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Honestidad
Independencia
Coraje
Amor por la libertad
Sentido de la justicia
Quien busca la verdad no tienen mas remedio que hacerlo honestamente, esto es , de
conformidad con el código moral de la ciencia. De aquí la posibilidad de moralizar a la cienca;
esta puede realizarse si se adapta el código de la conducta deseable en la vida diaria al código
de la conducta deseable en el campo de la ciencia. Pero no nos hagamos ilusiones: si bien la
ciencia es necesaria, no es suficiente para conocer y posibilitar la recta conducta. Mientras la
sociedad no se organice científicamente, mientras no desaparezca la contradicción entre el
código moral cotidiano y el científico será posible corromper al individuo, incluso si es un buen
científico.
Los resultados de la investigación pura son éticamente neutros, como lo demuestra el hecho de
que pueden ser utilizados para bien o para mal: sea. Pero ello no implica que el proceso mismo
de la investigación sea éticamente neutro: no lo es, puesto que tanto la selección de los
problemas que inician una investigación , como la evaluación de los resultados, que la corona,
pueden estra sujetas a presiones extracientificas, por ejemplo comerciales, o políticas, o
ideológicas. (Entre las presiones comerciantes podemos incluir la urgencia de publicar grandes
cantidades de trabajos sobre temas de moda, condición necesaria para conseguir ascensos
rapidos y aún, en ocaciones, notoriedad periodística). Todas estas presiones ponen a prueba el
coraje moral del investigador. Y de estos conflictos morales se agudizan cuando se trata, no ya
de investigación pura, sino de investigación aplicada.
INVESTIGACIÓN PURA
INVESTIGACIÓN APLICADA
Esto queda aclarado si nos percatamos de que toda investigación aplicada requiere de un marco
teórico. Sin embargo, en una investigación aplicada, lo que le interesa al investigador,
primordialmente, son las consecuencias prácticas. En realidad, un gran número de
investigaciones participa de la naturaleza de las investigaciones básicas y de las aplicadas.
La investigación aplicada persigue fines más directos e inmediatos. Tal es el caso de cualquier
estudio que se proponga evaluar los recursos humanos o naturales con que cuenta una región
para lograr su mejor aprovechamiento, o las investigaciones encaminadas a conocer las causas
que provocan una enfermedad, con el fin de proteger la salud. Hay investigadores que, un poco
candorosamente, prefieren dedicarse a este tipo de trabajos porque piensan que de ese modo
podrán influir más directamente en su entorno. No negamos la buena intención que pueda
existir en tales casos pero, lamentablemente, debemos recordar que una cosa es la posible
aplicabilidad de una investigación y otra muy distinta su aplicación concreta y efectiva,
especialmente en el caso de las ciencias sociales. Para que ello se produzca es preciso que
existan tanto la voluntad como los recursos que pueden llevar las conclusiones teóricas al plano
de la vida real.
En todo caso, si la ciencia presenta a menudo un semblante éticamente neutro, los científicos
tienen rasgos morales bien destacados. Desde el episodio de arquimedes y la flota romana
sabemos que el científico puede ayudar, en cuanto científico, sea a un lado sea a otro. No en
vano los mismos que lo emplean sospechan de él. El caso oppenheimer esta aún fresco en
nuestra memoria
CASO OPPENHEIMER:
Biografia:
Julius Robert Oppenheimer. (Nueva York, 22 de abril de 1904 – Princeton, 18 de
febrero de 1967) fue un físico judíoestadounidense y el director científico
del proyecto Manhattan, el esfuerzo durante la Segunda Guerra Mundial para ser
los primeros en desarrollar la primera arma nuclear en el Laboratorio Nacional de
Los Álamos, en Nuevo México, Estados Unidos.
