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ENSAYO Nº1
¿Por qué estamos vivos? ¿Cuál es el sentido de la vida? ¿Qué es lo que los vuelve
“nosotros”? ¿Cómo se creó el universo? Estas y otras preguntas han agobiado la mente del
hombre desde que este fue consciente de su intelecto; desde el momento en que el ser
humano tuvo percepción de lo que lo rodeaba busco respuestas, en un comienzo estas fueron
vagas y autocomplacientes, y así se formaron los primeros mitos, dando paso a la mitología y
posteriormente a la religión. A medida que el tiempo fue pasando nacieron personas cuyo
razonamiento les obligo a cuestionar los mitos, que, en esa época, eran aceptados como la
verdad absoluta, creando nuevas hipótesis y formando sus propias escuelas y corrientes
filosóficas. Muchas de estas corrientes nos siguen influenciando hasta en nuestros días, es
gracias a Sócrates que tenemos la ética, y es gracias a su apología que podemos entender la
Republica, un libro tan complejo, base de la filosofía occidental, que sigue siendo fuente de
estudio en reconocidas universidades hasta el día de hoy, y con sus diálogos nos permite
Para poder entender la sociedad actual tenemos que conocer la sociedad de hace 2000
años, no solo por su importancia histórica y cultural, sino, también, porque es la madre de la
civilización occidental. Todo lo que somos y llegaremos a ser es gracias a los filósofos
intelectual. El más claro ejemplo de esto es Sócrates, quien cuestionándose y retando a los
sofistas entablo sus diálogos, en los cuales no busca una verdad absoluta sino una verdad
naturaleza del hombre era hacer el bien, el hombre que conoce su verdad actúa bajo los
preceptos de la virtud; el conocimiento fuerza al hombre a hacer el bien, el hombre que obra
mal es por ignorancia, porque desconoce el bien. Sócrates defendía que el hombre virtuoso
reflexión, es por esto que su enseñanza se basaba en los diálogos; de esta manera él buscaba
sacar las verdades intrínsecas en cada individuo, y solo conociendo esta verdad dicho
Sócrates desde un inicio se negó a crear una escuela filosófica, las escuelas socráticas
fueron desarrolladas por sus discípulos, él creía que cada uno tenía que buscar su verdad por
lo que nunca escribió ninguna obra. Su discípulo más famoso fue Platón, él se encargó de
escribir los diálogos de su maestro, perpetuando de esta manera su memoria hasta nuestros
días. La filosofía ética de Platón no distaba mucho de la de Sócrates; él, al igual que su
maestro, cría que la felicidad radicaba en el conocimiento. Platón funda la escuela platónica y
retoma los pasos de su maestro en búsqueda de “el bien” real, cosa que Sócrates no pudo
resolver, y es en esto que Platón asegura que solo la verdad no podía ser refutada, por lo que
todo aquello que podía ser refutado no era verdad. En su obra “La República” habla sobre es
bien
«Lo que aporta la verdad a las cosas cognoscibles y otorga al que conoce el
poder de conocer, puedes decir que es la Idea del Bien. Y por ser causa de la
cognoscibles les viene del Bien no sólo el ser conocidas, sino también el
existir y la esencia, aunque el Bien no sea esencia, sino algo que se eleva más
que, si bien ambas buscan encontrar la verdad del bien, Platón no considera que la bondad sea
una cosa intrínseca del hombre, sino que busca sus respuestas en un plano más abstracto. En
“La Republica” relata el mito del carro alado, en el cual establece, por vez primera, los tres
La escuela platónica tomaba los diálogos de Sócrates y los llevaba a una institución más
organizada, los así llamados Liceos. Es en estos liceos donde se comienza su aprendizaje
Aristóteles. Aristóteles pasaría a la historia como uno de los pensadores griegos más
Aristóteles siguiendo los preceptos de su maestro se dedicó a las clases en los liceos
Platónicos, hasta que 20 años después Platón muriese y Aristóteles resolviese abandonar
definitivamente el liceo. Como discípulo de Platón compartía muchas de sus ideas con la
ética filosófica socrática y platónica, pero desarrollándola adjuntó a estas sus propias
reflexiones. Aristóteles consideraba que la felicidad no solo dependía del conocimiento, sino
también del hábito, esto quiere decir que la virtuosidad del hombre está ligada a sus acciones,
por lo que si el ser humano realiza obras justas será un ser justo, y que por el contrario si sus
Un elemento constante en estos tres pensadores es el bien y el mal, para Sócrates esto