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7 fundamentos de un guerrero espiritual

Las Escrituras nos permiten descubrir características especiales de hombres y mujeres que, en la autoridad de
Jesucristo, libran batallas contra el mundo de las tinieblas…

Habló de Guerra Espiritual, de Intercesión, de Liberación de endemoniados. Términos contundentes. Una que otra cita
bíblica. "Es un hombre muy versado en el tema", comentó uno de los participantes. Su compañero asintió con el
cabeza, totalmente identificado con su percepción.

No es asunto de conocimiento sino de autoridad

Con frecuencia me abordan y escriben personas con interrogantes alrededor de los secretos que encierra la liberación
de una persona endemoniada. Mi respuesta es directa: "Primero, no hay tales secretos y, segundo, ministrar liberación
no es asunto de gritarle al demonio ni tampoco de zapatear creyendo que así saldrá huyendo. Ante todo es cuestión de
ejercer la autoridad de Cristo".

Hace siglos nuestro amado Señor Jesús dijo a sus discípulos: "Los setenta regresaron con gozo, diciendo: Señor, hasta
los demonios se nos sujetan en tu nombre. Y El les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Mirad, os he
dado autoridad para hollar sobre serpientes y escorpiones, y sobre todo el poder del enemigo, y nada os hará daño. Sin
embargo, no os regocijéis en esto, de que los espíritus se os sometan, sino regocijaos de que vuestros nombres están
escritos en los cielos."(Lucas 10:17-20, La Biblia de Las Américas)

Lo invito para que lea detenidamente el texto. Los seguidores del Maestro estaban exultantes de gozo porque
dominaban sobre el mundo de las tinieblas, pero el Señor Jesús les dijo que no sólo podían hacer eso, sino nada les
haría daño. Es decir, aunque Satanás y sus huestes librara ataques contra ellos –y contra nosotros hoy—no podría
causarles daño ni en lo material ni en lo espiritual.

En este punto es importante que nos preguntemos: ¿Estamos ejerciendo nuestra autoridad en Cristo? Ya descubrirá por
qué es necesario formularnos este interrogante…

Satanás sabe quién es quien

Ante el ambiente sensacionalista que gravita en torno a los guerreros espirituales, hombres y mujeres que batallan en el
poder de Jesucristo y ministran liberación espiritual y física, abundan quienes posan de ser "miembros del Ejército de
Cristo". Incluso, hay quienes buscando reconocimiento y admiración, se atreven a "alborotar avisperos", como
solemos decir en Latinoamérica, rentando el mundo de maldad.

Esa actitud un tanto irresponsable no es nueva. La Biblia relata que "Algunos judíos que andaban expulsando espíritus
malignos intentaron invocar sobre los endemoniados el nombre del Señor Jesús. Decían: «¡En el nombre de Jesús, a
quien Pablo predica, les ordeno que salgan!»14 Esto lo hacían siete hijos de un tal Esceva, que era uno de los jefes de
los sacerdotes judíos. Un día el espíritu maligno les replicó: «Conozco a Jesús, y sé quién es Pablo, pero ustedes
¿quiénes son?» Y abalanzándose sobre ellos, el hombre que tenía el espíritu maligno los dominó a todos. Los maltrató
con tanta violencia que huyeron de la casa desnudos y heridos."(Hechos 19:13-16, Nueva Versión Internacional)

Es un pasaje que siempre llama poderosamente mi atención ya que pone al descubierto que Satanás sabe quién es
quien. Él más que ninguno sabe si usted ejerce autoridad en Cristo o si por el contrario, fanfarronea con un poder
espiritual que no posee.

Buscando en las Escrituras encontramos por lo menos siete fundamentos que deben identificar a un Guerrero
Espiritual, los cuales comparto con usted:
1. Sometimiento a Dios
Solamente cuando nos rendimos a Dios, sometiéndonos en la totalidad de nuestro ser, consagrados a Él, nos
afianzamos en autoridad espiritual. El apóstol Santiago lo explicó de manera contundente al escribir: "Así que
sométanse a Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes."(Santiago 4.7, Nueva Versión Internacional)

¿Cómo podemos representar y obrar en nombre de Aquél a quien no estamos consagrados? Imagine por un instante a
un guarda de tránsito que, en su motocicleta y justo en una intersección vial peligrosa, se pasa un semáforo en rojo.
¿Tendría autoridad? Por supuesto que no.

: "Ninguno de nosotros puede desarrollar un ministerio eficaz si no rendimos toda nuestra vida a Él. Dios no
solo busca capacidad o sabiduría, sino consagración y entrega a Él. Lograr esto no es fácil, requiere luchas y
demanda de nosotros una total entrega y muchas otras cosas que nos cuesta ceder… Si no hay una entrega total
en nuestra vida, Él no nos puede usar

2-resistir al diablo sin temor


A Satanás hay que resistirle. Bien lo anotaba el apóstol Santiago, como acabamos de leer. Hay que echarlo
fuera, sin temor. Él huye, porque sabe muy bien cuando se encuentra frente a un hombre o una mujer de Dios.

3. Consagración a la obra
Resulta lamentable que al iniciar en el ministerio de Guerra Espiritual, muchos hombres y mujeres manifiestan
entusiasmo; no es para menos, despiertan a una dimensión sobrenatural en la que antes no se habían
desenvuelto. Todo resulta novedoso, atrayente y deslumbrador. Sin embargo, pasado un tiempo, dejan de orar
y su desenvolvimiento ministerial se torna mecánico.

El apóstol Pablo en su primera carta a su discípulo Timoteo le instruyó: "Tú, pues, sufre penalidades como buen
soldado de Jesucristo. Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó
por soldado. Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente."(2 Timoteo 2:3-5, Reina
Valera 1960)

Puede que haya muy buenos programas en la televisión o que quizá tengamos una invitación a un evento de
integración ministerial o familiar; pero usted y yo, en nuestra condición de Guerreros Espirituales, tenemos
claro nuestro compromiso con Dios y obligatoriedad de consagrarnos a Él. Por eso es en Su presencia donde
debemos permanecer.

Comparto con usted la respuesta de Cindy Jacobs cuando le preguntaron cuánto tiempo oraba. Su respuesta me admiró
y debe ser sin duda, la respuesta que debemos dar: "Oro cuanto más tiempo pueda". (Cf. 1 Tesalonicenses 5.17)

4. Una vida de oración


: No concibo un Guerrero Espiritual que no pase tiempo en oración. El autor lo expresa en sencillas palabras: "Se
necesitan hombres de corazón íntegro para guardar los mandamientos de Dios y lo mismo para buscar a Dios. Estos
son los que se consideran "bienaventurados". Sobre éstos descansa la aprobación de Dios".
Nuestro amado Salvador Jesucristo instruyó a sus discípulos y a nosotros hoy: "Mirad, velad y orad; porque no
sabéis cuándo será el tiempo...."(Marcos 13.33). Esa fue una de sus múltiples recomendaciones a pasar tiempo en la
presencia del Padre celestial. El apóstol Pablo, por su parte, exhortó: "Orad sin cesar."(1 Tesalonicenses 5:17)

Pregúntese ahora, ¿Cuánto tiempo pasa en oración?¿Cuánto fue la última vez que fue al lugar secreto a estar
en la presencia del Padre celestial? Insisto: no concibo un Guerrero Espiritual que no ore…
5. Conocer al enemigo
Usted y yo no podemos hacer frente, eficazmente, hasta tanto no conozcamos los sutiles pero certeros mecanismos que
utilizan Satanás y sus huestes. En criterio del apóstol Pablo, una vida consagrada a Dios debe ir de la mano con
mantenernos alerta "…para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus
maquinaciones."(2 Corintios 2.11)

Al Adversario espiritual no podemos ni debemos mirarlo de lejos, porque él se mantiene actualizado,


procurando cómo hacernos daño. Hay que conocerlo para enfrentarlo.

