Sei sulla pagina 1di 19

Milhaud era un anti-romántico, un neoclásico, cansado de los grandes soni- II.6. LA MÚSICA DE CINE.

DE LOS TEMAS EXPRESIVOS DEL


dos opulentos, mientras que Gershwin era un americano romántico e inge- CINE M U D O AL SINFONISMO AMERICANO. Matilde Olarte.
nuo, maravillosamente anclado en el viejo estilo, espontáneo y abierto.
En una primera aproximación a la música incidental, que se utiliza en una
Fuente: El jazz en la música seria. Pertenece a la serie de conferencias televisivas película, nos encontramos con varios criterios para definir su funcionalidad.
didácticas sobre la música que Bernstein impartió a los jóvenes en diversas tem- Por una parte, tenemos la música diegética, source o background music, que es
poradas. Este texto apareció en su versión original inglesa en el libro The Infinite la que se interpreta en la película y nosotros percibimos como espectadores.
Variety ofMusic, en 1967. Aquí está traducido por José M. García Laborda de la Esta música la escuchan los protagonistas, como ocurre en Casablanca al tocar
versión alemana: Von der unendlichen Vielfalt der Musik. Goldmann Sachbücher. Sam en el piano la canción de París en el café de Rick. De esta música siem-
Munich (sin fecha), pp. 58-59. pre vemos la fuente que la produce: un tocadiscos, una orquesta, un cantan-
te. En cambio, la música no diegética o featured music sólo la perciben los
espectadores; es ajena a la acción de los protagonistas, como puede ser la
BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA: 'i. música de fondo de los dibujos animados, la música de la escena de la ducha
en Psicosis, o las músicas que acompañan a una persecución.
CARR, Roy: Un siglo de]zzz. Ed. Blume. Barcelona, 1998. Por otra parte, podemos distinguir, en la banda sonora, entre música expre-
CLAYTON, Peter; GAMMOND, Peter: Jazz A-Z. Ed. Taurus. Madrid, siva y música estructural, según produzca un efecto en los espectadores y pro-
1990. tagonistas, o modifique el ritmo del guión, respectivamente. Si la música
OLIVER, Paul: Historia ¿&/Blues. Ed. Alfaguara. Madrid, 1976. expresiva subraya las emociones del personaje, o produce en nosotros, espec-
PONS, Pere: Jazz. Ed. Celeste. Madrid, 2002. tadores, sentimientos de amor, odio, intranquilidad, etc., se la califica como
música expresiva anímica. En cambio, si la música es expresiva, imitando esta-
dos de la naturaleza, como el amanecer o una tormenta, o las características
de un país (como el pasodoble español o la música country para el Lejano
Oeste), se la define como música expresiva imitativa. Gran parte de la músi-
ca antes descrita (la de los cue sheets dehcine mudo de salón que se interpre-
taba siempre «en vivo»), era música expresiva anímica o imitativa en su esta-
do más puro. También son expresivas las llamadas «músicas de personajes»,
que describen a cada protagonista con unas características específicas y per-
miten suplantarle, sabiendo los espectadores que se refieren a él. Igualmente
la «música de situaciones», que nos incita a pasar miedo, amar apasionada-
mente o estar en vilo, acompañados o no de los actores.
La música expresiva siempre juega con el ethos que provoca en el espectador
la tímbrica que la caracteriza. Para expresar bondad y amor, usamos una tesitu-
ra alta o media, mientras que para expresar maldad y celos usamos la grave. Si la
música implica grandeza y pasión, la orquestación puede ser más grande y
ampulosa, pero si describe tristeza o melancolía, la instrumentación puede ser
más reducida. Para que la música produzca excitación, el fraseo, el ritmo y el
movimiento deben ser irregulares y, para dar tranquilidad, el fraseo debe constar
de repeticiones regulares, el ritjaio debe ser regular, no percusivo, y el movi-
miento debe ser reposado. Para describir la noche se debe utilizar un ritmo regu-
lar no marcado, con una orquestación simple, un movimiento reposado, una
tesitura media o grave y un timbre cálido. En cambio, el más allá y el espacio
pueden ser descritos con un ritmo irregular, con un fraseo regular pero obsesivo,

108 109
)
en sonidos prolongados, con una armonía atonal y una tesitura sobreaguda o -Juego: niños, circo, bar, patinaje, etc.
grave. El timbre cálido sólo lo producen instrumentos de cuerda, trompa, gui- - Ocasiones protocolarias: militar, ceremonial, religiosa, nupcial, fúnebre, etc.
tarra eléctrica, o un arpa en tesitura media-grave. El áspero, si toca un oboe, -Estaciones del año: primavera, verano..., el campo, la Navidad, etc.
fagot, saxófono, guitarra eléctrica o trompeta con sordina. El claro, interpretan- - Bailes: popular alegre, charlestón, tango, rag, etc.
do la flauta, el flautín, el clarinete y la celesta. El incisivo, con instrumentos de - Lugares: África, Oriente próximo, el lejano Oriente, el salvaje Oeste, etc.
metal, el xilófono o el piano y el opaco, por instrumentos de cuerda con sordi-
na, flauta y clarinete en tesitura grave, por el violoncellay el contrabajo. Como vemos por esta clasificación, la música que acompañaba a las pelí-
Desde otra aproximación a la música de cine, también podemos hablar de culas pretendía provocar en el oyente sensaciones de alegría, tristeza, ten-
música estructural, es decir aquella música que se limita a «estar ahí» como sión..., o evocar ambientaciones para que el espectador se imaginase que la
música de fondo, que no expresa nada, y cuyas funciones son aportar o modi- escena se desarrollaba en Pekín, en el Far West, o simplemente en una verbe-
ficar el ritmo de la imagen, tener el mismo valor que la planificación en el na popular. Esta música cumplía funciones expresivas y estructurales, y siem-
plano no diegético y afectar sensiblemente a la continuidad de la narración. pre tenía lugar en vivo. Se interpretaba en la sala de proyección y era escu-
Esta cualidad de música de fondo implica también que, si el compositor quie- chada sólo por los espectadores, nunca por los actores, por lo que su protago-
re, puede cumplir funciones textuales: subrayar una secuencia chistosa muy nismo en la película quedaba reducido al papel subjetivo que le diera el oyen-
breve, remarcar con su ritmo musical el ritmo que marca la imagen o servir te. Estas características de la música fílmica del cine mudo las recoge Gerhard
de enlace entre secuencias encadenadas; aunque a veces se contraponga su en su artículo «El film sonoro», que aparece en este capítulo. Gerhard tam-
función de «subrayar» a la de «expresar». La música estructural por excelencia bién hace una valoración muy original del papel de la música ante la llegada
es la mickey mousing music, la que acompaña a los dibujos animados, resal- del cine sonoro: cómo hay que montar una banda sonora, dónde deben apa-
tando el mensaje que transmite la imagen mediante el ritmo que impone. recer los diálogos, la música, los sonidos y el silencio.
Tanto la música diegética como la no diegética pueden ser expresivas y/o Después de la llegada del sonoro, muchos compositores, que eran recono-
estructurales. Todo dependerá de la función narrativa o descriptiva que le haya cidos por sus creaciones de música de concierto, empezaron a hacer música
adjudicado el compositor. Hay muchos ejemplos de secuencias que contienen incidental, constituyendo el primer corpus de grandes compositores de cine
música diegética de gran sentido expresivo, bien porque el espectador conoce a en los años 30 y 40. Debido a su formación clásica originaria, los primeros
priori el efecto que esta música tiene intrínsecamente, o bien porque los prota- «maestros» son europeos, y como señala Rózsa en el texto que a continuación
gonistas han dado a una música tal poder expresivo por razones arguméntales. reseño, mientras que los músicos en Europa consideran primordial su forma-
Con la aparición del cine sonoro a finales de los años veinte, se desarrolló ción académica, a los de Estados Unidos no les preocupa trabajar sin domi-
enormemente la producción y realización de música cinematográfica, hasta el nar el métier. Es obvio que si la política racial del III Reich no hubiera pro-
punto de poder considerar a las décadas de los años 30 y 40 como los años vocado la emigración masiva de músicos europeos a Estados Unidos, la prin-
dorados de las bandas sonoras. cipal cantera úe compositores de cine no estaría en Holfy^ood. Muchos de
Anteriormente, en el cine mudo, la música servía de telón de fondo a las estos músicos,jque venían de componer y dirigir sus propias^ óperas, concier-
imágenes, y la que se interpretaba estaba recopilada en cuadernos o cue sheets, tos y música sinfónica, llegan exiliados a Norteamérica y se ven obligados a
que se solían clasificar como efectos de sonido: la interpretaban un piano o trabajar en lo más comercial, la música de cine. Aquí empieza lo que muchos
una pequeña orquesta, dependjendo de las posibilidades económicas de la consideran «una forma de ganarse la vida» más que una producción cualitati-
sala, para subrayar lo que sugerían las imágenes, algo dificultado por la ausen- va de música incidental. También son numerosos los casos de compositores
cia de un diálogo expresivo. Los principales apartados en que se dividían las españoles que escriben bandas sonoras para subsistir, pero esto recuerda a sus
partituras de estos cue sheets eran: antecesores, los maestros zarzueleros, que soñaban con componer algún día
una ópera en italiano mientras escribían zarzuelas sin parar, obras que perma-
- Comedia: según fuera slapstick (astracanada), borracho, dos resbalando, etc. necían luego en escena sólo unas cuantas representaciones.
- Sentimientos: con los clásicos de patetismo, romance, enamoramiento, etc. Los grandes creadores de música incidental conciben la música como un
- Drama: subdividiéndose en melodrama, suspense, horror, terror, etc. todo absoluto: «La música es un arte bastante fuerte que no necesita imitar
-Acción: conflicto, persecución, etc. nada, se sostiene por sí misma, tiene su propia lógica, su propia forma de
- Movimiento: tráfico, multitudes, trenes, etc. expresión», afirma Rózsa, y por eso desaprueba las canciones que, con fines

110 111
comerciales, se incluyen en la banda sonora, y que son tan comunes en nues- de cine para todos los músicos que vinieran detrás. Además nunca abando-
tros días porque los sellos discográficos venden muchas más bandas sonoras naron la composición de su propia música sinfónica seria.
que música clásica, y ponen estas condiciones para la comercialización de la Para el caso español, he escogido a dos músicos muy diferentes, que repre-
película. Esta idea de la música absoluta supone la negación de la función des- sentan dos estéticas opuestas: Joaquín Turina (cuya incursión en el cine fue
criptiva de la música de cine. posterior, y siempre sirvió a un público fácil sin compromisos políticos) y
Como principales exponentes de la música de cine anterior a 1945, he Roberto Gerhard (músico de la Generación de la República en la llamada
seleccionado a representantes de la creación musical en Hollywood (la princi- Edad de Plata de la música española), que buscó en Europa maestros van-
pal impulsora de la industria cinematográfica en Estados Unidos en esos años guardistas que le enseñasen otros estilos diferentes del criticado «folclore de
dorados), en Europa y en España que establecieron las pautas fundamentales pandereta», tan en boga en círculos españoles de los años 20 y 30. Gerhard
para la realización de la música fílmica. Como siempre sucede con la música escribió mucha música incidental durante su exilio forzoso en Gran Bretaña.
de cine (a la que los musicólogos han tomado hasta ahora poco en serio), ha Cuando Turina empezó a escribir música para cine ya era un músico recono-
sido muy difícil encontrar textos editados de compositores tan conocidos cido y dejó el camino abierto a su discípulo Jesús García Leoz; pero en sus
como Max Steiner, el llamado «padre del leitmotiv» en la música incidental; escritos se refleja su recelo ante el cine por lo que él llama «adelanto científi-
Alfred Newman, como primer gran compositor americano de los años 30, o co», contraponiéndolo a la música y a la literatura como «elementos artísti-
textos de los españoles de la Generación de la República que vivieron y vibra- cos». Pienso que lo que subyace aquí de fondo (como le ocurría a Rózsa y a
ron por una vanguardia cuJturaJ españoJa europeizada. Tal fue el caso de tantos otros compositores) es la experiencia de que la decisión final de la
Rodolfo y Ernesto Halffter, Rosa García Ascot y Jesús Bal y Gay, Gerhard, y banda sonora no está en las manos del compositor sino en las del director de
tantos otros, que buscaban, en palabras de Rodolfo Halffter: «la solución ade- la película o en las del director musical, que cortan y suprimen a su antojo la
cuada a la necesidad de renovar el lenguaje musical español y de unirnos a las partitura que había sido diseñada con precisión por el músico, un problema
corrientes del pensamiento europeo». Después de su implicación política en que continúa en el momento actual con directores que se creen músicos, lo
la II República y en la Guerra Civil, el exilio les obligó a abandonar los pro- afirman -como Almodóvar o Amenábar, y cortan y diseñan la banda sonora
yectos de música fílmica con los estudios Chamartín y Cifesa. He considera- a su gusto, no considerándola como música incidental intrínseca a la película
do necesario incluir (como representación europea) un fragmento del libro de y deudora de la misma calidad artística que el guión o la fotografía. Por eso
Eisler y Adorno sobre la música de cine, porque desde su edición en los años Turina, como Rózsa, aboga por el estudio musical serio del compositor de
40 sirvió como postulado teórico a muchos compositores de bandas sonoras. bandas sonoras, hecho que sólo tiene, por ahora, eco en algunas universida-
En la actualidad, después de la renovación forzosa que ha experimentado la des americanas, pero no en los conservatorios españoles. En cambio, Gerhard
filosofía marxista con la caída del poder político en los países del Este, estas se opone, como compositor, a la práctica de incluir las canciones de moda en
ideas son compartidas por muy pocos, pero creo que hay que citar su obra la banda sonora. Al igual que Rózsa, critica el «descriptivismo musical» de
como documento histórico de la época que les tocó vivir. mucha música de cine y propone un estilo compositivo distinto, que forme
Rózsa, compositor húngaro que se trasladó a Gran Bretaña en 1935, tra- contrapunto con la imagen; algo que hace recordar a las películas mudas de la
bajó para los estudios London Films hasta que, al estallar la guerra, emigró estética expresionista, que seguro que él vio y comentó en sus años de estu-
junto con todo el equipo a Estados Unidos. Rózsa, que había triunfado en diante en Austria y Alemania y que nunca he visto reflejadas en ningún estu-
Londres por sus composiciones sinfónicas y ballets, es visto en esos años dio sobre música incidental.
como un claro exponente del músico con un rico lenguaje orquestal, muy Como teorizador de la música de cine tenemos a Adorno, a quien también
adecuado al sistema de producción que necesitaban los grandes estudios se cita en este libro, aunque bajo otro prisma distinto. Su estética de cine
como Paramount, MGM o RKO, y así empieza a trabajar con diferentes como filósofo, sociólogo, crítico de literatura y musicólogo comprometido
directores y abordando todo tipo de géneros: histórico, negro, de animación, con el marxismo reafirma la crítica de los fundamentos culturales burgueses.
Western, etc. Su estilo está marcado por el hecho de ser un compositor serio, Para Adorno, la «cultura de masas» es una «industria cultural», no una cultu-
de tener una fuerte formación musical y un lenguaje orquestal propio como ra espontáneamente nacida de las masas. Adorno ve el cine a través de la dia-
el de Erich W. Korngold. Ambos compositores no se limitaron a hacer melo- léctica entre idealismo y materialismo. Por eso se sitúa siempre en el plano de
días fáciles, sino que crearon diseños sinfónicos con lenguaje propio, con- las carencias y mantiene una actitud negativa: «el dominio del show business
vencidos de que estaban diseñando las pautas de la futura estética de música ha excluido toda autonomía en la composición».

