a orga_ plazándola con situaciones y actitudes corporales con-
nií"l rlicionadas.
mentan
a tum- La noción de reflejo condicionado pareció a muchos
trurio, rrutores demasiado limitada como para poseer un ca-
puede rrícter explicativo general. Se cornentó que 1os reflejos
i*rJ, I
l
condicionados simples son bastante difíciles de produ-
e caso, cir, que las condiciones de su funcionamiento son muy
ocablo artificiales, que son inestables; por tanto, que las orga-
scuras rrizaciones más complejas se forman con mayor rupidez
I). La y son más estables. En el reflejo condicionado simple
ándo_ (estudiado en el laboratorio) el estímulo y la respuesta
ahora cstán atificialmente aislados, separados y desintegra-
mbies .los; por el contrario, en los hábitos más complejos los
n des- cstímulos son múltiples y la respuesta está incorporada
<prime-
:r un complejo reactivo más complicado que se ordena
itudes hacia el objetivo (la respuesta aparece como integrada
so en cn un contexto motor de conjunto). El reflejo condi
rü7at-
cionado sería, pues, todavia de naturaleza asociacionis-
tay negaúa la <<forma»>, la estructura, como dato prima-
erebral, l
rio (Mille y Cole, Trendelenburg). Zener señala que
Á..ñí i
do. Es I
una respuesta aislada puede ser la misma ante dos es-
.l io, Í
tímulos diferentes (por ejemplo, la secreción salivar es
educa_ :
idéntica ante un alimento o un ácido), mientras que el
rrr¡; J
cornportamiento global (todos los movimientos del
rnos
á- v ¡
animal observados en películas filmadas durante el ex-
Átá 1
ouJ; I perimento) siempre será diferente. En su opinión, una
";'q;; I respuesta, complicada incluso, no sería condicionada:
no existe relación precisa enffe un estímulo y una res-
lusión puesta condicionada definida; nos encontraríamos ante
, ,"ti_ una <(reorganización de un sistema de percepción»>, re-
üj;; lacionado con un comportamiento de impulsos, com-
tímúlo
signos portamiento que no tendría sentido sino en función
óñ de de un objetivo, de medios y obstáculos en una situa-
borJJ ción dada.
lov, a
Estas interesantes observaciones, de las que volvere,
. ptn_ mos a ocuparnos más adelante, no parecen alcanzar el
q
54 La psicologia del comportanziento l'rohl

hecho experimental de las asociaciones condicionadas. r,r,is[


El behaviorismo no niega de ninguna manera que el ,lc[ n
comportamiento humano se distinga por la dirécción nicas
hac-ia y1a adaptación; incluso ha subüyado que es la y la r
actividad corporal global integrada la que aciú,a en la ,',rteg
actividad normal. En una cienCia qrr. no t.a puramenre l,,rm6
deductiva,. cualquier análisis r.puru elementos que en ,l,r.l
la realidad están unidos. Pero iste análisis no es me- .,l,re
nos indispensable en_ psicología que en fisiología. Hay .i, 1a
que tener cuidado de no separat arbitrariaminte lai verb
situaciones <<naturales»> de las <<artificiales»>. El
senci- t'csos
Ilo funcionamiento de una rotativa complicada nada Lrrs
prueba.contra el detalle de su organizacióÁ. No convie- rlc ta
ne perder esto de vista. rr de
méto
I,a psicologja,del comportamiento no rcchaza ningu- tímu
na forma verdaderamente objetiva de experimentacién. ¿P
Hoy..día, eI campo de estudios psicolSgicos es muy vioiis
amplio. Cada vez se necesitan insirumentos más com- lrala
plicados: el laboratorio se ha hecho indispensable. pero in"n
la psicología no dispone de todos los médios. Aún ne- prác
cesita c-omplementarse con el laboratorio del fisiólogo, fl tí
del biólogo, del médico o del químico; bucear ., iot ¿rrro
institutos industriales de selección y conuol de apti- clab
tudes profesionales e incluso en las estadísticas de so- apre
ciólogos y economistas. Un breve repaso de los volúme- Clen
nes de <<L'Année Psychologiquer, editados por Piéron, esta
basta para convencer de Ia variedad de métodos de in- csca
vestigación que precisa el psicólogo. Esta fermentación divid
es un buen signo. La psicología se separa al fin de Ia ción
metafísica y de la moral. L'Encyctápédie lrangaise E
(tomo VIII, La aida mertal) ofrece un cuadro intere- inm
sante de las diversas técnicas por ella empleadas. blec
rX/atson fue en los Estados Unidos sión
uno de.los más
brillantes pioneros de la experimentación. Se ocupó de cue
la psicología comparada (anlmal), de Ia observación de lápiz
los niños y del condicionamiento. Fue un ingenioso reip
constructor de instrumentos. Además creció eñ la at- man
iento l'rohlemas, rnétodos, técnicas 55

adas. r,r,is[era propicia de los Estados Unidos, en los albores


ue el ,lc[ nuevó siglo. Todo un conjunto de métod9s y téc-
cción nicas behavióristas se refiere ál aprendizaie (learn'ing)
es la y la retención' oÚos se ocupan de-los efectos de ciertas
en la ,',rtegorías de excitantes sobre el organismo (drogas,
menre l,,rm6re, sed, fatiga), de las consecuencias de la activi-
ue en ,l,r.l profesional (eiecución de actos después de un
s me- .,l,rendizaje completo). Nuevas técnicas se interesan
Hay .i, 1as reáccionei emotivas (glandulares, musculates y
e lai verbales), en el registo elécilico de una serie de p-ro-
senci- t'csos nelviosos (eIéctroencefalogramas) o emocionales.
nada Lrrs técnicas patológicas permiten estudiat, los efectos
nvie- rlc tales o ablacionés de órganos de ios sentidos
.rálet
rr de partes del sistema netvioso. Habtíq que añadir los
métoáos de estudio de la intensidad relativa de los es-
ngu- tímulos (mecánicos, químicos, eIéctricos), etc'
cién. ¿Puede considerarse el test como un método beha-
muy vioiista? §latson tiene muchas reservas al respecto. La
com- lralabra test es, por lo general,,lo que la gente más o
pero in"no, .ono.e dá Ia psicología del comportamiento. La
n ne- práctica de los ,esls <<mentáles»> nació en Francia bajo
ogo, fl títrlo de cuestionarlo (Binet-Simon); pero se des-
iot ¿rrrolló vertiginosamente en los Estados Unidos' Se han
apti- claborado Ñilut.t de clases de tests, con frecuencia
e so- apresuradamente, y se han revisado otras tantas veces'
úme- Clentenares de millares de niños y adultos sirvieron para
éron, esta elaboración, Su obietivo principal es descubrit una
e in- cscala de medidas que permiia clasificar grlrp-os de in-
ción dividuos según la edad, inteligencia o ni-vel de forma-
de Ia ción, precisándo las diferencias y aptitudes especiales.
aise El entusiasmo por el test' qtJe permite <<clasificar>>
ere- inmediatamente a un individuo en una categoría esta-
blecida de antemano, fue tal, que extendió su preten-
más sión en todas direcciones. Hay te'sts qle son simples
ó de cuestionarios verbales; otros, llamados de «papel y
n de lápiz>>, en los que es el mismo sujeto quien escribe su
ioso reipuesta, y tests mecánicos, en los que- el sujeto debe
a at- manejar ún más o menos serrcillo. En suma, el
^pututo
56 La psicología del comportamiento
test
.una -<,prueba». A través de él se busca tanto
es
determinar la aotitud uirrrl Áldiu j. ,intuquinirtu
como definir einivet d;-;i";;ü;.]ir"*"aiu
grupo profesional o social cualq'ui.."l de un
¡i'rn¿rodo de
to
se aptica mismo;;"=.;;rñ;ticnicas
!: ¡:'¡ que en Ia pretendida ele_
mentales determinación de una
inteligencia,,seneral,;. ln.lrrá-r. l, ;;;.r'á; que per_
mitían diferen"ciar una aptitud .i;r;;r;
d;;ra <<adqui_
rjda»>. Paru el behavioriJtr,
l* ¡rrTrli*i"Ji_pl.."nt"
de.medio, aún bastanre impreciso,-fJru"árd"nur
f ,l o
Iru Iil
realDaciones y capacidade, d'.1-;;;iffi;o"'1 rérr. .u_
rros
pítulo VIII, pag.-22j). crin
Después de esta visión rápida de Ios
problemas, mé-
todos y técnicas del behav.ioli.rrl.áruá.iJ.o.
representa la estrucrrrra de este to qr" N
ó.gu;-irr;;i .d; ;;;
estamos refiriendo: e1 cuerpo h"r'r*.--'" - cue
[un
I{e
beh
cs
dat
tes
E
ser
par
tivo
ner
tint
est
órg
Oje
os
plia
lim
de
ren
que
psi
miento

a tanto
uinirtu
de un
do
s
de III
ele_
de una
ue per_ ¿QUE ES EL CUERPO HUIzIANO?
<adqui_
."nt" f,l organismo y el sistema nervioso.-Mecanismo y organismo.-
ur Iru Iil sistema genético.-Células y tejidos fundamentales.-Orga-
rros sensoriales y órganos de respuesta.- Las glándulas endo-
rr. .u_ crinas.-¿Puede condicionarse la actividad de las glándulas en-
docrinas?-Influjo nervioso y cronaxia
s, mé-
o qr" No hay psicología válida sin algún conocimiento del
d; ;;; cuerpo huma¡o. ¿Cómo está formado el cuetpo, cómo
[unciona, de qué natutaleza es su unidad y su cohesión?
I{e aqul cuestiones que preocupan inmediatamente al
behaviorista. Una exposición elemental al respecto no
cs inútil, pues aunque la ciencia moderna sea rica en
datos parciales, está mucho menos segura de sus hipó-
tesis referentes a la estructura general del cuerpo.
Examinad un tratado de fisiología o anatomía: ob-
servaréis que cada parte del cuerpo se estudia por se-
parado y casi sin ligazón con su vecina; aparato diges-
tivo, aparato respiratorio, aparato circulatorio, sistema
nervioso, sistema muscular, etc,, parecen campos dis-
tintos. La fisiología no progresa sino por medio de
estudios, Iimitados por Io general a una función o a un
órgano e incluso a un solo aspecto de una función.
Ojead después un tratado o un manual de psicología:
os encontratéis generalmente con una descripción am-
plia del sistema nervioso, pero el cuerpo humano parece
limitado a esa red conductora. Abrid ahora una obra
de psicología behaviorista: notaréis una constante refe-
rencia a la actividad del cuerpo entero; una desmipción
que abarca el conjunto de las funciones corporales. La
psicologla del comportamiento se preocupa de todo el
),\' La psicología del conportaruiento , t.)ué e
c.uerpo y no soJamente de su sistema nervioso
o de los ¡",icolo
demás órganos, pero ,;n .on.rijn;;;;;i.
ltcrza
El funcionamiento corporal, denffo de ciertos l,ru y
límites,
g1ty1lm9nte, no es tan-misterioro .*o^s. pretende. t su:iad
r,r organrsmo no es un p_roteo ni una m^t"lia ,up^z
¡1lríndu
de cualquier tipo de trrnrfo.rná.iár.'§r."p"ribiliclades ,¡rrc el
cte tuncronamiento tienen límites bastante
precisos y ¡,cccio
dependen de los mareriales
.q,ltl";;;;;;'"r,, .o.rpo.i-
ció-n. Fstamos ante una verdád pra.i?.u^."y
lo eue
sencilla: :;crrír p
1I-",
oe 9 i**,...o,' +" .f
crerta
acuttades p;r; r ;;;;;
;o encim a
velocidad ni para sop-ortar una cargi excesiva;
,ligan.

no podemos vivir mái De e


qr. ,lgrno, Ji;;:" coner o .,t'ncilla
.J necesitá p*aá-re"r""
*.f:: :uerp?
un grado de remperatura;
,ó1.
"r;rñ;; le es indispen"sable nristeri
:?.^:?:1, l,rs glá
el oxtgeno)>, y muchas otras cosas.
¡,,rsibil
.Se ha acusado frecuentemente a los behavioristas de irrtegra
:!.¡tli1l tgd
rno. srglo"1xvrrr
del.sistema nñ;;;';i;,sd:
se había acercado al <<espíritu>>á tra_
t'stímu
!.1 rrnimal
los- sentidos. pero en .1 p"rlrron que l,r:; exc
*r_Í:^ "r* realizados^en
nomore era el cerebro._Los trabajos el
el rlits. Pe
yclr,"I obligan a modificar .r;;;;;;;iáí. r, rrrano s
oad del ststema nervioso se solidariza áe ".tiui-
tal forma con ¡xr; el
el resto de las funciones corporal.r, qrr. eJ .,rje de
ertudio de
de adapración del organismo entero, mate- nos de
l?: :-...!.ot del
na propra behaviorismo, no puede concedeíle rna lrcmos
preeminencia absoluta, sino' específi.",
logía de las facultader, ¿ifi*iíau p"r
ioJ; h;ri.;: llejo co
lr-^"irfísica, .'stas c
halla. bajo el dominiá_d. l";-;;qfi.^'""r.U.rt", se lrr impo
y
nerviosos. Conviene señalar, po. otm pu.r",
lr" l. ne,r- rlcl sis
l! entre grandes
?l:Fli,,aun im po r ta nte *ir-" ái r.ill i"r,'p'. iu."l r r, -, ,11 <<p
:.?ur.. dificultades. Lós exceleÁtes" imágán
rraDaros de los protesores Lapicque y Lhermitte, por rlue-do
ejemplo, ¡o hacen más que .rtruym Jrá L".lr", ¡,arte i
chard habla en el.mismt sentidJ j. i;;;ñ.masónr"-
del i El b
runcronamrento del cerebro y Ia medula ,1
debén ser con_ utáqui
siderados todavia.o.o .ry hip;réri;;"¿:io, I

que U I
¡,reia c
i,,.,a co
' Véase Le systéme ilerneax (1941). Colección «eue
sais_je?». t'l hom
aruiento , t.)ué es el cuerpo hurnano? 59

o de los ¡",icología clásica (introspectiva) reprocha con tanta


ltcrza al behaviorismo e1 no resaltar el papel del cere-
límites, l,ru y la medula espinal, quedándose en los músculos
retende. t su:iados del cuerpo, los lisos del estómago o en las
ia ,up^z ¡1lríndulas? §Tatson contesta rotundamente: <,Recordad
iclades ,¡rrc el sistema nervioso siempre ha sido para el intros-
ecisos y ¡,cccionista un pozo de misterios: colocaba en él todo
o.rpo.i- lo eue no podía explicar en términos 'mentales'.>> Y no
sencilla: :;crrír probablemente los neurólogos quienes le conffa-
encim a ,ligan.
xcesiva; De esta manera, el sistema nervioso se define muy
coner o .,t'ncillamente como una parte del cuerpo, ya no más
-re"r"" nristeriosa (al revés, tan conocida) que los músculos o
en"sable l,rs glándulas; como un mecanismo especializado que
¡,,rsibilita a su poseedor para reacciones rápidas y bien
stas de irrtegradas de los músculos y glándulas afectadas por un
sd: t'stímulo dado. Muchos organismos vegetales libtes o
>>á tra_ rrnimales no tienen sistema nervioso: sus reacciones a
que el l,r:; excitaciones mecánicas son lentas y mal diferencia-
s^en el rlits. Pero el hombte puede mover instantáneamente Ia
rrrano si siente afectada una parte cualquiera de su cuer-
".tiui-
ma con ¡xr; el sistema nervioso activa 7a transmisión del men-
udio de .,rje desde el órgano sensorial receptor hasta los órga-
, mate- nos de reacción (músculos y glándulas). Por otra parte,
íle rna lrcmos visto el importante papel que desempeña el te-
h;ri.;: llejo condicionado en Ia interpretación behaviorista. En
ca, se .'stas condiciones, el behaviorista conoce per{ectamente
rt", y lrr importancia vital que se concede al funcionamiento
l. ne,r-
-,
rlcl sistema netvioso; pero, según é1, no se t¡ata ni de
r r, ,11 <<pozo misterioso>>, asiento de facultades, ideas .e
eleÁtes" imágánes desconocidas, ni de un órgano privilegiado
e, por rlue-domina al cuerpo, sino de un órgano que forma
ónr"- ¡,arte integrante del cuerpo entero.
s del i
,1
El behaviotismo considera, pLles, el cuerpo como una
er con_ I utáquina orgá.nica. Es el mismo §íatson quien se ex-
que U I
¡,reia con précisión: «Por máquin a orgánica entendemos
i,,.,a cosa millones de veces más complicada que 1o que
is_je?». t'l hombre ha logrado construir»> (Bebaaiorisn, pági'
60 La psicología del comportamiento
¿.Qué es e
na 56). El cuerpo puede enffegarse a acciones muy
diversas, pero bajo ciertos límites y siempre respetan- clie negar
do las leyes que rigen los movimientos de los cuerpos. ;;;ri;"e;
Entre el organismo vivo y la máquina industrial más i¿áffñ i;
burda sólo hay una diferencia de grado, pero no de rr toda c
omera co
natrraleza, de sustancia. El organismo es más compli
Esta defi
cado que una máquina construida por la mano del r
m ccan is
hombre; no obstante, todos los procesos de que consta
cal de un
son sóIo mecanismos, por muy microscópicos o com-
plejos que sean. Ningún <<espíritu>>, ninguna <<concien- la osicolo
,Ielas co
cia>>, son necesarios para comprender mejor su funcio-
moderna
namiento: la química, 7a fisica, Ia bioquímica bastan
para ello. Además, esta concepción es la única que per- cle la q

ri #
mite investigaciones fructíferas; es una definición prác-
tica, operativa.
En Francia, patria de Descartes, de Diderot, de Clau"
de Bernard, no es necesario insistir en esta concepción;
pero ha sido, y continúa siendo, duramente combati-
I::lin
da. La idea vitalista conserva siempre partidarios en
lü;:iá
cista no
biología, como Ia metafísica y la introspección tienen Jes, sin
los suyos en psicología. Su punto de vista común es,
¡,unto
en general, revelarse conra la aplicación a los organis- t'oncep
mos <<vivos»> 2 de explicaciones de <<tipo mecánico>>. lrombre
Esta crítica fue formulada de una manera especialmente
interesante por 1ü7. Kóhler (en el libro ya citado). Este ' Por
tión ge
libro, escrito para el público americano, va dirigido
principalmente contra el behaviorismo watsoniano. En i::i:lli
las máquinas construidas por el hombre, dice el autor, ^Tii:*
prevalecen las condiciones topográficas; estas máquinas t'scribe
son un tipo especial de sistema físico; ahora bien: <<fue- liii ji"s
ra del reducido mundo de Ias máquinas hechas pot el hicrro
hombte existe un mundo inmenso de sistemas físicos,
);",11
en el que la dirección del proceso no está completa-
X

ijJ" ü,
mente determinada por ordenaciones topográficas>>. Na- cia esp
I -' rrái
' En nuesttos dias, este epíteto adquiere un sentido cada vez ," gú,
más indeterminado. Los límites mantenidos entre lo orgánico e
inorgánico desaparecen, como Io demuesran los rabajos de la :xi;1
mictobiologla, por ejemplo, sobre los ulravirus. ,I.:stin
tttcntale

)
61
amiento
¿.Qué es el cuerPo
humano?
nes muy de- Galileo tlplti':l
espetan-
clie negará que la- mecánica
físicos;
"t ¿por que
pero
;;;ri;"e; tádos -sistemas
los
d'fi;;i; ;" punto únicamente
áe'vista) quiere
cuerpos.
rial más i¿áffñ i; .;,"t'
que un mecanism¿¡-sea
una
rr toda costa
omera configuración g;;;;;i;^
o no de de proceso.s locales»'?
á;á a ciertos tipos 1o-
compli de
Esta definicion no 'oáiiÉ;;;
ano del
m ccan ruo s. 1-,"'o'o' i'"o;t"t ;á autodistribución
t'tional.dinámico' base de
is
e consta \n
cal de un campo tt""tJpá"
o com- la osicología d" fu tot^iui"o
* ditringuen-totalmente i

Pot otra.parte' la física


,Ielas condiciont' topogi¿fi*t'
<concien-
u funcio-
moderna (in.1rrv."ao.ilé"i"á;;; hd""tial métodos
v sín hablar
de
li
1

días
cle la quími ca) ttrttr)i;;;;;;'ñ
bastan
que per-

ri #**t+:;i3giffi {;i:,¡;i*'ffi
ón prác-

de Clau"
.iií ir;r,e i :¡i;'i;;, he
cepción; I::lin: ff'f¿:m;ir
rt
v
"r una explicación mecanl-
en
combati- lü;:iá^ái. "t""ti'Í u Lt ttott*us 'de Arquíme-
arios en cista no está enp";;;;;
n tienen de-terminista' En este
Jes, sino en ser "'itit*tn'e- mantiene la
mún es, de vista es. i;t:;"J;;át Yllto,n
¡,unto orgánica del
organis- t'oncepción *ttun"i'"#it-"tu*ioiuti¿ad
cánico>>. 3.
lrombre (configura'
almente descrita porXcihler
' Por otra parte, Ia mecánica concierne a la
o). Este tión geométrit' ¿" lo"'p'oi"!o'-iotuttí) sóIo
dirigido
ano. En i::i:lli'i::.'¿',*ffi f '##rlí*11$:;L'¿'¿J::í1i?
el autor, ^Tii:*¿í:ri!d:,!:;!i"T:,,'T:rÍrZ?lI¡,5í:;,0?¡[:::11
áquinas t'scribe con cie.rto extremtsm:' ,::? ;;;i;;;-;" pedazo de
n: <<fue- liii ji"si,it'ipis!3T?",,P*??;i'":'""",';#.i.,,[i,t¿.,n
s pot el hicrro en lm trozo de caucho
"*,P::iÍ^:; iñá'r"-."^"ierr.
s físicos,
);",111'"1,|,uilll'5'!i' J' ;;oól i
v no-'on las. manos del ho m'
ijJ" ü,';;; ;;,r rry f i¡';ffiffi:uü'f#ü:#3.'."#:ü;
X
ompleta-
cia especial en p€nsar
q.l"
>>. Na- - ]1-j::^L';""-""
viva'u:que' denomi namos "i¡l v
formarla
I -' rrái, ptt"piá;mica ^
," gú, ui ri.u.iLTJ
cada vez
rgánico e
r
"_,pé.
i
i*i*:, ,p#i *:.,",*: ügl::i ü::iiT
jos de la :xi;18.§&ü!?:rJ,.,'¿-.:Hf ;;'1:t;,:;.Í3,'.'T!'i"o."l:,$:
,I.:stinación Y los Pr
tttcntales''>>
62 La psicología del conzportan¿iento ¿.Qué es

El hombre, esa totalidad individual, comienza sien- combinad


do una simple célula que contiene elementos que pro- ,'rrsanos
vienen del padre y de la madre, después de haber "'*i'i'".ii
fecundado e1 espermatozoide al óvulo en el útero mater-
no. El óvulo fecundado es la célula simple original. Des-
pués, este huevo se divide; los millones de células de v'diente
que consta el cuerpo humano proceden de esta prime-
ra división.
í,,iiá
"ii,i:!':,i
La embriolo gia y la genética modernas nos han reve- l§'m
lado toda una serie de hechos capitales, vulgarizados en l,rs son
nuestros días, relativos a la composición del núcleo del ,asetc
huevo a. Los cromosomas de cada célula (óvulo o es- Hi;i;ñ
permatozoide) están compuestos por una serie de genes *otilltt
que, según su carácter dominante o fecesivo, se conser-
varán o desaparecerán en el momento de la reducción tiuos (c
cromosómica. El individuo que resulte de ello no ten- ,nen v
dtá, pues, más que algunas características heredadas ticos á
del padre y ouas heredadas de la madre, en una pro- viendo
porción variable. Cada gen determina ciertos carac-
t^Y.i'""
teres precisos del organismo, tales como el color de los
ojos, la forma de los dedos, la estatura, etc. No siendo ,.¡'i¿"4
nunca igual la distribución de los genes paternos (salvo v volu
en los gemelos univitelinos), dos individuos siempre
diferirán estructuralmente. No obstante, la multiplica- '";i'(
ció;
ción de las células se hará, habida cuenta de este dis"
positivo hereditario, según un plan de conjunto idéntico i,,","
se am
para toda 7a ruza humana. lir,lir
núcleo
Resumiendo, el cuerpo humano es una arquitectura tc de
química y Íisica: desde el momento en que la célula ;J"'
primitiva comienza a dividirse, Ias nuevas células ad- '¡cció
quieren formas diferentes y específicas y asumen de- b)
terminadas funciones. Cuaffo clases de células se en- b, :¿
cargarán de formar los cuaffo tipos de tejidos, que, trices
{ Cf. T. H. Morgan, Enbryologie et Génétiqae. Para la crí-
:,t;;
tica: E. Rabaud, L'Hérétlité (7%9), y E. Guyénot, L'Hérédi¡é 4.
(1942\. , con
--L

63
n¿iento ¿.Qué es el
cuerPo hun'tano?
los
maneras' constituyen todos
za sien- combinados de diversas
ue pro- ,'rrsanos corPorales:
e haber "'*i'i'".ii,'',"¿i)l:4:.r,ií,iíi#^i,!ri,l"ril,?,!int,Ki{ííi
mater-
al. Des-
ulas de v'dientes; la córnea' ;#;itd; q"t 1"-t*.1t" el con-
prime- í,,iiá'á.t',i.r."a;e'-Ji"uo'Gi*mf:m'*ff I'
"ii,i:!':,ii;,;tr::tr'í:;;i;,"i^"pi.r,.o.,1u"'ñá',p"ro'
¿. .ü"¿r"
n reve- l§'m*l;:*';#ni;;;;,-;é,,^,
('^;;i*;;' údo"r' cerumen' hormo-
ados en l,rs son secretoras
i
leo del ,asetc.).Ciertastél'ilt';;;;tí;i*'l'ttvespecializadas
iensibles de los órganos sen-
o o es- Hi;i;ñ io,
"lt*"ntot
e genes *otilltt'a^ s co-nj un--
células que co n s t it ay
" adiposo'
t-o,',
conser-
á'ü iiUto'to' ^':!!o tendones)
tiuos (catilaginoso,
ducción
,nen v sostienen o'"Lt'á"i t"'po (tendones elás-
no ten- "t
ticos ádaptado" to'oi"i""utot'
futitts ,cartíla9os sir-
edadas J;G tuul"' deriva el teiido
viendo de apovo
na pro-
t^Y.i'""3¿rrras
^ ";;;i;; Este
s carac- que forntan ct te-i.ido muscular'
r de los
,.¡'i¿"4".f
siendo "'";-il":"lii*;::,1'ÍT$H:Xp1'"i::ff
v volumen v avud-¿r
(salvo i;X'il*';;':á;i,'
ÁL,.,,lu."',
t:: )';í;;'2,i,"iñ-,,l",irormes v 'i" f'oür"'u'
siempre
tiplica- '";i'(;;t;fción de ias del corazón' querson
cottas v
ció;
ste dis"
déntico i,,",",,,un.r1^:::yj;l*;:*gtiiiffil,:';'n]ii
se amontonan pefp(
frecuentemente varlos
lir,lir. üJiil".étut" tontienen
por una membrana resisten-
núcleos y están tttubit"u' necesitan milla-
se
tectura tc de teiido to"ioniiJl'it"Lit*'J' músc.ulo Entran en
a célula .Ztu" ;;;;i;';"
;J"';!;;: caso it;;;-;"i'"iento rápido y fuerte'
1n
ulas ad- '¡cción en el largas'
men de- b) Las células ii'i'Ai'it,tlsas son dllsa{a1'
se en- b, :¿ [#: j,:,* j j r¿],ÍJj: [,ü
s, que, ";";;,';i
trices, Por elemPlo ",l" ¿
;;,.';'lti, glanduláres' arterias v venas'
:,t;;;; t'unui"t
te¡ldo nerl!1so' Se
juntan
a la crí-
4.u Célutas ,r*¡"tot'y que una los órganos
el fin de ""uÉitt** in^ 'iu
Hérédi¡é
, con
64 La psicologia del comportaffiiento ¿_Qué

sensoriales con ]a medula espinal- o el


cerebro y tam- estímu
bién Ia medula o et cerebro';;;G ;;;;;;, órgano
muscuta-
res o glandulares. Están ultu."nt. jifd;;trd;ü;;;- glandu
arrolladas,,pero.su- estrucrura d; .;rj;;;; cerebr
no es muv
orrerente cte Ia de las. demás células. Las hay tos ór
de varios
tipos, pero su modo de funciorrumi.nto, ,, ción d
iompo.i.iOn
lr'.conexiones todavíalro son bien conácidor; 1o, mente
dios sobre su ritmo d. tronr.iriárl"ii..i.mes. "ri"_ A)
To-
memos una célula de la medula espinal soriale
lneurona moto-
ra,petiféúca): presenta ,n .,r.rpt de'célula
nucreo; de €lla. parten-cortas ramificaciones
.rn ,r, sos sa
arborifor_ estriad
mes (dendritas), entre las cuales se distingue estímu
una fibra
muy.,larya que se exriende más o menos (desde termin
:1y !
algunos mllimetros hasta más de dos metros; es
el que \(
axón). F.sta fibra emite muchas ;;ifi.;.i;res renciad
larera-
Ies; todo ello recubierto d. mieliü.-ili"uroru
elemento consriturivo d"_todo, lár-i.liaár-n.rriosos
.. .t Algu
del mente
cereb¡o y medula espinal. EI i;flrj;;.r;;;"ro son se
siemore
arravlesa a las neuronas €n un único cuadr
sentido, sin que
aún podamos dar una explicación .uririr.t*i, de los
de ello:
se recibe en las dend¡itai y pasa ,l ;;;,";;.
comuni-
ca siemp-re con las dendritai de otra ,,áritnu
caso de las células enteramente situadas 1.n .l
en el cerebro
y medula). Sentido
Sentido
Sentido
Watson resume así Ia función arquitectónica Sentido
del
cuerpo: «Todo el cuerpo del hombre'.r,á-.onrtrrrido
según esta nota dorninante:.reacciones Sentido
,-:.":
-l rápidas (y ,;;;_ a) T
t a r i o, c o na p I i, i¿ r,
:, ^: : :
comptelos.».Nos
l' i, it *,frí*, i * pt u y
queda por ver cómo se oryaníian
tó_ b)
!:rot te]rdos entremezclados para r..poñd.r
Í9:
IUnclon.
u
"rru c) D
Pues-to que el behaviorismo se interesa Sentido
ante todo
g:: I I::f" en que et animal h;r*Gj;s
ve¡rebra-
oos superrores) reacciona a los estímulos y por
la cons_
tancia que manifiestan en estas reacciórr.s,
zuficiente considerar tres. grupos d. ¿;;;;;;,
I" ;;;; Sentido
1.o, los
órganos sensoriales, graciai u lo, ."u1"-, l;;
dil.;;;
,
5
*"
ffiiento ¿_Qué es el cuerpo humano? 65

y tam- estímulos producen sus efectos en el cuerpo; 2.o, los


uscuta- órganos de reacción, es decir, el sistema musculat y
;;- glandular, y 3.", los órganos conductores (netvios): el
es muv cerebro, la medula espinal y los nervios periféricos. Es-
varios tos órganos están siempre formados por la combina-
o.i.iOn ción de los cuatro tipos de células y tejidos anterior-
, mente indicados.
s. "ri"_
To- A) Organos sensorial.es.-Todos los órganos sen- h
moto- soriales se componen de un esqueleto conjuntivo, va- I

rn ,r, sos sanguíneos que los alimentan y fibras musculares I

estriadas y lisas que los disponen a la recepción de los


;
orifor_
a fibra estímulos. Todos contienen tejido epitelial, salvo las i
I

(desde terminaciones nerviosas en los músculos y tendones, I

es el que \(atson considera como órganos sensoriales dife-


arera- renciados.
.. .t Algunas de estas células epiteliales llaman especial-
os del mente la atención: son selectivas, es decir, que sólo
emore son sensibles a ant iinica forma de estimuladón. El
n que cuadro siguiente indica estas propiedades específicas
e ello: de los órganos sensoriales:
muni- Organo
Estiruulado por
1.n .l sensorial
rebro Sentido visual......... ojo Vibración del éter.
Sentido auditivo ..... Oído (caracol) Ondas del aire.
Sentido del olfato.... Cavidad nasal Partícu1as gaseosas.
a del Sentido del gusto .... Lengua Mate¡ias (fluidos) sápi-
rido das.
Sentido del tacto ...... Piel
,;;;_ a) Temperatura .,. Obietos calientes.
uy b) Presión ...
Objetos fríos.
Contacto con cualquier
an tó_
objeto.
u c) Dolor Corte, quemadura, pin-
"rru chazo.
todo Sentido cinestésico Músculos Cambio de posición del
músculo.
ebra- Tendones Cambio de posición del
cons_ tendón.
;;;; Sentido del equilibrio. Oído (conduc- Cambio de posición de la
o, los tos semi- cabeza.
citculates)
.;;;
,
5
*"
66 La psicología del comportamiento ¿Qué
Cualquier tratado de fisiología complementará los porta
detalles necesarios al respecto. Así, por ejemplo, la trata
retina dispone de dos clases de elementos epiteliales Lo
sensibles a \a luz (conos y bastoncillos), en los cuales junto
terminan directamente los elementos nerviosos de co- tronc
nexión (nervio óptico). El oído interno consta de varios nacio
grupos de células especializadas: la membrana basilar, come
que forma la pared inferior del conducto coclear; el tad e
órgano de Corti, localizado sobre esta membrana, y las caso
células ciliadas (interna y externa), colocadas a cada ción;
lado de los dos pilares de Corti; el nervio auditivo ter- eficac
mina altededor de estas células. Cualquiera que sea la una p
teoría adoptada sobre el funcionamiento del oído, este rá la
grupo de estructuras se activa cuando 1o hacen vibrar Lo
uno o varios sonidos de determinada longitud de onda. conju
Las fibrillas del músculo (órganos sensoriales de éste) el cu
no reaccionan más que cuando han sido estimuladas neo.
(alargadas o contaídas) por los nervios motores, etc.
las c
De esta manera, las células que componen un órga- mien
no sensorial producen, bajo la acción de un estíruu\o den
apropiado, ciertas ruodilicaciones físicas y quíruicas. músc
Este proceso físico-químico es de capital importancia, al co
y el behaviorismo le presta aún más interés que a los articu
procesos intraneuronaTes, pues es el que ua a desenca- lanca
denar un influio en Ia terruinación neraiosa que está muy
en contdcto con la célula epitelial; este influjo pasará parte
al sistema nervioso cenffal (cerebto y medula espinal) dor
a Úavés de 1a cadena de neuronas, para volver en se- de v
guida, después de diversas modificaciones, a uo haz arrol
de músculos o de glándulas. ¿Qué son estos órganos El
eferentes, músculos o glándulas, que manifiestan el form
aspecto reactivo de nuestro compoftamiento? cierta
B) Organos de respuestd-Son: 1.o, el sistema sang
muscular estriado; 2.o, el sistema muscular liso, y tejid
3.", el sistema glandular. La fisiología muscular lldma es- itzúc
pecialmente la atención del behaviorista. Es evidente ncció
que la acumulación de energía en el músculo y su pos- cn q
terior liberación son fenómenos capitales en el com- «le s

&*
miento ¿Qué es el cuerpo humano? 67

ará los portamiento externo (y también interno cuando se


plo, la trata de los músculos iisos que controlan las vísceras).
eliales Los músculos estriados y los huesos forman un con-
cuales junto inseparable. Dichos músculos (brazos, piernas,
de co- tronco) ocupan la mayor parte del cuerpo; sus combi-
varios naciones son muy variadas, y cada uno de ellos con un
basilar, cometido particular; pero üabajan agrupados. Levan-
ear; el tad el brazo, golpead, corred, doblaos: en cualquier F
a, y las caso es un conjunto de músculos el que enffa en ac- ¡

a cada ción; no sólo los llamados músculos <<voluntarios»>. La


t

vo ter- eficacia de un gesto preciso depende de una actitud, de i


sea la una postura del cuerpo. Cambiad de sitio: se modifica-
I

o, este rá la tensión de todos los músculos.


vibrar Los estriados van unidos a los huesos por un tejido
e onda. conjuntivo. Algunos huesos (hay alrededor de 200 en
e éste) el cuerpo) están soldados entre sí, como los del crá-
uladas neo. Otros son semiarticulados, como las vértebras y
es, etc. las costillas. Otros tienen mayor libertad de movi-
n órga- mientos: los huesos de los brazos, piernas y pelvis pue-
tíruu\o den moverse en varias direcciones. La mayoúa de los
ruicas. músculos están unidos a un hueso por un extremo y
ancia, al contiguo por el otro. Affaviesan de esta manera una
e a los articulación, que ayudan a manejar, y forman una pa-
senca- lanca, máquina simple, pero enormemente poderosa,
ue está muy importante pata nuestra locomoción. Por otra
pasará parte, esta máquina tiene un gran rendimiento, alrede-
spinal) dor del 20 por L00, siendo así que el de la máquina
en se- de vapor oscila enre el 15 y el 20 por 100. El des-
uo haz arrollo de esta energía es a Ia vez mecánico y químico.
rganos El músculo, como el mismo cuerpo, absorbe, trans-
stan el forma y elimina. Aunque no 1o necesite, dispone de
cierta cantidad de alimento de teserva, que toma de la
istema sangre, donde se encuentra en forma de az(tcat. El
iso, y tejido muscular tiene la propiedad de transformar este
ma es- itzúcat en glucógeno, que consume cuando entra en
idente ncción. Naturalmente, necesita renovarlo en el momento
u pos- cn que se acaba, colaborando a ello ciertas glándulas
l com- «le secreción interna. El esfuerzo muscular lleva consi-

&*
68 La psicología del cornportamiento ¿Qué
go modificaciones químicas, como el desprendimiento órgan
u.:1:furbonrco,,ácido láctico, etc. Son Ios residuos, los a
fl.^ <(productos
Ios de Ia fatiga»>. Su eliminación está facij po. E
Iitada por ciema.s glándu"las .rd;.#;e sobreali_ empe
mentan momentáneamente al músculo. Al mismo psico
tiem_
po, la asimilación de las materias n"rriiiuu, ficaci
,.umuladas
el proceso esencial. El múscufi d;ñ;;; en el
i:lit]try.. tendrá un.período de resrauraiíón, eI intest
:.1?,.:,.:trido,
cual vanará según hal,a sido el esfuerzo y el
estado de el dia
El,reposo..dará tiempo , Íu ,rngr" prro tos u
:fl:li.Tj.,i..
evacuar los residuos y llevar alimento fresco. bazo
Nuestros movimientos son dulas.
y
.suaves, _amortiguados
1: :irf. desigual gracias .l ,irt"Á^'d.'.áLp"rrr.iOn Alg
1:.Ill."tor antagónicos. A cada músculo o grupo de llenad
musculos que se mueven en_ un dirección dada (?lexo- <<insa
res) corresponde un grupo de *.i.."lár-q"" provi
actúan en
olreccton contraria (extensores). Ademái, los p
todos con_
servan siempre un cierro estado de tensión (sang
debido a
Ios.rmpulsos motrices llegados del cerebro dispu
o de'la
medula: si se corta la partá central ¿."n rnrir""fo, (dese
lm
dos partes resultantes.l"-ulriuru"iii J. condu
contra_
yéndose. La tensión de los fl.*o.., p.ou..u "irr,una dis- tante
minución de la tensió¡ de los antagOni.or;-erte ción
interviene en los reflejo, d. postrral.quilibrio y ;uego a tod
tación. Después de una contiacción, .t'rnrir*f.
ári-ñ
pr'ogresivamente a su volumen y fórma
ur"tr" Desp
nor.ul.r. testin
No hay necesidad de subrayar Ia importancia del Contr
sis-
tema muscular estriado en Iavida práf.rio"ái. alime
i;;;;-
cotecnia,-que está dentro del dominio behaviorista,
de- da: e
muestra bastante clarame¡te- el papel .upirái q". roba
ái.no
s i stema desempeñ a en todo .l .oi,,porturiü;i"'h il;;;. En
rero quLz^ sea aún mayor el jnterés que suscita
el es Ia
sisterua mu¡calar liso. Los músculos liro.'re que
eo.uentran
abuncfantemente en la composición de los nifies
organos in_
es decir, de las. víiceras. U t¿Áino uíscera, frecu
lili-".1
aplicado a todos estos órganos, como clasificación,
nó en ]a
tiene. qtizá valor anatómiio o fisiológi.;. p;;. crina
Vatson
señala que es indispensable para d.;ü;;; riodo, ffuale
"rro, t

&"
miento ¿Qué es el urerpo buruano? 69

miento órganos cuyos cambios siruen ellos mismos de estítnu-


duos, los a un gran ncírnero de reacciones capitales del cuer-
á facij po. Estas reacciones, por ejemplo, las glandulares, des-
breali_ empeñan un papel cada vez más importante en la
tiem_ psicología behaviotista. Así, pues, ampliaremos la signi-
ladas ficación normal de la palabra víscera, comprendiendo
;; en ella Ia boca, la faúnge, el esófago, el estómago, el
ón, eI intestino grueso y el delgado, el coruzón,los pulmones,
fl,.
do de el diafragma, las arterias y venas, 7a vejiga, los conduc- I

tos urinario y anal,los órganos sexuales, el hígado, el


t
prro
bazo, el páncreas, los riñones y todas las demás glán-
I
dulas.
dos y
iOn Algunos órganos viscerales son huecos, debiendo
po de llenados, al menos parcialmente; continuamente están
?lexo- <<insatisfechos)> y en estado de necesidad, de donde
an en proviene su importancia. Son: el estómago (alimento);
con_ los pulmones (aire); el cotazón,las arterias y venas
ido a (sangre); el intestino clelgado (alimento dígerido y
de'la dispuesto para ser absorbido); el intestino grueso
, lm (desechos que deben eliminarse); la vejiga (orina); los
ntra_ conductos linfáticos, etc. Estos órganos están en cons-
dis- tante movimiento, en continua reacción, y cada reac-
uego ción suscita un estímulo uisceral que pone en acción
ári-ñ a todo el cuetpo. El caso del estómago es bastante claro.
r"tr" Después de la dígestión se vacía en provecho del in-
testino delgado y comienza a contraerse rítmicamente.
l sis- Contracciones que ocasionan el hambre, la necesidad de
;;- alimento, y que nos lanzan áctivamente en su búsque-
de- da: en situaciones límites llegaríamos hasta matar o
i.no robar para poder comer.
;. En la vejiga y colon se produce el proceso inverso:
a el es Ia distensión de sus parecles demasiado llenas Ia
tran que nos sirve de poderoso estímulo a Ia reacción ma-
s in_ nifiesta. La actividad sexual del macho depende con
era, frecuencia de la distensión de la uretra (mientras que
, nó en ]a hembra parece Tigada a ciertas secreciones endo-
son crinas, que pasan a la sangre en los períodos mens-
ffuales).
rro, t

&" d
70 La psicología del comportaxziento ¿Qué

Estas necesidades, cuya descripción podríamos am- rriame


pliar, sólo provocan lo que se llama respuestas incon- lilffi
dicionadas. Nuestro esbozo de la estructura corporal gi¿r"
comienza a valorar estas reacciones y estímulos primi- terna.
tivos. La experiencia familiar pronto nos enseña a re- Est
conocerlos; Ia antigüedad buscaba ya, probablemente
no sin ruzón, e7 sentido de los acontecimientos e im- "i#i
iJIti
pulsos humanos en las vísceras. Los órganos muscula- i;""á
res lisos son la sede de incesantes reacciones, millares ;3;""
por segundo; pero las reacciones no son <<impulsos»>; H.il
si queremos hablar de necesidades, recordemos qLle se ;:#ü
trata simplemente de rupturas de equilibrios materia- ;;;"n
les. Lo importante es que cada reacción visceral sirve uo],r
ella misma de estímulo para la actividad general del Es
cuerpo, pues las vísceras van también unidas a estruc- comD
turas de órganos sensoriales. il;d
De esta manera se completa la noción behaviorista ñ.ff
del medio. El medio, lo que nos rodea, el mundo de il'ü;
los estímulos, está formado no sólo por objetos exter- i*j""
nos (vistos, oídos, gustados, tocados, etc.), sino tam- cle a
bién por objetos internos (conuacciones del hambre, en m
titmos de la respiración y de la circulación de Ia san- Értm
gre, cambios musculares, etc.). tlen
La piel, que separa el medio interno del extetno, il
contiene también fibras musculares lisas. Ellas son las su i
que mueven los pelos o ajustan el diámetro de la pu- nr"
pila ala intensidad de Ia luz. La fisiología de los múscu- '',Jr
los lisos, aunque diferente en algunos aspectos de la --iu
adu
de los estriados, ptesenta los mismos fenómenos de
conüacción, telajamiento, latencia y acumulación. rnuo
El sistema glandular.-La gente comienza a familia- á;i
rizarce con las glándulas (internas y externas) gracias .^.
sobre todo a su uso terapéutico. La psicología ha sido .i"t
menos rápida y tiende siempre a considerar las reac- .r..i
ciones glandulares como una superfluidad poco sígni ;ñ
frcativa: <<lágrimas de cocodrilo». El behaviorismo, sin lu,
embatgo, ve Ia cuestión de distinta manera. Las glándu- ;;
las están estrechamente ligadas a las vlsceras, pero pro-
I "lit
&.
ento ¿Qué es el cuerPo bumano? 71

en lugar
s am- rriamente hablando no son órganos muscula.res;
ncon- lilffi;#;,';;;';él,t;' í,s"gon' Distinguimos las
interná dé las de secreción ex-
poral gi¿r"i"r^ áá-1".t".i¿"
rimi- terna.
a re- Estas últir¡as comunican con el exteriot
o con ca-
ente por medio de un conducto
e im- "i#il;#;.r1.tá.i*9o
lti',auas^ sudoríparas o salivares)'
iJIti ;;;.'lr' J*utoti¿u¿"t'
cula- i;""á* flo,rido, T.odo. e.l sistema di- F.
glándulas' cuyas se- I
ares ;3;"""';tA' tapizado de pequeñas.
para la digestión' El pán-
t

os»>; H.il;.t";; i'J;tp.ntuulespancreático)' el hígado (que


f

Lle se ;:#ü. :;*;;;;'.1,;;" son las glándulas más


I

teria- ;;;"n,=1; uíisiv lo'u-?inán"t i

sirve uo],rriinotut y las más importantes'


capitales del
'

al del Estas secreciones son t'na dt las-formas


pasen más
struc- comDortamiento, aun a,undo con frecuencia
il;dü;d;ñ¿-;;;; formasPelad externas de reacción'
rista ñ.ffi;;;.á toao Áo*tnto' u¡a cebolla cerca
o de il'ü;';l;;^;'¡;r^d .;;;;;; s;' racrimógeno: se os sal-
pu"tJJ-ñ'v ubt;g'áos bajo eI sol
exter- i*j""lrá"í¿gti*át. no tardarán
tam- cle agosto; vuestras gfá"á'iut.iudoríparas
sdoss-ecará la boca'
mbre, en moiar vuestra t"pu; p.-u1'colmo'
a san- Értm i.o..ion., irio"áicionadas, no adquirida!' lo
Pue'
tlen condicionurr. ,oÁo las demás'
y de hecho son'
bien
etno, il ;;; i{";;; v uuti.J^J q"t *uttttun bastante Las res-
on las su imoortancia en nu"'t'o'to*portamiento'
pzoel en ra
a pu- nr"rtri lacrimales desempeñan un gran I a edad
úscu- " "'
'',Jr",";iü,':;ffi;;;,á;i ;-- i,".u.n,..é nt
de la --iu,
adulta.
están
os de for,rus más elevadas del comportamiento
es u'na vef-
rnuo u{aatudrs por las secreciones externas;
milia- á;i d.;;i[I.ü ¿L'ir. lÓ,¿.de mo]estias v compli-
por secre-
acias .^.i*t.n lu .ondutta vicnen determinada! bilis' se-
sido .i"t"t-áig.ttiuu, pttiutbadas, un exceso deseca o por
reac- .r..io"at"tulivates insuficientes, una garganta
sígni ;ñ;; q* rrt.i",*- t*1, sin halblai dt1 l'-t-T,*
Todo nuesüo comportamlen-
o, sin lu, ,".r".iores sexuales!
esoecialmente nuestras reaccione-s aerb4les'
esra
ándu- ;; 11o somos
pro- lig,do a ellas' Sin embargo'
I "lit".ñrÁ.ni.
&.
72 La psicología del cortportaraientr,¡ ¿.Qué

conscientes de todas nuestras reacciones glandulares. tracció


La mayoúa se ocultan en Ias cavidad.. visceiaie;y;;á; rrgua (
nos indica pres-encia; de donde resulta que somos La
incapaces de"sumanifestarlas
verbalmente. Está impoten- superi
cia posee, según §7atson, unA imporiancia y nerv
.particu)ar
decrslva; volveremos sobre ello cuando nos ocupemos la tiro
de su concepción de Ia acción del pensar. tiene
tiroide
La función de las glánduTas de secreción
.docrinas) se revela
interna (en- te, en
cada día más importante. En su órgano
estudio es donde Ia fisiología y Ia meáicina han hecho se retr
Ios mayores progresos .n iár álti*o, u"ini" años. Las fantile
secreciones extemas tienen sobre todo una acción local, un de
con un volumen bastante importante. Las internas son caída
mínimas.y s.e diluyen en la iangre, que las conduce a estos
Ios demás,.órganos; no1:odemos, pues, recogerlas ni o tirox
medrrlas directamente. Estas secreciones, de naturale_ todos
za química, llamadas hormonas., excitai o deprimen de Gr
algunas partes-del cuerpo (incluidas otru, c irrita
!ú'"-aUm
endocrinas). Glándulas ámo el pánoeas .l frlÁááá como
"
producen a 7a vez secreciones internas y externas. He poral.
aquí las principales:
Las
..La-hipófisis desempeña 1a principal misión, pues de des, p
ella- dependen las demás glánáulas ."¿o..inrr.'situada pero
en ]a. base del cerebro, enéi.a de Ia parte posterior del práctic
paladat, está p-or dos lóbulos:^ el anterior, senta
glandular, y el,compuesta
posterior, donde numerosas células ner- desord
viosas se mezclan con células especiales. respir
El lóbulo anterior regula, por medio de hormonas Ia mu
que no. se han podjdo aislar todavía, pero cuyos efec- .recrec
tos se han comprobado experimentaÍr"nt. y a través y del
de estudios anatomopatológicos, el crecimiento (su hi acciór
perfuncionamiento produce en el niño el gigantismo y uiosa
en el adulto Ja aoomegalia), Ia actjvidad áe"las demás forma
gIándula.s endocrinas (Ías génitaler, po, .f"-li"j;;j
Las
metabolismo de los azúcarés y las girrur.' riñone
-El lóbulo .posterior actúa sobre la tensión afierial
(elevación), la contracción de los músculos iiro, (cn,r_
Ia me
creció

§"
ientr,¡ ¿.Qué es el caerpo humano? 73

ulares. tracción del útero, de la vejiga) y el metabolismo del


;y;;á; rrgua (disminución de la diuresis).
somos La glándula tiroides, situada en Ia parte anterior y
poten- superior de la tráquea, contiene gran cantidacl de vasos
ancia y nervios, Segrega un compuesto químico muy fuerte,
pemos la tiroxina, que ha podido obtenerse por síntesis y con-
tiene cerca de un 60 por 100 de yodo. La deficiencia
tiroidea da lugar al cretinismo: crecimiento insuficien-
a (en- te, engrosamiento y sequedad de la piel, attofia de los r\
I
En su órganos sexuales. La evolución de la conducta del niño I

hecho se retrasa y de mayor sus reacciones siguen siendo in-


s. Las fantiles. La ablación de Ia tiroides en el adulto enffaña
local, un debilitamiento general de la actividad, obesidad,
s son caída del pelo e infiltración de la piel. Ahota todos
uce a estos efectos se combaten con extracto de Ia glándula
as ni o tiroxina. En algunos casos de hipertrofia se aceleran
urale_ todos los procesos vitales (enfermedad de Basedow o
imen de Graves); el individuo manifiesta exceso de actividad
aUm c irritabilidad. Resumiendo: Ia glándula tiroides actúa
Áááá como una especie de regulador de toda la actividad cor-
s. He poral.
Las paratiroid.es se alojan a ambos lados de la tiroi-
es de des, pot pares. No conocemos bien su lunción positiua,
ada pero su supresión produce la muerte en el hombre y
r del prácticamente en todos los mamíferos: el animal pre-
erior, senta temblores musculares, espasmos, contracciones
ner- desordenadas, elevación de la temperatura del cuerpo,
respiración jadeante, vómitos y diarea; a continuación,
onas Ia muerte. Se cree que las paratiroides originan una
efec- .recreción, de la que depende el metabolismo del calcio
avés y del fósforo en el organismo, de donde ejercen uta
u hi accióru indirecta sobre la actiuidad de las células ner-
mo y uiosas y un influjo en la calcificación de los huesos y
emás formación de los dientes.
j Las glándulas suprarrenales (situadas encima de 1os
riñones) segregan la adrenalina (por su parte cental,
erial Ia medular). La excitación emocional provoca una se-
cn,r_ creción de adrenalina que va a mezclarse con la san-

§"