6. Ejercer autoridad en fe
Nuestro amado Salvador delegó en nosotros la Gran Comisión, y para ejercerla, nos dio autoridad. Él dijo a sus
discípulos y a nosotros hoy: "Les dijo: «Vayan por todo el mundo y anuncien las buenas nuevas a toda criatura. El que
crea y sea bautizado será salvo, pero el que no crea será condenado. Estas señales acompañarán a los que crean: en mi
nombre expulsarán demonios; hablarán en nuevas lenguas; tomarán en sus manos serpientes; y cuando beban algo
venenoso, no les hará daño alguno; pondrán las manos sobre los enfermos, y éstos recobrarán la salud.>>"(Marcos
16.15-18.)

Ese poder de Dios, lo ponemos en evidencia por fe. Cuando nos paramos frente a un endemoniado o tenemos
evidencia de un ataque directo de Satanás, le ponemos de manifiesto nuestra autoridad. Es fe. Tener la certeza
de que Dios la proveyó para usted y para mi, para hacer más eficaz nuestro desenvolvimiento como Guerreros
Espirituales.

7. Pasar tiempo en la Palabra


Así como reviste singular importancia que pasemos tiempo en oración, es esencial que estudiemos las Escrituras.
Escudriñarla, edificarnos, alimentarnos con ella.

Dios enseñó sobre el particular a Josué, a las puertas de entrar a la tierra prometida: "Recita siempre el libro de la ley y
medita en él de día y de noche; cumple con cuidado todo lo que en él está escrito. Así prosperarás y tendrás éxito. Ya
te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el SEÑOR tu Dios te acompañará
dondequiera que vayas.» ."(Josué 1:8, 9)

Cuando aprendemos el Plan de Dios para nuestra vida, y lo interiorizamos, podemos actuar con mayor
contundencia. Satanás y sus estratagemas quedan al descubierto y aprendemos qué hacer en cada caso.

Es hora de prepararnos para la batalla

La guerra que se libra contra el mundo de las tinieblas no solo es enconada sino que, además, demanda que
estemos preparados para dar la batalla. Estos siente fundamentos, algunos de los muchos que sin duda
aprenderemos en nuestro ministerio –caminando de la mano del Señor Jesús--, son esenciales para obtener la
victoria en cada batalla.

Mi sincero deseo es que se fortalezca cada día en Dios y desarrolle una íntima dependencia de Él en oración.
Recuérdelo siempre: la victoria está asegurada por el poder y la autoridad que nos dio Jesucristo
ORACION: UN PRINCIPIO DE VICTORIA SOBRE EL
MUNDO FISICO Y ESPIRITUAL
"Estoy rodeada por tres brujas", relató Irma en un correo que me llegó a primera hora de la mañana, cuando recién
encendía el computador y el teléfono no comenzaba a repicar insistentemente, ocupándome en las labores cotidianas.

A pocos metros de su apartamento, en un piso inferior y en otro superior, tres mujeres—de distinta familia y que
incluso no mantenían una relación amistosa--, practicaban abiertamente el ocultismo. Como consecuencia, Irma sentía
una pesadez enorme y, por momentos, fuertes dolores de cabeza la molestaban; incluso, en un área de su habitación
sentía un frío tremendo, como nieve pertinaz en una noche de invierno.

--Estoy desesperada—me dijo cuando hablamos por teléfono--. ¿Qué puedo hacer? Decirles váyanse, resulta
imposible. ¿Qué hacer entonces?—

--Lo que hace un guerrero espiritual, orar—respondí para encontrarme con un prolongado silencio. Era evidente que la
mujer no daba crédito a mis palabras.

--Pensé que igual, hacer riegos o tal vez, colocarles un crucifijo o por qué no, echar agua bendita…--musitó, después
de un buen rato.

--Nada de eso, Irma. Sería incursionar en el terreno del ocultismo en el que están moviéndose estas personas. Oración.
Ese es el punto clave--, le expliqué.

La batalla no fue fácil. Las señoras la insultaban, sin razón aparente aun cuando usted y yo sabemos que estar metidos
con Dios, prendidos de su mano, nos convierte en enemigos del mundo de las tinieblas; no debemos sorprendernos si
viene la oposición.

Tal vez usted enfrente una situación similar. Mi recomendación en todos los casos: dar la batalla en oración.

Respecto a Irma le diré que la batalla duró alrededor de dos meses, pero después de ese tiempo y de manera
"inexplicable"—aunque usted y yo sabemos que el poder de Dios hace posible lo imposible—dos de ellas se mudaron
de barrio y una, la más radical en sus prácticas ocultistas, terminó recibiendo a Jesucristo como Señor y Salvador.

Otro caso cercano fue el de un negocio de aparente legalidad en un sector residencial al oriente de Santiago de Cali,
que amparaba prácticas de prostitución, incluso con mujeres muy jóvenes. Algunos decían incluso, que menores de
edad.

Antes que pelear con los propietarios del establecimiento, un grupo de cristianos se dio a la tarea de orar. Poco tiempo
después, sellaron ese lugar. ¡El poder de Dios hizo posible lo imposible!

La oración, un arma importante

¿Sabía usted que una vez tenemos plena conciencia de qué ocurrió con nuestra vida al recibir a Jesucristo como
Señor y Salvador, es necesario adoptar tres Principios de Victoria? Se preguntará, ¿de qué se trata todo este
asunto? Es sencillo. Para asegurar crecimiento en nuestra vida cristiana, hay tres elementos fundamentales que
debemos aprender. ¿Quieres saber cuáles son? Los describimos a continuación:

1.- El principio de la oración


2.- El principio del estudio de la Palabra de Dios: la Biblia.
3.- El principio de congregarse con otros creyentes en Jesucristo.
Estos tres elementos son esenciales. Cuando alguien se convierte a Cristo, Satanás tratará de impedir que se
mantenga en fidelidad al Hijo de Dios; y si se trata de un creyente, nuestro adversario Satanás procurará poner
tropiezos en todo momento, propiciando el que—si no estamos firmes en Dios—tornemos a la mundanalidad.

Principio de la Oración

¿Cuál es el significado de orar?¿Qué significa para usted?¿Cómo hacerlo? Es probable que tenga ideas
preconcebidas, las mismas que le forjaron desde la iglesia tradicional a la que asistíamos, en la cual orar era no
era otra cosa que una concatenación de frases, muchas veces sin mayor trascendencia para nosotros, conocidas
como oraciones, novenas y letanías.

