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El Principio de Inocencia en el Proceso Penal por Eduardo

Caballero
La responsabilidad, y por consiguiente, culpabilidad del acusado, debe probarse en el juicio oral y
público. Esto no es una mera facultad del Estado, sino una obligación. Pues es el Estado quien
determinará si el acusado es culpable o no de los hechos imputados, pero antes tendrá que
desvirtuar de manera lícita y translúcida el estado de inocencia del justiciable.

El jurista Alberto Binder, en su libro Introducción al Derecho Procesal Penal, establecía que la


Presunción de Inocencia es “Una Garantía política que protege al ciudadano que ingresa al ámbito
de actuación de las normas procesales y penales“. Es por esta razón que debo advertir que el status
de inocencia acompañará al acusado antes y durante el juicio oral y público; hasta después de la
culminación del mismo y aún cuando exista una sentencia que le sea contraria, debe de ser tratado
como inocente hasta que la decisión quede definitivamente firme.

En base a esto, coincidimos con el distinguido jurista Orlando Monagas Rodríguez, quien sostenía
que “El imputado ha de recibir un trato digno, respetuoso, propio de un orden justo dentro del
proceso penal, entendiendo que tal condición se habrá de sostener y conservar hasta tanto una
sentencia condenatoria firme, declare la culpabilidad”.

La presunción de inocencia no descansa ni depende del derecho a ser juzgado en libertad, sino que
su fundamento se ubica en el derecho a la defensa, así como tener un juicio previo con el firme y
exacto acatamiento de las ritualidades del debido proceso; es por ello que el estado jurídico y
procedente de inocencia deberá ser abatido, devastado, desechado, desvirtuado, mediante una
mínima actividad probatoria, en forma lícita, válida y por demás legal, en el desarrollo del debate
probatorio.

Autor: Eduardo Caballero

Director para los DDHH del Centro Thatcher capítulo Venezuela

Redes Sociales: @EduardoC_Vzla

El Principio de Inocencia en el Proceso Penal por Eduardo


Caballero
La responsabilidad, y por consiguiente, culpabilidad del acusado, debe probarse en el juicio oral y
público. Esto no es una mera facultad del Estado, sino una obligación. Pues es el Estado quien
determinará si el acusado es culpable o no de los hechos imputados, pero antes tendrá que
desvirtuar de manera lícita y translúcida el estado de inocencia del justiciable.

El jurista Alberto Binder, en su libro Introducción al Derecho Procesal Penal, establecía que la


Presunción de Inocencia es “Una Garantía política que protege al ciudadano que ingresa al ámbito
de actuación de las normas procesales y penales“. Es por esta razón que debo advertir que el status
de inocencia acompañará al acusado antes y durante el juicio oral y público; hasta después de la
culminación del mismo y aún cuando exista una sentencia que le sea contraria, debe de ser tratado
como inocente hasta que la decisión quede definitivamente firme.
En base a esto, coincidimos con el distinguido jurista Orlando Monagas Rodríguez, quien sostenía
que “El imputado ha de recibir un trato digno, respetuoso, propio de un orden justo dentro del
proceso penal, entendiendo que tal condición se habrá de sostener y conservar hasta tanto una
sentencia condenatoria firme, declare la culpabilidad”.

La presunción de inocencia no descansa ni depende del derecho a ser juzgado en libertad, sino que
su fundamento se ubica en el derecho a la defensa, así como tener un juicio previo con el firme y
exacto acatamiento de las ritualidades del debido proceso; es por ello que el estado jurídico y
procedente de inocencia deberá ser abatido, devastado, desechado, desvirtuado, mediante una
mínima actividad probatoria, en forma lícita, válida y por demás legal, en el desarrollo del debate
probatorio.

Autor: Eduardo Caballero

Director para los DDHH del Centro Thatcher capítulo Venezuela

Redes Sociales: @EduardoC_Vzla

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