74 La psicología del comporÍamiento ¿Qué es

gre, Conviene hacer constar que, precisamente en el rrna voz


momento de esta excitación, es cuando el cuerpo des- i,""r".*r
a¡rolia el trabajo muscular de mayor importancia y ticndo d
más prolongado (por ejemplo, en una situación de có- fcrentes,
lera, dolor o rniedo). E,n efecto, la adrenalina tiene la ;#;;i
propiedad de poner en movimiento el glucógeno del i,'ü;;;;;
hígado y conducirlo a la coruiente sanguínea en forma i..,-"r.".
de glucosa; ésta llega hasta los músculos en acción. La i;;rs"r-;
adrenalina de la sangre provoca también la tensión de rrlguna i
las arterias y el incremento de la corriente sanguínea carácter
hacia los músculos activados. El profesor Cannon, a ;;-;;.
quien debemos este descubrimiento, piensa que el me- )l'-;J
canismo de las glándulas suprarrenales tuvo para el ,l"t-i ,n
hombre un valor biológico capital en su lucha contra Hov
el medio hostil, pues ayuda a combatir durante más
tiempo y con mayor energía, a correr más rápido y ""áá.i
cxtraña
mayor distancia, a llevar una caÍga más pesada resis-
tiendo más. ' -H,
1',eciah
p
La glándula pineal (epifisis), alojada en el cerebro, ¿ t,rr¿í
entre los tubérculos cuadrigéminos anteriores, cerca iñiriir
del tercer ventrículo cerebral, no parece justificar las ;;;;;[;
pretensiones de Descartes, quien situaba en ella la [H;:J
sede del <,alma»>. ATcanza su máximo desarrollo hacia rle hor
los siete años; después se atrofia. El tejido glandular condic
'r"¡i,i"
desaparece gtadualmente. Se cree que proporciona al
principio de la vida una secreción que frena el desarro- cctse c
llo de los órganos sexuales hasta la pubertad. Compar- i;;*;rt
tiría esta función con el tirno (situado en el cuello). que :[;"ff
también va desapareciendo gradualmente hacia la pu-
bertad, o incluso un poco antes. "i."*.
cl ritm
Las células sexuales (gonadas) suministran una se- ;-,t#;
creción externa necesaria paru7a reproducción. Mezcla- con la
das con éstas, las glándulas sexuales están formadas ;;;."1
por pequeñas células, llamadas intersticiales, que pro- tales.
porcionan una hormona,Ta o:a7 se expande por todo el '^"§;
cionár
cuerpo a través de la sangre. Todo el mundo conoce la
importancia de estas células. La castración (ablación de
los testículos) impide el crecimiento de la barba, da ";;l;
I.,Ifi
I

r-
75
miento ¿Qué es el cuerPo hunano?
y de todas
e en el rrna voz de falsete y priva de la agresividad
po des- i,""r".*rt p"tiri"át'¿t coqporámiento sexual' Par-
métodos di-
ancia y ticndo de esto, VoronJ'-y-§itin"h' con
sexual de los
de có- fcrentes, intcntaron p'olJngn' lu vida las cé-
iene la ;#;;i ü;;i;;; .f iniertó o la activaciónel de
eno del i,'ü;;;;;t;i.iales consiguen l-a -erección vpe-ro'orgasm,o'
s1n em-
n forma i..,-"r.".i¿ en e1 acto sexual del macho;. \Tatson dio
ción. La i;;rs"r-;i p;i.nt. p,"á" q"taut estéril' pesar de su ür

rrlguna importancta u tt'át l*ptriencias.'.a


I
i
sión de publicititi"i l]:::
nguínea carácter aventurado y tá" f"t"tncia
camlno
;;-;;. en efecto, podría encontratse.por este
nnon,
el me-
a
)l'-;Ji; l"lrirá' á' ¡*'*
medidá las inferiorida-
para el ,l"t-i ,nti"dadés de Ia adolescencia>>'
contra Hov día se reconoce la influencia de.las'secreciones
nte más ;;á;;idesarrollo del individuo' No nos
ápido y ""áá.iii.í;;
cxtraña. por tanto, que el behaviorismo
se interese es-
a resis- -H,
1',eciahlnte en ello'
' tema:
plrn,.ado un problenra cap,ital sobre este cn'
las glándulas
erebro, ¿t,rr¿í'iin¿¡r¡ono"i' liictiuida'd de.
s, cerca iñiriirti ioáruiu *-áitfonttos de pruebas' experi-
para ufirmarlo' pues
icar las ;;;;;[; ub*tr,u-tite áetisiuos
el laboratorio las secreciones
ella la [H;:J;;;;¡iá; '" asociativos o
o hacia rle hormona, ptouotudus por. métodos
condicionador; up.nut tt empie'a
a registrar la forrna'
andular
iona al
'r"¡i,i"ii'iiii¡iliZlii¿aT e§
puede ha-
internos' como
desarro- cctse con 1o, *'i"t'iJ"tt"r^á"t v.iLot,o.lát qY:*:
insistir en la importancta
ompar- i;;*;rt. No es necesario
éontrolan
o). que :[;"ffi;ii"t t'uüá" q"9"1" hormonas
a la pu- ; i;;;;;tdá'l "'"tpo v teuulandttodo lot
"i."*."iili."*
cl ritmo cotporal' #;ffi,,iiotto-i "á"t'íiót'presenta
una se- ;-,t#;;'á;;iái'io"u*i"'to glandular ::,1,o'
"q"e el condicronamiento
Mezcla- con la misma i*poti'"tiu expertmen-
rmadas ;;;."1r;' Aun cuándo hay pocas pruebas condi
tales. watson cree ii'" t*í'it glánául¿s
pueden
ue pro- Io estan»'
todo el '^"§;;;. y de hecho siempreincondicionados que pro-
cionárse,
noce la que los estímulos
ción de t""ti""es-de miedo v cólera supo-
rba, da
";;l;ffi;áá"
I.,Ifil";,,,*ffi á" i;;e;;nátin' (po' eiemplo' en los
I

r-
76 La psicologia del cotnpoltdmieilt() ,;Qué es

gatos atacados, atormentados y hostigados por un pe- cluso al


rro que ladra). Conocemos también que 1os comporta- - 'á
cstímulÑ
mientos de miedo y cólera pueden condicionarse. Tene- Pr
mos razones para creer que la tiroides es directamentc -l;#il'
activada por estímulos sexuales incondicionados y, como :;; ;^,
el comportamiento sexual positivo puede ser condicio- it;;, ;i"
nado, teóricamente podemos deducir que la actividacl [il;r*;
tiroidea puede condicionarse. De todas formas existen ]i":.;i;
razones suficientes paru af.fumat que las gl,ándulas en- :¿h-.*
docrinas están estreclcamefite implicadas en el p'roceso iilJ;í;;
corporal Íotal que llamamos condicionatnienfo y que
los estímulos condicionados pueden entraña:r la biper- lii.i*,
secreción y la hiposeueción de las glándulas endo- i:::';if
criruas.
Esto <<explicaria en parte por qué es posible que
ii:;#
,lJ iqz
una perturbación psicopatológica de la conducta re-
sulte de un constante contacto con un medio que nos ".,
;;; ^¿"
d"
excita con multitud de estímulos mal condicionadot y i<l"i"i"
por qué con frecuencia nos sentimos mejor después
de haber corregido este medio o incluso habedo aban-
.lrr",
v
donado. A veces llevamos con nosotros mismos el ^útA
ambiente antiguo al nuevo en forma de organización ::."'";
verbal. Convendría que cuando nos situemos en un ;;ii;i.;
nuevo ambiente creáramos nuevas actividades acom- ,i,i'ñÁ
pañadas de una verbalizaciór-r distinta, dejando que las sonaba
palabras antiguas pierdan su poder sobre nosotros y be, of
caigan en desuso. Más de un joven psicópata o criminal sacarin
se ha enmendado de esta manera, incluso en ocasio- tlemás
nes en que trabajábamos a ciegas y sin ningún plan al ü.áiar
respecto... ». il;;il
Diversos trabajos han demostrado esta concepción. una se
Se ha comptobado el condicionamiento de los proce- ;ñü.
sos de inmunización (estudios de S. Métalnikow). Se íüor
ha logrado en el hombre una leucocitosis digestiva co- arteri
locándole ante alimentos (doctor Lobatch), reacciones *"r.i
peritoneales en el cobaya y conejo condicionados a un liáí"
timbre eléctrico, estados de náusea condicionados a ul.r .le on
1l
sonido, síntomas de intoxicación ante una imagen; in- los m
I

n.
77
mieilt() ,;Qué es el cwerPo humano?
el papel de
un pe- cluso alsunas palabras (sonido) hicieron
mporta- - 'á
cstímulÑ condicionados'
hipo-
Pr.hon v Rudneanu obtuvieron en coneios
. Tene-
amentc -l;#il':";;ir..*4" iriiey t seis conejos seinsu-
les

y, como :;; ;^, muestra antes de inyectarles


d"
ndicio-
'u'g"días, sólo a cuatro de ellos
it;;, ;i".;b; d. di..i,i'iZ
;;];t'lógico án lugar-de insulina' La
tividacl [il;r*;;
existen ]i":.;i;";;.i."a" ¿.--t i\e u 0,6s,quede 0'e3 aindicar
0'86'
'',
I

ulas en- :¿h-.* ""ó:il'ñ. á o,s3,lo animales larece


con los
p'roceso iilJ;í;;i;'.oí¿[L'uaa' Los dos
y que
a biper- lii.i*, *kii;si u*¿:' T¿ :f:ffi :*:'l:
los q'" *tt"t' la pena
s endo- i:::';iffi;t .i"*plos
"'i'^'
"i'3'
en
P""'-o

ble que
ii:;#iiilI"septiembre
ü'' nÁt
"'u*'
Médicale »
de 1941' quien iniustamente
,lJ iqzl dé
ucta re- L fáó*"tto' de condicionamiento' fenóme-
que nos "., Sager
d" ,;"gestión psíquica» [?])' Marinesco' sustan-v
;;; ^¿"Áat
nadot y i<l"i"i"t iní..tun ártunt" varios días diversas por
después
o aban-
.lrr", .,friti.."ár'; J"tpu¿t sustituyen- el. remedioactúa
v obtienen *iGo resultado: el pinchazo
mos el ^útA "I en niños
ización ::."'";;;;;i".""¿i'i""^do' E' Filla Pfgvo¡ó hizo to-
en un ;;ii;i.; panueáticos: durante quince días,les mientras
,i,i'ñÁ;.-i,u'b"ttu muy concentrado'
s acom- en lugar del jara-
que las sonaban unas campanillas' Después'
cochinilla con
otros y be, ofrece una sustÁcia dt tálor rojo
riminal sacarina (la sacarinauttúu sobre la glucemia); las
"o (hora' persona que da la
ocasio- tlemás condiciones, ig'ultt
plan ü.áiar. tria" de camf?ni[as); esta solución
p'od"::11
al
il;;il;table de-glucemia' como consecuencra de
asociando palabras
epción. una secreción de insuli-ina' Platánov' re'
proce- ;ñü.i.'i;; ."^ acto correspondiente'yobtuvo
-r.,runt"t "L tl sueño'^el pulso la tensión
ow). Se íüor 'ob" una
tiva co- arterial.Brotteaux i"ytt'u a suietoJ hipnotizados
cciones *"r.i, ¿" Áirtu-inu-iittit'n, q"".produce una al colora-
liáí" r";r"r*¡ ;?;iÑ; ;qu.iupiiu urticarial;
cabo
os a un agua se producen
os a ul.r .le once i.ry...ion"s,'t'áia"¿otl't ton
gen; in- los mismos efectos'
I

n.
80 La psicologia del comportarrzienlct
¿.Qué

sión de relevo; ya no nos encontramos frente a una dado c


simple vía directa entre un órgano sensorial y un ;;;tii;
músculo. ronas
A su vez, la corriente nerviosa ha perdido mucho de sus as
su misterio. Nace en el laboratorio químico del órgano r',-rita d
sensorial. Se trata, pues, de un proceso {ísico-químico, ¡t""i
o quizá elecuoquímico. Es posible que el cilindro-eje .i. .f1
sea Ia sede de fenómenos piezoeléctricos: la funda de .i[r"n
mielina, consiclerada como un fluido cristalino, produ- l;;Já
ciría tensiones elécfficas como conse«rencia de deter- ír".iá
minadas transformaciones. Por otra parte, Ia excitación í;-;;;
nerviosa tiene un aspecto químico muy característico iirr. i
a nivel de los órganos y tejidos que regula: en el punto ,o, d
de contacto libera diferentes sustancias, entre 1as cuales ñrr.a
se encuentran Ia acetilcolina y la simpatina. Estas mis- ;;;i;i
mas sustancias desempeñan un papel importante en el .ismo
paso de las sinapsis netviosas. l. itá
Durante mucho tiempo se admitió que la corriente ;;.. il;
nerviosa se propagaba con una velocidad constante por ticmp
todas las fibras (de1 orden de los 30 metros por se- :íá-s,
gundo). Pero estudios recientes, entre los cuales hay ;ii;y;
que citar los del profesor Lapicque, concluyen quu i,a
cada elemento anatómico (y no solamente nervioso) ¡ros d
<<mide el tierrpo»> con una unidad que le es propía y ¡,,fi"
cuyo cálcr,rlo se aplica hoy cortientemente en fisiología. ,)rri
Existe cierta relación entre la intensidad de Ia excita- ncuro
ción y su permanencia, en un elemento anatómico dado. ;.;;;
Cada clase de tejido posee una velocidad de conducción ('u co
propia, debida a su constitución físico-química, quc iirtá
afecta a todos los procesos funcionales. Pero la conduc- trra n
ción es especialmente interesante en lo que conciernc it¡,*r
a los nervios. Las diferentes excitabilidades están cn ;i:ñ
relación con las diferentes velocidades de conducción Arlem
de los nervios, siendo esta velocidad proporcional a1¡ ,,,"
duración de la onda netviosa; duración que dependc rrcrv
de Ia medida específica del tiempo propia de cada ner- Es
vio. La cronaxia designa este tiempo paÚón del cual ,,'*i
depende Ia velocidad de conducción de un elementcr l.,gí
6
enlct
¿.Qué es el cuerPo humano? 81

a una dado cuando recibe Ia influencia de una excitación'


El
y un ;;;tii; á"1 i*prlto nervioso en una cadena de neu-
ronas tiene, pues) un catáctet discontingo en uno de
ho de sus aspectos esenciales' Para que el influjo se trans-
rgano r',-rita d^e una neurona a otfa es necesafio
que haya un
mico, ¡t""iii¡tii, es decir, que las crr¡naxias de cada uno
o-eje .i. .f1"t estÉn muy pró*imas, si no son semejantes' La i
da de .i[r"n.i¿" cronáxicá interrumpe, por el contrario'-el
rodu- l;;Já;ii"Üo o l" ¿.tuiu por otiomotot camino (esta dis-
deter- ír".iá" * práduce entre el;ervio y,el múscu-
ación í;-;;;;d" fu, .ronr*irt están en relación delos I a 2)'
ístico iirr. i"rJ-.no da una nueva importanc\a a pun-
punto ,o, d. conexión enffe las n.,"ot'^ut' Estos puntos de
cuales ñrr.a-, llamados super6cies- sinápticas,, o sinapsis'
s mis- ;;;i;i; ái uti.nto de los fenóménos de polaridad'
en el .ismosis, difusión y reacciones químicas, que expresan
l. itátiriti¿n de Íos impulsos netviosos y los orientan
riente ;;.. il;ót á; trt uulor.t cronáxicos' Durante mucho
po-
e por ticmpo se creyó que la disyunción entte neuronas
or se- :íá-s,er absoluta. Fur.." más bien que se trata de una
s hay ;ii;y;;;ió" cronáxica con base química y no mecánica'
n quu i,a multiplicidad y coordinación de los refleiot,!'nlu;
vioso) ¡ros destaca^ la neceiidad de una dirección vatiable del
opía y ¡,,fi"i", A- f" cronaxia de constitución se superpone,la
logía. ,)rrirl¡i-iiJb'ird¡uotió,/, que se manifiesta en las
excita- ncuronas del cerebro; el valor cronáxico de estas neu-
dado. ;.;;;;;;"á¿ .tdifi.á.t. según los dife,rentes influjos;
cción ('u consecuencra, modifica l"a orientación del impulso'
a, quc iirtát J.t."brimientos conribuyen a presentar el siste-
nduc- trra nefvioso como un centro de transmisión de una
ciernc it¡,*ru v comienzan a explicar la plasti
tán cn ;i:ñ d";;;l-t
"",ru"rdinaria respuestas globales'
t.fl.iot v nuestras
ucción Arlemás, no hacen intervenir¡ingún elemento <(psiqul-
al a1¡ ,,," Lt desatrollo de los fenómenos de conducción
pendc ""
rrcrviosa.
a ner- Esta breve oieada al cuerpo humano sólo pretendía
el cual ,,'*iJut d. qré clase de meianismo se ocupa la psico-
mentcr l.,gía del comportamiento. No es un compuesto de
6
82 La psicología del corruportaft¿iento

ángel y bestia. Es un organismo capaz de reaccionar


de mil maneras a los estímulos de que depende, según
leyes que apenas comenzamos a conocer. Examinando
algunas de las formas esenciales del comportamiento
humano, vamos a ver que no hay nada en ellas de que
no puedan dar cuenta la estructura y funcionamiento
de este organismo, o, al menos, que no puedan comen-
zat a explicar de una manera satisfactoría.
La tesi
individu
zaje.-E
rina.-B

El p
forma
pasad
consid
manua
inmuta
puede
l¡re. F
menza
más p
miento
cionab
todo c
dizaje.
de los
la prim
los re
Los
l)ecto
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risxt,
tlesar
una c
,
&*
nto

nar
gún
do
nto IV
que
nto
en- ¿EXISTEN ¿O.l INST/AITOS2
ri,r
La tesis behaviorista.-Educación y herencia.-Las diferencias
individuales de esttuctura.-Difetencias en el primer aprendi-
zaje.-El caso de los gemelos univitelinos.-La vida inttaute-
rina.-Bagaje no adquirido del niño de pecho.-No hay instin-
tos.-La corriente de actividad

El problema de 1a existencia de los instintos como


forma específica de comportamiento se expuso en el
pasado en función de la inteligencia o la sensibilidad,
consideradas como <(funciones mentales»>. Cualquier
manual ordinario nos asegurará; el instinto es innato,
inmutable, mecánico, heredita¡io en la ruzai todo esto
puede apreciarse mejor en los animales que en el hom-
l¡re. Fero desde hace unos veinticinco años se ha co-
menzado a pensar de otra manera. Una observación
más profunday más paciente resalta muchos comporta-
mientos llamados instintivos que son variables, perfec-
cionables y frecuentemente inadaptados. Supone, como
todo comportamiento global, una cierta forma de apren-
dizaje. En cualquier caso, Ia cuestión entró en el ámbito
de los estudios experimentales. La biología animal fue
la primera en contibuir; después, la observación de
los recién nacidos y de los niños de corta edad.
Los behavioristas rnodificaron sus opiniones al res-
l)ecto en varios puntos. En 1919, en su Psychology
from the standpoint ol a behauiorisl, §Tatson señala
todavía una lista de instintos fundamental es. En L924,
cn sus conferencias, reunidas bajo el título de Behaaio-
risxt, niega la existencia especlfica de ellos. En 1930
tlesarrolla esta negación; sin embargo, hablando en
una carta del problema de la herencia, ligado al de
,
&*
84 La psicología del coruportamieruto ¿Exist

los- instintos, admite que quizá haya sido demasiado tal dep
radical, pero era necesario áa..r saiir a la gente de su cho. D
estancamiento>>. Algunos psicóiogos ameriáanos (Ber- nriento
nard, Kantor, Ayers, Fairi, yoséy, Allport) ataiaron ción, d
este punto, mientras qLte otros, como Kuo, multiplica- cstruct
ban sus experimentoi, que confirmaban'Ia opinión inclina
watsoniana. a la re
El punto de vista behaviorista debe admitirse como Así,
una tesis. En efecto, Ios hechos conocidos hasta ahora cl apte
no permiten todavía una conclusión sin error. En este logos
tereno estamos e.rl pleno empirismo. y antes de fijar_ instint
nos con más detalle en el primer comportamierrto ínr_ la tesi
tintivo del niño, tracemos con \üTatson un esbozo de de la v
conjunto. Un
He aqul las principales afirmaciones: los dis
L." <<El hombre es un animal que dispone desde rliferen
el nacimiento de unos tipos de organización (estructu- cs prec
ra) determinados. Dada eita est.u.Ir.ra, se ve tbtigudá, ltros d
ya desde el principio, a responder a lbs estímulás dé tren, c
una manera particular... Este repertorio de respuestas y,rupo
u¿os g
9s, 9n general, el mismo paru iada uno de nosotros.
Evidentemente, existen algunas diferencias de uno a ¡rrovisi
otro, sin duda en proporción con las variaciones que tLrmbra
aparecen en la estructura (englobando ésta la com_ lrombr
posiciór'r girímica ). Pero este repertorio probablemente Rec
no ha cambiado desde que el gáruus ltotio apareció por conduc
primera vez hace millares de áños. Designaiemos este l,trcial
grupo_ de reacciones humanas como el clmportamiento (luand
no adquirido.>> lica qu
2,u <<Como cotolatio, concluiremos que no existc otro (
nada semejante a una berencia de las iptitudes, .d.el ,rlrre,
talento, del temperamento, de la constirución m'ental vidade
()tra p
,".4" Igl rasgos característico.r. Todo esto depende tam_
bién del aprendizaje, que esencialmenre cámienza en rrrirmíf
Ia cuna. El behaviorista no dirá: 'Hereda 1a capacidacl
y el talento de su padre', sino: 'Este niño tiene la mis- ' Señ
( ;. Dum
ma estatura y fortaTeza de su padre, el mismo tipo dc ',,ilo es
ojos. La misma figura. Como é1, tiene facultades parn
',irludes
,

-Lt
mieruto ¿Existen los institttos? 8t

asiado tal deporte.' Y añadhá:'...y su padre Ie quiere mu-


e de su cho. Desde pequeño le llevaba a todos los entrena-
s (Ber- nrientos; cuando iban de paseo le hablaba de su afi-
taiaron ción, de las técnicas que empleaba', etc. Un tipo de
iplica- cstructuru deterruinado, más un aprendizaje precoz
pinión inclinación-, es lo que conducirá en la edad adulta-la
a la realización.»>
como Así, ni en 1a primera conducta (no adquirida) ni en [,,
ahora cl aptenáizaje ulterior se encuentra lo que los psicó-
n este logos y biólogos llaman <<instintos»>. No existen los
e fijar_ instintos; sólo un coruportamiento adquirido. Esta es
o ínr_ la tesis que se apoya en una observación sistemática
ozo de de la vida infantil animal y humana'.
Un simple repaso a la conducta de los hombres en
los distintos lugares de la Tierra muestra las notables
desde
rliferencias existentes. La primera cuestión a la que
ructu- cs preciso responder es la siguiente: ¿Todos los miem-
gudá, ltros de la especie hzunana, dondequiera que se encuen-
lás dé tren, comienza.fi elx la historia biológica coru el rtismo
y,rupo de respaestas y soru éstas prouocadas por los mis-
uestas
u¿os grapos de estín¿ulos2 Dicho de otra manera: la
otros.
uno a ¡rrovisión no adquirida del hombre al nacer, que se acos-
s que tLrmbra llamat instintiva, ¿es Ia misma para todos los
com_
lrombres sin distinción de tiempo y lugar?
mente Recordemos que el behaviorismo se interesa por la
ó por conducta global del niño y del hombre. Una respuesta
s este l,trcial implica siempre una actividad total del cuerpo.
iento (luando decimos que un ser humano hace algo, sign\-
lica que reacciona con un gtupo muscular y no con
existc
otro (por ejemplo, cuando respira, duerme, camina,
s, .d.el ,rlrre, llora, ríe o habla); pero ninguna de estas acti-
m'ental vidades implica la actividad de todo el cuerpo. Por
()tra parte, el hombre se pfesenta ante todo como un
e tam_
za en rrrirmífero, un primate, un animai que experimenta una
cidacl
a mis- ' Señalemos que, en su Nouueau truité de Psychologie,
( ;. Dumas renunció al Úadicional capltulo sobre el instinto, y
po dc ',,ilo estuüa <<las tendencias instintivas»> en función de las nece-
parn ',irludes, hábitos y emociones.
,

-Lt ^s
86 La psicología del comportamiento ¿.Exi
vida ernbrionaria de meses, una larga y débil cende
infancia, una juventud,nueve
l.ntu qu. n"¿.;i;;;;, consranre caída
ayud.a, ocho años de adolescencia y una
vida media de los, e
sesenta años.
La
Ahora bien: este qye en rodas partes dispone de
,gl,_ indud
respuestas iniciales idénticas, acaba por
comportarse al ult
de. puy diferente manera según las jirririm regiones senci
e historia de su grupo socii ¿rcerc
EI behaviorismo responde: los miembros de la es- empe
pecie humana nacer tódos semejanr.r,
á.n,ro de los tra e
Iír¡ites cle las variaciones indiviJi,álár.'Sr'jÁp¿ñ
r" ;; terioú
::rp^:.r_,:?:
adquiridas es idéntico. En
sr las drterencias raciales.en.est-e campo tienen
.rrlqii*.rü no es
supe_ a est
rioridad sobre las diferencias individud¡ i, ,i¡iá1"!" zaje
v. al eugenistl a
.qui_en p;;#l;. La heren_
.orr.rporá. de ad
cra es un hecho biológico, pero se rcaliza nera
en el terreno
orgánico, no en el d."lu .ond".;;. N"-;;;i;;ñ; ello,
más que en Ia medid, ., qu. ¿rt. ¿.pJra.
llr:::-r:
oe ractores de estructura y otganizacíón.
fotog
obser
Así, por ejemplo, si l.a.taza.-es pura, padres japone_ ciano
ses.de piel amarilla tendrán hijos A.;i"i;;rrilla. forma
Los
liÍ:r. :1r:r.ianos,
hij.os
.blancos .o n' o."pción po-
f 1o^ vida
srble, una vez cada millón de años, de una *utnriZo, En
r:óli.r*,.nte podrá h?cSr que .i hi;o nur.u blur.á,
:i:
roro o negro). Son éstas diferencias importantes,
rencia
debi- rles»
das, entre omas cosas, , dif.r.n.iu, U .*ii¿rly tlemo
calidad de. as pi gmentaciones
I "í
.piá¿;;i;;; rá, fu"r,., poder
que ias drterencias entre el comportamíento
infanril lencia
de. un niño caucasiano y orro
,rp";¿;;;;;;ue también
existan estas desigualdádes .Ári. u.to..
-=- tonce
cias d
un conjunto de estructuras son hereditarias;
^, Ildo
el plasma germinativo contiene millares de variaciones,
l<>gía
con t
que siempre acabarán por ap_arecer ." Io
á.r.."á.r.i., ¡rara
igualeJ los iemás fa.tor"r;-por ejem_ l)or o
ffliir::i.ido
grrrrur,a, la fotma- y volumen de Ias manos, d., cl pri
!r^o_, -ru
dos-y pres; el color de Ios cabellos y ojos, Ia .lc lo
textur,r
de la-piel, el albinismo, etc. pero t'stos
tetísticas parecen menos fácilmente-í.[,ár-Lr.rs
carac
,t.iUriUl., a la as_ rrrnbi
,
miento ¿.Existen los instintos? 87

y débil cendencia: crecimiento rápido o tardío del pelo o su


nsranre caída precoz, dutación de la vida, gestación de geme-
edia de los, etc.
La transmisión <le toda una gama de estructuras es
one de indudable, pero se tiende fácilmente a atribuírselo todo
ortarse al ulterior desarrollo del individuo. En efecto, la pre-
giones sencia de estas estructuras nada nos enseña todavía
¿rcerca de su funcionamiento. El medio ambiente des-
la es- empeña aquí un papel decisivo. <<Gran parte de nues-
de los tra estructura hereditaria §Tatson- no se ex-
¿ñ ;; terioúzaria nunca, jamás -dice
funcionaúa, si el organismo
*.rü no estuviese situado en determinado medio, sometido
n supe_ a estímulos concretos y obligado a seguir un aprendi-
á1"!" zaje especial. Nuestta estructura hereditaria es capaz
heren_ de adquirir miles de formas diferentes según sea la ma-
erreno nera como el niño es educado. Para convencernos de
ello, medid el btazo clerecho de un herrero, mirad la
pJra. fotograf.ía de un atleta en plena competición. O bien,
observad la pobre espalda curvada de un contable an-
pone_ ciano. Todas estas personas están estructuralmente
. Los formadas, dentro de ciertos límites, por el género de
n po- vida que llevan.>>
nriZo, En estas condiciones, el behaviotismo niega la he-
lur.á, rencia de los rasgos <(mentales», <<talentos»>, <<capacida-
debi- rles»; el examen de Ia conducta infantil basta para
¿rly tlemostrar \a semejanza de las respuestas iniciales y Ia
u"r,., poderosa impresión del primer aprendizaje. Las dife-
fanril lencias en el compottamiento posterior se explican en-
mbién tonces por las diferencias de estructúr^ y las diferen-
cias del primet aprenüzaje. Con el progreso de la bio-
arias; l<>gía, la diversidad de la estructura individual aparece
ones, con todos sus matices, siendo con frecuencia suficiente
.r.i., ¡rara explicar las desviaciones notables en la conducta;
ejem_ l)or offa parte, todos los estudios experimentales sobre
s, d., cl primer aprendizaje permiten creer que la formación
xtur,r .lc los hábitos comienza en la vida embrionaria y que
carac t'stos hábitos se adquieren bajola influencia del medio

J
a as_
rrrnbiente con una celeridad vertiginosa, ya desde el
,
88 La psicología del coruportatniento ¿lixiste

nacimiento. La mayoría de las llatruadas transmisiones t'ilitan e


bereditarias de características merutales se explican por ,f,,1**"
uariaciones estructurales en el nacimiento y la rápida ;;;r:;;
formación de los hábitos. i;;;;rd
r,ro,ito?
DIFERENCIA DE LA ESTRUCTURA INDIVIDUAL l,.rit*u
;il;t;;;
Todos los hombres están formados según el mismo t.*"1rt"
plan arquitectónico de conjunto; de otro modo no Esto
sería posible aplicar en Tokio la misma cirugía que ,'o*"ni
en Madrid. Pero esta identidad corre paralela con las ;i;;;1t
diferencias de detalle en la estructuta y composición ,-in".
química, en la composición de los órganos sensoriales, ,n,""otr
sistema nervioso, mecanismo de circulación y muscula- ,',rJ ni
tuna, y es 1o que permite a los diferentes hábitos Ia il;.;;;
posibilidad de desatrollarse. Las diferencias estructu- ,';:il;
rales pueden manifestarse en cualquier punto: en la ,,ioio
resistencia de los huesos, en el funcionamiento de las i;;dii
glándulas o en la esttuctura del aparato auditivo. No ,il;;;b
hay dos hombres que tengan las mismas huellas digi- i;':;
tales ni dos que tengan los huesos exactamente iguales. scrios
Y, sin embargo, todo el mundo puede reconocer una .,,."
huella humana entre los rastros de los animales, y cual- .i¿;.
quier anatomista distinguirá un hueso humano de los ,,;;;ó
huesos de otro mamífero. lrrían
Estas diferencias de las características estructurales ,,.f"*
'',#;;
bastan para explicar muchas de las diferencias de com-
portamiento en los niños (por eiemplo, en la frecrrencia ,:i;; ;
de la defecación y micción, en los primeros esfuerzos nlos u
vocales, en las necesidades alimenticias, rapidez y di- i;;;;;-
rección de los movimientos de las manos, etc.). i::fiñ
i.'lr. ¿
DIFERENCIAS EN EL PRIIVÍER APRENDIZAJE "r*.iá
:,ifii
Es imposible dedicar a dos niños exactamente los v orfa
mismos cuidados y darles la misma educación. En se- ['; b
guida surgen las diferencias. Los reflejos condiciona v no
dos aparecen desde el nacimiento (incluso antes) y fa- El
,

"L"
instintos? 89
iento ¿lixisten los

iones t'ilitan el desarrollo de hábitos diferenciados' Incluso


,f,,1 **"tát, vestidos y alimentados de Ia misma
ma-
n por
ápida ;;;r:;; it*áo' idénticamente por cada uno de
i;;;;rdr.;. ¿Hay que extrañarse de que diy:t-,'ilii de Ia
r,ro,ito? ¿Háy que-e*trañarse de que dos njños
en distintas familias (aun cuan-
l,.rit*u
"¿Iá, "d.r.rdot
;il;t;;;;¡an al mismo ambiente), respondan de di-
mismo t.*"1rt" manera a estímulos iguales?
como
do no Estos factotes no se han estudiado ha-sta ahora
a que ,'o*"niu. Apenas .orni"n'u a lportar datos el estudio
nos
on las ;i;;;1t;; ee la conducta infantil' La-prudencia
sición ,-in". cualquier caso, decir que nada-nos per.mite
,n,""otr,""la heréncia de los caracteres' Watson
plensa
iales,
creer
scula- ,',rJ ninn¿n testimonio válido puede incitarnos a
il;.;;;;?;t;,';ilrs" una conÉanza absoluta
d;1, educación de un niíío -dice-
os Ia
uctu- ,';:il;ilh; bien for-
en la ,,ioio i con buena silu-d, nacido de un largo linaie de
de las ¿Quién pue-
i;;dii.t, r.";inos, ladrones-y p-rostitutas'millaret
o. No ,il;;;b;i to contiario? Todás los arios'- de padres v .*i-
digi- i;':; d";to*;iá;;en familias morales se
v
prostitu-yen'
uales. scrios se convierten en viciosos, roban-y
r una .,,." ;;rt*;;;;i; i; un defeáto cualquiera de educa-
mayor
cual- .i¿;. Hir"t e hijas de criminales, cada vez eD no
de los ,,;;;ó'se hacén también criminales-porquePéro si un hijo
sa-

lrrían ser oma cosa en st' ambiente'


urales ,,.f"*i"". á" d"pruurdu á,ttttdentiu, obra mal' tendre-
'',#;;;'";;Jí."iJ.",t
com- de la herencia de las tenden-
encia ,:i;; ;i; íii;;;';i v al crimen' De hecho' sólo tene-
que
erzos nlos unos po.or.rro.ien toda nuestra civiljzación'
como
y di- i;;;;;--ttd; observadás con suficiente. cuidado
i::fiñr"d" t**t.semejante.conclusión' a despe-
y-otros
i.'lr. ¿l"irir.ttigadores de la talla de Lombroso
Jn .rirninotágía' Las estadísticas de las
"r*.iáli.rrt i"*gi¿,t en"las instituciones de caridad
:,ifiil:ffit
v orfanatos .ro son útiles. Para comptender lo poco'
que va-
e los
En se- ['; b;;;;;;;1.,*"¡.t una vjsita v trabaj.ar allí un
ciona v no áigo esto para despreciar su actividad'»
rela-
y fa- El p.rnto de ui.ta de \latson sobre la influencia
,
90 La psicología del cornportan¿ientr.¡ ¿llxisten

tiva del ambiente y la herencia suscitó diversas objc- nían do


ciones; una de las más interesantes proviene del exa- :l]il.;.ü
men del desarrollo de los gemelos. Es el doctor Arnold oirrtú
Gesell el rnejor abogaclo de los factores de la herencia, il":t;l
de la maduruciín y del crecimiento. En su artículo b^í;
'"
Analogies du contportetaent chez les enlants iumeaux ll""llT
(«Eugenical News»>, voI. XIV, n. 5, mayo 1929) con :l;r.h
cluye que la configuración de la conducta en gemelos ."."tA
monocigóticos aparece muy semejante 2. Así, <<se des- ;i';,i".
'
cribieron y fotografiaron las respuestas posturales, per- i.-i;
ceptivas, exploradoras y de imitación ante uno, dos ,.,,.,'.;i
o tres cubos rojos colocados frente a cada uno de los §"ill,;
niños, con el fin de obtener los datos objetivos quc :;r;:'F
permitieran estudiar detalladamente el desamollo de inttit"
-Ñinn
las formas de conducta)>. En estas condíciones, las sc-
mejanzas del comportamiento fueron extraordinarias t'".*.
(se contabilizarcn 99 casos de diferencias secundarias ;;;;;-á
v 513 de identidades o casi identidades). ,iii"...
¿Son convincentes estas experiencias? Parece que ;;-É'
no. La configuración semejante de la conducta de estos lHi¿
dos niños no es ptobablemente más perfecta que en i;';;;;
<los niños de la misma edad examinados en las mismas li. ob
condiciones de ambiente, con tal de que tengan el mis- *,r exo
mo peso y la misma constitución y un condicionamiento i;d;í
trltetior anáLogo. Por otra parte, esta experiencia no ción.
ha sido controlada. Hiá
Otros experimentos conducen a conclusiones dife- i;;;r;
rentes. Así, los de Muller y Newman. H. G. Muller r"r"fiá
estudió a las gemelas idénticas B. v J. a la edacl t-t'iá
cle treinta años (véase <<Journal of Heredity» de di- l;.di;
ciembre de t925). Se las habla separado cr.rando te- ;hüá
lffi;;
-Eo
'? EI doctot Gesell se ocupó durante años de los niños criados
en salas de maternidad. Comprobó que su desarollo ulterior t¡rlr-
confirmaba los ,eJrs de Ia primeta infancia (cf. su estudio com-
',raí'
pleto, aparecido en la colección Centenairc de T. Ribot, París,
1918). Recordemos que los gemelos uerdaderos, idénticos o ;;;,d
monocigóticos son los que provienen de un nismo hueao y- bient
cu1,a constitución genética es totalmente idéntica. i;ly"
I

b'
91
an¿ientr.¡ ¿llxisten. los instintos?
sas objc- nían dos semanas. B. vivía en ese momento
en yy9-
York'
del exa- :l]il.;.ü.,t,iÁi,lé', to-t"ui' hecbo en Nueva
r Arnold oirrtúií*á ;;*t lugares; J', solamente en Arizona'
herencia, il":t;l-t.t'ó. ;;tñ,, u B' B' ttnn mineros'-posaderos
cstaba todo el día fuera
u artículo
'"
b^í;;;;;J§*¿" niña,
años a la
iumeaux ll""llTr'."1 iát'ot.-t.to. v sólo fue cuatro
929) con :l;r.h t¿"'r"t .*1t', nueve meses a una academia
gemelos ."."tAifl' ,t-io, qt'i*t años encontró un empleo- en
*t
;i';,i".#r;itubu¡át de seoetariado v administración'
<<se des-
' adop.tivos' que
ales, per- i.-i; también educada por padrestambién
uno, dos ,.,,.,'.;irl'"" ;;;.rr; ;t, poiudutE'u
";id;ü,¿ ;;;^f; frecuentemente fuera de
v
una chi-
no de los §"ill,;
ivos quc :;r;:'Fr";iu .r."tlu-piimatia v secundaria' Se hizo
mollo de -ÑinnrnuY se encargó de un niño'
inttit"t.i,
s, las sc- de las gemelas tenía buena salud; sus en-
rdinarias t'".*..í;;;;**% ti''ut' Los resultados de sus
tampoco muv
cundarias ;;;;;-á; inteligencia general no fuero¡ algunos ca§os €n
,iii"...r,.., peio J' tenía éxito en otros tests' J' res-
rece que ;;-É'.';;; itoir, v a la inversa' En consecuencia de
de estos lHi¿ d;;'.?,'*er-dá ptitu,,como
a que en i;';;;;i,';;;;i¿n' p.'ó en et test dedemecanografía'
s mismas J'' gracias a
li. obtuvo 207 puntos, contra ht -1f1, colcluyó que
n el mis- *,r exoeriencia como mecanlgrafa' Muller
namiento i;d;íil;ir-J" ii"Áp" dá reacción motriz' de-emo-
encia no ";;i;;á"'voluntario"
ción. de «carácter y de actitud social pre-
Hiáñ ;i'i-"ntL distintos de los de

nes dife- semelas dieron


i;;;r;; ¿" iniáiig.n.iu, "" lot queLaslasdiferencias erun
G. Muller r"r"fiáJ"t' .l"ru*éntt áiftt"nt"t'
la edacl t-t'iá-g.r.üL un poco mayores qr-re las diferencias
por dos indi-
» de di- l;.di;t ?;;;; lo, tátuiiudos'obtenidos
;hüá; ilÁio' el grupo se§ún ei cual se
rando te-
lffi;; "*"nia"t "" de esos lerl't'
-Eo ártafilecido las
<«notmas>>
de- gemelos idén'
os criados ,, artículo Caracteres ruentales
("Joatnal ó[ Hereditv>>'
o ulterior t¡rlr- iIui,irr ,'po'i:in*inte
',raí'rt-tliij1,
tudio com- Newmun presenta un caso todavía más
bot, París, educados en am-
dénticos o ;;;,d.;¿ d" gt,n"loi univitelinos
ciudad y otro en e1 campo'
o hueao y- bientes distintos, ,to ut la
i;ly"ó. "á.i.roá "n-tgz1 Flsicaménte eran totalmen-
I

b'
92 La psicología del cornportamiento ,, llxisten
te iguales; el ambiente y la educación
<<En este caso,
s()n, <(no
de los gemelos fueron en su conjunto muy semejante.
,,l. biólog
hasta donde podemos certificar los hechos. Pero sus
'personalidades' eran totalmente diferentes. La imprc ',,r f"" F
,lucta. C
sión que daban eran completamente opuesta, de tal
,]rráÁot
manera que nos sorprendimos desde el principio.»
E¡ el test de Pressey (reacciones emocionales), el ,tii"..r.
Icrentes»>
resultado total obtenido por C. (el muchacho educado
en la ciuclad) fue de 29; el áe O. (educado en el campo),
Iennin
uirios de
de 55. O. aparece, pues, claramente más nervioso. En
el grupo de tests internacionales de inteligencia, C. ,li*, lu s
, ,irot a
obtuvo 156 y O. 746. En el examen psicológico dc
Thurstone, C. consiguió 101 y O. 84. Este test com- l;i; ; i"
prende figuras que hay que completar, vocabulario, r xperien
analogías, aritmética y opuestos. , rriacter
Newman también estudió cuatro gemelas. La pri ,,indo d
meru parcja, separada a los dieciocho meses, realizó los ticamen
tests hacia los dieciocho años (vivieron iuntas un añ<-r l,ión pe
antes de pasar el examen psicológico). Durante el pelío- ,l"sem'pe
do de separación estuvieron en ambientes muy dife- .n toáo
rentes. <(Estas dos gemelas tenían una capacidad mental l()s me
extraordinariamente desigual; la diferencia era tres ve- rrrcntale
ces mayor que la diferencia media de 50 parejas dc rlc otro
gemelos educados juntos.>> Las gemelas presentaban, ¡1cnética
por otra pafi.e, características emocionales muy semc- lr,íctica
jantes (era de esperar, puesto que habían convivido l,'.¿io
juntas durante los dieciocho primeros meses de su ( :rracte
existencia, y las estructuras emocionales se perfilan los efec
muy pronto). ¡icnétic
En.el caso cle la segunda parcja de gemelas, los am- lricnte.
bientes también eran muy diferentes. Una fue a Lr No o
escuela siete años más que 7a oúa. Fueron separadas tcrler p
a los dieciocho meses y se les aplicaron 1os ¡es¿s dieci- l,,s hat
nueve años después. G., la más educada, dio unos re- ,,,i"tiá
sultados mejores en todos los /esls de capacidad <<men- t,rrlas l
tal»> y en los de ejecución <<natural>>. Se parecían tam- rrunien
bién en los tests de personalidad. rr':rria d
En todas estas pruebas con gemelos, comenta tü/at- ,',, ,.ni

"b"
miento
,, llxisten los institttos? 93

ucación s()n, <(no veo absolutamente nada que permita sostenef


ejante. biólogo que el número y las relaciones de lo1 genes
,,l.
ero sus que determinan la estructura de la con-
imprc ',,r f"" F^.táres
,lucta. Cuando irabaiamos con gemelos univitelinos
de tal ,]rráÁot-ánr" los mismos gtupos-de genes, siendo la

,tii"..r.i, de educación l, q"é produce individuos di-
les), el Icrentes»>.
ducado
Ienninss. en su libro sobte los Fundamentos bioló'
ampo),
oso. En
de"la naturaleza hurnana, sacó de sus experien-
uirios
ncia, C. ,li*, lu sisuiente conclusión: <<E1 examen de los cuatro
, ,irot a."g.t"elos educados separadamente. es favora-
gico dc -qrr.
l;i; ; i"t pr.t"r,den que él r',tdio ambiente v-la
st com-
r xperiencia tiáen un efÉcto considerable sobre
las
bulario, provo-
, rriacterísticas del espíritu y del temperamento,

La pri ,,indo dif"r.ncias notables'incluso en individuos gené-


lizó los ticamente iguales. Sin embargo-, estos cuatro casos tam-
un añ<-r
l,ión petmi"ten suponer q,rJ la cónstitución genética
l pelío- ,l"sem'peña un importantJpapel en este terteno' Pues,
uy dife- .n toáos erto, .Áor, los gemelos educados en distin-
mental l()s medios manifestaban semejanzas en los procesos
res ve- rrrcntales o de temperamento que no podían explicatse
ejas dc rlc otro modo sino por la identidad de su constitución
ntaban, ¡1cnética. El resultado del estudio
permite concluir como
y semc- lr,ícticamente cierto que la .ontlit,.ión genética y,el
nvivido l,'.¿io oÁUi.nte influyen ambos profundamente en Ias
de su (:rracterísticas espirituales y temperaD)entcles, .y 9y'
perfilan los efectos producidos en un caso por la constltuclon
¡icnética p,-,Ld.., ser producidos en otros
por el am-
os am- lricnte. >>

ue a Lr No obstante, §latson piensa que es conveniente el


paradas tcrler presente que en estai observáciones: 1'", los geme-
s dieci- l,,s hatían expeiimenta do iuntos -su primer condiciona-
nos re- ,,,i"tiá; 2.",'que los resls no bastan para descubrir
<<men- t,rrlas las diferencias reales de las formas de compor-
an tam- rruniento; 3.o, que no podía presentarse la prueba con-
rr':rria de suj.toi gemelot educados experimentalmente
a tü/at- ,',, ,.niido.'diferántes. Habida cuenta de estas obser-

"b"
91 La psicologia del comportaruiento ¿.I)xisten

vaciones, Ia conclusión de Jennings es favorable al ,lírs. La


behaviorismo. i,,;iór á
En suma: el behaviorismo admite que, a pattir del ,u,,
nacimiento, el hombre, por su estructufa, está dete¡- i,, "rot
qr.
minado a actúat de una manera particular. Está pre- El ,"
dispuesto a una forma de conducta más que a oúa. nlcnte.
Pero, se dirá, ¿no es precisamente esto el instintol' ,,irri¿."
Algunos biólogos t^zonan, en efecto, de esta manera. ,iJ.l^t.
Pero es una discusión que se eternizaría si no se con- ;i;;t';;;
sultasen los hechos pata zanjarla. Examinemos, pues,
interés
las observaciones hechas sobre el recién nacido, a las ,'i¿rJ y
cuales rü/atson se consagró especialmente.
l,,uar á
En los últimos treinta años, el estudio de los anima-
;:-l;;il;
les jóvenes se ha impulsado mucho más que el de los
..iá u.o
niños. Se ha vivido entre monos jóvenes, se ha obser-
;;r-Jb
l,iuiuliJ
vado el crecimiento de las ratas, conejos, cobayas y prí-
jaros diversos. Dedicación diaria en laboratorios, y rr ',,'-i..-
veces en condiciones muy próximas a \a realidad na
,,iñor,
.,, .á'n
tural. Se les ha examinado sin intemupción desde sir
({)s. co
nacimiento hasta la edad adulta. Resumiendo: psicri-
logos y biólogos han recopilado ya un importante nú- ,i,,ii"i
mero de datos serios sobre la dotación adquirida y rto , irin, e
adquirida de numerosas especies animales, Este estudio r,,.lavía
ha permitido señalar las siguientes notas: , -ir.tiÁ
a) No se llega nunca a delimitar 7a parte no adqui- ,,l,ora
rida en una serie de actos complejos de su parte arl- Sin
quirida si se reduce nto a la obseruación de los odultos, .,,I',re
b) El niño puede ser estudiado con los mismr¡s ,l,rcl de
ruétodos qt¿e se emplean en los aninzales jóuenes. ,,,,, tü
c) Conuiene no precipitarse y aplicar a una especit li'cle, D
cualquiera conclusiones sacadas de los hechos obser-
uados eru una especie concreta. Así, por ejemplo, el co- Ant
nejo de Indias nace con una espesa piel y un conjunt«r ilucstr
muy completo de respuestas motrices; desde los trct trrlute
días prácticamente se independiza de su madre. Pero l,r ;;,:;.;
rata blanca permanece mucho tiempo en la edad in I i";il
fantil; sólo se independiza de su madre a los treintrr ,lr.,scle

§r
tnstintos? 95
ruiento ¿.I)xisten los

,lírs. Las diferencias son, pues, importantes en la


do-
rable al
i,,;iór á. do, especies animales próximas (roedores);
attir del ,u,, aún sería más imprudentá extender al hombre
á dete¡- "rot"t
i,, qr. lot .ttu¿ios realizados con animales'
stá pre- "rtá¡un joven debe ser estudiado directa-
El ,", humano
a oúa. nlcnte. Pero este estudio encuentra todavía muchos
nstintol' ,,irri¿."út. Só1o en los últimos veinte años. se ha ven-
manera.
, iJ.l^t.i¿-.nte la resistencia'
En l-os ambientes mé-
se con- ;i;;t';;;á;ságicor, y 1,.go enme.los psicólogos' el
s, pues,
interés sá ha Ientrado en la primera infancia' La mater-
o, a las
,'i¿rJ y i-.,;r-tdí, ¡; la infancia» se han convertido en
l,,uar áe nr.uo, estudios. Desgraciadament-e, -todavía
;:-l;;il;tos malentendidos. La mavoúa de la gente
s anima-
el de los
..iá u.ot,"rnbrada a ver morir de hambre o enfermar
a obser-
;;r-Jb;;fi;r-u.mrr"t de niños, muchos excusan la
as y prí-
l,iuiuliJud familiar; pero casi todos se indignan cuando
os, y rr
',,'-i..- f."¡i^ de ettrrdiot experimentales hechos con
dad na ,,iñor, d. observaciones prolongadas y sistemáticas de
.,, .á'nJ".o qrr" par...., no táer senddo' Los médi-
esde sir
({)s. con fr...i"n.iu, consideran su ciencia en-plan ex-
o: psicri-
nte nú- ,i,,ii"i*. Br. ..rn ho.pital, escuetra o centro de forma-
, irin, el psicólogo (behaviorista,), si existe,
permanece
da y rto
estudio r,,.lavía ielegudá. En cuanto a las salas de maternidad
, -ir.tiÁ"rrri"s, aunque se encuentren en América,
hasta

o adqui- ,,l,ora no han aParecido en Francia'


arte arl- Sin embargo, todo lo que en nuestros días. sabeqo,s
odultos, .,,I',re el comlportamiento infantil se debe a la tenaci-
mismr¡s ,l,rcl de lr.t g.üpo de pioneros, enÚe los que citaremos'
es. ,,,,, tü/atsoí, i tvtury Jones, Gesell, Anderson, Clapa-
especit li'cle, Decroly, Piaget, Preyer y Stern'
s obser-
o, el co- Antes de ocuparnos del recién nacido, resumamos
onjunt«r ilucstros conocimientos acefca del comportamiento in-
los trct trrlutefino. Son escasos, pero recientes y, sin duda, col
de \a vida
Pero l,r ;;,:;.;;;;i;r;e crecimiénto. La importáncia
edad in I i";il fu.u individuo es enorme' F'ste se desarrolla
s treintrr ,lr.,scle la fecundación del óvulo, y no habrá que extra-
"1

§r
96 La psicologia del cornportanzientr¡ ¿Existen

ñarse de que al nacer disponga ya de un repertoricr urovimie


bastante variado de respuestas 3. krs mús
Las investigaciones de Minkovski a sobre fetos quc trata de
debieron ser exraídos del útero permiten agrupar algu- sc diver
nos datos importantes. La diferenciación ovular desdc ,lc la ma
las dos primeras semanas está ya ligada a una serie dc v medio
desplazamientos. Con la apaúción de esbozos de órga- rcaccion
nos (tercera a ocfava semana), el coruzón ya se contrae v múscu
lentamente. Entre la quinta y la octava aparece Ia mo- .'l refle
tilidad aneural (e1 eurbrión tiene de 2 a 4 cm. de lon- rnccánic
gitud). El corazón late rítmicamente. Aparecen movi- srrcción
mientos del tronco y extremidades; algunos músculos xrígenas
se contraen por la corriente galvánica. Estos movimien- lcto de
tos son lentos, incoo¡dinados y corresponden a una ¡eac- ,lc un
ción muscular sin participación del sistema nervioso. ,'l ronc
Se presentan luego los movimientos de la cabeza, Üon- rcspect
co, miembros; más variados, pero lentos, asimétricos, l,razos
arrítmicos, de débil amplitud. El sistema nervioso sólo l.rs prop
participa parcialmente. En el tercero y cuarto mes los Se ob
r'stímul
3 La importancia de la vida inttauterina fue puesta de relievc t'voluci
con mucha perspicacia por Cabanis. Véase la memoria de Ca- \:rngre
banis titulada: Considérations toucba?rt la uie animale, les nrcs, la
premiéres déterminations de la sensibilité, I'instinct, la sympa
thie, le sonu,,zeil et le délire (Rapports du physique el du moral
yrr se m
de I'homme, t. II, 1805, pp. 361,-365). ¡'rimera
Cabanis presenta al feto ejecutando movimientos <<que están De c
Iimitados y entorpecidos por las membranas en que se halla ,rrordina
encettado. Así, cuando sale a la luz, lleva en su cetebro los
primetos indicios de las nociones fundamentales que sus tela- v delim
ciones con todo el univetso sensible y 1a acción de los objetos rrsí com
sobre sus exttemidades nerviosas deben desarrollat sucesiv¿- I Min
mente en él>>. Es necesario caer en la cuenta de que <<el fe«r
puede no ser totalmente exttaño a dos clases de sensacioncs, rl medi
cuyos órganos propios no se encuenffan en plena actividad más ,lc los m
que después del nacimiento: me refieto a las sensaciones clc r'¡rs corr
lahtz y del sonido... Antes de ver la claridad, el feto ha reci' rlc otras
bido ya, en el vientre de la madre, muchas ), diversas impre- lrrgar la
siones, que han oeado en é1 distintas determinaciones; tam- rrcxione
bién ha conuaído hábitos; siente inclinaciones... Al nacer, cl v¡cnen
centro cerebral... no es ninguna tabula rasa...»>. ,lrnndo
a Véase el resumen de 1os trabajos de Minkovski e¡ La uic t,xlavía
mefitale. Allí cita también otros trabajos. (l)nstant

"hr
zientr¡ ¿Existen los instintos? 97

ertoricr urovimientos se activan, algunos parecen espontáneos;


krs músculos responden al contacto y a la presión: se
os quc trata de los primeros fenómenos reflejos. Los reflejos
r algu- sc diversifican er cortos y largos. El reflejo de presión
desdc ,lc la mano comienza a funcionar al cabo de dos meses
erie dc v medio (lo mismo que el reflejo plantar); la espalda
e órga- rcacciona al contacto, de igual modo que los párpados
ontrae v músculos de la frente. También comienza a funcionar
a mo- .'l reflejo oral a lo largo del tercer mes (estimulando
e lon- rnccánicamente los labios o la lengua), esbozando la
movi- srrcción y la deglución. Así, van apareciendo zonas refle-
sculos xrígenas. El esfínter del ano puede contaerse. En el
mien- lcto de 5 a 6 cm., el reflejo oral puede ir acompañado
a ¡eac- ,lc un movimiento de repliegue de las pietnas hacia
vioso. ,'l ronco. Los cambios de posición de la cabeza con
, Üon- rcspecto al tronco desencadenan movimientos de los
tricos, l,razos (esbozo de reflejos cervicales) todaví¿r ligados a
s.
o sólo l.rs propiedades de los tegumentos
mes los Se observan también bosquejos de reacciones a los
r'stímulos en el laberinto (refleios de postura). En la
relievc t'volución normal, las modificaciones quín.ricas de lrr
de Ca- \:rngre servirían de estímulo. Pero, después del cuarto
ale, les nrcs, la sensibilidad propiocéptica (profunda) del feto
sympa
u moral
yrr se manifiesta, y el arco reflejo existe gracias a las
¡'rimeras diferenciaciones de la medula.
I

e están De cuatro a seis meses (L530 cm. de longitud), las


e halla ,rrordinaciones neuromoffices liegan a ser más estables
bro los
us tela- v delimitadas. Aparecen los reflejos de los tendones,
objetos rrsí como los reflejos diagonales (por ejemplo, de unt
ucesiv¿- I Minkovski
<el fe«r piensa que «1os factores bioflsicos, tales como
acioncs, rl medio líquido, la continuidad y elasticidad de los tejidos y
ad más ,lc los músculos, representan el elemento esencial de las prime-
ones clc r'¡rs correlaciones entre la cabeza y las extremidades, asl como
ha reci' rlc otras correlaciones y sinergias mottices, y que en prímer
impre- lrrgar la excitabilidad propia de_ los músculos, después la_s -co-
s; tam- rrcxiones nerviosas por vía refleja, medular y supramedular,
acer, cl v¡cnen a incorporarse a estas correlaciones primitivas, engen-
,lrnndo de este modo reacciones, en los primeros momentos
La uic t,xlavía irregulates y variables, pero después má.s regulares y
(l)nstantes, cuando las vías de conducción están formadas>>.