El primer paso entonces es determinar qué es oración. He aquí una descripción sencilla:
"La oración es un diálogo con nuestro amado Dios bajo la certeza de que Él nos
escucha".
No concibo a un guerrero espiritual que no pase tiempo en oración delante de la presencia de Dios. "¿Qué debo leer o
cómo ser eficaz en las batallas espirituales?", "Oración", es la respuesta y lo será siempre. Batallamos contra Satanás
y sus huestes, pero en oración.

Quien está en el ministerio de liberación y anhela poder en su guerra contra el mundo de las tinieblas, debe
pasar tiempo—el que más pueda—en oración e intercesión.

El Señor Jesucristo pasaba tiempo en oración

¿Desea aprender del Señor Jesús? Sin duda que sí. Una de sus motivaciones era la oración. ¿Lo sabía? Es lo que
aprendemos en las Escrituras: "En aquellos días se fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios. Y
cuando era de día, llamó a sus discípulos, escogió a doce de ellos, a los cuales llamó también apóstoles..."(Lucas
6:12, 13).

El texto nos enseña tres aspectos importantes:

1.- La oración formaba parte fundamental de las acciones diarias del Señor Jesús.
2.- Pasaba largas horas delante de Dios el Padre en oración.
3.- No tomaba ninguna determinación—como aquella de escoger a sus discípulos—sin antes orar.

El Evangelio también registra el hecho de que el Señor Jesús comenzaba su jornada diaria con oración.
También apreciamos en la Biblia que terminaba sus actividades cotidianas yendo a la presencia del Padre:"En
seguida Jesús hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a la otra ribera, entre tanto que él
despedía a la multitud. Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí
solo"(Mateo 14:22, 23).

¿Ha comprendido la enorme importancia de la oración? Ahora es probable que tenga un interrogante

¿Por qué cosas debemos pedir?

Una pregunta de suma importancia. Si bien es cierto, en la Escritura encontramos que Dios conoce cuáles son sus
necesidades y las mías, no estamos exentos de ser específicos en nuestras oraciones. Pueden ser por crecimiento
espiritual, salud, provisión financiera, paz para nuestro ser, la conversión de un familiar y que el Señor te revele cuál
es Su plan para tu vida, entre otras.

Aquí hay tres elementos que debes conocer. Se trata de los tipos de oración:
1.- Oración general.- Cuando tú hablas con Dios y le refieres todo lo que concierne a tu vida, tus necesidades y
la petición que tienes de ayuda. También puede estar orientada a expresar gratitud a Aquél que todo lo puede.
2.- Oración de intercesión.- Cuando nuestras oraciones son a favor de otras personas: por su conversión a
Cristo Jesús, por sanidad física, por provisión financiera etc.
3.- Oración de guerra espiritual.- Se trata de un elemento trascendental. Cuando hacemos Guerra Espiritual a
través de la oración, resistimos a Satanás, atamos su poder y recobramos el territorio que nos ganó por causa
del pecado del hombre. No es otra cosa que extender el Reino de Dios con poder. También, mediante ese tipo de
oración, procuramos que Dios nos fortalezca cuando vienen tentaciones y asedios de parte de nuestro enemigo
espiritual: Satanás.
4.- Oración de clamor.- Cuando nos humillamos delante del Señor para elevarle una petición específica.
Oramos intensamente hasta tanto vemos una respuesta. En algunas ocasiones nuestras oraciones van
acompañadas con ayuno.

¿Qué cosas estorban nuestras oraciones?


¿Has escuchado frases como: "A pesar de mis oraciones parece que Dios no me escucha?"? Sin duda que sí. En tales
casos pueden estarse manifestando impedimentos a la oración. Te preguntarás, ¿por qué ocurre? Hay varios aspectos
que describimos a continuación.

1.- La falta de santidad.


2.- No perdonar a quienes nos provocan mal. La Biblia dice: "Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te
acuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda, reconcíliate primero con tu hermano, y
entonces ven y presenta tu ofrenda"(Mateo 5:23, 24).
3.- Una mala relación matrimonial tal como advierte el apóstol: "Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas (la
esposa) sabiamente, dando honra a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de vida, para
que vuestras oraciones no tengan estorbo" (1 Pedro 3:7).
4.- La vana repetición de palabras. Para que nuestras oraciones sean eficaces, no es necesario abundar en palabras
floridas, tratando de impresionar a Dios: "Y orando, no uséis de vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que
por su palabrería, serán oídos. No os hagáis, pues, semejante a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis
necesidad, antes que vosotros se lo pidáis" (Mateo 6:7, 8).

Revise una y otra vez estos aspectos, que no puede ni debe siquiera pasar por alto.

¿Cuántas veces debemos orar?


Tal vez te preguntarás, ¿cuántas veces sea necesario orar? Tal como lo aprendemos en las Escrituras:
"También les refirió una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar"(Lucas 18:1). ¿Te das
cuenta? No desmayar implica perseverar, que es una palabra clave cuando clamamos.

El apóstol Pablo recomienda:"Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias"(Colosenses 4:2). Y más
adelante exhorta: Orad sin cesar"(1 Tesalonicenses 5:17). ¿Lo observa? No existe basamento Escritural para asegurar
que con orar una vez, basta. Es necesario perseverar, persistir, no desmayar hasta tanto veas la respuesta de Dios.

Sin duda usted es de las muchas personas que me escriben a diario pidiéndome orientación sobre cómo lograr
eficacia en la Guerra Espiritual. La respuesta está en la oración. Clamar con insistencia. Batallar de rodillas,
sabiendo que con clamor e intercesión, estamos despojando a Satanás de su botín y regresando a Dios, todo
aquello que le pertenece.

(Guerra Espiritual)—
¿Por qué los riegos, amuletos y ritos ocultistas desatan ruina, enfermedad y muerte?, propaganda radial y televisiva y
mensajes que iban y venían en todos los teléfonos celulares. En la ciudad así como en muchos rincones del planeta, no
se hablaba de otra cosa que del balompié y el certamen que iniciaba. "Será todo un acontecimiento", comentaban
todos. Expectativa. Entusiasmo. Alegría.

En medio de un tumulto, en la puerta principal de acceso al Estadio Soccer City, un grupo de curanderos tradicionales.
Vestían sus atuendos coloridos, pero su rostro reflejaba la trascendencia que daban a la ceremonia. Lucían atentos.
Uno de ellos, con la misma concentración de un cirujano, aplicó el puñal con fuerza en el cuello de un buey. "¿Qué
ocurre?", preguntó un periodista del diario The Star Mandla Qeleqele. "Estamos bendiciendo el mundial", respondió
uno de los sacerdotes participantes.