112 113
48. Miklós Rózsa (1907-1995): Destellos de una «doble vida* (sin fecha). para la película de Hoover en que se oía en segundo plano y no tenía ni idea
de cómo hacerlo. Tuve que hacerlo y eso carece de importancia. Es lo que
¿Qué es buena música de cine? Bien, mi «credo» es que la música debería hago y así consigo sentirme satisfecho en la vida. Hago lo que quiero hacer y
ser música, no trucos sino música. Debe funcionar por sí sola y debe intere- esto me permite continuar que es lo principal. [...] ¿Que por qué los com-
sar al público. Por esta razón no utilizo todas estas técnicas modernas con sin- positores de Hollywood no escriben más de la llamada «su propia música»?
tetizadores y toda esta clase de elementos electrónicos, que son sólo eso, téc- La respuesta es muy sencilla: porque no la tienen, o la tienen muy pocos.
nica, pero no música. No tienen ningún valor emocional. Si queremos ate- Odio decir algo malo de mis colegas -después de todo fui presidente de la
rrorizar al mal público esto es lo mejor, pero recuerdo un film de Bernard Screen Composers Association durante diez años- pero he visto que para
Herrmann en el que con una simple orquesta de cuerda, ni percusión ni nada ellos, o déjenme decir, para el noventa y nueve por ciento de ellos, esto es sólo
más... la película era Psicosis... aterrorizó mucho más de lo que otros lo una forma de ganarse la vida. La música que aportan a las películas es una
hubieran hecho con todos los sintetizado res del mundo juntos. Por lo tanto, mercancía, de la misma manera que podrían fabricar zapatos o, si quieres,
celuloide y venderlo para las películas. Es muy triste. Puede ser que el traba-
y lo digo otra vez, debe ser música, buena música, emocional, dramática, que
jo de compositor de cine no sea más que un oficio, pero realmente yo no lo
interese al público, al público oyente de la película. Si escuchan consciente o
creo. Durante el periodo en que tenía que hacer cinco o seis películas al año
subconscientemente no viene al caso, pero reciben un mensaje del composi-
siempre encontré el modo de hacer una de esas piezas «mías». Este es el secre-
tor, tanto si quieren como si no, y esto sólo es posible si la música es buena
to de mi vida o, si queréis llamarlo así, de mi doble vida.
per se.
[...] Antes de empezar una película escribo innumerables esbozos, temas
[...] Para llegar a ser músico hay que saber leer y escribir, pero aparte de eso
o ideas, de la misma forma que lo hago en las composiciones serias. Cuando
hay que saber mucho, mucho más. Como he dicho antes, un músico, un ins-
tengo tres, cuatro o a veces seis páginas llenas con estas ideas cortas; a veces
trumentista o un compositor han de recibir una preparación completa y metó-
dos compases, a veces ocho, diez compases; a veces una línea melódica; a
dica durante años y años y años... y aún entonces no ha aprendido sino que
veces armonizada; entonces tengo el material básico. El trabajo así es mucho
empieza a intuirlo vagamente, como algunos de los compositores de Holly-
más fácil porque no tienes que pescar ideas cuando ya las tienes todas. Soy
wood hicieron, porque tenían que hacerlo, ya que no había otra salida una vez
un gran transformador de temas, creo que es la única cosa que tengo en
los films se volvieron sonoros y se necesitaron compositores. Por eso, creo que
común con Beethoven, quien sufría agonías durante días, meses* o incluso
hay que estudiar, hay que ser un músico preparado antes de enfrentarse a cual-
años, cambiando sus temas hasta el último momento, una línea de compa-
quier clase de música, sea de película, de sala de concierto o cualquier otra
ses, una armonía, como se puede comprobar en sus esbozos; eran alterados
cosa. Quiero r e m a r c a r l e cuando llegué a Hollywood me sorprendió que se
muchos, muchas veces hasta que finalmente obtenía lo que deseaba. Lo
me citaran los nombres de muchos compositores que estaban estudiando con
mismo podríamos decir de Rembrandt. En sus cuadros se pueden apreciar
Arnold Schónberg o con Karlheinz Stockhausen, y que me preguntaran: ¿Qué
las diferentes J^ses. ¡Cuánto cambió! Quitaba figuras, añadía algo, cambiaba
están estudiando? Yo contesté: «están estudiando composición», y los otros
la expresión. Envidio al compositor, escritor o pintor que se sienta, lo hace
compositores dijeron: «pues nosotros estamos componiendo y nunca hemos
al momento y'ya está, por ejemplo, Mozart, pero hay otra clase de artistas
estudiado composición». Por eso digo que la diferencia entre los compositores
que luchan contra los elementos. Miguel Ángel era uno de estos. Yo entien-
europeos y los americanos, aparentemente, es que en Europa primero estudia-
do muy bien esta lucha y pienso que es muy necesaria.
mos y después buscamos trabajo, lo podemos conseguir o no, pero en Améri-
ca primero consiguen el trabajo y entonces empiezan a estudiar. [...] ¿Que si creo que la música de cine puede describir algo? No, no
Llegué a ser compositor porque supe desde muy temprana edad que eso puede. Alguien tuvo la absurda idea de que la música podía describir un
era todo lo que yo podía hacer en la vida. [...] ¡Cómo trabajé! ¿Por qué tra- camello. Bien, ¿cómo lo haría?, puedes caracterizarlo, como yo mismo he
bajé? Porque tuve que hacerlo. ¿Por qué tuve que hacerlo? Porque no puedo caracterizado animales en El libro de la selva o en otra película llamada jaca-
hacer otra cosa. Para mí, componer música es, como para cualquier otro ré, pero describirlos de forma que un ciego pueda ir al cine, y al escuchar mi
comer o beber, esa es mi función básica en la vida. Me levanto por la maña- música diga: «Ah, esto es un camello», desde luego, esto sería completamen-
na y trabajo. Me trae sin cuidado si es una partitura para el cine o si es músi- te imposible. La música es un arte bastante fuerte que no necesita imitar
ca coral, si es música orquestal, música de cámara o incluso si tengo que nada, se sostiene por sí misma, tiene su propia lógica, su propia forma de
escribir una canción popular al estilo de los años 40, como tuve que hacer expresión y la descripción no es una de sus funciones principales. Sé que algu-

114 115
nos compositores lo intentaron, por ejemplo, tomemos la batalla contra los 49. Theodor W. Adorno (1903-69): Ideas para una estética (1944).
molinos de viento en el Don Quijote de Richard Strauss. Me pregunto si
alguien que no sepa que se trata de la lucha con los molinos, si no oye las ove- Resulta tan problemático establecer una estética para la música de cine
jas ni el viento, ¿sabrá alguna vez, sólo por la música, de qué se trata? Por esta como escribir su historia. Hasta el momento, todos los análisis estéticos de los
razón, esta clase de imitaciones y descripciones se han dejado de hacer duran- dos medios más importantes de la cultura industrializada, el cine y la radio,
te un largo espacio de tiempo y es que la música debería ser sólo música y no han adolecido de un cierto formalismo. El dominio del show business ha
sobrepasar su propio dominio. excluido toda autonomía en la composición en donde hubiera podido des-
[...] Antes de la grabación yo tengo todo el control. Entonces llega ese arrollarse fecundamente la relación entre forma y contenido y a la que nece-
momento hermoso en que puedes escuchar tu música interpretada por una sariamente se ha de remitir toda estética concreta.
orquesta sinfónica de 80 músicos que realizan un gran esfuerzo para conseguir [...] Debe existir una relación entre la imagen y la música. Si los silencios,
la máxima expresividad, yendo de lo que yo llamo: del piano alfortissimo. [...] los tiempos muertos, los momentos de tensión o lo que sea, se rellenan con
Creo que se ha exagerado la manía de incluir canciones en las películas y yo una música indiferente o constantemente heterogénea, el resultado es el des-
estoy al cien por cien en contra de ello. También estoy en contra del comer- orden. La música y la imagen deben coincidir, aunque sea de forma indirecta
cialismo barato. Si queremos elevar el arte cinematográfico tenemos que hacer o antitética. La exigencia fundamental de la concepción musical del film con-
un trabajo artístico sin pensar para nada en si dará dinero, en si el vehículo siste en determinar la naturaleza específica de la música - o a la inversa, aun-
del que estoy hablando ahora va a producir dinero extra a la compañía o no. que este caso sea actualmente más bien hipotético, que la naturaleza de la
Muy a menudo se ha probado que estas canciones cantadas al principio, en música determine la naturaleza de las imágenes. La auténtica «inspiración» del
los títulos de crédito y en momentos inoportunos arruinan la película. Han compositor cinematográfico estriba en la invención de la música que se adap-
arruinado muchas, pero esta era la tendencia cuando estaba en la MGM. Una te con mayor precisión; la ausencia de relación constituye su pecado capital.
vez se me pidió que usara una y usé coros... pero creo que esto pertenece al Incluso si, en un caso límite, la música carece de toda relación, como cuando
pasado, ¡espero! Por esto estaba en contra de los métodos musicales de Mr. en un film de terror un asesinato es acompañado de una manera despectiva e
Tiomkin. Fue él quien empezó con esto otra vez, ya que, de hecho, toda la indiferente, la falta de relación ha de justificarse como una forma especial de
historia de la música de cine empezó así, con Al Jonson y El cantor de jazz. Lo relación a partir del sentido del conjunto. En los casos en que la música des-
recuerdo con tristeza. Vi la película y todo el mundo cantaba «Sunny boy» y empeñe una función de contraste, hay que preservar también la unidad for-
«Mamie». Representó un gran éxito y desde entonces en cada película tenía mal: por ejemplo, en la mayoría de los casos de oposición extrema entre el
que haber una canción principal que sonara durante toda la película, desde el carácter de la música y el carácter de las imágenes, la articulación de la músi-
principio hasta el final, y esta es la causa por la que no había música dramá- ca corresponderá a la articulación de la secuencia en planos.
tica seria y efectiva en las películas, por el comercialismo, por hacer dinero. [...] Los auténticos antecedentes de la música de cine son la música escé-
También había otra razón, especialmente en Francia. En Francia, por ejem- nica intermitente del drama y los pasajes y números cantados de las comedias.
plo, la productora no tiene presupuesto para el compositor, de esto se encar- Estas formas no estuvieron jamás al servicio de la ilusión positiva de la uni-
ga el editor. Este paga a la orquesta, la sala y todo el coste de la música, por dad de los medios y, con ello, al servicio del carácter ilusorio del conjunto,
eso tiene la cuota de publicación, de hecho para no publicar nada. Natural- sino que se presentaban como elementos extraños estimulantes, porque que-
mente este hombre o esta compañía quieren hacer dinero. Si hay una canción braban el cerrado contexto dramático o porque tendían a hacerlo pasar del
en la película y pueden hacer dinero con ella, mejor para ellos, pero esto no ámbito de lo inmediato al ámbito de las significaciones. Han sido desde siem-
tiene nada que ver con las razones artísticas de los grandes filmes. pre refractarias a toda intuición o psicología, a toda imitación estética de los
datos de la experiencia.
Fuente: «Destellos de una "doble vida"». Secuencias de Música de Cine III, 1999, [...] El cine hablado ha introducido menos cambios en esta función de la
pp. 143-151. Texto publicado como entrevista, sin fecha, en la citada revista, edi- música de los que cabría pensar. [...] La palabra es un parche para el cine, al
tada por la Associació Catalana per la Difusió de la Música de Cinema. Traduc- igual que lo es la música mal colocada que pretende alcanzar una identidad
ción del catalán: Matilde Olarte. inmediata con la acción. Un film hablado sin música no es excesivamente dife-
rente de un film mudo; incluso hay motivos para suponer que cuanto más ínti-
mamente se combinen palabra e imagen, tanto más intensa es la percepción de