Coloquialmente conocido como «el padre de la bomba atómica» —pese a que
comparte ese mérito con su principal mentor,Enrico Fermi—, Oppenheimer
expresó su pesar por el fallecimiento de víctimas inocentes cuando las bombas
nucleares fueron lanzadas contra los japoneses en Hiroshima y Nagasaki en
agosto de 1945. Al terminar la guerra, fue el jefe consultor de la recién creada Comisión de
Energía Atómica y utilizó esa posición para apoyar el control internacional de armas atómicas y
para oponerse a la carrera armamentista nuclear entre los Estados Unidos y la Unión Soviética.
Sus actitudes frecuentemente provocaron la ira de los políticos hasta el punto que en 1954 se le
despojó de su nivel de seguridad, perdiendo el acceso a los documentos militares secretos de su
país. Poco a poco su capacidad de influir fue disminuyendo, pero continuó dando charlas y
trabajando en física. Diez años más tarde, el Presidente de los Estados Unidos, Lyndon B.
Johnson lo condecoró con el Premio Enrico Fermi en un intento de rehabilitarlo políticamente.
SUCESO: El 16 de Julio de 1945. En Europa los aliados habían alcanzado la victoria dos meses
atrás. Alemania estaba en ruinas, despertando de la larga noche Nazi todo producto de la
demencia de su líder. El mundo empezaba a conocer los horrores reales del holocausto.
Pero la guerra no había terminado: Japón, que años antes había logrado rápidas victorias en el
Pacífico, estaba postrado ante la máquina de guerra norteamericana, sin salida, pagando los
horrores y errores cometidos.
De una forma u otra, la Segunda Guerra Mundial tendría un fin…
En la mañana de aquel día, en un sitio algo alejado en el estado de Nuevo México, un artefacto
conocido como “The gadget” había sido colocado en una torre de metal de 20 metros alto
denominada “Jumbo”
El dispositivo era el resultado de años de trabajo del proyecto Manhattan, uno de los mas
complejos y ambiciosos de toda la historia.
El dispositivo era un arma nuclear de tipo implosión de plutonio.
Para ese momento ya había sido construido “Little Boy” un arma nuclear tipo inserción de
uranio, que luego seria usada contra un claro objetivo civil. El diseño era tan simple que no fue
necesaria una prueba.
Pero las armas de tipo inserción son inestables, pues se podría producir una detonación
accidental
El director científico del proyecto, que luego seria conocido como “el padre de la bomba
atómica”, Robert Oppenheimer, fue quien tomo de varios poemas el nombre que se le daría a
la prueba: Trinity.
La física, la matemática, la ingeniería fueron llevadas al extremo. Nunca se había hecho nada así.
Los científicos realizaron pronósticos, a modo de apuestas, que iban desde un fracaso total hasta
la destrucción del estado de Nuevo México y la muy poco probable ignición de la atmósfera.
A las 11:29:45 GMT el artefacto estallo con una fuerza equivalente a los 19 kilotones. Dejo un
cráter de cristal radiactivo de tres metros de profundidad y 330 metros de ancho.
La onda de choque se sintió hasta 160 kilómetros de distancia y la nube con forma de hongo se
elevo hasta los 12 km. Mientras veía la prueba Oppenheimer recordó una líneas del texto
sagrado Hindú, el Bhagavad Grita:
Aunque solo atino a decir “Funciono”, a lo que el director de la prueba, Kenneth Bainbridge,
replico:
Now we are all sons of bitches.
(Ahora todos somos unos hijos de puta)
Bainbridge tenia razón. Sabiendo los resultado de la prueba el presidente Truman menciono “un
arma nueva muy poderosa” durante la conferencia Potsdam. Y se lanzo un ultimátum a Japón.
Era imposible mantener la prueba en secreto total para el publico, se dice que Stalin, líder de
laUnión Soviética, sabia del desarrollo de la bomba aun antes que el mismo Truman.
Así varios testigos y medios reportaron la extraña explosión pero la verdadera causa solo seria
revelada semanas después cuando dos ciudades fueron destruidas y la locura de la guerra
terminaría pero un nuevo miedo nacería, pues al al ser humano le había sido dado un nuevo
poder.