El encargado de aplicar el cuchillo entre los cuernos del animal, frente a unos dos mil curanderos especializados en
medicina tradicional sudafricana, fue el guerrero septuagenario de la etnia xhosa Zakhele Sigcawu, que pertenece al
clan Tshawe. Durante el ritual, unos 300 brujos o sangomas invocaron a los antepasados para que aportasen su energía
y quemaron impepho, una hierba tradicional, reclamando a los dioses de sus antepasados, prosperidad el torneo
mundial. Después de sacrificio, los brujos más antiguos entraron en el estadio y cantaron y bailaron con su vestimenta
tradicional para bendecir también el interior del recinto. "Nuestros estadios están ahora oficialmente consagrados para
el torneo, de acuerdo a nuestra cultura", concluyó Mkhiva tras la ceremonia.

Dios es quien nos bendice y prospera


Resulta sorprendente pero hoy día millares de personas en todo el mundo depositan su confianza para prosperar,
enriquecer y conservar un estatus de comodidad alto, a partir de la utilización de riegos, amuletos y prácticas
abiertamente ocultistas.

Hace muchos siglos Dios advirtió a los israelitas y a nosotros hoy, apartarnos de toda práctica que abra puertas al
mundo de las tinieblas: "Cuando entres a la tierra que Jehová tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las
abominaciones de aquellas naciones. No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien
practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los
muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas."(Deuteronomio 18:9-12)

Asumir esos ritos nos separa de nuestro amado Padre celestial pero además, le otorga a Satanás y sus huestes el
derecho legal para afligir nuestras vidas y traer ruina, enfermedad y muerte. Puede que no alcance a
dimensionar el alcance del problema, pero es real.

--No puedo prosperar; cada vez resulta más difícil. Al comienzo, todo pareció marchar bien, pero hoy día no puedo
con las deudas--, confesó una mujer que acudía, todos los viernes, a una yerbatera en procura de preparaciones de
plantas con las cuales se bañaba, para atraer la suerte.

Una conocida le recomendó ir donde un santero, y ahí si que se le complicó la vida. Muy tarde descubrió que
estaba tratando con demonios, los cuales no solamente controlaban sus acciones sino que llegaron a dominar su
mente, llenándola de temor y angustia permanentes.

¿Abrió puertas al mundo del ocultismo y enfrenta la ruina? Lo más probable es que su situación se tornará cada vez
más insostenible.

¿Quién nos da la "buena suerte"?

La "buena suerte" como denominan algunos a la prosperidad en todos los órdenes de nuestra vida, no depende de los
amuletos, rituales, riegos, consulta a adivinos o ceremonias con santeros. Por el contrario, lo que desata es ruina,
enfermedad y muerte. Satanás destruye; esa es su naturaleza (. Juan 10:10)

A diferencia de lo que opinan muchísimas personas, quien nos bendice y prospera es Dios y no los amuletos,
rituales o amuletos que promueve el ocultismo. Recurrir a tales fetiches o tornarse partícipes de la ceremonia,
no hace otra cosa que atraer maldición.
El rey Salomón enseñó que todo lo mejor, tanto en las dimensiones física como espiritual, provienen de Dios y
de las fuerzas ocultas de las tinieblas: "La bendición de Jehová es la que enriquece, y no añade tristeza con
ella."(Proverbios 10:22)

Desconozco cuál sea su necesidad o qué aspiración encierra. Lo que sí puedo asegurarle es que Dios es nuestra fuente
de prosperidad, crecimiento y riqueza en todos los ámbitos.

No hay tal como suerte. Es nuestro amoroso Padre celestial quien trae lo mejor para nosotros, como describe el rey
David: "Jehová es la porción de mi herencia y de mi copa; tú sustentas mi suerte. Las cuerdas me cayeron en lugares
deleitosos, y es hermosa la heredad que me ha tocado."(Salmos 16.5, 6)

Téngalo presente siempre: Dios es nuestra fuente de prosperidad.

Es hora de renunciar al ocultismo

Si alguna vez incurrió en alguna de estas actividades, abiertamente contrarias a lo que dispone Dios, es hora de que
renuncie a todo pacto o compromiso con lo diabólico, reciba a Jesucristo en su corazón y lo declare—en adelante—
como su Señor y Salvador.

Es en ese momento cuando Satanás pierde toda autoridad sobre su existencia y las cadenas que lo atan a la
maldad se rompen. ¡Podrá disfrutar de la libertad! Tomados de la mano del Señor Jesús aseguramos que no

volverán a doblegarnos esas ataduras. ¡Hoy es el día para ser libres!

Sanidad interior y liberación


Dios nos creó para que disfrutáramos una vida plena. Una existencia llena de dolor, angustia, desesperanza, sensación
permanente de culpa no estaba en su mente cuando nos concibió a usted y a mí. Si quisiéramos sintetizarlo, podríamos
decir que Dios nos creó para ser felices. No obstante lo anterior, nuestro Adversario espiritual— Satanás— está
empecinado desde el comienzo, en destruirnos. No concibe que nosotros podamos vivenciar la armonía en nuestro
mundo interior. Si se lo permitimos, nos ata y lleva a prisiones de las que difícilmente podremos salir a menos que le
abramos las puertas al Señor Jesús. Él vino a libertarnos, romper las cadenas, hacernos libres y darnos una vida de
excelencia en todos los órdenes. Si se lo permitimos, el Señor Jesús sana nuestras heridas emocionales para que
disfrutemos esa existencia renovada. La decisión está en nuestras manos. Es necesario que le abramos las puertas del
corazón al obrar de Jesucristo.

I. Nuestro enemigo espiritual está empeñado en robarnos las bendiciones e impedirnos una vida plena.

1. Si podemos identificar a nuestro enemigo espiritual y de qué manera opera, podemos enfrentarlo.

1.1. Dios nos concibió para que disfrutáramos la vida a plenitud (Génesis 1:26-28)

a. Fuimos creados a imagen y semejanza de Dios (vv. 26 a, 27)

b. Fuimos creados para dominar sobre la tierra (vv. 26 b, 28)

c. Dios nos concibió para ser un pueblo grande y bendecido. El pecado, sin embargo, trajo maldición y ruina. (Génesis
3:1-7; 13-24)
“Por mucho tiempo se ha dicho que la vida cristiana normal es derrota; que está saturada de dificultades, de
opresión… Indiscutiblemente yo estaba equivocado; fallé al no reconocer en un comienzo, que existe otro reino y, que
no todo lo que sucede viene de Dios; si uno se sujeta a toda circunstancia, muchas veces se estará sujetando a
derrota, y dominio del reino de las tinieblas.” (Coleman, Jimmy. “Herido y sanado”. México, Centro de
Entrenamiento Bíblico Cristo al mundo. 1989, pg. 13)

1.2. No podemos resignarnos a una condición de derrota, opresión, dominio y control sobre todas las áreas de nuestra
vida.

1.3. No sabemos qué es la victoria hasta tanto enfrentemos la situación de dolor, frustración y desesperanza que nos ha
traído el enemigo espiritual (Juan 10:10)

2. Hasta tanto estemos en pecado, enfrentaremos un caos en nuestro mundo interior:

a. El pecado se convierte en una atadura física y espiritual (Juan 8:34)

b. El pecado nos impide avanzar (Proverbios 5:22, 23)

c. Cristo por su sacrificio en la cruz nos hizo libres de la esclavitud del pecado (1 Corintios 7:23)

d. Es necesario permanecer en Cristo para no estar de nuevo bajo esclavitud del pecado (Romanos 6:15-18)

e. La decisión de no ser de nuevo esclavizados por el pecado, es nuestra (Gálatas 5:1)

3. Dios nos ofrece lo mejor de la vida. Él no nos creó para vivir en la infelicidad y la derrota, sino en victoria (Cf. 1
Juan 5:5); sin embargo es necesario que nos decidamos por la libertad que nos da Cristo

Esclavo -> Griego doulos -> El grado más inferior de servidumbre. Sujetos a la voluntad de otro.

