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Con ojos de niña

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Con ojos de niña

| Amparo Tomé | Francesco Tonucci

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Colección Micro-Macro Referencias
Serie Comunidad educativa/Educación para la ciudadanía

© Amparo Tomé, Francesco Tonucci


© de la traducción de los textos en italiano: Francesc Massana
© de esta edición: Editorial GRAÓ, de IRIF, S.L.
C/ Hurtado, 29. 08022 Barcelona
www.grao.com

1. a edición: septiembre 2013


2. a reimpresión: junio 2014

ISBN: 978-84-9980-703-4
D.L.: B. 12929-2013

Diseño de la colección: Maria Tortajada Carenys


Impresión: GraphyCems S.L.
Impreso en España

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total o parcial de la presente publicación, incluyendo el diseño de la portada, así como la transmisión de ésta por
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447).

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A Luigia e Ida, Amelia, Mariuccia, Francesca y Georgina, y Nina, abuelas,
madre, mujer, hijas y nieta de Francesco.
A Amparo y Angelita, Carmen, Mayge, Itxaso, Elina y Laia. Abuelas,
madre, hermana, hija y nietas de Amparo.
A todas las abuelas, madres, hermanas, esposas, hijas y nietas que han
tenido la dificultad y el privilegio de ser niñas.

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Índice

Quiérete bien.com, Amparo Tomé

Queridas niñas, Francesco Tonucci

Un truco de Frato

La sangre de la vida

Una mirada al paraíso

Mi novio me controla lo normal

Rosa y azul

La ruta de los cuentos y la moraleja

¿Jugamos juntos?

¡Aquí hay algo que no va bien!

El sexo: información toda, educación poca

El efecto espejo

Homicidio y violencia

Los feministas

El precio de la vida

Conjuro de mujeres

La bicicleta, ese vehículo de la lujuria

El puntito de la «i»

Oh là là, los perfumes...

Feminicidio

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Las premio Nobel

¡Feliz onomástica, Martirio!

Belleza y publicidad

Mujeres y toponimia

La que tiene menos fe

El beso del príncipe azul

Una tasa de género

¿La maestra siempre sabe qué hacer?

Ser hombre - ser mujer

Las chicas con malas notas

Se dice que hemos conseguido la igualdad

Te quiere demasiado

Un hombre que nos pega es un cabrón

Mujeres que han marcado caminos de libertad

Calle M.ª José Rienda

Las mujeres fueron las primeras

Mujeres transparentes

Las mujeres son niñas pequeñas

Las mujeres maduras

Una madre muy enfadada

Un truco de Francesco

Si no es mixta no es escuela

El cuerpo se me arruga, no el cerebro

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Te sentirás protegida

Después de cada monzón brilla un arco iris

Mi sueño de ir a la escuela

Amigas hasta la muerte

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Quiérete bien.com
Amparo Tomé

Con ojos de niña es un libro que combina una serie de cortos relatos sobre la vida de las
mujeres y un amplio conjunto de ingeniosas viñetas sobre la vida de las niñas. La
versatilidad del libro pone de relieve algunos aspectos del arduo pasado femenino, del
complejo presente que vivimos, y del incierto pero esperanzador futuro de las niñas y de
las mujeres.

La idea del libro nació de mi amigo y colega Francesco Tonucci, el internacionalmente


reconocido pedagogo, y me pareció excelente. He de reconocer el gran trabajo de apoyo
que he recibido, tanto de Tonucci como de Cinta Vidal; sin ella, esta brillante idea no
habría visto la luz en estos momentos. En esta ocasión, Cinta no sólo ha seguido el
proceso con mimo, como siempre hace, sino con la participación y el cuidado que
solamente dedican los autores a sus libros.

Los textos están bordados sobre dibujos en papel transparente que dejan ver imágenes e
historias reconocidas por todo el mundo. Las hemos escuchado en los cuentos de hadas;
las hemos vivido en la escuela, en nuestras casas, en el trabajo, en el parque, en la calle,
en el cine, en la literatura, en el arte. De forma aleatoria, se incluyen textos y viñetas que
ilustran cómo las niñas y las mujeres se están haciendo un lugar en el mundo y, sin
embargo, se habla de haber conseguido una sociedad igualitaria.

Los textos y las viñetas intentan evocar recuerdos de nuestro pasado, mirar el presente
con ojos críticos, y buscar un futuro libre y justo. Algunas páginas os harán revivir las
dificultades vividas en conseguir las metas alcanzadas, quizá os recuerden
comportamientos de los que no estamos muy felices, o incluso os sugieran saber más
sobre la importancia que tiene para la vida el conocimiento sobre las diferencias y las
desigualdades entre los sexos. Cada historia y cada viñeta nos invitan a pensar sobre lo
bueno y lo nuevo que tiene el ser niña o mujer hoy en día; sin olvidar, claro está, lo duro
y doloroso que puede llegar a ser.

Tanto Tonucci como yo misma partimos, como maestros que somos, de la búsqueda de
la justicia, de la igualdad y de la libertad en la escuela y en la sociedad; por lo tanto,
luchamos contra las injusticias, las desigualdades, las discriminaciones, el uso de la
violencia y la represión. Hay textos y viñetas que potencian la esperanza, mientras que

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otros reflejan las sombras y una pertinaz oscuridad que tenemos que conocer para poder
iluminar.

En el proceso de la búsqueda de los textos, me han ayudado a veces los recuerdos de las
niñas con las que he jugado, a las que he leído cuentos, a las que he cuidado. En otros
momentos, han sido mis jóvenes alumnas las que me han guiado, y la gran mayoría de
los relatos me los han sugerido mis amigas y las mujeres con las que he compartido mi
vida. He revisado entrevistas, he releído historias de vidas, he entresacado frases de
mujeres famosas, he recogido anécdotas históricas y actuales, he reunido noticias sobre
las discriminaciones que sufren las mujeres y las niñas… Y todo ello da como resultado
una hermosa escultura poliédrica que permite ver las luces y las sombras de nuestras
vidas como mujeres.

Estimada lectora y estimado lector, me gustaría mucho saber que los textos anecdóticos,
como «¡Feliz onomástica, Martirio!», os hacen sonreír; o que, al constatar el número de
mujeres premio Nobel y de mujeres comprometidas a lo largo de la historia, os
sorprendéis; también puede que os enoje la imagen que se refleja en el espejo de la
feminidad en la publicidad… Estos textos están escritos con mucho respeto y mucha
pasión hacia el hecho de nacer, de crecer y de ser mujer.

Las mujeres hemos nacido con el mandato de «ser para otros y para otras» en la vida, y
ello conlleva la misma dosis de bondad que de maldad; si las mujeres no nos atrevemos a
salir de ese mandato que nos define «como ser mujer», con o sin permiso, y no
exploramos las una y mil formas de ser y de vivir como mujeres fuera de la norma, nos
encontraremos prisioneras con las mismas cadenas que nuestras antepasadas. Eso sí, las
cadenas como el Facebook se actualizan diariamente, y las cadenas del siglo XXI son
ultramodernas y van revestidas de una aparente y confusa libertad.

También me gustaría que descubrierais que el libro nos invita a girar la rueca de la vida
en el sentido de las manillas del reloj hacia «el buen trato» a las mujeres, invitando a la
motivación de una vida plena y al halago a las niñas. Ahora bien, el giro de tuerca que el
libro invita a dar reside en no insistir tanto en motivaciones y halagos con significados
dudosos. El halago a la bondad de las niñas no es suficiente, si no introducimos el valor
de la inteligencia y la constancia. En vez de halagarlas por lo «quietitas y calladitas» que
son, hacedlo también cuando se mueven, cuando ocupan espacios libremente, cuando
descubren otros mundos y se aventuran; en vez de halagarlas por lo limpias que son,
hacedlo por el orden en su vida y en sus cosas; en vez de buscar su obediencia, procurad
buscar su cuestionamiento o críticas...

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Son las niñas, las chicas, las protagonistas de estas páginas. Páginas que tienen detrás
historias escuchadas a muchas profesoras que, desde hace años, han aprendido a tomar a
las niñas en serio, han escuchado sus opiniones, les han dado la palabra, las han ayudado
a alcanzar sus metas. Estas maestras, obviamente, también se han empeñado con los
niños, les han enseñado a estar tranquilos y a escuchar, y han trabajado con ellos la
empatía y la colaboración, aspectos que no se acostumbra a trabajar con las niñas y los
niños en las escuelas.

También es fácilmente constatable que ha habido cambios muy positivos en cuanto a las
actitudes y palabras de madres y padres, que apoyan la inteligencia de sus hijas, sus
habilidades corporales, sus capacidades y sus expectativas de vida con respeto y
responsabilidad. Con no poca preocupación ni poca dificultad, estos padres y madres
intentan paliar el gran peso e influencia de la sociedad de consumo en sus vidas.