116 117
la contradicción que existe entre ellas y el mutismo de unos personajes que resultado no sería mucho mejor. El error de la identificación y de la superflua
solamente hablan en apariencia. Esto sería una explicación posible, pero la más duplicación quedaría exclusivamente compensado por el de la total falta de
evidente está relacionada con las exigencias del mercado y radica en el hecho relaciones. No cabe esperar que la ayuda venga de un compromiso, de una
de que el cine, y principalmente el cine sonoro, que dispone aparentemente de «línea intermedia» entre ambos extremos, es decir, de un estilo que a la vez sea
todas las posibilidades del teatro y, además, de una movilidad que a este le está expresivo y constructivo. En música, la acumulación de principios creativos
vedada, siga teniendo necesidad de la música. antagonistas, cuya función sería la de protegerla desde todos los ángulos, pro-
[...] La evolución de la música del cine dependerá pues de la medida en duciría únicamente el efecto contrario, y en la práctica desembocaría en la
que le resulte posible hacer que esta antítesis sea Fructífera y rechazar la ilu- consecución de efectos antiguos con medios modernos: una música terrorífi-
ca en una escena de asesinato sigue siendo la misma aunque la escala diatóni-
sión de una unidad inmediata. [...] Como principio fundamental habría que
ca sea sustituida por una serie de disonancias agudas.
exigir que las relaciones entre los dos medios se formulasen en adelante de una
forma más flexible. Esto significa, por una parte, que no se utilizarán ya pre- [...] Hasta el momento, toda la música de cine ha manifestado una ten-
textos estandarizados y, por tanto, ineficaces para introducir la música -efec- dencia a la «neutralización»: el efecto producido tiene generalmente algo de
tos de fondo, escenas de suspense, de amor o de muerte, triunfos y cosas pare- discreto, atenuado, demasiado adaptado y dependiente; en realidad, esta
cidas; que la música no intervendrá ya automáticamente en un determinado música persigue demasiado a menudo lo que le atribuyen los prejuicios, es
momento, como quien obedece a una consigna. Pocas cosas han embotado decir, desaparecer, no ser en absoluto observada por el espectador que no le
tanto la función de la música como este hábito. Por otra parte, y por lo que otorga una atención particular. Las causas de esta situación son complejas. En
primer lugar está la neutralización general de todo fenómeno que pase por el
respecta a la relación de los dos medios, habrá que encontrar técnicas seme-
filtro del monopolio: la estandarización y la sumisión a innumerables meca-
jantes a la modificación del punto de vista y de la posición de la cámara. Per-
nismos voluntarios e involuntarios de censura conducen a una adaptación
mitirán que, de acuerdo con las necesidades del film, la música intervenga
generalizada que transforma todo acontecimiento preciso en un mero ejem-
desde estratos diferentes, más o menos alejados, en primer término o como
plar del sistema y que excluye casi absolutamente su consideración como algo
fondo sonoro, muy nítida o completamente confusa, e incluso descomponer
específico. Sin embargo, esto se aplica tanto a la imagen como a la música y
y articular complejos musicales como tales por medio de una «iluminación»
explica mejor la falta de atención general aplicada al film, correlato de la «dis-
cambiante de sus diferentes elementos sonoros.
tensión» que se supone que persigue, que la desaparición de la música en par-
Además, debería ser posible introducir la música, de acuerdo con un plan ticular. La verdadera explicación hay que buscarla en el hecho de que el inte-
preconcebido, en determinados lugares carentes de imágenes y de palabras, y rés decisivo en la relación de efectos, el interés por el contenido, queda absor-
no permitir que en otros concluya o se apague discretamente; y, por el con- bido por la acción visual y por el diálogo, de forma que no queda ninguna
trario, interrumpirla bruscamente por ejemplo con un cambio de escena, de energía disponible para la percepción musical que se efectúa de acuerdo con
forma que el mutismo de la imagen parlante, al ser presentado como tal, se otras dimensiQries. El esfuerzo fisiológico, necesariamente conectado con el
vea forzado a expresarse. O, si no, cabría supeditar al tema de la imagen ver- seguimiento de; un film, desempeña aquí un papel fundamental. Pero, pres-
daderos sistemas de simple acompañamiento, es decir, figuraciones musicales cindiendo de es'to, los procedimientos de grabación musical habituales hasta
de carácter expresamente subordinado. A la inversa, la música «ensordecedo- el momento implicaban ya la neutralización. El «efecto de perturbación» con-
ra» podría desempeñar un papel exactamente opuesto al que le atribuye la fiere a la música, como sucede con la radio, un carácter discontinuo: como
concepción «lírica». las imágenes de la pantalla, parece que discurre ante el espectador, parece una
[...] La consecuencia más importante que de todo esto se deduce en rela- imagen de la música más que música propiamente dicha. Al mismo tiempo
ción con la composición musical, se refiere al estilo. El estilo es en primer lugar está sujeta a transformaciones acústicas notables: disminución de la escala
la quintaesencia, la obra de arte orgánica y continuamente uniforme. Como dinámica, reducción de la intensidad de tonalidades y, principalmente, pér-
ni el cine es una obra de arte de este tipo ni la música puede ni debe prestar- dida de profundidad plástica. Todos estos elementos convergen en el efecto
se a semejante uniformidad sin fisuras, la exigencia de un «ideal estilístico» de neutralización. Si se asiste a la grabación de música cinematográfica avan-
carece de sentido en la música del cine. No hace falta decir hasta qué punto es zada e inmediatamente después se escucha la banda sonora y luego se ve
inadecuado y mentiroso el estilo imperante, el falso romanticismo. Pero si en casualmente el film con su música «impresa», se observan otros tantos grados
su lugar se pretendiera implantar una objetividad radical, a la que propende el de progresiva neutralización. Es como si la música agresiva hubiera perdido
carácter técnico del cine, una música «mecánica» al estilo del neoclasicismo, el

118 119
oN
garra y, en la representación definitiva, la diferencia de que el material musi- 50. Joaquín Turína (1882-1949): Entrevista sobre la música cinematográ-
cal empleado sea moderno o tradicional disminuye hasta un punto que no fica (h. 1948).
cabía suponer a través del mero conocimiento de la partitura o incluso de la
audición de un disco con la misma música. Incluso los oyentes conservado- Era yo niño aún cuando vi la primera película. Esto ocurrió en Sevilla, en
res consumirían en un cine sin ningún reparo una clase de música que, oída un salón de la calle de las Sierpes; uno de aquellos salones que frecuentaban
en una sala de conciertos, hubiese despertado sus sentimientos más hostiles. La Fornarina y Pastora Imperio, en sus comienzos, y que caracterizaron los
Con otras palabras, a través de la neutralización, el estilo musical en sentido primeros años del siglo. La película en cuestión duraba cinco minutos y repre-
ordinario, es decir, el material empleado en cada ocasión, se hace en gran medi- sentaba la llegada de un tren a la estación. Era tal el éxito de público, que se
da indiferente. Por este motivo, si se pretende conseguir una música válida- repetía siempre, una o más veces. Desde entonces hasta hoy el cine ha cam-
mente montada y antitética, no se tratará de echar el mayor número de diso- biado mucho, siguiendo la evolución y progreso de las máquinas, pues máqui-
nancias y nuevo colorido a una maquinaria que los digiere, los embota y los na es ante todo. Y por ser máquina, nunca se llegará a un tope, a una meta.
restituye finalmente bajo una forma convencional, sino de quebrar el fjiismo Precisamente su adelanto científico, y por decirlo así, en frío, perjudica pro-
mecanismo de la neutralización. Esta es precisamente la función de la>.com- fundamente a todos los elementos artísticos que entran en su desarrollo: en
posición planificada. Claro está que tanto en un caso como en otro habrá primer lugar, a la literatura, que ha de ser forzosamente teatral (a su modo).
situaciones en que la música haya de ser discreta, en que deba permanecer en Compárese La hermana San Sulpicio (novela), con la película del mismo títu-
segundo plano. Pero existe una diferencia decisiva en el hecho de que estas lo; compárese también el primer guión que, de Currito de la Cruz, hizo el pro-
situaciones deriven de la planificación, de que el desvanecimiento de la músi- pio autor, Lugín, con la versión sonora, hecha después, sintética, casi telegrá-
ca sea estudiado y voluntario [...]• Se puede considerar que el auténtico efec- fica. En segundo término, toda la tradicional escuela de actores se viene abajo,
to de fondo sólo se puede conseguir en el primer caso y nunca a través de una aunque en España nos empeñemos que no.
ausencia de articulación y de plástica de origen mecánico. Toda la música, desde Palestrina hasta Stravinsky, responde siempre a una
[...] El examen de las contradicciones que determinan actualmente las rela- idea y está organizada y construida arquitecturalmente, con sus cimientos, su
ciones entre el cine y la música, y más aún, el examen de la contradicción exis- cuerpo central y sus torres y pináculos; después, y del mismo modo que los
tente entre la música y la imagen, cuyo desarrollo constituye la verdadera edificios, lleva un revestimiento ornamental, con armonías, adornos, efectos
esencia de la música del cine, demuestran que una estética de la música en un sonoros, en fin, algo similar a las pinturas, bronces, figuras y agujas. Y así
segundo plano acústico y estético depende de unas normas o unos criterios como la obra musical de orquesta pasa a un director, para la interpretación, en
generales invariables. Es superfluo y perjudicial «aportar nuestros criterios y la música de cine es un ingeniero el que lleva la batuta. El ingeniero tiene la
aplicar nuestras intuiciones y nuestras ideas a nuestro estudio: al dejarlos de facultad de hacer lo que quiera con la obra musical, hasta tal punto que de un
lado conseguimos contemplar la cosa tal y como es en y para sí misma». Pero cuarteto puede hacer algo monumental y, por el contrario, meter en un rin-
esto no significa que se abandone la música de cine a la arbitrariedad, sino que cón a una gran orquesta. Lo dicho significa que el ingeniero dispone a su pla-
lo que en ella haya de justo o de injusto, de bueno o de malo, resulta precisa- cer de los primeros planos y las lejanías. Si en el momento culminante, en la
mente de los problemas que en cada caso se le plantean. A la reflexión estéti- suprema emoción, al fin de un gran crescendo, tiene que hablar un locutor o
ca corresponde tomar conciencia de la naturaleza de estos problemas y de hay un diálogo entre los personajes de la película, el pobre compositor ve con
estas exigencias, de la presión ejercida por su propio movimiento, pero nunca zozobra que su música se la llevan, arrastrada, a países muy lejanos. Con ser
proporcionar recetas. bastante grave cuanto he dicho, no pasa de ser un problema de intensidad;
pero hay en la música de cine problemas más graves, de fondo y de forma.
Fuente: Theodor W. Adorno y Hanns Eisler: «Ideas para una estética». El cine y la Por bien pensado y detallado que esté un guión en una película, es dificilí-
música. Fundamentos. Madrid, 1981 (I a edición en 1947), pp. 83-111. Traduc- simo, casi imposible, calcular el número de minutos y de segundos que dura
ción del alemán: Fernando Montes. cada trozo. Si se pudiese obtener la dimensión exacta, el compositor podría
entonces planear con plena conciencia su obra, dándole el equilibrio que toda
obra de arte debe tener, ajustándose siempre a las peripecias de la acción,
como ocurre en las óperas, en donde se combina el recitado con dpassetto de
orquesta, y la declamación cantada de una escena trágica con la emoción de