"hr
98 La psicología del cornportatniento ¿.lixiste

miembro derecho a otro izquierdo); los cervicales y los tcsumid


del laberinto se afirman. Algunas veces se han obse¡- observa
vado movimientos respiratorios e incluso sonidos y rlías, m
derrame de orina. Se afina la excitabilidad muscular (a Esto
Ias diez semanas están completamente desarrolladas las ,rlganiz
estrías transversales de los músculos); surge una espe- nocemo
cialización de las reacciones motrices. Aumentan las Itr prov
conexiones netviosas. crrliente
A partir del séptimo mes el feto llega a ser capaz de No es
vivir. Los reflejos de los tendones prevalecen defini tual, a
tivamente sobre los fenómenos de la excitabilidad pro- nocemo
pia de los músculos. El reflejo abdominal cobra vigor; Irr pimi
el de la córnea se afianza (contracción de los párpados liencias
a un ligero contacto con ella), 1o mismo que el de la El h
pupila. La evolución orgánica conduce a la progresiva rlespué
entrada en acción de los sentidos, en función de la cre- sicte dí
ciente mielinización de las fibras nerviosas. No es segu- cstímu
ro que las vías olfativas estén ya abiertas, pero puedc lrr pres
suponerse que el gusto ha comenzado a ací)ar; el niño lleno.
nacido antes de tiempo reacciona en seguida a los sa- rninarlo
bores. El feto parece también teaccionar a las excita- lcacció
ciones acústicas, incluso cuando todavía no están libres .'le la
el oído medio y el externo. La vista sólo funciona al Los
nacer, pero quizá algtnas presiones sean capaces dc srrrge c
desempeñar el papel de excitaciones visuales (los globos llenan
oculares ya se mueven). rlel ap
Esto basta para demostrar Ia importancia de la vida rniento
fetal como existencia independiente. El hombre salc tc es qu
alahtz del día con un bagaje ya adquirido, si bien sól«r o las n
condicionalmente podemos calificar de no adquirido ración
al repertorio de actos propios del recién nacido. Con rccién
el nacimiento, el medio ambiente externo clel ser huma- como d
no se transforma radicalmente. Pero ya el medio fetal .[1 ham
era, de una maner¿ muy particular, generador de nume- lloros
tosos estímulos. Esto es todo lo que el behavioristr se cuel
retiene por el momento (Ap. E). rrn tipo
En su nuevo ambiente, este primer grupo de res- los dem
puestas va a complicarse rápidamente. He aquí, muy cn efec
t

^h.
niento ¿.lixisten los institttos? 99

s y los tcsumido, el cuadro que puede hacerse, mediante la


obse¡- observación de los niños de pecho, hasta los treinta
nidos y rlías, más o menos.
ular (a Estornudo.-Unas veces se presenta completamente
das las ,rlganizado desde el nacimiento; otras, antes. No co'
a espe- nocemos mucho sobre los estímulos intraorgánicos que
tan las Itr provocan. Pasar de una habitación fría a otra más
crrliente o de la sombra al sol parece que 1o produce.
apaz de No es seguro que esta respuesta llegue a hacerse habi- at

defini tual, aunque permanezca dutante toda \a vida. Desco-


ad pro- nocemos si se puede condicionar (pot ejemplo, al ver
vigor; Irr pimienta clespués de un número suficiente de expe-
rpados liencias).
el de la El hipo.-Generalmente no se presenta más que
gresiva rlespués del nacimiento, con frecuencia a los seis o
la cre- sicte días. Se observó un caso al cabo de seis horas. El
s segu- cstímulo que 1o provoca con mayor facilidad parece ser
puedc lrr presión del diafragma por el estómago cuando está
el niño lleno. Prescott Lecky cree que también puede deter.
los sa- rninarlo el descenso de Ia temperatura del cuerpo. Esta
excita- lcacción apenas parece que sea condicionada a lo largo
n libres .'le la vida.
iona al Los gritos.-El primer grito, iustamente al nacer,
aces dc srrrge cuando comienza la respiración. Los pulmones se
globos llenan de aire: al tocar éste los pulmones y membranas
rlel aparato digestivo superior, el aire pone en movi-
la vida rniento el mecanismo de la respiración. Lo más corien-
bre salc tc es que el llanto aparezca cuando se golpean la espalda
en sól«r o las nalgas del niño para estimularle a iniciar Ia tespi-
quirido ración (o al bañade en agua fría). Los gritos de los
o. Con rccién nacidos son muy distintos en cada niño. así
huma- como diferentes según los estímulos que los provoquen.
io fetal .[1 hambre, un golpe brusco o una herida ocasionan
nume- lloros en niños muy jóvenes; también gritan cuando
vioristr se cuelgan ellos mismos de una mano. El cólico provoca
rrn tipo de quejido que parece ligeramente distinto de
de res- los demás, por ejemplo, del producido por el hambre;
uí, muy cn efecto, al deberse a una presión en la cavidad abdo-
t

^h.
100 La psicologia del cornportamiento ¿.Existe

minal causada pot la formación de gases, no entran en l)uesta


juego el mismo conjunto de músculos que en el llanto .i¿" (.
por hambre. manipul
El grito es la respuesta que colt mayor profttitud y ¡,runio;
facilidad se condiciona. Quizá sea por esto por 1o quc .t ,rr.ir
el lenguaje evoluciona más bien a pantir de esta teac- cree, u
ción rnuscular que de cualquier otra. Con el gemido, scrán u
el niño aprende a controlar las respuestas de sus padres tar, pal
y de todos cuantos le rodean; le sirve de instrumento. rf,,í¿" t
En seguida se acompaña de lágrimas, que, a su vez, son cmocion
rápidamente condicionadas, sirviendo entonces de ins- Euac
trumento de contol complementario (y le duran toda ,ri.nto
la vida). Las lágrimas aparecen muy pronto; a veces, líquido
a los tres o cllatro días, e incluso antes. niio. E
El llanto de un niño, ¿puede servir de estímulo para crr los p
los demás niños? Después de diferentes experimentos .u-..iu
hechos en la sala de maternidad, Iü/atson da Ia respues-
ta siguiente: <<Registramos fonogtáficamente el llanto
"ii*.iu
rriño p
de un recién nacido, con el fin de controlar mejor las ¡,o, .á
condiciones. Reprodujimos los sonidos junto al oídcr ii.u, ad
de un niño dormido y luego de un niño despierto, pero Det'e
tranquilo. Los resultados fueron igualmente negativos.» rrntes d
nrente
Erección del pene.-Puede ocurrir desde el nacimien- ,liciona
to y clurar toda la vida. Los factores principales quc cl mec
operan al nacer parecen ser el calot, el agua caliente, ( IUsas.
el tocamiento de los órganos sexuales y, quizá,la pre- Prin
sión de la orina. Más tarde, la erección está condicio- tlnr, 1o
nada a estímulos visuales, pero los estímulos qlle con- ,,rn.ain
ducen al orgasmo son muy distintos. Los contactos ,r.r.o u
rítmicos breves, como en el coito o la masturbación, i,,,..t i
provocan el orgasmo (y, después de la pubertad, la ,,rriL
eyaculación). Este parece ser que puede acelerarse o zrrt'ttal,
retardarse, tanto en los hombres como en las mujeres, rrrientá
mediante sustituciones de estímulos (palabras, soni- Lrs que
dos, etc.). Sin lugar a dudas, éste es un factor de capitrl r,r hác
importancia social. ,' r"g"
Es difícil precisar a qué edad la turgencia es una res- rncnie

¡r
miento ¿.Existen los instintos2 107

l)uesta condicionada. En cualquier caso,. la


ran en masturba-
llanto .i¿" (." los niños pequeños is preferible- hablar de
manipulación clel pene á vagina) puede producirse muy
¡,runio; se h¿rn obrerrado *tot u un año de edad'
En
titud y
1o quc .t ,rr.iro funcionan, antes de 1o que de ordinario se

a teac- cree, un gran número de respuestas musculares que


emido, scrán utililadas en el acto sexual, como empujar, mon-
padres tar, palpar o apretaf. Todas estas respuestas desempe-
mento. rf,,í¿" t- prp.i -ry importante en la génesis de las
ez, son cmociones.
de ins- Euacuación de la oritta.-Se produce desde el naci-
n toda ,ri.nto (e incluso antes). La desencadena la presión del
veces, líquido en la vejiga; es, pues) un estímulo intraorgá-
niio. El condicionámiento de esta respuesta interviene
o para crr los primeros meses, pero lentamenti' Aunque pueda
mentos .u-..iu, a las dos o tres semanas, no se regula con
hasta que transcurren ffes o cuatro meses' El
spues-
llanto
"ii*.iu
rriño ptresto en el orinal, cuando está seco, evaclJatá
jor las ¡,o, .á-pr.rión de la vejiga. La asociación es automá-
al oídcr ii.u, adquiri"ndo después otras formas.
, pero Det'ecación.-Este mecanismo es ya perfecto aun
tivos.» rrntes del nacimiento. La evacuación se realiza corriente-
nrente por la presión ejercida sobre el colon' El con-
cimien- ,licionamiento lnterviená bastante pronto para regular
es quc cl mecanismo, que puede desorganizarse por diversas
aliente, ( IUsas.
la pre- Printeros ruoaimientos del oio.-En los recién naci-
ndicio- tlnr, 1o, movimientos de los oj<ls toáavía no están bien
e con- ,,rn.ainudot; la visión binocular correcta se establece
ntactos ,r.r.o u oo.o. P.to el niño reacciona alal:uz nada más
ación, i,,,..t ii.td" que se abren los párpados): tumbado boca
tad, la ,,rriLn';;rá habitación o.*.r, con la cabeza hori-
arse o zrrt'ttal, volverá los ojos hacia una luz oculta' Los movi-
ujeres, rrrientás coordinadoá hacia 7a derecha e izquietda son
, soni- Lrs que primero aparecen, un poco antes del.movimien-
capitrl r,r hácia artiba y ñacin abajo. El niño aprenderá pronto
,' r"g"it con la'vista una luz que se désplaza circular-
na res- rncnie alrededor de su cara, después un objeto que se

¡r
102 La psicología del coruportatniento ¿Exist

mueve y el movimiento de una persona. Todas las cmpeñ


respuestas oculares (fijación, coordinación y clesplaza- ;tül;
miento) se adquieren por aptendizaje y «práctica»>. Pue- ;; 1;;
den condicionarse (reflejo del párpado y pupila, enre no 1o
omos) y desempeñarán un papel de ptimer orden en las acosta
futuras coordinaciones oculomotrices. Mou
Sonrisa.-Aparece lnlly pronto, a veces des<Je los u.-"ti.
primeros días, y se produce normalmente después de ;;;t-;
mamar. Se cree que Ia provocan los estímulos cinestési- iió;.i
cos directos; por ejemplo, caricias suaves, un soplo en cinest
Llna parte cualquiera del cuerpo, cosquillas en el men- ,l
"ár
;;É;r^
tón, balirnceo de la cuna, el tocar los órganos sexuales y
otras zonas sensibles de la piel. ir.-,
Cover Jones estudió cuidadosamente el condiciona- i;;;b
mielto de la sonrisa en un buen número de niños. Se- d. ñ
gún sus conclusiones, la sonrisa condicionada, es decir, Á7t l
la sonrisa a imitación del experimentador o cuando J. to
éste habla en lenguaje infantil (factores a la vez visna- .^¡"
les y auditivos) comienza a aparecer a los treinta días ;;ñ".
(en 185 casos estudiados, la sonrisa condicionada más cxper
tardía surgió a los ochenta días). Esta respuesta se Mo
mezclará pronto con todos Ios tipos de mímicas socia- r"-oU
les de distinta importancia, y dura toda la vida. or" ,
Re s p u e s t a s 77x a4 1¡ al ¿ 5.-lenominaremos
respuestas ir.i¿
manuales tafito a los movimientos de la cabeza, cuello, ¡.i'
piernas, tronco y demás articulaciones como a los dc frtá,
los brazos, manos y dedos. He aquí una lista de las ;;iñ;
que primero se manifiestan: lir"
Girar la cabeza.-Mlchos de los recién nacidos co- .;;U
mienzan a mover la cabeza a derecha e izquierda cuan-
gálp
'M
do se les pone boca abajo. Incluso son capaces de lc-
vatfiarla. Estos movimientos se esbozan en el feto hacia pi
el quinto o sexto mes. t á"-
Mantenimiento derecho de la cabeza camrudo el niño ;"dia
está de pie.-Depende del desarrollo de la musculaturrt ;;i-;
de la cabeza y cuello. Algunos niños consiguen soste- ¿";;
net 7a cabeza algunos segundos, pero la fuerza necesari,r ;. ;;
aparece poco a poco; el desarrollo de Ia estructura des- l;ñ1

L
niento ¿Existen los tnstiutos\ 1"03

precis.a
as las cmpeña en esto un papel esencial, pues no-se
splaza- ;tül; aprendizaie. Á purtir del sexto-mes, la mayoríasi
. Pue- ;; 1;; ,'inot p"éd.r, -rrt.,tt su cabeza erguida.'
enre no 1o consiguén antes es porque siempre se les tiene
en las acostados.
Mouiruientos de los brazos.-Una estimulación sua'
<Je los u.-"ti.i,áiq"ier parte de la piel provoca en general reac-
ués de ;;;t-;;iil.s'en los braiot,luño, mano v hombro'
estési- iió;.i;; q;L se relacionan.t-anto con los- estímulos
plo en cinestésicosy orgánicos ."*l .á" t"t iattitt, audi!- =

,lltrálás. L'os brazos pueden proyectatse haciala


'
t
l men-
uales y ;;É;r^ ; i^;ia Ias piernar, p".o poi lo general los pri-
"ár
ir.-, -ori.ientoi están'órientados hacia el pechg v
i;;;b.;;at" q". p".d. considerarse como. un residuo
ciona-
os. Se- d. ñ ;;t*-tt.t intrauterinas). Una de las maneras
decir, Á7t lo.u.t.tísticas de producit violentos movimientos
uando J. tos brazos y -rno, consiste €¡ !apa{ labrazos'
nariz: ú'
visna- .^¡" ¿" .tgunó. ,.grrndos' uno de los dos toca alo
a días ;;ñ".*; iá"r.r, t. Érr,-,t,, hosta que la mano
a más cxperimentador.
esta se Mouimientos de la pierna y del pie'_'Las^patadas
socia- r"-oUt..uu" claramente desde-el nacimiento' Se consi-
. or" ,touo.nrl¿s tocando la planta del pie, por estimu'
uestas ir.i¿"-.", ,it. .uli.n,. o Érío y por iontacto con la
cinestésica directa'
cuello, ¡.i' iñ.i-"nt. pot estimulación
los dc frtá, Lori.iento^s provienen e.specíficamente de un
de las ;;iñ;.;';; i; pi.i d.buio de la rodiila' Del mismo modo'
pelliz-
lir" -^il*-. i, pi"tíu izquierda extendida,-al
os co- .;;U ;i;i ¡e la iodilla, ei pie derecho se levanta v
gálp".'los dedos del experimentador' ,
cuan- 'Moaintientos
de lc- del *otico, del pie y de los dedos del
o hacia pi un niño se cuelga de-la mano izqtietda
-C*iÁao
t á"...hu, se notan movimientás característicos de <<sa-
el niño ;"dia;;, á.1 ron.o y caderas' Al levantar las piernas
ulaturrt ;;i-;-;; hacia airiba se produce-n como ondas de
soste- ¿";;t;;;i";.s, seguidas de un pedodo de relaiamiento
Las
cesari,r ;. ;;t;;¿;,- á" ínu nueva olá de contracciones'
ra des- l;ñ111;;, la excitación clel pie con agua caliente pro-

L
104 La psicología del compoltarniento
¿.Exis
duce¡ visibles movimientos del pie y de los dedos.
neralmente, si se excita el talán ¿.;-;;;
Ge_ tle las
cerilla, se rccién
produce el característico reflejo ¿. g.bir.il.
Su forma (o si l
ordinaria es una brusca .t.uu.i¿n d.ñá; gordo (ex_
mo es
tensión) y un repJiegue de los otros
lfle*iánJ. A u..., Es
adqurere torma de .<abanico,>, por Ia extensión
de todos t¿s de
!: 9.{"'
mente
El lSn:jg ¿. s,úil,r.i d;;;;;;;.. general_
hacia el linal del prjmer año, aunq-ue
durar
pued"a
biberó
más tiempo en_niños normales. Uo sucede
rlr-ir"-o ."u14;;; cuerpo
redondo, puesro bajo.los á.J", a. i", pi.r,
:l:o.:!1.,o
con rrecuencra desencadena.Ltna flexión, hace lo ve.
cerrailosj scncia
pero a la más ligera presión se sueltan .rr",
"Uj.iá.i tleseo
_ Muchos niños son capaces de darse Ia vuelta, casi sc vu
desde el
.nacimienro, cuando ,. l.r-.oiá.á d.r.rudo, rón, q
Doca abaJo sobre una superficie rígida.
o más
. Habria que citar aquí Ias múltiples respuestas par_
^g.rr.rul,'
factote
ciales comprendidas en ese.
-ouiiri..rto á. cstudi
conjunro, que consiste en darse Ia vreltalAsimismo rrcs ne
de que el hábito se. establece rápidamente y
i] 1..h"
ra rcspuesta se esqLlematiza eliminando numerosas
rlc ella
puestas parciales. EI niño emplea semanas y
res_ lls co
meses en
aprender a volverse .or-, ,rpid., y .o, .á esfuerzo El
rcspue
muscular mínimo.
una m
. Respuestas de alimentación.-Si se toca el extremo
de la boca, la mejilla o el mentón d. il;i;;
una gr
que tiene (luand
hambre,-se provocarán vivos y rápidos movlmientos krs es
de,la cabeza,,que tendrán .oro .érutiáao'rproximar
Ia boca a la tuente del estímulo. Esta observación se ¡roral
.le los
ha hecho muchas veces a partir de 1^ .i;;; horas del l)e el
nacimiento. Otra reacción característica: el ,.1.;L
a" giros
s¡rción de los labios. Si se golpea suavemente .o, lo:; tlcrech
dedos encima o en ,n d. l, ú;;-áe un niño rrtrás.
"*máo
dormido se verá casi inmediatamentc
á".'fá, fr¡i",
Ia Iengua s_e disponen a mamar. La suáción varía mu-v
intent
ticne
cho según los niños. Puede comprobarse en casi todos r'¿rta h
los niño-s en Ia primera hora ail *i.i.rrto. La res-
puesta de alimentación implica en sí misma movimien- l)ucst
una c
tos de succión, movimientós de Ia lengua, á.1o. lr¡iár,
vcz, t

"L,
ento ¿.Existen los instintos? 105

. Ge_ tle las mejillas y de deglución. En la mayoría de los


a, se rccién nacidos, salvo en el caso de una herida al nacer
orma (o si los padres son «débiles mentales>>), este mecanis-
(ex_ mo es totalmente perfecto.
u..., Es fácil condicionar todo el coniunto de las respues-
odos t¿s de alimentación, Observemos a un niño con el
eral_ biberón: aun antes de que pueda sostenerlo (lo que
durar sucede hacia finales del cuarto mes), la <<agitación» del
4;;; cuerpo se vuelve muy activa desde el momento en que
pi.r, i
lo ve. Cuando ya es capaz áe sujetarlo, su simple pre-
ilosj scncia provoca movimientos corporales de violento
.iá.i tleseo: inmediatamente comienza a gritar. Los niños
casi sc vuelven tan sensibles al estímulo visual del bibe-
udo, rón, que basta con mostrárselo a dos meÚos y medio
o más para que la respuesta apatezca. Otros muchos
par_ factotes condicionados ligados a 7a alimentación se han
,'
á. cstudiado con detenimiento; por ejemplo, las reaccio-
smo rrcs negativas a la comida, el rechazo, etc. La mayoúa
te y rlc ellas quizá pertenezcan a la categoría de las respues-
res_ lls condicionadas.
s en El «gateo».-E1 <<gateo>> es un género impreciso de
erzo rcspuesta. Muchos niños jamás gatean,y cada uno tiene
una manera distinta de hacerlo. §(/atson cree que para
emo una gran mayoria es el resultado de una serie de hábitos.
ene (luando el niño está colocado boca abajo, el contacto y
tos krs estímulos cinestésicos provocan una actividad cor-
mar ¡roral muy general. Sucede con frecuencia que uno
n se .le los lados del cuerpo es más activo que el opuesto.
del l)e ello resultan movimientos circulares. Durante estos
a" giros del cuerpo, el niño unas veces se mueve hacia la
lo:; tlcrecha, otras hacia 7a izquierda, hacia adelante o hacia
iño rrtrás. Si acontece que en el cutso de estos movimientos
, v intenta alcanzar o manipular con algún objeto, se ob-
mu- ticne prácticamente una situación semejante a la de la
dos r'¿rta hambrienta del laberinto en cuyo centro se ha
res- l)ucsto el alimento. De todo esto resulta un hábito,
en- una costumbre de arrastrarse hacia los objetos. A su
ár, vcz, también podemos enseñarle a gatear sirviéndonos

"L,
106 La psicología del coruportamiento ¿Exis

del biberón como estímulo: se pone al niño desnudo rece e


sobre una alfombra, con las piernas extendidas, y se ri"-"l
rnarcan los puntos hasta donde llegan los dedos de los ,l"a..
pies. Después se le coloca fr-rera del alcance de sus i;t' ;
manos un biberón o un pedazo de azttcar (a condición riái.1,
de que se le haya condicionado previamente al azr3car).
El experimento no requiere más de cinco minutos. Si ^J.l*
al cabo de este tiempo no se presenta el gateo, se Ie "ri".-
ciÁien
pone derás, a un meffo más o menos, un calentador áá-i"
elécrico para fomentar la actividad general del cuerpo. tWats
Lenoir I{. Burnside rcalizó un detenido estudio so- educa
bre ia coordinación iocomotriz en los niños (Genetic G"r.l
Psycbology Monograpbs, vol. II, n. 5) sirviéndose de ú;¡;
películas y proyecciones. Divide la locomoción en rep- irÁUi
tación, gateo y marcha. L. Ames hizo más tarde obser- sus e
vaciones análogas (en 20 niños de veinticuauo a cin- La
cuenta y dos semanas). Según é1, la progresión locomo- ,. oü
triz presenta una sucesión lógica invariable; al princi- ;;r;l^
pio intervienen los brazos, después las rodillas y los ,"t-n
pies; la cabeza, el tronco y las nalgas terminan por '"o p
dejar de servir de apoyo; es Ia marcha a cuatro patas. o -.n
Posición aerfical y marcba.-En el ser humano jo- il;;il
ven, el conjunto del mecanísmo de la posición vertical, ."t*t
primero mediante un punto de apoyo, después sin so- .. ..
porte, seguido de la deambulación, de la carrera y del -un
salto, se desarrolla al principio muy lentamente. El i""iu
punto de pa,:tida de todo este mecanismo reside en Io fuer
que se llama la <(rotura del resorte>>, que aparece al Ll;ñ
cabo de algunos meses. En este momento, si sostene- áá ,
mos al niño por unbrazo, poco a poco irá adquiriendo ;;t;;
la posición vertical, dejando Ltna parte del pie en con- obse
tacto siempte con el suelo, y los músculos de las dos ;i;t
piernas se endurecerán. El niño intentará en seguida hens
caminar solo; muchos 1o consiguen a los siete u ochcr il;;;
meses. Después de haber logrado mantenerse de pic estim
un momenio, apoyándose en algún objeto, el niñrr ;;;i;
aprende a darla vuelta a ese obieto, agarrándose a é1, ¡,, uáu
por fin, da solo el primer paso. Este primer paso apx-
,
.'-.1

-&t
instintost 707
ento ¿Existen los

nudo rece en distintas épocas, según el peso y salud del niño'


y se ri"-"ltiárt t", ^ccidentet"serios
que puedan haberse
e los ,l"a..i¿" a Io largo del aprendizaje (condicionamien-
e sus i;t' ;is;;r; ,...rirl cabo^de un ario o más tarde'más La
ción riái.1,^'v 1u carrerá se aprenderán finalmente, como
3car). la natación, hontar en bicicletc o el ,pati-
s. Si ^J.l*t. aorendizaie depende dc dos Iactores: el cre-
se Ie "ri".-gtt.
ciÁiento de ios te jidos del cuerpo, con la. puesta a punto
ador áá-i"r t.i1";o, póttrrlut.s, v lá formac.ión de hábitos' -at

erpo. tWatson pieÁsa Que este acto puede anticiparse con una
pero
o so- educación upropiad^ (condici<-rnamiento positivo),
netic G"r.ll lo ,i.gu; volveremos a hablar de ello I Propg-
e de ú;¡; iá ,áq""iti.ion de los hábitos manuales' Además'
rep- irÁUi¿r, or.á" ."trurarse dicho proceso en casi todas
bser- sus etap;
(condicionamiento negativo)'
cin- La iprehtensión.-En casi todos los recién nacidos
omo- ,. oüráuu" movimientos de las manos: abtirlas y.ce-
inci- ;;r;l^;;-;;"rlái, d" los dedos. (En gene-tal el pulgary
y los ,"t-nn".. al principio curvado dentro de la palma
por '"o prtri.,p, .o 1r, i.tprestas la mano lrasta' más
cle
atas. o -.not, los cicn días.) Esta respuesta de la mano se
o jo- il;;il; ,i ,. l. coloca una varilla en- la palma'
tical, ."t*tlJ. t"t dedos sobre ella' Este estímuloniño provoca
n so- .. ..ff.;" de asimiento o de aprehensión' El per-
y del la varilla, e incluso in-
-un...iá entonces agatrado ya las
e. El i""iuta colgarse. LoJdedos manos aprietan con
gritos'
en Io fuerualab"arta, a veces con acompañamiento de
ce al Ll;ñ; p;¿ie'sostenerse desde una fracción de de segutr-
ene- áá , *ai a. un minuto; tiempo que varía un día
Halversonhizo (t937-)
ndo ;;t;;;;;.;;l mismo sujeto. H-'para precisar las condi-
con- observaciones muy .or,,pltt"
s dos ;i;t á" este refieio. E,, tttu primera forrnayde-clónico
apre-
guida hensión distingue un reflejo exteroceptivo
ochcr il;;;ñ;;o"d. lot dedoi, provocado por una ligera
e pic estimulación táctil de la palma, y un retlelo P-ropto-
niñrr ;;;i;;;;ni.o d. apret;miento' desencadenaclo por
uáu pr.íió., eiercida desde la palma de le mano
é1, ¡,, mas
apx-
,
.'-.1i* ..rríd, .onrr, los tenclones de los dedos' Si

-&t
108 La psicología del comportaruiento ¿.Ex

se levanta el objeto que el niño sujeta con las manos, de la


se consigue el reflejo de suspensión. Los experimentos serv
hechos para medir la Íuerzt con que el niño aprieta pape
concluyen que, desde Ia primera a la vigesimoquinta U
semana, soporta más del 70 por 100 de ,su peso al lrom
agaffat con las dos manos un cilindro de 1 tm. de Ils o
diámetro. Los niños de una a doce semanas superan en ve r
esto a los de dieciséis a veinticuatro. De veinticuatro a r.
cincuenta y dos, la reacción tónica disminuye. Los niños ^resp
pequeños soportan mejor que los mayores el peso de i.
todo su cuerpo. La longitud y el grueso de los dedos, clere
el tono y el estado general del cueipo tienen una espe- Lios
cial inrportancia. Esta reacción primitiva característica rrnt
termina por desaparecer: cede su puesto a los hábitos de
de aprehensión compleja, a 7a maiipulación. resu
El pestañeo del ojo.-Cualquier recién nacido reac- nifi
cionará a un ligero contacto con la córnea o a un suave crro
soplo cerrando los ojos. Pero una sombra o un objeto las
cualquiera que cruza su campo visual rápidamente no 2
provocará ningún pestañeo; §Tatson sólo observó esta der
reacción a los sesenta y cinco días, y Mary Jones, a los .o*
cuarenta. r"l
Este reflejo parece surgir bruscamente, pero se <<fa- .ol.
tiga» pronto y yatia mucho. A los ochenta días, algu- gul
nos niños no síempre responden al estímulo. A los sió
cien días siempre hay respuesta, pero es preciso dejar 3
un intervalo de un minuto entre dos estimulaciones. de
V/atson opina que este reflejo es quizá una respuesta qu
condicionada. El reflejo inicíal sería el pestañeocomo pa
una respuesta al contacto con la córnea; los objetos L.
que llegan a tocat el ojo frecuentemente proyectan cu
una sombra; esta sombra se convertiría así en él .itímu- ,rrr
lo sustituido del pestañeo, que sería entonces una res- pe
puesta adquirida. Puede objetársele a rü/atson que no i".
siempre se presentan situaciones naturales en que los pr
objetos lleguen a tocar la córnea. En cualquiei caro, ,rr
el pestañeo del oio se produce aun sin una esiimulación ,le
mecánica externa, simplemente a causa de desecación va
)
iento ¿.Existen los instirttos) 109

anos, de la córnea por Ia acción del aire. Este reflejo se con-


entos serva durantá toda la vida y desempeña un importante
prieta papel en la mímica.
uinta Utilización prelerente de la mano'-lPor 9ué. e-l
eso al lrombre utlliza más la mano derecha que la izquierda?
m. de Ils otro problema que la psicología inuospectiva resuel-
an en ve rnedi-ante la intervención de un <<instinto>>' Vamos
atro a r.r.,mir algunas observaciones que se han hecho al
niños
^respecto: -¡r
so de i.' Se midieron las estructuras anatómicas del lado
edos, clerecho e izquierdo, tales como la longitud de los- pu-
espe- Lios y de la óaltna derecha e izquierda, la longitud del
ística rrntetrazo, eic. Medidas que se hicieron a centenares
ábitos de niños con la ayuda de lnstrumentos especiales' Los
resultados señalan que no hay ninguna -difetencia sig-
-dimensiones
nificativa entre las de ambas partes' El
reac-
suave crror medio de la medida es mayor que cada una de
bjeto las diferenci¿1s observadas.
te no 2." Se registró el tiempo de suspensión de la mano
ó esta derecha e izq:uierda. En estos tests se tiene cuidado de
^experimento
a los .o*..rroa el unas veces pof la mano de-
r"ll, u otr¿s por [e izquierda. El cuadro I (segunda

e <<fa- .ol.rmÁa de la derecha) indica que no hay ninguna re-


algu- gularidad de un día para otro en el tiempo de suspen'
A los sión.
dejar 33 Se anotó aproximadamente la cantidad total
ones. de trabajo rca7izaáo por la mano derecha.Y Pot.7a iz'
uesta quierda ár:rr.tt" un péríodo de tiempo dado, utiljzando
omo para ello un aparato registrador especial; esencialmente
bjetos L. ,r.ru rueda^que giri siempre en el mismo sentido,
ectan cualouiera que sea la dirección en que el niño mueva
ímu- ,rrr 6ruror. Ál gí.u.,la rueda va levantando un pequeño
a res- peso conductoi atado al extremo de un hilo que :9
ue no i".átt". Se le pone un insrumento en cada mano' Al
e los principio de la prueba, los dos pesos están tocando la
caro, ,rrpetá.ie de la mesa. Después se aplican las manos
ación ,lei nino al aparuto, Sus móvimientos comienzan ale'
ación vantar el peio. En general, el niño permanece boca
)
110 La psicología del coruportar¡tiento
¿Exis
sin estÍmulo alguno por parte del experimenta_
tlbt
oor. A los ctnco minutos cha le
se retira al niño del aparato y
se mide la akura alcanzada po. lo, áá, pJJ, ,obr. Iu con l
mesa. Po¡ esrc sísrema, Vatün .n-riráJiferencias El
"o
srgnrÍcatrvas ent¡e el trabajo rcahzado prime
por Ias dos ma_
nos. He aquí sus resultadoi; niño
Sin e
de di
TIEMPO DE SUSPENSION
Edad. (rm sacuNoos)
TRABAJO ]\,IEDIDO no s
(rN rurc,roas) dos m
días Derecha lzquierda Dereclta Izqaierda sión
dente
1 1,2 5,6
2 )) 16,1.6 13,75 do h
3,0 25,00 15,00
3 0,6 1,4
zació
37,50 36,25
4 0,6 0,4 12,00 15,00 4.
5 1,2
6
1,0 15,00 27,00 la pre
1,0 t,b 1,7,16 16.00
7 0,6
la rea
3,2 2t,25
B 1,0 )) 24,16
29,37
18)7 cione
9 1,8 1,8 1.7,25 11,00 mano
10 1,4 0,6 28,00 9,00 a cog
Media. 1,t6 2,08 2t,34 19,27
cond
menz
de ap
( Tiemno más Jargo con,la mano derecha ... ... 3 VCCCS tado
f _lrempo mis largo con la mano izquierda ... ... 6
I Igualdad entre iá derecha ;rqri.-.ár^_l ... ... I ces s
" 1o co
Trabaío más fuerre con Ia derecha
{ lrabajo más fuerte con la ízquierda ... ...
7 VCCCS prese
f ... ... 3 ojos,
I lgualdad de fuerza.on tur ¿ür-mlin;; ... ... :.. 0
medi
Nótese que el tiempo medio de suspensión para el mano
perim
ltrielo J. es de 1,16 sesr¡ndos con Ia mano derecha v a un
de. 2,08 segundos con la izquierda. El tabajo mediá
(altura media alcanzada por el peso) de Ia Áano domi
dere_ mano
cha es de 2l;34.pu1gadas; el de-la izquierda, de 19,27.
lres veces el suJeto se mantiene suspendido más tiem" En
po con la mano derecha; seis veces con la izquierdi; trans
una vez el tiempo de suspensión fue el mismo prr.olu, de la
dos manos. Obsérvese también que con la mano clere- a ser
para
a

¡"
tiento irustintos?
¿Existen los 111

enta_ cha levantó el peso a mayor altura siete veces y tres


rato y con la izquierda.
br. Iu El uso de la manb puede, pues, variar durante los
cias
primetos días. Los resultados obtenidos con un solo
s ma_
niño no permiten, por otra parte, sacar conclusiones.
Sin embargo, es probable que si Úazásemos una cutva
de disuibución disponíendo de gran número de casos
O no se encontrasen diferencias significativas enffe las
dos manos, ya fuera con respecto al tiempo de suspen-
erda sión o al uabajo medido por el regisuador. Es evi-
dente que el hábito (o cualquier otro factor desconoci-
,75 do hasta el momento) debe intervenir en Ia estabili
00 zación.
,25
00 4." Prueba del uso pteferente de la mano mediante
00 la presentación de objetos después de estar establecida
00 la reacción de aprehensión. Se trata de las primeras reac-
37
)7 ciones de aprehensión del niño basadas en el uso de la
00 mano. Alrededor de los ciento veinte días, el niño llega
00 a coger un pedazo de azicat; al principio fue necesario
27
condicionarle para ello. El experimentador había co-
menzado a antes que estuviese formado el hábito
^ctúat
de apoderarse de cualquier objeto que le fueta presen-
VCCCS tado (se le ponía en la boca o en las manos: é1 enton-
ces se 1o llevaba a la boca. A los ciento sesenta días,
1o coge nada más enseñárselo). Así preparado, se Ie
VCCCS presenta e7 azúcar lentamente, de cara, al nivel de los
ojos, procurando que el estímulo avance en el plano
medio con telación a las dos manos. Se ve cuál es la
mano qLre primero 1o toca. §7atson, que hizo este ex-
a el perimento con 20 niños de doscientos cincuenta días
ha v a un año de edad, dice que no se observa ninguna pre-
ediá dominancia regular y unifotn-re de cualquiera de las dos
ere_ manos.
,27. En estas condiciones es probable que sea el uso social
em" transmitido el que ha impuesto \a utilizació¡ preferente
rdi; de la mano detecha. El grupo social enseña al niño
olu, a servirse de la mano derecha para comer, para saludar,
ere- para ffabajar (desde luego, pata escribir y dibujar).
a

¡" Á
112 La psicología del comportamiento ¿Existe

Se le obliga a ello. De todos modos, así es como se lisados


enseña todos los días a los niños y a los aprendices a
comportarse. Peto ¿por qué se transmite tan regular- ;;;ilff
"ícorar
mente este uso? ¿Por qué la sociedad es <<derechista»? i;d.gil
Iü/atson sugirió la siguiente solución: <<El corazón está 1a elim
situado a 7a izquierda. Nuestros antepasados primiti- ll¿1"
vos pudieron fácilmente aprender que los hombres ;;;.;
que llevaban su escudo con la mano izquierda y blan- , fi"Ji;
dían su espada con la derecha eran 1os que más frecuen- ;;H'il
temente volvían trayendo ellos mismos su escudo y ;¡;j;"
no transportados encima. En este caso, fácilmente se Lir.
comprende por qué nuestros abuelos comenzaron a ffi;,,"
enseñar a los jóvenes a servirse de la mano derecha.>, ;;;"";
Des Bancels señala (N. traité de p»,cbologie, t. II, il;"tt
página 504) que no está seguro de que la región del "-im
se ma
corazón sea más vulnerable que la del hígado. Y la
cabeza, ¿no es importantísima? Pero cualquiera que tambi
sea el origen de la preferencia de la derecha, lo cierto sueño
es que dicha preferencia se fijó muy pronto socialmente.
a
"til;;.
Los pintores prehistóricos no pintaban, con tocla segu- ofovoc
ridad, a dos manos ni al azar. El poder clel brazo dere- ;i;.h;
cho formó parte de las tradiciones mitológicas más an- ;i;;;
tiguas. Y a pesar de esto, encontfamos en nuestra época recen
un 5 por 100 de zurdos y del 10 al 15 por 100 de ;;;;il
-i"
ambidextros. Se han notado algunos hechos que con- iru
viene recordar; por ejemplo, la succión del pulgar, de rece.
los dedos o de la mano se dirige con más frecuencia a namie
una mano que a otra; siempre se escogerá la mano que a
ffi ;';
tiene preferencia para sostenerse y levantarse. Pero es- ir".tr
tos hechos implican ya la preferencia de una mano sobre .i¿"Ir
7a otra (Ap. F). ir".á
i";.;
Estas rápidas ojeadas muestran claramente que la todo
mayoría de los reflejos existen desde el nacimiento o Y.
aparecen en las primeras semanas o meses de la vida. . ¿i.
Estaban ya esbozados en el útero; en el nuevo ambiente
se complican, es decir, se integran en situaciones de
".o;
más
estructura caáa vez más compleia. Están especialmente i"if"
a
8
1L3
o ¿Existen los instintos|
late
se lisados al funcionamiento orgánico más elemental:
s a se establece la circulación y Ia resptracton;
ar- ;;;ilffi" áJritt.t*
"ícorarótr, digestivo, tenemos la succión'
la digestión'
»? i;d.gil.i¿;, las contraicioñes del hambre'glandulares de
stá 1a eliminación, que
ti- ll¿1".i"itii*J Ef""tttiiu"-"ucciones
hñ;, el estornudo,la sonrisa de-
es ;;;.; prrcialmente áel' funcionamiento del aparato
, fi"Ji;.: §;;'ici;;l^;;;cción del pene' Pueden obser'
an-
en-
i'on'o' de ra cabeza
;;H'il; ;;J;;;;;t'"ientosendelacción con la respira-
;¡;j;"il, El tronco enma h micción v cuando el
oy I

Lir. á.i**ián v
n
se
a
"iiiri,*'lá
ffi;,,iái; t l"*ri, h .,ibeza' Una actividad ince-
.>, v dedos' Aunque
;;;"";r;r;;;;r, u t"t brazos, manos dedos todavla no
II, il;"tt.iilEi ;.ils,t a los'demás
del "-im
se manifiesta.
la pi..rrs, tobillos, pies.y.dedos ¿: bt Pl::-::tá:
durante er
que también en constante movimiento' salvo
rto a menos que existan estlmulos-externos
o inter-
a sueño.
"til;;.trl"t.
te. Éi .átt*to con la planta de los pies
dedos; si se
gu- ofovoca una extenslon característica-de los
re- ;i;.h;U;;d:ilr-i;q"iJáa, el pie derech-o se acercará
an- ;i;;; i. "Iii,""tl.ión, pestañear,
v vióeversa' Más tarde apa-
coger' manipular'
oca recen otros rnour-,".,io,:
de ;;;;il;;;,
-i" á.g,i.r", ;d'i, 'o-".', eté'. cuanto más
on- resulta distinguir lo que p-erte-
irun n,'m¿I dificil
rece. en los nuevos utto'' aprendizaje.o.al condicio-
de
namiento,
'l tal activtdad no aparece
-á't"'-inndus
o a ambos. Además,
;';;;' j";o;á ;;
a a
modificaciones de
que ffi
a
Es la <<madr"rra-
ir".tr'l*r,itr,"á.LiJ,t al crecimiento'que
es- contiene-pata
bre .i¿"Ir. Si-"ní¿imo, lut posibilidades
la fuen-
ir".á"*aá, y "i .onJi.'ionamiento, tándremos
i";.;;i;io á1 ..pát'orio de 1os actos infantiles' En
e la todo ello no aParece el instinto'
o o Y. ,in .-brrgo, Ia gente no cesa de hacer referencia
hacen
da. . ¿i.'rá, ;;;;A;?;t inírospec-cionistas tambiéna se
nte niño, y-d..pués el -hombte', no es sus olos
de
".o; "l un coniunto de instintos' Se han redactado' por
más oue
nte i"if"Éii.i, de las nuevas teorlas de Darwin, numerosas
a
8
116 La psicologia del comportaruieuto ¿Exi
completamente. Ahora bien: el niño y el hombre están La
hechos de ciertas clases de materiales, combinados de ron q
una manera específica, que varía con la edad. Lanzados siem
a la acción como consecuencia cle un estímulo apro-
piado, revelatán uo movimiento conforme a la etapa
alcanzada; movimiento no misterioso, sino peor cono-
cido que el del booruerdng o el del dado.
Todos estos datos permitieron al behaviorismo con- )
cebir una idea diferente del desarrollo humano que la
de una <<cotriente de conciencia» (James) o una <<pura
duración>> (Bergson). La mlstica inrospeccionista cede
su puesto a una concepción más científica, la de la
corriente de actiaidad, que corresponde a los hechos
observados. ¿Qué sugiere Ia observación del compor-
tamiento infantil? La actividad. ¿Y la conducta del
niño pequeño; después, del adolescente, etc.? Todavía
actividad, pero más compleja. Tal es el panorama ofre-
cido por estudios aún demasiado incompletos: la orga- I
nización total de un encadenamiento de actividades de
complejidad creciente y no la sucesión de <<estados de
conciencia»>. Los reflejos del aparato digestivo se pre-
sentan en etapas detetminadas del desarrollo orgánico
y como su complemento. Luego los desarrolla el apren-
áizaje, en función del medio.
Algunos reflejos sólo nacen para desaparecer más
tarde. Otros cluran toda Ia vida. Ya hemos visto que
todas las respuestas no adquiridas, incluso la respira-
ción y 1a circulación, pueden condicionarse; muchos de
estos condicionamientos se organizarán en hábitos es- ,
tables, al menos durante cierto período, con una difi-
cultad creciente para modificarse. A continuación repro-
ducimos este cuadro esquemático.
Antes de dejar los <<instintos» para meternos en el El e
terreno de las emociones, no está de más volver sobre de
la noción de ruaduracióru, que parece muchas veces árige
can"
haber sido ampliada hasta el punto de hacer de ella
Algu
un nuevo sustituto del instinto y del innatismo del ii..'
instinto. in."
rf

¡
uto ¿Existen los instintos7 777

stán Las experiencias realizadas con animales demostra-


de ron que la imitación, como proceso. de. aprendizaje, no
dos siemire les era necesaria a los animales jóvenes para que
pro-
apa
no-

on- ) !ll

e la
pura ,1,

-ii
ede
e la
hos
por-
del
avía L-
fre- !. :¡L.:L,!i ! ttr:11,]!,
ga- I
de
de ,,"f
:l:,1,
pre-
ico L ,,:t¡¡,, )

en-

más
que
ira-
de
es-
,
ifi-
ro-
Fig. 1.-La corriente de actir.'idad

n el El esquema muestra la complejidacl creciente de ciertos sistemas


bre de aclividades humanas. Lrt'ruyr. continuas representan el
ces árigen no adquirido de cada sistema. Las líneas de. puntos indi-
can"la complicación de este sistema por vía de condicionamiento'
ella Algunos nó parecen modificarse. El cuadro es, ciettamente, poco
del ii..'.i*. Ánti. qu. puedan hacerse esquemas de este tipo real-
ü
in."l" inai.otivós, genética deberá progresar mucho todavía
rf

¡
118 La psicología del comportamiento ¡ ¿.Ex

manifestasen de repente ciertas disposiciones (alimen- cles n


tarse, cazar, etc.). Del mismo modo se vio que, si mu- nuev
chos actos llamados instintivos llevaban consigo nu- no..
merosos fallos, offos se producían sin dificultad, aun- cstas
que no tuvieran la ocasión de manifestarse más que .¿Áo
una sola vez. Por fin, una reacción o un reflejo primi- ál i
tivo no pueden relacionarse con Llna experiencia ante- "rr"á
rior, puesto que el aprendizaje apenas tiene influjo , resp
en ellos. Si nos fijamos en el niño, destaca el hecho de á.'ro
que los primeros lnovirnientoso reflejos (no adquiri tos
clos) tienen una orientación bien definida, indepen- cám
diente del ejercicio. Algunos psicólogos, interpretandr-r u.rÁ
estas diversas observaciones (que, por otra parte, con- del
vendría examinat más detenidamente), concluyen que
es la maduración y no el aprendizaje la que desempeña
un papel decisivo en los actos llamaclos instintivos. Es
lo que se llama innatismo de algunas respuestas; con-
sistiría en su aparición repentina en determinadas cta- ,
pas del desarrollo estructural y orgánico del animal
joven o del niño. Pero la maduración así entendida cotre
el peligro de actuat co1l1o un deus ex macltina.