Pero lo que realmente me ha movido a que el libro naciera ha sido la fuerza de las niñas
que están orgullosas de haber nacido mujeres, que se sienten poderosas en su «amor
propio», que saben incorporar criterios para discernir qué significa «ser bellas».
Recuerdo con agrado los comportamientos de las chicas de los IES, que se mueven con
más seguridad, que se saben inteligentes, que han aprendido a colaborar entre ellas más
que a excluirse; chicas que intentan el equilibrio entre el mundo relacional y alcanzar
niveles de excelencia en sus estudios, trabajos y responsabilidades. Son las mismas chicas
que, por principio, rechazan las relaciones no respetuosas y han aprendido que no existe
el «príncipe azul». Son las jóvenes que saben que ganar confianza en ellas mismas duele,
aquellas que ya saben que no siempre deben mostrarse como «niñas buenas», aquellas
que saben expresar lo que les gusta y lo que no les gusta, aquellas que saben enfadarse,
aquellas que saben respetar sus deseos y necesidades, aquellas que son directas y
honestas.

A todas aquellas niñas que serán mujeres mañana.

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Queridas niñas
Francesco Tonucci

Este libro lo hemos pensado, escrito y dibujado para vosotras. Para contaros lo hermoso
y lo difícil que es ser mujer en nuestra sociedad. Amparo sabrá explicaros mucho mejor
todo lo relacionado con esta belleza y dificultad, pero también yo, hombre y anciano, he
querido escribiros una carta desde mi punto de vista, como hombre, como padre de una
hija y como abuelo de una nieta.

Iba diciendo que ser mujer es hermoso. Personalmente, siempre he pensado que es una
auténtica fortuna. Visito muchos países para dar conferencias, dedico mucho tiempo a
dibujar y a escribir. Mis hijos, los que hago crecer en mi interior y que dejo salir después
de meses de trabajo, son viñetas, dibujos y libros. Nosotros, hombres, poco más
podemos hacer y, precisamente, creo que por este motivo anhelamos tanto producir,
crear y afirmar nuestras ideas. Siempre he pensado que si hubiese podido hacer crecer a
un niño dentro de mí, hacerlo salir de mi cuerpo y amamantarlo, me hubiera interesado
mucho menos en producir tanto y tantas cosas. Ésa (ésas, porque hubiera querido tener
muchos) habría sido mi creación más importante. Con esto no quiero decir que estéis
obligadas a tener hijos ni tampoco que, al tenerlos, no debáis estar interesadas en
producir otras cosas, en vivir vuestra profesión, en asumir responsabilidades en el
mundo. Tan sólo quería subrayar lo que considero vuestra mayor fortuna.

Y de este vuestro privilegio, los hombres, a menudo sin darse cuenta, tienen envidia.

La envidia de los hombres, su sentimiento de inferioridad con respecto a esta gran


potencialidad que tenéis vosotras, a menudo hace difícil la vida de las mujeres.

Quienes se sienten inferiores muchas veces reaccionan con maldad, utilizando la fuerza
e incluso a veces la violencia. Ante vuestro don, los hombres tienen, normalmente, más
fuerza física y, desgraciadamente, a menudo la usan para someter físicamente a las
mujeres. Vosotras no debéis permitirlo, no aceptéis jamás la violencia contra vuestro
cuerpo y ni siquiera contra vuestro espíritu.

Si un hombre os ofende, os hace daño, reaccionad, dejadlo y denunciadlo. Si sois


pequeñas, denunciadlo a vuestros padres; si sois mayores, denunciadlo a las autoridades,
a la policía.

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Recordad que la Convención de los Derechos de la Infancia, legislación internacional de
1989 y ley española de 1990, en el artículo segundo dice que los Estados se
comprometen a garantizar los derechos enumerados por la Convención a todos los niños
sin distinción de sexo. Esto significa que vuestro sexo jamás puede ser una razón para
haceros daño o para relegaros a una posición menos importante que la de los hombres.

Pero nuestra sociedad, y especialmente algunos de sus elementos más seductores como
son la televisión, Internet, la publicidad e incluso a veces la política, a menudo os ofende,
a vosotras, niñas y mujeres, de otra forma, pidiéndoos que utilicéis vuestro cuerpo para
tener éxito en la vida, para tener una carrera más fácil, para llegar a obtener un puesto de
trabajo, un beneficio, sin tener que esforzaros y sin demostrar vuestras capacidades y
cualidades. A menudo os dicen que si sois amables con ellos os podrán ayudar y haceros
ganar mucho dinero. Y naturalmente, quien os lo pide son siempre hombres.

No les hagáis caso. Lo dicen únicamente en su interés y luego os abandonarán.

La belleza del cuerpo es importante, pero si consideráis la belleza tal como os la


presenta la publicidad, con esas medidas, con ese peso, con esos cabellos, esa belleza
cuesta mucho y dura poco.

Yo convivo con una mujer desde hace cincuenta años. Me enamoré de ella porque era
hermosa; y sigo enamorado de ella porque sigue siendo hermosa, si bien sus medidas, su
peso, sus cabellos son distintos, son hermosos pero de otra forma. Hoy están las arrugas,
el cansancio, los achaques. Pero sigue siendo hermoso compartir nuestra vida.

No vendáis jamás vuestro cuerpo, nadie os podrá pagar su valor. El cuerpo sólo se
regala y sólo por amor.

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Un truco de Frato
Al hablar y escribir, a menudo, para indicar chicos y chicas se utiliza el género
masculino. Por ejemplo, en el título de mi primer libro de viñetas: Con ojos de niño.
Naturalmente, no se trata de un libro que hable únicamente de niños, habla de ellos y
ellas, pero para incluirlos a todos, era habitual –y sigue siéndolo en Italia– utilizar el
género masculino. Sin duda se puede afirmar que la lengua está de parte de los hombres,
que es machista. En cambio, mientras que todo el mundo piensa que ese primer libro
hace referencia tanto a chicos como a chicas, el de ahora, Con ojos de niña, todo el
mundo va a pensar que hace referencia únicamente a las niñas. También como dibujante,
es decir, como Frato, he tenido que enfrentarme a un problema semejante cuando he
tenido que crear un «logo», es decir, un símbolo para una actividad, un proyecto o una
organización, que representara a los niños. Si me era posible, dibujaba a un niño y a una
niña; pero, claro, a menudo no era posible. El logo debe ser un mensaje gráfico conciso,
de comprensión inmediata; debe poder reproducirse también en pequeñas dimensiones
como, por ejemplo, en el membrete de una carta o en una tarjeta de visita, por lo que es
necesario poner o un niño o una niña. Siempre que he tenido que elegir me he decantado
por dibujar a una niña, algo que me ha funcionado muy bien. Si hubiese dibujado a un
niño, seguramente las mujeres habrían dicho: «¿Y por qué no has dibujado a una niña?».
En cambio, ningún hombre se ha quejado nunca del hecho de que fuera una niña. Tal
vez porque nosotros, hombres, experimentamos un sentimiento de culpabilidad por los
muchos privilegios que hemos construido y que seguimos defendiendo. Sea como fuere,
me ha funcionado. En la página de al lado os muestro algunos ejemplos de «logo» que he
realizado y que todavía siguen utilizándose.*

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* Texto: Francesco Tonucci

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La sangre de la vida

Los hombres sangran por las guerras.


Nosotras sangramos todos los meses para la vida.

(G. Belli, 2012, El país de las mujeres, Bogotá, Seix Barral, p. 120)

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Una mirada al paraíso
Si Eva hubiera escrito el Génesis... ¿Cómo sería la primera noche de amor del género
humano? Eva hubiera puesto algunos puntos sobre las íes. Quizá, digo yo, no sé, hubiera
aclarado que ella no nació de ninguna costilla, que no conoció a ninguna serpiente, que
no ofreció nunca ninguna manzana a nadie, y que nadie le dijo «Parirás con dolor» y
«Tu marido te dominará»… Y que todo eso, diría Eva, no son más que calumnias que
Adán contó a la prensa.

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LAS NIÑAS CHiNAS DEBEN DEFENDERSE

Fuente: Este fragmento es una transcripción literal de uno de los cuentos relatados por Eduardo Galeano en su
programa La vida según Galeano, en www.laplantaluminosa.blogspot.com, el día 8 de marzo de 2013.

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Mi novio me controla lo normal

Si tu novio decide sobre tus salidas, déjalo.

Si decide sobre qué ropa debes usar, déjalo.

Si decide con qué amigas o amigos puedes hablar o salir, déjalo.

Si tu novio controla tus sms y tus mails, déjalo.

Si tu novio amenaza con abandonarte si no lo obedeces, déjalo.

Si te amenaza con que va a suicidarse o lastimarse, déjalo.

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Rosa y azul
A Andrea, un chico de 15 años de Roma, le gustaba vestir pantalón rosa y pintarse las
uñas. En la escuela, un importante centro de Roma, sus compañeros se burlaban de él.
Una profesora lo había reprendido «porque se había vestido de rosa y se había pintado
las uñas». En Facebook, sus compañeros crearon un grupo llamado
«ioportoipantalonirosa» (‘yollevopantalonesrosa’) para ridiculizarlo y señalarlo como gay,
tan sólo porque le gustaba vestirse de rosa. Andrea, después de dos años de sufrir
violencia psicológica, desesperado, un día, al regresar de la escuela, se mató ahorcándose
en casa. Una muerte sobre la que pesa la responsabilidad de la escuela, que lo dejó solo,
no lo defendió e incluso alimentó el clima homófobo al dar pábulo, de alguna forma, a las
actitudes de acoso escolar de sus compañeros.