120 121
un desnivel catastrófico. Hacer marchar juntos ambientes tan dispares es de un
un aria. Pero esto no suele ocurrir en las películas y, cuando llega la sincroni- efecto grotesco. ¿Y cómo dar una forma equilibrada a pequeñísimos trozos, sin
zación y están en el estudio los artistas, y la orquesta, y los ingenieros, y todo conexión unos con otros y cuya agrupación será siempre caótica?
el personal, se oye este grito, verdaderamente aterrador: «¡Faltan siete metros Hemos llegado al nervio de la cuestión. Me parece muy difícil, por el
de música!» Porque lo de menos sería, allí mismo, sobre la marcha, inventar momento, proponer tal o cual receta; creo, sin embargo, que así como exis-
los siete metros de música que faltan; lo peor del caso es que, al añadirlos, se ten ya escuelas de actores cinematográficos, convendría ir pensando en una
forma un nuevo trozo pegadizo que estropea el conjunto y destruye el equili- derivación de la asignatura de Composición Musical, que estudiase y recogie-
brio. Otro caso, también muy grave, ocurre cuando sobran dos o tres páginas se los múltiples problemas que ofrece la pantalla a los músicos. Porque bien
de música; entonces, el director de orquesta cambia la batuta por las tijeras, mirado, ¿qué perspectivas se acusan en el terreno musical actualmente? Sin
cortando compases, sin la menor contemplación y ante los ojos espantados citar nombres, yo invito al lector a que dé su vistazo a la producción contem-
del compositor. poránea, nacional y extranjera, y comprenderá inmediatamente que, en la
La primera consecuencia que se saca de estos episodios, más trágicos que mayoría de las películas, la pantalla y la música marchan como matrimonio
grotescos, es que en el cine, la música se hace para la película y no la película mal avenido. He aquí el tema del que pueden deducirse las líneas iniciales de
para la música, es decir, todo lo contrario de lo que ocurre en la ópera, entre una pedagogía musical cinematográfica.
música y libreto. La música es un elemento decorativo más, como los paisajes
y fondos: ha de tener cuidado siempre de no estorbar. Dicen que en el teatro Fuente: Carlos Colón Perales: La música cinematográfica de Joaquín Turina. Real
todo es convencional, pero, ¿hay mentira mayor que la del cine? Es preciso, Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría. Sevilla, 1984, pp. 26-28.
pues, reglamentar la música para el cine con nuevos preceptos, con nuevos
derroteros, ya que ni las formas sinfónicas ni las dramáticas se ajustan a su
manera de ser. Ya comprendo yo que hay en las películas, como en las óperas, 51. Roberto Gerhard (1896-1970): Film sonoro (1930).
escenas en las que no ocurre nada y en que, por lo mismo, se concede gran
libertad al músico. Pensando en ello, vamos a buscar una escala que, en pro- Si de aquí a cien años todavía les place celebrar los centenarios, se ve que
porción ascendente, nos muestre el panorama sonoro. este año de gracia de 1930 será la fecha conmemorable de la película sonora.
Escribir un fondo constituye lo más fácil para el compositor. La música No hay duda de que valdrá la pena conmemorarla. ¡Los prodigios que habrán
podrá estar más o menos de acuerdo con el asunto, pero puede llevar una hecho de la técnica en este tiempo! ¡Colores, imágenes en relieve, magnetofo-
estructura sinfónica y gozar de mayor libertad, sin más contratiempo que los nía! ¡Y las obras de arte, también, que habrá reflejado la pantalla! Imagináos-
ruidos. Ya comprenderá el lector que esto de los ruidos es otra mentira muy lo. Las perspectivas que se abren con un poico de fantasía hacen rodar la cabe-
grande, lo cual no quita para que estropee por completo un trozo sinfónico el za. Para mí, estas anticipaciones retrospectivas son un consuelo. Nos ayudarán,
trote de un caballo, el motor de un coche o los pitidos de una locomotora. si menos, a soportar resignada y confiadamente las enfermedades de la infan-
Siguen, a continuación, los movimientos rítmicos, que deben ir subrayados cia que amenazan al cine sonoro: ¡El sarampión del ykzz-opereta-revista, que
por la música. Aquí se llega a la más completa exageración, haciendo del ritmo nos hacen padecer este nuevo invierno! Todo habrá que preverlo. Personas
musical algo automático, mecánico y seco. Hasta un simple gesto se marca competentes en la materia han descrito desde estas columnas y desde estas
con un acento sonoro, rígido, que quita flexibilidad a la música. En cuestio- páginas de la prensa, diría, algunos de los problemas que posee el cine sonoro.
nes rítmicas hay que respetar, naturalmente, cuanto se refiere a danzas y esce- Mi amigo Travall, con un optimismo que yo quisiera compartir, ha hablado
nas coreográficas. En este sentido he visto hacer maravillas en una película además de la viabilidad de una industria catalana dedicada a la producción de
española, pero procediendo al revés, esto es, adaptando los movimientos de la cintas sonoras. Joan Sacs insinuaba, hace tiempo, una idea semejante a propó-
pantalla a la música. sito de dibujos animados y «sonoridad» -como me hacen decir a mí. Sobre
Y llego a la parte más difícil de la escala. Las escenas culminantes, dramáti- todo esto, todavía yo he de confesar una incompetencia absoluta en esta mate-
cas, con gritos y diálogos cortados, constituyen la desesperación del composi- ria, pero me han entrado ganas de reflexionar, desde el punto de vista del músi-
tor. Por regla general, estas escenas forman un mosaico de cuadros brevísimos, co, sobre la película sonora. En primer lugar, confieso que las producciones
con primeros planos, cambios constantes de expresión dramática y contrastes sonoras que hasta ahora he visto, me han producido una gran desilusión. He
violentos. El músico mide los compases, las corcheas, las fusas, pero no da en de advertir que no he podido ver ninguna película de las que Jeroni Moragas,
el clavo jamás. Un retraso pequeñísimo entre la pantalla y la música produce

123
122
* •

x. éi.
en sus críticas interesantes en la Revista de Catalunya, alaba y considera como obstante, de prever, parece, que este placer de la ilustración aferrada al detalle
las más exitosas de las que hasta ahora se han podido ver en Barcelona. De -tanto si es al plástico como si es al musical- se ha de agotar muy rápida-
todas maneras, supongo que no representan una tendencia esencialmente dis- mente. Allí el paralelismo entre el sonido y la imagen puede tener más posi-
tinta de la que se revela en los pocos filmes que hasta ahora he visto {El ángel bilidades, es en toda el área que va del hecho cómico al grotesco.
azul, Atlántico, Cuatro de infantería, Las galas de la Paramount). En rigor, yo [...] Decíamos: allí, en el paralelismo entre sonido e imagen, puede tener tal
encuentro que estas películas no realizan estéticamente ningún progreso sobre vez mejores posibilidades, es en toda el área que va del hecho cómico a lo gro-
la película acompañada por la orquesta con música adaptada. Al contrario. tesco. Ahora que, cuando se ve un efecto grotesco sin querer, como todavía
Recuerdo, por ejemplo, Resurrección de Tolstoy, o Los tejedores de Gerhart pasa muy a menudo con la película sonora, el caso es fatal, está claro. El error
Hauptmann, que desde el punto de vista de la ilustración musical eran enton- está en creer que la imagen puede en todos los casos estar intensificada por un
ces superiores a estas nuevas producciones sonoras. El primero se servía de paralelismo sonoro que la hace resurgir con un ajuste servil. Fuera de la escena
fragmentos sinfónicos de Tchaikovsky, y, no obstante, eran como una unidad. cómica o grotesca —ejemplo: los dibujos sonoros- el paralelismo es obviamen-
El segundo ejemplo sacaba un partido excelente de las viejas cancionesípopu- te siempre redundante y la debilita necesariamente, con que, por dar más ver-
lares alemanas de la época, instrumentadas para la orquesta (hoy, al cinéfsono- satilidad a una excusa, la realza en un argumento por partida doble o la deco-
ro harían mejor en acompañarlo con un coro). Pero el criterio con que estas ra con detalles superfluos. De la misma manera, el sonido que se limita a deco-
películas mudas eran ilustradas por la orquesta (en las buenas salas), es, musi- rar la imagen, en vez de darle fuerza se la lleva... Es inútil y es irritante que una
calmente hablando, más o menos el mismo que hemos podido ver también en cosa que se entiende perfectamente bien se nos repita dos veces. La música, el
las mencionadas producciones sonoras. La única diferencia consiste en que los sonido en general (comprendida toda la gama de los «ruidos»), hace un papel
actores, ahora, hablan (excesivamente, como siempre), cantan -Marlene Die- deplorable tratando de remachar, de explicar vagamente todo aquello que en la
trich, por ejemplo con la primera voz de una mujer verdaderamente fonogé- pantalla queda explicado con una precisión y una claridad suficientes.
nica que yo haya podido oír, y todos los objetos capaces de engendrar ondas El criterio de ilustración verdaderamente fecundo, a mi manera de ver, sería,
sonoras nos envían desde la pantalla sus rumores rutiles, puerilmente amplifi- al revés, un criterio contrapuntístico. El sonido contrapuntado con la imagen
cados, con aires de protagonistas, hiperdimensionales. Cuando una mujer pasa da autonomía a la vista y autonomía a la onda, y deja a la fantasía del especta-
con los tacones por la escena queteclac, queteclac, queteclac -nos hace perder el dor la tarea de conjugarlas. He aquí, a mi entender, el camino del espectáculo
vivir y el sentir. Mejor dicho, ya no vemos ni oímos nada más: ¡ese par de taco- «polifónico» que sería el cine sonoro. El acto de conjugar diversas melodías
nes tiene una importancia fenomenal! Esta fonografía mecánica de la suma de simultáneas hace, para la escena, lo que los músicos entendemos por acordes,
muchos rumores, ruidos, estallidos, etc., que nos da la «realidad», nos hace armonías... El paralelismo es también en música la técnica más primitiva y
pensar por la ingenua complacencia con que son registrados, en aquellas curio- pobre que es conocida. Al comienzo de la música polifónica en la Edad Media
sas manifestaciones de la edad infantil del descriptivismo musical: el melodra- hay el organus y el discantus, que son cadenas de cuartas y quintas paralelas a
ma de Rousseau, las sonatas bíblicas de los clavecinistas. Una rápida escala un canto dado. El pueblo sentimental canta sus canciones populares a dos
ascendente ilustraba el golpe de piedra furiosa que engendró la honda de voces, en cadenas de terceras... El cine mudo ha estado en la época monódica
David. Un acorde de séptima disminuida que se deshace en arpegios descen- del cinema, la de la melodía sola (estaba a punto de decir: la del canto grego-
dentes: la caída del gigante... riano); con el cine sonoro comenzará su época polifónica y sinfónica.
Y aquí al menos se ilustraban simbólicamente cosas que eran hasta cierto Ver aterrizar un avión y sentir un admirable murmullo de motores, he aquí
punto dramáticamente importantes. Y cuando no más se trataba de evocar una cosa que hoy, en el cine sonoro, ya no puede provocar ni frío ni calor. En
una «atmósfera» con imitaciones de rumores naturales, se oía todavía una cambio: un transatlántico ha chocado con un iceberg y se va al fondo, aba-
transposición artística. Ahora la música, realmente, no imita nada fuera de sí rrotado de pasajeros y tripulación, pánico, S.O.S., carreras, botes de salva-
misma. Con dibujos animados pasa lo mismo, pero en sentido inverso, es la mento y al agua; en un rincón del fumador un estoico hace tocar al piano una
imagen, aquí, la que va a ilustrar la música, o vagamente, el ritmo, el movi- romanza sentimental; de pronto se abre una puerta y penetra en la habitación,
miento lineal, o más a menudo, los esquemas métricos, los «pies» de la músi- siniestra, dramática, el sonido de los motores... Os aseguro que el mismo
ca. Cuando el gato, el pato, o la cigüeña pasan queriendo ser vistos, o las notas detalle aquí sí que nos pone la piel de gallina.
de un arpegio de flautas estallan como burbujas en la pantalla, o hacen surgir De las tres categorías de elementos sonoros que pueden ser conjugados con
círculos de la tierra, la alegría del espectador es completa. No es difícil, no la imagen -la palabra, la música y el «ruido»- me interesan aquí sobre todo los