Iiemos señalado ya la enorme dificultad que existe


al querer atribuit el papel específico del desarrollo or-
gánico y del aprendizaje enla expresión de una conclucta
dada, incluso elernental. Sin embargo, una disposición
orgánica, por más apremiante que sea, resultaría estéril
si careciera de un medio interno o extefno apropiado. .,
Lo esencial es no concecler a la maduración una misión
mística; ése es el motivo de pteferencia por el término
de estructuta (físico-química o anatómica). La crono-
logía c{el desartollo, de la <<corriente de actividacl»,
vaúa etl cada especie, y tarnbién en cada una Ia apa-
rición de estructuras nuevas plantea problemas con-
cretos. No hay que esconder tras la maduración ni un
impulso vital ni una entelequia o cualquiet oro prin-
cipio oculto. Cada nueva etapa orgánica en el ser huma-
no determina nuevas necesidades, pero estas necesicla- rl

¡
to ¡ ¿.Existcrt los it'tstitttos) 11"9

en- cles no son más que la expresión del establecimiento de


mu- nuevos equilibrios' El problema consiste, pues, en co-
^modificacionei físico-químicas que producen
nu- no..t lrt
un- cstas nuevas tensiones, en saber cómo se determinan,
que .¿Áo ." complican o modifican y cómo- se condicionan
mi- ál i"¿ot los'niveles. La observación del niño nos ha
nte- que dispone muy pronto de u.n repertorio de
"rr"á^¿" ^no
ujo , respucstas adquiridas que derivan inmediatamente
de á.'ro .rtto.tura: en cllas Je encuentran ya los elcmen-
uiri tos suficientes para elaborar comport-amientos muy
en- cámplicrdot, coáo los de la vida sexual y social' Una
r-r u.rÁá", iniistiremos en que la noción-popular acerca
on- del jnstinto no resistc un examen profundo'
que
eña
Es
on-
cta- ,
mal
tre

ste
or-
cta
ón
éril
do. .,
ión
no
no-
cl»,
pa-
on-
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in-
ma-
cla-
rl

¡ _¡
,

LAS EMOCIONES
Importancia de la vida emocional.-Teoría de V/. Jarnes.- ,
Concepción introspeccionista de la vida emocionat.-R.rp".rtn
tipo_y respuesta alterada.-Comportamiento emocional del niño: l
miedo, cólera, amor.-El condicionamiento de las reacciones I

emocionales.-Reacciones viscerales y verbalización.-El des-


condicionamiento.-Sanciones y emóciones.-pudor y celoi I
Las emociones desempeñan en Ia vida del hombre un
papel tan grande por lo menos como el pensamiento.
I
Además-, constituyen un elemento perturbador de pri-
met orden. Só1o esto basta para suscitar el interés del
behaviorista. Sin ernbargo, Iá psicología se ha ocupado I
poco de su estudio desde hace unos veinte aios r.
Darwiq Ribot y James parecieron haber agotado el
tema. Cuando se habla de experimentar con lai emocio-
nes, parece levantarse una reprobación especialmente
violenta, mientras que los experimentos rodr" el apren-
dizaje manual o verbal se admiten normalmente. Las
emociones conservan en la mente de la mayoria una
reputación de sinceridad, de veracidad y delicádeza que
las sustrae a 7a ptofanación de los experimentadorer.
Quizá.sea para reservarles las compensaóiones lisonjeras ,
de la literatura.
Sin embargo, todo comportamiento humano
-tanto
el del niño, que edifica sti universo con los pobres ma-
teriales puestos a su disposición, como el áel adulto,
atenazado por las mil contradicciones de su vida fami-
liar, ptofesional y social- supone un fondo de reac-
ciones emotivas absolutamente capitales. E1 behavioris-

Salvo en el te¡reno de Ia pura fisiologla. Más adelante ha


blaremos de los uabajos de Sherrington, Flead y Cannon.
ra
, Las emociones 121

ta aprende a entrar en este mundo con lucidez. ¡Tanto


peor para las ilusiones y fantasmagorías!
En su libro sobre La expresión de las ernociones,
Darwin encontró con placer una justificación finalista
a 7a mayotía cle ellas. Pero §Tatson hace notar que
Darwin tuvo por Io menos el mérito en sus
-ausente
sucesores- de hacer depender la expresión de las emo-

s.-
, ciones de estímulos específicos. Ahora bien: 1o que le
rtn interesa al behavioristá, por definición, es ponei toda \
ño: l expresión periférica en relación con Lrn excitante deter-
nes I
minado. Para é1, cualquier reacción corporal depende
es-
obligatoriamente de los estímulos apropiados. La con-
I ducta humana es un todo, lo que también quiere decir
que no hay cortes, interrupciones o intetvenciones mis-
un
to. teriosas en el desarrotrlo del ciclo estímulo-respuesta.
I Así, las respuestas emocionales están entre las que sc
pri-
manifiestan de la manera más evidente y brutal. Incluso
del
do I las emociones <<delicadas>> llevan consigo profundos
s r. tfastornos, comparadas con 1as respuestas verbales o
muchas de las motrices. Por otra parte, las respuestas
el
emocionales se caracterizan por la multiplicidad y el
o-
te
desorden (aparente) de los elementos de que constan.
Cualquier desmipción detenida de un momento de cóle-
n-
as
ra, miedo o de una efusión amorosa nos convencerá
fácilmente de ello. En consecuencia, deben depender
na
ue
de ciertas formas particulares de excitación.
r. El estudio,la utilización práctica y el control de lir
as , vida emotiva no se reÚasaron solamente por vulgares
prejuicios, sino también por los prejuicios de los teó-
ricos, transmitidos por la enseñanza ctásica. Así, hace
to
a-
ya casi cuarenta años que 7a teoúa de William Jamcs
o, sirve de campo de batalla. El punto de vista de Ja-
mes (muy próximo al de Lange) es bien conocido. Jamcs
mi-
c- ¡rretende escapar del finalisrno de Darwin y del puro I
s- y simple espiritualismo para el que la cólera y el amor
son el resultado de conflictos ideológicos. Para James,
ha la emoción no desempeña un papel biológico ni social;
no la suscita una situación particular; no es más que

I
ra
122 La psicología del coruportamiento t ¡t Las

1a conciencia de procesos periféricos desencadenados com


por una representación. Intentó inclui¡ en una fórmula co
general toda emoción particular posible; hay que apo- .á
clerarse de la gallina de los hucvos de oro, decía, <<pues b.Á
la descripción de cada huevo puesto no tiene más que plu
un intetés secundario». iaó
He aquí su fórmula: «Mi teoría sostiene que los I Jam
cambios corporales siguen inmediatamente a la percep- I Áá
ción del hecho excitante y que el sentimiento que tene- .i.
mos de estos cambios, a medida que se producen, es
la emoción.>> Y prosigue: <<Cuanto rnás profundizo l "ro
,.
minuciosamente en mis estados anímicos más me per- I me
suaclo de que cualquier humor, afección o pasión que de
yo sienta están constituidos realmente por estos cam- ríe
bios que de ordinario liamamos su expresión o su corl-
secuencia, y tanto más me parece que si yo perdiera ""
io
]a facultad corporal de sentir me enconffaría excluido iut
de la vida de las afecciones, fuertes o tiernas, y pasaría ..4 i,
a una existencia puramente cognitiva e intelectual.» la
En todos los centros de estudio se enseña que no hay er
que decir: <<Veo un oso; tengo miedo y huyo»>, sino: áq
«Veo un oso; huyo y tengo nriedo»; en otras palabras: Ja
la emoción de miedo es, en este caso, la conciencia de ié
modificacíones periféticas ya acaecidas (por eiemplo, en
aumento de Ia presión sanguínea, horripilación, movi- ci
mientos de huida y de protección de las piernas y á"
brazos). la
Desde este punto de vista, James distingue dos cla- De
t
ses o categorías de emociones; en primer lugar, las is
cmociones llamadas groseras (doIor, miedo, cólera, in
amor); después,1as emociones delicadas, agrupadas bajo
la égiáa de los sentimientos morales, intelectuales y m
estéticos, pero der.nasiado numefosos para enumerarlos. c
Después de James se propusieron muchas otras listas rin
de emociones. Pero no son meiores, pues están funda- le
nrentaclas sobre el mismo principio erróneo. ba
En efecto, ¿no salta a Ia vista que la interpretación m
de James es puramente introspectiua y no «fisiológica», m
¡ /¡
o Las emociones 123
t ¡t
os como se acostumbra a decir? V/atson subraya este punto
la con energía. En el campo de las- respuestas emotivas,
o- .á-" ."?t de las demás formas de cómportamiento, el
es b.Áorio.ittu rechaza toda interpretación dualista, todo
ue pluralismo. La conducta humana, aun cuando p^tezca
iaótica, siempre es unitaria, orientada y continua' Según
os I James,. Ias moclificaciones-
periféricas soJr como una
p- I Ááquinu, io que cuenta es la orepresentación», la <rcon-
e- .i.*i» d" erta maquinaria, el espectáculo-mismo' Este 1
es Tamcs, como toda la psicología clásica,
zo l "ro".tí.ulo.
,. lo ..rgu'a ia intiotpección' «Cuanto más minuciosa-
er- I mente aña[ro mis esiados anímicos"'" Et, pues, evi
ue dente que aqui \a desctipción fisiológica es pura apa-
m- ríencia, pura ilusión. EJ preciso lograt experimentar
rl- y luego hacár introspección' Se dirá en-
ra ""u "Áu.i¿n
ion."t' yo oulelvo" a sentir>> una disminución de los
do iutidos áe mi corazón, <<vuelvo a sentir» sequedad-en
ía ..4 i, to.u, .,vuelvo a sentir>> diversas impresiones sobre
.» la piel y en las piernas; este coniunto. de sensaciones,
ay erte eríado de áonciencia es \a emoción' Lo esencial
o: áq"f .r el pretendido estado de conciencia; en efecto,
peri
s: Jamer admite que en ausencia de modificaciones
de ié.i.r. 1en pariicular vasomotrices) la excitación des-
o, encad.r-r)tlu de igual manera una respuesta (¿por media-
vi- ción cle la misleriosa conciencia?), pero que estaría
sy á".prouirtu de toda coloración afectiva. De este modo,
la uirión de nuesto oso podría determinar la huida,
a- Dero 0 <(sangre fría>> y sin miedo. De sobra se ve que
t
as istu teoría i¿lo hu sutgido gracias a las supercherías
a, introspeccionistas.
ajo Bastante paradójicamente, los fisiólogos son los que
y más se han^encarnizado conra ella, reprochándole un
s. caráctet fisiológico limitado. Los experimentos de Sher-
as rington, Head y Cannon demostraron que los anima- ¡
a- les''incápace, d. .rp..tiones vasomoffices manifesta-
ban emáciones de órigen central (cerebral); que las
ón moclificaciones vasomotrices y glandulares erar poco
», más o menos las mismas en todas las respuestas emo-
¡ /¡
124 La psicología del comportamiento ¡ La

tivas y, por otra parte, no podían ser <<percibidas)>; y, en


por fin, que una parte del cerebro (el tálamo) parecía ,r
tener el control específico de la expresión emocional. co
Por su lado, los teóricos modernos se han Tanzado .r
contra James porque 'no es suficientenoente introspec- r d
cionista. De la cítica de los fisiólogos sacan la conclu- a
sión de que es preciso dejar de buscar la naturaleza cle a
la emoción en los procesos de adaptación orgánica v l) sa
ll
esforzarse por encontrarTa en las modificaciones del
equilibrio <<mental>>. Tal es el sentido general de Ia e
explicación gestaltista, para 7a que el leitrnotiu es e
siempre una <<reotganización del campo de la percep- e
ción»>, e incluso la de la psicología <<fenomenologista>>, a
por hablar de psicología cuando abiertamente se trata u
de magia y de mística 2. tr
El behaviorista razola de otra manera; mejor dicho, c
actúa de distinta forma. Ante todo, se trata cle saber,
dada una respuesta emotiva, qué estímulos la han pro- II re
ducido y a qué tipo de adaptación conduce. Más aún, s
1o esencial es saber áe qué mafiera y en qué medida fr
puede rnodilicarse la uida emotiua de los indiaiduos p
(condicionamiento, descondicionamiento y recondicio- ii
namiento). También en este terreno, la mejor fuente D
de información será la historia general de la persona. u
r
En 1919, §Tatson propuso provisionalmente la si- le
guiente formulación: una emoción es una reacción es- r
tructurada (pattern-reaction) hercditaria, que implica
profundas modificaciones en todo el mecanismo cor- t I
I
poral, especialmente en el campo visceral y glandular. I

m
<<por reacción estructufada _escribe_ queremos de_
v
cir que los elementos de la respuesta, cada vez que sc a
pfesenta el estímulo excitador, aparecen con una cierta
t
regularidad, constancia y aproximadamente en e1 misnro
orden.>> La reacción emocional se distinguiría de la
llamada instintiva también por esta época-
c
-esoibió s
a
'Véase el opúsculo de Sartre Esquisse d.'une théorie des l
é¡notions (1940). Nos referiremos a él en el apéndice (Ap. G).
¡at.
lL
o ¡ Las emociones 125

y, en que posee un caráct..r orgánico caótico, al menos


a ,rori.otán.umente: <<Cuando las adaptaciones que lleva
l. consigo el estímulo son internas y ástán confinadas al
o .rr".pl del sujeto, tenemos una emoción; pot ejemplo,
c- r de énrojecimiento. Cuando el estímulo enffaña una
u- adaptación de todo el organismo a los obietos,,estamos
antá un instinto; por ejemplo, las respuestas de defen-
e
v
l) sa, etc.»
el
ll
Más tarde, \ülatson rectificó este punto de vista en \
a el siguiente sentido: la reacción llamada instintiva es
es en réalidad adquirida pot vía de condicionamiento. La
p- emoción también; pero ésta implica una respuesta más
>, amplia, más limitaáa en el tiempo y enredada en toda
a uná serie de respuestas accidentales o deformadas que
traducen la adaptación imperfecta del individuo a un
o, conflicto dado.
r,
II La observación de las reacciones humanas adultas
o- revela fácilmente el hecho siguiente: Ios objetos y las
n, situaciones (el mundo de los estímulos) provocan con
a frecuencia reacciones más complejas que las que se
s producirían por el uso correcto o la simple manipula-
o- iiór, d. un objeto o de una situación determinada.
e Dicho de otra manera: algunos objetos parecen poseer
a. una <(carga)> especial y poder provocar multitud de
reaccionei corpórales accidentales que no explican las
si- leyes del hábiio eficiente. Estas reacciones pueden va-
s- riar mucho de una Persona a otta.
a Consideremos un niño de tres años: tiene miedo de
t I
r-
Ia oscuridad, de las ratas, coneios, ranas y juguetes
r.
mecánicos. Cuando ve un animal, deja de jugar. A su
I

e_
vez, otro niño de la misma edad no manifiesta temor
sc
alguno ante los mismos objetos. Un tercer niño mos-
a tráría curiosidad, incluso placer.
o
Tomemos un adulto, ¿no ocurre 1o mismo? 41 prin-
a
a- cipio ¡rarece 1o contrario. En el estado actual de la
sociedad, los objetos o fenómenos tienden, en efecto,
a prouocdr en él un tipo «standard» de respue-sta (hábito
es l eiicaz). Se produce una <<normalización»> de nuestras
).
¡a t.

lL
126 La psicología del comportatniento I La

maneras de reaccionar; por ejemplo, reaccionamos a la


los alimentos según respondan o no a funciones corpo- lid
rales definidas y no según nos patezcafi <<limpios>>, <<su-
cios>> o cargados de virtudes místicas. El pan se come cit
cuando se tiene hambre, y se bebe vino cuando se tiene
sed. Consideramos la caída del rayo sobre un árbol rá
como la combustión de la madera producida por Lrna or
descarga eléctrica. La noche es una de las consecuencias t Re
del movimiento de rotación de la tierra sobre sí mis- em
ma a \a vez qlre gira alredeclor del sol, etc. sil
Y, sin embargo, a estas reacciones tipificadas, ¡cuán-
tas otras vienen a juntarse y superponefse, que cons- tie
tituyen precisamente las emociones de los individuos go
o de los grupos sociales! En algunas personas, el pan re
y el vino, objetos tan simples, provocan la adoración, ma
la oración, la inclinación de la cabeza, la unión de las
manos y cantidad de respuestas verbales y corporales al
cuando esas petsonas se hallan en una iglesia absortas ) ca
ante las especies de la comunión. Otros no se permiten ell
tomar ciertos alimentos los viernes o en ningún mo-
mento por razones totalmente ajenas a sus cualidades at
nutritivas. Y aun los hay que se creerán malditos cuan- de
do un rayo les caiga cerca. En cuanto a Ia noche, cuán- Es
tas significaciones se le asignan (reino de Ia muerte, pe
reino del crimen, reino del amor) que no tienen ningu- en
na relación con las leyes astronómicas.
En resumen: si {uera posible llevar al laboratorio la
las
todos los objetos y situaciones de la vida, si lográsemos É, re
dominar un modo científico y fisiológicamente contro- oc
lado cle ajustar a ellos todas las reacciones, si a las for-
mas así obtenidas se las considerase como normas o fic
tipos y examinásemos entonces el .comportamiento to
cotidiano de los hombres a 7a luz de estos modelos, br
veríamos que se aparta mucho de ellos. <<Este estado un
se expresa bajo la forma de reacciones accidentales, dc se
¡eacciones retardadas, de inhibiciones (pará1isis), dc las

t
reacciones bloqueadas, negativas, no sancionadas por' da
a
nto I Las emociones 127

s a la sociedad (robo, asesinato) y reacciones que en rea-


po- lidad dependen de otros estímulos,»>
<su- He aquí algunos ejemplos de reacciones de este tipo,
me citados por §Tatson:
ene Reacciones accidentales.-El sujeto termina su tarea
bol rápida y correctamente, pero se pone pálido, grita, se
Lrna orina o defeca; las glándulas bucales no funcionan.
ias t Reacciona con calma y corrección a pesar de su estado
mis- emocional. Otros ejemplos de reacciones accidentales:
silbar, hablar, c¿1ntar mientras se trabaja.
án- Reacciones retardadas.-El sujeto actúa, pero el
ns- tiempo de reacción aumenta. Actúa sin tiento, como a
uos golpes, con demasiada o demasiado poca energía. Las
pan respuestas a las preguntas llegan o muy pronto o de-
ón, masiado lentamente.
las Reacciones ne{dtiuas.-E1 sujeto tiene miedo del
les alimento, lo apafta o huye de é1. Evita a los perros y
tas ) caballos, en lugar de comportarse normalmente ante
ten ellos. Es el caso de las fobias.
mo- Reacciones no sancionadas por la sociedad.-En el
des atolondramiento del miedo, por ejemplo, el sujeto pue-
an- de cometer un homicidio o violar la propiedad privada.
án- Estas reacciones implican actos castigados por la ley,
te, pero la justicia es indulgente con ellos cuando se tienen
gu- en cuenta los factores emocionales.
Reacciones dependientes de otros estímulos._Todas
las reacciones homosexuales, los ataques sexuales de
rio las madres por sus hiios, el fetichismo sexual, etc. Las
mos É, respuestas emocionales de los padres frente a sus hijos
ro- ocultándose tras la máscara de un afecto natural.
or- Naturalmente, hay una infinidad de respuestas cali-
so ficadas como <(emocionales>>, siendo imposible citarlas
nto todas. Pero considerando el conjunto, daremos el nom-
os, bre de emociones a las reacciones de este tipo. Tienen
ado una enorme importancia para el hombre actual, que
dc se resiste contra la tendencia a la estanda rización de
dc las reacciones. Las reacciones sociales y las de la socie-

t
por' dad permanecen anárquicas, sin coorclinación, contra-
a

¡
128 La psicología del conuportamiento I Las

dictorias: podrá expresarse un mismo género de emo- W


ciones (entusiasmo, temor, veneración) a propósito de exp
objetos radicalmente opuestos. La complicación es aquí .on
temible. Sometamos a examen a los niños pequeños to,
para vislumbrar genéticamente la cuestión. nidr
ha
La observación del comportamiento emotivo de los dor
bebés es toáavia bastante pobre. Sin embargo, puede t rrue
reaTizarse sin gran peligro; la manipulación experimen- Due
tal quizá sea menos de temer que el manejo ciego del p"r
medio familia¡. Ante todo, el behaviorista debe llevar q,ri
¿r su laboratorio a niños de cualquier condición. Deje- Éié
mos al niño o a la niña de uno, dos o ffes años jugar el
solo, después perturbemos su medio ambiente externo Só1
de cualquier forma, soltando un animal, encendiendo d"
llamas en la oscuridad o produciendo ruidos violentos; §ía
habrá que repetfu estos experimentos en presencia dc Un
adultos (parientes o no) o delante de otros niños de t dit
diferentes sexos, y controlar su actitud en caso de sepa-
ración o cuando Ie manejan personás extrañas (vestido,
baño, alimentación); luego podemos esconderle sus de
juguetes, colocarle (con las debidas precauciones) en U.
situaciones anotmales, etc. Se abre, de este modo, un hie
inmenso campo de experiencias que apenas comienza co
a ser inspeccionado. rnr
La vida emotiva de un niño de tres años es de una niñ
iqueza extraordinaria, y se explicita ya en una gama de
vaúada. Decenas de situaciones le dan miedo, le inti- t, Á
midan o le hacen montar en cólera. Se van modelanCo la
sus reacciones amorosas (sobre todo hacia sus padres). lla
¿Cómo ha aparecido todo este repertotio? ¿Verdadera-
mente puede decirse que exista una estfuctura heredi- lib
taúa de emociones como el miedo, la có7era, la ver- de
g§enza, la timidez, el temor, el respeto, el amor, Ia de
irritación, la admiración y la crueldad? El behaviorista ou
piensa que todo esto no son más que palabras que de- Áa
signan tipos generales de conducta, socialmente trans- d
mitidos, y que no aclarun gran cosa sobre su origen.
¡ a
nto I Las cruociones 129

mo- Watson y sus colaboradores hicieron una serie de


de experimentás y confirmados en Europa-
aquí .on lu, primeras-repetidos
emc,ciones del niño. Los mejores suje'
ños to, ,on io, niños nacidos y amamantados en la mater'
nidrrd, es decir, aquellos cuyo condicionamiento anterior
ha siáo .ont.álnáo 1o neior posible. El experimenta-
los dor comprobó que /os animalis no p-rouocaban inicial-
ede t rruente iinguna'reacciórt de rziedo. Se obtuvieron res-
-i
en- Duestas mlnipuladoras positivas (con ratones, conejos,
del p"rror. €{atos y pelomai)l ni la piel ni las plumas in-
q,rietaban al niño. Las ranas, reptiles y tortugas tam-
I
var
eje- Éién di.ron un resultado positivo. Tampoco le molesta
gar el fuego, a no ser qre .i calor sea demasiado fuerte'
rno Só1o ilgunos estím;los específicos parecen desenca-
ndo d"o*r ái principio ciertas formas emocionales, que
os; §íatson t"ún. tres: el miedo, \a cólera y el aruor'
dc ".,
Unicamente estas formas podrla decirse que son here-
de t ditarias (Ap. H).
epa- Expongamos los hechos.
do, tv[irdo-Los ruidos violentos y la repentina f.alta
sus de a»ovo producelr una reacción notable desde e1 naci-
en U.nto. El golpe de un martillo conra una barra de
un hierro y, eñ general, cualquier choque sonoro actúa
nza con efióácia, ñientraÁ qr. no 1o consiguen- los sonidos
rnrru buiot o los demasiado elevados; ie observa en el
una niñá .,n sobresalto, un corte de Ia respiración, seguido
ama de aspiraciones más profundas, con modificaciones vaso-
nti- t, Áo,ti... acusadas, pestañeo cle los ojos, crispación de
nCo la mano y de la boia; más tarde aparecen también el
es). llanto, el arrasttarse y la huida rápida.
era- Respuestas análogas cuando-el niño-pierde el equi
edi- librio.'Las respuestas de miedo se <<{atiganr>, por 10
ver- demás, con baitante rupidez, pero vuelven a aparecer
r, Ia despLrés de algunos momentos de reposo. Es curioso
sta oue estos estíirulos, que serán rápidamente condicio-
de- Áador, actúen todavía ion energía sobre el adulto cuan-
ans- do le cogen por sorpfesa'
en.
¡ a
Cóleri.-Puede apreciarse ya en el recién nacido,
9
130 La psicologia dcl conaporfaraieulct .t La

Pr
con toda seguridad en el niño de diez a quince días.
Es provocada por el mantenimiento de la cabeza crt¿r'¡-
do tiene los brazos apretados contra los costados y Ru
las pietnas fuertemente unidas. §latson señala que Fa
este comportamiento agrupa una serie de respuestas
no adquiridas: rigidez del cuerpo, agitación de las nra-
nos, btazos y piernas y suspensión de Ia respiración;
la boca se abre y aparece la cianosis (rostro azulado).
Estas reacciones desaparecen al propio tiempo que la
situación irritante, pero no siempre inmediatamente.
Lla
flnxsv.-lns observaciones han sido más bien acci-
dentales, pues desde el punto de vista de las conve-
niencias oficiales tropiezan con grandes dificultades. Tr
tüTatson cree que los estímulos a las respuestas de amor
parecen ser la caricia suave de la piel, 1as cosquillas,
el mecimiento y los golpecitos rápidos en el cuerpo.
Son fácilmente obtenibles excitando las <,zonas eróge-
nas>> (senos, labios y órganos sexuales). La respuesta
,
depende del estado del niño. Si llora, dejará de llorar,
sonreirá, balbuceará y mostrará alegría. A los pocos
meses, moverá violentamente los brazos y piernas
riendo con claridad. Se entiende que Ia palabra antor
está tomada aquí en un sentido mucho más amplio
que el que se le aribuye normalmente enre adultos.
Estas reacciones están aún muy mal definidas. Las
Ll
observaciones ulteriores tienden incluso a oscurecer
más todavía la desoipción. Sin embargo, rüflatson pien-
sa que las reacciones emocionales del niño se presentan I C
muy simples y no responden más que a lln reducido
número de estímulos; quedarían aún por determinar
las distintas reacciones parciales. Para el behaviorista,
lo importante es sabet si las respuestas emocionales,
mucho más complicadas, de Ia vida del adulto se deri-
van de estos tipos elementales. §Tatson cree que, por
lo menos, forman el núcleo. En este caso se hace difi
cil hablar de respuestas heteditarias. Según él,Ios he-
chos observados podrían esquematizarse de la siguien- s
te manera, haciendo intervenir el condicionamiento: !,
p
lct .t Las ettociones 1)1

Producen ordintiriam ente miedo


as.
¿r'¡- S(I ) R(I)
s y Suspensión de la respiración,
Ruidos violentos <<so-
que Falta de apoyo bresalto,> de todo el cuerpo, llan-
tas to, defecación y micción (y mu-
nra- chas otras cosas que no se han
establecido experimentalmente).
ón; Es probable que el mayor núme-
o). ro áe estas teaccioncs parciales trr
e la sea visceral.

Llamado comúnmente cóleru I


cci-
ve- s(I) R(I)
es. de los movimientos RigitJez de todo el cucrpo, gritos,
mor corpor¿1les ::i'i.:;"':LJ:.',i:;gjl'::"¡i.:"
Traba

as,
a poco se va Poniendo azulada,
po. etcétera.
ge- Es evidente que, a Pesar de estas
sta , respuestas generales manifiestas,
ar, es en el interior de las vísceras
donde deben producirse los mo-
cos vimientos mái importantes. El
nas análisis de la sangre de los niños
ntor en esta situación da un aumento
plio de glucemia, que Posiblemente
proviene de una mayor sccreción
. áe las 91ándulas suprarrenales.
Las
Llatuado ordinaúamente arnor
cer
en- s(r) R(r)
tan I Cese del llanto, sonrisa, murllul-lo
Contactos con Ia piel Y
do órganos sexuales, acu- suave y otras feaccrones aun no
nar namiento, etc. determinadas.
ta, El oredomínio de los factores visce-
iales está comprobado Por las
es, modificaciones de Ia citculación
eri- y la respiración, la erección del
por pene, etc.
difi
he- Estas hipótesis fueron criticadas en varias ocasiones,
en- sobre la bÁe de nuevas observaciones' M. e I. Sherman
o: !,
provocalon en niños feacciones diferentes a los ruidos,
La
132 La psicologia del comportatniento I

a la privación de alimento, a los pinchazos con alfileres,


m
a ]a incomodidad, a las caídas, etc. (Le processus du
qu
comportement hutnain, 1929). Se filmaron las reaccio-

n'es y despuésproyectaron ante un grupo de estudian-
se
re
tes (diplomados): debían calificar las emociones que
po
ueían. Diercn apreciaciones rnuy distintas.
ag
Poseemos observaciones más recientes realizadas por
Bridges (1936), quien estudió a 62 niños. Sólo distin-
lís
gue en ellos reacciones sin coordinación, poco diferen- bi
ca
ciadas, de carácter visceral y motor. A su parecer, la
especi{icación de la forma de Ia emoción no aparece más
que cuando se especifica Ia situación que provoca es¿l pu
respuesta. Esta es Ia causa por la que, según Ch. Btihler, n
el niño sólo sonteiría ante un rostro humano (1o cual p
es inexacto). En 1937, Steiniman examinó las reaccio- ie
nes del recién naciclo conffa la inmovilización; sólo m
obtuvo <<teacciones de desencadenamiento)> en 23 casos n
de 150 (16 niñas y 7 niños); las demás quedaban indi- a s
ferenciadas. (En 1930, Pratt, Nelson y Sun habían s
hecho un experimento contrario, de1 mismo orden, con m
66 niños; no obtuvieron reacciones de defensa más que d
en el 2 por 100 de los casos; ninguna reacción en el p
59i una flexión de los brazos en el 14, y en el 25 por -
100 el excitante calmó al niño.) a
En 1940, J. Stoeffels se propuso expresanente «con- s
trolar la afirmación de lüTatson sobre la existencia de e
una emoción específica de cólera>> 3. ;
J
3 Véase su informe más detallado La llatnada reacción de t ¿
cólera en los reciéu nacidos: <<Journal de Psychologie)>, enero-
mano 1940-41,. Se expone en é1 una bibliografía completa sobre
las reacciones emocionales infantiles (152 números). Por otra c
parte, Stoeffels no parece haber utilizado la misma técnica que d
§latson, habiéndose limitado a «inhibir 7a cabeza»>, poniendo q
un máximo de quince segundos a la duración de la ¡eacción. t
Además, la suspensión de la respiración, Ias modificaciones
vasculares, etc., no se contaban entre los elementos de la reac-
ción. Es curioso que en los 25 casos en que el autor eligió como
excitante la inhibición del brazo solarnente obtuvo L3 veces r
rigidez del cuerpo. Es evidente que había que mantener a la oez c
la cabeza, los brazos y las piernas. a,

l¡"
o I Las ernociorues 133

L¿ conclusión de sus observaciones, hechas en la


,
maternidad de Lovaina, fue la siguiente: <<Parece cierto
u
que la pretendida reacción de cólera, provocada -por
o-
1á it morilirución, es en realidad una reacción indife-
n-
renciada, un simple incremento de las reacciones es-
e
pontáneás habituáles, y que de otras exciraciones des-
agradables resulta un-efécto parecido.>> Sin embargo,
or
n-
lís reacciones (a los diversos- excitantes contrarios al
bienestar del organismo), por <(semeiantes»> que parez-
-
can, nunca son <(idénticas».
a r.
s Las experiencias de Sherman no parecen probar nada,
^obtervudores
¿l
pues los de las pelícülas carecían del co-
r, nocimiento íntimo y diario del niño, requisito inüs-
al pensable. Por otra parte, las observaciones que Stoef-
o- iels realizó .on mát cuidado no se hicieron con los
o mismos excitantes que §7atson, y el autor debe reco-
s nocer oue las reacciones a distintos excitantes nunca
i- a son ig,rales. Es todo lo que el behaviorista pretende
an señala'r por el momento. Que la reacció¡ se llame
n miedo, cólera o amor, en lugar de X,Y o Z, es secun-
e dario. Lo esencial es conocei si un examen prolongado
el permite diferenciar estas reacciones X, Y y Z en el
-i..no niño A, y si se puede relacionar la yrespuesta X
or
a un estímulo,Y a otro y Z aun tercero' de ser po-
n- sible, por *"áio d" quá técnica. Es entonces cuando
de el bÁávioris ta planteirá un problema más importante:
;oueden lisarsá estas reacciónes a lluevos e§tímulos y
Js factible"romper después este lazo? De ser cierto,
de
t ¿mediante qué técnica?
o- Por otra parte, es evidente que las reacciones emo-
re
ra cionales más simples emergen de un comportamiento
ue de coniunto -.r.to más váriado y-difuso. Añadamos
o qrre lnt reacciones viscerales y glanclulares quedan casi
n. totalmente sustraídas a la observación'
s
c-
mo El
problema planteado siempre es éste: ¿de qué
es rnun"rá objetos y situaciones que no suscitan ninguna
ez
cmoción pueden terncinat por provocar una? ¿Cómo
a,

l¡"
134 La psicologia del comportamiento l,¿s

se desarrollan estos nl-levos <<lazos»> haciendo de la vida a llo


pata
consciente del adulto ur-ra aptetada red de emociones,
suaveso fuertes? E
Mediante algunas experiencias, \Tatson se esforzó dicio
por demostrar que este ensanchamieruto del cam.po nes
emocional podía hacersc por uía de condicionaruiento.
cia
ró q
Resumiremos aquí las llevadas a cabo con Albert 8.,
siem
partiendo de uno de los estímulos incondicionados del
se m
miedo: un ruido fuette.
' El experimentador comienza por asegurarse de que tato
piel
e1 sujeto no presenta ninguna respuesta de miedo más irrs
que al ruido fuerte y a la falta de apoyo. A los once aco
meses y ocho días, Albert B. está acostumbrado a jugar ello
con rlna rata bTanca. En el momento en que su mano lo m
va a coger 7a rata, se hace ruido detrás de él con una pie
barra de acero; el niño se asusta y deja caer su cabeza lana
hacia adelante, sin llorat. En la segunda ptueba, el mis- , una
mo resultado. cubo
Vuelve a repetirse a los once meses y diez días: §
1.o Se presentala rata: el niño Ia mira tranquilamente con
y va a cogerla. En el instante en que 7a tata toca con au
su nariz la mano izquierda del niño, ésta se apata in- son
mediatamente. Albert intenta tocar Ia cabeza del ani- si s
mal con el índice de la mano izquierda, pero la retira do
bruscamente antes del contacto. Inmediatarrente des- min
pués, juega sin temof con cubos. 2.o Estimulación com- inte
binada de la rata y del ruido. Caída instantánea del lado men
derecho. Ningún grito. 3.o Estimulación combinada. Cae que
del lado derecho, y apoyándose en las manos vuelve sión
7a cabezahaciala rata; no llon. 4.'Estimulación com- lejo
binada. Reacciones idénticas. 5." De pronto se presenta Pod
sólo la rata. Fruncirniento del ceño, lloriqueo y violen- indi
ta retirada del cuerpo hacia la izquierda. 6.o Estimula- voc
ción combinada. Cae inmediatamente sobte el costado tard
clerecho y llora. 7.o Estimulación combinada. Se apafia edu
con violencia y 71ora, pero no se cae. 8." Sólo la rata. oa
En el instante efi rlue se le pre tenta, el niño comienza nacl
l,¿s eruociones 135
nto

vida a llorar. Gira hacia Ia izquierda, cae, se pone a cuatro


patas y, arrasftándose, comienza a aleiatse rápiclamente.
nes,
Estos hechos demuesÚan claramente el origen con-
orzó dicionado de una respuesta de miedo. Otras observacio-
m.po
nes indican que puede producirse una tlansferencia ha-
nto.
cia objetos de esÚuctura análoga. Ante todo, se asegu-
ró que a los once meses y quince días Albert reaccionase
8.,
siempre negativamente a la r^ta; el condicionamiento
del
se m;ntuvo durante cinco días. Entonces se le presen-
taton sucesivamente un conejo, tD perro, w abrigo de
que piel de foca, una ruadeja de lana, unos cabellos huru*
I

f.
más irrs y uno tztáscara, objetos todos a los cuales estaba ¿
nce acosiumbrado a responder positivamente jugando con
gar ellos. Albert reaccionó muy negativamente al conejo,
ano lo mismo al perro (aunque con menos clatidad) y a la
una piel de focaf no se observó reacción notable ante la
eza lana; Ios cabellos, como la máscara, le tutbaron. Entte
mis-
, una presentación y oüa se divertía jugando con sus
cubos.
ías: §latson compara esta transferencia con las respuestas
nte condicionadas diferenciales: si se condiciona a un perro
con a un tono determinado del sonido ,4, cualquier offo
in- sonido podrá, desde luego, provocar la respuesta; pero
ani- si se le da la comida cada vez que se produce el soni-
tira do A y nunca cuardo oye oüos sonidos, el animal ter-
des- minará por reaccionar sóIo al ,4. Los mismos factores
om- intervienen en ambos casos. Si se continuara el experi-
ado mento sobre Albett durante bastante tiempo, es posible
Cae que sólo la ruta acabaru provocando miedo, con exclu-
elve sión de cualquier otro objeto de piel. §Tatson no está
om- lejos de pensar que las cosas suceden así en la vida real.
enta Podría decirse que el niño está en un estado emocional
en- indiferenciado; toda rrna gama de objetos análogos pro-
ula- vocan las mismas respuestas (condicionamiento). Más
ado tarde, la reacción emotiva se diferenciará. El adulto
afia educado terminará por no reaccionat más que al objeto
ata. o a la situación a Ia cual en un principio fue condicio-
nza naclo.
136 La psicología del comportatniento ,
Las e

Resumiendo : no habúa inconveniente en afirmar qr-rc ¿E


un detetminado número cle estímulos incondicionaáos ¿En
y su- respuesta primaria incondicionada <<sirven de pun- no, lo
to de partida en la construcción de formas de hábitos Mary
condicionados complicadas, que más adelante llamare- drem
mos emociones. Dicho de otra manera: nuestras reac- Lo
ciones emocionales se desarrollan como la mayoría de por s
Ias demás formas de reacción. El número de eitímulos desap
eficaces aumenta (sustitución) gracias al condiciona- costu
miento directo y a 7a transferencia, pero también sc treint
observan adiciones significativas a la.s reacciones. así a los
como otras modificaciones>>. estab
Destaquemos que las respuestás emocionales se ca- pre s
mcteriz-an por el predonzinio de factores aiscerales ron, y
3,
glandulares, aún insuficientemenie estudiados; es Iá pérdi
que se llama <<expresión de las emociones>> a. Los fac- Pro
tores manifiestos (conttacciones del rostro, movimientos tos q
de los ojos, brazos, piernas y tronco) están claramente sa; lu
dominados por factores viscerales, por las <(entrañas)>. pués
El. «sudor frío>>, el <rcorazón palpitante», la <<sangre lació
19 lon simples accesórids. pero lo q.r" ,iá,
helada», mism
interesa al behaviorista es el hecho de que Ia sociedad tados
no l1ega a disciplinar esta categoría de reipuestas, mien- una c
tras que somete con rudeza a las demás (reacciones cor- El
porales- y verbales explícitas). No están integradas ni el m
reguladas porqae no están oerbalizadas. Ei- as¡recto mien
glandular y visceral profundo de nuestras emociones años.
permanece n-rudo. No sabemos hablar de él porquc c inte
nunca nos han enseñado a hacerlo. Ni siquiera-disio- blanc
nemos de palabras adecuadas para desigÁa¡lo. Como peces
veremos cuando nos ocupemos del pensamiento, esta veía
observación sirve al behaviorista paü explicar la fun- terro
ción de Io que se llaman olos complejos inionscientes», enton
es decir, esa parte de nuestras emóciónes guc no hemos Bátba
podido expresar nuncx con palabras. mied
tranq
t G. Dumas dedicó a ello un buen fascículo de niña
s¡ Nt,ut.,t,¿l
tl¿tité de psychologie. perte

"}"
ento Las emociones 1)/
,
qr-rc ¿En qué medida pueden olaidarse las emociones?
aáos ¿En qué medida podemos reformarlas? En este terre-
pun- no, los experimentos hechos son escasos. §(/atson, con
bitos Mary C. Jones, intentó algunos, de los cuales expon-
mare- dremos 1o esencial.
reac- Los experimentadores se pfeocupaban sobre todo
a de por saber si el tiempo transcurrido bastaba para hacer
ulos desaparecer un condicionamiento emocional (falta de
ona- costumbrc). fntentaron provocar en niños de veinte a
én sc treinta meses respuestas positivas ante objetos frente
. así a los cuales manifestaban respuestas de miedo bien fq
establecidas (pero cuyo modo de adquisición no siern-
e ca- pre se había determinado claramente). No lo consiguie-
es 3, ron, y pensaron en la relativa ineficacia del método por
es Iá pérdida de costumbre.
fac- Probaron a continuación el método verbal, en suje-
ntos tos que disponían ya de una otganización verbal exten-
ente sa; luego la presentación frecuente del estinulo; rles-
as)>. pués Ia intervención de factores sociales, conro la emu-
ngre lación, la rivalidad, Ia burla
(con otros niños de ia
,iá, misma edad). Todos estos ensayos sólo dieron resul-
dad tados incompletos, variables, insuficientes para obtenet
ien- una conclusión sólida.
cor- El método que le parece a rüTatson mejor para quitar
s ni el miedo es el descondicionatniento (o recondicionl-
ecto miento). Lo experimentó con un niño de unos tres
nes años. Se llamaba Peter; era muy vivaz, bien adaptado
quc c inteligente; pero tenía miedo de muchos objetos (ratas
sio- blancas, conejos, abrigos de piel, plumas, lanas, ranas,
omo peces, juguetes mecánicos, etc.). Cuando iba a jugar -u-

esta veía una rata, se echaba al suelo en el paroxismo del


un- terror (Peter había sido educado en su casa). Se ponc
s», entonces en la cama de Peter a una niña de dos años, t

mos
Bátbaru, con una rata. Bárbata no manifiesta ningún
miedo y coge 7a rata con la mano. Peter permanece
tranquilamente sentado en su silla observando a ]a
,t,¿l niña y a7a rata. Se dejó en la cama un collar de perlas
perteneciente a Peter. Cadavez que la rata tocaba partc

"}"
1-18 La psicologia del comportaruiento [,as et

del collar, Peter exclamaba: <<Mis perlas»,


con voz do- sc Ie f
lorida, aunqLle no hiciese ningr"rna objeción cuando las ;;;;;ü
tocaba Bárbara. Invitado a bajar de la silla, se niega r, los s
con la c^beza, pues el miedo no Ie ha desapatecido. lilii,,u
Pasan veinticinco mirrutos antes cle que vuelva a em- ,,rU."
pezar a jugar Úanquilamente.
se co
Al día siguiente se observan sus reacciones a las si- .ur-, ,r
tuaciones y objetos siguientes: t' ,.rjo,
r Cuarto de jugar y cama ... Coge sus juguetes y va a la cama
I ,u,lá o
sin protestar. Sus
Se Ie lanza una pelota blanca. La agarra y la sostiene. tambi
Algodrin Lloriquea, se aparta, grita. ,t,,nq
Sombrero de plumas ... ... Llora.
Un juguete (conejo blanco ,inl.á
de tela fuette) Ninguna reacción positiva o ne- sido
gativa.
Muñeca de madera Ninguna reacción positiva o ne-
gativa. Est
I tic¿ e
Se cornenzó e1 aprendizaje de 1a eliminación de estos l' corda
miedos de Pete¡ empleando factores sociales, consi- cienc
guiéndose un gran avance; pero antes de terminar el hutla
ensayo el niño enfermó de escarlatina y hubo que in-
I
r.r^l
ternade en un hospital durante dos meses. Cuando Entre
volvía del hospital, un enorme perro se lanzó ladrando I *iqul
sobre él y Ia institutriz que Ie acompañaba. Los dos i.r'tu
se asustaron mucho. Peter fue introducido en un taxi, ;;; d
enfermo y agotado. Transcurrieron varios días hasta y el
que se repuso. Después se le llevó de nuevo al labo- De
ratorio y otra vez se le probó con animales. Sus reac- I . 1o,
ciones de miedo a todos ellos habían re¿lparecido de .iro h
I

una manera exagerada. ;;l ñ


Los experimentadores decidieron entonces servirse .rl .?
<lel descondicionamiento directo. Le dieron de comer ür",
(leche y galletas) en una sala rectangular de 40 pies. ;;^
Cuando se disponía a comer se le llevó el conejo en .i l"
una caja con batrotes muy separados. El primer día i; ;J
se dejó al conejo bastante leios para que ruo molestase apoy
I
su comida, marcándose el lugar exacto. A1 día siguiente I

1*.á
I
iento [,as etnocior¿es 139

oz do- sc Ie fue acercando al conejo, hasta que se observó


cier-
do las ;;;;;ü;.i¿;. §e se¡aló .1 sitio alcanzado' El tercer día
niega r, los siguientes se repitió el r¡rismo
pr-ocedimiento' Por
ecido. lilii,,u,'p"¿o pon.rrá el conejo sobre la mesa y después
a em- ,,rU." Ím ro.lilim dei niño. Más adelante, la tolerancia
se convirtió en una reacción positiva' Llegó a comer
as si- .ur-, ,rr^ mano mientras con 1á otta itgaba con el co-
t' ,.rjo, lo que d.emtrestra que stts uísceras se babían reedu-
rüTatson'
a cama
I ,u,lá ol *it*o
tierupo que sus tltttttos, concluye
Sus reacciones negativas a los demás obietos d9 niel
también habían desaparecido. Toleró al conejo blanco'
ta. ,t,,nqu. no hav qr. blrridur que en este caso los expe-
,inl.átudo.", ilnornban bajo qué forma el niño había
a o ne- sido condicionado primitivamente.
a o ne-
Estos intentos abren perspectivas de aplicación prác-
I tic¿ en el hogar y en el colegio, siendo convenlente re-
estos l' cordar que la psicología del comportamiento no es una
consi- ciencia ábrtru.tu, una especie deTlgebra de 1a conclucta
nar el hutlana, sino que se proPone fin-es prácticos' Le inte-
ue in-
I
r.r^l, tiá, tráinariu'de cada indiviáuo y clase social'
uando Entre todas las emociones' los miedos son los más
rando I *iqul.idot por los niños. Los experimentos hehavioris-
s dos i.r'tu."" .ntr"r.. Io que podría ser su reforma' -¿Y
no habría de Éu..i.. lo mismo con la cólera
n taxi, ;;; d;¿
hasta y el amor?
labo- Después de todo, las causas que hace.n llorar y reír
reac- I . 1o, niño, no son in{initas' Pero, también aqui, es pre-
.iro hu."t observaciones científicas' Como dice §[atson'
I
do de
;;l ñ tiene perfecto derecho a llorar cuando sufre
rvirse .rl .?t.", ."unáo ," clava un alfiler,.cuando tiene ham-
comer ür", ."rri¿" mete Ia cabeza entre los barrotes de la
pies. ;;^ ; queda aprisionaclo entre el colchón y el somier'
ejo en .i l" ,tuán el gato o sufre cualquier tipo de lesión, elsi
er día i; ;J;t;;. fui r,ridot violentos-o si iléga a faltarle
stase apoyo; pero los gtitos-sólo pueden justificarse en mu)/
me'
1*.á...átot. Esto prueba que nuestros detectuosos
I
uiente I

I
140 La psicología del compoytaruiento
L(t.s efirO

todos de educación familiat destrozan el desarrollo emo_


cional del niño a medida que lo crean)>. organis
ol ientac
Jone,s observó, en un grupo de niños comprendidos
enre Sin e
dieciséis meses y t19s años,
_las situaciones que urrmo e
les hacían llorar. Encóntró doce a. .fio, !r. d"pl* It:s cofl
dían parcialmente del medio ambient. q". ies rodeaba
en ese momento determinado. Más de iien situaciones ,'laborac
provocaban llanto o quejas s. Eran situaciones l)cro ha
ya con- t
r dicionadas, mezcladas, tiansferidas, qr" ," u*álgn^u_ I
I)Lrestas
¡rara el
ban con los estímulos intraorgánicós,'siempre muy po_
..onsigo
derosos, pues incluso el adultá p.r.dá ilorui d. humüre
niente c
o frío. lrolismo
._Otro_tanto podría decirse de lo que hace reír a los rrgresiv
niños. En el mismo grupo se advirtiáon g5 situaciones ,ligestión
que provocaban 7a risa o la sonrisa 6. Aquí el condicio_ t l alime
namiento es aún más delicado y, muy fiecuentemente, lcfreno.
de origen sexual. Los mi.*¡¡ss .rii¡¡,río, p".a." pr"r"] ilo prod
car o llanto,.ge_Sún la situación global (abarcando I lferio, u
¡i1a
tambren Ios condicionamientos intraorgánicos dei ni_ Todo
ño): si vestimos a un niño tratándole ón dureza, lio- fespuest
rurá; perc si 1o hacemos dulcemente, sonreirá; si Iá va_ Irr form
mos a dar de comer, protestará, y ,i qr"a.aus que se ,lo), sin
ouerma, comenzatá a tezongat. Lo que demuestra que l)cro la
el condicionamiento puedi orientar'se en un sentido ¡rrimero-
favorable: aquel que ayude al metabolismo general del rlucha f
l:Lrente d
s nlome.nt
9.stas son las 12 situaciones que Ie hacen llora¡: 1." Sentarle
cn el .o^rinal. 1.. Quitarle, ,rn ob;.to q;. ti.;. li Lavarle I¿ t,
consider
caru..4." Dejarle solo en Ia hobiíación. 5."
0;;
íos a.lrltoi se 1¡ativas
Sar-+e! de la habitación. 6.. Jugar .o"-álgo- q"á no funcion,¿ .¡ue dice
7.'No. lograr affaet a oro, niñá. o_uá"ii3,
prestarle atención o a hablarle. g.,
; j;;;,
con é1, a costumb
eui t.
seguir ser tomado por un adulto. iOj p".*án".é,
No con_
"iiiJr."s., desnudá. ,lernas c
11.' Que le bañen. i2.. T.n.r mocos en ja nariz. ilos está
u He
aquí.las siete principales: 1.. Jugar con ei ni¡o.2." Co- s()quista
ll!.: p.*.gyi1", meter jaleo con otros niños. J." Jugar con sus ojo, dien
Jugueres. 4.' Lontrarrar a otros njños. 5." Ver jugar a orros.
9: algo,(por ejemplo, ajustar las piei* aii,, cial y re
/.- *rre,elai
rroduclr ;ugrete¡.
rurdos más o Ítenos musicales con el piano o, con Es cie
la boca, cantando.
t icntífic
l
ruiento L(t.s efirOCiOfieS 141
o emo_ organismo. Si la vida emocional del niño roma una
ol ientación determinada, no es por casualidad.
ndidos Sin embargo, es evidente que en un ser tan débil
es que urrmo el niño, que depende tanto de los factores socia-
d"pl* It:s coflro de los biológicos, la educación necesita Ia
odeaba ,'laboración de toda una serie de respuestas negativas.
aciones l)cro hay diferentes maneras de conseguirlo. Las res-
ya con- t I)Lrestas condicionadas de miedo son las más nefastas
I
lgn^u_ ¡rara el niño, así como las respuestas de ira, pues llevan
uy po_ ..onsigo graves perturbaciones viscerales, que cierta-
humüre niente constituyen la causa de un desorden del meta-
lrolismo normal. Las cóleras negativas (sin carácter
r a los rrgresivo), ¿no <<revuelven Ia sangte>>? En efecto, Ia
ciones ,ligestión y asimilación pueden pararse completamente:
ndicio_ t l alimento fermenta en el estómago, estableciendo un
mente, lcfreno.propicio para el cultivo de bacterias y liberan-
pr"r"] ilo productos tóxicos (trabajos de Cannon). Por el con-
rcando I lferio, una conducta amorosa activa el metabolismo.
dei ni_ Todo ello es causa de que §(/atson piense que las
fespuestas
za, lio- .negativas deben adquirirse más bien bajo
Irr forma de un comportamiento manual (condicioná-
Iá va_
,lo), sin incluir el campo visceral. Esto exige paciencia.
que se
ra que
l)cro la vida social está llena de prohibicionles, es io
entido ¡rrimero- que aprenden el niño y el adolescente, y, con
rlucha frecuencia, este conocimiento es para eilói una
ral del
l:Lrente de perturbaciones emocionales duiaderas. por el
nlome.nto, el uso de castigos corporales desempeña un
Sentarle
varle I¿ considerable papel en la elaboraiión de respuestas ne-
t,
rltoi se 1¡ativas ulteriores, rrn papel inadmisible. He aquí 1o
ncion,¿ .¡ue dice lWatson al respecto: <<Azotar o pegar es una
on é1, a
costumbre tan vieja como la raza. fncluso nrisffar mo-
No con_
esnudá. ,lernas concepciones del castigo de los criminales y ni-
ilos están basadas en las viejas prácticas religiosas ma-
2." Co- s()quistas. El cas_tigo, en su seniido bíblico l'ojo pot
con sus ojo, diente por diente'-, inspira toda nuestra uíd, ,o-
orros.
grete¡.
cial y religiosa.
o, con Es cierto que el castigo de los niños no es un método
t icntífico. Como padres, maesffos o juristas, no esta-
l
142 La psicología del cornporlaruienlr,, I Las em
mos o no deberíamos estar interesados más que en la efecto.
formación del individuo para aquellas formas de actuar .ári r..
que vayan de acuerdo con el comportamiento colectivo. ;i-;;;i.
Sabemos ya que el behaviorista es totalmente determi- mente)
nista. El niño o el adulto bace lo que se le obliga a ¿Cóm
hacer. La única manera de modificar su comportamien- tivás qu
to consiste, primero, en quitarle la costumbre; después, iirr? É
en reeducarle. Si los niños o los adultos actúan con- | uar al n
trariamente a las reglas cle conducta establecidas por la Iontinua
familia o el grupo es debido a que la familia o el grupo la vaiil
social no le l-ran educado convenientemente en su perío- ri.-ót.
do de formación. Y dado que el perÍodo de formación .i-.áit.
es coextensivo a la vida, la educación social debe durar ian obj
toda la vida. Nosotros somos los responsables cuando descarg
los individuos (exceptuando a los deficientes y los psi- ,ü-t-
cópatas) obran 'mal', es decir, se apartan de las normas ¿
de comportamiento; y entiendo por 'nuestra responsa- ".n"r
bilidad' la de los padres, maestros o cualquier otro r ""rát.
i.,,ás qr
miembro del grupo. Hemos descuidado, y seguirnos *.ntá
haciéndolo, muchas posibilidacles. án q""
... Golpear y azotat no tiene excusa. En printer á""'i^d
lugar, potque ei acto que se sanciona se produjo mucho .,.gativ
antes que el padre o la madre volvieran a casa. La Ú.ro
idea de prevenir un mal comportamiento futuro del ,"rn" á
niño castigándole al medioclía por lo que hizo por la implica
mañana es ridícula. elli, tu
En segundo lugar, si se le pega inmediatamente des- niño c
pués del acto reprensible (es el único momento en que I fr..rr..
la sanción podría tener un sentido), nunca se observa ;i;-i";
una dosificación científica determinada. O la correc- .12."i.
ción es demasiado débil para servit de estímulo a uná ;;;;r.
respuesta condicionada negativa o es excesivamente vio- il&;
lenta y perturba todo el sistema visceral del niño; o .orus
bien el acto castigado no se produce con la suficiente *r'iut
ftecuencia (acompañado de su castigo) como paru fa- labñca
vorecer las condiciones científicas necesatias para la tioas.
formación de una respuesta flegativa; o, por último, se Lo
le pega tantas veces al niño, que esto ya no surte ningúr-r d"lot
)
laruienlr,, I Las emociones 143

efecto. Se acostumbra, y, probablemen[e, eso es lo


ue en la que
e actuar .ári r.. al estado patológico llamado 'masoquismo', en
olectivo. ;i-;;;i.l i"áiti¿i,. r.So.'d. positivamente (sexual-
determi- mente) a estímulos nocivos.
nega-
obliga a ¿Cómo, pues, llegar a formar estas respllestas
tamien- tivás que he considerado anteriormente como necesa-
después, iirr? Éttoy totalmente convencido de q.ue. hay que pc-
úan con- |
uar al niño cuando se lnete los dedos en la boca, cuando
s por la Iontinuamente se está tocando el sexo, si coge y rolllpe
el grupo la vaiilla, si abre los grifos o deja escapar el gas, ctc '
ri.-ót. ir. t" Ie cojá en flagrante y se le administre
I
u perío-
mación .i-.áit..ri"" inmediaiament., d. una manera objetiva'
be durar ian objetivamente como el behaviorista administra una
cuando descarga elécÚica para establecer una, respuesta nega-
los psi- ,ü-t- ¿. t "ida ante un objeto cualquiera' Cony 1os
normas ¿.--et la sociedád (el grupo social los
sponsa- ".n"r "¿u¿, se sirve de prohlbi-iones verbales
oróximos)
ier otro r ""rát.t
i.,,ás qr.,e á. golp.t. Algunas ptohibiciones. son cierta-
eguirnos *.ntá rr...rul'iui, pero ónfío en que-llegará un tiempo
án q"" ,abrerrloÁ t".on.t.ui. el medio de tal manera'
printer á""'i^du vez serátt menos numerosas las reacciones
mucho .,.gativat exigidas al niño y al adulto'
casa. La Ú.ro d. lo, u.pe.tot más desastrosos del actual sis-
uro del ,"rn" á. i"r-ación de respuestas negativas está en la
o por la implicación de los padres en dicho sistema' Entonces
elli, tumbi¿n se incbrporan al sistema de sanciones' El
nte des- niño comienza a'odiar' a la persona que con mayor
en que fr..rr..r.i, le golpea, generalmente el padre' Me gusta-
-fabricar
I una red
observa ;i;-i";;il "1- siluién"te experimen to :
correc- .12."i.u de tal rñanera qr. t. castígase..al niño si cogía
o a uná ;;;;r. o cualquier.otá ftágil, no recibiendo ninguna
-.i¿l,.i.u o las
nte vio- il&; si sólo tócaba -juguetes
-sus
niño; o .orus E"o las que podía jugar. Dicho de otrt laattera:
uficiente *r'iutlorii qui tot obieiol y las situaciones de lancga-
uida
propi(ts reacciones
paru fa- labñcasen directantente sus
para la tioas.
imo, se Lo que hemos dicho de las sanciones en la educación
ningúr-r ) d"lot'"ino. se aplica también a los adultos en lo que
144 La psicologia clel conzportaruiento ¡ Las e

concierne a la criminalidad. A mi modo de ver, sólo neral


los enfermos o psicópatas (locos), o los individuos so- lo qu
cialmente ineducados cometen crímenes. Por eso la so- sigule
ciedad tiene interés: la ptim
const
1." Por intentar curar a locos y psicópatas, y si esto les. E
cs imposible, meterlos en instituciones bien llevadas ción d
(no políticas), donde no se les pueda hacer ningún daño
de los
1, desde donde tampoco puedan causar ningrin mal a se fre
Ios demás miembros del grupo. En otros términos: la adelan
suerte de estos individuos debe ser confiada a los mé- a los
'dicos (psiquíatras). A veces se ha planteado la cuestión
de si podrían suptimirse los locos incurables. Nada v f,
pudor
puede objetatse a ello, salvo un sentimentalismo exage-
rado u opiniones religiosas medievales. En
roso
2.o Por comprender que los individuos socialmente y de m
ma1 educados, sin llegar a locos o psicópatas, deben
Lecho
ser puestos en condiciones en que puedan ser educa-
cribir
dos: hay que enviades a un centro donde aprendan, portam
sin tener en cuenta su edad, un oficio, a cultivarse y
a llegar a ser socialmente útiles. Además, habría que for de
situac
facilitarles, durante este período, unas condiciones en puest
Ias que no tuvieran ocasión de hacer ningún mal a los
áudor
demás miembros del grupo. Una educación y un apren-
taúa.
dizaje de este tipo podrían durar diez, quince o más y, po
años. Si no se consiguiese reintegrarles a la sociedad,
puest
deberían ser alejados definitivamente de ella y darles
herm
la oportunidad de ganar su pan en instituciones agrí- marid
colas o industriales de donde no pudieran escapar. Na-
tarse
turalmente que ningún ser humano o no-
-criminal
puede ser privado del aire, del so1, del alimento, del var e
manif
ejercicio y de aquellos factores fisiológicos necesarios
para una vida digna. Por otta parte, un trabajo activo,
gún i
doce hotas diarias, no haría mal a nadie. Es evidente
ie be
que estos individuos, segregados para ser reeducados, en su
deberían estar en manos de behavioristas.»> ruido
cara
lVatson se interesó especialmente en otros dos tipos tímul
de emociones: la enuidia y el pudor, que pasan en ge- ruba
10
L
aruiento ¡ Las emociones 145

r, sólo neral por <<innatos». Apenas han sido estudiados. En


os so- lo quá concierne al pudor, e1 behaviorista plantea 7a
la so- sigulente hipótesis: estaría de alguna manera. ligado a
la ptimera masturbación manifiesta. El estlmulo estaría
constituido por la manipulación de los órganos sexua-
si esto les. Entre las tespuestas finales se encuenffan la eleva-
vadas ción de la presión sanguínea y la dilatación superficial
n daño de los capilares de la piel (enrojecimiento). En el niño
mal a se frena y castiga Ia téndencia a la masturbación. Más "'\
os: la adelante, distintás situaciones, en alguna manera unidas I

os mé- a los órganos sexuales, condicionarán el enrojecimiento i'


estión
Nada
v f, fl"ii¿" d, 1^ *brru, que son caracteristicas del ¡;
pudor.
exage-
En cuanto a la envidia, factor especialmente pode- i

roso en 7a actuación del hombre, aparece tan pronto


mente y de manera tan desbordante, que muchos autores han
deben Lecho de ella un instinto innato. Pero intentemos des- i

educa-
cribir los estímulos que ptovocan esta forma de com-
ndan, portamiento. Difícilmente 1o conseguitemos. En el me-
arse y
a que for de los casos, notaremos que se trata efl general de
situaciones de una gran compleiidad (sociales) y res-
es en puestas altamente organizaáas (adquiridas). Es, pue-s,
l a los áudoro que nos encontremos ante una conducta heredi
apren-
taúa. La situación implica siempre muchas personas
o más y, pof regla general, personas que nos suscitan res-
iedad,
puestas de amor condicionado (padte, madre, hermano,
darles u¡g u otro sexo-, esposa o
hermana, amante
s agrí- -ds
marido). En cuanto a las respuestas, pueden manifes-
r. Na-
tarse baio infinidad de formas. rü/atson quiso obser-
no- var en un niño pequeño 7a aparición de las primeras
o, del
manifestaciones de celos. A los once-doce meses, nin'
esarios
gún indicio de respuesta especial cuando sus padtes
activo,
dente
ie besan. <<Las caricias no tenían ningún significado
cados,
en su joven mundo.)> Cuando riñen, el niño llora (el
ruido, el estremecimiento del suelo, la visión de la
cara de los padres, que Ie presentaban el mismo es-
tipos
tímulo visual que cuando recibía una bofetada y 11o-
en ge-
ruba, ofrecian estímulos lo bastante compleios como
10
L
146 La psicologia del cornportanieuto t Las

para provocar la conducta observada). Ninguna actitud dría


de envidia. Un niño de dos a tres años, atentamente nera
observado, tampoco manifestó envidia alguna hacia el por
hermano que acababa de nacer. Se estudió a estos niños de r
durante un año sin ningún resultado. cisa
No hay que silenciar que las observaciones hechas ha h
son todavía lnuy someras; conviene volver a ¡ealizatlas cied
con mayor cuidado y una preparación especial. Pero facto
permiten establecer la siguiente hipótesis: la envidia tant
sería una forma de comportamiento cuyo estímulo es nam
un estímulo de amor (condicionado) y cuya respuesta lada
es la cólera, pero una forma de cólera que probable- poes
mente contiene elementos viscerales primitivos que se
encuenÚan en otras muchas formas de hábitos (7anzar,
luchar, hablar). Lo que podría esquematizarse a grandes
rasgos de la manera siguiente:

S(C) R(r v C) t
Visión (o audición) dificulta- Rigidez de todo el cuerpo, ctis-
da o estorbada de objetos pación de las manos, tostro
queridos primero enrojecido y después
violáceo, respiración precipita-
da, combatividad, protestas
verbales, etc.