Esclavitud -> Griego Douleia -> Estar atado; sujeto a alguien

4. Dios espera que nos levantemos en victoria, la que ganó Cristo para nosotros. Dios quiere que seamos libres del
yugo del diablo, nos levantemos triunfantes y poseamos lo mejor de la tierra; que nos movamos en dirección a una
vida plena.

5. Satanás tiene preparada una estrategia contra toda persona para dominar, controlar y destruir su vida en las
dimensiones física y espiritual (Juan 10:1; 10:10 a)

5.1. El pecado abre las puertas a la opresión y la influencia demoníaca.

5.2. Hay áreas de nuestra vida en las que Satanás establece ataduras para traer dominio, control y destrucción.

6. Como lo hizo con el pueblo de Israel, Dios nos ofrece lo mejor de la tierra que es el disfrute de la vida plena. Nos
corresponde entrar a poseer la bendición (Deuteronomio 1:21)

6.1. La parte de Dios es darnos

6.2. La parte del creyente es recibir las bendiciones (Josué 1:1-6).

a. La tierra que debían poseer los israelitas estaba gobernada por 31 reyes.

b. Dios instruyó a Josué, y a nosotros hoy, para que seamos “esforzados y valientes”.

c. A usted y a mí nos corresponde sacar al enemigo de nuestro territorio (Santiago 4:7)


6.3. El Señor Jesús ya nos hizo libres y tenemos asegurada la victoria sobre toda atadura de nuestro enemigo espiritual
(Colosenses 1:9-14; Colosenses 2:13-15)

6.4. No podemos pedirle al Señor Jesús que libre nuestra batalla contra Satanás y sus huestes, porque ya él nos dio
poder y autoridad sobre el mundo de las tinieblas (Lucas 10:17-19; Salmos 91:13)

a. No podemos permitirle al enemigo que todavía tenga derecho legal sobre nuestra vida (Jueces 1:19, 21, 27, 28, 30-
35)

b. Decidieron hacer un “pacto de convivencia” con el enemigo, y el enemigo— como nos ocurre hoy si se lo
permitimos, se quedará viviendo junto nuestro para oprimirnos.

c. Dios no quiere que cedamos terreno al enemigo mediante el pecado.

d. Cuando aceptamos compartir nuestro espacio con el enemigo, él se fortalece y nosotros nos debilitamos.

7. Jamás podemos llegar al punto de consentir con el enemigo, con Satanás, y establecer acuerdo con él. No podemos
vivir una sola parte de lo que Dios nos ha dado. Esto sería tanto como prepararnos para experimentar una vida sin
frutos. Recordemos que el enemigo permanecerá en nuestro territorio mientras se lo permitamos. Es hora de
levantarnos y poseer las enormes bendiciones que el Señor tiene para nuestra existencia.

“Dios no quiere que sigas siendo el objetivo del enemigo. Él no quiere que vivas bajo la opresión y las ataduras.
Quiere romperlas y darte libertad para que lo conozcas y puedas vivir como una persona normal.” (Coleman, Jimmy.
“Herido y sanado”. México, Centro de Entrenamiento Bíblico Cristo al mundo. 1989, pg. 13)

7.1. Peleamos en el mundo espiritual, no en nuestras fuerzas sino en las de Dios (2 Corintios 10:3, 4).

7.2. Los ataques del enemigo los recibimos en nuestro mundo interior , así como en la dimensión física y espiritual.

a. Nuestro amado Salvador Jesucristo es nuestra fortaleza en la batalla.

b. Así como lo hizo con sus discípulos, el Señor Jesús nos ha dado autoridad (Mateo 10:1; Cf. Salmos 91:13)

Autoridad -> gr. Exousia -> Permiso o libertad de hacer las cosas como a uno le parezca. Poder con el que uno ha
sido investido. Es poder para regir o gobernar, y ser obedecido.

c. Tener la autoridad depende de la permanencia con el Señor Jesús, bajo cuyo poder podemos hacer cosas grandes
(Juan 14:12; Cf. Colosenses 2:10; Filipenses 2:9-11; Efesios 1:21)

d. Ejercemos autoridad de Cristo en nuestra vida, por fe.

e. Nuestra vida cristiana se afianza en la victoria, y debe ser por naturaleza dinámica y creciente.

f. La intimidad con Dios está ligada al ejercicio de la autoridad sobre el mundo de las tinieblas.

g. En Cristo tenemos asegurada la victoria sobre las tinieblas (1 Juan 5:4; Romanos 8.37)

Victoria -> Gr. Nike -> Vencer, alcanzar la victoria.

8. Dios quiere que usted y yo vivamos en victoria espiritual, lo que a su vez se refleja en armonía con nuestro mundo
interior.

II. Si queremos vencer el terreno del enemigo espiritual, debemos conocerlo y saber de qué manera opera
1. Nuestro enemigo, Satanás, utiliza varias estrategias que debemos conocer:

1.1. Mentira y engaño. Tergiversa la verdad en nuestra mente, por lo que debemos cuidar nuestros pensamientos
(Filipenses 4.8). Al afectar nuestra forma de pensar, incidirá en nuestras acciones. No podemos olvidar que Satanás es
el padre de la mentira (Juan 8:44)

1.2. Sentimientos de condenación y acusación. La naturaleza de nuestro adversario espiritual es acusarnos por los
errores del ayer, de los que Dios ya nos perdonó. Quiere hacernos sentir mal constantemente. Nos lleva a pensar que
Dios no os perdonará jamás (Apocalipsis 12:10; Zacarías 3:1-3; Romanos 8:33-35)

1.3. Persecución. Experimentamos intolerancia por parte de quienes nos rodean. Libran tremendos ataques en contra
nuestra (Juan 15.20)

1.4. Duda y temor. Cuando el enemigo gana territorio en nuestro mundo interior por medio del miedo y la
incredulidad, levanta una enorme barrera al mover de Dios (Hebreos 3:19; 4:4)

1.5. Una mente cautiva con pensamientos de maldad. Satanás aprovecha una mente no renovada para establecer
fortalezas a través de pensamientos de maldad (2 Corintios 10:3-5: Romanos 12:2) Ejerce influencia gracias a factores
externos.

1.6. Ataques en la mente. Gran parte de las batallas que libra el ser humano, se producen en la mente. Es allí donde se
fortalece la posesión o la influencia de los demonios (2 Corintios 10:3-6)

Obediencia — > Gr. Hupakoe. Término compuesto de dos raíces griegas. Hupo , que traduce debajo, en un nivel
inferior y akuo , que vertido al español es oír, escuchar atentamente, oír con sumisión y declarándose de acuerdo.