124 125
dos últimos. En general parece que lo más lógico sería que los personajes que
hablan se vean en la pantalla en primer plano. Pero no es así absolutamente II.7. MÚSICA Y PENSAMIENTO MUSICAL EN ESPAÑA Y PORTUGAL.
necesario. Yo puedo imaginar muy bien la voz humana -sola, en diálogo, o en José M. García Laborda.
coros, hablando, declamando o cantando- en libertad, desligada de la imagen.
Por ejemplo: un diálogo que interesa a la acción, proyectada sobre un paisaje, Nos ha parecido conveniente dedicar un capítulo especial a los composi-
sobre la visión de los talleres de una fábrica, sobre la Quinta Avenida de Nueva tores españoles y portugueses del periodo entre las dos grandes guerras. Se ha
York o sobre una barca sobre el océano, sí que vale la pena hacerlo. Es el equi- intentado, por otra parte, colocar juntos a dos países que han vivido casi
valente del procedimiento de la sobreimpresión. El novelista nos presenta a sus siempre de espaldas, para señalar así muchos aspectos culturales que les son
personajes. Los hace hablar. Todos vienen a nosotros, los va trayendo con la comunes y que han pasado desapercibidos en la mayoría de los manuales de
silueta y, ahora aquí y ahora allí, va intercalando rápidas descripciones del música del siglo XX, los cuales apenas dedican cuatro líneas a la música de
milieu. Para ligar todos estos cabos y presentar una escena de conjunto con ambos países.
todos los términos esenciales y accesorios, necesita al menos un montón de Es cierto que los condicionamientos políticos y sociales, y los límites cro-
páginas. La simultaneidad polifónica de la película sonora da a la exposición nológicos que delimitan los espacios musicales de este periodo, no coinciden
una Velocidad centuplicada. Falta saber, me diréis, si eso es una superioridad. del todo; pero las preocupaciones musicales son idénticas, como también son
Evidentemente, velocidad es un concepto relativo. Partiendo de la base de que muy parecidas las circunstancias que permiten hablar de una etapa de gran
al pulso normal de la novela le sigue un andante, digamos, un stringendo que desarrollo de la creación musical, la musicología y la difusión de la música en
porta el movimiento hasta un allegro que puede dar a la materia sensación de ambos países durante estos años.
aceleración, con referencia a su escala, que puede llegar a abolir la película, España y Portugal experimentan en estos años una etapa de compulsión,
todo, y partiendo de una cifra metronómica normal mucho más elevada. Pero debido al deseo de compaginar las tendencias vanguardistas europeas con la
es este el hecho que cabe no perder de vista, el ritmo normal de la película es creación de un idioma personal asentado sobre los pilares de su rico patrimo-
un presto y la velocidad es aquí un factor estético de primer orden, y lo es, si nio folclórico. Los compositores españoles y portugueses coinciden en el deseo
no por primera vez, al menos como nunca haya sido captado por otras artes. de salir de sus respectivos países en busca de ideas nuevas (dos compositores
La imaginación encara las realizaciones fantásticas que puede tener para la importantes portugueses de este momento, Freirás Branco y Lopes-Graca, visi-
película sonora el «monólogo interior»; la ilustración de aquella polifonía ver- tan París y Berlín, mientras los españoles viajan con frecuencia a París en los
dadera de la consciencia gracias a la cual yo puedo (o hago) hablaros a la cara años veinte). La influencia de la música nacional se hace también evidente en
de tal cosa y, a la vez, pensar en una, dos o tantas otras, las cuales pueden ofre- ambos países, junto al interés por el neoclasicismo. El pensamiento y la polé-
cer un contraste remarcabilísimo con «sólo» hablar y alzar la voz, o hacer con mica en torno a la aceptación o rechazo del nacionalismo será objeto de deba-
los demás, curiosos contrapuntos. Pero no conviene extremar estas inducciones. te permanente en estos años, tanto en España como en Portugal. Ernesto
Halííter servirá de punto de engarce en muchos aspectos culturales comunes
Fuente: Roberto Gerhard: «Film sonoro», I y II. Mirador, 1930, pp. 94-96. Tra- gracias a algunjb obras importantes compuestas durante su estancia en Portu-
ducción del catalán: María Portavella Casanova y Matilde Olarte Martínez. gal. Tal vez un día se hará una historia común de la música de España y Por-
tugal, o será práctica normal volver a hablar de nuevo de música española y
portuguesa en contextos comunes, como hacía el gran investigador de la
BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA: «península ibérica» Santiago Kastner, para referirse a épocas anteriores.
En este contexto, hemos seleccionado un escrito de Lopes-Graca, uno de
ANDERSON, Gillian B.: Music for the Silent Films, 1894-1929. A Guide. los grandes compositores y musicólogos portugueses del siglo XX cuya vida,
Washington. Library of Congress, 1988. desde 1906 hasta 1994, abarca prácticamente todo el siglo. Sus escritos son
COLÓN PERALES, Carlos, INFANTE DEL ROSAL, Fernando, LOM- numerosos y reflejan un pensamiento lúcido y amplio, preocupado especial-
BARDO ORTEGA, Manuel: Historia y teoría de la música en el cine. Pre- mente por cuestiones del nacionalismo musical, de la música portuguesa
sencias afectivas. Alfar. Sevilla, 1997. contemporánea y de la educación musical en Portugal. Lopes-Graca fue un
defensor del «iberismo», de la unión de ambos países bajo una federación que
agrupara a comunidades con distintas lenguas, pero con patrimonios histó-
ricos y culturales muy semejantes.
126
127
Fuente: John Adams: Sobre El Niño y sus textos. Conferencia pronunciada en el III.9. LA MÚSICA EN EL CINE A PARTIR DE 1950. EVOLUCIÓN
Centro Cultural de México en París el 21 de enero de 2002. Traducción de Teresa DE LA MÚSICA EXPRESIVA Y ESTRUCTURAL DESDE LAS
Cascudo. <http://www.earbox.com/frames-html/Interview>. GRANDES PRODUCCIONES A LOS TEMAS INTIMISTAS.
EL DESARROLLO DEL NEOSINFONISMO. Matilde Olarte.
BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA:
En los años posteriores a la II Guerra Mundial, la música de cine giró como
GRIFFITHS, Paul: Modern music and After: Directions since 1945. Oxford un calidoscopio, e incluso ahora sigue recuperando algunas de las caracterís-
University Press. Oxford, 1995. ticas que la llevaron a ser considerada parte esencial de la película.
J O H N S O N , Timothy A.: «Minimalism: Aesthetic, Style, or Technique?», La década de los años 40 fue la de máxima expansión de la música cine-
The Musical Quarterly, 58, 1994, pp. 742-773. matográfica; la banda sonora pasa de ser un mero acompañamiento musical a
KOSTELANETZ, Richard, (ed.): The Frank Zappa Companion: Four Deca- parte intrínseca del lenguaje fílmico; Hollywood se llena de creaciones de
des ofCommentary. Londres, s.n., 1997. compositores europeos que otorgan a las partituras una tonalidad clásica; los
grandes estudios intentan contratar a los mejores músicos ofreciendo contra-
MARVIN, Elizabeth West y HERMANN, Richard (eds.): Concert Music,
tos multimillonarios. Triunfan Max Steiner con Casablanca, Alfred Newman
Rock, and Jazz since 1945: Essays andAnalytical Studies. Rochester Univer-
con The Song ofBernadette y Bernard Herrmann con Citizen Kane.
sity Press, 1995. En la década de los 50 aparecen nuevas tendencias al ampliarse el reperto-
MILLER, Simón (ed.): The Last Post: Music after Modemism. Manchester rio y el abanico de expresiones musicales con elementos hasta entonces extra-
University Press. Manchester, New York, 1993.
ños en la partitura, como el jazz -recordemos a Alex North en The Bad Seed,
NICHOLS, David: The Cambridge Companion to John Cage. Cambridge
y se realizan superproducciones para contrarrestar la competencia de la televi-
University Press. Cambridge, 2002.
sión, como la mítica Ben-Hur de Rózsa.
NYMAN, Michael: Experimental Music: Cage and Beyond. Cambridge Uni-
En los años 60, con la revolución del vinilo, la música para el cine se enri-
versity Press. Cambridge, 1999 (2 a edición; la primera es de 1974).
quece aún más y encuentra en su amplio y variado abanico el reflejo de con-
POTTER, Keith: Four Musical Minimalists: La Monte Young, Terry Riley,
cepciones musicales tan dispares como perfectamente válidas; hay una
Steve Reich, Philip Glass. Cambridge University Press. Cambridge, 2002.
introducción de movimientos musicales más acordes con los ritmos impe-
rantes entre los jóvenes, pop, cha-cha-cná y bailes de salón, y se venden
muchos discos; el impacto comercial de The Pink Panther de Henry Man-
cini va a suponer una revolución para las bandas sonoras, llegándose a
comercializar las canciones antes del estreno de la película, como en Doctor
Zhivago d« Maurice Jarre. Las colaboraciones de Niño Rota con Fellini, los
spaguetti-itiestern de Ennio Morricone y las melodías de Georges Delerue
marcan estos años de continuas experimentaciones.
En cambio, en la siguiente década, los 70, hay una tendencia generalizada
hacia una música «facilona», con un serio bajón artístico y cualitativo. Lo avan-
zado en la década anterior entra en un proceso de degeneración en favor de
músicas mediocres y superficiales, como la inclusión de temas discotequeros.
Los años 80 marcan un nuevo ritmo en la creación de partituras cinemato-
gráficas. Se vuelve a los viejos estilos, el sinfonismo y la orquestación, que recu-
peran posiciones frente a la música discotequera; la música forma parte de la
misma identidad de la película, ya no es un mero acompañamiento. John
Williams, con su neosinfonismo, y la vuelta a las grandes partituras orquesta-
les de los años 50, es el artífice del interés creciente por la banda sonora. El
abanico de posibilidades es muy amplio, y conviven partituras sinfónicas y

274 275
orquestales como Star Wars de John Williams o Willow de James Horner, con
sugerentes melodías como las de Dave Grusin en Havana, de Ryuichi Saka- la música del periodo o bien lo suplí con música de mi propia imaginación,
como en el caso de Cleopatra, aunque tratando de simular los sonidos de la
moto en The Sheltering Sky, con la música minimal de Michael Nyman, con época.
las canciones/>#/> de Hans Zimmer en Thelma andLouise, o con los temas «de
época» de George Fenton en Dangerous Liaisons, y de Patrick Doyle en Much [...] Hay que tener mucho cuidado al poner música detrás de los diálogos,
Ado About Nothing. ya que hay que tener en cuenta el tamaño de la orquesta, la combinación de
En la última década de los 90 no hay un único estilo, sino muchos autores los instrumentos, las voces profundas como la de Orson Welles, los niveles más
con distintas peculiaridades y estilos propios. A veces impera más el impacto altos de los registros. Puede haber conflicto con el nivel de la voz humana.
de las canciones que los valores estrictamente musicales de las películas. El
éxito de ciertas partituras como Edward Scissorhands de Danny Elfman, Nelláe Fuente: Joan Padrol: Pentagramas de película. Nuer. Madrid, 1998, pp. 186-191.
Traducción del inglés: Joan Padrol.
Mark Isham, Rob Roy de Cárter Burwell, The English Patient de Gabriel Yared
o Snotv Falling on Cedars de James Newton Howard, han abierto el carhino al
desarrollo de una música cinematográfica que, o bien siguiendo la lírjea del
104. Elmer Bernstein (1922): Entrevista (1998).
neosinfonismo de Williams con la vuelta a las partituras clásicas de entramado
sinfónico, o bien siguiendo la vertiente de melodías fáciles expresivas, permi-
ten que la música de cine no se limite a una mera recopilación de canciones Me gusta leer antes algunas veces el guión, a veces sólo para ver si quiero
pop de los 60,70 u 80. En cuanto al estilo compositivo de esta generación, ellos hacerlo, si quiero musicar la historia, pero creo que se debe ver el film antes de
dan las pautas más clásicas, que han servido y siguen sirviendo actualmente a componer porque su carácter puede cambiar mucho, las imágenes fotografiadas
otros muchos compositores: lectura atenta del guión, visionado de la película, pueden cambiar las impresiones del guión, así que prefiero ver el film antes de
y técnica del leitmotiv para los desarrollos temáticos. empezar a componer. [...] Una de las cosas interesantes para mí es que he hecho
Dentro del panorama americano, presentamos textos de Alex North y muchas clases diferentes de films. Cuando empecé no tenía muy buenas pelí-
Elmer Bernstein, ambos músicos oscarizados y popularizados. Entre los euro- culas, la primera que creo fue realmente interesante en 1952 fue Sudden Fear,
peos, a Jarre, Georges Delerue, Gabriel Yared y Patrick Doyle y, entre los espa- con Joan Crawford y Jack Palance. Lo que era importante en el filme era el ser
ñoles, al último músico de la Generación del 27, Montsalvatge, al de la Gene- uno de los primeros en que se podían escuchar instrumentos inusuales como
ración del 45 García Segura, a los académicos de la Generación del 51 Ber- gran cantidad de flautas y el piano. Después hice películas horribles de robots y
naola y García Abril, y al siempre ganador de los Goya: Pepe Nieto. monstruos como Cat Women oftheMoon, pero lo que era interesante de ellas es
que ya en 1953 utilicé música electrónica, muy primitiva yá que estaba en sus
comienzos, pero electrónica. Era avanzado para el tiempo pero empleé más el
103. Alex North (1910-91): Entrevista (1998). over chord. Y en El hombre del brazo de oro hice una gran cosa con el jazz, ya que
por mucho tiempo creyeron en Hollywood que yo sólo hacía películas cómo
Si existe una novela, me gusta primero leer la novela, ya que la historia está Chantaje en Broadway [...], Perdidos en la gran ciudad, Los insaciables, La gata
en el libro. Después me gusta indagar en el guión, leer el guión y luego miro negra, etc. Eran películas con música de jazz. Después, durante mucho tiempo,
la película. Prefiero ver yo solo la película por primera vez y después con el estuve haciendo una clase de historias más intimistas como Deseo bajo los olmos.
director, ya que verla a través de él aporta ideas. Respecto al director, si es un [...] También estaban Verano y humo, El hombre de Alcatraz, Matar a un ruise-
buen director me gusta comentarla con él y aceptar sus sugerencias. [...] Para ñor, etc., todos de ese tipo, pero en 1960 hice una película llamada Los siete
cualquier compositor, incluyéndome a mí mismo, puede haber experiencias u magníficos que tuvo un gran ¿rito debido a su música y como resultado hice una
oportunidades al escribir para un gran espectáculo trayendo muchos más ins- eran cantidad de westerns. Mucho más tarde, en los últimos cinco años, he
trumentos, porque describiendo esos films no hay escenas tan personales como hecho una gran cantidad de comedias. [...] Cambia mucho el estilo de la músi-
escribiendo para un film con poca gente. En esas grandes películas hay que ser ca de los westerns. La diferencia que existe es que en mis ¡cores he captado el sen-
objetivo, es como describir o rellenar un lienzo con ideas visuales, sonidos y timiento de la música popular americana. El diseño de ellos es muy sencillo,
temática. [...] Intenté documentarme o imputarme cosas cuando no existía muy americano, de mucha música folk. [...] Creo que los músicos extranjeros
música conocida. Acudí a las bibliotecas paráihvestigar y documentarme sobre instintivamente sienten que lo que se hace está bien porque saben que el Wes-
tern es un motivo muy americano, es el cine americano. Lo que pasa es que los

276
músicos foráneos rechazan el sentido americano de la música, esa es la gran frumentos, ya que en la música religiosa de los «amish» sólo hay cánticos y no
diferencia. El mismo Tiomkin tuvo mucho éxito escribiendo música para wes- instrumentos. Esa sonoridad no podía conseguirla con la orquesta y por eso
terns> pero su música es esencialmente rusa.
me decidí por el sintetizador. [...] Lo que es formidable y lo que resulta más
[...] En Estados Unidos a los compositores no les pertenece la música, la importante para mí es trabajar con buenos directores.
música es propiedad del estudio y si se debe hacer un disco con ella es deci-
sión del estudio, no del compositor. Así, si el Estudio decide no hacer el disco, Fuente: Joan Padrol: Pentagramas de película. Nuer. Madrid, 1998, pp. 116-120. Tra-
no hay disco.
ducción: Joan Padrol.
Fuente: Joan Padrol: Pentagramas de película. Nuer. Madrid, 1998, pp. 39-43. Tra-
ducción del inglés: Joan Padrol.
106. Georges Delerue (1925-1992): Entrevista (1998).