Estos pocos datos bastan para demostrar Ia comple-


jidad del problena y también la simplicidad de los mé-
todos que permitirán resolverlo; para ello es preciso
desterrar Ia introspección y los múltiples ptejuicios
Iiterarios que entorpecen el camino. Los experimentos
son aún muy escasos y aproximados, y §(/atson apenas
ha tenido escuela en este campo. Sin embargo, parece
que los méc{icos, pedagogos y psicólogos quieren cada
vez más tratar \a vida emocional clel niño y del hombre
como las demás formas de comportamiento, es decir,
teniendo en cuenta el influjo del medio ambiente sol¡re
la formación. Además, el medio act(ta en este caso sin
control racional, acelera y perturba el proceso del des-
arrollo. El behaviorista cree que, en gran medida, po-

¡L
ieuto t Las entociones 147

ctitud drían formarse las reacciones emocionales de una ma-


mente nera ordenada, cualquiera que fuese el orden impuesto
cia el por la sociedad, pudiendo considerarse un gran número
niños de respuestas emocionales como enfermedade-r que pre-
cisan un recondicionamiento, Sin embargo, la tarea se
echas ha hecho muy difícil, pues las prohibiciones de la so-
zatlas ciedad (justificadas o no) están ptecisamente entre los
Pero factores más poderosos de condicionamiento, y las cons-
nvidia tantes y contradictorias variaciones de estos condicio-
ulo es namientos corren el riesgo de convertir su reforma ais-
uesta lada en un trabajo sin fin. 'El teatro, la novela y Ia
bable- poesía tienen todavía magníficas perspectivas.
que se
anzar,
andes

t
o, ctis-
tostro
espués
ecipita-
otestas

mple-
s mé-
reciso
uicios
entos
penas
parece
n cada
ombre
decir,
sol¡re
so sin
el des-
a, po-

¡L
Ad
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sis
pe
Z
VI de
po
iit
LA ADQUL\ICIO|\r DE LOS HABITOS .o
MANUALES ad
I
r la
Reoetición v hÍbito.-Laadaptación a1 medio.-Génesis de 1os
po
tiüitor maíualcs.-La manifulación.-¿Cómo se fiian los há-
l bítos?-Hábito y respuesta condicionada.-Interfetencias y con- gu
diciones del hábito él
ad
No es una casualidad que la adquisición y desarrollo ex
de los hábitos manuales esté entre los ptoblemas más bin
estudiados por la psicología del comportamiento. Exis- br
ten varias *trt. En primer lugar, los hábitos manua-
les desempeñan un papel muy importante en casi todas
las ptofeiiones de tiuestras sociedades industriales' s.
Además, el desarrollo de las máquinas ha taído como
go
consecuáncia una especializaciót y precisión cada vez
in
mavores de estos hábitos. Ha sido, pues, a través del
en
est;dio sisternático del «trabaio cualificado>> como la
psicología se interesó, en un plano experimental, p-or si
i, udq.Iiri.ión de los hábitos. Bastará mencionar las
observaciones hechas sobre el aptendizaie de la meca- zA
nografía, la colocación de ladrillos y centenares de ha
oficios. to
Por otta parte, la observación cle anirnales- y niños gu
oeoueños ha aportado un número considerable de te- Ie
s,rliadot experimentales. La atención a los hábitos vis- m
cerales o vétbales pasó en este caso a un segundo tér- m
mino, en provecho del aspecto motor del aptendizaie' m
Es por esio por 1o que Ia litetatura que toca este as- A
pecio .1" los hábitos cstá hoi' día muy extendida' ve
Sin embargo, no haY que sacar la conclusión de que co
existe una separación .lu.n los distintos órdenes' no
".rt."
de hábitos. El niño desarrolla simultáneamente tres di
Adquisición de los hábitos tttanaales 149
t
sistemas de ellos, que le distinguen de las demás es-
pecies animales. En primer lugar, sus hábitos t'¡iscerales
Z ernocionales, dignos de consideración por su número,
delicadeza y sus iÁcidencias sobre la totalidad del com-
portamiento. Siguen los hábitos ruanuales, que con§-
iitry.., la base de la vida social, también muy nume-
.orór, *rry diferenciados, pero caracterizados por una
adapíacióÁ rigurosísima. Y, por último,-1os hábitos de
I
de
la laringe y ulrbales, sustituto general de todo el com-
portami-enio, y cuya significación se esbozará en el si-
1os
los há-
s y con- guiente capítulo. Los hábitos manuales proporcionan
él modelo de todos los demás hábitos y sirven para su
adquisición. Ellos mismos comienzan a partir de la
arrollo ext-raordinaria aptitud del cuerpo humano para las com-
as más binaciones de los tnovimientos de 1os dedos, manos,
. Exis- brazos, piernas y tronco,
manua-
todas
triales' La psicología antigua sólo dijo ,r.ssdarlres cuando
como s.rbrayó en el"hábito el factor de repetición. Sin embar-
da vez go, no se trata de una repetición cualquiera, sino de
és del inu ,e.r.n.ia dependiente áe las condiciones del medio
omo la en una erperieniia dada. La estructura misma de la
al, p-or situación de esta forma, en primer plano.
up.....,
nar las El niño crece dentro de un medio concreto; su fucr-
meca- zA molriz difusa está continuamentc confrontada por
res de haces de estímulos de toclo tipo. Al principio, son sobrc
todo excitaciones visuales, dé ruidos, de contactos, rlc:
y niños gustos y olores exteriores al cuerpo, secreciones y ca-
de te- Iencias dc secreciones, presiones y ausencia de las rlis-
os vis- mas, movimientos del alimento en el sistema intestinal'
do tér- modificaciones de la postllra y cambios químicos ctr los
ndizaie' músculos lisos y esüiados en el interior del ctrctpo'
este as- Además, el niño está preparado para reaccionar (tlr«r-
a' vetse) bajo el influjo de estos estímulos (tanto itrtct'rros
de que como provenientes de los objetos)' Los estímul«)s cxtcr-
rdenes' nos son comunes a todos los hombres' aunque clc Irlotltr
nte tres diferente, en tanto que los internos son especí{icos tltr
L50 La psicologia del coruportaraiento Adq

cada individuo. Pero funcionan conjuntamente y son Una


inseparables de cualquier situación concreta de la vida. ri;;
Todas estas excitaciones provocan incesantes movi- U
mientos del cuerpo. En el recién nacido, estos movi- ..n
mientos no están aún coordinados (hasta cierto punto), áá
pero no quiere decir que se produzcan <<al azar>>. Se .rtt
manifiestan tan necesariamente como el galope de un áliÁ
caballo bien entrenado o la actuación organizada de áu
Ios dedos de un pianista. Todos los movimientos tienen á"-
causas del mismo género, pero están organizados cle .or
diferente manera y responden a situaciones más o .i¿
menos complejas. En cualquier caso, tengamos pre- t,
sente que no hay movimientos que no hayan sido direc- ba
tamente determinados por un estímulo; éste es uno iio
de los axiomas del behaviorismo. Ni los momentos de se
sueño se exceptúan,
Pero este incesante movimiento que los ,iá
-puesto
estímulos no cesan 6ls a6¡u¿¡_, ¿no tiene fin? ¿No át;
llega nunca el individuo a <<adaptarse»>? Esta noción es
áe la adaptación o <<del ajuste»> desempeña un papel al
muy importante y conviene precisarla. Hablando con rn
propiedad, dice §7atson, sólo el cadáver está verdade- Da
ramente <<adaptado>>, pues estamos ante un sef que il;
no responde a ningún estímulo. En un set vivo no ir.
obtendremos más que adaptaciones transitorias, rela- i;"
tivas o, mejor dicho, condicionales. Al responder a un r"i
estímulo A, pot medio de reacciones adquiridas o no, ;i^
un individuo modificará de tal manera su medio am- ;;.
biente que en seguida deberá responder al B,' pueden ;;;
'r"
ocurrir entonces dos cosas: o bien el estímulo B susti-
tuye directamente al A, o al reaccionar al B el individuo o-
modifica el medio, desbordando la serie de que forma .u
parte el A. En elprimer caso, ,4 es suprimido o .,borra- Ñ
do»; en el segundo, A deja de ser eficaz en el nuevo o
contexto. De todas formas, la desaparición de la efi- ;"
cacia de un estímulo irá en provecho de otro que él S
mismo haya suscitado. El proceso es aquí dialéctico, á
aunque no rebase el marco de una mecánica natural. ld

¡.
nto Adquisición de los hábitos manuales L51

son Una adaptación sólo significa una reorganiz.ación dela


ida. ri;;td ante la cud débe reaccionar el individuo'
ovi- Un ejemplo: las contracciones de hambre se produ-
ovi- ..n .n át .itó-ago (estímulo Á) y provo-can una serie
to), áá--oui*i"ntos.tomo consecuencia de ellos, el sujeto
. Se .rttr-." t" esfera de un medio que implicaobjetos
e un áliÁánti.iot; dicho de otra manera: va al restaurante
a de á u ,r., cocina y come (estímulo B)' Las.conmacciones ,'\l
nen á"- nu-¡t. (estímulo á) cesan inmediatamente' La
s cle .or.o.iu de alimento ha terminado de producir su ac' rl
ás o .i¿r .rii.rtante, y en este sentido puede decirse que \l

pre- t, fr¿iao ,na aááptaci\n. Peto ana aez que eltt'reuas


suieto )
rec- ba comido, aparecin otros estírnulos y suscitan
uno iiori¡inrt. Arí, p,r.t, la adaptación no puede conseguir-
s de se más que durante un breve instante'
Ejemflo del segundo tipo: la reac.ción de un ind! I

los ,iáio ,[ ..tímrlo 7 ptouoi, una modificación del me-


¿No át;, á;;J formo qrá acaba por- perder toda su fuerza
estiÁulante. Tomemos un hombre que dolmita, pero
.
ción .l
apel al que un ligero ruido impide clotmir' Es una ventana
con rnri..tiá¿r-q"e golpea. Ai principio se acuesta de lado
ade- Dara taparse óido' y espera que cese el viento que
que
"n
il;;"; in u.nrrnr, subíéndose Iai mantas hasta las ore-
:

o no ir..-p.- el ruido se repite. Decide entonces saltar de I


ela- i;";;"r-;;r, bi.n la v.nt'na' La desaparición del
a un r"iá" i..íf- rrlo A) cambia la situación' Cuando se hace
no, ;i^;il;i;,." dr"r-", es decir, cede al dominio activo
de las
am- ;;.ir;;;át del sueño (pues el sueño es un e-stadono difie- .l)

den ;;; ;", pura pasividad). Estos dos eiemplos ,)


'r"n ambos casos, el individuo escapa
usti-
"t.n.inl..rt.; ".t sólo a una determinaáa, para ,'¡ |
duo o-rrnu .*.itnción, pero l

rma .u"t otonro dentro iel ámbito de oua fuente de estímu- ,,, I
rra- §i behaviorista emplea el término adaptación'
Ñ-oriur,.r,
evo o "l es únicamente en un sentido restringido' ,a
efi- ;"il¿; ia conclusión de un ensayo de aprendizaie'
e él ^
Sá-'hu""tilirudo mucho en los estudios sobre el apte-n-

ico, áir;;; ;;ilri: la adaptación significa que el animal ha


ral. ld;;¡; entonces upoá"rutt" de la comida o de la bebi-

¡.
L52 La psicologia del comporlamiento Ad.qu

da, objetivo que premia el comportamiento, o evitar oio c


una descarga desagradable provocada por una respuesta I-1.-i
negativa. ár1.
f".-^
Pero entre la agitación incoordinada e ineficaz del ,i.ñ;
recién nacido y las adaptaciones que acabamos de des-
cribir hay algo esencial: la adquisición de hábitos pre-
"iná
á. ,,
cisos. Nuestros sujetos alcanzaron sus fines (comer y f rente
dormir) porque disponían de medios capaces de con- Es
ducirles a ellos; sólo los hábitos adquitidos les per- bles
mitieron borrar el estímulo á, escapando del campo to, d
de acción en el que este estímulo eru eficaz. Puede ;.i;;
decirse que un individuo ha adquirido o formado an ioáo
h,ábito cuando, al encontrarse en una situación que le ;;;-t
empujó úna vez a desechar un estímulo á en provecho É^"á
de otro B,logra reproducit la misma reacción con más ili;.;
rupidez y una mayor economía de movimientos. ;;;';
Volvamos al niño. El bebé de tres meses criádo con f."r
biberón se agita nada más presentárselo. De los confu- ,"nrr
sos movimientos de la cabeza, tronco, brazos y manos, ;;;;.
ojos y laringe (gritos), poco a poco irán surgiendo al-
gunos gestos más precisos de las manos y de los dedos.
Los miembros superiores aprenderán a desempeñar su
papel de palancas y pinzas. Lo mismo ocurirá con los
demás objetos. Así comienza¡\os hábitos de manipula-
ción, basados en ciertos reflejos naturales (aprehensión)
de las manos. Poco a poco irán consiguiéndose también
reacciones organizadas e integradas. Los movimientos
sin relación alguna con el trabajo de la mano desapa-
recerán o, al menos, serán considerablemente atenua-
dos, sometidos y dominados. Solamente destacarán los
movimientos exigidos por el acto concreto. El mismo
proceso se sigue en el niño de cinco meses que se lleva
alaboca un pedazo de azúcar o en el adulto que apren-
de a manejar un teléfono.
En el niño, el hábito primario fundamental es Ia
aprehensión. No sólo aprende a sostener, sino también
a dejar caer. Busca el objeto (incluyendo en é1 su pro-

&
ento Ad.quisiciór'r de los hábitos trtanuales 153

vitar oio cuerpo) en todas las direcciones, delante, de-trás,


uesta I-1.-irq,ii.l¿^ o u lu derecha. Aprende a moverlo, a
ár1. ,rr.ltrs, a torcerlo, a romperlo, etc' Todo esto
f".-^ prtr" áe la manipulación,^que se.consolida lenta-
z del ,i.ñ;;;.áe s.,frir ,.trrro,. Como dice \latson, <<el
des- ,pt."d" a manejar los objetos, e incluso las partes
pre- "iná
á. ,, p.opio .r.tpo, Iiteralmente con el sudor de su
mer y f rente >>.

con- Es evidente que estos hábitos manuales son insepara-


"'\
per- bles de tod, .rtu serie de movimientos' Los movimien-
ampo to, d.l brazo suponen un ajuste de todos los músculos '
uede ;.i;;;ñ;;.r"'iá"t r.t iisás de las vísceras' De hecho' )
o an ioáo É,r..po se ve implicado en -cualquier movim-iento
ue le "1
;;;-t;;r;ie conveoieirtemente' Un movimiento forma
orden
echo É^"á ¿Z ,.,.ta i.rt.grución total, que- supone cierto
más ili;.;;á;Já.".n.reíu pu.ttá al seivicio de las dife-
;;;';;;* d.i *.tp-o. Áquí también la habilidad es
o con f."r" ¿'. un equilibrió en movimiento, perfectamente
ningún
onfu- ,"nrrludo v qrr. no permanece indiferente ante
anos, ;;;;.;; i" iodu la^ actividacl corPoral'
do al-
edos.
ar su
n los
pula-
sión)
mbién
ntos
sapa-
enua-
n los
ismo
lleva
pren-

es Ia
mbién
pro-

&
154 La psicología del comportamienf o Ad.quisic

ción de C. a las cincuenta y cinco semanas era muy se le pid


superiof a la de T. a las cincuenta y dos, aunque éstc táneame
hubiera practicado la prueba varias semanas antes y por ;;;-;;;tiá
tres veces más tiempo. La mayor maduración alcanzaáa L"".f Á
en estas tfes semanas explica esta superioridad.» bi;; á
Es cierto que el crecimiento muscular y nervioso contra e
son factores capitales en el desarrollo de cualquier ac- ll i; li
tividad compleja en el niño, cuya importancia disrui- cogeda;
"Res.r
naye, pot otra parte, con la edad, en tanto qve aamen-
tdn enonmemente el número y complejidad de los há- rd;;;;;
bitos manuales. Sería inútil querer enseñar a un niño .orio."
de cincuenta y dos semanas a conducir un automóvil A"i" Zf
o a montar en bicicleta. Durante la vida infantil, el dos hast
desarollo de los hábitos manuales va unido a los fac- ;;;Ñi¿
tores del crecimiento; pero el condicionamiento, cuando ."
menos, desempeña un gran papel en larapidez con que "It-u
ei; á.i
se alcanzan las diferentes formas del comportamiento iti."tpr
infantil. Por lo demás, los experimentos de Gesell y ;;r;;¿;
Thomson tienen, según §7atson, un carácter de <<me- ;;i;;;;;r
ros aficionados>>. C. y T. se comportaban evidentemente el'botón
de distinta manera. Había que servirse primero de T. ;b;^"|;
y después de C. para controlar experimentos sucesivos,
pero análogos. Los autores consideraron previamente ""i"t.-
Lii.t.¿
que los gemelos disponían, en principio, de un compor- ;";;;;;;
tamiento idéntico,limitándose a comparar sus progre- mente b
sos. Otras muchas observaciones y experimentos de- ;;á;;lr.
mostraron lo que podía obtenerse, mediante un adies- capaz c

tramiento especial, de niños de cuaffo o cinco años. miento


Así se han fabrícado en todos los tertenos <<los niños Este
prodigio».
"itL";;
'ui*i.n
Volvamos a observar la manipulación en un niño de )ril-iii
tres años. Pongámosle ante una caia-sorpresa, que no acto'en
pueda abrir si no hace cualquier cosa, por ejemplo, apre- §íats
tar un pequeño botón. A1 principio se le auae prome- á" iiiii
tiéndole un terrón de azú.car si abre \a caja, que también .""íUi"r
se Ie ha enseñado abierta. Por definición, la situación ;iá;;-;
es nueva para é1. Posee los elementos del manejo que final d
mienf o Ad.quisición de los hábitos manilales 155

era muy se le pide, pero nunca los ha realizado global e instan-


ue éstc táneamente como en este caso' Lo que hag-a dependerá
es y por ;;;-;;;tiát orsunirución; si vi está familiarizado
canzaáa L"".f ÁrÁ.;" de luguetes u objétos,. abordará elgolpeapro-
.» bi;; áii..ín.."í": 1.", toma la caja;.Z:,.7a
ervioso contra el suelo; 3.o,\a atrastta en todas Ias dtrecctones;
uier ac- ll i; liÁ ,á"t í la pata de la mesa; 5'o, vuelve a
disrui- cogeda; 6.o, le Pega Puñetazos, etc'
"Res.rmiendo,
aamen- niño uiTizará todas 1as diferentes
los há-
"l
rd;;;;; puráiul.r, adquiridas .v no adquiridas, que

un niño .orio." pará afrontar una situación totalmente nueva'


tomóvil A"i" Zf'¿.tfiiu todo el repertorio de actos- ya aprendi-
que
antil, el dos hasta que encuentra Ia solución' Repite los actos
los fac- ;;;Ñi¿ i apficar anteriormente en situa-cioneselanálo-
cuando ."t.."ltra todu su expetiencia pasada en estu-
con que "It-u
ei; á.i-;;;;o prob1.ma. Supongamós que dispone de
miento iti."tpr.irr, áif.t.nt.., adquiridas o no' Admitamos
abrir la
Gesell y ;;r;;¿;;;;, á,rrunt. lá primera tentativa de
de <<me- ;;i;;;;;ri; éasi todas ,,i tttp""ttas antespara
de apretar
que se
emente el'botón io su{icientemente fuerte como
;b;^"|;i;;^' todo el proceso puede durar veinte mi-
o de T.
cesivos, B"'.1 -orr.nto "., qt'" abre la caia \e damos
amente
""i"t.-
Lii.t.¿" de azitcar,volvemoi a cetrarla y se laprobable-
entrega-

ompor- ;";;;;;; ¿Q;é ocurrirá esta vez? Muv


mente bará mertos moaimientos' La tercera vez'
menos
progre-
ntos de- ;;á;;lr. P;t úItimo, después de unas diez pruebasmovt-
será
capaz abrir Ia caia en dos segundos sin hacer
n adies- c7e

o años. mientos inútiles.


s niños Este proceso, simplicísimo, plantea un problema ca-
ili d.rrpur...n.progresivamente los mo-
"itL";;;; initiles paru la solución?
'ui*i.niot ¿Cómo sc opcra
niño de )ril-iiiii¡¿r-iit lriu¡ro que limita la repetición de un
que no acto'en el campo de situaciones variables?
o, apre- §íatson formuló una hipótesis basada en el fenómeno
prome- á" iiiiiro,r¡a y prioridad. L^ f'"'u"ncia de un(prio-
acto'
ambién .""íUi"r¿á .on's, d,rración cada vez más limitada
tuación ;iá;;-; pt"f*.ncia), es 1o que explicaría la persistencia
ejo que final de-un único movimiento o la desapartctÓn de los
156 La psicología del comportamiento Tt Adqui
demá¡.. Sería, por tanto, una explicación sacada de la
repetición. qlre ap
siguien
En el ejemplo que acabamos de.citar podemos
desig_ dad (p
nar- con un número a uno
realizados.por el niño. 7!a
de Ios distintos actos ¿No
El acto-fina1-i;nr*;; el botón Patece
gue able la caja.) se expresará .on .l'niír*t 50. Du_ clacl: <
rante eI primer intento, Ios cincuenta
actos aparecerán ¡rre el
(y algunos más de una vez) .,n oid.n-lrriqui.rn .1"
*
I probabilidad; supongamos: ", o strav
dc eq
47,21,3,7, final)
14, 1,6, 19,38,28,2, etc., ...,50" supon
En el segundo: pártici
l
dilatad
18, 6, 9, 1,6, 47, 19, 2j, 27, etc., ..., j0. consec
gre qu
En el tercero: cuando
y se co
17, 1.I, 24, 46, 21, 18, erc., ..., ,0. adcluie
las sec
En el noveno: sllpone
acaban
1:f, 18, etc., ..., 50. bable
los pro
En el décimo y en todos los ensayos siguier.rtcs; rü/a
50.
Es decir, el número 50 tiende a salir pero d
1n to.lr, la,
::il
i^."t,.^:-
ras
y;z,más, pronto,. con l.
q..,. r.-¿;r;i;,;y;;
oportunrdades de manifestación del resto
riclad
cle'los Por
movjmientos. <<Y esto, ¿por qué? E,.., ,.,"rtau tcsis. A
cuaclro
puede apreciarse
-dicJ'w.tr""--
número 50 es la única i;"-'l;"G;"r* m¿ís a
del rcl
que se prcsenta ...1;;i,;ü;
es decir, qtre las condiciones "^
.;.;¡;;;;;i'.lir".tu,,
d" <<En te
Ia prueba abarcan series que terminan siempre sencill
por cl
número 50: el niño se cáme el ,...Jn'-J.'.rúcar, bittrale
sc
cieruala caja y s_e Ie ofrece d" nrr"uá. Ári,lu"., espacio
el acto
50 es cl que se repite con rclacio
]]:i-.r.mas trecuentemente que -,1.-?ñ.r.ncia, es
oectr, crralquiera de krs -19 t
Y dado,que dicho acto surge siempre err Ir Gui
.lji,tl-1t.t
ulrlma respuesta del ensayo anterior, debe en Psyc
suponerse del fac
rtamiento Tt Adquisición de lc,¡s hábitos ruanuales 157

ada de la qlre aparecerá nás rápidamente en la serie de actos del


siguiente ensayo. Es lo que llamamos factor de priori-
mos desig_ dad (prefercncia en el orden de aparición).»
tos actos ¿No se basa esta hipótesis en las leyes del azar?
el botón Patece que no. §íatson había señalado con anteriori-
50. Du_ clacl: <<Dado que el grupo de actos finales procura siem-
parecerán ¡rre el alimento o la bebida, o aparta un objeto itritanfe,
ui.rn .1" o straviza una tensión emocional, etc., el nuevo estado
dc equilibrio (alcanzado como resultado de la acción
final) cnraña una clevación dcl metabolismo. Podemos
50" suponer que los elementos neutomusculares que han
párticipado en la acción, al finalizar el proceso, han
dilatado el sístema vasculat sanguíneo, el cual, como
consecuencia, se encuentra con mayor cantidad de san-
gre que el grupo que funcionaba antes. Es posible que
cuando entre en acción el grupo final de movimientos
y se coraplete la adaptación, el conjunto de la situación
adcluiera un carácter emocional, sirviendo de apoyo
las secrecior-res glandulares internas liberadas. Podría
sllponerse qlre este apoyo llega a los elementos qlle
acaban de actuar a través de los vasos sanguíneos (pro-
bable acción de la adrenalina en 7a neuttalización de
los procluctos de la fatiga).»
rtcs; 50. rü/atson presenta estas sugerencias como hipótesis;
o.lr, la, pero de mucstran claramcnte qr-le para él el factor prio-
;i;,;y;; riclad no tiene un mero carácter estadístico r.
cle'los Por ora parte, no está muy satisfecho de esta hipó-
cuaclro tcsis. A su r.lrodo de ver, se encontrafía una ex¡rlicación
G;"r* m¿ís adecuada volviendo sencillamente a la mecánica
;i,;ü; del rcllcjo condicionatlo, de la que ya hcmos hablado.
,, d" <<En teoría la relación entre los casos más
por cl
-ss6¡lfs-,
sencillos del reflejo condicionado y las respuestas ha-
car, sc bittrales más complicadas e integradas que exigen mayor
el acto espacio y tiempo... me parece bastante simple. Son
cia, es
rclacioncs de la parte con el todo, es decir, que el re-
krs -19
t
e err Ir Guillaume, en Formation des habitudes (1936), v Piéron,
en Psychologie Zoologique (1941), hicieron un examen oítico
onerse del factol de prioridad.
158 La psicologia del conaportamientc¡ Adquisi

flejo condicionado es la unidad, cuya multiplicación lra hech


constituye el conjunto de un hábito. Dicho de otra ma- áil;"ú
nera: si se analiza a fondo un hábito complejo, se ve que ;;;;;;
cada uno de sus elementos son un reflejo condicío- í",i:.;"
nado.r> i;1^*;;
Volvamos al esquema ya conocido. Pongamos como ffi;i;'.
ejemplo una respuesta condicionada sencilla: II-.".i
:;'í"";;
s ... ... R r)or qu
Contacto eléctrico (nocivo) N{ovimiento del pie i.rr.i.i
El estlmulo visual de un círcu- Provoca el mismo movimien- oue'for
1o cuando es condicionado to del pie unido a
Cualquier hábito complejo, por hipótesís, está for-
;i.* .
da la r
mado precisamente de unidades de este tipo. Suponga-
hece. T
mos que en lugar de condicionat a un sujeto para que
retire el pie ante el estímulo visual de un círculo se Ie
;.J;.
condiciona paru dar un paso girando hacia la derecha.
¿.i'iá
ir una
AI hacer este giro se encuentra delante el estímulo vi-
sual de un cuadrado. Estímulo que Ie hace dar cinco Aho
pasos hacia adelante. Entonces se Ie ptesenta un üián- el esoa
gulo. A este estímulo se le ha condicionado para sus- i;",J;
citar dos pasos hacia Ia derecha. A continuación se Ie iü;;
pone un cubo. Debe subir tres escalones o volverse frir. ,
haciala derecha o la izguierda. De esta manera podría- ili; ü
mos hacer dar vueltas al sujeto alrededor de la habita- ;;;;t;;
ción y que volviera a su punto de partida. Lo conse- cana a
guiríamos disponiendo una serie de estímulos visuales ;;;;;p
a los que se le condicionaúa de tal forma que se movie- tos n
ra en una dirección determinada, por ejemplo, que gi- ;;l;;"
rurahacia la derecha o la izquierda, que subiera,bajara, ;;ñ;;
avanzase o retrocediese, que levantase Ia mano derecha ;;i*';
o abriera la izquierda, etc. Supongamos ahora que, ii)ii-r
siempre que repitamos este experimento, hiciéramos ;;;;iJ
recorrer al sujeto toclo el ciclo, desde el principio al h;;;;
fin. <<¿No obtendrlamos precisamente el mismo cuadro ..ári
que se produce cuando una rata o un hombre aprende, sólo^
por eiemplo, a moverse denro de un laberinto com- á"r"
plicado (una vez que todo el sistema de respuestas se tas s

¡L
mientc¡ Adquisición de los hábitos manuales L59

repre-
icación lra hecho cinestésico)? Cada ida y.vuelta' ¿no
otra ma- áil;"ú;;;; áá1 proceso toial del aprendizaje?»
e ve que ;;;;;; J.-,od", no q'ái*portu qu9 el profesor de piano
ondicío- í",i:.;"""rfrru;; tl móvimiento de los dedos'
v descom'
-"'idud"''Esta
;rno, y^*uñttas puede analizarse
i;1^*;;.
os como ffi;i;'.;;"r¿á¿.' v"si;ñ;;es la condición previa
des-

II-.".i.iár"j;;; *;;*i-e'to unitaria no tiene


:;'í"";;;a-reuiiraciót' global v ella' v la vida
r)or qué entrar en contraáicción' con -En
'\r
irt parciales
i.rr.i.irü.ü" a. ,"tpuestas condicionadas
metooo'
,lI
movimien- oue'formarán un hábito sl"lpone tambten un.
proposlto' como
unido a ciertas formas de interés (o de
).

;i.* .jg;";pti¿r.goti' se recompensa al niño cuando :


está for-
da la respuerru .or,.tü y se le iastiga cuando no lo 'rl
uponga-
hece. También podemos abandonarle a
si mlsn1o' es
ara que
;.J;. ¡;il-qr.". i^iiÁ*t, como la rata que no sale 'I

ulo se Ie
derecha.
¿.i'iáu.tlri.ilá qu" pu"ede equivaler' según los casos'
mulo vi-
ir una sanción o a unx recomPensa)'
en
ar cinco Ahora bien: ¿pot qué estas unidades se ordenan
un con-
n üián- el esoacio y en e[ tiempo en orden a-constltulr
i;",J;;;,1.;;rd" Je'deterT'inada forma? Los -psicó- :,

ara sus-
iü;; i"'iliáiÁ^, intittieron una en este aspecto del há-
ón se Ie propiedad especial
volverse frir. ,i" r"'t.1r.ioruto" con ui."ulí'u""'
podría- ili; ü;;;.ii", á.ir.ro que va Ei beha-
t:1-
habita- ;;;;t;;-;'.';bargo, busca en otra dirección'.*á: es-
o conse- cana al sentido común' De hecho, Ias c-onsecuctones
visuales ;;;;;pii.uaut en Ia mavoría de nuestros hábi
e movie- tos no son <(naturales"' Aparie algunos fenómenos' ;]

;;l;;"oluciones de los astros, án el universo del


que gi-
,bajara, ;;ñ;;; h;y á.¿"" ni fin en sí'{tr'o que ordena las
;;i*';-l^^tí¿, Ú ser humano es,la-sociedacl o e\ :)
derecha sea-
ora que, ii)ii-rtr¡dental. Por sociedad -del tipo que ¡{
iéramos ;;;;iJ;;;ender sobre todo una comunidad deformas seres

h;;;;.t que exige de sus miembros ciertas t


ncipio al
o cuadro ..árii.r¿r! de r.ip"tstas'\Las palabras' por.sl ejemp.lo'
guardan
aprende, sólo^sirven de elementos én una respuesta
nto com- á"r"..i"u¿" orden; las letras de que estánque compues-
no €s
estas se tas se colocan también siguiendo un orden

¡L
160 La psicología del comportamientr¡ Adquisic

indiferente. El medio accidental se refiere al margen Este e


de contingencia dejado por la sociedad a algunos dc siólogo?>
nuestros hábitos. Así, por ejemplo, si durante unas va- .rreuñái
caciones queremos bañarnos en nuesüo sitio preferido firti-rlu
del río, deberemos: 1." salir de casa hacia una colina; debe su
2.", attavesar un riachueTo; ).o, cruzar un pequeño pi- no con l
nar; 4.", seguit un sendero hasta que lleguemos 5.o a nbi.*u-
una pradera, después, a1 lado de 6.o un tupido bosquc ;;ril;
de sauces; 7.", y finalmente,
a nuestro sitio pteferido. Ilurr-.n
Cadauna de estas etapas representa un estímulo visual t^ l"."ti
(esencialmente) al que hay que reaccionar directamente, .td" R;
al menos durante las primeras etapas del aprendizaie. de este
;" t
Los críticos del behaviorismo atacaron esta concep- pio sólo
ción desde varios puntos de vista. Algunos experimen- iu: el f
tos hechos por diversos psicólogos demostraron que la q".
fijación del hábito se explica mejor por medio de fac- "ot
;;;^¿¿
tores de fin(intención), placer o desagrado, etc. §e ;il;;
describe el hábito como una experiencia global nueva, hibici¿n
adquirida gradualmente, tanto bajo la influencia de fac-
tores de maduración (en la primera infancia) como en ""o1i.á
ir'inr.rp
relación con la <<[orma,> de las percepcion§f En una ráái..,
palabra: IüTatson intentaba un acercamiento injustifl- áúi..ir
cable entre el reflejo condicionado y el hábito.
Sin embargo , el hecbo del reflejo condicionado no
-ir-o,
algunos
tiene otro sentido que el de ser precisamente un hábito ví7s ce
<<al¡reviado»>. La naturaTeza del condicionamiento, des- que re
de el punto de vista puramente fisiológico, no está aún t ;;ht ;
esclarecida. No obstante, en cuanto componente de la 'uni1Á
mayor parte del comportamiento humano, permite re- tiiZl¡ú
ducir a términos sencillos procesos complicados que, cionada
de otra forma, son difíciles de someter a una experien- üró ;;
cia. El hecho es el siguiente: el estímulo X no prouoca r""it".
directamente la reacción R; el estímulo Y sí produce Áedio
esta reacción R (reflejo incondicionado); pero si se ;;.*
presenta primero el X e inruediatarzente el Y (que '"rár;
prouocd R), X terminará prouocando también R. En denar
otras palabras: el estímulo X puede sustituir al Y. ;;;;;.;
h 11
mientr¡ Adquisición de los hábitos taanuales 161

margen Este es el problema. «¿Qué podría decir de él el fi


unos dc siólogo?>>, se pregunta \üulto"' Algo así quizá:
<<Os
nas va- .rreuñái, ti ...¿it* que X no estimula al organismo;
eferido firti-rlu a todo el organismo y, por consiguiente'
colina; debe suscitar débilmente la reacción R, aunque a veces
eño pi- no con la suficíente fuerza como para que ésta apatezca
s 5.o a nbi.*u-.r.,.. Y suscita claramente a R porque el or-
bosquc predispuesto \-\
eferido.
;;ril; está biológicamenteestimulado l,rgsPondet
por Y (respues-
Ilurr-.nt" con R cuando es
visual t^ l"."tii.i"nada). Pero después de qug Y 1ia produ'
mente, .td" R; iu rerirten.ia o la inircia de todo el conjunto "
ndizaie. de este segmento sensomotriz se debilita hasta tal punto i
;" t srrícita ahoru clarumente a R, cuando al princi' :
concep- pio sólo lograba hacerlo a medias'>> Dicho de oma mane-
erimen- iu: el fitióiogo intentará explicar los diversos fenóme-
que la q". proío.un las respuéstas condicionadas en una
de fac- "ot
;;;^¿¿;';;riqri.tr' en términos de resistencia del
etc. §e ;il;; ,;ioso, dá interferencia, de adición, de in-
nueva, hibici¿n. de lev del todo o nada' Pero también estas L

de fac- ,á qr"dan en meras hipótesis' Pot 1o que


omo en ir'inr.rpr"rución de §(/atson, c-ontrariamente a lo que
""o1i.á.ion.t
En una rá ái.., implica en absoluto la idea de vías nerviosas
njustifl- áúi..irt "o
y ,ro.iudrt por la repetición mecánica de los
-ir-o, movimientos. ¿No fué é1 quien hizo burla de
ado no algunos fisiólogos que hablan de la formación de nuevas
hábito ví7s cerebral.tl,,.*o si se ffatara de diminutos enanos
to, des- que recorrieran el sistema nervioso con su-s pi-cos y
stá aún
t ;;ht ;;;;;rndo nuevos conductos y ensanchando los
e de la 'uni1Á"otr¡ Por otra parte, ¿,implica una i.dentidad tna-
mite re- tiiZl¡ú ""rre Ia resiuesta lncóndiciona da y la condi-
os que, cionada? En absolutó. Los esquemas que §Tatson uti-
perien- üró ;; un fin pedagógico nó d.ben engañatnos' La
rouoca r""it".i¿, "ttl." foñ.I¿n de determinado cambio del
roduce Áedio v. como frecuentemente se ha señalado, la. res-
o si se ;;.* tondicionada es más flexible que Ia incondicio-
Y (que '"rár; .t estímulo sustituido (señal), más.que desenca-
R. En denar inmediatamente los mismos movimientos que
l Y.
;;;;;.;b;;i io.ondi.ionado, pone en un principio al
h 11
Adquis
164 La psicología del conuporfamiento
Much
orgánicas (como el debilitamiento de las necesidades hr;-;i6
sexuales) modifican el catnpo de los desequilibrios del
J.ognr,
adulto, de los problemas que se le plantean y de los variás'h
nuevos aprendizajes necesarios para su solución. A deci
Se han efectuado numerosas investigaciones sobre .ifi.uÁ
la consecuencia de las diferencias de distribuciones del mente
efercicio durante el aprcnáizaje manual o verbal. Los furu q
resultados obtenidos con animales y hombres concuer- plantea
dan: existe una distribución óptima, con intervalos Desd
bastante largos entre cada serie de pruebas. Dento de
destaca
ciertos límites, cuanto mayor es la distancia entre las
tas mus
sesiones de aprendizaje tanto más eficaces son éstas.
En otras palabras: la fijación de los hábitos parece de- -.nil
pender en alguna medida de su aspecto discontinuo.
io.*u
táctiles
Pero ¿por qué los ejercicios muy espaciados dan los
namien
mejores resultados? Sólo podemos hacer conjeturas.
Algunos autores hablan del efecto de la fatiga, que
;i;;i"t'
sería menos notable en repeticiones espaciadas que en
¿r.-ñ
á.ru.t
las muy seguidas; o bien de Ia necesidad de un cierto
lapso para el establecimiento de los fenómenos nervio-
r*i. l
emite
sos de adquisición. Sea Io que fuere, estos hechos de-
muestran que el ejercicio demasiado concentÍado es
.i Ltl
desastroso; todos los educadores deberían tomar buena
i.iJ.t
nota de ello. Por desgracia, sucede que las <<necesida- v la p
des>> prácticas obligan a recumir a métodos totalmente
ír,rr.o
conffarios. Los programas de estudios teóricos van con respue
frecuencia en contra de los dictámenes naturales; por nráuu
el contrario, el aprendizaje manual parece estar mejor a seg
repartido. fl.;Jt
Las necesidades del rendimiento industrial requirie- "*á.n
ton el examen de otra cuestión: ¿en qué momento del excitac
día, de la semana o del año el individuo ejecuta mejor matism
una función determinada (es decir, un hábito que al- liábito
canza el punto máximo de perfección)? Los resultados cstímu
no concuerdan unos con otros. Varían con los hábitos <.le los
considerados, con la situación de los individuos y, por
1o general, presentan fases cíclicas cuyos factores deter- 'En
l>chav
minantes convendda estudiar especialmente.

hh
Adquisición de los bábitos manuales 165
miento
Muchos otros aspectos del desarrollo de los hábitos
idades
os del
hr;-;i6 objeto de estudio; preocupa el efecto de las
J.ognr, 1os éfectos de interfeiencia o neutralización áe
de los variás'hábitos entre sí, el olvido de los hábitos,2, etc'
.
A decir verdad, nos hallamos ante una actividad e-spe-
sobre .ifi.uÁ"nt" hráana, y las investigaciones verdadera-
es del mente científicas son todavla demasiado recientes como
que
al. Los furu qo" se hayan abordado todos los problemas
ncuer- plantea. ']\,
rvalos
Desde el punto de vista del individuo, ,metece ser ll
nto de
destacado un fenómeno. La sustitución de las respues-
tre las
tas musculares a los diferentes estímulos que primitiva- ¡,
éstas.
-.nil d.t"ncadenan la acción' En el niño, el hábito se
ece de-
tinuo.
io.*u .o*o reacción a estímulos visuales, auditivos' ir

táctiles. olfativos, etc., según un proceso de condicio-


an los namienio. Pero a'medida qu" t. eiercita el hábito, estos I
eturas.
a, que
;i;;i"t' ," ha."n cada iez menos necesarios y- só-lo
¿r.-ñil un papel de control intermitente' Se ha
que en
á.ru.tfltu¿" ,., to"ro proc-eso de.transferencia' Du-
cierto
nervio-
r*i. lut ptimeras "trpui dFl aptenáizaie, el individuo
emite una respuesta muscular -siempre- que se pr-esenta
hos de-
ado
.i Ltlr*"t" -risral, comenzando por los músculos es-
es
i.iJ.t (es el caso'del aprendizaié de la manipulación
buena
ecesida-
v la palabra). Pero muy pronto la misma respuesta
mente
ír,rr.olr. puede setvir de estímulo, provocando una
an con respuesta motriz ulterior, que a su vez- su.scitará una
es; por nráuu ,.rp.r.sta motriz, de suerte que el individuo llega
mejor a seguir iaminos complicados o a realizar actors com-
fl.;Jt tin que haya necesidad de estímulos sensoriales
quirie-
S" proárr." una reducción cinestésica de las
"*á.nor.
excitaciones, la cual constituye la base de nuestro auto- .)
nto del ,'
mejor matismo. EÍ orden de sucesión de muchos de nuesttos
que al- liábitos manu¿les puede explicarse en gran medida por
ultados cstímulos musculaies, provenientes de los movimientos J
<.le los mismos músculás, pues éstos tienen la
propiedad
hábitos
y, por
deter- 'En el capítulo siguiente expondremos la interptetación
l>chaviorista de la <<memoria».

hh
166 La psicología del comportamiento
de ser no sólo órganos de respuesta, sino también órga_
nos receptores (sensoriales).
Esta reducción de los hábitos a nivel muscular es un
fenómeno demasiado general para ser significativo. Ade-
más, no tiene un carácter absoluto y está ligada a ffans_
ferencias más complejas. De todós modo"s, no posee
el,carácter de simplici<Jad quc ven en ella aigunoi psi-
cóIogos, para- quiencs Ia actividad muscular es, ante
EI leng
todo, un rnedio de Ia nrec¿ínica de 1os cuerpo, ,élidor. guaje á
Qrizá.se comprendiera mejor su importaicia relacio- Acción
nándola con su química prófunda, qtL comienz a co- verbal
^
nocerse bien, en unión ion las coiexiones nerviosas «mem
mental
de Ia sensibilidad.propioceptiva. por último, esra erapa adapta
cinestésica del hábito es cápital en una forma de rás_ RelaCio
puesta que conviene que examinemos ahora más de Pensam
cetca, pue_s descnrpcñc un papel de primer orden en el
hombre-:- Ie respuesta verbal, que nos conducirá a lo
que se llama el <<pensamiento».