2. ¿Qué hacer en todo ese proceso?

2.1. Someter los pensamientos a Cristo obliga esfuerzo y constancia , porque el enemigo está siempre al acecho.

2.2. Mientras dejemos abiertas las puertas de nuestros pensamientos, el enemigo tomará ventaja generando tentaciones
hacia la carnalidad.

2.3. Dejamos de confesar palabras de derrota y proferimos palabras de bendición. Declarar ruina, fracaso y derrota nos
granjea enormes dificultades en las dimensiones física y espiritual. No podemos olvidare que Satanás arrebata las
palabras alentadoras del Reino de Dios para sembrar, a cambio, iniquidad y destrucción (Cf. Mateo 13:19)

2.5. Debemos estar preparados para enfrentar las diversas formas como el enemigo espiritual libra ataques en contra
nuestra (Romanos 8:35-37; 1 Corintios 15:57, 58)

Vencedores -> Gr. Hipernikao. Del término huper , que traduce sobre o encima de y Nikao , que vertido al español es
conquistar. Alguien que tiene todas las condiciones para salir airoso, victorioso, no importa las circunstancias que
estén en contra.

a. En la lucha contra el mundo de las tinieblas que busca golpear nuestro mundo interior, fuimos llamados a vencer.

b. Sólo vencen, quienes asumen su condición de vencedores.

“Si intentas servir a Dios tomando como base tu naturaleza humana, terminarás justificando tus fracasos y debilidades.
Si dices que el temperamento es tu única fortaleza pero también tu debilidad, ¿dónde está entonces la fuerza del
Espíritu? Al hablar de esta manera reconoces que caminas de acuerdo con tu propia naturaleza… estoy seguro que el
Señor no habría hecho la obra que ha realizado en nuestro ministerio si no hubiera sometido las debilidades de mi
carne al Espíritu Santo. En vez de justificarlas con los temperamentos, decidí someterlas a la obediencia del Señor.”
(Luna, Cahs. “En honor al Espíritu Santo”, Editorial Vida, EEUU. 2010, pg. 27)
3. Es necesario que comprendamos que el mundo de las tinieblas se encuentra bien organizado:

Jerarquía del mundo de las tinieblas (Efesios 6.12)

Principados

Griego Archos -> Los primeros o preeminentes. La primera persona de una serie, el que lidera (Romanos 8:38;
Colosenses 1:16; 2:9, 10; 13-15)

Potestades

Griego. Exousia -> Poder para reinar o gobernar. Espíritus de maldad con autoridad, la que le confiere el pecado (1
Corintios 15:24, 25; Efesios 1:20, 21; 2:1, 2; 3:8-13)

Gobernadores de las tinieblas

Griego. Kosmokratoras. De kosmo — mundo y kratoras — fuerzas o poderes. El mundo de las tinieblas tiene
espíritus estratégicamente ubicados en ciertos lugares del mundo (Efesios 6:12).

Huestes espirituales

Griego. Pheumatika -> Espiritual y Poneria — Maldad; espíritu de maldad y en género femenino, se refiere a
prostitución, al intento de corromper toda carne. Las huestes de maldad operan en los mundos físico y espiritual
(Efesios 3:9, 10; 6.12)

3.1. Es esencial que si tenemos una lucha contra el mundo espiritual de maldad, como paso para vencer, no olvidemos
que Dios nos ayuda en la batalla (Salmos 110:1, 2)

a. El Señor Jesús en la cruz quitó el pecado del hombre y le libertó del poder de las tinieblas (Colosenses 1:13; 2:13-
15; 1 Juan 3.8)

b. El Señor Jesús está sentado sobre todo principado, porque Él gobierna con poder (Efesios 1:20. 21)

3.2. Como Iglesia de Jesucristo asumimos una actitud de confrontación del mundo de las tinieblas para frenar su
avance y recobrar territorios que nos robó (Salmos 45:6; 108:13)

3.3. Es necesario ejercer autoridad sobre el mundo de las tinieblas (Mateo 16:19; 18:18)

“Esta es la situación que nosotros enfrentamos al entrar en la Guerra Espiritual de nuestra tierra o mundo interior;
tenemos que pararnos frente a un enemigo que ha estado morando y, prácticamente reinando en ella por largo
tiempo; ha construido fortalezas y ataduras tan grandes que parece imposible derrumbarlas, entrar en la tierra y
poseerla. El hecho es que el enemigo no se va a asustar y salir corriendo porque tú has tomado la decisión de lograr
una liberación. Tú tienes que actuar en el principio de la Guerra Espiritual. Fuerza contra fuerza, reino contra reino.
El enemigo sólo conoce ese principio.” (Coleman, Jimmy. “Herido y sanado”. México, Centro de Entrenamiento
Bíblico Cristo al mundo. 1989, pg. 25)

III. El principal centro de ataque en contra nuestra es la mente.

1. Nuestro enemigo espiritual ha morado por años en la mente, logrando control sobre varias áreas vitales.

1.1. Es necesario recobrar el dominio de la mente.

1.2. Satanás no querrá que se recobre el dominio de la mente


a. Satanás se aprovecha de una mente pasiva

b. Satanás se aprovecha de una mente engañada

c. Satanás se aprovecha de una mente no renovada

1.3. El cristiano está llamado a renovar la mente como paso esencial para crecer en todas las áreas (Romanos 12:2;
Tito 3:4, 5)

a. Debemos darle el primer lugar a Dios en nuestra mente (Marcos 12:30)

b. Debemos derribar las fortalezas mentales (2 Corintios 10:3-5)

c. La mente se acostumbra a determinados parámetros que debemos modificar con ayuda de Dios.

d. Renovar la mente implica asumir nuevos parámetros de pensamiento (Romanos 12:2)

e. En la mente se anida la angustia, el temor, la incredulidad, la perversidad.

2. Después de convertirnos a Cristo, nuestra mente no se renueva. Es necesario emprender ese proceso con ayuda de
Dios, que implica reprogramar nuestra forma de pensar y de actuar ya que Satanás— cuando estábamos en pecado—
nos programó para la derrota, la frustración, el fracaso y la destrucción. El enemigo nos sembró pensamientos
equivocados que por años gobernaron nuestra forma de obrar (Cf. 2 Corintios 4:4)

ESTRATEGIAS DEL ENEMIGO

Engaño

Fanatismo religioso. Irracionalidad. No se filtran los pensamientos. Se llega a considerar que todos los pensamientos,
visiones y sensaciones provienen de Dios (Cf. 2 Corintios 11:3)

Pasividad

Las personas no evalúan nada. Lo aceptan todo, especialmente en el ámbito de la espiritualidad. Aceptan incluso los
recuerdos del pasado que les causan daño. Aun cuando les generan dolor y confusión, reciben todos los pensamientos.
Tienen dificultades para concentrarse.

Mente no renovada

Temor, rechazo, preocupación, ansiedad, negativismo, olvido. No confrontar las emociones.

2.1. Es necesario renovar nuestra mente. Alguien puede ser creyente, pero no haber renovado su mente; por este
motivo, su forma de pensar y actuar— muchas veces ligadas a un pasado sin Cristo, siguen siendo las mismas.