Es arriesgado, pero mucha gente me dice que es muy de mi estilo, muy


105. Maurice Jarre (1924): Entrevista (1998).
Delerue, entonces estoy obligado a decir que sí, que hay un sonido Delerue
porque los demás me lo dicen. [...] Es lo que decía antes refiriéndome a la
Está bien leer el guión antes porque uno se sitúa en el film inmediatamen- música francesa. Cuando se escribe la música para una película o un espectá-
te. Entonces se puede pensar en la historia y se puede partir de las ideas que culo, hay que ponerse en la piel del personaje, del país o del tiempo. Un com-
tiene la película, pero la verdadera inspiración me viene realmente cuando la positor de música de películas debe ser como un actor. Cuando un actor
película está terminada y la veo en la pantalla proyectada por primera vez. Me representa a Shakespeare, piensa y se pone como si fuera Shakespeare, y si
gusta verla terminada, cuando me encuentro en forma y relajado. Cuando representa la obra de un contemporáneo debe ponerse y pensar como un con-
estoy cansado, entonces me espero hasta la mañana siguiente, ya que prefiero temporáneo. Un compositor debe estar al servicio de una obra, de un país y
verla en buenas condiciones. En esta primera proyección es cuando llega la de una época. Es verdad que es muy difícil a veces, pero es un estado que hay
inspiración. Leer el guión sólo te facilita el trabajo al final. que tener. En las pirámides, por ejemplo, no existe ningún documento musi-
[...] Siempre hablo de los films de Franju con una gran emoción, porque cal de lo que se oía en Egipto y no se puede saber lo que había. Lo único que
él fue quien me dio la oportunidad de crear mi primera música para una pelí- se ha descubierto es que había arpas y unas largas trompetas, y nada más. A
cula. Aparte de esto, Franju era un hombre muy esencial, muy intuitivo. Él partir de aquí puedo imaginar una cierta música. No puedo decir que posea
me enseñó. Ahora en todas las universidades americanas hay clases de música la verdad, pero me transpongo pensando que trato de ser un egipcio del tiem-
de películas y los jóvenes estudiantes aprenden la técnica de la banda sonora, po de Ramsés y ya está.
pero yo tuve que aprender por mí mismo, y por eso le estoy agradecido a
[...] Hay películas que necesitan 50 minutos de música y otras que sólo 10
Georges Franju, porque tenía tanta intuición que me dio los elementos nece-
ó 15v.La importancia y calidad de la música no está en función de su exten-
sarios para hacerlo. [...] Cuando escribí la música para las películas de Fran-
sión. Éste año he hecho muchas películas en Estados Unidos como la conti-
ju, me facilitaron un instrumento electrónico en Francia que se llama «ondas
nuación de El corcel negro que tiene 45 minutos de música, Vivement diman-
martenot», que, de hecho, es el antepasado de los sintetizadores. Por entonces
che sólo 35, L'étémeurtrier también 45, otro film americano Un hombre, una
era el único instrumento electrónico que existía, ya que podía dar sonorida-
mujer, un niño sólo 18. No sé, depende de las películas. Ricas y famosas tam-
des imposibles de conseguir con los instrumentos normales de la orquesta.
bién, ya que sólo tenía 20 minutos de música.
Después estudié música electrónica en Francia y música concreta. Desde que
[...] Ese es otro problema, el histórico, diferente del geográfico. Como soy
fui a vivir a Estados Unidos, he visto que en los últimos diez años los instru-
un compositor que tuvo inicios clásicos y que pasó por el conservatorio,
mentos electrónicos cada vez se han hecho más complejos, de modo que se
tengo conocimientos de las escrituras musicales de__todas las épocas. Es algo
pueden utilizar casi como una orquesta. Empecé a utilizarlos mezclados con
necesario. No hice investigaciones musicales muy profundas. Por ejemplo, sé
la orquesta para una película de terror. Cuando hice Único testigo me dijeron
que en Un hombre para la eternidad algunos músicos muy puristas dijeron
que emplease instrumentos y sonoridades extrañas, porque a los «amish» no
que en aquella época en la barcaza real no había una gran orquesta, sino sólo
les gusta la música ya que creen que es el instrumento del diablo. Por lo tanto
un laúd y un cantante. Dije que sí, de acuerdo, esa era la verdad histórica,
era necesaria una música que fuese grave y seria. Por eso no empleo los ins-
pero yo debía traspasar esa verdad histórica, en el bien entendido de que si

278
279
hubiese incluido acordes de jazz hubiera sido incordiante y provocativo, pero hecho la cola habitual para entrar. No es que lo desprecie, simplemente ocurre
si me quedaba cerca del lenguaje musical de esa época y ponía instrumentos que no tengo tiempo de ir. Aprendí música muy tarde, cuando ya era mayor, a
cercanos a los de la época había ganado [...] Para mí es muy importante. Si los diecinueve años, y ahora tengo que trabajar mucho. [...] No puedo hacer
no hubiese hecho esto es como si hubiese hablado en argot en una tragedia esas músicas englobadas bajo etiquetas especiales. A mí me han puesto la eti-
de Racine. Es obligatorio estar cercano al lenguaje de la época. Yo soy muy queta de intelectual, pero no lo soy. ¿Quién es intelectual, Beethoven, Brahms,
respetuoso con esto. Mahler? ¿Quién puede escuchar las primeras notas de esos autores y decir ense-
[...] Me he dado cuenta de que en Europa los jóvenes coleccionistas de guida que le gustan? Hay que entrar en esa música y comprenderla. La música
música de películas quieren tener toda la banda sonora, incluso la música de cinematográfica, muy a menudo, es como un desfile ilustrativo en el que no
pequeñas secuencias. Por el contrario, en Estados Unidos no quieren esto, hay necesidad de entrar para entenderlo, es suficiente con mirar el film y la
prefieren los montajes. El disco de Vivement dimanche que ha salido con música hace el mismo efecto que el reflejo de Pavlov cuando hay una escena
muchos temas, creo que saldrá en América con un montaje, como en Confe- peligrosa o un tema de amor. En Berkeley y Boston se enseña en la Universi-
siones verdaderas. Es difícil para mí decidirme por uno de los dos sistemas, los dad música cinematográfica... ya me dirá cómo puede entenderse esto. [...] Ya
dos son interesantes y los dos tienen sus inconvenientes, aunque el disco de me dirá cómo se puede enseñar a unas personas a ser como las otras, a ser igua-
Confesiones verdaderas esté realmente muy conseguido. [...] Trabajar en Esta- les. En Francia es típico que cuando hay una imagen de amor haya una serie de
dos Unidos tiene esas ventajas. Disponemos de formaciones orquestales muy proposiciones orquestales, diez o quince, bastante similares. Hay gentes como
completas de verdaderos profesionales. Podemos disponer de grandes medios, Jerry Goldsmith que han triunfado porque son creativas al igual que Niño
en suma. El tema lírico de Ricas y famosas fue compuesto en perfecto acuerdo Rota, Ennio Morricone, etc., pero son las excepciones entre miles de composi-
con George Cukor. Fue muy agradable trabajar con él. tores que lo que hacen son clichés estereotipados. [...] Tuve propuestas para
[...] [En la televisión] trabajo con medios mucho más escasos y por tanto trabajar en Los Ángeles, y para establecerme allí, con el mismo agente de Ennio
resulta más difícil trabajar. Cada vez rechazo los encargos televisivos en mayor Morricone, John Williams y Michel Legrand. Me dijo que me daría cinco films
grado porque si no tengo los medios suficientes para hacer lo que quiero, no al año y cuatro millones de dólares y le respondí que no, que prefería conservar
lo quiero hacer. Quiero trabajar en condiciones correctas para hacer la músi- mi caché y quedarme en París, ya que todos los amigos que tengo que han tra-
ca que creo posible, de otra manera, no vale la pena. bajado la banda sonora no la han hecho progresar, lo único que han mejorado
son sus cuentas bancarias, pero no ellos ni la música de película. Es el caso de
Fuente: Joan Padrol: Pentagramas de película. Nuer. Madrid, 1998, pp. 73-84. Tra- Georges Delerue, que es siempre el mismo y no ha progresado nada. [...]
ducción: Joan Padrol. [Gérard Kawczinski] es excelente, pero no es un verdadero compositor, aunque
haga cosas como esta, ya que no sabe escribir. Eric Serra tampoco compone
música. ¿Qué pueden hacer los compositores con los sintetizadores? ¡Sólo algu-
107. Gabriel Yared (1949): Entrevista (1998). nos acordes! [*..] Yo no tengo rivales, antes al contrario, me gustaría tener riva-
les que conocieran la música, gente fuerte y preparada, pero si se trata sólo de
El problema de la música de cine es que se pega, se une a las imágenes y nos sintetizadores no tienen búsquedas musicales, sólo búsquedas sonoras que sólo
encontramos supeditados a ello. Incluso cuando hice música para publicidad, tocan la piel, no la interioridad de la música. [...] Desde el principio he utili-
hice música, al igual que cuando escribí canciones e hice música pura. Cuando zado siempre el sintetizador y la orquesta sinfónica. Siempre, siempre. Camille
he escrito música para cine, he hecho también música. La música es un estado Claudel es orquesta totalmente sinfónica. Después he hecho Jeanne, la putain
de espíritu. No se puede decir de sopetón que hay un compositor de música de du Roi, que se ha presentado en Cannes, que es también la London Symphony
películas o un compositor de canciones, se es compositor a secas y basta. A par- Orchestra por un lado junto a sintetizadores y ordenador. Empecé con el orde-
tir de aquí cada compositor debe considerar la música como un todo y no un nador en 1980 en un film llamado Malevily he de decir que es un instrumen-
mero negocio. [...] Leo antes el guión y después empiezo a trabajar y a com- to fantástico porque puedes inventar nuevos sonidos e incorporarlos a la
poner la música. Luego veo las imágenes y me obligo a asistir a su montaje defi- orquesta. Con él no se imita a los violines o a las flautas ni los reemplaza, sino
nitivo o a las primeras sesiones de montaje y escribo sobre esas imágenes, pero que inventa algunos nuevos y los mezcla con los de la orquesta tradicional. Si
me gustaría que quedase claro que no soy de esos cinefilos que van todos los el espectro de la orquesta es muy amplio, el nuevo instrumento la ampliará, no
días al cine. Nunca he estado en un cine de París, no conozco sus salas ni he la romperá. Esa mezcla es lo más interesante, pero hay que saber escribir para