Al
campo
esclare
existe
proble
mente
bre. F
Cuand
canism
pensa
ámbit
otros
tancia
El h
por s
anima
caball
tienen
to

a_

un VII
de-
s_
ee HABLAR Y PENS,AR
si-
nte EI lenguaje en el hoobre.-Anatomla del aparato vocal.-Len'
or. guaje árticulado y mutmurado.-Los primeros gritos del ¡iño'-
o- Acción manual y acción de la latinge.-El condicionamiento
co- verbal.-Las palabras sustitutas de actos y cosas.--:¿QuéJ:s la
«memo¡ja»?-La palabra subvocal.-¿Existen las «imágenes
as mentales»?-Paso al lenguaje implícito.-El pensamiento como ¡,,

pa adaptación.-La creación verbal.-¿Qué és Ta signi6cación?-


s_ RelaCiones entre los hábitos manuales, verbales y viscerales.- I
de
Pensamiento y acción cotporal integral.-La no verbalización 1i

y el inconsciente
el
lo
1

Al tratar de los hábitos del lenguaje enuamos en un


campo en el que la psicología comparada apenas nos
esclarece nada, al menos hasta ahora. Aun cuando la
existencia de un lenguaje anímal plantea numerosos
problemas (por otra parte, poco estudiados), ordinatia-
mente sólo se habla de,l-egguaie a propósito del bqm'
bre. F.n és-te se-convierte tápidamente en algo esencial.
Cuando es explícito, constituye el instrumento, el me-
canismo de la vida social, Pero incluso cuando se hace
pensamiento, es decir, cuando nos adentramos en el
ámbito de los hábitos del lenguaje implícito, unidos a
otros hábitos también igplícitos, adquiere una impor-
tancia sorprendente.
El hombre se diferencia sobre todo de los animales
por su excepcional capacidad manipuladora. Muchos
animales le superan en otños aspectos: el galgo o el
caballo corren más velozmente, el buey o el elefante
tienen mayor {uetza,los monos trepan mejor, los peces

¡r,
168 La psicología del coraportatniento Hablar

nadan con mayor agilidad, etc., pero el hombre es muy didame


superior en la adquisición de hábitos manuales combi p.rÁit
nados. Sobre esta base, consffuye artificios manuales, áe su s
es decir, herramientas y mecanismos. Algunos animales
"iotirau
hatitot
también 1o consiguen, pero en una escala muy limitada.
En cualquier caso, logran penetrar en el terreno de las Veam
reacciones verbales con mucha dificultad. de los
Algunas observaciones llevan a plantear el problema Dich
del lenguaje animal en dos sentidos un poco diferentes. el cue
a) Hay autores que piensan que, en algunos an- moscu
tropoides, nada se opone ni anatómica ni fisiológica- Un sen
mente a la emisión de sonidos articulados y, por tanto, cooper
a la adquisición de asociaciones entre sonidos y objetos *on.t
(reflejos condicionados); sin embargo, las más recientes e int¡íá
palada
investigaciones apenas han da.do resultado 1.
lomo
b) Oftos se inclinan hacia una interpretación me- de co
nos simplemente antropomórfica de la función del len- impor
guaje. Pedirle a un mono que aprenda un idioma ac-
tual no tiene más sentido que exigide que se haga ,
perito electricista o ingeniero de minas. Cf.
de con
El problema principal estriba en saber si los monos ái""i"
(o cualquier otra especie animal) disponen de un medio iiá" ii-
de comunicación (verbal o no) que tenga un valor sim- ;;-J
í"rbul
bólico asociado, Ahora bien: muchos de los estudios de- ü"^íü
muestran que existen modos de comunicación bajo for- futuro
mas mudas (lenguaje táctil en las hormigas, oloroso en :i;;ñ;
las abejas, etc.) o mezcladas con vocalizaciones (en el ;ñ;;i;
:ü;,
gibón, en los pájaros, etc.). Este planteamiento, deci- ;;;'.i;;
;;;i.
I Consideremos, por ejemplo, la opinión expresada reciente- e;;¡;
mente por Rostand en L'Hornrne 1p. 21), Citando a La Mettrie, ;ll3;;-
quíen pensaba que era posible enseñar un idioma a un animal, ;;;.-;;
seña1a que en el mono superior <(1a estructuta de la laringe y ;;iá;ió
de todo el aparato motor de la voz están ptepatados pata el del oe
lenguaje articulado. El paladar, la campanilla o la lengua no H",Í;
originan ningún impedimento mecánico. Se debe, por tanto, a ilñá;
una insuficiencia cerebral el hecho de que los monos no puedan E;Ñi
hablar, sin que hayan podido precisarse las regiones deficientes lib.;;
ni las funciones insuficientementc desarrolladas». consttu

b"
niento Hablar y pensar 169

2'
es muy didamente apoyado por Guillaume, -es muy fecundo
combi p.rÁit. .oniid.tu. Ia evolución del lenguaje partiendo
nuales, áe su significación cottcretd. Y, por lo menos al beha-
nimales Te enseña a relacionar el acto de pensar con los
"iotirau
hatitot del lenguaje (tanto explícitos como implícitos)'
mitada.
de las Veamos ahora brevemente cuál es Ia base anatómica
de los hábitos del lenguaje en el hombre'
oblema Dicha base anatómica implica evidentemente todo
rentes. el cuerpo, pero más específicamen-te el sistema neuro- \r
nos an- mosculir di ulgonut paites de la cabeza, cuello y Pqth:' tl

lógica- Un sencillo .*i-., ñvela que, en toda palabrahablada,


cooperan las siguientes partes: el diafragma, los pul-
¡,
tanto,
objetos *on.t v músculos del tórax, los músculos extrínsecos
cientes e int¡íásecos de 1a laringe, los de la faringe, nariz y
paladar, las meiillas, la lengua y los labios' La laringe,
lomo tal, y considerada ante todo como un mecanismo I

ón me- de controi de las cuerdas vocales, no es la parte más


del len- importante del sistema, Desempeña ciertamente un
ma ac-
se haga , (p..207): «Antes
Cf. p. Guillaume, La psychologie anima_le
de convertirse en causas á.i p.ogi.to, el lengu¿ie y- Ia. heJra-
monos ái""i" t".t." ii*pl.t efectos. El miimo principio de la fun-
medio iiá" ii-¡¿ti.u no és ajeno a la mentalidad animal; comoel
tanl-

or sim- ;;-J ¡; i; iunción'insrumental... En el hombre, signo


í"rbul-.. ielaciona tanto con la situación percibida pasado,
como con
dios de- ü"^íüüoii-i,i,iiiruda á imugi"rria (lo auiente, el que, el
ajo for- futuro, lo ficticio). Ahora bien: 1o más frecuente es en
:i;;ñ;.;;;;iu'pup.t-*, meramente accidental;por-la el obieto del
oso en percep-
(en el ;ñ;;i;r;; ¿tá ia-en sran parte determinado leios;
:ü;, ;i ;;.;rñí.i.rtJu"t6al no necesitaseir comprenden,
más ante
o, deci- ;;;'.i;;;;iil;;i¿n, lo. seres semejantes .en
plasticidad
;;;i. ;i; ú¡iái' N" o.uii. lo miimo cuando lá
punto de oear en
e;;¡; d. su percepción aumenta hasta elmalentendidosi.
reciente- con
Mettrie, ;ll3;;-if.;;";irr' inairiara.t de actitud v de su ,{
animal, ;;;.-;;¿;;unáo "i aspecto de 1o présente eldepende
aringe y ;;iá;ió; .;; 1o ausente y, sobre todo, iu-ando obieto.,mismtret
pata el del oensamiento pertenece totalmente al mundo lnvlslble; d
ngua no H",Í;iil;il' ;.:ü;; li.ui-"nt. construir por comple.to la
tanto, a ilñá;;-;; hi* t.i.tári" Para las.órdenesde-lós
v, para los relatos'
términos v la
puedan E;Ñi;ú;r; h,r.rrnr,'lá áiferenciación la necesidad de estrt
ficientes lib.;;;i d;;;. ioÁuinuliofl"r se deben a
consttucción.>>

b"
170 La psicología del comportaniento Habla

destacado papel como instrumento de la voz, pero su de 4,8


importanciá ielativa es mucho menor desde el punto diáme
de vista del funcionamiento de toda la organización pectiva
verbal del individuo. in lot
La anatomia del cuello y regiones superiores del larinse
tórax es 7a más complicada de todo el cuerpo. En la comrin
parte superior hay que examinar la cavidad de la boca, de en
ion las ésructurás (ue de ella dependen (región de la cen a
boca propiamente dicha, junto con los labios, las me- No
jillas,-la leng,ra, las encías, los dientes y el paladar) y ,rno d
la faringe, cuya porción nasal está separada de 7a zona tensan
bucal pór el velo del paladar y la campanilla. La f.arin- laringe
ge asciende hastala base del cráneo y recibe la abertura v de-e
posterior de las fosas nasales; por abajo comunica con áienci
el esófago y la laringe. anatom
La laringe puede dividirse en tres partes: nasal, oral mente
y de la laringe. La laringe es fácil de localizar en el voz es
varón por la presencia de la nuez de la garganta. Esta cales
prominencia ás el cartílago tiroides, consistente en dos manif
Iáminas laterales que se juntan hacia adelante forman- las cu
do un ángulo interior de 90" en el macho y l20 en al air
la hembra. La laringe está insertada en la lengua y contin
hueso hioides. Forman su armaduta tres cartílagos si- dades
métricos (tiroides, oicoides y epiglótico) y tres cartí- sonid
lagos apareados (aritenoides, corniculados y el cafiilagg encim
dJ Moigagni). Debe prestarse una atención especial al ge, la
caftílago de Ia epiglotis, situado frente a la abertura Pa
superior de la laringe, en la base de la lengua. La epi suscit
glotis sirve para cefrar el orificio de la laringe durante cambi
la deglución. Hasta Ia pubertad, la laringe es lisa, del- dad c
gada y muy semejante en el macho y en la hembra. En das p
la hembra, esta forma de ser continúa, pero en el varón, lating
hacia los trece años, se producen profundos cambios. iillas"
La laúnge se hincha como consecuencia del crecimien- están
to y engrosamiento de los cartllagos. Las cuerdas vo- indivi
calés se-alargan, bajando así e1 tono de voz. El diáme- canta
tro vertical, es decir, la distancia enme el borde supe- El
rior del catilago tiroides y el inferior del cricoides es vista
ento Hablar y peftsar 171

ro su de 4,8 cm. en el macho y 3,8 cm. en la hembra. El


punto diámetro transversal es casi el mismo: 4,3 y 4,1, tes'
ación pectivamente. El diámetro anteroposterior es á9 3-,6-cry'
in lot machos y 2,6 en las hembras. La cavidad de 1a
s del larinse contiené en su zona media las cuerdas vocales,
En la comrinicando hacía abaio con la tráquea. Esta se divi-
boca, de en dos bronquios, derecho e izquierdo, que condu-
de la cen a los pulmones correspondientes.
s me- No podámos ocuparnos áquí de la actuación de cada '\r
dar) y ,rno dá los músculós qre .rben o bajan Ia laringe o ,l
tensan v relaian las cúerdas vocales. La acción de Ia
¡

zona
f.arin- laringe y la íctividad a ella ligada son muy complejas ii

ertura v de-enorme importancia;


-la de todo esto se ocupa una
a con áiencia especial, fonética, con la que colaboran la "1l
anatomia y fisiología. Limitémonos a decir muy breve-
, oral mente: 13, que 1á única sede de la producción de la
voz es la gioiis membranosa, junto con las cuerdas vo-
,

en el
Esta cales (la i'blación de éstas hace imposible el lenguaje
n dos manifiisto); 2.",7a vibración del aire producida por
las cuerdas' uo.ál.t parte de la glotis y es. transmitida
I

man-
0 en al aire circundante, primero de la cavidad pectoral, a
gua y §arganta y de-la boca.. .Estas cavi
continuación, de Ia -r"-nudores.
os si- dades actúai .o*o La modificación del
cartí- sonido proviene esencialmente de las- partes situadas
iilagg encima áe 1as cuerdas vocales (el vestíbulo de la larin-
cial al ge, la faringe, la boca y Ta.nariz).
ertura Para que esta resonancia se produzca- es necesarlo
a epi suscitar modificaciones en Ia tensión de las paredes y
cambios en Ia longitud, anchura y forma de esta cavi-
i

rante I
, del- dad continua. Modificaciones que deben ser acompaña-
a. En das por movimientos tanto eniima como debajo de la ¡l

arón, latinge, y sobre todo a nivel de Ia lengua, paladar, me- :

iillas"v'lábios. Los sonidos emitidos por la voz humana il


mbios.
mien- están"comprendidos entre tres y cuatro octavas' Pocos
s vo- individuos^ alcanzan tres octavás' La gama real de un .*

iáme- cantante raramente sobrepasa las dos octavas'


supe- El lenguaje articulado consiste, desde el punto. de
des es vista físió, én ,r.ru serie de sonidos espiratorios e ins-
172 La psicología del comportarniento Ilablar
piratorios especiales producidos en la cavidad resonante Todo
de la boca, faringe y nariz. No es preciso que estén en acc
combinados con los sonidos de la laringe. En la con- tan de
versación hablada, en ios gritos y en la canción, los preverb
sonidos de la laringe se combinan con los de Ia boca miendo
y faringe, pero en el murmullo susurro si¡ ys2- aparato
-el
no hay sonidos de la laringe. Muchas veces, desde los respue
primeros trabajos de Czermak (1858), se ha amputado Los há
ia laringe. Naturalmente, el efecto inmediato es la dad, n
destrucción de Ia posibilidad de hablar en voz alfa, movim
puesto que la palabta normal necesita el soplo de los etcéter
pulmones a través de la laringe; pero en tanto que el como p
aire pueda pasar de los pulmones a la faringe y a la vocales
boca, queda la posibilidad de Ia palabra en voz baja cimien
(murmullo). Cuando es totalmente imposible establecer midas,
una comiente de aire entre los pulmones y la boca (por <<Co
ejemplo, cuando se abre 7a tráquea debajo de la laringe de un
y el paciente debe respirar por una abertura practicada puesto
en el cuello), entonces desaparece toda palabra articu- gente
lada, incluso la murmurada sotto uo'ce. Sin embargo, clama:
estos indiuiduos pueden hacer, y de becho los hacen, uab (
todos los t¡uot.¡ittientos necesarios para enitir una pala- tiene g
bra articulada. Por otra parte, aquellos individuos a los sílaba
que se les ha separado la respiración de Ia faringe, mera
aprenden pronto ahablat, formándose nuevos hábitos segund
de lenguaje. La sustitución o difusión de los mecanis- la segu
mos es muy amplia. Pero ¿puede concebirse que los como
mecanismos sensomotrices se destruyan hasta tal extre- en gru
mo que sea absolutamente imposible la organización la cua
del lenguaje y, por consiguiente, del pensamiento? Es Los g
probable, comenta §(/atson, que esta eventualidad pro- pás, c
vocara Ia muerte del paciente, pues en la expresión preced
están implicadas una musculatura y una inervación de- <<S
masiado extensas y demasiado profundas como para nidos
que pueda privarse impunemente de ellas al individuo. son la
De todas formas, este estudio está aún por hacer; hasta nga (
ahora no ha interesado ni a los cirujanos ni a los espe- la »
cialistas de la reeducación del lenguaje. como

¡r
niento Ilablar y pensar L73

onante Todos estos mecanismos que hemos descrito enÚan


estén en acción la primera vez que el niño grita. Se manifies-
a con- tan de nuevo cuando profiere sus primetos sonidos
ón, los preverbales no adquiridos, como <<da,> o <<ta>>. Resu-
a boca miendo, diremos que el bebé aprende a manejar su
ys2- aparato vocal 1o mismo que sus dedos y manos, como
de los respuestas indiferenciadas a estímulos muy diversos.
putado Los hábitos de manipulación, y después los de habili
es la dad, no se desarrollan en el niño más que a partfu de
z alfa, movimientos espontáneos de los dedos, manos, piernas,
de los etcétera. Lo mismo ocurre con los hábitos ve¡bales:
que el como punto de partida, el niño dispone de los sonidos
y a la vocales no adquiridos que va emitiendo desde el na-
z baja cimiento. He aquí algunas de las observaciones, resu-
blecer midas, entre centenares de ellas, por la señora Blanton: I

a (por <<Con un poco de ptáctica puede distinguirse el gtito I

aringe de un niño del de oro, aun en una sala de 25 sujetos,


ticada puesto que los sonidos más altos vaúan como en la
articu- gente de mayor edad. El sujeto -ñ4, el primer día, ex-
bargo, clama: u (cut), nah (at), y acentúa la última sílaba,
hacen, uab (at), wuh (cut), ha (at).El 'grito de hambre'
a pala- tiene generalmente un ritmo bien marcado: la primera
a los sílaba del sonido preliminar se presenta como la pri-
ringe, mera parte de 1a primera conÚacción estomacal; la
ábitos segunda, o silaba acentuada, como la segunda parte de
canis- la segunda contracción, con una úpida toma de aliento
ue los como tercera. Este compás se repite frecuentemente
extre- en grupos de 5 o 6, cada vez un poco más fuerte, hasta
zación lacuarta o quinta, quedando la últíma más suavizada.
o? Es Los grupos se repiten según este ritmo. Y cada com-
d pro- pás, con un diapasón ligeramente más alto que el
resión precedente.»
ón de- <<Sonidos emitidos durante el primer nxs5.-lss ss-
o para nidos de consonantes que se oyen con más frecuencia
iduo. son la m, seguida de a, como rrua (at),la a como en
hasta nga (nat),la g como en gah, la h como en ha (at),
espe- la » como en uab (at),7a / como en rah (at),7a r
como en burr, con un sonido muy suave, y la y como

¡r
174 La psicologia del comportamientct Hablar

en yab (at). Las vocales son o como en owl, e como cuando


en feel, oo como en pool, d como en and y a como en nio de
lather (relativamente raro).>> La misma autora escribe sentam
<<que es muy interesante señalar que muchos de los berón.
sonidos de los animales se encuentran imitados en Ia se rep
sala de matemidad. El graznido de la gallina de Guinea, propon
el balido de la cabra, el gruñido del cerdo o el maullido .i.ró u
del gato salvaje, están todos muy bien imitados». 'dada',
A. Grégoire, que estudió detenidamente las prime- sayos
ras manifestaciones en dos sujetos (L937), concluyó qú. h.
<<que parecían emanar de Ia necesidad de una actividad
lás sig
general y constituir reacciones reflejas fisiológicamente puest;
determinadas, ptobablemente universales. Las distin- pr.rtu
ciones de las lenguas nacionales serían tardías y adqui- iímulo
ridas. A las vocales fáciles de articular se juntan voca- que se
les inspiratorias, aspiradas, vibtantes y labiales frica- veía o
tivas, chasquidos y formas fuertes. De este rico bagaje Es i
vocálico no todo se conservará. Só1o se mantendtán forma
aquellos fonemas que se repitan alrededor del niño y 'bla-bla
que sirvan para controlar y reemplazar actos y ob- dido).
jetos»>. sonido
nunca
En este estadio en que se va perfilando la adquisi- de rep
ción por adiestramiento (Ombrédanne), rü/atson inten- bra é
tó hacer surgir experimentalmente un hábito verbal 'dada'
en un niño pequeño; he aquí sus observaciones: ouerid
<<Hasta finales del quinto mes, B. no presentaba más ó.rrnd
que el clásico repertorio de todos los niños de su edad: ciado
ruidos de arrullo, 'aghoo' y variantes bastantes claras biberó
de'a' y 'ah'. El de mayo de 1,92L comenzamos a
1,2 rnás t
relacionar estos sonidos con el biberón (al niño se Ie palab
había alimentado de esta forma a partir del tercer mes). i 7a a
Procedfamos asl: 7e dejábamos que mamata del biberón .1" ou
un momento, después'se lo quiiábamos, dejándolo de- dudó
lante de él; se movía, se estremecia y volvla a cogerlo. bal. M
Inmediatamente pronunciábamos la síLaba'da' en voz más f
alta. Repetimos este experimento todos los días du no al
rante tres semanas. Siempre Ie dábamos el biberón Efe

&
ientct Hablar y pensar 775

como cuando coftxenzaba a lloriquear y a gemir. El 5 de ju-


mo en nio de 1921 pronunció la palabra'dada'cuando le.pl9-
scribe sentamos la^palabra estímulo juntamente con el bi
de los berón. En se§uida le dejamos que mamara de é1. Esto
en Ia se repitió üés veces, y todas con éxito;-siempre le
uinea, proponíamos la palabra estímulo' Después le quitamos
ullido .i.ró u.."t el tiberón, y sin estímulo alguno, dijo
'dada', refiriéndose al bibérón' Durante uno de los en-
prime- sayos repitió varias veces ,'dada', -'dada','dada', sin \r
ncluyó
qú. h.rbiésemos pronunciado Ia- palabra estímulo. En rl

vidad lás siguientes semanas fue tan fácil provocar esta res-
mente
puest; como cualquier otro reflejo corporal. La res-
distin- pr.rtu vetbal estaba estrechamente ligada a este es-
adqui- iímulo. Pronunció esa palabra en algunas ocasiones en 1

que se le puso delante un conejo, pero nunca cuando


voca-
frica- veía otros objetos. I

bagaje Es interesante notar que el 23 de junio consiguió


ndtán formar otros tipos de sonidos, tales como 'boo-boo'.
niño y 'bla-bla' y 'googóo' (sonidos nuevos que no había apren-
y ob- dido). Esta vez flo repitió 'dada" Emitía estos nuevos
sonidos con rapidez y sin titubear, pero no pronunció
nunca'dada'. Á1 dia siguiente, el 'dada' se transformó
dquisi- de repente, y sin que se le hubiese presentad-o la pala-
inten- bra éstímuló, en 'dad-en', mientras que el. antiguo
verbal 'dada' sólo aparcció una vez. Creo que si lubiésemos
ouerido desoidenar los hábitos nuritivos del niño, es-
a más ó.rrndo las ocasiones en que él mismo hubiera pronun-
edad: ciado el sonido 'dada' pata darle inmediatamente el
claras biberón, habríamos lográdo formar este hábito mucho
mos a
rnás tápidamente. Quizá nuestro estímulo verbal (la
se Ie
palabri'daáa') no haya tenido el menot efecto en orden 'I

mes). i 7a aparición de esia respuesta, en el caso favorable


berón .1" oué sursiera cuando Ie alimentábamos. Es decir,
olo de- dudó que a-esta edad pueda hablarse de incitación ver- *
ogerlo. bal. Más tatde apatecé realmente Ia imitación, pero lo
en voz más ftecuente ei que nosotros imitemos al niño, y
as du no al revés.»>
berón Efectivamente, durante este perlodo, los padres oycn

&
176 La psicología del coruportamiento Hablar

todos los sonidos que el niño emite, y cuando alguno ella ha


se aproxima a una palabra afticulada, en seguida pro- y le di
nuncian la palabra que más se le asemeja (escogida entre ieso b
los objetos que rodean al pequeño). Es, pues, una imi- design
tación más aparente que real; los padres, al imitar bre iie
constantemente un sonido, ofrecen un estímulo al que dará u
los mecanismos vocales del niño están progresivamente He
dispuestos a responder. TJna
Este condicionamiento no ,se fortalece, para conver- de est
tirse en un auténtico hábito del lenguaje, sino asocián- y colo
dose a la actividad de los brazos, de la mano y de Ias ál obs
piernas y haciendo posible su sustitución. dedos,
Mientras el niño permanece en la cuna o en los bra- cuand
zos de su madre y otras personas velan por é1 y le dan cuando
cuanto desea, no experimenta ninguna necesidad de tus bo
desarrollar su lenguaje. Peto si se examinan sus hábitos otto,
corporales, precisamente cuando comienzan a brotar los estable
verdaderos hábitos de lenguaje, se aprecia que puede é1no
ya responder de manera aptopiaáa a centenares de comie
objetos y situaciones, por ejemplo, a su muñeca, a una cuand
botella o a cualquier oto juguete. visión
Entonces su mundo circundante se complica. Nece- capaz
sita acciones rápidas y breves si quiere participar per- umbu
sonalmente en ese medio y progresar. funcio
Pongamos un ejemplo parcialmente hipotético. Es- galta
condamos a un niño sus juguetes. iQué hará en este á^drr
caso? Se pottatá poco más o menos como un animal múscu
hambriento. Esbozará incesantes movimientos de con- <<A
iunto, entre los cuales tambíén los de las estfucturas lugar?
del lenguaje, como se nota por la emisión de sonidos seÁtir
<<sin un fin determinado>> (grtiñidos, chillidos, suspiros). la rca
La formación de la gatg,anta en esta etapa del creci- En oc
miento es tal que se emite preferentemente un sonido batgo
dado (por ejemplo, «dada»). El niño pronuncia este palíb
sonido cuando comienza a arr¿strárse. El observador. Ut, p
que conoce el modo como el niño coloca sus juguetes la pa
y el número de veces que los utiliza, supondrá que ción
está buscando una muñeca y que no dejará de hablar de concr
12
miento Hablar y pelxsar 177

alguno ella hasta que la encuentre. Va por 511a, se. la tiende


a pro- y le dice: áquí tienes a tu 'dada'.» f.epetid este pro-
entre ieso bastantes veces y .<dada>> servirá tiempre para
a imi- designar a la muñeca; el niño 7a llamará por este nom-
imitar bre iiempre que la busque. La palabra entonces que-
al que dará uniáa a la acción de búsqueda de la muñeca'
mente He aquí otra observación hecha por §0atson:
TJna caja, en la que el niño guarda sus- lt¡guetes, sirve '\r
onver- de estíniúló aI cuál respondJ abriéndola y cerrándola
ocián- y colocando en ella sus objetos. .El experimentador, ll
de Ias ál observar que reacciona a \a caia con sus manos y
dedos, empieia a decirle, a una edad conveniente,- <<caia>>
s bra- cuando el-niño la tiene en sus mano§, <<caja abierta>>
le dan cuando la abre, <<caja cenada)> cuando l¿ cierra y <<pon
ad de tus bolitas en la caia>> cuando hace esto. Así un día y
ábitos otto, hasta que los reflejos condicio,nado's estén bien
ar los establecidos. Durante este tiempo, 7a caia, que ante
puede é1 no suscitaba a1 principio más que hábitos corporales,
res de comienza ahora a motivar hábitos verb¿les' Dice <<caja>>
a una cuando la coge, <<caja abietta» cuando la abre, etc. Ira
visión de Ta"caia sá convierte ahora en un estímulo
Nece- capaz de ptouócur acciones corporales o verbales' o
ar per- umbut o 1á vez. Se establecen una serie de conexiones
funcionales entre la visión y los músculos de Ia ga*
o. Es- galta y de la laringe, patalelas a las primeras ya for-
en este á^drr, que van dél mismo receptor (el ojo) a los
animal músculos de los brazos y Piernas.
e con- <<Ahora, cuando se presente la caja, ¿qué acto tendrá
cturas lugar? ¿Ei manual o él verbal? F.n este punto se hace
onidos seÁtir .iaramente la influencia del medio ambiente en I.

piros). la rcalización y maduración de los hábitos del lenguaje'


creci- En ocasiones,'La caia puede estar a la vista y, sin em-
sonido batgo, es incapaz de alcanzarla. Entonces dice 'caia',
a este palíbía que reletirá insistentemente por toda la casa' It

vador. Ut, p.rrb.ra cualquiera (padres, helma-nos, etc.), al olr


guetes la palabta caja, se aPresura a dfusela. Como esta situa-
rá que ción se repiíe'todoi los días no sólo con este objeto
blar de concreto, tino .o., muchos otros, el niño aprende que
12
L78 La psicología del corruporta¡niento Habla

la emisión de la palabra es un estímulo suficiente para l¡o'w-b


incitar a los demás a darle 1o que quiere, sin tener nece- tamos
sidad de hacer los movimientos corporales correspon- Rose',
dientes para obtenerlo. Se produce una sustitución de todos
un hábito cotporal por un hábito de lenguaje. Ahora, antes
con una palabta, consigue mover a un adulto; sus ex- primer
presiones son órdenes.>> había
La adquisición de los hábitos convencionales de la doble
conversación pone de relieve un furtcionamiento a lo. El
niuel del refleio condicionado (hábitos vocales) ruás palabr
una conexión asociatiua ulterior de la palabra, adqui- dicien
rida rnediante la unión de los hábitos corporales con cuatro
el obieto que dicba palabra designa (auténticos hábitos dos pa
3.
del lenguaie) especi
antes,
En este momento, el niño pasa de 7a palabra aislada
go.go'
a1 grupo de palabras, La adquisición de los hábitos de
palabras y frases se desarrolla simultáneamente.
'how-
§Tatson observó este paso de una palabra aislada al por la
primer conjunto de dos palabras. En el sujeto 8., esta cuarto
unión se presentó por primera vez cuando el niño al- estas
canzó 7a edad de un año, siete meses y veinticinco de gr
días; disponía entonces de un vocabulario de 52 pala- pensam
bras sueltas. <<Durante un mes §(/¿15q[- Ap
-escribe
presentamos, de cuando en cuando, una forma verbal de do
de dos palabras como 'hello, marr,a', 'hello, dada', sin tres p
éxito. Un día, su madre le dijo: 'Di adiós, papa'. Res- que la
pondió con esta frase: Adios 'pa'. Luego repitió con estftlc
ella 'adiós...' (bye), después dudó; cinco segundos A los
más tarde recordó 7a palabra'da', Se le halagó felici verba
tándole verbalmente, etc. Pasado algún tiempo dijo un añ
con el mismo intervalo entre los dos sonidos: '... by. niños
: Sengés escribe: <<Las acciones habladas son acciones hechas
ba cla
dos veces; esta duplicidad y Ia prolongación por medio de la bras,
palabra constituyen la libertad máxima. Las palabras resumen educa
historias y acontecimientos; a través de ellas permanecerán y mome
existirán. El hombre que cuenta su vida, pronto comenzará a
pensar» (El lenguaje ! la organización de la conciencia infantil: tatab
<<Evolution psychiatrique», t936). Es ev

¡L
niento Hablar y pensar 179

te para l¡o'w-bo'w'. El 15 de agosto, dos días después, inten-


r nece- tamos hacerle decir 'hello, mama', 'hello, Rose', 'tata,
espon- Rose', 'tata, mama' (tata quiete decir 'gracias') En
ión de todos los casos había que presentar el estímulo verbal
Ahora, antes que apareciera la respuesta. Dijo también, por
sus ex- primera vez, 'b7ea, mama'. Hasta este momento no
había sido posible obtener una respuesta de palabra
s de la doble sin habede presentado dos palabras como estímu-
ento a lo. El 24 de agosto consiguió unir por sí mismo dos
s) ruás palabras; pot ejemplo, señaló el zapato de su padre
adqui- diciendo 'zapato-pa' y el de su madre 'zapato-ma'. Los
es con cuatro días siguientes empleó todas las respuestas de
hábitos dos palabras anteriormente citadas sin una esüuctura
especial, más algunas que no habian sido elaboradas
antes, como 'tee-tee-bos¡ bow' (el perro orinaba), 'bébé
aislada
go.go' (cuando alguien cogía sus juguetes), 'mama toa',
itos de
'how-do shoes', 'baa mama', 'awri mama'. Cuando
e.
lada al
por la noche o a la horu de comer se Ie sacaba de su
8., esta cuarto pronunciaba frecuentemente estas palabras y
iño al- estas combinaciones, varias veces y en voz alta, hecho
ticinco de gran importancia para la teoría behaviorista del
2 pala- pensamiento.>>
¿15q[- A partir de este momento, el desarrollo de Ia fase
verbal de dos palabras progresa rápidamente. La etapa de las
da', sin tres palabras comienza con mayor lentitud, 1o mismo
a'. Res- que la de la formación de frases correspondientes a las
tió con estftlcturas normales de ia vida social de los adultos.
gundos A los tres años este niño poseía un notable repettorio
ó felici verbal, aun cuando nunca se le forzó. Cuando tenía
po dijo un año sólo conocía 1,2 palabras (es la media en los
... by. niños de esa edad). A los dieciocho meses se encontra-
s hechas
ba claramente por encima de la media, con 52 pala-
io de la bras, 1o que sucede frecuentemente cuando el niño es
esumen instituriz que está pendiente en todo
educado por una
cerán y momento de él (y en este caso que comentamos se
enzará a
nfantil: tataba de una ioven francesa que apenas sabía inglés).
Es evidente que en este estadio hay muchos factores

¡L ,l
180 La psicología del comportamieruto Hablar

qu-e inter.uienen en la rapidez con que se forman los dulares


hábitos de las palabras, frases y oraciones. que dep
nientes
Todas las observaciones parecen, pues, facilitar al ros soni
behaviorista la posibilidad de concluir provisionalmente afectivo
que el proceso inicial de Ia formación de hábitos del todo el
lenguaje se asemeja al de establecimiento de los refle- construy
jos condicionados motores, tales como la retirada de medio s
1a mano cuando se presenta un estímulo auditivo o de cond
visual a. para 7a
esperar
Si aplicamos el esquema watsoniano al ejemplo que
vencion
acabamos de comentar, podemos escribir: (sustituc
s ... ... R
cionami
ordinacio
Cualquier estímulo intraorgánico Dada (pronunciado) rá muc
condicionado, cuentas,
después nario pr
vista del biberón Dada (pronunciado) del niño
El estímulo incondicionado depende de la estructura El co
y de la etapa de maduración: eriá compu.sto de dife- general
rentes modificaciones de los tejidos muiculares y glan- a la ent
ciación.
{ A. -Ombrédanne es del mismo parecer (Nouueau traité de a\ azat,
psychologie):
lQaizá sea cómodo considerai el lenguajá coÁá Ieza del
gn ?specro de la reflectividad condicionada, tal comó Io definió
P_avlov. De hecho, parece que realmente es así, si no en todo Pero la
eJ campo de Ia actividad del lenguaje, al menos en esre aspecto Esta es
de adies.traniento que caructerizl la'prime¡a fase a. ,aq"iJ.ün de cuare
en el niño y que, como ejercicios d-e mnemotecnia. se encuen- jero. La
tra a lo largo de toda Ia existencia del hombre.
Bajo su aspecto_ de adiestramiento,la adaptación del compor- de adap
tamr,ento a los signos verbales se realiza por medio de una de apre
asociación entre un signo convencional v u-na acción determi- diferenc
nada. Decimos acción- y no objeto porqué el lenguaje del niño etcétera
indica que éste no distingue bien él o6íeto de lás ácciones en
que_ desempeña un papel. La unión temporal se fiía tanto más El ad
tácilmente cuanto con más frecuencia es renovada. Si ]a frase, zandola
7a palabra significativa se repiten varias veces en ausencia dó y muy f
4 acción de Ia- que deben sei signos, progresivamente van per-
diendo su valor de excitantei condiciónales diferenciadoso ciones e
(tomo III, p. 446), prenden

h
mieruto Hablar y pensar L81

man los dulares de las regiones de Ia gargalta, pecho y boca,


que dependen a su vez de estímulos viscerales o prove-
nientes del medio externo. Sobre la base de los prime-
ilitar al ros sonidos, que al principio tienen un valor puramente
lmente afectivo y mímico, se va construyendo poco a poco
itos del todo el edificio verbal. En los primeros momentos se
os refle- construye un tanto al azar. Debe ser elaborado por el
ada de medio social (los padres) gracias a una paciente labor
ditivo o de condicionamiento, escogiendo la ocasión propicia
para 7as relaciones provocadas o fortuitas. Hay que
esperar a que un sonido se parezca a una palabfa con-
plo que vencional para relacionarlo con un objeto o un acto
(sustitución de una cosa por un sonido). Con el condi-
cionamiento ultedor y el desarrollo de las demás co-
ordinaciones corporales, la amplitud del lenguaje varia-
unciado) rá mucho según los individuos; pero, en resumidas
cuentas, todos los sonidos simbolizados en un diccio-
nario provienen del repertorio de sonidos'no adquiridos
unciado)
del niño pequeño.
ructura
El condicionamiento no sólo actúa sobre la forma
general de la palabra o de la frase. Alcanza también
de dife-
a la entonación, a7a inflexión de la voz y a la pronun-
y glan-
ciación. Por otra parte, las inflexiones no se transmiten
raité de a\ azat, sino que parecen estar en relación con la suti-
já coÁá Ieza del juego de los músculos implicados en el habla.
definió Pero la flexibilidad muscular disminuye rápidamente.
en todo
aspecto
Esta es Ia causa de por qué le resulta difícil a un hombre
q"iJ.ün de cuarenta años aprender ahablat un idioma extran-
encuen- jero. La laringe pierde desde la adolescencia su facilidad
de adaptación, mienffas que el niño pequeño es capaz
compor-
de una de aprender cualquier idioma (teniendo en cuenta las
determi- diferencias en la estructura de 7a gatganta, de la boca,
del niño etcétera, heredadas de los padres).
ones en
nto más El adulto sabe responder de muchas maneras utili-
a frase, zandola misma palabra, según la entonación que Ie dé,
encia dó y muy frecuentemente en relación con las distintas reac-
van per- ciones emocionales. G. Dumas escribió páginas sor-
ciadoso
prendentes subrayando la importancia del condiciona-

h J
L82 La psicología del comportamienlr¡ Hablar

miento social, unido al aspecto vocal de las respuestas er.uiu


emocionales s. centfar
Desde los primeros años, el condicionamiento de un "át"t*t
gran número de palabras es múltiple. Así, por ejemplo,
ti¿"';i
en un niño de tres años la palabra <<mamá»> puede sel'
;j},".;
provocada: 1.o, por Ia visión de Ia madre;2.o, por lrr
l,T':"'¿
sino qu
fotografía de la madre; 3.", por el sonido de su voz;
4.o, por el ruido de sus pasos; 5." por el estímulo vi
H#i
sual de sus vestidos, etc. Entonces son elaboradas las ;;ffi;
ñiriI.ul
distintas formas de la respuesta <<mamá>>. El niño po-
drá pronunciar esta palabta con una voz aguda, etr Per
tono plañidero, dulcemente, bruscamente, con cólerrr "ririñ
t'# :'
o en el tono ordinario de Ia conversación. Según los
casos, los grupos musculares implicados intervendr¿ín Á'iiuri
de diferente manera. ;;'il;t
I¿"rit
Es sencillo observar que el niño, al crecer, irá adqui '"i:1
riendo una respuesta verbal condicionada para cualquier'
objeto o situación del mundo que le rodea. Pero hay d.i;t
que advertit que una serie de objetos del medio intcr ;;;ti;
mera
no reacciones yis6sl¿ls5- se quedan al margen
-lasproceso de verbalización. Es un hecho capital
cle este
despu
para §7atson, y se servirá de él pan explicar 1o que sc
áo. u
llama <<el inconsciente», que, para é1, es sobre todt, íJJ J
lo informulado. Nos referiremos a ello más adelantc. su ord
i;.;;
Antes de servir de estímulos para otras palabras, ;i,*,
éstas sirven de estímulo, en primer lugar, de la activi
dad manual, volviendo así a su origen. Esta respuesta,
il;;;
"-lóá
por otra parte, es normal en todo individuo bien orga-
nizado. Entre las palabras y las cosas se establece una
*;;;
';:;;
5 Véase e¡ el Nouueau traité de psychologie el capítulo sobrc
<<La mímica vocal>> (tomo III): «Lo que constituye la principal ;¿;f
dificultad de esta materia es la imposibilidad en que nos en- suale
contramos de conocer y analizat visualmente los movimientos ili;"
*^af
de la laringe, que condicionan la mímica vocal tanto como t'l
mismo lenguaje hablado... Es la sociedad, por mediación dc
lo que oímos, la que nos facilita las entonaciones de nuestr',r s#;
mímica. De ella, y no de nosotros mismos ni de nuestra ex¡-rc noso
tiencia particular, es de donde nos llegan los modelos auditivr,,;
que presentamos a la actividad de nuestra laringe.» I
;;;;;
L83
ienlr¡ Hablar y Pensor

uestas er.uiuatenc.ia!::::::,:k!:i:'l'J'#,*H,nTlil::.t.
centfar un unlvefso el
y transmitirlo al vecino' Permite tam-
de un "át"t*tii"i¿as consigo el.mundo ex-
ti¿"';i'ffi;;;á,i, ;i;i;á; llevar Entoñces
mplo,
;j},".; ;;;;l;'1; t, *i"au¿' el mundo' va
de sel'
por lrr
;;;';';:i.;biJ";
l,T':"'¿
"n presentes a tos
¡¡1-1f91
una ofganlzaclon
sino que se encuentra almacenado en
u voz;
H#i ::üi;i^G"*p;';;dÑ; en prime*r- lugar. ra
ulo vi
as las ;;ffi;; v"5ip..i.lr, to'n 1o' órganos sensoriales de los '\a
ño po- ñiriI.ulot"y el sistema nervioso)'
que las otras del
da, etr Pero esta otgarización no goz'a más tam-
"ririñ; á.";i;ii.t*te aiiadamente-'
"d;;.ilil; -
Depende :

cólerrr
ún los t'# :'" ;;;iÁ"lo'' ra conoier de qué
; P a

'J; a-la analogía que com-


Á'iiurii"r^ son éstos, volvamos
ndr¿ín
;;'il;t; anizació¡ 1* hábitos verbales con la
I¿"ritliát"áelos hábitos manuales'
adqui '"i:1:;; il;l,;;;,uvu'o' ar p.iano ra melodía
lquier'
d.i;t;;",1 d¿ ca;m;; án ',''
deáo' leYendo una
o hay
intcr ;;;ti;;;-i; pri-.'o o" u"o' es la música: la pri-
mera nota es do, y golfitn-ot la tecla cotrespondiente;
argen
capital después, re' qve tu-Éiét' hacemos sonar; luego otro
que sc
áo. un la' v así,,t"'iuu-"ttte' Las notas constit-uyena
e todt, íJJ J"r."rá.;it;;i; v las respuestas. corresponden
su ordenación' Pero ;"; ;; poco.de.ejercicio
podemos
elantc.
i;.;;;:;?;;';;; u Ái'.á melodía sin mirar la par-
abras,
;i,*,:i;:ñ;;;;"; hacerlo a oscuras' Y 1o mismo
activi il;;;;;át
"-lóá-o aprendemos a escribir a máquina'
uesta, prirrz.era r.espaestr
,. esto? Es que 1a-
orga-
*;;;i; "*pli.u 1p'i'.'u teclá golpeada al co-
;"r;ii:'"rd;
e una ';:;;";'^';;;;;-il ;"iáJiud' carmen) at
.sustituve
o sobrc de estímulos vi'
;¿;ffi"i;;;."tá,.t1-'iiut" a su vez de
incipal
nos en- suales.v este proce'o á" ""tit"ción estímulos per-
mientos ili;"¿l'"r.ral"á*i*io
*^af.ái" d" respuesta total'
omo t'l "'u
bien: el comportamiento verbal no tiene
nin'
ción dc
nuestr',r u"' p-alaÚa pronunciada o leída
s#;;;; t".i"r.. pu*
ante
a ex¡-rc nosotros bastará il"tt suigir la-frase entera' ¿No
uditivr,,;
I
;;;;;-;;uh.nt"-q"" 1u ptJn'ntiución en voz aka
184 La psicología del cornportarniento Hablar

es la mejor manera de recordar toda una frase entera? dida es


¿Cómo hemos aprendido a leer? Por lo general, visual- ;;1, l;;
mente; por ejemplo: <<Señor-cuervo-sobre-un-árbo1-
encaramado, etc.»> El ver <<señor» provoca la pronun-
(respuesta); también <(cuervo)> sus-
--ó*".t
"rr-
d"rpué
ciación de <<señor>>
citala respuesta de la palabra <(cuervo)>, y así con toda r.iiliri
la frase. La meru pronunciación de la palabra <<señor>> iiur .t
puede entonces convertirse en el estímulo motor que f;;il;"
inducirá a pronunciar Ia palabta <(cuervo)>. Es este me- infánci
canismo el que nos permite hablar de numerosos (¡pero .r-ri"
no a todo el mundo le sucede lo mismol) objetos o iri.irl.
acontecimientos lejanos en el espacio y en el tiempo ;;h;t;
sin estar directamente afectados por los estímulos ex- plemen
ternos correspondientes, ,rn r.a
Pero ¿no estamos precisamente ante un fenómeno Et
de <<memoria»>?
"r;i;;l
Áarru
Ya hemos visto que la <<memoria», lejos de ser un ;;;ifi;
proceso <<mental>> especial, implica en primer lugar la ;;if"t
retención de hábitos explícitos (manuales...) y des- ;J;r;;J
pués la de los verbales explícitos e implícitos, que en *u i.
^^-
el fondo son lo mismo. R;
<<Pof memoria §íatson- entendemos sim- mente
plemente -dice
el siguiente hecho: cuando un estímulo se práctic
nos presenta de nuevo al cabo de algún tiempo, reaccio- de. si
namos conforme al antiguo hábito (por ejemplo, pro- ;;;;i;
nunciamos las mismas palabras que anteriormente y f;fr;;
manifestamos el mismo comportamiento visceral emo- acentu
cional) adquirido cuando el estímulo se nos presentó Si,
por vez primera.»> d.-""
Se han hecho numerosos estudios, de los cuales Eb- t..ü,
binghaus fue el iniciador, sobre esta modalidad de l,r ;.;:";
retención de los hábitos verbales: ritmo y evolución ;;.ir;
del olvido, de la retención, etc. Todos bien conocidos clete
en nuestros días. Las tablas establecidas por Ebbinghaus nizac
señalando la proporción de sílabas sin significación que ir.ti
se recuerdan después de un período variable en el que
no se hace ejercicio demuestran que al principio Ia pér-
'".-".
".r
}
y Pensar 185
iento Hablar
deterioro
tera? dida es muy rápida; después, más lenta' Este
sual- ;;1, l;;iá- dl1 t.rg"ui" contrasta con la. pérdida ape-
bo1- de 1í Ápidez para escribir a máquinr
onun- --ó*".t.*iible
"rr-
d"rpuét d'. .rn lrrgo período sin practicar'
> sus- tlir¡u, ,igiiú.utivas (poesla), la pérdida es al
toda de teinta
r.iiliri" *Áti¿pi¿u, p..o "t' un interváloocurre que
eñor>> iiur .t aproximadámente igual'.Si a veces
r que f;;il;";; J. po"tiut o dE dialogos aprendidos en la
anos' '\,
e me- infáncia vuelven a recotdarse al cabo de,algunos
¡pero .r-ri" á"au como consecuencia de un sobreaprendizaje il
tos o iri.irl. Ebbinghaus demostró que una lectura realizada
empo ;;h;t;; í...t de lo neceiario para repetirla sim-
os ex- plemente tenía un gran poder de {ilación y necesitaba
,rn r.apr.ndizaie menor'
meno Et fondo, estos experimentos significan 1o mismo
"1 a la adquisición v retención de hábitos
"r;i;;l;i;;idás
Áarrul.r. Son hábitos que, en Ia vida cotnente' se
es decir' la
er un ;;;ifi;;^ iuntos. La mem'oria <<mental>>,
a la retención
gar la ;;if"t;;ióii ,.tbat muda, va unida
ydes- ;J;r;;JJo-u.rtuf"."pr.ito' Y ésta no es sino una for-
ue en *u i. hábito corPoral.
^^-
R;;*d;, .i l.nguuje ordinario,.expresa simpie-
"n de que, después de- algún tiempo §ln
s sim- mente el hecho
pler-
ulo se práctica de determinados hábitos, 1a 1u6qión no se
de. sino que se .n.**, como'formando parte de
la
accio-
;;;;i;;.iJ; áel individuo, aunque pueda haber su'
, pro-
nte y f;fr;;;. falta de ejercicio, un deterioro más o menos
emo- acentuado.
sentó Si, después de un período de ausencia, se presenta
d.-""áu" .1 antiguo éstímulo (o situación): 1'"'olabien'
an-

s Eb- t..ü, r"u..ió., ,"ápur".. claru y enérgicamente;


(errores); ,o
de l,r ;.;:";á;iu .o., "I"*entos negativostan fuerte de
ución ;;.ir;;;";.;, l. Árnifi.rt, cott ttn' dosis orgá-
cidos cleterioio que apenas qued-a nada de la,primitiva
di-
haus nización; en este .usol uolu"t a aprendér sería tan
n que ir.ti;" ;o..t¿.. dL .r.uo' Eita concepción de la
el que se aplica a los hábitos explrfitos,.como ttazal
a pér-
'".-".iu
.i.."rf.ráncia con un compás,1alar árboles o mon-
".r
}
r 188 La psicología del cornportanziento
samiento o, mejor, del pensar, del acto de pensar. En
primer lugar, nos invita humorísticamente §flatson,
conviene leer algún capítulo <<de uno de esos caldos
que, a propósito de esta función capitaT, nos presentan
w llabla

cable.
comp
postu
camin
los filósofos». Por el contrario, si las hipótesiJ behavio- a des
ristas parecen insuficientemente fundamentadas, al me- Dunla
nos tienen el mérito de introducirnos en el terreno de brió l
la observación; lo cual no puede decirse de las metafí- todo
sicas del pensamiento, que se mueven aún dentro de la
r enseñanza psicológica. Por otra pñte,7a educación re-
lengu
cia de
cibida desempeña aqul un papel muy importante: <(Se
Evi
nos ha inducido a creer, entre los brazos de nuesÚa
la ún
madre y en el laboratorio de psicología, que pensar es
era p
un fenómeno pluamente espiritual, impalpable, eva- mente
nescente, específicamente mental. Para el behaviorista,
anula
esta resistencia se debe a la repugnancia que sienten los
tada,
psicólogos a abandonarla enseñanza de Ia religión. Dado
inartic
el carácter oculto de los músculos ejercitados por la las m
función de1 pensar, ésta permanece siempre ináccesi-
es de
ble a la pura observación y a la experiencia directa; elabo
y somos muy propensos a juzgar como misterioso lo pero
que no podemos ver. Pero gracias a los nuevos descu-
tirpac
brimientos científicos, cada vez hay menos fenóme-
nos que no puedan observarse, es decir, cada vez tienen
la pa
hábit
menos ruzón de ser las supersticiones. El behaviorista
plícita
considera el pensar desde un punto de vista científico:
es una acción tan sencilla como jugar al tenis, y, como La
ésta, no es más que una parte de un proceso biológíco comp
integral.>> expre
parte
La expetimentación en este terreno va todavla muy nrism
retrasada; \üTatson admite que su punto de vista es cias a
bastante hipotético. Pero no siempre se ha expresado
tes.
de este modo. Sin embargo, nosoffos nos atendremos articu
a sus más recientes formulaciones. hasta
\ü/atson cree que lo qae ordinariamente se llarna pen-
infini
samienta no es otra cosa que el becho de bablarse a es co
sí mistno (palabra interior). En 7913 afhmaba simple- veces
mente que la <<conciencia>> (pensamiento) era inverifi- mano
ziento
w llablar j pensdl 189

ar. En cable. Pero la critica del pragmatismo y el estudio del


atson, comportamiento animal le indujeron a abandonar esta
caldos postura y, después, a buscar la explicación por oüo
entan camino, en el que 1a musculatura oculta estaba llamada
havio- a desempeñar un importante papel. Por mediación de
al me- Dunlap recibió el influjo de Max Muller, quien descu-
no de brió la importancia del pensamiento como función de
etafí- todo el organismo y, especialmente, de los hábitos del
de la lenguaje (Tres conferencias introductorias sobre la cien'
ón re- cia del pensarniento, Chicago, 1888).
e: <(Se
Evidentemente, los taouinaientos de la laringe no son
uesÚa
la única causa. Se ha demosffado más de una vez que
sar es
era posible extirpar la laringe sin destruir completa'
, eva-
mente la aptitud para pensar. La ablación de la laringe
rista,
anula el lenguaje articulado, pero no 1a palabra musi
en los
tada, en voz muy baja. El. murmullo y la modulación
Dado inarticulada dependen de las respuestas musculares de
por la
las mejillas, de la lengua, de la gatganta y del pecho,
ccesi-
es decir, de un conjunto de estructuras que se han ido
ecta; elabo¡ando al mismo tiempo que el uso de la laringe,
so lo pero que pueden seguir funcionando después de la ex-
escu-
tirpación de ésta. Según esto, 1o que realmente explica
nóme-
la palabra implícita o interior (pensamiento) son los
ienen hábitos musculares adquiridos de la conversación ex-
orista plícita.
ífico:
como
La musculatura de 7a garganla y del pecho es de una
ógíco
complejidad increíble y su funcionamiento real en la
expresión apenas ha sido investigado, siendo por otra
parte muy difícil de observar. Como ya sabemos, una
muy nrisma palabta puede ser pronunciada o musitada gra-
sta es
cias a centenares de combinaciones musculares diferen-
esado tes. Realmente, existen millares de modulaciones y
emos articulacicines posibles. Desde la voz claru y metálica
hasta la qae se pierde en un susarto, Tas variantes son
a pen- infinitas. La educación de estos órganos tan sensibles
rse a es continua desde el nacimiento. El niño utiliza mil
mple- veces el aparufo fonador por una que se sirve de las
verifi- manos. Y aprenclemos tan pronto a hablarnos a nos-
190 La psicología del comportamiento
V
t llablar
otros mismos como a hablar a los demás. Las nuevas llamad
combinaciones imadian mucho más allá de los meca- la expe
nismos delavoz. Las sustituciones se extienden a todcr cl proc
el cuerpo; la elevación de los hombros y otros muchos rlc tod
movimientos acaban siendo una manera de hablar. ¿Y
Cualquier respuesta corporal puede sustituir a una pa- Para
7abra. nes)> q
Se objetó que los procesos intracerebrales eran tan se refie
tenues que no se transmitía ningún influjo de los ner- actuale
vios motrices a los músculos, es decir, que las res- los per
puestas del pensamiento podían presentarse sin que Ia visuale
reacción llegase hasta los músculos o las glándulas cs una
(Lashley). Del mismo modo, A. Thorsen (y Krall) que las
quiso descubrir los movimientos de la lengua durante respon
el período interno (pensamiento), pero sus observacio- lno de
nes no revelaron movimientos significativos. Es cierto res en
que los experimentos se realizaron con instrumentos y en la
(sistema combinado de palancas muy sensibles) que supon
hab¡ían podido registrar resultados positivos, pero eran centríf
demasiado toscos para servir de base segura a conclu- el cam
siones negativas ó. Sin embargo, otros estudios (de Cur- estímu
tis, Courten, §Tyczoiko'wska, Reed y Clark) dieron re- mento
sultados positivos cuando trabajaron sobre sistemas rnucho
musculates más extensos que el de la lengua. Al menos, total d
se ha demostrado que el pensar no está limitado a los las imá
circuitos cerebrales, sino que implica también 7a acti- fenos,
vidad de regiones neuromusculares específicas, por la aluc
ejemplo, la de los músculos oculares en el caso de imá- te de
genes visuales (Jacobsen, Max, Stoy, Totten). El pen- cadeza
samiento va presentándose cada vez más como una fun- hipóte
ción de todo el organismo. Freeman destacó el aspecto con el
motriz del influjo nervioso demostrando el papel de genes
la tensión muscular y del refuerzo propioceptivo en la 7a teo
prende
6 Véase Relaciones entre
los moaimiefltos de la lengua y el reacci
lenguaje interior: <<Journal of exp. psychology»>,7925. El autor
supone <{que se trata de una actividad intraneuronal que no 7 Alg
implica necesariamente una expresión moffiz completa en cada tre, po
nivel del ptoceso)). cia de
miento
V
t llablar y pensar 191

nuevas llamada vida mental en general. Cuanto más progresa


s meca- la experimentación, tanto más va presentándose por fin
a todcr cl proceso del pensamiento como una parte integrante
muchos rlc todo el proceso de adaptación.
hablar. ¿Y las imágenes?, nos preguntamos entonces.
una pa- Para el behaviorista es lo mismo hablar de «imáge-
nes)> que de <<estados mentales»>, puesto que aquéllas
ran tan se refieren a meros recuerdos y no a datos sensoriales
os ner- actuales. Dunlap puso de relieve el papel de los estímu-
as res- los periféricos de naturaleza cinestésica en las imágenes
que Ia visuales. La sensación de esfuerzo en el globo ocular
ándulas cs una de las bases de 1a imagen visual. Piensa §latson
Krall) que las palabras u objetos a los que de ordinario no se
durante responde visualmente pueden suscitar, por el mecanis-
ervacio- lno de los reflejos condicionados, reacciones muscula-
s cierto res en el párpado, en los músculos del ojo, en ia pupiia
mentos y en la misma retina. En efecto, existen razo1es para
es) que suponer que Ia retina contiene elementos nerviosos
ro eran centrífugos. En resumen: estas investigaciones abren
conclu- el camino a una explicación sencilla del efecto de un
de Cur- estímulo interno en ausencia de Ia luz directa. El ele-
ron re- mento visual surgido intraorgánicamente podría ser
stemas rnucho más importante para la situación estimulante
menos, total de Io que hasta ahora se admite. La duración de
o a los las imágenes posvisuales (Swindel), Ia existencia de fos-
7a acti- fenos, los fenómenos debidos a un estlmulo eléctrico,
as, por la alucinación,los sueños, etc., son una prueba fehacien-
de imá- te de modificaciones en el sistema visual de una deli
El pen- cadeza insospechada. Y qtizá vengan a confirmar la
na fun- hipótesis behaviorista. Parece que no ocurre lo mismo
aspecto con el oído, el gusto y el tacto. Pero el conjunto de imá-
apel de genes visuales se levanta como una de las defensas de
o en la 7a teoria inrospeccionista de la conciencia, y se com-
prende el interés de §Tatson por distinguir enffe una
gua y el reacción visual y una <<imagen>>7. Para apoyar su tesis
El autor
que no 7 Algunos crlticos parecen menosp¡eciar este punto. J.-P. Sar-
en cada tre, por ejemplo, esctibe: <<Los bebaoioristas niegan la existen-
cia de las imágenes por razones metodológicas contrarias y, en
10)
q
La psicología del comportatruienl<t t Hablar

adujo testimonios de varios tipos; entre otros, Ia ol) charlote


servación del componamiento de los hijos de sord«r ridas, s
mudos. rrespon
cretos p
Es cierto que durante algún tiempo la única fotmrr La e
de <<pensar»> del niño es la palabra, hablar en voz alta. explícito
Todo padre ha oído a su hijo manejar sílabas y pala- aprende
bras a veces durante horas entetas. El proceso es mll- hables
r cho más activo cuando el niño está solo. A medida quc continu
su vocabulario se va enriqueciendo (por la educación centes,
o el contacto con el medio social) adquiere la costumbrc simples
de hablar siempre que hace algo y designar cualquiet el niño
objeto que polarice su interés. No observa nada, todo bitante
lo coge y manipula. En presencia de personas extrañas, pletarse
se calla. En una reunión mixta, habla o escucha. Si <<Procu
habla, 1o hace <<a tontas y a locas>>. ¿En qué piensa? etcétefa
En nada. Se limita a experimentar el condicionamient<-r ímpllcit
vocal, a fijarlo poco a poco, con el fin de it llegando los mov
progresivamente al lenguaje puramente implícito, sub- bles. E
vocal, que Ie permita adaptarse en silencio a toda clase Estas
de situaciones. Cuando tiene tres o cuatro años, el gular. P
niño se pasa el tiempo describiendo en voz alta lo van tod
que hace, 1o que piensa hacer y 1o que podría hacer. que exi
A 1o largo de su manipulación verbal, de su incesante piensa
están s
el fondo, metafísicas: 'Me gustatla desechar completamente las labios s
imágenes §üatson- y demosuar que todo pensamiento no llega
se reduce-dice
por naturaleza a procesos sensomotrices que tienen pre art
su asiento en la laringe'>> (L'iruagination, p. 130). §(atson es- mueven
cribió en 1930: <<41 sostener este punto de vista, afirmo ex-
presamente aquí que nunca he creído que el movimiento de la van da
laringe como tal desempeñara un papel predominante én el en alto
pensamiento. Reconozco que en antetiotes escritos me he ex- Cuan
presado, creyendo hacerme comprender mejor, de una manera
que podía inducir a esta interpretación.» De todas formas, la misma
metafísica no tiene parte alguna en esto. niero e
Señalemos que en su libro sobre Les Réues, escrito en 1941, binacion
Lhermitte, quien, no obstante, es decididametne introspeccio- trato v
nista, no llega a dar una base <<mental>> al estudio de las imá-
genes del sueño; por el contrario, insiste en su estrecha depen- situació
dencia de los fenómenos visuales reales. sidad a
t)
q Hablar y pensnr
ruienl<t t L93