El presidente del gobierno regional de Roma escribió, en su día, lo siguiente: «Le


llamaban "el chico de los pantalones rosa". En Facebook había una página en la que sus
compañeros de escuela se burlaban de él. Tenía 15 años y ayer se quitó la vida. Es una
historia horrible, pero debemos contarla para que todo el mundo se dé cuenta del daño
que puede llegar a hacer la homofobia, de las terribles consecuencias que las burlas y los
insultos pueden tener sobre la vida de las personas. Existe gente que quiere imponer sus
propios miedos y obsesiones. Nosotros debemos seguir luchando contra la ignorancia y el
prejuicio, para que todos seamos libres y felices de ser nosotros mismos».

Evidentemente, éste fue un caso extremo, pero es la punta del iceberg. Los casos de
homofobia en Italia son muy frecuentes, no paran de crecer y provocan un gran
sufrimiento en personas que no pueden vivir serenamente sus preferencias, sus
diferencias.*

22
* Texto: Francesco Tonucci

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La ruta de los cuentos y la moraleja

Cuenta la fábula que en la lejana Capadocia había un dragón que atemorizaba aquel
reino. Para calmar su hambre y su ira, los campesinos lo alimentaban con dos borregos
diarios, hasta que se acabaron; entonces, por sorteo, se le daba de comer a un miembro
de cada familia. Hartos de que la familia real no contribuyera al chantaje del dragón,
decidieron darle de comer a la princesa. Un joven de nombre Jorge desenvainó su espada
y mató al dragón para salvar a la princesa, y de la sangre del dragón brotó una rosa que
Jorge entregó a la doncella.

Esta fábula se celebra el 23 de abril en Inglaterra, en Etiopía, en Bulgaria, en Tombuctú,


en Portugal, en Argentina y en Cataluña.

Dos niñas, después de escuchar la fábula, la comentan. Una le dice a la otra: «Oye,
Marina, pero las princesas siempre tienen que ser rescatadas por un príncipe que las
salve de los peligros. Yo ya no quiero ser más una princesa, quiero ser una reina. Las
reinas decidimos por nosotras mismas y no necesitamos que nos salven».

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¿Jugamos juntos?

En las recomendaciones publicitarias de los juegos «para niños», aparecen indicaciones


que los invitan a descubrir el mundo, viajar, conocer la naturaleza, construir puentes y
legos, espiar, divertirse, volar… Por su parte, en la mayoría de las cajas de los juegos
«para niñas», las recomendaciones invitan a recortar y colorear mariposas, vestir o
desvestir a las muñecas, bañarlas, peinarlas, sacarlas de paseo, maquillar, disfrazarse de
princesas, dar de comer a los muñecos, cocinar, jugar con abalorios, pintar mandalas,
disfrutar con recortables, jugar a tiendas…

¿Jugamos juntos, a qué?

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¡Aquí hay algo que no va bien!
Existe una gran preocupación sobre cómo parar la temprana sexualización de las niñas.
En España, hay una concienciación incipiente del fenómeno. En el Reino Unido, basta un
reportaje mostrando a una niña pequeña vistiendo un biquini sensual o calzando zapatos
de tacón alto para provocar una catarata de artículos alertando sobre las consecuencias
de lo que allí se denomina «la sexualización de niñas y niños». De momento, utilizan la
prohibición de la ropa infantil demasiado sensual, los anuncios demasiado eróticos y
hasta los vídeos musicales demasiado insinuantes. Las principales víctimas son las niñas.
Proponen controlar los límites del erotismo en la televisión.

¿Qué hace una cría de 8 años vestida de adulta cantando coplas amorosas o desfilando
maquillada por una pasarela?

¿Y qué hacen tantas mujeres maduras vestidas como adolescentes en sus primeras
salidas de coqueteo mundano?

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El sexo: información toda, educación poca
¿Quién duda sobre la importancia de la sexualidad en la adolescencia? ¿Dónde se
informan las chicas y los chicos? ¿Deben las escuelas y las familias educar e informar
sobre las relaciones sexuales?

Ciertamente, la educación sexual presenta desafíos pedagógicos importantes, debido a la


diversidad del desarrollo de las chicas y los chicos. Aunque la influencia de la educación
sexual, según algunos expertos, es mínima, si consideramos que los y las adolescentes
son bombardeados con lujurioso sexo, a través de revistas especializadas, pornografía
televisiva, vallas publicitarias, anuncios en la prensa, telefonía erótica (líneas calientes o
party lines), vídeos, canciones, sex shops, páginas de Internet… Información toda,
educación poca.

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El efecto espejo
Las personas prejuzgamos a los otros y las otras por su imagen física, por sus
comportamientos, por el uso del lenguaje y los usos del tiempo libre, por las amistades,
por las expectativas de vida, por ser mujeres u hombres, por actitudes ante el cuidado,
por la maternidad, por los oficios y trabajos que desarrollan, etc.

Y todo ello tiene un «efecto eco» en la formación de actitudes y comportamientos de


nuestros hijos e hijas. Por ejemplo, prejuzgamos inconscientemente a nuestras hijas e
hijos por sus atributos físicos, como la fuerza, la altura, la flexibilidad, orinar de pie o
sentada, tener la voz más o menos grave, ser flexible… Apoyamos o castigamos sus
comportamientos, y decimos que este niño «es un brutote», o «es un desordenado», o
«no tiene paciencia», o «es un pegón»… Mientras que, por otra parte, decimos que esta
niña «es tranquila», o «es limpia», o «hace la pelota», o «se hace la interesante»…
Hablamos de ellas y de ellos por sus atributos relacionados con la estética: sobre todo en
referencia a la indumentaria: «¡Qué falda tan cuca!», «¡Qué pantalones tan modernos!»,
«¡Qué bambas tan increíbles!»… Y también en todo aquello relacionado con los
complementos: «Ponte pendientes, que es muy femenino», «Las pulseritas van a juego
con el collar y con las gomas de pelo»… Y si pasamos al terreno de los juegos o los
deportes, sabemos muy bien que el futbol es cosa sólo de niños, mientras que el patinaje,
el baile o el ballet son una cuestión de niñas; aunque jugar a la consola o los juegos de
rol, siempre que no sean de guerra, pueden ser de ambos sexos, y disfrazarse de princesa
y jugar a las muñecas son sólo de niñas.

Existen claras evidencias de que los prejuicios sociales de hombres y mujeres son los
que adoptan las niñas y los niños mientras van construyendo sus personalidades.

32
Fuente: Estudio sobre coeducación entre el profesorado y las familias en las escuelas de infantil de Barberà del
Vallès 2011. Associació Coeducacció. www.coeducaccio.com

33
Homicidio y violencia
Considero que la violación y, en general, la violencia sobre las mujeres y los niños,
deben ser crímenes equiparados al homicidio voluntario. Y es que tan sólo en una
sociedad materialista cabe la consideración de que matar al espíritu, el alma, la
esperanza, pueda ser considerado de menor gravedad que matar al cuerpo.*

34
* Texto: Francesco Tonucci

35
Los feministas
En La asamblea de las mujeres, Aristófanes cuenta con vis cómica cómo un grupo de
éstas, lideradas por Praxágora, sabiendo que son capaces de gobernar mejor que ellos,
deciden convencer a los hombres para que les dejen hacerse con las riendas de Atenas.
Así, algunas se cuelan en la asamblea bajo disfraces masculinos y convencen a algunos
varones de que voten a su favor. A lo largo de la historia, han sido unos cuantos aquellos
a los que no ha hecho falta persuadir con engaños, pues sintiendo curiosidad por lo que
habitaba en el interior de las mujeres, las ayudaron en la tarea de mostrarse, de dejar
aflorar sus competencias. Son los que no dejándose arrastrar por los prejuicios del
machismo secular alentaron la expresión de su talento y también los responsables de que
su invisibilidad no fuera aún mayor de lo que a lo largo de la historia ha sido.

Se ha hablado poco de esos caballeros que se resistieron a ese proceso artificial de


construir una masculinidad que reprime lo no masculino y se gesta en oposición a lo
femenino, y que David Gilmore recogió en el ensayo Hacerse hombre.1 Valerosos
caballeros que se negaron a hablar de la mujer como de una entidad compacta
(entendiendo lo genérico como un instrumento de dominación) y prefirieron hablar de
cada una de esas mujeres que los rodeaban. Son los feministas avant la lettre, los que
pugnaron por desterrar la misoginia de sus entornos más inmediatos y que supieron
apreciar el fruto del trabajo de hijas, hermanas, sobrinas, esposas y amigas. Para ellos, la
mujer no fue, como para Freud, un misterioso continente negro en el que perderse, sino
una fuente de luz y de revelación.