280 281
la orquesta y pensar para el ordenador ya que él no puede pensar por ti. Hay sorpresas en el momento del montaje. Procuro que sea siempre en mi estu-
que saber elegir los timbres y asignarlos a la orquesta. Si lo que se quiere es sus- dio privado porque en el otro mayor están los músicos de la orquesta y sería
tituir la orquesta entonces ya no interesa nada. una falta de educación pedirles que se marcharan. Pero los directores fran-
[...] [Betty Blue] se hizo antes del film. Está compuesta antes para que los ceses no tienen paciencia y sólo quieren escuchar los temas principales. Ade-
actores conocieran la música y rodaran el film con la música presente en los más creo que cuando no se crea un buen ambiente en el rodaje de una pelí-
bailes. Si los directores eligen a sus actores incluso tres años antes de realizarlo cula, los actores son mediocres o el director sin talento, todo ello repercute
e igual hacen por ejemplo con los decoradores, ¿por qué no pueden hacerlo con negativamente en la labor del músico hasta el punto de que puede crear una
el compositor?, ;por qué el compositor no puede ser un miembro más del equi- mala partitura.
po del film desde su rodaje? Puede aportar mucho a la película. Soy enemigo
de las partituras muy largas, al igual que Beineix. En La lune dans le caniveau Fuente: Joan Padrol: Pentagramas de película. Nuer. Madrid, 1998, pp. 87-92. Tra-
quería que fuese ante todo intimista y sólo hubo cinco o seis músicos, una ducción del inglés: Joan Padrol.
pequeña formación orquestal. En Betty Blue escribí la música tres meseá; antes
del rodaje del film y la grabé en casetes para los actores, el director y los técni-
cos. Todo el mundo conocía la música, en el rodaje ya se habían impregnado 109. Xavier Montsalvatge (1912-2002): Entrevista (1998).
de ella y eso se nota en el film. Pienso que debe haber una simbiosis, una armo-
nía total entre el compositor y el director del film y su script. [...] [En La pasión La aventura del cine ha sido al margen de mi oficio, pero tenía unos bue-
de Camille Claudel\ no sé quién hizo el montaje de la música con las imágenes, nos amigos que me habían reclamado para ese medio y lo hice durante una
ya que la compuse sin una escena precisa de referencia. Vi el film en su inte- temporada. Creo que escribí unas veinte o treinta películas durante unos trein-
gridad cuando aún duraba cuatro horas (después lo cortaron a tres) y dije que ta años, pero claro, ya no me acuerdo de ellas, a veces ni siquiera del título. La
estaba de acuerdo en escribir la música ya que sería un homenaje a Camille y música del cine, incluso la del teatro, forma parte de las posibilidades que tiene
Rodin, pero que no podía trabajar con las imágenes. Lo siento, pero yo no sé un compositor. Yo no la encuentro nada despreciable cuando se tienen cosas
hacerlo. En cambio, hay profesionales que dicen «aquí va un minuto treinta que decir. Exige un punto de mira y una actitud un poco diferente. Tiene una
segundos de música de suspense», se baja el volumen, se monta, etc. Yo no vertiente más difícil y otra más fácil que la otra música. La difícil es que uno
puedo, soy incapaz de ello. Escribí una hora y media de música y la colocaron debe sujetarse a una duración determinada de los bloques, a un estiló deter-
en todo el film, la utilizaron según les pareció. minado de acuerdo con el espíritu de la película y también debe adaptarse a
los deseos del director. [...] La música para el cine cuando no se oye es cuan-
Fuente: Joan Padrol: Pentagramas de película. Nuer. Madrid, 1998, pp. 281-287. Tra- do está bien y si se oye es que está mal. Esto tiene su parte de verdad porque
ducción: Joan Padrol. cuando está bien aplicada no se aprecia la música porque está bien sugerida
por la imagen, en cambio, cuando está mal es porque molesta y no corres-
ponde con la imagen y entonces es cuando se oye.
108. Patrick Doyle (1953): Entrevista (1998). [...] Es imprescindible leer antes el guión. El gran problema de escribir
para cine es el del tiempo. Mire, yo hice una serie para televisión de Antonio
Aunque fui criado en Escocia aprendimos las características de la escuela Isasi de seis capítulos sobre la vida de Goya. En ellos cabía muchísima músi-
inglesa en la Academia de Música de Glasgow y en la Royal Scottish. Obvia- ca. Yo pensaba cómo podía repetirla o alargarla a lo largo de los seis capítu-
mente, ejercieron sobre mí una gran influencia y me gusta Edward Elgar y en los. Isasi me dio el guión de los seis episodios. Sabía que debía empezar a tra-
especial su escritura para cuerdas, también Benjamín Britten y Vaughan- bajar porque en el último momento vendrían las prisas, así que le pedí que
Williams, por supuesto. Pero aunque soy escocés mi nombre es irlandés y fui quedásemos de acuerdo y que anotara en qué momentos quería música, pero
educado también con la música irlandesa y escocesa, así que hay una fuerte en el momento de montarla no tenía nada que ver con lo que me puso, por-
tradición celta en mí. que después con los cortes, con el montaje, las cosas cambian. Esto me ha
[...] Me gusta haber leído antes el guión del film. Y cuando la tengo ter- pasado en todas las películas. Con la movióla veía las escenas, las cronome-
minada intento siempre que los directores oigan durante uno o dos días toda traba, pero después las alargaban o las acortaban, y me pedían que la trans-
la partitura para discutirla a fondo con ellos a fin de que no haya después formación musical la hiciese en tres días, cosa imposible, o sobre la marcha

282 283
durante la grabación. Esa supresión o ese alargamiento de compases requiere que hacen hoy los compositores actuales, no trabajan con leitmotiv sino con
una cierta habilidad, para mí es la principal dificultad del que escribe músi- dos o tres, muy pocos bloques, que aparecen en el curso de la película y en los
ca para cine. ue cambian la instrumentación sin darle o hacer una mutación morfológica
e la idea musical. [...] Yo siempre he tenido el propósito de crear en cada
Fuente: Joan Padrol: Pentagramas de película. Nuer. Madrid, 1998, pp. 146-151. caso lo que yo pensaba que tenía que crear para determinados tipos o clases
de cine. En el terror la música es sólo música, lo demás se lo ponemos nos-
110. Gregorio García Segura (1929-2003): Problemática de la música en la otros. Pensar que la música puede ser alegre o lírica, pero que nos dé algo que
obra cinematográfica y su influencia en la cultura (1982). está fuera de los propios sonidos no tiene sentido. La música es sólo sonidos.
Lo que ocurre es que la grandeza de este arte maravilloso que es la música es
La música, relacionada con la obra cinematográfica, no es un elemento que lo asume todo, asume incluso el que podamos decir «¡Qué dramática es
decorativo o complementario -como algún productor ha llegado a calificar- en este caso la música!». Decimos «Torero» y lo que ocurre es que hemos habi-
sino algo absolutamente consustancial a la misma película; de tal forma que, tuado al público a darle una determinada cosa que cada vez que la escucha la
junto con el guión literario (primera fase en la que se integran idea argumen- identifica como música de toros. La prueba es que en TVE se han hecho
ta!, es decir «historia» y diálogo) y la adaptación de ese guión al lenguaje cine- muchas pruebas y experimentos poniendo música pop cuando se está torean-
matográfico para convertirlo en imágenes, principalmente (segunda fase en la do ¡y funciona igualmente bien! ¿Os acordáis? La música es sólo música y las
que intervienen director, escenógrafos, operadores y una verdadera legión de dos artes, cine y música se complementan entre sí siendo dos artes diferentes.
colaboradores técnicos), constituye, adecuadamente utilizada, un medio Cuando la película funciona bien la música también funciona bien y cuando
insustituible para subrayar la acción, no sólo con sus acordes y melodías, sino la música funciona es porque la imagen está funcionando. Muchas veces se
podría hacer aquella prueba de qué te sugiere un tipo determinado de músi-
hasta con sus silencios. Con música es posible hacer sentir al espectador cine-
ca. .. Seguro que a seis personas les sugiere una cosa distinta pero puesta con
matográfico sensaciones que la imagen muda no podría o no lograría nunca
una imagen les sugiere aquello que la imagen está enseñando.
hacer [sentir] en el mismo grado de intensidad.
[...] En el orden cronológico natural en el que se producen las diferentes [...] El buen músico de cine debe tener una serie de condiciones. Tiene que
aportaciones artísticas y técnicas conducentes a la creación de la obra cine- ser muy versátil de pensamiento y oficio, Capaz de hacer la música más com-
matográfica, corresponde el último lugar al compositor a quien se encarga plicada, desde la de más altas cotas de calidad hasta la cosa más manida y más
empiece su trabajo cuando la película no sólo se ha terminado de rodar y cutre. Tiene que poseer además capacidad mental y un pensamiento especial
montar sino cuando tiene, incluso, ya determinada la fecha de su estreno y, para conseguir aquello, y además tener oficio. Esa es condición sine qua non.
por tanto, es imprescindible grabar la banda sonora «para ayer». Esta circuns- El compositor de cine debe tener un amplio oficio, ser capaz de hacer cual-
tancia da origen a una serie de actos cuyo denominador común es la prisa. quier tipo de música, pues hay quien no la tiene. [...] Insisto en que es cues-
tión de oficio. Aquí tenemos un producto que se llama una película y esa pelí-
Fuente: Problemática de la música en la obra cinematográfica y su influencia en la ad- cula tiene unas necesidades expresivas. Hay que tratar de servir a eso porque,
tura, en Josep Lluís Falcó: «Gregorio García Segura. Textos», en Compositores cine- en definitiva,4 de lo que se trata siempre en la colaboración cinematográfica
matográficos en el Estado español: <http://usuarios.lycos.es/compositores/ggs03.html> director-compositor es del resultado final, porque hay que hacer una película,
nunca hacer una música maravillosa, y si estás haciendo una obra de teatro,
una obra de teatro. Por eso, el ejemplo de Shostakovich y Khachaturian en la
Unión Soviética, cuando hacían cine había veces que pedían a los directores
111. Carmelo Bernaola (1929-2002): Evolución en la banda sonora (1986).
más tiempo o menos tiempo para que su música pudiese desenvolverse lógi-
camente bajo el punto de vista formal. Esto es una aberración, porque enton-
Trato de subrayar todas las situaciones de la película, pero creo más bien
ces, ¿cómo quedaba formalmente la película? Una película si está bien monta-
que es todo lo contrario, antes que de los estado anímicos de los personajes
da, medida, equilibrada formalmente, ya está. Entonces la música lo que tiene
estoy mucho más pendiente de la acción cinematográfica. [...] Entiendo
que hacer es adaptarse a esto. ¿Con qué jugamos entonces? Con un problema
como leitmotiv una idea que puede sufrir transformaciones y puede ser un
que tenemos ahí, que son dos artes completamente distintas en cuanto a su
nexo unitario en el transcurso de toda la narrativa de una película, pero allí
proyección temporal. Son dos narrativas distintas, la música y el film.
tampoco funciona como tal, es un bloque que aparece, está en la línea de lo

284 285
[...] [Prokofiev es] uno de los peores músicos cinematográficos que han por qué me imagino que no tendría la versatilidad necesaria para hacer cine.
existido jamás. [...] En la película [Álexander Nevsky] no funciona nada por- A lo mejor es cuestión de ideas, pero no se puede asegurar. Sus obras, polkas,
que no hay articulación. El estaba componiendo música, pero además estaba valses, suites para orquesta son como idealizaciones de ello.
preocupado porque lo estaba haciendo para una película, razón por la cual la [....] Hacer temas no es lo más complicado en la música aplicada. Puedo
música tampoco es de primer orden. Si comparamos la cantata de Álexander hacer cien, doscientos, incluso dos mil al día, los que me dé tiempo a escribir
Nevsky con cualquiera de las obras de Prokofiev, dirás, «¿pero qué es esto?, ¿qué y después a seleccionar idóneamente para cada caso. El hecho de que un tema
broma es esta?» Lo que ocurre es que la gente sólo recuerda aquello que hizo tenga una gran difusión y esté en la mente de la gente es por la repetición, esto
para Álexander Nevsky. Pero estábamos hablando de dos artes que no tienen está demostrado. De la sintonía de La Clave la gente decía al principio, ¡qué
nada que ver una con la otra. Trabajar con temas es trabajar con ideas musica- cosa más rara!, y ahora dice, ¡uy, qué bonito!, ¡mira que es raro, pero a mí me
les. Los temas son ideas musicales y la idea es el conjunto de una melodía con gusta! Y es que lo han oído cientos de veces y se han habituado, sin duda.
la armonía. La armonía es el fluido que engendra el sentido formal a una idea [...] Cuando yo hago cine siempre hago música al uso. El cine es reflejo de
musical melódica. Esto es muy difícil de explicar a los que no saben música e la vida y en la vida hay una música, nosotros no podemos hacer una música
igual de difícil es que ellos lo entiendan. El tema es una idea musical qu£. des- que esté fuera del contexto en que nos movemos normalmente.
pués va a servir para un posible desarrollo. Esto surge con el clasicismo musi-
cal, en el romanticismo el tema empieza a deteriorarse. Previamente, en el Fuente: Joan Padrol: Con Joan Padrol. «Evolución de la Banda Sonora: Carmelo
Barroco no existía el tema, existían ideas musicales que en el transcurso de un Bernaola». XVI Festival de Cine de Alcalá de Henares. Madrid, 1986, pp. 155-178.
discurso musical aparecían periódicamente. Últimamente, en el cine sobre
todo, desde la música pop, una idea musical muy determinada por un tema
tiene su duración. Si esa duración coincide con la de una determinada secuen- 112. Antón García Abril (1933): Entrevista (1998).
cia es perfecto, entonces incluso sus variantes y dinámicas coinciden con todas
las nervaturas del discurso del movimiento y expresividad de los personajes. La música debe tener un doble objetivo, que esté por un lado bien construi-
Este es el ideal de la música nuestra. Es el verdadero matrimonio, porque hay da y que por el otro pueda terminar en el recuerdo de la persona que la ha escu-
una articulación paralela entre música e imagen. [...] Los temas son como chado. Esto me parece muy positivo y ocurre desde Bach hasta nuestros días.
puzzles musicales fijos, que empiezan y terminan. Por eso he dicho que la [...] [Lospájaros de Baden-Baden] es una película extraordinaria. Es de las
mejor música para hacer cine es la del Barroco, donde hay unas ideas musica- que más me ha gustado hacer en cine y una de las que más posibilidades me
les y la música escomo el chicle, elástica, aparece en un momento dado. ha dado como músico, ya que a veces el compositor, al encontrarse con un
[...] [Steiner y Korngold] son los que mejor han hecho estas cosas, pero lo trabajo cinematográfico de primer orden, debe someterse a situaciones o épo-
que quiero decir es que si trabajas con temas como se hace en el cine última- cas musicales determinadas y puede desarrollar muy poco su técnica o su
mente, es cuando peor haces la articulación de la música, porque los temas talento, pero Camus me dio grandes posibilidades para hacer una buena par-
siempre tienen una duración, en cambio, si juegas con ideas musicales se pue- titura. Era además una de las más extensas porque había secuencias que eran
den alargar o acortar; el tema, no. ¿Qué está pasando con la música mundial psicológicas y empezaba la música donde no había ningún tipo de diálogo,
en este momento? Se hacen temas porque los músicos ligeros no son músicos sólo era el pensamiento de una mujer o el pensamiento de un hombre, dicho
sinfónicos y con temas hacen las canciones y los bailables para que la gente de alguna manera por la música.
baile y cante. [...] Williams juega mucho al efectismo, incluye lo que los [...] Es un indudable que la historia de ese film [Elperro] se prestaba para
músicos cultos han aportado. Hay unos señores que vienen detrás que las un tipo de música muy descriptiva, que siguiera las caminatas del perro, sus
toman poco a poco, esas cosas del posmodernismo y posvanguardismo, aun- búsquedas. Lo que sí es cierto es que evolucionamos cada día y no nos que-
que en menor medida. Eso lo hacen John Williams y Vangelis muchísimo más damos estancados. Desde el punto de vista musical, es uno de los puntos
dentro de la música electrónica. máximos a los que puede aspirar un compositor. Para mí fue un reto. Era una
[...] A mí siempre me ha interesado el cine. Entiendo que es un medio película de acción, la historia de un perro que simbolizaba la historia de un
actual, una manifestación artística de nuestros días y los músicos actuales dictador en Sudamérica. Había que encontrar el sonido de ese perro, crear ese
deben hacer esto. No estoy de acuerdo con Stravinsky, que no quería hacer mundo sonoro, había que dar por un lado la acción y la velocidad que ese
cine. El, con su imaginación, con tanto invento y fantasía en su música, no sé perro utilizaba en las imágenes a un ritmo sorprendente pero sin sonido. El