Ia ol) charloteo, apenas distingue las formas verbales adqui


sord«r ridas, sin saber casi a qué objeto o acontecimiento co-
rresponden, de las que yahan sustituido a objetos con-
cretos perfectamente conocidos.
fotmrr La educación influye mucho en el paso del lenguaje
oz alta. explícito al implícito. El niño aprende a pensar cuando
y pala- aprende a musitar. <<No estés siempre hablando»>, <<No
es mll- hables en voz alta»>, «Tu papá y tu mamá no están
da quc continuamente hablando»>, etc. Son estas órdenes ino-
ucación centes, pero de una importancia capital Entonces
tumbrc simples movimientos de los labios manifestarán que
alquiet el niño comienza a pensar acerca del mundo y sus ha-
a, todo bitantes, Pero esta prohibición no basta; debe com-
trañas, pletarse con otra: <<No estés siempre musitando cosas)>,
ucha. Si <<Procura leer sin mover los labios>>, <<Lee con los ofos»>,
piensa? etcétefa. La palabta pasa entonces a ser puramente
mient<-r ímpllcita. Pero detrás del muro de los labios cerrados,
egando los movimientos continúan, aunque no sean observa-
o, sub- bles. El proceso se convertirá en <<subvocal>>.
da clase Estas etapas no se suceden siguiendo un orden re-
ños, el gular. Probablemente comiencen a 7a vez y se conser-
alta lo van todas en la edad adulta. A p:esar del apremio social
hacer. que exige \a palabra subvocal, \a mayoúa de la gente
cesante piensa hablando y gesticulando, sobre todo cuando
están solos. La persona que lee en el Meffo mueve sus
ente las labios sin datse cuenta. Un gran número de individuos
amiento no llegan nunca a la fase de la lectura silenciosa, siem-
e tienen pre articulan claramente las palabtas: los labios se
tson es- mueven, por poco que sea, a1 unísono con los ojos (que
rmo ex-
to de la van dando saltos), como 1o hace la voz en la lectura
e én el en alto.
e he ex- Cuando <<piensa»>, el hombre se comporta aún de la
manera
rmas, la misma manera. Observad a un contable o a un inge-
niero en acción. La mayoúa de las operaciones y com-
en 1941, binaciones aritméticas o geomémicas tendrán un subs-
speccio- trato verbal o manual manifiesto. El examen de una
las imá-
a depen- situación que exige una decisión induce con más inten-
sidad a manifestar el lenguaje semiexplícito. Muchas
t)
r 194 La psicologia del cotruportatnieulo

personas no llegan nunca, a 1o largo de su vida, a al-


canzeir el estado del pensamiento implícito puto, salvo
cuando <<sueñan»>.
Así, pues, el apteodizaje social es un factor de primer'
, Ilablar

su etap
de las
Los
domud
orden tanto en la adquisición del lenguaje articulado viéndos
manifesto como en el rcchazo de este lenguaje, en unión lralabra
con determinadas situaciones, hacia la musculatura pro- que pa
i
funda cerada. ¡Son raras las personas que combinan rr Laur
armoniosamente ambos ptocesos! Si el lenguaje mani- rnanua
fiesto o musitado subsiste tan copiosamente en el hom- [.aur¿t
bre cuando está solo es porque Ia educación ha creado ,ligital.
wa doble expresión verbal permanente de toda la con- tcmátic
ducta del individuo. Sin embargo, consigue desembara- lando
zarse de ella cuando está en su habitación particular, vaban.
pues ningún estímulo le incitará directamente a reac- Tant
cíonat en voz alta. Esta, en la soledad, proporciona in- son mu
cluso estímulos contradictorios al irumpir el estímulo Espere
auditivo en una esfera muda, En este caso es sufi- a la inv
ciente con la palabra silenciosa; el individuo se habitúa rnás, e
a ello y termina por emplearlo en cualquier estado de lengua
vigilia; por supuesto, también en el sueño. Pronto sa- cletrás
brá aislarse aun en medio de una multitud. cjempl
<<La experimentación \&¡atson- ha demos- circulac
trado que en la -dice
adquisición de los actos cotporales que algo ta
exigen habilidad toda reducción capaz de abreviatla y 1s¡is¡
de aumentar su rapidez y eficacia se reaTiza en ú1timo guaje, -
término en el individuo según el método de ensayo- del pe
error. A veces nos damos cuenta de este perfeccio- de la i
namiento y lo expresamos con palabras; pero normal- hay raz
mente no lo notamos o no 1o expresamos más que bas- clepend
tante después de haberlo adquirido. Probablemente ocu- la activ
rre lo mismo con la palabra y el pensamiento mudo. medios
Aun cuando pudiéramos desentrañar los procesos im-
plícitos y registrados en una cinta sensible o en un Este
rodillo, es posible que ya estuviesen abreviados, redu- conside
cidos y economizados, a menos que su fotmación no lar, cu
se haya observado desde el momento de ransición en trata, p
el que adquieren un carácter definitivo y social, hasta mento,
atnieulo , Ilablar y pensar 195

a, a al- su etapa final cuando el individuo se sirve de ellos fuera


o, salvo de las adaptaciones sociales.»>
Los testimonios recopilados a propósito de los sor-
primer' domudos van en el mismo sentido. Estos hablan sir-
iculado viéndose de movimientos de las manos en lugar de las
n unión lralabras. Y paru pensar utilizan las mismas respuestas
ra pro- que para <<hablar>>. El doctor S. Gridley Howe enseñó
mbinan rr Laura Bddgman, sordomuda y ciega, un lenguaje
e mani- rnanual y digital, y comentaba qlue, aufi en sueños,
el hom- [.aur¿t se hablaba enzpleando con rapidez el lenguaje
creado ,ligital. Max confirmó estas opiniones estudiando sis-
la con- tcmáticamente los sueños de los sordomudos y seña-
embara- lando las contracciones de los dedos que se obser-
rticular, vaban.
a reac- Tanto en los mudos como en las personas normales
ona in- son muy difíciles de descubrir los procesos implícitos.
stímulo Esperemos que los nuevos conocimientos conduzcan
es sufi- a la invención de nuevas técnicas de observación. Ade-
habitúa rnás, es preciso tener en cuenta que los procesos del
tado de lenguaje subvocal están mezclados con muchos offos,
onto sa- cletrás de los cuales con frecuencia desaparecen; por
cjemplo, los fenómenos de deglución, respiración y
demos- circulación, que atenúan, oscurecen y enredan sin cesar
les que algo tan delicado como es la actividad del lenguaje in-
viatla y 1s¡is¡ incluso quizá formen parte de ella-. El len-
ú1timo -s
guaje, manifiesto o implícito, y cualquier oilo proceso
ensayo- del pensamiento implícito, no pueden ser separados
rfeccio- de la integración corporal total. De todos modos, no
normal- hay razón para considerados como un misterio especial,
ue bas- clependiendo esencialmente, como a veces se cree, de
nte ocu- la actividad cerebral, o que escapa por completo a los
mudo. medios humanos de investigación.
sos im-
o en un Este es el momento de volver al proceso de1 pensar
s, redu- considerado como un fenómeno de adaptación particu-
ción no lar, cualquiera que sea el terreno donde se ejerza. Se
ción en trata, pues, de saber en qué situaciones, eru qaé mo-
l, hasta mento, pensarnos nosotros.
196 La psicologia del contportamiento Hablar

Cuando una persona se queda pensativa tenemos la de homb


costumbre de preguntaúe en qué pierr-sa. El <<en qué>>
pie. Co
puede describirse, en términos generales y según Ia or'r. tur
psicología inttospectiva, como un conjunto de imáge- á" ,n
nes, lo cual no nos soluciona naáa. El behaviorista Dispo
cree que es preferible plantearse el problema como se rriii
or-,"
plantea con las respuestas y los movimientos corpora- áo un i
Ies. Un ejemplo: ¿en qué circunstancias, con ocasión sí mism
de qué, utilizamos nuestras manos, nuestras piernas o Áá, o
el tronco? En este caso, la respuesta es clara: siempre ..Átido
que la actiuidad de las manos, de las piernas.o del tron- mas de
co nos permite escapar de una situación a Ia que no los res
llegábamos a aruoldarnos inmediatamente. Observad ,Jas.lEl
a un hombre que tiene que ir a trabajar:le será preciso is tYpa
andar para poder l1egar. O a otro que tiene hambre: suieto'
se dirigirá a Ia nevera de su casa o al restaurante. o in q,,
De la misma rnanera puede plantearse la siguiente del pe
cuestión: ¿cuándo porlemos eru acción manifiesta los Esta
músculos de la laringe? ¿En qué situación hablamos? euaie m
Respondamos con §Tatson: siempre que Ia actividad áos'(re
manifiesta de la voz pueda ayudarnos a salir de una v"tbiot
circunstancia de la qüe no podrlamos liberarnos de .rt...t
(soñar
otro modo, o cuando esta respuesta es mejor que una
respuesta corporal manifiesta. tuj.i .
lu¡ y, p
La palabra subvocal (pensamiento) no actúa de dis- p.t.it"
tinta manera. E¡tta en acción, utilizando subvocal-
binacio
mente nuestra organización del lenguaje, cuando po-
Des
demos aleiarnos de una situación a la que no nos hemos
adaptado.El pensar abarcael uso subvocal de cualquiet miento
clase de lenguajer por ejemplo, la repetición implícitr clasific
de una frase o de un verso, soñar despierto,la formu- ensayo
podíía
lación de proposiciones en términos lógicos, la conver-
sación sobre los acontecimientos de la jotnaáa,la pro-
iil.r.
gramación implícita de1 día siguiente o el comentario l.áilr^
de las situaciones contradictorias de la vida.l Recordc- áuos.
mos que el término <<verbalr> designa cualquiér proceso campo
mímico capaz de reemplazar a la actividad verbal pro- 1:
piamente dicha o anterior a ella, como el encogimiento t al est

A
197
miento Hablar ! Pensar
mos la de hombros, ei fruncimiento del ceño o el balanceo del
n qué>>
pie. Comprende también los movimientos implícitos
egún Ia or'r. turot la lectura de una palabra escrita o el uso
á" ,n " manual para sordomudos.
.Odigo
imáge-
viorista Disponemos, pues, de toda una escala de expresiones,
omo se or-," rriiiiru*os'aibitrariamente a 10 largo del día. Cuan-
orpora- áo un individuo habla o musita, está expresando para
sí mismo los problemas que se le plantean, con voz
ocasión
Áá, o *.no. ilu.r. Pero iambién puede pensar, en- el \tr
ernas o
iempre ..Átido estricto del término, subvócalmente' Las for-
el tron- mas de este proceso, si iuzgamos por la diversidad de
que no los resultadoi conseguidos,- serán infinitament e v ar'ia'
servad ,Jas.lEl resultado úlirno de un proceso de pensatniento
preciso is tYpalobra finat pronunciadi-explícitamente po.r el
ambre: suieto' ( concltisión)' o la actiuidad cot'poral manit'iesta'
e. o in q,,, se entrega después de haber agotado eI p'roceso
guiente del pensarniento;
sta los Esta definición se aplica tanto a-los-bábitos del lsn-
amos? euaie más automáticos y más protundamente efitatza'
tividad áos'(repetición subvocai de estrofas poéticas, -dt p'9-
de una v"tbiot, de sentencias, de oraciones) como a los más
nos de .rt...t á.."te sometiáos a los estímulos emocionales
ue una (soñar despierto). Se aplica también a los procesos ver-
tuj.i ..Áitrrbituales (ieer un libro, preparat una char-
lu¡ y, pot último, apunta igualmente a. los hábitos que
de dis-
bvocal-
p.t.it"r, aTcanzat ñuevos resultados (proyectos, com-
binaciones verbales, etc.).
ndo po- la actividad del pe¡sa'
hemos
Desde este punto de vista,
alquiet miento podría^dividirse en tres grandes grupos' Esta
mplícitr clasificaóión propuesta por §7atso-n no- es más que un
formu- ensayo. Probablimente los niveles del pensamiento
podíían distinguirse mejor siguiendo criterios más su-
conver-
la pro- iil.r. oot eiemplo, atendiendo a las formas técnicas,
indivi'
entario l.áilr^i,-¿.l y-.o.iul.t de la actividad de los en este
ecordc- áuos. Pero apénas comienza la experimentación
proceso campo. Las iret formas inücadas son las siguientes:
bal pro- 1: La utilización subuoca:l de palabras trasladadas
miento t al estado de hábito autonxático.-Entonces el pensar

A
198 La psicologia del comportamiento Hablar

no implica ningún aptendizaje. Es el ejercicio de una sus elem


función verbal implícita ya adquirida. En este caso ;;.;;;
estamos ante un mero desarrollo de hábitos vocales á.
en el que las sucesiones de palabras son invariables. oue""iá
no
Ejemplos: las citas, las rimas, algunas respuestas mate- ;i;,;;'';
máticas sencillas (2 y 2 son 4), cantidad de prescrip- ;i;;H;;
ciones profesionales, adminístrativas, económicas y téc- -o.fh
desde
nicas, muchas órdenes, etc. Este tipo de respuesta cons- ü.
tituye Ia trama de Ia mitad de la actividad <<mental>> ;"il;;;á
de los hombres. Corresponde a un género de estímulo mática
y comportamiento muy sencillo: nada de movimientos 3.o
de ensayo o búsqueda ni nuevo ttabajo, como sucede rituve
"*á"';
cuando se trata de resolver ptoblemas desconocidos.
Denro del mismo grupo puede clasificarse el soñar dizaie.
despierto. Según \ü7atson, esta especie de ensueño que o.^rián
nos abandona a los automatismos <<se produce sobre es nuev
todo como respuesta a estímulos deficientes, de cual- ;;;;;;;-
quier tipo que sean (por ejemplo, la ausencia de activi- ;;;;;
dad sexual, \a f.alta de alimento o agua, la privación ;;;;;;"
del medio ambiente habitual o de los compañeros, le ;;;;Üi.
carencia de excitantes), o, por el contrario, el influjo resolv
de excitantes (música, alcohol, drogas, etc.)>>. ;"bi;;
2| La solución de probleruas qae no sofl nueuo: ;;ñ;;
del todo, pero tan poco lrecuentes que exigen un. conl- Per
portaruiento aerbal de ensayo.-Todos los procesos r"^ü"
parciales ya han sido recorridos por el individuo y for'- iaremo
man parte de su organización, pero no es capaz de uti- i;;.";;
lizarlos automáticamente. El proceso verbal implícito il;;;.^
existe, pero se ha hecho demasiado poco ejercicio: srr ,n^ ,r
puesta a punto exige cierto aprendizaje. Es el caso cl.l ilr.á"
recuerdo de frases olvidadas y la aplicación de difc *";;;.
rentes fórmulas matemáticas a un pioblema concret(). go. cu
Así, por ejemplo, sabemos <<de memoria»> la tabla rl..' Ei¿-;
multiplicar, pero para multiplicar subvocalmente y cor) tra ha
rapidez )33 pot 33 nos será necesario un breve tantc() Rep
verbal, con el mlnimo de movimientos superfluos; sóI,, -i""i,
conseguiremos hacerlo de prisa cuando tengamos un todas
poco de práctica. La organización existía !á err torkr: I i;; il

T
199
iento Hablar y Pensar
Este
e una sus elementos, sólo que estaba un po-co embotada'
e caso ;;.;;; ; diiiere Lsencialmente de la recuperación
á. -á""rt <<desaprendido»>' Si hace mucho
ocales
ables. oue""iát"i,"
no montamos en bicicléta, necesitar-emos algunos
mate- ;i;,;;'';;;;;;Ñ; a hacerló con Perfección; de.la
escrip- ;i;;H;;;u, ln p"rrona que-no. conduce u9.9oc\e
desde hace varios años habrá olvidado Ia postcton oe
y téc- -o.f.".rt
v á. lo. pedales; después d: algunos
kiló-
cons- ü.
ental>> ;"il;;;á,1.i.nao vtlverá ^ ttnér una habilidad auto- \qt,
ímulo mática absoluta.
entos 3.o El máxinao incremettto de estos dos tipos cons-
el proble-
ucede "*á"'; cl pensamiento conslructiuu-Ahora
rituve
cidos. ;;á"", v .udu vez supone un esfuerzo de. apren' en
soñar dizaie. Para el organismo significa una <<crtsls)>'
ño que o.^rián.t grave. La"situación, al menos prácticamente'
a ella limi-
sobre es nueva para nosottos. Debemos reaccionar
e cual- ;;;;;;;-"ti,,.rro de adaptación subvocal' El pen-
;;;;; jisc,rrrivo, combinado, es de! mismo. tipo'
activi-
ación ;;;;;;".du .o.td,r.it a una adaptación bajopodemos formas
os, le ;;;;Üi..;;t.-§i-el proble.nu t' n"éuo, siyno vemos
nflujo resolverlo mediante una acción externa nos
;"bi;;á;; i'iioptu, una manipulación verbal implícita'
ueuo: ;;ñ;; ftente al pensamiento más constructivo'
. conl- Pero aun aquí, el comportamiento verbal encuentra
cesos r"^ü"i"¡.ti" ." "l comportamiento manual' Mane-
y for'- iaremos un aparato desconocido hasta que sepamos
i;;.";;i; r*.iáIut; mas con cada apanto nuevo de-
de uti- lnecesitamos abrir
plícito il;;;.^..p"il iáa" el proceso' Si
cio: srr ,n^ ,r.ttu'oue tiene ,na c.rr^d"ra muy complicada'
so cl.l ilr.á"t-*it Ávimientos con la llave hasta queembar- haya-

e difc *";;;.;bi"ri, a secreto de la cerraduta;mismo sir.r


pro-
cret().
go. cuantas veces nos encontremos con el
bla rl..' Ei¿-;, otras tantas deberemos poner en práctica nues-
y cor) tra habilidad.
antc() Repitámoslo: esta división en tres formas de pensa-
s; sóI,, -i""i,, es totalmente arbitraria; de hecho, s€ presentan
os un todas mezcladas y unidas a otras actividades corpora-
torkr: I i;; il;;;áo, émotiuos v orgánicos influven ditecta'

T
F 204 La psicologia del contporro*r§
indiuiduo no puede reaccionar et? an /Trofitento cual-
quiey más que de una sola forrna. La explicación dad¿r
en el
Habl

do d
de m
-campo manual es también válida §aru el terreno tró l
vetbal. «En otras palabras: si conociésámos la génesis
Ah
de todas las formas de comportamiento de un ind"ividuo
le so
y el detalle de su organizatión, si pudiésemos ordenar
si és
-manejar las distintas situacionei que desencadenan
o
cido
tal o cual forma de esta organizaciói-r, no tendriÁá,
rlh necesidad de un término óomo el de sisnificación.
. tació
plíci
Sigyiligar es sólo una ?ndnero de decir to [ue ltace cl
e. ción
indiaiduo»>
obse
En cuanto a la primera objeción, únicamente es po-
.. sido
sible dar una respuesra metodológica. El behavioriita
tífica
afhma sencillamente que, suponiendo que Ia respuesta
infer
al estímulo no se manifiestelnmediataÁente, sino que
pora
lo mismo puede presentarse como comportamiento utr-
de lo
bal que como manual explícito, en éste caso ocuffe
sent
{go que no es_esencialmente disiinto de 1o que se pro- que
duce cuando_ el comportamiento es explícito. Esta'mos
este
ante una inferencia lógica, tan legítima como la que
obse
hacemos cuando se máta de un froc.so manual áel
serv
que no conocemos más que el resultado final.
verb
.Dad a una persona un mecanismo sencillo, por ejem- será
plg, yn cerrojo con un. secreto cualquiera,' y ariuaU
sola durante una hora. A vuestro regieso, á, pr.r.rrt,
tant
técn
e1 cerojo abierto. ¿Vais a pensar q* .n ese intervalo
imp
de tiempo se ha producido uria interiención misteriosa?
dula
De ninguna manera. Aun cuando no 1o hayáis observa-
real
I
e §flatson analiza tam
.
de la lglesia:
como sigue la «significación», por ejemplo, sea
saber,to q,re la'Iglesia signihca para'loi
<<Para
hombres hay qge considerarla como un átímulo"y v.r qlre ierc.
ciones desencadena en u11a taz^, grupo o indiviáuo dados. pa-
ralelamente a esta investigación, §ueáe hacerse otru prru ,ub.i
go.1.Oué Ia Lglesia_ exige tal o cual respuesta. LlegirÍamos al H
f-olklore y a la influencia de las institucjones sobre"los indivi- los
dl'or, ,1 influjo de los padres sobre los hijos; nos asomaríamoi
al reino del incesto, de las tendencias homoséxuales, etc. Dicho quie
de otra manera: estaríamos ante un problema comb cua.lquier de l
oüo sometido a la observación sistemática y a la experimen- cion
tación.»> incl
ro*r§ Hablar y pensar 205

cual- do directamente, supondréis que ha habido un proceso


dad¿r de manipulación, al término del cual la persona encon-
rreno tró la solución correcta.
énesis Ahora plantead a alguien un problema difícil y dejad-
viduo le solo una hora. Volved después a pedirle Ia respuesta:
denar si ésta es correcta, habrá que admitir que se ha produ-
denan cido un proceso por el que el sujeto consiguió 7a adap-
driÁá, . tación verbal. ¿Por qué ruzón este proceso verbal im-
ación. plícito va a ser más misterioso qlre el de una manipula-
ace cl ción explícita? ¿Porque todaaia no hemos llegado a
observarlo como conviene? Pero este argumento habría
es po- sido válido también contra centenares de hipótesis cien-
oriita tíficas que se han verificado después. De momento,
uesta inferiremos sin temor que los procesos verbales (y cor-
o que porales) implícitos son los únicos tipos de organización
o utr- de los que se puede afirmat razonablemente que pre-
ocuffe sentan una utilidad cualquiera en una situación en la
e pro- que hay que pensdr. Es evidente que para conocer a
a'mos este respecto un poco más de 1o que se deduce de Ia
a que observación de Ios resultados finales decir, la ob-
al áel servación -es
del comportamiento manifiesto expresado
verbalmelrte o de la actividad corporal que se deriva-
ejem- será necesario recurrir a instrumentos especiales. Por
riuaU tanto, se hace indispensable una auténtica revolución
r.rrt, técnica. Sin embargo, el que ésta se reüase no puede
rvalo impedir que la psicologla progrese. La psicología glan-
iosa? dular existe, aun cuando no sepamos nada de lo que
serva- realruente suc€de en una glándula endocrina, como
I
también existe el electromagnetismo, sin que para ello
jemplo, sea obstáculo el misterio de Ia electricidad.
ara'loi
e ierc.
os. pa- 2
,ub.i
mos al Hemos señalado de diversas maneras que en realidad
ndivi- los hábitos tlzanuales, uerbales y uiscerales no se ad-
ríamoi quieren por separado, e independientemente los unos
Dicho
a.lquier de los otros, ni en épocas distintas. El individuo reac-
rimen- ciona con todo su cuerpo a una situación concreta,
incluso a una situación pensada. Naturalmente hay
206 La psicología del conzportarniento I Habla

excepciones, pero de momento prescindimos de ellas manua


con el fin de no fijarnos más que en lo esencial: los co, bra
hábitos manuales, viscerales y verbales no pueden su- musita
plirse, ya que existen simultánearrente como elementos se des
de una función integral total. ,r.r.u,
Aun la más superficial observación de los niños de- de fal
mlrestra el desarrollo coordinado de Ia actividad de las organ
manos, vísceras y laringe. Su aprendizaje se realiza en t .""oro
común, funcionan también juntas, con el retraso o la d.rüs
predominancia posible de una de las funciones. En da el
cualquier caso, el desarrollo del hombre consiste en cipan
que todo objeto al que se enfrenta o toda situación
or^d..
en la que se ve inmerso supone el desencadenamiento
sea p
de una actividad a la vez visceral, manual y de la
laringe.
cualq
mieni
He aquí un esquema en el que \Tatson resumió esta
dependencia: attás,
Se trata aquí
del aprendizaje del golf, más extendido El
en América que en Europa. Pero podría hacerse Io 1o me
mismo a propósito de cualquier oto tipo de aprendi los es
zaje. Las flechas indican la interdependencia de los que r
tres sistemas de hábitos: C representa 7a organización ei ad
A
mer
A Organízaciórt Vo
B B otal cleL jueglo
C
1,

clel golf realic


C en cu
A Organízacíórt rrtanua u.cer
B verbal sión
espec
quier
o parte
L
9 acció
L
l{ Es
<<me
Ensayos
verb
Fig. 2
plejo
Esquema del aprendizaje del golf. Nuestras manos (así conro verba
los brazos, tronco, piefnas y pies), nuest¡a laringe y nuestr¿rs
vísce¡as aprenden simultáneamente
manu
I

&
Hablar y Pensar 207
niento I

ellas manual del golf (utilización de los pies, pietnas, tron'


al: los co, brazos, ,ionot y dedos); A, el lenguaje (manifiesto,
en su- musitado y subvocal), es decir, las palabr-as con que
entos se designan los agujeros, los palos, los golpes, las di-
,r.r.u, lortrru., lá manera de golpear la bola, el tipo
s de- de faltás cometidas, etc.; B representa la curva de la
de las organización visceral: antes y después- de cada golpe
za en t .""orodrrc.t modificaciones de la circulación, las glán-
o la d.rüs .rto-*cales cambian de ritmo, se acelera o retar- '*,q{,
s. En da el aparato excretor; en fin, todas las vísceras parti-
te en cipan Á el ejercicio. Cada una de estas funciones deben
ación or^d..tur." cánvenientemente si queremos que el golpe
iento
sea perfecto (ya se trate de este juego, de1 tenis o de
de la cualquier otro), y 1o consiguen gracias al condiciona-
mienio de todas iut prrt.t que comenzó mucho tiempo
esta
attás,
El hábito visceraldesempeña un papel capital, por
ndido
se Io 1o menos tan importante como 1os hábitos de los múscu-
rendi los estiados. En cuanto a los hábitos verbales, diremos
e los que reaccionamos sobre todo gtacias a ellos; así, en
ación ei ad,rlto, los condicionamientos verbales son de pri-
mer orden, y de segundo los viscerales y manuales.
rt Volvamos al jugador de golf. Ya falle su golpe, 1<-r
eglo
realice con toda perfección o juegue mediocremente,
en cualquier .ato interv.nátá una reacción verbal; a
u.cer terá posible leerla en sus labios o en su expre-
sión u oírle si al golpe acompaña alguna sonoridad
especial. En el terreÁo de juego o en el campo de cual-
quier actividad manual la organización uerbal lornza
parte integrante de la organización total que entra eu'
acción en el aPrendizaie.
Este hecho es el que dete¡mina la existencia cle la
<<memoria>>. En efecto, si admitimos que el
proceso
os
verbal funcionalmente forma parte de todo acto com-
plejo (es decir, casi siempre) y si consideramos esta
conro verbalización como una constante de nuestros actos
manuales, la memoria, como ya lo hemos señalado,
str¿rs
I

&
208 La psicología del conzportanziento Hablar

setá esencialmente el funcionantiento del elerneruto Vats


uerbal de uru bábito cornpleto. proceso
no supiésemos hablar de nuestros hábitos, si no mos un
-losSiverbaTizáramos, elemen
siempre que quisiéramos expresar-
los tendríamos que ejecutar el acto entero; sería precist, vioso,
transportaf con nosotfos todos los objetos que nos pr.ná"
fuesen necesarios. Pero, en este caso, lá existencia dc y sus
sociedades plásticas como las nuesffas sería totalmentc t El m
imposible. Si se presenta el elemento manual de una (L, 2,
organtzación total ejemplo, si cargo de tintl anda;
adecuadamente -por se dirá: «El cárga su plu-
mi pluma-, organiz
ma.»> Pero si yo hablo de ello en lugar de hacerlo, vis-uale
habría que,decir: <<El recuerda la manira de cargar su al pian
pluma.»> El esquema (Fig. 2) construido por lü/atson lal res
descubre, a propósito del golf, que si la parte manunl pectiva
(A en el esquema) de una organización total debe ma- ia mel
nifestarse después de una excitación apropiada (la dcl bastará
terreno de juego), la respuesta manual organizada del quedar
individuo con su palo será una demosración tan elo-
cuente de la <<memoria>> como una confetencia acercl
del golf.

Series de objeros (estínulos)

Este es
Series de respuestas cinestésicas (organización ruanual) a tocar
se retir
Fis. l Porque
Esquema que simboliza cómo se forman los hábitos manualcs. do irov
Sr, ,§r, .§., son los objetos (por ejemplo, las notas aisladas tl,. mieñto
una melodía). RKr, RKz son las respuestas manuales dadas ,r guiente
cada nora. Al ver la nota do (,§,), sdgolpea la tecla do (RK,)

t4
¡,
ziento Hablar y pensar 209

neruto Vatson preparó esquemas análogos ab-arcando el


proceso complelo de la integración corporal. Suponga-
si no mos una respuesta manual a un estímulo visual. Los
resar- elementos de1 esquema no representan el sistema ner-
recist, vioso, sino unidades de organización corporal que com-
ue nos pr.ná"., Ios receptores, los conductores, los efectores
cia dc y sus anexos.
mentc t El medio está representado por series de objetos ,,{\
de una (L, 2, 3, ...). Efectivamente, el hombte se mueve y
e tintl anda; el medio ímpone, pues, cierto orden a nuestra
u plu- organización man.rál. Sr, .!z representan los estímulos
acerlo, vis-uales (por ejemplo, las notas de una melodía tocaáa
gar su al piano con un solo dedo). RKr, RKz y RKr repre-sentan
/atson lal respuestas a los estímulos visuales ,Sr, .§z y 53, res-
manunl pectivamente. Después de una repetición frecuente de
be ma- ia melodía (adquilción del hábito), 7a nota inicial Sr
la dcl bastará para suscitar la melodía completa. El esquema
da del quedaría entonces así:
n elo-
acercl

@@@@@

Fie. 4
Este esquema representa 1o que se produce cuando se aprende
al) a tocar üna melodía..fr, se mira la primera nota (do), después
se retira Ia partitura. Sin embargo, se sigue tocanclo. ¿Pot qué?
Porque, desde el momento en que la visión de la primera nota
nualcs. do irovoca la pulsación de la tecla /o del piano, este movi'
das tl,. mieñto (RK,) ie conviette en estlmulo del movimiento si-
adas ,r guiente (RKr). La primeta respuesta se ha transformado en un
(RK,) estímulo sustituido del segundo objeto

t4
¡,
210 La psicología del contportamieuto Hablar

RKr, RKz, RK, y RKa, aun continuando siendo res- y visce


puestas (como cuando al principio se miraban las no- transfor
tas), ahora sustituyen al estímulo visual de las notas, No h
en el otden en que se aprendieron; estas respuestas comple
llegan a ser, a 1o largo del proceso de aprendizáje, es- preclom
tímulos cinestésicos de la respuesta siguiénte. posición
Lo esencial en este esquema casi clásico del hábito peña u
es que enseña que el medio ambiente organiza simul- tipos. E
táneamente Ios grupos de hábitos conexionados, de los ción vis
que depende el comportamiento uerbal y oisceral. En profesi
este caso podrá modificársele de la mane¡a siguiente: a la ve
fundida
plo, en

S, Se c
plicació
primer
infancia
cuales l
En est
reeftlpl
La c
niños p
avaoza
ción ve
reempl
verbal
ner de
I
sencilla
está ya
@ refiere
Fig. 5 siete m
<<Rose
etcéter
Aqul, Sr y 52 son siempre los objetos: RKr repre- del «le
senta la organización cinestésica unida al objeto; RV¡, desde l
7a organización verbal, y RGr, Ia visceral. RI/r y RGr grancle
se convierten, respectivamente, en sustitutos laríngeos montar

¡,
mieuto Hablar y pensar 211

do res- y viscerales de Sz, de la misma manera que RKr se


as no- transforma en un estímulo motor sustituido de .lz.
notas, No hace falta decir que cualquier acto compleio y
uestas completo pone de relieve tal o cual organización. El
je, es- preclominio de uno u omo está en función de la dis-
posición orgánica hereditaria de la educación y desem-
hábito peña un importante papel en la determinación de los
simul- tipos. En las actitudes emotivas domina la organiza-
de los ción visceral; en los movinientos inherentes a cualquier ,{L
al. En profesión manual, 7a otganización manual; en clranto
iente: a la verbal, aun cuando se encuenüe especialmente di-
fundida en todo tipo de actividad, predomina, por ejem-
plo, en el maestro o en el locutor'de radio.

Se citan dos categorías de excepciones en esta im-


plicación mutua de las organizaciones corporales. En
primer lugar, los hábitos conttaídos durante la primera
infancia, clespués los que se forman más tarde y en los
cuales los elementos viscerales predominan claramente.
En estos dos casos, la organización aerbol no parece
reeftlplazar a la corporal.
La cosa está bastante clara en 1o que concierne a los
niños pequeños, La otganización corporal está ya muy
avaozada antes que el niño disponga de una orgariza-
ción verbal auténtica. Só1o a los treinta meses consigue
reemplazar cada elemento de un hábito manual por el
verbal correspondiente. Hacia esta edad puede dispo-
ner de 400 o 500 palabras, sirviéndose de frases muy
I
sencillas; por el contratio, su comportamiento manual
está ya muy diferenciado y es bastante hábil. \X/atson
refiere el siguiente caso: el pequeño Billy, cle veinti'
siete meses, no forma frases más complicadas que ésta:
<<Rose coger Billy, abrigo de Billy»>,
adiós>>, <<Poner
etcétera. Simplemente repite las palabras y las frases
epre- del «lenguaje para niño>> que se le diríge. Sin embargo,
RV¡, desde los dos años sabia utiTizar un autotnóvil bastante
RGr grancle de pedales; sabía hacerlo andar, conducirlo,
ngeos montar dentro, enderezatlo, inclinarlo y saltat a liert^.

¡,
212 La psicología del comportamiento .r llablar
Rechazaba toda aytda, se caía sin Ilorar y volvía clc
nuevo a subirse. Su única sustitución verbal eta: <<Billy viene s
va en el coche.»> Girar el volante a la derecha o alair,- dos an
quierda parra ir en esas direcciones, pedalear más fuertc excepc
en un subida, darse cuenta de que cuanto más pronun- tencia
ciada eru la pendiente más aumentaba la velocidad; todo memor
eso no desencadenaba ninguna otganización verbal. Por' mos an
i,
prenata
el contrario, las respuestas manuales e¡an perfectas,
incluso después de semanas o meses sin practicar nada. individ
Es evidente que el desarrollo verbal se conseguirrí No es
después con una rupidez vertiginosa, y el niño pasarri
primer
a 7a fase del charloteo incesante, de los monólogos in- iia» no
terminables, de los cuentos. proyect
1ü/atson piensa que este carácter deficiente de la or- El pte
ganizacíón verbal infantil basta pata explicar la auser¡- mente
cia de memoria en el niño y la pretendida reducción dc una ex
los recuerdos infantiles al <<inconsciente>>. Si el niño
impote
no puede acordarse de sus acciones, sino, como máximo, Otra
repetirlas desde el punto de vista motor, es porquc I ceral e
nunca las ha vetbalizado. En general, no se aprecia l,r de que
memoria adulta antes de los dos años y medio. lWatson mentos
obseryó las reacciones de un niño de esta edad frentc neral,
a su bibetón: lo había <<olvidado>> totalmente, no habí,t Ia infa
quedado ninguna huella verbal de este instrumento extern
tan importante en la alimentación infantil, había des condici
aparecido la organízación manual (succión) 10. contra
En estas condiciones, ¿puede hablarse del retrocestr balizan
de los recuerdos infantiles en el «inconsciente>>? EI respue
behaviorista cree que no. Los psicoanalistas pretenden t ráoidam
que a esta edad la actividad espontánea, productora dc n',i,u d
placer, cae bajo el control social: las sanciones fami- ía
liares y sociales determinarían una retirada penosa al ciones
<<inconsciente>>. La terapéutica psicoanalítica consegui- formal
ríaliberx estos tecuerdos ocultos, curando así los com- la refr
plejos morbosos de la vida adulta. Sin embargo, con- los cua
paru7a
r0 Recordemos que, por otganización manual, hay que enten-
_ raya §
der cualquier organización que.activa la musculaturi estriada; laies d
por tanto, también le boca, los labios, etc,
, los refl
miento .r llablar y pensar 213

lvía clc
: <<Billy
viene señalar que esta <<liberación» no alcanza recuer-
dos anteriores a los tres-cuaffo años (y aun éstos muy
alair,-
excepcionalmente). No obstante, si se pretende la exis-
s fuertc
tencia de una memoria más antigu¿ de una
pronun- -i¡sl¡¡5e
d; todo memoria i¡¡¡1¿u¡s¡i¡¿-, el behaviorista dirá que esta-
bal. Por' mos ante un juego de palabras: el desarrollo orgánico
prenatal y poit.iior al nacimiento deja su huella en el
rfectas, i, individuo, i.to no es una huella sustiiuida ni repelible.
r nada. ,,d{
seguirrí No es una «memoria»>. Los supuesto§ recuerdos de los i

pasarri
primeros meses que afluyen más tarrle a la <<concien- t

gos in- iia» no son más que adquisiciones verbales posteriores


proyectadas en el-pasado del individuo o de la familia.
e la or-
El ptetendido <<inionsciente)> que rcemplazatía total-
auser¡-
mente la vida <<consciente»> no sería entonces más que
ción dc una expresión mitológica de lo informulado y de -La
impoteñcia humana ante la actividad no verbalizada.
el niño
áximo, Otra excepción: como conjunto, la organización ais'
porquc I ceral está poco o nada uerbalizada. Ese es el motivo
recia l,r de que todos los actos complejos en los cuales los ele-
Watson mentos viscerales predominan totálmente sean, en ge-
frentc neral, impugnados con dureza por Ia sociedad. Durante
o habí,t Ia infancia,-los hábitos ligados a estímulos del medio
umento externo son los primeros observables y los primeros
bía des condicionados a lá naciente organización verbal' Por el
contrario, Ios estímulos de origen interno no se ver-
rocestr balizan (o se hace en muy escasa medida), aunque las
>>? EI respuestas que a ellos da el organismo se condicionen
tenden t ráoidamente v puedan ser transfetidas a situaciones
tora dc n',i,u diversas.
s fami- ía vida social exige una transferencia de las reac-
nosa al ciones viscerales y emocionales, pero no exige tan
nsegui- formalmente su expresión verbal, antes a1 contrario
s com- la refrena: aquí se ercuentran 7os temas prohibidos,
o, con- los cuales, por eso mismo, forman un terreno propicio
paru7a expresión «libre>> (poesía, pintura). Como sub-
e enten- raya §7ation, nuestros hábitos musculares y glandu-
estriada; laies dan muy poco que hablar, el establecimiento de
, los reflejos salivares, después los hábitos de eliminación
214 La psicologia del coruportamiento .l Habla

y los que están ligados a la producción del orgasm() 5."


sexual, no exigen verbalización «Pocos son los hom nrrái"
bres y mujeres que transforman en palabras su org¡- l;;;;;r
nizacíón sexual,>, y si lo hacen es de una manera muy ;;1;;
grosera. Como cuando se expresan verbalmente situa tímul
ciones viscerales inadmitidas por la sociedad (eructo, ,rJ,
emisión de gases, masturbación, micción, etc.). La ver- activid
balizació¡, en estos casos, es una excepción. Puede in- { 6.
cluso decirse que no hay una nomenclatura adecuad,r sesún
para designar objetos y situaciones viscerales. En cuan- iu'rpu
to al sistema tan complejo y tan poderoso de las secrc- meni
ciones intetnas y del mecanismo humoral en general, está c
¿no sigue siendo un verdadero desconocido para Lr ,á.i¿
expresión verbal? el te
Veamos cómo resume el behaviorista sus conocimien- En
tos referentes a las telaciones de las organizaciones ma- rrbú
nuales, viscerales y verbales: ;;;
1." Un número considerable de hábitos manuales s,' iÁa
fotman, sobre todo durante \a infancia, sin los hábitos .i.nt
verbales correspondientes. Iitera
^riii¿
2." Gran parte de la organización visceral (los
músculos lisos y las glándulas) queda continuamentc .r tu
debajo del nivel verbal no sólo durante la infanci¿r, ir.r.
sino también a 1o largo de toda la vida. iii-ti
3." Puede afirmarse razonablemente que esta or ,""do
ganización no verbalizada es la que constituye el <<in i.-.i
consciente>> de los psicoanalistas (el llamado incons- pura
ciente qrizá tenga ora explicación científica, el bloquc,, Añ
por cualquier razón de la organización verbal; por priu
ejemplo, si un individuo, en un asunto amoroso, tieu(' i, 1o
sus razones tanto para pronunciar el nombre de un,, ili¡r
joven como para callárselo. En semejante caso, sólo st' áot
manifiesta la organización visceral: sonidos incoheror. gftr
tes, sonrojos, etc.). Es 1o que permite a los introspct' i.t .
cionistas hablar de los <(procesos afectivos»>. ticul
4." Es regla general, a 1o largo del desarrollo, Lr ;;;i;
amalgama de las organizaciones verbales, viscerales v u.io
manuales cuando se alcanza la edad conveniente. ¡
;;;;;
215
amiento .l Hablar y Pensar
gasm() 5." Desde que la verbalización de los hábitos ma-
hom nrrái", .o-i. n á, 7u organización verbal. adquiere rápi-
u org¡- l;;;;;r;; carácter dórninante, pues el hombre debe
;;1;;; t,rt p.obl.-as verbalmente' Una palabra-es-
a muy
situa tímulo puede entonces provocar una respuesta organl-
ructo, ,rJ, *'a organismo o modificar el curso de cualquier
a ver- actividad.
de in- { 6.o La <<memoria>>, obstáculo para el behaviorista
que
cuad,r sesún la psicología de la introspección, no es más ]{t{i\

cuan- iu'rpuri.iO" de ina réplica verbal de hábitos anterior- i


secrc- menie adquiridos' En sentido behaviorista, Ia memo¡ta
eneral, está compi:esta por cualquier expresión de una-organi-
ara Lr ,á.i¿l-árral, vlisceral o-verbal formada antes de hacer
el test.
En suma, concluye §íatson, los. psicólogos
imien- -«cuando.
es ma- el lugar
rrbúi"i;;;; hayan áoncedido a la verbalización Ia
de orga-
;;; t" .áit.tpárd. en el proceso,integral 'ser
ales s,' iÁad" .orpZ..u, admitir¿ín también que un¿r cons-
ábitos .i.nt"' no ei sino un,r expresióu ¡ormal o ttuestrofrase
Iiteraria para desuibir el acto de desigtar
^riii¿i 'introspección'
aL objetos externos e internos;
al (los
mentc .r tuÁUi¿n uia expresión corriente que s.irye para calj-
anci¿r, ir.r.'"t^áiir.ii n.,á de designar las-mod-ificaciones dey
iii-ti¡¡¿át, es clecir, los mávimientos de músculos
sta or ,""doá.t, ir. ...r..iones glandulares, la respiración'
el <<in
i.-.itÑr.i¿t, etc. Lo qre no es más que una expresión
ncons- puramente literaria»>.
oquc,, Añadamos que hay que tomar los términos designar'
al; por priub*t y verbal en .r., mát amp.lio sentido o, io que
tieu(' i, 1o -ismo, comprendiendo en éllos los mucl-ros s¿zsll-
e un,, ili¡rri iiii¡cionidos de las palabr¿'t, procesos resumi-
sólo st' áot Jubo*dos desde \a infáncia, tales como el enco-
heror. gftr.*"-J.-hornbror, el fruncimiento o elevación de
i.t ."¡rt y gran cantidad de respuestas corporales, par'
ospct' los
ticularmente numerosas en el oib
-comprendiendo del
ollo, Lr ;;;i;; y l, reti.,^- . La cara'cterística adaptaclon
ales v
u.io d. p.nrm no necesita obligatoriamente de palabras'
. ¡
;;;;;¿.;trlmente se cree en nuestros días' Cacla vez
'{ Habla

verba
Por hipóresis solo está Pre§ente
el ptímet obieto de La seríe
educa
organi
peid.r
@@@ @ áuo la
que la
que e
@ .l verba
impon
@ @@@@ o ida
llegue
Fig. 6 ,r"ibr
esenc
Este esquema ilustra la teorla behaviorista del pensamiento.
A veces pensamos utilizando simultáneamente las oiganizaciones
manuales, verbales y viscerales, o bien cada una de ellas por
separado. Se ha subrayado con dos líneas paralelas 7a organiza-
ción originada en el proceso del pensamiento total

que el individuo piensa, es la totalidad de la organi


zaciín corporal la que entra en juego, ya seala sol-rción
final una formulación verbal hablada, escrita o suh-
vocalmente expresada.
Volvamos a los esquemas (Fig. 6). El gráfico ex-
puesto muestra que uno de los objetos, e1 primero (.11),
al presentarse, desencadena Ia actividad del cuerpo so-
bre el problema por resolver. El objeto realmente pre-
sente puede ser la persona que plantea el problema al
sujeto. Si, por hipótesis, no tiene acceso al mundo exte-
t
rior, necesariamente tiene que pensar sobre el problema.
RKr puede suscitar RK2, Ry, o RGz; RVt quizit
provoque RGz, y cada uno de ellos puede servir cle
sustituto cinestésico, de Ia laringe o visceral a .§2, es
decir, al objeto siguiente de Ia serie de ellos que 1.rli-
mitivamente originó la organización. Si RV no aparecc
en ningún momento del proceso, se dirá que el pen-
samiento se ha desarrollado sin palabras.
Si el acto del pensar equivale esencialmente a I¿r
palabra interior, es decir, depende de la organización

Á
'{ Hablar y pensar 217

verbal implícita, es porque ésta domina en el adulto


educado áesde que ella interviene, subordinando las
organizaciones manuales y viscerales. Pero no conviene
peid.r de vista que es 7a organización total del indivi-
áuo la que participa en este proceso del pensamiento;
que la organización verbal puede incluso estar ausente;
que el proceso puede ser sucesivamente cinestésico,
.l verbal y emocional; pero que el bloqueo de una u otra
impone un predominio. De todas formas, la respue-sta ,

o idaptacióÁ última (en el caso de que el individuo


llegue a ella) debe efectuarse por medio de una hipótesis
,r"ibrl (subvocal). ¿No será esta respuesta final 1o
esencial de un juicio?

t
I La p
afortu
ouimé
ÉfU.Á
VIII *rÁu
-,;;;J

LA PERSONALIDAD "bj.ti
sino r
Personalidad y actividad.-La expresión del individuo en l,r
¡ ;;.;
vida real.-Los sistemas de hábitos.-La atención.-Cómo ex,r una u
minar la personalidad: biografla, estudios, lesls, tiempos librcs, son,
comportamiento emocional.-Nuestros defectos.-Sentimientot la pe
de inferioridad y residuos infantiles.-Personalidad enfetma v
enfermedad mental.-¿Cómo cambiat Ia personalidad? "n.'u
de e
Aunque para progresar sea obligade en cu¿rl
il.ir;
-qqms
quier otra ciencia- proceder a una cierta disociación
J.l t
de la actividad humana, la psicología del compottamierr
nrpi
siápl
to vuelve siempre a las reacciones totales, integradas; dístic
es decir, a 1o que corrientemente se llama la personali
con
dad del individuo. lació
La personalidad adquiere, pues, un aspecto global; ,.uii
pero el individuo permanece siempre como particular', iii¡á
comparado con Ia sociedad. Normalmente no actúa mrís <<me
que como miembro de una colectividad social dada, .v
Iis
la apreciación de su personalidad sólo tiene sentido cn es si
función de una idea peculiar del papel del individuo crr l, o
la sociedad. Vemos así la complejidad del problem,r. tár;
l'X/'atson lo abordó con un espíritu tealista, que con
'I ,.r,
trasta con la actitud normativa y abstracta que está aún p."n
vigente. Como dijo, estudiar la personalidad de un in io p
<lividuo es investigar para qué es bueno, para qué n.
vale y para qué es perjudicial. El behaviorista debe 1ro "i¡i,
;f;;"
der decir para qué sirve la máquina humana y prevcl á""á
útilmente sus aptitudes futuras. Se ocupa del indivi ái;*
duo concreto, pero teniendo presente que sus pccu irr.b
liaridades funcionan en Ia sociedad. En Francia srrcl,' ;i;;r
considerarse este punto de vista como el de la psic<,I,, r'-.á
gía «aplicacla»>. Pero este calificativo resulta muy lr()(. í^i"

5
I La personaÍ,itlad 219

afortunado. «Aplicación», ¿cle qué?- Si se trata de las


ouiméricas eeneialidades de la psicología introspectiva,
ÉfU.Áuuiorítta las rechaza de plano. Si se trata de las
-,;;;J;, oficiales de la sociedad .t ,n tertitorio deter-
*rÁur
no las considera más que a título de estímulos
De hecho, no estamos ante una aplicación,
"bj.tiuát.
sino realmente ante una creación nueva, Llna nueva ma-
en
¡ ;;.; i; abordar el desarrollo individual' ¿Es también
una upsicología»? Piénsese como se quiera, pero.'ü/at-
l,r
o ex,r
ibrcs, son, por su parte, renunció al término. El estudio de
entot la personalidad en las situaciones concretas en que se
tma v no interesa a una <<psicologíar' pierde
d? "n.'u.nt.u -que
de esta manera su objeto-, sino al behauiorisrno, es
il.ir;; fu li.n.i, del iompoitamiento' La personalidad
cu¿rl
J.l t o.b.. no es ciertamente la lengua de fuego del
ación
nrpitit" Santo que se haya posado sobre. su cabeza;
mierr siáplemente es ei carácter-protr',io de su actividad, esta-
das;
dísticamente comparada .ón Íot demás y relacionada
onali
con las necesidades de la sociedad. Como se ve, la re-
lación no será sencilla, sino contradictoria, y estas con-
obal; ,.uii..ion.t serán la principal causa de esos condicio'
ular', iii¡áiii,t aberrantes-q,," ^ún se llaman enfetmedades
mrís <<mentales>>.
da,
do cn
.v
Iis cierto que vulgarmente la P{alr1 personalidad
es si¡ónimo de prestigio. La personalidad e-s-la persona;
uo crr
l, o.tto"rlidad'es «Jominudo.u,,, <<magnética>>, <<fuer-
em,r. caprichoso, ridículo no tiene
tár; el ser humano débil,
con 'I ,.r, p"ttorulidad, es un núnlero. Este uso ,puede com-
á aún p."ná..r". Sin profundizar demasiado en la cuestión'
n in io prim.ro que se ve es cómo son las reacciones del
é n. d"L uáol.r...tte de cara a la autoridad: el padre,
e 1ro
"i¡i, "
;f;;"";" y el doctor son ante todo- para el niño los
revcl á""á.iáti"t de la autoridad. Sus órdenes exiger-r obe-
divi ái;*t^ rápida e implícita: el niño está emocionalmente
pccu irr.budo y hr." lo que se le dice. Esta tendencia a teac-
srrcl,' ;i;;r; aÁte Io autáridad no se pierde completamente
c<,I,, r'-.áro*." con frecuencia en lás relaciones profesio-
lr()(. í^i"ri, to.irles. El otto elemento fundamental del pre-