36
1. D.D. GILMORE (1994), Hacerse hombre, concepciones culturales de la masculinidad, Barcelona, Paidós
Ibérica. Fuente: M.A. CABRÉ (2013), «Ellos, los feministas». La Vanguardia (6 marzo), Suplemento Cultura/s,
núm. 559.

37
El precio de la vida
En los países musulmanes, en los últimos tsunamis, el 70% de las personas fallecidas
fueron mujeres. ¿Por qué? Pues dos razones apuntan a ser las causantes de semejante
desigualdad «natural». Las mujeres no pueden abandonar sus casas sin un varón de la
familia (maridos, padres, hermanos) bajo ninguna circunstancia; además, el uso de sus
velos y sayas largas les impidió correr, y se ahogaron.

38
Fuente: Mirada Global (www.miradaglobal.com).

39
Conjuro de mujeres
Siempre he sentido que las mujeres agrupadas han sido, de alguna forma, sospechosas
de brujerías y oscurantismo en la mayoría de las comunidades, aun teniendo en cuenta
que los oficios o las tareas que han ejercido se han moldeado a aquello que la sociedad
consideraba «propio del sexo femenino». Así, las mujeres agrupadas han padecido
muerte en la hoguera durante la Inquisición; feminicidios, es decir, asesinatos por el
hecho de ser mujeres; mofas e insultos sociales en el corazón de la cultura machista…

Si las mujeres lloran en grupo, son plañideras o histéricas; si gritan o hablan alto, son
unas verduleras; si ayudan con los amores o desamores, son celestinas, casamenteras o
alcahuetas; si saben acerca de los dimes y diretes de la gente, son cotillas o cotorras; si
utilizan la intuición, son un poco brujas; si se visten de forma peculiar o masculina, son
unas camioneras o lesbianas; si son intelectuales, son unas estrechas o insatisfechas…
Estos insultos que desacreditan la dignidad y la autoridad de las mujeres empiezan a estar
en desuso y no tienen ya vigencia, pertenecen a un pasado arcaico y constatamos que
cada día es más frecuente encontrarse a grupos de mujeres jóvenes, adultas y mayores,
haciendo actividades deportivas, viajando, colaborando en importantes proyectos
sociales, llorando, cantando y agrupándose sin miedo a ser descalificadas o maltratadas
por ello. Y, además, existen cientos de organizaciones de mujeres que se agrupan para
educarse y defender los derechos de todas las mujeres en el mundo.

40
41
La bicicleta, ese vehículo de la lujuria
La velocidad se había convertido en una experiencia psíquica. Cuatro veces más rápida
que un peatón, la bicicleta sacaba al ciclista fuera de los límites de su propia vida y lo
llevaba al campo, lejos de los salones, y hacia una vida libre del peso de las convenciones
sociales. Los moralistas reaccionaron escandalizados por los efectos que esos vehículos
anárquicos tendrían en la moral pública, sobre todo en las mujeres, que ya pedaleaban
alegremente tras tirar a la basura el corsé y decantarse por una ropa más práctica,
pantalones incluidos. Mientras tanto, los científicos advertían muy seriamente de que la
velocidad y también la posición –a horcajadas en el sillín, con descaro– estimularían a las
mujeres más de lo que eran capaces de resistir y las reduciría a la infertilidad, a la histeria
o a cosas peores, hasta dejarlas hechas unas criaturas licenciosas sin compostura ni
moderación.

42
Fuente: Ph. BLOM (2010), Años de vértigo. Cultura y cambio en Occidente, 1900-1914. Barcelona, Anagrama.

43
El puntito de la «i»
Años ha, sucedía a menudo que a las niñas no se les reconocía el derecho de ir a la
escuela. Por este motivo, mi abuela Gigia era analfabeta. Pertenecía a una familia pobre,
de campesinos, y a ella, con 6 años, le tocaba sacar las ovejas a pacer. Me contaba que
envidiaba mucho a sus amigas que sí podían ir a la escuela. Un día, las amigas la
convencieron para que dejara el rebaño y fuera con ellas a la escuela. Ese día, la maestra
explicaba la vocal i, y mi abuela, que no sabía leer, ese día aprendió a reconocer la i. Esa
«competencia» de mi abuela sorprendía mucho a sus hijos (tuvo trece) que sabían que
era analfabeta. Y es que cuando hacían los deberes en casa, en la única mesa que había,
en la cocina, su madre podía controlar si tenían el libro del derecho del revés,
precisamente observando el puntito de la i. Mi padre, que sí fue a la escuela, repitió tres
veces primero y, sabiendo la imposibilidad de su madre de controlarlo, a menudo tan sólo
hacía ver que estaba haciendo los deberes y tenía el libro del revés.

Mi abuela pagó cara esta aventura escolar. Su padre la castigó severamente porque
tuvieron que estar buscando las ovejas dispersas hasta la noche.

En esta tierna y sorprendente historia de mi abuela, siempre me ha conmovido el hecho


de que una chica de campo, sin estudios, estuviera dispuesta a enfrentarse a un castigo
seguro con tal de poder asistir un día a la escuela.

¡Qué gran diferencia con mi actitud cuando era niño, con la de mis hijos y mi nieto!
Todos nosotros de buena gana nos hubiéramos arriesgado para escaparnos un solo día
del colegio. ¡Qué gran diferencia con los alumnos de hoy, deseosos, prácticamente todos
ellos, de oír cada día el timbre que marca el final de las clases, de llegar cada semana al
sábado y cada año al último día del curso!*

44
* Texto: Francesco Tonucci

45
Oh là là, los perfumes…

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Feminicidio
En el léxico y en la legislación criminal encontramos las palabras homicidio para indicar
la muerte causada por una persona a otra, hombre o mujer, y uxoricidio, para indicar la
muerte causada a la mujer por su marido. El término homicidio contiene el prefijo homo,
‘hombre’; mientras que uxoricidio contiene uxor, ‘mujer’. Pero en el mundo entero, la
primera causa de muerte de mujeres entre los 16 y los 44 años no son las enfermedades
o el hambre, sino el homicidio. Existe en el mundo una violencia horrible y muy
difundida contra las mujeres por el hecho de ser mujeres. Se trata de homicidios por
motivo del sexo de las personas. Y en la mayoría de casos, estos crímenes los llevan a
cabo los maridos, compañeros, novios o ex novios o ex maridos que no aceptan el
rechazo, que consideran que sus mujeres son su propiedad. Para dar un nombre a este
delito se ha empezado a utilizar un neologismo: feminicidio. En Italia, en 2010, de 151
muertes provocadas a mujeres, 127 fueron feminicidios.*

50
* Texto: Francesco Tonucci

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Las premio Nobel
Siempre pensé que la mujer estaba destruida porque el hombre imponía su poder
por la fuerza física y no por la mental. Y con la fuerza física puedes ser maletero,
pero no un genio.
(Rita Levi-Montalcini, premio Nobel de Medicina)

Los Premios Nobel se conceden cada año a personas, entidades y organismos por sus
aportaciones extraordinarias en los campos de la física, química, fisiología y medicina,
literatura, paz y economía. Fueron otorgados por primera vez el 10 de diciembre de 1901
y están financiados por los intereses devengados de un fondo en fideicomiso
contemplado en el testamento del químico, inventor y filántropo sueco Alfred Bernhard
Nobel.

Teniendo en cuenta los premios concedidos hasta el año 2012, el premio ha sido
otorgado 795 veces a hombres, 44 veces a mujeres y 24 veces a organizaciones.

En 1903, Marie Curie fue la primera mujer en recibir el Nobel de Física y en 1911 el
Nobel de Química.

A lo largo del siglo XX, mujeres como Bertha von Sutter, Selma Lagerlof, Emily Greene
Balch, Rigoberta Menchú, Rita Levi-Montalcini, Gabriela Mistral, Toni Morrison y
muchas más fueron galardonadas por sus trabajos científicos, literarios o por sus
esfuerzos en pos de la paz.

En el siglo XXI mujeres como Shirin Ebadi, Wangari Maathai, Ellen Jhonson, Leymah
Gbowee y Tawakel Karman recibieron el Nobel de la Paz. El Nobel de Literatura lo
obtuvieron Herta Müller, Doris Lessing y Elfriede Jelinek. Ada E. Yonath obtuvo el
Nobel de Química, Elionor Ostrom obtuvo el de Economía, y Carol W. Greider,
Francoise Barré-Sinoussi, Elizabeth Blackburn y Linda B. Buck obtuvieron el galardón
en Fisiología y Medicina. En 2012 el Nobel de la Paz fue otorgado a la Unión Europea.

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¡Feliz onomástica, Martirio!

Algunos nombres de mujeres nos han caído cual losas sobre nuestras vidas de niñas.

¿Te parece un nombre para toda la vida llamarte Socorro, Angustias, Mari Cruz,
Consuelo, Remedios, Sagrario, Dolores, Pura, Milagros, Inmaculada, Concepción,
Rosario, Martirio, Esperanza, Asunción, Anunciación, Justa…?