Engaño -> Gr. Exapatao -> Gr. Ek , intensivo. Apatao -> Empequeñecer. Seducir completamente.

a. Permitir que Dios gobierne nuestros pensamientos, traerá paz y armonía a nuestro mundo interior (Isaías 26:3,4)

Paz -> Gr. Shalom -> Salud, felicidad, bienestar. En el contexto se refiere a nuestra capacidad creativa, que descansa
en Dios sin importar las circunstancias.

b. Confiamos en Dios cuando llevamos a Su presencia en oración, todo aquello que nos perturba (Filipenses 4:6, 7)

2.2. Fuentes de origen de los pensamientos


a. Nosotros

b. El diablo

c. Dios

2.3. El crecimiento espiritual y la renovación de la mente deben ir de la mano (Cf. Efesios 4:22-24)

IV. El cristiano no mantendrá su libertad en Cristo hasta tanto experimente libertad en su voluntad

1. La voluntad nos permite tomar decisiones. Dios respeta lo que determinemos como personas (Cf. Génesis 2:16, 17;
Deuteronomio 30:15, 19); sin embargo, cuando hay armonía con Dios, alcanzaremos equilibrio en lo que escojamos.

1.1. La mente nos dice lo que pensamos

1.2. La voluntad materializa lo que queremos

1.3. Las emociones expresan cómo nos sentimos

2. El enemigo sabe que si afecta nuestra mente, incidirá directamente sobre nuestra voluntad.

A través de la voluntad se tiene una capacidad para reinar y gobernar; en esa forma es como Dios le ha dado
dominio al hombre, y la habilidad para reinar; y también es donde Satanás ataca para quitárselos y robarlos, es
decir, el dominio y la capacidad de reinar. (Coleman, Jimmy. “Herido y sanado”. México, Centro de Entrenamiento
Bíblico Cristo al mundo. 1989, pg. 98)

2.1. El hombre debe tomar control de su voluntad lo que se ve reflejado en el dominio de cuerpo, alma y espíritu.

2.2. Si hay gobierno de la voluntad, se tendrá control de las emociones y los sentimientos (Proverbios 25:28)

2. Si no tomamos control de nuestra voluntad— con ayuda de Dios— tomará ventaja el mundo de las tinieblas
(Romanos 8:12, 13; Colosenses 3:5-7)

2.1. Nuestro adversario espiritual se aprovecha de los recuerdos y hechos traumáticos que subyacen en el inconciente.

2.2. En la medida en que la mente se renueva (Cf. Romanos 12:2), la voluntad se fortalece.

SEÑALES DE ALERTA SOBRE FORTALEZAS ESPIRITUALES DE MALDAD QUE AFECTAN


NUESTRA VOLUNTAD

Inercia

Resignación ante los obstáculos. Aceptación de cuanto ocurre alrededor, incluso la adversidad.

Falta de perseverancia

La persona jamás termina lo que emprende

Dispersión de los pensamientos

A la persona se le dificulta concentrarse. No pueden siquiera conservar el hilo de una conversación.

Inseguridad
Incapacidad de tomar decisiones. Temor a asumir responsabilidades. Dejan que los demás decidan por ellos.

Doble ánimo

Las personas fluctúan entre perseverar en el camino de Dios o permitir que les arrastre de nuevo la mundanalidad.

2.3. Identifique áreas de engaño en su vida. Recuerde que la verdad nos hace libres (Cf. Juan 8:31, 32)

Verdad -> Gr. Ginosko -> Conocimiento de un principio, aplicación, desarrollo y el logro. Saber algo por experiencia
personal

2.4. Tome control de su voluntad. Es necesario que pongamos filtro a nuestros pensamientos (1 Tesalonicenses
5:21).

a. Es necesario que usted resista en su voluntad y en su mente todos los pensamientos de maldad que le asaltan,
enviados por Satanás (Cf. Santiago 4:7; 2 Corintios 10:5).

b. Si el Adversario controla nuestra voluntad tendrá dominio del cuerpo, muerte y espíritu (1 Corintios 9:26, 27)

Retener -> Gr. Kateco -> Sostener o sujetar firmemente. Gr. Kata -> Abajo. Gr. Eco -> Tener en la mente, adherir

2.3. Es necesario tomar decisiones con ayuda de Dios, asumiendo las consecuencias que se deriven.

IV. El poder de Dios nos liberta para que podamos tomar control de las emociones y sentimientos

1. Quien gana ventaja con la permanencia de las heridas espirituales que experimentamos, es nuestro Adversario
espiritual.

1.1. El propósito de Dios es que haya sanidad permanente en nuestro mundo interior (1 Tesalonicenses 5:23)

1.2. Las heridas emocionales comienzan con un hecho traumático que se transforma en resentimiento y da lugar al
odio. A partir de entonces se produce la amargura de corazón y toma fuerza hasta llevar a la persona a la destrucción
física y espiritual.

1.3. Satanás se aprovecha de las heridas emocionales (Cf. Efesios 4:279

3. Las heridas emocionales tienen factores desencadenantes:

3.1. Las relaciones rotas. Frecuentes en los matrimonios que terminan en divorcio y que desencadenan heridas en los
cónyuges.

3.2. No perdonar. La decisión de mantener la herida emocional y no perdonar al causante del mal, se constituye en
una atadura espiritual (Cf. 2 Corintios 2:10, 11)

3.3. El Rechazo. Comienza generalmente desde la niñez y persiste en el tiempo. No obstante, los hechos traumáticos
también afectan a los adultos.

3.4. El Maltrato. Se producen por las reacciones que se reciben de otras personas y que involucran violencia física y
verbal. Causan heridas emocionales.

3.5. Palabras hirientes. Son términos expresados generalmente por alguien en estado de exaltación que producen
heridas emocionales (Proverbios 10:31; Salmos 37:30)

3.6. Abuso sexual. Produce heridas emocionales que pueden marcar la vida de una persona para siempre.
3.7. Raíces de amargura. Constituyen el producto de heridas sin sanar que nos impiden una vida plena y
desencadenan contaminación espiritual a otras personas (Cf. Hebreos 12:15)

a. Dios quiere que seamos libres de las consecuencias de los hechos traumáticos que nos afectaron (Hebreos 12:1)

b. Dios que nos creó, es el único que puede sanarnos

V. Dios quiere traernos libertad a partir del perdón (Lucas 6:37)

1. Dios nos perdonó y espera que nosotros perdonemos a quienes nos han causado daño (Efesios 4:32)

1.1. Estar atados al pasado cuando no perdonamos, nos impide crecer en todas las áreas de4 nuestra vida.

1.2. Cuando perdonamos a quienes nos han causado daño, desatamos a quien nos causó daño y de paso quedamos
libres (Juan 20:23)

2. Quien no perdona recibe las consecuencias de su determinación. Experimentará un estado de tormenta interior
permanente (Mateo 18:21-35)

2.1. Quien más se perjudica es aquél que no perdona

2.1.1. ¿Qué produce la falta de perdón?

a. Produce enormes impedimentos para amar y ser amados.

b. Produce reacciones de resentimiento hacia quien nos causó daño.

c. Produce daño emocional y físico a quien experimenta ese rencor.