5
222 La psicologla del corzportaniento t La pe
de la situación en que se encuentre. EI sujeto y el ello re
observador, como todos los hombres, no presentan del cu
nunca completo este <(corte» en su corriente de activi- g"nor
dad. El individuo está dominado por uno o varios siste- mome
mas de hábitos, según la situación y sus exigencias, pañero
Además, algunos de estos sistemas entran en conflicto, pear l
en contradicción, ya estén sosegados y superados, ya cristal
exacerbados. Esto no aparece en el esquema de la co- rrn oro
rriente de actividad. Incluso es posible que haya inter- Pod'ría
ferencias: un estímulo concreto puede provocar dos domin
clases de teacciones antagónicas en el mismo grupo mas d
muscular o glandular. Es lo que produce la vacilación, términ
el temblor, la indecisión, Ia inactividad. En un indi revela
viduo cuya integración y adaptación sean satisfactorias, claram
la situación implica, por el contrario, eI predominio cierto
de un determinado sistema de hábitos; entonces se terio,
dice que el hombre <<está a 1o suyo»>. Age quod agis! lluvia,
El cuerpo se relaja: la tensión disminuye en todos los ¡ larme
músculos esttiados y lisos y en todas las glándulas in-
útiles para la acción que se aproxima, con eI fin de El
dejar libre el sistema de hábitos que va a entrar en nalida
juego. Sólo el sistema de hábitos que debe manifestarse nóstic
alcanza su pleno rendimiento. En este sentido puede nóstic
decirse que el acto que se realiza <(expresa)> la totali- mero
dad del individuo y <<absorbe»> toda su personalidad. demas
Desde este punto de vista, §Tatson piensa que el mos
término atención, para definir una facultad indepen- de jtn
diente, es inútil: la atención sería simplemente sinó- u gáL
nimo del predominio completo de un sistema de hábi- C
saspa
tos cualquiera, verbaT, manual o visceral. De la misma demá
maflera, la <<distracción»> expresa el hecho inverso: la mente
situación no parece implicar la preponderancia inme- emoc
diata de un sistema de hábitos concreto, actuando unas Aun
veces uno, otras otro distinto. <<El sujeto corr,ienza a val
a hacer algo, pero cae bajo el dominio parcial de otro mos
estímulo que Ie libera, también parcialmente, de otro apoya
sistema de hábitos. De donde proviene el conflicto en profu
la utilización de determinados grupos musculares. De El
ento t La personalidad 22j

o y el ello resulta el embrollo, la vacilación de las manos y


entan del cuerpo, una reserva insuficiente de energía en al-
activi- g"nor g*óos musculares, etc. Así, por ejemplo, en el
siste- momento en que vats a dar un salto de altura, un com-
ncias, pañero o, hace reír; en e1 momento en que vais a gol-
licto, pear la bola de gol[, alguien os habla;. se,rompe un
os, ya cristal cuando intentáis concentraros protundamente en
a co- rrn oroblema. Se perturba 7a acción, o incluso se corta'
inter- Pod'ríamos citar Áuchos ejemplos de tentativas de pte-
r dos dominio doble, triple (y a veces múltiple) de los siste-
grupo mas de hábitos. Por eso piensa el behaviorista que el
ción, término 'atención' no sirve paru nada en psicología, y
indi revela simplemente nuestra incapacidad para pensar
orias, claramente en términos psicológicos, que conservan
minio cierto carácter misterioso. A todos nos gusta el mis-
es se terio, y lo alimentamos de manera especial los días de
agis! lluvia,-cuando estamos enfermos, deprimidos o particu-
os los ¡ larmente descontentos de la vida.>>
as in-
in de examen científico de los elementos de la perso-
El
ar en nalidad está toáavia en la fase de elaboración' El diag-
tarse nóstico behaviorista no tiene aúnla precisión del diag-
puede nóstico médico. Sin embargo, ya se admite que 1o pri-
otali- mero que hay que hacer es desconfiar de los «juicios»>
idad. demasi-ado rápiáos sobre los demás, cosa que practica-
ue el mos a diario. Ordinariamente se enorgullece la gente
epen- de jtngar al prójimo <(con un solo vistazo>> y se tiene
sinó- u gáLu1|no óambiar nunca de op]nión. ¡Pobres-p-remi-
hábi- C
sas para una sana apreciación de-1a-personalidad de los
misma demás! Esta prontiiud y esta infaliEilidad son general-
so: la mente produóto de nuesÚas más anárquicas. teacciones
nme- emocioirales simpatías, envidias, etc'-'
unas Aun cuando la-¿vsl'5is¡ss.
vida colriente nos obliga con frecuencia
,ienza a valorat rápidamente a las demás personas, reconoce-
otro mos al mismo tiempo que un pronóstico serio debe
otro apoyarse en cdterioJ objétivos y en un exalnen 1o más
to en profundo posible.
s. De El behaviorista no recomienda el procedimiento ins-
F 224 La psicología del comportatniento

tantáneo para conocer el comportamiento o la cons-


Y
, La per
cultivars
titución psicológica de los individuos, Se conforma con llar sus
seleccionar los criterios que sirven paru clasilicar y a apren
arientar a un individuo en la vida real y ayudar cada y a vec
vez a su más amplia utilización. Así, pues, tendrá quc tos y l
habérselas con algunos métodos entre los cuales con- vida. L
viene destacar: el estudio de conjunto de la activida<l no lo s
del individuo (biografla); el examen médico; la reali- , cinco o
zación de los estudios escolares; la prueba de los lerr.r (más o
psicológicos; Ia consideración del empleo del tiemp,, una cie
libre y diversiones; el estudio de la constitución emo- nes de
cional del individuo en las situaciones prácticas (abar- Claro e
cando también el medio familiar). Estas diferentcs un sign
maneras de abordar el estudio de la personalidad no éstos (u
agotan el tema. Pero en este terreno estamos en los co- realizad
r¡ienzos. Más que saber, el behaviorista necesita saber una co
observar y tener buen sentido. sional c
Conviene que el estudio de la actiaidad general vayíl Los
precedido de un examen médico (pero ¡no abusemos se ha h
de las disposiciones hereditarias!). Dispondremos en- su prim
tonces de importantes datos sobre las posibilidades del pretens
sujeto. La biografía es la historia de las adaptaciones contagió
del individuo, sobre todo en el campo profesional. EI y el co
éxito profesional no es una garuntía de una adaptación los nive
satisfactoria, pero al mismo tiempo es una indicación cuales n
de gran valor estadístico. Por otra parte, éxito profe- cólogos
sional no significa tampoco éxito financiero, pues al saban s
margen de las aptitudes y cualidades del individuo a poco,
existen, en el actual estado cle cosas, leyes económicas
a
el trab
que actúan como selectofas, muy frecuentemente en leyes, a
conradicción con las aptitudes del ser humano. Los Por otr
estudios cursados aportan también indicaciones muv de retra
valiosas. Aunque el'éxito escolar mide más bien lo.s tests. D
hábitos y métodos de trabajo que la inteligencia. La de los
escuela es un medio de crecimiento indispensable en tica int
Ia sociedad moderna. Es un lugar donde el niño pierdc realizad
sus <<hábitos de nido»>, donde se hace sociable, dondc y sus
aprende a controlarse, a reglamentar su actividad, a simples
t5
Y
niento , La personalidad 225

a cons- cultivarse, a sabe¡ hacer cosas diferentes y a desarro-


ma con llar sus hábitos de lenguaje, Puede también aprender
licar y a aprender, a criticar, a respetar las opiniones ajenas
ar cada y a veces a pensar, a crear. Es evidente que los hábi
rá quc tos y los conocimientos escolares no duran toda la
es con- vida. La mayoúa desaparece. Pero los conocimientos
ivida<l no lo son todo. Queda el hecho de que, a lo largo de
a reali- , cinco o diez años de estudio, el niño ha demostrado
s lerr.r (más o menos) asiduidad, constancia en el esfuerzo y
iemp,, una cierta capaciclad de trabajo. Son estas adquisicio-
n emo- nes de capital importancia para el resto de la vida.
(abar- Claro está que hay excepciones. Los estudios no son
rentcs un signo de superioridad, pero en Ia sociedad moderna
dad no éstos (un aprenáizaje conuolado de cualquier forma),
os co- realizados durante un espacio de tiempo variable, son
a saber una condición necesatia para lograr un éxito profe-
sional cualquiera.
al vayíl Los <<tests»> psicológicos son también un medio, que
semos se ha hecho clásico, del estudio de la personalidad. En
os en- su primera etapa, en los Estados Unidos, provocaron
es del pretensiones completamente exageradas. fncluso se les
ciones contagió cierto charlatanismo. A1 principio, la industria
nal. EI y el comercio sólo vieron la posibilidad de determinar
tación los niveles y formas de actividades por debajo de los
cación cuales no interesaba contratar empleados. Algunos psi-
profe- cólogos, también ingenieros, como Taylor, se intere-
ues al saban sobre todo por el beneficio patronal. Pero, poco
ividuo a poco, otros psicólogos fueron dándose cuenta de que
ómicas
a
el trabajo humano respondía también a sus propias
nte en leyes, a una cierta economía de la actividad social, etc.
o. Los Por otra parte, el descubrimiento de niños anormales,
s muv de retrasados escolares, etc., ocasionó el recurso a los
en lo.s tests. De los lesls de nivel se pasó a los de aptitud;
ia. La de los verbales o escritos, a los manuales. La estadís-
able en tica intervino a su vez paa apreciar las clasificaciones
pierdc realizadas, las escalas establecidas, los datos recogidos
dondc y sus correlaciones simples o múltiples. Cuanto más
dad, a simples y delimitadas son las aptitudes o sistemas de
t5
-v-
226 La psicología del cotnportamiento O
La p
hábitos que quieren controlarse, mayor validez tendtán simpl
los resuiiadoi obtenidos de los /esrs. Cuando la elec- sexua
ción y calibración de las pruebas están -bien hechas, entre
puedén también obtenerse resultados útiles con.prue' afició
Las de <<memoria»> o de <<atención»>, es decir, de ap- depor
titud para tal o cual fotma de concenuación y de re- 1o pe
tención de hábitos. Hoy día existen muchos fesls, duo.
utilizados en los gabinetes de orientación profesional t de so
y escolar, en la industria y en la administración' Pero, actitu
juego
én general, su objetivo no es un estudio completo dc
la pérsonalidad; tan sólo contribuyen a- ello útilmente. pero
Poáemos medit en seguida las aptitudes matemáticas To
de un hombre, su nivel general de instrucción, sus posi- tatruie
bilidades sensoriales, sus hábitos morices o manuales. Much
Los resultados son a veces más dudosos cuando se in- manu
tenta deducir de las correlaciones entre los resultados fesion
de diversos tests ciertas <<facultades generales»>, llama- avaro
das en este caso <<factores>>. t
duos
Por otra parte, los tests só7o revelan la pura aptitucl educa
para ejecutar determinados actos en un momento dadtl que,
u .on'un número concreto de errores. Pero ¿puedc y em
áecirse que la simple aptitud paruhacer. algo nos revela ser pa
kos hábilos de trabaio sistemático del sujeto? Parecc en un
que no. Los hábitos de trabajo buena incura
v:oluntad, afición, ritmo- -perseverancia,
dependen de factores más Nin
generales en la conducta del individuo, que convendrá los q
éxaminar con otros métodos, es decir, a través de una sólo
apreciación directa de su biografía. el to
, hipoc
La utilización del tierupo libre y las diaersiones son
llas m
también un elemento importante. Las necesidades eco-
biogr
nómicas y sociales constituyen, sin embargo, un regu-
puede
lador casi automático en nuestros días. El hombre quc
de ap
vive en familia será diferente del que vive solo. En obser
las diversiones colectivas estandardizadas, como las aspec
competiciones deportivas, cine e incluso la lectura, la
ment
sociédad crea cierta rutina. Las aventuras amorosas tic-
nen también su importancia en este terreno. Sin em- Es
bargo, podrá distinguirse al jugador de ajedrez del det t
-v-
iento O
La personalidad 227

ndtán simple aficionado a las carteras de caballos, al obseso


a elec- sexual del verdadero deportista. Los deportes y los
echas, entretenimientos son muy significativos, ígual que la
.prue' afición por el alcohol. En general, la práctica de un
de ap- deporte al aire libre las condiciones reales de vida
de re- -si
1o permiten- distingue favorablemente a un indivi
fesls, duo. Tampoco hay que despreciar los talentos llamados
sional t de sociedad, que frecuentemente son el indicio de una
Pero, actitud creadora e inteligente. La pesca con caña y los
eto dc juegos de cartas no pueden incluirse en esta categotía,
mente. pero son también comportamientos significativos.
áticas Todo esto nos dice poco todavía sobre e/ cotfipor-
s posi- tatruieato emocional del indiuiduo enla vida ordinaria.
uales. Muchas personas, efectivamente, disponen de hábitos
se in- manuales y verbales excelentes y <<tienen éxito»> pro-
ltados fesionalmente, siendo a 7a vez groseros, mezquinos,
llama- avaros, envidiosos o caprichosos, En muchos indivi
t
duos, estos rasgos bastan para aniquilar una buena
ptitucl educación y una perseverancia meritoria. Son personas
o dadtl que, en general, tienen una vida emotiva desgraciada
puedc
y emocionalmente son deficientes. El trastorno puede
revela ser pasajero o durar bastante tiempo, hasta convertirse
Parecc en un hábito. Además, lo contrario también se da: hay
buena incurables que son <<buenas personas)>.
s más Ningún test revelará estos aspectos discordantes, a
vendrá los que no se presta bastante atención. Se piensa que
de una sólo la experiencia práctica del uabajo común refleja
el tono emocional de un individuo, y no siempre. La
, hipocresía, la vanidad, la lisonia, pasan a través de ma-
es son
s eco- llas muy finas. Só1o un estudio muy cuidadoso de la
regu- biografía, del medio f.amiliar y del ambiente sexual
pueden darnos una pista. Quizá un período más largo
re quc
lo. En de aprendizaje, con un plan previsto, permitiría a los
mo las observadores conocer mejor a los individuos en este
ura, la aspecto y, con mucha frecuencia, curarlos psicológica-
as tic- mente.
in em- Esta breve exposición es suficiente para compren-
ez del det todos los peligros que surgen en la apreciación de
T
228 La psicologia del cornportamienltt a La pe
la personalidad, a pesar de los prejuicios favorables cL'
que gozan siempre el «ojo clínico infalible» y el dorr hasta
de los <<guías de hombres>>. cional
masiad
Las deficiencias y Las perturbaciones son frecuentc- níficos
mente aspectos característicos de la personalidad, reves- en apa
tidos por Ia suave máscara de la rutina. No nos referi- La
mos únicamente a las rupturas del equilibrio provocadas su infe
por trastornos sociales. Tenemos ante los ojos prin- ción.
cipalmente las debilidades que constituyen la tónica Para p
más constante y universal de nuestra vida: inferiori- negar
dades y complejos de inferioridad adquiridos en el seno ¿Por
de la familia, restos de nuestra vida infantil, etc. se pid
Veamos cómo se expresa rüTatson en una página so- ven un
bre nuestras inferioridades: de qu
niño q
<<No conduce a nada examinat detenidamente el
una 'c
proceso 'de organización' en sistema de nuestras infe-
al niñ
tioridades; los psicoanalistas ya 1o han hecho por nos-
vecino
offos. Examinemos lo que sucede en términos cientí- de Ia
ficos. Poseemos todos los grupos de reacciones des- simple
arrolladas que recubren, ocultan y disimulan nuestras
adqui
inferioridades. Es el caso de la timidez, del silencio...
riorida
El individuo más egoísta dispone de un esquema ver- import
bal oryanizado que disimula su egoísmo ante los igno- en Lu
rantes; el más 'impuro' tiene siempre la pureza en los
vecino
labios. El que constantemente cae en Ia tentación se peque
presenta siempre con los principios de la moral debajo
sus qu
del brazo. El pobre necesita sostenerse a sí mismo. Es nos y
muy conocido el caso del impotente que se vanagloria I
este m
de su vigorosa sexualidad. Oryanizamos también sis- y sabe
temas de hábitos que sirven para enmascarar nuestras
lizar s
inferioridades físicas. Al hombre bajo le gusta hablat
con voz fuerte, vestirse de manera llamativa, llevar Cie
zapatos de tacón alto y hacerse el impottante. Se porta cia m
de maneta original parullamat Ia atención a toda costa. anvers
Las mujeres intentan equiliblar las cosas: Ia cara puede vecina
ser vulgar, pero el cuerpo es exquisito; los brazos no ciones
son muy graciosos, pero las piernas causan admiración
indirec
familia
T
mienltt
a La persona:lidad 229
les cL'
el dorr hasta a aftistas muy competentes. No lray tr,ttl,t c.\ccl)'
cional en su anatomía, pero tiene un tipo... Si stln dc'
masiado gordas pafa conservar 7a Linea, conclucct-t tttitg-
uentc- níficos automóviles, llevan joyas maravillosas o rcsiclclt
reves- en apartamentos caros.
referi- La mayoria de los seres humanos no logra soportar
cadas su inferioridad, y los psicoanalistas no son una exccp-
s prin- ción. Conste que tengo muchos amigos psicoanalistas.
tónica Para ponerles enfermos basta con atacar sus teorías o
eriori- negar su capacidad excepcional como psicoanalistas.
el seno ¿Por qué habúa de ser de otra manera? Todo lo que
c. se pide a los vanidosos y presuntuosos es que conseÍ-
ina so-
ven un poco el sentido del humor y que se den cuenta
de que su conducta está tan determinada como la del
niño que pide el biberón. El origen de 1o que se llama
ente el una 'compensación' es ciertamente infantil. Decimos
s infe-
al niño que es 'chic', mucho más 'chic' que el hijo del
or nos-
vecino. Se le alaba, se le adula. Los psicoanalistas hablan
cientí- de Ia expresión del'yo'. Pero no se trata de eso, sino
es des-
simplemente de un sistema de hábitos organizado y
uestras
adquirido en el regazo materno. Son las propias infe-
ncio... rioridades de 1os padres las que lo provocan. Poco
ma ver- importa cómo sea su bebé: la madre encontrará siempre
s igno- en Luisito o en Elisa algo que no tienen los niños del
en los vecino. Si sus pies son grandes, debe tener las manos
ción se
pequeñas o regordetas. Todo lo que los niños oyen a
debajo
sus queridos padres son alabanzas de sus aspectos bue-
mo. Es nos y nada sobre los malos. El indiuiduo adqaiere de
agloria I
este modo una representación uerbal de sus cualidades
én sis- y sabe bablar de ellas, pero no aprende nunca d uerba'
uestras
lizar sus delectos.»»
hablat
llevar Ciertamente, todos conocemos lo que es una infan-
porta cia mártfu y perseguida, pero Ia represión es aquí el
anverso del mimo. Tal madrastra no permitirá que su
costa.
puede vecina toque un solo cabello de su pequeño. Las reac-
zos no
ciones de inferioridad se adquieren, pues, directa e
indirectamente. No olvidemos además que el medio
ración
familiar, emplazamiento donde luchan estas tendencias,
x
230 La psicología del coruportarniento a La p
depende también de toda Ia estuctura social, y quc orinc
estas contradicciones de la vida emocional no son más ilrico
que la traducción dramática, individual, de conflictos uatia
totalmente objetivos. de Ju
bre d
Sería por completo inútil negar que una de las debi- perso
lidades más extendidas es la capitulación ante la ala-
i-roce
banza. La adulación busca y encuentra el talón de Aqui-
cione
\t les del ser humano. <<Halaga agradablemente.» Y sll-
temo
cumbe el 99 por 100 de las personas, con tal que sc
turco
actúe con la suficiente persevetancia, sutiTeza y astucia.
Dar d
La adulación es un arte. Su secreto consiste en atacar i,.rrale
a Ia persona en su sistema de hábitos predominantc.
con f
¿Quién no se rinde cuando se le ensalzan sus tenden- Dorta
cias dominantes? No es únicamente un resorte parn io an
románticos; es un elemento capital en el comporta-
autén
miento real de los individuos, en sus entusiasmos y en
su 'a
sus fracasos. La tentación no es una palabra vana. <<No
soy \[¿¡ss¡- un menospreciador de la natu- La
deza -dice
humana. fntento sólo mostrar que nuestra ma-
las a
nera de actuat, en determinadas ocasiones, es totalmen-
el be
te automática.»> Y añade: <<Algunas personas conocen con d
sus debilidades y se examinan constantemente. Otras
del c
las conocen peor: es lo que se llama 'ser humano', y pesa
desde este punto de vista están dispuestas a perdonár-
selo todo. Aqul es, creo, donde la psicología puedc
,drlt
retor
prestar los mayores servicios a las relaciones humanas.
ante
El antiguo proverbio bíblico según el cual es necesario cenc
quitar primero Ia viga de nuestro ojo antes de criticar c

la paja en el ajeno es psicológicamente más convincen- cia s


las d
te que la rcgla de oro o eI principio de universalidad
de Kant. Todos sabemos que 'hay que portarse con
tros
los demás como quisiéramos que ellos se portasen con
no v
hemo
nosotros'. Pero somos casi patológicos en un aspecto
Neg
cualquiera, mientras que los demás 1o son en otros. Si
matásemos a los demás como quisiéramos ser tratados
til, y
hacé
nos evitaríamos muchas dificultades. Lo mismo sucedc
pefte
con la máxima kantiana: 'Actuad según los principios
que pudieran llegar a ser universales.' Pues ningún á. n
x
iento a La personalidad 231'

y quc orincioio puede hacerse universal en nuestro mundo


n más
ilricolósicá. que cambia continuamente' Una norma
lictos uatiauiurá ei paraíso no servía pata nada en tiempos
de Ju[á César y apenas tiene valor en 19]0. Todo hom-
bre deb. buscár iu mutt"tu de actuar que más \e vaya
debi- personalmente. Frecuentemente se sotpren-deú al co-
a ala-
i-rocer lot verdaderos estímulos que engendran sus ac-
Aqui-
ciones. La sensibilidad a la adulación, la envidia, el
Y sll-
temor a los enemigos, el miedo de servir de cabeza de
ue sc
turco, la cútica fJroz cortra los demás sólo por esca-
stucia.
Dar de ella son aspectos fundanrentales de nuestra na-
atacar i,.rraleza. Cuando el individuo se examina seriamente,
antc.
con frecuencia se asombra de 1o que encuenfta: com-
nden-
Dortamiento infantil, normas inmorales, anonadamien-
parn
io ante la menor conducta razonable. Sólo las personas
porta-
auténtic¿mente valerosas son capaces de contemplar
s y en
su 'alma' al desnudo.»>
. <<No
natu-
Las uiuertcias inlattilcs sc lltatlificstitn ctl casi todas
a ma-
las alteraciones dcl compol'trttnictrtc¡. No se trata, para
lmen-
el behaviorista, de «rccr-tcrclos,> tl «imágcncs>> aferradas
nocen
con desesperación a Ia cxistcncia, sino de la persistencia
Otras
del compártamiento adclr-rirido. La herencia infantil, tan
no', y pesada, tan embarazos,r. tliIictrlta toda ntlestra vida
donár-
puedc
,drlta. Y, sin embargo, pasaclos los treinta años, ¿no
retorna el hombre con cariño hacia sus buenos tiempos
anas.
anteriores, que entonces le pareccn cargados de ino-
esario
cencia? No és más quc tlna triste ilusión, con frecuen-
riticar
cia sólo ,n, co*¡',.Ásación buscada en el pasado ante
c

ncen-
las desdichas y dür"zas del presente. De hecho, nues-
alidad
e con
tros hábitos infantilcs comienzan con organizacioncs
n con
no verbalizadas. No sabemos hablar de ellas, no l¿ts
hemos aprendido a tiempo, y permaneceremos esclavt.rs.
specto
Negamoi esta continuiáad dél comportamiento infrrrr-
os. Si
atados
til, y, sin embargo, basta una situación apropiada-l)ill'rl
hacérlo surgir brutalmente. A esta herencia infrrrrtil
sucedc
peftenece el afecto exclusivo a una o varias pcrsotrrts
cipios
ingún
á. n.,etffa famiTia madre, pac{re, hermano o hcrnr,tttit,
T
232 La psicología del coruportamientr¡ s La pe
o un adulto que desempeña una misión importante er-r entrar
nuesua educación. Un condicionamiento positivo igual- sí mis
mente fuerte se manifiesta hacia los lugares y los ob- neces
jetos. Todo ello constituye 1o que podríamos llamar' tendrá
<<hábitos del nido». Saber deshacerse de estos hábitos cada y
es uno de los principales problemas de la adolescen- las prb
cia, rara vez convenientemente resuelto. Este bagaje t.,
infantil no sólo se tansmite en Ia vida de una misma a
"1
hábito
I persona; también pasa a los niños, a quienes se les de los
abruman sus oídos con las grandes hazaias familiares fatcia
y los detalles de la juventudde sus ascendientes; se enseñ
forma entonces una herencia social perpetua, con el res se
pretexto de que nuestro padre o nuestra madre nos que a
inculcaton hábitos que ya les habían sido inculcados 1ó qu
pof nuestros abuelos. tu-i"n
Podemos preguntarnos si la supervivencia de siste- prend
mas de hábitos caducos, que se considera con frecuencia La
como un rasgo positivo de la personalidad, no causa F p"tro
más bien a ésta enormes estragos. Un adolescente que áirect
presenta el síntoma de Babinski o que tartamudea es edade
un reüasado incurable. Pero el joven que no consigue sobre
salir de las faldas de su madre, que no se adapta a me- listas
dios ambientes distintos del de su propio hogar, goza precis
de Ia indulgencia general, aun cuando se convierta por áesar
ello en un inválido crónico. ¡Cuántas perturbaciones bien
en Ia vida profesional, social y conyugal se deben a frecue
esto! Quedatía por saber si el recondicionamiento par- encon
cial y progresivo del niño no sería posible y deseable. disco
De hecho, se produce parcialmente y de forma natural
a
va; e
en los primeros años, ya que va muy unido al creci- unida
miento y a la maduración orgánica, es decir, a las nue- To
vas situaciones, que exigen nuevas formas de hábitos. \tta p
Todos admiten que la personalidad a los tres años meni
manifiesta ciertos hábitos, normales en esta edad, que tales »

desaparecerán al año siguiente. Hacia los cuatro años El


ya no se ve con la misma naturalidad actos como el uno d
balbuceo, mojar la cuna o chuparse el dedo. Es preciso poco
terminar con el exhibicionismo, hay que aprender a áemá
T
mientr¡ s La personalidad 233

nte er-r entrar tranquilamente en una habitación, vestirse por


igual- sí mismo, lávarse solo, levantalse por la noche si es
os ob- necesario, etc. Una <<mutación» casi tan impoltante
lamar' tendrá lugar en la pubertad, pero mucho más compli
ábitos cada y aÁenazada por el comportamiento familiat y
escen- las prbpias vivenciai infantiles del sujeto. Más adelan-
bagaje t., ádrlto se complacerá en la resurrección de los
misma a
"1 de la infanciá. El peligro viene principalmente
hábitos
se les de los padres, perdidos ellos mismos en su propia in-
liares fatcia y a quiénes la sociedad no ha sido capaz de
es; se enseñai a educar a los hijos. Muchos hombres y muje-
con el res se creen libres de esta herencia; pero no tienen más
e nos que anotar con detalle, de la mañana a Ia noche, todo
cados 1ó que procede de la infancia en su propio compor-
tu-i"ntó verbal, manual y visceral para quedat sor-
siste- prendidos.
uencia La psicología clásica se basa en la <<unidad>> de Ia
causa F p"tronr, en Ió clue se llama el <<yo», una idea sacada
te que áirectamente de estas herencias deficientes de nuestras
dea es edades anteriores. Todo el pasado está presionando
nsigue sobre el presente: éste es el punto de partida de nove-
a me- listas e introspeccionistas. Pero este determinismo es
, goza precisamente Ia principal traba en el camino de un
ta por áesarrollo más armónico del individuo. Los ajustes
iones bien hechos, una continua renovación, son cosas poco
ben a frecuentes; sin embargo, así es como Ia personalidad
par- encontraría todas sus posibilidades de expansión, La
eable. discontinuidad del caricter sería entonces muy relati-
atural
a
va; es en su renovación racional donde reside su
creci- unidad.
s nue- Todo esto plantea un tema más general: ¿qué-es
bitos. \tta personatiiad enferna? ¿Qlé es una enlermedad
s años menial? Y, sobre todo, ¿existen enfermedades <<men-
d, que tales »?

o años El behaviorista cree que la psicopatología es hoy día


mo el uno de los campos más confusos de la psicología. Tam-
reciso poco la terminólogía está mejor elaborada que en las
nder a áemás ramas. De hecho, Ia psicopatología utiliza todo
T
234 La psicologia del cornportanaiento
t La p
el arsenal introspeccionista y apenas Ie quedaría nacl,r
que^renunciar.de psiqu
:.1,tuur"{l _pronto al-<<psiquismo>,
rnclependrente. Como se sabe, la car la
patología dé loi oesta-
dos menmles>> fue uno de lo, .uÁpor'pr"¿if".r"r"¿ patól
la psicología francesa,. y no todo f.É *§áti"o .f prir a un
c.ipio. El estado deficiente o patológico-J" tár-i.iúri nos d
duos proporcionó datos_ paru unu esiecie de psicologírr cione
diferenical. Pero esta diierenciació.i r" .rirf,üi;'rri;; frecu
t
\ bien con relación a un <restado ¿. io".i*.i» llamaáá ciona
normal y no con relación a in comportamiento obser- cubre
uable. Los psicoanalístas no han fr"Éfro de un
-¿, que seguir
por este camino. Iü/atson no cesó de señalar ni les
.iu.u*Jnt"
este error fundamental, el mismo que mina lu bur.
J" Y, ri
lg psicología introspecriva . ,rfruru Ia- mayoría ctc clasif
¡odapslcopatóIogos
ios y psicoanali5¡¿s _diss_ la coo_ médic
cte,?cta es una 'tuetza,^ rcal, algo capaz de
, masia
dese'ncadenar
inbiblrto i atenuarlo.,> En gc_ tros d
?n_ltroceso fisiológico,
neral,, como la mayoúa de los médicos, creen en-el mane
<,paralelismo psicofísico»>, en la interaccián f. mafiía
del <<alma»>
y .-l Creen,que 1os procesos <<conscienres)> pue- quizo
Íu:.po:
den determrnarcu_alquier nomb
movimiento material. Es iier-
,9.q,r. James había expresado la idea de que Ia
mejor
-ya
única manera de atenuar o modíficar un-fro..ro .or_ y las
poral, era desencadenando ofto proceso corporal. pero que p
si «el espíritu»> actuase ,obre ei ."áipo,-ir"ndríamos del c
necesidad de leyes físicas? qué c
Desde este punro de vista, sin duda se hablar.á comp
mucho
toclavia sobre las enfermedades <<mentales»>;
tanto. que Vea
llegaú a creerse que existe u" uis;;;;;il. pl b.hu_ i <<Para
vrorrs.nro apenas aborda el campo de Ias perturbacio- al esp
comporramienro. pero pi.nru qrá I" q"" ," haré u
ll:: -d:t
Jtanlan perturbaciones mentales y lógico
enfermedades men_
tales podría sustituirse por nocióne, más cluras, p.r_ tengo
turbaciones de la-personolidud, .nf.rrn"áu¿., que m
portamiento, conflictos .nt." irábitos, etc.
d.l .o.-
educo
ño es sólo y
una. divergencia teórica, ,irro turti¿rr-"r,
Af"r.".l. sól
en Ia terapéutica.g-ue dé eila p";á; dado)
ü"i;;. Efectiva_
menre, después del experimento de la <<histeria», a no
los
píes d
T
naiento
t La personalidad. 235
a nacl,r
uismo>, psiquíatras, ayudados por los neurólogos, intentan bus-
i oesta- car las causas orgánicas de las perturbaciones. Tanto el
.r"r"¿ patólogo como el neurólogo o fisiólogo que examinan
.f prir a un enfermo procurarán explicar su actitud en témi-
-i.iúri nos de lesiones cerebrales, de infecciones, de intoxica-
cologírr ciones, etc, Peto los casos «funcionales>> escapan con
;'rri;; frecuencia a esta investigación. Existen <<psicosis fun-
t
amaáá cionales» y <rneurosis funcionales»> en las que no se des-
obser- cubre ningún detelioro orgánico que puedá ser la causa
seguir de una desorganización de la personalidad: ni infección,
u*Jnt" ni lesiones, ni desaparición de los reflejos fisiológicos.
bur. J" Y, rin embargo, el enfermo está <<loco»> (según una
oría clasificación puramente social). Quizá digan-algunos
ctc
a coo_
médicos que realmente existe una causa orgániCa de-
adenar masiado piqueña u oculta para ser descubierta en nues-
En gc_
tros días. Pero el problema puede plantearse de otra
en-el manera. E,n los casos en que se habla de depresión
f. mafiíaca, de neurosis cle ansiedad, de paranoia, de es-
<alma»>
> pue-
quizofrenia, etc., cs clccir, cuando se intenta dar un
s iier- nombte a determinaclas actitudes <<mentales»>, ¿no sería
que Ia mejor volver a estudiar cl comportamiento del cuerpo
o .or_
y las causas genóticas de este comportamiento? Más
pero que pretender observar las cambiantes deformaciones
amos del complejo <<espíritu»>, ¿no convendría preguntarse
qué condicionarnicnto ha conducido al sujeto hacia un
comportamiento distinto del que exige la sociedad?
mucho
. que Veamos cómo §íatson ilustra este punto de vista:
i <<Para demostrar que cs completamente inútil mezclar
b.hu_
acio- al espíritu en estas pretendidas enfermedades mentales
haré una desoipción imaginaria de un perro psicopato-
"" ," lógico (utilizo un perro porque no soy médico y no
men_
tengo derecho a servirme de ejemplos humanos; espero
, p.r_
que me perdonarán los veterinarios). Supongamos que
.o.- educo a €ste perro de tal manera que aborrezcaTa carne
sólo
.".l. y sólo coma pescado podrido (es un caso que se ha
tiva_
dado). Le enseño (pol medio de descargas éléctricas)
», los a no acercarse a olfatear a las perras a menos de diez
píes de distancia (J.-8. Morgan consiguió un experi-
T
La pe
236 La psicología del coruportan¿iento f
ido de
mento de este tipo con ratas.) Después Ie hago homo. Pero
sexual dejándole jugar con los cachorros y castigándole
empre
si monta a las hembras. (F.-A. Moss obtuvo resultados
méiod
semejantes con ratas.) En lugar de lamerme las manos
despu
y recibirme amigablemente por 7a maiana, muerde, , .Á.
ladra, gruñe y enseña los dientes. En lugar de cazar
ratones y otros animalitos, Ios huye y los teme. Duerme te Ia
sobre la basura, le repele su propia cama y orina en t come
cualquier sitio cada media hora. En lugar de acercarse partid
^ri
a todos los árboles, gruñe, da brincos y amia el suelo, pasar
pero no se aproxima a menos de diez pies, Só1o duerme ioseta
dos horas diarias, tecostado contra la pared, en lugar pront
de tumbarse y enroscatse poniendo el hocico sobre la pocos
grupa. Adelgaza porque no come grasa. Está constan- prese
temente echando saliva (porque he condicionado su en la
salivación), lo que perturba su digestión. Entonces le gener
llevo a un psicopatólogo de perros. Observa que sus que g
reflejos fisiológicos son normales. No encuentra nin- ? To
guna lesión orgánica. El perro, comenta el psicopató- sacrí
logo, está enfermo mentalmente; en verdad, está loco. enfer
Su estado mental ha provocado molestias orgánicas, he ex
por ejemplo, una mala digestión; aquí está la 'causa' ment
de su mala disposición física. Este perro no hace 1o que de los
los demás, sino cosas muy extrañas. El psicopatólogo porta
opina que está loco y que hay que encerrarlo en un ment
manicomio; si no, se titaú de un décimo piso o se sólo
arrojará al Íuego. estru
Yo respondo al psicopatólogo que no entiende nada j dad e
de 1o que le ocurre a mi perro y que, dado el ambiente ruistru
en que ha crecido (la rnanera como yo le he educado), pued
es el perro más normal del mundo; y que sólo su ab- nece
surdo sistema de clasificación le ha hecho pensar que espír
el animal está 'loco' o enfermo mental, Entonces se po')
lo cuento todo. El se enfada. 'Ya que 1o ha pteparado Esto
usted todo, cuídele usted mismo,' Intento entonces dade
enmendar todas las perturbaciones de mi perro, por lo los m
menos hasta que vuelva a emparejarse con las bonitas fisiólo
perras del vecindario. Si es demasiado viejo o hemos
T
f
La personalidad 237
¿iento
ido demasiado lejos en las prácticas anteriores, le aísIo.
homo. Pero si es 1o bastante joven y aprende con {acilidad,
ándole
emprendo su reeducación, sirviéndome para ello de los
ultados
méiodos behavioristas. Primero le descondiciono y
manos
después ie vueivo a condicionar. Le enseño de nuevo
uerde,
e cazar
, .Á..r carne fresca, devolviéndole el apetito, median-
uerme
te Ia obstrucción de las vías olfatorias, y dándole de
ina en t comer en la oscuridad. He aquí un buen punto de
ercarse
partida, una base para mi ulterior ttabaio. No le hago
suelo, pasar hambre y sólo le doy la comida cu-a1do abro su
uerme ioseta por 7a maiana; tampoco utilizo el látigo. Muy
n lugar pronto salta de alegtía cuando oye mis pasos' En unos
obre la pocos meses, los antiguos hábitos han desaparecido y
onstan- presenta otos nuevos. Puedo exhibirlo con orgullo
ado su en la próxima exposición canina, y su comportamiento
ces le general responde tan bien a su cuerpo liso y perfecto,
ue sus que gana el primer premio.
ra nin- ? Todo esto no es más que Lrna fantasía
opató- sacrílega!-. No tiene nada que ver con las-irealmente
pobres almas
á loco. enfermas que llenan las casas de salud. Admito que
ánicas, he exagerado, pero no se trata más que de los rudi
'causa' mentos del problema. Abogo por la sencilTez y rudeza
1o que de los primitivos materíales de nuestra ciencia del com-
tólogo portamiento. Con este ejemplo familiar quise única-
en un mente demostrar que el condicionanziento permite no
o o se sólo construir las coruplicaciones de la conducta, las
estructuras y conflictos característicos de Ia personali-
e nada j dad enferma, sino también prepardr, durante el proccso
biente ruistruo, un comienzo de modilicaciones orgánicas q¿tc
cado), pueden acabar en infecciones y lesione¡ sin que scrt
su ab- necesario que intervengan conceptos de la relaciírrl
ar que espíritu-cuerpo ('influencia del espíritu sobre el crrcr-
ces se po') ni salimos del campo de las ciencias naturalcs.
parado Esto quiere decir que, en el ámbito de las 'enfcnrr.'
tonces dades mentales', el behaviorista se apoya tambiún ,'rr
por lo los mismos materiales y leyes que los neurólo¡1,,s v
bonitas fisiólogos.»>
hemos
_V
238 La psicologla del conportamientu
o La p
Toda esta exposición nos capacita ahora para con.r- toria
prender que uno de los objetivos de una verdadera ;b;;;
ciencia del comportamiento es la ffansformación de la .1"
personalidad. Al behaviotismo no le satisface la actual ü"á "
situación del ser humano. Los únicos procesos concre- out,
tos de esta transformación son olvidar y aprender. ¿No Lá
es también la ley impuesta por los cambios de la vidaT iib;
¿No es la tendencia de todos cuantos quieren adquirir a .rpz
r( nuevas cualidades, cambiar, <(ponerse topa limpia y i-'oli
tirar la sucia»>? ¿No nos ponen los acontecimientos ;il;;
en situaciones en que es preciso, cueste lo que cueste, ir¡".1
modificar nuestros hábitos, reaccionar ante nuevos obje- bras
tos y reconstruif nuestra personalidad? Un puñetazo, ;i;;l
una enfermedad grave, la muerte de un familiar, el ;i;;d
nacimiento de tres niños, la pérdida del empleo, Ia gue- ;;;;p
rra, ¿qué son sino rupturas de las estructuras habi- q;;A
tuales y la exigencia de una reotganización de la per- habi
sonalidad? Todo 1o que sucede caóticamente, ¿no po-
áría rcaTizarse un día de manera racional? ¿Seremos r
capaces de conseguir un recondicionamiento científico?
¿No tendrá algo que aportar actualmente Ia ciencia
del comportamiento? No es tarca fácil, tampoco para
mañana mismo, y la misión que desempeña el lenguaje
y sustituciones de palabras que cristalizan
-palabras
ambientes ¿¡¡fs¡i6¡ss- no la facilita nada. Por eso
quiso 1üTatson concluir sus análisis con un llamamiento
alalabor práctica que debe desempeñar la psicología:
«El behaviorismo quiere ser la ciencia que disponga
a hombres y mujeres a comprender los principios de su t
propio comportamiento- Quiere facilitarles la reorga-
nización de su existencia personal y, sobre todo, Ia edu-
cación de sus hijos. ¡Me gustaría poder demostrar cómo
logradamos un individuo exuaordinario de cualquiet
niño notmal con tal de poder formarle convenien-
I temente y proporcionade un mundo donde pudiera
desamollarse su organización, un mundo sin supersticio-
a
i
nes legendarias sobre acontecimientos ocurridos milla-
I
res de años atrás, un mundo libre de su vergonzosa his-
_V
o La personalidad 239

toria política y de los convencionalismos y costumbres


;b;;;e;t, desprovistas en sí mismas de sentido, pglo
.1" al individuo como En corazat' No pido
ü"á "rtiii"*i
.é".1".ión ni invito a la gente a buscat el paraíso
que
out, fotrnu. allí una colonia nudista comunitaria'amor
L áU*."r. de hierbas y raíces. No predico el
iib; Sólo intento p.ér..rtutot- un estímxlo verbal
a .rpz aá ,r"dificar poio a poco al mundo, si realmentea
i-'oli.u acción. Pués el mundo cambiatá si educáis
;il;;t-Ñl;; en la libertad behaviorista (no la del
ir¡".1i"á1, iibertad que,no podemos describir c9;n pala-
bras, de mal que nos la imaginamos' -Estos ntilos, vl-
;i;;lilt p.ntándo mejot quJnosotros, ¿no están des-
;i;;d*'u'."1.uurnos como sociedad y no educarán a
;;;;pilt hijos de una manera más científica, hasta
q;;A mrr.tdo'se convierta en un lugar humanamente
habitable?»
r

t
V
e

;
\

)
V
e

APENDICES

)
-*
,

o'

7
,

ApÉNorcr A

Así, por ejemplo, Diclerot y D'Holbach. Con sumo


agrado cito una bella hipótesis behaviorista de Diderot;
o'
se encuentra en sus Eléments de Physiologie .

«Historia experimental (del hombre real, que actúa,


que está ocupado y que se mueve). Yo lo soy y le
analizo.
Era un geómetra. Se despierta y, nada más abrir los
ojos, vuelve a considerar el problema que se había
planteado la víspera. Se pone el albornoz sin saber lo
que hace. Se sienta a su mesa, coge la regla y el com-
pás, tr^za Iíneas, escribe ecuaciones, combina, calcula,
sin saber Io que hace. Suena el reloj, mirala hora que
7 es y se apresura a esctibir varias cartas que debían salir
en el correo . Una vez hecho esto, se viste, sale y va a
comer a la calle Royale, esquina a Saint-Roch (en casa
de D'Holbach). La calle está llena de piedras, serpen-
tea enffe ellas y, de pronto, se para. Recuerda que se ha
dejado las cartas sobre Ia mesa, abiertas y sin sello.
Vuelve atrás, enciende la bornbilla, pone los sellos y
las lleva é1 mismo al buzón. Desde coreos vuelve a
dirigirse a 7a calle Royale, entra en 7a casa donde se
habla propuesto comer y se encuentra en medio de una
sociedad de filósofos, sus amigos. Se habla de la liber-
tad y él sostiene a grito pelado que el hombre es libre.
Yo le dejo hablar, pero al anochecer le llevo a un rin-
cón y le pido cuenta de sus acciones. No recuerda nada,
tampoco 1o que ha hecho, y veo que, pura máquina,
pasivo a los difetentes motivos que le han movido, lejos
de haber sido libre, no ha producido ni un solo acto
expreso de su voluntad. Ha pensado, ha sentido, pero
sólo ha actuado como un cuerpo inefte, corllo un
autómata.)>
?'

ApÉNorcr, B

El Nouaeau traité de psycbologie, de G. Dumas, de-


be
dica algunas líneas al behaviorismo (Lalande). Distingue
ci
en é1 tres tendencias. En primer lugar, una psicología po
de reaccíón (Pavlov, Bechterev). A continuación, una F ia
\ psicología que rechaza los datos de conciencia como tro
objeto de ciencia, sin negar su existencia e incidencias. lo
Por írltimo, la tesis de que <<1a conciencia no es más si
que un mito, una interpretación errónea de los hechos en
psíquicos». <<Después de haber comenzado sosteniendo de
Ia tesis precedente l¿l¿nds-, §latson se colo- pe
-dice
có en esta postura extrema; según é1, es un grave con- tru
trasentido escribir como Thomson: 'Ni que decir tienc
que un behaviorista no niega la existencia de los esta- in
dos mentales; simplemente decide no darse por en- ? re
terado.'No los tiene en cuenta, responde, en el mism«-r sí
sentido en que la química ignora a la alquimia,Ta astro- te
nomía a los horóscopos, o 1a psicología a 7a teTepatía pe
y manifestaciones espiritistas. El behaviorista no se e
ocupa de estos viejos conceptos porque, a medida que m
el progreso científico se hace cada vez más profunáo, to
desaparecen para siempre. Nunca se ha explicado de d
manera absoluta sobre este punto si no es negativa- q
mente, cuando declara que la idea de la conciencia lid
o de los fcnómenos psicológicos no es más que el , m
riltimo cambio de la idea del alma y, por consig.riente, co
el último esfuerzo por salvar algo de la antigua concep- n
ción teológica y dualista, que su doctrina debe ani- ta
quilar definitivamente»> (N. traité, tomo I, p. 390). d
Como puede verse en nuestra exposición, \ü/atson se c
explicó con mucha claridad. La <<conciencia>> no es en s
absoluto, para é1, una <<interpretación emónea de los lo
hechos psíquicos>>, como dice Lalande, pues, desde el d
punto de vista behaviorista, no existen tales hechos in
psíquicos. a
?'

ApÉNotcl C

H.\üTallon escribe: «Tls inútil qlrclcl' igtrotar, cotr cl


de-
behaviorismo de \ü7atson, la it.rtt'oslrcccitin y lrr cot'tcict.r-
ue cia, Toda la cicncia no cs sit'to Ltltil tot)til tlt'c«rttcicttcia,
gía por el hombre, clcl r-rlrivcrs<1. [)cto cl colttt'ol cx¡rct itllctl-
na F ial es su únic¿r contliciólr ct.r c,tclrt trrot.l.lt'l'lto. Si l:r irl-
mo trospección no ¡ruede servir cle funclit¡trctllo rt lit lrsito'
as. logía, como )¡a nrrdie 1o cree, es porque sc tri¡tit tlt'tltl
ás simple testimonio, una simple rnanifestacióu 1rsícltricrr
os entre otras muchas más directas y más espontíncils;
do debe, por tanto, encuadrarse dentro de un apar¿lto cx
o- perimental y crítico mucho más riguroso>> ( l.u t'ic
n- truentdle, Enciclopedia Ftancesa, tomo VIlt).
nc P. Guillaume distingue dos sentidos ctr la 1,rrl:tl,t,r
ta- introspección En sentido amplio, es pura litclitlrrtrt v
en- ? reduce la conciencia de algo a un juicio del sujcto st,l,t,'
«-r sí mismo. Pelo, en u11 sentido más restringitlo, t's tttt
ro- testimonio que iruede tener un valor especial. Lrt itrlt,,t
tía pección sería, en este caso, <<el estudio, Quc lt'rrliz;r
se el sujeto, de sus propias funciones mentalcs, tlt' .'r'tt,
ue mismas funciones que la psicología del com¡rortirrrri.. r,
o, to acomete desde otro ángulo... El sujeto tr)illt(':r(lrrt
de de su propia perspectiva de estas funciones, Itl lttisrtt,,
a- que el físico patte de su perspectiva propia clc l¡t t,',r
ia lidad física que estudia. La introspección, desclc cl rrr,,
el
, mento en que se transforma en lenguaje, afittttit olt;r
e, cosa distinta de la existencia de ciertas cualiclntlcs irrt, r

p- nas. El estado de conciencia es la conciencia rlt' ttt, , ',

ni- tado. La conciencia es siempre conciencia tlc ,tl¡i,,, ,',


0). decir, una función que se define por situaciorttrs y t,.r,
se ciones objetivas o, al menos, por una analogía (()lr ('r.:r"
en situaciones y reaccionesr, (La obietiuidad ('tt l,\tt tl
os lo gía ournal de psych o1.»>, 1932, p. 7 39). (l t i I l,r r r,'
: <<J I I r r

el destaca también que podemos describir la mistrlr vi,l.r


os interior por complejos situación-respuesta: SC ll¡ll;t rl,'
actos virtuales que fesponden a situaciottcs vitlt¡,t1, ,
E ?" A
qu
áa
ApÉxorcp D l"
su
La primera comprobación fue hecha por Paul Guil-
laume (en La uie mentale, tomo VIII de Ia Enciclo-
pedia Francesa, capítulo dedicado a la psicología del
comportamiento). Antes lo habia afirmado también r
\ Piéron en Le cerueau et la pensée (1923), Según é1,
el lema del behaviorismo v¡atsoniano sería: <<Dadme un n
nervio y un músculo y os devolveré un espíritu.>> í¡
n
'i
ApÉNorcE E [X
i
En 7937 , L. Carmichael presentó en el Congreso I
Internacional de Psicología un trabajo sobre Fetal ,
behauior and deuelopnzental psychology (Paús, 1,937, ? .
página 108). Invita a desconfiar de las explicaciones se- J
gún las cuales no importa el predominio genético de ;
algo. La teoría por Ia que los reflejos específicos emer- ;
gerlan de una forma estructurada (pattern; cf. Coghill) ¿
no le parece totalmente de acuerdo con los hechos ob- o
servados en ciertos mamíferos. Estudió especialmente í
el comportamiento fetal de la ruta, el gato y el conejo ,
de Indias. Se estudiaron una setie de L46 fetos de co- ;
nejos de Indias (filmándose a la vez) a partir de las .
horas siguientes a Ia fecundación y bajo el triple aspecto o
I l
de los primeros movimientos <<espontáneos>> condicio-
nados. La observación revela movimientos diferenciados .
desde el principio. El carácter <<total»> y difuso de las ;
reacciones obsetvadas por Coghill e¡ el Ambliosioftta e
sólo se obtuvieron en el cobaya mediante una fuerte
elevación de la temperutlxa y de la intensidad de la
estimulación. No tendría, pues, necesariamente un ca-
rácter ptimario. De aquí podría concluitse <<que existen,
en determinadas circunstancias, formas específicas de
compoftamiento, o reflejos, que apafecen como cual-
v
Apéndices 247
?"
quier respuesta primaria del organismo' La especifici
áad de la respuesta, al menos en parte,, parece estar
en
l"*i¿" de la intensidad del estímulo en las etapas
superiores»>,
Guil-
ciclo-
ía del APÉNorcE F
mbién r
ún é1, La cuestión de los jóvenes ambidextros fue tatadz-
me un no. S.- forn sold, Cou'tribution
á l'étude de la dextra-
í¡ii, rrP¡utlríi" de l'Institut d'Orientation Profession-
n"il.r, 1934, nn. L y 2.Véase también Gourevitch'
'i"
dArrtopfrruent itoteur et ff?ental cbez l'enfant
t937 ,
[Xl Congtlio Internacional de Psicologia,P.arls,
iaii" tó0). Gourevitch, hablando de la asimetría, es-
que
greso Iii.t* .¿t i.nómeno de la asimetría en el hombre,
Fetal ,. Áunifierta exteriormente sobre todo pordelalapredo'
1,937, ? .itá".i, i"n lu mayoría de los hombres) por el. mano
pa-
es se- J.t".lrá, ,i.ne deteiminado probablemente
co de ;;i-á"i'trabajo en la antropogénesis'-Fue el trabajo
'la difcrenciación entre la derecha v. la
emer- ;;l";-;"isi¿
ghill) ¿ñi;.á;:S" .ficr.ia requiere q".e.la mavor cantidad
os ob- o"li¡t" de energía se ditija a ,rn único sentido, 1o que
mente í" .o^ip" -.áirnt. la aición de una mano y la colabo-
onejo ,r.iá. a? 7a otra.Idéntica discriminación se observa en
de co- ;i;;id;á"; la espada olalanza en una mano v el.es-
de las .,rdo \a otra.. ] Drtunt" la primera infancia no existe
specto oredominio alquno de la mano derecha"' Este va pre-
"n
I lentándose .oñ lot atios, en virtud del ejercicio, como
dicio-
iados ...r..""..i, de la actividad del trabajo, del aprende-r
de las ;;;;ibir; ¡" otro, hábitos.» En L934,F..Goodenough
ioftta escribía ctn cierta vaguedad: nEs.posible que-.esta
uerte oreferencia ,.o imputable al aprendizaje
"nt.rrrlente
primitivo, pero la generalización del uso preferente de
de la
un ca- il ;;" áárecha, p"rácticamente en todas las'razas hu-
isten, hu." proÉr'bl" la intervención de un factor neu-
^unát,
,oióniéo (üsado al predominio del hemisferio izquier-
as de
cual- dor" (De'ueTopmen til psychologl', p. 168)'
e

ApÉNorcp G

Sartre se constituyó en el intérprete de esta psico_


,Iogía <<fenomenológica», es decir, á. ,nu variedad del
introspeccionismo. En su Esquisse d,une tbéorie des
émotions admite que hay qué estudiar jas emociones
como un_ proce,so mágico que nos haría pasar de un
/
\ <(ser en el mundo»> a otro <<Jer en el mundá>>. Efectiva_
mente, el fenomenólogo debe <<establecer Ia esencia del
hombre rtt¿tes de adenüarse en la psicología», pues <<la
psicología, aunque se considera ,na .i.n"cio, nt pued.
entregar más que una serie de hechos heterogénebs, de
Ios c_uales la mayoría no tiene nínguna relaiión enfte
sí>>. La emoción estudiada por el 6ehaviorista estatia,
pues, por naturaleza, muefta; no sería psíquica, sino
<(rnhumana>>. -En tanto que, para Sartre, el origen
de Ia
emoción es <(una degradación esponránea v üvicla de I
la conciencia frente al mundo>r.'Es preciso partír de
la conciencia: <<Todo cuanto sucede en la cónciencia
no puede ser explicado más que por la misma concien-
cia.» Desde este punto de vistá, la emoción es una
<<transformación del mundo». Cerrados los caminos
para tal o cual acción, <<intentamos cambiar el mundo,
es decir, vivirlo como si Ias relaciones entre las cosas y
sus potencia]idades no estur¡iesen reglamentadas por
procesos deterministas, sino por la magiar. Se trata de
captación de nuevas relaci,cnes y exúencias inéditas.
<<la
u
Si no.puede aprehenderse un obieto"o simplemente
engendra una tensión insostenible, Ía conciencia intenta
captarlo de oÚa forma, es decir, se transform a par^
transformar también al objeto». Resumiendo: Ias^dis-
tintas emociones vuelven <(a constituir un mundo má-
gico utilizando nuestro cuerpo como medio de encan-
tamiento»>, etc,

t-
e

ApÉN¡rcp, H

Refiriéndose a las principales observ¿rciones de


§(/atson, escribe §Tallon: <<Las reacciones de la primera
emoción claramente diferenciada en el niño, el miedo,
/ van unidas a una fuerte estimulación laberíntica, a una
sensación de caída. Del mismo modo, las demás, cada
una a su manera, responden a variaciones del tono
tanto muscular como visceral y, por consiguiente, pro-
ceden de Ia función postural, en la que Sherrington
agrupó todo lo que es manifestación tónica. A1 salir
de este fondo común, ¿son totalmente reducibles entre
ellas? Algunos, como §(/atson, tienden a explicar la
diversidad de las emociones por la acción de las cir-
cunstancias, qr-re unirían su núcleo inicial a excitantes
y reacciones variables. Pero su especificidad ontogené-
I tica es un hecho indiscutible. Cualesquiera que sean sus
etapas en Ia historia clc la cspecie, todas revelan auto-
matismos que les son propios y que slrrgen en el con.r-
portamiento de los individuos como Lllr efecto de la
maduración funcional>> (L'éuolution psycbologiqae de
l'enlant, l94I , p. 132). Yéase también, sobre el valor
social de las cmocioncs, H. \7a11on, Les origines du
caractére chez l'enlant (1931).

u
NOTA I]IBLIOGRAFICA

No quetcmos rec¿rrgar este libro cofl una bibliogra-


fía interminable. El lector que lo desee Puede consultar
las numerosas referencias que se encuenffan en los di-
versos capítulos del Nouueau traité de psychologie,
publicado por Georges Dumas (Presses Universitaires
de France) o los trabajos que citaremos a continuación.
El conjunto de informaciones reunidas en este Traité
hacen de él un instumento de estudio de extraordina-
rio valor. También es de gran interés cl tomo VIII de
la Encíclopcdia Frarrccsa (l,a uic tttcttl,tla).
Los ¡rrirrci¡rales libros dc I.Jl. §Tatson son los si-
gtrientcs: Bal¡auir¡r. Att Introtluction to comparatioe
Psychology (191-l); ))s1t¡:b6l6r!, lrom the standpoint
ol a bchauiorist (1919,2." ccl. cn 1924,3." ed., revi-
sacla, crr 1929); Btl.rtuiorisnt (11)25,2.' redacción en
1910).
Los pr:incipirlcs rrt'tícLrlos aparecidos en revistas son:
Psychology as thc hcltauic¡rist aiews it: «Psych. Re-
view,r, 7L)13; 'l'hc placc ol conditioned reflex iru psy-
chology: <<Psych. Ilcvicw>>, 1916; Tbe unuerbalized in
buntau bt'hauior: .<Psych. Revie'uv>>, 1924; The place
ot' kincstbctic, t;isccral and laryngeal organization of
thittkitg: «Psyclr. I{cview>>, 1924.
Watsorr reclactó slrs rlotas autobiográficas en Auto-
biograpbical skctcb (A History ol Psycbology in auto-
biograpby, vol. III, Clark University Press, L936).
Una bibliografía completa de los artículos, trabajos y
libros de 'üTatson hasta 1929 se encuentra en Tbe
Psycbological lle gister (editado por Carl Murchison),
Clark University Press, 1939.
l Ifasta fecha reciente, el único üabajo en lengua fran-

I
252 Nota bibliográlica

cesa en .el que se resumía claramente la concepción


behaviorista era el de V. Arnold, La psychologre d.e
réaction en Aruérique (París, 1926).
En-inglés, The Rise and lall of behauiorisru: <<Jolr-
nal of _General Psychology»>, 1938, de W. Hariell y
Ross Harison. La bibliografía anexa al artículo con-
tiene 426 referencias.
_ Citemos, por último, Ia obra de M. A. Tilquin, le
Behaaiorisme. Origine et déueloppement de la-psy'cho-
logie d,e réaction ,en Amérique (Páús, L942), aparecida
poco después de la primera edición de la preiente obra,
así como la fundamental de Paul Guillaume, Introduc'-
tion á la Psychologie (Paús, 1942), donde el lector
verá expuesta con una maestfía excepcional la meto-
dología objetiva en psicología

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