Aunque tienen significados sorprendentes. Así como Angustias significa ‘aquella que
sufre dolor’, el nombre de Rosario significa ‘aquella que vive en un jardín de rosas’…

Afortunadamente, las niñas de hoy llevan nombres que les pueden gustar más o menos,
pero no las enfrenta a las bromas que tenían que soportar las niñas de antaño.

Paradójicamente, no se encuentran onomásticas masculinas con estas connotaciones.

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Belleza y publicidad
Haga lo que haga la mujer o esté en el puesto que esté, sólo parece que importa su
aspecto físico. Los modelos de belleza quieren que seas algo que tú no eres. No puedes
ser lo que no puedes ver.

Al 53% de las chicas de 13 años no les gusta su cuerpo, pero a los 17 años la cifra sube
a 78%.

El 65% de las chicas adolescentes padece trastornos alimentarios.

Los modelos de belleza se obtienen por ordenador y, una vez te han hecho tu modelo,
tu misión es alcanzarlo.

En Estados Unidos, los anunciantes de productos de belleza se gastaron 235 billones de


dólares en publicidad en 2009.

Las mujeres estadounidenses se gastan entre 12.000 y 15.000 dólares en productos de


belleza y en servicios de cosmética. Un lifting cuesta una media de 11.500 dólares. Esta
cantidad puede pagar cinco años de formación profesional, dos años en una universidad
pública o un año en la Universidad de California. ¿Qué eligen ellas?

Si en Estados Unidos las mujeres son el 51% de la población, solamente un 17% están
en el Congreso…, y las cifras de representatividad van disminuyendo. A este paso, se
tardarán otros 500 años en llegar a la paridad.

57
58
¡HACEMOS UN CAMBIO!

59
¡ESTARÃ�S PRECIOSA!

Fuente: «Miss Escaparate», Documentos TVE, 10 de marzo de 2013.

60
Mujeres y toponimia
La toponimia es la disciplina que estudia el origen y el significado de los nombres
propios de lugar. Hemos examinado cómo son tratados hombres y mujeres en los
callejeros de dos grandes ciudades como son Roma y Madrid.

Roma
Número de calles: 16.057.
Calles dedicadas a hombres: 7.563 (47,1% del total).
Calles dedicadas a mujeres: 600 (3,7%).
Las mujeres a las que se dedican estas 600 calles son: vírgenes, 55; santas, beatas y
mártires 89; monjas y benefactoras religiosas, 26; benefactoras laicas, 78; actrices,
cantantes, etc., 72; científicas, 9; figuras históricas, 125; trabajadoras, 3; personajes
mitológicos, 64; deportistas, 1; otras, 30.

Madrid
Número de calles: 10.500 (aproximadamente).
Calles dedicadas a hombres: 2.800 (26,6% del total).
Calles dedicadas a mujeres: 700 (6,6%).
Entre las mujeres a las que están dedicadas estas 700 calles, 111 son santas y 128,
vírgenes.*

61
* Texto: Francesco Tonucci

62
63
La que tiene menos fe
La expresión «femenino» fue creada en la Edad Media para expresar lo que se
consideraba una diferencia esencial y radical en la naturaleza de la mujer. El vocablo
viene del latín femina, una expresión compuesta por fides, que se traduce por ‘fe’, y
minus, literalmente, ‘menos’. Como señala la teóloga alemana Uta Ranke-Heinemann,2
la traducción literal del término sería ‘la que tiene menos fe’. Las implicaciones de esta
traducción son, según el análisis de Ranke-Heinemann, que la mujer, por «no ser
semejante a Dios», tiende a conservar menos fe; por lo tanto, es «proclive a la
incredulidad».

La raíz de esta interpretación ideológica viene de un análisis superficial de la Biblia,


especialmente del texto del Génesis 1:26-27. En la interpretación medieval, sólo el varón
sería la «imagen de Dios» y, en ese caso, la mujer, por su misma esencia, no podría ser
similar a la divinidad, concebida en términos masculinos. Por tanto, la mujer tendría, en
consecuencia, «menos fe», es decir, sería un ente «fe-minus» (‘femenino’). Esta
interpretación sirvió durante siglos para discriminar a la mujer sólo por ser mujer. Sin
embargo, dicha conclusión no se sustenta en un análisis serio del texto bíblico.

64
2. U. RANKE-HEINEMANN (2005), Eunucos por el reino de los cielos: iglesia católica y la sexualidad, Madrid,
Trotta. Fuente: M.A. NÚÑEZ (2010), «El origen del término “femenino”», Suite 101- Historia y Humanidades
(13 enero), <www.suite101.net>.

65
El beso del príncipe azul
La representación de las mujeres como seres inferiores, débiles, pasivos, miedosos o
malévolos (las madrastras de Blancanieves y de Cenicienta) que viven esperando ser las
elegidas ha hecho mucho daño a la autoestima de las mujeres. Las mujeres de los
cuentos se conforman y esperan. Los hombres representan lo positivo, el progreso, la
mejora, la superación de obstáculos, la valentía, la capacidad de luchar, la fuerza y la
nobleza del espíritu, porque se embarcan en misiones heroicas para restablecer la justicia,
y eso les da sentido a su vida y un lugar en el mundo. Las mujeres son recompensas a
esos triunfos, como lo son las piezas de caza.*

Para entender bien la transmisión de valores en las películas y los cuentos infantiles de
Walt Disney, he aquí la transcripción de algunas frases pronunciadas por Michael Eisner,
ex director de la Walt Disney Co, en una entrevista sobre la transmisión de mensajes en
la sociedad:

«No tenemos ninguna obligación de hacer historia.»


«No tenemos ninguna obligación de hacer arte.»
«No tenemos ninguna obligación de hacer declaraciones de principios.»
«Hacer dinero es nuestro único objetivo.»**

66
*Fuente: M.L. ESTEBAN (2012), «Nuestra patriarcal forma de amar», Pikara magazine (3 abril),
<www.pikaramagazine.com>.
**Fuente: «Miss Escaparate», Documentos TVE, 10 de marzo de 2013.

67
Una tasa de género
Los datos disponibles en Italia demuestran que los hombres tienen un coste para la
sociedad muy superior al de las mujeres. En relación con la criminalidad, el 95% de los
delitos los cometen hombres, mientras que tan sólo el 5%, mujeres. Naturalmente, en la
población carcelaria existen las mismas proporciones. Es decir que, por un lado, tenemos
el gasto que representan las fuerzas de orden público y los tribunales; y por el otro, el de
las cárceles, habida cuenta de que el coste de mantener a un detenido en una prisión es
más elevado que en un hotel de lujo. Dentro de los comportamientos criminales se
consideran también los actos de vandalismo en instalaciones deportivas, medios de
transporte públicos y mobiliario urbano, perpetrados, casi exclusivamente, por hombres
durante las manifestaciones deportivas y, muy especialmente, futbolísticas.

Son hombres los agresores, los violadores y los asesinos de mujeres, a menudo de sus
compañeras o sus hijas; y también hombres, casi siempre, quienes hacen uso de la
violencia contra los niños.

También son hombres la mayoría de aquellos que ensucian las paredes de las ciudades o
de los medios de transporte públicos, quienes durante las manifestaciones destruyen
vehículos, contenedores y mobiliario urbano.

Consideremos, además, el coste por las consecuencias de los accidentes viarios que, en
Italia, se estima en 2,5 puntos del PIB. Consideremos los daños materiales, las
intervenciones de policía y ambulancias y, especialmente, el coste de las invalideces
permanentes que estos accidentes provocan. También en este caso, los autores de dichos
comportamientos y quienes principalmente los sufren son hombres.

Consideremos, por último, el coste de las guerras, en términos de muertos y heridos, en


gran parte civiles, la destrucción de ciudades, el consumo de armas cada vez más
sofisticadas y caras, todo ello en manos casi exclusivamente de hombres.

Los costes de todos estos daños recaen en toda la comunidad a pesar de que tan sólo
una parte de ella ha sido la causante. Por este motivo, sería absolutamente razonable y
justo, por lo menos mientras persista esta desproporción, prever una «tasa de género».
Es decir, que cada hombre pague a la comunidad una tasa anual para la recuperación
parcial de los daños que su género infringe a la comunidad.*

68
* Texto: Francesco Tonucci

69
¿La maestra siempre sabe qué hacer?
— Juan, para de una vez y deja de molestar ya. Coge tus cosas y ve a sentarte al lado de
Lucía.

— Por fa, seño, no me obligue a sentarme con ella, que es muy aburrida, está siempre
quieta y estudia mucho.

Lucía tampoco quiere compartir mesa con Juan porque dice que él está siempre
moviéndose y hace las tareas mal.

La seño insiste, pensando que de esa forma ayuda a Juan y a la clase… ¿Y a Lucía,
quién la ayuda?

70
71
Ser hombre - ser mujer
Propuse a dos clases de primaria que respondieran a cuatro preguntas, las mismas en
ambos casos, que les había planteado Amparo. Eran, en total, 31 alumnos, entre niños y
niñas, de segundo y cuarto (8-10 años).