286 287
esfuerzo fue titánico, ya que intentamos mezclar instrumentos electrónicos imitativo, eso sería un gran error, debe narrar el tempo cinematográfico, el tempo
con instrumentos convencionales. Me acuerdo de que utilicé un instrumen- de las imágenes, la velocidad de las imágenes, la velocidad del pensamiento cine-
to electrónico que producía unas extrañas voces humanas no identificables matográfico. La música debe estar cercana, pegada a todos esos mecanismos del
que mezclé con instrumentos tradicionales y convencionales de la orquesta cine. En cuanto a lo que es y adonde debe acercarse, creo que al contenido total
dando como resultado una música extraña y violenta cuando el perro ataca- de las imágenes, sean dramáticas, expresivas o narrativas, pero debe estar cerca
ba y que no se identificaba como música normal en el sentido clásico de la de la imagen y el pensamiento. [...] La música da jazz me gusta mucho y la
palabra. Fue un trabajo atrayente. Había también una historia de amor y el conocí bastante a través de Jesús Franco. Actuó en mí de forma muy positiva
sonido especial de una flauta extraña que conseguí trucando un grupo de porque entonces era guionista o ayudante de dirección de películas de José Luis
flautas barrocas. Cogí un grupo de cinco flautas de todas las dimensiones y DibUdos y así nos conocimos. Me dejó muchos discos de jazz con las versiones
las bajé de sonido produciendo un sonido como si fuese una flauta peruana, más interesantes de música jazzística de todo el mundo. Después escribí, pasa-
ya que, como se hablaba de un país de Sudamérica pero no se decía cuál, tenía do un tiempo, La muerte silba un blues, una película de terror de mucho inte-
la libertad de buscar la música de Sudamérica sin concretarla en ninguna. Al rés en aquella época. [...] [En películas de terror] es donde están mis partituras
manipular técnicamente las flautas se producía un sonido que parecía el más interesantes. Hice bastantes y en ellas había un trabajo de investigación
soplo, mágico y deslumbrante, de los labios sobre la flauta peruana. [...] Para cinematográfico extraordinario porque fue donde empecé a introducir por pri-
la película y su progresión dramática puede ser incluso un hecho físico o geo- mera vez el elemento electrónico en la música, ya que aparecen unos primeros
gráfico. Hay muchos aspectos que pueden jugar, así si hay una secuencia que juegos de tipos de sintetizadores primitivos, sin teclado, y empiezo a buscar un
se produce en una fábrica de automóviles, lo mejor que puede sugerir esa tipo de estética o lenguaje musical bien distinto al lenguaje musical convencio-
fábrica es crear un sonido físico que esté sirviendo al ruido de la fábrica y que, nal de una historia de amor. En la película La isla de la muerte, del director ale-
al mismo tiempo, esté funcionando como elemento dramático en la película. mán Ernst von Theumer, me di cuenta de la capacidad que tiene la imagen de
No sé si me he explicado, pero hay muchos tipos de inspiración, el composi- absorber estéticas muy avanzadas de la música. La grabé en Barcelona y no la
tor se nutre de muchísimas cosas. olvidaré nunca. Era la historia de un árbol carnívoro que por las noches ataca-
[...] Si el compositor se empeña en hacer alguna cosa en la que no están de ba y se movía. La mayoría de la música que compuse fue para un piano solo,
acuerdo el guionista o el director puede resultar un verdadero disparate, porque pero lo acabé rompiendo con un hacha, ya que era muy malo, casi de atrezo, así
no saben música ni técnicas musicales pero sí saben muy bien lo que quieren y que lo desnudé y con el arpa del piano investigué sobre los sonidos producidos
el compositor debe estar cerca del pensamiento de ellos en las equivalencias con limas, con martillos, papeles, plásticos, con las manos, sonidos proyectados
musicales. Soy partidario del tema único, sí, pero desarrollado. sobre el arpa del piano y después deformados o tratados en la mesa de graba-
[...] [La banda sonora] es algo como la misma música, un arte abstracto, es ción, como experiencia cinematográfica y de un lenguaje que se identificaba con
el único arte abstracto por naturaleza. La música en el cine es aquel hecho esté- la imagen. El sonido de aquel árbol había que producirlo con una imagen sono-
tico que se produce cuando las palabras ya lo han expresado todo. La música es ra no tradicional, no convencional, ya que entonces se hubiera visto el truco. Mi
el lenguaje de los sentimientos que aparecen y dice aquello que posiblemente experiencia con el cine de terror para mí ha sido buena porque ha representado
con la palabra sería inútil decir. La música es la sombra que acompaña a los incorporar loa procedimientos más de vanguardia a la imagen y desde luego la
actores, a la imagen o al argumento. No se puede tocar, palpar, porque es abs- imagen se identifica perfectamente con cualquier estética musical siempre que
tracta, pero a la vez pienso que es el lenguaje espiritual que narra, comenta o se corresponda con ella. [...] Las canciones de una película son música, diga-
dice aquello que no se puede decir con la palabra ni con la imagen. [...] Cada mos, accidental, que se produce en ese momento, pero lo que queda es siempre
vez me gusta más trabajar con un cierto tiempo, porque lo que no se puede la música de la película, que es lo que yo llamo música argumental, no de fondo,
hacer es pretender que se haga una buena partitura en cuatro, seis u ocho días. porque me parece peyorativo. Esas músicas de dentro son en general las mejo-
Primero hay que leer el libro, el guión, pero donde me gusta trabajar es con la res músicas. La exterior, la de cabecera, es la parte superficial del cine mal enten-
imagen, y el músico no debe identificarse con el guión sino con la imagen, con dido, porque tanto en el cine como en la ópera, el preludio debe recoger la ide-
la interpretación cinematográfica del guión. La música debe estar a partir de la ología, la sustancia, el carácter y la profundidad, así lo entiendo yo. A veces, en
imagen y lo ideal del músico sería trabajar cuando la imagen ya está hecha y aca- muchas ocasiones, la cabecera es un pretexto para soltar una canción o un disco
bada. [...] Lo que más te impresiona es el contenido total de la imagen. La y ganar un dinero. En mi producción cinematográfica casi siempre he sido con-
música de cine cuando está bien hecha no debe ser de ninguna manera de tipo trario a ese enfoque estético, pero si se justifica esa canción me parece perfecto.

288 289
Cuando el tema tiene un verdadero arraigo en la película y dramatiza aquello, Uribe, Días contados: otro giro total a nuestros anteriores proyectos en común,
es importante; pero si es un pretexto para lanzar una canción al mercado y obte- que coincidía también con un cambio de actitud en el propio realizador. [...]
ner pingües beneficios, me parece que es de bajo valor estético. A veces he teni- Junto a la sólida realización, lo arriesgado del reparto y el espléndido monta-
do que luchar para evitar esa canción salvo cuando la imagen lo estaba pidien- je, uno de los factores que más contribuyeron a ello fue la magnífica banda de
do, pero me he defendido e insisto, no soy contrario a una buena canción siem- sonido con que cuenta la película. [...] La música, elemental y primitiva, des-
pre que tenga una relación total con la continuidad dramática del film. [...] La provista del más mínimo lirismo, basada en instrumentos de percusión, no
música en el cine ha pasado a ser algo no ya secundario sino accesorio y no tiene solamente potencia el ritmo del montaje, sino que creo que define bien a unos
funciones de desarrollo dramático. Cuando hay un movimiento de evolución personajes que se mueven por impulsos elementales, cuyas acciones no son el
pienso que debe ser para algo que vaya a mejor y estoy convencido de que la resultado de un proceso de raciocinio, ni siquiera al más ínfimo nivel. Sola-
música cinematográfica estará siempre desarrollándose, mejorando y buscando mente Lourdes, la integrante del grupo terrorista, se cuestiona en una secuen-
el camino para evolucionar como algo necesario y natural en la obra cinemato- cia el planteamiento de su existencia. Es el único momento del film en el que
gráfica. En cuanto a la cantidad, se escribe muy poca, ya que la música no deja suena un tema de carácter emocional. A veces, cuando se compone música
de ser algo pictórico, como una mancha colorista que no tiene sensación a£ con- para la imagen, cuesta trabajo renunciar a planteamientos estéticos que sur-
tinuidad. Por ahí es donde veo la posible evolución. gen de la propia música (qué autor no quiere componer algo bello), en favor
de otros que se derivan de la historia o de sus personajes. Este fue el caso de
Fuente: Joan Padrol: Pentagramas de película. Nuer. Madrid, 1998, pp. 99-108. Días contados. Como contraste a la percusión y a la guitarra eléctrica distor-
sionada, había pensado utilizar de fondo un grupo de cuerda, con lo que la
música, extraída de la película, hubiese sido más interesante. Sin embargo, la
113. José Nieto (1942): La armonía que rompe el silencio (1996). idea de no añadir a los personajes ni a sus relaciones ni un ápice de calor me
llevó a renunciar a la idea de la cuerda a favor de un grupo de saxofones, de
Hasta después de llevar dos o tres años trabajando para el cine, no empecé sonoridad más dura. Esta dureza impulsó a John Hayward a interpretar de la
a entender su lenguaje. En mis clases sobre música e imagen, siempre cuento misma forma el resto de los sonidos de la película, creando transiciones brus-
a mis alumnos una anécdota que me sucedió en una serie producida por Tele- cas mediante el sistema de resaltar, por medio de sonidos, los principios y
visión Española. Uno de los capítulos en los que participé era bastante defi- finales de cada secuencia.
ciente. Entonces, mis limitados conocimientos de técnica cinematográfica me
impedían entender que ciertas secuencias estaban mal resueltas. Por lo que, Fuente: Rosa Alvares: La armonía que rompe el silencio. SGAE. Madrid, 1996, pp.
ante la dificultad de componer para ellas una música coherente, llegué a pen- 36-37 y 135-137.
sar que quizás yo no estaba dotado para el cine. Lo curioso era que en otros
capítulos no me pasaba lo mismo, y la música surgía fácil y fluida, lo cual me
tenía bastante confuso. Ahora sé lo que ocurría: es prácticamente imposible BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA:
acoplar una estructura musical a otra visual si una de las dos tiene mal resuel-
tas sus leyes internas. Poco a poco, empecé a entender la música de cine, no CHION, Michael: La música en el cine. Paidós. Barcelona, 1997.
exclusivamente desde el punto de vista del compositor, sino también desde el LACK, Russell: La música en el cine. Cátedra. Madrid, 1999 (I a edición:
lado de la imagen. En este aspecto, la actividad docente a la que me dedico 1997).
desde hace algún tiempo ha sido importantísima. La preparación de los cur- NIETO, José: Música para la imagen. La influencia secreta. SGAE. Madrid,
sos me ha servido para reflexionar sobre mi método de trabajo. He revisado 1996.
mis películas con distancia y me he dado cuenta de la profunda diferencia que
hay entre sumergirte en una película y crear la música desde fuera.
[...] Una de las cosas que más me gustan del cine es que me permite pasar
de un estilo musical a otro absolutamente distinto. Pasar de una historia a
otra, de unos personajes a otros y observar la realidad desde diferentes pers-
pectivas. Eso fue lo que sucedió en mi siguiente colaboración con Imanol

290 291

Potrebbero piacerti anche