2.1.2. ¿Qué hace quien no perdona?

a. Siente que aquél que le causo daño “le debe algo”

b. Asume la posición de “No perdono hasta tanto me pidas perdón”. Como pasan los días y no advierte esa actitud,
expresa su rechazo verbal y gestual a quien considera es el causante de su resentimiento.

c. Decide prorrogar su resentimiento por tiempo indefinido como una forma de expresar hacia él o ella palabras que la
hieran, o a los menos pensamientos en los que imagina, está tomando venganza.

d. Genera estancamiento espiritual:

d.1. No perdonar es uno de los frutos de la carne (Gálatas 5:19-21).

d.2. Quien perdona, crece espiritualmente porque afianza en su vida los frutos del Espíritu Santo (Gálatas 5:21-25).

e. Experimenta falta de paz interior y exterior.

f. Aviva el deseo de tomar venganza.

3. Quien no perdona refleja su rencor y resentimiento en su relación con Dios y con los demás

3.1. Reacciones de no perdón (Gálatas 6: 7).

3.2. El resentimiento y la falta de perdón se “transpiran”.


3.3. Lo grave es que quien no perdona, desconoce que “transpira” rencor en sus relaciones interpersonales.

3.4. La falta de perdón puede permanecer por años.

¿Hacia quiénes pudiéramos guardar rencor por años, sin proponérnoslo?

a.- Hacia los padres.

b.- Hacia las personas con las que tuvimos una relación sentimental traumática.

c.- Hacia nuestros hermanos y amigos, de quienes sentimos, nos fallaron alguna vez.

4. ¿Por qué experimentamos falta de perdón en el corazón?

4.1. Experimentamos falta de perdón por las heridas provocadas a conciencia por terceros.

4.2. Experimentamos falta de perdón por la forma errada como percibimos que aquello que dijeron o hicieron “era a
propósito” para herirnos, muchas veces sin que hubiese mediado ninguna intencionalidad.

4.3. Por un deseo represado de tomar venganza que nos lleva a dilatar cualquier arreglo.

4.4. ¿Por qué no se arreglan las situaciones?

a. Por el orgullo de quien nos causó daño.

b. Por nuestro orgullo de no dar el brazo a torcer.

c. Porque esperamos que los demás den el “primer paso”.

5. ¿Cómo identificamos en nosotros un espíritu no perdonador?

5.1. Cuando sentimos molestia apenas encontramos a consideramos que nos hizo daño.

5.2. Cuando aprovechamos la más mínima oportunidad para criticar a quien nos causó daño.

5.3. Cuando recordamos vívidamente el daño que nos causaron.

5.4. Cuando sentimos que nuestra vida es un “caos” por el daño que nos causaron.

“La gente se ha equivocado al interpretar la santidad como el comportamiento perfecto, libre de defectos y errores.
Pero no es así. Vivir en santidad es entregarse a cumplir aquellos mandatos que él nos da y que nos transforman cada
día.” (Luna, Cahs. “En honor al Espíritu Santo”, Editorial Vida, EEUU. 2010, pg. 29)

6. Para perdonar se requiere un cambio de actitud.

6.1. Debemos reconceptualizar la idea de que el perdón es para los “insulsos” y el rencor y la venganza para los
“vivos”.

6.2. Cuando identificamos dónde tiene origen nuestro rencor a partir de tres preguntas:

a. ¿Dónde comenzó mi resentimiento?

b. ¿Qué me dijo o hizo la persona que considero me hizo daño, para sentirme así?
c. ¿Qué puedo hacer –como por ejemplo perdonar— para que la situación cambie?

6.3. Usted está en libertad de informarle a quien le hizo daño que “lo perdonó”, pero también, de guardar con
prudencia esa decisión y más bien, cambiar su trato.

6.4. Leyendo Mateo 18:21, 22, aprendemos que no podemos poner “límites” al perdón.

6.5. Aprendemos también que Dios espera de nosotros que asumamos una actitud de “perdón” a quienes nos causan
daño.

VI. El proceso de liberación comienza con la decisión de permitir que Jesucristo obre en nuestro ser

1. Confiese sus pecados. Hasta tanto no se confiesen todos los pecados delante de Dios, el Adversario espiritual
tendrá “derecho legal” para seguir poseyendo o influenciando a la persona (1 Juan 1:9).

2. Arrepiéntase con sinceridad. Debe haber arrepentimiento sincero en la persona, podrá ser libre. Es esencial que se
reconozca la magnitud del error cometido y la grandeza de la misericordia de Dios (Proverbios 28:13)

3. Perdone a alguien si guarda odio aún. Un enorme muro que pone tropiezo a la liberación espiritual lo representa
la falta de perdón en las personas. El amado Señor Jesús enfatizó en la importancia del perdón (Marcos 11:25)

4. Renuncie y rompa toda atadura. La decisión de romper a toda puerta abierta al enemigo y romper toda atadura, en
el nombre de Jesucristo, parte de la propia persona. Cada quien debe reconocer la obra de Cristo y decidirse por Él,
dándole la espalda al Adversario espiritual.

5. Renuncie a toda maldición generacional. Las maldiciones generacionales ocupan un lugar relevante en los
procesos de liberación individual. Pocas veces quien está bajo posesión o influencia demoníaca sabe que sus
ascendientes abrieron puertas al mundo de las tinieblas, pero eso no les exime de sufrir las consecuencias; por ese
motivo es primordial que, de manera conciente, repita una oración en la que usted le guíe, renunciando a toda
maldición generacional.

6. Ordene a todos los espíritus que salgan. En la medida en que la persona esté conciente, llévela para que ordene a
todos los espíritus salir de su cuerpo. Si hay manifestación demoníaca, le corresponde a usted como ministro de
liberación hacerlo. Ordénele a los entes de maldad que salgan. Hay autoridad de Cristo en su vida, tal como Él, en su
ministerio terrenal lo hizo (Cf. Lucas 4:40, 41)

7. Confiese a Jesucristo como Señor y Salvador. Una vez la persona ha sido liberada, es esencial que declare a Jesús
como Señor y Salvador. Debe recibir a Cristo en Su corazón.

Conclusión:

Fuimos concebidos por Dios para disfrutar la libertad que Él nos ofrece. Su propósito eterno es que disfrutemos
sanidad física y emocional. Que no permitamos atadura de ninguna clase. Quien se aprovecha de las puertas que le
abrimos en la mente, es nuestro Adversario Satanás. Él no desaprovecha oportunidad. Procura gobernar los procesos
de pensamiento, incluso el subconsciente, para traernos a la derrota, la sensación de no ser salvos y no haber recibido
perdón de Dios. Cuando reconocemos que esa no es la voluntad de Dios para nosotros y le permitimos a Jesucristo que
obre en nuestro ser, toda atadura se rompe y llegamos a ser verdaderamente libres. ¡Hoy es el día para que disfrute esa
libertad que nos ofrece el Salvador, Jesucristo

idad. Hoy es el día para hacerlo…

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