La primera pregunta era la siguiente: «¿Qué es lo mejor de ser chica?» 22 (71%)


respuestas, tanto de chicos como chicas, eran sobre características estéticas (cabello
largo, ser bonitas, vestir bien, maquillarse); 7 eran sobre el carácter (tranquilas,
responsables, astutas) y tan sólo 2 sobre características físicas (pegar, ser rápidas). La
segunda pregunta era «¿Qué es lo mejor de ser chico?» Y las respuestas fueron como un
negativo de las primeras: 21 sobre características físicas (son fuertes, juegan al fútbol,
hacen deporte); 8 sobre el carácter (divertidos, amables, calmados); y sólo 3 sobre
características estéticas. La tercera pregunta: «¿Qué es lo peor de ser chica?» 16
respuestas hacían referencia al carácter (vanidosas, refunfuñonas, demasiado buenas,
criticonas); 6 sobre características físicas (menos fuertes, demasiado delicadas); y 2
sobre características estéticas. La cuarta: «¿Qué es lo peor de ser chico?» Las respuestas
estaban divididas: 13 sobre características físicas (pelean, pegan a las niñas); 12 sobre el
carácter (tontos, fastidiosos, machistas) y sólo 2 sobre características estéticas.

Me encontré con los niños para charlar sobre sus respuestas y, después de varias
observaciones sobre las más frecuentes, Agnese dijo que la vida de las mujeres es más
complicada que la de los hombres porque tienen a los niños, deben cocinar para todos y
limpiar y, además, trabajar.

Luego entró en la discusión el problema de la violencia de hombres contra mujeres,


hasta los frecuentes homicidios de los que se habló mucho en Italia durante ese periodo,
denominándolos con el neologismo feminicidios. Matilde, de 8 años, dijo lo siguiente:
«Los chicos se casan y luego las matan. Los hombres nos amenazan con su fuerza física
y nosotras estamos sometidas»; y cuando le pregunté por qué las mujeres están
sometidas a la violencia de sus maridos, respondió lo siguiente: «Porque les quieren».

Una clara demostración, en las respuestas escritas del cuestionario y en la breve


discusión, de hasta qué punto los estereotipos están presentes desde la infancia de
nuestros niños y niñas y de lo clara que tienen la desigualdad en la condición de mujeres
y hombres. La lucidez con la que una niña de 8 años afirma la primacía del amor incluso
ante la violencia y el peligro.*

72
* Texto: Francesco Tonucci

73
Las chicas con malas notas

Los chicos con buenas notas dicen: «He sacado cinco notables y dos sobresalientes».
Los chicos con malas notas dicen: «Me han suspendido cuatro asignaturas». Las chicas
con buenas notas dicen: «Me han aprobado». Las chicas con malas notas dicen: «He
suspendido»…

El profesorado suele decir de los chicos con buenas notas que son inteligentes; de las
chicas con buenas notas, que son trabajadoras; de los chicos con malas notas, que son
inmaduros; de las chicas con malas notas, que no tienen capacidad…

74
Fuente: Proyecto Itxaso. ICE de la Universidad Autónoma de Barcelona, 1999.

75
Se dice que hemos conseguido la igualdad
Si las jornadas laborales de las ingenieras e ingenieros son las mismas y comparten
iguales responsabilidades, ¿por qué las mujeres en toda Europa cobran entre el 17% y el
22% menos que sus compañeros en ingeniería, en la mayoría de las empresas, en las
fábricas, en las universidades privadas…? Además, trabajan entre una hora y media y
tres horas más que ellos en el hogar.

En España, cada mujer tiene que trabajar 86 días más que los hombres para ganar el
mismo salario que sus compañeros, realizando el mismo trabajo. El desempleo femenino
en 2012 superó al masculino: 191.700 mujeres fueron al paro, frente a 80.600 hombres.

Se dice que hemos conseguido la igualdad… ¿De verdad?

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Te quiere demasiado
Si por amor eres capaz de darlo todo sin esperar nada a cambio, si por amor eres capaz
de cambiar cosas que te gustan de ti para conseguirlo… ¡Uhmmmm!

Si esperas que el amor dé sentido a tu vida, que serás feliz para siempre… ¡Uhmmmm!

Si no puedes dejar de pensar en «tu amor» ni un segundo, ni un minuto; si necesitas


estar siempre a su lado; si piensas que es la persona más perfecta del mundo…
¡Uhmmmm!

Si crees que serás diferente cuando se acabe el amor, si crees que es una experiencia que
sólo se vive una vez en la vida, si crees que necesitas del amor de pareja para ser una
persona completa… ¡Uhmmmm!

Si piensas que atraerás a tu pareja siendo buena y abnegada, cariñosa y comprensiva,


atractiva y seductora… ¡Uhmmmm!

Si tu pareja te hiere o te hace daño y estás dispuesta a perdonarlo todo con tal de seguir
adelante, si te pide perdón y te dice que cambiará y que lo ha hecho porque te quiere
demasiado… ¡Uhmmmm!

Si tu pareja muestra siempre celos injustificados,


los aguantas con tal de no perderla,
piensas que los celos son una prueba de amor, le ocurre porque te ama de verdad…
¡Uhmmmm!

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Un hombre que nos pega es un cabrón
El 14 de febrero de 2013, día de San Valentín y de los enamorados, millones de mujeres
de más de 200 países de todo el mundo salieron a las plazas de las ciudades para bailar,
como una forma de protesta contra la violencia y el asesinato de mujeres. La noche de
San Valentín, en el Festival de la Canción Italiana de San Remo, la presentadora y
humorista Luciana Litizzetto, después de un análisis irónico de la difícil relación entre
hombres y mujeres, concluyó su intervención con estas palabras:

«En Italia, de media, cada dos o tres días un hombre mata a una mujer: compañera,
hija, amante, hermana, ex. Incluso en familia. Porque no es cierto que la familia sea
siempre, necesariamente, ese lugar mágico en el que todo es amor.
La mata porque la considera su propiedad. Porque no concibe que una mujer pertenezca
a sí misma, sea libre de vivir como quiera ella e incluso de enamorarse de otro. Y
nosotras, que somos ingenuas, a menudo lo damos todo por amor; pero el amor y la
violencia y las patadas no tienen nada que ver. El amor tiene tanto que ver con las
bofetadas y los puñetazos como la libertad con la prisión. Los de Turín, que tenemos
algo de nobleza real, solemos decir que es como pasar de del risotto a la mierda. Un
hombre que nos pega no nos quiere. Nos lo tenemos que poner en la cabeza. Guardarlo
en el disco duro. ¿Que entonces queremos creer que nos ama? Pues bien. Pero nos ama
MAL. Eso no es amor. Un hombre que nos pega es un cabrón. Siempre. Y es algo que
tenemos que entender inmediatamente. Con la primera bofetada. Porque seguro que
entonces vendrá la segunda; y la tercera; y la cuarta. El amor nos hace felices y nos llena
el corazón, no nos rompe las costillas ni nos deja moratones en la cara… ¿Acaso
pensamos que tenemos siete vidas como los gatos? No. Tan sólo tenemos una. No la
echemos a perder».*

80
* Texto: Francesco Tonucci

81
Mujeres que han marcado caminos de
libertad
Teano, primera mujer matemática de la historia. Estudió física y medicina, y trabajó en
la escuela de Pitágoras de Samos en el siglo V antes de Cristo.

Hipatia de Alejandría (Egipto, 355-415), filósofa y maestra neoplatónica a comienzos


del siglo V.

Flora Tristán (1803-1844), escritora y pensadora feminista, una de las fundadoras del
feminismo del siglo XIX; reclamaba derechos como el del voto, el de la educación para
las mujeres, el de poder ser asalariadas…

Augusta Ada King, condesa de Lovelace (1815-1852), matemática. Describió la


máquina analítica de Charles Babbage. Está considerada la primera programadora de
ordenadores.

Emmeline Pankhurst (1858-1928), una de las fundadoras del movimiento sufragista


británico. Su nombre se asocia a la lucha por el derecho al voto para las mujeres en el
período anterior a la Primera Guerra Mundial.

Marie Curie (1876-1934), física y química polaca. Pionera en el campo de la


radioactividad. Recibió dos premios Nobel.

Clara Campoamor (1881-1972), política española, defensora de los derechos de las


mujeres y principal impulsora del sufragio femenino en España, logrado en 1931 y
ejercido por primera vez en las elecciones de 1933.

Dolores Ibárruri, Pasionaria (1895-1989), política dirigente del Partido Comunista de


España durante la Guerra Civil.

Amy Johnson (1903-1941), pionera inglesa de la aviación. Fue comandante de la


Orden del Imperio Británico.

Simone de Beauvoir (1904-1981), escritora, pensadora, profesora y filósofa francesa.


Su pensamiento se enmarca en el existencialismo. Una de sus obras magistrales, El
segundo sexo, se considera un elemento fundacional del feminismo europeo.

Frederica Montseny (1905-1994), política y sindicalista anarquista española. La


primera mujer ministra de Europa durante la Segunda República Española.

82
Valentina Vladimirovna Tereshkova (1937-), cosmonauta soviética. Primera mujer
que viajó al espacio el 16 de junio de 1963.

83
Calle M.ª José Rienda

A partir de una investigación en la que participó parte del alumnado de varios cursos del
CEIP Gran Capitán de Íllora (Granada), se concluyó que la localidad no alcanzaba a más
de dos mujeres que dieran nombre a alguna de sus calles, por lo que se propuso plantear
al ayuntamiento una serie de nombres de personajes de mujeres célebres para compensar
tal carencia.

Entre otros, se propusieron Marie Curie, Ana Frank, Pepita Jiménez (maestra del
pueblo) y María José Rienda (la mejor esquiadora de España).

A partir del visionado de un vídeo promocional elaborado por los grupos del alumnado
participante, tuvo lugar un referéndum en el que participaron todas las niñas y todos los
niños de infantil y primaria, en el que se eligió el nombre de María José Rienda.
Finalmente, se entregaron las actas de la votación a los representantes del Ayuntamiento
de Íllora, quienes hicieron posible que lo votado en el referéndum, como ejercicio de
participación ciudadana, fuera una realidad.

Un año más tarde, con motivo de la celebración del Día de la Mujer, María José Rienda
inauguró una de las calles de Íllora que lleva su nombre.*

84
* Texto: Francesco Tonucci

85
Las mujeres fueron las primeras
Los primeros testigos de la resurrección de Cristo fueron mujeres. Acudieron al sepulcro
y lo encontraron vacío. Un mensajero de Dios les anunció que Jesús había resucitado.
Las mujeres, con el impulso del amor, supieron recoger esta noticia con fe y transmitirla
inmediatamente. La alegría de saber que Jesús estaba vivo, la esperanza que colma los
corazones, no se pueden contener.

A los apóstoles y a los discípulos les costó más creer; a las mujeres no.

En las profesiones de fe del Nuevo Testamento, como testigos de la Resurrección se


recuerda únicamente a los hombres, no a las mujeres, porque según la ley judaica de
entonces, las mujeres y los niños no podían ser un testigo fiable. En los Evangelios, en
cambio, las mujeres tienen una función primordial: son ellas los primeros testigos.*

(Papa Francisco, miércoles 13 de abril de 2013)

86
* Texto: Francesco Tonucci

87
Mujeres transparentes

Las mujeres, las grandes ausentes de los libros de texto. A lo largo de los años, todas las
investigaciones reflejan que su presencia en los materiales escolares NO ALCANZA el
20%, y que siguen siendo invisibles en el lenguaje, en las imágenes y en el discurso
histórico. Cuando aparecen, son pareja de algún hombre importante o son santas o son
reinas, pero aún no aparecen como contribuyentes importantes al conocimiento
científico, matemático, médico, musical, filosófico, literario, artístico…

88
89
Las mujeres son niñas pequeñas

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91
92
Las mujeres maduras
Las mujeres de mi generación son las mejores. Y punto. Hoy tienen cuarenta y pico,
incluso cincuenta y pico, y son bellas, muy bellas, pero también serenas, comprensivas,
sensatas, y, sobre todo, endiabladamente seductoras, esto a pesar de sus incipientes patas
de gallo o de esa afectuosa celulitis que capitanea sus muslos, pero que las hace tan
humanas, tan reales.

Hermosamente reales. Nacidas bajo la era de Acuario, con el influjo de la música de


Los Beatles, de Bob Dylan… Herederas de la «revolución sexual» de la década de los
sesenta y de las corrientes feministas que, sin embargo, recibieron pasadas por varios
filtros, ellas supieron combinar libertad con coquetería, emancipación con pasión,
reivindicación con seducción.

Jamás vieron en el hombre a un enemigo, a pesar de que le cantaron unas cuantas


verdades, pues comprendieron que emanciparse era algo más que poner al hombre a
trapear el baño o a cambiar el rollo de papel higiénico cuando éste, trágicamente, se
acaba, y decidieron pactar para vivir en pareja.

Son muy pocas las mujeres de más de 45 a las que les importa lo que tú pienses de lo
que ella hace. Una mujer de más de 45 tiene cubierta su cuota de relaciones
«importantes». Las mujeres de más de 45 son generosas en alabanzas. Ellas saben lo que
es no ser apreciadas lo suficiente. Tienen suficiente seguridad en sí mismas como para
presentarte a sus amigas. Sólo una mujer más joven e inmadura puede llegar a ignorar a
su mejor amiga.

Las mujeres se vuelven psíquicas a medida que pasa el tiempo. No necesitas confesar
tus pecados, ellas siempre lo saben. Son honestas y directas. Te dicen directamente que
eres un imbécil, si es lo que sienten sobre ti.

Tenemos muchas cosas buenas que decir de las mujeres de más de 45 y, por múltiples
razones, lamentablemente, no es recíproco. Por cada impactante mujer de más de 45,
inteligente, divertida y sexy, hay un hombre con casi o más de 50... calvo, gordo,
barrigón y con pantalones arrugados haciéndose el gracioso con una chica de 20 años y
haciendo el completo ridículo.

93
Fuente: Un hombre anónimo.

94
Una madre muy enfadada
Tengo dos hijas de 5 y 8 años, y deseo como cualquier madre y cualquier padre que
crezcan alegres y felices. Que gusten de aprender y que la vida sea un descubrir de sus
potenciales. Lo que no sé si saben todos los padres y madres es el contenido «niñas» que
respira el Party Girls.

¿Queréis ver algunas de sus preguntas y pruebas?


«Di antes de medio minuto tres marcas de colonia, de ropa, de móvil, de reloj, de
tejanos…»
«¿Cuál de estos tres estampados te haría más esbelta? 1. Cuadrados; 2. Rayas
horizontales. 3. Rayas verticales.»
«Actúa durante 30 segundos como si recibieras un sms del chico que te gusta.»
«Actúa como si te encontraras a tu ídolo por la calle.»
«Durante medio minuto, actúa como si fueras una supermodelo de pasarela.»

¿Son estas preguntas educativas para niñas de 8 años? ¿O más bien son cuñas
publicitarias de un modelo de mujer consumista, superficial, dependiente y obsesionada
con su imagen?
Pero el no va más de este juego para «niñas» es cuando preguntan: «¿Sabes en qué
continente está el monte Everest?». Y la respuesta correcta, según Party Girls, es:
¡EUROPA! Con esta «errata», al listado de adjetivos del modelo de niña que se
promociona con este juego se le añade el de ignorante.
Estamos en un momento en el que el limitado estereotipo de mujer guapa-superficial-
inculta está superándose. No lo alimenten por favor... ¿O es que a alguien le interesa que
se mantenga?

(Una madre muy enfadada)

95
Fuente: Petición que una madre, María Rosario Luengo, hizo a Diset, empresa responsable del juego Party Girls, a
través de www.change.org

96
Un truco de Francesco
Hace ya muchos años que tengo dudas sobre cómo ejercer el derecho fundamental de
voto tanto en las elecciones políticas como en las administrativas. La política está cada
vez más ensimismada; los políticos parecen cada vez más ciudadanos de un mundo
distinto del nuestro. Prácticamente siempre discuten sobre temas y problemas diferentes
de los que nos afectan y nos acucian como ciudadanos; hablan su propia lengua; siguen
aumentando o, por lo menos, defendiendo sus privilegios, incluso en tiempos de crisis
económica como los que estamos viviendo, en los que ellos mismos nos piden a
nosotros, ciudadanos, sacrificios cada vez mayores. Resulta fácil saber a quién no votar,
a quien tiene ideas totalmente opuestas a las mías, pero es siempre más difícil saber a
quién votar. Y todavía más difícil que escoger partido, es escoger a las personas. Por
todo ello, desde hace muchos años, al no poder renunciar a este derecho democrático, he
pensado que una posible solución sería escoger siempre a una mujer a la hora de votar.

Con esto no quiero decir que las mujeres sean siempre buenas políticas o que sean
siempre mejores que los hombres. Pero estoy convencido de que votando a una mujer
los riesgos son menores. Que, en caso de ser elegida, más difícilmente caerá en las malas
costumbres de los hombres. Tal vez es sólo una ilusión, pero salgo de la sede electoral
siempre convencido de haber hecho una buena elección, una elección mejor. De haber
sido un buen ciudadano.*

97
* Texto: Francesco Tonucci

98
Si no es mixta, no es escuela
Las escuelas sólo para niñas y sólo para niños esconden trampas políticas y religiosas
que permiten discriminaciones tanto para las niñas como para los niños. ¡No, gracias!
Pautas que nos pueden ayudar a reflexionar:

Respecto a las imágenes y los textos habituales en la vida escolar. Carteles que
decoran los pasillos y aulas, paneles para documentar e informar, notas que escribimos a
familiares, ilustraciones de los cuentos… ¿Muestran y se nombran en ellos tanto a
hombres como a mujeres? ¿Cuáles son las actividades que realizan? ¿Son imágenes
demasiado estereotipadas (por ejemplo, la madre cocinando y el padre saliendo a
trabajar)? ¿Reflejan la diversidad personal y familiar?

Respecto al lenguaje que utilizamos en los contextos educativos. ¿Nos dirigimos tanto
a niñas como a niños? ¿Utilizamos diferentes expresiones o básicamente imperativos?
¿Abusamos del masculino genérico?

Respecto a las expresiones y los gestos que las educadoras utilizamos con las niñas y
con los niños. Los niños suelen ser calificados de «fuertotes y activos»; las niñas, de
«bonitas y sensibles». Un bebé activo se considera «despierto», si es niño, y «nerviosa»,
si es niña. Las niñas reciben habitualmente más abrazos.

Respecto a la utilización del espacio por parte de los niños y las niñas. Es fácil
observar que los niños gestionan las zonas centrales de patios, gimnasios y aulas,
mientras que las niñas se acomodan en los márgenes y las periferias.

Respecto a los estereotipos y las creencias de los educadores. «¡Mira cómo te has
puesto; mamá se enfadará!», «¿Te llevó papá en su coche?».

Respecto a la gestión y organización del centro educativo. ¿Cuántas mujeres y


hombres hay en el equipo? ¿Cómo se reparten las tareas? ¿Quién o quiénes ocupan los
cargos de responsabilidad?

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Fuente: C. ELORZA, X. ITURBE y L.M. PUERTAS (2013), «Coeducar en la sociedad de la información», Aula
de Infantil, núm. 69, pp. 26-29.

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El cuerpo se me arruga, no el cerebro

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Te sentirás protegida

¡Qué extrañeza me producen algunos anuncios publicitarios dirigidos a nosotras,


mujeres! En vez de decantarse u optar por darnos algunos consejos que nos indiquen
cómo vivir mejor de forma simple, el lenguaje publicitario remaquilla con imágenes
realmente seductoras utilizando falsos conceptos y «mitos negativos» sobre nuestro
cuerpo. Se asume que necesitamos mil «pendejadas» para estar a la altura de las
circunstancias.

1. ¿Mal olor? Las compresas X lo eliminan…


2. ¿Estreñidas? Los yogures X nos alivian…
3. Heredamos lo mejor de nuestras madres: ¿sequedad vaginal? Usa X, y sin
problemas.
4. No importa la talla que tengas, los cereales X te ayudarán a vestir la ropa de
verano. ¡Ummm!
5. Beber agua ayuda a eliminar líquidos… y a estar más delgada y atractiva.
6. Qué importa la edad que tengas, ni si tienes arrugas… ¡Ponte X, para sentirte
joven! (Parece que nos vendan el túnel del tiempo en vez de una crema.)
7. ¿Te sientes en peligro? Prueba el desodorante X, te sentirás protegida.
8. Si te sientes fea, tranquila, tienes dónde elegir: cosméticos, moda, accesorios,
gimnasios, cirugía, Botox®, perfumes, dietas, a tu entera disposición.
9. ¿Estás cansada? ¿Te pesan las piernas? Ponte X y sigue como si nada.
10. Y además de guapas y bellas debemos ser tranquilas, seductoras, amables,
correctas…

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Después de cada monzón brilla un arco iris
En muchos países, debido a condicionantes culturales, las niñas son consideradas
cuerpos de intercambio, es decir, cuando la familia necesita dinero, ofrecen a las niñas en
matrimonio para obtener un préstamo para comprar comida, medicinas, animales… Esta
violencia ejercida contra las mujeres se concreta en los matrimonios infantiles de las
niñas con hombres adultos. Niñas esclavas, niñas criadas, niñas sin vida propia.
Solamente la educación puede ayudarlas a salir de ese gueto de sufrimiento y, en muchas
ocasiones, de muerte.

Cada día se celebran 39.000 matrimonios infantiles en el mundo. Se estima que llegados
al 2020 se habrán casado más de 140.000 millones de niñas. Las menores son muy
susceptibles de sufrir violencia doméstica y agresiones sexuales. Además, las
complicaciones del parto son una de las principales causas de muerte de las jóvenes de
entre 13 y 17 años.

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Fuente: Noticias y medios de comunicación de la ONU (07/03/2013).

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Mi sueño de ir a la escuela

Estoy muy emocionada de haber logrado hoy mi sueño de ir a la escuela. Quiero


que todas las niñas en el mundo tengan esta oportunidad básica.
(Malala, 19 de marzo de 2013, en su primer día de escuela en el Reino Unido)

Malala Yousufzai es la niña paquistaní que alcanzó notoriedad al escribir un blog para la
BBC con seudónimo explicando su vida bajo el régimen talibán, que prohibió la
educación de las niñas entre 2003 y 2009. Malala sufrió un atentado, un tiro en la cabeza
el 9 de octubre de 2012.

Una mañana de primavera de 2013, la maestra Shahnaz Nazli, de 41 años, que desde
hace años arriesgaba su vida diariamente dando clase a las niñas de una escuela femenina
de Khyber (Pakistán), fue asesinada por dos hombres camino de su trabajo. El crimen
entronca con otros casos de violencia para impedir la educación de las niñas y mujeres en
zonas controladas por los islamistas.

Estas noticias nos recuerdan que la educación de las niñas es aún una asignatura
pendiente en la agenda para la igualdad en el mundo del siglo XXI.

Según el informe de la UNESCO Seguimiento de la Educación para Todos en el Mundo


(2011), en Malí sólo el 26% de niñas asisten a la escuela; en Etiopía, el 28%; en
Pakistán, el 54%; en Marruecos, el 55%; en Haití, el 62%; en Egipto, el 66%; en Perú, el
89%; en España, el 97%; en Cuba, el 99,8%; en Estados Unidos, el 100%.

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Amigas hasta la muerte
Joan B. Silk, primatóloga de la Universidad de Los Ángeles, explica: «Tres amigas
proporcionan relaciones estables y fuertes que ayudan a las hembras a lidiar mejor con el
estrés. El afecto entre hembras se da en todas las especies».

En el parque de Doñana (Huelva), las ciervas, durante los años de sequía, van a comer
unas bayas que son abortivas, mientras que en los años de lluvia no las prueban.

En relación con animales tan diversos como los elefantes africanos, los ratones de
corral, los monos azules de Kenia y los caballos salvajes de Nueva Zelanda, Natalie
Angier narra las relaciones duraderas y mutuamente beneficiosas entre las hembras; ellas
son la unidad básica de la vida social. Monas acicalándose hasta llegar al éxtasis como
expresión de su amistad, o yeguas salvajes, que aprenden pronto que sus relaciones de
amistad las previenen de ser acosadas por los sementales, y que sus potrillos sobreviven
más que los de las yeguas solitarias.

Las elefantas se tocan las trompas, comparten la comida y juegan a ser socorristas como
signo de amistad. Las leonas amamantan a los cachorros de sus compañeras y las
hembras de chimpancés tienen al menos una socia íntima con la que pasan el tiempo
compartiendo amistad hasta que una de las dos se muere.

Robert M. Seyfarth y Dorothy L. Cheney, de la Universidad de Pensilvania, sostenían


que los orígenes evolutivos de la hembra del papión es de lo más estresante, sobre todo
para las hembras: «Una amiga da un elemento de previsibilidad y certidumbre que puede
ser utilizado para protegerse de todas las cosas. Una amiga reduce el cortisol que debilita
el sistema inmunitario y puede ayudar a alargar la vida de los papiones, humanos y otras
especies con mentalidad de grupo».

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Fuente: N. ANGIER, «Amigas hasta la muerte, también en el reino animal», El País (10 mayo de 2012).

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Índice
Portadilla 2
Título 3
Créditos 4
Índice 6
Quiérete bien.com, Amparo Tomé 9
Queridas niñas, Francesco Tonucci 12
Un truco de Frato 14
La sangre de la vida 16
Una mirada al paraíso 18
Mi novio me controla lo normal 20
Rosa y azul 22
La ruta de los cuentos y la moraleja 24
¿Jugamos juntos? 26
¡Aquí hay algo que no va bien! 28
El sexo: información toda, educación poca 30
El efecto espejo 32
Homicidio y violencia 34
Los feministas 36
El precio de la vida 38
Conjuro de mujeres 40
La bicicleta, ese vehículo de la lujuria 42
El puntito de la «i» 44
Oh là là, los perfumes 46
Feminicidio 50
Las premio Nobel 53
¡Feliz onomástica, Martirio! 55
Belleza y publicidad 57
Mujeres y toponimia 61
113
La que tiene menos fe 64
El beso del príncipe azul 66
Una tasa de género 68
¿La maestra siempre sabe qué hacer? 70
Ser hombre - ser mujer 72
Las chicas con malas notas 74
Se dice que hemos conseguido la igualdad 76
Te quiere demasiado 78
Un hombre que nos pega es un cabrón 80
Mujeres que han marcado caminos de libertad 82
Calle M.ª José Rienda 84
Las mujeres fueron las primeras 86
Mujeres transparentes 88
Las mujeres son niñas pequeñas 90
Las mujeres maduras 93
Una madre muy enfadada 95
Un truco de Francesco 97
Si no es mixta no es escuela 99
El cuerpo se me arruga, no el cerebro 101
Te sentirás protegida 104
Después de cada monzón brilla un arco iris 106
Mi sueño de ir a la escuela 108
Amigas hasta la muerte 110

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